Yo nunca he tenido velos en televisión - invitada: Claudia Bahamón

Yo nunca he tenido velos en televisión - invitada: Claudia Bahamón

30 de oct de 2024

En este episodio del podcast 'Vos Puedes', Tatiana Franco entrevista a Claudia Bahamón, una reconocida presentadora y ambientalista colombiana. Claudia comparte su trayectoria, sus experiencias en televisión, y sus esfuerzos hacia la sostenibilidad. Además, reflexiona sobre su relación con figuras importantes en su vida y su misión por un planeta mejor.

Capítulos

De la arquitectura a la televisión

Claudia Bahamón relata cómo ingresó al mundo de la televisión sin haber soñado con ser presentadora. Comparte cómo figuras clave en RCN, como Gabriel Reyes y J. Mario Valencia, la apoyaron en sus inicios.

Su legado y aprendizaje en MasterChef

Reflexiona sobre su papel en MasterChef, describiendo el programa como una plataforma que humaniza a las celebridades y cómo han aprendido todos de este.

La importancia de la autenticidad

Claudia explica su enfoque auténtico en su carrera, destacando la importancia de ser verdadera consigo misma en lugar de seguir un guion rígido.

Memorias y aprendizajes con su familia

Recuerda con cariño a su padre, sus enseñanzas y su influencia en su vida. También destaca la importancia de su abuelo en despertar su amor por la naturaleza.

Compromiso con el medio ambiente

Se sumerge en sus esfuerzos por la sostenibilidad y cómo inició esta misión inspirada por su abuelo y por el deseo de dejar un planeta habitable a sus hijos.

El reto y evolución del activismo ambiental

Habla sobre la evolución de su activismo, su experiencia de ecoansiedad y cómo ha aprendido a ser menos dura consigo misma.

Superación personal tras un error médico

Claudia comparte su grave experiencia médica después de un error en tratamiento y cómo realmente valoró la vida tras este evento.

Reconociendo e impulsando la riqueza de Colombia

Expresa su emoción por descubrir y promover la diversidad natural y cultural de Colombia que había pasado por alto durante años.

Conclusión

Claudia Bahamón es una figura apasionante, que no solo ha dejado una marca en la televisión sino que también está comprometida con causas ambientales. Su historia es un recordatorio de la importancia de ser auténtico y proactivo por un mejor entorno. Claudia continuará siendo una figura inspiradora en la televisión y en sus esfuerzos ambientales.

Menciones

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               Muchos pensarían que Claudia Bahamón siempre soñó con trabajar en televisión, pero no fue así. Conquistó al público con su carisma y ahora como ambientalista sueña con entregarle a sus hijos un mejor planeta. Un nuevo encuentro con ustedes en Vos Puedes el Podcast y este episodio es posible gracias a Lili Pink, donde conectamos con la esencia femenina. Hoy vamos a conectar con la esencia, la vida y la sonrisa de Claudia Bamón. Claudia, bienvenida. Ay, muchas gracias. Está difícil esa persecución contigo para aceptar esta entrevista, estabas como, no quiero, ¿por qué? No, no, no, contigo sí. Contigo sí. Bueno, no, porque estábamos primero, estaba grabando a Full Masterchef y no teníamos el tiempo y una vez termino, pues nada, me voy de vacaciones con la familia, a descansar un ratico y después debo aceptar que me cuesta cada día más hacer entrevistas me ponen súper nerviosa ¿no? ¿en serio? sí, sí, sí, como que a veces digo, ¿qué más tengo que contar? en redes sociales contamos todo pero no, la gente pregunta mucho por vos. De hecho, me hubiera encantado tener un jingle, un jingle cuando dije Claudia Babamón, porque en el fondo debió sonar, reina de mi corazón. Ay, de Jota. Tan lindo. Contexto para quienes no saben, yo trabajé unos años en Muy Buenos Días con J. Mario Valencia, y Claudia es, sigue siendo el amor de J. Mario. Yo te digo porque es que te estaba contando fuera del aire que cuando llegué como periodista a este programa una vez pasaste, pasaste caminando por ahí por el set y saludaste y alzaste la mano. Y cuando alzaste la mano de repente él dijo, ¡ay, por acá está Claudia Babamón! Y en el fondo se escuchó un jingle, porque es que era un jingle. Sí, sí, sí, claro. Reina de mi corazón. O sea, con Sony, todo el mundo quedaba en silencio. Tenemos los copyrights. Sí, que él lo interpretaba, yo no entendí. O sea, yo decía, ¿será que Claudia viene como invitada? De pronto yo no lo sabía. Y solo estaba pasando por ahí. ¡No! Solamente estabas pasando. Luego lo vi una vez, y otra vez, y y otra vez y no podías pasar, Claudia. O sea, no podías pasar, nadie podía nombrarte, él no te podía mencionar. ¿Esto cómo fue? Esa historia es divina. Jota, no, es que Jota es demasiado. Y hablo en presente porque para mí sigue existiendo. Jota fue, diría yo que esa persona, hay dos mentores para mí en el canal RCN, quienes me dieron la mano y creyeron en mí. Uno es Gabriel Reyes, que fue por muchos años el presidente del canal RCN, quien se fijó en mí y me dio la oportunidad y me dijo, yo quiero que usted lo haga. Y el otro es J. Mario, que me apoyó desde el principio y me dio seguridad, porque yo entré en la inmunda. ¿Qué edad tenías? Uy. Ella contando tu... No, pues imagínate, fue hace 20... fue en el 2000... a finales del 2001, digamos como toda esta, toda esta idea de llegar al canal RCN. Y tengo 45, o sea, hagan ustedes las cuentas. Muchos años. Y Jota me dio esa seguridad, porque si bien yo dije, listo, hagámosle, ensayémosle, lancémonos, yo no tenía ni idea a qué iba. Tú cuando no estás metido en este mundo, no había redes sociales, yo no soñaba con ser presentadora, yo no soñaba con nada de esto de la televisión, yo estaba en Neiva, yo vivía de otro, mi mundo era distinto, yo pensaba en otras cosas, yo quería ser arquitecta, punto, de hecho ya en ese momento trabajaba como arquitecta, razón por la cual llegué al canal RCN. Y Jota, sin decirme mucho, me apoyaba. Entonces me decía, hágale, tranquila, por allá no, listo. ¿Sabes? Como ese espaldarazo todo el tiempo, como esa manito atrás que te está haciendo así, y tú no sabes ni por qué te están creyendo tanto en ti y ese cariño que tuvimos los dos en cámara, porque yo nunca, aunque la gente crea, yo nunca trabajé en Muy Buenos Días nunca pero parecía que estaba al lado de ella en Muy Buenos Días yo nunca trabajé en Muy Buenos Días, nunca pero en esa época nos comunicábamos en doble pantalla entre un programa y el otro. O sea, el noticiero nunca se terminaba con Cortinilla por la mañana y empezaba el siguiente programa. Parecía como una continuidad. Nosotros, exacto, yo terminaba mi sección de entretenimiento y saludaba a Jota, y saludaba a toda la mesa de trabajo de muy buenos días y arrancaban de hecho en algunas oportunidades me salvo porque a mí me ha dado unos ataques de risa loco por culpa de él y entonces yo iba a darle paso a jota mario y jota mario me recibía y decía no está no va a poder y me salvaba y entonces volvió y apareció en pantalla no no no esto era de verdad un goce completo, y en eso se convirtió Jota en ese apoyo constante, me ayudó evidentemente a posicionarme con mi nombre, ¿sabes? porque de todas maneras pues Jota es una persona que aunque llegó después de mí al canal RCN, curiosamente, sí, antes de Jota Mario estaban ay, se me van los nombres pero era un programa más chiquito, eran tres personas si no estoy mal y luego llegó Muy Buenos Días J. llegó unos meses después que yo y ahí nos inventamos que yo pasaba en vivo y ahí nos inventamos que nos saludábamos y hubo una química muy especial entre los dos y eso se convirtió en algo muy especial para las amas de casa que doían ese programa. ¡Qué lindo! Pero, Benny, yo quiero saber la historia detrás del jingle, o sea, ¿eso cómo lo construyeron? ¿En qué momento salió? Porque, pues porque nos dio muy duro despedirnos y él decía que yo era Claudia Bamón, la reina de su corazón. Y con esa rima, Claudita Bamón, la reina de mi corazón, se inventó ese jingle y ya me sorprendió con eso y así duró hasta el día que se murió. Pero ¿cómo fue la sorpresa? O sea, ¿te acordás del primer día que escuchabas? O sea, ibas caminando y de repente esto sonó. No, yo no me acuerdo. La verdad, no me acuerdo. Creo que fue en alguna entrevista cuando yo ya no estaba en Colombia, ponle más o menos hacia el 2000, finales del 2005 más o menos o 2004, yo ya no sé tiempos, pero Jota me acuerdo que salió con eso y yo decía, este hombre ahora sí se chifló del todo. Se chifló. Claro, porque además era, en esa época tenía varios jingles que eran muy divertidos. Uno era ese y el otro era el de la banda de las cuñadas. Y en la banda de las cuñadas estaba Carolina Cruz, Janet Balman y Net. Net Fuentes. Que era su novia en su momento. Y ese era un jingle de la banda. Y entonces en la banda de las cuñadas. Y la reina de mi corazón. Y la reina de mi corazón. Y la reina de mi corazón. Para la reina de mi corazón, ganaba. Clau, y ya que nos estamos devolviendo en el tiempo, estábamos hablando fuera de cámaras de qué tan chévere, creo que lo veías así, que no existían redes sociales en ese momento porque estabas en un proceso de aprendizaje como es normal, cuando uno está entrando a ser parte de un espacio, y sobre todo de televisión. ¿Recuerdas mucho esa época de aprendizaje? ¿Cómo fue todo ese proceso? No solamente es chévere, o sea, no sabes cómo lo agradezco hoy. Digo, si yo hubiera comenzado en esta época, como comencé hace veintipico de años, yo sería un meme. O sea, yo debería ser, o sea, mi apellido sería Claudia Meme porque en serio, nada porque yo, yo era arquitecta yo no tenía ni idea del entretenimiento y a mí simplemente me tiraron al agua y yo me dejé ¿sabes? como que a mí me echaron un empujón pa'l agua y yo me remeté la risa y dije hágale pues, absolutamente irresponsable de mi parte y también de parte del canal RCN, pero hoy en día agradezco esa irresponsabilidad. Absolutamente inexperta. No tenía ni idea, no sabía ni cómo interpretar una noticia. Yo no podía leer un teleprompter. Además que soy súper ciega, en esa época más ciega. No, todo era grave, todo era grave. Entonces yo me equivocaba todos los días, me regañaban todos los días. Y yo decía, Dios mío, ¿eso sí lo verá alguien? Claro que lo veía la gente. Pero era una época donde las redes sociales no existían. Vuelvo y lo digo, gracias a Dios. Te salvaste. Me salvé. De hecho, yo muchas veces, ¿sabes qué? Intento buscar archivos, ¿sabes? Como que te metes a internet. Sí, sí, sí. A googlear, a ver si encuentras algo. Y yo no encuentro nada. Es como si yo no hubiera existido en esa época. Es muy raro. Y eso te parece chévere. O sea, ¿lo agradeces? No, ya no. O sería muy lindo. Ya no. Ya no. O sea, sí, por un momento dije yo, ay, menos mal, eso no aparece en ningún lado. Pero hoy en día me encantaría. Ay, claro. Porque pues tampoco podemos negar nuestro pasado. Y también uno dice también no dice bueno si yo me equivoqué mil veces y al final es una es un mensaje para las nuevas generaciones que se meten en esto y está bien equivocarse y está bien intentarlo una y otra vez y está bien ser persistente insistente y está bien recibir críticas y todo a mí hoy en eso me parece bien claro, en ese entonces yo me quería morir porque el único crítico que había trabajado en el tiempo todavía trabaja en el tiempo y yo cada ocho días iba a la columna de él a ver qué decía de mí y me acababa pero de una manera absurda, yo decía ¿este hombre qué? ¿Era la protagonista de sus columnas? No, ¿cómo así? Al final yo decía, ¿será que está obsesionado conmigo? O sea, ¿qué más? Pero me criticaba por todo, porque sí, porque no. Por ejemplo, ¿con qué te encontraste que tú decías, Dios? No, todo. De verdad que no me acuerdo muchos detalles, pero todo. Yo me acuerdo que yo sufría. O sea, llegaba el domingo a ver la columna de este man y yo decía, Dios mío, ¿ahora qué va a decir? Ahora imagínate qué pasaría si fuera con redes sociales, que es todo el tiempo, a toda hora. O sea, yo de verdad agradezco esto y me compadezco mucho hoy en día de estas nuevas generaciones que lo intentan y que tienen que lidiar con una crítica que es muy dura. Muy dura. Es muy dura. Muy dura. Pero es que además yo siento que vos ocupás un papel muy importante en la televisión nacional y además es como esa, yo te decía, como la mamá de los pollitos en cierto sentido, como que todas esas generaciones de presentadoras, de entretenimiento te ven y dicen como, Dios mío, yo quiero ser como ella. ¿Has tenido la oportunidad de conversar con esas nuevas generaciones, con presentadoras en proceso, con peladas que estén soñando como vos y que les hablas si yo siempre con mucho respeto yo divido a las presentadoras muy buenas y a las auténticas cual es la diferencia y yo estoy en el lado de la autenticidad yo yo no crecí estudiando esto yo no soy periodista yo no fui a la academia a estudiar eso y respeto mucho al periodismo y creo que hacen una gran labor. Aprendo constantemente de ustedes los periodistas que van a la academia, que van cinco años, que sabes, como que trabajan en esto que es muy duro muy difícil y pues yo lo hice de manera empírica y creo que a mí me jugó muy bien la autenticidad a mí me dicen las niñas de hoy en día como que consejo me das para hacerlo mejor y yo siempre les digo sé tú si vas a hacer entretenimiento, por supuesto, si van a hacer a lo que yo me dedico. Si yo hago un programa como el que hago Masterchef y me ciño un libreto, nunca va a ser lo mismo. No, es que hay imprimistos que yo total. Yo no tengo un libreto en lo que yo hago. Yo sé de lo que estoy hablando, yo sé de dónde estoy, yo sé y yo manejo mi formato. Pero si yo soy una presentadora seria, señal libreto, que no se equivoca, ¿sabes? Como que eso es lo que hace que la gente diga, ya sí, es una muy buena presentadora. En mi caso, para mí es, ¿sabes qué? Rompe el molde. Rompe el molde, déjate llevar, sea auténtica, por supuesto, seria en lo que estás diciendo, por supuesto, conociendo del tema, pero para mí la autenticidad en entretenimiento prima un montón. Y nombraste a Masterchef, ¿qué representa para vos ese espacio? Es que realmente, claramente los programas no son de los presentadores, ese espacio, es que realmente claramente los programas no son de los presentadores, pero es que Masterchef es como tu hijo así te vemos los televidentes o sea, no sería Masterchef si no está Claudia ahí eso es una responsabilidad muy grande muy grande lo que me estás diciendo y lo tomo bonito porque pues porque sí, imagínate vamos para 10 temporadas muchas, muchas. Empezamos a grabar a finales de noviembre del año 2014. Y ahora vamos a cumplir 10 años de grabación. Porque es que acuérdate que con la pandemia hubo un éxito, entonces pareciera que ya pasamos los 10 años. Sí, ya llevamos 10 años, pero realmente vamos para la décima temporada ahora el próximo año. Y evidentemente para mí es un hijo. Sí, es un hijo. Y tú no das un hijo en adopción. ese amor tan impresionante, Clau, bueno, en televisión se ve, pero además cuando ellos salen, o sea, esas dedicatorias tuyas a cada una de las personas que sale de ahí, porque siento que quedas como con unos lazos muy, muy profundos con cada uno de los participantes. Sí, sabes que durante tanto tiempo estando con ellos aprendes a conocerlo de una manera distinta. Yo siempre digo que Masterchef es un programa que humaniza al artista. Entonces puede ser muy famoso, el mejor deportista, medallista olímpico, el mejor escritor, el mejor actor, todos los títulos que quieras tener. Y una vez entras ahí, quiérelo o no, porque eso se los digo a ellos. A si usted quiera seguir en su papel de presentador, a si usted quiera seguir en su papel de... De estrella. De estrella, así. Todos esos velos se caen. Sí. Todos esos velos se caen y terminamos viendo al ser humano que hay detrás de ese personaje. Total. Y siempre le digo que son unos valientes, porque sí es de valientes estar en un programa como Masterchef. Durísimo. Es durísima, las grabaciones son durísimas. Salirte de tu zona de confort, de tu... O sea, si tú eres cantante, ya solo hayas sido cantante, y al otro día ser chef, pero como así, porque además me están exigiendo, porque me están regañando, como porque me estoy prestando para esto. Si yo pudiera estar haciendo lo que sé hacer. Y cuando ellos empiezan a despojarse de esos velos y empieza a salir ese ser humano, digo, qué valientes, qué valientes. Y al final lo veo así porque yo toda la vida, yo con todo el orgullo del mundo, digo, yo nunca he tenido velos en televisión. De mí nunca van a encontrar un ser humano distinto a lo que ven en la pantalla. Río, lloro, me deprimo, vuelvo y estoy feliz. ¿Verdad que soy una bipolar? Pero soy un ser humano. Un ser humano en construcción constantemente. Me encanta eso de la construcción. Clau, ahorita que estás hablando de eso, de como que están las personas de pronto muy arriba por su entorno, por su trabajo, por su liderazgo, lo que sea que hagan en sus medios y con su fama, ¿no te parece que ese tema del ego a ellos como participantes les juega una pasada complicada por lo que decías, es que son líderes en su entorno, o sea, es, no sé, el deportista, y aquí se hacen las cosas a mi manera, soy el artista y yo dirijo mi grabación, es mi estilo, y encontrarse, o sea, yo me pongo los zapatos de ellos, yo digo, Dios mío, encontrar que te den órdenes, que critiquen lo que estás haciendo, vuélvela a hacer, vuélvela a repetir. O sea, es muy dura esa lucha ahí, Diego, y yo veo tu carita, tu carita de corrupción. les doy la confianza de que se sientan en casa. Soy una consejera frente a cámara y fuera de cámara también. Y les doy esa confianza porque es que aquí, de nuestra parte, no hay maldad. Hay amor. Y es darle la bienvenida a una familia. Sí. No, hey, bienvenido a Masterchef. Esta es una familia, es que llevamos un poco de tiempo juntos. Mucho. Entonces rápidamente eso del ego... Y el que no se deja es el que le va mal. Sí. Yo siempre he dicho que Masterchef, aparte... No sé, o sea, Masterchef es un programa tan bonito como tú lo quieras hacer. Es cierto. Y pasan por todas las etapas. Como psicóloga empírica de los participantes les he dicho en varias oportunidades que todos pasan por las siguientes etapas hay un orden y todo claro que sí, porque se vuelve es sistemático ¿y cuáles son? entonces ellos llegan felices. O sea, para ti, que vienes a MasterChef en la próxima temporada. Entonces, primero entras y entran todos felices. Todos están dichosos, están emocionados porque entrar a la cocina de verdad es súper imponente. Es wow. Sí, es wow. Entonces entran emocionados, ansiosos por supuesto. Entran con velos, ¿no? Entran con ataduras, entran con miedos, entran con muy prevenidos, pero entran muy emocionados. Ya vemos la emoción. Yo no les he puesto título, pero me puedes ayudar. Pongámosle, la emoción. Pasan un par de semanas, ponle dos semanas, las dos primeras semanas son muy duras, están agotados, ya no pueden con su vida. El agotamiento. Ya no pueden con su vida, pues que el agotamiento va y viene. Ya no pueden con su vida, están cansadísimos, empieza obviamente la exigencia y viene esa etapa de, ¿y yo qué estoy haciendo acá? El arrepentimiento. Y como, ¿por qué acepté esto? ¿A mí quién me manda? Pero como, ¿por qué ahora me están exigiendo? Pero si es que yo no soy cocinero. Entonces, el arrepentimiento. Sí, la emoción y el arrepentimiento. Y entonces están agotados y entonces sí, como porque estoy acá. Después de eso pasa un tiempo y empiezan a darse cuenta que sí pueden, que sí pueden avanzar y que sí están aprendiendo. Y que la cocina es una maravilla y entonces es wow, yo no sabía que podía hacer eso. Y entonces empiezan a descubrir un mundo. Ok. Y todo bien ¿a esa cómo le llamamos? la confianza confianza después de esto más adelante vienen los que quieren renunciar vienen ¿saben qué? a mí no me tienen que convencer de nada yo me voy yo mejor voy a cocinar pésimo para que mañana me pongan delantal negro y me salga y se me queme y me tengan que echar. Y no se lo ponen. Se quedan, se quedan. Porque cuando llegan a ese momento, yo no sé, sacan una... como una fuerza interior, pero sí llega a esa etapa. La etapa de, ¿saben qué? Yo no tengo que estar acá. Me voy. Renuncian. Renuncian mentalmente. Sí, sí, sí, exacto. La renuncia mental. Sí, sí, sí. Y lo manifiestan. Como, es que yo no quiero estar acá. Es que yo voy a cocinar hoy mal. O se dicen entre ellos. Sí, entre ellos uno empieza a escuchar el... Voy a hacer huevo frito. Sí, yo ya... Hoy se me quema todo. Y entonces uno dice, pero esta gente qué. Pero cuando uno los ve cocinando, dice... O sea, están hablando paja. O sea, obviamente no. Porque ahí sí viene el orgullo. Ahí sí es como que... no voy a ser el oso. O sea, voy a hacer lo posible porque me vaya, pero me voy bien ido. Pero voy a cocinar decentemente y que sea un pequeño error el que me saque. ¿Sabes? Que no sea como tanto el oso. Entonces lo hacen bien al final. Después, más adelante, ya están entrando a los 10 Y se agarran De acá de la silla Y es como a mí no me sacan nadie Yo ya llegué a los 10 Después de todo lo que ya me Ya soporté, me aguanté Después de todo lo que aguanté Ya no me sacan Y empiezan a estudiar Y entonces viene él Necesito que lo adiós con los nombres. A ver, ¿cómo le? La agarrada de la silla. La pelea. La pelea. Sí. Sí, entonces empiezan a estudiar y dicen no, a mí ya no me saca. Y ahí sí dicen el que me saque, mejor dicho, muere. O sea, y tú ves que empieza la competitividad empieza con toda. Competitividad. Creo que esa me gusta. Listo. Entonces la competitividad se apodera de ellos y dicen, yo voy a estudiar, pero competitividad chévere. Sí, sí, sí. Entonces voy a estudiar y contratan chef aparte y entonces salen. No duermen, no duermen. No duermen, entonces salimos de grabación por a las ocho y media, nueve de la noche y se van a un restaurante, a otro restaurante, con un chef o uno privado, en grupo, se van juntos, porque además hacen clases juntos, y no, no, no, ustedes y yo no nos podemos ir. Ay, no. Sí, entonces la competitividad con toda. Y ya, el que llega al top cinco es como... Ya, estoy volando. Ya, la hice. Ya, llegó a la final porque llegó a la final, por supuesto. la hice ya llegó a la final porque llegó a la final por supuesto pero todo eso es es sistemático, es como que siempre pasa y entonces yo les empiezo a hablar de esto de estas etapas de estas etapas todo el tiempo acuérdense que estamos en la etapa de cansando tranquilos, esto va a pasar, se van a sentir mejor más adelante, denle tiempo un segundo, no se arrepientan, todo bien lo están haciendo súper bien porque es real y todos empiezan a darse cuenta que sí que esas etapas pues existen y que se vale y que se vale sentir y se vale llorar y se vale sentir rabia y se vale sentirse frustrado, ¿por qué? porque somos seres humanos y ya al final cuando se van es un programa en donde se muestran todos los matices del ser humano. Y cuando ya se van con la lágrima, ahí los miras, te lo dije. Y ahí tú me dices que porque los quiero tanto. Ay, sí. Porque es que me parecen unos valientes. Vuelvo al tema. O sea, yo les digo gracias, gracias por intentarlo, gracias por guerrearlo, gracias por hacerlo bien, gracias por frustrarte, llorar y después renacer, porque es que renacen una y otra vez, yo digo que todos los días se renacen ese programa. ¿Cuáles son esos participantes? Claro, tu corazón está ligado a todos, pero hay algunos así como de tu corazón que te lo atravesaron y estos son los míos. No, pues no sé. Es que hemos pasado. Son muchos. Son muchos los que han pasado. Imagínate que en promedio cada temporada ha tenido 20. Imagínate. O sea, son más de 100 personas que han pasado por allá. Más de 100. No, o sea, todos están ahí en tu corazón. Clau, y este tema de ser consejera y ese plan de estar como como cheerleader todo el tiempo también te pasa con tus hijos es tu misma posición para eso es como más claro no no por un momento también los regaño a esta atención claro no pues es que al final el rol de mamá es el mismo en cualquier parte. Entonces tú los animas, los aconsejas, lloras a su lado, los escuchas, los entiendes, los aconsejas otra vez, ¿sabes? Como que ese es el rol de mamá. Y sí, ese es un rol de mamá dentro de un programa que quieres que salga bien, porque además es mi programa y yo quiero que mi programa sea ejemplar, ¿no? Y por tanto, estoy haciendo todo para que los cocineros cocinen bien, porque sí los animo a que, claro, a que compitan, a que nos entretengamos, a que pasemos bueno, a que nos divirtamos, pero también a que el formato salga bien. Sí, juiciosos. Porque mi programa es un programa de cocina, y yo insisto en eso, en que la cocina es lo más importante, y que yo quiero este año especialmente me han hecho sentir muy orgullosa porque han cocinado impresionante de verdad no me pasó lo mismo en alguna pasada, y uno dice falta, falta sí, cocinen más, estudien más y esos han sido súper disciplinados, se han propuesto de verdad traer los mejores platos, compiten de una manera sana, se hacen bullying entre ellos, pasan increíble, pero cuando llegan a la tril es como que un momentico, ¿cuál plato es mejor que el otro? Cocinan impresionantemente bien. Entonces eso me hace sentir orgullosa de poder ser esa mamá que le jala las orejas que nos anima a hacer las cosas bien que nos podemos divertir, pero que podemos hacer un gran programa de cocina ¿y vos cocinas? yo cocino, no es que me mate, pero cocino tengo buena sazón no soy creativa en la cocina pero prefiero pedir domicilio o ir a un restaurante casa de herreros, cuchillo de pala. Y alguien de tu familia, miembros de tu casa, que tengan como esa pasión por la cocina. Yo podría decir que mi hermano Mateo y mi hermano Camilo, los dos son los menores de la casa y son los que de verdad, yo puedo decir, son unos chefs empíricos. Les gusta el plan, les gusta el tema, les encanta como estudiar los ingredientes y van y compran cosas raras. Sí, a ellos dos les encanta. ¿A usted gusta comer? A mí me encanta comer. Y criticar. Me parece que sí. Mira que siempre se me ha pasado por la mente, ¿qué pasará con toda esa comida? ¿Será que Claudia se sienta en la parte de atrás y se come todos los platos, los chefs? ¿Se come mucho? ¿Come mucho? Mira que esta ha sido la temporada que yo más he comido. ¿En serio? Sí, y eso quiere decir... Que está muy rico. Que la cocina ha estado muy buena. Ajá. Sí, señora. Porque yo no tengo por qué hacerlo. Digamos que mi rol no es probar la comida. No, claro. Entonces, si yo miro el plato y ya, o sea, uno mira al chef y es como que, no me vas a dar a probar. Yo no podría ser presentadora de eso, yo me trago todo. No, no, si cocinas mal tú no quieres, no te antojas. Sí, sí, sí. Porque además tú ves cómo cocinas. Ya, no, claro, todo, el proceso. Tú ves todo el proceso. Ajá. O sea, en televisión sale una hora, pero esto se hace en cinco. Uf. Mucho. ¿Me entiendes? Entonces, tú ves todo el proceso. Tú ves cómo se enfría el plato para llegar al atril. Porque es que cocinan, y una vez cocinan, hay un corte, ellos se van para entrevista, y el plato queda ahí perfectico una hora y media. No. Y los chefs tienen que comer frío. Ay. Entonces, es como que, ah, y cuando están fríos los sabores se potencializan, entonces si es salado es más salado, si es más dulce es más dulce. Los chefs han probado antes, por supuesto, en caliente, pero no, es un tema. Pero este año es el año que más he comido. Porque cocinaron, han cocinado muy bien y les falta por cocinar mucho mejor, o sea, cada día se van a dar cuenta al aire que es guau. Te veo la cara y hablas como una mamá orgullosa. No, sí, soy orgullosa. El muchacho se me está viendo. Estoy haciendo barra por ustedes. Y le haces mucha barra a tus hijos. Te lo preguntaba hace un rato. O sea, en todas sus actividades, las cosas que hacen. Obvio. O ellos son más como independientes. No, sí son independientes, pero por supuesto tiene una mamá cheerleader detrás, especialmente en todo lo que tenga que ver con el deporte. Son súper deportistas los dos. Entonces están en equipo uno, equipo dos, equipo tres, van a campeonato aquí y allá, se ganan copas y yo soy la más loca detrás y la más gritona. Tan linda. De hecho siempre me han dicho, mom, you're the loudest. Tú eres la que más grita, la más loca detrás y la más gritona. Tan linda. De hecho, siempre me han dicho, Mom, you're the loudest. Tú eres la que más grita, la más ruidosa, la más bullosa. La más bullosa. Y sí, soy bullosa. Y ellos como ven este tema, son ajenos a esto, les da pereza este tema de, Mamá, estás hablando de mí en un espacio público. El tema de tu fama, de tu reconocimiento. Son más bien como aislados de todos estos medios de comunicación. Por haber vivido tantos años por fuera del país, ellos entendieron que su mamá es famosa después de muchos años. O sea, como que lo descubrieron por allá, como en el cuarto Masterchef que vinieron y estuvieron como en una rueda de prensa. Y ¡ah! ¡La mamá realmente es famosa! De hecho, yo me acuerdo que el chiquitín, una vez estábamos en Neiva y fuimos al centro comercial en Neiva y la gente es muy bella en mi tierra y empezó a saludarme. ¡Claud, Claudita! ¡Ay, qué la foto, qué la foto! Y me acuerdo que el comentario de Luca dentro de su inocencia fue ¡Oh, mamá, ¿por qué tienes tantos amigos en Neiva? y yo era como que, no, no son mis amigos, pero sí, es gente muy querida y muy bella, y después de mucho tiempo fue que entendieron, digamos que el mayor es más más tranquilo con el tema de la fama, como que lo sabe manejar mejor el chiquito le molesta un poquitico, pero yo creo que eso hace parte como de la madurez en la que están, y entonces el chiquito como que dice, pero ¿por qué te tengo que compartir cuando salgo? Sí, tiene toda la razón. Sí, estoy en mi espacio, en mi momento. Si yo estoy, no sé, en un restaurante comiendo con mi mamá, ¿por qué me tienen, por qué me la tienen que quitar? Y es un poco, yo creo que eso, pero pues le he hablado mucho y siempre les he dicho que la gente es muy cariñosa y que al final cuando uno hace ese tipo de trabajo yo por lo menos soy una persona muy agradecida y la gente ha sido muy generosa conmigo, siempre con el cariño y lo único que tengo es gratitud y lo mínimo que puedo hacer es cuando me los encuentro poder abrazarlos y agradecerles y darles una foto y darles un beso, un autógrafo o lo que sea que me pidan en el momento, porque sí, o sea, he hecho una de rosa, claro, en algunas ocasiones yo imagino que te has encontrado con situaciones no tan chéveres dentro de ese rol de famosa, de celebridad. Mira que, yo sí tengo que decir acá que yo me siento muy agradecida, yo sí debo decirte que yo durante todos estos veintipico de años no recuerdo un momento maluco. Qué nota. no recuerdo un momento maluco que no si yo no recuerdo un momento maluco de parte como de la prensa o de la gente que yo diga me metieron en este escándalo o hablaron esto de mí o dijeron esto no en general debo decir que me ha tratado muy bien la prensa me ha tratado muy bien los fans me han tratado muy bien los medios de comunicación en general. O acuérdame tú de alguno. No, es que vos no sos polémica. O acuérdame tú de uno. No, no, no, realmente sí es que no sos polémica. O sea, vos siempre has estado como con tu límite, a pesar de que mostras todo en redes sociales, todo lo que considera el seguidor, el televidente, todo. Pero es casi todo, te digo. O sea, de verdad soy muy vulnerable en todo el sentido la palabra en mis redes sociales o sea cuando estoy bien cuando no estoy también cuando puedo celebrar algo cuando les quiero contar algo de mi vida por supuesto como dices tú hay cosas que ya de la intimidad del hogar pues uno no los muestra pero como lo dije anteriormente si yo yo no tengo velos o sea lo que ustedes ven en mis redes sociales, o lo que ven en esa entrevista al final, sí, en mi esencia es lo que soy. Pero ¿cuál ha sido ese momento en el que tu vulnerabilidad ha sido mostrada más abiertamente, que te has abierto así, sobre todo en redes, que es el espacio? Es que yo no sé si esto tiene que ver con la pregunta que me hiciste, pero puede ser que me tocó de una manera distinta a mi corazón. El día que murió mi papá. El día que murió mi papá, cuando yo vi el titular de prensa en uno de los periódicos más importantes de Colombia con el papá de Claudia muere en accidente trágico, yo creo que en ese momento yo quise no ser famosa. En ese momento yo dije, miércoles, ¿por qué? ¿Sabes? Como que nunca quise ver a mi papá en un titular de un periódico de esa manera. No, pues nadie. Entonces yo creo que ahí fue como cuando yo dije, ¡ah, qué mamera ser famosa! No, no es tan chévere. O sea, déjenme vivir este momento a mi modo. Pero luego, porque me gusta ver la parte bonita del asunto, pero luego entendí que también era cariño ¿sabes? luego entendí que aunque me haya roto ver ese titular entendí que hacía parte del cariño, de ese acompañamiento sí, el titular no fue chévere un poco amarillista pero y al final es es que me acompañando, así lo quise ver yo y así lo decís, o sea, qué mamera, qué mamera ser famoso en ese momento, porque algo tan mío, tan privado, tan íntimo está expuesto de esa manera, porque además eso desata preguntas, comentarios, llamadas, que quizás en ese momento yo imagino que uno no quiere recibir, en ese momento llamadas de nadie, ni comunicación de nadie, estás en un duelo. Sí, fue, aparte de todo, fue como llegando a Colombia, yo creo que yo aterricé y vi el titular y dije, pucha, ¿qué es esto? Pero, no, pero ya, o sea, fue como ese momento específico. ¿Y lo manifestaste de pronto? No, no, lo que me gustó era yo. No, digo tiempo después, no, tiempo después. No, es la primera vez que lo verbalizo. O sea, de verdad, nunca... Por buscarle una respuesta a tu pregunta... ¿Te acordaste? Me acordé como de ese momento que fue difícil e incómodo. Incómodo. Pero ha sido como uno en medio de un montón de momentos. Sí, pues por ahí habrán salido chismes y me han separado 20 veces. Pero al final eso ya no me importa. No, no, no. Eso ya no me importa. Pero que me haya molestado, yo creo que es. Y ya que abriste esta parte de la conversación, hablar de tu gordo. ¿Le puedo decir gordo? Mi papá, sí. El gordo. El gordo. Y mira que eso que estás diciendo me encanta, porque yo me he dedicado a hablar de mi papá para que la gente lo conozca. El gordo. Porque la gente lo conoce. Sí. O sea, se murió y la gente empezó a conocerlo y es muy bello, es muy lindo. Me gusta mucho cómo escribís y cómo manifestas los sentimientos. Y la vez que en tus redes sociales manifestaste como todo ese amor, esos recuerdos, ese sentimiento. Hacía, tú gordo, para mí quedó en la cabeza el gordo. O sea, de hecho. Claro, el gordo. Sí, o sea, en mi mente es el gordo. No me sé el nombre de tu papá. Germán. Pero para mí es el gordo. Es el gordo, es el gordo. Y me encanta mente es el gordo. No me sé el nombre de tu papá. Germán. Pero para mí es el gordo. Es el gordo, es el gordo. Y me encanta que sea el gordo. Me encanta. Pero mucha gente me dice, ¿y tú, gordo? Y yo me muero de la risa porque sí, qué pesar, papi. Nadie sabe que te llama Germán, pero sí es el gordo. Pero además él lo decía a él. Entonces él sabe que es el gordo para siempre. ¿Hace cuánto? ¿Hace cuánto se fue? Pues va a cumplir cinco años ahora en noviembre. Y qué recuerdos debes tener miles, pero digamos muy latentes o muy recientes tienes hoy ya cuando has pasado por ese duelo ya estás como del otro lado creo que esos recuerdos se traen como muchas sonrisas. Yo digo que todo lo que me recuerda a mi papá me trae sonrisas, todo, todo, todo yo a veces digo yo creo que también tengo cosas malucas, ¿dónde están? como que se borraron, ¿sabes? como que de verdad con la muerte de mi papá y el recordar todo lo bonito ha hecho que en el fondo diga, ¿dónde están los momentos malucos? porque seguramente hubo, ¿cómo así? mi papá se murió cuando tenía 40 años, él me celebró, mi cumpleaños 40. Presente, muy presente. Justamente ayer a mi hijo pequeño se le cayó el celular. Y se le cayó la tapa, el case. Y cuando se le cayó, salió una foto de mi papá. Porque tiene una foto de esos de, como de pasaporte. Tiene una foto de él ahí. Que me acuerdo de mi papá, porque tiene una foto de esos de, como de pasaporte, tiene una foto de él ahí. ¿Qué me acuerdo de mi papá? Que era muy cariñoso con los nietos, muy, muy, muy cariñoso con los nietos, que tenía una carcajada súper contagiosa. Igualita la tuya. Yo creo, súper contagiosa, que contaba historias que lo mantenían a uno así, ¿sabes? Como que era de esos contadores de historias y que no... Ya me fascina eso. Sí, o sea... O sea, sentada en pierna y te va a contar... Mi papá contaba unas historias de esas que todos se quedaban en la sala, ¿y qué más? Y que se moría de la risa, que era un tremendo, dentro de sus historias se contaba que... Esto no lo recuerdo yo porque lo haya vivido, pero dentro de sus historias se contaba que, esto no lo recuerdo yo porque lo haya vivido, pero dentro de sus historias siempre supe que había sido un tremendo en su adolescencia, rumbero, divertido con sus amigos, alcahueta, muy alcahueta, muy consentidor. ¿Pero con vos? ¿Con vos o con los nietos? Glotón, vamos a te lo juro. Comía, desayunaba doble siempre, pero además era chistosismo. Yo conté esa historia este fin de semana que estaba con unos amigos que él se despertaba a las cinco y media de la mañana y le decía a Leito, Leito, ¿qué vamos a desayunar? Y Leo iba... Leito es súper famosa porque además es mi nana toda la vida y todavía está con nosotros. Entonces, Leito, ¿qué voy a desayunar? Entonces, Leo le pasaba su café, sus huevitos pericos secos, como le gustaban a Enco, sus galletas saltinas, ¿sabes? Y por allá se despertaba la segunda tanda de la gente a las ocho de la mañana y se sentaba y Leito les preguntaba, ¿qué van a desayunar? Y entonces todo el mundo empezaba a decir, yo quiero esto, yo quiero esto. Y mi papá siempre se volteaba, Leito, ¿qué vamos a desayunar? ¡Ay, no! Él ya había desayunado mi papá siempre se volteaba, Leito, que vamos a desayunar. ¡Ay, no! Yo ya había desayunado, entonces él siempre desayunaba doble, si había gente en la casa, no era un personajazo. Muy conchudo de su parte, pero mira que soy del team de él. Soy un gordo, si yo pudiera desayunar dos veces, yo soy súper... ¿Vos sabías que sos comelona o...? Yo le he bajado, yo era mucho más glotona. Yo no sé por qué le he bajado tanto bajado. Yo era mucho más glotona. Yo no sé por qué le he bajado tanto, pero sí era mucho más glotona. Soy dulcera. Soy muy dulcera. Yo soy de las que... Parezco una hormiguita de noche. Yo puedo tener aquí en el cajón siempre algo de dulce. ¡Ah, tener la caleta! Sí, sí, sí, sí. Ok. Y mis hijos también. Y no hay forma que se los quite. A mí me dicen mucha gente, ¿pero cómo los dejas tener dulces en la...? No, pues si yo lo hago. Sí, no, no puedo, no puedo o sea, no soy un ejemplo a seguir para ellos en ese sentido, entonces yo los dejo tener cualquier cantidad de dulces ahí y ya, yo me hago la que no los vi la que no sabe, la que nada yo sé que eso se los come. Solo escuchaste el cosito del paquete que va a sonar y el que está todo apagado y no... Sí, sí, sí, sí, sí, sí, total Clau, ¿qué relación hay entre el gordo y las mariposas? Pues es que cuando mi papá se... Hay una historia, hay un dicho que dice que cuando alguien se muere se convierte en una mariposa. Y seguramente eso lo leí en algún momento y me caló. Y cuando mi papá se murió realmente empecé a ver muchas mariposas porque como que no me percataba mucho de ellas y empecé a ver muchas mariposas y le di ese significado sabes como que yo cada vez yo lo veo en todas partes pero cuando yo veo una mariposa inmediatamente siento que él está ahí y es más limpio se habla que quiere a hablar que quiere ¿dónde va? ¡gordo! no se me vaya a morir, porque además digo, las mariposas se mueren todos los días, yo no sé cuántas se mueren las mariposas pero digo, yo se me muere aquí porque me da un estrés horrible pero sí, como que veo una mariposa y veo a mi papá y pienso en él y es, al final es como una excusa bonita para sentirlo cerca y amo ver las mariposas volar ¡qué bonito tener ese privilegio! es un privilegio, haber tenido Es una excusa bonita para sentirlo cerca tenido a su papá, sobre todo en su etapa inicial, en su infancia, el papá compañero, el papá guía, y la niña que no. ¿Sentís de alguna manera, o más bien, cuál fue esa relevancia tuya en la infancia, esa cercanía? Porque pues lo que contás y lo que has hablado siempre es como, mi gordo, mi amigo. Así lo percibo yo. Claro. Pues no soy quien para decir, porque yo la verdad no sé lo que no es tener un papá. Ajá. Pero sí agradezco mucho haberlo tenido. Por supuesto que sí. Sí agradezco mucho haberme sentido acompañada de mi papá y de mi mamá en todas las etapas de mi vida en todas con regaños y sin regaños porque no creas también regañaba pero eso ya se me olvidaron mentiras, mandaba a regañar era regañón cobarde regañón cobarde él mandaba a regañar, ponía a mi mamá a que nos regañara. Entonces, mi mamá siempre fue la brava del paseo por fama. Qué pecado, pobre mi mamá. Pero mi papá, claro que se ponía bravo, por supuesto. Y tener un papá, sí, yo me imagino que hace toda la diferencia. Sí, sí, sí. Pero no por eso, y esto es un mensaje para quienes no tienen el papá, porque también siento que hablar desde ese lugar es muy fácil. Claro. Pero también siento que las personas que no tienen un papá, pues nada, busquemos la forma de llenar ese espacio con personas maravillosas que seguramente nos encontramos a nuestro alrededor. De paternarnos, de cuidarnos a nosotras mismas. Es como cuando le dicen a uno, ¿y usted qué tuvo de todos los abuelos? No, yo no los tuve. Yo tuve dos. Hubiera muerto de la dicha de tener los otros dos, pero no los conocí. Entonces, no sé qué es haber tenido los abuelos paternos. Sí, cada quien habla según lo que ha vivido, pero me gusta esa parte donde decís, no porque tenés una ausencia de algo, pues te vas a quedar con eso, sino, ok, vamos a resignificarlo Sí, yo siento que tiene que ser difícil yo creo que es más difícil cuando lo tienes y te maltrata ¿Seguro? a que si no lo tienes y nunca lo tuviste y busquemos una forma de resignificar esa ausencia y buscarla es muy difícil hablar de ese lugar cuando has vivido distinto agradezco mucho haber tenido un papá y una mamá a mico mucho haber tenido un papá y una mamá. A mi gordo. A mi gordo, haber tenido un papá y una mamá siempre al lado mío en todas las etapas de mi vida. ¿Cuál es tu relación con la espiritualidad? Toda, total. Yo creo que la espiritualidad, pues cada uno le da el significado que necesita en su vida. Soy una mujer espiritual a mi manera, creo en Dios, creo que está en todas las partes del universo, creo que está en la naturaleza, creo que es un poder superior a quien le rindo mucho tributo y le agradezco. Pero eso es como de seguir algún ritual, de ir a la iglesia, practicas alguna religión. Soy católica de nacimiento, pero hoy en día puedo decir que me he encargado de conocer muchas religiones que me han aportado a mi vida. Y eso para mí hace parte de encontrar un camino en la espiritualidad. El respeto y la empatía con otras religiones, con otro tipo de creencias. Mi esposo es judío. Adoro las tradiciones también judías. Adoro las tradiciones católicas, pero también tengo tíos y primos cristianos que me han enseñado un montón. He viajado por el mundo, he conocido otras religiones. Entonces yo sí siento que la espiritualidad va mucho más allá de la religión. Y sí, es un poco eso. Pero eso es una persona como que encomienda tus sueños a Dios. A Dios, a Dios, a Dios, a mi Dios. un poco eso. Pero eso es una persona como que encomienda tus sueños, adiós. Adiós, adiós, adiós, a mi Dios. ¿Y cómo te va con Los Ángeles? Sos muy cercana con el tema de Los Ángeles. También, me encanta, de hecho, tuve una conversación con Mis Ángeles hace un buen tiempo, justamente con la muerte de mi papá. ¿Cómo es eso? Y fue súper especial. Me parece que son unos temas complicados de tocar públicamente porque pues no todo el mundo tiene como esa conexión de ese tipo. Pero sí, o sea, ¿sabes qué? Yo creo en muchas cosas. Yo creo en todo lo que a mí me hace bien y en todo lo que le hace bien a la humanidad. Yo creo que cualquier cosa que nos haga mejores seres humanos está bienvenido a nuestra vida. Y esa para mí también hace parte de mi espiritualidad. Me gusta eso. No, y porque aquí hemos tenido también, no he viajado tanto como vos, pero he tenido personas aquí enfrente que creen en muchas cosas. Me parece bonito, me parece que uno debe respetar los tipos de creencias y las formas. Y a mí me encanta aprender de otras religiones, ¿sabes? Me parece bonito, me parece que uno debe respetar los tipos de creencias y las formas. Es que al final es eso. Y a mí me encanta aprender de otras religiones, ¿sabes? Porque es como, ay, yo no sabía eso, ay, qué bonito, ay, qué linda tradición, y que están celebrando acá, ay, qué bueno, yo nunca había pensado en eso. Entonces yo siento que también tenemos que abrirnos un poquitico para ver el mundo desde otro lugar. Yo creo que tenemos que seguir despertando como seres humanos. Y parte de ese despertar es aprender y dejar que lleguen otras historias de vida, creencias religiosas, tradiciones. Es que no hay una verdad absoluta. Al final uno se cree dueño de la verdad, pero cuando uno es una persona y uno dice, ok, tu vida funciona distinto. Yo creo en que tenemos que trabajar por ser cada día una mejor versión de ser humano posible. Hace un rato mencionaste abuelos y vi que en una entrevista hablabas de que el amor tuyo por la naturaleza, por el medio ambiente, nació gracias a que tu abuelo le hablaba a los árboles. El chiflado. El chiflado de mi abuelo. Ay, es divino mi abuelito es lo máximo, mi abuelito es increíble mi abuelito murió a los 90 y... Dios mío, se me acaba de olvidar mi abuelito se murió creo que a los 92 años, duró muchísimo amando la naturaleza a su modo también y mi abuelita también y entonces iba a la finca y tenía sus árboles frutales y bajaba los frutos y con mi abuela limpiaban, de mi papá también, pero mi abuelito para mí fue muy especial en eso. Yo creo que yo viví lo que era tener cultivos de frutas y verduras al lado de mi abuelo, y los helechos, y le hablaba a los helechos, y a las orquídeas. No, no, no, esto era... Entonces yo siempre digo que mi abuelo, sin querer, queriendo, se convirtió en ese ambientalista o en ese activista ambiental sin siquiera saber su significado pues que me inspiró a mí de manera orgánica amar la tierra sabes él nunca me dijo mi hijita usted tiene que hacer eso mi hijita tiene que querer el tomate mi hijita tiene que valorar la que lo viste a través del ejemplo exacto lo viví a través del ejemplo. Exacto, lo viví a través del ejemplo, lo vi a través del ejemplo. Fue después de muchos años, cuando ya estoy grande, que empiezo a adquirir conciencia. ¿Cómo es eso? Cuando empiezas a cuestionarte cosas. El por qué. Ah, pero este tomate sí duró. Ah, este no. Ah, es que este entonces tiene que estar genéticamente modificado. ¿Qué es eso de genéticamente modificado? Y empiezo yo como a cuestionarme porque sí, digo yo que soy como una ardilla curiosa que siempre todo se lo pregunta y todo se lo cuestiona y quiere buscar una respuesta. Y me acuerdo que una vez llamé a mi abuelito y le dije por teléfono y esa yo creo que fue la frase que a mí me marcó. Yo le dije yo, abuelito, algo estamos haciendo mal. ¿Por qué? Porque aquí, viviendo en Los Ángeles, porque aquí los tomates sí duran, acá todos son lindos, todos son redondos, todos son brillantes, todos son igualitos. Y su respuesta fue, algo como, no mamita, quienes lo están haciendo mal son ellos, porque la perfección de la naturaleza radica en la imperfección de la misma. Qué eso tan divino. Y yo me quedé como... ¿Cómo? Explícamelo, explícamelo. ¿Qué me dio? ¿Cómo fue? Y me lo repites. Y sí, la naturaleza con todas sus imperfecciones es lo que lo hace bella. No sé, una verdura, una fruta. Pues porque tú vas a un supermercado en un mundo tan desarrollado como es Estados Unidos. Todo perfecto. Y te encuentras todo perfecto. Brillante. Todo brilla igual, todo es igual de redondo, las manzanas son igual de rojas, todas ninguna tiene... Y acá uno se encuentra... Las guayabas, acá todas tienen huequitos. Sí, en ojo forma, forma de corazón. Y al final, ahí, dentro de esta curiosidad que me generó eso que dijo mi abuelo, me acuerdo que empecé, estaba súper desocupada en esa época de mi vida, porque había renunciado a Noticias RCN y no sabía qué hacer con mi vida, y empecé a estudiar mucho, muchas cosas que pasaban por mi mente, a cuestionarme muchas cosas y a encontrarle una respuesta entre ellas esa. Sí. Y ahí encontré los famosos alimentos genéticamente modificados y yo era, pero ¿cómo así? Y es que uno puede modificar un alimento, pero ¿cómo así? Y eso se puede hacer en el laboratorio, pero ¿cómo así? Y uno le puede meter hormonas, pero ¿cómo así? Entonces a las semillas las tratan en un laboratorio y ese ¿ así, como así te fue llevando a todo lo que estoy en este momento pero claro ¿qué es lo que más te mueve de todo este tema ambientalista? yo diría que una de las cosas que cuando eres mamá y ves a tus hijos y te devuelves en el tiempo yo digo, yo sí quiero hacer algo para entregarle a mis hijos un planeta tan sano como lo encontré cuando yo nací hace 45 años. Y poder vivir y no sobrevivir. Me cuesta que las nuevas generaciones tienen que buscar la manera de sobrevivir. Y eso quiere decir que tienen que lucharlo constantemente. Tienen que hacer mucho para poder vivir. Sí. Y yo dije, yo no hice nada. Yo la pasé bueno. Todo estaba en el paraíso. Sí, yo me senté en el paraíso. Yo no tuve que hacer nada cuando estaba chiquita. Pero hoy yo veo que los niños a los 12 años ya son speakers. Que los niños a los 14 años ya están levantando la mano por el planeta y por el clima. Yo veo una Greta Thunberg hoy, que ya es grande, pero cuando comenzó tenía 15 años y esa niña no tenía vida. Yo decía, pero si yo quiero que mi hijo a los 15 años todavía esté parchándola con sus amigos y no preocupándose por el agua, por el clima, por la naturaleza, por la biodiversidad. Ese tipo de preocupaciones yo no las tuve a esa edad. Claro. Entonces digo, yo sí quiero que se la gocen, pero tienen que lucharla y yo le he hablado a mis hijos, y desafortunadamente se las tienen que luchar. Pero, a ver, hecho eso como tan expuesto, que además es divino, porque estás alzando la voz por el planeta, o sea, sos súper embajadora, ¿no sentís que a veces te responsabiliza demasiado? No, no, vamos a partir de ahí, me encanta que me digas eso, porque sí pasé por una época en donde yo me sentía responsable, pero eso, como dicen hoy en día de las frases modernas, solté. ¿Soltar para avanzar. No, porque sí, cuando... Es que yo me imagino como todos los ojos encima. Cuando yo comencé con este tema que fue hace un poco más de 16 años, sí me responsabilizaba mucho, pero es que si yo puedo hacer esto, ¿por qué no lo voy a hacer? Pero si yo puedo alzar la voz, ¿pero cómo? ¿Por qué no lo voy a hacer? ¿Por qué me voy a quedar callada? Pero es que es mi responsabilidad hacerlo, claro que sí, por supuesto que es nuestra responsabilidad, pero me cargaba un montón. Y entonces, cuando uno se carga mucho en este mundo del medio ambiente, cuando hay tanta gente detrás esperando a ver qué va a decir, Claudia, ¿y cómo va a salvar al planeta? No, pues el Mesías Salvador ha llegado. No. Pero en ese momento, claro, yo me sentía súper responsable y además sentía que lo que hacía no valía la pena. Yo decía, estoy sola en esto. ¿Qué frustración? Y entonces si te frustras, entonces te inactivas. Y entonces si te inactivas, entonces ¿para qué sigues hablando si no vas a hacer nada? Entonces, harakiri, ¿para qué vámonos? ¿Por qué qué más? Y entonces entras en una época, en un estado de ecoansiedad, que también está famosísima esa frase, esa palabra. Esa que yo la había escuchado. La ecoansiedad. ¿Cuál es esa? Pues esa ansiedad que se genera de no poder hacer nada por el planeta y que lo que tú estás haciendo no es suficiente. No suma. La misma ansiedad en el resto de las personas, pero verde. A todos nos genera muchas cosas ansiedad. Claro, claro. Cuando no podemos lograr nuestro cometido, cuando no estamos haciendo que las cosas cambien, cuando no estamos logrando que la gente salga de ese adormecimiento, porque al final a eso se dedica uno. Claro. A decir, oye, pero haz algo. Pero cómo es posible que estés tirando eso ahí. Pero cómo es posible que todavía tengas un vaso plástico, pero en qué momento. No te acuerdas que ya dijimos que los pitillos, ¿no? Entonces uno se empieza como a frustrar porque pucha, lo he dicho tantas veces que en serio ¿cómo hago para que entiendas? Y nunca va a ser suficiente. Ya. Y eso no quiere decir que en esta etapa de mi vida no pase a veces por ahí está bien, o sea, está bien esas vulnerabilidades dentro, está bien pero ya no me cargo tanto, ¿por qué? porque al final yo tampoco soy perfecta yo también la embarro todos los días con el medio ambiente yo también cometo errores garrafales o sea, solamente el hecho de estar viviendo respirando y emanando dióxido de carbono, estamos matando ambiente. Yo también cometo errores garrafales. O sea, solamente el hecho de estar viviendo, respirando y emanando dióxido de carbono, estamos matando el planeta. Entonces, ¿ya qué? ¿Nos extinguimos como humanidad? Bueno, esto va a pasar si seguimos así. Pero realmente aquí lo que yo siento es que me he convertido en una sembradora de semillas para que muchos cada vez queramos entender cómo finalmente vivimos en armonía con la naturaleza y en paz con la naturaleza. Que está bien haciéndolo poco a poco, que está bien yendo un paso, una acción a la vez, que está bien equivocarnos, que está bien cambiar de opinión, que está bien equivocarnos, que está bien cambiar de opinión, que no lo podamos lograr todo, pero lo que yo sí no perdono es que no lo intentemos. Me encanta eso. Tenemos que intentarlo. Así sea una pequeña acción. Y como haces con las generaciones ya más grandes, porque, digamos, estabas mencionando, uno ve los pelados de hoy en los colegios, también les están enseñando esta conciencia medioambiental, pero no es lo mismo a un abuelo, a gente de tu familia, quizá, que ya están grandes, como, hey, vamos a cuidar, vamos a reciclar, esto funciona de esta manera. Es difícil, pero es difícil en todas las... Sí, en todas las generaciones. En todas las generaciones, es difícil en todas las... Sí, en todas las generaciones. En todas las generaciones. Es difícil en todas las... No es así como que todos los niños... Por ahí dicen, es que todos los niños hoy en día vienen con un chip verde. No, eso no es verdad. No, no, no. Todos no. Eso no es verdad. Y acá tengo que echar al agua a mis hijos, porque ellos también cometen errores constantemente. Y eso que tienen un ejemplo que si bien no lo hace perfecto... Estás ahí. Por lo menos ahí vamos. Es difícil, pero es difícil para todos porque al final salirnos de nuestra zona de confort es complicado. Cuando toda la vida lo hemos hecho así, pues hacerlo distinto de un día para otro, pues es difícil porque son hábitos que tenemos que cambiar y cambiar hábitos es desaprender los que venimos adoptando y es muy complicado. A mí no me gusta juzgar, porque yo siento que cuando nos dedicamos a juzgar desde el activismo ambiental, pues lo único que hacemos es generar rechazo. Si yo me dedico todo el tiempo a señalarte porque no lo estás haciendo bien, porque no, porque me prometiste que ibas a hacer esto y no lo hiciste, porque lo hiciste una vez y no lo volviste a hacer, porque... O sea, te volteas y te vas y me dices chao Claudia, o sea no me hables de esa manera distinto a que me lleves de la mano exacto y por eso he creado esta plataforma que se llama Vicla justamente para ambientalistas que creen que no son ambientalistas porque yo soy de las que dicen que todos en el fondo tenemos un ambientalista, ¿por qué? porque todos al final estamos cuidando o queremos cuidar nuestra vida. Si tú quieres seguir vivo en este planeta y tener los privilegios que tienes hoy en día, sí o sí tienes que hacer algo por nuestros ecosistemas. Porque es que no estamos separados. Sí, no es como que el planeta está por allá y yo estoy por allá. El agua no sale de la llave, la comida no sale del supermercado, no. Entonces, eso es lo que tenemos que entender, que estamos completamente interconectados y somos codependientes de la Tierra para sobrevivir. Pero no se puede hacer desde el regaño. Qué jartera uno estar regañando toda hora al contrario, es de la conciencia el aprendizaje y ahora que estabas hablando y me preguntaste de la espiritualidad yo creo que la crisis climática es un problema de espiritualidad hoy en día, de falta de conciencia porque la espiritualidad también es conciencia es entender que vivimos en un planeta que nos soporta, que nos da vida, que nos nutre todo el día, todos los días de nuestras vidas. Y si nos desconectamos de la naturaleza, pues estamos desconectados a nivel espiritual también. Qué lindo eso, sí. Tiene mucho sentido. Claro que sí. Y dentro de este proceso de tu tema ambiental, yo imagino que te has encontrado con unos escenarios catastróficos, horrorosos, en materia de naturaleza, animales y demás. ¿Hay alguno que te haya marcado mucho que tú digas, uy, ¿por qué como humanos estamos haciendo esto? Yo soy tan sensible al tema que siento que todos me afectan de alguna manera. Sí. Pero cuando yo veo este fin de semana estaba hablando con la gente de Abaco y estábamos hablando de crisis alimentaria. Sí. Y cuando tú sabes que más de 400.000 niños en Colombia, menores de 5 años, están padeciendo crisis alimentaria crónica. Es mucho. A mí eso me afecta un montón. Y la gente dirá, ¿y eso qué tiene que ver con el medio ambiente? tiene todo que ver si tú ves y vas a un lugar como La Guajira, en donde mueren a diario niños por falta de alimentos y te pones a entender el por qué es que hay sequía, es que la agricultura no funciona es que se mueren todos los sembrados es que no hay agua, es que la agricultura no funciona, es que se mueren todos los sembrados, es que no hay agua, es que no hay luz, y todo eso hace que no se puedan alimentar. Sí, es medioambiental. Claro, que tiene que ver con el medioambiente. Entonces, es, sí, no, todo me afecta, o sea, la verdad, ahora, no quiero acá, pues, decir como que la que está deprimida por el medio ambiente, no, no. No, pero tu corazón, sí. A mí me gusta tocar el tema del medio ambiente desde la esperanza siempre, porque la única manera de que no caigamos en la inacción es conservar la esperanza de que todavía estamos a tiempo, de que sí es posible para cambiar, de que sí podemos todavía trabajar por un planeta más vivo, pero al mismo tiempo me gusta mantener un límite entre que estamos en una crisis y que las crisis hay que tratarlas como crisis y que sí hay una catástrofe detrás de todo esto. Entonces, es decir, tenemos que hablar desde la crisis, desde una realidad, mostrar esa catástrofe y decir, estamos en la inmunda, esto es lo que hay ahorita, estamos graves, sí, pero también ver que podemos actuar con esperanza y que podemos cambiar las cosas. Cuando yo voy a lugares en donde estoy buceando y encuentro que los arrecifes de coral son inmensos, pero que están blanqueados, mira, yo me quiero quedar ahogada ahí, o sea, digo, Dios mío, si la gente entendiera de verdad el 85% del oxígeno que respiramos. No son los árboles. Es el mar. Es el mar. Y si los corales se blanquean, estamos acabando con la vida que depende de este ecosistema y se desequilibra completamente. Y cuando hay un desequilibrio en el océano, pues básicamente estamos acabando con nuestra vida. Claro, pasaré por ignorante aquí, pero es que me estás enseñando, o sea, espérate. Pues para mí, el oxígeno venía de los árboles, la mayor cantidad. Viene, viene también. O sea, claro, pero no entendía esto que me estás mencionando. Ojo, viene de los árboles, viene de la llanura, también lugares donde no hay árboles también. Pero del mar, entre el 50 y el 85% del oxígeno que respiramos. Dos de cada tres respiraciones que tú tienes en este momento vienen del océano. Imagínate esto. Y entonces hay gente que dice, pero ¿por qué usted habla tanto del mar? Si yo, a mí no me gusta el mar, yo nunca voy a ir al mar, yo no lo voy a conocer, yo le tengo miedo al mar. No necesitas ir, estás respirando. No, no vayas. O sea, hay una frase que es muy linda de una gran amiga que se llama María José, que es la directora de Agenda del Mar, que dice, el mar comienza en casa. Entonces no importa si tú no vas a ir al mar, no importa si te cae gordo el mar, no importa si te da miedo el mar, el mar comienza en casa. Entonces no importa si tú no vas a ir al mar, no importa si te cae gordo el mar, no importa si te da miedo el mar, el mar comienza en casa y tienes que arrancar por construir desde tu propio hogar y de salvar el planeta desde tu propio hogar. Porque todo lo que tú destruyes desde tu hogar, llega al océano. Estamos hablando de que al océano llegan cada año 12 millones de toneladas de plástico. Uy, eso es demasiado. Y no es que tú vayas desde tu casa y cojas y las tienes allá. ¿Lo tienes allá? No, eso viene desde tu casa. Porque es que el plástico y los desechos plásticos se tiran a los rellenos, pero también a los ríos, y los ríos son al final las arterias que conectan y todos en donde desembocan, en el mar. En los mares. Me estás haciendo dar ganas de salir corriendo al mar, acompañarte en esas misiones a recoger todo eso. Claro, es que cuando uno empieza a entender y ya desde cifras y ya uno dice, ok, estoy respirando gracias a que el mar existe, los árboles y a que tengo que cuidar todo esto. Eso me pasó también con Marce, la recicladora, que estuvo acá y empezó a darnos como unas recomendaciones y yo decía, joder, pucha, o sea, yo no hago nada. Pero ya, empecé a hacer, o sea, como que empezó a dar esa información y se me hace muy valioso, y se me hace muy valioso que seas vocera así. No, además, los recicladores de oficio, ahora que mencionas a Marce, Dios mío, para mí son, ellos para mí son los verdaderos héroes del planeta. Te digo que sí. O sea, estamos hablando de que en el mundo se recicla, creo que esa sierra la sabe mejor Marce, pero creo que se recicla un máximo del 12% del plástico que se vierte por ahí y en Colombia creo que solamente se recicla el siete por ciento. Es una locura. Y es muy difícil. En Colombia se están haciendo las cosas mucho mejor. Mencionaste la palabra plástico y en alguna entrevista hablabas de que te sentías como en algún momento incoherente al estar hablando del plástico y tener plástico en las puchecas, las tetas. La prótesis de plástico. ¿Hace cuánto te hiciste este retiro de prótesis? Explantación, explantación. La explantación, voy a decirlo distinto. Me desplastifiqué el cuerpo hace,. Hace... ¡Ya no me acuerdo! Ya no me acuerdo. Hace como tres, cuatro años, creo. ¿Pero cuál fue la razón? ¿Fue ese tema? Inicialmente sí es esa. Esa. Definitivamente. Yo sí me sentía como incoherente. Ahora, la incoherencia a nivel ambiental es una trampa porque es una presión que uno se pone en la cabeza. Tengo que ser coherente, tengo que ser coherente, y no, es dificilísimo ser coherente es muy complicado ser coherente entonces esa presión ya no me la pongo pero en ese momento, con lo de mis tetas, sí me sentía muy rara yo decía, ¿y ahora qué voy a hacer con estos dos plásticos que tengo acá? te ponías la blusa y decías, no, me sentía extraña sí, me sentía rara y decidí sacármelas un día y fue realmente uno de los momentos más difíciles que he tenido en mucho tiempo porque al enfrentarme a ellas, al verlas físicamente que es una bolota de verdad que yo decía, Dios mío, ¿qué hemos hecho con nuestro cuerpo? Y al final eso es lo que le hacemos a nuestra tierra. Todos estos plásticos que le vertemos a los ríos, a los mares, a las montañas, es lo mismo que nosotros hacemos cuando nos ponemos esas prótesis y respeto, de verdad quiero hacer esta aclaración, respeto profundamente quienes quieren ponerse tetas. Porque además yo me las puse y las aproveché y fui feliz con ellas, fui feliz con ellas. Pero los años nos hacen de una manera más consciente y en este caso pues yo decía ya, yo creo que ya, ya es suficiente, ya tengo mis añitos, ya me las quiero sacar y me quiero sentir, quiero ser compostable, quiero ser biodegradable, ya me pueden tirar a un río y no pasa nada, ya soy absolutamente biodegradable, y verlas decía Dios mío, cuántos químicos hay detrás de eso y que al final eso impacta nuestro cuerpo nos hace enfermar creo que el síndrome de asia sí existe lamento un montón quienes han padecido el síndrome de asia yo a veces en el fondo digo que también lo tuve y quizás lo tengo nunca fui a un médico a preguntar, nunca, pero pues sí Yo a veces en el fondo digo que también lo tuve y quizás lo tengo. Nunca fui a un médico a preguntar, nunca, pero pues sí, hay... Como escuchando los síntomas. Sí, sí, sí, hay tantos síntomas que yo también lo tuve, eso yo también lo sentí. Pero sí, sí, pues yo no sé si yo lo tuve, lo tengo, no sé, pero no fue la razón principal por la cual me quité mis prótesis. Pero sí sé que es un síndrome que existe y que acaba vidas, y que si podemos evitar ponerle las tetas, pues fantástico. El tema del plástico es un tema muy complejo a todo nivel. Yo no sé si ustedes han escuchado cuando dicen, hey, si tienes una botella de plástico de agua y la dejas en tu carro y se calienta no te la tomes después porque ese agua ya está contaminada entonces cuando ese plástico se calienta expelen unos químicos que se convierten en disruptores endocrinos ¿ok? entonces eso y tenerlo en tu cuerpo que también se expone al sol, a la temperatura, al calor, pasa exactamente lo mismo. Son disruptores endocrinos constantemente dentro de tu cuerpo. Entonces, sí. Sí, sí, o sea, la analogía... Yo tenía que hacerlo, yo tenía que hacerlo, yo tenía que quitarmelo, por lo menos para sentirme en paz mentalmente. Y te sentís ahora súper bien. Y me siento regia y te digo, voy a decir una cosa, sí me he sentido más, por lo menos, deshinchada, como que me he sentido distinta con mi cuerpo en estos últimos años y me imagino que tiene que ver también con eso. ¿Cómo sigues de tu salud, Clau, de tu pulmón, de todo lo que te pasó? Mi pulmón ya está regio. Estamos respirando perfecto. No, mi pulmón está regio, o sea, el pulmón, de todo lo que te pasó. Mi pulmón ya está regio. Estamos respirando perfecto. No, mi pulmón está regio. O sea, el pulmón es... Nos preocupaste mucho. Yo también me preocupé. Yo también me preocupé. Fue duro. Debo decir que también uno de los episodios más duros que yo he vivido. Me sentí más allá que acá por un rato. Pero el pulmón es tan resiliente como la tierra eso es tan tan tan tan a los cuatro días estaba muy bien y me tomó solamente unos meses en recuperarse completamente y me siento regia ¿pero eso sí fue a ese nivel de gravedad? que tú decías muy, no no no, fue muy grave fue realmente grave pero, miren estoy fantástica ¿y esto pasó por qué esto pasa porque esa fue como una mala intervención facó si esto pasó por una mala práctica de un médico porque yo tengo unas hernias discales y dirán y que tiene que ver con el pulmón pregunta. Justamente estaba haciéndome unas terapias neurales y el médico se equivocó y sin querer pinchó la pleura. Dios. Y entonces con eso se colapsa el pulmón. Y eso estabas... Es como que pinchen una bomba. ¡Ah, claro! Y de una empezó a reaccionar tu... De una. ¿A quedarte sin aire? Sí, de una. eso fue inmediato estabas como en su consultorio y empecé a sentirme falta de respiración no entendía estamos hablando de minutos porque yo creo que no pasaron 15 minutos y yo ya estaba en urgencias pero en ese momento yo me sentí rara al minuto yo ya sentía mucho dolor al respirar. A los minutos yo ya sentía que no podía respirar. Con mucho, con un dolor muy, muy intenso acá. Muy. Era como si, de verdad, como si me estuvieran presionando así. Sí, como una bomba. Muy, muy raro. O sea, el sentimiento es muy raro, pero muy doloroso. Sí. ¿Y para la clínica y claro para la clínica qué susto tan impresionante me provocaron digamos el neumotórax para salvarme la vida ahí en urgencias de la clínica del country que se portaron divino y gracias aquí estoy gracias aquí estoy pero Gracias, aquí estoy. Pero ya que lo mencionas así como de, pucha, me sentí del otro lado, pasaron por tu mente pensamientos de, uy, me despido. No, yo solamente decía que le estoy dejando a mis hijos. De verdad, no creas que no. Yo pensé en todo. De hecho, me acuerdo que mi hijo, que mis dos hijos ese día llegaban después de dos semanas de estar fuera de casa y yo llevaba dos semanas sin hablar con ellos porque estaban en un campamento de verano en donde uno no habla con los chinos y los suelta y yo no hablaba con ellos y yo iba a recogerlos no sé si había sido ese día o el día siguiente ya no me acuerdo si en tiempos pero me acuerdo que cuando llegaron y llegaron directo al hospital porque claro, como así que mi mamá no vino por nosotros, fue el mismo día ya lo puedo acordar, fue el mismo día, que yo tenía que ir por ellos y yo dije, ¿y ahora quién va a ir por ellos? si yo no tengo ninguna carta de autorización Simón no estaba en ese momento en Bogotá y alguien llegó por ellos, ya no me acuerdo ni quién viene, que de verdad borré memoria de ese momento, así como que ¿a quién mandé? creo que fue mi hermano menor, por ellos y cuando llega y como así que mi mamá no viene, ¿dónde está? no, es que está en urgencias en la clínica, cuando yo los vi me eché a llorar porque yo dije Dios mío, mira, me engana como de llorar y todo. Como que yo dije, ¿y ahora? ¿Qué tal que no los hubiera vuelto a ver? ¿Qué tal que ellos no me hubieran vuelto a ver a mí? ¿Sabes? Como que sí fue un momento de... Estuvo complicado el asunto. Pero ¿como que te generó algún cambio de conciencia en algo? No sé, digamos esos momentos, cuando la gente habla que ha tenido esos momentos como de cercanía con la muerte, sí, digámoslo, como es algo pasa en la cabeza como un chip, algo en la mentalidad. Yo creo que en ese momento lo que me pasó a mí es como, lo estoy haciendo bien, voy a seguir por este camino, creo que ¿sabes? Como que fue más eso, no fue como que uy, la estoy embarrando y ahora casi que sube a la muerte, entonces ahora sí tengo que hacerlo bien. No, fue como ratifiqué que lo que yo hago en la vida tiene un propósito maravilloso y que ese es mi propósito y que voy a seguir por ese camino. Me encanta, pero qué duro. O sea, no me imagino porque además dicen, para morir solamente se necesita estar vivo. morir, solamente se necesita estar vivo, y literal, esto fue una vaina un accidente pero que, gracias a Dios no pasa a mayores, ¿y qué es de la vida del médico? no, ni idea no sé nada de él no quiero saber nada de él sí, pudo ser una situación difícil fue muy incómodo el momento, sí, gracias a Dios ya saliste de esa vaina y está súper bien y hablando del tema médico, Clau, mucha gente por malas praxis ha tenido situaciones muy complejas. Tuviste como algún... Es que no sé si la palabra sea rencor, como... Sí, sí, sí. Esa es la palabra, como rencor, remordimiento. No, rencor. Frente a esto, como... Un humano detrás de eso. Hoy veo ese episodio como un duelo. Uno en un duelo pasa por todos los momentos. Sí. Entonces a uno le da rabia, uno dice, ¿por qué a mí? Uno dice, ¿pero por qué si estaba tan bien? Después entonces lo quiere demandar, ¿no? Pero al final, y te digo, para mí el premio era estar viva. De hecho, me acuerdo que vinieron algunos médicos de la misma clínica a decirme, lo que él hizo está tan mal que yo necesito que tú, siendo un personaje público, me ayudes a visibilizar, porque eso no lo pueden seguir haciendo como te lo hicieron a ti. Porque esa práctica todavía la están haciendo y la hacen mal. Y así no es. Entonces, necesitamos tu voz. Y por un momento me sentí responsable y dije, voy a hacerlo. Y después dije, no, ¿sabes qué? No. Yo hoy en día creo que un médico nunca hace algo para hacerlo mal. De acuerdo. Nunca su intención va a ser matarte. No. Un médico está para salvar vidas, para ayudarte. Que cometen errores, sí, claro, como todos al final somos humanos. Entonces yo ahí dije, no, esa responsabilidad no me la pongas a mí. No, no, no. Yo no soy quien para ir a exponer públicamente a este señor, dar su nombre, no sé ni cómo sea su familia, ni cómo esté conformada, no sé si tenga hijos. Además, ¿cómo se levanta el otro día con esa carga y esa responsabilidad? No quiero tener a un médico en la cárcel por culpa mía, porque simplemente como tienes una voz, entonces vas a lograr que... No, esa carga no es mía. Y en esas situaciones mucha gente lo invita a uno, te voy, esto que estabas contando lo comparo con una situación que pasó con mi perrito, que era una guardería, me lo entregaron fracturado y ya para hacer corto el cuento largo, lo amputamos, quedó sin una pata. Y estaban esas voces alrededor, incluso la mía, no te voy a decir que yo no quería, todo el mundo encima. No, yo sí nunca quise, yo sí dije, no, no, no, yo no voy a estar en paz. Todo el mundo me decía como, demandalo, no sé qué, y yo tenía ese pensamiento, y dice, no puedo, o sea, no, no, no soy capaz, sí, se equivocaron, o sea, sí, pero no soy capaz, no, no me da la conciencia. Uno de los principios de mi vida es estar siempre del lado que me hace bien. Me encanta. Todo lo que me dé paz. Y yo no soy juez y no me dedico a eso, ni es mi responsabilidad. Por tanto, lo que a mí me daba paz era, uno, la gratitud de estar viva y de que otros médicos pudieron salvarme. Dos, saber que él, sin haber hablado con él, saber que él seguro no quiso hacerme daño. Y dos, no me da paz tener a alguien en la cárcel, ni me da paz tener que... ¿Cuánto vale mi pulmón? ¿Que le voy a cobrar por lo que hizo? No. O sea, yo soy feliz como estoy y eso es lo que me da paz, estar viva. ¿Qué planes, proyectos tenés ahorita en televisión, bueno, ¿no? Y en tu vida personal, ¿ya estás del todo en Colombia? En televisión no tengo ni idea. En televisión no tengo ni idea, yo asumo que vamos a hacer los 10 años de Masterchef. Eso tiene que celebrarse con ambos y platillo, como así 10 temporadas de Masterchef, toca celebrarlos y seguir en la búsqueda de vivir más armonía con la naturaleza y seguir sacando el adormecimiento a los humanos que vivimos en este planeta y vemos cómo el mundo se nos cae enfrente de nuestros ojos y no hacemos nada por salvarlo. Yo creo que eso es como lo que me hace feliz hoy en día y conocer Colombia, ¿sabes? Eso es muy chistoso. ¿En serio? Hace poco que estábamos en Bicla Conexión Oceanos, Catherine Ibargüen, porque tengo que darle el crédito, dio una frase que a mí, de verdad, que me ha marcado. Llevo dos meses, como que todo el tiempo me la repito. Y Catherine, muy conmovida con lo que estaba viviendo a nivel ambiental con nosotros en Conexión Oceanos, dijo, a mí me conoce todo Colombia, pero yo no conozco Colombia. ¡Wow! Y yo dije miércoles, estado por fuera 20 años de Colombia, voy a refrasear eso que es más bonito, teniendo la cama por fuera de Colombia, porque llevo 20 años de todas maneras viniendo, pero siempre que venía, venía de trabajo o por Navidad, ¿sabes? Como que por estar con mi familia. Como en fechas especiales. Entonces, llevo los años activos de mi vida en donde pude haber viajado por Colombia sin hacerlo. Entonces, yo no conozco Colombia. Y yo creo que los colombianos no conocemos nuestro país. Y durante esos meses que he estado acá he ido a muchos lugares que no conocía. ¿Cuáles, por ejemplo? Mira, el último. Estuve esta semana en el Tayrona. Y conocí unas partes que yo no... Cuando yo me fui en el 2004 fue que abrieron el Tayrona. Imagínate. Desde el 2004 está abierto el Tayrona. Y yo, si acaso, había pasado por grabaciones de Masterchef. Pero yo no conocía el Tayrona. Y quedaste guau. Perdón, o sea, al viajar por el resto del mundo, Colombia es divino, es espectacular, los paisajes que tiene Colombia no existen en otros lugares del mundo, y no soy la que más ha viajado, pero he viajado, y siempre he dicho ¡guau! ¿qué son esos paisajes? ¿qué es esto tan divino? Y la foto. Pero es porque no habías conocido Colombia. Y llego a Colombia y voy al Tayrona y yo digo, perdón, Colombia es hermoso. Pero todo el mundo quiere venir para acá. Sí, entonces también me voy a dedicar a viajar por Colombia, a conocer los lugares. Pero tenés como un plan, o sea, como, ok. Ya tengo unos viajecitos por ahí. A ver, sí, ¿qué quisieras? ¿Qué lugares tienes así? El próximo que tengo me voy a ir con mi equipo de Bicla a conocer parte del Meta y del Guaviare. Que por foto se ve espectacular, pero quiero vivirlo. Quieres verlo. ¿Y qué lugares, o sea, como sorpresas, además del Tayrona, has dicho como, ¿qué es? ¿Existe alguna fruta, algo que no tenían ni idea que pasaba? Bueno, mi hermano Mateo es frutólogo, por experiencia, entonces el man me ha mostrado una cantidad de frutas que no conocía, pero más allá de eso, yo creo que son como esos lugares. Ahora estuve también en la Ciénaga Grande de Santa Marta y no conocía la Ciénaga. No conozco. Sí, ese es el conjunto lagunar más grande que tiene Colombia y es hermoso, que tiene unas dificultades a niveles sociales y ambientales muy complejas una zona de palafitos barrios de palafitos rodeados de agua dulce y no tienen agua potable la verdad es que yo siento que la única manera de cambiar realidades es conociendo las y para conocerlas tienes que viajar y tienes que ir a estos lugares. Uy, espérate que me gustó mucho esa frase. La única forma de cambiar realidades es conociéndolas. Hay una frase que me gusta mucho y es un ambientalista o un activista ambiental no es el que dice que el río está sucio, es el que va y limpia el río. Y yo siento que si no vamos a conocer esos lugares, por lo menos para lo que yo hago y a lo que yo me dedico y lo que me gusta, pues tienes que ir a los lugares. Tienes que conocer la realidad, tienes que hablar con la gente. Y eso ha sido Bicla y eso ha sido Conexión Océanos y eso ha sido ir a visitar esos lugares en los últimos meses. Eso es lo que vas a hacer en términos de ¿Claudia conoce Colombia? ¡Ay, me gusta! ¿Claudia conoce Colombia? O más bien, ¿conoce Colombia con Claudia? Eso es. Y Claudia aprueba todo lo de Colombia y en términos medioambientales. Y en televisión, Claudia, a futuro, muy futuro. Yo soy la especialista en interrumpir, ¿no? A propósito de lo que estabas diciendo, con Masterchef, he aprendido mucho de gastronomía de Colombia. Ah, ¿sí? Porque nosotros también desconocemos mucho nuestros productos. Nuestra gastronomía no la conocemos. Y vos ahí te has encontrado una masterclass completa y eso sí se lo agradezco a Masterchef qué nota, y en televisión a futuro, pues claramente ahorita estás ocupada con ese proyecto, pero vos sí tenés en televisión hasta muchísimos años más sí, sí, claro llena de ruguitas por supuesto, por supuesto la televisión no solamente para gente joven tenemos que seguir por muchos años, claro que sí me encanta, me encanta. Tenemos que seguir por muchos años. Claro que sí. Me encanta. Me encanta todo lo que me has contado, Clau. Y te quiero agradecer por haberte pegado en la venida hasta acá. Yo sé que estás muy ocupada con esa agenda muy llena y además conociendo y probando Colombia. Bueno, ahora voy para la COP. Ay, claro, COP16. Me imagino que estás vocera impresionante en esto. Y aprendiendo, aprendiendo un montón también. Claro, gracias. Qué rato tan chévere. Como lo dijiste hace un rato, eso que la gente ve en televisión y que la gente vemos en las redes, es eso. Esta es la imagen tuya en todo el lado. O sea, me sentí con la misma persona que veo en las redes sociales. Y eso es raro, sobre todo en el tema. ¿Eso es raro? Sí, sobre todo en el tema de famosos. Uno se encuentra con personas, no, y me he quedado gratamente sorprendida también. Porque también me he encontrado con personas, con mujeres, celebridades, que por el contrario se muestran muy rudas y difíciles en redes. Y acá son súper abiertas y dulces. Vos no, vos sos un pan de Dios allá. acá, la misma, con la misma sonrisa. Y te agradezco mucho por eso, por haber venido hasta acá. Gracias, gracias a ti y un beso a toda la audiencia. ¿Cómo la pasaste? Feliz. ¿Seguro? Sí, a más tranquila, tranquila, ¿sabes? Como en confianza. Ya me notaste en la lista de las entrevistas que te gustaron, ¿no? Por último, me quedo con todas esas frases, esos mensajes lindos gracias por enseñarme y por enseñarnos a cuidar el planeta, por ser esa vocera increíble y además gracias por mostrarnos esa manera de hacer televisión tan sensible, tan auténtica tan bonita tan sana, Me gusta mucho eso que veo y ojalá tengamos, Claudia, para rato bendito pulmón. Dios te bendiga. Uno perfecto y el otro reconstruido perfecto. Gracias por estar aquí, Claudia. A ti. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.