La despenalización del aborto en Colombia, hasta la semana 24, ha sido un camino largo que ejemplifica perfectamente cómo la organización política, la incidencia estratégica y la posibilidad de sostener una conversación argumentada con diferentes actores puede lograr un triunfo para los derechos reproductivos de mujeres y diversidades sexuales. En un momento coyuntural tan definitivo como el de las próximas elecciones es necesario analizar la manera en la que las feministas se han organizado durante décadas para garantizar que las mujeres dejemos de tener un lugar de segunda en la sociedad y seamos consideradas ciudadanas plenas. ¿De qué manera las militancias feministas, que se han dado desde la década de los setenta en Colombia, nos pueden enseñar a defender los derechos ganados? ¿Por qué se le exige a las mujeres que hagan parte de la política de una manera impoluta, sin antagonizar, cómo si fuéramos ángeles y no humanas? ¿Será posible que pueda explicarle la importancia de las próximas elecciones en materia de defender nuestros derechos a mis tíos uribistas sin sacarles, ni sacarme los ojos?