En su ensayo “Zonas fronterizas” la escritora norteamericana Siri Hustved hace un rastreo por la historia de la filosofía en Occidente, un pensamiento racional, cartesiano, masculino, y rescata a Habermas, filósofo alemán que cuestiona el prejuicio positivista sobre el cual pareciera haberse erigido nuestra cultura y que pone a la mente por encima del cuerpo, la razón por encima de la emoción, la civilización por encima de la naturaleza, lo masculino por encima de lo femenino. Estas jerarquías parecieran estar llegando a un límite con la inminente crisis ecológica que atraviesa el planeta. ¿En una coyuntura en donde la selva amazónica está en manos de gobernantes misóginos como Bolsonaro, no resulta fundamental pensar la ecología desde una perspectiva feminista? ¿De qué manera la economía extractivista es también un reflejo del modelo patriarcal? ¿Es saquear la tierra similar a saquear el cuerpo de la mujer? Y, una pregunta que me carcome la conciencia ¿Es posible ser feminista y no ser animalista? Hoy en Womansplaining: la madre naturaleza.