Para la historiadora Gabriela Ardila Biela, la historia del fútbol practicado por mujeres en Colombia es una historia de autogestión, rebeldía y dignidad. Si todos los deportes han servido como constructores del género, esto es, decir qué es lo que deben hacer los hombres y qué deben hacer las mujeres, el fútbol practicado por hombres se ha convertido en sinónimo de heroísmo, gallardía y masculinidad, mientras que el fútbol practicado por mujeres se ha convertido en una amenaza por ser poco delicado, para machorras y nidos de lesbianismo y perdición. ¿Por qué se mira con suspicacia a las mujeres que juegan y se interesan por el fútbol? ¿De qué manera la FIFA puede verse como un ejemplo perfecto de todo lo que está mal en el capitalismo y cómo se podría evitar que trataran a las jugadoras de fútbol como una mercancía? ¿Qué lugar ocupan y han ocupado las árbitras, directivas, narradoras y comentaristas de fútbol?