Víctima de pederasta responde a versiones del padre de Roux y del provincial jesuita

Víctima de pederasta responde a versiones del padre de Roux y del provincial jesuita

25 de oct de 2024

Este episodio aborda un caso de abuso sexual a menor escala perpetrado por el sacerdote jesuita Darío Chavarriaga, y las denuncias posteriores contra altos cargos de la Compañía de Jesús en Colombia por omisión de denuncia.

Capítulos

Inicio del Reporte y Contexto Histórico

Fernando Llano Narváez fue un estudiante becado en el Colegio Mayor de San Bartolomé a finales de los años 70 y principios de los 80. Su beca estaba a cargo del sacerdote Darío Chavarriaga, quien abusó de él y de sus siete hermanas.

Denuncia y Proceso Canónico

Fernando y dos de sus hermanas denunciaron los abusos ante Francisco de Rú, el entonces provincial de los jesuitas en Colombia, en 2014. Se abrió una investigación canónica, pero las autoridades civiles no fueron notificadas.

Declaraciones de Francisco de Rú

De Rú admitió conocer los delitos de Chavarriaga pero no los denunció a las autoridades, argumentando prescripción legal y el deseo de las víctimas de mantener el caso en reserva.

Reacciones de las Víctimas y Defensas

Luis Fernando Llano y el abogado Diego Vázquez afirmaron que la familia fue presionada para mantener silencio y no eran conscientes de los derechos que tenían. Demandaron a tres jesuitas por omisión de denuncia.

Conclusión y Reflexiones del Periodista

El reporte concluye enfatizando la importancia de que las organizaciones religiosas denuncien exteriores por crímenes y destaca el papel de los periodistas en la revelación de estos casos.

Conclusión

Este episodio destaca un ejemplo de abuso sistémico dentro de la iglesia, señalando la falta de acción judicial de parte de la Compañía de Jesús y resaltando la labor de los periodistas que sacaron a la luz el caso.

Menciones

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               Jesús recordará y celebrará con toda razón el cumpleaños del reporte. Daniel, otra vez, los jesuitas, feliz cumpleaños. Muchas gracias, Julio. Buenos días. Este es el reporte coronel. Fernando Llano Narváez era un estudiante aventajado en el Colegio Mayor de San Bartolomé a finales de los años setentas y comienzos de los ochentas. años setentas y comienzos de los ochentas. El claustro, el más antiguo y prestigioso dirigido por la Compañía de Jesús, tenía como rector al jesuita Mario Mejía Llano, primo de su papá. La familia Llano Narváez pasaba por una situación económica muy difícil y Fernando fue becado para que pudiera continuar sus estudios. Le daban un pequeño estipendio de un fondo creado por los exalumnos para niños necesitados. El tutor de esa beca era el director de estudios del colegio, el sacerdote jesuita Darío Chavarriaga. El cura empezó a frecuentar la casa de la familia, especialmente cuando no había ningún adulto. Los detalles son escabrosos y no voy a entrar en ellos, pero el cura Darío Chavarriaga abusó sexualmente de Fernando y de sus siete hermanas, todos niños entre 6 y 14 años. Fernando guardó silencio por muchos años porque temía que si hablaba le quitarían la beca que tanto necesitaba para seguir estudiando y para aliviar la situación de su mamá y sus hermanas. En 2014 decidió contar su terrible verdad y descubrió que sus hermanas también habían sido objeto de vejámenes sexuales por parte del cura Chavarriaga. Todos habían guardado silencio por el temor al adulto y el respeto reverencial al sacerdote. Fernando y dos de sus hermanas pidieron una reunión en 2014 con el entonces máximo jerarca de los jesuitas en Colombia, el provincial Francisco de Rú. Le contaron todo lo que había pasado, minuciosamente, en medio del inmenso dolor que le seguía produciendo. silenciosamente en medio del inmenso dolor que le seguía produciendo. Él abrió una investigación canónica, es decir, una pesquisa para determinar si el pederasta habían cumplido las normas de la iglesia. Las víctimas declararon y sus testimonios fueron grabados. También fue oído el cura Darío Chavarriaga quien confesó que había abusado de los ocho niños y dijo más cosas que permanecen en una investigación secreta en el archivo de la compañía de Jesús. Ante la plena prueba, la decisión del entonces provincial Francisco de Rú consistió en apartar al cura pederasta de su cargo, en ese momento se desempeñaba como decano del medio universitario de la Facultad de Odontología de la Universidad Javeriana. También le prohibió decir misa y lo envió a vivir a una casa destinada a sacerdotes que padecían enfermedades terminales. El padre de Rue olvidó mencionar que el criminal Darío Chavarriaga fue agasajado con un gran homenaje en la sede de la Universidad Javeriana, del cual existen fotos que ustedes pueden ver hoy en la W. El texto dice, abro comillas, La actividad contó con las palabras del señor decano Daniel Henao Pérez, con la presentación del doctor Juan Carlos Pulido y la presentación musical por parte de los alumnos de pregado de nuestra facultad. y la presentación musical por parte de los alumnos de pregado de nuestra facultad. Además, le entregó una placa conmemorativa al padre Darío Chavarriaga, un obsequio. Y concluye la narración de ese sentido homenaje, abro comillas, los mejores deseos para el padre Darío Chavarriaga y nuestra gratitud, que Dios lo siga bendiciendo y gracias por todo. Que Dios los siga bendiciendo y gracias por todo. Hasta ahí la cita. Ustedes pueden ver este homenaje rendido en la sede de la Universidad Javeriana al cura pederasta. Cuando ya se sabía todo lo que había hecho. Como sea, lo que no hizo jamás el padre de Ruh fue poner las conductas del homenajeado cura pederasta en conocimiento de las autoridades. Un año largo después de las denuncias, el jesuita abusador Darío Chavarriaga murió en la impunidad. Por esa omisión, Luis Fernando Llano y varias de sus hermanas interpusieron una denuncia en la fiscalía contra tres sacerdotes jesuitas francisco de rú el provincial de la época luis javier zarralde quien investigó los hechos y el alemán hans solner quien conoció también las quejas de la familia llano la denuncia es por la presunta comisión de los delitos de favorecimiento y omisión de denuncia de particular. Por este último delito, el de omisión de denuncia, la ley establece como agravante que la víctima del delito sea menor de edad, como se trata de los hermanos Llanos que padecieron los abusos del cura pederasta Darío Chavarriaga cuando tenían entre 6 y 14 años, lo reitero. En conversación con el reporte, el padre Germán Rodríguez, actual provincial de los jesuitas, aceptó que su antecesor no llevó el caso a las autoridades, pero aseguró que Derrú instó a la familia Llano a denunciar estos hechos ante la fiscalía, pero que ellos no quisieron. El padre Francisco Berrú, a quien he invitado repetidamente a hablar en este espacio, citó a una concur. Yo vuelvo a pedir perdón por el crimen, cierro comillas. Agregó, comillas, conocí el dolor de ellos, también su confesión, su grito de indignación, su reclamo de justicia, supe lo que estaba pasando porque lo viví, cierro comillas. El padre de Rui dijo también que había, entre comillas, informado a Roma, sin aclarar si Roma quiere decir el general de los jesuitas, el llamado Papa Negro o el propio Papa Francisco. También dijo que consultó con un abogado, no lo identificó, quien según de Ruh le dijo que la conducta penal estaba prescrita, es decir, que había pasado demasiado tiempo para llevar al cura ante la justicia y que por eso él no lo hizo. El sacerdote asegura respecto a las víctimas, comillas, les conté todo, les expliqué las acciones, les pregunté qué querían, si otro tipo de reparación o si querían llevar el caso ante la justicia. Me dijeron que ellos no lo harían por el aprecio que le tenían a la compañía de Jesús. Cierro comillas. De Ruz agregó, comillas, no manipule a Luis Fernando y a sus hermanas para que se callaran, pero si me preguntan en 2024 qué haría diferente, les digo con franqueza, repetiría el proceso canónico, pero una vez establecido el culpable con las pruebas recogidas, iría a la Fiscalía para poner el caso ante la Justicia. Hasta ahí la cita. El padre de Ruh también puso en duda la existencia de la denuncia y aseguró que interpondrá un derecho de petición para que la Fiscalía le aclare si existe o no la denuncia. El reporte conoce el documento de erradicación de la denuncia que fue recientemente asignada al fiscal segundo seccional de la Unidad de Delitos Sexuales, Seccional Bogotá. A esta hora tenemos comunicación con la víctima, el señor Luis Fernando Llano Narváez, y con su abogado, el doctor Diego Vázquez. Inicialmente saludamos al señor Llano. Buenos días, señor Llano. Buenos días, Daniel. Buenos días, señor Llano. Buenos días, Daniel, buenos días, señores de la audiencia. Señor Llano, tanto el padre de Rú, como el padre Rodríguez, provincial de los jesuitas, aseguran que el padre de Rú les preguntó a usted y a sus hermanas si querían llevar los crímenes del cura pederasta Darío Chavarriaga ante la justicia, y ustedes dijeron que no. ¿Eso es verdad? No es cierto, Daniel. Como lo reitero, y está consignada la denuncia desde el primer momento, la conclusión a la que nos hace conocer el padre de Rú unos pocos días luego de mi denuncia y de mis hermanas, cuando nos reúnen en su oficina y pocos minutos antes de salir después de unas entrevistas un poco largas, especialmente con mi hermana Constanza, es que por favor lo quiero poner de manifiesto en una manera enfática porque así ocurrió. Es en tono casi que de súplica me pide por favor, les pido que esto no sea llevado a los medios. Refiriéndose a los medios de comunicación, probablemente también haber hecho esto de conocimiento de las autoridades en cuanto a que la reputación, la imagen de la compañía de Jesús se podría ver muy comprometida. la imagen de la compañía de Jesús se podría ver muy comprometida. Es decir, él les pide no llevarlo a los medios. Sobre específicamente la fiscalía, ¿es o no cierto que les pidió a ustedes que pusieran la denuncia y ustedes dijeron que no lo hacían por el respeto que le tenían a la compañía de Jesús? En ningún momento, en ningún momento, Daniel. Porque se acaba de declarar lo anterior, por favor, de no hacer esto público. No podía contradecirse acto seguido a decir que nos dijéramos a la Fiscalía, mucho menos que él se haría parte civil, como prefiere el padre Rodríguez, en acompañamiento en este caso. acompañamiento en este caso. Señor Llano, ¿por qué sus hermanas y usted guardaron silencio por tantos años frente a estos abusos? Es muy difícil para una víctima, de todo para un niño. En la condición mía yo me encontraba en una situación de vulnerabilidad extrema. Yo fui beneficiario de esa beca, para mí eso representaba un triunfo muy temprano en mi vida por el cual yo podría apoyar a mi mamá y a mi familia en su durísima situación económica. Yo fui comunicado de la beca, me alegré muchísimo de que pudiera yo en algún momento de mi vida concluir mis estudios en la Javeliana como se me había prometido y mediante este instrumento que vine a conocer después que la beca se había convertido en un instrumento de presión y de chantaje, es que yo decido guardar silencio inicialmente. Pasan los años, pasan los años y lógicamente para una víctima es muy difícil reconocer ante sus propios compañeros, ante sus amigos, ante la sociedad, ante la novia, ante la propia familia. Llevar esto a las autoridades era en algún momento reivindicarme. Yo ahora a esta edad, 62 años, miro hacia atrás y digo, voy a haber hecho diferente, pero creo que la situación en ese entonces era muy diferente. Una persona joven, una persona que está apenas iniciando la vida, le queda muy difícil salir a poner en público conocimiento que fue objeto de estos abusos. poner en público conocimiento que fue objeto de estos abusos. Señor Llano, usted fue víctima de violación y otros avisos sexuales cometidos por el padre Darío Chavarriaga. En una ocasión, él se lo llevó a dormir en su habitación del Colegio Mayor de San Bartolomé. ¿Ningún otro sacerdote vio que había un niño dentro de las habitaciones privadas de los curas? ¿Hubo alguna reacción cuando advirtieron su presencia? No, Daniel, ninguno. Además, eso ocurrió porque ya había llegado una alta hora de la noche en una de las frecuentes visitas que él nos hacía a la casa. Le propone a mi mamá que yo me vaya al colegio porque de esa manera no tendría que madrugar a llegar al colegio como de costumbre. Y lo más curioso también es que el día siguiente, muy temprano, acompaño al comedor de los sacerdotes donde había otros colegas de él desayunando y ninguno de ellos tuvo la curiosidad de saber por qué me encontraba desayunando, recién mojado el pelo, con mis libros apoyados en el piso, porque estaba yo desayunando con el sacerdote. Muchas gracias, señor Llano. Entiendo que para usted es difícil recordar estos atropellos. Ahora saludo al doctor Diego Vázquez, apoderado de varios miembros de la familia Llano. Doctor Vázquez, el provincial de los jesuitas, el padre Germán Rodríguez, formuló en su entrevista conmigo una pregunta que considero válida. ¿Por qué los miembros de la familia Llano reclaman que Derrú no haya denunciado estos crímenes ante la Fiscalía si ellos, las víctimas, tampoco los denunciaron? Daniel, muy buenos días. Bueno, esa es una pregunta muy interesante y tiene una respuesta precisamente en todos los hechos que se han puesto de conocimiento de los medios de comunicación y que por supuesto se puso de cara a la fiscalía con la denuncia y es no había ningún interés en que se generara una sanción penal para el sacerdote Chabarguera. Y esto se contrasta no solamente con todo lo que menciona el padre de Rubén en sus entrevistas, en las que él mismo dice, hoy pondría la denuncia en la Fiscalía. En su momento no lo hizo porque, como lo menciona Fernando, pues afectaría la imagen de la Iglesia y de la comunidad. En ese sentido, pues es claro para nosotros que su omisión ya está confesa. Pero más allá de eso, lo importante no es solamente la omisión, sino el por qué. Y entonces aduce que consultó un abogado y que este abogado le dijo que el delito estaba prescrito. Pero en Colombia, como en el mundo, las decisiones de prescripción están en cabeza de los jueces. No es una decisión que pueda tomar un ciudadano a mutuo propio basado en un análisis de la lectura de una norma, mucho menos cuando se trata de un delito tan grave como es el abuso sexual a todos los miembros de una familia, a todos los niños, ocho niños fueron abusados en su época por el sacerdote Chavarriaga. Esto, por supuesto, queda cuenta de todo lo que pasa dentro de la iglesia y cómo se maneja. Para nosotros es crítico, pero sobre todo se requiere que haya justicia, verdad y reparación en el caso de la familia Ayano. quiere que haya justicia, verdad y reparación en el caso de la familia Ayano. Y por supuesto, en otros casos que hemos venido conociendo al traslegar este proceso, porque muchas personas nos han llamado a comunicarnos que han sido víctimas, que fueron víctimas del mismo sacerdote Chavarriaga. El ejemplo uno de un fotógrafo que hoy estamos nosotros en conversaciones porque su testimonio también es desgarrador. Sí, doctor Vázquez, lo entiendo, el tema es este, el padre Rodríguez dice, ¿por qué los llano quieren acusar al padre de Rú de no haber denunciado si ellos mismos no denunciaron? ¿Estarían los llano incursos en el mismo delito de omisión de denuncia? ¿Por qué considera usted que los jesuitas tenían un deber mayor de denuncia que las propias víctimas? Bueno, es claro que como lo manifestó Fernando, ellos son víctimas. Ellos son víctimas y someterse al escrutinio público dentro de un proceso en una edad en la que ellos estaban frente a un futuro promisorio en sus vidas, pues es mucho más complejo. Poner una denuncia es a toda luz revictimizar a las víctimas porque se pone en la palestra pública toda esta situación y es lo que está pasando. Pero en este momento ellos ya tienen la solidez personal y el apoyo para poder abordar esa situación. En su momento no lo hicieron porque, como lo mencionó Fernando, fueron manipulados y presionados para que no pusieran la denuncia. Esa es la razón. La misma iglesia los revictimizó callándolos, tapando sus bocas, acallando sus voces. Esa es la razón. El padre de Ruz también dice que no denunció porque estaba bajo el secreto pontificio. ¿Ese secreto pontificio, ese mandato papal, prevalece para un ciudadano frente a la obligación establecida por la ley colombiana de denunciar los delitos? Por supuesto que no. Recordemos que la legislación colombiana se contrasta con el derecho canónico. Pero antes de ser sacerdote, el sacerdote es ciudadano y le rige la ley nacional. Por supuesto que hay elementos que ellos pueden escudriñar para decir que su privilegio como sacerdotes lo rige el derecho canónico única y exclusivamente pero a lo largo de la historia hemos visto que no sucede así y entonces escudarse en una ley canónica desconociendo la ley colombiana que rige para todos los ciudadanos en actos que nada tienen que ver con los actos de la iglesia pues no es más que una excusa. Sí, a ver doctor Vázquez, por ejemplo, un sacerdote puede decir, yo no denuncié a un asesino porque supe de su crimen en el confesionario, bajo el secreto de confesión, y ese es un derecho que la constitución garantiza, pero el padre está argumentando otra cosa que es el secreto pontificio, ¿en qué consiste ese secreto y por qué él piensa que podía prevalecer eso sobre su obligación ciudadana de denunciar? Claro, mire, el secreto pontificio lo que establece es que todos los procedimientos internos de la iglesia deben quedar dentro de la iglesia. la iglesia. Esto fue algo que se estableció o se instauró para mantener incólume la imagen de la iglesia frente a la sociedad ante hechos que pudiesen dañar o manchar la imagen de la iglesia. En ese sentido, el mismo Papa Francisco entendió que no podían mantener ese secreto pontificio porque finalmente la legislación en el mundo no les permitiría continuar ser encubridores de delincuentes. Y eso se reformó. Así igualmente para ese momento, ese secreto pontificio no lo regiría porque la Constitución establece que hay un deber, una obligación como ciudadano, pero como representante de una autoridad eclesiástica en Colombia, debió haber puesto en conocimiento a las autoridades. Esa situación. El padre también ha dicho que si hoy fuera ayer lo denunciaría pero porque el Papa cambió esta norma del secreto pontificio después de la denuncia efectuada por los llanos ¿Esto le podría servir como argumento jurídico en la denuncia que ustedes han presentado? jurídico en la denuncia que ustedes han presentado? Por supuesto que no, porque insisto en que el deber constitucional de el padre de Rú lo obligaba a poner en conocimiento ese hecho, porque es un hecho que no está vinculado a la actividad como sacerdotes, es un hecho que no estaba vinculado a hechos que no estuvieran o que no hubiesen sido comprobados y que no estaba vinculado a hechos que no estuvieran o que no hubiesen sido comprobados y que no dañaran a la sociedad. Si bien la imagen de la iglesia podría haber sido mermada, también podría haber sido más bien un acto de valentía por parte de la iglesia reconocer, como lo ha hecho el Papa Francisco, que hay dificultades y que hay personas dentro de la iglesia que cometen faltas contra la humanidad. Eso es un acto de valentía que engrandece precisamente la función de la iglesia. En este momento, el señor Francisco de Rú confesó que no lo hizo y no hay un argumento real para decir que eso es justificable jurídica y socialmente. Doctor Vázquez, como abogado de varias de las víctimas del cura pederasta, quiero preguntarle si usted cree que hay algo que cambie con las declaraciones del padre Francisco de Rú y del provincial de los jesuitas, el padre Germán Rodríguez. Bueno, evidentemente acá hay confesiones muy fehacientes en las cuales ellos determinan que hicieron lo que debieron, lo que no debieron hacer, y es ocultar el delito. Esa es la causa de la denuncia, y efectivamente está en los medios. ¿Eso qué quiere decir? Que desde lo jurídico la familia Llanos no ha mentido. Desde lo jurídico la familia Llanos ha dicho la verdad. Y esto se contrasta con todas las declaraciones. Por supuesto, hay controversia sobre si, por qué la familia Llanos no interpuso la denuncia en su momento, pero pues esto ya fue aclarado por el señor Luis Fernando Llanos, por la coacción como autoridad eclesiástica que tenía el padre Francisco Herru sobre Luis Fernando y la familia, que era una autoridad. Él los coaccionó en su momento para decir, para no decir, para no llevar el caso ante las autoridades y ante la prensa como hoy sucede. Bueno, muchísimas gracias doctor Vázquez, muchísimas gracias al señor Fernando Llano. Ahí está la otra versión, la de las víctimas que gozan de menos reflectores y oportunidades que la compañía de Jesús si hubiera tenido la oportunidad de estar en la rueda de prensa del padre Francisco de Rú me hubiera gustado preguntarle si además de estos crímenes de Chavarriaga que él mismo acepta, el pederasta confesó otros Y si fue así, si la compañía de Jesús hizo algo para buscar a las otras víctimas. Todo esto se vino a conocer no por los jesuitas, sino por el trabajo de los periodistas Miguel Estupiñán y Juan Pablo Barrientos, que investigaron y sacaron a la luz pública el caso. Este fue el reporte coronel 500. Si fuera en columnas semanales me hubiera tomado 10 años llegar hasta este número, pero aquí, como diría el inolvidable Otto Greifestein, rinde que da gusto. Muchas gracias.