
El episodio analiza la compleja problemática del Clan del Golfo, destacando su influencia y crecimiento en Colombia, y su relación con el gobierno en busca de un proceso de paz. Se explora la historia del grupo, su estructura interna y las estrategias que utiliza para el control territorial.
Capítulos
Historia y expansión del Clan del Golfo
El Clan del Golfo, conocido también como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es una organización criminal que ha evolucionado desde su creación en 2006 por exparamilitares que no se desmovilizaron en el proceso de paz de Ralito. La organización ha experimentado un crecimiento significativo, aumentando su membresía a 6.000 hombres según la Fundación de Ideas para la Paz.
Estructura y control territorial
La AGC opera bajo un estricto control territorial y social, ofreciendo servicios públicos como salud y seguridad que el Estado no provee, consolidando su influencia en las comunidades. Su liderazgo ha sido relativamente estable, a pesar de la extradición de varios líderes, gracias a su capacidad de adaptación y reestructuración interna.
Negociaciones fallidas y la postura del gobierno
Durante la administración de Juan Manuel Santos se realizaron intentos serios de abrir un diálogo con el Clan del Golfo, que incluían un marco jurídico para su sometimiento colectivo. Sin embargo, la ley propuesta no cumplió las expectativas del grupo. Bajo el gobierno de Iván Duque, estas negociaciones se estancaron debido a una posición firme contra negociar con narcotraficantes.
El reto de la paz total y la influencia de las AGC
Gustavo Petro busca la paz total, pero ha encontrado obstáculos significativos con las AGC, cuyas acciones y control territorial dificultan cualquier proceso de negociación. La organización mantiene operaciones económicas y políticas que implican una relación compleja con las élites locales y las fuerzas del Estado.
Conclusión
El Clan del Golfo presenta un desafío considerable para el panorama de paz en Colombia. Su estructura organizada y capacidad para actuar como una gobernanza paralela complica los esfuerzos del gobierno para establecer un cese al fuego y desarmar al grupo. La búsqueda de soluciones sigue siendo fundamental en el camino hacia la paz total que propone el presidente Gustavo Petro.
Menciones
- (Org) LifeLock
- (Concepto) paz total
- (Org) Clan del Golfo
- (Persona) Gustavo Petro
- (Org) ELN
- (Org) MC
- (Org) Marquetalia
- (Org) AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia)
- (Org) Ejército Gaitanista de Colombia
- (Ley/regulación) Ley 1908
- (Org) FARC
- (Org) International Crisis Group
- (Persona) Elizabeth Dickinson
- (Org) Fundación de Ideas para la Paz
- (Persona) Don Mario
- (Persona) Otoniel
- (Persona) Chiquito Malo
- (Corporación) Oscar Naranjo
- (Persona) Miguel Ceballos
- (Corporación) Human Rights Watch
- (Corporación) Mafialand
Este episodio fue realizado por LifeLock. El nuevo año trae nuevos objetivos de salud y de riqueza. Proteger tu identidad es un paso importante. LifeLock monitorea millones de puntos de datos por segundo. Si tu identidad es robada, los especialistas de restauración de LifeLock lo arreglarán. Guarante o tu dinero de vuelta. Resolve hacer que la salud y la riqueza de tu identidad sean parte de tus objetivos de nuevo año con LifeLock. Sabe hasta 40% tu primer año. Visita LifeLock. Sabe hasta 40% tu primer año. Visita lifelock.com. Termos aplicados. ¿Qué es el plan del Golfo? ¿Quiere sentarse con el gobierno nacional a hablar, vamos a hablar de paz? Bueno, entonces yo pongo unas condiciones dadas a la experiencia, porque al perro no lo... Eso. Primero tienen que pensar antes que sentarse con el gobierno yo no digo que no yo le he pedido a la nueva fiscal general de la nación que hablemos de los nombres son los menos de acogimiento colectivo a la justicia yo lo pongo sobre la mesa están dispuestos a dejar los negocios ¿Cuál es la diferencia? Si están dispuestos, hablamos, pero no para vernos cara de bobos, para hablar seriamente de eso. Porque a mí me interesa más la verdad. Lo puse en la entrevista hoy. La justicia alrededor de la verdad para que la verdad restaure y para que a partir de ahí nos reconciliamos todos y todas. Reconciliamos todos y todas que vengarme o que tirar bombas o dejar que las economías ilícitas aumenten, llevándonos más y más a la violencia. Claro que me interesa, pero el que tiene el balón en la cancha es el clan. Esa referencia muy clara que hizo al clan del Golfo, el presidente Gustavo Petro entiende la reconciliación y en el que todos los grupos armados deberían dejar sus armas luego de un proceso de negociación. Sin embargo, este diseño que ha permitido el surgimiento de mesas de negociación, que ha permitido el surgimiento de mesas de negociación, primero con el ELN, después con el MC y ahora con Marquetalia, que son las disidencias de las FARC. Donde menos ha prosperado ha sido precisamente en el escenario con el Clan del Golfo. Una organización considerada por el marco legal de la paz total bajo el nombre de estructuras armadas organizadas de crimen de alto impacto. Una definición bien santanderista y que es lo que ha impedido la apertura de negociaciones con el Clan del Golfo, porque Gustavo Petro, a pesar de este nombre rimbombante que le ha puesto al Clan del Golfo, sostiene que la única negociación que puede haber con ese grupo criminal es por la vía del sometimiento, o mejor, por la vía del acogimiento, que es lo mismo, como bien lo dijo en su discurso en apartado. Ellos, a su vez, se cambiaron el nombre hace rato. De Clan del Golfo pasaron a llamarse las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, hecho que tiene muy molesta la familia de Jorge Eliezer Gaitán, el caudillo, y del propio Gustavo Petro, quien ha dicho que es casi que un despropósito, porque Gaitán no era un traqueto, sino un revolucionario. Al Clan del Golfo todos estos reclamos les tienen sin cuidado. Hace poco anunciaron un nuevo cambio de nombre y hoy se hacen llamar como Ejército Gaitanista de Colombia. Mientras con las demás organizaciones armadas se han abierto mesas de negociación y se han pactado ceses del fuego que funcionan a veces y que se suspenden en otras. Con el Clan del Golfo las negociaciones han sido prácticamente nulas y sin embargo de todas las organizaciones criminales, el Clan del Golfo es no solamente la más violenta, sino la que más ha crecido desde el 2016, cuando se firmó la paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc. Según el último informe de la Fundación de Ideas para la Paz, el Clan del Golfo creció desde el 2018 al 2023 en un 58% y pasó de 3.800 hombres a 6.000. De todas las organizaciones armadas, es la que más años tiene, y no muchos, es la que más años tiene, y no muchos, porque se creó en el 2006, hace 18 años, cuando muchos de los desmovilizados que firmaron la paz de Ralito, como Don Mario, decidieron hacerle el quite a lo firmado y montar nuevas estructuras para controlar el mercado del narcotráfico en los territorios en donde el Estado no estaba presente. Otra de las grandes características del Clan del Golfo es su capacidad para reciclar exguerrilleros que fueron producto de desmovilizaciones de grupos como el EPL y del proceso de paz del 2016 con las FARC. tecnificada en el arte de la guerra desde el mundo ilegal, sino que también ha reciclado exsoldados que han terminado integrando sus cuadros medios y hasta comandancias que hoy se articulan todas para responderle al órgano central que es el Estado Mayor. De todas las organizaciones criminales hoy que integran el universo de la paz total, la más ordenada y jerarquizada es el Clan del Golfo. Y tiene una particularidad, que a pesar de que tiene solo 18 años de existencia, tiene una capacidad para recomponer sus liderazgos a nivel de la cúpula que ha sorprendido a las fuerzas militares. En estos 18 años se han golpeado esas estructuras en varias ocasiones. golpeado esas estructuras en varias ocasiones. Casi todos sus jefes han sido capturados y extraditados, comenzando por don Mario, quien fue capturado en el 2008 y extraditado a los Estados Unidos por narcotráfico en el 2009. Quiero seguir mi proceso, aquí en Colombia o en los Estados Unidos. Le pido mucho a mi Dios que me ayude a arreglar mi situación jurídica y que me dé la oportunidad de algún día poderles explicar a los colombianos alzados en armas que el infierno paga. Lo sucedió la familia Úsuga, quien era miembro de lo que en ese momento se conocía como Junta Directiva del Clan del Golfo y que hoy se conoce como el Estado Mayor de las AGC. Giovanni, como don Mario, venía de las canteras de las autodefensas de Colombia, de los paramilitares. Giovanni logró expandir aún más las AGC y salir de la zona de su epicentro, que era Urabá, y conquistar el norte de Colombia, la zona de Caucasia, enioquia y el Chocó. Giovanni murió en un combate con el ejército en el 2012, abatido por las fuerzas del orden, como se dice. Hasta una finca llamada Casa Verde, ubicada en la vereda Casa Quemada de Acandí, Chocó, llegaron los comandos Jungla de la policía antinarcóticos. Tras media hora de enfrentamientos fue abatido Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanni, máximo cabecilla de los urabeños. En la finca donde celebraban con un conjunto vallenato el fin de... Tras la muerte de Giovanni, asumió el liderazgo de las AGC su hermano Otoniel, otro Úsuga, de las AGC, su hermano Otoniel Otrousuga, quien había entrado a la guerra por el lado de la guerrilla del EPL, una AUC, que se fundarían en 1997 en Córdoba. Allí, junto con su hermano Giovanni, fueron los lugartenientes de Don Mario, como Giovanni y como Otoniel, firmaron la paz de Realito. Se desmovilizaron, pero nunca dejaron la guerra, porque montaron las AGC. Bajo el liderazgo de Otoniel, las AGC volvieron a expandirse. Y no solamente se metieron más en el narcotráfico, sino que entraron en el negocio de la minería ilegal y en la captura de recursos públicos a través de la extorsión y de su cercanía con las administraciones locales, es decir, con el poder local y con el poder militar y las élites locales. Pero también se han venido involucrando en el tráfico de migrantes por la selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá, como bien lo registró el último informe de Human Rights Watch, que se presentó aquí en Afondo. Según las informaciones que tenemos, sería un el Clan del Golfo lograría en promedio 125 dólares por migrante o solicitante de asilo que cruza el Tapón del Darién. María Jimena, si tú multiplicas ese promedio de 125 dólares por la cantidad de personas que está cruzando el Tapón del Darién, eso sugiere que el Clan del Golfo estaría obteniendo cerca de 50 o 60 millones de dólares este año gracias a su control del flujo migratorio por el tapón del Darien. En el 2021 fue capturado Otoniel, quien cayó en una operación de la Fuerza Pública y tras su captura rápidamente el liderazgo de las AGC fue asumido por Chiquito Malo, conocido también como el comandante Javier, quien ha consolidado, para sorpresa de muchos, un liderazgo dentro de las AGC. A esta hora es noticia la inclusión de alias Chiquito Malo, Giovannis de Jesús Ávila Villadiego en la lista Clinton del Departamento del Tesoro. Hoy su proceso de expansión es tan fuerte que mantiene una guerra abierta con el ELN por la disputa de su territorio y también con el MC en varias regiones. Y según varios analistas, como la que invitamos hoy aquí en Afondo, esa guerra la está ganando el Clan del Golfo. Elizabeth Dickinson es una analista periodista de International Crisis Group, una ONG que se dedica a prevenir y a ayudar a la resolución de los conflictos en el mundo. Ella es una gran conocedora de Colombia, de su conflicto, porque ha recorrido el país de cabo a rabo desde el 2011. recorrido el país de Cabo Arrabo desde el 2011. Ella decidió emprender una investigación sobre el Clan del Golfo. Duró en ella un año. Hizo con ese propósito cerca de 200 entrevistas donde tenía presencia el Clan del Golfo y sobre todo pudo entrevistar a don Mario, extraditado hoy en una cárcel de los Estados Unidos. Y también habló con Otoniel, quien está en este momento pagando su condena en otra cárcel de Estados Unidos. Ella acaba de presentar su informe, cuyo título es muy disciente. La incógnita de la paz total, qué hacer con los gaitanistas. Casi todas las entrevistas que hizo Elizabeth Dickinson las tuvo que hacer bajo la promesa de que no iba a revelar los nombres de los entrevistados. Tal era el temor de la gente en Montes de María, en Córdoba, en el Cesar, en el Chocó y en Antioquia. En casi todos los territorios, las personas que ella entrevistó aceptaron estar totalmente dominadas por el poder de las AGC o EGC. Y fue evidente la manera como la vida de una cantidad de colombianos en este momento está en manos de esta organización criminal. Y que quienes más están en peligro son precisamente los liderazgos sociales. Muchos de los cuales hablaron con Elizabeth y le confesaron a ella que para poder sobrevivir han tenido que bajar la cabeza para que no los maten. Muchas personas ya no identifican de quién es la ley, sino quién la impone. Entonces acuden a personas que no hacen parte de la ley ni hacen parte de miembros del Estado. Ya, de acuerdo. Eso es todo. ¿Por qué? Porque ellos ejercen un control en la población. Entonces hay también personas que se sienten más seguros con ese tipo de personas en la región o en ciertos puntos. con personas que se sienten más seguros con ese tipo de personas en la región o en el occidente. Una de las cosas que se entienden claramente cuando uno estudia y lee el informe de International Crisis Group sobre el Clan del Golfo es que esta organización criminal es producto de tres décadas de guerra y que por eso sus combatientes provienen de diversos grupos armados que ya están desaparecidos. Como lo explica muy bien Elizabeth Dickinson, el Clan del Golfo se ha nutrido de antiguos combatientes, de las guerrillas marxistas, de antiguos combatientes de las autodefensas de Castaño, que venían del narcotráfico, porque pues nacieron de la mano del cartel de Cali y del cartel de Medellín. A eso se le suma la presencia de exsoldados, personal calificado, que pues aprendió las técnicas de la guerra en la fuerza pública. Eso es un grupo armado que ha aprendido todas las lecturas del conflicto, ha recopilado todas las lecciones de diferentes sectores del conflicto para hoy mandar con una mano mucho más dura. La gerencia de este grupo me gusta como lo explicó Don Mario, en algún momento me dijo, este grupo es la gerencia de todas las desmovilizaciones falladas del pasado. Y es cierto, porque los jefes iniciales de este grupo vinieron del EPL, una guerrilla izquierdista, que se entraron en la Casa Castaño en los años cuando ellos estaban organizando para después formar los AUC, pero también hay un nexo allá que eso es el matrimonio claro, que también hay una gerencia de narcotráfico. Entonces, eso fue el matrimonio más importante. Que viene don Mario. Exacto, tiene guerrilla que tiene autodefensa para meditar y tiene narcotráfico. El Clan del Golfo tiene un pie en el narcotráfico, muy bien asentado, porque lo plantó la familia Castaño, del que Don Mario era uno de sus lugartenientes. Él fue, junto con Vicente Castaño, los paramilitares o los narcoparamilitares que decidieron salirse del proceso de justicia y paz y volver a las armas. Y los dos venían del narcotráfico. Primero porque fueron socios de Pablo Escobar y luego sus enemigos. Cuando decidieron integrar los Pepes y entregaron a Pablo Escobar y ellos se quedaron con el negocio y con las tierras. Precisamente también por la casa de Castaño, Fidel Castaño, también Vicente, que Vicente fue la persona más cercana a Dan Mario. Y fue Vicente que hizo la llamada de retomar las armas, días antes de que él desapareció. Entonces, ese es lo matrimonio claro, porque ellos saben relacionarse con la población civil por la experiencia de guerrillera. Ellos saben usar la violencia de una forma muy eficaz por parte de los paramilitares y ellos conocen la economía de narcotráfico desde años, sobre todo en la costa atlántica. Para entender ese matrimonio habría que hablar de don Mario, este ex jefe paramilitar que terminó extraditado y con el que Elizabeth Dickinson pudo hablar para poder hacer este informe que hoy estamos presentando aquí en Afondo. Pues don Mario fue una persona de confianza de Vicente Castaño. Vicente Castaño tenía muchos dudas sobre el proceso de justicia y paz y en algún momento hizo la llamada a retomar las armas. Entonces lo que hizo fue llamar a Don Mario, pero también los demás 26 mandos, exmandos de los AOC, y ellos se reunieron y decidieron retomar control. Control es una palabra muy importante por este grupo, porque eso es su objetivo principal, controlar, controlar territorio. Ellos lo que hicieron fueron llamar sus mandos medios, hacer un censo en toda la población de quién les interesaría volver a las armas y básicamente volvieron a la guerra. Otoniel hizo parte de estos mandos, de estos mandos, es una persona que viene, fue reclutado como niño al EPL a los 14 años. Entonces, él ya tenía una historia en las armas, tenía sus padres, una experiencia. Otra vez él tenía una experiencia muy interesante en la reincorporación durante la justicia y paz. Porque, según contó, según contó, la fuerza militar lo llamó en muchas ocasiones para pedir consultas, cómo hacer operaciones, qué tal es la zona. Y por eso logró, o sea, muy rápidamente volvió a tener enemigos. Entonces volvió a las armas con él para su propia seguridad. Y eso es un tema que sigue siendo súper vigente para las AGC, es contemplar alguna desmovilización. Su primera prioridad va a ser la seguridad de sus propios integrantes, por la experiencia de la desmovilización que motivó la retoma de armas. a los que han hecho la guerra en Colombia. Él entró a formar parte cuando tenía casi que 16 años del EPL, una guerrilla que tuvo mucha influencia en Antioquia, en Necoclí, donde él nació, y que se desmovilizó a mediados de los 90. Otoniel decidió no meterse por ese camino y seguir en la guerra, y se enroló inmediatamente las autodefensas de Colombia que empezaban a surgir en ese momento. Allí conoció a la familia Castaño, quien de inmediato lo comandó para que integrara el bloque Centauros, al lado de Don Mario, un bloque que fue uno de los más terroríficos de todas las autodefensas. Cuando se produjo la negociación en Santa Fe de Realito, en el gobierno del presidente Álvaro Uribe, Cuando produjo la negociación en Santa Fe de Realito, en el gobierno del presidente Álvaro Uribe, él fue uno de los tantos que no se metieron en ese proceso y. Así fue como llegó Otoniel a ser el líder máximo del Clan del Golfo. Lo cuenta Elizabeth Dickinson. Otoni, él tenía una estrategia de expansión enfocada en franquicias. Entonces, la idea fue que él se corrió por toda la costa caribe para convencer a otras organizaciones, otras partes, otros clanes políticos y militares para ser parte de la misma bandera, que fueron las AGC, y así volvieron a, empezaron a crecer, empezaron a crecer. En esta etapa quiero destacar algo muy importante, que es importante para tener la permanencia de la organización. En varios momentos, cuando ellos estaban en momento de volver a tener control, les faltaba plata, les faltaba plata. ¿Y quién les prestó la plata para avanzar la nómina en estos momentos? Fueron sectores de los élites de tierras tenientes que tenían el interés de que volviera esta organización en vez de entrar otras organizaciones tales como ELN o ahora la licencia de las FARC. Y eso pasó en Montes de María. Pasó en Montes de María. a los AGC hacer presencia para controlar la situación. Tú hablaste con Don Mario y hablaste también de otra manera, por lo menos por carta, con Otoniel. ¿Cuál fue la impresión que te dejó a ti la entrevista con Don Mario primero? Pues con Don Mario primero? controlar territorio y la población, sino también todas las economías que hacen parte de la región. Y esa es la forma en la cual entendemos sus economías ilícitas. Más que enfocar en cualquier mercado, lo que ellos tienen es la especialización de monetizar el control territorial, para que ellos sean los dueños, son ellos los que lidian en su territorio. Carguen impuestos, vacunas a todo lado y así arman no solo sus rentas, pero también un control. Por Dan Mario también me dijo algo que me pareció súper interesante. Yo en algún momento lo pregunté por la violencia. O sea, cómo fue las normas de utilizar violencia, me dijo, pues mira, si estamos muy honestos, yo creo que mi generación tiene que admitir que los de hoy son menos violentos que los que estuvimos nosotros. Pero es para decir que, digamos, eso no por ser ángeles ni por buena, o sea, yo creo que eso es estratégico. Ellos son reprendidos, que no necesitan utilizar la violencia. Lo que hacen hoy es entrar con promesas, electrificación, pavimentar las carreteras, servicios del Estado que no presta el Estado. Ellos entran con brigadas de salud, llevan en sus maletas pruebas rápidas de dengue en las regiones más afectadas, algo que nunca ha hecho el Estado. Entonces ellos han aprendido que más que utilizar la violencia extrema, solo necesitan utilizar violencia estratégica para someter a la población o coercionar o coaptarlos. ¿Y con Otoniel cómo fue? Pues con otro nivel me sorprendió que realmente su modo de pensar fue bastante relacionado con el EPL. O sea, encontraste un racionamiento guerrillero. Totalmente, totalmente. Y pues yo creo que lo que él me dijo que fue muy importante para entender cómo se autoconcibe la organización. Es que él me dijo que somos una autodefensa para proteger la clase media que no atropella a los ricos, sin atropellar a los ricos. ¿Dijo él? Dijo eso. Entonces, me parece muy pertinente, porque así es su modelo de funcionar. Ellos tienen una relación de convivencia con los ilites, con los ricos, pero a la vez ellos sí tienen gobernanza en estos territorios, y eso para ellos significa que representa a la clase media. Según Elizabeth Dickinson, las AGC o el Clan del Golfo no son solamente una banda criminal, No son solamente una banda criminal, son también un grupo armado ilegal que controla el territorio y controla además la vida de muchos civiles que viven en el territorio y que no entra a la zona agrediendo, sino que trae, por ejemplo, brigadas de salud, construye puentes y carreteras. Para comprender el tipo de gobernanza que establecen las AGC en los territorios, hay que recordar lo que dicen muchos de los estudiosos sobre estas bandas o organizaciones criminales que tienen la característica de que, a pesar de que son organizaciones criminales, se interesan e invierten en el control territorial y social y desarrollan un repertorio de acciones que es típico y exclusivo de las guerrillas, porque ofrecen y garantizan protección, especialmente de amenazas externas, imponen normas y castigos, regulan la economía, que incluye los impuestos que exigen, pero además aseguran el mantenimiento de la economía de los civiles. aseguran el mantenimiento de la economía de los civiles. Y una cosa que hacen también las AGC es que proveen de servicios públicos y de bienes de interés a las comunidades. Esta arquitectura de poder les permite a estas organizaciones imponerle reglas a la comunidad que vive en esos territorios y restringen su tránsito, su derecho a la libertad de expresión, su derecho a la libertad de opinión, regulan el relacionamiento con los vecinos y solucionan problemas familiares. vecinos y solucionan problemas familiares. En unas regiones son abiertamente visibles y en otras su presencia es opaca y fantasmagórica. Ellos operan como un ejército, mandan a su mejor tropa, entran a organizar las comunidades, a darles promesas, entran con máscara puesta en las palabras de un líder social que me dijo, eso sería como un sur de Bolívar, en César, en La Guajira, en El Chocó. En El Chocó es muy interesante porque ellos lograron tomar básicamente todo el departamento en dos años y fue por una parte obviamente militar, pero la otra parte fue que la comunidad se cansó con el ENEL. Entonces llegaron los AGC a decir, mira, no vamos a extorsionar, somos gente de bien, vamos a salir a marchar a las 5 de la mañana y aquí no va a haber ladrones. Entonces la gente abrió el camino. Y eso fue una forma muy eficaz para expandirse. Entonces en las zonas nuevas de ellos, ellos siguen muy presentes, hacen patrullaje andan en uniforme es una cosa muy visible para la comunidad para mandar un mensaje de quién está ahora, quién tiene control pero en las zonas consolidadas, estamos hablando de Montes de María, Sur de Córdoba Urabá, casi no se ve pero toda la población sabe quiénes son y qué hacen en la comunidad, viven en civil. Me dijo un líder en algún momento muy interesante en Montes de María que ahora no les toca ni patrullar porque sabemos quiénes son y sabemos que si hablamos mal es para recibir advertencias del grupo. Entonces, eso es algo muy importante. En las zonas consolidadas, ellos arman una red de sobrevivencia, básicamente, de inteligencia dentro de la misma sociedad. Mujeres, jóvenes. Entonces, yo no sé si mi vecino me va a reportar por decir algo mal sobre el grupo. Tiene un nivel de control hasta el punto que a los pescadores les toca pedir permiso a salir a buscar pescado. Si va a haber una reunión de la sociedad civil, hay que pedir permiso. En muchos casos ellos asisten a la reunión. Organizar pasares por la Navidad u otros festivos. Normalmente se hace el grupo, no la sociedad civil, porque ellos han perdido esta capacidad. El Clan del Golfo también tiene una relación muy distinta con las fuerzas del orden, con el ejército, con la policía. No se parece a la relación que tenían con los grupos paramilitares, muchos de ellos financiados por el narcotráfico, como sucedía en la época de los 90 y a comienzos del 2000, en donde era claro que había un contubernio entre la fuerza pública y los grupos paramilitares y el narcotráfico. Y el narcotráfico. En esta ocasión la relación es mucho más compleja y está marcada además por la presencia de varios ex soldados que salieron del ejército y que como no saben sino hacer la guerra, entraron al ejército ilegal. Hay que adicionar que dos más grupos han sido reclutados en los últimos años. Ellos recluten, es para talento humano, por decirlo así. El primer grupo fueron excombatientes de los antiguos FARC, sobre todo los que tienen experticia en explosivos o que conocen rutas específicas, que contratan un grupo de exquerilleros de los antiguos FARC para controlar una ruta específica. Y el último grupo, que es muy importante, es que ellos ahora están reclutando bastante en los ex soldados, personas que han prestado su servicio militar o soldados profesionales que salen del servicio y que es muy inteligente porque básicamente esa gente ya están entrenados, conocen la campa de batalla, saben utilizar las armas, entonces para ellos son básicamente personas con mucho talento humano para entregar a la organización. Fíjate que en Chocó, por ejemplo, 30% de las capturas que ellos hicieron en 2021 de integrantes de los AGC tenía carrera previa militar. En los 90, el ejército salía a patrullar por los territorios de la mano de las autodefensas, de los paramilitares, sin ningún problema. Y no había enfrentamientos entre unos y otros, porque eran lo mismo. Con el Clan del Golfo el escenario es mucho más complejo en ese sentido. Y aunque, como bien lo explica Elizabeth Dickinson, el Clan del Golfo tiene la capacidad de penetrar y permear a la fuerza pública, esa corrupción se vive más a nivel local que a nivel regional y nacional, donde sí se enfrentan y donde los combates han sido muy duros. Pues yo recuerdo muchas discusiones de bajar la administración del expresidente Iván Duque, de que el único grupo armado anti-Estado en este momento, según ellos, fueron los LN. Pero hoy tenemos claro que los AGC son anti-Estado, anti-militar, anti-gobierno. Entonces, el plan pistola, mira el paro armado que hicieron en la zona, que básicamente cerraron un tercer parte del país, hasta ciudades tan grandes como Cincelejo. Ellos sí atacan al Estado. O sea, para ellos, el Estado es un generador de violencia, entre comillas. Eso es como se describe el Estado ellos. Entonces, ellos se autodominan como una autodefensa contra todos los generadores de violencia, sea en el ELN o sea en el mismo Estado. Entonces, pues ahora el Estado está con un desafío enorme, que es combatir a este grupo que, como mencionas, tiene una penetración social impresionante. Una práctica que ellos aprendieron de la guerrilla, por ejemplo, es que últimamente cuando entra el Estado para hacer una captura, entran los militares para hacer una captura, el grupo organiza toda la sociedad a salir a rodear la tropa, obligar que deja suelto el captivo. Y entonces así, pues el soldado no puede hacer nada. Entonces le toca retirar de la zona. Están instrumentalizando la misma sociedad para protegerse de la fuerza pública. Y eso es un desafío, pues sí, enorme. Además, sus redes de inteligencia dejan que están advertidos de cualquier operación minutos o horas en avance. Si pasa la patrulla por la carretera, alguien va a llamar al grupo para avisar. Si pasa la patrulla por la carretera, alguien va a llamar al grupo para avisar. Pues es muy claro que ellos tienen una capacidad de penetrar y permear la fuerza pública al nivel local. Y quiero ser muy claro que no es una relación sistemática, no estamos hablando de nuevo paramilitarismo, pero ellos tienen una capacidad de permear, pagar y coaptar las policías que están en la zona, los pobres soldados que se encuentran en las zonas aisladas, hasta el punto que en algún momento un comandante de policía en una de esas zonas me dijo, pues mira, yo tengo que rotar la tropa cada 10 días porque si no están en las manos de ellos. Hasta tal punto que ellos tienen tanto efectivo, tanta liquidez que pueden pagar quien quiera para que miren al otro lado, mientras ellos no hacen sus actividades. Sobre cuántos hombres armados tiene el Clan del Golfo, también hay muchas cifras. Según la Fundación Ideas para la Paz, en su último informe, la cifra es de 6.000 hombres armados. Según el Clan del Golfo, las AGC son mucho más grandes, porque hicieron un censo y la cifra que dieron fue de 13.000 hombres armados. Un número que es muy poco creíble, pero que no deja de revelar una realidad, y es que este sigue siendo el grupo armado ilegal que más crece en Colombia y que más expande. al poder y planteó el escenario de la paz total, es decir, una paz que permitiera el desarme de todos los demás grupos armados que quedaron por fuera del acuerdo de paz del 2016 con las FARC, uno de los grandes desafíos era precisamente lograr una negociación con el Clan del Golfo. Casi dos años después de varios intentos fallidos por firmar y cumplir un cese al fuego, la posibilidad de hacer que fue entendido por el Clan del Golfo como una invitación a abrir un diálogo más sincero. Pues yo creo que al principio de la administración de Petro, ellos llegaron con expectativas bastante altas, bastante altas por algunas razones, pero lo principal fue por la retórica del mismo presidente sobre el perdón social. Ellos pensaban que eso fue un mensaje para ellos, que se puede hacer una justicia transicional. Y después cuando se posicionó el alto comisionado para la paz, Daniel Oroeda, el mensaje que él dio a todos los grupos fue que bajar la violencia y básicamente se puede seguir existiendo. Entonces, eso fue la idea que ellos al principio tenían de la paz total, que se puede tener control, presencia, lo mismo, pero bajar los niveles de violencia. En las palabras de una persona cercana a ellos me dijo, pues mira, el gobierno tiene que entender que las economías ilícitas van a seguir, pero sí lo que puede haber es una mutación para que sean menos violentas. de la paz total. Es seguir con el control, pero en una forma legítima, por decirlo así. Obviamente eso no es posible, eso no es ninguna negociación y yo creo que se han aterizado un poquito en los últimos meses de que eso no se puede hacer. Entonces tenemos que estar muy claros. Primero, no podemos negociar narcotráfico con ellos, porque no hay nada que se pueda ofrecer el gobierno que es mejor que lo que tienen ahora. En lo económico, no hay nada para negociar. Eso es un asunto de orden público, de la fuerza pública, de combatir esas economías que francamente van a seguir existiendo si son las AGC o son otros grupos. Punto. si son las AGC o son otros grupos. Punto. Pero yo creo que lo que sí se puede negociar, primero la violencia. ¿Cuáles son los incentivos para ellos a sentarse en la mesa? Yo creo que hay dos. Primero es el ego. El ego. El ego, la legitimidad. Ellos no entienden, no les cabe en la cabeza, porque ellos tienen una historia de más que 15 años, tienen todas las formas de operación y control y gobernanza que tienen los demás grupos, pero ellos no están considerados para sentarse en la mesa. Eso para ellos es muy curioso, y de verdad, quieren sentarse para sentirse legítimos en los ojos del país, de que son un actor en el conflicto, que hacen parte del conflicto, y eso no se puede negar. Lo que ellos buscan, yo creo que es una fórmula parecida, francamente, a justicia y paz, que es un intercambio de confesiones, verdad, por penas reducidas. Eso es una fórmula que, y eso lo hemos visto, que a algunos objeto ponerle fin al proceso de justicia y paz, que quedó indefinido y que tiene por eso en ascuas a muchos de los comparecientes, o a casi todos los comparecientes. Para Elizabeth Dickinson este es un proyecto que les podría interesar al Clan del Golfo, si se llegara a aprobar? Pues yo creo que les interesa sobre todo porque los que tienen en la fiscalía unas cargas muy largas, ellos saben que su fin es o estar capturado o muerto en combate o pasar toda la vida en el cárcel. Entonces, en este punto de la vida les interesa tal vez abrir unas verdades en cambio de seguir viviendo. Al otro lado, yo creo que hay muchos jóvenes de los 18 años hasta 24, póngale, que entraron sin entender realmente de qué se trataba, entraran con la propuesta de ganar salario, tener una vida, sacarse adelante, tener poder en la misma comunidad, encontraran otra realidad, pero ya no hay salida. Entonces yo sí creo que hay una parte que se puede sacar de la tropa por este lado. Obviamente hay que pensar en los manos medios, hay que tener muy claro de que habrá una disidencia de este grupo que va a continuar en el narcotráfico y otras economías ilícitas, hay que tenerlo claro. Pero yo creo que lo que he escuchado directamente del grupo y también de otro nivel, de Don Mario, es que lo que les interesa es un proceso mucho más estructurado que lo que hubo en Justicia y Paz en cuanto a la reincorporación. La seguridad para excombatientes, proyectos económicos, una reintegración en la vida civil. integración en la vida civil. Y entonces sí, se puede armar una propuesta. Yo creo que les interesa al menos a una parte de esa organización. Hoy el Clan del Golfo tiene un nuevo líder. Se llama Chiquito Malo. Él es un ex miembro de la SAUC, que decidió no formar parte del grupo de paramilitares que hicieron la paz en la época de Álvaro Uribe y decidió inmediatamente integrar otro ejército privado, las AGC. Sobre cómo fue el ascenso de Chiquito Malo luego de que se extraditó a Otoniel a los Estadosias Chiquito Malo o Javier, su liderazgo no fue asegurado porque tenían un par de rivales dentro de la fila. Entonces lo que él hizo fue un intento realmente muy estructurado de convencer a todos los diferentes bloques y frentes a reconocer su liderazgo. Mandó emisarios para convencerlos también y en los últimos meses hemos visto aún más fuerte que ha cambiado algunos mandos, hasta mandos medios, por personas sacando a él. Exacto. Entonces, hoy, digamos, podemos decir que la línea de mando del grupo es mucho más claro que antes. Mucho más claro que las frentes y los bloques tienen autonomía en ciertos temas, sobre todo cosas económicas como extorsión o cómo regular la vida. Pero en los temas de alta rentabilidad, los temas políticos, en los temas de alta rentabilidad, los temas políticos, quien tiene control es el Estado Mayor de los AGC, que está liderado por Chiquito Malo. Aquí hay un paréntesis, y un paréntesis es que hay que entender su estructura. Ellos tienen tres ramas, tres ramas, y en cada estructura, desde los escuadrones más chiquitos, de 10 personas, hasta los bloques, hasta el Estado Mayor, tiene tres ramas, y en cada estructura, desde los escuadrones más chiquitos de 10 personas, hasta los bloques, hasta el Estado Mayor, tiene tres ramas. Son los armados, pero también lo económico y lo político. Y reclutan por todas esas tres ramas, pagan todas esas tres ramas, y cada vereda, cuando uno visita una vereda donde ellos tienen control, toda la población sabe quién es el jefe económico, quién es el jefe político, y quién es el jefe económico, quién es el jefe político y quién es el jefe armado. Entonces, eso es un alcance mucho mayor, no solo armado, eso es un ejército, pero mucho más allá de eso. Eso es un grupo armado, pero no solo eso, eso es un grupo que tiene control, gobernanza. Entonces, el muerto de Siopas fue una parte de la consolidación del liderazgo de Chiquito Malo. Y eso se nota por la forma en la que lo mataron. O sea, el cuerpo totalmente mutilado y dejado en la carretera pública por días. Para mostrar. Para mostrar. Mandó un mensaje. violencia simbólica, también con sus estructuras económicas, políticas y armadas, les hace una estructura bastante fuerte en todas las regiones. Entonces, por ejemplo, los jefes económicos, que sí tienen autonomía a cierto punto del nivel local, pero es obvio que ellos están reportando las rentas al Estado Mayor. Entonces, en temas de narcotráfico, por ejemplo Les toca mandar una parte de las rentas al Estado Mayor Una forma de compartir los ingresos Que fue un modelo desarrollado realmente por Dan Mario en los AOC En los bloques centenarios Que mandar 50% de las rentas desde lo local hacia el Estado Mayor para poder mantener la estructura. En los 90, volviendo a cierre historia, la alianza que se forjó era una alianza entre el narcotráfico, el ejército, entre el narcotráfico, la fuerza pública y los grandes señores de la tierra, que financiaron un ejército privado que se convirtió después en las famosas autodefensas de Colombia. Hoy el gran interrogante es cuál es el papel que están jugando los grandes señores de la tierra? Si es que están jugando un papel o no en esta nueva recomposición de la guerra que se recicla tanto en Colombia. Pues yo creo que es una alerta temprano muy grave para el Estado, porque lo que significa es que ellos confían más en las AGC para proveer seguridad que el mismo Estado. ¿Y eso lo estás viendo tú en zonas como el Cesar? Sí, exactamente. En las zonas donde ellos están entrando, tienen una relación, unas redes fijas, digamos, con la parte económica para asegurar que ellos están seguros. Ellos prestan servicios. Eso es algo muy importante. Ellos prestan servicios a grandes negocios. Por ejemplo, grandes negocios de aceite palma, de grandes extensiones de ganadería. ellos prestan el servicio de seguridad y entonces la gente paga por eso. Es lo mismo que hacen para el narcotráfico, por decirlo así, o sea, ellos prestan servicios de seguridad para el tráfico de drogas, hacen lo mismo para los tenientes, hacen lo mismo para los grandes mineros por un impuesto que paga la mina y en algunos casos multinacionales. O sea, minas que tienen licencia, que son legales, les toca pagar al grupo por servicios de seguridad para asegurar su operación. Y en el caso de los terratenientes, ¿tú ves eso en el Cesar y en qué otras partes? ¿Córdoba? En Córdoba es muy pronunciado. Su relación con los élites es bastante histórica, además, y familiar. Y yo creo que lo que ellos quieren lograr es formar, crear esas mismas relaciones en nuevas zonas. Por ejemplo, ellos están entrando en la Guajira. Hay que prestar atención a la Guajira, porque ellos quieren tomar la frontera con Venezuela del ELN y van a utilizar todos sus herramientas en la caja para lograrlo, convencer a las comunidades, acercarse a los tierretinientes, armar todo el programa de entrada. el programa de entrada. Gustavo Petro ha dicho que su estrategia de seguridad está regida por dos cambios que se han registrado en los últimos años en Colombia. El primero es que se acabó la lucha armada en este país, tras el acuerdo de paz que se hizo con las FARC. Y que el gran desafío de hoy es la violencia que genera las bandas criminales, las organizaciones que se dedican a la extracción ilegal, al narcotráfico y a las economías ilegales. Y que ejercen un poder local que está impidiendo que la población civil que vive en esos territorios pueda moverse libremente, pueda pensar libremente y pueda tener sus negocios libremente. no solamente tienen una relación con el poder militar local, sino que tienen una injerencia muy alta en la definición de políticas públicC, hay integrantes de las alcaldías que son citados a reuniones en las que incluso se discute la disposición presupuestal de los municipios. Así lo han señalado exintegrantes de la organización quienes describen la convocatoria y realización de reuniones con fusionarios de alcaldías en zonas como Urabá. Y en este sentido estoy de acuerdo con el diagnóstico de Gustavo Petro. Yo creo que hay que profundizarlo un poco más en el sentido de que ellos han aprendido por muchos años de que la forma para controlar territorio, que es lo que necesita para ganar las rentas de narcotráfico, de minería, de extorsión, de ganadería. La forma más eficaz para controlar territorio no es enfrentar al Estado, es al ejército, no es buscar combates, es controlar la población civil, someterlos. Entonces, su nivel de control poblacional, control social, permeación en la vida, control social, permeación en la vida, es hasta tal punto de que no se puede cuestionar su liderazgo, su mando. En algún momento me dijo una persona, una residente de estas zonas, pues aquí no podemos negar que ellos hacen parte de la sociedad, porque no podemos negar que ellos son quienes mandan y son sus propios primos, tíos, hermanos, hacen parte de ellos, de nosotros. Entonces es un poco más complejo que bandos criminales, porque tienen un tejido social, tienen un tejido social. Y el riesgo, yo creo que corremos un riesgo de que si no enfrentamos esta amenaza hoy, va a permear hasta los fines de la sociedad, o sea, hasta las raíces, y ellos están ahí sembrando raíces con intencionalidad. Tal vez lo último para sobrellevar es que esto es una organización bastante ambiciosa. Lo que me contaron es que su ambición es controlar la Costa Pacífica, Costa Atlántica y todas las zonas productivas de Colombia. Y están en eso, porque no solo tienen la ambición, sino también tienen la capacidad. Entonces miramos que ellos están expandiendo hacia Catatumbo, hacia Valle de Cauca, hacia el sur de Bolívar, van a controlar toda la Magdalena Media. Están. En el Magdalena Media ya están. Elizabeth, una última pregunta. Hoy, lo que está sucediendo es que el grupo que más se ha expandido es el Clan del Golfo y está afectando o copando territorio, sobre todo que era el territorio del ELN. Cuando uno escucha lo que dicen sus comandantes, en los comunicados que hacen, hablan de que son una organización político-militar antisubversiva. ¿Eso qué significa? Y si el objetivo de ellos es realmente acabar con el ELN. El Ejército Gaitanista de Colombia, como organización político-militar, reiteramos nuestra voluntad de paz pese a la confrontación en medio del conflicto. a la confrontación en medio del conflicto, nuestro accionar no va dirigido contra las fuerzas del Estado, sino contra el accionar guerrillero que sigue avanzando en nuestro país. Su objetivo es tomar todo el territorio del ELN y si uno mira las fronteras abiertas que tiene para expansión, muchos son las áreas mineras del ELN. Sur de Bolívar, Sogovia, el este de Antioquia, el mismo corredor minero en Cesar, Chocó, obviamente, Bajo Calima, Valle de Cauca. Ellos están buscando sacar ELN de sus zonas mineras. Y ese es uno de los objetivos estratégicos que tiene. Se nota, o sea, solo hay que mirar una mapa donde están posicionadas sus tropas y están ahí a la puerta del ELN, tocando, esperando entrar, apenas que el ELN, o sea, deja bajar la guarda. La guardia. Y el MC y su relación con el MC, ¿cómo es? Muy interesante, porque no teníamos ningún combate entre AGC y Estado Mayor Central hasta el diciembre. El diciembre, por primera vez cruzaron. En Catatumbo. En Catatumbo, pero también en Antioquia y sur de Bolívar. Bolívar. La Frente 63 en Antioquia está minando todas sus áreas alrededor de Briseño y el norte de Antioquia para que no entran los AGC. Entonces tenemos no solo las problemáticas de violencia por los propios AGC, sino las reacciones de los otros grupos, los confinamientos del ELN en Chocó, las minas antipersonales que están sembrando para evitar la entrada de las AGC. Mira que en todos los ciclos de diálogo con el ELN y el gobierno, el ELN exige a la fuerza pública que por favor se vaya a las zonas donde el AGC está tomando territorio nuestro. En cuantas palabras, pero así dicen. No, claro, y que están minando, pero ellos también minan cuando se devuelven. Lo que pasa es que minas son una táctica que se utiliza cuando el grupo está débil. Las AGC no están perdiendo en ningún lado, entonces no les toca minar. ¿Qué es la Agencia de la Justicia? en los que ejercen control e influencia, tanto política como económica y social. Prueba de ello es que han logrado demostrar que tienen un poder sobre la sociedad civil, porque la han movilizado en varias ocasiones, como hemos visto en los paros armados. Las AGC mezclan el know-how de la guerra que la guerrilla impuso en las zonas donde ejerció control por muchos años y una gobernanza que también viene de aprendizaje por la vía de las autodefensas, que la relaciona con los poderes locales, con los alcaldes, con los concejales y con las autoridades locales de la fuerza pública, así como con las élites económicas de esas regiones. Todo eso lo manejan de manera paralela con su gobernanza criminal, de manera paralela con su gobernanza criminal, porque se han convertido en los controladores de las rentas ilegales. Y aunque provienen del reciclamiento de una guerra, muchos de sus cuadros, pues, no son ideológicos. A diferencia de lo que sucedía en varios cuadros de la ZAUC que se crearon en los 90. No son ideológicos y tampoco los motiva una lucha contra insurgente, sino más bien su necesidad de expandir sus fronteras económicas y su poderío, sin necesidad de que muchas cosas cambien. Lo que es cierto es que quien ha ido más lejos en una negociación con el Clan del Golfo no ha sido Gustavo Petro, sino Juan Manuel Santos. Durante su gobierno, por cuenta de una iniciativa de las AGC y del propio Otoñel, se inició un proceso y el gobierno Santos designó al vicepresidente Oscar Naranjo para liderarlo. Este grupo armado, AGC, designó en ese momento una comisión de civiles, casi todos abogados, para que hicieran los acercamientos con el gobierno de Juan Manuel Santos, una negociación que se prolongó durante todo el semestre del 2017. Esta comisión mantenía línea directa con Otoniel y desde el comienzo se pidió un marco jurídico especial que posibilitara el sometimiento colectivo de la organización, no sometimientos individuales, como estaba contemplado hasta ese momento en la ley. El proceso llegó a estar tan avanzado que la iglesia católica destinó un antiguo seminario para que allí se concentraran los primeros grupos durante la desmovilización. En ese momento se hablaba de 5.000 efectivos armados en todo el país que serían inmediatamente desmovilizados. El 5 de septiembre del 2017, un día antes de la llegada del Papa Francisco a Colombia, Un día antes de la llegada del Papa Francisco a Colombia, Otoniel apareció desde las selvas en público en un video saludando al jerarca y allí declaraba que su organización quería ser parte del fin del conflicto para llegar al desarme total de todos los grupos armos del país. Me ha visto obligado durante más de 30 años de empuñar las armas. Estoy convencido que la única salida para el conflicto es el diálogo. Por eso le pido humildemente sus oraciones para que este objetivo sea una realidad. Su santidad, somos hombres de Dios, respetuosos de la ley divina, con deseos intensos de retomar una vida normal al lado de nuestras familias, viendo crecer nuestros hijos, dando todo nuestro amor y empeño para que sean los mejores seres humanos. Sin embargo, un mes antes de que Santos saliera del poder, se logró presentar una ley, la 1908, que no terminó siendo realmente la ley que esperaban los hombres de Otoniel, porque terminó siendo una ley concertada por el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez, que tenía además una vigencia de apenas seis meses para que los grupos armados se acogieran a ella, y colocaba además requisitos muy difíciles de cumplir en tan corto tiempo. Cuando llegó Iván Duque a la presidencia, ni él ni su comisionado de paz, Miguel Ceballos, mostraron interés en proseguir los diálogos y tampoco en ampliar el plazo de seis meses para que se pudiera adelantar el proceso. Duque insistió desde el comienzo que su gobierno tenía claro que no negociaría con narcotraficantes y por eso no le interesó nunca prorrogar esta ley. En el gobierno de Petro llevamos dos años y las negociaciones ni siquiera han iniciado y con excepción de un cese al fuego fallido, las negociaciones han sido prácticamente nulas. Esto es Afondo. Mi nombre es María Jimena Duzán. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Editora de contenido, Ana María Girón. Gestora de audiencias, Beatriz Acevedo. Postproducción de audio, Daniel Chávez Mora, música original del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Dussan