Una amiga me vendió a una red de trata de personas - invitada: Alison Vivas

Una amiga me vendió a una red de trata de personas - invitada: Alison Vivas

05 de dic de 2024

En este episodio de Vos Podés, el Podcast, conocemos la dura experiencia de Allison, una mujer colombiana que fue víctima de una red de trata de personas. Atraída por falsas promesas de una amiga cercana, terminó viviendo un infierno al ser explotada en otro país. Su relato busca no solo liberar su alma, sino también advertir a otras mujeres sobre los peligros de estas situaciones.

Capítulos

Introducción a la historia de Allison

Allison comparte por qué decidió finalmente contar su historia después de muchos años de silencio. Inspirada por otros relatos en el podcast, desea que su experiencia sirva como advertencia para otras mujeres.

El origen del engaño: una amistad peligrosa

Allison detalla cómo ella y sus amigas, de clase media-baja, fueron influenciadas por los lujos que una de sus amigas mostraba en sus redes sociales tras viajar a otro país. Esta amiga les ofreció la oportunidad de ir a México, a trabajar en un supuesto restaurante, plantando así la semilla del engaño.

El inicio de la pesadilla: llegando a México

Al llegar a México, Allison describe que fue llevada con engaños a un lugar donde se le confiscaron sus documentos y se le hizo firmar un contrato por una deuda impagable. Poco a poco descubrió que estaba atrapada en una red de trata de personas.

Sobreviviendo en un ambiente hostil

Allison vivió en condiciones de explotación, enfrentando la presión de pagar una deuda astronómica a través de servicios y consumiciones. Narra cómo este ambiente la destrozó emocional y físicamente, empeorando cuando enfermó gravemente.

El rescate y el camino a casa

Finalmente, Allison fue rescatada en un operativo policial, gracias al valor de una chica que logró escapar y denunciar la red. Describe su regreso a Colombia en un avión de la policía y el reencuentro con su familia.

Conclusión

Allison ahora es una sobreviviente y ha reconstruido su vida como emprendedora en la moda. A través del podcast, busca advertir a otras mujeres sobre los peligros reales de las falsas promesas que pueden conducir a la trata de personas. Ella espera que su historia inspire a otras personas a denunciar y evitar que nuevas víctimas caigan en estas redes.

Menciones

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               Atraída por falsas promesas y la esperanza de un futuro mejor, Allison aceptó la invitación de viajar a otro país, sin imaginar que el destino de ese vuelo era una red de trata de personas. Una vez más, encontrándonos en Vos Podés el Podcast para conocer esas historias inspiradoras y transformadoras que nos invitan a la reflexión. Y hoy vamos a conectar con la esencia, la vida y la historia de Allison. Allison, bienvenida. Muchas gracias, ¿cómo estás? Feliz de tenerte acá, ¿tú cómo te sientes? Nerviosa. Sí, ¿por qué? Muchos años guardando la historia, ya necesitaba sacarlo de mi sistema. Bueno, pues ¿qué tal si empezamos por ahí, Allison? ¿Qué te motivó a compartir nuestra historia? ¿Qué te motivó a compartir nuestra historia? Es complejo porque durante mucho tiempo quise tratar de transmitirlo de alguna forma, como testimonio, como que sirviera para que no le pase a nadie más, pero no encontraba un modo de hacerlo. Vi cantidad de tus podcasts y dije, es una puerta muy bonita y de repente si yo hago público todo lo que me pasó, si yo cuento mi historia, puedo llegar a cantidad de mujeres, entonces te vi a ti como una oportunidad increíble para poder hacerlo y siento que lo necesito. Te aseguro que va a valer la pena que estés aquí, porque no solamente te vas a liberar, lo cual es importantísimo para tu alma, sabiendo que llevas mucho tiempo guardando esto, sino que además cuando las personas escuchen tu historia, van a decir sin duda Alison, gracias. Gracias por compartirlo. Y para entrar en materia, yo sí quisiera hablar de un tema que tú mencionaste en la convocatoria abierta cuando te suscribiste a través de www.bospodes.co. Ustedes saben que ahí las mujeres que quieren hacer parte de nuestro podcast nos comparten su historia y tú nos compartías algo que tiene que ver con la amistad y esto te lo digo entre comillas, así que quiero que este sea el punto de partida de nuestra conversación. ¿Qué pasó con esa amistad? Bueno, yo te cuento, éramos un círculo de unas cinco o seis chicas más o menos, pero habíamos tres muy muy cercanas. Sí. Entre ellas está la chica que me llevó a méxico ella se fue primero que nosotros entonces empezó a subir fotos tenía vídeos y demás no sé o sea creo yo que durante los tres o cuatro años que fuimos amigas eran cosas que nosotras nunca pensamos que alguna de las tres o cuatro años que fuimos amigas, eran cosas que nosotras nunca pensamos que alguna de las tres o de las cinco pudiera llegar a vivir. Entonces, siento yo que de ahí partió todo. Pero estabas diciendo que ninguna de las tres podría llegarlo a vivir. ¿Por qué? Ustedes en su combo de amigas, como lo decimos particularmente en Colombia, como que tenían un estilo de vida particular y esto después se transformó, ¿o por qué lo dices? clase media-baja, que tú vas a la universidad, ciertas rumbas sí se puede, o salir a comer y demás, pero pues más allá de eso ninguna cruzaba la edad o no tenían las posibilidades económicas de llegar a tener unas experiencias como las que ella ya estaba viviendo. Partiendo de ahí creo yo que empezó el sueño de nosotras, de tan chévere lo que le está pasando a ella, o ay tan rico, mira lo que me envió, cuando nos hacía videollamadas y demás, pues nos sentíamos nosotras como muy emocionadas de ver todo eso, que seguramente es como lo que los colombianos decimos, ay yo no conozco el mar tan chévere que se ve eso. Más o menos una sensación similar era la que nosotras teníamos. O sea que tu amiga sale de Colombia, se va para otro país y empieza a vivir ese sueño, pues, de la vida perfecta, soñada. Y ustedes, el resto de amigas, empiezan a ver a través de las redes sociales las fotografías de lo que ella estaba viviendo. Un día recibimos una videollamada de ella y nos mostró como el espacio donde estaba trabajando. Dijo, ay, es que no, acá es súper chévere, es muy básico lo que tenemos que hacer, es más como ser recepcionistas, como tipo jurers, nosotros recibimos al cliente, le pasamos la carta, lo que él vaya a pedir, es más como servicio a la mesa, pero como tal nosotras no entregamos los alimentos, sino que solamente hacemos como el proceso de llevarlos a la mesa y ya. O sea, dentro de un restaurante. Sí, ella nos mostró como, pues sí, el espacio se veía tal cual como un restaurante. Y ella les hizo este recorrido así, ta, ta, ta. Sí, nos mostró la barra, entonces, bueno, en fin, el caso es que ahí quedó, no sé cómo explicártelo, qué palabra utilizar, como la semilla de la duda. Las antojó. Sí, como que nos antojó, como que quedamos nosotras ahí y bueno, y qué hay que hacer para trabajar o cómo llegaste a ese punto. llegaste a ese punto entonces nos explicó y ahí les voy a presentar a mi jefe no pero como que no está en este momento no no lo veo así como en la mirada de ok no está pero le voy a pedir a él si de pronto no sé si exista la posibilidad pero de pronto me ayuda a traerlas aunque sea de a una no qué emoción o sea yo ya nosotras después de lo que habíamos visto en las redes de ella y de ver el sitio y lo que tenía que hacer pues para nosotras no mar lo que habíamos visto en las redes de ella y de ver el sitio y lo que tenía que hacer, pues para nosotras, no, maravilloso. ¿Por qué? Porque vas a estar en otro país, vas a ganar una cantidad de dinero significativa aquí. Entonces son mentalmente muchos sueños cumplidos que tú ya trataste de imaginar o de ver más adelante, ¿sí? Ya trataste de imaginar o de ver más adelante, ¿sí? Y yo te escucho y además me emociono porque es que, a ver, estas historias cuando uno las escucha dice, parece una película y uno se va poniendo en los zapatos de la otra persona. Entonces, pues todo el mundo tiene amigos, todos tenemos amigos. Todos tenemos amigos. Y cuando son esas amigas del alma, esas amigas de ese círculo cercano, voy a poner un ejemplo particular, que sea mi gran amiga, una de mis grandes amigas y me llame, Tatiana, mira esta vida, mira todo esto, no sé qué, yo no tengo por qué dudar, supongo que esa era tu posición. la mamá de ella en especial nos hacía de comer, entonces íbamos a comer a la casa de ella, o de repente vamos que mi mami nos va a hacer once, o en la casa de la otra chica, vamos que están las hermanas de ella que ya eran mucho más grandes, entonces veamos una película todas. Súper amigas. Éramos muy unidas, entonces pues tú jamás vas a sospechar de aquí hay algo más, o ella tiene una segunda intención porque aparte todas estábamos como por la misma edad, entonces para nosotras o para mí, por ejemplo, era increíble, yo nunca pensé algo de ella, jamás me lo imaginé. ¿Qué edad tenías? Yo tenía 22, ella 23 creo, o cumplía los 23. Y entonces te hace esa llamada así súper tentadora y te queda como dando vuelticas en la cabeza. Aparte el uniforme es súper lindo, entonces como que todo lo veía muy perfecto, sí, muy chévere, muy porque a mí no se me dan esas oportunidades o cómo me gano yo esa oportunidad que hay que hacer. ¿cómo me gano yo esa oportunidad que hay que hacer? Pasaron no sé cuántos días, pero fueron pocos, tres o cuatro, le calculo yo, no me acuerdo. Y me escribió en WhatsApp, bebé, envíame, porfa, un video normal presentándote, cuántos años tienes, dónde vives, con quién vives y por qué quieres venir un video cortico envíamelo por whatsapp si quieres ya porque estoy en la calle entonces esperé llegar a mi casa como organizarme y hacerle el video más bonito porque mi idea era sí o sí yo quiero ir y pues es la entrevista la oportunidad de la vida yo quiero ir le hice el video lo mejor que pude y me dijo te voy a dar el contacto de otra persona que es la que se encarga de hacer como todos los papeles y demás para que hables con ella no le dije pero pase o que te dijo tu jefe o no está esperando ver los perfiles de ustedes estoy esperando que luisa me envíe la el vídeo de ella lo que luisa era de otra amiga y la que quedó acá conmigo entonces luisa envió también el vídeo y me escribió como a los dos días también y me dijo a mí no me han respondido nada a ti que te dijeron que no puesire, me pasó el contacto de esta persona, me dijo que ella es como la que se encarga de gestionar los papeles, supongo yo que para trabajar o permiso, lo que sea que necesite, no sé, yo hablé con ella, pero tampoco me ha respondido. Me dijo, ah, bueno, pues, esperemos a ver. En la noche ya me respondió Melisa, que fue la chica que se encargaba como de los papeles, supuestamente. Me responde Melisa y me dice, necesito que me envíes fotos en traje de baño. ¿Qué? Entonces yo le pregunté, ¿por qué fotos en traje de baño? tatuajes, ciertas facciones y demás, porque pues obviamente necesitamos un perfil muy elegante, el restaurante no atiende, digamos, todo tipo de personas, no es que cualquiera tenga acceso, sino que es realmente como costoso, como lujoso, entonces pues que no era como cualquier cosa que necesitaban ver todo. Sí. Yo desde ahí tenía que haber pensado mal, pero no. Dije, no, ni lo pensé, ni siquiera me lo imaginé, porque sería mentirte si te digo que me lo imaginé. No, y es que además yo te entiendo porque el favor que te voy a pedir es que no te culpes. Esa sensación de yo debí, te comprendo, porque uno siempre quiere devolver el pasado y, ay, ¿por qué hice? No te culpes. Además que supongo que porque estaba una amiga de por medio, pues había confianza. Sí, como a ojos cerrados, esto no tiene inconveniente. Bueno, yo envié las fotos, nada del otro mundo, nada del otro mundo, fotos muy normales, así, de hecho, muy tiesa, muy nada que ver, pero dije, bueno, las voy a enviar. Las envié y ya Melissa me respondió al día siguiente en la mañana y me dijo, ¿cuándo podrías viajar? Así de una. Y yo entré como, es verdad, o sea, así, entonces le puse los peros. o sea, así, entonces le puse los peros, y dije, yo no tengo pasaporte, no tengo los recursos para pagar un vuelo, a mí me encantaría, la oportunidad me parece increíble, y les agradezco mucho, pero realmente si todo es así, muy a la ligera, yo no puedo, porque yo no cuento con esos recursos. Me dijo, no, no te preocupes, lo que podemos hacer, solo porque tú eres amiga de Milena y eres recomendada, es que nosotros te podemos hacer un préstamo para que tú, nosotros te compramos directamente los vuelos, y el préstamo sería para que tú saques el pasaporte y para que tú traigas el dinero suficiente con el que debes justificar tu ingreso en migración. traigas el dinero suficiente con el que debes justificar tu ingreso en migración. Entonces ahí le hice la pregunta, ¿ustedes no gestionan como un permiso de trabajo para que nosotras viajemos? Me dijo, sí, pero se hace directamente cuando ustedes lleguen acá. Como tal, ustedes viajan como turistas. Ah, ok. Lo pensé, le pregunté a Milena, le dije de cuánto es la deuda o si yo no gasto el dinero y yo lo devuelvo, solo tendría que pagar el pasaporte y los vuelos que no sé cuánto cuestan. Sí, Meli te envía todo, Meli te envía los comprobantes de cuánto te costaron los vuelos y eso sí te agradezco que el dinero que te envían para el pasaporte y demás, cuando llegues acá, pues tú lo devuelves. Bueno, sin problema, pues no hay lío. Y le pregunté, ¿dónde voy a vivir? Claro. O ¿dónde vives tú? O ¿cómo puedo hacer yo como para un espacio donde yo pueda vivir mientras pago lo que me prestaron para los vuelos y obviamente pues trabajo yo sé que serán no sé 8 o 15 días para que yo pueda pagar eso según mis cuentas y me dijo no me ve no te preocupes es que nosotros acá tenemos una casa donde vivimos todos aunque si cuando yo llegué acá ellos me hospedaron entonces yo tengo mi habitación pero tú puedes vivir acá con nosotros, igual tienes alimentación en el restaurante, entonces por eso no te estreses. No, qué maravilla. Tú llegas y ya el resto lo cuadramos. Y yo, ok, bueno, está bien, tú estás pendiente de mí, sí, yo estoy pendiente de ti. ¿Lo hablaste en tu casa cuando estabas en este proceso de tramitar tu viaje? ti. ¿Lo hablaste en tu casa cuando estabas en este proceso de tramitar tu viaje? No, no, porque es que sin adentrar en más información, mi mami trabaja demasiado todavía, entonces no era que tuviéramos una relación lejana o que peleáramos o algo así, sin embargo sentí que no era necesario y aparte de eso creo que yo te lo dije a ti cuando hicimos la pre entrevista para mi mami todo era trata de blancas o todo era mal negocio o lo que fuera yo iba a la tienda y mi mami es de esas que si yo me demoro 20 minutos en la tienda aún a la edad que tengo me escribe qué pasó dónde estás entonces yo pensaba si yo le cuento a ella va a poner el grito en el cielo y va a decir que todo está mal y no quiero porque yo sé que está bien porque yo voy confiada que está bien y lo que yo quiero es ayudarla preferiste evitar si yo dije no que no es necesario ok bueno en fin Melisa me escribió, me hizo como todo el proceso de pedirme mis datos y me dijo, primero necesito que saques el pasaporte. Hace siete años, no sé ahora, el proceso de sacar el pasaporte era de un día para otro. Tú ibas, ni siquiera era con cita, era con un turno. turno entonces pagaba sacabas tu turno enfrente de la oficina de los pasaportes te sacabas las fotos y vas con las fotos y el día siguiente tu pasaporte y ya está eso fue lo que yo hice con el dinero restante que ellos me enviaron era el dinero sagrado que yo tenía que guardar para cuando cruzara y llegara al aeropuerto de Cancún. Ok, ¿cuánto dinero te enviaron? No recuerdo exactamente, más o menos creo yo que eran como unos 1.200, pero pues lo que... ¿Dólares? Sí, lo que yo saqué para el pasaporte y lo demás era justificación, porque a mí lo que me explicó Melisa era que yo tenía que justificar más o menos cómo iba sola, entre 200 y 300 dólares diarios, porque se supone que mi viaje era únicamente de una semana. Entonces, pues no necesitaba más dinero. Ya le envié los datos de mi pasaporte, ya le envié lo que faltaba, y ella me compró los vuelos. Me dijo, vas a volar el 13 de marzo. ¿De qué año? Del 2017. vas a volar el 13 de marzo ¿de qué año? del 2017 yo pensaba en mi cumpleaños me faltaba una semana para cumplir años yo cumplo el 8 de marzo yo, oh por Dios, mi cumpleaños mi mamá no importa no importa porque es la oportunidad de la vida yo no, algo hago no importa entonces el 13 de mayo mi mami se fue a trabajar como lo hace normalmente, yo llené la maleta con lo que pude, ni siquiera escogí, ni siquiera pensé, fue como lo más importante, lo que yo pensaba en mi cabeza que necesitaba, agarré mis tiquetes y me fui, agarré mis tiquetes y me fui. Llegué al aeropuerto, no le avisé a nadie, no tenía a quién despedirme, nada. La única que sabía era Luisa. Que es tu otra compañera. Sí. ¿A ella no la llamaron? Luisa sí sabía que yo me iba ese día. A ella no le habían llamado, no le habían respondido aún nada. Ella me dijo, pero en serio, te vas a ir así y no nos despedimos no hicimos una rumba no hicimos una fiesta chevere me voy me voy porque estas cosas no pasan dos veces y me dijo entonces cuando llegues allá si vas a tener como una habitación o algo así dile a mí le que si yo puedo estar en la misma habitación contigo no importa si tenemos que dormiras, pero que nos podamos quedar en el mismo espacio. Bueno, ya yo llego allá y te cuento cómo es, porque no tengo ni idea. Me dijo, bueno, amiga, no sé qué, Dios te bendiga, que te vaya bonito. Y yo me fui solita. Solita, yo no iba con nadie más. Yo iba con Dios. Saliste desde Bogotá al aeropuerto. Sin decirle a nadie. Llegué al aeropuerto, tomé el vuelo sin problema, quedó a no vacaciones, sola, sí me voy a encontrar con mi pareja que está en México. Esas indicaciones te las habían dado, como lo que tenías que decir al llegar. Se me pasó esa parte, Melisa me dijo, ok, aquí están tus vuelos, te compré ida y regreso. Obviamente tienes que llevar la impresión de los dos porque en migración te van a solicitar como tu vuelo de regreso. Sin embargo, pues eso no es relevante. Bueno, ok. Y lo que tienes que hacer es, en cuanto al filtro de Colombia, cuando pases acá, voy de vacaciones, me voy a encontrar con mi pareja en México. Cuando llegues al aeropuerto de Cancún, por ningún motivo te vayas a cruzar por cualquier filtro, vas a pasar por el filtro número uno. Ok, el filtro número uno, yo ya más o menos tenía mi mapa mental de lo que tenía que hacer, me dijo, te va a atender una mujer, a ella le vas a decir que vienes a visitar a tu novio que está en México, cuando te pregunte el nombre de tu novio, tú le vas a decir este nombre y vas a decir que él es representante de eventos. Ok. por lo del restaurante y bueno, sin problema. Llegué a México, creo que el vuelo se demora cinco o seis horas, tengo presente, llegué más o menos como sobre las seis de la tarde, cinco o seis de la tarde, ya estaba un poquito oscuro. Llegué, efectivamente llegué al filtro, todos los demás estaban como con una o dos personas, había muy poca gente. Y el filtro 1 solo solo solo solo y creo que sabían cómo iba vestida porque en cuanto yo cruce la banda recogí mi maleta y fui como a buscar cuál es el número del filtro la señora me hizo así bueno que seguir pasillo pase el filtro y solamente me preguntó a qué viene le dije vengo de visita deaciones, voy a visitar a mi pareja, es esta persona. ¿Y a qué se dedica él? Le dije, es representante de eventos. Me dijo, ok, me puso el sello de 90 días y seguí. Tal cual como estaba planeado. Sí, lo único fue que ella me dijo que me iban a poner el sello por una semana y el sello me lo pusieron por 90 días. Ok, y cuando viste ese sello por una semana y el sello me lo pusieron por 90 días lo que y cuando viste se yo pues no pero duda estuve de buenas y yo como voy con dios siempre yo dije ok a mí todo lo es un bueno me pasa llegué y salí buenos aquí están los filtros y tú sales un poquito y está como la puerta donde tomas taxi o no sé a dónde vayas, así como acá, pero pues obviamente un aeropuerto mucho más pequeño. Y yo salí como perdida, así mirando hacia los lados como, ¿aquí qué hago? Porque ella ya no me había explicado, ya no me había dicho, te recoge alguien, sino que me dijo que buscara Wi-Fi para avisarles que había llegado. Ok. Bueno, aquí no hay red, este aeropuerto está como muy precario, ¿qué hago? ¿De dónde llamo? Estaba buscando la opción para llamar. Sí. Yo, bueno, ¿ahora qué hago? Cuando vi a un señor súper alto, gordo, como con cara de pocos amigos, y me hizo así. No, no, este no lo conozco. Y seguí como en mi cuento de buscar dónde llamar y me dijo, ¿tú vienes con Melisa? Entonces yo, ah, ok. Sí, hola, ¿cómo estás? Mucho gusto, yo soy Alison. Sí, sí, vengo de parte de Melisa, pues yo quería hablar con ella, estaba buscando cómo llamarla. llamarla, ay no, tranquila, dijo yo vengo por usted, yo ah ok, cogió mi maleta, la subió a una camioneta en la que estaba un poquito más atrás y me dijo súbase a la camioneta y esperamos porque me falta una niña, cuando yo me subí no había nadie más, yo estaba sola con él, o quiere comer algo, no, no señor, gracias, me dijo bueno, pero vamos a esperar porque el vuelo está retrasado y viene desde Barranquilla. Colombia también. Y le dije, ok, pero yo no, pues no vi otro vuelo que llegara de Colombia. Me dijo, por eso, está retrasado, entonces vamos a esperarla. Esperamos yo creo que unas dos o tres horas ahí. Ay, muchísimo. En el calor horrible. ¿Hablabas con él? Él solamente estaba pegado al celular. Ok. Y tenía aquí un teléfono y acá tenía un audífono como manos libres no, como esos que tienen los escoltas que tienen como un cablecito enrollado, así tenía uno de esos el señor misterioso pero pues yo bueno, pero en ese momento no encontraste como wifi para comunicarte con alguien, estabas solo confiada en este señor o también, no, en esa zona no había wifi y en el 2017 ¿En ese momento no encontraste como Wi-Fi para comunicarte con alguien? ¿Estabas solo confiada en este señor? No, en esa zona no había Wi-Fi y en el 2017 todavía existía en México el tema de llamar con tarjetas. Entonces, si tú eres extranjero y llegabas allá en ese entonces, lo que tenías que hacer era comprar una tarjeta y esa tarjeta te permitía llamar a Colombia, bueno, a cualquier país. Bueno, no encontré el bendito wifi, no encontré cómo llamar, pero pues yo dije, bueno, ya la embarré, ya en últimas horas pongo en contexto a mi mamá y le digo porque llevo como ocho horas sin aparecer, bueno en fin, lo que yo todo lo solucionaba con la mente porque yo iba súper positiva de que no pasaba nada y no sé la hora porque no tengo idea de la hora y llegó una chica preciosa, una muñeca muy linda de 18 años, super linda, de ojos claros, una costeña hermosísima. Y llegó super feliz, hasta orazó al señor. Hola, ¿cómo estás? Tú vienes por mí, no sé qué. Y le subió la maleta al carro. Bueno, cállense. Ay, señor tan... ¿Dijo eso? Sí, dicho, qué señor tan grosero, pero pues como yo ya lo había visto como muy serio, como con cara de pocos amigos, dije, ok, no hay lío. ¿Y te hiciste como amiguita de ella? Sí, ya en la parte de atrás de la camioneta, entonces me dijo, yo vengo de Barranquilla, a mí me invitó mi amiga Alida. Me dijo, Alida me trajo, y ella y yo estudiamos teatro, entonces mi sueño... Otra amiga... Me dijo, mi sueño es terminar de pagar acá lo de los tiquetes y eso, ahorrar un poco, irme a Ciudad de México, porque lo que yo quiero es presentar un casting o tratar de contactarme con alguien en Televisa, yo quiero ser actriz. Me dijo, algún día voy a ser como Teresa, y ella tenía metido que ella tenía que ser como Teresa, y se sabía de memoria partes de la novela, creo que fue la novela, y lo hacía súper bien, me hacía reír, súper chistosa, y yo, ah, pero tú ya has trabajado, no, es mi primer trabajo, tus papás saben, sí, claro, ellos conocen a Ali, no sé qué, ah, ok, no, chévere, ok, nunca supe cuál fue la tal Ali en ese momento, dije, no, no, no la tengo presente, pero pues chévere que haya otra persona, otra colombiana conmigo, ya, te sentías más más en confianza ya nos llevaron a una casa súper bonita porque no puedo decir que fue una casa así como de mala muerte o algo que también me generará desconfianza no una casa muy linda nos dejaron ahí con las maletas y salió otra señora colombiana paisa y me dice el que nos llevó les presento a Angélica ella es quien se va a encargar de ustedes, ella está encargada de las llaves de la casa de la cocina, de los cuidados de la casa, entonces con ella se doblan para saber dónde van a dormir yo esperaba encontrarme a Miley, nunca la vi estoy desesperada por tu amiga no la vi, pero ya me dejaron comunicarme ya tenía wifi, entonces yo como que mami, estoy bien, conseguí trabajo, estoy en México, pero acabé de llegar, yo te cuento, estaba tacadísima llorando, Dios mío, y con quién se fue, y por qué no me dijo, pero pues todos tenemos la versión bonita para darle a los papás que estoy bien no pasa nada y pues odio escucharme verme saber que estaba bien ya se tranquiliza tranquilizó no le gustó claro pero se tranquilizó no había milena de ese día la vi al día siguiente nos acomodaron en una habitación ni grande ni pequeña, normal ¿juntas a las dos? sí, aquí puedes dormir, pero ya mañana nosotros te acomodamos el espacio porque esta habitación está ocupada bueno, ok nos bañamos, nos dieron de comer y caí rendida al día siguiente me levanto y ya me encontré con Milena. ¿Y cómo fue el saludo? La brase, la emoción, bebé, llegaste, bueno, en fin. Y ella se quedó ese día conmigo todo el día, estuvo ahí dentro de la casa. Más o menos a eso de las dos o tres de la tarde que ya habíamos almorzado, ella me dijo, voy a ir al gimnasio. Yo puedo ir contigo, te acompaño, no me quiero quedar sola. Y me dijo, no, porque va a venir Meli a hablar contigo. Bueno, viene doña Melisa a hablar conmigo, ok. Cuando ella se fue, no llegó Melisa, llegó un señor. Y me dijo, mucho gusto, yo soy Edgar, yo me encargo de todo el proceso de contrato de ustedes y me dijo ok, necesito que por favor me facilites tu pasaporte ay no, y yo bueno, le entregué mi pasaporte bajo esta otra niña, la costeña y ella también súper emocionada le entregó el pasaporte y por separado dijo primero voy con ella ya después te hago el contrato a ti primero necesito que me devuelvas el dinero ¿te dijo a ti? sí, me dijo que me devuelvas el dinero que te habían enviado para el dique y yo ok ¿y eso se refería a qué? al dinero que ellos me habían enviado por si me pedían inmigración entonces yo le devolví el dinero y le dije, mira, yo gasté tanto en el pasaporte y esto fue lo que me devolví, esto es lo que yo les devuelvo y aquí está la tirilla de lo que ustedes me habían enviado en pesos colombianos. Me dijo, ok, y puso así el papel hacia un lado y me dijo, sin embargo, ustedes acá llegan y firman un contrato por 170 mil pesos mexicanos. ¿Qué son dólares? ¿Es más o menos qué? En dólares no tanto, en pesos colombianos son 40 millones de pesos. ¡Uf! Mucha plata. Yo no he dimensionado en ese instante la cantidad de pesos mexicanos o de pesos colombianos que yo estaba asumiendo. 40 millones de pesos son más o menos 10 mil dólares. Yo estaba asumiendo muchísimo y ni siquiera lo dimensioné porque dije 170 mil pesos mexicanos, pues... Suena poquito. Lo comparaba con la economía de nosotros y bueno, no es para tanto, ¿cierto? Y me dijo, ok, después de que yo termine de hacer todos los papeles, les devuelvo el pasaporte. Bueno, sí, señor. Sin embargo, aquí quedan con Angélica, se van acomodando en las habitaciones que les van a dar, y yo en un rato o mañana vengo y les explico cómo van a empezar a trabajar. Claro. Y empezaron a repartir las habitaciones, entonces a mí ya no me tocó con la costeña. A la costeña le tocó en una habitación grandísima donde habían ocho camas pequeñas. Ok. Y esa de allá es tu cama, estas de acá están ocupadas, allá vas a guardar tu ropa, aquí y aquí todo esto ya está ocupado, de chicas que nosotros nunca vimos. Bueno, debe ser más gente, pagan entre todos, no sé, nunca la encontré como, hasta ese punto todavía no había visto lo malo del asunto, y a mí me tocó en la misma habitación con Angélica, con la señora que nos cuidaba, entonces Angélica tenía su cama y yo tenía una cama pequeña al lado de ella en la misma habitación una señora súper querida, ella conmigo jamás se metió, la paisa sí, pero sí me dijo eh usted sabe a lo que viene, ¿cierto? sí yo seguía insistiendo en que sí me dijo, ah, pensé que Milena no les había explicado yo, pues es que yo no venía con la costeña la costeña la trajo una chica que se llama Alida ah, Alí trajo la costeña no sabía, yo pensé que venían las dos dije no, yo llegué sola llegué sola porque me recomendó Milena pero bueno, mejor que les haya explicado, con eso no le da tan duro y acomode su maleta ya esta parte de acá, estos cajones que tienen candados son míos, aquí no se puede perder nada yo soy acomode su maleta ya esta parte de acá estos cajones que tienen candados son míos aquí no se puede perder nada yo soy la que maneja todo en esta casa de entradas salidas ya cuando ella me empezó a decir todas esas cosas no yo quedé en shock y yo y ahora qué hago será que yo estoy entendiendo mal o será que porque yo soy amiga milena esto es diferente que hago ¿O será que porque yo soy amiga de Milena esto es diferente? ¿Qué hago? Y le pregunté a Milena, ¿te demoras? No bebé, yo ahora voy. No llegó. Llegó la noche, yo me acosté a dormir y ella no llegó. Y ahí te iba entrando como un poquito de preocupación. Sí, porque no llega. Pero sin embargo, era mi amiga. Estuvimos mucho tiempo juntas en muchas cosas. Ella no me puede hacer esto, esto no... No, yo me estoy imaginando mal. Y le escribí a Luisa. Y le dije, ay, ¿cómo estás? ¿Cómo te va? No, pues chévere, mira que me dieron una habitación, pero yo duermo con la señora que cuida la casa y va a ir con Mili al gimnasio, pero pues acompañarla. Pero el señor que llegó a hacerme el contrato dijo que no. Le entregué mi pasaporte para hacer el contrato. La deuda es de tanto. Y ella me dijo, yo viajo en 20 días. Ya me dijeron que sí, pero yo viajo en 20 días. Vas a estar 20 días solita. Ok. Yo, ¿por qué tanto? tanto me dijo porque yo quiero estar aquí el día del cumpleaños de mi mamá entonces les dije que yo no podía viajar y pues obviamente me dieron esos 20 días y ya pero te dio ya como emoción si tu amiga estaba próxima a llegar si o sea ya no voy a estar sola Milena casi no me ponía atención, por lo menos ya viene Luisa, que con Luisa es que ella y yo nos compartíamos muchísimas cosas, les dije, bueno, ok, hasta aquí está bien, no sé cuántos días pasaron, no mucho, creo que uno o dos, cuando volvió el mismo señor de los contratos, pero ya con unos uniformes blancos, uniformes que yo no le había visto puestos a Milena. Ok. No eran vulgares, pero ya era, ya tenía que haberme dado indicios de que algo, de que yo estaba en problemas. ¿Cómo eran? Como trajes de cóctel, así súper ceñidos al cuerpo, muy brillantes, hasta aquí, hasta la cintura, todo decente, de ahí hacia abajo parecía un taparrabo, solamente tenía cubierto adelante y atrás por una tirilla pequeña. del restaurante, mañana les explico cómo funciona, pero para que lo tengan presente desde hoy, esta es su talla, esta es su talla, y trajeron zapatos, y yo, no, si me había puesto tacones en la vida, había sido por graduarme, bueno, mucho, entonces, bueno, ahí tienen ustedes ya que resolverlo, no sé si Milena le presta, o si a usted le presta a otra persona, bueno, ahí miren cómo se organizan, mañana las quiero arregladas a las 2 de la tarde. Y en tacones las querían. Y maquilladas, lindas, impecables, uñas arregladas, todo bonito a las 2 de la tarde. Que en ese momento seguían siendo la costeña y tú, las únicas que estaban ahí en esa casa. Sí, con Angélica. costeña y tú, las únicas que estaban ahí en esa casa. Sí, con Angélica. Bueno, ok. Yo creo que yo ya llevaba ahí, con ese día que te estoy contando, yo creo que ahí yo ya llevaba como una semana. Pero pues yo no había visto todo lo malo, o sea, yo seguía pensando que si habían reglas, que si habían cosas por cumplir, como yo no había visto más chicas, no había visto cosas raras. Dije, bueno, cuando yo vi la necesidad de salir o sentí la necesidad de salir, ahí ya entendí que estaba en problemas. Le dije, Angélica, yo puedo ir a comprar algo, tengo sed, en la nevera hay agua. Pero es que no quiero agua, quiero una Coca-Cola. Y yo me imagino que aquí cerca tiene que haber no sé, algo, donde podemos comprar algo yo no me embolato, yo soy avispada no es que no pueden salir pero por qué no podemos salir me dijo, es que en serio a usted no le explicaron eso que no podíamos salir, no me lo explicaron me dijo, aquí solamente salen acompañadas de FOCA si FOCA no viene por ustedes, ustedes no se van. ¿Y quién es FOCA? ¿Quién es FOCA? Pues el que la trajo, he dicho. Ok. Ok. ¿Y cómo lo llamó para que venga por mí? No es que usted no puede pedir como si tuviera chofer, él viene por ustedes únicamente para trabajar. Ok. Dios, ¿qué hago? ¿En qué me metí? Le escribí a mí y le dije, ay, sí, bebé, todo eso es normal. No, es que nos están protegiendo si nosotras salimos sin compañía y nos para migración. ¿Tú qué crees que van a decir? Pues digo que estoy de vacaciones. No, ellos te pueden llevar. Ah, ok, nos están protegiendo. Claro, ya te vendía. Yo era mi burbuja de que nos estaban protegiendo, mentira. Al día siguiente a las dos de la tarde, súper incómoda, sí, yo no tengo un bicicletero, yo no tengo con qué cubrirme esto, ¿qué hago? Y le pregunté a Mili, Mili, ayúdame con esto, ya sé que te molesté por los zapatos pero yo te voy a pagar, pero es que no no tengo con qué cubrirme, esto es incómodo y la carcajada de la vida me dijo, te vas a acostumbrar, me dijo, eso no tiene nada de malo no es que estás en la costa, estás en el Caribe o sea, tienes que disfrutarlo bueno, está bien. Ven, el comportamiento de tu amiga contigo durante esos días, ¿se te hizo distante? O sea, así siento, ¿era como la misma amiga que tenías cuando estaba acá en Colombia, o ya sentías como una persona distinta? Como más cruda, como más indiferente a las quejas que yo le daba, como que es normal, o sea, ya relájate, como que te estás quejando mucho, y también me daba pena. O sea, yo me sentía mal en ese momento de, si ella me ayudó, ella me trajo hasta acá. No quiero ser cansona. Si no quiero ser intensa, pues me estoy quejando por todo, yo veo que resuelvo. Entonces, le dije a Angélica, me dijo, no, pero si usted se pone el panty más arribita, eso ya, usted camina rápido y eso no se le nota. Ok. De hecho, igual horriblemente incómoda, dije, bueno, no hay problema. Llegamos al restaurante, en realidad era un restaurante. Ah. Mesas de restaurante, un bar, la barra con licores, todo normal, era un restaurante. Ahí ya no me sonó extraño, o sea, ya no me pareció tan malo. Dije yo, sí, es un restaurante, que tienen como un uniforme maluquito. Sí. Pero pues es un restaurante. Ya te calmaste. Sí. Y ya ahí ya vi más o menos unas 22 chicas. ¿Con uniforme también? Sí, todas de blanco. Y antes de abrir el bar, el restaurante, lo que hacían era, tenía como una escalera grande, y nos ponían a todas de menor a mayor en la escalera, así. Esa era como la apertura del restaurante. Entonces, ese día me tocó, o sea, yo me sentía en un circo, pero dije, bueno, así deben funcionar acá, o esto llama la atención, no, no sé. Todas de blanco desde el primer escalón hasta el último que llegaba al restaurante, todas en fila, recibiendo a los clientes que entraran. Hasta dije, bueno, ok, y a medida que iban entrando, entonces la primera iba entrando con el que estuviera, y así, y ahí en adelante. Lo que me pareció extraño fue la cantidad de personas que entraban. ¿Cuántas habían o qué? Cuando nosotras nos paramos en la escalera como a hacer la apertura y la música y todo eso, yo creo que entraron por lo menos unas 15 personas. Pues obviamente en grupos, pero pues eran... Y no había una sola mujer. Ah, eran solo hombres. Todos hombres, todos. Ay, qué hay. Pero ¿entraban de a uno o armaban como grupitos de hombres? No, entraban en grupo. Sí. Pero cada persona iba entrando con una niña, ¿sí me entiendes? O sea, si iban cuatro amigos, a cada amigo le correspondía una de las chicas de la escalera para que hiciera conversación, para que le explicara dónde estaba la mesa, para que le preguntara por su trago y demás. Yo tenía la cabeza hecha un ocho. Yo dije, o sea, esto está mal, pero no está mal porque es un restaurante. Pero ustedes les dieron como una inducción previa ahí al grupito, ¿ya de todas las niñas? Nos explicaban unas con otras, porque cuando a nosotros nos dejó Foca ahí, nosotros nos bajamos de la camioneta, entramos la costeña y yo, y ya ella vio a Ali. A la amiga de ella. A la amiga de ella. Ah, ahí está Ali. Yo a Ali jamás la había visto en la vida, una chica súper odiosa. Yo jamás la había visto en la vida, una chica súper odiosa. Bueno, aquí ¿qué hago? Pues hacerme amiga de todas y tratar de encajar para que me expliquen qué es lo que hay que hacer. ¿Y ellas, las demás niñas, también eran colombianas? Habían colombianas, habían dos venezolanas, no vi más, la mayoría colombianas. Y habían tres mexicanas. Entonces, bueno, como que entre todas me explicaron, ya hicimos lo de que cada una iba ingresando, como yo soy bajita, a mí me tocó comer la mitad, entonces igual alcancé a recibir a dos muchachos, yo subí la escalera, les expliqué lo de la mesa, les dije yo hasta hoy empecé entonces tengan paciencia ya les explico cómo es lo de los trabajos y demás porque la verdad yo estoy empezando entonces paciencia ellos súper lindos bueno que no no hubo lío ahí y llegó otra chica ya creo que no sé cuánto llevaba ella pero ya muy muy experimentada se le notaba tranquila, yo los conozco, y yo ok, entonces yo volví y me quedé en la barra, y ella fue y se sentó con ellos, y ya vi yo las cosas extrañas cuando fue otra vez a la barra y le dijo ya al mesero, una botella de bucanas y dos fichas, fichas. Bueno, ella se fue, se sentó, le sirvieron la botella de bucanas y a ella le dejaron como, no era un shot, era otra cosa, como en una hielera y le sirvieron en una copa. A ella. ellos dos. Ok. Y yo fui y le dije al muchacho, es que no entiendo nada, que son fichas. Me dijo, cuando tú te sientas con un cliente y le pides que te gaste una copa o que te invite una copa o un trago, eso es una ficha. Y yo, ah, ok, más o menos te entiendo. Me dijo, eso es lo que cuenta para ustedes en la deuda. Si son botellas, si son copas, todo el licor que consuman aquí los clientes, eso es lo que les va a disminuir a ustedes la deuda, entonces a trabajar. Pero así como así, o sea, no le corresponde un turno a cada una, o así como hicimos lo de la escalera, me dijo, no, eso es protocolo cuando van a ingresar. Pero ya de ahí en adelante usted se sienta a su mesa y usted sabe cómo sacar su servicio. Wow. Servicio. ¿Te refieres al trago? Me dijo, sí, si ya es una salida privada, tú sabes que se pagan 1.800 en caja y ya te damos la boleta para la salida. ¿Qué? ¿Salida de qué? Entonces se puso a reírse y le dijo a la señora que estaba ya como arreglando los vasos y eso, le dijo, aquí hay otra pollita, toca explicarle. Ay, no. Yo, oh por Dios. ¿Explicarme qué? Entonces ella se sonrió y me dijo, aquí lo que tienes que hacer es adaptarte. No vas a poder pelear contra la corriente porque aquí muchas se han puesto rebeldes, que yo no voy a ir a pedirle nada a un cliente, que yo no voy a ir a sacar servicios, que yo me voy a quedar aquí en la barra. Y eso es peor porque les genera multa. La que no hace nada durante un día tiene una multa de mil pesos. ¿Que eso en pesos colombianos? Son como 150, 160 mil pesos, calculo yo Y yo calculaba, bueno, debo 170 Si le suben mil cada vez que yo no haga algo Dios No, no, no Y mi teléfono, no puedo escribirle a Milena Voy a esperar a que aparezcaca voy a esperar a que venga ok bueno trabajamos ese día como desde las 34 de la tarde que abrieron el bar hasta las 4 de la mañana o que jornada no podía estaba destruida yo no sentía los pies y no te puedes quitar los zapatos, no puedes descansar, si vas al baño no tienes derecho a demorarte tres minutos. ¿Porque te van siguiendo y cuidando ahí? Saben que el baño está ahí mismo, o sea estaba el restaurante y como quien sale de un centro comercial que tú puedes salir por ejemplo no sé de X restaurante y un poquito más adelante está el baño, así funcionaba. Entonces, ibas al baño y ellos ya sabían, esta lleva cinco minutos en el baño, vaya, tráigala. Ay, no. Y llegaba la señora, ¿qué pasó que se está demorando? Ya voy. No puedas salir con lágrimas, no puedas salir con el maquillaje corrido, no te puedas poner rebelde, no puedas decir nada, ¿por qué? Porque estabas trabajando. Ok. ya he corrido no te puedes poner rebelde no puedas decir nada porque porque estabas trabajando el primer día no te obligan como tal no te dicen de frente sí o sí tienes que hacerlo porque supongo yo que te están entrenando para el resto pero es muy difícil ya no sé creo que era como la medianoche cuando empecé yo a ver que ya las chicas se iban. ¿Con estos hombres? No se iban con el chofer, se iban con los clientes. Ok. Digo que el de esa mesa ya se tomó tanto y va y paga en la caja y la coge en la mano, ella saca sus cosas y se van. Ya no hace falta ser adivino, o sea, ni porque yo fuera la más caída de una montaña como para no haber entendido lo que hacían. Y le pregunté a la señora y le dije, y por ejemplo, las que se van con el servicio, ¿cuánto les pagan? Me dijo, de ese servicio, el 2%. No. de ese servicio, el 2% no hecho esto es eterno pero dije, igual se puede pagar o sea, yo no lo veía como tan lejano no me parecía una cifra tan absurda y así estuve como, creo yo una semana, semana y media haciendo lo mismo y lo mismo y lo mismo sí, pero me iba mal, súper mal o sea, yo era negada para todo pero espérate, estamos hablando del primer día, que es donde te estás enterando como de todo este movimiento y la situación, y ya asumías lo que estaba pasando cuando las niñas se iban con estos hombres pero entonces ya tú sales de ahí, se cierra el turno de trabajo y yo me imagino que tú te pones a conversar con las otras niñas y a socializar. ¿Esto qué es? Todas se ponían de la risa. Se te reían. ¿Cómo así que a usted la trajeron y no le explicaron lo que había que hacer? Había una que le decían la diabla y ella sí súper empática, una paisa muy linda, me dijo, tranquila que a todas nos pasó. me dijo tranquila que a todas nos pasó los primeros días es difícil cuando tú no sabes a lo que vienes los primeros días es difícil cuando tú no estás acostumbrada pero ya después no pasa nada ok yo sí tranquila y yo le pregunté a ella le dije ven y ustedes porque no están en la misma casa con nosotras me dijo ay tan t, porque estas hay como tres o cuatro casas más. Me dijo, no sé si usted se ha fijado o no, pero en el fraccionamiento donde estamos todas, ustedes están en la esquina y nosotras estamos en la otra esquina, y atrás de mi casa hay otra casa, y todas están llenas, a nosotros nos cuida Mayra, ¿usted quién los cuida? Y le dije, no, a nosotras nos cuida Angélica. Dijo, ah, ok, no, a nosotras nos cuida Mayra y a la de allá la cuida Alejandria. Dijo, ah, ok. Y le dije, ¿y por qué en la casa donde yo estoy no hay casi niñas y hay un montón de camas ocupadas? O no, porque las están cambiando, entonces la casa de nosotras ya la llenaron y las próximas que llegan van a la casa de ustedes. ¿Las nuevas? Y van llegando poco a poco y dijo sí, a veces llegan poco a poco, cuando se conocen todas, pues las llevan a todas. Ok. Entonces le dije, ¿tú sabes quién es Milena? Dijo, ay, la mujer de... Y ahí me nombró a esta persona y yo... Ah, no sabía que eran pareja. ¿Tu amiga era pareja de alguien de ahí? De... El dueño de... Yo siento que... O sea, en este momento... Después de ya haber hecho catarsis con todo, sé que es el dueño de todo. Ok. La cabeza de todo. Dejémoslo así, como la cabeza de todo esto. Pero en ese instante, pues, yo solamente pensé que era como un administrador, algo no tan importante. Sí, el jefe de ella, el que supuestamente era el jefe, no era el jefe, eran pareja. Ok. Y yo, ah, ok. Miércoles, yo porque no sabía esto. No, no, no, no, no. Entonces ya llegué a la casa, súper triste, le escribí a Luisa y le dije, Mile es pareja de esta persona, el trabajo es así y así y así y yo no puedo sentir. ¿Qué hago? No, espérame, ya no me faltan sino como 10, 15 días y yo estoy allá, y no te preocupes que algo nos inventamos, y Miley no me dijo que era así, y nosotras estamos obligadas a hacer eso, le dije sí, porque si no la deuda no disminuye, aparte nos ponen una multa carísima. No, yo voy a hablar con ella porque ella a mí no me dijo eso. Ella confiando en su amiga. Ella se hubiera podido salvar. Claro. Y Luisa se hubiera podido salvar. Claro. Ella se hubiera podido salvar con toda la información que yo le di. Pero ven, esta parte, me quiero detener en esto porque decías que las niñas se tomaban de la mano con un hombre y se iban, ¿cierto? ¿Preguntaste explícitamente qué hacían? No. No, pero yo lo asumía. Sí. O sea, ya era como sentirme muy avergonzada, como sentirme la más tonta de todas. Ajá. Porque me iban a preguntar, ¿cómo así que usted no sabía? ¿Es en serio que usted está encerrada que no sabía lo que venimos? O cosas así. Yo estaba hecha un ocho. Después de que hablé con Luisa, hablé con Angélica. La paisa de la casa dije mira yo no sabía que esto era así quiero hablar con mi mamá pero no sé cómo decirle estoy hecha un ocho yo no, si entiendo todo lo que está pasando pero como que no lo puedo digerir, no lo puedo dimensionar no sé con quién puedo hablar, esto tiene que tener alguna solución. Me dijo fresca, ¿qué quiere hacer? Digo, yo me quiero devolver a mi casa. Mañana hablo con Edgar, me dijo. Ok. No dormí en toda la noche, pasé una noche espantosa. Al día siguiente otra vez a las dos de la tarde venían por nosotras y teníamos que estar impecables y entaconadas. Uy, no. Y antes de que fueran las 2 de la tarde llegó Edgar. Me dijo, necesito hablar con usted porque Angélica me dijo. Dije, bueno, este señor me va a decir que me vaya, que no le sirvo, a mí qué me importa, yo me devuelvo. Sí. Algo me, no sé, no sé, pero yo me quiero ir. No lo conocías, lo viste por primera vez? No, él era el que nos había hecho el contrato. Ah, ok. Entonces hablé con él y me dijo, ¿qué pasó? Él dijo que yo no sabía que el trabajo funcionaba de esa forma. No sabía que nosotras teníamos que irnos con los clientes. De hecho, ni siquiera sabía que nosotras teníamos que tomar con los clientes y que ganábamos por eso y le expliqué todo el cuento que a mí me había echado milena y me dijo porque son tan ilusas porque son tan inocentes no supe qué responderle no tenía cómo decirle si usted tiene la razón no no no supe qué decirle pero lo que yo quiero es devolverme me dijo perfecto consígame la plata de la deuda y en cuanto usted me pague la deuda le devuelvo su pasaporte y se va no aquí ninguna está obligada sin embargo tienen un contrato firmado y una deuda con nosotros usted es libre cuando me pague la deuda. Ay, no. Dime tú yo que le respondía. No. Me senté a pensar, a hacer cálculos, ya cuando entendí y dije, por Dios, estos son más de 40 millones de pesos. Mi mamá, ni vendiendo todo lo que tiene, los va a conseguir. ¿Qué hago? Y ahí ya empiezas a hacer de tripas corazón y dices, esto no tiene solución. La solución la tengo yo. La solución es pagar la bendita deuda. Y empecé a hablar con todas las que podía durante los turnos cómo lo hace, qué le dice qué más hago y todas coincidían, es que usted tiene cara de amargura es que usted está ya sentada con su cara de revólver ¿quién la va a mirar? ¿quién se le va a acercar a usted si todo el tiempo está así? Me dijo, todas entendemos que usted es nueva, porque todas pasamos por ahí, yo lloraba todos los días, me dijo la niña con la que estaba hablando, me dijo, pero, ¿y con llorar todos los días qué me he ganado? No, no, no. Me dijo, aquí tengo clientes que me traen de comer, tengo clientes que me han sacado a un servicio solamente para que yo pueda descansar un rato. Entonces usted tiene que tratar de verle el lado amable y así se le pasa el tiempo más rápido. No. Diana se llama. Bueno, ese era el nombre que ella me dijo, no sé si realmente se llama así. Sí. Y le dije, Diana, ¿cuánto tiempo lleva usted acá? Me dijo, siete meses. No, no, no sé si realmente se llama así. Y le dije, Diana, ¿cuánto tiempo llevas de acá? Me dijo, siete meses. No, no, no. Y en siete meses ya pagó la deuda. Me dijo, no. Me falta creo que más de la mitad. Y Diana era una de esas chicas que yo jamás vi que se sentara un instante. Era la chica que yo veía en todas las mesas como... Trabajando. Así, y ella estaba proactiva, sonriéndole a todos, ella estaba en todo y ni así había y ni así había sido capaz de pagar la deuda no, no, no pero yo dije bueno, no sé algo está haciendo mal o algo no está funcionando para que ya no pague la deuda, yo la voy a pagar más rápido y es cuestión de que si o si lo tienes que hacer, es que no es si tú quieras es que tienes que mirarte en el espejo y decir esto fue lo que me tocó en este problema, fue que me metí y para salir necesito plata y de donde sale la plata yo la tengo que producir le escribí a Milena cantidad de veces y creo que ya se dio cuenta o sea cuando yo ya me di cuenta y me, no me enojé, pero sí le hice mi drama y le dije, me quiero devolver a mi casa, y me dijo, si yo hubiera sabido que traía niñas chiquitas, nunca la hubiera invitado, desde ahí no me volvió a responder el whatsapp no me volvió a responder el whatsapp por absolutamente nada yo ya no No te puedo creer. No me volvió a responder el WhatsApp por absolutamente nada. Guau. Yo ya no tenía opción, ya no tenía más que hacer. Mi mamá me escribía todos los días, ¿cómo estás? ¿Cómo amaneciste? Bien, mamita, amanecí muy bien, ya casi me voy a trabajar, me ha ido muy bien en el restaurante. ¿Qué comiste? No, comí tal cosa. A mí ya no me dan ganas ni de comer. No. ¿qué comiste? no, comí tal cosa a mí ya no me dan ganas ni de comer no llegaba a trabajar como en modo avión, en automático fue terrible yo trabajé ahí más o menos como otros 15 días mientras llegaba Luisa y creo que en esos 15 días pagué como 1300 Dios mío o sea que me faltaban todavía mientras llegaba Luisa, y creo que en esos 15 días pagué como 1.300. Dios mío. O sea que me faltaban todavía 169. No, no, no, no, no. Ven, ¿y también te ibas con los hombres? Nunca me tocó. Y no porque, o sea, no porque no estuviera abierta la posibilidad. Sí. Sino porque creo que mi actitud no se prestaba para eso. Yo no llegaba hasta ese punto, yo creo que yo me tomaba las copas, yo les hacía la charla, yo hasta hacía chistes y demás, y se sentaban conmigo, pero creo que ninguno me vio hasta ese nivel, porque yo no podía ser coqueta, yo no podía ser chévere yo nunca tenía la actitud de salgamos de aquí yo siempre tenía mi cara de auxilio se creó yo y en ningún momento llegaste como a pedirle auxilio a alguno de estos hombres me daba miedo claro me daba miedo porque vi muchas caras conocidas a qué me refiero con caras conocidas client Clientes que iban demasiado, demasiado, demasiado. Que con el pasar de los días, yo sabía que una, dos, tres veces por semana estaban ahí. Entonces yo decía, estos son como de la casa, pueden ser hasta los mismos. ¿Yo qué puedo decir? Te entiendo. Y sin embargo, no había cómo pedir ayuda porque ellos mismos las llevaban a los servicios es decir tenían como un eso no es eso no era un hotel eso era una pensión no no no algo más lujoso algo más bonito que ellos habían adecuado para los servicios explícame que son servicios servicios sexuales. Ok. El cliente llegaba a ese restaurante, la que salía a hacer un servicio, el cliente pagaba 1.800 pesos para poderse llevar a esa chica durante hora y media. Ya el resto del servicio dependía de lo que hubiera arreglado directamente con la mesera o con la chica. Pero esa era como la tarifa base que tenían que pagar para poder salir del restaurante. Los llevaban a este sitio, allá hacían el servicio, ya cuando la chica salía, pues ya si el cliente quiere continuar, chao, y esta chica se va conmigo, la traían otra vez hasta el restaurante y se organizaba y seguía trabajando. Si se iba a un servicio temprano, si el servicio era en la madrugada, ya ellos tenían más personas que las cuidaban, las sacaban de ahí y las llevaban directamente a la casa. Ok. Es demasiada gente la que hace parte de esa organización. Muchísima gente ¿qué más te cuento? cuando llegó Luisa como después de creo yo no sé yo mal le calculo unos 15 días o a mí se me hizo eterno que ella llegara el día que ella llegó nosotras igual seguíamos teniendo conversación por Whatsapp ay es que a mí le me dijo que no que tú eres muy charra, que estás haciendo show que estás haciendo drama, que no te adaptas que definitivamente como que es que contigo no hay nada pero igual tienes que pagar la deuda entonces, no sé, yo siento que si yo llego y te acompaño pues las cosas son más chéveres pero tú estás calculando lo que tienes que hacer no, es que Emilia me dijo que yo no estaba obligada a hacerlo, no, o sea, es que Emilia me explicó que eso te pasó a ti porque tú desde el principio te pusiste a preguntar, porque tú desde el principio fuiste rebelde, porque tú desde el principio, no, eso no pasó, eso es mentira, o sea, eso no funciona de esa forma. ¿Le creyó más a Miley que a ti? Yo, ok, no hay problema. Ella llegó y fue como haber visto, como haber recuperado un pedazo del corazón. Claro. O sea, yo ya no me sentía, sí me sentía vulnerable, pero no me sentía sola. No sentía que estaba lejos de mi casa, no sentía que el problema era tan grande. Antes de que ella llegara yo sentía una pied lejos de mi casa no sentía que el problema era tan grande antes de que ella llegara yo sentía una piedra en mi cabeza claro cuando ella llegó no sé, pasaron como dos días tal vez le hicieron lo mismo del contrato y demás y ya llegaron y nos dijeron ustedes ya no van a trabajar más allá van a trabajar en uno que vamos a inaugurar estos tres días van a descansar y ya el sábado van a trabajar en el otro bar que vamos a inaugurar pero ya no es un restaurante es un bar y bajo las mismas condiciones, no, acaban de trabajar diferente, aquí obviamente solo se consume licor, entonces ustedes tienen más posibilidades de ganar, mejor dicho, como si nos dieran, pues, la solución de la vida. Entonces, a Luisa no le tocó lo que me tocó a mí, ella no lo vio tan crudo como lo vi yo. Claro. O no, amiga, vamos a trabajar en un bar, pues imposible. O sea, de mesera es imposible, no vamos a pagar la deuda rápido, tranquila. Ella es mayor que yo, bastantes años mayor que yo, bastantes años mayor que Miley. Ok. Entonces me sentía como protegida, como que bueno, ya por lo menos tengo a alguien... Cercano. De mi círculo. A ella la dejaron durmiendo en la habitación de arriba, yo igual seguía durmiendo con Angélica. Y nos veíamos siempre en la mañana, nos levantábamos, desayunábamos, y bueno, a qué hora te toca a ti, y así. Llegaron, cuando ya fueron a inaugurar el bar, pasaron esos tres días y fueron a inaugurar el bar, y antes de eso nos dejaron salir. Ah, ok. Nos dijeron que podíamos ir a la playa, pero teníamos que ir con Angélica. ¿Que las cuidara? Sí, pues entre comillas era para que no nos sintiéramos cuidadas, que tienen que ir con Angélica porque Angélica tampoco ha descansado estos días, entonces vayan con Angélica. Ok. tampoco ha descansado estos días entonces vayan con angélica que yo fui con angélica conocimos el mar ahí ya como que fue como ese pedacito ese alivio al alma porque de saliste estás teniendo contacto con otra realidad diferente a la que tienes en el en los en el trabajo y me di cuenta y sentí más pánico cuando estuve en el mar con Angélica Angélica nunca se metió con nosotros siempre fue un amor pero me di cuenta que nos cuidaban desde todas partes yo sabía quienes nos estaban mirando se sentía eso que tú sabes quienes te observan que tú sabes quienes están pendientes si yo me movía con Angélica e iba a comer algo, yo extrañamente, digo yo, qué casualidad, ¿no? Que yo vi a esta persona en la playa y estoy comiendo con Angélica aquí y vuelvo y veo a la misma persona a esa distancia de nosotras. Te lo dejaban claro que te estaban cuidando. Y yo le pregunté Y le dije a Angie, ¿son de los mismos? Y me dijo, sí. Todos son lo mismo, mi reina, todos. Me dijo, acá lo que tú digas, se escucha. En este momento todo lo que nosotras podemos estar hablando, lo que tú me puedas estar contando, ellos tienen como escucharlo. es yo pero como así me dijo aquí todos son iguales todos son de los mismos aquí no hay para dónde salir pero me da la sensación de que angélica también estaba como sujeta a esa situación sin quererlo? Sí quería. ¿O engañada también? Engañada no. Ya después con el tiempo cuando nos hicimos muy como de confianza, como muy amigas, me dijo yo vine aquí por mis hijos, yo tengo dos hijos, los dejé en Medellín, ellos no tienen a nadie más que a mí, yo vine aquí a trabajar y a sacrificarme por ellos, yo sé a lo que a mí yo vine aquí a trabajar y a sacrificarme por ellos, yo sé a lo que se dedican ustedes sé cómo las traen yo sé absolutamente todo estoy siendo cómplice pero no por mi propia voluntad sino porque yo también vine igual que ustedes a buscar plata para mi familia a buscar con qué mantener a mis hijos a buscar con qué darles estudio con qué darles estudio con que darles una vida diferente ok y yo ok usted no sabe cuántas mujeres he visto pasar yo por aquí pagaron la deuda y se fueron les pagaron la deuda y se fueron otras tantas se fueron a un servicio y no volvieron no me dijo aquí hay demasiadas cosas que ustedes no saben y que no se han dado cuenta no, no, no pero con el tiempo usted se ha adaptado no, me dijo trate de tomarlo como no como un castigo sino como asumir que usted metió la pata y llegó hasta aquí ay no yo ok, está bien de hecho todavía tengo hasta fotos no como asumir que usted metió la pata y llegó hasta aquí. Ay, no. Yo, ok, está bien. De hecho, todavía tengo hasta fotos de ese día, que fue lo más curioso de todo. ¿De la playa? Soy tan montañera que tengo las fotos en la playa con medias. No tenía chanclas, no tenía nada, porque yo me imaginaba que con mi trabajo yo iba a comprar todas esas cosas para tener fotos en sitios tan lindos como los que había mostrado miles yo no llevé todas esas cosas ok entonces estoy tengo fotos en la playa en medias la experiencia más linda de todas y la más cruel porque fue donde más me abrieron los ojos, donde más entendí que estaba en problemas y siempre tenía en mi cabeza la voz de mi mamá, no se meta en tal cosa que es trata de blancas, cuidado cuando le ofrezcan una entrevista de trabajo porque puede ser trata de blancas. Yo siempre lo vi tan lejano que yo decía a mi mamá tan peliculera, mi mamá, ¿en qué se monta? Y de ese momento cuando Angélica me abrió tanto los ojos, a mí eso me resonaba demasiado en la cabeza. Sí. Yo decía, esto no me puede estar pasando a mí. Y casualidad o como tú lo quieras llamar, Luisa no hizo click con Angélica. No se querían. No. No se querían en lo absoluto. Contigo sí. Entonces yo estaba en la mitad de muchas cosas porque quería estar con Luisa porque era mi amigaá, como más de ella me puede cuidar. Ok. De ella está cerca de esta gente, es más fácil si yo la tengo de mi lado. Sí. Que si yo me la echo enemiga. Entiendo. Luisa siempre ha tenido la personalidad de ser más rebelde, más contestona, a mí nadie me manda, usted quién es, y de meterse en líos. Sí. Yo no tengo esa personalidad. Entonces ellas no se llevaban bien y yo quedaba en líos. Yo no tengo esa personalidad. Entonces ellas no se llevaban bien y yo quedaba en la mitad. Y yo le contaba cosas a Luisa y me decía, esa señora también la está llenando de videos. Esa señora es que no me da confianza, no me genera confianza. Yo no sé usted por qué se junta tanto con ella, porque dormimos juntas. Sí, claro. No, no me cae bien es más ni cocina rico me decía bueno pasaron los tres días que nos dieron de descanso mientras inauguraba en el otro bar y literal llegamos al infierno algo que yo jamás me imaginé en la vida jamás o, si ya me había sentido en shock con todo lo que te conté, el lugar a donde nos llevaron fue una cosa de otro mundo, llegamos a ese bar, normal, como siempre, en la camioneta, nos dejaron ahí, ya vi que llegaron más carros, más niñas que yo no había visto, ni siquiera sabía de dónde venían, porque no las había, no sabía, no las reconocía de otras casas pero ya ellas se veían más es que no quiero como que suene feo que me estoy refiriendo de mala manera ya ellas se veían más prepago ya se veían de otro nivel si tienen otro perfil si ya el perfil de la chica súper operada, el cabello negro largo hasta la cintura, ya súper arregladas en todos los sentidos y mucho mayores que nosotras, muchísimo mayores que nosotras. Nos hicieron a todas como, bueno, aquí este es el nuevo bar donde van a trabajar, aquí ya el turno es diferente, ya tienen que trabajar 14 horas, entonces vamos a entrar todos los días a la 1 de la tarde y nos vamos a las 5 de la mañana. Uy, no. nosotros tres cambios diferentes durante la noche, si ustedes llegan a hacer un servicio se van a cambiar. Yo tenía claras muchas cosas en mi cabeza, entonces dije, bueno, me imagino yo que el servicio, pues después de que traen a una chica o después de que nos traigan de un servicio, pues hay que organizarse otra vez y seguir. ¿De meseras? Sí. Mentira. Cuando ya entramos al bar veo yo una pista así grandísima que atravesaba todo el bar. Sí. Y tenía tubos. Ay, no. El fondo de la pista eran como unas burbujas de colores. Y aquí habían como muchas puertas, eran muchas puertas y todo era rojo con negro. Y muchas puertas en los costados. Y tenía hasta segundo piso. en negro y muchas puertas en los costados y tenía hasta segundo piso todas las mesas todo estaba rojo o sea, tenían como todo muy organizado y las luces estaban prendidas cuando nosotras entramos diferente tal vez hubiera sido si yo hubiera visto el lugar con las luces apagadas ¿por qué? se veía, daba menos miedo cuando estaban las luces apagadas porque se ve daba menos miedo cuando estaban las luces apagadas pero yo lo vi en crudo la realidad la tenía frente a mi cara por dios y eso estuvo cosas que yo no te puedo decir que no había visto porque obviamente todos hemos estado en contacto con algo así por la televisión o por el motivo que sea todos tenemos dimensión de cómo se ve un prostíbulo pero a ese nivel de tenerlo así tan tan de frente tan aquí me toca no entramos al bendito camerino nos dieron un espacio a cada uno con una llave aquí se van a poner este vestido un vestido aún más horrible que el blanco que te conté porque éste era únicamente una tira sobre la como la parte baja en los senos del gusto una tira ahí con un top que parecía como un traje de baño y de ahí hacia abajo eran muchas tiritas rojas o sea eso no te cubría nada Tal vez los pezones El resto no ¿Y la parte de abajo? Eran muchas tiras, o sea, de aquí de la tirita que tenías debajo del busto Como cuando te amarras un traje de baño De ahí a ese bajo colgaban muchas tiras ¿Eso era todo? Eso era todo ¿Y por debajo? Nada De hecho, esto es lo más horrible que me ha pasado Esto es más humillante aún que el vestido blanco. Y le dije a Luis, ahora sí explícame, entonces. ¿Qué? ¿Qué? Ella solamente se reía. No te creo. O sea, creo yo que ella estaba en shock como yo, pero la reacción de ella no fue llorar, sino reírse. No te creo. Y se reía mucho, y miraba todo, y cuando ya nos dieron el locker y eso, y ya nos teníamos que cambiar, y nos recibía un chico homosexual, súper querido él. Hola, ¿cómo están todas? yo las voy a maquillar, yo las voy a organizar si alguna se quiere poner brillitos, si se quiere poner no sé qué en la cabeza yo tengo acá más trajes y cada una va a escoger dos trajes de acuerdo a su talla para el show ok ¿cuál show? ay no y todas que bueno, las que no Ok. ¿Cuál show? Ay, no. Y todas que, bueno, las que no habíamos pasado por eso, ¿cuál show? Ahí empiezan las preguntas. No, no, esperen que les voy a traer al administrador porque yo siento que todas están como perdidas. Y nos trajo al administrador, un venezolano. Igual que, como el mismo perfil de foca, gordo, grande, como... Él ya no tenía cara de pocos amigos, él ya tenía cara era de ser demasiado como compinchero, como ese que tú ves en el barrio que todo el mundo lo conoce. Pero como querido. Sí, muy amable, pero no sé, es que no sé, muy llamativo, como con una personalidad muy curiosa. Y, ¿no se explicó? Sí. Aquí sí o sí tienen que bailar dos veces en la noche. No me interesa si no saben bailar en el tubo tienen que intentarlo o utilizarlo de algún modo no van a salir descalzas tienen que salir en tacones no se pueden ver dos veces iguales no van a salir acompañadas cada una va a recibir un papel donde pone su nombre el que se quiere poner en el bar y tiene que poner dos canciones las que quieran bailar cuanto más largas mejor memory ahí entré en pánico y yo no me voy a subir ahí yo no puedo no soy capaz y yo vi el bar vacío. No. Imagínate tú pasar el tiempo y escuchar la algarabía afuera de la cantidad de mesas llenas y saber que tenías que salir sin haber bailado jamás en tu vida, en público y menos casi sin ropa. Uy no. Delante de tantos hombres. Y tienen que salir dos veces en la noche. Uy, no. Delante de tantos hombres. Me da algo. Y tienen que salir dos veces en la noche, quieran o no. Ahí están los trajes, cada uno escoge los dos trajes que va a utilizar. Y el precio del traje, él lo va apuntando en una libreta. Y al final del día eso se acomoda en la deuda. ¿Qué? ¿También? O sea, si quieren bailar con alguno de los trajes que hay ahí para verse bonitas, se los descontamos. No, no, no, ¿qué es esto? Y de pensar tú, tengo que bailar con la ropa interior que traje, tengo que bailar con un antifaz o con orejas de conejo o con algo así. No. Yo cada vez veía más lejos el salir de ahí. Pero en mi cabeza tengo que ver a mi mamá. Yo no le puedo decir a mi mamá, no le puedo decir a mi mamá. Algún día se va a acabar. Todas ellas lo saben. ¿Qué hago? No tenía otra opción. No tenía dónde más correr. luís era tan graciosa no no olvidar con ella por eso la nombró en pasado están curiosa esa personalidad de ella que ella no lloraba ella se reía normalizó como la situación? No lo normalizó, pero no lo veía como yo. Ok. Y yo en mi cabeza me preguntaba después, ¿por qué no le duele? ¿Por qué no le pasa lo mismo que a mí? ¿Por qué no se siente mal? Llegué mi primer día y gracias al cielo no me tocó bailar. ¿Te salvaste? Se alcanzó a terminar toda la jornada, se acabó el turno y todavía no fue, no me llamaron a mí. Ok. Esperé y me temblaban las piernas, quería llorar, quería vomitar, no sabía qué hacer, porque todo el tiempo mi angustia era cuando me llamen, ¿qué voy a hacer? No, no, no. ¿Qué voy a decir? ¿Cómo me voy a subir a esa tarima? ¿Cómo les voy a bailar? Ese día no me tocó. Y en el salón, cuando después de que nos pusimos el traje ese que te cuento, en el salón la historia no era muy diferente a la del restaurante. La única diferencia era que si pagaban un servicio por ti los servicios eran mucho más económicos eran 500 pesos mexicanos el equivalente como a 70 mil pesos y la diferencia era que el servicio ya no lo hacía esa fuera para eso eran las benditas puertas que yo vi cuando entré okicieron como salones pequeños, divisiones pequeñas a los costados de la tarima y ahí hacían los servicios sexuales. Y lo más cruel era que había unos ventanales grandísimos con vidrios como en efecto espejo. Entonces, si tú estabas adentro, desde adentro estabas viendo a tus amigas bailar. Ay, no. Desde adentro estabas viendo el montón de gente pasar. Desde adentro veías los meseros y todo lo que estaba afuera. ¿Y también desde afuera veían hacia adentro? No, desde afuera no veían hacia adentro, por eso tengo que los vidrios eran como efecto espejo. Ay, no. Pero pues yo, o sea, pienso hoy en día que con todas las luces y demás, pues no pasaba. Pero yo creo que si alguien se hubiera acercado demasiado a hacer esto, obviamente se iba a ver, y ahí ya era feo, más feo aún, porque ya sabían a quién habían escogido, entonces simplemente llegaba el borracho, pagaba, cogía a la chica y el mesero estaba como si nada con una bandeja, con un preservativo y con un shot de lo que estuviera tomando y ahí están salías tú como si nada después de haber hecho el servicio ibas otra vez al camerino donde había una ducha donde cualquiera que entrara a cambiarse a ponerse maquillaje o lo que fuera veía la ducha y ahí tenías que bañarte volverte a poner el traje y volver a salir al salón. ¿A bailar otra vez? Tenías 20 minutos para eso después de haber hecho un servicio. ¿Y cuántos servicios hacían en un día? Depende de la chica. ¿En tu caso? No te puedo responder no, no me siento capaz yo después de no sé cuántos días pasaron y hablé con Angélica y le dije yo ya no aguanto más esto no no puede ser normal yo no me puedo seguir quedando callada. ¿Qué pasa si yo le cuento a alguien? Si yo pido ayuda en mi casa y ella siempre se sentaba y me abrazaba, me decía, algún día se va a acabar, pero tú no le puedes decir a nadie. Me decía, algún día se va a acabar, pero tú no le puedes decir a nadie, porque en el momento en que tú le digas a alguien, era muy chistoso, me decía, eso es pelea de tigre con burro amarrado. Me dijo, todavía no te alcanzas a imaginar la cantidad de personas involucradas en esto. así como yo te conté que hasta las paredes tienen oídos me dijo acá hasta la policía lo sabe entonces no quiero matarte la esperanza pero es en vano que en Colombia hagan un escándalo por ti lo máximo que va a pasar y voy a ser sin por ti. Lo máximo que va a pasar, y voy a ser sincera contigo, lo máximo que va a pasar es que acá les dan un balazo y las tiran al río. Uy. A eso me refería cuando le dije que vi demasiadas llegar, demasiadas pasar por aquí y muchas no volvieron. No porque hubieran pagado la deuda, sino porque se portaron mal. Se salieron de las reglas. No, no, no. Dime yo qué podía decir ahí. Estabas en una cárcel. No sé cuánto tiempo pasó y siempre me acercaba a las 5 de la mañana a que nos hicieran cuentas en la ventanilla. Y la deuda se hacía más grande. O yo no sé si dentro de mi dolor yo la veía más eterna. Yo sentía que eso no disminuía por más que yo trabajara. No. En una ocasión empecé a sentirme muy enferma, vomitaba todo el tiempo. Todo el tiempo era un dolor en el estómago insoportable hasta que le dije al administrador, yo no puedo trabajar más. Me siento demasiado enferma, algo me pasa. No sé qué es, pero ni siquiera la comida, ni agua, ni trago, nada de lo que yo pruebo se me queda en el estómago yo necesito un médico me dijo ok te vamos a llevar al médico ponte la ropa y te llevamos al médico yo me cambié salí con mi bolso y afuera me estaba esperando el chofer y me llevó a la cruz roja y allá me revisaron, estaba totalmente deshidratada y tenía una bacteria en el estómago. ¿De dónde se me pegó? ¿Qué pasó? No tengo ni idea. Pero tenía una bacteria en el estómago. Entonces me hicieron lavados en el estómago, me pusieron antibióticos, me pusieron suero. Duré muchos días en el hospital. me pusieron suero, duré muchos días en el hospital. Para mí el hospital fue todo. Yo no quería salir del hospital aunque me sentía arruinada, llena de sueros, de chuzones, de medicamentos, mareada, vuelta a nada, pero yo no quería volver a la casa, no quería volver a trabajar. Cuando ya me dieron de alta, ellos fueron por mí, pagaron el servicio, me dejaron en la casa y Angélica me hizo un caldo de pollo. Me sebaba la cabeza y me decía, todo va a estar bien, tranquila que si esto no la mató, usted va a pagar la deuda y se va a ir a ver a su mamá Ay Ni siquiera al caldo de pollo me entraba Yo sabía que mi cuerpo estaba somatizando todo lo que yo no me aguantaba Claro Y al día siguiente así como estaba en la mañana llegaron a hacerme cuentas otra vez esta fue la cuenta del hospital, estos fueron los días que usted no trabajó ¿tenías deuda por la ida al hospital? no la vamos a multar porque obviamente no fue su voluntad haber ido al hospital pero esto fue lo que pagamos por el hospital nos debe tanto y otra vez la deuda estaba intacta otra vez todo lo que yo había hecho en la basura todo lo que me había aguantado en la basura porque la bendita deuda otra vez estaba intacta no no no No, no, no ¿Qué es esto? Y así pasó mucho tiempo Muchos días Ya dejé de contar los días La tortura era la misma Pero dejé de contar los días Dentro de ese lugar Cuando las chicas eran como yo Que les costaba Que sufrían. O sea, no te obligaban a consumir, pero te lo ponían sobre la mesa. Te sientes mejor, se te va a quitar. Yo no quiero nada. Yo no quiero nada. Y salía el administrador con su personalidad. Un tequilita. y esa sí era una solución. Pero si nos emborrachábamos nos multaban. No. Entonces tenías que saber hasta dónde podías tomar, porque si estabas borracha no hacías servicios, y si no hacías servicios te multaban. No, no, no. Y si no hacías servicios, te multaban. No, no, no. Recuerdo demasiado la primera vez que me llamaron para subirme al tubo. Para hacer un show delante de todos. Con unos tacones prestados. Y yo creo que yo parecía Bambi. No sabía caminar con eso. La pista era súper lisa. Me temblaba todo. Y la trata de personas y la prostitución y la explotación sexual no existiría si no tuvieran a quién venderle eso. Tú no te imaginas, cada vez que yo salía, y en esa ocasión en especial cuando yo salí lo que yo vi en los ojos de todos esos hombres que estaban ahí fue como ver un león hambriento, fue como ver algo tan vulnerable sobre esa tarima y que todos lo quisieran tocar. La labor de los meseros, todos eran hombres, la labor de los meseros era estar pendientes de que no nos quitaran la ropa, o sea, de que no nos hicieran pues como algo malo, pero no tenían como la potestad de decirle a un cliente, siéntese, no haga eso, o no la toque así. Sí tenían como llamados a la cordura cuando ya había alguien borracho muy pasado, pero mientras tanto no. Y es que cuando bailabas, los hombres se paraban y podían hacerte de todo. bailabas los hombres se paraban y podían hacerte de todo es que has de cuenta que es el mismo espacio donde nosotras estamos y a esta distancia de centímetros estaban las mesas ok entonces si ellos se querían parar hacer esto lo podían hacer porque no había distancia no había una barrera no había algo que los quitará de ahí los primeros shows creo que hice como dos o tres y había clientes que como en una película como en lo que tú habías visto en televisión se ponían plata en la ropa interior o te tiraban plata o te hacían así tú en ese instante ni siquiera pens plata en la ropa interior o te tiraban plata o te hacían así. Tú en ese instante ni siquiera pensabas en la plata, o por lo menos yo no lo hacía. Yo quería salir corriendo. Y la canción se me hacía eterna. Odio esas benditas canciones, no las puedo escuchar. Y tenían un DJ de lo más corriente, de lo más poco delicado, que nos vendía de una forma absurda. Entonces en medio de la música, la animación del señor, las manos que yo veía que me tocaban, yo solo quería salir corriendo. Hice terminado el show y llegaba a cambiarme otra vez para volver a salir al salón. Y creo que eso fue la primera semana que nos dieron propinas en billetes, en dólares, en plata, que nosotras podíamos recoger del suelo o que si no la pasaban en la mano la llevábamos con nosotras. Y creo que esta gente es tan inteligente, todo lo tienen tan calculado, que sabían que si nosotras teníamos acceso a dinero, a si hubieras ido descalzas o con las uñas, cualquiera de nosotras se hubiera ido. Claro. Pasó esa semana y cambiaron esos dólares o esas propinas que nos podían dar por billetes didácticos. ¿De mentiras? A esos billetes los fabricaronicos de mentiras a esos esos billetes los fabricaron ellos los imprimieron papeles papeles y tenían el nombre del bar y tenían en la silueta de una chica y tenían un valor cualquiera si compraban una botella les daban un fajo inmenso de esos billetes didácticos para que se divirtieran con nosotras. Y nos decían, la que quiera recogerlos, al final baja la taquilla cuando les vayan a hacer cuentas de la noche, igual eso les disminuye la deuda. En las primeras ocasiones, humilladas, pero los recogimos. Cuando nos dimos cuenta que tenían el valor de una moneda, ya la mayoría los dejábamos tirados. Porque era recoger lo mínimo que tuvieras de dignidad, rescatarlo y tratar de aferrarte a eso que era lo único que quedaba. La deuda se hizo cada vez más y más grande por eso, porque ellos todo lo tienen absolutamente calculado de que tú no puedas, más allá de tu teléfono, tener acceso a ayuda de alguien o tener dinero para irte. No, no tienes acceso a esas cosas hasta que no termines de pagar la deuda la deuda no se va a pagar eso es mentira no pues cada vez crece y crece ahora que dices que tenías teléfono nunca intentaste así sea en clave de alguna manera rara pedir ayuda a alguien que tuvieras en tu celular pero era lo que te explicaba cuando hablé con angélica vas a poner a pelear a un conejo con con un dragón si vas a pedir ayuda y tu familia se va a enloquecer en colombia pero no van a poder hacer nada por ti de qué les sirve tener tu ubicación no de qué les sirve ir y hablar con la policía en colombia aquí no ayudan a una persona herida no ayudan a una persona que están viendo que hay flagrancia que hay de todo y no ayudan a una persona en esos casos tú crees que iban a ir por mí o por cualquiera de nosotras? No lo iban a hacer. Y si seguramente iban o de pronto hacían algún llamado o algo así, iban a decir, es que esta persona denunció, la mamá de esta chica se enteró y está preguntando por ella, ¿y dónde iba a terminar yo? Mi objetivo siempre fue volver a mi casa, como fuera, pero siempre fue volver a mi casa, el karma se hizo mucho más grande, porque una vez hablé con mi mamá y con mi hermana, y me dijeron, su papá se fue a un trabajo que le ofrecieron en Florencia, y no volvió, está desaparecido hace 15 días, no, no. No sabemos nada de él. Y pese a que mi papá fue un hombre muy violento con nosotras, igual era mi papá. Claro. Entonces ya tenía el corazón en la mano porque se desapareció mi papá y porque yo no podía hacer absolutamente nada desde donde estaba. Y yo pensaba, ya no voy a volver a ver a mi papá. Y si tampoco vuelvo a ver a mi mamá. Y si tampoco vuelvo a ver a mi hermana. Y si me quedo aquí. ¿Cuánto tiempo más? ¿Cuántos años más? Recuerdo que en una de las tantas ocasiones que llevaron chicas nuevas, fue una chica, la única negra que llegó de la cantidad de mujeres que habíamos, la única. Cuando la llevaron a ese bar, yo la vi y dije, esta mujer no es de acá, o sea, no trabaja en esto, no está acostumbrada a esto, no le hace falta nada, de todas las chicas que habíamos ahí, no te puedo decir que había alguna que yo dijera, esta mujer es de buena familia, y por buena familia me refiero a recursos, a dinero, no había ninguna que yo pudiera decir esta mujer tiene plata ella viene de una familia de poder o por su menos con mejores posibilidades no pero a ella sí se le notaba la diferencia en absolutamente todo hasta la forma de comunicarse también la vida lleva una amiga también la había llevado una amiga pero esa mujer sacó alientos de donde no los tenía y teníamos un chat donde nos daban instrucciones a todas un grupo de whatsapp y en ese grupo de whatsapp ella le escribió esto que usted está haciendo se llama trata de personas y yo no me voy a quedar aquí y usted a mí no me va a sacar plata y usted a mí no me va a sacar plata y usted a mí no me va a obligar como a ellas a trabajar y no me voy a quedar aquí y esto lo tiene que saber todo el mundo, esto no se va a quedar así no te creo la vida se dejó y no la volví a ver más ay no todas nos imaginamos a la negra le hicieron algo, a la negra la mataron, la desaparecieron, algo le pasó. Esa mujer fue demasiado inteligente. Ella había llegado unos días antes, pero no la habían llevado al bar. Y durante esos días yo asumo que ella ya se había dado cuenta de todo. Ok. Y no sé cómo lo hizo, no sé cómo lo logró. El caso es que ella hizo ese escándalo por el chat. Sí. Y al día siguiente trató como de llevar la fiesta en paz, como estamos bien, ok, yo les entiendo, si voy a trabajar y demás. Llévenme al gimnasio con todas que yo quiero ir al gimnasio. El día que las llevaron al gimnasio, yo creo que ni ellos mismos se explican o si lo sabían por dónde se les voló, no nos dijeron para que no hiciéramos algo similar, simplemente nos contaron cómo se voló y lo que nos podía pasar. Ella se les escapó. Dios mío. ¿A dónde llegó esa mujer? ¿Con quién se quejó? ¿A quién le contó? y lo que nos podía pasar, ella se les escapó. Dios mío. ¿A dónde llegó esa mujer? ¿Con quién se quejó? ¿A quién le contó? No tengo ni idea. No volvimos a saber de ella, no la volvimos a ver, simplemente nos dijeron a modo de advertencia que en caso de... Cancún es demasiado pequeño. Sí. Y que en caso de que alguna de nosotras tuviera la intención de hacer algo similar, Y que en caso de que alguna de nosotras tuviera la intención de hacer algo similar, apenas llegáramos al aeropuerto, los mismos que nos habían recibido, esos mismos nos iban a devolver y nos iban a entregar. Ay, no. Ya no había salida ni por el aeropuerto. a esa mujer porque yo creo que Dios tiene propósitos con cada persona y tal vez el propósito de ella fue llegar, estrellarse con esa realidad y hacer cosas por nosotras que nunca le pedimos. Un 6 de agosto, si mal no estoy, me tocó el show a mí me subí a la tarima ya no estaba no me sentía más tranquila no me sentía más confiada pero ya era costumbre ok entonces estaba haciendo el show y justo llegué al final de la tarima y vi que todas las luces se apagaron, todas, todas, todas se apagaron todas por dios se fue la luz y empecé a ver así mucha gente entrando por los costados y yo entré en pánico porque en esos sitios ya había muchas muchos rumores de que en otros bares habían entrado a dispararle a todo el mundo porque sí, como por ajustar cuentas o por lo que fuera, ya habían entrado a hacer cosas así, eso fue todo lo que yo pensé, pero igual yo seguía ahí inmóvil, yo, ¿qué hago? Y se me acercó así un tipo grandísimo y tenía una capucha y me dijo, vístase. un tipo grandísimo y tenía una capucha y me dijo vístase y yo recogí mi ropa del suelo y salí corriendo al camerino y las vi a todas correr y todas nos metimos allá y no sabíamos que estaba pasando, nadie nos dijo nada y escuchamos como sonaban las puertas, las habían cerrado y prendieron otra vez todas las luces pero ya no las luces de las que parpadeaban dentro del bar sino las luces como tal las luces blancas y entró otra persona ya sin la capucha y nos dijo vistas en todas por favor nosotras nos vestimos y vamos saliendo en fila al salón, y nos recostamos todas de las puertas que yo te estoy diciendo, nos recostamos todas ahí, estas personas no tenían identificación de policías, no tenían absolutamente nada, estaban vestidos todos de oscuro, pero sí se quitaron las capuchas después, y todos estaban armados, todos, todos todos estaban armados y nosotras sin poder decir absolutamente nada y los vimos que empezaron a bajar las cámaras y bajaban todas las cámaras hicieron bajar al DJ, hicieron salir al administrador, al señor que nos hacía cuentas y los pegaron así a todos a una pared tampoco se identificaban no nos decían nada, solamente al administrador, al señor que nos hacía cuentas y los pegaron así a todos a una pared. Tampoco se identificaban, no nos decían nada, solamente tranquilas. Cuando ya entraron unos de Chaleco Beige y ya nos empezaron a decir como que van a pasar por una entrevista una por una y van a decir sus nombres reales, si tienen identificación, de qué país son y por qué están aquí. Ok. Y empezamos a pasar una por una en las habitaciones. Y nos sentaron así en una mesa, nos diligenciaron un papel y ahí ya nos explicaron que ellos eran... No nos dijeron como policías especiales, nos dijeron otra cosa, pero en medio de los flash se me pasa. Pero eran policías y las chicas del chaleco beige eran de migración. Y necesitamos saber por qué están acá, quién las trajo, todo, todo. Y la mayoría no quisimos decir nada. No, del susto. No solo el susto, era lo que yo tenía en mi cabeza de todos son iguales, todos son de los mismos. Claro. Si yo llego a decir, sáquenme de aquí que me tienen obligada, va a ser peor. ¿Y entonces qué dijiste? Todas decíamos lo mismo. Estamos trabajando aquí, pero estamos voluntariamente, sí, estamos voluntariamente. ¿Quién las contrata? Nos contrata esta y esta persona. Y sé que en medio de ya nos sacaron otra vez a todas en fila, una de las chicas se paró enfrente de nosotras y dijo, tranquilas, están seguras, están bien, las vamos a sacar de aquí, porque sabemos lo que estaba pasando aquí. Yo no sabía si sentir alivio, si sentir más angustia, si era verdad o no era verdad. más angustia, si era verdad o no era verdad, y nos hicieron en fila india salir a todas a la puerta del bar, y todas empezamos a decir, pero mis cosas, pero y por qué, qué hacemos, a dónde nos llevan, no, no les podemos decir nada. No nos dejaron sacar absolutamente nada con lo que nos alcanzamos a poner. Yo tenía un short beige, una blusa, un straple naranja y unas chanclas. Todas estábamos más o menos con ropa similar. Así nos hicieron subir a un bus, el bus totalmente oscuro, y la que se iba subiendo al bus iba entregando el teléfono. Ay, qué susto. Nunca supimos hacia qué dirección nos llevaban, no nos dijeron nada, lo único que supimos fue ya cuando llegamos a una estación de policía grandísima, nos bajaron del bus y ya vimos así grande que decía como estación federal, como una cosa así. Y nos encerraron en un salón grandísimo. Y nos dejaron a todas ahí sentadas, tranquilas que están bien. Van a pasar una por una, dar una entrevista, a darnos sus datos, su dirección, su fecha de nacimiento, porque lo primero que vamos a hacer acá es verificar de qué país son y tratar de recuperar sus documentos. O sea, aquí se acabó todo. Y entonces tú en tu cabeza tenías y mi ropa, y mis cosas, y mi teléfono, y mi familia. ¿En qué me metí? Porque ves una estación de policía y tú no piensas, aquí me van a proteger. Tú ves una estación de policía y piensas, me metí en un problema más grande y ahora, ¿qué hago? Nos hicieron pasar a todas a dar esos datos y volvieron y nos dejaron ahí. Pasaron cinco días y nos mandaron una abogada. Y la abogada nos dijo, voy a poner un amparo porque ustedes tienen una denuncia de la que se fue. ¿La negra? ¿Cómo así que la que se fue? Sí, su amiga es la que se nos voló. Fue y puso una denuncia y por eso todas ustedes están acá y nosotros estamos poniendo un amparo para tratar de recuperarlas. Entonces todas van a pasar y van a firmar este papel de que ustedes están de acuerdo en que nosotros vamos a poner un amparo en contra de la deportación que les van a hacer. No. No tenías derecho a decir no quiero firmar y me voy a quedar aquí porque tú no sabías si sí estaba segura o no estaba segura todas pasamos y firmamos el tal amparo igual nos dejaron ahí sin comida sin comunicarnos sin bañarnos sin absolutamente nada encerradas como animales y en la noche vaya y venga durante el día el calor del infierno que había en ese lugar cuánto tiempo estuviste estuvimos cinco días en ese salón y todas semi desnudas como estábamos con tan poquita ropa y lo único que había será pasar policías todo el día pasaba policías de lado a lado pasaban los policías en la mañana cuando ya fue el quinto día en la mañana nos dijeron que nos iban a sacar de ahí, nos iban a llevar a una estación migratoria, que era totalmente distinto. Bueno, ok, vamos a una estación migratoria, supongo que ya se va a acabar esta vaina. Yo solamente pensaba, mi mamá. Si mi mamá se preocupa porque voy a la tienda y no aparezco, mi mamá debe estar enloquecida porque llevo cinco días sin decirle nada. Y llegamos a la estación migratoria y literal es como estar en la cárcel. Hay un patio gigante y una cantidad de celdas con un número. Tienen camarotes de cemento y te dan una cobija. El baño lo tienes al lado de la cama y tienes derecho a estar en ese patio al rayo del sol desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde a las 5 de la tarde pasas te dan comida como en la cárcel y cierran las celdas Hay cuatro personas en cada celda. Y así estuvimos doce días. ¿Tu amiga, Luisa? Todas, todas estábamos ahí. Y Luisa solamente me decía, cuando salgamos de acá, me voy a tatuar el número de la celda para que nunca se me olvide lo que nos pasó. Y se reía. En una de esas que estábamos todas hablando en el patio, y sentadas como esto, ¿por qué nos pasa a nosotras? Empecé a escuchar historias de todas de por qué llegaron ahí, de cómo llegaron ahí y todas llegamos al mismo punto. Porque el venir de una familia humilde, el tener un sueño, el tratar de perseguir algo que tú imaginaste bonito, tiene que terminar en algo así. Y hay una cantidad de detalles y de cosas que ya se me pasó contarte, pero a ese punto voy, porque el perseguir un sueño tiene que llegar a esas instancias y mucha gente juzga es que se fue porque quiso, es que se fue porque sabía lo que iba, es que si se quedó es porque le gustaba, eso es mentira, nadie llega a un punto de eso, es porque quiere. nadie llega a un punto de esos porque quiere nos daban una llamada cada siete días y yo tenía que escoger entre llamar angélica y decirle salve mis cosas y salve mi pasaporte que yo me quiero ir de aquí o llamar a mi mamá y decirle que estaba viva no Y siempre nos decían los de migración, si tienen a alguien que les traiga el pasaporte, es más fácil que puedan salir de aquí, porque el proceso está siendo más demorado hasta que en su país nos quieran enviar una copia de sus pasaportes. Claro. Y verifiquen que ustedes no tienen ni circular roja, ni circular amarilla, ni ningún tipo de antecedente que las mantenga aquí. Pero luego me puse a pensar, yo llamo a Angélica y le digo que recupere mis cosas y que vaya por mi pasaporte. Yo no creo que ella vaya a arriesgar el pellejo por ir a pedir mi pasaporte a ningún lado. Y si se perdieron mis cosas ya no me importa y llamé a mi mamá y para sorpresa mía no estaba enloquecida como yo pensaba me dijo yo sabía que algo le estaba pasando porque yo lo sentí me dijo lo sentí la noche que se las llevaron y yo sabía y no dormí. Y me derruqué a decirle a su hermana que me ayudara a buscar a sus amigas por Facebook y alguna me tenía que decir algo. Y encontraron a la hermana de Milena. Y lo único que ella tuvo para decirles fue, está bien, están en migración. Lo que pasa es que las agarraron trabajando sin papeles eso fue todo lo que ya le dijo mi mamá estaba tranquila mejor estás bien estás comiendo te están pegando no es migración aquí no nos maltratan nos dan comida que estamos encerrados pero solamente mientras verifican lo de los pasaportes me dijo bueno y cuando me puedes llamar yo te puedo llamar en 97 días puedo volver a llamarte un minuto y se me cortó la llamada pero le dije que estaba bien y para mí eso era tener la mitad de la vida porque por lo menos ya le había dicho que estaba bien. Una mañana empezaron a llamarnos a todas y cada una va a pasar y va a firmar un retorno asistido. O va a firmar si quiere quedarse con el amparo. Pero si quieren quedarse con el amparo eso se puede demorar hasta un mes el amparo era lo que la medida que ellos se han puesto para que nosotras nos quedáramos y yo firme el retorno asistido 88 y contra todo pronóstico o me voy en un cajón o me voy a mi casa pero yo no me aguanto más y le dije a luisa ella también ya se había desesperado si estábamos cansadas de eso me dijo yo también lo voy a firmar y empezamos a pasarle la voz a todos si lo firmamos todas nos vamos todas todas. Sí. Y eran muchísimas con miedo. Habían muchísimas que no salían, o sea, no entraban en razón de hay que hacerlo. No sé cuántas firmamos ese día. O no sé si todas lo firmamos, no tengo ni idea. Pero cuando llegamos a hablar con la persona, yo le dije, yo necesito tener una copia de ese papel. Me dijo, ¿para qué? Le dije, yo quiero tener una copia del tal Amparo. Yo necesito saber qué dice ahí porque a nosotras solo nos hicieron firmarlo, pero nunca nos dijeron qué era. Y ella me dijo, ¿está bien? Sí, sí, yo no le veo ningún problema. Y me dio una copia del amparo. Yo firmé el retorno asistido, salí de la oficina y llegué a la celda y me senté y leí el bendito amparo, donde ellos ni siquiera pusieron el amparo para tratar de salvarnos a nosotras. el amparo para tratar de salvarnos a nosotras ellos pusieron el amparo para que nosotras los exonerar amos al administrador al dj y a otras dos personas el señor de las cuentas y otra persona que había ahí para que nosotras los exonerar amos de la situación ok fueron los papeles que yo les mostré a ustedes en la pre entrevista lesista, y les dije, los he guardado por siete años, siete años donde yo veo todos los nombres de las chicas que estaban ahí conmigo, y los nombres de las personas que prácticamente nosotras por miedo les dijimos, váyase, y les firmamos para que ellos sí pudieran continuar con su vida, y nosotras no. Después de haber firmado eso eso como a los tres días, nos dijeron se pueden ir, y nosotras pensamos que ya nos podíamos ir que todo se había acabado y si se van a ir, pero se van a ir para su país cuando yo escuché eso fue como yo no te puedo describir lo que se siente o cómo se ve un milagro pero fue eso lo que yo sentí nos llevaron a un aeropuerto una pista yo que sé cómo nombrarlo súper Súper improvisado. A mí el avión se me hizo más grande de lo normal. Todo azul oscuro y decía Policía Mexicana. Tenía un escudo de México gigante en la parte de atrás. Y cuando nosotras subimos la escalera pensamos que era un avión comercial, que era un avión como en el que nosotras habíamos llegado. Era un avión comercial que era un avión como en el que nosotras habíamos llegado era un avión de carga un avión militar tenía contadas las sillas así y quedamos una frente a la otra nos pusieron chalecos nos amarraron de aquí el pecho y nos dijeron que durante el viaje no nos podíamos levantar no, tratáramos de no movernos de ahí porque no era igual que un vuelo normal y que ellos nos iban a traer sanas y salvas a la casa el haber sentido que despegó el avión que yo tenía un policía al frente de mi que realmente me estaba protegiendo que realmente nos habían salvado la vida yo creo que fueron las cinco o seis horas de vuelo más amables que yo he tenido en la vida y yo no pensaba dónde está mi maleta dónde está mi pasaporte perdí y le regalé mi pudor, mi dignidad y mi plata, yo no pensaba en eso, yo solamente pensaba me voy a mi casa, voy a volver a mi casa, voy a ver a mi mamá. Y llegamos y uno de tantos detalles que no piensan cuando hacen ese tipo de rescates, de hazañas o de cosas, es que son seres humanos los que van dentro de esos aviones. Que son seres humanos los que se bajan de ahí. Y que son mujeres que tienen familia, que tienen vida. Que vienen de pasar muchas cosas. Nos grabaron cuando nos bajamos. Había noticieros cuando nosotras nos bajamos. ¿Colombianos? Yo tengo muchos tatuajes. Yo solamente pensaba que me iban a reconocer por los tatuajes. Pero ¿y a mí qué me importa si me reconocen? Yo estoy en mi casa. Cuando nos bajamos del avión si nos grabaron y pasamos así y llegamos como unas carpas que tienen los chicos de no sé si es el ejército la fuerza aérea los que tienen el uniforme camuflado gris ahí nos estaban esperando y nos pusieron una cobija cada una y fue la sensación de las sensaciones más bonitas que yo he tenido. Porque cada uno de los soldados que había ahí no nos miró con morbo, no nos hizo la mirada que juzga o el dedo que señala. la mirada que juzga o el dedo que señala fueron bienvenidas a casa y nos abrazaron y nos pusieron una cobija nos revisó un médico y ya se había acabado llegué en chanclas llegué sin ropa llegué al aeropuerto destruida pero llegué a mi casa. Muy bien, mujer. Y de ahí en adelante hay muchas otras cosas que la policía hizo conmigo tratando de detener a estas personas, pero es irrelevante que yo te lo cuente porque al final es algo tan grande donde hay involucrados políticos policías mafia que es demasiado grande y no lo van a acabar aunque todos guardemos la esperanza de que eso suceda y lo que yo te dije a ti en la pre entrevista yo esto lo hago porque es la forma de sacarlo de de mi cabeza de liberarme de algo que guarde siete años porque me sane sola sin haberle contado a nadie y para que le sirva a alguien, a alguien que en este momento esté pensando que su amiga del alma, que una de sus tantas amigas le está ofreciendo el cielo y que va a ir con usted hasta las últimas consecuencias porque es mentira y no va a estar. Después de tanto yo ni siquiera la juzgo, ¿sabes por qué? Porque después ya nos enteramos de que las niñas que tenían la deuda, por cada chica que llevaran, les daban un porcentaje. Es decir, si mi deuda era de 40 millones, por cada amiga que yo llevara me iban a rebajar 500 mil pesos. Eso estaba mucho más cercano a pagar la deuda que el haber trabajado honestamente durante tanto tiempo trato de no juzgarla de no verla con ojos de rencor de no preguntar nada más porque siento que tal vez hay cosas que no se negocian mi mamá me enseñó que los principios no se negocian. Mi mamá me enseñó que los principios no se negocian, pero hay otras personas que le pueden vender el alma al diablo con tal de salvarse. ¿Qué has sabido de ella? Sé que vive en Miami, tiene un niño casi de mi hijo, no sé a qué se dedica en Miami, pero sé que vive muy bien allá. Después de que fracasó ese negocio en Cancún, como tortura psicológica, me di la tarea de seguir mirando. Ay, no. De seguir mirando si lo seguían haciendo. Siempre quise tener la oportunidad de, yo cómo les cuento, yo cómo les digo, yo cómo detengo esto como detengo esto aún sabiendo que no se podía fue mi tortura psicológica el saber que lo seguía haciendo de hecho hay dos bares de él en el parque yeras que funcionan del mismo modo y tristemente es una cosa que no se va a acabar. ¿Con niñas colombianas de otros países? Sé que hay muchas colombianas, no sé, pues me imagino que tendrá venezolanas, y no sé si las trae de otros países para acá, no tengo ni idea, pero sé que hay dos bares de él que funcionan del mismo modo aquí, porque cuando se le cayó todo su show y por enésima vez tenía orden de captura decidió venir a colombia y decidió venir y hacerlo desde aquí tenía una mansión aquí tiene una fortuna increíble Increíble. ¿Cuando llegaste acá, buscaste ayuda psicológica? No. No, yo... Y no porque no quisiera, sino porque fue empezar de cero. De hecho, aquí hago un paréntesis. Cuando yo salí del aeropuerto, habían dos niñas, una de Palmira y una de Medellín. Ellos cumplieron con su labor nos dejaron en colombia pero no retornaron a las niñas a cada ciudad y entonces dejaron en bogotá usted encuentre la forma de irse dos de esas niñas eran de la casa donde yo vivía con angélica qué hago yo con esas yo no les puedo dejar tiradas y les dije yo sé que mi mamá no no me va a decir que no mientras les envían plata de su casa o consiguen para el pasaje por lo menos vamos y se quedan en mi casa y yo les prestó ropa y algo algo. Ellas estuvieron tres días en mi casa. Mi mami las recibió como me recibió a mí. Sin pregunta alguna, sin juzgarnos por nada. Nos dio de comer, nos dio hogar, nos dejó dormir. Y mientras la familia les consiguía el dinero para irse por tierra, porque en Avión era sumamente difícil. Porque no veníamos de familias que pudieran solucionarnos la vida. De hecho, una de ellas tiene dos hijas súper bonitas. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tú llegaste acá? Siete años. Y es la primera vez que lo hablas y cómo te sientes mejor mucho mejor es algo que creo que necesito trabajar de otra manera porque aunque yo te asegure que me sane sola el tener tantos sentimientos encontrados al contarte una historia significa que no es a nada, que todavía duele, que todavía te agobia, pero después de siete años es el primer paso. Y un gran paso. Mi mamá no sabe, mi hermana no sabe. Se están enterando. Cuando lo escuche y creo que es una oportunidad inmensa para que entiendan porque Alison siempre está a la defensiva porque cualquier cosa es detonante de que Alison se enoje o de que Alison no quiera hablar porque eso soy yo y soy muy buena para charlar para ser amigos O de que Alison no quiera hablar. Porque eso soy yo. Y soy muy buena para charlar, para hacer amigos. Tengo infinidad de personas que me quieren. Pero siempre todos me tienen en el concepto de que yo soy como una bomba. Así de frágil. Si me tocan en el momento inadecuado, exploto horrible. Y yo sé que es por lo mismo. Pero hoy, si desde donde sea que me escuche, si de pronto llega hasta esa persona, a esa chica que puso la denuncia, que fue valiente, que se escapó y que no pensó hasta dónde podía llegar el haber denunciado, gracias. Si no hubiera sido por el valor de esa mujer, yo creo que de las 32 chicas que estamos en esa lista, muchas no estarían contando la historia. ¿Qué estás haciendo ahorita con tu vida que te dedicas? ¿Qué hago con mi vida? Yo ya no sé, ya ni siquiera soy, no te puedo decir que soy víctima de trata de personas, soy una sobreviviente. Y aprendí a ver la vida de ese mundo tú no eres víctima tú asumes y sobrevives a tus errores y a tus malas decisiones a raíz de eso, no te hago largo el cuento, conocí ah, perdóname acá me devuelvo un poquito lo que te conté es que mi papá desapareció. Sí. Son siete años que nosotras no tenemos idea de qué pasó con mi papá. La unidad de víctimas lo único que nos dice es que se desapareció en una zona. La última ubicación del celular es en el Cauca. Es una zona que nosotros no podemos tocar no lo podemos buscar seguramente es uno de tantos muertos que hay en el río cauca entonces pues no guarden la esperanza de lo que ya no va a pasar después de que yo volví con los brazos cruzados mi mami cuando ya se hizo a la idea de que mi papá no iba a volver él dejó un carro antiguo un mazda 626 por allá en un parqueadero donde uno de mis tíos y mi mamá no sentó a mi hermana de mi hijo con lo único que dejó su papá voy a ver que me dan por eso por ese carro y a cada una le voy a comprar algo Por ese carro y a cada una le voy a comprar algo. ¿Usted qué quiere? Yo siempre fui muy buena haciéndole vestidos a las muñecas y cambiándome mi ropa porque no me gustaba verme igual, haciendo cosas. Le dije, yo quiero una máquina de coser. Fue lo que se me ocurrió. Me dijo, listo, yo se la compro. Y a mi hermana creo que le regaló una parte de uno de los semestres mi hermana es psicóloga y esa máquina de coser fue todo lo que yo soy hoy en día encontré un video de unos chicos de San Andrés con unas camisas que me parecieron geniales y me dio la tarea de buscar el origen de la tela de esas camisas. Y muy afortunada encontré un nigeriano en Bogotá, la primera persona que trajo telas africanas a Colombia. Un ser humano increíbleble un señor en todo y empecé a trabajar con yo le compraba telas y hacía accesorios y los vendía por internet era muy poco pero ahí iba hacía pijamas y las vendía por internet las vendía mi mamá se las vendía a las amigas de las amigas, de las vecinas, todo el mundo me ayudaba y se volvió mucho más frecuente que yo fuera a comprar mis telas para hacer los accesorios en una de esas oportunidades Kingsley se llama, me dijo ¿tú a qué te dedicas? ¿qué es lo que haces? y yo le mostré desde mi celular las fotos y le dije, mira, esto es lo que yo hago, y esto es lo que tú te imaginas, estos diseños son tuyos o lo sacas de algún lado, no, todo es mío, me dijo, y por qué no trabajamos juntos, yo te doy las telas, tú haces los accesorios y los traes y los vendemos en mi tienda entonces él ya me daba créditos más grandes ya me decía bueno quieres hacer tus cosas y óvate tantas telas y para hacer mis cosas y óvate tantas telas ya me empezaron a invitar a eventos donde yo podía llevar mis cosas hay una iniciativa la alcaldía que se llama de hecho en bogotá que hacen muchas ferias ellos también me dieron muchas oportunidades de estar en espacios este señor me dejó trabajar con él en expo artesanías en la feria del hogar en muchos espacios que seguramente yo no hubiera alcanzado siendo emprendedora me hubiera costado mucho más él me abrió muchísimas puertas y ya de ahí en adelante puse mi negocio sola y hoy en día vivo de mi negocio y sigo trabajando con telas africanas hay mucha gente de la población afro que me aprecian y me llaman me piden telas me piden accesas, me piden accesorios, me piden cosas, y ellos son mis clientes, ellos son el nicho de mercado en el que yo estoy, y fue gracias al nigeriano. ¿Dónde podemos encontrarte? Creemos que sean muchos más clientes. Yo me encuentro en Instagram, tengo Instagram y tengo TikTok, ustedes me buscan como menta y pomelo, ahí están todos mis diseños. ¿Dónde te ves mujer? ¿Qué sueños tienes? Mi sueño, seguir viviendo de lo que hago, pero poder volverlo un proyecto mucho más grande. Muchas mujeres que se sientan identificadas no solo con mi historia, sino con muchas otras cosas que la sociedad hoy en día normaliza, el maltrato, las que fueron trabajadoras sexuales, las víctimas de trata o cualquier otra mujer que se sienta vulnerable y que pueda encontrar ese hombro, ese apoyo y que pueda decir yo voy a trabajar con Alison porque no me va a juzgar y soy creativa o tengo algún talento que yo puedo aportar a este proyecto maravilloso. ¿Volviste a confiar en las amigas? No, soy de las mujeres más solas que tú puedas conocer. ¿Sabes quién es mi amigo? ¿Quién? Mi hijo. Mi hijo es absolutamente todo. Cada vez que yo siento que tengo el flashback y que otra vez me va a dar y que otra vez estoy en crisis, mi hijo. ¿De cuántos años? Cinco. Él es el motor de absolutamente todo y mi mami el fin de semana yo quiero estar pegada a mi mamá y cuando tengo 5 minutos y ella todavía no se ha ido a trabajar me invita a hacer un café y corro a ver a mi mamá ¿cuánto tiempo en total estuviste allá en México? espérame yo hago cuentas. Seis meses. Eternos. Seis meses que se me hicieron mil años. Guau, qué historia. Pocas veces me había quedado tan impactada con historia y te digo que han pasado por aquí cualquier cantidad de historias y sin decir que alguna es más importante o más valiosa que la otra, la tuya sí me deja sin palabras Alison. tú no te imaginas lo que esto significa para mí. Yo nunca me sentí con la valentía de mirar a los ojos a mi mamá para decirle me pasó esto. Por el simple hecho de tener en mi cabeza la voz de me lo advirtió demasiadas veces y justo cuando me pasó yo no le conté. Qué lección? la palabra propósito, pero seguramente con el tiempo, que ya ha pasado también bastante tiempo, has ido entendiendo como... Sí, sí, hay un propósito. Es un propósito muy lindo y de hecho se lo dije a mi mamá cuando venía para acá. Le dije, Dios debe tener, aparte del propósito que estoy segura que tiene conmigo, propósito que estoy segura que tiene conmigo, debe tener otros planes mucho más grandes, porque me sacó de algo demasiado fuerte, y aparte de eso, la oportunidad de estar aquí, es que fue como si yo se lo pidiera, y él me dijera, toma, ahí está, si lo neces necesitas haz lo que esto es para ti porque es lo que tú dices de tantas historias que tú tienes o que ustedes tienen por leer para decir me llama la atención está porque yo porque seguramente yo sé que dios tiene propósitos demasiado grandes que algunos los conozco, otros todavía seguramente no pero ahí están no tengo duda de que esto va a llegar no solo al corazón de todos los que te vemos y te escuchamos sino especialmente al corazón de esas niñas que están a punto de emprender un vuelo y gracias a ti se van a salvar la vida espero que así sea porque yo tuve la oportunidad, el milagro y no sé ni siquiera cómo bautizarlo. La segunda oportunidad que me dio la vida para volver, para hacer las cosas mejor, para dar todos los abrazos y decir todas las cosas que no le dije a mi familia, pero y las chicas que no pudieron, todas las que antes de mí, como lo dijo Angélica, se quedaron, todas las que no contaron con una mujer valiente que pusiera la denuncia para sacarlas de allá, denuncia para sacarlas de allá. Por todas esas personas es que yo vine a contarles para que nadie más lo haga, para que no se repita. Y pensar que puede ser cualquiera de nosotras, que por confiar en una persona terminemos en una situación así. Gracias Alison, qué valiente eres, maravillosa. Gracias Alison, qué valiente eres, maravillosa. Muchas gracias a ti. De verdad que me siento privilegiada por tener esta historia, no para escucharla, sino para que toquemos muchos corazones a través de esta plataforma. Esto es Vos Podés, el podcast. La trata de personas es un delito que prospera en silencio. Se estima que alrededor de 27.6 millones de personas en todo el mundo son víctimas de este flagelo. Sin embargo, la cifra real podría ser aún mayor ya que muchos casos no son reportados o detectados. Según la Procuraduría General de la Nación, en Colombia la trata de personas alcanzó la cifra más alta en los últimos 15 años. Denunciar puede salvar vidas. Si tienes información o sospechas de alguien que pueda estar siendo víctima de trata, denuncia con las autoridades locales o llama a la Línea de Atención a Víctimas de Trata de Personas. 018-0522-020 Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.