Un sacerdote abusó de mí y de mis hermanos - invitada: Ana Llano

Un sacerdote abusó de mí y de mis hermanos - invitada: Ana Llano

11 de dic de 2024

En este episodio emotivo de Vos Podés, Tatiana Franco entrevista a Ana María Llano, quien comparte valientemente la historia de abuso sufrida por ella y sus hermanos a manos de un sacerdote. Ana María viene en representación de su familia para hablar sobre el abuso que ellos sufrieron en su infancia por parte del sacerdote Darío Chavarriaga. A lo largo de esta conversación, Ana María busca crear conciencia sobre la importancia de romper el silencio en situaciones de abuso.

Capítulos

La Historia de los Hermanos Llano

Ana María Llano revela el doloroso pasado que comparten ella y sus hermanos. Referente a los abusos cometidos por el sacerdote Darío Chavarriaga durante su niñez en la pobreza. Una familia numerosa, donde este sacerdote se convirtió en figura de confianza ante la necesidad, solo para abusar de la misma.

El Silencio que Duele

Ana María explica cómo la familia, por diferentes razones, decidió callar los abusos sufridos. Algunos hermanos descubrieron la magnitud del abuso muchos años después. La historia se mantuvo en silencio hasta el 2014, cuando deciden denunciar ante la jerarquía de la comunidad jesuita.

Enfrentando la Comunidad Jesuita

En 2014, la familia Llano confronta al provincial de los jesuitas en Colombia, de Rú, quien les promete manejar la situación internamente bajo el derecho canónico. Sin embargo, no se toman acciones efectivas, y Darío Chavarriaga es homenajeado por la Universidad Javeriana.

La Decisión de Hablar

Después de años de silencio, los hermanos deciden actuar en 2023, tras nuevas evidencias y apoyo que reafirman su decisión de denunciar legalmente. Su intención es visibilizar el abuso clerical y asegurar que no haya más víctimas silenciosas.

Catarsis y Sanación

Ana María describe el efecto liberador de hablar sobre su experiencia. La familia Llano encuentra un propósito mayor, buscando justicia y cambios estructurales que protejan a futuros niños de abusos similares. A través de entrevistas y el apoyo legal, esperan lograr conciencia social.

Conclusión

El testimonio de Ana María y su familia se convierte en un llamado a romper el ciclo de silencio que permite el abuso. Ellos han decidido ser la voz de muchos que aún no se atreven a hablar, con la esperanza de prevenir futuros abusos y cambiar las dinámicas de poder que facilitan este tipo de crímenes.

Menciones

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Hoy quiero agradecer de manera especial a la invitada de este día, ella es Ana, y digo que de manera especial, Ana, porque siento que hoy no vienes a hablar de ti, vienes en representación de toda una familia. Gracias, Tati. Gracias, es correcto. Vengo en representación de la familia. Son nueve hermanos, son nueve hermanos y seguramente algunos, sobre todo acá en Colombia, al ver a esta invitada se les hará conocida la cara porque recientemente ha estado en algunos medios de comunicación compartiéndonos su historia y esta es la oportunidad para que también en nuestros micrófonos abras tu corazón y nos cuentes esa versión que es tan importante para ustedes como familia. Gracias Tatiana. Primero gracias a Dios por esta oportunidad, por poder estar con ustedes hoy acá, contigo Tati, por poder estar con ustedes hoy acá, contigo, Tati, porque ustedes son las personas que hacen posible que nuestra voz llegue a mucha gente. Y ese es el propósito, precisamente, de contar nuestra historia, de contar la mía en particular, y poderles transmitir a muchos de tus oyentes esa gran cantidad de personas que te siguen, lo que nos pasó para que no pase más. Me encanta eso, para que no pase más. Sobre todo que esto sea hoy un espacio de conciencia, ¿no? Más que de juicio, que sea un espacio de, un despertar, diría yo, que la gente diga, ok, esto puede pasar, esto ocurre y podemos evitarlo. Sí, es una alarma, es una alerta. O sea, que se prendan las alarmas de una sociedad callada por siglos, inclusive, que se prendan las alarmas para que no vuelva a pasar. Me decías que haces parte de un grupo de nueve hermanos. ¿Qué tal si hablamos de esa infancia, de esa niñez en familia? Oh, por Dios. Bueno, somos una familia paisa, mi papá, mi mamá caleña del valle. Soy de las menores, soy la penúltima. Una familia compuesta por dos hombres y siete mujeres. está por dos hombres y siete mujeres. Desafortunadamente, y pues por las cosas de la vida, y Dios tiene propósitos en esto, tuvimos muchas carencias. Cuando yo era niña tuve muchas, muchas carencias. Mi mamá, una mujer muy valiente, muy hecha para adelante, sacó a nueve hijos solita porque desafortunadamente vuelvo y repito, mi papá era alcohólico y pues por su tema de trago, de licor no, se fue a las a las inmundas como decimos y no respondió por su familia, aunque era una persona linda, noble pero no respondió como papá, o sea, teníamos una carencia grande de papá entonces mi mamá, una señora secretaria, pues cuánto gana una secretaria, al mínimo manteniendo a nueve hijos eso llevó a que tuviéramos muchas carencias económicas, faltante inclusive de comida bueno, de muchas cosas, pero una mujer muy muy valiente. Pero nunca les faltó el, ese amor de mamá fue la que los sostuvo todo el tiempo. Absolutamente, o sea, una mujer que cuidaba a sus hijos como la leona cuida a los cachorros, o sea, una cosa impresionante. Linda, lindísima. Todos los diciembre cuando ella recibía a su prima, buscaba la manera de, nos hacían una hojita, recuerdo tanto, el piecito de cada hijo para ir en el centro, porque ella trabajaba en el IDEMA, a comprarnos los zapaticos a... hermosa, a cada uno, porque pues como llevaba nueve hijos en un bus. A chorrera, gente. Buscaba la manera de, de verdad, una mujer muy, muy valiente. Yo siempre lo he dicho, que ha sido la mujer que yo más he admirado en mi vida. Ligia Narváez. Qué bello eso. ¿Ya no vive? No, la mamita murió en el año de la pandemia, pero no murió de pandemia, no murió de COVID. Murió porque tenía unas enfermedades de base muy, muy graves. Además de ese amor, ¿cómo era el tema de la fe en la vida de tu mamá? La mamita, una mujer católica, 100%, nos crió en esa tradición católica, con mucho respeto por la religión, por los sacerdotes, por las monjas, muy creyente, la mamita, y pues nosotros continuamos con esa tradición. Una mujer muy buena, no perfecta, nadie es perfecto, solamente Jesús, el Señor, pero una mujer con muchos principios espirituales que nos los dejó y ahí estamos todos. ¿Recuerdas y recuerdan ustedes como hermanos, porque como decía al inicio, ¿Recuerdas y recuerdan ustedes como hermanos? Porque como decía al inicio Es en representación de ellos ¿Cómo era ese tema de la religión? ¿De la fe? ¿Cuál era la dinámica en familia? ¿Iban a misa los domingos? ¿O cómo funcionaba esto en la casa? Pues ella trabajaba todos los días Ella siempre tenía una frase Yo levantada desde las 4 de la mañana O sea, tenía su frase Y trabajaba hasta tarde para ganarse sus horas extras. Entonces los domingos, pues que fuéramos a misa, sí, íbamos, pero no era muy recurrente, digamos, con ella que vengan para acá a los nueve, vámonos a misa. No, pero sí íbamos. Sí íbamos a misa, ella nos enseñó la tradición. Básicamente eso. Y no es tanto de rezar el rosario, la mamita no era tanto, pero ella creía en todo lo que era la tradición católica. Sí, era muy tradicional, una mamá muy tradicional. Y respetuosísima con la tradición. ¿Y para todos los nueve hermanos era representativo el tema de la fe? Para todos, absolutamente todos, hasta la fecha, desde chiquititos hasta ahora. Ok. Hay un padre que llegó a ser parte de la vida de ustedes desde muy temprana edad, que entró a su casa, le ganó la confianza de ustedes y bueno, más adelante ocurrieron muchas cosas, pero quisiera que arrancáramos del inicio. ¿Quién es esta persona y cómo lo conocieron? Correcto. Mi hermano Fernando, Luis Fernando Llano Narváez, un chico, porque en ese momento tenía 13, 14 años, brillante, con unas notas excelentes. Él estudiaba en el Colegio Mayor de San Bartolomé. Tenía sus notas muy buenas y el sacerdote Darío Chavarriaga Jaramillo, él era el director de estudios del colegio. dentro del colegio había una política de los exalumnos del colegio, donde había un requisito para darles unas becas a ciertos alumnos. El requisito era que tuviera excelentísimas notas, pero aparte de todo tuviera una situación económica desfavorable. O sea que era perfecto el candidato. El sacerdote Darío le comentó a Luisito, nosotros le decimos Luisito, le comentó que se había ganado una beca a través de esos exalumnos bartolinos, que quería conocer a mi mamá y a mi papá, entonces al día siguiente ellos dos asistieron al colegio y le dieron la muy buena noticia que se había ganado esa beca y la beca consistía en todos los beneficios colegio hasta que terminara su bachillerato más la universidad en la universidad javeriana le ofrecieron zapatos comida, transporte, mucho, una beca absoluta entonces pues muy agradecidos de verdad mi papá y mi mamá, sobre todo mi mamá que era la que nos sostenía, muy agradecidos, de verdad, mi papá y mi mamá, sobre todo mi mamá, que era la que nos sostenía, muy, muy él tenía, él ya murió, ¿no? Entonces, por eso digo, él tenía un carisma enorme, era una persona muy simpática, paisa de Medellín. Entonces, tenía sus dichos y sus cosas. Entonces, él le dijo a mi hermano y a mi mamá que quería conocer a la familia. Nosotros, en ese momento, vivíamos en el barrio La Virginia. Es un barrio más o menos,. Y bueno, vivíamos allí en unas condiciones, vuelvo y repito, económicas con mucha carencia. A veces aquí entre comillas o como un paréntesis, nosotros era una sola comida al día y repollo con sal y ya. Duro. O sea, cuando yo pienso en esa época, Tatiana, es una época, para mí es una época gris, negra y desértica. Yo me imagino esa casa y no había comida. casa y no había comida. Mi mamá, tan linda, o sea, qué mujer, en una lata de betún calentaba ahí, ponía como una parrillita para calentar porque no teníamos estufa. Entonces ahí prendía con el betún, prendía para hacer la comida. Este señor entra y empieza a visitarnos y pues lógicamente como que yo pienso, esto estoy pensando nomás que cuando una persona tiene, es depredadora o es pederasta ya viene desde antes maquinando muchas cosas atrás. Entonces cuando él ve que es una familia, una mamá, cabeza de familia, nueve hijos, una situación financiera totalmente mala, pues él dice, esta es la oportunidad. ¿Qué trae él en sus bolsillos? Trae dinero para comprar mercado, trae dulces para las niñas. Una niña, yo tenía ocho años, mi hermana menor seis, mi hermana Mónica diez y así para arriba. Sí. La mayor o el mayor tenía 17 años, todos éramos menores de edad. Entonces él llega y cuando llega, llega con cosas, llega con comida, llega con detalles, lo que todo eso nos faltaba. Aparte, llega uniformado de sacerdote, ¿no? Con su, ¿cómo se llama esto? La clarimán, yo no sé cómo se llama exactamente. Entonces, es toda, es como, como digo, es un escenario perfecto para que nosotros lo recibieramos con mucho cariño. Además, vuelvo y repito, porque teníamos muchísimo respeto por los sacerdotes, por la iglesia. Entonces, él empieza a frecuentar la familia bastantes veces. Mi mamá, cuando él iba, ella se iba para la cocina a hacerle algo de comer al sacerdote. Pero cuando él venía, éramos felices porque él nos enseñaba canciones y nosotros tenemos todos, si tú nos preguntas, los nueve o los ocho, que mi hermano mayor se salvó, no vivía con nosotros, nos sabemos una canción que él nos cantaba y nos enseñó, inclusive nos la escribió con su letra. Es que tenía mucho carisma, una letra muy linda. Yo tenía un marrano gordo, que de gordo lo maté, le, ¿qué? ¿Cómo dice? Le quité no sé qué, y otras tantas le dejé, cuchi cuchi chino chino, wey wey wey. Y eran como unas 20 estrofas, parecía un himno nacional. Entonces toda esa cantidad de cosas que él nos enseñaba nos hacía sentir relajadas, tranquilas, felices. Y ahí empieza el tema. Pero, perdona ahí esta interrupción repentina, es que me estoy imaginando la escena, ¿no? Y pienso, ¿de alguna forma ustedes veían como una figura paterna en él? ahora lo siento y lo veo enfocado así. En ese momento, nosotros éramos felices porque era como el papá, ese faltante de papá que nos sube en el regazo y nos consiente, nos acaricia. Y empieza el tema de los abusos. Yo, ocho años, nueve años, no veía qué le hacía a mi hermana nunca, ni a mi otra, sino a mí. Entonces, a mí, sí, me acariciaba por debajo de la ropa interior. Yo sentía mucha incomodidad, pues, porque, ajá, o sea, no, no, no, no es, nadie lo había hecho en mi vida, yo estaba muy niña. Salía, digamos que me bajaba, salía corriendo, entonces al rato otra vez jugábamos y de nuevo otra vez, y así varias veces mientras él iba de visita a la casa. Como que confundía ahí entre risa y una cosa y la otra. Entre caricita, la pierna, y suba y suba. Inclusive no recuerdo bien, pero sí obviamente como con el deseo de darle a uno besitos y cositas y en fin. Impresionante. Los ojos de una niña hoy, yo soy mamá, yo tengo dos hijos, ya son adultos, pero cuando yo pienso en esa niña de esa edad, Dios mío, es mi hija, y sus ojitos son absolutamente tiernos, son inocentes, son limpios. Y lo que yo siento es que él llegó a dañarnos esa inocencia aunque no la pudo dañar porque teníamos un Dios poderoso que desde siempre nos ha cuidado pero el tocarnos y ya el abusarnos ya ya es espantoso, ahora llegaba la mamita, le traía de pronto su chocolatico, su vaina y él se hacía el loco absolutamente el loco, absolutamente el loco. Nunca le dijimos nada a la mamita, yo nunca le mencioné ni a mi hermana, ni a mi hermano, a ninguno, lo que me pasó a mí. Además me confuso todo, una niña de esa edad no tiene esa conciencia, sin embargo su corazón ya le está avisando lo que no es correcto. Pues en ese momento yo sentía temor de decirle a la mamita, ¿por qué? Porque yo le iba a decir, oye, el padre Darío me está tocando y posiblemente no sé qué reacción hubiera podido tener la mamita por el respeto a ellos, ¿no? Primero el respeto a un sacerdote. Lo más seguro, conociendo a la mujer que era una mujer berraquita, mujer valiente, seguro que le hubiera podido decir algo, pero nosotros, yo callé. Y digo, yo callé y nosotros callamos porque todos callamos. Nunca quisimos como que revelar esa parte oscura del sacerdote, ¿no? Claro. Y sentía, ¿en algún momento él te dijo que te callaras? No, nunca. No, él nunca me dijo que me callara. Pero ¿qué viene? Viene el regalito que es lo que hace, no sé si tácitamente de callar, que es el, viene con regalos, viene con fotografías, viene con momentos agradables, trae una canasta de cosas. empezamos a tener esta carencia que también era importante porque la mamita, no había comida, ¿te recuerdas? Claro, claro. No hay comida, y maicena en una alacena, quizás, esto es lo que requiero, como una cajita de maicena, tal vez un poquito de arroz, o sea, no había comida. Claro, entonces era la abundancia. Era la abundancia y si yo pronto menciono, ¿ves? Sí, sí. Como que se nos sacaba eso que a la mamita en ese momento le ayudaba. Claro, claro. Y la rica. Había como una generosidad en tu corazón como de, prefiero callar y no acabar con esto que nos alegra tanto. Yo creo que tanto la niña en ese momento como que tampoco está pensando en, ah, bienvenido, no, sino es, si me lo trae, pues rico. Claro, claro, claro. Qué bueno que nos esté bendiciendo. Yo sentía así. ¿Esto que le hacía contigo era muy recurrente en cada visita? Cada visita, cada visita era así. Y en algún momento... Ahora, no era tan fastidioso porque de haberlo sido, yo creo que definitivamente ahí sí algo decimos. O sea, sí era, pero no era como tan fastidioso. Sí me hago entender. Era una cosa que siempre salía. Siempre había. Siempre había abuso, siempre. ¿En qué momento ya te enteras que no eres la única viviendo esta situación? Mira, nosotros en mayo de 2014, mi hermano Fernando, bueno, eso fue como en marzo, abril, mi hermano Fernando habló con mi hermana, la que vive en México, Sofía Elena Llano, y un año anterior nosotros tuvimos un episodio como familia, no lorada la iglesia católica y la comunidad jesuita, de los jesuitas. Muy feo, algo que pasó en algún momento, quizás se sabrá o tal vez no. En ese momento, mi hermano, ellos estaban en la 65, creo que eso es un convento de los sacerdotes jesuitas, y ellos estaban en la 65 y saliendo de un evento que tuvimos que fue muy horrible, mi hermano iba caminando, cuando a lo lejos lo ve que él viene caminando hacia nosotros. Este sacerdote. El sacerdote Darío, aún estaba vivo, en el 2013. Viene caminando, alguien le avisó que estábamos ahí, entonces él quería saludar a la familia. Viene caminando, alguien le avisó que estábamos ahí, entonces él quería saludar a la familia. Cuando se viene, mi hermano Fernando lo vio y como ya veníamos explotados acá de una situación que pasó, él quería ir a darle su trompadón, o sea, la verdad, él deseaba pegarle. En eso, mi sobrino lo atajó y le dijo, no, Fernando, ¿qué te pasó? Entonces dijo, déjeme, déjeme, que yo quiero ir a hablar con él. Cuando el sacerdote vio que Fernando se puso así, ya un hombre adulto, Fernando un hombre adulto, se devolvió, se regresó y ya no estuvo allí. Mi hermana Sofía al año, como en abril, marzo del 2014, le dice, oiga, Luisito, ¿qué pasó? Porque usted era el hijo consentido del padre Darío. Entonces él le dijo, no, no, no, nada, dijo, no cuente, ¿qué pasó? Dijo, no, nada, no pasó nada, necesito, mi hermana, que me cuente. Entonces Fernando le dijo, le contó. Mi hermana dice que iba manejando con su esposo que su esposo también ha estado muy encima con nosotros nos ha apoyado muchísimo Ciro Mejía y él estaba con su esposo y le dijo, Oriya te necesito que pares entonces Luisito le contó lo que le había pasado por encima le contó y Sofi empezó a llorar ¿qué le dijo? le dijo que él había sido abusado nadie sabía, absolutamente nadie sabía lo de mi hermano que él había sido abusado en el colegio y esto hago un paréntesis en tantas de las visitas que él iba a la casa una noche como a las 10 y media de la noche ya tarde, el sacerdote Daría le dijo a mi mamá, déjeme llevar al niño. Ahí empezó todo. Déjeme llevar al niño para que mañana no tenga que madrugar tanto, como ya está tan tarde. Y que sencillamente allá hay una habitación para los alumnos que se quedan tranquilos. Obviamente, allá hay una habitación para los alumnos que se quedan tranquilos. Entonces, mi mamá, una mujer tan linda, de verdad, porque cómo va a pensar y en su corazón nunca se imaginó, le dio permiso de llevar al niño al colegio. ¿Qué edad tenía el niño en ese momento? Trece, catorce años. Ok. Flaquito. Y como en ese tiempo nosotros, digamos, la generación mía, yo tengo 57, no me importa si la tengo 57, nosotros respetábamos muchísimo. Entonces mi hermano era un flaquito inocente y se fue con sus libritos y con el sacerdote. Llegaron, él cuenta esto, eso es un paréntesis chiquito que estoy haciendo, acuerda que estoy hablando de mi hermana. acuerda que estoy hablando de mi hermana él cuenta que él tenía todas las llaves no había nadie, él abrió puertas se iban en el jeep Nissan Patrol que él siempre iba abrió, estacionó y se subieron a la habitación de él entonces pues él estaba buscando que lo llevara a la habitación donde se quedaban los niños los alumnos, pues no, no había habitación, había una colchoneta los alumnos. Pues no, no había habitación. Había una colchoneta al lado de la cama de él y ahí le dijo que se quedara ahí, que no había problema. Mi hermano Fernando, pues dijo, ok, pues está bien lo que tú digas. Y en ese momento le dijo, métete a bañar. Yo acabo ya listando, no sé qué, cuando mi hermano dijo, pero bañarme hasta ahora no era la costumbre de mi hermano. De noche ya. De noche, tarde, mi hermano se metió a bañar y al rato llegó él desnudo a abusarlo. Ahí empezó el abuso en la ducha. Fernando cayó, no dijo nada porque la beca tenía todo, entonces esa es la parte de amordazar no dijo nada al día siguiente cuenta Luisito que se levantaron a bañarse con su pelito mojado van al comedor de los otros sacerdotes donde había muchos sacerdotes desayunando, llega el niño con el sacerdote Darío, con su pelito mojado, con los libros, y nadie dice nada. Ninguno otro dice, pero usted qué hace con este niño, por qué venga muestre. Normal. Normal, tal cual. Yo pienso que era una escena para ellos absolutamente normal. Al rato va y da la misa. El sacerdote Darío le da la misa y le da la comunión. Después de un abuso. Después de cinco horas atrás, un abuso. Eso fue a las siete de la mañana. Un abuso. Y entonces Fernando cuenta ahora que cuenta y empieza a recordar tantas cosas. Dice entré en conflicto porque para mí la primera comunión y todo eso era importante. ¿Y cómo es que este señor con esas manos sucias me entrega la hostia? Cuando hacía unas horas había hecho lo que hizo conmigo y fue la primera vez que lo abusó. Y así ocurrió varias y varias y varias veces. Que si esto siempre ocurría, porque ya lo que estás contando de tu hermano es de otro nivel, imagino yo que él siempre lo hacía, este sacerdote, en su espacio, no en la casa de ustedes. En su espacio. Allá en la oficina o en la habitación, siempre, siempre fue en su espacio. Y pasó con tu hermano exactamente lo mismo, que hacía silencio, tu mamá seguía, lo seguía como pidiendo prestado, entre comillas, este sacerdote para, ay, me lo llevo otra vez para descansar, me lo llevo. Claro, totalmente, sí, y fue varias veces que lo abusó. Entonces, aquí cierro paréntesis, cuando ya Luisito le cuenta algunas cosas, porque no fue tan profundo, a mi hermana, mi hermana dijo, para, para, para, le dijo a Ciro, mi cuñado, y llorando, Luisito le decía, tranquila, no pasó nada, o sea, cálmala, tranquila. Como no le contó a profundidad, le dijo, no, no, no, yo ya superé eso, no se ponga a llorar, no se ponga triste, no se ponga mal, le dijo, no, espera, o sea, calmándola, tranquila, como no le contó a profundidad, le dijo, no, no, no, yo ya superé eso, no se ponga a llorar, no se ponga triste, no se ponga mal, le dijo, no, espera, espere, Luis, lo que me pasó a mí, ahora va a lo mío, le dice Pia, dice, yo también fui abusada, y ya le contó su experiencia, y ya los dos, ahí por teléfono, un mar de lágrimas, pues, de México a Colombia, un mar de lágrimas pues de México a Colombia en ese momento la primera que supo y el primero fueron ellos dos entonces Luisito también me preguntó a mí, me dijo, cuénteme ¿qué pasó con Darío Chavarria cuando era chiquita? de una, se llevó así pero después, como a la semana entonces yo le dije ¿qué pasó? me dijo, dígame. Yo le voy a contar una cosa, es que a mí me abusó. Y yo le dije, no, Luisito, no. Me dijo, sí, a mí me abusó, pero ¿a usted qué? Yo le dije, pues a mí también. A mí me tocaba las partes íntimas y me daba pena decir eso a mi hermano porque él no sabía. Entonces le contamos a Sofi y luego a otra hermana que ella no está dentro de la denuncia También comentó lo mismo Y así Fuimos cuatro los que como que En ese momento, en el año 2014 Hablamos sobre el abuso Fuimos cuatro nada más Exacto ¿Para ese entonces tu mamá estaba viva? Estaba viva, mamá murió en el 2020 ¿Y ella tuvo conocimiento? Ok Cuando nosotros fuimos Mi hermano le pidió cita al sacerdote de Rú En ese momento era El provincial de los jesuitas La cabeza máxima en Colombia Él nos dio la cita Y Luisito me dijo, vamos Me quiere acompañar, le dije, arranquemos, nos fuimos para la oficina, al despacho de él, un sábado 24 de mayo de 2014, y pues nos sentamos, él allí sentado, una persona pues respetable, mi hermano Fernando empezó a contarle, pero ya más detalles. Cuando mi hermano Fernando empieza a contar esto, él estaba aquí a mi lado izquierdo, yo volteé a mirar y le dije, ¿qué está diciendo? Yo no quiero escuchar eso. Y ahí estaba Derru al frente de nosotros. Y Luisito continuó diciéndole cosas a él. En eso yo me paré, salí de la oficina y yo decía groserías. Yo no soy grosera, a mí no me gusta, pero era buscando a Darío Chavarriaga. Salga, salga violador, salga, salga. ¿Dónde está? Quería que viniera. Me salí de la oficina y luego me regresaron, me dieron un vasito con agua, pero yo estaba muy mal, estaba absolutamente mal escuchando a mi hermano. Antes de entrar en esos detalles, yo quisiera entender, ya cuando ustedes como hermanos se confrontan y descubren este secreto tan doloroso, ¿quién tomó la decisión de decir ok, esto hay que denunciarlo y hay que hablarlo? ¿cómo fue esa conversación ahí? Sofía y Fernando cuando ellos hablaron en marzo, en abril dijeron esto tenemos que denunciarlo tenemos que hablarlo, esto no puede seguir y pensando especialmente en los niños que durante tantas décadas y en la actualidad en el 2014 pues estaban quizás por el silencio de las víctimas, que nos quedamos callados todos seguían siendo abusados. De Rueda es la máxima autoridad de esta comunidad. En ese momento lo era, el provincial de la comunidad juez Ceudita. ¿Y ya lo conocían o hicieron como una investigación, una búsqueda? No, no lo conocíamos. Yo particularmente nunca lo había visto. Mi hermano siempre ha puesto el dedo en el renglón en este tema, en silencio. Él tuvo muchas novias, vivió en Italia, tuvo novia alemana e italiana, o sea, muchas. Pero todo lo guardó solito, solito. No le contó a nadie, a nadie entonces cuando, te digo, tenía el dedo en el renglón, es que él sabía que Derrú era el jefe máximo de Darío Chavarriaga y quiso ir a denunciarlo pues a su autoridad ok, entonces ya están ustedes en esta oficina, era una oficina donde estaban, y quién había había presente además de ustedes? No, solo con Derru y nosotros dos, Felicito y yo. Quisieras compartirnos cómo fue esta conversación, cómo lo recibió, muy respetuoso, nos escuchó ya cuando Fernando le cuenta un poco más en detalles, y yo también le dije por encima que yo también fui abusada, él se sorprendió mucho y dijo que pues, que en nombre de la comunidad jesuita, que nos pedía perdón, y que si necesitábamos algún apoyo psicológico y espiritual que estaban ahí para ayudarnos. A lo cual yo le dije, esto no lo repara un apoyo ni una palmadita en el hombro como usted nos está queriendo dar. No lo repara. Nosotros vamos a ir al Vaticano. Yo soy un poquito más explosiva, entonces mi hermano es más tranquilo. Le dije, vamos a ir al Vaticano, tenemos que hablar. Esto lo tiene que saber todo el mundo. Y él, pues me trajeron agüita, porque yo estaba muy exaltada. Entonces nos pidió, acá sí quiero hacer énfasis en esto, porque hace poco hubo una rueda de prensa con él, y él mencionó que nos brindó todo el apoyo y acompañamiento, y de ahí en adelante. Y eso es mentira. Los mentirosos no heredarán el reino de Dios, dice la palabra. Él nos dijo a nosotros categóricamente, nos dijo, por favor, déjennos tratar esto de manera como la comunidad. Les pido que no vayan a los medios, les pido que no vayan a hacer nada, déjennoslo y ya nos vamos a encargar del asunto. Esa súplica a través de un sacerdote es casi que una orden, ¿sí? Básicamente, yo volví, le repetí, le dije, esto lo tiene que saber el Vaticano, entiéndame, le dije yo a él. Mi hermano y yo salimos de su oficina, de acuerdo y nos fuimos y yo iba caminando, le decía, Luisito vámonos para Roma, arranquemos a Roma hagamos algo y Luisito me dijo, esperemos a ver qué pasa ya él nos dijo que nos iban a hacer algo, esperemos a ver qué pasa hasta ahí pero quedó de comunicarse con Ya él nos dijo que nos iban a hacer algo, esperamos a ver qué pasa. Hasta ahí. Pero quedó de comunicarse con ustedes, les manifestó, bueno, el paso a seguir va a ser este, ¿qué va a pasar con Darío? Ya mi hermano Fernando, yo no lo hice, por eso digo que siguen diciendo mentiras. Mi hermano Fernando dio por escrito todo su testimonio, él volvió a encontrarse con ellos y con un sacerdote que se llama Serralde, no estoy muy segura de su nombre, pero es el sacerdote Serralde, quien le atendió la denuncia hablada y aparte de ello le pidió la autorización para grabar y fue grabada esa audiencia donde mi hermano le entregó por escrito y también le mencionó ya ahí con todos los detalles de los abusos esa grabación la desconocemos se las mencionó a él dentro de lo escrito y que nosotros ya leímos ese anuncio decía que por favor le solicitaba que llevaran esto a las autoridades. Está por escrito la carta. Sí. Eso, mi hermana Sofía también hizo la carta y tuvo una audiencia por Skype con ese sacerdote. Eso fue en el 2014. Sí. Y hizo la carta. Y mi otra hermana también hizo la carta. Yo no la hice. ¿Por qué? Yo la hice, pero no se la entregué porque yo no fui. Yo no fui a esa cita, yo no estuve con ellos. Ellos nos dijeron que pues que iban a estar ahí al tanto y pues a mí nunca me volvieron a contactar en la vida. Es más, nunca he vuelto a hablar con ese señor de RU. ¿Tu hermano tampoco? En la vida supe, es más, nunca he vuelto a hablar con ese señor de Rú. Sí. ¿Tu hermano tampoco? Mi hermano, sí. Al día siguiente de Rú, citó a Darío Echavarriaga, estamos hablando del 25 de mayo de 2014, citó a Darío Echavarriaga para escucharle su versión basado en las cartas. Y las cartas, y cuando él leyó las cartas, él no negó ni una sola coma. Todo lo aceptó. Dijo que sí, que el abuso de él y de todas nosotras. Entonces dijo que era culpable y que estaba muy, muy arrepentido. ¿Cómo tuviste conocimiento de lo que él dijo? Porque a Luisito le notificó el sacerdote de Ruh, le dijo y nos contó. ¿Y ahí qué? Ahí qué. Entonces que ellos iban a aplicar el derecho canónico, que para ellos está por encima el derecho canónico, que el derecho, o sea, la justicia nacional del gobierno de Colombia. Entonces aplicaron el derecho canónico que era sacarlo, ¿cierto? Él en ese momento era decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Javeriana, lo sacaron de allí, dice que lo metieron como a una habitación, lo sacaron de la comunidad, en ese sentido ya no tuviera contacto con niños y así sí fue entre comillas porque cuando a él lo sacan a los meses le hicieron la Universidad Javeriana le hizo un homenaje al depredador al violador, al abusador lo citaron para darle la despedida y condecorar al señor Darío Chavarriaga. En ese momento el sacerdote de Herú aún era el provincial. Autorizado por la comunidad jesuita, el señor va y lo condecora. Todas estas fotos y demás condecoraciones aparecen en las redes sociales. Estoy hablando de 2014. demás condecoraciones aparecen en las redes sociales, estoy hablando de 2014 entonces pues fue condecorado aún sabiendo que una familia entera fue abusada por ese señor entonces la iglesia, la comunidad jesuita en ese momento el sacerdote de Ruh debió haber hecho algo diferente, no debió haberle eso es para mi conocimiento. Yo como víctima digo, oiga, ¿cómo lo condecoran? Y nosotros callados. Porque el señor nos dijo que no atendiéramos a los medios. Qué tristeza. Sí. Y ustedes en algún momento no quisieron hacer esa justicia por sus propios medios. Ninguno de ustedes intentó hacer ya otro tipo de denuncia, ya de manera legal? era como quizás hubiéramos querido. Yo digo que mi hermano Fernando fue el más afectado, pero cada una de nosotras tenemos unas secuelas hoy en día de eso. Cada una de nosotras. Y yo he escuchado los testimonios de mis hermanas, desde la chiquitita María hasta, bueno, todas. Y todas tenemos unas secuelas. ¿Con qué te encontraste cuando hablaste con ellas? ¿Qué te comentaban ellas? Voy a poner dos ejemplos la, digamos Marta Lucía que ella es la, una también que vive en México, ella tuvo una entrevista con el espectador por Zoom y ella comentaba algo que yo no sabía, ella comentaba que tiene dos hijos pero que ella siempre ha tenido asco o no le gusta que la toquen ni que la acaricien. Y ella dice que es precisamente por esas malas experiencias. Ellas eran de las mayores. y tampoco hemos querido como de una manera, no nos gusta, venga y a usted qué le hizo, no, esos comentarios entre nosotros no hay ahí ese respeto de, tú me cuentas lo que me quieras contar y yo cuento lo que yo quiera contar, y allá cada cual, pero cuando ella cuenta eso, uno dice, ah, en cierta manera yo me reflejo en ese testimonio que ella está diciendo y la menor también ha tenido relaciones muy disfuncionales y también dice que tiene que ver con esa mala experiencia de la niñez es que entre los 6, 7, 5 años a los 12, 14 años está la formación vital de un ser humano y nosotros éramos muy indefensas, en realidad vivíamos solas y él venía a veces a la casa cuando la mamita no estaba, no había nadie, estábamos las chiquitas en fin ¿Tu mamá tuvo conocimiento de esta situación? Sí, ella tuvo pero muy por encimita. Mamá sufría de la presión arterial, mi mamá tenía unos aneurismas, y mi hermano siempre fue muy, muy prudente. De hecho, fue el médico de cabecera, aunque mi hermano no es médico. Fue el cuidador de mi mamá toda su enfermedad. Muy lindo, Fernando. Pero nunca le contó a fondo porque eso hubiera sido devastador para la mamita. Ella se fue sin saber todo esto. ¿Cómo lo tomó? pero nunca le contó a fondo porque eso hubiera sido devastador para la mamita. Ella se fue sin saber todo esto. ¿Cómo lo tomó? ¿Estos indicios de lo que le hablaron? ¿Cómo reaccionó al respecto? ¿Cómo no me dijiste? ¿Por qué no me dijiste? Entonces Luisito le dijo, pero no fue grave. Eso ya pasó, no te preocupes. Porque obviamente como un escándalo familiar de todo esto que pasó, no te preocupes, porque obviamente como un escándalo familiar de todo esto que pasó, se destaparon cositas, pero a la mamita no se le profundizó. Y sí supo de los cuatro que denunciamos, sí supo, pero no a fondo. Nosotros nunca le hablamos de eso, no. ¿En algún momento hubo intentos de buscar a Darío, algunos de ustedes como hermanos? Él siempre estuvo cerquita a la familia, fíjate como es el tema, siempre estuvo cerquita, de hecho bautizó a unas sobrinas le hizo la primera comunión a otros y todos sabiendo el tema, pero como nadie sabía del uno o del otro calladitos, a mí yo no sé, mis hijos no fueron bautizados por él ni nada. Yo no tuve mucho encuentro con el sacerdote Darío, pero él estuvo muy cerca de la familia. De hecho, creo que cumple en agosto. Entonces la mamita decía, hay que llamar al padre Darío, está de cumpleaños. Y algunos lo llamaban. Yo sinceramente, yo no no yo no quise saber de él y no y no era porque recordara todo el tiempo el abuso, sino que no no, no, no tenía razones de sobra además las que tú quieras todas las que quieras claro, ustedes como hermanos, en algún momento ya se sentaron como a mirar atrás de esto que pasó, o más bien que no pasó. ¿Y qué opinan, qué sienten? ¿Qué les hubiera gustado que realmente pasara? Como que la situación o la historia nuestra no hubiera sido así. Pero bueno, digamos que Dios tiene un propósito para todo. Absolutamente tiene un propósito claro para todo este tema. Digamos que nosotros nos sentamos y, como te decía ahorita, no profundizamos en qué me hizo, qué no me hizo. Y sobre todo con las mayores. No lo hacemos pues porque quizás no es el escenario. Ya pasó y no vamos a abrir esa serie. Pero lo que sí es que la familia, dado a esto que ahora hay, quiero decirte cómo surgió todo este tema de las redes sociales y el por qué nos están entrevistando y por qué esto. Porque nosotros en abril de este año conocimos a dos periodistas, grandes periodistas valientes, Juan Pablo Barrientos y Miguel Estupiñán, que han sido personas que durante muchos años han venido investigando todos los abusos sexuales, específicamente de la Iglesia Católica. Pues porque son muchos y no tienen tiempo para mirar otros porque en todo lado se ve, desafortunadamente. Pero se enfocaron en los abusos de la Iglesia Católica. Mi hermano Luisito, como no le ha quitado el dedo al renglón, viendo unos videos se encontró con una abogada, y esta abogada, creo que se llama Paula Giraldo, estaba mencionando a través de una entrevista con Juan Pablo Barrientos que ella le ganó un caso a una comunidad católica por un abuso de una persona. Entonces Luisito dijo, wow, eso está buenísimo, vamos a contactar a los periodistas, quería contactar a los periodistas, buscó el correo de ellos y se puso en contacto especialmente con Miguel Estupiñán. Entonces Miguel Estupiñán nos atendió, otra vez Luisito me dice, me acompaña y le dije, vamos, fue allí en el centro comercial La Colina, en la 145 como voy acá. Fue allí en el centro comercial La Colina, en la 145, como voy acá. Nos encontramos con él, un muchacho muy tranquilo, nos dice, nosotros somos periodistas y los periodistas, si ustedes quieren contar o no quieren contar, no se preocupen. Tengan en cuenta que no vamos a decir nada, que ustedes no quieran publicarnos, no no hay ningún problema y empezó a escribir todo cuando Luisito habla es que cuando mi hermano cuenta su tema yo no puedo dejar de llorar me duele mucho lo de él pero también me duele lo mío entonces empieza a contarle y otra vez yo empiezo con el chilla es que debe ser muy duro destapar esa herida. Así a esa carita que tú estás haciendo ahorita, así como tranquila, tranquila, tranquila. Yo le decía, no quiero llorar, pero no puedo evitarlo. Sí, no hay manera de contener esa tristeza. No puedo evitarlo. Ya él nos escuchó y nos contó algo que en ese momento la palabra que yo ya te la mencioné ahorita, pero una palabra que nosotros nunca habíamos imaginado, con lo cual lo califican a él, ¿no? Él dijo, a este señor Darío Echavarriaga, en el medio nuestro y en el medio de los abusos, lo llaman el depredador. ¿Ustedes sabían eso? Y pum, los dos nos cimbramos, como decíamos, como así. y los dos nos nos sembramos como decíamos como así le dejamos entrar a la casa o la mamita que fue la primera víctima dejó entrar a la casa a un depredador mamá que nos cuidaba como la leona sus cachorritos como es posible, si ella hubiera sabido que él era un depredador no entra no le importa la beca a mi mamá así como con los zapaticos que en diciembre ella miraba a ver como pagaba las pensiones de sus nueve hijitos. Raquita, linda, linda, bella. Cuando dijo que él era el depredador, nosotros dijimos, ¿es en serio? ¿Cómo es posible que lo llamen así porque durante tres décadas, treinta años ya ellos han venido investigando y tiene muchísimos, no somos los únicos tiene muchos abusos sexuales a niños en los diferentes colegios, es que él abusaba, lo cambiaban a otro y abusaba del otro y en todos los colegios abusaba. Y seguía y seguía tranquilamente hasta cuando fuimos a donde el sacerdote y entonces Miguel Y seguía. Seamos, nos reunimos los que queríamos denunciar, porque hay dos hermanas que no quieren hacerlo. Respetamos su decisión, pero los otros seis sí. Y nos tuvimos una reunión con ellos donde nos dijeron que ellos nos apoyaban en esa parte ya legal. Yo no soy abogada, entonces si de pronto tú me dices, cuéntame, no puedo decirte nada, porque son los abogados los que mencionan esa parte con más fluidez. Y este tema con los abogados, ¿en qué va? ¿Nos puedes contar un poco? demanda ya ante la fiscalía el día 30 de septiembre de este año. Ya decidimos esto, como ellos no nos buscan, como ellos no nos llaman, pues vamos a hacer algo. Pues porque Fernando ya tiene 62 años. Esto fue en el 13, 14 añitos, ya tiene 62. Y como decimos nosotros, pues ya estamos más de 50 años hagamos ley y sobre todo en apoyo a mi hermano porque porque a él nosotros queremos que de verdad se haga justicia totalmente y justicia para nosotros es por favor traten de cambiar las leyes que si los sacerdotes se tienen que casar, que lo hagan. No sé, pero y sobre todo que busquen que los sacerdotes que tienen contacto con niños sean sacerdotes idóneos con ese don del celibato, no sé cómo se llame, pero que tengan mucho cuidado con los niños. Un seguimiento importantísimo, sobre todo que me preocupa esta parte donde mencionas que el periodista les aseguraba que este señor ya era considerado un depredador, pero además seguía siendo miembro activo. Claro, perfecto, y todos callados, porque en realidad lo que nosotros, la demanda que entalamos en la fiscalía fue pues por encubrimiento. O sea, ellos siempre han callado el tema y sobre todo el encubrimiento de nuestro caso, que fue expuesto y fue avalado por el pederasta. O sea, el sacerdote Darío Chavarriaga dijo que sí. el pederasta, o sea, el sacerdote Darío Chavarriaga dijo que sí pero fíjate aquí no te he contado y no sé si de pronto lo sepas, esto en el 2014 después de ser homenajeado sale de la Javeriana y al año él muere él se murió de cáncer, el sacerdote Darío Chavarriaga murió en el 2015. Mira que hay una pregunta que no viene de mi corazón realmente porque no es así, pero me atrevo a hacértela porque la he leído en medios de comunicación que han compartido tu historia y es ¿por qué hasta ahora? ¿Por qué después de tanto tiempo ustedes decidieron hablar? Precisamente porque en el 2014, que ya decidimos hablar los cuatro, no pasó nada durante estos 10 años. Lo único que hicieron fue recluirlo y ya chao. Las leyes canónicas, dice el sacerdote de Rú que fue lo que aplicaron allí pero nosotros qué entonces no nos dijeron nada, nadita nada, bueno pues entonces ahora es el momento, ahora sí de denunciar esa parte, y por qué pues porque si no hablamos nos convertimos también en encubridores, o sea, nos quedamos callados. Y yo no sé de qué hemos estado revestidos en este tiempo, porque esto estamos hablando del 30 de septiembre, que fue la denuncia ya a la fiscalía, el señor nos ha revestido de algo como de una fortaleza, porque no es fácil pararse en la cámara y que espectador y todos los demás medios, la gente diga, ah, la abusada. O sea, no es fácil. Es muy duro. No, no, no, es complicado. Yo siento a veces que yo voy caminando en algún lado y hay gente que se queda mirándome. Es muy duro. Tal vez ya me reconocen, pero no importa. pero no importa, nos hemos revestido de valentía, porque si no hablamos, y por eso es el motivo principal, enfocados a que no haya más niños. Como dice mi hermano, repito, parafraseando lo que dice mi hermano Fernando, que en 38, 40 años, de pronto no esté otra gente diciendo, oye, es que yo fui abusada hace 40, hace 30. No, que eso haya un cambio en la estructura de las reglas internas de la Iglesia Católica, donde verdaderamente los cambios se vean en favor de los niños. Y hay mujeres ya adultas que también son abusadas, y por ese tema de autoridad sacerdotal, son abusadas, se tienen que quedar calladitas. Entonces, que no haya más abusos de los sacerdotes. Mencionabas ahorita nosotros cuatro, cuéntame de los demás. Ah, pues ya, el día, más o menos como en abril, marzo, en abril, que fue cuando ya empezamos a hablar con Miguel Estupiñán, yo llamé a mi hermana, a Luz Mónica Llano, la llamo y le digo, Moni, ¿qué pasó con Darío Chavarriaga? Entonces me dijo, ¿por qué? Le dije, dígame Moni, ¿usted fue abusada? No, no, no, yo no, me dice. Entonces le dije, bueno, ¿qué hizo? ¿qué le hizo? Dijo, no, él solo me acarizaba, él solo me tocaba, pues sí, me tocaba las partes íntimas, pero que yo fui abusada, le dije, Mónica Llano Narvámana, ella es muy noble, muy tranquilita, muy inocente, ¿cierto? Ella pensaba que eso era amor, cariñitos. Ahí dijo, siento, sí, sí fue abusada. Ella tuvo además una cirugía, tuvo un aneurisma, y a veces se le olvidan las cosas, las cosas cercanas. Yo le dije, Moni, haga una cosa, escriba en un cuaderno todo lo que se acuerda de eso, porque usted también fue abusada y nosotros estamos mirando cómo hacer para que esto se sepa. Entonces ya la Moni empezó a escribir y ya nos contó más cosas de su tema. Las otras tres, una mayor que no quiso meterse en esta denuncia, ella también confesó y no nos lo había dicho. Entonces nosotros, los que ya sabíamos, decíamos, imposible que fuimos nosotras y las otras no. Sí, no, no, no. No, seleccionó, tú, tú, tú, tú, no. María, cuente. Sí. Yo también. Lupi, una que vive en México, ella, yo creo que fue la última que nos contó y dijo, sí, yo también, entonces ahí fue cuando nos dimos cuenta que todos, excepto mi hermano mayor, todos fuimos abusados, ¿por qué mi hermano mayor no? mi mamá y mi papá tenían muchos problemas horribles. Por el alcoholismo y mi mamá, pobrecita, o sea, en medio de todo su trabajo con sus nueve hijos, mi papá borracho, pues. Entonces peleaban mucho y mi hermano Mauricio se cansó de eso y se fue de la casa. El mayor, el mayor. En ese momento tenía 17 años. Se salvó. Se salvó. Y nos quedamos los otros que no nos salvamos. ¿Y él cómo lo toma ahora que conoce toda esta información? Bueno, Mauricio es, él es pastor de una iglesia cristiana y él dijo, a los hijos de Dios no se toca. A los hijos de Dios, dice, que más les valiera porque hay como una soga que los manda como que se ahoguen, a que toquen a uno de mis hijos, dijo Jesús. Estoy parafraseando, no estoy llevando el texto bíblico exacto, y dijo, está muy, muy triste, está muy triste, muy enojado con el mismo creo, porque si él hubiera estado, quizás no nos hubiera pasado. A él no le gustaba que el sacerdote fuera a la casa, pero como él no vivía con nosotros. Claro, no había manera ahí. No había manera. Y uno usa mucho al hubiera, ¿no? Pero no existe. No existe. Ya pasó. Uno no, seguramente muchas cosas hubiera hecho pero la realidad es otra y quien no tenía que haber hecho lo que hizo era él exactamente, Darío Chavarriaga Jaramillo ahorita mencionabas que seguramente muchas personas muchos jóvenes podrían estar pasando por una situación similar a la de ustedes. ¿Cuándo se empezó a hacer público este tema? ¿Con qué se encontraron? ¿Hay personas denunciando lo mismo? Claro, en las redes sociales empiezan Yo también fui abusado por Darío Chavarriaga y hablan cosas feas, inclusive, sobre ese sacerdote. Entonces nosotros hemos querido contactarlo como, oiga, denuncie, pero ya han salido, y de otros, del sacerdote no sé qué, y del sacerdote, ahí ha habido como eso. Sí, y eso es lo que buscamos. Y como lo decimos reiterativamente nosotros cuando nos entrevistan, por favor no te quedes callado. Tu silencio alimenta al victimario. Total. El silencio de la víctima hace que ellos se empoderen y sigan haciendo sus fechorías porque como nos quedamos callados. Claro. Entonces ojalá podamos nosotros decir la familia Ayano hizo algo para la humanidad actual y para la humanidad futura para los niños Dios mío, nuestros nietos mis hijos ya están grandotes, fíjate yo me casé, soy viuda, mi esposo era un oficial del ejército y él nunca se enteró de esto. ¿Sabes por qué? Porque yo mandé toda esa información atrás, lo archivé, y como que yo no viví con eso ahí martizándome toda la vida. Es como una protección del mismo organismo que hace que las cosas feas se vayan por ahí. Las guardes. Pero ahí están y hacen mella. Claro, cuando sale esto y explota toda esta vaina, yo ya hablé con... Yo soy viuda, mi esposo murió en un accidente aéreo. Yo hablé ya con mis dos hijos hace como más o menos unos cuatro años. Yo les dije, vengan para acá chicos, les tengo que contar algo. Y les conté. Mamá, Ana María que es más sensible, ella sí lloró y Nanito solo me abrazó. Obviamente en su corazoncito dolor. Pero yo les conté hasta hace poquito. durante tantos años arrastra con el silencio dejas eso ahí como déjame pendiente pero que es necesario hablar porque esto que nosotros estamos haciendo ahorita Tatiana nos ha ayudado a sanar yo escuchaba a Luisito el sábado que tuvimos una entrevista ellos ya se fueron y ya se acabó y nos pusimos a comer una hamburguesita y en mi apartamento le decía Luisito ay me siento tan liviano hoy y yo le dije ¿por qué? porque es que hablar ayuda a que saquemos toda esta cantidad de cosas ha sido para nosotros sanador en medio de todo ha sido sanador, yo digo que ese es el propósito que el señor tiene para con la familia que podamos sacar esta basura, esto que Él como que nos inyectó de un virus, de una epidemia horrible de abuso, y en este momento estamos siendo liberados y limpiados. Yo tuve la oportunidad de hablar con Él, con tu hermano, y pues aplaudo la valentía de todos, con él, con tu hermano, y pues aplaudo la valentía de todos, pero sobre todo la de él, porque como hombre, atreverse, todavía los hombres, no a todos, pero a muchos, se les dificulta enfrentar algo, sobre todo en esta edad. Claro. Que ya son personas adultas, que ya tienen su vida resuelta, que echaron como en ese cajoncito de los recuerdos todo y verlo a él con esa valentía, como yo no sé, lo percibí así, ¿sabes? Como que él está ahí como piloteándolos a todos ustedes en este proceso, me parece admirable. De hecho, y si tú supiste lo que pasó el 18 de octubre en la Javeriana, había una conferencia de un, dos, tres sacerdotes y un psicólogo. Ellos eran los que estaban en la mesa. Esa conferencia era entrada libre. Sofía, mi hermana, es una campeona. Ella averiguó que había una conferencia y nos dijo los de Bogotá se van a la conferencia a ver si nos escuchan esto fue, estoy hablando del 18 de octubre ya habíamos puesto la denuncia y nosotros fuimos, mi hermana Mónica Luisito y yo y el tema de ese panel era los abusos sexuales en la iglesia católica. Y al lado decía, fiel y verdadera. O sea, ese era el anuncio. Entonces nosotros decíamos, nos van a escuchar. Seguro que nos van a escuchar. O sea, eso es lo que queremos, que nos escuchen, por favor, justicia. Y empiezan a hablar, ahí había un sacerdote que viene es alemán, que viene directamente del Vaticano Hans Solner con el cual mi hermano ya había hablado también en el 2017 mi hermano habla italiano, le habló a él en italiano, y le contó que le había sido abusado por un sacerdote jesuita y que raro, le contó este supo del tema, que también es otro encubridor, el cual también está denunciado, Solner Derrú y Serralde, el que grabó todo en ese tiempo ellos tres están denunciados por encubrimiento en este momento otra vez estaba Solner entonces estaba un tal niño sacerdote niño, Solner el que era el moderador del panel y el psicólogo. El moderador dijo, les vamos a pasar unos papelito, que ahí la tengo escrito, porque le tomé foto, que en el 2014 habíamos estado con Derru y le habíamos hecho la denuncia sobre nuestro tema de abuso de Darío Echavarriaga y que qué había pasado. Que por favor nos dijera, fue mi pregunta. Mi hermano lo escribió en italiano directamente a Solner, mi hermana no escribió porque ella llegó un poquito tarde y ya no tenía papelito. llegó un poquito tarde y ya no tenía papelito. Entonces, cuando vimos que ya los papeles fueron recogidos, el sacerdote Navarrete, el que estaba presidiendo allí, empieza a leer los papelitos y empezó a seleccionar los papelitos. Entonces ya nos volteamos a ver y ya sabemos, o sea, nosotros no somos unos bebés. Mi hermano dijo, nos están censurando los papelitos, ¿se dan cuenta? Y yo dije, mmm, sí. Entonces mi hermano ahí, nosotros no somos unos bebés. Mi hermano dijo, nos están censurando los papelitos, ¿se dan cuenta? Y yo dije, sí. Entonces, mi hermano ahí, yo no sabía que estaba cocinando, Luisito, porque él ya dijo, otra vez censurados, otra vez callados. preguntas de uno o del otro unas preguntas que yo decía, ¿es en serio? yo le dije a Luisito, le dije, Luis, ¿esto es en serio? ¿qué preguntas tan ridículas que hace la gente? no sé si es que son directos de la misma comunidad y bueno, entonces en ese momento Luisito cuando vio que el sacerdote este Navarrete dijo, acá tengo tres papeles o tres preguntas que van con nombres propios, los cuales no las voy a preguntar porque estos no son los medios para que ustedes hagan este tipo de denuncias. Ahí está el correo, yo no sé dónde, y acá está, ahí estaba en ese momento, Germán Rodríguez, que es el nuevo provincial, dijo, acá está el padre de Germán Rodríguez que es el nuevo provincial dijo acá está el padre Germán para que hablen con él ya mi hermano cuando dijo que estaba cocinando, él se para y dice yo necesito hablar con todo respeto y luego empezaron a callar a mí no me callen, no me censuren con todo respeto, soy víctima de abuso sexual delante de todo el mundo. Fue muy valiente, yo decía, oh por Dios, yo empecé a grabarlo. Del Daio Chavarriaga y empezó a dar un recorrido. En el 2014 estuvimos con el sacerdote de Rú, nos escuchó pero no pasó nada y a usted, le dijo al padre Stollner, yo hablé con usted directamente y con usted tampoco pasó nada. Y hoy estamos acá queriendo decir lo que nos pasó porque ustedes nos han callado. Y en ese momento yo también hablé, dije yo también soy víctima, somos siete mujeres, mi hermano, mi mamá la primera víctima, una mujer humilde, y ahí yo también soy víctima, somos siete mujeres, mi hermano, mi mamá la primera víctima, una mujer humilde, y ahí yo también hablé. Ya se hizo público porque además ese panel fue en directo por YouTube. Entonces ya todo el mundo se enteró que nosotros fuimos víctimas. Mi hermano dijo, y no me importa, mi nombre es Luis Fernando Llano Narváez, ex Bartolino del Colegio Mayor de San Bartolomé. ¿Qué le respondieron? Lo callaron, nos callaron. Nos dijeron que ese no era el momento, que ese no era no sé qué, y sencillamente nos callaron. No pasó nada. Ellos salieron por detrás de ese auditorio y nosotros pues ahí en medio hablamos con el sacerdote Gelman Rodríguez. Luisito le mencionó que ya había una denuncia en la fiscalía, en ese momento no se sabía nada, pero ahí fue cuando nos contactó, cuando Miguel Estupiñán puso en sus redes, en Hacia el Umbral, puso todos los videos, ya en ese momento, ya fue público, y entonces en ese momento nos contacta o contactan a mi hermano Daniel Coronel y ahí fue donde ya se supo todo a nivel nacional De Rú de unas declaraciones públicas tuviste la oportunidad de verlas ¿Qué opinas de eso? Pues no, fuera que ya somos víctimas en sí por un pura jesuita pederasta depredador nos siguen victimizando porque él ha dicho mentiras Tatiana, a mí esto en realidad más que me da coraje y me da impotencia porque ¿cómo hago yo para decirle de Rú? acuérdese como no grabamos no grabamos, él dice que nos acompañó y que nos ofreció acompañamiento hasta el último momento y que nos dijo que podíamos ir a las autoridades. Eso es falso, mentira, absolutamente. Él casi que nos suplicó que no fuéramos a las autoridades ni a los medios. Y nosotros hicimos caso porque era un sacerdote. Pensábamos que las sanciones iban a ser más severas, pero no, para él severo es pobrecito. Pobrecito ya no puede dar la comunión, manos sucias dando comunión. Pobrecito ya no puede dar la misa. Pobrecito. Y que él menciona y dice que ese castigo para un sacerdote es lo más doloroso ¿qué fue lo más doloroso para mi hermano? ¿que violándolo lo hizo ensangrentar? perdóname que te cuente esto, eso sí es doloroso para un niño de 13 años que le salía sangre eso sí es doloroso a un señor, un depredador ¿dolor? déjese de cosas iglesia católica, déjese de cosas sacerdote de Rú en realidad eso no es doloroso y nos victimizan más diciendo cosas que no son no es verdad Tatiana él no nos acompañó él no nos dijo que fuéramos a las autoridades él nos dijo que iba a hacer lo que canónicamente estaba, digamos, para hacer. Pero nos olvidaron. Hoy estamos hablando, le damos gracias a Dios que nos dan la oportunidad a ustedes, estas redes, estos tú, vos podés, donde podamos decirle a la humanidad, aquí estamos, no nos callamos y si ya empezamos este tsunami, hasta donde nos dé, vamos a llegar con la mano del Señor. Yo sé que es con Dios porque Dios tiene un propósito en esto. El hubiera no existe, pero si tuviera la oportunidad de tener enfrente a este señor Darío, ¿qué le dirías? Yo creo que yo lo abrazaría. Y lo perdonaría. Tal vez él fue abusado. Tal vez él tuvo una niñez complicada. No lo sé. Algo pasó en él. Porque era un hombre brillante un hombre carismático, un hombre alegre tal vez lo abrazo y le digo lo perdono y ojalá la justicia humana la justicia de acá no le porque él se fue impune, él se murió pero ojalá Dios haya tenido misericordia de él. Es muy fácil quebrar la fe después de un proceso como este. ¿Cómo es la fe de ustedes? Muy fortalecida. Desafortunadamente lo tengo que decir. Yo soy cristiana evangélica, yo asisto al lugar de su presencia pero veo la fe católica no en Dios la fe católica en alguno de mis hermanos en mis hermanas especialmente tambaleando yo sé de mi hermana Luz Mónica que ella dice ya no voy a misa ya no quiero ir a misa porque no sé quién está allá. Sus hijas fueron bautizadas, entonces las hijas dicen, como ellas también saben, dicen, entonces ese bautismo, y llorando, pobrecitas, ese bautismo ya no sirve, ya no es? ¿Cómo es que nos va a bautizar ese señor? Entonces ha habido ese conflicto con la iglesia católica. Si la iglesia católica no quiere desaparecer, como lo dijo el sacerdote de Rú a Noticias Caracol Radio, que si no hay cambios en ellos, la iglesia católica va a desaparecer. Así lo dijo palabras sexuales del sacerdote de Rú. Si no quieren desaparecer, por favor, no más. Ya no más. Porque eso es lo que está pasando en mi familia. Se está cojeando la fe católica. No estamos diciendo que todos los sacerdotes son pederastas. No. Hay gente muy linda, hay gente buena. De hecho, el mismo sacerdote de Rú, yo lo considero una persona bonita, linda. No conozco más allá de lo considero una persona bonita, linda. No conozco más allá de lo que yo vi ese día en su despacho. Pero en sí la iglesia está siendo manchada por estos pederastas que dan la comunión con las manos sucias. En todo espacio hay excepciones, ¿no? Nosotros no podemos generalizar. Aquí tampoco lo hacemos. Por eso es súper importante hacer esa aclaración, ¿no? Nosotros no podemos generalizar y aquí tampoco lo hacemos, por eso es súper importante hacer esa aclaración, ¿no? Aquí yo particularmente soy fiel creyente en Dios, ¿sí? Tengo un pensamiento, o más bien una comunión bien cercana con el tema espiritual y me guardo mis opiniones respecto a la iglesia, pero hay gente muy buena en todas las iglesias, en todas las religiones hay gente profesando la fe y viviéndola, porque al final la espiritualidad se trata de cómo es tu práctica. Obediencia a Dios. Sí, cómo es la vida, y sí es importante esta aclaración, porque también somos muy respetuosos de eso y de toda libertad de culto y sé que aquí no se escuchan personas católicas, cristianas, de todo tipo de religiones, exacto. Entonces, no estamos nosotros en este momento satanizando ni generalizando porque estos son casos particulares, pero son casos que hay que hablarlos. Son casos que hay que mencionar. Yo siento al final que el problema de nosotros los humanos es que ponemos la fe en hombres. Exactamente. Y no en Dios. Exactamente. Ahí es donde se quebranta la fe. Ahí es donde se desconfigura esa espiritualidad. Y lo que le pasó a tu hermana, por ejemplo, le puede pasar a todo el mundo, a muchas personas. No puede ser que yo iba a esa iglesia y esta persona que lideraba esta iglesia hizo esto y me alejo. Por el contrario, esa es una razón para acercarse a Dios. Al único. Exacto, porque aquí la intermediación es con hombres y todos los hombres nos equivocamos. Entonces buscar esa perfección en medio de un hombre, llámese pastor, sacerdote, líder espiritual, es muy difícil. Y también es muy difícil que la fe se conserve luego de ver estas situaciones. Pero me alegra saber que en el caso tuyo y ustedes como familia, pues no se ha roto, por el contrario, se transformó, la ven de otra manera, tus hermanos en general, ¿cómo la viven? Excelente, o sea, la fe en Dios es intacta, Dios está perfecta. Mi caso particular, para mí no hay nada si no está Dios, o sea, yo prácticamente inhalo y exhalo si Dios está. Y yo sé que en mi familia también pasa exactamente lo mismo. Por ahí hay uno que otro ateo por diferentes motivos, que eso ya son cosas aisladas, pero enoco. Si yo te voy a tener una relación espiritual, no la puedo tener con nadie. Tengo que enfocarme en el Señor, que Él es perfecto y Él no falla. Es el único que no falla. ¿Cuál es el mensaje para esas personas que hoy te están escuchando, quizá no sabían de tu situación, y dicen, yo pasé por lo mismo y esto lo tengo guardado como un secreto? Por favor, más cuidado. Estas son alarmas, alertas, sirenas que se prenden que podemos nosotros a través de tu podcast poderles decir al mundo ojo, cuidado. El abusador no necesita una noche. El abusador solamente necesita un minuto. Segundos para que con su mano sucia pueda abusar de su chiquitín que quizás usted lo dejó subir en las piernas de ese abusador. No importa si es el sacerdote, como tú misma lo dices, el pastor, el tío, el abuelo. Muchos, mucho cuidado. Y si ya fuiste abusado, ten la valentía de denunciar. Hazlo, porque vuelvo y repito esa frase que la escuché y la siento muy viva, el abusador, el depredador, se alimenta del silencio de las víctimas. Entonces, ten la valentía de hablarlo. Si no lo quieres hacer públicamente, por lo que sea, es respetable. Pero háblalo con alguien. Y de manera legal, denúncialo. Y por favor, hazlo, de verdad hazlo, denunciar es lo mejor porque allí están y siguen en su en su suciedad y en su porquería porque nosotros nos quedamos callados. Al inicio de este espacio decía que agradecía que vinieras en representación de un grupo, la familia, de la familia Llano. ¿Cuál es ese mensaje, esas palabras para tu familia? A todos y a cada uno que los admiro, los honro a María, la más chiquita a Luisito a las mayores y a mis dos hermanas mexicanas, a mi hermana Mónica, los admiro muchísimo, los honro. No es fácil. No es fácil hablar, no es fácil enfrentarnos o ya como profesionales de pronto en la oficina te dicen, oh, esta fue. No, no es nada fácil. esta fue, no, no es nada fácil pero los honro y vamos unidos y que sé que el Señor está haciendo un propósito más allá de lo que estamos en este momento viendo, sintiendo, teniendo como experiencia Dios ve más allá y tenemos un propósito como familia como decimos por ahí, una frase que dijo Sofía el otro día, dice, todos para uno y uno para todos, como los mosqueteros. Qué lindo eso. Tú mencionaste una frase muy linda, de los ya no, ¿cómo es? Ah, no, el hashtag. Sí, el numeral, numeral. Nosotros en las redes estamos haciendo esto viral y esperamos que lo escuchen y ojalá no lo ayuden a replicar. Pero son varios numerales que es ya no, pero no ya no como el apellido, sino ya no conyuga. Ya no más pederastía clerical. Ya no más sacerdotes abusadores en los colegios de los niños. Ya no más encubrimiento. Ya no más silenciar a las víctimas y recordar que todos somos familia Llano, todos podemos llegar a ser familia Llano. coraje, estar aquí para abrir tu corazón, para compartir algo tan íntimo y lo que decías, porque es que te estás enfrentando a la sociedad a gente que te ve en tu entorno, en tu trabajo tu familia y seguramente dice, wow, no puede ser pues sí puede ser sí está pasando y si hay gente valiente como ustedes que en este momento siento que son la voz de muchísimas personas gracias a ti Tatiana Dios te bendiga a ti también gracias por tu tiempo por llamarnos, porque nos ubicaron, porque estamos aquí, porque bueno, o sea podemos hablar a través de ustedes son muchas voces las que nos van a escuchar y ojalá esto lo repliquen y lo repliquen los que nos están escuchando y alguno que se nos esté escuchando en ese momento haya sido abusado por quien sea, por favor, denúncielo, hágalo público, porque ese va a abusar de otro y de otro y de otro por tu silencio. Pero si hablas, se le acabó el jueguito. ¿Cómo te sientes en este momento? Cuando hablo, siento que hago catarsis, como que saco esa basura que, como te decían, ¿te acuerdas? La inyección que nos metieron, nos inyectaron de basura, voy sanando, voy sanando. Gracias. Y sobre todo que tú eres una hermosa mujer. Gracias, Tatiana. Me siento como hablando con mi hermana. Qué bueno. Esto es un espacio seguro. Ana, para ti, para toda la familia, un abrazo muy grande, de verdad, una gratitud infinita. Y me quedo con esas palabras. Hay que denunciar. Hay que denunciar por más dolor, por más vergüenza. Fuera del aire te decía que por aquí han pasado muchas mujeres abusadas y una particularmente me dejó una frase que recuerdo mucho y decía es que a veces uno no habla porque uno se congela. Hay que hablar a pesar del dolor, a pesar del miedo, a pesar del susto y de las consecuencias. Al final las consecuencias son muy positivas para el alma y lo que necesitamos es sanar y esperemos que este episodio lo repliquen mucho y lo compartan mucho para que llegue a los oídos que tiene que llegar, un abrazo para toda tu familia, te reitero la gratitud por esa valentía un abrazo a todos los hermanos esto es Vos Pés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.