Barranquilla es el hogar de un carnaval inmenso y el punto estratégico para la llegada de las músicas africanas, además de movimientos como la salsa puertoriqueña y neoyorkina. Pero en su historia también está marcada la herencia de esclavos indígenas y cimarrones. Allí, en el Caribe colombiano, empieza la historia de una mujer queer, afrocolombiana, descendiente de indígenas wayuu, emigrante, curadora de arte, pintora, cantante, punk, folclorista, agitadora de redes sociales, madre soltera, una cuestionadora incansable desde el arte, una mujer cuyo discurso es siempre revolucionario, increpando a la industria mainstream y sus apropiaciones culturales, el machismo, el racismo, la misoginia y lo heteronormativo. Ha sido ganadora de la máxima distinción de la música canadiense con La Papessa como mejor disco, siendo la primera latina, la primera colombiana y el primer disco en español en obtener el reconocimiento. Hoy, en Sudakas, Lido Pimienta, una de las voces más viscerales de la diáspora colombiana. Mi nombre es Sebastián Narváez y les doy la bienvenida al último episodio de la primera temporada de Sudakas, un podcast sobre la vida y la música con el apoyo de Cerosetenta.