Se cumplen dos años del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella

Se cumplen dos años del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella

13 de may de 2025

En este episodio del podcast, se explora el impacto del Centro Nacional de las Artes en el escenario cultural colombiano, junto con la participación de Xiomara Suescún, directora del centro, y Sandro Romero, asesor cultural. Se discute cómo este centro está transformando el panorama artístico del país, conectando diferentes regiones y fomentando la diversidad cultural.

Capítulos

Introducción al Centro Nacional de las Artes

Xiomara Suescún expone la importancia del Centro Nacional de las Artes en Colombia y su impacto en el escenario cultural, mencionando cómo el centro ha interconectado diversas expresiones artísticas y culturales del país.

Historia y fundación del centro

El proyecto del Centro Nacional de las Artes inició bajo el gobierno de Uribe y pasó por varios mandatarios hasta llegar a su configuración actual. Cada administración aportó su parte en la concepción, construcción y establecimiento del centro.

Importancia de la cultura frente a las crisis

Se discute cómo, a pesar de las crisis persistentes en Colombia, la cultura y las artes han tenido un florecimiento, con un enfoque en la resiliencia del público y los artistas para fortalecer el teatro y otras expresiones culturales.

Desafíos y perspectivas futuras

Xiomara habla sobre los desafíos actuales del Centro Nacional de las Artes, incluyendo el establecimiento de un modelo administrativo sostenible y la conexión de más regiones de Colombia mediante las artes.

El papel de los gestores culturales

Se resalta la importancia de los gestores culturales en Colombia, especialmente las mujeres que históricamente han liderado el ámbito cultural en el país.

Conectando Colombia a través del arte

Se presenta la iniciativa de crear rutas culturales para conectar diferentes partes de Colombia, fomentando el intercambio cultural mediante proyectos artísticos nacionales.

Conclusión

El Centro Nacional de las Artes está posicionado como un catalizador del movimiento cultural en Colombia, no solo en Bogotá, sino abarcando todo el país con su enfoque inclusivo y diverso. La gestión cultural y la colaboración entre las distintas regiones son claves para su éxito continuo.

Menciones

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Lo que pasa es que muy pocas personas, o por lo menos la gente que tradicionalmente conocía el Teatro Colón como un lugar icónico también, no solamente de Bogotá, sino de la cultura colombiana, pues piensan, hombre, ¿qué tiene que ver el Teatro Colón con el Centro Nacional de las Artes? Y sobre todo, ¿qué es el Centro Nacional de las Artes? Que no es solo un centro para Bogotá, que esa es otra de las percepciones que hay. Y por eso, y porque creemos que es un centro que está cambiando mucho el escenario cultural de Colombia y que está armando nuevos escenarios y nuevas expresiones, y está uniendo cosas que antes no se unían, pues hemos decidido hacer este podcast para explicar qué es el Centro Nacional de las Artes y qué es lo que pretende y qué es lo que realmente representa. Y por eso está aquí la directora del Centro Nacional de las Artes, Xiomara Suescún. Bienvenida aquí. Muchas gracias, María Jiménez. El centro además conmemora su segundo año. No es verdad, yo estuve en ese aniversario y me pareció muy interesante el discurso que usted dio, porque reconoció que esto es como un proceso, ¿no es verdad?, de varios ministros y ministras que subieron al mando de este barco, ¿no es verdad?, y que lograron finalmente el centro y crear el Centro Nacional de las Artes. Bienvenida aquí. Muchas gracias. Y también está con nosotros el nuevo asesor, ¿no es verdad?, del Centro Nacional de las Artes. Una persona que debió haber estado aquí a fondo hace mucho tiempo, pero no sé por qué nunca vino, porque hemos tratado y hemos intentado, pero nada que nada de nada. Se alinean los astros. Sandro, bienvenido aquí. Muchísimas gracias, un honor estar a este lado, ya que al otro lado estoy ferviente seguidor de su espacio. De verdad usted... Continuamente. De verdad, no puede ser. Él es escritor, guionista, que le pongo más, director de teatro. Estuvimos en una de sus obras hace poco. Es realizador, es productor de radio también, ¿no es verdad? Pero sobre todo es una persona que ha hecho... O sea, que está muy presente en la escena cultural. Sandro Romero, ¿qué le puede uno decir dónde no ha estado? En el mundo cultural de Colombia. Pues yo creo que por eso fue que aquí la gran jefe me pidió que colaborara con el centro, porque yo escribí hace unos tres años un libro que se llama Profesión Espectador, y dentro de mis múltiples actividades, que también está el periodismo cultural, que también está el periodismo cultural a mí lo que más me gusta en el fondo es ver, ir a los espectáculos, yo todas las semanas casi que a diario voy a ver conciertos, espectáculos de danza voy al cine, voy al teatro y estoy procuro estar muy bien informado pero no por rigor intelectual, sino por placer. Entonces me parece que, bueno, ya si Omara lo dirá, creo que hemos hecho muy buena dupla en el sentido de articular experiencias y de ver cómo esta gran basílica que es la fusión del Colón con el centro, con el centro nacional, Delia Zapata, pues, es Delia Zapata, pero se conoce como CNA y hay como una confusión con los nombres que yo creo que eso poco a poco lo vamos a ir articulando y a mí me encantó el proyecto desde un principio, yo debo decir y ya no vuelvo a hablar, es que yo conozco el Colón prácticamente desde que nací, porque yo tenía un tío, Bernardo Romero Lozano, que fue director dos veces del Colón, y muchos años después mi mamá fue directora del Colón, pero no solamente por esos nexos familiares, sino que también además de esos nexos pues le empecé a tomar muchísimo placer a ir al Colón y después cuando vi el proyecto del Centro Nacional de las Artes era fascinante porque de todas maneras un escenario de la italiana como el Colón pues tiene digamos una pátina histórica particular, pero los nuevos espacios que están en el Centro Nacional de las Artes son privilegiados. La Sala Fanny Mickey, por ejemplo, es una de las mejores salas del país. La Sala Delia Zapata, igual. ¿Cuántas salas tiene ese centro? Depende, porque ahora como se habla tanto de los espacios no convencionales, entonces hay tres espacios oficiales pero hay otros espacios que sirven para ensayos arriba en el roof yo todavía me pierdo tengo que decirle a Xiomara que me acompañe yo también, pero yo también yo me pierdo ahí Sandro pide compañía para ir a su oficina al otro lado Xiomara, usted que es una gestora cultural que ha trabajado desde tiempo atrás, cuente qué es realmente esta, o sea, cómo es que debemos entender este nuevo Centro de las Artes. Bueno, es una infraestructura, primero que nada, porque claramente sí empezó como la ampliación del Teatro Colón. Claro, eso fue lo que nos vendieron. Real empezó como la ampliación del Teatro Colón. Claro, eso fue lo que nos vendieron, realmente no es la ampliación del Teatro Colón. Exacto, empezó siendo eso, pero el proyecto completo en realidad es un complejo de escenarios artísticos y culturales que tiene nuestro país, que representa hoy es un centro cultural con un gran teatro patrimonial, que es el Colón, y con estas otras salas para las artes vivas y las artes escénicas pero al ser centro cultural permite muchas más cosas y los espacios están dispuestos para que pase más que la circulación artística entonces los espacios están para el encuentro están para la creación para la producción y por supuesto para la circulación, es una casa de, por supuesto, para la circulación. Es una casa de 19.000 metros cuadrados. Es inmensa. Tiene el nuevo edificio. Es un edificio de 12 pisos, cuatro bajo tierra. Que bajo tierra es donde queda nuestra sala Fanny Mickey. Muchos camerinos, unas bodegas gigantes donde se guarda la escenografía, la que existe y la que vendrá. Es un espacio muy bien dotado y de hecho sí muy privilegiado. Ojalá uno quisiera que todos los grandes teatros de este país, que hay varios patrimoniales y todas las infraestructuras culturales fueran así, sobre todo siendo públicas. Y este es un ejemplo de esa posibilidad de reunir diferentes espacios para actividades que ya no limiten ni la creación ni la formación que también pasa en el Centro Nacional de las Artes Usted recordó en esos aniversarios de dos años que tiene creado el Centro Nacional de las Artes, que esto comenzó en el gobierno de Juan Manuel Santos o antes? En realidad es un proyecto que desde la idea, porque así nacen los proyectos, en el gobierno de María Consuelo Araujo y Clarisa Ruiz como directora del Teatro Colón. Ella era la ministra de Cultura de la Conchi. Ok. ¿Gobierno de Uribe? Eso es antes. Por eso, la Conchi era el gobierno de Uribe. Sí, Uribe, exacto. Empieza allí, y desde la idea es de comprar, adquirir más bien el parqueadero, que era, que fue un canje también entre predios, de la alcaldía versus el ministerio. Desde ese momento hasta la consecución de los recursos, diseñar el proyecto, sí en Juan Manuel Santos empieza la construcción, o sea, otorgar las licitaciones de las etapas. Bajo la ministra Mariana Garcés. Exacto. Pero cada ministra, que eso es en lo público lo que uno soñaría siempre, es que hayan procesos, que independientemente del gobierno que recibe, sostenga los procesos y los ponga a andar, que entienda lo que es la continuidad para que haya proyectos trascendentes en nuestro país. Y creo que el Centro Nacional de las Artes, desde su concepción hasta hoy, porque además el gobierno Duque es el que recibe la infraestructura, hacen una primera inauguración, pero ahí todavía no se puede abrir al público porque falta una dotación final, como final oficial. Y entonces al gobierno actual le corresponde abrir esas puertas de la casa. Entonces cada gobierno tuvo su etapa. Y nuestra etapa en este momento ha sido plantear el proyecto ya entonces, no a nivel infraestructura, porque eso ya está, se termina de dotar, se sigue actualizando, sino el proyecto cultural. ¿Cuál es el proyecto de gestión cultural y hacia las artes escénicas y hacia la dimensión nacional que representa este centro cultural, que deberíamos pensarnos y construir, y por supuesto esa tarea es muy compleja, y también va a requerir un tiempo de maduración, pero estamos trabajando en eso, y ya llevamos dos años abriendo la casa, que además es de todas y de todos, porque es una idea en la que hemos insistido, Y es que al ser el único centro cultural público nacional, y de hecho al tener y al contar con el único teatro nacional, pues esta es una casa de todas y de todos. Y eso que significa muchas cosas. Porque a veces en lo público también, a pesar de ser bienes públicos, no necesariamente tenemos acceso todos por las razones que sean. Y creo que el intento ha sido para que esté ahora esas puertas de todas las maneras posibles en sus etapas y que represente una diversidad el país que somos, unas más conocidas, otras que no teníamos idea. Es una casa sin duda de encontrarnos y de vernos en comunidad en un momento también del mundo en el que nos conectamos mucho desde lo virtual. Entonces los teatros, las salas, este tipo de espacios nos retan a vernos y a que estemos físicamente presentes con toda la oportunidad que eso tiene hoy. Uno quisiera que el país fuera como lo que pasó en el Centro Nacional de las Artes, que todos los ministros y ministras, porque realmente fueron ministras en su mayoría, pues hubieran hecho lo que tenían que hacer, ¿no? Y construir sobre lo construido hasta llegar a lo que es hoy el Centro Nacional de las Artes. Eso es una bonita metáfora de lo que podría ser. Sí, claro, cuando uno viaja como director de teatro y está en los distintos espacios y los distintos escenarios del país. Es muy triste ver que existen los cascarones, pero la infraestructura es mucho que desear. Entonces hay que llevar las cosas. Yo llevo más de 50 años haciendo teatro y todavía siento que la evolución es muy lenta. Hay espacios en todo el país, pero, por ejemplo, después de la pandemia, ir a presentarse en los teatros que estuvieron abandonados durante mucho tiempo es tremendo por fuera de Bogotá por fuera de Bogotá y adentro de Bogotá también, lo que pasa es que esto ha ido creciendo y evidentemente Bogotá es una ciudad cultural es una ciudad que tiene una oferta cultural muy grande y yo creo que a pesar de lo que se dice que uno no sabe muy bien qué es el Centro Nacional de las Artes, a mí me aterra y me enorgullece y me emociona ver que todo se agota. Bueno, las boletas son también, o sea, son boletas que tienen un precio accesible. Entonces eso también es muy importante. Pero realmente yo nunca he ido, o sea, siempre que voy es lleno, a reventar. Es impresionante, ¿no es verdad? Hemos combatido hipótesis como mitos de las escénicas. No hay público para la danza. Un mito. Claro que no es tan fácil como cuando uno convoca música, pero nosotros hemos tenido sold out de danza, lleno total. Y sí hay una tarea muy grande de todas formas por formación de públicos, por mediación de públicos, por encontrar esos grandes espectadores fieles a una programación, pero Bogotá es una ciudad que igual convoca. Nos encantaría que esto empezara a pasar en las regiones. Yo vengo de una región donde es difícil que el público llegue a ciertas de Cali. Y Cali es una ciudad artística que respira y brota por todas sus esquinas proyectos creativos de todas las disciplinas, pero aún así en salas, por ejemplo, de teatro hablando específicamente, es difícil que el público llene en una programación general. también se puede dar por ser un centro cultural público y extraer esta oferta tan distinta, tan diversa, tan contrastante y aún así llamar. Creo que mientras más se vaya posicionando el centro nacional va a ser también muy interesante ver esa evolución con los públicos de la oferta cultural nuestra, pero la tarea hacia afuera es gigante. Claro, ¿y esa es la tarea suya o cómo es que es la historia? En parte, en parte porque yo creo que además cuando yo llegué, que yo estoy recién desempacado, pues ya estaba buena parte de la programación realizada y estoy trabajando a posteriori o colaborando en la programación a posteriori, pero yo sí creo que es muy importante esto de la consolidación de un espacio donde la gente sabe que siempre que llegue hay algo interesante para ver y yo creo que eso hubiera incluso desde antes de que Xiomara estuviera justo hay que reconocerlo de las otras administraciones por ejemplo cuando estaba Manuel José Álvarez el fenómeno de Fabio Rubiano con el labio del liebre yo creo que es de las únicas obras que duraron casi 5 o 6 meses en carteles cuando una obra de teatro no fue hace mucho tiempo tampoco y después posteriormente con Iván Benavides y ahora con Sion Bar esto se ha ido consolidando el hecho de que el teatro acabamos de salir de una temporada del crimen del siglo de la obra de Miguel Torres basada en su novela y se hicieron 10 funciones antes uno hacía una función de teatro eso es lo que me parece que ha ido mejorando porque antes uno iba al Centro Nacional de las Artes y era una función o dos y se iba la obra que hemos hablado aquí con Pablo pero la verdad es que ahora ha ido eso extendiéndose porque tenemos el balance porque lo que me dicen es que tienen tantas digamos entradas de proyectos que tienen que darle cabida a todos pero hay veces el espectador se queda un poco corto y entonces uno no puede llegar a una obra porque resulta que son dos días y si uno no pudo ir en esos días se acabó. Esa es parte de la reflexión que hemos hecho a nivel equipo. Yo también tenía esa misma observación porque también cuando yo llegué ya había una planeación, pero parte de la reflexión en equipo ha sido pensamos en la programación artística por su pertinencia por representatividad todo lo que viene del mundo, lo que viene de Colombia pero por otro lado hay que pensar en los públicos y en las audiencias y en la experiencia y en lo que queremos el efecto que tiene la programación que es para finalmente porque programamos no solo para el ecosistema artístico en sí mismo. Y en esa reflexión, justamente, sobre todo con las escénicas, pensando en necesitamos que las temporadas sean más sostenidas en el tiempo. Y de hecho impacta boletería cuando es con boletería. Porque a la tercera función es cuando se empieza el voz a voz a ver en la boletería. Entonces, desde todo punto de vista, alargar las temporadas ha sido una decisión. Este año ya lo estamos haciendo de manera decidida, que eso obviamente reduce que algunos proyectos no puedan estar porque ocupamos más semanas X en una sala. Sí, pero sí creemos que es necesario que no reduzca de manera significativa, pero sí de manera porque incluso para los proyectos cuando vayan a pasar y cuando sea ya el turno de los que siguen, pues va a ser también mucho más beneficioso desde que su obra la está viendo más público y el efecto que quieren tener con su audiencia. Ahora, una de las cosas, audiencia, hablando de audiencia, y Sandro sabe mucho de eso porque siempre ha estado metido en eso, es que cuando uno va al Centro Nacional de las Artes es una audiencia joven, es una audiencia nueva que era muy distinta a la del Colón. Es una audiencia nueva que era muy distinta a la del Colón. Engancha otro país que existe y que ha ido creciendo. Y que yo creo que el Colón representa, también es muy interesante el Colón, porque el Colón no solamente van las bogotanos tradicionales, sino que hay una mezcla muy impresionante también. Pero es que aquí se ve gente realmente joven, la mayoría es gente joven, ¿o me equivoco? que es experta en ese tema, es entender al público. El público es un misterio. Uno no sabe cómo es que llega el público a determinadas cosas y que de pronto llena. Uno dice, pero ¿por qué se llenó este espectáculo y este otro que era estupendo no pasó? Y no hay una fórmula, porque si la fórmula existiera, pues nos reunimos a aplicar la fórmula y sale inmediatamente. Sino que esto es un misterio que hay que irlo alimentando permanentemente y yo creo que eso se ha logrado, que me parece que es muy bueno eso que dices de que hay un público joven, pero yo diría más que joven, yo diría que es un público muy diverso la gente se está acostumbrando a que llegar allá hay espectáculos de todo tipo y que se va también a vivir una experiencia que yo creo que, por ejemplo, el gran desafío que tiene todo tipo y que se va también a vivir una experiencia, ¿no? Que yo creo que, por ejemplo, el gran desafío que tiene el mundo audiovisual en este momento, no solamente en Colombia, sino en el planeta entero, no lo tienen las artes vivas. Las artes vivas están viviendo un renacimiento enorme porque la gente ya tiene el audiovisual en su casa y eso la pandemia lo potenció. En este momento, las artes vivas hay que aprovechar e ir a ver en vivo los espectáculos y creo que nosotros estamos aferrados un poco a potenciar y a alimentar y enriquecer ese encanto la audiencia está más o menos entre los 24 y 44 años o sea la población económicamente activa. Ese es el público que más asiste, más o menos casi el 60% del público. También tenemos que las mujeres son las que más compran la boleta, ¿no? Porque no sabemos, ese estudio tiene que ver más con lo que recoge la taquilla. No sabemos si solamente van ellas, pero sí son las que compran, el 56%. Hipótesis sobre eso hay, pero ahí está un foco. Y sí nos interesa mucho las infancias. Hay una franja muy fuerte de infancias que lo hemos venido fortaleciendo cada año. Este año está mucho más recurrente y tiene una agenda complementaria para trabajar con los colegios públicos también en la asistencia a funciones escolares entre semana. Entonces, ahí que, claro, esa audiencia no llega sola necesariamente, excepto algunos fines de semana por sus familias, pero sí incentivar la formación de ese público, que es el público del futuro, pues es vital, precisamente aprovechando este momento, pero ahí es donde está, porque también estamos compitiendo con ese público, que viene como con un chip digital, mucho más impresionante, son muy, naturalmente conectan con la tecnología y de hecho se aburren más rápido. Entonces con las escénicas hay una labor porque también es una responsabilidad que se enamoren del teatro como infraestructura y de las escénicas en lo que podemos generar. Pero mire que yo creo que el Centro Nacional de las Artes llega en un momento muy especial de Bogotá, tal vez no de Colombia, uno aspiraría. artes llega en un momento muy especial de Bogotá, tal vez no de Colombia, una aspiraria, y lo digo, por ejemplo, este fin de semana, Bogotá parecía una urbe de país muy desarrollado, porque estaba por un lado Arbo fin de semana, pero también estaba la Feria del Libro, pero también estaba la conferencia más importante de drogas, pero también estaban espectáculos en el Centro Nacional de las Artes. Y acabamos de salir del Festival Internacional de Música Clásica. Que acabamos del Julio. Y del Centro Nacional de las Artes. O sea, es increíble lo que está pasando. Entonces, uno dice, bueno, ¿qué es lo que está pasando, Sandro? Usted que sabe tanto de eso. Algo está pasando en Bogotá. En Bogotá está pasando que somos 10 millones de habitantes. No, algo más. Eso en primera instancia, pero en segundo lugar ha habido como una especie de boom cultural y también de forma, de multiplicación de formación. Cuando yo llegué a Bogotá, aquí en el año 88, de la misma ciudad de la señorita. El doctor es caleño, para que sepan ustedes aquí, Sandro Romero, Caliwood. Pero cuando yo llegué aquí, las salas, y llegué a vivir en Bogotá en los 80, habría 10 salas de teatro, si mucho, y eran salas de teatro de cámara, donde uno no veía teatro colombiano. Cali era mucho más cosmopolita que Bogotá. Sí, era otro tipo de movimiento. Otro tipo de movimiento que en otro programa lo podemos hacer, hablar del tema de lo que pasa en Cali. Pero lo que fue armándose poco a poco aquí es que se fue generando un público y una necesidad de ver espectáculos que se fue multiplicando de manera impresionante y que, por ejemplo, el Teatro Mayor a mí me parece que es un ejemplo de lo que puede suceder con un espacio cuando uno dice, no, es que en el ejemplo de lo que puede suceder con un espacio, cuando uno dice, no, es que en el norte la gente no va a lo espectacular, eso vive repleto, yo nunca he ido al Santo Domingo y voy siempre, nunca he ido sin que esté lleno, y lo mismo está sucediendo ahora con el Colón, sucedió en una época, y cuando empezó el Centro Nacional de las Artes, dicen, no, pues es que el Centro de Bogotá está condenado a desaparecer, empezó el Centro Nacional de las Artes y dicen, no, pues es que el Centro de Bogotá está condenado a desaparecer. Pues no. No solamente está el Centro Nacional de las Artes, sino que hay otras salas, hay como una suerte de distrito cultural en la Candelaria que es muy impactante. Y lo lindo también es que se están creando distintas opciones. Hablemos del teatro, que es como lo más inmediato de lo que puedo hablar, pero por ejemplo, el espacio de Alejandra Borrero tiene un tipo de teatro. El Teatro Nacional ya tiene cinco salas. Todo lo de San Felipe, mire lo que está pasando en San Felipe. Hay salas pequeñas de teatro. Bueno, estamos hablando del Teatro Petra por un lado, pero hay muchas salas. Hay muchas salas de teatro Petra por un lado, pero hay muchas salas. Hay muchas salas de teatro que se están haciendo, de improv, de una cantidad de cosas. Están llenas. Están llenas. Eso, hay algo que yo creo que conectó. Y también hay otra cosa, es que hay mucha opción de formación. Antes solo existía la Escuela Nacional de Arte Dramático. Ahora todas las universidades y hay pequeños talleres, centros independientes de formación en danza, en música, en artes escénicas, y esto pues esta gente sale y tiene que hacer algo, ¿no? Yo me angustio cada semestre que sacamos 20 personas más nuevas, graduadas, digo, Dios mío, ¿esto para dónde va? Y resulta que la gente arma sus proyectos. Es impresionante. Arma sus proyectos y si quiere, diga mejor usted la cifra que a usted le suena más bonito, pero cuando uno abre una convocatoria como la que se acaba de abrir. La que tuvimos. Es que estamos haciendo algo que no existe en los teatros públicos. Y es creando un modelo programático en el que podamos tener varios canales de participación y de ser, sí, presentar propuestas para la programación antes en un modelo anterior, sí, que es muy, que funciona, pero es como un único director o programador que define la programación. En este caso nosotros estamos creando un comité interno de programación y cuatro mecanismos. El último que abrimos, que es nuevo, se llama Banco de Proyectos y recibimos 540 propuestas del país. ¿540? Un mes estuvo abierto, van a haber dos ciclos. El primer ciclo fue de marzo a abril, un mes abierto. El segundo se abre en septiembre-octubre y esas propuestas que se presentan ahí pasan al Comité Interno de Programación, donde hay varios criterios que se suman para finalmente hacer la curaduría de gran parte de la programación de los siguientes meses. pero es el único que lo hace de esa manera en este momento y es que con mucha anticipación lo tiene nosotros tenemos la dificultad administrativa al ser totalmente públicos las vigencias anuales, que ojalá en el futuro eso fuera una reestructuración para las artes porque no permite que uno pueda garantizar absolutamente todo al menos un año antes que sería lo ideal, porque las les llegan las vigencias. Porque las vigencias son anuales. Entonces tú proyectas el siguiente año, pero no has terminado hasta cómo lo proyectas. Pero eso imagínate en contratación de artistas, pues es un desafío, porque si nosotros necesitamos asegurar sobre todo los artistas internacionales que son más difíciles de agendar tan encima, pues estamos siempre como en un camino intermedio en el que no se resuelve el todo. Ese es parte del reto del Centro Nacional de las Artes, y es tener un modelo administrativo, institucional, que merece ese centro cultural para su proyección en el futuro y que ojalá sea un referente para teatros públicos del país, pero por otro lado su modelo de programación que permita que disminuyamos esa brecha social que existe para acceder a una programación de un teatro público o de un teatro. Pero fíjense que ustedes están haciendo también otra vez, o no otra vez, sino que están también haciendo un cruce de puentes muy interesante. Este festival que acaba de música religiosa, se llama así, de música clásica, perdón, de música clásica que se hacía inicialmente en el Julio Mario, ahora se hace con el Centro. Y otros teatros. Y otros teatros. Se arma un circuito. Ha crecido, la cosa más impresionante es en Semana Santa. Y esto es impresionante también. Exacto. Ahora vamos a hacer algo similar, pero con el país. Estamos acompañando la reactivación de un circuito que funcionó muy bien muchos años, que es el circuito de jazz de Colombia. Opa, sí que funciona. De hecho funciona. Pasto Jazz, Medellín Jazz. Funciona, es en septiembre. Exacto. Ellos han hecho un trabajo y han hecho varios intentos de ese modelo de gobernanza, vamos a acompañarlos para reactivar más fuerte esa red este año de nuevo, a sumarnos como centro nacional, ahí sí ya no solo es que lo nacional llegue a Bogotá, hasta infraestructura volver a hacer ese circuito de jazz que es Pasto Jazz, Barranquilla Medellín Jazz exacto entonces, Barranquilla Jazz, Medi Jazz, una cantidad de... Exacto. Es correcto. Entonces, ese es un ejercicio, que eso era algo que les quería contar y compartir a todas y a todos, y es el Centro Nacional, su modelo de programación interno en sus salas, pero hacia el país, estamos creando la Red Nacional de Teatros Públicos y Patrimoniales, y eso articulado a una red de escenarios, donde sí entran las salas independientes, los festivales, los teatros privados, porque es una semilla. Ojalá eso tuviese un desarrollo muy potente, porque ese es el futuro del Sistema Nacional de Circulación. Esta semillita que estamos sembrando y que vamos a este segundo semestre activar, con varios, y estamos creando cuatro rutas en el país de circulación, donde nuestros teatros públicos, o sea, los pares al Teatro Colonia, al Centro Nacional, son como lugares ancla de la circulación de las regiones y luego están estas redes de circulación en estas salas más pequeñas o en los teatros de las cajas de compensación. Y este sistema va a tener cuatro rutas, la ruta entre mares, para conectar Caribe y Pacífico. La ruta de los Andes, por todo el centro del país. La ruta de los llanos y de la selva, para conectar justamente el oriente, que hay menos escenarios, pero hay espacios no convencionales, donde queremos que se van ocurriendo. Y los llanos y conectar pero en la selva hay sorpresas él estuvo hace poquito de verdad en una selva vecina en una selva pegada en el teatro de Manaos el teatro Amazonas de Manaos pero allá estrenamos una producción del Centro Nacional de las Artes yo sé, yo sé claro, porque fue una coproducción con Brasil, que es también muy interesante, fue lo que hicieron, ¿qué es lo otro que hacen ustedes, unas coproducciones? El repertorio, esa es la creación, exacto, apostarle a nuevos proyectos, para enriquecer el acervo artístico de la nación, pero además, ir creando un repertorio sobre algunas efemérides, que esa de la vorágine estuvo muy, muy bonita, muy potente. Porque no solamente hicieron la ópera, que esa de la vorágine estuvo muy, muy bonita, muy potente. Porque no solamente hicieron la ópera, también hicieron la obra. Varias obras. Con Fabio Rubiano. Son cuatro vorágenes. Son cuatro vorágenes que se hicieron el año pasado. Mapa Teatro y Carmen Cid también hizo otra. Mapa Teatro y Las Vinces. Perderse con Teatro Petra lo hicimos. Sí, Fabio Rubiano. Sí, la vorágine más allá. Que volvemos ahora. Que eso es una cosa que ahí hay un equilibrio delicado, ¿no? Porque estos 540 están empujando. Que son nuevos. Antes eran cuatro o cinco grupos emblemáticos. Y estos grupos emblemáticos, con todo derecho y con toda justicia, piden que se los deje estar ahí porque son los de tradición. Pero es que también vienen detrás otros. Vienen 500 más. que se los deje estar ahí porque son los de tradición, pero es que también vienen detrás otros, que hay que saber equilibrar entre la tradición, entre un repertorio, que eso lo hemos hablado mucho con Xiomara, que existe el repertorio del Centro Nacional de las Artes y que se estén presentando estas obras a lo largo del año, y al mismo tiempo que hayan las nuevas propuestas, porque aquí hay estupendos directores y músicos y coreógrafos que hay que abrirles espacio porque la vida sigue y la vida se rejuvena. No es que Colombia yo creo que está viviendo en medio de todas sus vicisitudes, no hemos podido terminar conflicto, en fin, todo lo que ustedes quieran decir, pero está viviendo un momento cultural muy impresionante y yo diría que el epicentro es Bogotá pero uno quisiera que eso se fuera hacia los territorios bueno, primero las ciudades pero sí que llegara a los sitios que no está llegando exacto, por eso estos circuitos la idea es que, por ejemplo en Ibagué tenemos un teatro patrimonial, pero luego en Onda se recupera un teatro. En Armero, o sea, el circuito como biocultural, que es el que está haciendo este esfuerzo a través también nuestro, sino de las gobernaciones de las alcaldías, pero también estamos buscando recursos privados y estamos formulando un proyecto para bajar recursos privados y armar un modelo de circulación nacional para que eso empiece a pasar. Porque, claro, estos lugares, si a ciudades intermedias a veces no llega la oferta cultural. Y yo también, siendo de Cali, que Cali es una ciudad grande de todas formas y muy activa, yo muchas veces pensaba por qué a nosotros no nos llega esto que está pasando en Bogotá. Y llega mucho más a Medellín a veces, pero no a Cali incluso. Entonces ahí hay una apuesta cultural, que es el desafío, porque el entretenimiento tiene pues sus escenarios copados ese sí que ha estudiado las audiencias ese sí que tiene pero es impresionante, la industria del entretenimiento está produciendo o sea, creo que una parte impresionante del PIB de Bogotá se produce por cuenta sola yo hice aquí un podcast sobre eso eso transformó Bogotá y de hecho eso hecho esa industria sobre todo en los espectáculos grandes es la que nutre el fondo de la LEB la ley de espectáculos públicos gracias a la cual esos fondos de este otro gremio pues permite que también se hayan construido tantas salas actualizadas la ley de la concha digamos eso se hayan construido tantas salas actualizadas la ley de la concha digamos eso funcionó muy bien con el cine y lo que incentivó la ley de cine que se produjera tanto cine pero el problema es que no hay un equilibrio y ese ha sido un problema endémico del cine colombiano es decir que se establecen las estrategias para hacer las películas pero luego el mercadeo de las películas ha sido muy complejo y ahora hay un problema adicional. ¿Qué es cuál? Pues que es la sobredosis audiovisual que hay en el mundo. Es decir, tenemos cámaras por todas partes y todo el mundo hace sus propias películas, tiene sus pequeños circuitos de distribución. Los modelos de distribución. Los modelos de distribución del audiovisual tienen que cambiar y están cambiando. Pero con las artes vivas el asunto es a otro precio y me parece que eso está creciendo poco a poco porque, por ejemplo, uno necesita más siomaras en este mundo, que es gestores culturales de profesión, de oficio. Y yo llevo más de 30 años trabajando en el programa de artes escénicas de la distrital, en la SAP. Y anualmente entran 600 aspirantes. Uno dice 600 aspirantes para escoger 35. Esos 35 son los que son, y eso digamos que el mercado, estoy hablando solo de teatro, pero también hay danza y también hay música y también hay artes visuales, de allí no solamente están saliendo, porque no todo el mundo termina siendo actor, sino que hay también técnicos, también hay gestores, pero los gestores se forman un poco empíricamente, se van formando sobre la marcha, pero es importante que eso también se empiece a organizar y a profesionalizar porque son actividades que también han ayudado a enriquecer los gestores que hay ahora en los últimos años, sobre todo las gestoras, porque esto es un universo muy femenino desde hace muchos años además, yo creo que eso ha ayudado también. Pero Sandro, usted que ha oído, se ha visto tanto, usted que cree que estamos ante un renacer, o sea, esto es un momento muy especial, ¿o no? Y yo creo que encaja perfecto el centro, ahí está el centro entrando como inicia su vida. Sí, yo creo que, por ejemplo, esto tiene que ver con lo que Fanny McKay creó en los 80 con el Festival Iberoamericano de Teatro. Es decir, en una época tan difícil, donde uno sentía que este país iba a explotar y resulta que... Y que nadie, estamos olvidados por el mundo, a nadie le interesaba y le da susto venir aquí a Colombia. Y le da uno miedo, salen los carros, los carros bombas y no sé qué, y que hubiese un festival de las dimensiones que fue. Y el Jazz al Parque. No Jazz al Parque, sino Rock al carros, los carros bombas y no sé qué, y que hubiese un festival de las dimensiones que fue. Y Jazz al Parque. No Jazz al Parque, sino Rock al Parque, perdón. Y Rock al Parque también, que fue un poco eso. Digamos, 10 años después. Lo de Fanny fue en el 88 y Rock al Parque en el 95. Yo diría Fanny Mickey y Berta Quintero. Sí, sí, sí, sí. Increíble, mujeres. Mujeres. ¿No es verdad? Sí, sí. Alguna vez he hablado con un amigo que el mundo cultural, el mundo de la gestión cultural en Colombia tradicionalmente ha sido manejado por las mujeres y por lo menos en Cali donde yo nací en los teatros pues la tertulia bellas artes era mujer fan y mi que empezó en Cali por ejemplo y ella fue la organizadora de los festivales de arte de Cali Delia Zapata también estuvo en Cali, por ejemplo, y ella fue la organizadora de los festivales de arte de Cali. Delia Zapata también estuvo en Cali en su época. Delia Zapata también. Delia es la otra. Sí, yo creo que eso es muy importante, incentivar lo que no sea solamente por entusiasmos efímeros, sino también que haya generaciones organizadas donde la gestión cultural, que cada vez se puede sistematizar mejor, pues esto cobre dividendos, porque en Colombia hay un potencial cultural, de todo tipo, de las culturas populares, de las artes de academia, por llamarlas de alguna forma. ¿De la música? Sí, a todo nivel yo creo que que esto hay que aprovecharlo y esto de que el país siempre está en guerra y siempre está en crisis pues eso también ayuda, te cuento paradójicamente, porque es que los países en crisis, Alemania cuando antes de la segunda guerra mundial entre guerras, el gran movimiento cultural del siglo XX las grandes vanguardias salieron de Alemania en los años 20 y 30. Entonces, eso, los artistas, el comienzo de la Unión Soviética fue con una revolución que luego, pues, con el camarada Stalin la cosa cambió, pero digamos que entre la caída de los Zares y los años después de la muerte de Lenin, entonces es una época de un esplendor cultural del ballet, de la música clásica, del teatro a todo nivel, o sea que el arte vive de las crisis y el arte vive de los conflictos también el arte es una manera de enfrentar los conflictos entonces eso ayuda muchísimo bueno, yo les agradezco y además es como una invitación también a todos los jóvenes que quieren entrar en el mundo artístico. Porque yo estoy casada con Óscar Acevedo en esa época. Óscar Acevedo es músico, es jazzista y cuando él quiso estudiar, decían, usted va a estudiar música. Eso ha cambiado. Ese país que antes consideraba que era casi que una aventura para unos desvariados meterse a estudiar música, a estudiar artes, a estudiar teatro, pues ese cambió, digámoslo así. Y yo creo que esta es una invitación a que todas esas personas que están detrás de esas convocatorias, esas 500 personas, 500 mil personas, ¿cuántas? 540 proyectos. 540 proyectos. No, eso es una cantidad. 540 proyectos que se presentaron, se sientan con la seguridad que están caminando sobre un terreno que ya está abonado, ¿no es verdad? Sí, pero que al mismo tiempo exigen rigor, información y que no van a entrar los 540, sino que también uno tiene que merecer estar en ciertos espacios, no todos los espacios están hechos por tu pueblo. Como los de la ASAP, mi impresión es que entran 600 y solamente pueden entrar ¿Cuántos? 35 por semestre Es una cantidad Es una cantidad de personas que se presentan Son impresionantes Y que quedan también Y que salen a la jungla De asfalto Y es un desafío muy fuerte Y con toda la oferta que hay de todas las universidades y las otras escuelas. Sí, que hay muchas, es cierto. Xiomara, ¿qué desafíos tiene en este momento así que a modo de resumen del centro? El gran desafío es dejar el modelo administrativo institucional organizado, claro, viable para implementar. Ese es el reto que hay en esta primera fase. Obviamente la programación, pero eso todo tiene que ver con el modelo. Y intercomunicar. El de sostenibilidad. Y sobre todo de trazar esas líneas, esos hilos con el país. Con el país, que es lo que la gente no entiende. El Centro Nacional de las Artes no es de Bogotá. Exacto. Es de Colombia. Es de Colombia. Es una de las Artes no es de Bogotá exacto, es de Colombia es una de las cosas que yo creo que es importante un reto misional y el otro es el reto administrativo sin el cual el misional tambalea entonces necesitamos dejar esos dos absolutamente sólidos para que la proyección de este centro pues primero sea memorable pero además ojalá sea también esa semilla que conecta y que hace que el país empiece a mover de otra forma. Que ese es ese llamado a los escenarios del país, los independientes que son los titanes de la cultura, como me gusta llamarlos a mí, pero los públicos, y es que hay un reto grande de todos los públicos por hacer la labor que nos corresponde y dejar los escenarios como plataformas para nuestro ecosistema. Claro, pero esos públicos que están por allá en las capitales intermedias, en fin, hay veces en los territorios que necesitan plata. Y eso tiene ese problema, ¿no? Hay mucha gente que tiene buenos escenarios, pero no tienen los medios, ¿no es verdad? Pero bueno, yo creo que eso está cambiando y que si en algo este país ha cambiado es que el entretenimiento la cultura, el arte está en un momento tal vez por lo que dice Sandro, que es producto de esta crisis eterna que tenemos que no solucionamos y que está produciendo unas cosas maravillosas y esa es una de las buenas nuevas que tiene este país en materia de cultura. Sí, hay que aprender a respirar. ¿Verdad? Hay que aprender. Muchísimas gracias. Gracias, María Jimena. Encantado. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. Gracias por ver el video.