Santiago Trujillo el Secretario de Cultura de Bogotá está convirtiendo a la capital en el epicentro de las artes
21 de nov de 2024
En este episodio de "A Fondo", María Jimena Duzán conversa con Santiago Trujillo, actual secretario de Cultura de Bogotá, sobre las iniciativas y políticas culturales que están revitalizando la ciudad. Trujillo, reconocido gestor cultural, comparte cómo Bogotá ha logrado mantener una política cultural sólida a lo largo de diferentes administraciones y cómo estas políticas están transformando la ciudad en un centro cultural de importancia internacional.
Capítulos
Bogotá como Centro Cultural Internacional
Bogotá ha evolucionado de ser un lugar temido en los años de violencia a convertirse en un epicentro cultural a nivel mundial. Con la llegada de más artistas internacionales y eventos masivos, la ciudad ha demostrado su capacidad para recibir grandes producciones artísticas.
El Rol de Santiago Trujillo en la Cultura Bogotana
Santiago Trujillo ha sido una figura clave en el desarrollo de las políticas culturales de Bogotá, incluso desde antes de su nombramiento como secretario de Cultura. Su experiencia como músico y gestor cultural lo ha llevado a revitalizar espacios emblemáticos y a asegurar la continuidad de las políticas culturales a través de diferentes administraciones.
Nuevos Proyectos y Eventos Culturales
La reactivación del Festival Iberoamericano de Teatro bajo el nuevo FIAB y la creación de la Bienal de Artes Plásticas son ejemplos de eventos que buscan mantener e incrementar el prestigio cultural de Bogotá. Estos eventos son producto del trabajo conjunto entre el sector público y privado.
Política Cultural y Espacio Público
Los Centros de Felicidad y proyectos como 'Barrios Vivos' demuestran cómo Bogotá busca integrar a todas sus comunidades, independientemente de su situación socioeconómica, ofreciendo equipamientos culturales accesibles y promoviendo la integración social a través de la cultura.
Respuesta a los Movimientos Juveniles y la Confianza en el Futuro
Tras el estallido social, se ha buscado reconectar con la juventud a través de proyectos como la 'Escuela de Futuros' y 'Barrios Vivos', donde se fomenta la participación activa y el liderazgo juvenil en el desarrollo cultural de la ciudad.
Conclusión
Bogotá está consolidándose como un centro cultural reconocible globalmente, gracias a políticas culturales inclusivas y sostenibles. Con eventos de alta repercusión y una fuerte colaboración entre el sector público y privado, la ciudad avanza hacia un futuro en el que la cultura es accesible y formativa para todos sus ciudadanos.
Menciones
- (Persona) Santiago Trujillo
- (Persona) Gustavo Petro
- (Persona) Carlos Fernando Galán
- (Persona) Fanny Mikey
- (Org) Festival Internacional de Artes Vivas de Bogotá (FIAB)
- (Org) Orquesta Sinfónica de Colombia
- (Org) Secretaría de Cultura de Bogotá
- (Org) IDRTES
- (Org) Canal Capital
- (Org) FUGA
- (Org) Orquesta Filarmónica
- (Org) Instituto de Patrimonio
- (Org) Cámara de Comercio de Bogotá
- (Org) Ministerio de Cultura
- (Evento) Festival Iberoamericano de Teatro
- (Evento) Bienal de Artes Plásticas
- (Evento) Festivales al Parque
- (Evento) Rock al Parque
- (Evento) Estéreo Picnic
- (Evento) Bienal Internacional de Arte y Ciudad
- (Evento) Festival de Jazz al Parque
- (Lugar) Bogotá
- (Lugar) Ciudad de México
- (Lugar) San Juan, Puerto Rico
- (Lugar) Sao Paulo
- (Lugar) La Cabrera, Bogotá
- (Lugar) Usaquén, Bogotá
- (Lugar) Bosa, Bogotá
- (Lugar) Cali
- (Lugar) Ciudad Bolívar, Bogotá
- (Lugar) Chapinero, Bogotá
- (Concepto) Naturaleza Comunitaria
- (Concepto) Convergencia Digital
- (Cita) La confianza básica tiene que ver con cumplir lo que se dice.
¡Suscríbete al canal! Aprenda más en xbox.com.pcgamepass o haz clic en la bandera. Starter 2 disponible el 20 de noviembre de 2024. El catálogo de la serie varía por región y por tiempo. Y ese es el final del script. ¿Ustedes se han preguntado qué está pasando en Bogotá? Yo lo digo porque todos los días algo está sucediendo en esta capital y algo grande. No solo porque se está convirtiendo Bogotá en la capital obligada donde tienen que parar los grandes artistas internacionales, obligada, donde tienen que parar los grandes artistas internacionales, cosa que todavía nos sorprende a los bogotanos, que conocimos esa capital oscura, silenciosa, a la que nadie venía por temor o a Pablo Escobar o porque creía que Bogotá estaba cercada por la guerrilla y por los paramilitares. Hoy Bogotá se ha convertido en un espacio donde las artes caben, desde las artes populares hasta las más refinadas. Hay noticias también alentadoras, como la decisión de volver a revivir el Festival Iberoamericano de Teatro en su nueva versión, el FIAP, o el anuncio de que el año entrante Bogotá va a ser la sede de una nueva Bienal de Artes Plásticas. Detrás de toda esta nueva vibra de Bogotá está el gestor y productor cultural Santiago Trujillo, quien se viene desempeñando desde hace un año como el secretario de Cultura de Bogotá. Santiago Trujillo conoce como pocos el mundo de la cultura, porque además de ser gestor cultural y realizador audiovisual, es músico e incluso fue violinista de la Orquesta Sinfónica de Colombia. Durante la alcaldía de Gustavo Petro, Santiago Trujillo fue clave para desarrollar muchas de las políticas culturales que hoy siguen vigentes y que han renovado escenarios culturales como el Teatro Jorge Eliezer Gaitán, el Planetario de Bogotá y la Media Torta. Cuando resultó elegido como alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, su nombre no aparecía dentro de los posibles secretarios que el nuevo alcalde tenía en mente. Y fue casi que una sorpresa el nombre de Santiago Trujillo como nuevo secretario de Cultura. Y cuando se conoció que él había sido nombrado en la Secretaría de Cultura, fue todo un palo su nombre. Hoy es nuestro invitado aquí en Afondo para hablar sobre políticas culturales en una ciudad como Bogotá, que curiosamente ha ido forjando una política cultural que ha logrado sobrevivir a las diferentes administraciones que ha tenido la ciudad. Santiago, bienvenido aquí a Fondo. Muchas gracias María Jimena, un placer estar aquí conversando contigo en este podcast que escucho y que admiro mucho. Yo quería preguntarle una cosa que me parece sorprendente, Quería preguntarle una cosa que me parece sorprendente, en vista de cómo es que funciona la cosa pública, la función pública en un país como Colombia. En el caso de la capital, la política cultural se ha ido construyendo sin que haya entrado en cortocircuito cada vez que haya un nuevo alcalde. ¿Me equivoco? que haya un nuevo alcalde. ¿Me equivoco? Primero, María Jiménez, que Bogotá ha sido responsable en la construcción de su política cultural. Desde hace ya un par de décadas, podríamos decir que hemos construido una conversación con la ciudadanía que le ha permitido a Bogotá tomar decisiones acertadas. Más allá de gobiernos de izquierda, de centro, de derecha, Bogotá ha sabido construir sobre lo construido. Luego, también hay que decir que después del paro, después de la pandemia situaciones tan complejas algunas de ruptura social, de quiebres intergeneracionales otras un poco como de pérdida de hábitos del consumo y de la apropiación cultural como lo teníamos antes unos dos años después de ese momento crucial y difícil pues la tarea que nos hemos puesto es de reactivar, si se quiere, de reavivar la vida cultural de la ciudad, que tiene por cierto además una institucionalidad muy sólida. Yo estaba hace poco en San Juan con 16 secretarios de Cultura de Iberoamérica, en San Juan de Puerto Rico, y cuando conversábamos sobre la funcionalidad de nuestras organizaciones públicas, de lejos podríamos decir hoy que Bogotá ha podido afianzar una de las estructuras más sólidas en materia cultural, con una Secretaría de Cultura que tiene seis entidades adscritas, IDR, IDARTES, Canal Capital, FUGA, Orquesta Filarmónica y el Instituto de Patrimonio, pero más con un presupuesto que se acerca al billón de pesos, que hace de lejos que hoy Bogotá, en materia al menos de gestión pública, sea una de las capitales más importantes, no solamente en inversión, sino en capacidad funcional de Iberoamérica. Pero además de eso, Mara Jimena, tenemos un sector privado, una sociedad civil absolutamente comprometida con el desarrollo cultural, una sociedad civil que se expresa en un movimiento teatral, musical, artístico, muy vital, que llevan años desde la sociedad civil luchando por unas agendas, unos presupuestos, unas políticas que defienden y siguen defendiendo, nosotros nos sentimos representados en esas luchas en la administración galán y particularmente en la Secretaría. Yo muchas veces cuando no estaba como funcionario público fui activista genuino de muchas de esas reivindicaciones y de muchas de esas búsquedas que el movimiento cultural buscó en Bogotá y en el país, pero además también tenemos un empresariado del espectáculo público, de las industrias creativas y culturales, que es absolutamente vital, que ha decidido invertir en Bogotá y que ha también ayudado a hacer que hoy esta capital sea una de las ciudades con mayor reconocimiento a nivel no solamente iberoamericano, yo diría mundial, en eventos de alta complejidad y en eventos masivos de gran interés público. Hoy Bogotá es una de las ciudades en donde todos los artistas más importantes de la gente internacional saben que tienen que venir. Cuando les hablan de Latinoamérica, además de Ciudad de México, Bogotá. Si no está en el primer orden de su lista, está en el segundo o en el tercero, pero todos los circuitos más importantes de los grandes conciertos, de los grandes eventos artísticos, hoy tienen que pasar por Bogotá porque aquí no solamente están los públicos dispuestos a pagar una boleta, sino que además está ya toda la estructura, aquí no nos queda grande ningún concierto de ningún artista del mundo en materia de producción técnica ni producción logística, pero además de eso hemos logrado consolidar, si se quiere, una escena que le da seguridad jurídica a los distintos empresarios que vienen aquí a hacer sus inversiones. Entonces yo creo que entre políticas públicas sólidas, una estructura funcional de la cultura en materia pública también sólida, seguridad jurídica y un empresariado decidido a invertir en la ciudad, tenemos un ecosistema que hace de Bogotá una de las ciudades más vitales en materia cultural de Iberoamérica. Aquí hemos hablado mucho sobre el efecto que ha tenido en el desarrollo de esa política cultural, eventos culturales como los festivales al parque, que son hoy por hoy el evento cultural gratis más importante de América Latina, según tengo entendido. Acabamos de ver lo que pasó en Roca al Parque, impresionante, miles de personas estuvieron ahí, y yo nunca había visto tanta gente yendo a esos festivales. Tenemos los festivales al parque que es una vitrina ya casi con 30 años que ha hecho, yo creo que un festival como Estereotipicnic, Cordillera o estos 3 o 4 estadios del Campín repletos al mes, son posibles gracias al público que crearon, que fortalecieron que dinamizaron los festivales al parque como una política pública, que además escieron, que dinamizaron los festivales al parque como una política pública, que además es curioso, pocas políticas públicas en materia cultural pueden decir hoy que tienen 30 años de vida. En una América Latina que con frecuencia cada cuatro años, cada sexenio, cada quinquenio, dependiendo de cada país, cuando cambian los gobiernos, cambian las políticas, aquí hemos logrado mantener un gran porcentaje de las cosas buenas, como políticas de largo aliento que ya se vuelven políticas de la ciudad. Santiago, ¿por qué no nos cuenta la historia que es detrás de la decisión de revivir lo que era el Festival Iberoamericano de Teatro? No sé si los que nos escuchan se acuerdan, pero fue un festival muy importante que se hacía en Semana Santa, lo dirigía Fanny Miki. Fue tan importante que en esa época, donde prácticamente Bogotá se vaciaba, pues Bogotá empezó a tener turismo internacional, que venía exclusivamente a ver el Festival Iberoamericano de Teatro. Hoy ustedes han revivido ese espacio, se llama el FIAB, Festival Internacional de Artes Vivas de Bogotá. Te cuento María Jimena, primero pues ese carisma imbatible de Fanny Miquel es inspirador y ha sido la ruta digamos y el camino que muchos gestores culturales en este país y en América Latina queremos seguir. Una mujer que logró consolidar alrededor de su talante, de su dinamismo, uno de los festivales de teatro más grandes del mundo. Recuperar el Festival Iberoamericano, o lo que el Festival Iberoamericano significaba para Bogotá y para Colombia, no era una idea de alguien, era un propósito general del sector cultural, tanto a nivel nacional como a nivel distrital. Todos veníamos diciendo desde hace ya muchos años que era necesario recuperar este espacio y poder, si se quiere, devolverle esa fiesta bienal del teatro y de las artes escénicas y de las artes vivas a la ciudad. Y fue así como muchas veces lo decía yo, a veces lo que la política divide y fractura, la cultura lo une. Y en un esfuerzo mancomunado del Ministerio de Cultura, de la Cámara de Comercio de Bogotá, del sector teatral y escénico, no solamente de Bogotá, sino del país y por supuesto de la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Secretaría de Cultura, logramos no solamente reunir los recursos, que eso es bien difícil, pero más difícil que reunir el dinero muchas veces es reunir las voluntades políticas y las voluntades y sinergias para trabajar en equipo, logramos sacar adelante esta primera versión del Festival Internacional de Artes Vivas de Bogotá, que será uno de los hitos culturales de la ciudad en los años pares, le debes hacerlo cada dos años, en el 24 y en el 26, en lo que nos corresponde a nosotros en esta administración, la próxima versión del 26 será, de nuevo, en la franja de la Semana Santa para recuperar esa tradición de la Semana Santa como... ¿Qué era esa tradición? Que creo que todo mundo lo está pidiendo que sea allí. Es correcto, sí. Y los impares, y que creo que ya lo conversaste hace un par de podcasts con Juan Ricardo y con Diego de la Feria del Millón, sacar adelante una Bienal Internacional de Arte y Ciudad. Y con eso tener dos nuevos grandes eventos en la ciudad, que no solamente nos van a permitir apalancar la internacionalización cultural de Bogotá, ciudad que no solamente nos van a permitir apalancar la internacionalización cultural de Bogotá, sino también devolverle a la ciudad, si se quiere, ese etos, ese espíritu en donde la gente se sentía orgullo, nosotros desde el sector cultural queremos aportar en ese propósito, construyendo eventos, hitos de ciudad que le permitan al bogotano de a pie sentirse orgulloso de la ciudad en la que vive. Entonces yo creo que cuando la gente ve que vienen 24 compañías internacionales de teatro a la ciudad, que vienen más de 20 compañías de todas las geografías de Colombia a la ciudad, o cuando ve por ejemplo que el otro año vamos a tener aquí los principales artistas y curadores de arte contemporáneo del mundo en esta ciudad, hablando de la relación que el arte construye con el espacio público, pues uno se siente orgulloso y eso es lo que queremos, que la gente se sienta feliz de vivir en Bogotá, con dificultades, las tenemos todas, pero lo más importante de recuperar la confianza y el orgullo es, digamos, reconociendo los problemas, sentirnos con la tranquilidad de que si nos juntamos los podemos sacar adelante. Se está anunciando que a mediados del próximo año se va a llevar a cabo en Bogotá una Bienal. La primera Bienal que tendría Bogotá, diría yo. Una Bienal de Arte, de Artes Plásticas. ¿Cómo y de dónde salió esta idea y quiénes son los que están detrás de este nuevo proyecto? Como con el FIAP, es una idea tan buena que a mucha gente se le puede ocurrir. Yo, desde que fui director del IDARTE, estuve esa suerte hace unos años de ser el primer director y ayudar a la creación de ese instituto en Bogotá. Iniciamos varios procesos. La construcción de la nueva Cinemateca de Bogotá, de la Galería Santa Fe, todo el proceso de formación artística en los colegios, la atención integral a la primera infancia a través del arte y la cultura, pero además de eso iniciamos un proceso muy importante de reconocer el arte urbano y particularmente el grafitti como una expresión legítima. Veníamos de un asesinato absolutamente cruel de Diego Felipe Becerra que rompió en dos la relación que esta ciudad tenía por el arte urbano y logramos no solamente reconocer el arte urbano como algo importante para la ciudad, sino que con el paso de los años se convirtió en una marca casi de impacto turístico de Bogotá. más expandido, de ver cómo las artes plásticas, las artes performáticas, las artes instalativas, digamos, ocupan el espacio público desde distintas expresiones, es necesario tener una Bienal. Pero además había también, y tú lo sabes, un agotamiento de los salones nacionales. Más allá de entrar en esa polémica, que es otro tema para otro podcast. Casi que no, ya. Hay una crisis desde hace años con esa figura del Salón Nacional y sentíamos que Bogotá tenía que hacer algo importante alrededor. Empecé con mi equipo apenas, el alcalde Galán me invitó a ser su secretario de Cultura y me siento feliz, tan agradecido de que lo hubiese hecho. Para mí es un honor trabajar en esta administración. Lo primero que dijimos, vamos a hacer una bienal y empezamos a hacer una presentación empezamos a construir el proyecto con un grupo de gente y cualquier día me piden una reunión Juan Ricardo y Diego los que hoy tienen el liderazgo de otro evento que cumple 12 años y que además tuvo una versión fantástica en el centro de felicidad de Chapinero y cuando me hacen la presentación, vienen a presentarme una propuesta de bienal que ellos tenían. Entonces, creo que eso es bonito porque tal vez el ejercicio... Se juntaron las dos propuestas. Exactamente, el ejercicio de la acción pública es no solamente administrar bien las ideas con las que tú llegas a un cargo, sino sobre todo atraer, vincular, articular, potenciar las buenas ideas de los demás. Y aquí lo que vimos fue una enorme oportunidad de decir, si ustedes tienen esta idea, son expertos, llevan 11 años en ese momento haciendo un evento tan interesante como la Feria del Millón, reconocen la importancia de sacar una bienal y estamos coincidiendo en ese sueño, pues hagámoslo juntos. Entonces los invitamos a trabajar y a ser parte del equipo y a conformar además un, si se quiere, pues una suerte de comité curatorial que me parece absolutamente pues fundamental, con lo mejor de las personas que han pensado, han trabajado y han construido, si se quiere, un mapa para las artes plásticas en el país, con la asesoría general de José Roca, tal vez el curador más importante que tiene Colombia y uno de los más importantes de América Latina, pues que creo que da una garantía, no solamente de calidad, sino también de visión de futuro de esta propuesta y alrededor de él estos dos personajes, dos gestores gigantes como Juan Ricardo y Diego Garzón y tres curadores principales que son Jaime Cerón con una amplia trayectoria en las artes plásticas en Bogotá y en el país María Wills, también igual en el Banco de la República, también con una trayectoria muy importante y el Kim Rubiano desde la Academia, que creo que consolidan un equipo fantástico para hacer de esta primera versión del avión internacional un gran evento. Acabo de llegar de España y cuando le hablaba al presidente de la ESIDA, al presidente de la ACE, a la asesora cultural de la Moncloa sobre este evento y sobre quienes conformaban este equipo y sobre la visión de lo que queríamos que pasara en el espacio público, en los circuitos de galerías, en distintos espacios que vamos a recuperar a través de las artes plásticas, pues todos dijeron, queremos estar ahí, no nos podemos perder de esto. Queremos igual que con el FIAP, trabajar de manera articulada con la Cámara de Comercio, hemos hablado por supuesto allí que tiene la feria más importante que es Arbo y pues no podríamos hacer una Bienal sin dialogar con Arbo y en eso estamos trabajando de la manera más franca ¿O sea que va a ser como en la misma época de septiembre? Queremos hacer coincidir para que la gente diga si no estoy en Bogotá en ese momento me estoy perdiendo de lo más importante de la escena plástica. Claro que está Arbo y la Bienal. Exactamente y creo que podemos generar una complementariedad que ponga en valor en Bogotá en ese momento me estoy perdiendo de lo más importante de la escena plástica y creo que podemos generar una complementariedad que ponga en valor a Bogotá en el mundo entero sabemos pues que obviamente nos falta un camino gigante, la Bienal de Sao Paulo pues de lejos un lugar que miramos con mucha admiración pero sentimos que Bogotá estaba hecha para sacar adelante grandes proyectos y este será uno de los que nosotros en esta administración de Bogotá queremos sacar adelante. Por ejemplo, uno de los acuerdos que hicimos con la ASIA allá en España fue traer entre 5 y 10 curadores expertos españoles a que vengan a visitar la Bienal y a enterarse de qué es lo que va a pasar en Bogotá en septiembre del 2025. Así que desde ya, para que todo mundo vaya poniendo sus agendas, septiembre del 2025 va a ser un mes bien agitado para la cultura y para las artes en la ciudad de Bogotá. Hace unos días se inauguró en el norte de la ciudad, en un barrio, digámoslo, de estrato alto, uno de los básquet, voleibol y además encontrarse con sus amigos. Sin embargo, el hecho de que por primera vez se haya construido un centro de felicidad en un barrio como La Cabrera, donde muchos de sus residentes tienen la posibilidad de hacer todo eso en un club, tienen la posibilidad de hacer todo eso en un club, ha suscitado toda suerte de reflexiones sobre si ese edificio debería estar ahí o no. Y la pregunta que muchos se hacen es, ¿hacer centros de felicidad en barrios pudientes donde muchos de los residentes tienen todos los servicios que prestan esos centros. ¿Vale la pena? Claro que sí. Varias cosas. Bueno, lo primero es que la política de equipamientos públicos en Bogotá ha avanzado y ha avanzado de la mano de distintas administraciones, de izquierda y de derecha. Increíble, ¿no? Y eso creo que hay que decirlo con tranquilidad. Los Centros Felicidad son una idea que implementó el alcalde Enrique Peñalosa, desarrolló cuatro en su administración, que es el Centro Felicidad en San Cristóbal, un equipamiento gigante, con todos los servicios, sobre todo recreo deportivos. Otro Centro Felicidad en el Tunal, el más grande de todos, que quienes han ido al Parque del Tunal y ven esta estructura, es una estructura que deben visitar, además con unas piscinas enormes, muy interesante. Y está en Suba, Cometas y también el Centro Felicidad de Fontaná. Cuatro centros felicidades, todos proyectados como íconos arquitectónicos. Y el último que proyectó fue el Centro Felicidad. Además de eso, también la ciudad avanzaba en otro tipo de equipamiento, la Cinemateca de Bogotá. Impresionante. La nueva adecuación de experiencias interactivas en el Planetario de Bogotá o la Galería de Santa Fe, que fueron iniciativas que surgieron en el gobierno en ese momento de la Bogotá Humana. Pero además de eso, se logró sacar adelante con el esfuerzo mancomunado de tres administraciones en un momento muy difícil de la construcción, este centro Felicidad en Chapinero, que no estuvo en su momento exento de polémicas, ¿por qué se hacía en ese lugar? Y yo creo que había un debate sobre cuál podría ser la destinación de predios que la ciudad tenía en polígonos de alto valor residencial y comercial. Y yo creo allí que la segregación en uno u en otro sentido se tiene que dar desde una visión mucho más holística, porque yo creo que el espacio público de la ciudad es para todos, los del norte, los del sur, del oriente, del occidente, todo uno tiene derecho a disfrutar de su ciudad. El derecho a la ciudad es un derecho para todas y para todos. Y recuerdo que cuando nosotros hicimos alguna vez, por primera vez, el Festival de Jazz al Parque, en el Parque del Tunal. Yo creo que aquí es un asunto de entender que el derecho a la ciudad es un derecho para los pobres, para los de la clase media, para los ricos, pero además es un derecho sobre todo de quienes disfrutan de la cultura. Yo creo que vencer la segregación social no solamente es poner vivienda de interés prioritario, interés social en lugares de harto valor, que muchas veces no es tan funcional, otras veces sí, tenemos buenas y malas experiencias con eso. Yo creo que también vencer la segregación social, al menos en las experiencias más exitosas que yo conozco, cuando se hace a través de equipamientos culturales y recreo deportivo se logran experiencias mucho más gratificantes y un poco el reto que hoy tenemos nosotros es decirle a la ciudad que sí podemos vencer la segregación social teniendo un equipamiento cultural de alto valor en un lugar de alto valor pero para toda la sociedad en general. Hoy vengo del Centro Felicidades de hecho, con un campeonato todo el fin de semana tuvimos campeonato de baloncesto con la Liga de Baloncesto de Bogotá, que invitó a equipos de toda Colombia, pero también de toda Bogotá. Y ahí, pues, digamos, hay niños que tienen sus equipos de baloncesto en Engativá, que los tienen en Mártires, que los tienen en Suba, y que llegan a este lugar porque este lugar es de ellos, como es de cualquier otro ciudadano. Entonces pues lo dice el arquitecto Alejandro Rogelis que fue quien se dio esta obra. Que me impresionó también, es una obra muy bien hecha. Es un ícono arquitectónico y él tiene como esta frase que no deja seguramente de generar discusiones, pero que en cualquier caso resuena bien y es el equipamiento más incluyente en el espacio más exclusivo de la ciudad. Y ese es el reto que tenemos hoy. ¿Y eso lo financia la Secretaría? En este momento la financiación total fue de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, 106 mil millones de pesos, más de 10 mil 500, 10 mil 600 metros cuadrados construidos, 10 pisos. Tuvimos la suerte de inaugurarlo hace un poco menos de un mes y en un mes ya lo han visitado más de 25 mil personas la primera semana hicimos un gran evento inaugural estrenamos las piscinas con la liga, las canchas y una semana después teníamos la galería más grande de toda Colombia allí o sea es un lugar que se puede transformar con una fuerza grande y en menos de un mes le hemos demostrado a la ciudad que efectivamente es uno de los espacios más incluyentes, en uno de los lugares más exclusivos de la ciudad y esa es finalmente la tarea que nos ha puesto el alcalde y es la que le vamos a cumplir. Usted ha hablado mucho de este proyecto de Barrios Vivos, ¿en qué consiste? ¿Los barrios están muertos acaso? Barrios Vivos es la apuesta de acción territorial de la Secretaría de Cultura y del sector de Recreación y Deportes durante esta administración. América Latina ha desarrollado toda una lógica de ubicar la acción cultural en la comunidad, o sea, volver a lo comunitario. Muchas veces nos quedamos en los grandes eventos metropolitanos, de los cuales ya he hablado, los festivales al parque, el FIAB, la Bienal, eso da muchos réditos políticos, muchos réditos económicos, eso genera una gran visibilidad internacional y está bien, no tenemos ningún problema con que eso pase. Es privado, pero es casi de Bogotá. Pero que pase en Bogotá y que lo hayamos podido traer y que les hayamos dado todas las garantías para que eso fuera una experiencia exitosa para ellos, pero también para los públicos, es algo importante. Pero definitivamente es en la acción territorial donde se define el talante cultural de una política pública. Y Barrios Vivos es justamente una de nuestras apuestas principales. América Latina viene construyendo desde hace muchos años el movimiento de cultura de vida comunitaria, por un lado, hay experiencias en Brasil y Argentina como los puntos de cultura que generan una suerte de interconexión emocional, afectiva y de fomento cultural en los barrios más vulnerables de estos países. Hay muchos lugares que han hecho lo que se llama acupuntura cultural para la transformación y potenciación de fenómenos y prácticas culturales, creativas, artísticas en los territorios. Y nosotros un poco recogiendo esas experiencias, recogiendo estas apuestas, hemos decidido invertir la mayor cantidad de nuestro presupuesto en la acción comunitaria. Nos parece que regresar a la comunidad es fundamental. Parece que regresar a la comunidad es fundamental. Después del paro, María Jimena, que se expresó vitalmente de maneras poderosamente culturales, y que eso nos parece fantástico, también quedaron dolores y quedaron quiebres y fracturas intergeneracionales, sociales, estéticas, ideológicas, en donde? En los territorios, en los barrios de las ciudades. Pero también después de la pandemia, una gran cantidad de personas que ejercían su ciudadanía cultural en la calle, en el espacio público, en la cancha, construyendo vecindad, terminaron refugiados en las redes, en el consumo, digamos, digital, y eso no está mal. Para eso tenemos otro gran programa que se llama Gente Convergente. programa que se llama Gente Convergente, pero sí sentimos que se abandonó de muchas maneras la acción presencial en el espacio que habitamos, en el barrio, y el barrio finalmente es el lugar donde nos pasan las cosas, es en el barrio donde alguien irresponsable bota la basura, el día que no es, es en el barrio donde nos pueden atracar y en donde si no tenemos redes de colaboración y de cuidado mutuo nos pueden suceder muchas cosas. Entonces hemos querido hacer un llamado a decir volvamos a pensar en el barrio, volvamos a pensar en el espacio que habitamos. Y básicamente Barrios Vivos son laboratorios de co-creación cultural, social y artístico en donde de la mano con la comunidad, con recursos tanto públicos como con recursos de la comunidad, sacamos adelante hitos. Hay unos hitos que son para potenciar oportunidades. Mirador del Paraíso, un lugar allá cuando uno va en el cable de Ciudad Bolívar, que llega, en el que la ciudad ha hecho una inversión en equipamiento público importante, Habitada acaba de hacer un mirador gigantesco con un bulevar enorme, con una comunidad activa. ¿Qué es Barrios Vivos allá? Ellos, ¿qué quieren hacer? Volverse el polígono de turismo social, cultural más importante de Bogotá. ¿Y cómo lo vamos a lograr? En eso estamos trabajando. Hicimos 36 murales con la biblioteca comunitaria La Violeta en alianza con la biblioteca pública que está allá en el Museo de la Ciudad Autoconstruida, generamos una escuela de turismo social, con rutas turísticas, con los jóvenes hicieron varios fanzines y mapas para recorrer el lugar, con Leonor Espinosa, estamos asesorando a seis cafeterías y dos restaurantes, para que la gente cuando vaya a comer, pueda tener los mejores servicios gastronómicos, de ellos hay uno que a mí me encanta, es el mejor sancocho de pescado que hay en Bogotá, de un desplazado chocuano que decidió poner ahí su restaurante, y es no solamente generosa la comida, sino deliciosa, pero además hemos sacado adelante un campeonato de fútbol, pero un fútbol que se lee, porque los niños que están en el campeonato hicieron un taller de literatura, y es como el fútbol se lee y como la literatura se juega y logramos construir una relación afectiva y articulada entre el fútbol y la biblioteca y pues el domingo pasado se entregaron las medallas a los campeones de los 16 equipos que estuvieron en el torneo además de eso hicimos una exposición fotográfica con los niños que tomaron fotos del lugar que habitaban y esa exposición fotográfica va a estar circulando en el transporte público de Bogotá. Entonces, ¿qué es Barrios Vivos? Ellos querían ser un epicentro de desarrollo cultural y del turismo cultural en Bogotá. Y hoy los vamos a poner en registro. De todo eso quedó un documental, un pequeño documental que queremos pautar en cines, que queremos pautar en redes,, que queremos pautar en redes, que queremos para que la gente se entere por qué cuando viene a Bogotá hay que subir a Mirador del Paraíso a ver la vista más hermosa que se tiene de Bogotá, pero además ver el emprendimiento popular de un montón de creadores entrañables y una comunidad resiliente que ha construido su barrio desde la identidad, desde la resiliencia y desde la potencia creativa de una comunidad que es maravillosa. Pero además de eso tenemos otras dificultades. Tú sabes que hace poco en Bosa vilmente asesinaron a dos líderes culturales. Hoy celebramos que en la semana anterior la Secretaría de Seguridad hubiese podido dar con los culpables de este hecho y que los haya atrapado y los estén judicializando, pero con ellos entonces, pues en medio del dolor, de la desconfianza, de las dificultades de un territorio en donde se están enfrentando bandas de microtráfico, en donde hay una cantidad de dificultades. Los narcotraficantes, no sabemos quiénes. Ya los cogieron. No los narcos, sino los que estaban repartiendo la droga en el barrio. Entiendo que al menos están haciendo, digamos, las labores de investigación y las pesquisas que ya han llevado a que hayan unos detenidos, que me parece muy importante también que se den resultados en ese sentido, pero nuestros resultados desde Barrios Vivos es, vamos a trabajar en acupuntura allí para hacer un proceso de transformación cultural en este parque por venir en Bosa, pero vamos a dignificar, a reconocer y a empoderar los pueblos culturales de estos muchachos que querían ser desplazados por esas bandas del microtráfico que les incomoda, que haya cultura y que haya vida cultural en ese territorio. ¿Y qué hicimos con Barrios Vivos? Sembrar una solución. en ese territorio y quisimos con Barrios Vivos sembrar una solución, entonces mientras que en Mirador del Paraíso sembramos una oportunidad y la potenciamos, en Bosa hoy estamos sembrando una solución de la mano con estos muchachos para con recursos públicos pero también con su talento podamos poner sus procesos culturales en escena en este importante parque del sur de la ciudad que además es una belleza, al lado de la universidad distrital, espacio público muy interesante, entonces que es, ahorita estamos por ejemplo con otro laboratorio de barrios vivos en Usaquén y pronto van a ver ustedes los resultados ¿En Usaquén? ¿En qué parte? En el parque, en el lugar histórico de Usaquén, tú sabes hay una obra, esa obra es una obra que tiene algunas dificultades con el contratista que se están por solucionar en eso el IDU ha estado haciendo una tarea impecable pero pues hay unos tiempos contractuales que tienen que cumplirse pero además hubo unos hallazgos arqueológicos y eso ha hecho que la habitabilidad del espacio público en Usaquén esté perjudicando al gremio de comerciantes y restauranteros pero también hay históricamente unas discusiones entre residentes, comerciantes y restauranteros que producen hay históricamente unas discusiones entre residentes, comerciantes y restauranteros que producen tensiones. ¿Qué estamos haciendo allá con Barrios Vivos? Sentarnos a hablar con la gente, para con una bolsa de recursos públicos de la Secretaría de Cultura podamos producir soluciones. ¿Y en qué estamos? Vamos a hacer una campaña de cultura ciudadana para recuperar y afianzar el uso correcto del espacio público. Doña Cecilia, una señora de 92 años que lleva 92 años viviendo en Usaquén, no puede caminar por muchas de las aceras de Usaquén. Ella va a ser la líder de esa campaña. Pero además de eso vamos a hacer una feria gastronómica con recursos públicos, pero también con recursos de los restauranteros para poder generar una ocupación sana y que la gente vuelva a los restaurantes de Usaquén, porque hasta que se acabe la obra no podemos dejar que esos restaurantes se quiebren y que ese emprendimiento gastronómico tan importante de uno de los polígonos turísticos más importantes de la ciudad sobreviva, pero también hay que cumplir los residentes, hay muchos hogares geriátricos que necesitan que la ocupación artística de este espacio de la ciudad sea lo más silenciosa posible, sea amable con ellos. Entonces, lograr esas concertaciones y esas concertaciones, ponerle actividades, ponerle procesos comunes, es lo que nosotros estamos empezando a hacer con Barrios Vivos. Hoy tenemos 54 Barrios Vivos, esto que te estoy contando tres, tenemos 54 de estos en toda la ciudad y la idea es tener al menos el otro año 120 de estos laboratorios activos en Bogotá que van a ayudar a mejorar la seguridad, a promover la convivencia, a que las comunidades de los barrios cumplan sus sueños artísticos y culturales y a mejorar la calidad de vida, que la gente se sienta más feliz viviendo en sus barrios y sacando adelante proyectos que tenían aplazados porque nunca había quien se los financiara. Nosotros estamos dispuestos a financiar esas oportunidades o a construir con la comunidad las soluciones que se necesiten para que estemos mejor en comunidad. Otra de las cosas que están sucediendo en Bogotá es que está apareciendo en las listas que se recomiendan en el mundo para el turismo gastronómico. Y en realidad lo que está viendo la capital en ese campo, aunque todavía no se compara ni siquiera lo que ha alcanzado una ciudad como Lima, pues ha sido bien interesante. Como Lima, pues ha sido bien interesante. No solamente se han creado cada vez más restaurantes, sino que se está intentando buscar una gastronomía colombiana, bogotana, que antes no existía. Nosotros tenemos una apuesta que se llama Sabor Bogotá. Y en Sabor Bogotá nos hemos dado cuenta justo de lo que dices María Jimena, si bien Lima, México nos llevan ventajas, sobre todo en la consolidación de estas comidas tradicionales, que tiene además unos legados y unos sincretismos y unas mixturas muy potentes, hoy sí lo que nos pueden decir muchas personas, es que en Bogotá se puede encontrar no solamente una gran comida típica colombiana de alto nivel y alto valor, gastronómico, patrimonial, material, etc. Sino que además es un lugar de las principales ciudades de América Latina donde se puede encontrar comida internacional de mejor calidad. algunos restaurantes con estrellas Michelin, sino porque muchos de los restaurantes que se han abierto en la ciudad hoy están ofreciendo una oferta gastronómica de primer nivel. Entonces ahí con Sabor Bogotá estamos empezando a reconocer esto, queremos asociarnos con esos emprendimientos, sentimos que la gastronomía es un tema que le corresponde a la cultura, eso estaba por fuera de la agenda cultural de la ciudad y hemos querido empezar como a darle significado para ponerle una agenda, pero también ponerle un recurso. Es un poco también similar a lo que te he hablado ahorita de la convergencia digital. porque teníamos una gestión de las artes muy canónica, la música, la danza, el teatro, la literatura, pero nadie se estaba ocupando de manera sistémica con proyectos de largo aliento a todo lo que tiene que ver hoy con la creación digital. Ahí vamos a invertir solamente desde la Secretaría de Cultura casi 17 mil millones de pesos en este cuatrenio, en coproducciones, en cofinanciación de procesos de cualificación profesional, en fortalecimiento de empresas que generen empleo joven de calidad, pero además también con el IDARTES y con la Secretaría de Educación en un nuevo centro de interés dentro de los colegios públicos para que los niños en, eso se llama, pues no sé, octava, noveno y décimo y once, esos últimos cuatro años escolares puedan fortalecer sus competencias en programación, en animación en videojuegos para que salgan listos a una escena que está creciendo en el mundo, que demanda trabajo joven de calidad, que está bien pago y en donde nosotros sentimos que Bogotá puede ser una potencia entonces ahí estamos empeñados en fortalecer esta nueva agenda. El programa se llama Gente Convergente y creo que vamos bien. Entonces ahora Bogotá, Gente Convergente, otra nueva que se llama Estar Bien Bogotá, que es la relación entre cultura y salud. Yo diría que esas son como nuestras tres agendas más nuevas, en donde estamos explorando, si se quiere, como una mirada más expandida de la acción cultural en la ciudad, son muy importantes. Lo de estar bien Bogotá es, bueno, salud, invierte millones en temas de salud preventiva y atención territorial, desde ya varias administraciones, Salud a su Barrio, Salud a su Hogar, Salud Hogar, ellos tienen una estrategia territorial que ha sido exitosa, pero que tiene que estar en permanente revisión, con Gerson Bermón, que me parece que es un salubrista público fantástico, él nos ha dicho que su trabajo no es solamente curar a los enfermos, sino evitar que la gente se enferme, y evitar que la gente se enferme pasa por una mirada expandida de la salud pública. Y pasa también porque la gente pueda disfrutar de su ciudad, de los espacios públicos y culturales. Pero salud pública tiene que ver también con salud mental. Con salud mental, con hábitos alimenticios, con hábitos del cuidado del cuerpo. Y eso está todo relacionado con la cultura, la actividad física y el deporte. Entonces ahí estamos construyendo ya un convenio, el primero de este año pequeño, en donde estamos teniendo un piloto con personas mayores. Queremos hacer, María Jimena, me gusta ponerlo acá porque seguramente en tres años cuando me vuelvas a invitar para dar el balance de que nos fue, quisiéramos tener una de las redes más grandes de salones de baile para personas mayores y en general para la comunidad de esta parte de baile para personas mayores y en general para la comunidad de esta parte de América y también tenemos pues un tema muy grande en donde nos vamos a concentrar que es con jóvenes que tienen ideación suicida y depresión que de lejos es el indicador que más le preocupa en este momento a la Secretaría de Salud porque después de la pandemia eso ha aumentado bastante y lo que se ha identificado es que muchos de estos jóvenes pues tienen dificultades en proyectar su vida a futuro, no en un horizonte grande, no hay un proyecto de vida claro y eso muchas veces los lleva a ideaciones y a situaciones emocionales complejas y cuando tú tienes el deporte, tienes la cultura, tienes la música, es más fácil construir un proyecto esperanzador para tu vida y cuando tú tienes un proyecto esperanzador para tu vida, cuando tú te reúnes con los otros a hablar de tu vida, cuando tú te expresas y dices lo que quieres a través del arte, pues puedes tener seguramente caminos distintos de solución y mejorar tu bienestar. Santiago, en Cali cuando hubo el estallido social después de la pandemia, la ciudad cambió. Y tanto los empresarios que habían sido incapaz de mirar más allá de sus narices como los líderes de primera línea que desde Siloé, por ejemplo, emprendieron la protesta social, terminaron sentados en una mesa. Y hoy, a través de escenarios distintos, nuevos, como lo que es Compromiso Valle, están desarrollando proyectos y se están conociendo. ¿Qué pasó aquí en Bogotá? ¿Cuál es su análisis y qué están haciendo ustedes para hablar y conversar con esa juventud que salió indignada a protestar en Bogotá? Sí, de hecho, esta experiencia que te conté de Bosa está muy afincada, digamos, a esos procesos y a esos liderazgos juveniles, culturales que se gestaron ahí en el momento de la protesta social. Sí, hubo muchos liderazgos. Yo tuve la posibilidad en ese momento, yo trabajaba en la Tadeo dirigiendo una maestría en gestión cultural y el PNUD y la Iglesia Católica en el proceso de mediación que hubo en el momento más álgido, generaron unas mesas de trabajo y me invitaron a hablar con ellos, curiosamente, y yo dije, ¿por qué me están invitando a mí? Y lo que me contestó en ese momento la funcionaria del PNUD que venía haciendo esta suerte de reuniones, es que dentro de las tres principales temáticas que ellos expusieron como temas de interés estaba reforma a la policía, oportunidades de trabajo, y respeto y validación y reconocimiento de sus expresiones culturales. O sea, la cultura la pusieron dentro de los tres puntos principales de su agenda. Y cuando me reuní con ellos, todos unánimemente decían es que no vemos un futuro posible para nosotros. Este proyecto de país, este proyecto de ciudad no nos está dando, ni nos está mostrando, ni nos está permitiendo a nosotros incidir en un futuro. Nos están diciendo cuál es nuestro futuro y nosotros queremos ser los dueños de nuestro futuro. Y digo eso porque creo que cuando hablamos de construir confianza, de construir orgullo en la ciudad, digamos eso no es un tema simple. En este momento, 10 de cada 9 bogotanos, de acuerdo a la última encuesta que hicimos en el Observatorio de Culturas de la Secretaría, piensa que un funcionario público es corrupto. Y 6 de cada 10 no confían en la institucionalidad cualquiera que ella sea. Hay una crisis de desconfianza gigante. Y ganar la confianza de la ciudadanía pasa por muchas cosas. La primera es construir un proyecto de futuro posible para todas y todos los ciudadanos en donde todos se sientan incluidos. Ahí tenemos una apuesta que se llama Escuela de Futuros, que va a ser nuestra apuesta de formación y cualificación del sector cultural en donde vamos a decirle a los jóvenes de esta ciudad que el futuro no solamente sea un futuro construido por los abogados, por los economistas, por los políticos, sino que desde la cultura también podamos construir un relato de futuro, un futuro que se cante, que se baile, que se filme, que se coreografíe, que se teatralice, que se ponga en crónica, que se escriba. Pero también en su momento, cuando hablamos del tema de cómo reconciliarnos con los jóvenes, pasa por una escucha asertiva y sincera. con los jóvenes pasa por una escucha asertiva y sincera. Nos lo ha dicho el alcalde, cuando ustedes tengan que decir no, digan no. Cuando tengan que decir sí, digan que sí, y eso que dijeron que iban a hacer, cúmplanlo. Yo creo que la confianza básica tiene que ver con eso. Yo creo que los jóvenes están primero un poco agotados de que los diagnostiquen y los sobrediagnostiquen. Y que les digan, ustedes son unos violentos que están ya por fuera de nuestra órbita. Exacto, pero además de que desconfíen de sus capacidades y sus talentos. Pero además que la oferta pública sea solamente talleres o sean procesos como itinerantes, en donde consultores, expertos que vienen desde los centros urbanos de mayor... Vayan allá a observarlos, a ver qué pueden hacer con ellos, como una suerte de anecdotarios de intervención social. No, nosotros no intervenimos socialmente, nosotros interactuamos afectivamente con las comunidades. Eso es lo que estamos haciendo hoy en Bosa, eso es lo que estamos haciendo en los 54 barrios vivos que tenemos y eso es lo que vamos a hacer en este nuevo proyecto que se llama Escuela de Futuros, que está unido a la red de bibliotecas públicas de la ciudad y es producir un conocimiento, no de la manera clásica de un modelo académico, la academia hoy está en una crisis medular grande, yo vengo de ahí, y de reconocer esa crisis desde adentro, sino que siento que es una formación que está vinculada a la creación y una creación que está vinculada a la investigación y todo pasó al mismo tiempo, no una cosa después de la otra. Investigamos, creamos y formamos en una suerte de diálogo en donde todo esto se conguja y podemos sacar adelante acciones. Vamos a inaugurar esto el 13 de noviembre, se llama Escuela de Futuros. ¿Y sólo es una escuela? Es una suerte de laboratorio y laboratorios donde vamos a congregar a todos estos jóvenes que quieren construir un futuro. No les vamos a decir cuál es el futuro, ellos nos dirán cuál es el futuro, cómo se sueña en la Bogotá del futuro. Y le vamos a presentar esos relatos de futuro. Y hay primera línea. Hay primera línea y hay jóvenes líderes de los barrios, hay muchos de los pelados que estamos encontrando en los procesos de barrios vivos. Es que los procesos, los procesos de la protesta que crearon y generaron liderazgos. Y liderazgos muy, muy interesantes. Yo, por ejemplo, en esas conversaciones con los líderes de Bosa, encuentro que son unos muchachos que se han puesto a la tarea de pensar su territorio, de pensar su país, de pensar su futuro, críticos, muy inteligentes. Tuvimos una reunión con 11 embajadores de la Unión Europea. ¿Y ellos? Liderada por ellos y con una cooperación internacional también que los acompaña, pero que se da uno cuenta de que hay una vitalidad también desde estas juventudes que nacen en los barrios, de decir estamos acá para incidir, no solamente para resistir, queremos incidir, y esta incidencia la queremos hacer desde nuestras expresiones culturales, artísticas, sociales, queremos que nos respeten, nos vamos a hacer respetar, y queremos que nos reconozcan, y estamos dispuestos a colaborar. Yo, por ejemplo, de una relación muy tensa, en las primeras reuniones, hoy lo que estamos recogiendo de allí es que es posible trabajar en equipo, inclusive si pensamos distinto en muchas cosas, y que es posible construir conjuntamente y generar confianzas. Y bueno, ese es el reto que tenemos, no sé, al menos en este primer experimento en Bosa vamos bien, en los otros laboratorios creo que hasta el momento las cosas van marchando por buen camino, nos encontraremos seguramente dificultades, pero yo creo que tanto Escuela de Futuros como este tema de Barrios Vivos responde justamente a la pregunta que tú tienes de esta suerte de anomia, de decepción social, de desconfianza social que hoy existe no solamente en Bogotá sino en todo el país y que tenemos que ir ganando poco a poco. Y esta es la primera administración que asume el poder después de lo que sucede. Y me parece importante que haya entendido que fue lo que le sucedió a Bogotá para poder tener una conversación con esos jóvenes, esos liderazgos que se crearon y entender que en Bogotá sí pasó algo. Y hay una faltante, hay una desconfianza. Bogotá sí pasó algo y hay una faltante y hay una desconfianza y hay una como no futuro de muchos de estos jóvenes que salieron a pelear y un decir, sí, queremos hablar con ellos, queremos construir con ellos, reconocemos esos liderazgos y vemos el valor que tienen para la construcción de esta ciudad. Y creo que Bogotá, cuando uno ve festivales como Hip Hop al Parque, Rock al Parque, cuando uno ve las políticas de lo que hacen las bibliotecas de BiblioRed en los territorios con esos jóvenes, uno se da cuenta que hay no solamente un reconocimiento, sino una admiración por su trabajo y está toda la disposición de nuestra parte de trabajar en equipo con ellos. Así que más que bienvenidos a la Escuela de Futuros, más que bienvenidos a Barrios Vivos, en donde ya por fortuna tenemos muchos de ellos trabajando y que sea la oportunidad para que la gente se sienta cerca. La cultura de estas ciudades es para que todo el mundo viva mejor y en eso estamos, gestionando felicidades, gestionando calidad de vida y gestionando una conversación que nos permita sentirnos más felices de vivir en Bogotá. Esto es A Fondo. Mi nombre es María Jimena Duzán. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán