En este episodio del podcast "Tercera Vuelta", Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero reflexionan sobre los momentos determinantes de la vida y la historia mediante el concepto del "what if" o "qué hubiera pasado si". La discusión abarca tanto experiencias personales como eventos históricos y contemporáneos, explorando cómo pequeños detalles o decisiones pueden alterar significativamente el curso de las cosas.
Capítulos
La Singularidad de Nuestras Vidas
Alejandro Gaviria y Ricardo Silva discuten sobre cómo los momentos indivisibles y decisiones del día a día dan forma a nuestra vida única. Citan el poema de Noteboom que plantea la idea de que, de las muchas vidas posibles, solo vivimos una, lo que lleva a reflexionar sobre la importancia de los pequeños eventos que cambian nuestras vidas.
El Concepto de "What If" en el Personal y lo Histórico
Los anfitriones comparten sus vivencias personales que definieron sus trayectorias. Ricardo comparte una anécdota de su infancia que cambió su educación. Alejandro recuerda cómo la incertidumbre de un cupo escolar pudo alterar su vida. El tema se extiende a eventos históricos, como la vida de Hitler o eventos más cercanos como el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y su potencial impacto en la historia de Colombia.
La Ciencia, El Azar y Las Trayectorias de la Vida
La conversación se adentra en la historia de la vida en la Tierra con una referencia al libro de Stephen Jay Gould, especulando sobre cómo eventos aleatorios moldearon la evolución. También abordan cómo en la economía y la historia nacional colombiana, conceptos como 'path dependence' (dependencia del camino), muestran que nuestras trayectorias están más definidas por el azar de lo que creemos.
La Política y Sus Ejemplos de Realidades Alternativas
Exploran escenarios de contrafactualidad en la política colombiana, como si Rodolfo Hernández hubiera sido presidente, y cómo la historia del narcotráfico en Colombia podría haber sido distinta por eventos aparentemente pequeños. Se plantea cómo Gustavo Petro, si hubiera sido un opositor durante una hipotética presidencia de Hernández, habría podido capitalizar su posición en futuras elecciones.
Conclusiones sobre el Concepto "What If" en la Vida y la Historia
Se concluye que toda vida humana es en esencia una gran historia debido a su improbabilidad. Se menciona la dualidad entre el azar y el destino en el contexto de la historia personal y política, destacando la importancia de las decisiones y eventos aparentemente menores que pueden tener grandes repercusiones, reiterando que cada vida es una sucesión de eventos improbables que, en retrospectiva, forman un todo coherente.
Conclusión
El episodio refuerza la idea de que nuestra existencia individual y colectiva está llena de momentos contingentes que pueden dar lugar a vidas muy distintas. Las historias personales, al igual que las históricas, están marcadas por sucesos aleatorios que pueden determinar cursos fundamentales, haciendo de cada vida y contexto un fenómeno único y valioso por su propia singularidad.
Menciones
- (Persona) Alejandro Gaviria
- (Persona) Ricardo Silva Romero
- (Persona) Rodolfo Hernández
- (Persona) Noteboom
- (Persona) Stephen Jay Gould
- (Persona) Fernando Vallejo
- (Persona) Antonio Tabucchi
- (Obra de arte) Sliding Doors
- (Persona) Gwyneth Paltrow
- (Persona) Carlos Leder
- (Persona) Pablo Escobar
- (Persona) Jorge Eliecer Gaitán
- (Persona) Marco Palacio
- (Persona) Arturo Alape
- (Persona) Adolf Hitler
- (Lugar) Tunja
- (Persona) Donald Trump
- (Org) History Channel
Tercera Vuelta, el podcast con Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero. Un podcast de El Locutorio, arroba ellocutoriodc. Toda historia humana es en esencia una gran historia. La clave es contarla bien y tú has sido Ricardo en esto tú has sido un arquitecto de cómo contar las historias bien y contar historias que no necesariamente son épicas, me parece interesante ese papel democratizador, es una vida es una sola, es una sola trayectoria, hay muchas paralelas, hay muchas cosas que pudieron haber pasado, pero pasó esta el hecho de pasar esto es muy improbable y me parece que es poéticamente bello esa sola vida que vivimos. Hola Ricardo. Hola Alejandro, ¿qué más? Te saludo en el mes de septiembre de la tercera década del siglo XXI, en medio de una semana difícil, ¿no? Sí, un recuerdo de tiempos de pandemia y estallidos. Estamos para nuestra audiencia innovando técnica o logísticamente. Estamos haciendo esto por primera vez por Zoom. Por eso hay un recuerdo, reminiscencias de la pandemia si hay un recuerdo de pandemia hemos estado en semana de telecolegios y muy esforzados y nos ha tocado por esta vía pero bueno mejor quizás esto que no verse Ricardo como disculpa de una semana política con muchos eventos yo quisiera proponerse un tema que tiene como muchas aristas o muchas dimensiones Ricardo, como disculpa de una semana política con muchos eventos, yo quisiera proponerse un tema que tiene como muchas aristas o muchas dimensiones. Y es que pensemos un poco en los contrafactuales, lo que habría ocurrido si ciertas cosas hubieran pasado. Tanto en nuestra vida o en la vida en general, en la vida colectiva, en la política, en nuestro país, incluso en la coyuntura actual. Con la muerte de Rodolfo Hernández, que murió hace poco, esa pregunta estaba rotando en el país, pero ya aterrizaremos en la coyuntura. Yo quisiera empezar con algo que leí hace algunos años del poeta holandés, muy relacionado con la lengua castellana, Notteboom. holandés, muy relacionado con la lengua castellana, Noteboom. Él tiene un poema que plantea el siguiente tema o disyuntiva. De las mil vidas que pude haber tenido, solo tuve una. Y ese tema siempre está presente, Ricardo, en mi mente. Algo pudo haber pasado, pequeño accidente histórico, una cosa, aquí y allá. Cierto. Habría hecho que hubiéramos tenido otra vida, ¿no? ¿Tú piensas en eso? Sí, hay unos momentos determinantes, yo creo. Hay unos momentos de la vida en los que uno pudo tomar un camino o el contrario, y son evidentes. Yo supongo que eso pasa todos los días de la vida. Pasa todos los días que uno decide salir un poco después de la hora o tomar la calle que no era. O bueno, cada decisión pequeña que uno toma de cada día creo que transforma completamente su día y su vida. Pero hay momentos de la vida que son muy evidentes, que sí los puede uno revisar y ver que decidió algo muy fuerte y que habría podido pasar otra cosa. El tema de los what if que es nuestro tema es muy evidente en esos momentos como por ejemplo yo pude haber entrado al colegio un año antes pero le di la espalda a la señora que era una institución en el colegio, la señora fue a agarrarme los cachetes que es algo que uno no debe hacer y yo le di la espalda y entonces ella decidió que yo no estaba suficientemente maduro para entrar al colegio y me tocó esperarme un año y en vez de entrar de cuatro años entré de cinco que me parece que fue mejor y me tocó un curso yo creo que mucho mejor que el que me hubiera podido tocar cosas así o haber estudiado derecho en vez de literatura que era una opción que yo tenía porque mi mamá es abogada y mi hermano también y había una especie de mirada vigilante que esperaba que yo terminara ahí luego estuve a punto de irme a estudiar cine en Nueva York pero finalmente no lo hice porque preferí quedarme a escribir. Bueno, hay unos momentos de la vida que si uno que uno ni siquiera sabe por qué no tuvo la fuerza para tomar esas decisiones o el interés suficiente, que es claro que hubieran podido llevarlo a uno a otra vida. Yo estudié en algún momento de mi vida Ricardo Ricardo, series de tiempo, que era como ver la evolución del tiempo a alguna variable. Y había uno de esos momentos o puntos de inflexión en que la serie cogía por un lado. Pero uno siempre estaba a la historia de lo que pudo haber sido, si eso hubiera ocurrido de otra manera. Con tu historia, recuerdo yo una historia. Yo pude haber estudiado en otro colegio. Mi papá me quería matricular en ese colegio. Y me matriculó un día. Al otro día sonó un teléfono en mi casa. Me acuerdo del segundo piso en Medellín, el teléfono negro de esa época. 48, 31, 50. Y yo contesté. Y era para decir, ya tiene el cupo en el colegio, que era el Columbus School donde mi papá me quiso matricular. Pero se aceleró, se aceleró porque no habían confirmado el cupo. Y habría sido otra vida. Totalmente. Otros amigos, otra visión del mundo, otra partecita de la geografía, otros caminos. Y viene esa pregunta tan interesante Ricardo, de qué es esencial y qué es contingente en nuestras vidas, ¿no? ¿Qué tanto determina el azar o qué tanto hay esencial en nosotros? ¿Qué tanto determinaron nuestras familias que en todo caso pues habrían sido las mismas, ¿no? Hay un cuento que a mí me gusta citar no sé si ya lo hice, de Antonio Tabucchi ¿no te acuerdas de él? El que escribió Sostiene Pereira murió hace un rato ya 10 años se llama Pequeños Equívocos sin Importancia y es una historia de dos compañeros de colegio uno de ellos se va de vacaciones a un pequeño pueblo del norte de Italia y le dice al otro matricúleme acababan de terminar la sec de Italia y le dice al otro, matricúleme, acababan de terminar la secundaria y vuelve a chiderato, matricúleme en la carrera de filosofía. El amigo por un descuido lo matricula en la carrera de derecho. Y la vida pasa y este señor se convierte en un magistrado que termina acusando a su amigo porque había participado en la Brigada Roja, en uno de esos terrorismo italianos setentero. Y en algún momento dice Antonio Tabucchi, es la vida la que se encarga de esclerotizar las cosas. Lo que no era esencial se convierte en esencial. Lo que era al inicio contingente y azaroso termina siendo la vida. Y esa visión me parece siempre poética, Ricardo. Sí, hay una película inglesa que se llama Sliding Doors. Yo creo que eso es de hace unos 25 años. Y es Winnet Paltrow, la protagonista que en ese momento era la actriz más... La gran actriz. Sí, una gran actriz. Y es la historia de una mujer que es ella y que empieza a vivir la vida que lleva más la vida que hubiera podido vivir si se sube a tiempo a un tren. las circunstancias como termina en una historia de amor diferente todo empieza a sacudirse y sobre todo en el espectador que empieza a pensar en esos términos que habría pasado si yo esta estudiante de la universidad me hubiera parado bolas o que hubiera pasado si yo hubiera tomado esta decisión a tiempo. El what if o el qué habría pasado si empieza a tener una pata nueva, que es la de los arrepentimientos o la pata de la fantasía de poema, que es casi de despecho que es el de el arrepentimiento, el de seguir dando vueltas a algo que ya no tiene ninguna solución, salvo en la fantasía. Esas son nuestras vidas individuales. Hay otras historias que me han interesado, incluso alguna científica, Ricardo, y es la historia de la vida en elas individuales. Hay otras historias que me han interesado, incluso alguna científica, Ricardo, y es la historia de la vida en el planeta Tierra. Hay este biólogo y paleontólogo estadounidense, Stephen Jay Gould, que escribió un libro muy bonito que se llama La vida es bella, y él se remonta por allá 500 millones de años atrás a la explosión Cámbrica, y dice, si devolviéramos el cassette hasta ese momento. Volviéramos a poner play. Algunos entenderán el símil, otros no. Pero es básicamente devolver la cinta de la vida y volver a ver qué pasa. Habría sido completamente diferente. O sea, hay en ese camino de la vida grandes contingencias, cosas aquí y allí. Y la pregunta más interesante es si ese meteorito, esa gran explosión que extinguió los dinosaurios hace 60 millones de años, no hubiera pasado. Si habría desarrollado una inteligencia en el planeta, seríamos simplemente este primate alzado, como dice Fernando Vallejo, el que se cree el dueño del planeta, ¿qué habría pasado con el desarrollo de la vida biológica en este planeta Tierra? De hecho los físicos, los científicos, los físicos en especial que describen movimientos, describen situaciones, suelen repetir que ningún experimento sale igual. Siempre hay pequeñas modificaciones, giros de una gota o por milímetros que cambian todo el resultado. No es extraño que una misma situación salga diferente en la naturaleza, que tiene además una trascena más misteriosa y más cuántica de lo que de lo que se cree es interesante eso que dices de los físicos Ricardo mi profesión que es la economía que siempre ha tenido un poquito de envidia a los físicos su capacidad de modelar y utilizar las matemáticas para entender la realidad copió un concepto que para mí fue interesante cuando estaba estudiando economía en mi doctorado que era path dependence, o sea las cosas dependen de la trayectoria no hay nada esencial cuando algo coge una trayectoria es esa trayectoria la que va definiendo la esencia y así se puede encontrar muchas historias y eso nos lleva a esta frase que se ha repetido muchas veces de que la vida en general, estamos viendo la vida biológica la vida nuestra, la vida colectiva solo se puede explicar en retrospectiva porque pasan las cosas que pasan simplemente porque pasaron si, hay un esfuerzo de evitar los que habría pasado, que es el tarot, la astrología, la adivinación, que a mí me parece que tienen una cumbre, está muy bien expresado en el famoso cuento de Navidad de Dickens, que es el arrepentimiento, es la primera parte, el arrepentimiento del pasado, la Navidad pasada. Después viene el presente y el espejo de lo que está pasando por culpa de lo que ha pasado. Y luego viene la Navidad futura, que es la advertencia para no seguir viviendo arrepentimientos esa es una estructura narrativa, una fábula que a mí me parece que es muy difícil de destronar y sobre la que operan una cantidad de novelas, de películas yo creo que ese hallazgo de los fantasmas y de las posibilidades que tiene una vida está muy bien conseguido ahí, me acordé de eso de tarots, de fantasías porque como he contado antes, pues mi papá que era un físico, muy físico, realmente un profesor de física muy serio, uno basta ir a ver la biblioteca de él para ver sus estudios y lo que era un físico muy físico, realmente un profesor de física muy serio. Uno basta ir a ver la biblioteca de él para ver sus estudios y lo hábil que era para ese tema, pues director del Departamento de Física muchos años de la Nacional, entre otras. Tenía unas cosas de científico loco muy buenas, como repetir el mismo experimento siempre en una esquina del escritorio. Entonces, ponía una mantequilla dentro de una pirámide e iba anotando lo que iba pasando. Realmente era preocupante uno ver a una persona haciendo eso, pero era la fascinación con ver cómo nunca volvía. Esto que decías de las trayectorias me dejó pensando eso. Nunca volvía a pasar lo mismo. Nunca vuelve a pasar lo mismo. Siempre la esencia de la vida es pues son esos giros constantes y esa y esa pues sospecha de que de que uno decide y la vida también decide por uno. Hay esa tensión entre, que era seguramente la que tenía tu papá en la mente, entre lo determinístico, entre unas leyes que deben ser obedecidas todo el tiempo y las cosas van a pasar de la misma manera una y otra vez. Hay cierta repetición, hay cierta rutina en la trayectoria de los astros, absolutamente predecible. Los cometas llegan el día indicado. Las fases de la luna. Sí, que es interesante eso, ¿no? Que es un universo que se repite. La dimensión determinística de la realidad, pero está esa otra dimensión que es la más interesante, la estocástica, ¿no? Donde se abren las posibilidades muchas cosas pueden pasar y aparecen los accidentes históricos o los accidentes de la vida o los accidentes de lo que fuere que va marcando un destino imprevisible imprevisible pero en retrospectiva de alguna manera mágico porque demuestra Ricardo que cada vida es la sucesión de eventos improbables. Esa frase que yo he repetido tantas veces de todo lo que pasa tiene probabilidad cero, pero pasa y eso es la vida. este físico le pareciera lógico leer el tarot le pareciera probable interesante y pues un salto para él mismo del alivio de los datos y de lo verificable a la conjetura y a la ficción pues yo creo que era esa aceptación de que el mundo es ese va y ven, de la ficción a la realidad, de lo verificable a lo imaginable. Me parece muy interesante esa dualidad, Ricardo, porque es la dualidad del ser humano. Hay una vigilia, hay un momento de la razón, hay un momento donde uno trata de entender el mundo. Y hay un microcosmos, hay algo que pasa en la noche, pero ese microcosmos tiene otro macrocosmos, donde están pasando cosas. De alguna manera el mundo más positivista y naturalista ha borrado eso, lo ha tratado de borrar, pero ahí está. Sí, ahí está. Había duendes, había cosas que ocurrían por allá abajo, por allá arriba. Sí. Y eso está ahí muy bien loendes, había cosas que ocurrían por allá abajo, por allá arriba. Sí. Y eso está ahí muy bien lo que somos, ¿no? Está esa dualidad. Sí. El físico que lee el tarot me parece una imagen muy... ¿No has escrito un poema de eso, Ricardo? Porque da para eso, ¿no? El tarot da para eso, da para un libro. No, y tu papá, no. El físico que lee el tarot me parece tan... Sí, tendré que hacerlo muy pronto porque lo pienso mucho. Y me hace pensar que hace ocho días hablábamos de los sueños que tienen algo de eso, como de qué habría pasado si como una realidad alternativa, ¿Qué habría pasado si como una realidad alternativa, como una rebarajar los hechos y las señales de la vida? Quizás los planos que uno va recogiendo en términos de cine por la vida o las frases sueltas, las imágenes sueltas, las muletillas, los tics que uno va recogiendo por la vida y rebarajándolos para vivir muchas más vidas al mismo tiempo para aliviar esa sensación de que habría pasado de que hubiera podido pasar incluso ahí me lleva a pensar a un que hubiera pasado si, a un what if, que me parece que es el que se da antes de que uno se pueda dormir, que es el what if de la ansiedad, que es no solo qué hubiera pasado si, sino qué podría pasar o qué puede pasar desde ahora? Ese remolino como es un huracán en el que uno empieza a darle vueltas a incluso la realidad nacional, ya para que vayamos aterrizando en la realidad nacional y en la historia. Esto todo el tiempo es ¿qué puede pasar si este señor dice esto? Si el presidente dice esto, si estos responden esto. Hay una... Todo el tiempo es una incertidumbre y una inquietud y una ansiedad que es difícil de aliviar, de amainar. Yo soy ansioso y la ansiedad es un intento por controlar el futuro, que no es controlable. Entonces, empezar a ser listas, a ver si lo controlamos, empezar a quizás tener esa capacidad de decir bueno, la trayectoria va a ser esta, pero ahí está, no? Ahí está acechando la incertidumbre y por más que queramos va a estar ahí. Antes de entrar en la coyuntura de esta semana, hay como unos guarif históricos, el más famoso, Ricardo, el que ha estado por ahí en los libros, en las películas es el de Hitler si Hitler hubiera muerto en la primera guerra mundial ¿qué habría pasado con el mundo? estaba en todo caso la indignación alemana estaba lo que había pasado, la inflación todo eso que dio paso a primero un especie, había un anacronismo, el populismo de esa época, y después a ese totalitarismo, y después al genocidio y la locura, esa mácula que va a quedar para siempre en la humanidad. ¿Qué habría pasado? Esa frase que es casi un lugar común, si no hubiera existido Hitler, habría que inventarlo. Habría que inventarlo, sí, sí. Quizás, ¿qué tan contingente fue esa historia a una persona? No sabemos bien, no sabemos bien. A unos historiadores que les gusta una parte de la historia más estructural, más determinista. Yo tiendo a pensar lo otro, Ricardo, ser más de que quizás la historia habría sido bastante diferente. Sí, yo creo que es más azaroso, es decir, o es un círculo vicioso. Es decir, la historia iba hacia Trump, pero Trump es alguien que la aprovecha y alguien que la aprovecha. Que la aprovecha, sí. Y que la cambia y que la voltea a su manera. Exacto, que sabe jugar ese juego y sabe protagonizar la historia, que es aberrante, pero es así. Yo creo que en el caso de estos personajes como Hitler, también se puede pensar. Hay un What if de Hitler que es de History Channel, casi de alienígenas ancestrales y de los programas extraños que terminaron en History Channel, que es si Hitler hubiera estado vivo o si Hitler estuvo vivo, sobrevivió, no murió en el búnker, no se suicidó, terminó en Argentina, vino a Boyacá, yo no sé. Que estuvo en Tunja, sí, estuvo en Tunja. Nuestro amigo Grillo, que es fantástico, Andrés Grillo, siempre está al día en ese tema. Tiene un autor muy importante. Y Planeta, Planeta publicó un libro de un autor argentino. Un par de libros de ese autor. Un par de libros, con la hipótesis de que Hitler terminó su vida en Tunja. Que suena un poco raro, la verdad, pero pero hay fotos y cosas y documentos y testimonios. Yo un poquito de escepticismo, Ricardo, con esa historia. Yo también, yo también no me imagino por qué Hitler entre todos escogería Tunja. Pues ahí no sé, no, no, nada contra Tunja, pero, pero sí. Tal vez porque queda muy lejos. Muy lejos de todo. Sí, no parece como muy lógico ese what if. Hay un what if colombiano, Ricardo, interesante, y es el de Gaitán, el de Jorge Eliezer Gaitán y su asesinato. Se lo preguntó, entre otros, el historiador Marco Palacio. ¿Qué habría pasado en Colombia si no hubieran matado a Gaitán, el de Jorge Eliezer Gaitán y su asesinato. Se lo preguntó, entre otros, el historiador Marco Palacio. ¿Qué habría pasado en Colombia si no hubieran matado a Gaitán? Y es una buena pregunta porque... Es una buena pregunta. Quizás nos hubiéramos ahorrado miles de muertos, los 200.000 muertos de la violencia política de allá de los años finales de los 40 y los 50. No sabemos, ¿no? No sabemos, no sabemos. Es es además todo muy misterioso. Hay la teoría de que en ese momento. Se renegoció la política colombiana y la oligarquía del Partido Liberal se quedó con el partido y pactó con la oligarquía del Partido Conservador. De hecho, había cierta afinidad que no se termina de estudiar entre Laureano Gómez y Gaitán, que eran más dados a la política. Yo no sé si decirle populista, porque de nuevo el anacronismo está ahí, pero sí una política fascinada como con los uniformes. Digamos, Gaitán también estaba muy fascinado con eso. No se estudia tanto ese lado de Gaitán, el lado militarista a los taxistas. Y formar a los taxistas. Sí, cuando fue alcalde. Y había más afinidad entre esa parte del conservadurismo y del liberalismo de lo que se cree y más afinidad entre las oligarquías de los dos partidos que pactaron en el 9 de abril. Y eso hay, por ejemplo, en el libro de Arturo Alape, el Bogotazo, que es un libro extraordinario que recoge sus testimonios, está claro el momento en que Doña Berta, la esposa de Mariano Ospina, negocia con los liberales y todos se ponen de acuerdo en la casa de Nariño mientras se incendia Bogotá afuera para sacar adelante todo, para calmar al pueblo y enderezar o torcer el rumbo que es por lo que se habla del Guarif de Gaitán, de qué habría pasado si no lo matan no hubiera tomado Colombia este camino sin duda iba por otro lado de la presencia de Gaitán pues era muy fuerte hay otro Warif colombiano más reciente que yo tuve la oportunidad de investigar y proponer una teoría también difícil de comprobar empíricamente y es si el hecho de Colombia haberse convertido en el principal exportador de cocaína a los Estados Unidos obedeció a razones históricas contingentes azarosas, de nuevo si devolvemos el cassette y ponemos play otra vez la historia del narcotráfico en Colombia pudo haber sido distinta. Colombia pudo haber sido un actor marginal en esa historia. Colombia se convirtió en el primer exportador de cocaína en el año 1978. Y yo alguna vez escudriñé partes de esa historia, Ricardo, y hay muchos pedacitos contingentes. Hay una huelga textil en Medellín en los años 60. Hay una gente que emigra a los Estados Unidos. Después, estos sirvieron para de alguna manera facilitar la exportación. La historia empresarial de Carlos Leder y Pablo Escobar está llena de innovaciones. Unas que funcionaron y otras que no. Chile fue el primer exportador. Los mexicanos trataron de quedarse con ese negocio. Hubo cubanos americanos que hicieron lo propio. Las explicaciones en Colombia tienden a ser muy estructurales se habla de una cultura de la ilegalidad de la geografía de cierta inmoralidad que había producido una economía cerrada y el contrabando que había borrado límites éticos, pero a mí yo no sé por qué, me gustan las historias contingentes. De nuevo, esto pudo haber sido distinto y no hay una especie de pecado original que nos condenó de antemano a ser el protagonista de esa historia absurda, loca de la exportación de cocaína. Y luego, cuando nos volvimos protagonistas de la exportación de cocaína. Y luego, cuando nos volvimos protagonistas de la exportación, cuando nos volvimos el país exportador, hay otro giro que a mí se me pasa por la cabeza, que es el momento en el que los narcos dejaron de estar integrados silenciosa e hipócritamente a veces en la sociedad, silenciosa e hipócritamente a veces en la sociedad, de estar trenzados con la política, con la sociedad, con la alta sociedad de todas las ciudades. Los narcos convivían y se encontraban en los clubes y eran como unos empresarios, pues que, como se dice eufemísticamente, unos polémicos empresarios pero el giro que me parece que es un giro en nuestra historia es el asesinato de Lara Bonilla el momento en el que estos polémicos empresarios rompen la relación con la sociedad y se vuelven como se decía ya en el siguiente gobierno, en el gobierno de Virgilio Barco, se vuelve la guerra contra el narcoterrorismo y no contra el narcotráfico. Colombia tenía cierta intuición de que esa guerra contra el narcotráfico no era tan lógica, que estaba muy integrado. Los presidentes estaban medio integrados, conocían un poco lo que pasaba allí. Y pues hay el nuevo libro de Leder contando cómo la relación con los partidos y con los políticos era muy clara. Y luego se tuvo que romper y se tuvo que enfrentar esos dos poderes, el de esos negociantes, el de los políticos que reaccionaron con doble moral muchas veces. Y yo creo que eso sí nos marcó totalmente. Esa guerra torció la historia y sigue siendo un problema a estas alturas. Lo que parece más interesante de todo esto, Ricardo, es que eso es lo que cambió la historia. Es la historia de nuestra generación, es la historia del país y lo sigue siendo un problema a estas alturas. Lo que parece más interesante de todo esto, Ricardo, es que eso que cambió la historia es la historia de nuestra generación, la historia del país y lo sigue siendo. Que incluso comienza también de manera un poco contingente el año 71 con Nixon y la guerra contra las drogas, que además tuvo un interés político de estigmatizar a sus contradictores que protestaban con la guerra contra el Vietnam. Surge la cocaína como una especie de droga global en ese momento, años 70. Colombia se ha quedado con ese negocio por razones todavía en parte misteriosas y cambia la historia, y cambia la historia. Y la cambia en ese punto de inflexión que tú mencionas, año 1984. Y de ahí para adelante, ese resto de la década de los 80 es trágico. Y después la década de los 90 también. Y la historia que venía de atrás de Colombia, en el fondo de unas guerrillas campesinas, se junta con el narcotráfico. Se cruza y se cruzan los paramilitares y se cruza todo y viene la tragedia y bueno, cientos de miles de muertos otra vez Ricardo, hemos contado toda esta historia que tiene un lado trágico y otro lado interesante que juntó historias inverosímiles desde los dinosaurios hasta la historia política del mundo porque queremos especular un poco también sobre la coyuntura colombiana de este momento la muerte que lamentamos de Rodolfo Hernández nos ha puesto ese otro escenario que a mí me lo preguntas mucho ¿qué hubiera pasado si Rodolfo habría sido el presidente de Colombia? ¿tú cómo te imaginas ese contrafactual? pues yo pensé que iba a ser el presidente y estaba realmente estaba convencido que iba a ganar y alcancé a escribirlo en las columnas que escribo, a darlo por hecho y entonces eso significa que pensaba que iba a pasar y lo que iba a pasar iba a ser yo creo que muy desgastante y todo esto por supuesto es un ejercicio de ficción completamente pero esto a mí me parece que iba a ser agotador que iba a ser desastroso que iba a ser caótico, que iba a ser folclórico es decir, todavía más que lo que que lo que hemos visto. Yo a ver, todo iba a ser más descabellado que lo que hemos visto en estos dos años. Lo que prueba tu hipótesis de la época de locura. Yo estoy convencido de que la locura podía tomar una forma o podía tomar otra y si tomaba la de Rodolfo iba a ser no solo la locura de Rodolfo sino la de la protesta y el estallido que iba a seguir siendo pues liderado políticamente por Petro me parece que iba a ser todavía más débil el gobierno que el gobierno anterior iba a ser muy hechizo ese triunfo porque iba a ser un triunfo ni siquiera de una antipolítica como la de Trump o la de Milley que algo de estructura o la de Bolsonaro que algo de estructura terminan teniendo sino una antipolítica sin ninguna o la de Bolsonaro, que algo de estructura terminan teniendo, sino una antipolítica sin pies ni cabeza. Trump finalmente le responde o juega con un partido que tiene cientos de años de historia. Lo que iba a pasar con Rodolfo Hernández pues un volador suelto, recordando, recordando o aclarando que a mí me tomó muy por sorpresa que se muriera. No es decir ninguna problema personal, ninguna rabia por esa persona. Nada es simplemente la sensación de que hubiera podido ser un gobierno desastroso y luego hubiera podido quedar en manos de Marelén Castillo, la vicepresidente, que además es otro guarif porque iba a ser Paola Ochoa, la periodista, la candidata vicepresidencial y que se retiró como a los tres días de decir que sí y terminamos con Marelén. que se retiró como a los tres días de decir que sí y terminamos con Marelen. No, pues eso hubiera, tendríamos a Marelen Castillo de presidente que es realmente una trama de película de sátira política, de sátira de países dictatoriales, digamos. Hubiera sido muy, muy extraño. Yo concuerdo, Ricardo, concuerdo que hay como dos elementos. El gobierno sería caótico. Probablemente habría estado muy fragmentado porque Rodolfo en general no tenía un plan de gobierno y seguramente facciones diferentes estuvieran ahí tratando de arañar pedazos de poder. Rondando. Rondando y yo creo que no sería un gobierno con unidad. Y segundo, tendríamos un señor senador, porque habría quedado segundo, jefe de la oposición, con 90% de popularidad, señalando obsesivamente todas las locuras del gobierno, y listo para ser elegido en el 2026. Sí. Que es Gustavo Petro, ¿no? Yo creo que ese escenario contrafactual es más o menos anticipable, es muy difícil de imaginarse esa coyuntura lo de Marielén Castillo me parece interesante lo que tú dices Ricardo sería una forma como la democracia encontró una forma casi que de burlarse de sí misma casi que tomó una persona al azar de la población y la habría puesto allá de presidente, O sea, una lotocracia involuntaria. Es una lotería, lleva a una persona que no estaba en la política, que básicamente casi que fue tomada al azar. O sea, ahí sí la contingencia 1, la 2, la 3, la 4 tuvieron que haber pasado mil cosas, probabilidad cero. Esta señora habría sido presidenta de Colombia. No sé, habría sido una especie de un destino de esos burlescos. Sí, para una comedia, para una comedia. Es que uno siente que si hay un destino, el destino chocó y chocó y chocó como en un laberinto hasta que cayó en Marelea en Castillo, que era lo menos que podía pasar, que era lo más extraño. Nadie la tenían entre sus cálculos ni en el panorama político. Jamás se había escuchado su nombre. Todavía me parece un misterio como Rodolfo Hernández llegó a ella. Y eso es claramente lo que habría pasado. Hoy volvió ella esta semana, digamos, volvió ella a lo público aía pasado. Hoy volvió ella, esta semana, digamos, volvió ella a lo público, a comentar y también era muy azaroso para ella. Ella decía, él me dio una oportunidad y luego nos separamos. Entonces yo no sé cómo habría sido esa, si los presidentes tienden a tener unas relaciones tensas con los vicepresidentes. Esa relación habría sido muy particular, realmente muy extraña. Este podcast ha tenido como una tensión, Ricardo, ¿no? Siempre terminamos como en la tragedia o en la comedia, ¿no? Esta habría sido una buena comedia. Ahora estamos viviendo un poco de esta tragedia que me parece incluso la tragedia del mismo presidente cuyo ímpetu de cambio se perdió porque ya es presidente y ya la gente le manda otras cosas y que parece no estar muy ocupado en los asuntos de gobierno está como en otro cuento yo hoy entregué la columna que le entrego los jueves de los asuntos de gobierno está como en otro cuento en otro cuento yo hoy entregué la columna que la entrego los jueves con una especie de what if a partir de la frase de Trump que me impresionó mucho de que Dios lo salvó para que él salvara al mundo refiriéndose al atentado en Pensilvania que realmente si uno se fija pues si es por milímetros es un buen momento para creer en Dios digamos que fue como por milésimas de segundos y milímetros que este señor se salvó de un tiro en la cabeza que era fatal y entonces claro él apelando a toda esa parte de Estados Unidos que es muy cercana a la idea de Dios, pues sale a decir eso. Dios me salvó, esto es un milagro, pero me salvó para que yo salve al mundo. Y ese un what if de campaña que me parece que lo que lo puede uno usar para pensar sobre todo, no tanto por qué pasan las cosas, que ahí entra uno en el territorio de en qué cree, de si cree en el destino, si cree en Dios o si creeen el azar, sino para qué pasan las cosas. Me parece que es una pregunta interesante. Yo querría pensar que Trump se salvó para no ser un mito de los conspiranoicos de aquí a 100 años, sino para ser derrotado por la democracia, para ser otro déspota que termina perdiendo unas elecciones y la democracia termina fortaleciéndose. Eso sería lo ideal. Si lo matan, pues esto es otra historia y termina siendo terrible. Y también pensaba ¿para qué ganó Petro y para qué perdió Hernández? Para Petro, para que afinemos todo lo que pensamos, para que los candidatos tengan visión de país y no sean unos tipos que andan diciendo que hay que acabar la robadera y punto para que después los que ganan gobiernen, que es lo que no hace Petro, en fin creo que ese giro en el What If que es no por qué pasaron las cosas sino para qué nos sirven que haya pasado. Puede ser interesante, interesante como yo soy un poquito en estas historias y más materialista. El para qué me gusta más como mirarlo. Y este es un ejercicio que podría ser alguno de nuestros oyentes. Imaginarse cuáles eran las intenciones de la divinidad que salvó a Trump. La que piensa Trump? ¿Que él era un predestinado? ¿O la que piensa muchos? No, señor, usted lo salvó la divinidad para ser derrotado. Exacto, exacto. Eso me fascina. Sí, como interesante qué hay detrás, ¿no? Sí, sí. Oyéndote hablar Ricardo me parece como en esas historias sobre todo las historias de los políticos cuando ellos imaginan la vida y su ascenso al poder de una manera épica llevan como a ese tipo de hay como una historia detrás de eso ese para qué que ellos de alguna manera incorporan en sus cavilaciones y está también en Petro. Casualmente empezamos esta conversación diciendo, uno puede tener muchas vidas y tuvo una. ¿Cómo se llama el libro de Petro? Una vida, muchas vidas, ¿no? Una vida, muchas vidas. Y él cuenta su historia también como una historia épica de mil cosas que pasaron. Improbables muchas de ellas. Un héroe forjándose en las dificultades de la vida y hay una especie de predestinación que él comienza a ver un para qué intuido en esa historia y me pusieron allí yo creo que él lo dijo allí para salvar a Colombia pero ahora cree que para salvar el mundo claro esas eran las intenciones de esa gran divinidad. Yo en eso soy un poquito más escéptico, no? Sí, yo creo que es más sano ser más escéptico. Hay una educación que yo creo que uno puede decir que es una educación dramática, que es uno en la sociedad, ni siquiera las familias, la sociedad educa a su gente para pensar que la vida, como los dramas, va hacia un clímax. Es decir, que uno va subiendo una escalera y algunos se quedan en la escalera, algunos se caen, algunos sí se quedan en un escalón para siempre, pero que la idea de toda vida es llegar al último escalón. Y yo creo que es lo que pasa un poco para Petro, el clímax, él se resiste a que su clímax sea ser presidente de Colombia y tiene que ser algo mucho más dramático, que reescriba la historia y que reescriba su propia historia y lo lo lance a una especie de eternidad, que es una educación. La idea de la eternidad, es decir, eso puede que sí, puede que no, pero ahí está metido en ese en ese tren como como está metido mucha gente. Es que desde el dicho para llegar a Papa hay que pasar por sacristán. Hay toda una concepción de que la idea de una vida es llegar a Papa, que no es necesariamente cierto. Y creo que el escepticismo es clave en esos momentos. Puede que el triunfo de una vida sea vivir una vida en paz, como hemos hablado otras veces. Completamente. Pero esas historias épicas están mucho en la política pero en el fondo como yo la miro Ricardo es lo contrario en el fondo es a una vida muchas vidas está explicada en buena medida por el azar, no hay nada de predestinación ese ascenso al poder, sí es de alguna forma impresionante porque yo creo que tenía muy baja probabilidad que una persona que tuviera esa trayectoria nacido en Ciénaga de Oro, que estudió en Zipaquirá, que tuvo sus devaneos con las luchas revolucionarias de los años 70 que fue un marginal de la política por algunos tiempos, que fue despreciado por las élites, llegue a ser presidente. Pero eso debería ser un acicate para hacer bien la tarea y no para seguir esta lucha, porque yo creo que la lucha ya no es ni siquiera la de Colombia, ya está peleando contra la codicia universal y contra la posibilidad de enderezar el rumbo del universo desde el planeta Tierra. O de llevar algo así. Tejido humano a Marte es un momento muy extraño si hay una parábola y hay un arco dramático que es el de el de Rocky pues el de las películas de superación que curiosamente se le siente a las memorias de García Márquez como la historia de alguien que viene de un lugar muy inesperado o muy marginado invisible y termina siendo la persona más visible del mundo ese arco también es el arco con el que se mueve el presidente y es un arco curioso por ejemplo en el caso de Duque, que yo creo que muchos, si no todos, lo vemos como una anomalía en la historia de los presidentes de Colombia, como un accidente, algo que pasó muy raro y se encontró la presidencia en una vuelta del camino. Exacto, uno siente como que hay un punto a favor de los que creen en el azar y en la que nada, nada está escrito. Pero él, claro, ante ese panorama, ante el panorama de una sociedad que lo mira uno como diciendo usted, es una anomalía, es como el actor que hizo solo una película de James Bond, que no hizo siete sino solo una, como un tipo ahí que es un pie de página en la historia de Colombia, pues claro, la reacción es llenarse de drama y crearse una épica e imaginarse una vida que necesita cinco volúmenes editados por Villegas. En fin, como cargarse de historia a uno mismo para estar a tono con lo que se nos ha enseñado, que es ese dramatismo, esa épica. Terminamos en la política, Ricardo, pero yo para acabar un poquito y ir atando cabos y resumiendo la conversación, me parece, oyéndote, pienso como en lo siguiente, como hay tantos what if y nuestras vidas están hechas de tantos accidentes históricos que se fueron volviendo esenciales y que fueron marcando un destino, una vida. Esas vidas vividas que tienen tanto de contingente. Que hay como un papel un papel democratizador de la literatura o de las historias, ¿no? Todas las vidas son interesantes porque son absolutamente improbables y todas las historias de toda persona no solo las historias épicas del político sino de cualquiera que uno tome al azar es una historia con la que se puede escribir una gran novela o sea, es toda historia humana es en esencia una gran historia la clave es contarla bien y tú has sido Ricardo en eso tú has sido un arquitecto de cómo contar las historias bien y contar historias que no necesariamente son épicas, me parece interesante ese papel democratizador es una vida, es una sola es una sola trayectoria, hay muchas paralelas hay muchas cosas que pudieron haber pasado, pero pasó esta y el hecho de pasar esto es muy improbable y me parece que es poéticamente bello esa sola vida que vivimos Sí, eso es muy conmovedor y es quizás lo que es, no sé si la palabra sea revolucionario o fascinante o, o reivindicador de la literatura, que es justamente poner a protagonizar la historia a lo, a lo que los protagonistas de la historia consideran los extras, como los, las cifras, las estadísticas, la gente que hay que convencer para que voten por ellos o la gente que hay que mandar a las guerras o la gente que se enferma en las pandemias usualmente ha habido los libros de historia, las biografías pues son biografías de estas figuras públicas y la respuesta de la literatura es poner el protagonismo no en los ciclistas que ganan, sino en los que no ganan, o no en los futbolistas famosos, sino en los hinchas que nadie voltea a mirar. Mostrar esa tensión y mostrar esos personajes secundarios, la dignidad de los personajes secundarios, de los figurantes y de los extras, pues es el papel de la literatura y es un alivio. Ojalá fuera más popular. Sí, la gran idea como de Tolstoy, de contar desde ahí la historia del mundo y verla como contingente y verla como la historia se cuenta de una manera quizás mucho más ordenada de lo que es esa parte entrópica caótica la contó bueno Ricardo yo quiero terminar como diciendo hay un what if en tercera vuelta y es Alex Pinilla de alguna manera el que nos juntó, el que tuvo esta idea el mundo para nosotros sin esta conversación habría sido distinto si no fuera por Alex que se le ocurrió esta tercera vuelta agradecido es que nos acompaña por aquí esta tarde yo creo que es nuestro gran what if es casi un what if con patas y realmente acompaña por aquí esta tarde. Sí, Alex, yo creo que es nuestro gran what if, es casi un what if con patas. Y realmente lo que hay que decir es que si no se le hubiera ocurrido nuestra vida no sería así de feliz. Es que realmente hemos pasado. No tendríamos espacio, no nos hubiéramos juntado. Abrazo, Ricardo. Nos veremos la semana entrante. Abrazo a nuestra audiencia gracias no es claro que todos podemos escribir es claro que todos con suerte y con vocación podemos dedicarnos al oficio de escribir, pero últimamente pienso que no solo podemos, sino que debemos escribir, escribir es la mejor terapia que tenemos a la mano bienvenidosvenidos a Ficcionario, un curso en audio sobre cómo y por qué escribir. Toma el audiocurso de escritura Ficcionario en ellocutorio.com slash ficcionario con Ricardo Silva Romero. Con Ricardo Silva Romero. Elige siempre un buen rato. Elige siempre una buena conversación. Tercera vuelta. El podcast. Suscríbete ahora y escúchalo cada semana en tu plataforma favorita. Un podcast producido por El Locutorio. 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