Por qué Colombia necesita recuperar su autosuficiencia energética para descarbonizar la economía

Por qué Colombia necesita recuperar su autosuficiencia energética para descarbonizar la economía

27 de feb de 2025

El episodio aborda el futuro de la autonomía energética en Colombia, un país rico en recursos naturales pero enfrentando desafíos significativos para alcanzar la independencia energética. María Jimena Duzán conversa con el doctor Camilo Prieto, experto en temas de energía, sobre la situación actual de las energías renovables en el país y las posibles soluciones para superar el déficit energético.

Capítulos

Estado de las energías renovables en Colombia

El doctor Camilo Prieto analiza la situación de las energías renovables en Colombia, destacando el potencial de las energías eólica, solar y geotérmica. Sin embargo, existen obstáculos debido a problemas de licencia social y desestímulo tributario que frenan el avance de proyectos e impiden el desarrollo de infraestructuras necesarias como las líneas de transmisión.

Problemas actuales del sistema energético colombiano

Colombia enfrenta un déficit energético acumulado por la falta de nuevos proyectos en energías renovables y convencionales. Las disputas socioambientales y la falta de infraestructura de transmisión son desafíos que impiden la entrada de nuevas fuentes de energía, especialmente en el caso de la energía eólica en La Guajira.

Futuro energético: Hidroeléctrica y nuclear

La discusión se centra en la importancia de no abandonar la energía hidroeléctrica debido a su capacidad para generar energía en firme y su flexibilidad. También se explora el potencial de la energía nuclear, que podría desempeñar un papel crucial en la diversificación de la matriz energética del país, especialmente mediante reactores modulares pequeños.

La necesidad de cambiar las políticas energéticas

El episodio subraya la necesidad de una política energética que incluya la exploración de nuevos yacimientos de gas y petróleo, así como la importancia de mejorar las redes de transmisión. Además, se destaca la urgencia de establecer una hoja de ruta clara para la transición energética que incluya incentivos para inversiones en energías renovables.

Conclusión

La independencia energética de Colombia es un reto que requiere resolver problemas estructurales como la modernización de las redes de transmisión y el establecimiento de políticas energéticas coherentes y sostenibles. El país debe continuar expandiendo su matriz energética de manera planificada, incluyendo tanto fuentes renovables como convencionales, para asegurar un suministro energético fiable y sustentable.

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El episodio de hoy tiene que ver con el futuro, con qué es lo que va a suceder en Colombia, un país que tiene tantas cosas y tantas riquezas, pero que está viviendo uno de los momentos más complicados en materia de autonomía energética. El doctor Camilo Prieto es un experto en estos temas y queríamos preguntarle qué está pasando, por ejemplo, en todo lo que es energía renovable. Yo creo que es el impulso que se le ha dado en los últimos años desde el gobierno de Duque a esta nueva matriz. La matriz de nosotros es 70% energía hidráulica, 25% térmica y unos pequeños solares y eólica. La idea era cambiar un poco esa matriz, aumentar el escenario de la energía eólica y la energía solar. ¿Qué está pasando en esos dos campos? En Colombia estamos viviendo, María Jimena, una gran parada energética. Tenemos un enorme potencial, particularmente en eólica, fotovoltaica y geotérmica. Pero lamentablemente, a pesar de que desde el gobierno del presidente Duque se hizo una subasta para Cargo por Confiabilidad que ha ido una enorme participación, una buena participación a las renovables, esos proyectos, por temas de licencia social, por asuntos también de desestímulos tributarios que se han encontrado a lo largo del camino, por un lado, no se han completado la construcción de estos proyectos y segundo, no se han consolidado las líneas de transmisión, es decir, la energía que se pueda generar en La Guajira literalmente quedaría atrapada. Entonces, es un efecto que uno no esperaría que ya en este momento, en este momento de la historia del país estuviera ocurriendo. ¿Y esa demora qué efectos tiene? Porque esa demora debe tener algunos efectos en materia de generación de energía. ¿Nos falta energía? Tenemos un problema y es que estamos teniendo un déficit, un faltante que viene acumulado desde hace varios años. que viene acumulado desde hace varios años. Es decir, esto no es un problema nuevo, no, sino hemos tenido un inventario que ha ido decreciendo y decreciendo, no solamente en reservas para combustibles fósiles, sino que los proyectos que han debido entrar, tanto en hidráulica como en solar, en eólica, se han ido demorando y ese rezago en este momento tiene trabajando al sistema energético eléctrico del país al límite. Entonces, ¿qué pasa con la energía eólica? Porque lo que yo he entendido es que la energía solar sí ha entrado, han entrado varios proyectos y en fin, se han generado bastantes megavatios, se dicen así. Sí, sí, megavatios, megavatios hora, si vas a decir que se han generado megavatios hora. Megavatios hora, pero en el tema, pero no pasa lo mismo en la energía eólica que en el país se ha concentrado en la Guajira. ¿Qué está sucediendo con esos proyectos que no entraron? Precisamente, tengo entendido que el único que ha entrado de 2.500 megavatios, que era lo que se esperaba iba a producir la energía eólica, solamente ha entrado un proyecto que produce 30 megabytes. Las características técnicas que puede llegar a tener la energía eólica en La Guajira son increíbles. Podemos tener vientos de más de 9 metros por segundo. Adicionalmente, la cantidad de horas al año que se están produciendo estos vientos en la Guajira permitirían un gran éxito de los proyectos en esta zona, pero hay una enorme limitante. La conflictividad socioambiental, los acuerdos con las comunidades para instalar los emplazamientos y adicionalmente los acuerdos con las comunidades para poder diseñar las líneas de transmisión. Entonces, de nada nos sirve tener esa potencialidad mientras que existan ese tipo de conflictos que impiden la ejecución adecuada de estos proyectos. Entonces, tampoco ha podido funcionar la energía eólica. Sí. Hay un asunto medular cuando se piensa en nuevos proyectos de energía y es que por más beneficios ambientales que pueda tener una tecnología, si no tiene licencia social, no se puede implementar en ningún país. Lo de la licencia social tiene que ver con las licencias, primero ambientales, pero también la aceptación por parte de la comunidad con las consultas. Hay algo que a veces los gobiernos y las industrias ignoran, y es que la licencia social no es simplemente un papel, no. Tiene que ver con la aceptación social, la conciliación de la comunidad, con la aceptación de la implementación de estos proyectos. Entonces puede que exista una licencia ambiental adecuada, muy bien, puede que se cumplan con todos los requisitos legales, pero si esos proyectos no tienen un adecuado diálogo con las comunidades, van a tender al fracaso. Entonces, la energía eólica no está produciendo sino 30 megabytes en el sistema. Que podemos tomarlos como prueba, eso es importante decirlo así. Pero, ¿qué pasa con la energía solar, que sí tiene nuevos proyectos que han entrado al sistema? ¿Cuántos megabytes genera? Bueno, hay algo muy particular que pasa con la energía fotovoltaica, que a diferencia de la eólica no está concentrada en la Guajira, sino que en diferentes departamentos al oriente, occidente, en el centro del país, incluso en el sur, también tenemos un gran potencial por la irradiación que reciben estas zonas. Y en la actualidad, no solamente están inyectándole energía al sistema de transmisión nacional, sino que también existen proyectos en comunidades, en zonas no interconectadas, que están haciendo aprovechamiento de este recurso. ¿Cuál es la gran limitante que está teniendo la fotovoltaica en Colombia? Que desafortunadamente las tecnologías que hay en los hogares no permiten que la gente le pueda vender energía al sistema, que la reinyecte. Entonces esos excedentes se quedan dentro de las casas y cuando la gente va a hacer números a largo plazo en este momento no resulta rentable. Por ejemplo, en una ciudad como Bogotá o Medellín, que la gente decide instalar paneles solares en sus casas, porque terminaría pagando una energía más cara que la que está consumiendo en la actualidad. ¿Qué otras complicaciones tienen estas energías renovables en términos, por ejemplo, de tierra? Hay un indicador fascinante y es el número de hectáreas por terabato de hora generado año que requieren los sistemas energéticos. Y a veces se tendría a pensar que las energías renovables no tienen impacto ambiental. Y hay que dejar claro que por razones ingenieriles y termodinámicas, todos los sistemas de energía tienen impacto ambiental y tienen impacto social. Para poder establecer estos montajes de generación de energía, se necesita ocupar tierra, se necesita una dedicación que, aunque no es exclusiva, muchas veces sí tiene un enfoque principalmente en la generación de energía. Y tanto la solar como la eólica demandan un área de tierra importante por cada megavatio hora de capacidad instalada. Bueno, nosotros hace rato no hacemos una subasta de largo plazo en Colombia. La última subasta de largo plazo fue para energías renovables, privilegió ese campo, hecha en el gobierno de Duque. El gobierno del presidente Petro acaba de cerrar una subasta para buscar energía en las plantas que ya existen, es decir, sin construir nuevas. Y todavía está en veremos si va a ser o no una subasta que tenga que ver con la posibilidad que le abra la ventana a la inversión de nuevos proyectos que tendrán que ser no solamente renovables, como se llaman estos, renovables... No convencionales. No convencionales, sino convencionales como las hidráulicas. Teniendo en cuenta que por más de que hagamos eólicas, por más de que hagamos la solar, pues hace falta generación de grandes cantidades de energía que no tenemos y que lo único que podrían solucionar ese hueco sería volver otra vez a las energías hidráulicas y a las energías como por ejemplo nuclear que nunca hemos mirado. ¿Qué pasa con las hidráulicas? Mucha gente dice que en los próximos dos o tres años si no solucionamos esto con hidráulica, Colombia va a dejar de ser autosuficiente. Coincido con las industrias de la energía, se necesitan subastas para reconfiguración del sistema, cargo por confiabilidad, pero ¿qué es lo más apremiante? Que nos desatracemos de esa subasta por cargo... Que nos desatracemos con esa subasta por cargo de confiabilidad... Que nos desatracemos en esa subasta de cargo por confiabilidad que se realizó durante el gobierno del presidente Iván Duque. ¿Qué ocurre, María Jiménez? Se supone que a 2027 esos proyectos ya tienen que estar inyectando energía al sistema. Yo espero equivocarme, pero dudo mucho que eso se vaya a cumplir. Y la prioridad en este momento del gobierno debe ser buscar todos los mecanismos jurídicos que estén a la mano para poder sacar adelante esos proyectos que están en rezago. Esa es la primera de las jugastas. Ahora, de la hidroeléctrica. La hidroeléctrica es una energía a la cual Colombia no debe renunciar, sino que debe buscar tecnologías que tengan un menor impacto ambiental, como por ejemplo las hidroafilo de agua, porque el país no se puede olvidar de lo que aporta esta energía, no solamente por las bajas emisiones que tiene, sino porque además tiene una gran ventaja y es que le aporta energía en firme al sistema y adicionalmente es una energía altamente flexible. ¿Qué quiere decir esto? Que puede tener unas variaciones en los picos de potencia y puede seguir con mucha facilidad la curva de demanda, un asunto que no se encuentra en las energías renovables no convencionales, como la de la líquida solar. Y entonces, Colombia ha sido hasta este momento un país a espaldas de la energía nuclear. Ha insistido, por ejemplo, en otros campos, como hidrógeno verde. Para llegar a hidrógeno verde creo que tenemos todavía un tiempo que caminar. Pero está hidrógeno verde y nuclear, que es lo que es más fácil. Muy bien, listo. Hay un asunto importantísimo que hay que tener en mente, si Colombia quiere descarbonizar su economía, tiene que electrificar todos los sectores que pueda, y para generar tanta energía eléctrica, según el plan energético nacional, vamos a necesitar multiplicar nuestra matriz de electricidad por seis veces y donde vamos a sacar tanta energía y hay un concepto fundamental y es entender que esto no se va a lograr solo a expensas de solar y eólica, vamos a necesitar tener una canasta energética muy diversa para poderle aportar energía en firme al sistema y adicionalmente una canasta energética que cuente con fuentes de bajas emisiones, aquí es donde la nuclear entra con un papel protagónico debido a que es una tecnología que es la que menos área utiliza por cada megavatio hora generado al año segundo porque es una energía que nos da una alta firmeza por ejemplo en eeuu al menos un 90% del año los reactores nucleares están inyectando le energía al sistema y lo otro es altamente segura cuando uno mira un indicador que es el número de muertes por terabate hora incluyendo chernóbil incluyendo fukushima la nuclear se gana el primer puesto lo disputa con la eólica de las más seguras del mundo ahora viene otro asunto clave si nosotros tenemos presente que vamos a necesitar más energía en firme para reemplazar el carbón con que vamos a reemplazar el carbón con que vamos a necesitar más energía en firme para reemplazar el carbón. ¿Con qué vamos a reemplazar el carbón? Con que vamos a reemplazar en el futuro los líquidos fósiles para generar energía en las zonas no interconectadas. Acá es donde la energía nuclear, mediante herramientas tecnológicas como los pequeños reactores modulares, pueden ayudarnos a descarbonizar no solamente el sistema interconectado nacional, sino también las zonas no interconectadas. no solamente el sistema interconectado nacional, sino también las zonas no interconectadas. ¿Cuán lejos está Colombia de entrar en el mundo de la energía nuclear? Porque hasta donde tengo entendido solo tenemos un reactor nuclear muy pequeño que está aquí en la avenida El Dorado. Lo que ha pasado con Colombia es muy lamentable. Somos el único país de América Latina que tiene un reactor nuclear de investigación que no produce ningún isótopo con aplicación médica o industrial. Desafortunadamente veníamos en una curva creciente durante la década de los 60 y 70 del siglo pasado, pero nos quedamos. Nos quedamos atrasados en esa tarea. Y lo que se busca en la actualidad con la erradicación de la ley de seguridad nuclear es que Colombia tenga un nuevo aliento, un nuevo respiro para abrir las puertas a la cooperación técnica y poder aprovechar las diferentes oportunidades que nos brindan las tecnologías nucleares. Si esta ley se aprueba en el transcurso de los próximos dos años, lo que esperamos es que se logre el ingreso de reactores modulares pequeños hacia el 2035-2038. Estamos hablando de una cuota aproximada de 1.500 a 1.800 megas de capacidad instalada que le aportarán una gran cantidad de energía en firme que podrá ser utilizada, María Jimena, no solamente para electricidad, sino para que el calor que sale de estos reactores pueda ser aprovechado para desalinizar agua, para producir uria, incluso para asociarlo a industrias como la producción del vidrio. Es decir, esta es una nueva realidad energética a la cual Colombia no puede dejar al lado, sino tiene que incursionar y dar la discusión como país. ¿Y el hidrógeno verde? Cuando se analiza el costo nivelado de energía y el futuro de los nuevos modelos, definitivamente el hidrógeno no se considera como un vector energético competitivo para poder reconfigurar un sistema interconectado nacional. Los usos que tiene el hidrógeno industriales sin duda son muy relevantes y hay que mantenerlos, pero hay que hacer una descarbonización de la producción del hidrógeno para esas aplicaciones industriales. Acá es donde el hidrógeno verde que se produce con la energía solar y la energía fotovoltaica es muy relevante, incluso el hidrógeno rosado que se produce con los reactores nucleares. Pero no creo que la gran apuesta al hidrógeno sea pensar en que la movilidad va a ser toda con hidrógeno o que vamos a utilizar el hidrógeno para poderle inyectar al sistema interconectado energía, por ahí no es el camino. O sea, ¿por qué no se hacen leyes? ¿Cuántas leyes, cuántas redes de transmisión? Listo, perfecto. Entonces, en Colombia tenemos una falencia en el sistema de energía, y es que las redes que tenemos de transmisión son viejas y además son insuficientes. Hay un avance en la actualidad, y es la comprensión gubernamental de que sin transmisión no hay transición. La construcción de la nueva línea que va a inyectar energía al departamento del Chocó es un avance significativo. Entonces, ¿cuántas líneas de transmisión necesitamos? Muchas. ¿En qué sentido? En que necesitamos generar redundancias. No es suficiente contener una sola línea. Ese ha sido uno de los grandes problemas que ha tenido el departamento del Chocó. Por eso construir otra línea genera esas redundancias para poder reducir los riesgos de fallo. Mientras Colombia no construya redes de transmisión adecuadas, va a ser imposible disminuir el costo de la energía. ¿Por qué razón? Porque ese déficit de redes de transmisión genera restricciones y ahí viene una de las variables que aumenta el costo y ahí viene una de las variables que incrementa el precio del kilovatio hora que se consume en las casas. Claro, además de que las redes se cargan y no pueden transmitir energía. Exacto. Por ejemplo, en este momento hay un diagnóstico muy relevante en cuanto a la saturación de las redes y una variable que es el cortocircuito. Para poder reducir eso, ¿qué necesitamos? Sin duda, modernizar nuestras redes. ¿Necesitamos más proyectos de generación? Claro, para hacer más competitivo ese kilovatio hora que se está produciendo, pero si no tenemos como transmitirlo, seguiremos con un efecto de energía atrapada pero usted sabe que la mayoría de la razón, o sea la razón principal por lo que por ejemplo en Bogotá que hay una faltante de redes impresionante no se hubieran construido, tiene que ver no con consultas sino con la decisión de los dueños de las tierras de no dejar pasar por su finca redes de transmisión. Ah, voy a decir eso también. María Jimena, con las redes de transmisión pasa lo mismo que con las antenas de los celulares. Todo el mundo quiere disfrutar la velocidad del internet, pero nadie quiere que le pongan al lado una antena que esté transmitiendo esa información, que esté transmitiendo esos datos. Lo mismo opera con las líneas. Todo el mundo quiere gozar de los beneficios de la energía eléctrica, pero no quiere tener las redes cerca. Y es importante que la audiencia sepa que existen protocolos para gestionar adecuadamente el riesgo de las líneas de transmisión y que tener las líneas de transmisión cerca a las casas con las normas vigentes que actualmente tiene Colombia no representan ningún tipo de problema de salud pública para las personas. Es uno de los mitos que hay. ¿Colombia puede ser autosuficiente? O sea... Necesitamos eso. Acabamos de perder la soberanía energética. Eso es también lo que... Eso tiene que ser una cosa súper breve. Entonces, estamos... O sea, Colombia, un país que tiene de todo, yacimientos de petróleo, de gas, de no sé qué, de todo, ¿sí? Resulta que por primera vez estamos importando gas para consumo nacional. Tradicionalmente se ha importado gas como respaldo para las térmicas del sistema de energía, pero por primera vez estamos consumiendo gas de afuera para subsanar la demanda de los colombianos en sus cocinas a gas que eso fue la gran revolución hace unos años pasamos del carbón al gas que está pasando en materia de seguridad energética? Lo que acaba de pasar en diciembre de 2024 marca un hito en la historia del país. Acabamos de perder nuestra autosuficiencia energética, particularmente en el concepto de gas domiciliario. ¿Por qué? Ya tenemos un déficit proyectado para 2025 del 8%, para 2026 del 20%, del gas natural que se produce en Colombia. Y por eso, desde diciembre, se empezó a inyectar gas natural licuado, importado. Este es un gas que por un lado, para importarlo y licuarlo hay que llevarlo a menos 162 grados, esto demanda energía, transportarlo demanda energía, regasificarlo demanda energía, María Jimena. Entonces vamos a tener un gas que se va a inyectar al sistema con más emisiones que el que se produce en el país. Si lo que se buscaba al renunciar a los nuevos yacimientos de gas y a los nuevos campos de gas en el país era reducir emisiones, el efecto está siendo completamente a la inversa. Colombia necesita recuperar su autosuficiencia energética para no tener problemas que respondan a las volatilidades del mercado. Yo estoy pensando, por ejemplo, qué ocur a ocurrir en el año 2025 y en el 2026, cuando no tenemos unos contratos en firme a largo plazo del gas, cuando estamos comprando cuotas diarias o mensuales de este gas natural licuado. Seguramente eso va a hacer que el costo, tanto del gas que se utiliza en las casas para las estufas, para los calentadores, el gas que se utiliza para alimentar los vehículos, va a subir de precio, sin duda. Y también el de la energía eléctrica, porque las térmicas de gas y de carbón, obviamente al inyectar al sistema y ser mucho más caras, eso va a ir seguramente también impactando en el costo de la energía. va a ir seguramente también impactando en el costo de la energía. La autosuficiencia energética no solamente es un sinónimo de la resiliencia que puede tener el sistema económico del país, sino que también es indispensable para pensar en el futuro de la descarbonización. ¿Pero qué fue lo que pasó? ¿Por qué llegamos acá? Bueno, hay que ser muy honestos con el diagnóstico, pensar que simplemente las responsabilidades del gobierno Petro no es correcto, no responde a la evidencia. Tenemos una tarea trazada de varios gobiernos atrás, que se confiaron en que lo que planearon se fuera a ir ejecutando y no se resolvieron los problemas a tiempo. Se olvidó que los proyectos de generación de energía solo son exitosos cuando van de la mano con las comunidades. Y se hicieron planes desde las oficinas, se hicieron proyectos muy interesantes, pero al no generar esas conciliaciones, número uno, y al no tener un seguimiento adecuado de ese déficit que se fue generando, estamos en este rezago que hoy el gobierno por un lado intenta desatrasar pero por el otro también tiene ahí un asunto bien complicado porque al no permitir nuevas exploraciones de petróleo entonces eso como que no logra reconciliarse con su propuesta de desatrasar Una de las diagnósticos que ha hecho el presidente Gustavo Petro que muchos científicos y expertos dicen que no es el acertado, es que él echa la culpa de la crisis del sistema a las generadoras. Bien, eso es súper interesante, voy a decirlo. Las ha comparado hasta con Pablo Escobar. No estoy de acuerdo con el discurso que ha manejado el presidente Gustavo Petro de señalar que el costo de la energía responda simplemente a una corrupción de los generadores o una especulación de los generadores. El precio del kilovatio hora que se paga en las casas no solamente responde a la generación, también tenemos un costo asociado a la transmisión y ya hablamos que tenemos unas redes que necesitan ser modernizadas. Lo otro, restricciones del sistema, también incrementan ese precio. Y miremos también lo que ocurre con la comercialización y la distribución. Las conversaciones sobre el costo de energía en el país deben ser mucho más técnicas y deben tener en cuenta todas estas variables y no simplemente apostar a sacar la carta de que esto es un asunto de corrupción. Bueno, entonces el gobierno Petro buscando alternativas ha planteado también la idea de que las propias comunidades generen su propia energía. ¿Cómo ve y se llama esto? Comunidades energéticas. Comunidades energéticas. ¿Usted qué opina de esa idea, presidente? Los sistemas de autogeneración en las zonas no interconectadas son fascinantes, pero ¿cuáles son los problemas? Eso no es pensar simplemente que se instalan los paneles en los techos y se les resolvió la vida a las personas. Se necesitan sistemas de almacenamiento, es decir, sistemas de baterías, que son muchísimo más caros que los paneles. Segundo, se necesitan sistemas de mantenimiento, de constante auditoría de cómo está funcionando el proceso. Esto obviamente necesita la colaboración de las comunidades, pero también el acompañamiento del Estado colombiano. Ahora, es indispensable también pensar en los recambios que pueden tener estos sistemas. Entonces, el pensar que simplemente a la gente se le van a entregar unos paneles es una óptica insuficiente. Una perspectiva egoísta de pensar en las soluciones de instalar paneles en los techos, es decir, la gente ya tiene luminarias, pues no, las personas también necesitan refrigeradores, las personas también necesitan otro tipo de electrodomésticos y eso demanda una alta cantidad de energía y por eso ahí los sistemas de almacenamiento que son de alto costo también deben ser tenidos en cuenta. ¿Quién va a pagar ese costo de esa implementación y quién va a pagar el costo de los recambios? Y el último punto, una de las grandes restricciones que pueden tener las comunidades energéticas, el desarrollo de las comunidades energéticas, es que no se cuente con la tecnología de contadores bidireccionales, que permitan que no solamente la energía ingrese de la calle, sino que se le pueda inyectar energía al sistema. Entonces, alguien puede tener una idea, en un pueblo, en una ciudad de Colombia, bueno, en el barrio vamos a hacer una comunidad energética, ok, pero como estamos tan quedados en ese recambio de los contadores en los hogares, nos genera una limitación para poder también desarrollar esos proyectos. En Colombia necesitamos renunciar a una idea y es que la minería de metálicos es enemigo de las energías renovables no convencionales. Minería y energía renovable es incompatible. ¿Por qué razón? Un ejemplo, por cada 3 megavatios de capacidad instalada para la eólica se necesitan 4.5 toneladas de cobre, 330 toneladas de acero y 1.200 toneladas de cemento. Y es obvio que para poder fabricar ese acero que acabo de denunciar se necesita carbón siderúrgico. Lo que necesitamos es que Colombia desarrolle proyectos de minería de metálicos que apunten a mayor rigor ambiental. Pero no pensemos que el futuro está en renunciar a esos minerales estratégicos que nos van a permitir descarbonizar la economía. La mejor ecuación ambiental que pueda hacer el país no es renunciar a los proyectos de gas y petróleo nacionales y pensar que introduciendo ese gas natural importado y el petróleo importado la cosa se va a resolver. Porque esas cuotas de importación tienen una mayor intensidad de emisiones y así va a ser imposible descarbonizar nuestra matriz. Digamos, esta política que planteó el presidente Gustavo Petro, que no tiene hoja de ruta, que tiene solamente un diagnóstico con el que estamos de acuerdo, hay que hacer transición energética, pero ¿cómo? Él ha insistido en que no se va a privilegiar la exploración del petróleo y tampoco la del gas, porque por eso estamos importando. petróleo y tampoco la del gas, porque por eso estamos importantes, ¿cómo es que uno puede hacer transición energética sin el gas y también sin el petróleo? Para hacer la transición energética se necesita la plata en el bolsillo. Y desafortunadamente las señales que está enviando al mercado de la energía el gobierno no son las mejores. No solamente para los energéticos fósiles, sino también para las empresas que desarrollan proyectos de energía renovables no convencionales. Ojalá el gobierno cambie de estrategia para dialogar, para construir y también genere los estímulos tributarios necesarios que impulsen la entrada de estos proyectos. Porque se está cayendo la inversión, ¿verdad? Totalmente. ¿Cómo podemos evidenciar que está cayendo la inversión en el sector energético? No tenemos nuevos proyectos de energías renovables no convencionales. Hay anuncios de muchas empresas de renunciar incluso a proyectos que ya les habían sido adjudicados. Y muchas empresas que estaban pensando en invertir en Colombia lo están pensando dos veces. ¿Por qué? Porque las reglas de juego se cambian constantemente y esa incertidumbre nos puede costar a futuro mucho, mucho, no solamente en términos de dinero, sino también en impacto ambiental. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. ¡Gracias por ver el video! Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias.