En este episodio, Juan Pablo Raba nos invita a su espacio "Los Hombres Sí Lloran", un podcast dedicado a explorar la salud mental masculina y desafiar los estigmas asociados. En esta conversación, nos acompaña Pedro, un reconocido chef que comparte su viaje personal de superación, adicciones y sanación emocional. Esta narrativa ofrece un vistazo íntimo a sus luchas internas y relaciones familiares, iluminando la importancia de buscar ayuda y romper el silencio en torno a la salud mental.
Capítulos
Familiares Influencias y Crianzas Tradicionales
Pedro narra su infancia en una familia tradicional. Describe la influencia de su padre conservador y su madre, quien cargaba con traumas de la Guerra Civil Española. Esto influenció su percepción de la masculinidad y emociones, creciendo en un hogar donde las lágrimas y la vulnerabilidad eran vistas con escepticismo.
Crisis Personal y Adicciones
La muerte de su madre desató para Pedro una serie de adicciones. Habla de su intento de suicidio a los 23 años y de su viaje hacia la recuperación, que comenzó con varios intentos fallidos hasta que logró entender su relación compleja con las adicciones.
El Camino a la Recuperación y Redefinición Personal
Pedro comparte su proceso para sanar relaciones familiares, especialmente con su padre, al reconocerlo como otro adicto, pero al trabajo. Este reconocimiento fue crucial para su cura emocional, permitiéndole cerrar capítulos pendientes y enfocarse en reconstruir su vida personal y profesional.
Reconstrucción Familiar y Profesional
Tras su recuperación, Pedro comienza a sanar la relación con sus hijos y a alcanzar estabilidad emocional. A través de una nueva perspectiva, se compromete a no repetir patrones pasados y a ofrecer un entorno más sano a su familia.
Reflexiones sobre la Industria Gastronómica y Adicciones
Comparte cómo la presión en la industria gastronómica contribuyó a sus adicciones. Analiza las representaciones mediáticas de las cocinas profesionales y confirma su autenticidad, reconociendo cambios actuales hacia prácticas más saludables.
Conclusión
La historia de Pedro nos enseña la importancia de enfrentar nuestros problemas internos y buscar ayuda profesional para sanar. Su viaje refleja que la vulnerabilidad no es una debilidad, sino una fuerza que nos permite superar adversidades y construir relaciones auténticas y significativas. "Los Hombres Sí Lloran" continúa abriendo espacios vitales para conversaciones necesarias sobre salud mental.
Menciones
- (Persona) Juan Pablo Raba
- (Persona) Pedro Chef
- (Org) Celia
- (Lugar) Colombia
- (Lugar) Brasil
- (Lugar) Uruguay
- (Lugar) España
- (Lugar) Argentina
- (Lugar) Valencia
- (Org) Universidad de Mackenzie
- (Org) Narcóticos Anónimos
- (Org) Alcohólicos Anónimos
- (Org) Universidad de la Tadeo
- (Concepto) Salud mental masculina
- (Concepto) Adicciones
- (Concepto) Crisis de mediana edad
Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a Celia, plataforma líder en Latinoamérica para el cuidado de la salud mental y el bienestar emocional, te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal mientras yo navego por una crisis de mediana edad y comparto el impacto que ha tenido en mi bienestar emocional junto a Celia, cada miércoles traeremos conversaciones sinceras con amigos extraordinarios y entrevistas con expertos que nos ofrecerán consejos prácticos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y buscar ayuda Los hombres si lloran donde la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza Pedro Chef, como yo te digo. Bienvenido a este, que es tu espacio también, Los Hombres y Lloran. Y pues como su nombre lo indica, lo único que pretendemos es romper tabús alrededor de la masculinidad, de lo que significa ser hombre, si es que tiene algún significado, y sobre todo poner sobre la mesa y normalizar las conversaciones sobre salud mental masculina, y al hacerlo creo que también estamos normalizando en general las conversaciones sobre salud mental, así que gracias, gracias por haber aceptado esta invitación hermano. No Juanito, pues feliz de que me hayas invitado al espacio. El título para mí es bien difícil, porque cuando hablamos de los hombres, sí lloran. Yo, por ejemplo, personalmente, en mi vida privada o en mis emociones, para mí es muy difícil llorar. Yo solamente lloro en las películas, pero me lloro en todas las películas. Digamos que las lágrimas mías conectadas con la emoción se desplazan a cuando estoy viendo una película. Para mí llorar con algo personal es muy, muy difícil de hacerlo. ¿Por qué? ¿Por qué crees que sea eso? No tengo ni idea. Sin juzgar, simplemente porque... No, no tengo ni idea. Y digamos que yo llevo 15 años trabajándome a mí mismo a través de un tema de adicciones, saliendo, digamos, como de esa parte oscura, pero la parte de poderme desahogar desde el llanto nunca ha sido fácil para mí. No quiere decir que no me desahogue, pero digamos que las lágrimas en mi vida vienen a través de momentos lúdicos cuando estoy viendo alguna película. Puede ser la película más boba y lloro como como una magdalena pero en mi vida diaria no no sé por qué crees que pueda tener algo que ver con tu entorno familiar cómo fue cómo fue tu infancia pues digamos que mi infancia fue dentro de lo que se llama normal no es cierto en las épocas que nosotros éramos pelados. Yo soy modelo 72, vos qué modelo sos? 77. 77, esto es un pelado. Digamos que yo vengo de una familia, un padre paisa, de Fredonia, Antioquia, recto así, impecable en su actuar, pero muy retrógrada también, demasiado tradicionalista, machista, digamos como se veía ese machismo y ese arraigo a las tradiciones así súper marcadas y súper fuertes. Y mi madre, una mujer española, digamos que con muchos traumas, ella nace en plena guerra civil española, con muchos traumas, ella nace en plena guerra civil española, muy maltratada, no solamente por la violencia del momento que vivía, sino también por la relación tan tóxica que tenían en su casa, porque mi abuelo muere cuando mi madre era muy pequeñita, ella sufre muchísimo de bronquitis y termina con unos problemas de salud bastante grandes. Mi abuela, digamos que se aísla de la casa y una hermana de ella es la que toma como, digamos, el matriarcado de ese hogar. Con una situación muy compleja entre ellas dos, mi madre a los 16 años sale a hacer la América, en esa época se decía hacer la América, pues salían las oportunidades, se casa con el primero que le pasa por la puerta de la casa y se van a hacer la américa a brasil y la casa ya llega a brasil casa y no con tu abuelo no no con mi papá o sea mi madre a tu madre casi en tu madre casi yo voy rápido hay parque sino si no tenemos cuatro temporadas de durar todo lo que tenga que durar, tranquilo su madre llega de 16 a Brasil llegan a Brasil buscando la América mi padre por otro lado digamos que estudia en Medellín termina colegio en Bolivariana empieza la universidad acá, arquitectura era era bien caspita se mandan una cagada, le cancelan digamos que la matrícula acá y casualmente encuentra una beca para estudiar en la Universidad de Mackenzie en Sao Paulo. Entonces él viaja. Es maravilloso. A Brasil, te estoy hablando de hace 60 y punta de años. O sea, hace mucho tiempo. hace mucho tiempo, y empieza una relación, digamos que muy, un enamoramiento, se me va la palabra ahorita, pero se enamoran en una relación totalmente abstracta, por decirlo de alguna manera, porque no podían conectarse desde un noviazgo real, porque mi madre estaba casada, estaba embarazada de mi hermano, y empiezan a hacerse amigos porque se encuentran en un parque al frente de la universidad de mi padre, y se dan cuenta que los dos hablan español, entonces empiezan una serie de conversaciones, un amor platónico. Una relación platónica. Sí, una relación totalmente platónica, entonces ahí encuentro un maltrato que venía mi madre con su pareja, con mi hermano, con todas estas cosas, ellos a ella, a su marido lo trasladan a Uruguay, digamos que ya nace mi hermano y mi padre pues totalmente enamorado y enloquecido, a pesar de ser digamos que tan tradicionalista y tan machista como te lo estaba diciendo, en esa época era totalmente libertino, entonces se monta en un bus, se va para Uruguay, agarra a mi mamá, le toca la puerta y le dice camine que nos vamos, y ella le dice listo, empacan con ese bebé, le dejan una carta al man y se vuelan para Brasil y esto es una relación pues que nace de algo así, estoy hablando de 65, 60 y sí, como 63, 64 años y así empieza digamos la familia que me acoge a mí en ese momento o los padres que voy eligiendo como dicen que uno elige los padres,, digamos que yo elijo este par de figuras. A esas figuras. Y entonces pues crece mi hermano, pasa todo, ya mi papá se termina graduando de la universidad, se tienen que venir a Colombia, porque ya digamos que terminan esa etapa y ya dicen, bueno, ¿y cómo salimos de Brasil? Tenemos un niño, el papá no sabemos dónde está, lo tratan de buscar, ahí sí, como para encontrarlo no lo encuentran, entonces les tocó cruzar de Brasil a Colombia por el Amazonas en esa época, de Manaos a Leticia, entraron ahí. Entonces digamos que ahí se empiezan a cargar una serie de cosas y una información genética, familiar, de esa deuda tan grande que tiene mi madre con mi padre por haberla salvado, y mi padre también de ser como el héroe de la historia, estamos hablando de hace 60 y pico de años, entonces se crea una relación donde mi madre casi que está muy dependiente siempre de mi padre. ¿Cuántos años tenía tu hermano en ese momento? Pues yo tengo en ese momento 52 años, mi hermano tiene 65. Y en ese momento mi hermano tenía 6 o 7 años cuando viajan ya para venirse a Colombia. ¿Cómo habrá sido eso para tu hermano? Loquísimo, pero mi hermano fue un trauma muy grande porque digamos que le imponen una figura paterna, de cierta manera, y él era muy chiquito como para apreciar ese tema y pues esto crece digamos con un padre imaginario pero con una figura paternal también, para él fue muy difícil y yo creo que años después pues lo vimos, lo vimos. Y yo creo que años después lo vimos. Es más, haciendo como un paréntesis a la historia, mi madre murió cuando yo tenía 17 años y mi hermano empieza a escribir en la Embajada de España y encuentra a nuestros parientes, encuentra a nuestros tíos y a raíz de eso encuentra a su padre que seguía en contacto con la familia de mi mamá y él después de todo ese tiempo se reencontró con su padre y digamos que pudo sanar esa relación con el padre que también fue muy bonito pero pues digamos que volviendo como una película para escribir y entonces claro mi casa era un lugar donde mi padre era súper serio, súper estricto, era workaholic, que en ese momento nadie decía... O sea, pasó de ser caspa, romántico y apasionado a volverse esa figura... Pero todo eso que pasa allá en Brasil se le olvida y ya cuando pisa Colombia vuelve a ser el señor conservador, trabajador, tradicionalista, a pesar de todo lo que han vivido, como que se les olvida esa parte. Entonces yo nazco en una familia mucha pala, antigua, muy tradicionalista, mi padre tiene la última palabra siempre en todo, en la casa, empieza a tener mucho éxito en construcción, en arquitectura, en Bogotá, crea una empresa muy importante en su momento y yo pues voy creciendo, mi hermano cuando yo tengo seis años se va a estudiar Biología Marina y obviamente pues lo trasladaban en la Tadeo, lo mandaban a Cartagena, entonces digamos que ese contacto con mi hermano se vuelve como distante, porque pues es como mi héroe, Marica del Man, pues él pinta, el biólogo marino, el parchado, la moto, todo, pues toda la juguetería, pero siempre de lejos, él venía, pues solamente teníamos interacciones en vacaciones, y vamos creciendo con ese tema, yo crezco con un miedo muy grande hacia mi papá, por esa forma tan estricta de ser él, y a los 17 años mi madre muere, a raíz de todas esas enfermedades respiratorias que ha tenido, desde la niñez, y quedo yo como con mi padre solo con tu papá sí porque mi hermano digamos que estaba pero pues siempre estaba de lejos entonces como que la relación fue bacana pero distante tú sabías cómo era esa figura tú sabías que tu hermano no era hijo de tu papá, o sea, se hablaba abiertamente. Sí, eso se sabía, pues eso no era algo que se guardara en el tema, claro, y eso se vuelve, digamos que, un despelote cuando se muere mi mamá, mi hermano encuentra a la familia de mi madre, hacemos un acercamiento, digamos que mi tía en ese momento sigue igual de rencorosa con mi madre, yo me acuerdo que tengo una conversación de no fueron más de cinco minutos por teléfono con ella y en esos cinco minutos lo único que hizo fue hablar mal de mi mamá entonces pues yo digo pues sí o sea tía no me interesa un culo para nada que estés en mi vida chao y yo corto pero mi hermano si tiene esa necesidad de conectarse y de buscar sus raíces. Entonces, él sigue en esa relación, encuentra a su padre, pues sana a su padre después y yo empiezo, digamos, en ese momento, para mí fue como una inflexión muy grande. Pero yo tengo un paréntesis ahora. Muere tu mamá. Muere mi madre. Muere tu madre. ¿La pudiste llorar? Tranquilo. No. No, o sea, tu papá, por tu papá o porque no te salió a ti. No, mi madre yo la vine a llorar y eso es bien interesante lo que me dices, yo la vine a llorar, ya no hay mate, me lo tomé. Mi madre yo la vine a llorar como a los cuatro meses de que se muere, porque casi que yo me hago responsable de mantener toda la relación familiar junta, a mi padre, a mi hermano y a mí. a mi padre, a mi hermano y a mí. Entonces digamos que yo casi que hago un poco el papel de la mamá de hacer el mercado, de estar pendiente de las cosas, de mantener el hogar unido. Mi padre y mi hermano se desploman totalmente con la muerte de mi mamá y yo me quedo bloqueado. Entonces a los cuatro meses tengo una búlcera y ahí se desencadena como todo ese duelo que no lo he podido vivir y arranca digamos una etapa en mi vida que es donde se desencadena o se despierta la adicción en mí. Yo después de muchos años de terapias y de cosas, identifiqué que el momento donde se activa la adicción en mi vida es a raíz de la muerte de mi madre y de esa pérdida. Tremendo, pero entonces, ¿puedes por fin tener ese duelo? ¿Y de qué forma entran a tu vida esas adicciones cuando además te estabas como ocupando? Digamos que inicialmente, la adicción es progresiva. Tú no te vuelves, no sé, un junkie de un día para otro, ¿sí? Uno arranca, entonces, digamos, el relacionamiento social que tenemos con el alcohol en Colombia, pues, uno ve, no era el caso, mi padre no tomaba trago, por ejemplo, ni fumaba, ni parrandeaba, ni era perro, mi viejo era de la oficina al trabajo de la oficina a la casa de la casa al trabajo era un man así, súper recto, entonces también era como un patrón muy difícil a seguir, que tú lo veías y era prácticamente perfecto porque los defectos de carácter uno no los ve, y uno se los come y se los reprime, como yo mi relación con mi papá era cómo va el colegio cómo van las cosas, bien, mal, sí, no, chao, esa era la relación que tenía. Toda la relación, digamos, era con mi mamá, que era mi mejor amiga, la más cercana, entonces cuando ella falla, pues cuando ella falta, perdón, pues a mí me toca como adaptarme a conocer a mi padre en una relación de un año, porque él se casa al año con otra persona que se vuelve mi segunda mamá, digamos que ahí también hay un reemplazo de la madre de cierta forma, porque no ha habido un duelo hecho de la manera correcta, y yo me adapto muy fácil a esa mamá porque se vuelve, digamos, ese escudo con mi papá, o ese filtro con mi papá, que ese escudo con mi papá, o ese filtro con mi papá, entonces sigue como una relación, el duelo nunca se termina de hacer, digamos, de cierta forma, y siempre hay un miedo hacia mi padre y un respeto y una cosa muy difícil. ¿Por qué miedo? Es que me lo has dicho varias veces, ¿por qué le tenías tanto miedo a tu papá? Porque mi padre era una persona muy violenta, cuando reaccionaba, yo me acuerdo que mi papá me pegó tres veces en la vida todas por malas calificaciones pero fue unas palizas horribles entonces yo le tenía pánico a mi vida calificaciones sí y digamos que como que ahí vamos a esas relaciones no su única obligación es estudiar y sacar buenas notas y eso era lo que le decían a uno en la casa en ese momento entonces claro yo bien mal estudiante viendo el papá que fue caspa y que lo sacaba de universidad pero esa parte del caspa no la conocíamos y no la entendíamos tampoco la viene entender uno después de muchos años de terapia la cultura tradicional paisa conservadora o la cultura tradicional conservadora colombiana, pues nos da una información que de cierta forma está errada, o está errada en muchos campos. Entonces, pues uno quiere imitar al padre, pero entonces yo no quería estudiar arquitectura, ni quería ser ingeniero, ni quería ser abogado, ni quería ser arquitecto. Mi conexión, digamos, de oficio va desde mi madre con la cocina. Entonces yo quería ser cocinero. Entonces en quinto de bachillerato mi viejo me pregunta, bueno, ¿usted qué va a estudiar? Yo estudiando en los cerros en el colegio de Lopus Day, bien caspa que era. Eras caspa también. Era una caspa, la hijueputa. Obvio que sí. Que sí. Pues con ese nivel de presión en la cara uno o sale yo salía, pues mejor dicho ejemplo, yo tenía mochila guardada en la portería de mi casa para ponerme la pinta que no me dejaban poner en mi casa a ese nivel, entonces empieza uno a jugar como una doble vida sin darse cuenta para supuestamente llevar la vida correcta de casa, no puedo estudiar lo que quiero y tampoco tengo otra opción entonces arrancó y pasó por seis universidades tratando de estudiar administración de empresas 17 años se muere mi mamá cuando estoy en sexto de bachillerato en ese en ese momento donde uno dice bueno ahora sí que va a estudiar y yo ya menciono gastronomía, menciono cocina y eso pues obviamente mi viejo me dice eso es para maricas, o sea, de entrada, cerrado así entonces yo trato como de darle gusto a mi papá estudiando, pero pues yo no quería estudiar y no tenía las herramientas para frenar a mi papá y decirle viejo, o sea, yo quiero hacer esto y esto es lo que me llena o esto es lo que me nutre a mí y no se da. Entonces trato de pasar por universidades. Tengo un intento de suicidio. ¿Con qué edad? 23 años. No, pero se acabó de saltar. No, es que por eso te dije que eso es como si pegamos un asalto. Entonces, rebobinemos un momento como ese momento donde crees o tienes identificado que entran las adicciones a tu vida. O sea, 17, estás en tu duelo tratando de reemplazar de alguna manera esa figura y se abre la puerta a algo desconocido como, supongo, que empieza por el alcohol. Claro, yo paro como a los 36, 37 años, paré mi consumo. ¿Listo? como a los 36, 37 años paré mi consumo. ¿Listo? Ahí, en ese momento, cuando hago mi último tratamiento de adicciones, ahí identifico que las adicciones se detonaron con la muerte de mi madre. Pero pues me demoro de los 17 a los 37, 20 años en darme cuenta de eso. Y donde empieza gradual, como dice como dice en Narcóticos Anónimos, es una enfermedad progresiva incurable y mortal pero eso uno lo entiende porque tú tienes que vivir con tu enfermedad y eso es lo bonito pues del programa porque además es un programa netamente enfocado en la parte emocional es un programa de desarrollo emocional para Narcóticos Anónimos y Alcohólicos Anónimos es la conexión con tu poder superior como tú lo puedas identificar, porque no hablamos de religiones, pero cómo buscas esa espiritualidad para ayudarte a conectar con ese vacío interior que tú tienes para poder salir adelante. A mí cuando me dicen, ¿a dónde duelen las adicciones? Duelen acá, en el centro del pecho, es un vacío que no te deja respirar. O sea que casi que si hay un punto físico en tu cuerpo donde lo logras identificar, pero es netamente emocional y espiritual. Entonces es un tema bien complejo de desarrollar, aparte pues del tabú social que tenemos de las adicciones. Somos una cultura bien alcohólica. Demasiado. Aquí uno encuentra familias que a los 12 años le sirven el aguardiente del chino para que sea macho. Tómese un guaro para que sea berraco como su papá, carajo. ¿No? Entonces, eso no pasaba en mi casa. Mi casa era al contrario. Mi viejo no se tomaba un trago. Entonces, yo arranco, digamos... ¿Por alguna digamos una razón específica no tomaba o si me hago el alcohólico y mi tío es adicto rehabilitado también entonces claro todas esas taras y todos esos bloqueos que tienen por eso digo yo que esa carga genética que nos vamos montando nosotros encima, si no la sanamos, pues yo no le puedo echar la culpa a mi papá ni le puedo echar la culpa a mi abuelo. La responsabilidad es mía en esta vida y en este momento de sanar mi linaje para que mis hijos no tengan que cargar eso. Así es. ¿Tienes un intento de suicidio a los 25? A los 23 más o menos, claro, yo estudiando, llevo 6 universidades, termino con una novia que tenía, me siento totalmente solo en el mundo, totalmente mi madre muerta, no he hecho el duelo de la manera correcta, tengo que enfrentarme con mi padre, que digamos que era una situación muy difícil, pues yo intento cortarme las venas y estaba muerto en vida, o sea, fue un tema realmente muy heavy porque yo me cortarme las venas y estaba muerto en vida, o sea, fue un tema realmente muy heavy porque yo me corté las venas viviendo en Boston, mi exnovia que llevábamos tres meses terminados, pasa por el apartamento mío, ve luz y dice, pues pucha, yo tengo una ropa acá todavía que no me he llevado, timbra, nadie le abre y dice, no hay nadie, abre la puerta, entra y a mí me encuentra muerto en el baño, o sea si mi novia no entra yo me hubiera muerto. 23 años. 23 años, entonces ahí digamos que hay un alertazo muy grande, yo me devuelvo a Colombia, eso fue pues un pedo en la casa, mi padre, Marta, mi segunda mamá, pues ella apoyándome en todo, mi padre apoyándome desde las herramientas que él tiene. ¿Cómo reaccionó él? Digamos, a mi papá le contamos cuando yo llegué a Bogotá, un amigo, Juan Carlos Dávila, llama a su mamá, su mamá llama a Marta, mi mamá, le cuentan todo, hacemos todo para yo devolverme a Colombia y cuando yo llego pues ya le cuento a mi viejo que me había tratado de cortar las venas, él no entiende, o sea no tiene las herramientas para entender eso, yo arranco un proceso de psicoanálisis con un terapeuta en Bogotá y termino trabajando con mi viejo durante un año y medio más o menos en la constructora, le digo yo ya no quiero estudiar, yo no me siento bien estudiando esto, pues hagámosle pues a la trabajada, como que vamos descartando la vuelta y yo tengo esa cocina ya súper guardada pero no soy capaz de expresársela, entonces empezamos a trabajar, me va súper bien trabajando con él, empiezo a manejar el departamento de compras de la empresa, tenemos unos muy buenos números y yo como que le digo al viejo, necesita ayuda, o sea, nosotros construíamos seis apartamentos diarios, necesito ayuda de alguien que me ayude con el departamento porque no doy abasto solo, entonces él vuelve y saca pues el, el, el, el, ¿cómo se dice? El gamonal, ¿sí? Yo a su edad manejaba tan y solo y esto y esto y esto y esto. Entonces volvemos a tener ese choque, yo como no soy capaz de hablar con él, no tengo herramientas para decirle nada, me quedo callado y me acuerdo que un día venía, perdón, venía de la casa para el trabajo para en el parque nacional ahí con la séptima como para bajar hacia la caracas y lo fue yo no soy feliz hace un año me corté las venas y sigo en la misma yo tengo que hacer lo que yo quiera y empiezo a buscar qué es lo que yo realmente quiero hacer y me vuelvo a conectar después de varios días con la cocina. Entonces tenía una plata guardada de la herencia de mi mamá, cito a mi viejo a un hotel en la 26, como buscando una zona neutra, y le digo, ya tratamos de trabajar juntos, ya traté de estudiar lo que quería, sino yo quiero ser cocinero. ya traté de estudiar lo que quería, sino yo quiero ser cocinero. Entonces él me dice, hágale, como diciendo, hágale, que aquí lo espero, que me va a fracasar y aquí me va a llegar, y ahí sí vamos a poner las condiciones como yo las quiero. Me voy a París, estudio en el Cordon Bleu, un éxito rotundo entre los mejores estudiantes de la escuela, empiezo como a construir ese sueño, pero siempre había una traba con mi viejo, o sea, mi viejo decía, está jugando mamacitas, jugando a la cocinita. ¿Te decía así? Pues sí, literal, me graduó con honores y sí, pero, consigo trabajo en Londres en un restaurante impresionante, consigo trabajo en Londres en un restaurante impresionante, sí pero siempre hay un pero de cierta forma él sin darse cuenta me va saboteando digamos mi futuro profesional y yo obviamente sin tener la aceptación de mi papá pues me lo voy saboteando también porque nunca me lo creo del todo nada suficiente y nunca le voy a llegar pues al señor tan juicioso y tan tal. Y tampoco me doy cuenta en ese momento que él es adicto al trabajo. Eso me costó muchos años. Entonces digamos que yo estudiando en París, conozco a la mamá de mis hijos, me caso, o sea, al mes le propongo matrimonio y obviamente ahí vemos claramente un escape a la realidad, porque va a llegar un punto donde le va a tocar volver a vivir con su viejo, llegar a Colombia, entonces, venga, yo más bien me caso, así no tengo que ir, ya monto mi hogar, así no tengo que depender de él, y ese es todo el bajazo mental. Tenía 26 años. También un poco hay una necesidad, yo también tuve un matrimonio fallido claramente, muy joven, y yo me identifiqué que era también una necesidad así, yo solo por el mundo resolviendo, pero también igual una necesidad muy grande como de hacer tribu, como de hacer familia, de tener compañía, como de no sentirme solo, ¿no? Finalmente. De no sentirme solo, ¿no? Finalmente. Porque es que yo ahí creo, Juanpa, que hay dos cosas. Cuando, digamos que tú ves una familia que supuestamente es una familia perfecta, un hogar perfecto, divino, el papá y la mamá llevan 30 años juntos, hay un hermano, hay un hijo, hay una, digamos, una comodidad económica, hay unos valores, hay unas cosas y todo se ve bien por encima, pero por debajo digamos que hay toda una maraña emocional bien compleja, pues uno dice, no, el que está jodido soy yo. Entonces, pues uno no tiene las herramientas como para soltarse y vivir la vida solo y asumir, y yo no las tenía, yo no sabía comunicarme, o sea, yo no era capaz de hablar, a mí me refutaban algo de una forma fuerte y yo me bloqueaba, por el mismo pánico que le tenía a mi viejo, y eso se traslada a la relación con la madre de mis hijos cuando me caso, porque ella tenía un carácter muy fuerte entonces cuando tengo discusiones con ella yo me bloqueo y ahí empieza a desencadenarse todo el tema de adicciones porque como lo que yo me callo de alguna forma lo tengo que lo tengo que liberar pues yo me voy liberando con el alcohol con las drogas un bareto perico y eso es eso va creciendo va creciendo va creciendo uno arranca a ser funcional y rompea y todo, es muy rico, pero ya luego te vas yendo a consumos en solitario, porque lo que quieres es hacer un escape de la realidad permanente. Entonces me caso con Nathalie, terminando la escuela de cocina, vamos a Argentina, nos casamos, nos vamos a Londres, ya siempre buscando como evadir el padre, y mi padre apoyándome bajo sus condiciones, pero uno sin herramientas para decir, venga, es que yo mi vida la quiero vivir así, pero nunca hay como esa forma de comunicarnos y de romper, digamos, esa relación tóxica que tengo con mi viejo. ¿Fue a tu matrimonio? Sí, claro. Eso era... No, pues íbamos, o sea, por eso te digo, de cara al público todo era maravilloso, pero siempre había un pero. Nunca era suficiente lo que yo hacía. Podía estar trabajando en el restaurante de Damien Hirst, en The Pharmacy, en Londres, marica, que era una locura. Ahí es donde trabajabas, en Londres. Y no es suficiente para él su concepto de empresa era industrializar una empresa de alimentos por ejemplo eso hubiera sido algo suficiente para él como cocinero pero pues las cosas no se dan yo quería tener mi restaurante entonces empieza uno como como en esa relación compleja encima no contento con la vuelta de una mala relación con el padre, sin sanar la madre, me meto en un matrimonio donde la figura paterna se la descargo a la mamá de mis hijos, a mi esposa en su momento, porque tiene un temperamento súper parecido al de mi viejo y yo me voy callando todo callando y eso va volviendo una bolita y que va creciendo presión total con una presión tenaz nos vamos de ahí argentina ahora un restaurante en argentina y es un éxito o sea a los seis meses de abierto de haber abierto calú era una fusión asiática y caribeña. En ese momento éramos tres cocineros en el mundo que hacíamos eso, Asia, Cuba, Nueva York, Norman Van Aken en Florida y yo en Argentina. A pesar de que Argentina lo es desde afuera muy cosmopolita, en moda, en arquitectura, son muy tradicionales para comer. Entonces el asadoado son las pastas son las empanadas pero a pesar de eso tenemos éxito tenemos los mejores reviews nos posicionamos como uno de los cinco mejores restaurantes de argentina yo empiezo a tener mucho mucho éxito y mucha exposición ya tenemos a paloma a mi primera hija no será argentina paloma si paloma y lo la nacieron en Argentina. Empiezo a tener una relación muy compleja con la mamá de los chicos, porque ahí, digamos, que la fama mía se vuelve un problema. ¿Cuántos años tenías cuando nace Paloma? Tenía 27 años. ¿Te cambian a que pasa algo en ti cuando nace ella? Sí, ahí digamos que cuando uno se entera que va a ser papá, eso es un cambio de chip muy bravo. El proceso del embarazo, uno como pareja, digamos que uno trata de entender ciertas cosas y trata de conectarse con ciertas cosas, pero hasta que tú no tocas a tu hijo, esa vaina cuando yo entré al parto, yo saqué a Paloma, esa vaina es como un chorro de agua fría, es como esas películas que hacen como un un rewind así super bravo, y como usted ahora qué va a hacer, es como le tiran el rewind y le dicen, listo papito, y ahora qué, y queda uno como pucha, qué responsabilidad que, entonces sigo camellando con el tema, una relación cada vez más compleja con la madre de mis hijos, obviamente yo sin herramientas para poder tener un diálogo y pues la comunicación es el éxito de cualquier relación, para crecerla, para terminarla para llegar a acuerdos y yo esas herramientas no las tengo en ese momento y encima pues con mi viejo que no tengo nada para hablar porque no tengo forma de comunicarme con él, muy solo en la vida, mi hermano, digamos, que de una forma distante también en una relación, entonces yo me refugio en el alcohol. O sea, ¿ya habías empezado terapia después del intento de suicidio? No, hice terapia después del intento de suicidio no hice terapia como para ese cada vez el caso puntual y ya pues digamos que vuelo ya me caso ya estoy sin terapia sin nada digamos que me pego unas perras sabrosas nunca desde la agresividad pero pues si tenía como exceso de alcohol en mi vida pero en esa época uno lo ve como este huevón, un parrandero, ya, nada más. Eso, digamos que se va acrecentando, ¿en qué manera? En que ya el alcohol no va de la mano del esparcimiento, sino va empezando a conectarse con el aislamiento. sino va empezando a conectarse con el aislamiento y ahí es donde va cambiando ese chip y donde esa esta enfermedad digamos que te va te va llevando por un camino ganando la partida sí porque lo que terminas es aislándote entonces ahí vamos muy bien en argentina económicamente pero la relación vamos saliendo adelante con el proyecto el proyecto va bien, la relación muy deteriorada cada vez más deteriorada ¿por qué se va deteriorando tanto? porque no tenemos comunicación y porque se nos volvió o sea, como que estamos viviendo con el enemigo y lo único que nos mantiene atados es una niña que acaba de nacer entonces ya no contentos con eso queda embarazada por segunda vez de Lola de nacer, entonces ya no contentos con eso, queda embarazada por segunda vez de Lola ahí se me junta todo una belleza porque se viene la crisis del corralito en Argentina nosotros ya teníamos el restaurante en Buenos Aires abrimos hotel en Punta del Este en Uruguay sí, un hotel boutique en Uruguay divino, o sea esto es igual que la vida te lleva a Uruguay a donde tu mamá en algún momento había también estado. Sí, ella estuvo en Montevideo, pero pues digamos que hay una conexión ahí muy espontánea. Montamos el hotel con el restaurante, un lugar divino, la cocina era al aire libre, un bar en una arboleda, pues era mágico. En la casa de un artista plástico muy importante, Nicolás García Oriburo, entonces digamos que el hotel era un museo, nos va súper bien, pasamos esa primera temporada, todo lo que habíamos ganado lo teníamos invertido ahí, y se viene la crisis del corralito, y de tres, de uno a uno, nos levantamos tres a uno, restaurantes de alto nivel, un Leo, un Carmen, a uno, restaurantes de alto nivel, un Leo, un Carmen, como para ponerlo en referencia, pues se corta la economía y todo el mundo deja de ir, embarazados de Lola, ahí me toca cerrar todo, me sale una oportunidad de ir a hacer una asesoría a Miami y allá consigo trabajo en el Ritz de Key Biscayne que acababa de abrir casualmente y movemos toda la familia, volvemos a otro escape geográfico, ¿por qué? porque seguimos sin construir herramientas, digamos si seguimos pues digo yo, sigo yo sin construir esas herramientas, entonces me voy yo para allá primero, luego se mudan Natalie con Paloma y con Lola, estamos ahí, ya el alcohol va haciéndome ella en mí, trabajo un tiempo en el Ritz con muy buenos resultados, me voy a asesorar a Archis que estaba en un plan de expansión allá. Ese alcohol, mientras tomas el mate, ese alcohol de alguna forma, porque insisto, pues estoy de acuerdo contigo, yo en un momento empecé a ser muy solitario, ese fue por ejemplo mi momento donde dije, no, pues tengo que hacer algo, fue estando solo, no estando de rumba, sino estando completamente solo, pero de alguna forma se trasladaba a tu hogar o a tu experiencia de hogar. Claro, pues es que eso ya afectaba, porque entonces yo, no sé, si cerraba el restaurante, por decir algo, a la una de la mañana, pues yo no llegaba a mi casa a la una y media, yo llegaba a las tres de la mañana, porque me quedaba solo bebiendo, a no llegar a mi casa, solo, bebiendo, a veces sí, me iba de rumba y con el equipo de trabajo, con los de los otros restaurantes y otra cosa, pero pues había como todavía, había una mezcla de socialización y aislamiento, pero eso se va reduciendo, cada vez socializas menos y cada vez te aíslas más, entonces vamos en ese proceso, cuando entro a Archis, como hacer todo el tema, empiezo a beber demasiado, eso me afecta laboralmente, tenemos una afectación en la casa también con el tema del alcohol, pero pues uno no lo reconoce todavía. Decidimos irnos a España, yo a reconectarme de alguna forma inconscientemente con las raíces de mi madre, unos amigos de la escuela de cocina habían abierto un restaurante en Valencia, entonces nos vamos como a probar suerte en Valencia, pero pues ya el matrimonio estaba hecho a pedazos. ¿En qué parte de Valencia? No, Valencia, la ciudad. Abrimos un restaurante en el centro de Valencia. Yo viví en Valencia 10 años, yo me crié allá. Bueno, en la calle Corona. Sí, claro. En todo el centro. Vivíamos en el centro histórico, en un edificio divino. Teníamos arcos romanos, pues en el restaurante, una vaina loca. Y abro mi segundo restaurante de cocinas de fusiones asiáticas y caribeñas, arrancamos súper bien, pero ya la relación estaba fracturada, quedamos embarazados de Jerónimo, de nuestro tercer hijo. Natalista, pero ¿me estaba completamente dedicada a la casa? ¿Eran socios, trabajaba contigo? Estaba dedicada en la casa eran socios trabaja en un 80% de la casa y en un 20% apoyar temas administrativos de los restaurantes y yo llama con ganas de separarme y nace jerónimo en valencia quedamos embarazados de jerónimo entonces pues uno sigue amarrando un hogar por un hijo, pero ¿qué pasa en la relación de las dos personas? y ¿qué pasa con ese tema? y uno también sin herramientas cree que yo me divorcio y me olvido de mi señora y eso nunca va a pasar, cuando tienes hijos de por medio yo me divorcio de mi relación de pareja con mi señora pero sigo con una relación de por vida con la mamá de mis hijos. Y eso es lo que muchas personas hoy no entienden cuando dicen, si esta vaina no funciona yo me divorcio. No, pero piense bien porque si tiene un proyecto de vida donde quiere tener hijos, eso no va a ser tan así. Y volvemos a la falta de información que tenemos desde el tema de inteligencia emocional y seguimos más pegados como a los patrones antiguos de que los hogares se mantenían a punta de imagen. A la berraca, porque sí, a la brava. Entonces, ya ahí se arma un despelote en Nacejero, a los seis meses nos divorciamos. Yo, digamos, en ese proceso tuve varios temas de infidelidades por la desconexión que tenía con mi esposa y sin poderla hablar. Entonces, pues, mi salida era conectarme con otra persona simplemente buscando un escape, de la misma forma que buscaba el alcohol, porque no me encontraba a mí mismo. Si yo no me encuentro a mí mismo, pues nunca voy a poder estar bien ni con mi esposa, ni con mis hijos, ni con mi equipo de trabajo, con nadie. Ella se devuelve a Argentina con los chicos. Con los tres. Sí. Y ahí ya hay un duelo gigantesco en mi vida porque yo siento que pierdo a mis hijos de alguna forma, que los perdí y me tiro a matar. Ahí sí ya me tiro, mejor dicho, con toda en alcohol y en drogas. ¿En España seguías tú? En Valencia. Me llevo mi restaurante por delante. Yo creo que estamos en la misma época en Valencia y Valencia no era un chiste la rumba. No, pero Valencia imagínate el lugar súper sano. No era un chiste la rumba. La ruta del bacalao, nada más ni nada menos. Puzzle, supongo que habrás estado en Puzzle. Obvio, obvio. Sí, sí, sí obvio seguramente por ahí estuvimos rumbeando juntos de pronto en algún momento compartimos alguna sustancia sin saber total entonces ahí pierdo todo ¿no es cierto? me devuelvo a Colombia ¿cuántos años tenías ahí? pucha, ahí estaba por los treinta y treinta y dos años todo muy rápido un rush muy bravo me devuelvo a Colombia lo que nunca quise hacer me tengo que retirar de la cocina empiezo como a reconectarme y a sanar acá, como que ya entiendo que hay un tema de adicciones, pero no lo quiero reconocer con un psiquiatra acá, un poco llevado al extremo. Pero llevando a eso, como que antes dijiste, me tiré a matar, ¿en qué momento dices, en qué momento paras? Porque ese es un momento muy difícil de reconocer en la adicción y en la espiral. Bueno, ahí, ¿qué pasa? Yo antes de venirme de valencia a colombia tenía una novia en valencia entonces volvemos a la misma cosa me pego a esa novia para volverme a reconstruir supuestamente un hogar porque no me siento identificado con el hogar que tengo en mi casa con mi padre entonces estoy ocho meses limpio acá y digo no, yo definitivamente quiero un proyecto de vida con mi novia, que además digamos que fue la desencadenante del divorcio porque arranca una relación dentro de mi matrimonio con esta persona y obviamente digamos no es la culpable del divorcio, pero es lo que lo desencadena, esa relación, ya todo estaba llevado del putas. Entonces me devuelvo allá, estoy limpio, todo súper bien, sin meterle programa, simplemente escapando de acá y como a punta de fuerza, voluntad, yo soy suficientemente de arranco, arranco la relación, empiezo a trabajar en un proyecto muy bonito que fue el America's Cup, la Copa América de Vela. Me contratan como chef ejecutivo de Alingui, que eran los campeones mundiales que estaban defendiendo el título. Esto es un tema muy loco porque... ¿En Valencia? En Valencia, porque son carreras que duran dos años. Bueno, yo era el jefe de Alingui. Lo perfecto porque te acuerdas que reconstruyeron toda la parte del puerto y todo eso. Todo eso. Yo en esa época justo creo que me fui, pero me acuerdo eso. Bueno, ahí estaba yo manejando la base de aling y entonces eran eventos todas las noches los patrocinadores eran una locura entonces no se venía y hubiese que era patrocinador y nos traía a 100 mil 100 billonarios de china que venían a la base a unas fiestas para ver las carreras y entonces me tocaba hacer los eventos y era una cosa increíble. Yo peleando con mi adicción, un día un vinito, bueno, salió del putas el evento, sí, bueno, hágale un vinito, un vinito va, dos, tan, tan, a los cuatro meses otra vez lleva. Entonces ahí me retiro y decido ya devolverme del todo a Colombia y a tratar de sanarme. Entonces a tratar de sanarme a mí, de sanar la relación con mi viejo, de recuperar a mis hijos, o sea, todo al mismo tiempo. Entonces, paso por distintos internados hasta que finalmente en Siquema, en Bogotá, logro frenar, logro parar. ¿Y dices a tu papá en un momento que eras un adicto? Sí, claro. ¿Y a tu papá entra? Y mi viejo me ayudaba desde lo que podía, desde las herramientas que tenía. Entonces logro frenar los primeros tres años limpio, fueron los últimos tres años de vida de mi viejo. Entonces fue muy bonito porque cuando ya logro sanarme yo, entiendo que mi viejo es un workaholic y ya tengo un punto de conexión con él, marica somos iguales, entonces entiendo que la única forma de relacionarme con mi padre es a través del trabajo, entonces sanamos la relación a través del trabajo en unas fincas en Córdoba y ahí reconstruimos la relación en esos últimos tres años de vida, él se lo lleva un cáncer, una vaina súper dolorosa, pero logramos sanar todo y como que no quedé yo en deuda con esa relación con mi padre y sanarlo. Y ahí, a raíz de lograr sanar eso, empiezo yo a reconstruir la relación con mis hijos y a tratar de sanar esa relación con mis hijos y a tratar de reconstruir mi parte, digamos, profesional. Sin estar en la cocina nuevamente empiezo como a volverme como como a recoger y a reconstruir agarrar ese es ese y cómo se iba a decir crucigrama pero no es un programa un rompecabezas rompecabezas a rearmar ese rompecabezas de mi vida o de mi ser para poder salir adelante. Entonces, lo primero es que no tengo ni idea de hablar. No sé hablar, no sé comunicarme. Entonces, o decía las cosas desde la culpa o desde la rabia. Siempre a la defensiva. No era capaz de expresar mis emociones de la manera correcta, entonces empiezo a reaprender toda esa vuelta. ¿Con terapia? Con terapia, con terapia y a la brava, pero pues ya uno, hasta que un día estoy desayunando con mi viejo en la finca y le digo, tú y yo somos iguales, y el viejo pues éramos iguales físicamente. Entonces, claro, sí, somos igualitos, no sé qué, todo. Digo, no, no, no, somos iguales. Entonces el man se queda como, y le digo, tú tienes una adicción al trabajo y yo tengo una adicción al alcohol y a las drogas. Socialmente, todo el mundo dice que eres un señor muy trabajador y muy juicioso y socialmente todo el mundo dice que yo soy un borracho de mierda, pero somos iguales. Y eso fue un detonante bravísimo, para él fue digamos una confrontación muy grande que nunca, nunca, no sé si él la trascendió o no, pero yo solté el yunque que estaba cargando conmigo tanto tiempo y ya pude liberar y empezar a trabajar en esa relación. Y ahí nos sanamos. Ya después muere mi viejo, yo sigo con la empresa un tiempo. ¿Pudiste llorar cuando murió tu viejo? No lo lloré, pero porque no me hizo falta, porque ya lo había hecho en vida. Bien. Sí, obviamente lloré, pero no fue como, no, porque yo ya había sanado lo que tenía que sanar. Entonces fue como, fue una alegría de haber reconstruido la relación. Entonces era, más allá de que mi viejo se había ido, mi alegría era que habíamos sanado lo que tantos años de dolor nos había costado a los dos. Entonces si ya no estaba en este plano, sabía que de alguna forma su energía habitaba en mí, pero de una forma bonita. Y arrancas a reconstruir la relación con tus hijos. Y ahí, empezar a reconstruir la relación con mis hijos, a comunicarme, a decir lo que quiero lo que no quiero muy difícil la relación con la madre yo no tengo relación con la madre hoy en día trate de muchos años de llevarme bien con ella y no somos muy diferentes y obviamente pues ella tiene un dolor muy grande por la relación conmigo que no sé si la ha trascendido no la ha trascendido no pero pues ese espacio no se ha abierto y no sé si se va a abrir después de muchos años estuve siete años casado llevo 15 años divorciado ya digamos que el tema con ella ya pasaba un segundo plano porque ya yo tengo una relación directa con mis hijos con paloma con lo ley congero que en 25 23 y 21 sí y ya vamos es como en este momento estamos están dando nuestra relación y como si ese proceso todos los rayones ha sido muy bello ha sido difícil desde la larga distancia pero por ejemplo lo la vivió con con con marce y conmigo toda su universidad acá ella decidió venirse entonces eso también nos unió como familia porque pudimos empezar a sanar y mis hijos empezar a ver el padre que hay detrás y no la imagen que tenían. Paloma vivió conmigo cuatro meses cuando terminó el colegio pero decidió devolverse a estudiar la carrera allá, Jero vivió con nosotros seis meses pero se fue a España y ahora está en Argentina. Entonces ya hay una dinámica totalmente distinta y es tratar uno como padre de no repetir al padre, que se le sale, porque esa vaina está en la genética. Entonces es uno como, marica, me salió el gamonal, puta, chévere, ágale. Y es un tira y afloja, es subir tres pasos en una escalera y bajar cinco y volver a subir ocho y volver a bajar y ir aprendiendo por lo menos hacer conciencia hoy de lo que tengo y lo que no tengo y de pronto en tres meses digo, yo crea que esto sí estaba pero me está faltando esto nuevamente porque se van volviendo a abrir ventanas que de pronto uno no terminó de sanar, yo creo que la vida es demasiado sabia porque los traumas que uno tiene no te llegan todos en un momento para resolverlo hay trae hay traumas que hoy a los 52 años yo no sé si de pronto todavía no hayan salido hasta que no digamos como que vaya desbloqueando niveles de conciencia que me permitan agarrar ese trauma abrazarlo y sanarlo y a veces le pasa a. Yo no sé si a ti te ha pasado, a mí me pasa todavía. Claro, es que yo insisto mucho en eso. Y es que en esta sociedad de lo inmediato, de lo que ya, hay que ser rico ya, hay que ser flaco ya, hay que ser fuerte ya, hay que ser guapo ya. También siento que todo el mundo está como... Porque hermano, todos cargamos con algo. Todos cargamos con algo. Hay una frase muy bonita de un amigo mío de josé ramón un amigo que alguna vez me dijo nadie sabe con qué sed bebe el otro tal cual si es todos cargamos con algo pero como estamos en la sociedad lo inmediato también todo el mundo piensa que todo se va a curar de un momento a otro y están esperando o el retiro o la medicina o el gurú quién me va a sacar de esto porque tengo que salir ya el momento que uno empieza realmente a tomar conciencia se da cuenta que es un camino y que cosas que pensaste que ya estaban resueltas resulta que empiezan a por ejemplo ejemplo, a mí por decirte algo, yo siempre tuve una relación muy compleja con mi madre, compleja. Y tal vez el momento en el que más compleja se puso fue cuando nació mi primer hijo. Cuando nació mi primer hijo yo dije, ¿cómo es posible que esta persona no se haya perdido esto?, cómo es posible que tengamos esto, y me dio una rabia y empecé a distanciarme, y después, cuando nace Josefina y empiezo yo en mi propia crisis, me pasó todo lo contrario, tuve un momento de entendimiento, y dije, claro, es que la paternidad presente o maternidad presente es tan dura, que sabes qué, puedo entender que en algún momento decidieras desconectarte. No fue una situación de abandono consciente, desde primero tiene que deconstruir su organismo para aceptar una nueva vida que se va a construir dentro de salir y hay una conexión todavía, digamos, desde la gestación, pero también hay un montón de cosas que le empiezan a pasar a una mujer que eso se puede extender años. Dicen que supuestamente dura nueve meses y que el 65% de las mujeres sufren depresión postparto, pero hay otras que desencadenan en temas mucho más complejos y eso nadie nos lo ha dicho. Y ahora estamos descubriendo que también nos pasa a los hombres, que hay un cambio hormonal gigantesco también en el parto para el hombre. Uno es, digamos que el comodín ahí al lado, que medio está y no está, y en las épocas nuestras, pues el papá era un proveedor, pero no era el que obligatoriamente tenía que compartir con el hijo y educar al hijo. El papá era el proveedor, por lo menos en mi familia era eso. Entonces, uno si acaso, si al papá le gustaba el fútbol, de pronto pateaba un balón de fútbol con el papá. Pero de resto, ¿cómo está? ¿Cómo le ha ido? Bien, bien, bien, chao, chao. Y toda esa carga la iba a la mamá. Totalmente. Entonces, pues, si uno viene con esa información y luego empieza a darse cuenta que es que eso no es así, que es que nosotros como mamíferos, digamos, pensantes, hay que hacer un acompañamiento de esa cría y de esa madre, Hay que hacer un acompañamiento de esa cría y de esa madre, porque no somos como otros mamíferos que la madre agarra, que simplemente cría y el desteta y el chino sale, o el perrito, o el gatito, o el oso salen, sino uno tiene que hacer un acompañamiento, pero no estamos acostumbrados a eso y nos estamos dando cuenta que es demasiado importante dentro de nuestra raza, esa conexión que hay entre la madre, el padre y el hijo. Me lo han pedido muchas veces, les voy a hacer un pequeño paréntesis, después ya como que cerramos ya con tu historia de vida, pero me lo he preguntado yo muchas veces y la otra razón para llamarte además era esa y es que hemos visto The Menu, The Bear, todas estas series que hablan de que la vida de los chefs y hemos este acelere, estas adicciones, estos traumas y vemos como esta vida es así, porque es así tal cual, porque cuando yo hablo por ejemplo con médicos de emergencia me dicen no tiene nada que ver, la emergencia es tranquila, pues qué es lo que tiene, siete balazos, camine a verle coso el primer... O sea, pero la vida de los restaurantes, sobre todo de eso, como hablabas, Pharmacy, Londres y todo, ¿es así? Pues te lo voy a contestar de la siguiente forma. Yo me leí Kitchen Confidentials de Anthony Bourdain, ¿sí? Cuando estaba en mi proceso. ¿De desintoxicación? No, pues cuando estaba todavía en consumo y empiezade desintoxicación? no, pues cuando estaba todavía en consumo y empieza la desintoxicación y sale el libro y Bourdain se vuelve famoso y tú ves reflejado digamos en las cocinas antiguas o en la vieja guardia de cocina era tal cual excesos, rush seguimos teniendo el rush de la adrenalina y todo por la presión de trabajo que tenemos las adicciones están ahí porque pues obviamente al tener esa presión tan grande pues la ansiedad crece y la ansiedad pues hay que desbocarla por algún lado, entonces digamos que hay nuevas generaciones de cocineros que lo tienen enmarcado de una forma diferente, digamos por la evolución social que tenemos pero pues también ahí seguimos en una gran parte donde sigue siendo eso y Bourdain por ejemplo era adicto a la heroína, y él termina pues ya con un tratamiento de metadona en New York, y luego baja pues a Miami a hacer su restaurante y de pronto se vuelve una estrella con todo el tema de su programa, pero pues mira que él muere también en un tema ahí de una codependencia, que también es una adicción con su novia y entonces ves The Bird y es lo mismo y empiezas a... muy repetitivo porque digamos que era como una especie de escuela militar con una presión muy grande pero pues con unos excesos también porque tú terminas viviendo en horarios donde la gente está mi trabajo está cuando todo el mundo está de ocio y cuando yo termino de trabajar en horarios donde la gente está, mi trabajo está cuando todo el mundo está de ocio. Y cuando yo termino de trabajar, ya digamos que la ciudad está muerta y lo único que puede haber son unos bares cutres, por decirlo de alguna cosa, y unos afters, y uno termina relacionándose ahí, en esos momentos. Entonces eso también te lleva a esa oscuridad. Mis peores épocas, digamos, de consumo otra de las más oscuras fueron cuando trabajé en restaurantes. O sea, ni siquiera cuando estaba en bares. Los restaurantes, había algo en ese terminar y cerrar y después el buscar. Claro, porque tú terminas y esa adrenalina está tan alta que uno, por ejemplo, no come. ¿No? Estás todo el día con cocina, con comida, no quieres ver nada, no quieres comer nada, terminas y como que sigo súper cargado. Entonces, pues, no sé, sale uno a tomarse un trago, una cerveza fría y ya pues si hay más drogas, entonces pues los que consumíamos cocaína pues se meten en una raya y ya está así como, pucha, necesito como ese tiempo de libertad. ¿Alguna vez terminaste en Valencia en lo que se llamaba el bus stop? Que uno tocaba una puerta y abría. Seguramente estuve. Lo que te diga. Seguramente estuve. No, eso había unos afters. Qué miedo, man. Qué miedo. Y los afters de allá sí que eran violentos. ¿Cuánto tiempo llevas sobrio? 15 años y medio casi. Te felicito, te felicito porque no es fácil. El trabajo de todos los días, yo creo que cuando tú agarras, digamos, esa adicción que es una condición, una enfermedad, y puedes trabajar de manera positiva con ella y empiezas a construir esas debilidades, a convertirlas en fortalezas, pues todo te fluye y todo te cambia. Hoy en día tienes un matrimonio con una gran amiga, alguien a quien quiero mucho, ¿por qué es diferente? ¿Por qué es diferente ahora tu primer matrimonio? Primero, construimos habilidades, los dos, los dos venimos de relaciones pasadas muy difíciles, muy complejas y como que nos... yo digo que las relaciones hay una parte, hay una conexión, digamos inicialmente de un enamoramiento, una atracción, pero luego es un tema de timing. O sea, cuando uno llega y encuentra a esa persona en el momento indicado y empieza a construir una relación donde los dos nos dimos cuenta de nuestras falencias, de nuestras debilidades y por lo menos teníamos claro lo que no queríamos en la vida y empezamos a construir un proyecto de vida conjunto. bello porque es con marce ya llevamos siete años juntos la manada nuestra digamos que de cierta manera pues está está en un rango de edad muy parecido porque entonces paloma tiene 25 emiliano tiene 24 no la tiene 23 y jerónimo tiene 21 entonces también estamos como en un momento de vida parecido y nos empezamos a construir desde algo muy bonito que entendimos muy rápido y fue que la individualidad de cada uno es sagrada entonces yo respeto demasiado la individualidad de marce mar se respeta demasiado mi individualidad y tenemos muy claro que como proyecto de vida y como pareja nos construimos y eso es lo que ha sido para mí ha sido el éxito y eso solamente te lo da la experiencia y trabajarte en poder hacerlo uno uno yo llegaría a pensar y diría arica no sé qué no sé qué hace antes de los 35 porque pero pues ese fue mi caso hay personas que si desarrollan las capacidades y la madurez y las cosas para para estar prepar antes, en el caso mío no fue así. ¿No eres una persona tatuada? Sí, algunos. ¿Tienen significado los tuyos? Sí, todos, todos tienen significado, este lo tenemos con Marce, es el ying y el yang, yo tengo uno y ella tiene el otro, este es principio de realidad no es la cocina sino es el corte del cuchillo que casualmente fue con un cuchillo de cocina este árbol que es una sola línea es un solo trazo son mis hijos es como el camino de mi vida y la construcción de esa familia y esta pues es la marca de los cafés de old day ADC, que es el gatito ahí asomándose. Hoy en día dirías que tienes un set de herramientas, me encanta terminar con eso, y es que siento que todos los que transitamos o que hemos decidido transitar este camino, finalmente vamos encontrando que hay unas herramientas que nos ayudan en esos días que de pronto son un poquito más complicados que los otros las tienes identificadas si hay varias herramientas y vuelve y volvemos a lo mismo yo creo que uno tiene como dos o tres juegos de herramientas hay unas herramientas que uno debe cargar todos los días hay otras herramientas que uno debe tener cerca y hay otras herramientas que uno las tiene bien guardadas, pero que se tiene que acordar de ellas, porque muchas veces solamente te limitas a las que tienes cerca y se te olvidan las que tienes contigo, las que tienes cerca de pronto a veces no las usas en el día a día y las que son importantes para sacar, digamos, cuando hay un momento de depresión, una crisis fuerte, tienes que acordarte de ellas para agarrarlas. ¿Cuáles son en tu caso? Digamos que la primera, respirar. La segunda es no dejar que la rabia me invada. ¿Sí? Entonces, pues eso va muy de la mano con la respiración. No decir las cosas tan intempestivamente, no ser tan reactivo. Entonces, como eso va, siempre como cuente hasta 10, respire. La primera herramienta es levantarme y dar gracias. La gratitud es una energía muy, muy grande. Y para mí una herramienta que me sirve mucho es el servicio. Y para mí una herramienta que me sirve mucho es el servicio. Yo en la medida que presto servicio, como que recargo puntos en mi vida positiva, recargo millas para poder llevar la vida de una manera más bonita. ¿Propósito? Y propósito. ¿Ejercicio? ¿Tienes rutinas? Sí, ejercicio, alimentación. Digamos que llevo seis meses recuperándome de una lesión del codo, entonces estuve como desconectado. Entonces claro, para uno el ejercicio y sube la ansiedad, entonces comida, dulces, entonces es como nos vamos retomando. Por eso a veces también uno como que va avanzando muy fuerte, de pronto hace un parón y dice, pucha, también necesito como soltar, digamos que la lesión de cierta forma fue eso, y volverme a retomar. Entonces ya llevo 15 días retomando ejercicio, volviendo a alimentarme de la manera correcta, y uno va subiendo y bajando esa escalera todo el día. Pues compadre, gracias por haber estado, por haber compartido. Yo le tengo que dar las gracias a esa novia de Boston que se le ocurrió pasar a buscar sus pertenencias en ese momento. Porque fíjate todo lo que ha traído el que te haya encontrado. Un ángel. He tenido a ella y varios ángeles en la vida, la verdad. Porque fíjate todo lo que ha traído el que te haya encontrado. Un ángel. He tenido a ella y varios ángeles en la vida, la verdad. Así es. Gracias. A ti. Si te sientes abrumado o perdido en tu camino hacia el bienestar emocional, o simplemente quieres trabajar en ti, en alcanzar tu mejor versión, tranquilo, no estás solo. 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