Pedro Capó - Mejor Es Decir Adiós Que Barrer Los Pedazos De Lo Que Fuimos

Pedro Capó - Mejor Es Decir Adiós Que Barrer Los Pedazos De Lo Que Fuimos

13 de nov de 2024

En este episodio de "Los Hombres Sí Lloran", Juan Pablo Raba se une a Pedro Capó para discutir sobre la vulnerabilidad masculina y la importancia de cuidar la salud mental. Un espacio seguro para hablar sobre las crisis de mediana edad y los estigmas que rodean a la salud mental masculina, buscando animar a los hombres a buscar ayuda y expresar sus emociones.

Capítulos

Introducción al Podcast

Juan Pablo Raba presenta el podcast "Los Hombres Sí Lloran" como un espacio para discutir la salud mental masculina, rompiendo estigmas a través de conversaciones sinceras con amigos y expertos.

Pedro Capó y la canción "Calma"

Pedro comparte cómo la canción "Calma" se convirtió en un fenómeno entre niños, incluyendo a la hija de Juan Pablo, marcando momentos especiales en su carrera.

Crisis de Mediana Edad y Paternidad

Juan Pablo habla sobre su crisis de mediana edad al nacer su hija Josefine y cómo esto lo impulsó a explorar la salud mental masculina. Pedro discute su propia experiencia de ser padre joven y mantener un equilibrio entre su carrera y su vida familiar.

La Influencia de la Familia y la Música

Pedro comparte su relación con la música y cómo las experiencias y traumas familiares influyeron en su carrera y desarrollo personal. También, habla sobre la influencia de figuras como su abuelo y padre en su vida musical.

Espiritualidad y Sanación

Pedro relata cómo encontró la sanación a través de procesos espirituales y el uso de ayahuasca desde joven, lo que le ofreció claridad y herramientas para sobrellevar sus experiencias personales.

Paternidad después del Divorcio

Pedro describe el proceso emocional de adaptarse después de su divorcio, especialmente en relación a sus hijos y la dificultad de aceptar nuevas figuras parentales en sus vidas.

Herramientas para la Salud Mental

Se discuten herramientas prácticas y accesibles para el cuidado de la salud mental, destacando la importancia de la terapia y plataformas como Celia para encontrar apoyo y recursos adecuados.

Conclusión

La conversación entre Juan Pablo Raba y Pedro Capó subraya la importancia de aceptar la vulnerabilidad como una fortaleza, especialmente para los hombres. Se enfatiza la necesidad de romper estigmas sobre la salud mental y buscar activamente herramientas de apoyo, destacando la contribución de plataformas como Celia en este proceso.

Menciones

Ver transcripción
               Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a Celia, plataforma líder en Latinoamérica para el cuidado de la salud mental y el bienestar emocional, te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal mientras yo navego por una crisis de mediana edad y comparto el impacto que ha tenido en mi bienestar emocional. Junto a Celia, cada miércoles traeremos conversaciones sinceras con amigos extraordinarios y entrevistas con expertos que nos ofrecerán consejos prácticos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y buscar ayuda. Los hombres si lloran, donde la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza. Pedro, querido. Sí, señor. Gracias. No, gracias a ti, hermano. Sé que te estás muy ocupado, estás en gira, además porque estás promocionando trabajo nuevo. Me encanta, además, porque creo que el título y lo poco que leí al respecto creo que tiene que ver con esto. Entonces, en principio, gracias. Gracias por aceptar estar acá, por tu tiempo que para mí es lo más valioso que tenemos así que no me lo tomo a la ligera, no gracias, igualmente gracias por recibirme en tu espacio, yo feliz de estar acá, conversar un poquito de la vida a ella entramos en confianza, me va a mostrarte un video de tu hija cantando, claro, la canción Calma, que me honra muchísimo, le estaba contando a Pedro que mi hija Joseosefina yo yo la primera canción que se aprendió en su vida fue calma ella le llamaba playa playa que vivíamos cerca la playa entonces además era como el himno para irnos para la playa entonces nos montamos al carro y había que poner la canción porque nos íbamos para la playa pero era divino porque realmente estaba empezando a hablar prácticamente wow y esta fue su primera canción la primera canción que ella identificó en su vida y que pedía fue Calma iba a ser playa el título iba a ser playa nos decidimos por Calma pues para quitarle un poquito de tantas canciones que menciona la playa pero iba a ser el título originalmente así que le atinó le atinó y que lindo como te contaba también fue un fenómeno muy loco como los niños gravitaron hacia la canción me parece muy interesante lo que dijiste de que por el tema de pandemia no estaban en colegio y tal vez no aprendían canciones de niños pero siempre me pareció que tenía una cualidad particular melódicamente específicamente que tiene como la canción del carrito de helado tipo de cosa canción de cuna y por ahí se forman muchísimos niños más allá de límites del idioma algo bien un fenómeno bien bonito siempre agradecido de ese momento tan lindo en mi carrera y ahora que estamos hablando ya de hijos pues quiero meterme un poco en materia contigo y es la razón por la que nace este espacio y una de las principales razones por las que nace este espacio es mi hija Josefina y es que cuando nace ella, yo tenía 42 años y entro en una crisis de la mediana durísima. Medio durísimo es un nacimiento porque empiezo a cuestionarme la vida, empiezo a cuestionarme el futuro, el pasado, empiezo a tratar de entender y entenderme qué es lo que estaba pasando y cuando hago pues empiezo a estudiar un poquito el tema de salud mental masculina, me di cuenta que es un tema muy poco hablado y con las cifras realmente impactantes. Sí, definitivamente. Y esto, este espacio, Los Hombres Si Lloran, no es sino un intento mío de entenderme y a través de estas conversaciones, ¿sabes? Tratar de dar a la gente un poquito de, en primer lugar, ánimo, en segundo lugar, que la gente entienda que no están solos. Qué lindo, maestro. Gracias, gracias por el espacio de espejo y reflejo y de bienestar. Yo creo que somos, bueno, somos todos los que pasamos por este tipo de procesos y llevamos esta cultura de que los hombres no lloran, que los hombres deberían ser fuertes y aguantarse todo este tipo de sentimientos y ni tenemos la educación de cómo lidiar con este tipo de movimientos emocionales que son tan naturales, la tristeza, la depresión los cambios hormonales que tenemos y está tan tan bien letrado en el lado femenino y nosotros pues hay como un tabú y un aislamiento con eso muy muy heavy, a mí también cumplo 44 años este año y pues me han tocado mis movimientos soy padre de tres hijos en una carrera muy atípica, donde me toca estar en un avión, temas de distancia atravesando un divorcio con la mamá de ellos en una relación de veintipico de años, que eso pues conlleva una nueva realidad al principio hay una euforia bonita todo esto del tema de la crisis de la media y esta libertad, pero también un proceso de adaptación a lo que fue una familia y acostumbrarme a esta nueva realidad de no levantarme con mis hijos todos los días, de tener esta distancia y ha sido un proceso hermano, ha sido un proceso que ha conllevado yo ocuparme de mi sanación y de integrar esta realidad de la manera más cuerda posible y saludable posible con los apoyos y herramientas que pueda conseguir que estén disponibles a mí, que están disponibles para todos, desde terapia, meditación, todo este tema del wellness y fitness y lo que fuese que me apoye en el camino, especialmente, como sabes que nuestras vidas también van a un trajín y en una velocidad interesante, entonces crear esos espacios ha sido muy muy importante para mí y que hayan espacios así como este que has creado, lo agradezco muchísimo y sé que es de mucho beneficio para el que sintonice aquí así que gracias brother oye entonces dejamos un poquito de reingeniería porque como bien dices si algo lo que ya siento que podemos estar muy identificados es que a pesar de haber escogido carreras muy atípicas igual en algún momento tomamos una decisión muy típica, que es como esa familia, como esa necesidad de hacer familia, de enraizar. Tienes tres hijos, o sea, eso es un commitment, es un... realmente quiere decir que eres un hombre familiar. Sí, sí, sí, toda mi vida. Quiere decir que eres un hombre familiar. Sí, sí, sí. Toda mi vida. Vengo pues de un... Mi padre fue músico también. El establecimiento de familia se divorcia muy temprano en mi vida también. Y siempre me quedé con esa ilusión. Siempre supe que quería ser padre. Yo creo que quise ser padre antes de saber que quería ser músico. Me hago padre muy jovencito, a los 24 años. Tengo mi primer hijo, Yaví, que cumplió 19 años hace poquito. Está metido en el cine y todo eso. Es mi orgullo. Tengo otro de 13, Bobby Sol. Y de 11, Salvador Paz. Son todos unos hermosos. Es mi razón de vida. Siempre he sido muy familiar. Y mantener ese balance entre gravitar hacia algo tan típico, de hacer raíz, de crear este núcleo bonito, de hacer tribu, y esta carrera que es tan volátil y que viene con tanto ruido bonito y ruido, simplemente ruido, pues es como, yo digo que es como el circo, es como la cuerda floja, estar ahí manteniendo ese balance de la manera que se me haga más capaz y coherente a quien soy también, porque vengo con un rollo de traumas también de esta niñez de separaciones de matrimonios, de mi padre ser un músico bohemio que lleva hasta las 4 de la mañana, de mi madre que pasó un alcoholismo muy muy heavy en mi adolescencia. Entonces ha sido un proceso de sanar todas estas cosas mientras quiero hacer sentido de este balance de la vida típica y la vida atípica y como te decía, pues buscando las maneras que estén disponibles para sanar para soltar, para avanzar que ha ido desde procesos chamánicos de 20 años en mi vida de irme al Perú desde que tengo 19 años a meditar a buscar maneras saludables y coherentes de mantener ese balance de la cuerda floral. ¿Cuántos años? ¿Cuál es tu recuerdo de esa vida de un papá bohémio con una mamá con con esta no quiero decir problema, pero con esta enfermedad que es el alcoholismo. ¿Cuáles son tus recuerdos de ese círculo? Pues son etapas. Mi infancia fue muy, muy bonita. Mi infancia primera yo creo que ellos tenían ese empuje y ese impulso de crear una familia nueva y querían mantener ese bienestar como cualquier familia que comienza. Pero ya con el tiempo empezó a distorsionarse un poquito. Mi papá, que fue mi héroe, que eso también trae un número de patrones, porque mi héroe ya en mi edad grande reconozco que tenía ciertas, tenía unas virtudes y tenía unas carencias también que yo idolatraba. Entonces me tocó también como redefinir eso y limpiarlo. Pues mi papá, que fue mi héroe, fue mi coach de béisbol, fue mi eterno protector, fallece a mis 14 años. Así que mi adolescencia fue muy turbia y es que mi mamá cae en este alcoholismo que fue muy, muy oscuro, que gracias a Dios ya no es parte de nuestras vidas. Y trajo mucho dolor, pero mucho crecimiento, muchas enseñanzas mucha empatía y al final del día mucha unión porque nos dimos la tarea de atravesarlo mi mamá no quería que yo fuera músico cuando fallece mi papá porque mi abuelo yendo un poquito para atrás, mi abuelo Bobby Capó que compuso Piel Canela, me importas tú fue un tipo súper famoso el tipo fue una gloria viste que no me preparo Estás tú y tú. Fue un tipo súper famoso. Puta, acababa de ser así. Bien loco, exacto. El tipo fue una gloria. Viste que no me preparo nada. Es un desastre. Qué rico, está buenísimo. Pues mi abuelo fue este tipo que fue una gloria, una eminencia. Mi padre, Bobby Capo, hijo, vive bajo la sombra de mi abuelo. Entonces va con todas estas frustraciones y con una rebeldía tipo hippie, creció en los 60, 70, tipo de protesta de izquierda fuerte y nunca quiso ser el astro que su papá, pero había como un anhelo así de serlo y vivía con esa dicotomía. Entonces mi madre ve a mi papá, que es el músico que vivíamos, de lo que él generaba, y mi mamá que era secretaria o recepcionista de alguna oficina, pues generaba muy poco dinero, vengo de una casita de madera, un barrio en Puerto Rico, y mi papá pues era el músico que llegaba con 100 dólares cada semana, 300 dólares, lo que llegaba, porque se metía lo que se metía, llegaba con la vial en el cuello. Era un tipo de la vida, el típico bohemio con un corazón enorme. Fue un padre para mí, me buscó al colegio todos los días, fue mi coach de béisbol. Un tipo que me enseñó la vida a muy temprana edad. Como te contaba, murió a mis 14 y mi mamá quería protegerme de ese mundo. Así que se me prohibió la música. Yo pedía guitarras en Navidad, en cumpleaños y lo que fuese. Y me decía, lo que quieras, menos. Así que siempre tuve esa rebeldía porque yo siempre sentí que era músico. Además de que idolatraba a mi padre, era algo que era muy natural para mí en cuestión de talento. Yo desde chiquitito era el nene con el cepillo frente al espejo y en cada obrita de la escuela allí me metía. Pero gracias a Dios y agradezco a mi mamá que me prohibió eso dentro de su dolor y todo lo que atravesó queriendo protegerme de ese mundo. Esa rebeldía me lleva a buscar la música como escapatoria, viviendo en un barrio de alto riesgo. como escapatoria, viviendo en un barrio de alto riesgo. Muchos amigos fueron presos, o entraban y salían, o murieron, o tuvieron caminos muy, muy difíciles en la vida, porque sus rebeldías a las realidades de sus hogares disfuncionales los llevaban esas cosas que estaban muy, muy presentes en nuestro barrio, y yo me refugié en la música. Así que si no hubiese sido por eso yo tal vez no hubiese ni perseguido la música fue lo que el querer revelarme a que mi madre no quisiera y querer mantener la memoria viva de mi papá de cierta manera este héroe fue agarrar la guitarra y darle y cargar con este sentimiento de protesta y estas cosas que no eran ni tan mías, pero que mantenían a mi padre vivo de cierta manera. Esta imagen grandiosa de un tipo de la calle, de un tipo con buen corazón, pero cierta agresividad. Y eso es lo que me lleva a la música, mantenerlo vivo y honrar mis talentos. Ya con el tiempo y muchos procesos de autoayuda, de medicina de plantas, de procesos espirituales, voy entendiendo que wow, espérate, hay muchas cosas aquí que no son mías, que son como de una herida de querer mantener a mi papá vivo y de querer establecer esa figura de protección también que cuando se va, a mis 14 años, pasan todos estos procesos de rebeldía, yo me empiezo a ir de la casa, mi mamá está atravesando este alcoholismo muy fuerte, tuvo un padrastro muy disciplinado, que trajo muchas cosas buenas, pero era un tipo así de ejército, a quien yo... A tu madre se le fue a lo contrario. Claro, y buscando yo creo que también, y lo hemos hablado ya en adultez, y buscando, ella ha sido muy generosa dándome esos espacios de resolver estas preguntas y estas dudas que tengo sobre mi crecimiento. Y me ha dicho también, estaba buscando un espacio de protección, un espacio de bienestar para mí, y eso pues a veces comprometemos ciertas cosas y nadie está 100% apto para vivir la vida, tú sabes. Nos tiramos y tomamos decisiones desde el miedo a veces. Y yo creo que ella, de su amor y lo que entendía como protección, tomó esas decisiones y eso me llevó a esta vida de mucho ruido por mucho tiempo y poco a poco he contado con mucha gente bonita en mi camino que me ha acercado a soluciones también. ¿Cómo encuentras, qué hace que llegues a hacerte las preguntas? Porque siento que a veces uno de los grandes problemas que tenemos cuando empezamos a transitar estas dudas o estos enfrentamientos emocionales, es que a veces no nos hacemos las preguntas correctas, ¿no? Pero claramente me hablas desde mucha claridad en este momento, desde mucho conocimiento, desde alguien que ha pasado por esos procesos y que se hizo las preguntas, pero ¿qué hizo que te hicieran las preguntas correctas? Porque me dices que a los 14 te empiezas a ir a casa, estoy seguro que empiezan a pasar muchas cosas en tu vida, ¿qué crees que te mantuvo igual en el camino? ¿Qué te tiene hoy en día todavía entre nosotros? La música y el creer en, suena bien loco y quizás no sé, romántico, pero creer en la humanidad y en la bondad y en las cosas lindas, porque siempre sentí eso muy presente en mí y pues quería en este proceso de irme de mi casa no voy a nueva york los 20 años tengo que trabajar de pintar casa de mesero de lo que fuese con la guitarra para arriba abajo no podía pagar renta aquí no voy a pagar renta allá, inviernos duros y buscando alivianar las cargas que yo mismo traía para tener paz yo creo que la paz como norte consciente o inconscientemente pero los 20 años es muy joven 20 años y luego yo mismo yo me empecé a hacer preguntas a los 30 antes de eso no había espacio para las preguntas. Hermano, es que la vida me llevó ahí. Tuve que meter garras desde muy chamaco y tuve mentores muy lindos que me iluminaron el camino y me nutrieron de ese tipo de preguntas también. Tuve a un Julio Rivera, que yo le digo mi padre cósmico, un tipo, un banquero, fue inversionista en primeras peninos musicales, un tipo muy intelectual, muy espiritual y veía este hambre y esta sed de yo conocer estos mundos un poquito y de como alivianar mis cargas, me pasaba un libro acá, me pasaba otro libro acá y trae a mi vida el ayahuasca cuando yo tengo 19 años y yo acababa de salir yo que había salido un proceso donde en esta exploración de drogas psicodélicas y este irme de mi casa los 18 19 años me voy completamente paranoico esquizofrénico con complejo de mesías a mis 18 años, como por dos meses de mi vida. ¿Complejo de Mesías? ¿Cuánto es? Bien duro. Tenía predicciones. Yo le pedía a Dios que yo no quería este trabajo de ser como el salvador, que por favor me permitiera hacer el trabajo de sanar y de contribuir a la humanidad desde mi música y mis talentos, que yo no quería ser un mártir, que yo no quería... Una cosa bien, bien heavy. de mi música y mis talentos, que yo no quería ser un mártir, que yo no quería... Una cosa bien, bien heavy. Habían cosas numerales que me afectaban en cuestión de información. El uno significaba una cosa, el tres significaba una cosa. La sociedad más única me estaba siguiendo. Muy conectado igual, o sea, una búsqueda espiritual. Sí, muy heavy. Puse a leer el cabal a los 18 años y fue demasiada información en esta búsqueda. Era una búsqueda como yo tenía era una búsqueda como de interés y de ego también yo quería hacer eso y me distorsionó fue demasiado el palo cuando me sano de esto, cuando salgo de este proceso que fue muy loco estuve dos meses quedado en este viaje, no me visitaron amigos, fue una cosa bien loca y me hace regresar el pensar un día yo estaré loco porque yo he hecho 20 predicciones, no se ha dado una. Yo nunca pensé, estoy loco, yo dije, es que yo estoy en un nivel que nadie puede entender y está bien, no pasa nada. Pero luego de predecir, predecir, no pasaba absolutamente un carajo y dije, coño, a lo mejor yo me estoy volviendo loco y ese pensamiento me trajo para atrás porque empecé a juzgar mis pensamientos super locos y poco a poco regresé cuando salgo de eso me encuentro con este señor Julio Rivera mi padre cósmico me dice oye tengo algo para ti que se llama ayahuasca llegó este chamán a Puerto Rico y tenía 19 años y le digo y que? no me alucinó pero tú estás loco que me acabo de quedar pegado con una gota de ácido. No, no, esto no es recreacional, es algo ancestral, medicinal, que está muy bien documentado y yo con plena confianza digo, pues vamos allá. Y así empiezo un camino de procesos espirituales bien, bien profundos desde mis 19 años con el ayahuasca, voy al Perú, voy a la selva, me hago organizador en Nueva York, creo grupos de retiro y todo este tipo de cosas por año, yo, mis hermanas que viven en Nueva York, y se vuelve una parte muy importante e instrumental en mi vida, le atribuyo mucho, mucho de mi éxito porque me llevó a un lugar de bienestar y de respuestas y de quitarle piedras al backpack, que me dio, sí, como el silencio y la claridad y la sanación de poder entonces manifestarme sin tanto enredo. ¡Qué belleza! Sí, el espectáculo acabó de hacer un pegue, pero veo en tu sonrisa que hay tantos momentos. Se ha ido a cuidar un montón sí señor pero entonces, igual, es un proceso intenso porque empiezas a los 19 años y ya a los 24 tienes a tu primer hijo o sea, fueron 3, 4 años de mucha intensidad ¿cómo decides en este viaje? bueno, yo me parezco mucho a ti en eso, que mencionaste antes los hijos, y es que yo siempre había querido ser papá, desde muy pequeño, siempre había sabido que quería ser papá. Qué lindo. ¿Tú también lo sabías? Sí, sí. Siento que tiene mucho que ver con la relación que tuve con mi padre, que era así de un bond muy, muy lindo. Él, hacer su transición a mis 14 años crea este espacio y siempre sentí a pesar de todos sus defectos y todas sus locuras siempre fue un gran gran padre y sentí y siento una gran responsabilidad de regresar eso y de crear esa dinámica de nuevo y desde ya reconociendo lo que no funcionó en aquella ocasión y hacerlo desde mi realidad, mi oportunidad de hacerlo más saludable y hacerlo con otro tipo de approach. Pero sí, es siempre algo que vi. Y de chamaco siempre dije, como a los 25 años, yo pensaba que 25 años era la edad donde uno se hace papá yo creo que mi mamá tenía 25 años mi papá 30 entonces todo el mundo decía que joven para tener un hijo y yo para mí esa era la edad y de luego aprendo que coño joven con cojones ha pasado agua debajo del puente cuando hablé con Santi Cruz que es un buen amigo tuyo, tuvimos una conversación muy linda, él me dijo que él solo escribe desde lo personal, que para que él no pueda escribir, sino es desde su propia vivencia, desde sus dolores, sus victorias, sus derrotas, lo que sea, y simplemente te pregunto por qué, como mencionaste que te estabas o divorciando, estás en un proceso de y un cambio muy grande por supuesto tiene algo que ver ese trabajo que estás en este momento sacando con eso me resuena en mí lo que lo que dice santi solamente puedo hablar de lo que conozco de lo que he vivido siempre con una intención de encontrar como denominador común la experiencia humana yo creo que lo que yo vivo y lo que tú vives, lo vivimos todos desde nuestras realidades. Todos tenemos dolores, todos decimos adiós, todos tenemos momentos eufóricos. Y crear esa dinámica de espacio y reflejo me parece súper bonita, porque a veces nos sentimos tan solos en nuestros procesos, tan aislados, y creemos que somos los únicos que tenemos estos dolores y estos pesares. Entonces, como bien creas este espacio para recordarnos que los hombres también lloramos, pues los humanos tenemos un sinnúmero de emociones que son complejas y que vienen de muchos lugares. Y cuando alguien te dice algo que tú has vivido, se aliviana un poquito el camino, en mi experiencia. Entonces, trato de hablar de lo vivido de la manera más cotidiana posible, sin mucha pretensión, y crear ese juego de espejo y reflejo y relacionarnos y recordarnos que no estamos tan jodidos ni tan solos. Adiós es un tema que, sí, va desde un divorcio a relaciones donde no tenía las herramientas o la capacidad emocional para despedirme de manera correcta o cerrar ciclos de manera saludable. Y yo creo que viene mucho del apego, de este miedo a perder que viene de perder nuestras abuelitas, que viene de perder a nuestro padre, de perder a tu perrito, de que te mudaste, de tu amigo del colegio, no sé. Hay una cosa con las despedidas que va hasta la muerte, de aferrarnos muy muy duro, gritar, pataletear y no poder soltar aunque querramos hacerlo de la manera más linda, aunque haya amor y no querramos herir pues algo está muy programado en nosotros que en ocasiones se nos hace muy difícil. Entonces, Adiós, la canción, es una propuesta a reconocer cuando ya algo llegó a un ciclo, especialmente en este, particularmente románticamente, es la manera en que lo planteo aquí. Reconocer cuándo llegó ese momento, y quién de los dos, porque yo creo que cuando se acerca ese momento ya las dos personas saben y entonces hay un quién va a decirlo y si lo dices tú me voy a emputar yo y si lo digo yo te emputas tú si se crea un exacto y es ofrecer esa, sí es opción ponerla ahí como una opción tres, oye decir ya y dar gracias y soltar una frase muy bonita es decir adiós, mejor es decir adiós que barrer los pedazos de lo que un día fuimos, que no haya ruptura, que haya un acuerdo bonito y una resolución linda. Curiosamente, pues yo lo pongo desde un punto de vista romántico, el padre de un gran amigo mío fallece hace poquito y y me escribe y me dice no puedo parar de escuchar a dios porque para él fue lo difícil de soltar a su héroe y de cierta manera me honra mucho porque ha sido de ha funcionado como alivio en este proceso de luto que es muy difícil como de luto que es muy difícil. Como, es que dijiste algo antes que me parece muy poderoso, y es que la carrera, los premios, el reconocimiento, todo lo que tú quieras, nunca, nada va a ser más importante que levantarte en la mañana, despertar a tu hijo, hija, al colegio, la ducha, el desayuno, los dientes, o sea, como que yo encuentro mucho placer y amor en esa cotidianidad, cuando pienso en mi relación, en mi matrimonio de 13 años, 14 años ya, y que he atravesado por momentos también complejos, y pensar a veces uno se proyecta y dice bueno ¿cómo sería así? y a mí el pensar en ese ¿cómo sería así? y pensar que no está ese elemento de levantarme en la mañana o ese buenas noches o eso a mí me a mí me da muy duro ¿cómo es eso? ¿cómo ha sido para ti ese proceso? de día de Navidad aquí, fiesta acá, acá. Ya como bajo el núcleo familiar que teníamos, traía sus complejidades porque yo viajo y me voy al regreso. Ella siempre fue muy de apoyo y siempre aún hasta el día de hoy mantenemos una, nunca ha habido conflicto con nada que tenga que ver con los niños. Damos esos espacios, no hay problema de scheduling ni nada de eso porque sabemos nuestras intenciones y dónde están nuestros corazones y acciones para el bienestar de nuestros niños y nuestras relaciones con ellos. Pero ha sido muy difícil, hermano, un proceso de adaptación bien incómodo, deos y bajos también esto ya nos divorciamos hace cuatro años que llegue una figura masculina también a sus vidas esa no te la cuentan en la escuela papá esa no te la cuentan y es muy volviendo a toda esta estructura masculina de aguantar y esta protección que a veces es, sí, como distorsionada, pues ha sido un proceso para mí de mucha dificultad, de encontronazos, de soltar, de encojonarme de nuevo, de soltar de nuevo, hasta ver que agradecer de todas las posibilidades de personas que podrían estar ahí tutelando y apoyando la crianza de mis hijos, porque es real. Hay una persona que es buena, que es trabajadora, hizo una investigación completa y se lo dije, yo lo invité a almorzar, la primera vez le dije bueno, lo primero que te voy a decir es que sé que tienes tantas cosas, una investigación de arriba a abajo, y sé que el tipo es un tipo bueno, pero aún así el ego complica mucho, si tenemos temor de que nuestra pareja esté con alguien que pueda representar algo mejor que nosotros y nos mueve el piso, imagínate tus hijos. Es otra pendejada, otra pendejada. Y es un proceso de adaptación, eso no está en un libro, es el tipo de cosas que aprendes, como la paternidad, que aprendes cuando estás en esa situación, en ese proceso y vas cometiendo errores, aprendiendo, descartando, poniendo, esto se queda, esto lo añado, y ha sido un proceso de mucha terapia y de mucha humildad, de mucha humildad, de rendición, de poner la energía, el enfoque donde contribuye de manera saludable y positiva. Pero ha sido muy difícil, lo más difícil ha sido eso, la distancia y tener que aprender estos nuevos, sí, adaptarte a cambios muy, muy, muy incómodos. Sí, adaptarte a cambios muy, muy, muy incómodos. Gracias a Dios, como te digo, pues tengo una relación muy bonita con ella, es lo que tiene que ver con los hijos. Yo digo, estoy por ahí, los busco y no pasa absolutamente nada. Hablamos con el colegio cuando tengo unos días libres que confligen con ellos y me los llevo. Y tengo el apoyo de mi mamá hoy en día, que es mi aliada número uno. Ese círculo se ha cerrado de manera muy bonita, de apoyo para ella y de apoyo para mí. Hay un núcleo ahí bien saludable, bien bonito. Así que por ese lado, ¿qué uno hace? Limón es limonada y hacerla más dulce que pueda. Y creas un bienestar con tu realidad. Y eso es lo que ha tocado y desde la gratitud pues uno empieza a aliviar todas esas ansiedades vamos a llamarlo Ramón exacto te ha pasado te ha pasado por ejemplo ay papi es que Ramón lo hace así es que con Ramón tal es que pues somos dos personas completamente diferentes pero claro hay momentos que los niños dicen no que él estaba jugando al fútbol conmigo. La primera vez que nos encontramos en un partido de fútbol para mí fue... Porque la mamá no estaba. Y él llega mi día de estar en el partido de fútbol y fue una pendejada. Hola, Ramón. Un cabrón así, cabrón. Pero, sí, momentos incómodos. O sí, ese tipo de cosas. Son pequeñeces, pero son cosas que tienen que ver con la cotidianidad que no tienes. Entonces hay dolor. Ese dolor de nuestro ego, de las decisiones que tomamos. Por más que en la pantalla grande hayan sido razones válidas que cargo absolutamente como bienestar, como decisiones que necesitaba para ser la mejor versión de mí posible para mis hijos, para mi... desenvolverme en el mundo de X y Y manera. Y por más siempre hay conflictos en este tipo de separaciones y divorcios, desde económicas, emocionales, cuando hay niños mucho más, pero se han atendido responsablemente con ellos como prioridad absoluta. Así que uno cuenta sus ganancias y suelta, hay que tener memoria corta y corazón bien grande. Eso que dices es verdad y es que, caramba, carajo, ser papá es lo más hermosamente duro que uno puede vivir, pero ser además papá presente. Una cosa es ser padre, papá y otra cosa es ser papá presente y hablamos poco de eso, como que inclusive desde que yo he hablado mucho de esto, del cambio hormonal, de los padres, los hombres que sufrimos cuando nuestras mujeres, cuando nuestras esposas dan a luz, o sea, se habla muy poco de eso y se habla muy poco también de, hay un dicho, no sé si también existe en tu país, pero acá dice como mamá es mamá y papá es cualquier hijo de puta. Claro, claro. Perdón por la, pero es como así y es fuerte de esa manera. Yo lo pienso mucho y digo... Hay un momento porque ser presente, ser un padre presente es un trabajo descomunal y muchas veces no se nos da a los hombres realmente como ese espacio. Se siente simplemente que debemos ser como ejemplo tal o el papá proveedor. Claro. No es un tema económico, pero no, hermano. Resulta que ser un papá presente requiere de un esfuerzo citario. Sí que sí, hermano. Y, bueno, el refrán, pues, yo digo que todos los refrán, el cliché tenía razón en algo. Porque ha habido muchos, paputa, también, que nos han marcado el título de papá. Siento que bonito que hayamos padres que estamos ahí en esa intención, que es muy difícil, que claro, entiendo a muchos colegas, por más que estén en completo desacuerdo, que hayan querido correr, porque es del tipo de cosas que invita a correr para el pero sí es difícil es complicado pero es tan da tanto y llena tanto también el mal y eso lo tienes clarísimo yo llevo cansadísimo de mucho trabajo mi Mi vida es eso, mi vida yo no salir a joder, ya pues ya lo viví, lo pasé, me lo gocé de arriba abajo, pero mi vida es estar en mi casa, crear espacios de bienestar de momento, de crear memorias con mis hijos y mi vida creativa, y mi vida que es el proceso comercial de mi vida creativa, que es dar vueltas, sentarme en la entrevista, ir a tocar y hacer todas estas cosas que amo y que apoyan todo lo que es ya mi trabajo y lo que también trae, me pone en posición de proveer, que es importantísimo. Y atravesar, tomar la decisión. A veces quisiera simplemente encerrarme en el cuarto, poner Netflix todo el día, bajar las cortinas y descansar, tú sabes. Pero se me da poquito. Se me da poquito, brother. Se me da bien poco. Y tengo mis niños de 13 y 11. Ya el de 19 pues está cool. Ya les tengo otra cosa, tú sabes. Pero el de 13 y el de 11 especialmente es papi, papi, vamos a jugar. Tres chicos tienes, tres chicos. Tres chicos, sí. 19, 13 y 11. Y el de 11 especialmente es fuego, brother. Es muy activo, muy del deporte. Hacemos algo y mientras lo estamos haciendo ya está aburrido y quiere hacer otra cosa. De mucho estímulo. Entonces, pues hay que estar para eso, brother. Especialmente no teniendo esta presencia de núcleo familiar unido, pues, me toca meterle cojones y estar ahí a través de la incomodidad y tener una sonrisa en la cara y vamos a darle y disfrutarlo, disfrutarlo también y eso ha sido un proceso de aprendizaje porque estar ahí también no es estar, ¿sabes? Estar ahí con el teléfono no es estar, y lo sienten y se ve, entonces es soltar y crear esos espacios de estar presente absolutamente, sí, por ellos y por uno mismo. Te voy a hacer una pregunta por dos razones, una porque yo fui muy cobarde en el momento en que empecé ese tránsito, y dos por una pregunta que le hice a Santi Cruz cobarde porque cuando decidí hacer mi primer tatuaje a los 18 años cuando me fui de mi casa a los 5 minutos ya había decidido que nunca más se me hubiera hecho un tatuaje del dolor tan cabrón me lo hice acá abajo uff hermano nunca más nunca más, nunca más me voy a hacer ningún tatuaje. Veo que tienes muchos tatuajes y como escribes desde sitios muy personales, como el tatuaje es algo tan artístico y tan personal, ¿tus tatuajes tienen significado, tienen momentos? Tienen significado. Tengo los nombres de mis hijos, tengo un oso papá como protector, tengo... El primer tatuaje que vi en mi vida con mi abuelo Paco, que en paz descanse el padre de mi mamá, vivíamos todos en la misma casa y él se hizo este tatuaje de una hawaiana en la guerra de Corea y para mí era muy impresionante ver a mi abuelito con una mujer con las tetas por fuera, ya estaba todo borroso, así arrugada la señora, pero me llamaba mucho la atención y cuando fallece mi abuelo no pude ir al funeral porque yo estaba haciendo una obra de teatro musical en Nueva York y no me dejaban irme, fue todo un tema, y tan pronto tuve la oportunidad, pues lo guardé como un momento ahí bonito, tengo la isla de Puerto Rico, mis raíces, cuando mi abuela paterna, mujer de Abby, estaba en Francia de gira y promoción, no pude estar, así que me dice eso, muere mi mejor amigo, Joey Santiago, que por él sale todo el tema de Calma, si no, no hubiese salido la canción, y él tenía esta frase, esto es de primera, vamos a pasarla de primera, entonces me dice eso cuando falleció, el black sheep, me lo dice con una prima, que es como la otra black sheep de la familia, pero es BS, black sheep and bullshit, no black sheep. Sí, son cosas de mucho significado en mi vida, o de interés personal, o de días que he estado completamente encabronado y he ido a estar allí seis horas de meditación dentro del dolor, dentro de esta dinámica de dolor, buscar espacios meditativos y de respiración. Pero por muchas razones también, siempre me pareció cool, así de banal y superficial también, siempre me pareció cool. Y siempre sí tuve ese empuje como de rebeldía, el tipo de cosas que mi mamá no quería que hiciera, tener la oportunidad, el primero fue a los 17 cuando llegué a mi casa me preguntó y yo pendejo le dije no, eso fue un de estos de calcomanía como a las 4 días no me salía y me dio el cantazo de la vida pero sí, es algo que he disfrutado mucho a través de los años oye, mi papá falleció también hace como 14 años o sea, lo pude disfrutar más tiempo que todo el tuyo. Pero mi papá siempre decía, yo siempre he pensado que mi viejo, él muere a 65 años, le da un infarto. Y mi papá no quería ser mayor, mi papá no quería ser viejo. Y yo no sé por qué tengo como esa imagen de tal vez en el momento en el que él empezó a sentir ese esa imagen de tal vez el momento en el que él empezó a sentir ese infarto, tal vez se dejó ir, ¿sabes? Mi papá decía que no tenía ningún interés. Le dio mucho miedo, creo, el momento en el que se dio cuenta que uno de sus superpoderes que era levantar mujeres. Ya no surtía efecto. Le daba mucho miedo la imagen de que alguien tuviera que cambiar los pañales o sea él realmente no quería envejecer pero mi esposa me dice estoy seguro que aunque tu papá haya dicho muchas veces que no quería ser abuelo estoy seguro que se disfrutaba mucho a tus hijos crees que tu papá se hubiera disfrutado de tus hijos? Definitivamente Papi siempre Desde que él tenía veintipico de años Me cuentan Y recuerdo escuchar así Los niños siempre saben las conversaciones que están pasando Escucharlo, decir Que él no iba a pasar de los cuarenta Creo que por el mismo temor un tipo de una generación así de la virilidad a los todos y alma en fuego y ya pues vivió una vida también muy descuidada y yo creo que él ya venía sintiendo el peso que es muy raro que yo veía a mi papá a los 44 años, él muere, yo cumplo 44 este año, que es un tema ahí súper interesante también dentro de mi ciclo. Y ya yo siento que él sentía el embate de la vida. Yo lo veía a él como un súper adulto señor de 44 años, ahora que lo tengo yo digo, coño, estaba joven con cojones. Pero él tenía una vida muy sedentaria, muy dura, todavía tocando en nightclubes hasta las cuatro de la mañana, cargando su bocina, con líos de mujer, con este tipo de adrenalina que ya no es de esa etapa, ya empieza a ser nociva el cuerpo. y yo creo que ya sentía que era tiempo de irse, pero sé que le hubiese encantado ser parte de la vida de mis hijos, y para mí también es de las cosas que más cargo, y he tenido, lo siento, muy cerca en mi vida, y le hablo a mis hijos, pero el que no esté son otros 20 pesos, como decimos en Puerto Rico, y he tenido una cercanía espiritual con mi papá a través de los años, en procesos de medicina de plantas y todo eso. Siento y sé que he tenido estos momentos de encuentro, lo siento por diferentes maneras, señales, energéticamente. Pero sí, sé que lo hubiese encantado. Pero así es la vida, perfecta. Yo digo que todo es perfecto siempre y no puedo escoger a pues no es perfecto no todo es perfecto siempre y dios sabrá tenemos acá como una pretensión si se quiere que quisiéramos que a través de todas estas experiencias casi que podemos tener como un pequeño manual que ayude a los hombres por allá afuera, bueno y a las acompañantes o a las personas alrededor, cuando sientan que de pronto están cansados, cuando sientan que no pueden más, cuando sientan que están muy solos, yo creo que todos tenemos unas pequeñas herramientas, sobre todo cuando ya llevamos tiempo trabajando y vamos creando como nuestro propio juego de herramientas, como esa mochila, en donde vamos sacando mano a las vivencias o experiencias, ¿cuál dirías tú que es para ti, o que quisieras compartir con ese pequeño manual que te sirva a ti para mantenerte acá? Yo digo, hermano, yo creo en todas las religiones, todas las que sanen, lo que esté a nuestro alcance, Yo creo que todos dentro de nuestro dolor y por más orgullo que sintamos y más aferrados, sabemos cuáles son las herramientas que están a nuestra disposición, aunque se nos haga tan difícil estirarnos para agarrarla. Va desde terapia, me parece una súper herramienta. Hoy en día hay apps donde yo he tenido psicólogos a través de apps en la pandemia y fue un trabajo maravilloso. Implementar cosas que a lo mejor si eres una persona un poquito más introspectiva y quieres estar en tu espacio, implementar. Con apps también tenemos este mundo maravilloso de tecnologías, meditación. Un socio estratégico que se llama Celia. Y Celia es una plataforma para el cuidado de la salud mental. En donde entras y además como que, digamos que el moro es encontrar el terapeuta adecuado para ti. Claro, claro, totalmente. Entonces empiezan como unas preguntas, empiezan a discriminar hacia dónde llevarte. Y ha sido muy enriquecedor porque además la data que recibimos es... Qué lindo, hermano. y ha sido muy enriquecedor porque además la data que recibimos es... Qué lindo, hermano. En definitiva, he utilizado este tipo de herramientas y han sido de mucho, mucho beneficio para mí. Sí, me tocaron terapeutas que no eran para mí y poco a poco me di a la búsqueda y encontré quien era para mí ideal. La meditación me ha ayudado muchísimo, el crear espacios de silencio. Suena como lo tratas tres veces y no sientes qué pasa un carajo, pero es en la práctica. Y no solamente cuando nos sentimos que estamos jodidos. Tratar de tener una práctica, una rutina bonita con este tipo de cosas, siento que ya aliviana hacia dónde se mueve el pensamiento. Lo puedo ver, lo puedo controlar un poquito, decido, lo pongo al lado. Lo veo, no es ignorar las cosas que nos pasan, es trabajar con ellas desde puntos de vista más saludables y diferentes, que no nos atormenten. Y hablar, hermano, comunicarnos, hablar, llorar, hablar ya sea con un amigo, con un familiar, no tragarnos ese dolor porque por algún lado revienta. Creo que eso es para ser responsable, yo creo que eso es de hombre, el ponernos en la posición más saludable posible, desde la suavidad, desde la autocompasión, y yo creo que eso impactará nuestro mundo de la manera más bonita posible. Somos proveedores, somos fuertes y tenemos toda esta cualidad hermosa. Yo creo que también es bonito conectar con nuestra suavidad y nuestra responsabilidad de sanación. Creo que dijiste algo muy importante y es que nosotros siempre decimos que los hombres si lloran es un espacio en el que nuestra vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza sin romper ese paradigma que hay sobre esa desinformación que nos ha hecho pensar que por ser hombres y ser vulnerables vamos a ser débiles o ser menos hombres es justamente lo que estamos rompiendo en este espacio gracias herman, hermano. Qué bonita labor. Gracias, brother. Qué lindo, padre. Qué lindo, hermano. Si te sientes abrumado o perdido en tu camino hacia el bienestar emocional, o simplemente quieres trabajar en ti, en alcanzar tu mejor versión, tranquilo, no estás solo. Celia te conecta con más de 350 profesionales en salud mental y bienestar emocional que pueden guiarte y apoyarte en cada paso del camino. Además te ofrece recursos gratuitos como meditaciones guiadas, ejercicios de respiración, diarios de emociones y mucho más. Visita celia.com o descárgate la app y encuentra el camino hacia una vida más feliz y conectada.