
En este episodio del podcast, Sara Uribe comparte una reflexión profunda sobre su vida, revelando detalles de sus luchas personales y su viaje hacia el autodescubrimiento y la resiliencia. La conversación gira en torno a su proceso de sanación, las enseñanzas que le ha dejado la vida, el rol del amor y la importancia del autocuidado.
Capítulos
Una vida en reconstrucción
Sara Uribe revela cómo tocó fondo emocionalmente y cómo su hijo Jacobo se convirtió en su salvación. Compartiendo experiencias del pasado, examina cómo las dificultades la llevaron a un abismo personal, del cual emergió más fuerte con la ayuda de su fe.
La transición hacia el renacer
Habla sobre el papel de la espiritualidad en su recuperación. Desde la oración y el apoyo de amigos, relata su renuncia a viejos hábitos y la aceptación de su pasado como un paso crucial hacia la nueva vida que ahora abraza.
Transformación a través del dolor
Sara reflexiona sobre vivencias intensas como traiciones empresariales y personales. Explica cómo estas situaciones adversas la han empoderado y dirigido hacia una transformación completa, recordándose a sí misma que estas cicatrices simbolizan poder.
El poder de dar y recibir
Se identifica su naturaleza generosa y su deseo innato de ayudar a otros, aceptando al mismo tiempo la importancia de establecer límites para no desdibujar su propia identidad en el proceso.
Amor y familia
Enfatiza la importancia de su familia, especialmente de su hijo Jacobo, como pilares de su vida. Mientras se reconcilia con su pasado, Sara habla de construir un futuro lleno de amor, aprendiendo a perdonarse y perdonar a los demás.
La nueva Sara: empresaria y poderosa
Lanza su nueva línea de productos bajo la marca ‘Poderosa’, transformando sus experiencias de vida en una oportunidad empresarial mientras se enfoca en el empoderamiento de las mujeres.
Conclusión
Sara Uribe se ha reinventado a sí misma a través del dolor y las adversidades. Su historia es un testimonio de resiliencia y autocuidado, demostrando que el amor y la fe pueden guiar a la curación y a la verdadera transformación personal.
Menciones
- (Persona) Sara Uribe
- (Persona) Tati
- (Persona) Jacobo
- (Persona) Macri Vélez
- (Persona) Carlos Ramos
- (Persona) Melissa Martínez
- (Persona) William Arana
- (Persona) Tatiana Franco
- (Org) Vos Podés
- (Org) RCN
- (Org) Caracol
- (Org) Roca Estéreo
- (Org) Tele Antioquia
- (Producto) Poderosa
- (Producto) Lululemon Align No Line Pant
- (Concepto) Autocuidado
- (Concepto) Resiliencia
- (Concepto) Amor Propio
- (Fecha) Años 2020-2023
Este es el modo en que se siente para moverse a través del verano en Lululemon. Iconica suaveza alineada sin la esquina del frente. Para nuestro look y sentido más suave del mundo. El verano no sabrá qué le ha hecho. Estrecha tus límites en la flexibilidad inmediata de la nueva Lululemon Align No Line Pant en las tiendas selectivas y se reconstruyó. A pesar de vivir los días más oscuros, logró transformar el dolor en fuerza y la desesperanza en una oportunidad de vivir con propósito. Este episodio llega a ustedes gracias a Milagros, la marca que transforma el cuidado capilar en resultados extraordinarios. Porque sí, los milagros están en todas partes y muchas veces tienen forma de mujer. Sara Uribe. primero te agradezco por haber sacado tiempo de tu agenda porque sé que has estado bastante ocupada y que me diste a mí como esa primicia de venir a esta entrevista después de tanto tiempo además de buscarla Dios, los milagros existen hoy estás milagrosa ¿Sabes qué Tati? es que has hecho un trabajo increíble es que has labrado trabajo increíble. Es que has labrado por muchísimos años este camino. Te has ganado la confianza, te has ganado el reconocimiento. Nos conocemos desde hace muchos años y siento que es un lugar seguro, es un lugar bonito y es un lugar que puso Dios en el camino para poder expresarme. No sé qué voy a decir. Él ya ha hecho la bendición y todo. Pero yo sé que es un lugar seguro. Es un lugar lindo. Hay una comunidad muy bonita. Eso es lo más lindo que hemos construido en Vos Podés, un lugar seguro. No porque lo digamos, sino porque realmente es eso. O sea, la idea es que las personas abran su corazón sin prejuicios, sin juicios además, y que se sientan libres de compartir eso que de pronto han venido guardando durante tanto tiempo. Es verdad, y son muchísimos años que yo decía, no, no, no quiero, no me gusta, no quiero en los medios, no me interesan los chismes, entre más apartada esté mejor, me resguardé, me metí como en mi burbujita, me protegí y pues es hora de volver, es hora de decirle al mundo, estamos brillando, volvimos con más fuerza, volvimos a ser empresa, a construirnos, a reconstruirnos y acá estamos. y acá estamos. ¿Cuál fue la razón para eso? Para meterte como en esa cajita, como en ese, yo le llamo como el círculo íntimo de amor que es ese espacio privado y seguro donde uno realmente siente que ahí es y que está blindado. Solo creo que cuando tú caes al fondo del abismo ya no hay nada que te saque de ahí, o sea, no hay otra salvación que pararte de donde estés. O sea, alzar tus manos y decirle, acá estoy. O sea, ¿para dónde me voy a mover? Si vos no me sacas de donde yo esté, no hay otra. Entonces, ¿qué es lo que uno hace? Resguardarse. Se tapa, se esconde y uno encuentra un protector en la vida que para mí fue Dios, que me salvó. Entonces no fue que me metí porque ay qué tan bonito quise, no. Me metí porque me sentí vulnerable, porque hubo errores, porque fallé como ser humano, porque me sentí desprotegida, porque hice cosas que no debía, porque no encontré otra salida, porque estaba protegiendo otra vida. Importante. Y cuando no proteges otra vida, o sea, no te importa ni siquiera la tuya. O sea, es como que yo me pongo como un escudo y que no pase nada. O sea, entonces hubo un cambio así, un clic en mi vida y fue Jacobo. Cuando Jacobo llega a mi vida, yo digo, o sea, chavo, no importa nada más. Tengo que protegerlo. Entonces me guardé para él. Mencionaste la palabra abismo. ¿A qué le llamas abismo? Abismo le llamo a la falta de oportunidades, le llamo a la falta de oportunidades y cuando a uno le cierran las puertas mil veces y le dicen no en la cara, le digo al abismo al no tener con qué pagar tus cuentas, le digo abismo a no saber a dónde ir, le digo abismo a un dolor crónico, le digo abismo a no sentirte bien físicamente, ni espiritualmente, ni psicológicamente, le digo abismo a mirar a la nada y sentir que no tienes nada pero que lo tienes todo eso le llama abismo ¿también sientes que eso es como estar rodeado de muchas personas y sentirse solo? pero es que a veces no estar rodeado de muchas personas yo aprendí a estar en la soledad, amo la soledad amé la soledad me enseñó a amarme me enseñó a sentirme plena, me siento llena. Mi soledad es calidad. Mi soledad antes estaba acompañada, ya no es acompañamiento, ya mi soledad es de decisión. Yo elijo quién entra a mi vida, quién no, quién entra a mi casa, quién no, quién entra a mi vida amorosa, espiritual, laboral, empresarial. Antes estaba súper acompañada. ¿Pero te sentías sola? que brillaba, me sentía siempre, me tocaban, me alababan, me abrían las puertas, tenía muchas amigas, era un trofeito para las personas que querían tenerme, tan bonita, ella me sirve, ella me protege, ella me cuida, ella me gasta, ella me contesta siempre, ella me abre la puerta siempre, ella está para mí siempre, ella me brinda mucho amor, ella me brinda mucha alegría. Entonces siempre sentía como que yo estaba para dar. Y un día dije, ¿será que sí? Y sigo dando muchísimo, porque eso es lo que hay en mi corazón. y sigo dando muchísimo porque eso es lo que hay en mi corazón pero no hubo un momento en el de la vida como que no estaba para mí estaba para todo el mundo pero yo no estaba para mí lo más importante yo me miraba a un espejo y yo decía uy no, esta no soy yo yo Sara tienes que trabajar pero es que no quiero pero como me vas a vender Soy yo. Yo, Sara, tienes que trabajar. Pero es que no quiero. Pero cómo me vas a vender en marcas o cómo me van a contratar si yo estoy fea. Si yo no tengo ni siquiera un cuerpo voluminoso para mostrar la ropa. Pero es que se me está cayendo el pelo. Pero es que tengo los dientes flojos, pero esta piel si es de verdad, pero y con esas cicatrices si puedo salir en vestido de baño, ay no, en serio, no, y cuando tú empiezas a dudar de ti misma, ¿pero será que mi mamá sí me quiere? ¿Pero será que yo sí soy merecedora de tener un amor? ¿Será que yo sí soy buena mamá? ¿Será que sí soy buena hermana? ¿Será que después de fracasar en mis empresas, yo sí soy una buena emprendedora, una buena buena empresaria y cuando empiezas a dudar de ti pero ves que todo el mundo a tu alrededor te alaba es el abismo más grande del mundo, es como estar en un día si se te hago piso y que se te arrime un gallinazo y vos digas como berraco, se te arrima un gallinazo en un diecisieteavo piso y se te queda mirando y te dice, tienes que irte conmigo. Eso no te va a pasar nunca. O sea, un gallinazo en un diecisieteavo piso. O sea, eso realmente te pasó. ¿A dónde van los gallinazos? a buscar la basura a buscar la muerte a mi piso 17 llega un gallinazo a mirarme y en ese preciso instante yo miraba un abismo eso me pasó a esa oscuridad yo le llamo a viso no te lo puedo creer y que pasaba por tu mente en ese momento pasaba muerte pasaba desesperación pasaba con quien iba a dejar a Jacobo pasaba tenía que organizar papeles, tenía que organizar carpetas, tenía que llamar a mi tenía que organizar carpetas tenía que llamar a mi manager a decirle en esta carpeta estoy dejando todo, estas son las cuentas que tengo que pagar estos son los teléfonos a los que tienes que llamar si a mí me llega a pasar algo por favor tú te haces responsable de Jacobo, no se lo puedes entregar a esa persona, a esta sí es que esto es mi prioridad, esta no, y yo tenía un rosario siempre en las manos, un rosario que nunca me fallaba, o sea, un rosario. Yo busqué a Dios y lo sigo buscando, o sea, yo buscaba a Dios en lo cristiano, en lo católico, en todas las religiones había así por haber, ¿cierto? Sí. Yo a las 3 de la mañana estaba orando, a las 5 de la mañana estaba orando, yo me rezaba a 50 mil Padre Nuestro, yo después entré al mundo cristiano y todos los pastores de William Arana, con la dosis diaria, con roca estéreo, con todas esas actividades que ellos plantean, lograron establecer mi mente porque era una cosa que yo decía, yo me estoy enloqueciendo. O sea, nadie me quiere, todos me odian, se me va a caer el pelo, no tengo trabajo. Si tengo trabajo, ¿era pandemia? No. abajo, era pandemia no todas mis empresas quebraron mi mamá estaba entregada a la drogadicción de pastillas psiquiátricas, o sea era una cosa increíble la comunicación con mi hermano no era buena la comunicación con el papá de Jacob era pésima, o sea era una cosa pésima. Era una cosa de que yo sentía que ese hombre me odiaba. Y yo decía, yo solo estoy amando. Amando a los seres que me rodean. Entonces siempre estuve súper acompañada, brindando amor, pero mi entorno me odiaba. Eso estaba en tu cabeza al final. Claro. O esto que decías del papá de él, ¿era algo que él generaba en ti que realmente te hacía pensarlo? ¿Me odia? No. Sus comportamientos hacia mí eran agresivos, eran de malas palabras, de un momento el decir, yo no sé por qué te hago esto, perdóname, yo no sé por qué te estoy diciendo esto, yo no sé por qué me comporto hacia ti de esta manera. y de esta manera, yo decía, yo me estoy enloqueciendo, yo me estoy enloqueciendo, yo soy la mala, yo soy la que tengo que cambiar, yo soy la que tengo que llevar un hogar, yo soy la que tengo que acompañarlo, él está pasando por un proceso. Sí. Bueno, como que en todos los procesos yo trataba de ser una luz, pero yo me estaba consumiendo en el mío. No, no, no. Entonces mi mente era una, entonces yo entro a un psicólogo, entro a un psiquiatra, entonces empiezan pasillas psiquiátricas, y yo le digo, Sara, es que tú no estás desarrollando en el cerebro parte de la felicidad. Entonces tú tienes que tomar sertralina. Ay, Dios. Pero antes me estaban dando escitaloprán. El escitaloprán me volvía horrible. Yo no comía. Yo estaba en 54 kilos. Wow. Las uñas me dolían. El pelito se me caía. Las piernitas. No, no, no. O sea, yo siempre he sido se me caía, las piernitas. No, no, no, o sea, yo siempre hacía súper nalgona, súper piernona, yo no tenía nada. No había ropa que me sirviera. Mi manager me llamaba y me decía, hay una marca que te va a contratar. Y yo le decía, ¿y yo cómo me voy a poner esa ropa si no me queda? No me queda. Era XS. Tatena era XS. Pero yo no tenía cómo pagar los arriendos de mis empleadas o pagarle el sueldo a mis empleadas de las peluquerías que tenían pandemia. Y sin embargo Dios, viéndome de 54 kilos, me mandaba a trabajar. O sea, nunca me dejó morir. Muy trabajo. O sea, nunca me dejó morir. Muy lindo. O sea, nunca me faltó un arriendo, nunca me faltó para ayudarle a mis empleados, nunca me faltó, como te dijera, como esa oportunidad de salir adelante, como que podía tratarme mal, X. Sí. Y después aparecía y me decía, perdme mal, X. Sí. Y después aparecía y me decía, perdóname, no soy yo. Y yo decía, oh, señor, no me dejes. Yo arrodillada, señor, son tus fuerzas, no son mis fuerzas, señor, señor, señor. No sé cómo cargar a un niño de 25 kilos. Jacobo era gigante, Jacobo gigante. ¿Y tú estabas ahí pendiendo de un hilo? Yo no sabía cómo lo cargaba. No sabía cómo hacía con la vida. Pero de ese abismo siempre hubo un paracaídas. Y cuando yo ya estaba en el fondo, y el fondo te voy a decir, Tati, que fue... hubo momentos que yo pensé que eran psíquicos, pero no eran psíquicos. Ya hubo enfermedad física y yo me sentaba, Tatiana, y yo no podía respirar. Yo no podía hacer eso que acabaste de hacer. ¿Sentías dolor? No me entraba el aire a mis pulmones. yo no podía hacer eso que acabaste de hacer ¿sentías dolor? no me entraba el aire a mis pulmones empezó a hacerse una bola aquí en mi estómago y era un dolor que yo decía ¿pero qué es este dolor tan horrible? y para que yo me queje de un dolor se necesita, o sea yo tengo una abuela de 80 años que es una guerrera esa señora no tiene una gripa sea, yo tengo una abuela de 80 años que es una guerrera. Esa señora no tiene una gripa nunca. Pero yo tengo una mamá de 65 años que toda la vida ha sufrido enfermedades. Entonces yo sé muy bien diferenciar que es una enfermedad de un zaripo conriaco a ser una enfermedad que de verdad te duela algo. Y tengo un papá que es muy vital. Y yo decía, no, esto no es un dolor. Que yo me vaya a echar a una cama. Aprendí a inyectarme diclofenac. Entonces yo me paraba en un espejo y yo me inyectaba porque no me dejaban caminar. O sea, el dolor iba de aquí de la cabeza a la punta de los pies, yo era encalambrada, totalmente. Yo me sentaba en una silla y la vacuna era como si yo me la sentara en un hormiguero, caliente, y yo iba a orinar y yo era así, sexualmente no tenía apetito. Tuve dos cirugías de senos yo me fui para donde un amigo que se llama Carlos Ramos y le digo yo ¿es cirujano? mira Ramos, yo fui a urgencias me hicieron ecografías y todo en mi cuerpo, porque no puedo caminar bien me dicen que tengo una hernia umbilical y que me tienen que operar, me van a mandar a un médico general, o sea, me van a abrir de aquí a acá, y él me dice, no, eso no es por eso, te tengo que cerrar los músculos, ven, yo estaba en 54 kilos, Ramos, yo no tengo plata, o sea, de verdad, vení, que yo te voy a operar, no sé cuántas, vení que yo te voy a operar no sé cuántas entro a cirugía cuando yo salgo de cirugía Tatiana yo tengo una chamba de aquí a aquí Ramos me muestra un video y me dice amiga yo intenté abrirte el ombligo no lo pude hacer porque tu hernia está no sé qué para abajo tienes una chamba de acá a acá no te creo o sea yo no puedo volver a desfilar ropa interior. ¿Y qué dijo él? O sea, ¿qué era? ¿Cuál era el diagnóstico? Tenía una hernia, supuestamente. Los otros médicos me decían que no, que me había dado una mini escoliosis, entonces no sé qué, más medicamento. Después no respiraba, después no caminaba, después no respiraba después no caminaba, después no sé cuántas quiebran todas mis empresas el papá Jacob se pierde, se enloquece es el odio hacia mí eso es una cosa que una cosa impresionante ni siquiera para decirle no importa no pasó nada somos los papás de un gran ser humano o sea, y pasaron todos estos seis años para que él entrara en un reconocimiento de su vida para poder sentarnos a hablar como compañeros de crianza, súper necesario además no éramos capaces, no pudimos hacerlo nunca pudimos hacerlo. Nunca pudimos hacerlo. Lo intentaste, lo hablaste. Por parte de él, por parte mía. No pudimos hacerlo. Pero que frenaba. Era una fuerza externa que no nos podía juntar. Un día cualquiera resulta que yo estaba, yo le dije adiós, a mí me dicen, vení, renuncia. Bueno, yo tengo amigas muy lindas, tengo una amiga que se llama Macri Vélez, que yo siempre acudo a ella y yo voy de rodillas donde Macri con su esposo y le digo, necesito que me ayuden. O sea, ayúdame a encontrar a Dios. O sea, por favor. Y Macri me dice, vamos a rezar, vamos a hacerlo, vamos a orar, me ayudan muchísimo. Mis empresas habían quebrado. O sea, eso es otra historia, porque mi socia, mi pana, mi amiga, la que dormía en mi casa, la que se ponía mi ropa, la que tenía la cuenta de mi tarjeta de débito, la que yo le dejo la plata para que monte un negocio, falsifica mi firma, hace préstamos a nombre mío, no le paga a mis empleadas, se roba los 300 millones con los que invierto, fuera de eso monta 5 créditos a nombre mío, falsificando mi firma, me deja embargada embarga en la casa donde vive mi mamá me quitan el dinero de mi carro que yo vendo o sea todo el mundo los que estaban supuestamente acompañándome cuando me decías que estaba muy acompañada los que me alababan y los que eran mis amigos hay que hay que hay que es que en la vida no tienes sino a Dios y a tus hijos en la vida no hay nadie más y ni siquiera los hijos te pertenecen Jacob vino a enseñarme al mundo que no me pertenece que es prestado que es el amor más bonito. Que si va a haber siempre un hombre y un caballero en mi lado y que van a haber hombres maravillosos porque él es un hombre maravilloso y yo me encargo de que él sea un hombre maravilloso. O sea, él me enseña porque yo decía, todos son iguales. No, todos no son iguales. A hombres magníficos hay. ¿Criaste uno? Me lo regaló Dios porque no sé cómo criarlo, todos los días le digo señor, ¿cómo hago? o sea, ese hombre me lo regaló Dios y es él y cuando eso pasa retomando la historia de esta hembra que me roba y todo, que era demasiado cercana que se pierde, ella crea insolvencia en Colombia se abre, se me pierde. ¿Pero dónde está? O sea, ¿se va para dónde? ¿Otro país? ¿Otra ciudad? Está en otro país, sigue su vida como si nada, mientras yo estoy dándole la cara a los bancos, a las empleadas, con más de una demanda, más de mil millones de pesos, embargada con mis cuentas, Más de mil millones de pesos embargada con mis cuentas, tratando de sobresalir y de sobrevivir en un país como Colombia. Esta vieja se va y me deja con todo. En fin, cuando eso pasa, entonces, cuando pasa lo del papá del niño, lo de mi vida, lo de mis empresas, todo, yo me doy cuenta que yo digo, yo me doy cuenta y digo, no, en realidad yo no estaba tan acompañada. Esas personas llegaron, absorbieron lo más lindo que yo tenía y ¿qué me dejaron? Una gran enseñanza. Fueron mis grandes maestros, Tatiana. Pero ¿qué maestros, Sara? Y el problema es que uno los elige. Yo tenía tatuado guerrera de Dios. No, las palabras tienen poder. No, pero ¿sabes por qué? Es que desde chiquita me decían, todo se consigue con trabajo. ¿Tú sabes qué le digo a mi hijo? Eres merecedor de todo. Eres merecedor de lo bueno. Te van a llegar cosas maravillosas atráelas, puedes párate y lucha por eso tú sí puedes mi hijo no le tiene miedo a nada yo le tenía miedo a todo y con miedo lo hice y con miedo perdí todo y con miedo vuelvo y me levanto la última peluquería, la Montezola debiéndole a todo el mundo pero yo tenía un sueño de ayudar de generarezola, debiéndole a todo el mundo, pero yo tenía un sueño de ayudar, de generar empleo, de arreglar a las mujeres, de embellecerlas, decirle a mi hermano, toma, te estoy regalando esto para que tú tengas una manera de sobrevivir en la vida, y cuando yo le doy todo eso a mi hermano, me doy cuenta que uno no puede salvar a nadie, ni a mi hermano, ni a mi mamá, ni al papá de mi hijo, ni al ser que más amo, ni a mi hijo. O sea, con eso yo lo tuve clarísimo. Si mi hijo se quiere tirar a una piscina, yo no le puedo decir no te tires porque él se va a tirar. Yo lo que le tengo que enseñar es a Nadaria defenderse. El ver así lo aprende, ¿no? Todo eso me pasó y se me junta el dolor físico, crónico psicológico, sentimental familiar oh que locura yo me paraba en esa ventana y yo miraba ese gallinazo que en el piso 17 se me paraba como mirándome como si fuera el demonio y yo sé que ese man me miraba y cuando le digo mal le hablo de frente y le digo yo no le pertenezco yo no le pertenezco a él ni a la maldad porque yo le pertenezco a Dios y las cosas son más difíciles para mí porque cuando yo decido entregarme a Dios Dios me deja ir al fango pero Él se va conmigo se me hace más difícil todo casi no llego a esa entrevista y así es en todos los proyectos de mi vida lo que ellos no saben es que yo siempre salgo victoriosa y que con Dios no puede nada ni nadie o sea, intentaron acabar mi vida sentimental y después de eso llegó un amor maravilloso a mi vida yo después de ese amor tormentoso conocí un amor que me salvó, un amor que me quiso flaquita, un amor que cuidó a mi hijo como si fuera de él, un amor que si no tiene mercado, tenga, que si no tiene para pagar la luz, tenga, que si necesita un hogar seguro, tenga, que se sentía orgulloso, que me amaba, que me protegía y yo decía ¡Ah! O sea, uno sí puede conocer un amor lindo o sea, yo solamente conocía el amor que desde niña he venido conociendo y era un amor tormentoso un amor que me querían a la vez claro, mi mamá es una persona enferma claro vienes de ver esos espejos en tu casa y yo los repetía y los sigo repitiendo porque obviamente uno siempre repite patrones pero todo en mi vida es constante y yo digo no no no volveré a caer, aléjate a Satanás conmigo no contarás por favor aléjate, o sea hasta bloqueadas se van como que ya aprendiste a detectar esas cosas que sí y esas cosas que no Por favor, aléjate. O sea, hasta bloqueadas se van. Como que ya aprendiste a detectar esas cosas que sí y esas cosas que no. Mira que te brillan los ojos cuando hablas de ese amor bonito. ¿Quién es? ¿De dónde salió? ¿Dónde está? Eso es un ángel. Él es un ángel que siempre le va a decir que le vaya bien en la vida. Ahora ya no está conmigo. Sí. Pero llegó en el momento que tenía que llegar. Llegó en el momento que tenía que llegar. Y como él, llegaron más personas a mi vida. Y llegaron personas diferentes que me acogieron. O sea, yo llegué después de un divorcio con tres maletas, con mi peladito. Y hubo personas maravillosas que me dijeron, en este apartamento te puedes quedar, no te va a faltar esto, no te va a pasar nada, tranquila, empezaron a protegerme de una manera que no te alcanzas a imaginar, o sea, no fue solamente esa persona, fueron dos o tres seres humanos que yo digo, wow, hay personas maravillosas en la vida que donde estén yo siempre les voy a agradecer la vida mira que me dejas mi pensativa cuando mencionas esto del gallinazo que además es anormal realmente no estamos hablando de una situación normal porque lo mencionabas, uno normalmente los ve a ellos es en las superficies abajo abajo, en un basurero pero en un piso 17 en las superficies abajo, abajo, en un basurero. Pero en un piso 17. Mirándome fijamente, en las mañanas. No. Y a eso se suma todos los llamados que hiciste y las conversaciones que tuviste con cristianos, católicos, o sea, como en esa búsqueda siempre de esa protección espiritual. ¿Realmente sentías que se trataba de algo paranormal? ¿Sentías que me están haciendo algo? No. ¿Qué pensabas? Es que yo, me pueden pasar mil cosas, Tati. O sea, a mí se me puede caer el mundo encima. O sea, puede haber una guerra de misiles en este momento. Y yo te voy a decir, Dios, eres maravilloso. Me tenés aquí parada. O sea, ¿qué puedo hacer para ayudar al prójimo? O sea, se me puede acabar el mundo hoy. Yo te voy a agradecer siempre. Entonces yo no te voy a, yo no voy a ver, wow, no, eso no, esto no está pasando bien. No, pero cuando yo renuncio a todo, porque voy donde Macri, que te lo iba a contar ahorita. Macri me dice, amiga, a veces hay que hacer renuncias. Totalmente. A lo mundano. Y yo le dije, cierto, yo fallé. Y yo creo que ese es el karma mío. Yo me metí con un hombre casado. ¿Será que estoy pagando el karma? Y Macri me dice, amiga, puede ser. Puede ser. Y yo le dije, wepucha. Macri, empiezo mi lista de perdón. Taqui, taqui, taqui. ¿Pediste perdón? Sí, a la esposa de Freddy, a los hijos de Freddy, a las personas que yo sentía que les había fallado. Yo tenía 20 años, Tatiana. Claro. 20 años, una peladita que está creada solo por una madre, adicta, que quiere amor, que quiere atención. Una hija que tiene 13 años, que sale a defender a su familia y le entregan a un niño, a un bebé, tiene 9 años, desde los 9 años empieza a crear un hermanito. Se encuentra con una persona que también es enferma, que es adicta, que es alcohólica, que también está buscando amor. Yo a los 20 años, ¿qué quería? Amor. A vos te vienen y te dicen, eres maravillosa, eres divina, eres una top model, estás en el horario prime de la televisión colombiana, quiero un trofeo más porque soy un futbolista que también vengo de abajo que también ha defendido a su familia y la ha sacado adelante somos dos seres humanos en constante evolución ninguno de los tres quiere hacerle daño a nadie, yo nunca quise hacerle daño a una familia yo nunca quise hacerle daño a nadie yo solo estaba buscando amor un amor que yo no encontraba en nadie, ni nunca lo encontré en nadie solo en Dios que amor que yo no encontraba en nadie ni nunca lo encontré en nadie, solo en Dios que hasta que yo no conocía a Dios no pude decir es una persona enferma yo no puedo volver a caer ahí porque las cosas que él hace no me las hace a mí sino que las cosas que él hace me están haciendo daño a mí, entonces no puedo volver, tengo que salvar a mi hijo de esto sino que las cosas que él hace me están haciendo daño a mí. Entonces no puedo volver. Tengo que salvar a mi hijo de esto. Entonces yo empecé a hacer una lista de pedirle perdón a esas personas. Y ese perdón que pediste a esas personas lo hiciste directamente, llamaste, o lo hiciste desde la distancia, que también hay otra manera de pedir perdón. Yo envié un correo. Yo envié un correo. Yo envié un correo, escribí. Y recibiste respuesta. Sí. Te perdonaron, escribí. ¿Y recibiste respuesta? Sí. ¿Te perdonaron? ¿Lo recibieron? No sé. No sé, pero yo pedí perdón. Y en el momento que sea, pido perdón. Las veces que sean necesarias. Donde yo hubiera tenido la madurez de los 35 años que voy a cumplir, créeme que yo no hubiera hecho esto. No hubiera hecho muchas cosas pero hoy tengo un hijo maravilloso de un ser humano que es increíble y poderoso en una cancha que con sus errores y sus virtudes logró darme un hijo hermosísimo y que se lo va a agradecer toda la vida y hay una mujer hermosa que cuida y protege a sus hijos, que tiene un corazón noble, que ojalá Dios le permita encontrar su verdadero centro, si me entiendes, y que pueda perdonarnos, porque es que en el mundo venimos a equivocarnos. Cuando yo empiezo a conocer a Dios, empiezo a conocer la bondad de de sanar la bondad de sanar a mi madre entender de dónde venía toda esta falta de cariño, de amor y cuando yo retrocedo y digo pero mi mamá, ¿por qué es adicta? ¿por qué quiere dormirse si el mundo es tan divino? ¿por qué a los 13 años mamá quería dormir? ¿por qué mi mamá no quiere vivir, empezó a entender todo eso y digo, claro de amor, cierto y está viviendo otra vida acá no es no generar un culpable porque yo lo empecé a entender empecé a perdonarme y la convivencia con mi hijo, con las personas que me rodean son maravillosas pero comenzaste a entender como el porqué de muchas cosas, las razones a sanar esas cadenas generacionales con las que acabamos a cortar desde la abuela, desde la bisabuela. Como me decían a mí, todo es ganado en la vida. Es que tiene que salir a la calle y trabajar. Sacrificio. Las cosas son con sacrificio y con sudor. Salga del baño que es que no hay para pagar la cuenta de la luz. No gastes tanta agua y se va a lavar el pelo. Y no era como que, ahora no. Ahora tú te sientas a decirle a un niño que, hay que cuidar el medio ambiente, mi amor, el agua se va a acabar. Y generas conciencia. Pero marica, o sea, yo soñaba con tener un buen champú y bañarme media hora en el baño. O sea, yo, cuando yo pude hacer eso. Ah, yo me sentí la mujer más millonaria del mundo. Ahora entiéndeme la crianza. A los 35 años tú no cometerías tantos errores que a los 20 años tú haces. Sí, es que dice un dicho que uno hace lo que tiene con las herramientas. ¿Qué tienes, Tati? O sea, a mí no me deslumbró un bolso, a mí no me deslumbró un apartamento a mí no a mí no me deslumbraron esas cosas o sea, eran como que otros privilegios que yo podía tener comer sin preocuparme que voy a mercar o sea, echarme un chapu y bañarme media hora no me pagan los servicios, si me entienden, vamos a pagar los servicios no sé preocuparme por los impuestos cosas diferentes pero a los 35 logré sentarme con Tatiana Franco mirarlos a todos y decirles ojalá a los 35 puedan tener una madurez diferente porque a los 20 uno es una culicaga insolente indolente inmadura yo tenía una fama me estaba ganando póngale 50 millones de pesos ¿cierto? 50 millones de pesos sentada ahí de campañas publicitarias o quizás más no estaba en las redes en su apogeo entonces yo salía en todas las revistas y yo después sentada ahí de campañas publicitarias o quizás más. No estaba en las redes en su apogeo, entonces yo salía en todas las revistas. Esa fama era fama. Tatiana, me dejaban estar en Caracol, RCN y Canal 1. Todo junto. Y fuera de eso, hacer radio. O sea, yo tenía cuatro medios en los horarios prime, en la mañana, en la noche. Eso es mucho, Sara. A los 20 años ya le había dado la casa a mi mamá. El pueblo me quería. Y fuera de eso, estaba enamorada. Lo tenías todo. O sea, estaba enamorada. No importa de quién. Yo estaba enamorada. O sea, a mí me decían no y yo sí. Sí. O sea, estaba chuleando. Chum, famosa, tengo plata, estoy joven, me enamoré. Ya. Qué mal le puedo pedir a la vida. Y mientras tanto el mundo alrededor en llamas, pero vos con tu juventud. Yo estaba dando amor. Pues es que yo no estaba haciendo nada. Yo estaba dando amor. Y es que yo estaba dando amor. Sí. Yo estaba cuidando, estaba protegiendo, porque había una persona, había una víctima y había un victimario. ¿Sí? Yo necesito, yo necesito amor. Yo ya, no, y no era como que yo te cuido, yo te protejo, no te va a pasar nada, yo te voy a cambiar. Eso es falso. Nadie cambia a nadie. Ese papel de salvador es ahora no gracias me pasó desde los 13 años saltatelo si tienes la oportunidad saltatelo por favor por favor si ustedes me están viendo en este momento uy y no les pasa solo con la pareja con todo con la familia tú no eres la salvadora de nadie que se ahogue y que se quiera ahogar porque yo por eso me operé y me puse mi salvavidas, yo con esto yo creo que no me ahogo con mi hijita, pero a mí no me vuelve a pasar, si es necesario bloqueo hasta mi mamá pero habían personas o sea mi mamá me puede llamar 20 veces al día a pedirme pastillas no a preguntarme cómo estoy no cómo está mi hijo me puede llamar a eso y es que ese papel se vuelve uno se vuelve esclavo al final, desde el amor porque lo que estoy sintiendo es que esa es tu intención siempre entonces ayudo, entonces salvo mala esposa, mala mujer entonces si no cocino, entonces si no voy a un partido entonces si no voy a no sé qué y entonces si yo no lo acompaño en un hogar de rehabilitación, entonces yo soy mala persona, y entonces si yo no sé cuántas, entonces yo soy mala, y entonces si yo a mi mamá no le llevo las pastillas, mala, si yo no le merco, es mala, entonces si yo no le pago una empleada, es mala, entonces si yo no le pago los servicios, si yo no le doy una casa, y entonces si yo no voy y limpio la casa, es mala, y entonces si yo no voy y les empaco el mercado y se lo pongo en la nevera, entonces yo soy mala. Qué carga, Sara. ¿A dónde? ¿Qué? Y cuando yo me estaba muriendo, ¿quién? Fue a salvarme. ¿Quién estaba en ese papel contigo? Nadie. Nadie, Dios. Dios. Dios. Y se quedaron... Se quedaron dos o tres personas y te las puedo enumerar se quedó mi manager conmigo que ella es mi mejor amiga se quedó ella pero porque ella ha visto mi lucha y soy una mujer muy berraca para trabajar o sea, usted a mí me dice yo lo sé hay que recoger cables, yo recojo cables entonces yo le decía no importa no nos vamos a ganar mucho pues nos vamos a ganar esto pues no importa hágale yo con eso merco es que yo yo no necesito más como llegaron las vacas flacas llegaron las vacas gordas un momento en el que yo decía ¿cómo cuento esta plata? es en serio que estúpido pero ¿por qué? porque claro después de que me quisieron ver en el fango porque yo te digo, me quisieron ver y vuelvo y retomo, es que yo me voy olvidando de las cosas, entonces yo digo, renuncio al modelaje, renuncio a la televisión, me alejo de todo y un día yo estaba sentada en mi casa y me llaman y me dicen vení, es que hay una campaña por cuatro fotos y te cuesta y te dicen, vení, es que hay una campaña por cuatro fotos y te cuesta, y te van a pagar siete millones de pesos. ¿Qué qué? Pandemia. Siete millones de pesos. No, mija. Ay, yo está tan fea. O sea, pero fea no es decir, o sea, yo ya no, es que me arreglé mucho, o sea, ya es como que esto es lo que hay, si les gusta bien y si no también. Quizá no estabas, quizá te sentías. No, no, no, no, no, no, no era yo, no, no, no era yo, Tati, no era yo. O sea, me podías poner muchísimo maquillaje y no era yo, me podías poner extensiones y no era yo, muchísimas cosas. yo, me podías poner extensiones y no era yo. Muchísimas cosas. Y cuando me pagaron esa plata, yo le dije al señor que me contrató, le dije yo le voy a repetir las fotos, ¿sí? ¡No! Voy a mi casa, la maquilladora me dice, se llama Natalia Carmona, y mi maquilladora me dice, amiga, tú estás como muerta en vida. No te lo puedo creer. El padre Juan Carlos la está buscando. Ella, ay no, yo le cogí demasiada rabia al padre Juan Carlos. ¿Por qué? El padre Juan Carlos casó a Melissa Martínez. Yo siempre iba a los grupos de oración los martes con él y con Sebas León, que es mi mejor amigo y que ahora está dedicado pues al sacerdocio entonces como que ellos me estaban buscando mucho siempre han orado por mí y mi amiga me decía te están buscando no has vuelto es que no quiero ver al padre es que el padre no está sino con las famosas es que yo ya no quiero ver al padre. Es que el padre no está sino con las famosas. Es que yo ya no quiero ver al padre Juan Carlos. Una rabia. Yo sentía una impotencia, una rabia. Es que no era yo. Tatiana, Natalia me dijo, el padre va a venir a la casa, le va a echar la bendición. No sé cuál padre la quiere ver. En contra de tu voluntad. Bueno, en todo caso, fueron a mi casa él y otras personas. ¿Cómo lo recibiste? ¿Estabas como...? Estaba organizando los juguetes de Jacob y encontré el rosario preciso que me había regalado mi mamá con el que yo rezaba y se lo tiré a la basura a una amiga y mi amiga me dice, ¡Ey! ¿Vos rezas el rosario siempre? ¿Vos qué estás haciendo botando eso? Y yo, ¡Ay, sí, pues sí! lo voy a colgar en un cuadrito cuando llegan a mi casa empiezan a ver como como que se arman las energías mira Tati a mi me dieron agua bendita empezaron a orar por mi yo casi me muero casi me desmayo me tiré a un sillón empieza William a orar en la casa el otro a orar fueron a mi casa casi me muero, casi me desmayo, me tiro a un sillón. Empieza William a la hora de ir a la casa, el otro a la hora, fueron a mi casa, me llevaron Biblias, que empiece el estudio, que no sé cuántas y mejor dicho, después de tanta lucha, lograron sentarme en un mueble y que yo pudiera vomitar. Yo no podía respirar, ¿te acuerdas? Sí. Había un nudo acá y una bola acá. Yo tengo una cicatriz acá que me abrieron porque esto estaba gigante y yo no podía respirar. Primero fue Ramos, después fue otro doctor que intentó ayudarme con la cicatriz de Ramos, después fue otro. Fueron como cuatro o cinco cirugías donde todo se centró en mi abdomen. Claro, la fuerza mía siempre está aquí. Claro, es mi ancla. Mi ancla sí. Aquí. Cuando yo me siento en ese mueble y empiezan a orar por mí, me dan vasos de agua bendita. Yo vomito un sapo. ¿qué? un gusano una bola de pelos sale de mí un olor fétido de esos que buscan los gallinazos desde que me miraba en esa ventana y me decía te vas a ir conmigo y que yo le dije yo no me voy a ir nunca con usted. Porque yo a usted no le pertenezco. Porque yo le pertenezco, es a Dios. ¿Viste esos animales ahí? Yo llamé a la cuidadora de mi hijo para que grabara. Porque yo le decía, ellos me van a hacer daño. Grábelos, cójame cuando sale esa bola de pelos en mi cuerpo yo puedo respirar yo volví a dormir en mi vida a mí me tenían como pastillas para dormir ¿y eso cuándo fue? eso fue en el 2000 hace tres años yo vuelvo a dormir y ahí encontraron un ¿cómo se llama? un entierro le llaman pues yo no te voy a decir que yo crea en la brujería porque yo yo no le voy a dar poder nunca a eso y eso nunca va a poder conmigo por más que me quieran acabar pero existe lo dice usted pero yo no le voy a dar poder nunca a eso y eso nunca va a poder conmigo, por más que me quieran acabar. Pero existe. Lo dice usted. Pero yo no le voy a dar poder a eso porque Dios es más grande y que a ellos no se les olvide que yo soy una hija de Dios y que yo soy su consentida. Y que por más veces que me quieran atacar, Dios siempre me va a poner a brillar. Y que hoy no tengo nada que me adorne, Tati. El pelo, el pelo se me caía, mira. Todo esto es pelo. Yo tenía bolas. En mis amígdalas eran llenas de pus. Sangraban. Tengo una, el ombligo, tengo cicatriz. Mis senos me los quemaban. Mi vagina me la quemaban. O sea, eran demasiadas cosas que pasaban en mi cuerpo. Mis empresas me las quebraron. Mi relación sentimental, la que intenté tener con el papá de Jacobo, murió. Que haya muerto, bien o mal, no hicimos las cosas correctas, ¿cierto? Pero hay un hijo de por medio. Esa relación nunca va a ir a morir, porque eso ya viene desde el cielo, eso ya viene de un destino, por más cosas que hagamos y que no hubieran sido en el momento correcto. Que las personas que estén en mi contra entiendan que la vida ni siquiera es por lo que uno haga o la maldad que uno quiera hacerle a otra persona, sino que Dios siempre es el que respalda y que a cada uno nos llega un karma, que yo ya lo pagué en vida, pero que se atengan las personas que quisieron hacerme daño. Porque cuando Dios le dice a uno, yo lo voy a sacar en limpio y yo lo voy a poner a brillar. No hay nada, o sea, créame, Tati. Se no sabe cuando me llamaban de los bancos. A mí no me quitaban uno. Es que yo no me gané un millón de pesos en la vida. Tatiana, yo fui pobre de recoger goteras en mi casa y de pasar en mi propia casa y de que me cortaran los servicios por 100 mil pesos. De pegarme de la parabólica del vecino. De fiar mercados de 100 mil. En el barrio y de belé, el del mercado, al de la tienda, al de las legumbres. Eso, oye, no te asustes. Montarme por la puerta de atrás, yo ya sé que es la pobreza, que para mí era una riqueza. Ahora, yo también viví con tres empleados, con conductor, con traductor en otros países, en hoteles de lujo. Yo ya he viajado por el mundo en aviones, pero mi hijo nació prácticamente en una habitación de un hotel de un hospital, con cinco personas con videógrafos, nos llevamos en charter yo sé que la pobreza y que la riqueza, pero también sé que fue la enfermedad y sé que es quebrar porque yo sí que he montado negocios y Sara, vos sí has pasado por mucha vaina. Vos sos una guerrera, literal, y a pesar de que te quitaste eso, o sea, siento que sos una vieja, y lo hablo desde lo positivo, o sea, una vieja que siempre ha salido avante de cualquier situación. Una vez, Fénix, yo no entiendo cómo hago. Usted no sabe todo lo que yo oré del trayecto de acá. Porque yo decía, el día que yo cuente esto, yo sé que se va a venir el mundo encima y van a decir, pues crees en eso. No, yo no creo en eso. No, yo creo en Dios. Es que fue lo único que me sacó y me paró. Que yo a el man le dije, perdóname y discúlpame, pero ¿por qué me dejaste hacer esas cosas, el me dijo muchas veces no, si a través de personas a través de mi mamá me dijo no, hija no allá no es hija no refiriéndose a a que yo me metiera en la relación que me metí con el papá de mi hijo. Muchas personas me decían, no, no, no, no, no, no, no. Hasta, o sea... Pero, hombre, yo decía... Pero no es una mala persona. Es que yo le vi cosas demasiado positivas. ¿Sí me entiendes? Claro. Entonces, cuando tú le ves cosas... Es que yo le veo cosas positivas a todo el mundo. Es que a mí todo el que llega me deja cosas hermosas. Entonces, yo no puedo decirle nunca nada negativo de nadie. O sea, yo no puedo hablarte mal de nadie. Entonces, yo decía, mamá, pero de pronto sí, de pronto no, no está pasando por un buen momento, mamá, pero de pronto sí, de pronto no, no está pasando por un buen momento, mamá, pero, y cuando eso pasaba, yo sola, en un cuarto lejos del mundo, en otro horario, Tatiana, yo con una barriga, al otro lado del mundo, con una barriga, tener que pedir para comprarme una blusa no yo después de tenerlo todo y venir de la pobreza yo sé yo qué estoy haciendo cómo no me iba a hablar Dios en ese momento Tatiana la señora que nos ayudaba en la casa era cristiana. La señora se arrodillaba conmigo a leerme la Biblia. Esta señora es quien me ayuda en este momento a cuidar a mi hijo. Esa señora está metida en mi casa desde las 5 de la mañana orando conmigo. ¿Por qué? Porque el mal siempre va a existir. ¿Y ella qué te decía? cuando estabas allá al otro lado ella no me apoyaba mucho ella no opinaba muchas cosas pero ella me decía, hija usted va a encontrar a Dios, es una señora muy imparcial, es una señora que lo quería mucho a él es una señora que siempre ha estado como una mamá y protectora para él no estaba de parte mía porque ella no va a aceptar alcahueterías, no va a aceptar cosas que no son es una señora muy neutral ella estaba haciendo su trabajo por eso le estaban pagando porque estaba fortaleciendo a una familia pero con sus oraciones llegó a mí y ahora es quien cuida a mi hijo Dios sabe que fichas pone en su vida pero nunca cagüeteó nunca hizo, nunca opinó de más nunca y creo que así fueron las personas que se unieron a nuestras vidas, que con el tiempo yo me gané el corazón de muchas de su familia, que ahora es la familia de mi hijo, que yo también corté cadenas generacionales y que si es la familia de mi hijo pues yo la voy a amar cadenas generacionales y que si es la familia de mi hijo, pues yo la voy a amar siempre. ¿Y tu relación con ellos es buena? Yo creo que es buena. Yo amo a todo el mundo, Tati. O sea, no, no. O sea, no va a pasar que yo te venga a decir no, no. Cada quien ama como puede amar, cada quien quiere como quiere querer. Todos tenemos una... Entender los lenguajes del amor y para mi es tan difícil o sea ser cariñosa ser tierna sabes cual es mi lenguaje del amor cual es el mio es la comida si pues es que si en mi casa no había que comer y me tocaba salir a la calle a buscar. En mi casa no falta la comida. Y para el que llegue, o sea, en mi casa hay mercado y yo, en esta bolsita, tenga para allí, tenga para allí, tenga para allí, tenga para el otro. ¿No me trajo? No, aquí no. No. Es eso, como que atender.ender veo a mi veo a mi sobrina que no es mi sobrina es la sobrina del papá Jaco pero pues son mis sobrinos o sea yo amo a mis negritos o sea yo amo a Ángeles yo amo a María Ángel yo amo a Milana es que o sea sea lo que sea me regalan una familia tal o sea yo tengo una hermosa familia o sea mi casa es como la casa de la abuela en mi casa llega todo el mundo y somos 10 durmiendo en ese apartamento. Y son los niños jugando, mi hijo tiene una familia, es hermoso. O sea, por más cosas que quisieron hacerme y por más daño que hubo, en mi casa siempre hay una luz, siempre hay amor, siempre hay fraternidad. Me llené de cicatricesrices volví mi cuerpo un mapa de dolor yo me miro al espejo y yo digo uff vos sos muy guerrera vos sos muy guerrera porque yo antes me veía los cuadritos pero ahora yo me miro esto y yo digo me daba pena tener relaciones con algún hombre porque yo decía no me daba pena tener relaciones de c***** con algún hombre porque yo decía, no me van a creer. Por esa cicatriz. Por esta, por esta, por esta, por este hueco que tengo, porque estaba muy flaca, porque no tenía pelo. No me van a creer. O sea que sentiste en algún momento que valías por cómo te veías. Claro, Tati, si siempre fue un trofeo. Si yo estaba con una persona que su lenguaje del amor fue ese, o sea. ¿Cuál? ¿Mostrarte? No, ni siquiera mostrarme. Yo creo que su lenguaje del amor era de cuidado de protección, pero encontró una vieja linda una vieja talentosa, una vieja que fue buena mamá, que fue una buena mujer y que y que siempre va a estar en búsqueda de eso porque como le dijera yo hay amores narcisistas, ¿sí? Hay amores narcisistas y yo aprendí a conocerlo por parte de mi mamá. La primera persona que yo conocí así fue ella. Entonces un día me quería, el otro día me odiaba. O sea, hija, yo te amo, eres la mejor hija del mundo, pero yo tengo un dolor horrible, y como tú ya tienes para comprarme la caja de 80 mil, y no la de 20 mil, entonces yo te amo tanto que yo quiero la de 80 mil, y claro, mamá, pues yo ya tengo, entonces yo después repetí el patrón, es que como ella es tan linda, es como es tan buena mujer, entonces, como, pero, pero, y yo me fui, me fui llevando eso. Entonces, cuando ya conocí un amor que me decía como que, no me tenés que dar nada, vos sos hermosa como sos. No. Mona, es que vos, vos así, flaquita, te ves divina mona no te maquilles mona no tienes que hacer nada yo te atiendo yo te voy a dar un desayuno no no no o sea nunca en la vida me han llamado de mi familia a decirme hola como amaneciste tú estás bien solo una tía, se llama Sandra, que es como mi mamá. Nunca nadie me dice, tú ya almorzaste, tú ya comiste, tú sí tienes mercado. O sea, no pasa. Es que la ecuación por lo general es inversa, según lo que cuentas. Eres tú llamando, ¿estás bien, necesitas algo, te puedo ayudar. Entonces cuando yo conocí ese amor, yo dije, ay, si existe otro amor. Claro. Y ya empecé a psiquiatra, terapeuta, no sé cuántos. Voy a estar bien, voy a estar bien, voy a estar bien por mí, voy a estar bien por mi hijo. Cuando alguien, una amiga te diga que no quiere ser tu amiga, tú no lo vuelvas a buscar. Hay amigos más hermosos, hay amigos que te quieren. Hijo, no importa, no tienes que jugar con ella, no le ruegues. Vamos a buscar otros amigos. Pero a uno, ¿qué le decían? Yo no sé si tu mamá era como la mía. Por favor, juegue con mi hija. Mi hija tiene estos muñequitos. Me estás devolviendo en el tiempo, Sara. Tengo una escena puntual de mi mamá por decisión mía y por petición. Mamá, es que no quieren jugar conmigo. Mi mamá bajaba conmigo de gancho. Y claro, uno entiende que desde el amor, desde sus herramientas, desde lo que ellas conocen. Es lo que sabían. ¡Qué pesada! Entonces bajando. Es que la recuerdo. O sea, me devolviste en el tiempo. La recuerdo. Y mi mamá bajando las escaleras. ¿Ustedes podrían jugar con mi hija? ¿Tal cual? Mendigar. ¿Tal cual? Eso es mendigar. Yo mendigué amor toda mi vida. Yo mendigué amor toda mi santa vida. Antes de la pareja de mi hijo yo tuve un novio y yo le decía, casémonos, por favor. Tengamos un hogar, pero vámonos. Pero que te ataque a Medellín. Vámonos. Y cuando me fui con el papá del niño, ese amor me decía, no te vayas, quédate conmigo. Y yo me voy a ir. Me voy a ir porque él sí me va a ofrecer un hogar. Pero ¿cómo te vas a ir con él? Cásate conmigo. Y yo, no, él sí quiere un hogar. ¿Usted no lo quiso? Y te puso sobre la mesa a casarte no él me iba a secuestrar o sea él quería todo conmigo él me dijo ¿cómo me vas a dejar? y yo llevaba dos años rogándole yo le dije toda mi vida me indique amor toda mi santa vida me indique amor ahora no en mi momento ahora ahora me dice déjate querer mona Vida mendiga, amor. Ahora no. En mi momento. Ahora, ahora me dicen, déjate querer, mona. Déjate conquistar, déjate llevar a París, a Roma, vení, mona, a Dubái. Una locosquidad. Y yo, ay, usted existe, amor. Mira, pero yo tengo un hijo. Yo no lo voy a dejar por usted. Oigan a este. Ya aprendí. Ya aprendí. Tenía que pasar por todo eso. Tenía que pasar por todo. Te has preguntado esa frase típica. ¿Qué necesidad? ¿Qué necesidad? ¿qué necesidad? ¿retroceder a qué? a buscar ¿a quién? ¿a son de qué? te lo has preguntado a estos 35 años y son capaces de volver y los conchudos son capaces de volver y decir es que usted dice el amor de mi vida ay no ¿cuál amor? amigo no no me respete así tampoco no, no, no no seamos los mejores amigos seamos la gente no es seria ¿asón de qué? ¿asón de qué? vamos a volver al pasado eso ya no ya lo que pasó pasó y el pasado te ha tocado la puerta ¿qué? ¿qué? ¿ qué? ¿Nazón de qué? Vamos a volver al pasado. Eso ya no, ya lo que pasó, pasó. ¿Y el pasado te ha tocado la puerta? ¿Qué, qué, qué, qué, qué, qué? ¡Gorda! Si usted es una buena mujer, si usted es una buena mamá, si usted es una gran empresaria, todo eso que Miss Iquis decía que yo no era. Si yo soy una mamacita, si yo soy una mujer hermosa, si yo soy talentosa, si yo soy una mamacita, si yo soy una mujer hermosa, si yo soy talentosa, si yo soy emprendedora, si yo soy una buena hija, si yo soy una buena hermana, si yo soy una gran amiga, si mi casa es paz, si el hogar que yo le estoy dando a mi hijo es maravilloso. ¿Cómo no volver al pasado? El problema es ese. Ya la enseñanza está. Y nunca debes volver No va a volver el pasado. El problema es ese. Ya la enseñanza está. Y nunca debes volver a donde te hicieron daño. ¿Por qué? Porque eso es como esa cicatriz que te he mostrado tantas veces. Sí. Mira, yo sé que eso me dolió. Ya no me duele. Pero es que esto me recuerda a dónde no debo volver. Y por eso es que cuando yo me baño, yo lo viro al espejo y yo digo, ay, sí, eso me dolió. Verdad, allá no puedo familia, puede ser las personas que yo más amé en mi vida, pero yo no. No. Ahora soy una mujer demasiado poderosa, Tatiana. Demasiado poderosa. Vos no te alcanzás a imaginar la mujer tan poderosa en la que me convirtieron. Porque ellos no sabían el monstruo que estaban creando pero mira que me llama la atención que ni siquiera decís la mujer en la que me convertí sino en la que me convirtieron, es otra connotación es que las circunstancias te van volviendo. O sea, ¿cómo te meten en una jaula con tigres y tú te defiendes? ¿Quién te convierte? Los tigres. Entonces, ellos mismos me convirtieron, ellos no sabían que se les iba a devolver. Me querían ver fracasar en empresas? Soy una gran empresaria. No solo tengo una, tengo tres empresas. ¿Quisieron que yo me acabara? No. Ahora yo no necesito un filtro. Yo no necesito nada que me adorne. Este es mi pelo, esta es mi piel, estos son mis ojos, este es mi cuerpo, esta es mi cabeza, cada día me estructuro, cada día me vuelvo más inteligente, cada día me preparo más, cada día me pagan más por mi trabajo, cada día mi experiencia habla más, a mí ya no me pagan por una pauta, a mí me pagan por mi experiencia, que le paguen a las otras por pauta, a mí me pagan por mi experiencia. Que le paguen a las otras por pauta. A mí me pagan por trayectoria. A mí no me pagan por pauta. Eso es otro precio. Eso es otro precio. Yo terminé una carrera. Yo soy profesional. Graduaba con honores. Sí. Yo fui becada en la universidad me costó uff, ahí trabajaba en los mejores canales de Colombia Tele Antioquia, Cosmovisión, RCN Caracol Radio trabajo con mis propias redes yo puedo estar con mi niño en mi casa tengo mi estudio de grabación y yo velo por las tareas de mi hijo. Yo visto a mi hijo. Yo lo despacho al colegio. Yo le limpio los oídos. Le corto las uñas. Miro su uniforme. Lo peino. Miro sus cuadernos. Le empaco su bolso. Estoy en los grupos del colegio. Sé a qué hora sale, a qué hora no sale. Lo recojo, lo llevo. Voy a sus interclases. Es un privilegio, Sara. Eso es un premio del cielo. Sara, ¿cómo está tu mamá? Bueno, mi mamá está en su lucha. Ella vive su proceso, Tati. Ella vive su proceso. Es muy duro porque es una adicción muy brava. O sea, es una adicción. O sea, podemos estar un mes en la clínica, 15 días, entonces ya no se vuelve adicta a esto, sino a lo otro. A medicamentos. Sí, a medicamentos psiquiátricos. Pero también aprendí que es su proceso y yo no puedo salir en una entrevista a hablar de su proceso, ¿sí me entiendes? Claro, claro. ¿Por qué? Porque la mamá es ahora no sé qué, entonces los vecinos, entonces la gente acusa. No, ya vive ¿Por qué? Porque la mamá de esa no sé qué, entonces los vecinos, entonces la gente, tin, tin, tin, acusa. No, ya vive su proceso, ya es feliz en su proceso. Que es muy duro, sí. Claro. Hay noches en vela que paso sentada en un hospital, en una clínica viéndola. Y yo la miro y yo digo, pero ya, ¿por qué no quiere vivir? Y yo no entiendo por qué no quiere vivir y yo no entiendo porque no quiere vivir ¿y se lo has preguntado? sí ¿y qué te dice? no quiero vivir no quiere vivir otras veces le dice a los doctores no es que yo sí quiero vivir por mi nieto es que mi hija lo máximo es que mis hijos. Chico, pero ¿por qué no sale a caminar? ¿Por qué no se mueve? ¿Por qué no come bien? Como eso del autocuidado. Es que el autocuidado es lo máximo. Es que es lo más importante en la vida, el autocuidado. Mira, a mi mamá no le puede faltar una fruta en la nevera. Yo me encargo de que el mercado llegue a la casa. Porque ya plata no puedo mandar. Porque se la gastan pastillas. Pero, si vos no comes, si vos no haces ejercicio media hora, tu cuerpo se atrofia. Vos no vas a ser capaz de ir al baño, vos no vas a ser una persona que sos vital y a mí eso ha sido la mayor enseñanza que yo he tenido en la vida yo tengo que pararme porque si mi hijo se queda dormido en el carro y yo voy con cinco bolsas del mercado atrás, como siempre me ha tocado sola y yo tengo que cargar a mi pelado 25 kilos Yo voy con cinco bolsas del mercado atrás, como siempre me ha tocado sola. Y yo tengo que cargar a mi pelado 25 kilos, meter las bolsas al carro, abrir el ascensor con la puerta, entrar el carro, cargar a mi peladito, abrir la puerta, ir a soltar al peladito, llevar las bolsas. Si yo no soy fuerte, si yo no me alimento bien, si yo no entreno, yo no puedo hacer eso. ¿Quién lo hace, Tati? ¿A quién llamo? Venga, cargue al niño. O sea, no. Han sido mis mayores maestros. Ellos me convirtieron en una mujer demasiado poderosa. ¿Tu mamá y tu hijo? Mi mamá, mi hijo, mi papá, que a los 13 años se fue y después regresó y ahora es una gran compañía de mi vida. Mi hermano, el papá de Jacobo, las parejas que he tenido, las personas que me robaron, mi ex-socia que me robó tanto dinero y falsificó mis firmas, hizo quebrar todas mis empresas. Todos ellos me convirtieron en una mujer demasiado poderosa. Las personas que quisieron quitarme la vida, las personas que atentaron contra mí. ¿Cómo? Ellos sabrán. Y si usted me dijo que el mal existía, el mal existe. Pero me convirtieron en una persona demasiado poderosa. Eso que mencionas de tu ex-socia me impacta porque además todos tenemos amigos y las mujeres somos amigueras y si a mí me llama hoy mi mejor amiga a proponerme un negocio, una oportunidad pues yo me voy a ojos cerrados porque es mi amiga en tu caso yo no voy a comparar dolores porque no voy a decir no, es que me duele más la familia o me duele más los amigos, pero los amigos duelen mucho sobre todo cuando uno los considera como esa familia, porque es que uno al final empieza como a construir esas amistades tan profundas hasta el punto de hacer una sociedad, de hacer un negocio, de confiarle en la vida, la intimidad y siento que ese es tu caso. ¿En qué momento te enteraste? O sea, ¿en qué momento como decimos coloquialmente, se te destapó esa olla? O sea, ¿en qué momento dijiste como no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, momento, como decimos coloquialmente, se te destapó esa olla? ¿En qué momento dijiste como, no, no, no, no, no, no? Yo llego a Brasil, me separo y le digo, sentémonos. A tu ex socia. Sentémonos porque yo tengo que hacer algo, yo nunca me puedo quedar quieta. A mí me prestaron un apartamento para llegar en Envigado, un gran amigo que tengo. Me prestó un apartamento, era un edificio y en el último piso él me lo prestó, me quedé ahí con mi hijo. En el primer piso había un local desocupado y yo le digo a mi socia, oye, yo tengo que hacer algo, a mí me encanta trabajar, pásame todos los muebles viejos que tengas de las otras sedes que yo voy a montar una peluquería de barrio acá. Yo tengo que hacer algo. ¿Te dio así como el de la nada? Yo soy así. ¿Esa fue tu época en la casa de Sarau? Ajá. Ok. Listo. Entonces, la casa mágica de Sarau. Entonces, listo. Ella me manda los muebles. Me dice, pero ¿cómo así? ¿Qué vas a hacer? Sí. En el último balance, tú me dices que las ganancias son tanto. Son tanto. Entonces, esto está guardado. Pásame mis ganancias, las de David y las tuyas. David es... Un socio que fue el que me prestó el apartamento. Listo. Bajamos. Yo veo el apartamento. Esta vieja yo creo que temblaba cuando yo estaba montando ese negocio. Pero ahí no estabas desconfiando. Ah, para nada. Normal. Porque los informes me decían otra cosa. O sea, había plata, supuestamente. Sí, sí, sí. Listo. Yo monto mi negocio, hágale una peluquería de barrio, en el barrio de Envigado. La gente iba, yo iba, atendía, todo. Pero también en sociedad con ella. Sí, claro, obvio. Me ganaba un millón de pesos mensuales. Un millón en una peluquería de barrio. Y me mostraban los cierres de las peluquerías que yo tenía en Bogotá en menos de un millón. Y yo decía, eso está muy raro. A mí ya los números no me empiezan a dar. A mí esto ya no me está dando. Y empiezo yo a desconfiar. Yo pongo una pruebita aquí, una pruebita acá. A mí ya los números no me empiezan a dar. A mí esto ya no me está dando. Y empiezo yo a desconfiar. Yo pongo una pruebita aquí, una pruebita acá. Llamo al contador, llamo al abogado, llamo a mi socio. Mi socio me dice, yo le presté una plata a esta vieja. Y yo, ¿vos le prestaste una plata a esta vieja? ¿Para qué? ¿Cuántos millones? Y yo, no, eso está muy raro. Yo la veía con su bolso de Carolina Herrera, con su pulsera Tiffany, con sus cosas. Y yo decía, no, es que eso ni a mí. O sea, yo estoy viviendo en un apartamento prestado. O sea, vení. Eso no nos da. Eso no me da a mí. Eso no me da. Cuando ya ella vio que se le estaba saliendo de las manos, que yo ya estaba ganando Y teniendo el control Ella me confesó Me dijo, mira Estamos quebradas, debemos tanto Yo no le pago a los empleados, yo no sé qué ¡No! ¿Qué qué? ¿Cómo así que no les pago a los empleados? ¿Qué seguridad social? ¿Qué ARL? ¿Qué no sé qué? Empezó una demanda, empezó la otra. ¿De los empleados? A nombre de Sara. 100, 200 millones. Pague allí, pague a riendos, páguelo uno, páguelo otro. Esa pelada se perdió. Cuando después llega crédito en tin, tin, tin. Pero yo nunca hice un crédito. No, no. Yo nunca hice un crédito. No, no. Yo nunca hice un crédito. Es que falsificaron tu firma. Pero contratemos un perito, hagamos algo. Miren. No, es que no. Un perito cuesta tantos millones, una auditoría cuesta tanto, no sé qué. o sea, eso lo firmaron en Bogotá pero yo ese día estaba en La Guajira o sea, demostrabas que no fuiste la persona que firmó, y ni así la vieja está perdida y con tus empleados llegan a las audiencias y ya no aparecen nunca te doy la cara, llamaste no se conectan nunca las audiencias, no aparece no da la cara, llamaste. No se conecta nunca a las audiencias, no aparece, no da la cara, nada. ¿Con tus empleados qué? Me hicieron dos demandas, las gané en positivo, porque pues, ajá. O sea, ya me demandaron que porque yo, Sara Uribe. Claro, ese era tu nombre, el de la fachada. No les había pagado nada. Pero yo, en pandemia, se volvieron amigas mías entonces yo grabé para que no le faltan 100 mil pesos para el mercado compartamos el mercado yo le mando una cosa para el niño yo le mando esto pero bueno ya ahora no tengo tengo dos demandas menos no estoy en ceros pero tengo dos demandas pero te mandas menos te mandas menos y ahí sigo hoy Sara, ahorita mencionaste a tu papá, me llamó la atención porque hablabas que después de un tiempo volvió ¿cómo es tu relación con él? bueno, se fue no me dio nada desde niña, no me dio nada y aparece como a los 33 años y me dice, a ver mija, voy a vender mi finquita de café en Jardín, ayúdame y yo le dije, ah bueno, de una págale se le iba a venir una montaña encima y yo pues cómo va a dar al viejo allá, o sea, pues yo no puedo vivir bien, tener a mi hijo bien mi mamá no le falta nada y papá faltándole mercado, o sea, yo no, ve, pues no soy capaz en la vida, o sea, no va a pasar o que le falte la EPS, o que le falte la funeraria, o que le falte el celular, al menos para que me diga hola, o sea, eso no me quita a mí nada, ¿sí? Yo dije, no, hombre, ya no me dio nada, pero es un pobre viejo, o sea, no, no, no va a pasar. Aquí estoy, aquí estoy. No va a pasar. Bueno, pues, hágale, pues, póngamonos a vender esa finca. Bueno, mija, bueno, compramos un terrenito supuestamente, ahí íbamos a construir Villazarita, todo, pero yo te vi en las redes, sí pero mi papá que quiere construir, que quiere que la zona cafetera, y a mí no me da para todo o sea, no me da, o sea o mi mamá, o mande para allí, o mande para allá o sea, por ahora no puedo montar la finca como él quiere, pero mi papá vive en esa finquita, la vendimos compramos, yo le ajusté, compramos un buen, pero mi papá vive en esa finquita, la vendimos, compramos, yo le ajusté, compramos un buen terreno, mi papá vive ahí, tiene su sembrado de cafecito, siembra maíz, siembra fríjol, y con eso se sostiene. Y bien. Y tu relación linda, ¿has como...? Sí, papá se queda en mi casa, nos ayuda, me hace todos los arreglos de la casa, y ahí estamos, sanando. Es que ese proceso de sanación es paso a paso y persona por persona pero yo porque elegí esa clase de maestro, o sea que necesidad pero bueno pero sientes que uno de los maestros, uno los elige yo sí creo, yo creo eso dicen pero pues no debería ser así, ¿cierto? Y ahora estás en modo poderosa. Ahora estoy en modo poderosa, yo te dije que me convertí en la mujer más poderosa. Cuando estaba en China precisamente yo dije, creamos una marca, o sea, somos poderosos, somos exitosos. Desde China, está eso en tu cabeza. O sea, yo me fui para Guanyó. Yo caminaba todas esas calles en embarazo. Yo tocaba puertas y yo mandaba cosas para acabar las peluquerías. Y yo soñaba con un corazoncito que era mi imagen. Yo me lo tatué por acá. Yo miraba envases y esto, esto. Yo necesito tanto. Bueno. Yo, hagámosle venga y no se me daban las cosas, cierto tuve que creer todas esas empresas para saber que la plata era mía que lo que yo iba a meter era mío, que yo iba a creer en mi proyecto y que la única que va a apostar a los sueños es uno nadie más a ti, nadie más le va a apostar a los sueños de nadie es muy poquito las personas, los locos y los soñadores somos los que conquistamos el mundo, de resto no va a pasar nada más. Entonces, ya lo último que pasó fue como que, vení, yo sí quiero lanzar mi marca, a través de todas mis cicatrices, cuando yo me evito este mapa de recuerdos y este mapa de historia y me lo veo en un espejo y yo digo ¡eh! y empiezo yo a tocarme esa cicatriz y a darle amor y a echarle cremita para que desvaneciera porque eso es una cosa así gigante y la de aquí abajo y me daba pena como te digo, tener una relación sexual o que me vieran o enamorarme en ese momento, yo decía nadie me a querer, nadie me va a amar o sea yo me sentía tan poquita que yo decía no, empecé a darle amor a todo mi cuerpo a caminar, a hacer deporte a comer bien, cuando ya pude dormir, cuando ya me creció mi pelito es que mira, mira Tati yo me quedé calva o sea mírame esto, me estaba creciendo o O sea, cuando todo empezó a brillar de nuevo, yo dije, wow, solo dándole amor a lo que la gente quiera acabarte es que tú logras convencer al mundo. saco un perfume capilar que es termoprotector con olor o sea por donde tú pases dejas olor y es el olor de poderosa es el olor de guerrera es el olor de wow esta hembra y es como a mí me pasa yo llego a una discoteca y wow yo llego a un lugar y sabía quién es esa vieja habla yo sé cómo soy entonces saqué mi perfume porque mi pelo se me estaba cayendo. ¿Sí? Saqué mi serum para la piel porque tiene vitamina C, es antioxidante y te ayuda a reparar desde adentro. O sea, me demoré dos años en un laboratorio. Y le puse oro. ¡Wow! Oro porque el oro brilla. El oro tiene que fundirlo el oro tiene que convertirse como en ese material que tallen y tallan para que se vea hermoso, precioso y tiene un valor y eso somos nosotras y eso es Sara Uribe entonces ese serum es espectacular entonces todo va con esto tengo una bruma que las redes sociales me hicieron demasiado daño Tati, pero me han dado una calidad de vida increíble, o sea, fue como ay que dolor porque me están tratando tan mal, pero después como que, con esto puedo ayudarle a tantas mujeres están viendo tantas cosas positivas de mí, gracias por enamorarme, gracias por enamorarse, gracias por darme tanto amor. Y me volvieron a parar ellas mismas. Entonces creí un filtro, que es en una bruma, que te ayuda contra las pantallas digitales, y tiene un filtro azul, entonces vos se lo aplicas todo el día, estás en tu computador, te protege, ay me acordé, estoy en mi celular, me acordé, entonces fueron como tres armas que me ayudaron a recordar lo que estaban haciendo en mí, que ahora se convirtieron en la manera más poderosa de yo generar empleo, porque van a haber distribuidoras por todo el país, generar empleo porque van a haber distribuidoras por todo el país que le van a llevar comida a sus hijos, que le van a pagar el colegio a sus hijos que le van a llevar comida a sus hijos o sea, mil cosas con mi marca que vamos a hacer charlas por todo el país que vamos a empoderar a esas mujeres en las comunas y que les vamos a recordar lo poderosas que son con sus cicatrices con sus cosas que han querido apagar y que poderosa es una marca que llega a Colombia a ganarse el corazón de cada mujer a través de todo lo que quisieron apagar en mí. Sara, yo te escucho a lo largo de todo esto que has hablado, de tus procesos, de tus cambios, de tus luchas, pero hay como un denominador y es que no te cansas de dar. No te cansas de dar y dar y dar y dar y dar. ¿Por qué? Porque a mí no me hace nada más feliz que dar. A mí no me hace feliz un carro, a mí no me hace feliz un apartamento, a mí no me embellecen las joyas ni la ropa. O sea, yo solamente quiero que Cojando Jacobo tenga por ahí sus 18 años. Yo coger una mochila y irme a la guerra a ayudar a la gente que esté en guerra, ya, o sea yo solo quiero ayudar yo nací para ayudar a la gente, yo nací para para dar, yo a mí mientras la gente tenga esté bien, no le falte nada a mí no hay nada más bonito que eso. O sea, yo no quiero nada de otro nivel. Y cuando yo pienso así, vos no sabes las joyas, los lujos, los viajes de las cosas que me llegan porque yo digo, ¡ah! Todo esto es para mí, en serio. Mira que hace poco hablaba con mi terapeuta y me decía que pues dar es muy bonito y dar llena el corazón pero hasta qué punto pones un límite ¿cierto? porque a veces uno entrega y entrega y entrega y entrega y uno se borra y se desdibuja del mapa como te llegó a pasar en un momento de la vida ese es el límite. ¿Cómo haces ahorita para decir doy, pero no me olvido de mí? No me olvido. No, mi prioridad soy yo. No, mi prioridad soy yo. Y así me toca bloquear bloqueo, enredé lo que no me sirve, lo silencio, no me interesa, no me llena. Si tú no te paras y haces algo por ti, yo no puedo salvarte, si tú haces cosas que a mí no me gustan, no eres mi amigo, no sigo, no sigo, bocarme sola, pero si por ejemplo yo digo, a mi sobrino le hace feliz ir a conocer los delfines, a Cartagena, y yo puedo, lo hago, si a mi hijo le hace feliz ir a un parque a jugar, y yo puedo, lo hago. Si a mi hijo le hace feliz ir a un parque a jugar y yo puedo ir a montar, a brincar con ellos y eso me hace feliz, bacano. O el día de mañana le digo, mira, tú te vas a quedar con tu tata porque yo me voy a ir a ser feliz. Yo voy a ir a hacer un viaje con una amiga y se lo voy a regalar porque ella no tiene la posibilidad que yo tengo, pero yo voy a ir a ser feliz. Y me quiero ir contigo, yo te digo, Tati, ¿quieres ir conmigo? Vamos, hagámoslo. No, pero es que no. Vamos, dale. O sea, como que cada quien, por ejemplo, hoy en día mi mamá se labra esa vida. Mi papá también escogió su destino, mi hermano escogió su destino, las personas que llegaron a mí. ¿Cuál es mi destino ahora? Ser feliz. A mí me encanta viajar, me encanta conocer, me encanta disfrutar. Entonces, como que gasto ese tiempo, esa energía, en cosas que a mí me hacen feliz, pero que mi entorno esté bien. ¿Y cómo está la relación con tu hermano hoy? Bien, es una persona que es como, qué pesar, es que le ha tocado también todos esos traumas, yo creo que viene en su edad de 24 años asimilando todo esto y fuera eso que le toca una hermana que está en los medios yo creo que debe ser muy teso entonces también anda como sanando sus procesos siempre va a estar con los brazos abiertos para amarlo porque ha sido mi primer amor, o sea Tomás es mi primer amor primero fue Tomás y segundo Jacobo. Jacobo lo tiene que tener clarísimo. Y son mis grandes dos amores. Es que yo recuerdo mucho en esas redes sociales cuando empezaste a hacer pública tu vida familiar y tu relación con tu hermano, que además todos como que admirábamos tanto. Qué bonito. Pues además todo ese proceso que han vivido y siento que está todo el mundo en tu familia, me corregirás, si no es así, como sanando. Sanando, sanando, sanando. Que eso además es muy complejo. Uy, sí, Tati. Yo creo que para él debe ser muy complicado eso. No le tocó a unos padres como que cumplieran como con su misión y él creyó que yo era su misión, que mi misión era cumplir con esa misión de ellos, y yo no era eso, o sea, yo me lo cargué, pero no era mi misión, entonces cuando nace mi hijo, se siente como un poco desplazado, y creo que fue un trauma duro para él, claro, que él ha ido encontrando en su proceso, para establecerse en su vida, hacer sus negocios salir adelante entonces andará en ese proceso ¿pero tienes contacto con él? sí, sí, claro, obviamente, pero no me meto a salvarlo como hacía anteriormente o sea, ya cada quien ya aprendí, o sea, ya no es como que vení, yo te salvo, yo te llevo. No. ¿Te quitaste como la armadura de salvadora y la entregaste? Sí, ya. Si quieren tener una hermana, si quieren tener una hija, si quieren tener un familiar, si quieren tener una compañera de crianza para Jacobo, si quieren tener una gran amiga, bienvenida, yo voy a estar ahí. Pero pues si no, yo seguiré mi vida Sara y el amor el amor el amor el amor el amor se trasombra en todo caso yo que les dijera del amor el amor me salvó Tati ¿en serio? el amor me salvó yo creí que uno no se enamoraba yo soy lo más el amor ¿qué es eso? ridículos, mañes no, que pereza tan enamorados pero cuando a mí me llenaban mi casa de rosas cuando los mañes, que no, que pereza tan enamorados. Pero cuando a mí me llenaban mi casa de rosas, cuando a mí me hacían sentir especial, cuando me decían ya comiste, ya almorzaste, cuando a mí me cuidaron. Tan rico es. O sea, yo dije, no, no, a mí me aman y no ha pasado una vez, o sea, yo tenía hombres maravillosos en mi vida, te lo juro, te las derritriten por mí o sea, yo digo pero entre malos y no lo más sigue si no si no, que es que yo ay entiendanme no se vayan a ir de mi vida que a mí me gusta que ustedes me molesten tenme tiempo por favor o sea no puedo decir que tengo un ganado no puedo decir que tengo un ganado escuche bien Sara no Sara no porque tampoco no puedo decir que tengo un ganado escuche bien Sara no porque tampoco tengo un novio Tatiana tiene un ganadito pequeño bueno un establito pero es muy bonito tenerlos a todos pendientes es que antes no había ni uno en un establito. Pero es muy bonito tenerlos a todos pendientes. Es que antes no había ni uno. Por eso sí que me decido. Van ganando puntos. Sara. Señora. Tú has tenido hombres bonitos en la vida. Espectaculares. Eso ni se pregunta atrevida. Mire mi historial Pues por eso lo digo Ay me fue Mentira no, yo hay unos que no muestro No todo tiene que mostrarse ¿Usted cree que yo llevo 6 años sola Ni que fuera la más fea? De mala sí, pero fea no Pues tampoco, no Yo tenía hombres muy lindos en mi vida Me han amado mucho Ajá Me han consentido demasiado No es de verdad Aunque usted no lo crea No, yo lo creo Si no que yo todo no lo muestro ¿Mostraron lo peor? Ustedes también Busquen más adentro Como periodistas Lleguen hasta el fondo Bueno, lleguemos al fondo ¿Con quién andas ahorita? Mire, vea, yo ando con el Espíritu Santo. ¡Ay, no, Sara! ¡Ay, no, Sara, sé seria! Nada más lo me pasa. Con todos los ángeles, con San Gabriel. atravesaste aviones. Imagínate. La señora la bajaron del carro. Mejor dicho, te pasaron 800 mil tormentas para que no me contés aquí con quién estás andando es que no puedo espanto el ganado no puedo no estoy enamorada no estoy enamorada no estoy enamorada eso no quiere decir que yo no esté ilusionada yo me dejo conquistar, me acortejan demasiado, no faltan unas flores, no falta un buen detalle, no falta una llamada, ni que yo fuera la más fea, ni la más mala mujer. estén pendientes de mí. No faltan los hombres detallistas que llegan a mi vida. Han llegado hombres maravillosos. No te alcanzas a imaginar porque yo después de conocer lo que no era un buen amor, conocí lo que era un gran amor. Y pues, y ajá, y ahí vamos. Y ajá. ¿Te estás dando una nueva oportunidad? Siempre me la doy. Siempre me la doy Siempre me la doy O sea, ¿usted no cree que yo llevo 6 años sin dicta? Pues tampoco ¡Qué chupando banca! No, mi amor No, no, no, no, no, no Puedo ser la titular Esta entrevista no puede terminar Sin hablar de tu chocolatico Tu Jacob hermoso ¿Cómo llegó a rescatarte? Tati Jacob llegó En el momento que tenía que llegar Porque si todo esto me hubiera pasado Yo no hubiera tenido a Jacob Yo creo que ese gallinazo me hubiera llevado Que ese gallinazo no significa que sea un gallinazo Significa que sea la muerte O sea, que sea la desesperación Que sea la angustia, que sea la ruina que sea la desesperación, que sea la angustia, que sea la ruina, que sea el desamor. Si Jacobo no hubiera llegado a mi vida, yo creo que yo me hubiera tirado ese 17 a opiso. O como a los 15 años que intenté tomarme muchísimas pastillas como lo hacía mi mamá, yo también repliqué ese comportamiento de ella y cuando yo abrí mis ojos y yo estaba intubada y yo me vi en un hospital, yo creo que ese día dije uff, para grandes cosas me tiene Dios, pero si yo no hubiera tenido Jacobo yo hubiera replicado todos esos comportamientos o esas actitudes en mi vida. Jacobo llegó en un momento a enseñarme que yo era fuerte, que yo iba a ser una gran mamá, a recapitular como todas esas emociones y esas cosas bonitas que yo sentía que yo no tenía. Porque es que de verdad que yo sentía que yo no era buena para nada, de verdad que yo sentía que yo no no era buena para nada que no era buena hermana que no era buena hija que yo no era una buena mujer que yo no era una buena empresaria que yo no sabía hacer dinero Jacob me ve despeinada y Jacob me dice como te ves de linda, mamá. Jacobo me dice, es que tú eres mi princesa. O sea, ¿vos sabes qué significa que a vos te digan que sos la princesa de alguien? O sea, Jacobo llegó a sacar lo más poderoso de mi vida. llegó a sacar lo más poderoso de mi vida. Jacobo me espera para runcharnos en las noches. Yo en mi cama nunca, Tatiana, nunca he metido un hombre diferente porque Jacobo tiene ese respeto. No porque no merezca una persona que se gane ese lugar. Si lo merezco, se lo voy a dar en el tiempo que llegue pero en este momento es el rey de mi corazón, de mi cama, de mi vida de mi casa Jacobo llegó a mi casa llenó mi hogar, llenó mi vida me enseñó el respeto, me enseñó del autocuidado o sea yo antes mi cuerpo se lo podía regalar a cualquier gu***** que dijera es que es muy linda. Ay, venga le echo los cuentos chinos. Y yo, ay, yo caía rendida hasta un hijo de hoy, hasta un hijo de hoy, mis órganos los dono. No, Jacobo me enseñó el autocuidado. Te pueden pegar una enfermedad. Ey, pilas. Sara, primero la energía a tu hijo. Ey, pilas. Sara, primero la energía a tu hijo. O sea, acostarme limpia, acostarme en paz, acostarme que mi cama, que mi entorno esté en maravilla para él. Pues no sabes lo que ese niño llegó a hacer en mi vida. Ahorita lo mencionaste como tu maestro. ¿Qué es lo que más te ha enseñado él? Jacobo me enseñó la prudencia. ¿Jacobo es tan prudente, Tatiana. Jacobo se puede ir con su papá. Jacobo no me cuenta absolutamente nada. A Jacobo le pueden preguntar algo por mí. Jacobo no cuenta absolutamente nada. Jacobo me enseñó que sus tiempos son sus tiempos. ¿Jacobo te fue bien? sí mamá, me fue muy bien ¿disfrutaste hijo? disfruté mamá pero cuéntame, mamá solo quédate con que disfruté te responde así sí mamá, yo quiero silencio en la casa, puedes hacerlo ¿te dice eso? o vamos en el carro, ay mamá apaga la música que rico silencio en la casa, ¿puedes hacerlo? ¿Te dice eso? O vamos en el carro, ay mamá, apaga la música, qué rico silencio hasta ahora, ¿no? Está bien, hijo. Aprendí a que desde los ocho meses se lo soltaba su papá. Se me iba la vida, Tatiana, yo me quedaba en mi casa. Yo decía, ¿qué estará haciendo? ¿Será que va a comer? ¿Con quién estará compartiendo? ¿Será que con la persona que esté compartiendo de su papá, si me lo va a cuidar, no me le va a hacer daño? Yo me podía estar muriendo en mi casa. Sí. Me tocaba dejarlo ir porque es que no me pertenecía. Y lastimosamente, también es hijo de él. Y yo no le podía quitar el privilegio de que fuera su hijo, de que también le diera amor. Jacobo me enseñó a nunca hablarle mal de su papá. Jacobo no conoce una parte mala de su papá. No lo conoce. Jacobo está viviendo una crianza diferente. Sí. Que el día de mañana él sabrá quién hizo y quién no hizo más o menos. Pero no sabe si es bueno o es malo. ¿Y qué tan complicado fue eso de que el papá estuviera con una pareja para ti? Casi me muero, Tatiana, casi me muero. Casi me muero, se me iba la vida. Pero yo estaba viviendo también algo que tenía que aprender, porque iba a pasar, o sea, cuando yo me metí con él, él tenía ya dos hijos, y yo veía muy normal que sus hijos compartieran conmigo, y no era normal, no, no era normal, y yo podía ser una buena mujer, yo decía, pero yo también se los voy a cuidar, yo no le voy a hacer daño nunca, yo no le voy a hacer daño nunca no Tatiana yo lo viví en carne propia pero yo sí solté yo lo solté me tocó que durmieran en la misma cama que comieran que lo cuidara y a mí me tocaba escribirle oye gracias por cuidar a mi hijo ¿y qué te respondía? con mucho gusto yo tenía que ser una persona inteligente, madura. Y si yo no lo podía cuidar, lo cuidaba Dios. ¿Y quién más iba a cuidar mejor a mi hijo que su papá? Si él sabe ser papá. O si no, ¿cómo le voy a reclamar el día de mañana que él sea un buen padre? Si yo no lo dejo ser buen papá. Pero por todos los procesos que el papá de tu hijo ha pasado es muy buen papá, duermes tranquila sí, sí Tati sí Tati porque él es ¿dónde está mi hijo? ¿dónde está? lo cuido, lo visto, lo hago, llevo, lo traigo ¿con qué ojos lo miras? compasión compasión, no compasión que quede muy claro compasión, no compasión, que quede muy claro, compasión, porque es que también fue un maestro que elegí, que quisiera volver, que lo hubiera con ojos de amor, que no, no, lo respeto, lo perdono, le pido perdón, ya lo hemos hablado, lo hemos conversado, hemos tenido una relación madura, él me pidió perdón, yo le pedí perdón, pero por jaco, por nada más, sano. Pero se necesita mucho para ya uno llegar a esa conversación de te pido perdón, porque por lo general uno está con el dedo así, de te pido perdón porque por lo general uno está con el dedo así ¿qué hiciste? ¿es tu culpa? no Tati porque yo tenía 20 años y si yo hubiera tenido los valores que tengo ahora como te lo repetí anteriormente yo hubiera dicho no voy a esa fiesta tú eres un hombre casado ve y acuéstate con tu mujer yo no me meto contigo ¿sí? si yo hubiera tenido los valores las herramientas, las bases de ahora no, ay pobrecito es que ya no le contesta es que ya no le deja ver los niños es que ya no sé qué es, ¿y me entiendes? sí entonces, te pido perdón porque yo no tenía las herramientas claro para decirtete lucha por ese hogar, ve y busca a tus hijos, vuelve, que se lo dije muchas veces. El día que él se estaba separando yo se lo dije, hey, llama a Ala, lucha por ese hogar. Lucha por ese hogar. No, no, no. Pero yo fui una víctima también. De su locura, de su enfermedad, del alcoholismo. ¿Cuál era esa versión que tenías de él? Dicha por él, ¿no? Porque uno tiene varias versiones. La que uno se imagina no, habían muchas, Tati, habían muchas habían muchas versiones que no vale la pena recordar, porque porque acá podemos ser todos víctimos, victimarios, podemos tener, como te digo las herramientas básicas para eso y repetir una historia que pereza porque ya hay niños grandes que son hermosos que merecen ser familiares, que merecen ser hermanos que si les pasa algo ojalá se ayuden, si mi hijo algún día triunfa y les puede dar la mano, qué bueno si ellos están triunfando, qué bueno que le puedan arrastrar la hermandad a mi hijo, porque mi hijo no es un enemigo, yo a mi hijo lo he creado con amor, con respeto hacia ellos. ¿Y tú tienes alguna relación con los hijos, con los hermanos de tu hijo? No, no, no, no, no, no. No, no, no los voy a mencionar por respeto. O sea, no, no, no, no tengo por qué hacerlo. O sea, hasta ya no voy a entrar nunca más. Yo cometí ese error una vez, no lo vuelvo a repetir. Estoy creando un ser humano para la sociedad. Lleno de valores. Mi casa en el día, el día de mañana que necesiten una puerta cercana para, hey, está lloviendo, bien pueda, agarren esa la casa del hermano de ustedes, y de hecho es de la misma sangre de su papá, entonces, con la persona que yo esté, siempre van a ser prioridad, siempre van a haber un respaldo, siempre va a haber un cuidado, siempre va a protección. Pero, pero pues no. Deben haber muchas cosas que me hicieron llevar esa, pues a recaer en eso. Pero en este momento de mi vida digo, uy no, hasta ya tampoco en este momento no me caigo. Hablaste de pedir perdón y de perdonar a otros. ¿En algún momento te perdonaste a ti misma? Sí, me costó y me cuesta todos los días de mi vida. Ay no, Dios dame las fuerzas para no recaer en nada. Por favor, ¿por qué no recae? Porque hay personas enfermas. Eso es una enfermedad, ¿sí? El narcisismo, el alcoholismo, la drogadicción. Yo también puedo tener una enfermedad de buscar amor en donde no debo. Entonces, como que yo todos los días le pido a Dios, por favor, ayúdame, dame las fuerzas, dame la voluntad de no creer que todo es amor. Porque por más amor que yo tenga, no todo es amor, Tati. Yo puedo saciar mis ganas hoy. Entonces, yo puedo buscar un calor de hogar, ay, es que Sara como vive bueno con Jacob, que rico ir a encontrar un zancochito caliente en esa casa, porque es que Sara es demasiado hermosa, y yo creo que esa mujer, y vuelvo y caigo, Tati, y vuelvo a todo este, y se me daña la empresa, y se me daña la empresa y se me daña y entonces ella me lo quitó, ella vino ella me lo quitó, ella no sé cuántas es que me está haciendo daño no, yo no quiero eso yo quiero en este momento paz y tranquilidad quiero vivir tranquila quiero vivir en amor quiero vivir en armonía, quiero un amor en paz, sin miedo, sin miedo de que se vaya al baño y se pegue el celular, sin miedo de que esté viendo redes sociales y mira lo que escribieron, que lleguen las ex, porque no era una, eran varias, hacerme daño, de que me apaguen mi luz, me da miedo que en esta entrevista yo pueda despertar mil demonios, pero si yo estoy con Dios y que digan, pero no importa, Dios me puso acá, yo estoy hablando en el nombre de Dios y la palabra de Dios es la que vale. Y si hoy llego a tu corazón y tú me estás viendo, o sea, yo te pido en el nombre de Dios que te alejes de mi vida y que me vuelvas invisible hasta en tu maldad, porque nada ni nadie va a poder conmigo, entiéndelo. Y que si yo cometí un error, no fue porque quería, fue por imprudencia, fue porque no estaba preparada para asumirlo. Y que eso me volvió, y que lo recuerde siempre, que tu maldad y tu odio me convirtió en una mujer muy, pero muy poderosa. Por lo general nos mandan a recordar el pasado, ¿no? Como que a esa niña de 10 años, 15 años, cómo la ves y qué le dirías. En mi caso yo quisiera preguntarte es, ¿cómo te ves hoy? Tú te miras a un espejo luego de todo este proceso, luego de todo lo que has pasado, Sara. ¿Cómo te ves? ¿Qué es lo que ves? Eso me lo pregunto mucho y digo, en las terapias con psiquiatría y psicología me dicen, ¿qué le dirías a esa niña de 13 años que hoy está enfrentando todas estas situaciones? Y yo le diría, mira, yo a la mujer de 45 años, que en 10 años, le digo a la de 35 años, eso no, para que en 10 años no te vayas a arrepentir. años, eso no, para que en 10 años no te vayas a arrepentir, eso no, pilas con cautela mamacita, que es que yo lo que hice a los 20 lo estoy replicando a los 30 de una manera diferente con aprendizaje no cometiendo los mismos errores entonces, hoy a esa mujer le digo que grande fuiste que familia tan hermosa tienes que hombre tan amoroso llegó a tu vida, con quien compartiste, qué hijo tan maravilloso tienes. ¿En este momento no quiero más hijos? No. En este momento no quiero más, no quiero cuidar a nadie más. A nadie más. O sea, ni siquiera quiero cuidar a un novio. Quiero que el novio me cuide a mí. O sea, no, no, no quiero enamorar a nadie. ¿Te quisieras casar? A veces sí, a veces no. A veces sí, como que por la fiesta. Qué chimba. Pero luego al escondido. ¿Invitarías a Daniel Calderón? No, bebé. Pues, ¿cómo? No, no. No, no. Lo quiero demasiado. ¿Sí? Uf, Dani es una persona espectacular Y su familia, amo la familia que tiene Pero ahorita estabas hablando de esa niña del pasado De esa niña No, yo te estoy hablando de la adulta De la Sara de hoy De la que se levanta por la mañana, se mira al espejo Mira esas cicatrices y dice Pues pucha ya, ya salí Ya sané, ya sufrí, ya lloré Ya pasé por todo este proceso. A mami ya no más, a mami no, a mami no. Yo veo un mensaje, bloqueo. Yo veo algo que no me gusta, bloqueo. Sigo, no puede, sigo. Mi empresa, mi vida, mis ahorros, me proyecto, hago, me focalizo, salgo, hago. Soy muy mala para el deporte porque me dolían mucho los huesos, entonces durante seis meses dije, me duelen demasiado los huesos, claro, toda esta maldad y todo esto que hacen, hace que el cuerpo tome otro comportamiento, si me entiendes, y que el cuerpo te duela mucho, entonces me dolía caminar, me dolía respirar, me dolía vivir, entonces yo como que, pero cuando yo lo retomo mi cuerpo es súper agradecido, entonces yo me siento más mamacita, me siento más linda, me comporto de una manera diferente, cuando todo mi pelo empieza a crecer y yo ya lo veo y yo digo, o sea, todo empieza a regenerarse, es como, tú ves esas florecitas que todas tienen un proceso, cuando se apagan, cuando empiezan a florecer. Yo digo, estoy en el momento de florecer. Y me demoré tres años, Tatiana, tres años en montar esta empresa que se llama Poderosa. ¿Por qué? Porque que faltaba para una cosa, que faltaba para la otra, que venga, hagamos esto, que venga. Yo quería salir súper bien. O sea, yo no me fui a China porque sí. O sea, yo me caminé a Guangzhou, yo vi todas las ferias de belleza yo anduve todos los centros comerciales yo me preparé y yo me envié a traer mis envases mis cajas, yo conseguí una marca que me potencializara mi empresa para poder traer desde allá todo, el envase como quería los colores todo, o sea, no fue en vano como te digo, yo todo lo que viví no fue en vano, entonces, todas esas cosas malas me proyectaron a ser una mujer empresaria, sí quebré cinco empresas como fue la peluquería en Nueva York, en Bogotá, en Cartagena, las tres en Medellín, todo eso, yo dije, tengo que construir mi empresa empresa y mi empresa se llama Poderosa Ahora y es gigante porque va a llegar a todas las mujeres yo sé que este testimonio y que es una empresa que es de Dios, va a llegar a su corazón, a su piel les va a marcar con su olor con su esencia, con su fragancia con todos los extractos naturales que tienen con todas las cosas positivas que hay para ellas. ¿Cómo quisieras que te viera Jacobo en un futuro? Bueno, Jacobo, primero que me vea una mujer feliz, que me vea segura de sí misma, que me vea llena, que me vea en paz, que me vea plena, que si me va a ver enamorada, que en realidad me brille en los ojos. que si me va a ver enamorada, que en realidad me brillen los ojos. No que me vea con un hombre en casa llenándola, con un hogar de mentiras, no. Que me vea cargada, que me vea enamorada, que me vea feliz, que lo traten a él como un caballero. Que Jacobo diga, mi mamá me dejó esto, este es mi legado, porque es que yo solamente quiero una mochila y lo que yo llevo puesto, yo no quiero más nada, yo todo se lo voy a dejar, a él o hasta a una fundación o algo, yo no quiero nada que me adorne la pastilla. o hasta a una fundación o algo, yo no quiero nada que me adorne la pastilla. Entonces, esas cosas banales o materiales no quiero que él las vea, sin embargo le van a quedar porque yo soy muy trabajadora, muy camelladora, como le he dejado a mi hermano su apartamento, a mi mamá su casa, su empresa, sus cosas, les van a quedar. Pero yo sé que Jacob me va a ver llena de vida. Me encanta la playa, me encanta verme con el pelo mojado, con la hora del sol en mi cara, bronceada jugando con él en la arena. Eso es mi mayor y mi mejor anhelo. Entonces Jacob siempre va a recordar esos momentos, siempre trata de tomar vacaciones con Jacobo, de dejarle los mejores recuerdos, de abrazarlo, suelto el celular y le digo, te voy a abrazar, este es momento para los dos, nos vemos una película, vamos a cine, comparto con sus primos, le dejo enseñanzas, vamos y visitamos sus abuelos por parte materna, por parte paterna, o sea que siempre le quede como que un buen legado un buen consejo de ayudar a sus padres, sean lo que sean no importa los papás que tenga pero que Jacobo tenga un agradecimiento por alguien que le dio la vida ¿te consideras una buena mamá? sí, muy buena mamá, porque es que yo soy muy buena mamá yo soy una mujer muy entregada, soy una mujer muy servicial, soy una mujer entregada a su estudio, entregada a su vida, a sus valores, a sus derechos, hago cumplir sus deberes y sus derechos, comprometida, leal, familiar. Entonces, yo sé que Jacobo tiene un muy buen ejemplo. Al inicio de esta entrevista, dijiste que te habías resguardado, que te habías como escondido en ese círculo íntimo de amor, en esa cajita, y que estabas como alejada de todo. Sí. En este momento estás haciendo público muchas de las cosas que están en tu corazón. ¿Sientes que este es el renacer de Sara Uribe? Este es el renacer de Sara Uribe. Sara Uribe es una mujer muy poderosa. Es la mujer más poderosa de su historia. No queda más que decir. ¿Estamos? ¿Estamos? El podcast. no queda más que decir eso es Vos Podés el podcast soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés el podcast Vos Podés, el podcast