Mis hijos me salvaron la vida: Invitada - Janeth Colmenares

Mis hijos me salvaron la vida: Invitada - Janeth Colmenares

30 de abr de 2025

En este episodio del podcast "Vos Podés", conocemos la inspiradora historia de Janet Colmenares, conocida en las redes sociales como "La mamá de las recetas". Janet compartió su increíble transformación de una vida difícil a ser una entrañable figura en las redes sociales colombianas.

Capítulos

Introducción a la vida de Janet Colmenares

Janet Colmenares, conocida en las redes sociales como "La mamá de las recetas", comparte su historia de vida. A partir de la importancia de la familia y la decisión de mudarse al campo durante la pandemia, su vida se transformó al convertirse en una figura pública en las redes sociales.

La transición al campo y el inicio del fenómeno audiovisual

La pandemia llevó a Janet y a su familia a trasladarse a una finca, lo que inspiró al 'borrego', su hijo, a crear contenido sobre la vida rural y las siembras. Así nació ‘La granja del borrego’, un éxito en redes. El video viral de las arepas de chócolo lanzó a Janet a la fama bajo el apodo 'La mamá de las recetas'.

El impacto personal y familiar de las redes sociales

Janet aborda cómo el apoyo familiar ha sido crucial para su éxito en redes sociales, incluso después de una dura experiencia de salud al ser diagnosticada con un tumor cerebral. Además, discuss the role de su esposo y su proceso de dejar el alcohol.

Éxitos y aprendizajes del pasado

Se narra la lucha de Janet contra el tumor cerebral que resultó en un diagnóstico que cambió su vida y el posterior milagro que cree haber vivido a través de la fe durante la operación. Asimismo, comparte la recuperación y el manejo de los comentarios negativos en redes sociales.

Visión de futuro y enseñanzas para las nuevas generaciones

Janet comparte su perspectiva sobre el emprendimiento, la resiliencia ante las adversidades y el valor de la trascendencia de la familia. Además, da un mensaje alentador a todas aquellas mujeres que buscan una segunda oportunidad o enfrentan adversidades.

Conclusión

Este episodio de 'Vos Podés' subraya la importancia de la resiliencia, el amor familiar y la fe en lo cotidiano a través de la historia de Janet Colmenares. Su experiencia nos inspira a buscar segundas oportunidades y a valorar el poder de compartir amor y conocimiento con el mundo.

Menciones

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               ¡Suscríbete al canal! y recuerda por qué su sabor fresco, fresco y fresco lo hizo el número uno antiperspirante de los hombres en la última década. Degree Cool Rush está de vuelta y olor a victoria para todos nosotros. Aunque fue un desafío entrar a las redes sociales después de los 40, se ganó el corazón de sus seguidores por su tenacidad y buena sazón. Ella es Janet Colmenares, mejor conocida como la mamá de las recetas. Este episodio es gracias a Divi, tu aliado para demostrarle amor incondicional a tu esposa, hija, amiga, La mamá de las recetas. recordarles la invitación, si están en Colombia no se pueden perder nuestra gira nacional, estaremos por 10 ciudades para que ustedes puedan vivir esta experiencia en vivo, vos podés en vivo, vamos a pasar por Bogotá por Cali, Medellín, Neiva, Villavicencio tenemos una lista larga de ciudades y aquí en el código QR ustedes pueden escanear, comprar sus boletas para que nos miremos a los ojos nos conectemos y nos conozcamos así que por allá nos vemos. Y hoy nos acompaña una mujer increíble que se dio a conocer sobre todo por las cosas hermosas que hace su hijo en una granja. Ella es Janet, mejor conocida como la mamá de las recetas. Janet, bienvenida. Tatiana, muchísimas gracias, muy amable por esta invitación. Yo muy feliz de estar acá. Y sí, soy la mamá de mi borrequito y tres hijos más. Por ahí va a empezar, porque es que te diste a conocer de una manera impresionante en las redes sociales, gracias a lo que hacen ustedes como familia y qué bonito que menciones también a todos tus hijos, porque si bien muchos hemos escuchado de ti por el borrego, el borrego, la granja del borrego, como se le conoce. También tienes un equipo conformado por tu familia. ¿Qué tal si nos cuentas cómo está conformada tu familia? Bueno, en mi casa está mi esposo, primeramente, y tengo cuatro hijos. Está Juan, que es el mayor, Jimena, que es mi segunda hija, Andrés, que es mi hijo manager en este momento, mi todero, todos son mis toderos ahí, y mi borreguito. Entonces, ese es el grupo. Tengo una nieta, Julieta, y mi yerno. Somos ocho en total en la casa. Bueno, mi hija y mi yerno y mi nieta viven en el pueblo, nosotros vivimos ya en la granja con mis tres hijos y mi esposo. Qué rico eso de vivir en el campo, cómo es la vida por allá. Delicioso. Nosotros antes vivíamos en la vega, en una casa pues grandecita, pero estábamos todos cuando empezó la pandemia, que esto fue una locura, todos ahí nos mirábamos a toda hora, nos acordábamos, no hallábamos qué hacer pero mi suegro le dejó una finca a mi esposo que pertenece en San Francisco entonces el borreguito empezó, pues él es muy hiperactivo, él está toda hora trabajando y a él le causaba curiosidad cómo crecían las matas un día en el colegio le pusieron a sembrar un fríjol en algodón, y él miraba cómo salía la raíz, entonces como que le entró esa curiosidad de cómo era esto, y el hermano mayor Juan le empezó a comprar semillas para que él mirara cómo se hacían las cosas, entonces dijo, no, a mí me encanta eso, entonces ya de ver que todos estamos ahí en la casa, y esa pandemia, dijimos, no, ¿qué hacemos? Entonces mi esposo dijo, no, nos vamos para la finca. Allá no había nada, pues, puesció súper curioso cómo crecía todo. Entonces, el papá dijo, mire, esto es así, y el hermano, y él empezó a hacer ahí sus huertas como urbanas, caseras, y desde ahí empezó. Carlos dijo, bueno, nos vamos a vivir a la finca. Entonces yo le dije, yo decía, no, yo dejar el pueblo, pues no me sentía como irme para el campo. Yo decía, no, es que el campo, mi mamá, uno piensa, porque tengo a mi mamá, a mi papá, a mis hermanos todos ahí, y yo decía, aunque no es muy lejos, porque son 10 minutos, pero pues yo sé que me levantaba y a las dos cuadras estaba mi mamá. Claro. Entonces dije, bueno, no. ¿A no te llamaba mucho como la atención? No, no me llamaba como mucho la atención, aunque a mí sí me ha gustado el campo, porque nosotros de recién casados, mi esposo es médico veterinario. Sí. Entonces a mí me gustan también los animales como el campo. Nosotros cultivábamos con tomate, que cebolla, que fríjol. O sea, tuvimos también una experiencia muy bonita, entonces no me disgustaba. Pero cuando él dijo, y de ver esa pandemia y todo se ha encerrado, nos vamos, nos vamos, y bueno, tomamos la decisión, nos fuimos para la finca, y ay, maravilloso, en la finca no habían tapabocas, todos abiertos totalmente, un aire delicioso, salir a tomarse un sutintico allá afuera. Me antojé y todo. Eso fue maravilloso y de ahí dijimos, sí, no, acá estamos y de aquí ya no nos vamos. Y ahora no me gusta ir al pueblo. Imagínate cómo es la vida. Ya no me da pereza ir porque donde estamos es un clima súper delicioso. En la vida hace demasiado calor a veces, pues yo ya tengo mis calorcitos entonces yo no decía no, no, no, entonces ahora vivimos felices ahí en la finca, con el niño, pues él haciendo todo su contenido sus cosas, entonces la pasamos súper delicioso. Pero mira cómo es la vida, ¿no? A veces llegan decisiones que de pronto a uno no le llaman mucho la atención, y que ibas a pensar, mujer, que eso iba a ser un cambio para ustedes como familia y que se iban a dar a conocer al nivel en que todo el mundo los conoce hoy? Sí, nunca, por mi mente, nunca pensé en esto. Yo decía, bueno, yo ya como que dijimos, nos vamos ya para como jubilarnos allá en la finca y descansar. Era el pensado de nosotros. Pues no, no fue así. Ya no, sí tenemos desmentidas. Sí descansamos, pero ya es totalmente diferente, pero es un trabajo muy bonito, que lo hacemos desde casa, que estoy con todos mis hijos. Para mí eso es maravilloso, tenerlos a todos. Y todos han sido como, nosotros somos una familia muy, muy unida. Entonces, yo no quisiera que ellos se fueran sufro cuando ellos salen y se vayan pero vivo muy feliz con ellos, ellos también la única que tiene esposo es mi hija y pues con la niña y de resto todos están solteritos todavía, pues ahí tiene su novia pero todos ahí, entonces la pasamos súper delicioso y nos viv vimos muy rico ¿Suegra celosa o no celosa? Un poquito, un poquito pero bueno, tengo que aceptar que yo también hice lo mismo, entonces pero sí, es un poquito duro pero soy celosa pero muy comprensiva también. ¿Cómo era tu rutina antes de entrar en este mundo de las redes sociales? ¿A qué te dedicabas? ¿Con qué soñabas? A ver, nosotros como mi esposo es médico veterinario, teníamos una veterinaria. Sí. Entonces, la droguería, todo, yo la atendía. Mi suegro, antes de fallecer, ellos tenían una ferretería. Y cuando él murió, mi suegra dijo, yo no quiero saber nada de la ferretería. Entonces me dijo, Janet, cojan ustedes la ferretería con Carlos. Entonces cogimos la ferretería y en un sitio, en la misma ferretería, montamos también la veterinaria. Entonces todo el tiempo duré trabajando más de 10 años en negocio ahí. Yo misma lo atendía, mi esposo iba a sus consultas. Siempre me ha gustado pues trabajar, y he trabajado desde casa, porque siempre, pues, de recién casados, pues, tomábamos locales en arriendo, ya lo último compramos nuestra casa, y en el primer piso era la ferretería y la droguería, y en el segundo piso era mi casa. Entonces, como que estaba yo para arriba y para abajo pendiente de eso, pero entonces siempre hemos trabajado. ¿Soñabas con ser azafata? Sí, alguna vez yo siempre decía, yo quiero ser auxiliar de vuelo, quiero ser auxiliar de vuelo, y soñaba con eso. Pues obviamente no, porque terminé mi bachillerato y Carlos, mi esposo, terminó su universidad y hasta ahí fue el sueño de ser azafata, porque, bueno, pues duramos como tres años de novios, ambos somos de la vega, él también es de la vega, entonces no, pues nos pegamos la enamorada del siglo y nos casamos. Mejor dicho, el amor transformó los sueños. Pero bien, gracias a Dios. Y ese hijo tuyo, el famosísimo borrego que en las redes sociales es, mejor dicho, viral, amando poder. ¿Quién lo bautizó así, como el borrego? Bueno, el borrego, él desde pequeñito siempre ha tenido el cabello crespo. Yo era muy crespa como el cabello del borrego. Pero, y lo tenía así, largo igual, pero crespo. Pero un día dije yo, para una fiesta que nos invitaron me lo quiero mandar alizar. Sí. Pero un alizado. Y me lo mandé a alizar que nos invitaron, me lo quiero mandar a alisar. Sí. Pero un alisado. Y me lo mandé a alisar y esta vaina nunca más me volvía a encrespar. ¿En serio? No, nunca más me volvía a encrespar. Y ya me trataba de no encrespar, sino me ponía así, como una leona. Entonces yo decía, no, esa vaina tan horrible. Entonces desde ahí me dejé el cabello liso. Pero yo era así como el borreguito, crespa, crespa. Entonces él era crespo y con su hermano Andrés, que es mi manager, ellos se llevan una diferencia de año y medio, los dos. Entonces han sido muy buenos amigos, jugaban para todo lado. Y ellos veían un programa de televisión, no recuerdo qué programa, pero donde un niño era así crespo y le decían borrego, porque era como borreguitos, y desde ahí él dijo, ay, usted se parece a ese borrego, y fue nombre que quedó, borrego, siempre le decía borrego, oiga, borrego, no sé qué, y bueno, así quedó. y todo, tenían que buscar un nombre, entonces como que no quedaba bien solo borrego, entonces como nos fuimos para la finca, mi hijo el mayor un día dijo, estaba por ahí tomando sus cervecitas y entre eso buscando el nombre, entonces llegó a la casa y dijo, se va a llamar la granja del borrego, le dijo así, de uno, y todos como que dijimos, la granja del borrego, sí, estamos en, sí, suena bonito, pues así quedó, al otro día se abrieron redes, ta, ta, ta, con la granja del borrego. ¿Y qué opinabas de eso de las redes? ¿Creías en ellas? ¿No te gustaba para tus hijos? Bueno, a mí, yo era muy poco de redes y de celulares, porque pues no tenía mucho tiempo de estar en los celulares, Yo era de celulares más, que decíamos en esa época, flechitas. La flecha. Sí, la flecha de contestar y no más. Y no era, no veía mucho, no tenía tampoco tiempo de estar mirando eso, pero cuando tenía el tiempo yo veía unos contenidos que no me gustaban. Pues uno ve muchísimas cosas, como hay contenidos de valor, como hay contenidos, otros contenidos. Y yo decía, cuando él me dijo, mamá, es que yo a él siempre le gustaba grabar como cosas, él le gustaban mucho los carros a control remoto con Andrés, y hacían videítos y los subía. Pero pues me parecía curioso. Entonces un día me dijo, mamá, yo quiero abrir canales, tener mis redes sociales, y yo le dije, ¿pero de qué? Entonces me dijo, no mamá, yo quiero hacer algo sobre la granja, enseñándole a la gente cómo se siembra, que sea algo. Yo le dije, Alberto, él se llama Carlos Alberto, así se llama su papá, entonces yo le dije, Alberto, si es algo que sea de valor, como que enseñe, sí. Pero si son bobadas y eso, no. No estoy de acuerdo con eso y no hay nada más que hablar. Entonces me dijo, no mamá, yo quiero enseñarle a la gente cómo se siembra esto, cómo no sé qué, va a ser bonito. Entonces yo le dije, bueno, si es así. Entonces yo le dije, quiero ver los primeros videos. Ay, sí. Entonces hablamos con el pap ver los primeros videos. ¡Ay, sí! Entonces hablamos con el papá. El papá también le dijo lo mismo. Si va a ser contenido de valor y cosas que valgan la pena, sí. ¿Qué edad tenía él? El borreguito tenía 13 años. Ok. Como de los dos empezaba a ser ahí con carros y eso. Pero como tal empezó a los 13 años. Entonces cuando vimos que subió unos videos y que el hermano Juan, él empezó a decir, y yo lo veía como tan bonito, haciendo que sacando la tierra, que sembrando la semillita, que no sé qué, yo dije sí, puede ser, y viendo en la granja, y pues como nosotros también estamos todo el tiempo ahí mirando qué era lo que hacía, y pues Juan David es muy, él es muy psicorrígido también pues yo dije sí, pues puede funcionar y sí, me funcionó al peladito, me funcionó le fue súper bien. Pero mira qué especial esto que cuentas de la importancia de un familiar de un papá, de una mamá, de estar pendiente desde el inicio de los procesos y de los proyectos de los hijos, o sea, no había pensado eso, hay muchos niños que empiezan a hacer contenido como sin ningún rumbo, sin ninguna ruta que los esté guiando, y me causa mucha curiosidad cuando mencionas que le, o sea, yo digo que cuando todos me decían, pero ¿por qué él es así? Yo decía, es que uno va desde la educación que también le dan los papás a uno en la casa, y mi mamá y mi papá también eran así, supremamente, si corrijo, muy correctos, entonces como que uno se trae, eso también para los hijos de uno, entonces yo quería, pues yo, como me educaron, yo quería también educarlos a ellos, y sí, les llevé esa misma cartillita, y bueno, pues hasta el momento ahí van, y van muy bien, y eso me hace muy feliz. Y entonces ya de repente aparece una arepa de chócolo en el camino, y ya no era el borrego, sino ya la mamá de las recetas también. Eso fue así un día, después de llevar como un año, le salió una campaña, no recuerdo con quién, y me dijo, entonces él ya, entre sus cultivos, había cultivado maíz, mazorcas, y me dijo, mamá, mamá, ayúdeme a hacer un, necesito hacer una receta con mazorca, yo le dije, bueno, como él ama las arepas de choclo, yo le dije, papi, pues hagámonos unas arepas de choclo, que son muy fáciles. Entonces él, pum, colocó el celular ahí para grabar cómo lo hacía, y lo empezamos a hacer. Pero yo, pues, explicándole, hágalas así, ta, ta, ta, nos hicimos las arepas de choclo, quedaron súper deliciosas, y él terminó el video, aprendió muy fácil a editar y todo, porque para él todo es facilísimo, no sé cómo hace, pero tiene una facilidad para las cosas, y él editó el video y lo subió, y resulta que ese video se viralizó, y fue, pero una vaina loca, súper bien, y todos empezaron a pedir recetas, recetas, dije, dile a tu mamá que nos haga esto, dile a tu mamá, a tu mamá, entonces me dijo, mamá, una locura, están que nos piden recetas, mamá, ¿qué hacemos? Yo le dije, no, papito, yo ya me vine a descansar, yo no, yo no. Entonces me dijo, no, mamá, toca, mamá, toca hacer recetas. Juan David dijo, si les fue bien en este video, pues les sigue yendo bien, tanto a mi mamá como al borrego, porque ya vamos a tener a mi mamá para que le enseñe, para que le haga tips, cosas al borrego, porque ya vamos a tener a mi mamá para que le enseñe, para que le haga tips, cosas al borrego. Entonces yo le dije, no, no, no. Al otro día, cuando yo me levanté, Juan David llegó y me dijo, mamá, aliste una receta porque le abrimos canales y se llama la mamá de las recetas. Ah, o sea, ni siquiera te lo consultaron. No, nada, nada, no, ellos no me consultaron Sino, ya, me dieron así Entonces yo le dije, no, Juan David, no, yo cómo hago A mí me da pena, pues yo no era De cámaras, de nada, eso le dije, usted sabe que Escasamente cojo el celular, no importa Nada, va a ser una receta Y yo, ay Dios mío, por eso al principio Fue una locura, porque pues obviamente yo me equivocaba Yo miraba para un lado No, eso fue una locura Entonces dijo, búsquese qué receta Entonces yo, no, pero ustedes ayúdenme, entonces tan tan empezamos, dijo, hagámonos unos chips de remolacha, entonces nos hicimos unos chips de remolacha, yo sé cocinar pues desde los ocho años, yo cocino, mi mamá me enseñó y todo, pero pues hay cositas que tampoco me las sé todas, ¿no? Entonces, bueno, que hagamos unos tips de remolacha. Entonces los hicimos y nos fue súper bien también. A los no sé qué tiempo ya tenía como 300 mil seguidores, y Juan de Dios, no mamá, eso es una locura, y la gente seguía pidiendo, pidiendo, entonces lo que la gente me pedía yo les preparaba, porque yo decía, bueno, la gente lo está mirando a uno, y eso lo hago hoy en día, me dicen ay miraste no sé qué, entonces yo preparo como que la gente quiere que uno le prepare y ahí empezó la mamá las recetas. Y como te has sentido en este proceso, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez que grabaste esos videos? Vamos a cumplir tres años pues me siento súper bien, me gusta porque lo hago desde mi casa, con todos mis hijos, entonces siento que estoy trabajando ahí, que estoy produciendo ahí en mi casa, y todo lo que preparo, pues les doy a mis hijos, lo hago con mucho amor, me gusta, como que las cosas me fluyen, entonces me siento súper bien. Se me hace muy lindo lo que ustedes hacen, sobre todo que eres de otra generación. Sí, totalmente. Cuando uno ve a la gente que arranca en redes sociales, sobre todo ahorita, entonces son niños así chiquiticos de 8 o 9 años que nacen ya usando una tablet y esto lo dominan, o tu hijo que también estaba muy chiquito cuando empezó, pero ¿qué ha pasado por tu mente durante todo este tiempo cuando ya empezaste en serio en el mundo digital? ¿Sabes por qué te lo pregunto? Porque me da mucha risa escucharte la terminología, entonces contenido de valor, campaña, o sea, todo un influencer y esto a nivel personal que ha representado para ti, sobre todo porque lo que te decía, eres de otra generación, es una mamá. Claro, imagínate, el borreguito ahorita 18 y yo tengo 56 años. Y yo decía, no, y hay unos términos que ellos usan a los que uno dice yo. Y hay veces me corchan, me dicen unas cosas y yo, pero es que me están diciendo y se burlan y yo, pero ¿qué me están diciendo? Y se burlan y yo me resbala lo que me digan. Yo hablo y digo como soy yo. Sí. Sí, como soy yo. Y ellos se burlan y a veces les da risa, pero pues ellos dicen, no mamá, es que hay un meme ahí, no sé qué, ¿qué es esto? Y yo, ay, esto es chino. Pero imagínate, hay una diferencia muy grande y pues yo jamás iba a pensar que a esta edad, pues no es que esté diciendo que sea la más vieja. Sí, te entiendo. Pero pues tampoco soy la más joven para estar en las redes, y pues menos ahorita, entonces yo decía, ay Dios mío, eso es una locura, pero me siento súper bien, yo la disfruto, y con ellos pues la disfrutamos, nosotros somos de que todavía jugamos con ellos, de que ellos me botan al piso, me hacen costillas, me mojan, jugamos, o sea, yo me divierto muchísimo con ellos, de que ellos me botan al piso, me hacen costillas, me mojan, jugamos. O sea, yo me divierto muchísimo con ellos y pues esa es la idea, ¿no? Sentirse uno como bien. ¿Tú misma manejas tus propias redes? No, solo lo hacemos con Andrés. Yo, Andrés me hace todo. Yo grabo únicamente. Grabo y doy unas ideas. Pero Andrés es el que medita, el que me graba el que me hace absolutamente todo y yo me pongo, yo grabo yo hago la grabar, yo produzco hace lo más rico, disfrutar mientras el otro está ahí encima de todo sí, y él hace todo, ahorita pues hemos, gracias a Dios, tenemos nuestra buena agencia, Max que ha sido maravilloso para nosotros desde el año que empezamos con ellos, nos ha ido súper bien, entonces, ha sido un apoyo muy grande para nosotros, y tenemos ahorita acá otra chica que nos está ayudando, pues, a contestar comentarios, a hacer guiones y eso, porque, pues, hay veces no nos alcanza el tiempo, gracias a Dios me ha ido muy bien, y he tenido muy buen trabajo, entonces, y lo que yo te digo, me gusta ser como muy cumplidita y muy organizada, entonces sufro cuando algo me sale mal, o cuando no tengo que grabar, hace poquito tuve un incidente en la mano, y para mí fue tenaz, ¿Qué te pasó? Se me cayó un mueble de la cocina, acá acá y me alcanzó como a fracturar el dedito. Entonces tenía unas campañas, tenía un comercial con alquería que lo tenía que grabar los ocho días. Yo decía, no, ¿y ahora yo qué hago? No, me dio una angustia, pero bueno, todo se me dio y lo pude lograr. Ahorita mencionaste lo de los comentarios que te los manejan y demás, yo imagino que ustedes también se sientan y se reúnen alrededor de este tema de conversación, supongo yo viéndote acá como mujer que has inspirado también a muchas mujeres a aventurarse, a hacer cosas que nunca se imaginaron hacer, te has tomado la molestia de leer algún comentario especial que te haya marcado de esas seguidoras que de pronto se ven en ti y dicen, quiero lograrlo, quiero hacer ese tipo de cosas. Veo muchos comentarios de muchas señoras y no de tantos de señoras, sino de gente joven también que me dice, oiga señora, usted es una berraca, qué maravilla, usted es muy guapa, usted es muy juiciosa, usted nos inspira, estamos viendo a mi abuelita, estoy viendo a mi mamá, me he encontrado personas que me abrazan y lloran y me dicen, es que perdóneme, un día en un entierro, se le había muerto la mamá a una chica y me vio y ella se me botó y me abrazó y lloraba, yo decía, ay Dios mío, ¿qué le habrá pasado? Entonces me dijo, es que estoy enterrando a mi mamá, pero mi mamá era como usted, usted, mejor dicho, viví a mi mamá en ese momento, entonces es como una alegría cuando me dicen que les recuerdo mucho a su mamá, eso para mí es maravilloso, yo me siento muy feliz. ¿Y te acuerdas de ese primer abrazo que te dieron cuando te reconocieron, saliste a la calle por primera vez y te dijeron el nombre, ¿ese momento lo tienes presente? No, no recuerdo bien, pero han sido varias veces, muchos niños, también veo niños que lloran, y yo un día también para un diciembre, un niño tenía, yo creo que ese niño tenía unos 10 añitos, y me vio y lloraba y lloraba, y yo decía, pero ¿por qué lloras? Me decía, es que lloramos señora, usted es muy linda, yo no tengo mamá, yo vivo con mi papá y mi abuelita, y cada vez que la veo, recuerdo a mi mamá, y cuando usted hace las arepas, cuando usted hace yo las preparo, entonces ese día yo decía, no, Dios mío, porque era un niño, me hizo llorar, obviamente me hizo llorar y yo le decía, no papito, mire tranquilo, siga haciendo, pero cuídese con cuidado, las cosas se hacen con mucho cuidado, no sé qué, pero eso le llega a uno, al alma. Y las redes también, como tienen muchas cosas positivas, hermosas, maravillosas también tienen cosas negativas. ¿Qué te has encontrado en esas redes que de pronto no estabas preparada para afrontar? Bueno, en esto me he encontrado el problema que tuve de salud. ¿Qué te pasó? Yo tuve un problema hace 16 años, que a mí me diagnosticaron un tumor en la cabeza, tenía 40 años, y me operaron y sufrí, pues hoy en día tengo lo de la parálisis de la boca, yo perdí mi oído derecho, que me dio cuerpo paralizada, entonces fue un poquito duro para mí. me lo dieron mucho en la red. Mi hijo sí me decía, mamá, yo sufría por eso. Porque, pues, a ver, cuando uno tenía sus 40 años, uno de mujeres muy vanidoso, que yo toda la vida, siempre me ha gustado vivir bien arreglada, que mi cabello bien organizado, mi mamá, mi papá, siempre nos acostumbraron a eso, que deseamos vivir muy bien pulcro y todo, ¿no? Entonces, de estar yo, pues, bien, a pasar a que deseamos vivir muy bien pulcro y todo, ¿no? Entonces de estar yo pues bien, a pasar a que la cara me quedara torcida, mi boca mi ojo, eso fue pues para mí durísimo, pero aparte de ser duro muy agradecida con Dios de que pues estoy viva, de que estoy muy bien y que pude sacar adelante o he podido sacar a mis hijos adelante entonces me dieron y han sido, pues, como muchas peleas en las redes, ¿sí? Y al principio yo leía sus comentarios y la gente me hacía unos comentarios, pues, terribles por la boca y todo, y sufría mucho porque yo empezaba a leerlos. No, no, no. Entonces yo empezaba a leerlos y yo decía, como que yo no entendía bien ese tema. Entonces mi hijo un día me dijo, entonces yo le decía, ay Alberto, mire, mire lo que me escribieron, mire lo que... Entonces yo le dije, mamá, tranquila, tranquila que la red es una así, aquí le dan duro a todo el mundo y no hay que pararle bolas, no hay que pararle bolas, simplemente lea y listo, pero a esto no hay que pararle bolas. Entonces, miren, les vamos a quitar a mi mamá para que no mire comentarios. Entonces yo le dije, no, no, no, déjenme los que yo pues quiero saber también. Entonces no me los quitaron, pero miren, les vamos a quitar a mi mamá para que no mire comentarios. Yo dije, no, no, no, déjenme los que yo pues quiero saber también. Entonces, no me los quitaron. Pero miren, pero mamá, no quiero que le vaya a dar duro esto, porque lo que decimos aquí hablan muchísimo. Entonces, como que sí, ya después yo dije, no, pero qué bobada. Pues, angustiarme por eso sabiendo que estoy viva y que estoy bien. Entonces, no, que ahora antes, ahora me da como risa, yo digo, pero vea, porque la misma gente pelea. Y te defienden. Sí, y el otro es, ay, pero así su mamá no sé qué, ay, entonces pelean, y yo digo, pero la gente es tan chistosa. Incluso ahorita se nos hizo viral un comentario que el borrego hizo, porque, pues, obviamente cualquier persona que hable de su mamá, creo que se siente la defiende a su mamá no claro y el borrego es un comentario ahí es un meme que le salió y claro todo el mundo claro tiene razón porque hablan de su mamá trata está empezando a hablar y se viralizó ese comentario y ese esa receta que que se hizo por estar hablando sobre mi boca. Entonces, todo el mundo que la doñita de la boca, no sé qué, bueno, cantidad de cosas que yo decía, pero bueno. Entonces, hicimos un video con el borrego contando mi historia, porque hay mucha gente que no sabe mi historia. Entonces, preguntan, ¿pero por qué tiene la boca así? Pensaban al principio que yo hablaba así o ponía la boca así, era por ganar fama. No, puede ser. Entonces, yo decía, no, seguro con la salud no sea. No, puede ser. Entonces yo decía, no, es uno por la, con la salud no se juega y menos, o sea, yo decía, no. Entonces un día dijo Alberto, no mamá, hagamos un video y lo subimos contando, entonces yo hice el video con el borreguito y lo subimos contando mi historia y bueno, hay mucha gente que sí la sabe, como hay gente que no, entonces la vivo haciendo cada rato así como para comentarles. ¿Y qué fue lo que te pasó? Y pues, a mí me tuvieron que hacer la cirugía, me abrieron el cráneo, me hicieron la cirugía, porque tenía, eso fue entre la raíz del cuello y el cerebelo, entonces me tenían que hacer cirugía para poderme extraer ese tumor, porque ya estaba grandecito, y a raíz de eso quedé con la parálisis. ¿Y eso fue hace, dijiste? 16 años pero eso tuvo que haber sido muy difícil o sea, muy complicado sí, para mí fue terrible porque el borrego tenía año y medio Andrés tenía dos añitos y medio entonces Juan tenía en esa época 15 y Jimenita como 13 años yo tenía los negocios y me dijeron cuando el doctor me dijo, no, es que tiene un tumor en la cabeza. Pues eso no es fácil para uno decir, tiene un tumor en la cabeza, porque uno no sabe qué va a pasar. Y yo le dije al doctor, bueno, tengo un tumor en la cabeza, pero apenas él me dijo así, yo le dije, bueno, tengo un tumor en la cabeza, pero no me voy a morir. ¿Le dijiste de una? Sí, yo no me voy a morir, porque resulta que en esa época, en La Vega le diagnosticaron también a seis personas tumor en la cabeza. Se murieron cuatro. Quedamos vivos, un compañero, es el que un poquito, bueno, entre todos, la que mejor quedó fui yo, gracias a Dios, pues mi compañero también está, él camina, pero con dificultad, pero yo quedé así, yo tuve mi parálisis, mis cosas, pero yo le dije al doctor, yo no me voy a morir, pero yo por dentro decía, Dios mío, Señor, o sea, apenas me dijo, pues se me movió el piso y todo, porque yo no sabía cómo iba a quedar o qué iba a hacer de mí. Entonces yo le dije al doctor, bueno, ¿y de ahí qué pasa? ¿Qué tengo que hacer? Entonces el doctor me dijo, no, simplemente pues toca operarla, hay que abrir el cráneo, pero tiene sus cosas. Su mujer se puede quedar en estado vegetativo, puede quedar con una parálisis, puede quedar en coma. O sea, las probabilidades de vida no las sabemos. Bueno, yo, hablar con el de arriba, yo le dije, no, Diosito, a ver, yo sufrí muchísimo, toda mi familia, nosotros somos una familia muy numerosa, yo he sido muy querida con todos ellos, bueno, hemos sido muy unidos, entonces nos pusimos en cadenas de oración, todo fue una vaina loca, y yo decía, no señor, yo hablaba y yo le decía, señor, yo le decía, señor, si usted me dio la vida y me dio a mis hijos, por favor déjelos criar, favor, déjenme los criar. Yo le decía, yo quiero ser mamá y yo tengo estos cuatro hijos, denme esa oportunidad. Y yo dije, bueno, me encomendé a Dios y yo le decía al doctor, ¿tengo que hacerme la cirugía o sí o sí? Y él me decía sí, porque el tumor estaba tan grande que él empezó a buscar la salida por este oído. Entonces, yo por eso, yo no escuchaba. Cuando él me dijo sí, entonces yo dije, bueno, señor, yo me puse a oraro recuperado, él hace 10 años dejó de tomar, y en esa época tomaba muchísimo, entonces yo decía, bueno, yo tenía a mi mamá, yo tenía una nana muy querida que ya fue en este proceso mío una bendición de Dios, me ayudó mucho con los niños, y yo le decía, mamá, por favor yo le recomiendo mucho a los niños yo sé que va a salir adelante, pero mientras mi proceso yo necesito que me ayuden Juan y Jimena esos niños fueron también mi bastón terrible cuando a mí me operaron yo dije, bueno aquí, en las manos de mi Dios yo, bueno, estuvimos en cadenas de oraciones me imagino el susto tan horrible para ustedes como familia eso, sí, fue tenaz porque pues imagínense, entre todos que me digan que tenía el tumor no, y además lo que me estás contando de las opciones que te dan, que no son para nada alentadoras, y ahora lo cuentas gracias a Dios del del otro lado, pero yo no me imagino la escena de uno estar frente a un médico que además, no todos obviamente, pero hay algunos que le dicen a uno esa información así, como que a uno le cae como un baldado de agua fría. Cuando el médico, el que me vio, me dijo, mira, yo no te puedo operar, yo obviamente, yo fui como a cuatro médicos, porque yo dije, yo quiero ver que, a ver que me digan todo, de pronto alguno esté equivocado o no, pero no, ninguno estaba equivocado, todos me dijeron lo mismo. Y de los cuatro que fui, todos me dijeron, no la podemos operar, uno se iba para, bueno, tenían varias cosas que hacer, pero todos me mandaron donde un doctor, me dijeron, mire, este doctor la opera, mucho a este doctor nosotros le ponemos la cabeza sin anestesia me dijeron así es muy bueno entonces, ¿te recomendamos él? Sí. Nosotros fuimos donde él y cuando fui un doctor súper queridísimo, como que yo sentí que había como un ángel en ese médico y yo primero averigué quién era y todo y sí, yo veía que era una vaina súper chévere. Cuando él me dijo, yo también le comenté, le dije doctor, bueno y aquí, y me dijo lo mismo, yo mira Janet, te vamos a operar, pero tranquilo que vamos a estar con Dios, nos va a ir súper bien y vamos a salir adelante. Y yo le dije, bueno, pues hagámoslo así. Ya, ya no había otra opción, tenía que hacerlo. Y sí, cuando me operó, esa noche estábamos todos como 60 de mis familiares, todos allá afuera, esperando a la cirugía. Entonces yo le decía, bueno, ¿y cómo sé yo si salí bien o no? Entonces él me dijo, bueno, cuando nosotros, la cirugía duró como catorce horas. No, muchísimo. Sí, eso fue una locura, duró como catorce horas. Y él me dijo, para nosotros saber que su merced quedó bien, es que en el momento de que termine la cirugía, tal, tal, tal, estamos, la movemos y la llamamos. Si su merced responde algo, la cirugía fue un éxito. Pero si la movemos y no nos responde, queda callado algo, sabemos que quedó en coma o que quedó en algo. No, no, no. Yo antes de la cirugía, Aurelia, le pedí a Diosito que me ayudara y todo lo que te digo. Cuando me despertaron, yo me llamo Gloria Janet, los médicos me decían Gloria en esa época. Cuando me despertaron, estaba mi esposo, estaba Juan y Jimena, en el momento que me despertaban. Entonces el doctor que yo me movió, me dijo Gloria, Gloria, Glorita, me decía ese día, yo me acuerdo tanto Me decía, Glorita, Glorita Y yo me desperté, y yo le dije Ay, ya doctor, ya me operó No, eso ellos gritaban como locos Claro Porque dijo el doctor, habló demasiado Habló más de la cota Y que él me dijo, ¿de qué te operé? Yo le decía, pues del tumor Y que él me dijo, sí, ya te operé Y yo le dije, ¿cómo salí? Pues obviamente yo estaba toda vendada Mangueras Bueno, por todos lados, me sacaron La manguera que nos ponen a boca Y que él me dijo, sí, ya te operé. Y yo le dije, ¿cómo salí? Pues obviamente yo estaba toda vendada. Claro. Mangueras, bueno, por todos lados. Me sacaron la manguera que nos ponen a boca. Pero yo sí sentía que yo no podía hablar bien. Pues claro, porque pues tuve la parálisis. Entonces la boca me quedó, pues como por acá. La boca por acá. El ojo me quedó totalmente abierto. Quedé muy paralizada. Pero yo trataba de hablar. Y él me dice que me entendieron perfectamente. Entonces ellos gritaban, dijeron, no, quedó con parálisis, pero ya está bien, esperemos a ver. Eso pasó así, esa noche seguí con las vendas, bueno, me durmieron para poder estar más tranquila. más tranquila, al otro día ya que fui, ya fue el médico, ya me despertaron, me levantaron, eso es algo terrible que uno no le dice a nadie, porque yo sentía la cabeza tan grande y el cuerpo así de pequeñito, entonces, claro, como perdí el oído y todo, perdí el equilibrio, entonces no me podía mover, entonces me sentaronueron seis meses duros de terapia, de todo para yo poderme recuperar, pero las ganas de vivir, no. Yo a los dos meses yo ya me podía sentar sola. Obviamente, pues se me caía la comida, no podía estar como muy bien, pero yo me miraba al espejo y decía, ¡Ay, Señor, yo quedé terrible, yo quedé terrible, pero yo decía, bueno, no me importa, no me importa porque voy a estar ahí para mis hijos, voy a estar ahí para mis hijos y eso es maravilloso. Entonces empecé unas terapias súper intensas, intensivas, bien, buenas, me las hicieron en la Reina Sofía y a los seis meses yo ya podía caminar, ya podía caminar, como que ya estaba sola, ya podía, al año, yo ya podía, yo manejo moto, mi carro, yo ya podía manejar súper bien, pero con mucho cuidado, entonces empecé así, y eso, de que las otras personas allá en la vega fallecieron y que tú seas una de esas personas que están aquí, que viviste para contarlo, pues eso es una bendición, ¿eres muy creyente? Totalmente. ¿Cómo es tu tema con la fe? Uy, no, yo no tengo que estar todos los días en una iglesia, yo no tengo que tengo que estar. Pero hay veces, Juan David, yo estoy por ahí haciendo algo. Yo todos los días, mi bendición, yo gracias a Dios, Señor. Y yo les digo eso a los chicos, a mis hijos. Papito, primeramente Dios y la Virgencita. Hay que darle gracias. Nosotros tenemos vida porque tenemos un ser supremo. Yo les digo, yo soy un creyente muy mariana. Yo les digo, y tenemos que darle gracias a ellos. Yo siempre les digo, cada vez que salgan de la casa, pues la bendición, encomienden. Yo les doy la bendición. Les digo, papito, por favor, cuando tengan un negocio, primero pídanle permiso a Dios. Hay que contar con Él, yo les digo. Y ellos me dicen, sí, mamá, sí, mamá. Pero yo los encomiendo mucho. Yo me levanto, yo oro, así sea un padre nuestro, pero lo hago y dormida igual, yo siempre, y yo estoy haciendo cualquier cosa, y yo estoy, Diosito, no sé qué, y me decía un día, mi mamá, ¿con quién habla? que me vaya bien, que no sé qué, y yo siento que yo oro y que hago esto y yo me siento muy tranquila. Y cuando ellos salen a algún lado, yo primeramente, Dios mío, los encomiendo muchísimo y les va súper bien. ¿En algún momento has tenido alguna manifestación especial, milagrosa, esas conexiones poderosas que a veces la gente siente a nivel espiritual? Mira, cuando habló del tumor, hubo una amiga que me dijo, Janet, hay un cura en el Juan Bosco, que le hace unos milagros, pero muy lindos, yo no recuerdo cómo se llama el curita, pero fue un cura divino. Me dijo, ay, vayamos allá, ¿usted cree en los milagros? Yo le dije, sí, yo creo en, y yo sé que me va a sanar y todo, y pues bueno, también en los curas, él les dio su palabra y fue a ellos, pues hay personas que no creen, bueno, yo sí creo, entonces nos fuimos para el Juan Bosco, y este curita me iba a hacer sanación, entonces nos fuimos con mi mamá, con mis hijos, mi esposo, todo, y mire que pasó algo tan hermoso, cuando él lleg Cuando él era un cura muy joven Me dijo, nos sentamos ahí Y él también me dijo, Janet, vamos a hacer una oración muy fuerte Vamos a rezar, Padre Nuestro, crea esto Y yo te voy a poner la mano acá Y usted simplemente se concentra y va a orar Ora lo que quiera, lo que quiera Si quiere rezar 100 Padres 100 padres nuestros, hágalo. Entonces yo, bueno, se iba con toda la fe, mi mamá también es muy creyente, mi hermana, súper creyente, entonces empezamos a orar todos, se sentaron y todos oraron, el padre dijo, rezan lo que quieran, no tiene que ser un rosario, no, hagan lo que quieran, y él empezó a orar, Y empezó, mejor cierre los ojos, y me puso la mano acá, y cuando este curita empezó a orar, y de un momento a otro empezó a orar en una cantidad de lenguas, y yo, ay Dios mío, yo no abría los ojos, y cuando él me puso la mano, eso se puso caliente, caliente, yo decía, eso era como si él me hubiera puesto una plancha, caliente, y yo empecé a ver una, como una nube blanca, o sea, como que yo me transporté. Fui al cielo y volví. Y apenas él terminó, yo me desmayé. Yo me desmayé y él dijo que me dejaran ahí quieta. Mientras yo volvía otra vez, que era normal, el curita también casi se desmaya, se estuvo quietico. Cuando yo me desperté, yo sentía esto, pero era calientísimo. Y él me dijo, bueno, tuvimos la presencia de Dios. Él me dice que no le desapareció el tumor del todo, pero que lo dejó de la manera que el médico lo pudiera sacar todo. Porque el médico le había dicho a mi mamá, en una resonancia que me hicieron, que el tumor no me lo podían sacar todo, sino tenían que sacar una parte y lo otro lo cauterizaban bueno, cuando, eso sí cuando pasó la cirugía, mi mamá llegó rápido y le preguntó, dijo al doctor ay doctor, se lo sacó, dijo mire su merced, yo no sé, usted a quién se le pegó pero lo saqué tan fácil y no estaba tan grande como decía en la radiografía entonces mi mamá dice sí, y mi mamá me dijo, y sí, lo sacaron supuestamente todo. Me hicieron una radiografía y el tumor desapareció del todo. Yo fui como a unas cuatro resonancias y ya el doctor dijo, ya, no hay nada más que hacer, ya no vuelvo más. Está súper bien, desapareció todo. Entonces eso fue una cosa maravillosa, maravillosa para mí. Y algo hermoso, hermoso, que eso sí, lo tengo acá y nunca se me va a olvidar. Cuando yo estaba en la cirugía, yo siempre le mandé a hacer a mis hijos las ecografías en 3D. Ok. Y uno de mamá nunca olvida esas ecografías. Yo las tengo acá, pues, pero súper grabadas. Yo tuve cuatro hijos. Antes de Andrés perdí una niña de tres meses que se iba a llamar Salomé. Yo la perdí. Cuando yo estuve tal vez en, cuando me estaban operando, yo creo que me traté de ir. Entonces, bueno, yo antes de eso oré y los niños todos, pues me dijeron, mamita, tranquila, le va a ir bien, pues el borrego tan pequeñito y todo. Pero hubo un momento en que yo me iba a ir de pronto y se reflejaron las cinco ecografías de los niños. En el medio de Andrés, un botón de una rosa hermoso. O sea, esa flor, también la tengo acá, era un color rosado divino que se prendió. Y cuando yo me fui a ir, se unieron los cordones umbilicales de los niños. Y yo sentí que ellos me jalaron. O sea, eso. ¿Qué es esto tan hermoso que me estás contando? Lloro porque lloro de alegría y porque me mueve el piso cada vez que toco este tema. Me gusta, me gusta porque me siento muy tranquila, sé que es parte de mi vida y eso pues me da una alegría muy grande. Entonces en ese momento que los niños me jalaron, fue cuando el doctor me despertó. Y me dijo, Glorita, Glorita, porque fue ese momento exactamente. Entonces, bueno, yo dije, mis hijos, mis hijos me jalaron, me trajeron. ¿Y ese botón de la rosa lo interpretas como tu hija? Salomé. Porque estaban así, en orden. Estaba la ecografía de Juan, como lo que yo te digo, uno de mamá, esas ecografías las tiene aquí, grabadísimas, está la ecografía de Juan, seguía Jimenita, el botón que fue la niña, y los dos chiquitines. Ay, qué bello eso. Sí, o sea, eso es algo que en mi cabeza no se me va a borrar jamás, jamás, jamás. Divino, a mí me encantan esas historias, además que creo mucho en Dios, entonces no tengo duda de todo eso tan maravilloso que te pasó. Lo que te digo, lloro, pero lloro pues de alegría y esto lo comparto las veces que sea porque siento como ese descanso, como esa tranquilidad en mi corazón de saber que hoy en día estoy bien porque mis hijos me trajeron nuevamente y porque bueno yo le pedía mucho a Diosito a la Virgencita que me diera la oportunidad de ser mamá como quería ser mamá y de que yo los querara, yo no quería que otra mamá ni otra persona me los querara, no yo porque eran míos mejor dicho lo estás haciendo con honores sí, sí. Hace un rato mencionabas, en medio de esta conversación, un tema del alcohol con tu esposo, del que ya salió afortunadamente. ¿Nos quieres compartir algo de esa época? Bueno, sí, cuando yo sufrí mucho con mis dos primeros hijos. Sí. Él tomaba demasiado, demasiado, nosotros siempre hemos tenido muy buenos negocios, pero tú sabes que cuando se toma y se hacen mal los negocios, pues las cosas van, tuvimos como tres caídas y diez levantadas, entonces fue muy duro eso del alcohol alcohol Y cuando a mí me operaron Él estaba todavía muy alcoholizado Entonces fue terrible para mí Obviamente él es una persona que es muy trabajador Es muy trabajador Y pues al mismo tiempo también es responsable Pero pues no podía dejar el alcohol De un momento a otro De ver pues como yo sufría De que se perdieron muchísimas cosas Porque yo tenía el negocio y yo lo dejé en las manos del niño que tenía en esa época 15 años entonces pues todo el mundo robó, no nos pagaron, entonces el negocio como que se fue para el piso y yo tenía muchos créditos en el banco, bueno yo siempre he sido muy negociante y me han gustado las cosas pero yo la daba con toda y yo sabía cómo era. Sí. Entonces, siempre se fue el negocio para el piso. Yo dije, no, antes de que esto se vaya y de que no sé qué, yo voy a vender un poco de cosas, pago en los bancos, pago en todo, pero yo no me voy a dejar hundir. Así me quedé con mi casa y algo más, pero la casa la tengo que liberar porque es la casa de mis hijos. Entonces, como que él se dio cuenta de todo, yo empecé a hablarle, ya él vio como yo quedé, bueno, la situación y todo, entonces yo le dije, no, bueno, aquí hay dos cosas muy importantes, porque yo ya, pues uno se cansa, también, pues hay maltratos no físicos, pero verbales y todo eso, es algo muy incómodo. Entonces, un día le dije yo, bueno, hasta aquí fuimos. Usted me dice, o es el alcohol, o soy yo. Yo salgo adelante con mis hijos. Te preparaste en la raya. Sí, dije yo. Si salí de esto tan difícil que fue mi salud, ¿cómo no va a sacar adelante mis chinos? Claro. Entonces, yo le dije no. Y yo ya dije, no, yo tengo que ponerme en la raya porque si no, no. Entonces conseguí unos amigos que en el pueblo había de Alcohólicos Anónimos, unos amigos muy queridos, ya murieron, me ayudaron muchísimo. Entonces yo iba con él a esas reuniones de Alcohólicos Anónimos. Yo únicamente a escucharlo y eso le sirvió a él muchísimo, pero muchísimo. Nunca tuvimos que internarlo ni hacer nada de eso, sino hablarle, hablarle, hablarle, y pararse uno un poquito en la raya. Claro. Porque si no, no iba a funcionar. Un día de pronto él dijo, hasta aquí tomo, hasta aquí tomo, cuando un día me dijo así. Resulta que iba un año Y yo feliz, Dios mío, obviamente A mí me daba angustia que él saliera Porque cualquier persona Una sola cerveza que él se tomara Ya era perdida Porque si es una, ahí ya no pueden parar Cuando ellos son alcohólicos ya no pueden parar Y yo, obviamente Yo se lo acabo a Diosito, a la Virgencita Ayúdeme, Dios mío Que cada vez que tomo una cerveza le dé dolor de estómago, le duela, bueno, de todo, para que él dejara. Y, bueno, íbamos un año súper bien. Nosotros salíamos a la ferretería y teníamos una volqueta que vendíamos materiales. Un día nos contrató un muchacho un viaje en la volqueta. Y a él le gusta manejar porque él maneja desde los ocho años. Su papá también ha sido, fue muy trabajador y le enseñó a manejar un camión y gente de esos papás que toda la vida han sido muy, a él le gusta manejar. Entonces llegó un señor y contrató un viaje de arena para una vereda. Pues resulta que ese muchacho era un ladrón. Y lo golpearon, le robaron la volqueta y lo tiraron por allá en un sitio. Gracias a Dios no le hicieron nada. Le pegaron, pero no pues para matarlo ni nada, sino le pegaron. Y él, pues lo primero que hizo de esa angustia y de todo fue llegar a una tienda y tomar cerveza. Pues él se acogió a eso. Y de ahí, duré un año para que él volviera otra vez. Y yo decía, no, Dios mío, ¿qué me está pasando? Porque se hacían borracho, pues, tomados, se hacían muy mal los negocios, muchas vainas. Bueno, sufrió uno terrible. Pero cuando un día le dije, no, no, es que el mundo no se acabó, mire, está bien que no sé qué. Y dijo, le doy mi palabra que de aquí hasta cuando Dios quiera, no voy a tomar. Y desde esa época ahorita va a cumplir 10 años. Sin tomar. Sin tomar. Le cambió la vida, salud, de salud, o sea, volvemos a recuperar muchísimas cosas que habíamos perdido, porque los dos somos muy trabajadores, lo que le digo a él es muy, muy trabajador, entonces volvimos a trabajar, a trabajar, a darle, y nos paramos nuevamente, los niños adelante, ya Juan David también adelante, y no, nos cambió la vida totalmente, a él le cambió la vida totalmente, en cuanto a salud y todo, él decía,, es que Dios mío, yo por qué no lo hice antes, entonces yo le decía, no mire ya no hay que llorar sobre la leche derramada ya hay que mirar, para acá, para atrás, no mire porque lo asustan, yo le decía no para aquí hay que hacia adelante y ya y sí, desde ahí ya ya está súper bien, muy contento yo pensé que a él, esto de las redes, pues imagínese yo en redes, que no era fácil Es que porque yo tengo muchas invitaciones Que yo tengo eventos Que yo tengo viajes Y siempre Pues yo digo, era porque ya no tanto Era muy celoso Entonces yo decía, no, esto está terrible No, entonces yo le decía Un día, no, mire, camíneme, acompaña Si yo tengo un evento, le digo, camine Vamos, acompá, no, mire, camine y me acompaña. Si yo tengo un evento, le digo, camine, vamos, acompáñeme, mire cómo es el evento, mire cómo grabamos, mire cómo hacemos las cosas, para que él confíe. Si yo tengo algún viaje, si yo lo puedo que me acompañe, camine. En lo que yo más lo pueda, meter ahí conmigo para que me acompañe. Entonces, él ya se dio cuenta cómo son las cosas. Además, ya se dio cuenta cómo son los viajes con el borrego Y que yo siempre viajo con mis hijos Nunca viajo sola Yo le decía, mire, qué mejor ejemplo que los niños A mí me había podido haber salido alguno de los cuatro niños alcohólicos Que eso era yo, ese era mi miedo Yo decía, puede ser el borrego, puede ser Jimena Juan, cero. Él toma, pues no digo, si se toma una, dos, tres cervecitas en una reunión, pero nunca de velo borracho, nada. Andrés, es que no se toma ni un agua. Se tomó a los 18 años, los amigos le pegaron una borrachera, que para probar cómo era, no les quedó gustando, gracias a Dios. Entonces, estoy súper tranquilo. Y el borrego, pues ahorita tiene 18. No, no le gusta, dice mamá, es que no me gusta ni tomar. Entonces, ay Dios mío, señor, gracias, porque para mí eso era un sufrimiento. Entonces, eso me dio mucha tranquilidad y eso le da la tranquilidad a mi esposo De ver que ninguno toma Y que siempre estoy con ellos Entonces ya por ese lado Dijo no, sí, estoy muy tranquilo Y ya voy a donde salga Y yo le digo Me voy para México 12 días Entonces me dice Bueno, con quien sea Me voy con Andrés, me voy con el Borrego Y con Valentina Con Iván, con los de la agencia, que todos son muy queridos y son muy llegados a la casa. Entonces ya como que todo eso ya es muy chévere y hay una confianza súper chévere. Mejor dicho, o sea, son como dos milagros. Por un lado está el milagro de tu salud y está el otro milagro que es el tema del alcohol, que eso también es salud, o sea, de alguna manera se ha manifestado Dios con ustedes como familia por este lado. Tu borrego, que ya es un borregote porque ya mayor de edad, ahorita estabas mencionando esto de que era la razón social tuya, claro ya tiene la mayoría de edad y ahí cómo va a funcionar esto No, a ver, él es muy organizado, de todas maneras, yo quiero que él ya tenga su vida crediticia, que sea responsable, porque de todas maneras uno los consiente y de todo esto mucho, entonces uno también hay veces como que los daña y no deja que ellos hagan. Entonces ya es hora, obviamente Juan David va a estar muy pendiente de la cuenta. Simplemente yo voy a dejar de hacer eso, pero yo voy a estar ahí muy pendiente. Yo sé, él me dice, mamá, mire, me salió tal contrato, tengo esto, no sé qué. Yo siempre le digo, papito, mire, hay que ahorrar, porque la plata en la vida nunca es mucha. En un día, en un mal negocio, se acaba todo. Yo le decía, papito, siempre hay que estar con los cinco sentidos, hay que mirar las cosas bien, siempre hay que tener uno un colchoncito, porque uno no sabe, papito, la vida cambia tanto, y de aquí a mañana uno no sabe, entonces hay que ahorrar, hay que hacer las cosas muy bien hechas. Entonces queremos que la horitica, es más, pues ya toca, porque son los 18, ya no tiene tarjeta de identidad, entonces ya los bancos ya piden cédula, entonces no. Mi hijo sigue con él como su representante, que va a estar muy pendiente de las cuentas y yo también voy a estar muy pendiente, simplemente es que le vamos a cambiar a él ahí por su cédula, pero no, yo voy a estar muy pendiente, estamos muy pendientes de él. ¿Qué sueños tienen ustedes como familia? ¿Dónde se visualizan? ¿Proyectos a futuro que tengan? El borreguito tiene muchos proyectos tú el proyecto de su café y tiene por ahí otros proyectitos a su libro que le fue súper bien y tiene otros proyectos pero yo le decía a papi todo lo que que se vaya dando las cosas que se vayan dando uno no puede inspirar allá porque uno no sabe, todo lo que se vaya dando, las cosas que se vayan dando, uno no puede inspirar para allá, porque uno no sabe uno tiene que vivir más el día de hoy que los otros días, estar pensando como en el día de hoy, obviamente si hay que proyectarse unas cositas pero pues me dio levando las cosas a uno con calma y en un mes salió un proyecto muy bueno, pero pues seguir haciendo lo que hacemos, seguir haciéndolo con amor, yo de aquí a mañana quisiera tener mi libro de cocina, quisiera tener, no sé, quiero tener algo que yo saque mío para todos, entonces todo como muy pausadito, pero a la fija. Me encanta esto porque además soy muy familiar, ¿no? Entonces amo cuando el valor de la familia cobra así toda esa relevancia. Hay algo que sí quiero destacar para cerrar, que no me gusta, y es eso de normalizar los malos comentarios. Eso no está bien. Nosotros como sociedad nos tenemos que no acostumbrar, desacostumbrar. Lo mencionabas, yo lo escuchaba con tristeza cuando decías no, yo no le paro bolas a eso, es que mis hijos dicen que eso es normal. Eso no es normal. Eso no es normal. No tenemos que normalizar eso. Qué triste que uno o que tú, en tu caso, hayas tenido que soportar y aguantar sentarte a leer cosas sobre tu físico, sobre tu cara, sobre cómo te ves, eso no es normal. Y no tenemos que estar repitiendo ese discurso de normalizar porque de verdad que ya es hora de generar conciencia. Tú ya eres una mujer adulta, muy madura y que entiendes este tipo de cosas, pero si esto le pasa a un niño de 5, de 6, de 7 años, lo rompe. Y esto ni siquiera tiene que ver con la edad tampoco, porque también es emocionalmente como estemos construidos afortunadamente tu familia te apoyó y te respaldó y te abrazaron tus hijos y te dijeron mamá no le pare bolas a eso incluso te controlaron el acceso entonces, no mamá venga no los lea, pero entonces una persona que emocionalmente esté débil ¿qué pasa con esa crítica y con ese odio y con esos comentarios? Sí, el bullying es muy duro, y bueno, hay gente que ha llegado al suicidio, claro, esos comentarios, entonces yo decía, Dios mío, ¿qué hacer? No hacerle caso, entonces yo le decía a la gente, miren, después de que a mí me pasó esto, y que mi Dios le da a uno una oportunidad de vida, hay que reflexionar, yo sentí muy duro, claro, obviamente, porque yo tenía mi carita normal, y era normal, pero después de verme así, y de que me decían tantas cosas, y que ellos decían, no, un día me dije, no, no le voy a parar más bolas a esto, ¿por qué? Porque mi Dios me dio esta segunda oportunidad de vida y entonces yo le digo a la gente, mire, por más discapacidad que tengan y lo que tengan, no se sientan mal, trabajen, salgan adelante, uno, la discapacidad que sea, uno tiene que salir adelante y háganlo, Tienen que salir adelante. Sí. Y háganlo. Entonces, pues yo no sé cómo decirlo, si no importarle a las cosas o algo, pero sí es muy duro y tiene que detrás de esas personas haber alguien que les dé ese apoyo. Que les dé ese apoyo, ese consejo diciendo, no, tranquilo, ustedes salgan adelante, las cosas no son. Y pues obviamente la gente, es que es muy duro, es un tema muy duro, para que la gente, para que la gente no hable, es que en redes y en todo, hay de todo, hay de todo, y es muy duro y es muy difícil decirle a la gente que no comente, a mí aún todavía me comentan, y bueno, lo que digo ya, bueno, ya soy adulta, ya pasó lo que pasó, pero lo que dices tú, hay gente que no soportaa eso y yo digo, ay Dios mío, por favor no, no hagan esas clases de comentarios como que tengan conciencia y quieran y sepan que el cuerpo hay que quererlo como es es muy difícil es un punto muy difícil de que la gente no tenga comentarios y no le diga, bueno, la gente sufre, la gente goza viendo a las personas hay veces sufrir pero es muy difícil es un tema muy difícil increíble eso no debería ser acosombrarnos a eso qué mensaje tan lindo nos deja ser mamá gracias por ser esa mamá cuidadora me alegra saber que se te hizo ese milagro y que hoy estás cumpliendo ese sueño de ver a tus hijos crecer que bonito que esa decisión de dar el paso a las redes sociales los tenga ustedes hoy viviendo de grandes bendiciones y que sigan llenando las redes sociales con cosas lindas, con contenido de valor como decías al inicio me gustaría que nos regalaras un mensaje final sobre todo para las redes sociales con cosas lindas, con contenido de valor, como decías al inicio. Me gustaría que nos regalaras un mensaje final sobre todo para esas mujeres que de pronto no están pensando en esa segunda oportunidad, como lo mencionabas hace un rato, y sienten que de pronto sus sueños ya llegaron a un límite, al final, y ya no hay nada que hacer porque es que, yo que me pongo a hacer por la vida no hay mucho que hacer pero muchísimo lo que yo les digo en mi caso por más discapacidad hay un dicho que dice que la plata está hecha es que conseguir la platica está hecha a que no hay nada que hacer si hay mucho mucho por hacer si yo hago empanadas, yo las vendo. Si yo me paro en la puerta de un colegio a vender dulces, yo los vendo. Uno nunca se debe rendir. Mientras tengas salud y mientras uno tenga ese amor y esas ganas de trabajar, hagan lo que sean. Vendan dulces, vendan chocolatinas, vendan empanadas, arreglen uñas, lo que sea, eso lo van a hacer y algo les llega. Mire, a uno la comidita está, es buscarla, es buscarla y eso llega. Y no se sientan mal que soy gorda, que soy flaca, no, háganlo porque, mire, yo con el problema que sufrí y mire, aquí estoy, aquí estoy, entonces, no, no les dé pena, no les dé pereza, la gente sufre de mucha pereza, entonces, no, no, lo que sea, si quieren ser emboladores, que sean los mejores emboladores del mundo. Y si quieren ser influencer también, que sean los mejores del mundo, entonces, no, no, para adelante, para adelante, hay que hacer lo que sea, pero la vida es muy hermosa, y hay que poderla vivir, saberla vivir, y de la manera que ustedes quieran, pero la vida es muy hermosa y hay que poderla vivir, saberla vivir y de la manera que ustedes quieran, pero la vida es muy linda. Yo me voy a asomar a ver qué me trajo de comer, porque ella es la mamá de las recetas y yo me imagino que me trajo un bicho, así sea la jarepa de choclo, pero algo me imagino. Me encantó tenerte acá, gracias. Gracias. Abrazo a tu familia. Muchas gracias. Qué lindos todos. Ese manager ya te está haciendo caras. Ve dónde tu hijo que te está llamando. Y aquí tuvimos esta mujer maravillosa con esta lección de vida tan especial. Muchas gracias. No, me sentí muy feliz, muy contenta. Me siento muy feliz cuando cuento mi historia porque lo que le digo siento una paz en mi corazón por todo y por todo. Entonces, no, muchísimas gracias muy amables. Y recuerden que estamos de gira nacional, vamos a tener Vos Podés en vivo por 10 ciudades, si están antojados de pasar por allá para vivir esta experiencia maravillosa, ya saben que pueden escanear el código QR y comprar las boletas aquí tuvimos a la mamá de las recetas en Vos Podés, el podcast.