Mi mamá vendió a mi hermana: Invitadas - Paola Betancur y Camila Ulloa

Mi mamá vendió a mi hermana: Invitadas - Paola Betancur y Camila Ulloa

26 de mar de 2025

Este episodio cuenta la emocionante y conmovedora historia de Paola Betancourt, quien fue abandonada de niña en un hotel en Buga y adoptada por una familia amorosa. Después de años de sanación personal, Paola inicia un viaje para encontrar a su familia biológica, logrando su objetivo a través de su participación en un reality show. A lo largo de este proceso, se encuentra con su hermana Camila, quien comparte la historia de su infancia caótica y el dolor que enfrentaron bajo la influencia de su madre biológica.

Capítulos

El inicio de la búsqueda

Paola Betancourt cuenta cómo fue abandonada en un hotel por su familia biológica y rescatada por Bienestar Familiar. Después de pasar por varios hogares sustitutos, fue adoptada a los cinco años por una familia que le brindó amor y estabilidad.

Descubrimiento de la música como camino

A los 11 años, Paola descubre su amor por la música, que se convierte en su herramienta para alcanzar reconocimiento y así encontrar a su familia biológica. Con esfuerzo y dedicación, participa en el reality show 'A Otro Nivel', donde estratégicamente usa su historia para ser encontrada.

El mensaje de una prima y el encuentro con Camila

Después de su actuación en el programa, Paola recibe un mensaje en Instagram de una prima que reconoce su historia. Se logra comunicar con su hermana Camila, y juntas comienzan a reconstruir el pasado que las llevó a estar separadas. Descubren la verdad sobre su madre biológica y las razones detrás de su abandono.

Sanación y reconciliación

A través de un retiro de constelaciones familiares, Paola y Camila confrontan y sanan sus traumas del pasado. Entienden el sufrimiento de su madre y logran perdonarla, avanzando hacia una reconciliación personal y familiar. Este proceso les permite cerrar un ciclo de dolor y abrirse a uno de aceptación y amor.

Conclusión

La historia de Paola y Camila es un testimonio poderoso sobre el poder del perdón y la sanación. Aunque las circunstancias de su infancia fueron dolorosas, lograron transformar su sufrimiento en una fuente de fortaleza y amor. Este reencuentro no solo les brinda respuestas, sino que también impulsa a ambas a seguir adelante con optimismo y compasión, inspirando a otros a sanar y encontrar sus propias verdades.

Menciones

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Y la historia de hoy realmente me atravesó el corazón, me atrapó, me sorprendió porque uno creyera que esto solamente pasa en las películas y resulta que no. También pasa en la vida real. Hoy tenemos una mujer inspiradora que además nos va a sorprender en el camino, ella es Paola y hoy quiero agradecerte Paola por regarte ese viaje hasta acá, viniste desde Buga, desde mi valle del Cauca a acompañarnos y a compartirnos tu historia de vida. Bienvenida. Muchas gracias, no, pues gracias a ti Tati por abrirnos las puertas, por esa convocatoria y como fijarse en esta historia que sé que les va a gustar muchísimo. Pao, te puedo decir Pao, claro. ¿Qué te motivó a inscribirte? ¿Por qué dijiste yo necesito que mi historia sea escuchada? Bueno, primero que todo porque he pasado ya un proceso de muchos años en el que por medio de la sanación siento que ya el cerrar este ciclo es como el inspirar, el poder dar un mensaje y como ya entender el para qué pasaron todas las cosas. Ya entendiendo el para qué, así ya sé que puedo contarlo ya de una manera de inspiración. Y qué lindo que estás encontrando el para qué, porque hay mucho que contar en tu historia, hay mucho que conocer y quisiera arrancar por el inicio, por tu infancia, por tu niñez. Hay personas que tenemos recuerdos muy vívidos, a otras personas los recuerdos como que se nos borran. a otras personas los recuerdos como que se nos borran, ese es tu caso, como que tienes ciertos recuerdos, ciertos momentos. Me recuerdo en un hotel como con una señora, pues que no sé realmente quién era la señora, pero sí me acuerdo. Recuerdo, tengo un recuerdo muy claro de la habitación del hotel, la cama, el armario, y la señora y yo. Es como el primer recuerdo que tengo de mi vida. ¿Y es como una foto estática o recuerdas situaciones que ocurrían en ese espacio? que había, ahí entraba yo. Ahí, era como mi... Como que la señora entraba con gente a la habitación y mientras entraba el armario era mi puestico mientras la señora estaba ahí y ya. Tengo muy marcado ese recuerdo. ¿Y esa señora entraba con hombres a la habitación? Sí. ¿Y tú estabas ahí como refugiándote? No, ella me escondía. Ok. Como que, bueno, necesito hacer lo que necesito hacer, tú te metes ahí y esperas y después sales. También recuerdo que había una nevera. Y también en ocasiones no era el armario, sino detrás de la nevera. Ok. Como que, ponte ahí un momentico que necesito hacer lo mío y ya después sales. ¿Recuerdas qué pasaba por tu mente en ese momento cuando estaba esta persona ahí haciendo lo que estaba haciendo mientras tú eras una niña resguardada detrás de una nevera? No, la verdad no recuerdo sensaciones ni como sentimiento ni que pensaba, no simplemente sé qué pasaba y recuerdo mucho en uno de esos episodios, algo que me marcó mucho, mucho para toda mi vida, es que uno de los hombres que entraba era un mariachi, era un hombre vestido de mariachi, que entraba a esa habitación. Y esos encuentros me imagino eran nocturnos. Me imagino. Lo tienes claro. ¿Qué otro momento? Como que vámonos yendo a esos, sí, como fotografías o fotogramas que tienes así de tu vida de pronto un poquito ya más grandecita bueno, ya después del recuerdo vago del hotel, ya estoy un poco más grande y ya recuerdo la etapa como de mi paso por el bienestar familiar en hogares de paso con madres sustitutas recuerdo eso, recuerdo por ahí unas tres madres sustitutas en las que yo me acuerdo que vivía con una, después pasé a otra, después pasé a otra. ¿Qué nos puedes compartir de estos lugares? Primero, ¿te acuerdas quién te llevó a este primer lugar? bueno en el hotel hacen un rescataron unos niños y me rescatan a mí porque la policía con el bienestar familiar porque mi mamá, o sea mi familia biológica me dejó en ese hotel era un hotel de la galería en Buga y ellos estaban ahí como, no sé, creo yo que como de paso, eran como residencias que pagas la noche y te puedes ir al otro día. Como un motel prácticamente. Sí, sí, un motel como dicen vulgarmente de mala muerte, hoteles muy, muy económicos. Entonces, esta familia sigue y me deja a mí. Ok. Entonces, como que ahí es donde fue la etapa del abandono, fue el episodio que fue que me abandonaron ahí. Y alguien, pues según la historia, ¿no? Según lo que he podido como saber, alguien alerta a la policía de que ahí hay niños. Ah, no eras la única niña. No, no, había más niños ahí. Y efectivamente la policía va, infancia y adolescencia con el bienestar familiar y ahí es donde me rescatan a los aproximadamente dos años, dos años y medio. Ahí me rescatan y paso a poder de bienestar familiar. ¿Y cómo era tu vida allá con el bienestar familiar? experiencia no fue buena, fue muy, muy, muy triste porque no la pasé bien, no di con buenos hogares de paso, no sé por qué de pronto no me adoptaban, pues siento que era como que nadie se había interesado en adoptarme, entonces me tocó pasar, como digo, a garrar de casa en casa, pasé de como creo, pues según mis recuerdos, como en tres madres sustitutas. Y no es como, de pronto lo pensaría la gente y como hubiera querido y como quisiera que funcionara el sistema, de que le dan este niño a esa madre y de verdad esa madre va a cumplir una función de cuidarlo, de darle amor, de lo que es, lo que se supone que debería ser. La verdad, no, no encontré eso en ninguna de las que estuve, fueron situaciones muy tristes, porque se supone que llegas al bienestar familiar como un niño abandonado y deben velar por tu seguridad, por ti como niño, como darte esos derechos darte ese amor que pues que no te han dado y la verdad es que no es tanto como lo pintan sino que es muy difícil es una experiencia para mí, en lo personal fue muy doloroso, muy doloroso, con que te encontraste por ejemplo, di con muy malas madres sustitutas, pero perversas que yo me costó mucho a lo largo de mi vida sanar eso porque yo decía, pero ¿por qué? O sea, ¿por qué me tocó a mí tras de que sufro un abandono llego a este tipo de personas como tan perversas? Porque di con gente muy mala. la madre sustituta con la que más tiempo estuve, que fue de hecho con la que estuve hasta el día de mi adopción, es decir, yo creo que fueron años porque ya mi proceso de adopción empieza a los cinco años, ya pues han pasado, pasaron muchos años, y esa persona fue muy mala, muy, muy mala. ¿Nos puedes explicar cómo funciona esto por dentro? Cuando dices madre sustituta, estás hablando de que esta persona como que te la asigna el Estado para que sea tu cuidadora, ¿cierto? Sí. Pero está en medio de un lugar donde hay más niños o esta persona te lleva a otro lugar. ¿Cómo funciona? Explícanos como muy detalladamente esto. Ok, una madre sustituta es una persona que se postula ante el bienestar familiar y dice, yo quiero cuidar a un niño, me siento en las condiciones de cuidar a un niño, lo voy a tener bien, dentro de lo que cabe, y bienestar familiar da un dinero, como un subsidio a esta madre por tener ese niño, y bienestar familiar se compromete a velar por esos derechos, a que tenga su alimentación, sus juguetes, su vestuario. Entonces eso es una madre sustituta. Pero no es la persona que está planeando adoptar. No. Simplemente estás como de paso. Un hogar de paso. Ok. Es como esta niña no tiene nadie en el mundo, entonces necesitamos ubicarla en algún lado. Y se creó la figura de hogar sustituto. Y te llevan a la casa de esta persona. Y voy a paso a vivir a la casa de la madre sustituta. Ok. Esta en específico era una, pues, era una señora con dos hijas, me acuerdo mucho. Eso fue como lo que más, más... Mi infancia se desarrolló con esa madre sustituta. Ok. Dos hijas, ella, en una casa y éramos dos niñas. O sea, el bienestar asignó dos niñas a ese hogar de paso. Ok. Vanessa y yo. Pero fue horrible porque esta persona era mala. Hoy en día pienso que está desequilibrada porque hacía cosas que no es normal, que no tienes por qué hacerle a un niño. ¿Qué tipo de cosas? Por ejemplo, ella nos atormentaba. Éramos unos niños y yo digo, ¿qué tan malo puede hacer un niño de tres, cuatro años como para que los castigos fueran del tipo que ella hacía? Por ejemplo, ella le gustaba atormentarnos. tenía un cangrejo grande y vaciaba la pileta del patio y metía el cangrejo y nos metía con el cangrejo entonces imagínate un bebé que no puede yo como salía de la pileta que me quedaba pues gritar llorar, en desespero de por qué y yo no entendía por qué ¿y era como castigo? sí, era como el tipo de castigos por quien sabe qué hacíamos. Y solamente yo qué podía hacer, pues, gritar y llorar y sufrir. No entendía por qué. O sea, yo era como un castigo. Otro castigo era que ella llamaba a un hombre, una persona, y esta persona se ponía una máscara y nos asustaba entonces él hacía como o sea es una locura están en la habitación y él entraba a la habitación con su máscara a asustarnos, o sea esa era su como nunca entendí y eso fue wow son los peores recuerdos, es como, y sentir tanto miedo, tanto susto de por qué, por qué me pasa esto, y ese señor no solamente nos asustaba, sino que ese señor nos manoseaba, como que aprovechaba la situación, yo nunca entendí. O sea, hasta el día de hoy digo, qué locura. ¿Cómo puede pasar eso? A ti y a tu hermana, pues la que te llevaron. Sí, a la otra niña que también la señora cuidaba. Y era muy doloroso. O sea, es como nunca, yo no tuve una infancia, puedo decirlo así. la señora vivía en una casa, yo tengo muy marcada, era una casa de dos plantas, era una casa bonita, era una casa bien pero teníamos prohibido andar por la casa o sea, solamente teníamos autorización de estar o en la habitación, o en el balcón que daba hacia la calle, o en el patio. Y la señora se iba a hacer sus cosas con sus hijas, no sé, y nos dejaba, pero no nos dejaba por decir, adiós, ya vengo, quedan en la casa. No, o nos encerraban el patio, o nos encerraban el balcón, en el mejor de los casos, porque cuando nos encerraban el balcón al menos veíamos la calle. Al menos decíamos, bueno, no estamos tan encerradas. De hecho, yo recuerdo que había un vecino que era un viejito y yo no sé si le daba pesar, yo no sé si sabía, no sé, pero él se ponía a jugar con nosotras y nos tiraba una pelota desde la calle y esa era como la mecánica. En el mejor de los casos quedábamos en el balcón sí en el peor de los casos quedábamos encerradas en el patio y que era estar encerradas en el patio estar a sol y agua hasta que ella quisiera volver si tenés tus necesidades hágalas ahí en el patio en el patio si tienen hambre espere que lleguemos si llovió pues llovió si hizo sol, hizo sol te estoy hablando de una bebé porque a mí me adoptaron, mi proceso de adopción empezó a los cinco años, entonces imagínense estaba muy chiquita y esos eran los tratos de la madre sustituta se ponía a hacer el almuerzo y me decía, ¿tiene hambre? y yo sí, y me daba carne cruda. No te puedo creer esto. No, no, no, no, no, no. ¿Y qué hacía ella con los propios hijos? Tenía dos hijas grandes. Tenía dos hijas grandes. De hecho, yo recuerdo cuando la hija cumplió 15 años, que le hicieron una fiesta. Yo tengo muchos recuerdos de mi infancia. Recuerdo las navidades, recuerdo que bienestar familiar da a los niños, les tiene que brindar ropa. Entonces, fulanita, viene la ropa de los niños. Yo no sé ella qué hacía con la ropa. Yo nunca entendía. El caso es que ella, yo no sé si a mi compañerita, pero a mí me vestía como un niño. Me ponía calzoncillos. ¿Por qué? No sé. Me ponía calzoncillos, me cortaba el cabello súper cortico como un niño, decía que era para que no me pegaran los piojos, pero para mí, yo sufría, o sea, yo era una niña, pero yo sufría cada cosa que esa señora nos hacía. No, no, no. Y era como un sufrimiento por toda parte. Estando en ese hogar de paso, yo recuerdo que ella nos llevó a una guardería. Entonces, de la guardería, alguna vez nos llevaron a un paseo. Como que, vamos a llevar a los niños al río. Nunca se nos va a olvidar. Y bueno, y me fui para el río. Con la guardería y todo. Cuando llego al río, todos los niños se meten y yo recuerdo que yo tenía calzoncillos. De niño. Y yo no me quería meter. Porque yo sabía que yo tenía calzoncillos. De niño. Y yo no me quería meter porque yo sabía que yo tenía calzoncillos y que algo en mí decía que eso no estaba bien y que yo no quería que me vieran los calzoncillos. Y eso me marcó mucho. Claro. Mucho porque yo decía, no entendía nada, yo decía, pero ¿por qué yo no puedo ser como las demás niñas? Claro. puedo ser como las demás niñas. Claro. Me ponía una toalla en la cabeza para sentir que tenía pelo largo, muchas cosas, muchas cosas que nunca entendí. Nunca entendí, nunca entendí que marcaron mi vida, que marcaron mi corazón de una forma que yo dije, yo pensé que el amor no existía, no conocía el amor. O sea, yo te puedo decir que amor no existía, no conocía el amor. O sea, yo te puedo decir que yo no sabía qué era que me trataran bien, que me trataran con cariño, que me dejaran una palabra bonita, que me cuidaran. No tenía ni idea de qué era eso. Hasta que un día, en un Halloween, que fue el mejor día de mi vida, bienestar familiar en la casa central, en la casa grande, pues, principal, la celebración de los niños. Nunca se me va a olvidar que fueron a la casa y le pasaron los disfraces, bueno, ellas las van a disfrazar así, y nos vamos con ellas para comprar una fiesta del Halloween de los niños. Me pusieron un disfraz de bailarina árabe, nunca se me va a olvidar. Llegué a la fiesta, pues allá, al bienestar familiar y veo una señora. Veo una señora y se viene y como que mira, bueno, no sé. Y esa señora como que siente curiosidad por mí. Y pregunta. Y esa señora trabajaba en el curiosidad por mí y pregunta. Y esa señora trabajaba en el bienestar familiar en el área administrativa. Entonces ella pregunta a sus compañeros, dice, ¿quién es ella? ¿Quién es esa niña? Entonces le dijeron, no, ella es una niña que la dejaron abandonada en un hotel de la galería, no se sabe absolutamente nada, nadie vino a preguntar por ella. No, no se sabe absolutamente nada, nadie vino a preguntar por ella no, no hay nada entonces preguntaron, y ella está ¿es para adopción? dijeron, sí, pues si la adoptan, sí, porque no hay nada o sea, no hay nadie que la reclamó ni nada, y esa mujer se enamora de mí, se enamora y ella me dice que ella me vio y que ella sintió algo que ella dijo voy a ir y se va y le comenta a su esposo que conoce una niña y que quiere que él la conozca que por favor que la conozcan, que se den la oportunidad y ahí empieza el proceso de adopción, a los cinco años. Y ahí me cambió la vida. Claro. A los seis años ya me dan en adopción. Increíble, ¿no? Llegó como un ángel. Sí. Siempre, lo he dicho, son mis superhéroes ¿cómo se llaman? Jairo y Amanda lo mejor que me ha pasado la vida claro, claro y ahí empecé a vivir ahí puedo decir que mi vida cambió ahí puedo decir que supe que era ser una niña feliz un poco tarde porque lo que me pasó de los seis hacia atrás, lastimosamente nunca lo voy a poder olvidar. Lastimosamente marcó mi vida en muchas cosas y sufrí mucho. Pero tuve el regalo de Dios de que al menos de los seis para allá fui una niña feliz, me sentí incluida en algo, o sea, sentí que alguien me quería sentí que alguien me cuidaba, fue muy bonito porque me hicieron una fiesta de bienvenida a la familia, que los vecinos fue un acontecimiento, o sea, era como que llega la nueva integrante, llega nuestra hija, y me recibieron de la mejor manera, yo nunca había, yo no sabía que era un carro, montarme en un carro, yo no sabía que era comer cosas ricas, que unas papitas, que una torta, que nada. Por primera vez en la vida tomé gaseosa, que fue algo que a mí me marcó. Que fue que mi hermano me decía, ¿quiere gaseosa? Y yo era como, ¿qué es esto? ¿Qué es ser gaseosa? Algo así, tal cual, como, bueno. Y yo probar eso, y yo, ¿qué es esto tan rico? Y como, todo, o sea, es como a los seis años nacer. Encontrar a mi hermano, Julián Andrés, que es la persona que más amor me ha dado en mi vida. es poder ver un hombre con otros ojos, es sentirme segura de que un hombre no me va a hacer daño, de que al contrario me brindó todo su amor, encontrar un papá espectacular, una hermana, primos, abuelos, tíos, algo como yo decir, wow, me sentía en las mieles, por fin cambió mi vida, y ahí empieza la segunda parte de mi vida, ya como una niña adoptada, donde todo cambió, todo cambió. Tengo mucho por preguntarte, me pongo a pensar en cómo pudiste haberte sentido, no, no me quiero imaginar, pues fui una niña, todas hemos sido niñas y tan importante que es eso, ese amor, esa temprana edad que además queda marcada en la mente, en el corazón y antes de entrar en esta segunda parte, que por fortuna es muy bonita me llamó poderosamente la atención este tema del bienestar familiar sobre todo porque quiero entender además esa dinámica de seguimiento. Hay que aclarar que no son todos los casos, que seguramente algunos niños corren con suerte, quizá hay madres sustitutas que son ejemplares, no fue tu caso, no fue tu caso, pero ¿qué sabes del seguimiento o cómo viviste tú ese seguimiento por parte de esta entidad? Iban, visitaban, quiero entender cómo funciona esto por dentro. Mira, cuando yo fui adoptada, y pues tuve la fortuna de ser adoptada por alguien del bienestar, entonces yo empiezo en un proceso de, es, te tienes que adaptar. No, no, no, pero me refiero a la madre sustituta. No, sí. Ah, ok, ok. Entonces yo empiezo a hablar con mi mamá. Ajá. Entonces ella me empieza a preguntar cosas, obviamente me imagino que tenía toda la curiosidad y quería saber todo de mí, y empieza, y yo le empiezo a contar todas, bueno, todas no porque hay cosas que yo me guardo, que es difícil contarlas. Claro. pero de niña sí sé que le contaba, me asustaban con una máscara, me hacían esto y mi mamá quedó como, venga ¿qué? como así y se alertó y fue al bienestar hizo su respectiva denuncia y dijo, venga, como así que esta persona que fue la madre sustituta bueno, hizo su y nos dimos cuenta, o bueno, se dieron cuenta, yo estaba muy chiquita, que esa señora efectivamente ya había tenido varias quejas, ya había quejas de ella, de que era una mala madre sustituta, de que maltrataba a los niños, de que estaba haciendo todo mal. Y cuando mi mamá pone la queja, me imagino que por ser funcionaria del bienestar Familiar ahí sí pusieron más atención a lo que estaba pasando. Esta señora renuncia, deja todo y se va al país. Entonces como se vuela, por decirlo así. ¿Y si tenía tantas quejas por qué seguía recibiendo niños? Tristemente, Tatiana, así funciona el sistema a veces. No debería de ser así, pero es. El mundo no es bonito para los niños que estamos en el bienestar familiar. Nos toca muy duro. A mí me tocó muy duro. Y sé bien que no a todos, pero es que esto no debería de pasar no debería pasarle ni a uno y esta señora se fue y me marcó yo puedo decir que a mí me dolió mucho el abandono de mi mamá, de mi familia biológica, pero esta señora, esta madre sustituta yo puedo decir que ella me dañó la vida porque hizo cosas Pero esta señora, esta madre sustituta, yo puedo decir que ella me dañó la vida. Porque hizo cosas impensables que se le puedan hacer a un niño. ¿Tú fuiste abusada sexualmente en esa casa? Por el señor de la máscara. Con consentimiento de esa señora porque ella lo permitía. No hay otra explicación. ¿Por qué lo hacían? No sé. ¿Por qué lo hacía? No. Nunca lo va a entender. Y lo más triste es que yo nunca lo olvidé. Yo me sé su nombre. Y yo la busqué. Y yo la encontré. No te creo. Y encontrarla en redes sociales. Buga es muy chiquito. Buga es una ciudad muy pequeña. Sí. Y encontrarla. Y encontrarme con una mujer que está en fotos con el Papa. Con Rosario en mano. Una mujer buenecita. Y yo ver eso. Guau. De decir, Dios mío. Increíble. ¿La tuviste de frente? No la he tenido de frente y sé que no la voy a tener. No me interesa, ella no está en el país. Pero, qué ironía. Cualquiera que la viera, qué mujer tan buena. Y la verdad es que es la mujer que me dañó la vida, en su momento me dañó la vida, gracias a Dios yo he podido trabajar mucho, superar mucho, he sanado, he hecho muchas cosas, pero ya no me interesa, ya no me interesa antes yo soñaba que la metan a la cárcel ya no me interesa porque yo ya entendí cómo funciona la vida y ella ya tendrá su su recompensa buena o mala ya la tendrá dices que ella es la mujer que te dañó la vida pero me gusta más cuando cuentas de la familia que te cambió la vida y que te salvaron la vida evidentemente porque de hecho te cambia la vida y que te salvaron la vida, evidentemente porque de hecho te cambia la mirada, se te ilumina la sonrisa y esta es la parte en la que me quiero enfocar porque yo no voy a decir que es un final feliz, es un principio feliz, apenas estabas empezando a vivir, con seis años decías te acuerdas perfectamente ese día, esa fiesta, esa gaseosa de todo. Y cómo empezó a transcurrir tu vida ya en esta nueva familia. Cuéntanos, ¿cómo es esa familia? ¿Quiénes viven en esa casa? ¿Con qué te encontraste en ese momento? Mi familia es una familia hermosa. Y no es porque sea mi familia, pero el solo hecho de haber adoptado a un niño ya habla muy bien de ellos. Yo no tengo que darles más flores, porque lo que ellos hicieron y lo que hace la gente que adopta a un niño y que le da vida, posibilidad, que le cambia su vida, es gente buena. Ya partamos de ahí. Son una familia muy grande, grandísima. Yo tengo muchos tíos, muchos primos, todos. Y yo fui muy feliz. Yo tuve una infancia a partir de ahí muy feliz con hermanos, con primos, con paseos, con viajes, ropa hermosa. O sea, todo lo que un niño debe tener. Mi papá trabajador. O sea, somos de una familia trabajadora ¿cuántos hermanos hay en esta familia? en esta familia somos mi hermana mi hermano y mi papá tiene dos hijos más por aparte entonces vendríamos siendo seis ¿cierto? entonces imagínate, o sea, llego yo y de repente eso llego como la última la chiquita, la consentida, la adoptada. Entonces, fue muy bonito. Sí. Muy trabajadores, mi mamá pues cuando me adopta se retira del bienestar familiar porque ya dijo, no, ya me quiero dedicar de lleno pues a Paola porque ya tengo otra hija, mi hermana estaba en la adolescencia, entonces ella dijo no ya, como que ya cumplió el ciclo con bienestar familiar y se dedicó pues a nosotros y creó una tienda en la casa, bueno mi papá es paisa y paisa que se respete. Trabajador. Sí, entonces montaron una tienda que es como el sustento pues que siempre ha sido, Sí, entonces montaron una tienda que es como el sustento que siempre ha sido. Mi papá trabajaba en una empresa. Así, básicamente una familia tradicional colombiana trabajadora. Y muy bonita, como la unida, muy chévere. Antes de que me sigas contando de esta familia, me queda el recuerdo de esta niña que te acompañaba allá con esta madre sustituta. ¿Qué pasó con ella? ¿Qué pasó con ella? Noó con ella no me digas es horrible me ha costado mucho superar eso mucho, mucho de pensar ella se llamaba Vanessa y yo de pensar yo tuve la suerte pero yo no sé qué pasó con ella y quedaba solita y yo me acuerdo que yo cuidaba a Vanessa era menor que tú con ella y quedaba solita. No. Y yo me acuerdo que la, el... Yo cuidaba a Vanessa. Era menor que tú. No sé, pero yo me acuerdo que ella lloraba mucho y yo era más... Sí, yo lloraba y todo eso, pero yo era más... Me enfrentaba. Entonces yo era como que cuando venían a hacernos esas cosas, la iban a... Y yo decía, no. Y yo le decía a Vanessa, escóndase. O sea, yo era como su protección, por decirlo así. Y pensar que yo me fui y ella quedó ahí, yo nunca supe qué fue la vida de Vanessa. No te puedo creer. Y no sé qué pasó con ella. ¿La has buscado? Es que no tendría cómo porque solo sé que se llamaba Vanessa. A lo mejor si ve esto, ya puede pasar algo, pero no tenía de dónde agarrar. Bueno, ojalá esté con un buen futuro, con un buen presente, más bien. Y hablemos de tu presente. Ya avanzas en tu crecimiento, cuéntame, ¿te dieron estudio? ¿Qué empezó a pasar con tu vida y ya con tu adolescencia, por dieron estudio, ¿qué empezó a pasar con tu vida y ya con esa con tu adolescencia? No, claro ya puedo decir que ya era una persona normal yo ya estaba en el colegio, tenía mis amigos ya lo normal de una persona con vivencias con una vida chévere, una vida normal, a los 11 años empieza otra etapa en mi vida y es que conozco la música a los 11 años empieza otra etapa en mi vida y es que conozco la música. A los 11 años algún profesor me dijo sé por qué no canta. Pongas a cerrar porque yo solo molestaba. Venía, aunque sea ponerte a cantar en la orquesta del colegio, pero o sea, algo, no te quiero ver por el colegio. Y yo, ay. Y yo pues bueno, como que le seguí la corriente y resulta que ese profesor me mostró que es que, no sé por qué, pero era, ahí era yo me enamoré de la música perdidamente, yo decía, esto es lo mío, esta es de aquí soy, yo no esto es, pero fue muy curioso porque yo al principio lo hice a escondidas yo no quería que nadie supiera que yo cantaba de hecho, no sé esto es. Pero fue muy curioso porque yo al principio lo hice a escondidas. Yo no quería que nadie supiera que yo cantaba. ¿Por qué? De hecho, no sé. Yo decía como, sí, yo canto y hasta hacía presentaciones y mis papás no sabían. Ok. Cuando mis papás se dieron cuenta porque la monjita del colegio, yo estoy en el colegio San Vicente de Uga, le dijo a mi papá que oiga, su hija canta. Y mi papá, ¿dónde? mi hija, ¿cuál hija? pues su hija Paola, ella canta espectacular, no, ella no canta si ella canta, no, la está confundiendo, como que no, vea lo invito para acá a una presentación, no te creo y ya mi papá como que vea, ¿cómo así que usted canta? y yo, ay no puede ser y ya me tocó, como bueno si yo canto, y fueron a verme a una presentación y eran como, wow si canta, y de dónde y cómo y ya me tocó, como bueno, sí, yo canto y fueron a verme una presentación y eran como, wow sí canta, y de dónde y cómo y ya ahí empieza, ya mi papá se pone pues, juicioso me mete a escuela de canto me apoyan en todo eso y empiezo a hacer un camino muy bonito en la música ¿qué pasó? que cuando la gente se empezó a dar cuenta que yo cantaba había una admiración. Entonces eran como que, ¡ay! Y yo empecé a notar eso, que la gente me admiraba, que la gente me veía. Y yo, ve, por aquí va a ser la cosa. Yo, a pesar de haber sido adoptada y todo, siempre tenía ese vacío de, bueno, ¿qué pasó? Querías saber tu historia. Claro, yo decía, pero ¿qué pasó? Yo no puedo estar sola en el mundo, ¿yo quién soy? De hecho, toda mi vida fue en depresión, en depresiones, en cosas muy fuertes, porque pienso yo que si aún las personas que nacieron en un hogar normal, conformado a todo, tienen vacíos ahora yo que no sabía nada, o sea yo solo sabía que me habían abandonado en un hotel y yo sufría muchísimo y yo siempre quise saber siempre cuando descubrí la música y me di cuenta que la gente me veía y que me volteaban a mirar y que tenía el foco de atención, yo pensé que si yo me llegaba a volver, que si lograba ser famosa o reconocida, yo los iba a encontrar. A tu familia. dije yo, aquí es. Entonces yo empecé a pensar, si tengo la voz, si tengo eso, es por algo. Y yo voy a volverme cantante y yo voy a encontrarlos. Y a partir de ese momento, esa fue la meta de mi vida. Volverte famosa para encontrar tu familia. Volverte famosa para encontrar a mi familia. Todo esto calladita. ¿Por qué? Porque hay un tema que es muy respetable. Obviamente yo entiendo a mis papás y es que ellos tenían mucho miedo y ellos no querían que yo buscara a mi familia, claro porque obviamente ellos no tus papás no quieren que sufras, que vas a sufrir, y que te encuentres con cosas ahí, claro, y mi papá me decía déjelo que está quieto, déjelo quieto ya usted tiene otra vida, que lindo y yo bueno, los entendía claro, pero es inevitable, o sea como que ya usted tiene otra vida. Qué lindo. Y yo, bueno, los entendía. Claro. Pero es inevitable. O sea, como que a vos tus raíces te jalan o te jalan. Y yo calladita me armé mi plan, que me tardó la media bobadita de 20 años. Yo me armé mi plan y yo dije, no, yo los voy a encontrar. Estabas pero decidida. Sí, yo dije, yo los voy a encontrar. Yo me voy a volver cantante y yo los voy a encontrar. Estabas pero decidida. Sí, yo dije, yo los voy a encontrar. Yo me voy a volver cantante y yo los voy a encontrar. ¿Tenías además de esos recuerdos que mencionaste al principio, otros o eran solamente esos vagos recuerdos de tu pasado? ¿No había como otro integrante por ahí en tu cabeza? ¿Solo esta señora que mencionabas al inicio? Sí, solamente la señora. No tenía más recuerdos. De hecho, yo decía, yo estoy sola en el mundo. Pues porque sí. Seamos sinceros, te adoptan y llegas a una familia, pero vos no dejas de sentirte sola. Porque también entra ese conflicto de yo ver a mis hermanos que se parecen a mis papás, que son de su sangre y que yo no me parecía a nadie. Te sentías diferente. Y que llegaba, no falta la gente, y le decía a mi mamá, ¿y usted cuándo se embarazó? Pero no se parecía a nadie. ¿Ella a quién se parece? Y yo, ok. Esa imprudencia de nosotros los seres humanos. Claro. Entonces no dejaba de ser complicado. Sí, me cambió la vida, pero no dejaba de ser complicado. Y ustedes abiertamente lo decían, lo mencionaban, ¿no? A mí me adoptaron, no sé qué, o simplemente dejaba de ser complicado. Lo que algo que, igual, manera es que yo ya tenía conciencia de todo. Claro. No había cómo ocultarme como a veces lo hacen. Sí. Pues que es respetable, pero no estoy de acuerdo. Y algo que yo le agradezco a mi familia es que el tema fue lo más normal del mundo. Así es adoptada. Ya. Fin del tema. Ya. ¿Y qué, no pasa absolutamente nada, no, ya, sin ningún misterio, y empiezas tú con este plan de y empiezo con mi plan y yo dije yo tengo una característica y es que yo lo que me propongo yo lo hago como sea, o sea, a mí se me mete algo en la cabeza y yo lo hago, no importa cuánto me demore, lo hago. Empecé a cantar, empecé a crecer profesionalmente, a hacer una carrera. O sea, ya no fue solamente como de hobby de que canta bonito y tiene un hobby de cantar. No, yo empecé a hacer una carrera. Empecé a grabar canciones, a tocar puertas, a cuánta entrevista tenía que ir, iba a cuánto programa, concurso, lo que fuera, yo iba porque yo tenía claro que no me gustaba cantar. Es que a mí no me gusta cantar, yo soy cantante. Y yo lo tenía muy claro. Y yo siempre dije, yo soy cantante y voy a tener mi carrera como cantante. Y empecé a hacer muchas cosas a lo largo de mi vida para que esto sucediera el caso es que yo empiezo a trabajar mucho por eso, por ese sueño para mi familia no fue fácil porque era una familia tradicional, tranquilita y apareciste con ese deseo de fama, de música y entonces eran como ¿de dónde salió así? tengo un hermano con un doctorado en ingeniería electrónica. O sea, lo más... Cuadricular. Hermana administradora de empresas. Hermano militar. Nada que ver con lo que yo era. Sí. Entonces eran como, entendámosla, es una niña. Algo así. Pero yo decía, no. Entonces para mis papás fue difícil. Mi mamá decía, yo no quiero que usted esté en ese camino de la música porque es muy difícil va a sufrir, lo mismo, siempre queriéndome cuidar, eso no es tan fácil en eso se ve mucha cosa eso es para sufrir, eso no y yo, ay mamá, nada me va a hacer cambiar de parecer perdónenme, yo sé que ustedes quieren que yo trabaje en un banco o en una oficina, pero eso no va a pasar y yo seguí persiguiendo, persiguiendo como mis sueños lo que yo quería sigo la vida tengo un hijo me embarazo de mi Juan Daniel paro con lo de la música mientras tengo el niño sí pero yo dije no antes mi hijo me tiene que dar más fuerza para yo seguir ejecutando este plan y después de que tengo a mi hijo, vuelvo con mucha más fuerza. Ah, y ya me imagino que no vivías con tus papás. Ya, y ya no vivía con mis papás, ya hice como ya yo mi vida, pero nunca dejé la música. Yo dije, no, yo no, yo nunca bajaré la música. Después de mucho, mucho, muchas puertas, muchas puertas, de muchas cosas, llega a mi vida la gran oportunidad de a Otro Nivel. Un reality acá en Colombia. Un reality de Canal Caracol, que es de cantantes. Sí. Muy bueno. Y mi mamá siempre me decía algo, me decía, ay, a mí no me gusta mucho ese cuento, pero de la única que sí me gustaría que fuera, sería A Otro Nivel, porque a veces ve que como que sí va gente, que sí, pero me lo decía años atrás. Y yo le decía, ay mami, sueñe. Así le decía yo. Yo no a otro, yo sí sé que sí, pero a otro nivel, para mí estaba a otro nivel. Claro. Porque de verdad yo sí consideraba que iba gente muy tesa. Se suscriben ahí cantando ya con experiencia. Claro. Y yo decía, no, a otro nivel, no creo. Pues no creo que llegue a mi vida a otro nivel. Y yo no lo podía creer. Te inscribiste. Y yo, Dios mío, pasé el filtro a otro nivel y yo, no, aquí fue, es mi oportunidad de oro y la voy a aprovechar al máximo. Esta versión no se grabó acá en Colombia, la última versión de otro nivel se grabó en Brasil. Viajamos a Brasil, quedé seleccionada. ¿Te la creías? No. No, no, no, o sea, yo decía, ¿qué es esta locura? Había una etapa que era a cantarle a cien jurados y tú cantabas y si les gustaban ellos se iban parando y los que, era como la mecánica. Yo iba, diva, mejor dicho, yo tenía muy claro que yo tenía que llamar la atención pero tu plan era encontrar a tu familia entonces ahí era el momento de ejecutar el plan porque yo llegué con mis pensamientos decisivos claros la producción te daba 10 segundos como para decir mi nombre es Paula Betancourt canta conmigo así se llamaba como el formato canta conmigo a otro nivel y todos decían mi nombre es Paula Betancourt, canta conmigo así se llamaba como el formato canta conmigo a otro nivel y todos decían, mi nombre es fulanito de tal canta conmigo, empezaban a cantar y ya yo no yo me paré en ese escenario ahí en Brasil, ya cuando me tocó y yo dije, yo soy Paula Betancourt, canto desde niña y esta audición se la quiero dedicar a esa niña que a los dos años abandonaron en el hotel de la Galería de Buga. Yo fui muy estratégica en mis palabras. El video está, tal cual te lo estoy diciendo. Y quiero invitarte a que cantes conmigo. Y ya empecé a cantar pasé, espectacular sí, fue una alegría muy grande pasar pero yo sentí que, yo dije, lo dije y yo dije no puede ser que alguien que conozca la historia que me vean obviamente van a saber que soy yo porque eran datos muy puntuales una niña abandonada en el hotel de UGA en una galería si alguien de mi familia conocía la historia, iba a saber que era yo volví de Brasil seguí con la etapa del ascensor todo el ascensor del programa que es un formato que tiene un ascensor y como a los 15 días estoy revisando Instagram El ascensor del programa, que es un formato que tiene un ascensor. Y como a los 15 días, estoy revisando Instagram y me llegó un mensaje. Hola Paula, yo soy tu prima, somos tu familia, por favor dame tu número. Y yo no creía. Como buen colombiano, yo decía, me van a ro... me van a zafar cualquier cosa. Claro. Y me dice, yo decía me van a ro... me van a zafar cualquier cosa y me dice yo soy tu prima y yo decía, ay, ¿será? ¿qué es esto? ¿qué es esta locura? el caso es que yo le di mi número, yo no, pues, ¿qué pierdo? y me llaman y eso fue una locura lloraban, gritaban ¿cómo se llama esta persona que te llamó? yo no me acuerdo, era, la verdad yo no recuerdo el nombre, pero era una prima. Y me llamaban y gritaban y lloraban. Y yo escuchaba que decían, Pablita, te encontré por fin, que tantos años. Y yo no entendía nada. Y era un acento totalmente diferente. Y yo, ¿pero qué es esta locura? Entonces me dicen, somos de Bogotá. Tú no eres de Bucas, tú eres de Bogotá. Y yo, ¿qué es esto? Y yo, tú eres de Bogotá, y yo, ¿qué es esto? Y yo, pero ¿cómo sé que sí? Y todo, y empiezo a hablar con ellos y ahí empieza la otra parte de mi vida, es que es una novela, empieza la otra parte de mi vida donde ya empiezo a contactarme que con primos, que con tíos y me dicen, sí, eres tú, ¿por qué esto? Y empezamos a armar un rompecabezas. No, no, no, pero espérate, aquí me estás tirando este tú porque de esto. Y empezamos a armar un rompecabezas. No, no, no, pero espérate. Aquí me estás tirando este baldado de agua fría y yo no me alcanzo a imaginar. O sea, que esta llamada que pasa por tu cabeza, informas en tu casa, tu familia, te lo guardas. Me lo guardo. Soy muy reservada con lo que debo ser reservada. Me lo guardo porque no me quería ilusionar del todo. O sea, yo decía, puede que sí, pero también puede que no. Claro, uno sabe. Porque pues hay que, ¿cierto? Pero cuando me empezaron a mostrar fotos y entonces empiezan mis tías. ¿Todo esto era por videollamada? No, por WhatsApp. Ok. Y empiezan mis tías. Entonces yo dije, ¿me pueden mostrar fotos o algo? Entonces me decían, fotos tuyas no existen. Que era algo que me dolió muchísimo porque ese era uno de mis sueños. Claro. Y era saber cómo fui de bebé y pues ya nunca lo pude hacer. Me decían, fotos tuyas no existen, pero tengo fotos de tus hermanas. Y yo, ¿cómo así tengo hermanas? Sí, usted tiene hermanas y hermanos. Ay. ¿Y yo y cuántos? No, como como 10 me dijeron y yo que y yo dios mio que es esta locura y me empezaron a mandar fotos y cuando yo veo me mandaron me mandaron fotos de dos hermanas en especifico yo vi esas fotos y es como que yo sentí como una montaña rusa como y yo dije ya son ellas sentiste era verme ay era fue algo uff y yo dije, ya, son ellas. Sentiste. Era verme ahí. Fue algo, uf. Y yo dije, lo logré. Lo logré. Y no lo podía creer. O sea, era como, no lo puedo creer. Después de 30 años, encontré a mi familia mi plan funcionó wow y estas dos hermanas que dices que te parecías un montón ¿cuáles son sus nombres? bueno, hay una que por respeto al testimonio de ella, no la voy a mencionar, porque ya ella me solicita que no. Pero hay otra hermana que sí, que ella hice mucho match, como click, se llama Camila, y... ¿La viste? No, no, no, no, tú no te imaginas, y fue muy impactante, fue ese choque de yo no parecerme a nadie, de un momento a otro parecerme a alguien, como de, sí es ella. Ver sus manos, que son iguales a las mías. Yo la veía y yo decía, wow, por fin, por fin pertenezco a. O sea, por fin encontré mi sangre, encontré. Ya cuando me decido de que yo ya sentía que estaba segura, le cuento a mis papás. Con un susto terrible porque sé que podía, de pronto no les iba a gustar este y entonces yo les digo apareció mi familia, no y mis papás como escépticos como está segura, mucho cuidado hay gente que se quiere aprovechar esto o lo otro y como sabe que si son entonces yo les decía, pero gente que se quiere aprovechar esto o lo otro. ¿Y cómo sabe que sí son? Entonces yo les decía, pues que no pueden haber dos historias iguales. Y me daban como datos tan puntuales que yo decía sí, entonces mi papá, pero ya las vio, ya sí. Yo no, pues tengo unas fotos. Mi papá muéstreme a ver. Cuando yo le pasé el celular a mi papá, se quedó así y me dijo, esa es su sangre ay dios ya, ya no busque más, me dijo ahí hay sangre y mi mamá ya vio y era no, es que mire, ya ese era el pasatiempo es que mírele los ojos, es que mire y ya, o sea, no había manera de que no fueran, eran ellas y wow hasta ese momento yo no había hablado con Camila y yo decía yo como voy a hablar Dios mío cuando ya me logro contactar con ella hablamos por teléfono ¿te acuerdas de esa llamada? ¿quién llamó a quién? ¿cómo fue ese día? ella me llamó a mí, porque como que la familia de Bogotá se puso en contacto con ella y dijo ve apareció Paola a ella no vivía en Bogotá no ok apareció Paola apareció Paola y tengo entendido que ella decía ¿qué? ¿cómo así? ¿qué está pasando? porque ella no sabía ni tenía conocimiento del programa ni nada si es cantante y es famosa y es ella y este es el número y contáctese con ella porque es ella. Y ahí hacemos la llamada millonaria. Y cuando yo hablé con Camila, Dios mío. No, tú no te alcanzas a imaginar. No me lo voy a imaginar. Yo quiero que Camila sea la que me lo cuente. Camila, bienvenida. Hola, Tatiana. Soy Camila, la hermana de Paolo. Camila, bienvenida. Muchas gracias. Tú eres esa otra parte de la historia. Esta historia es como un rompecabezas que se ha ido armando a lo largo del tiempo y se está entretejiendo y tenerlas a ustedes hoy es maravilloso, es un privilegio. Yo les decía fuera de cámaras que las cosas no ocurren por casualidad, nada es casualidad. Que ustedes estén aquí es por algo, por un para qué, como lo decías al inicio. Quiero empezar por preguntarte, Camila, ¿qué sientes? Lo que sea, lo que pasa por tu cabeza en este momento. sea lo que pasa por tu cabeza en este momento? Es muchas emociones, es una mezcla de muchas emociones porque yo estuve presente en ese momento del abandono de Paula, porque para mí en mi infancia no fue Paola, sino Paula. Y yo fui, yo estuve en ese momento porque con los años me enteré por boca de mi mamá, que era a mí la que iban a dejar en ese, en esa residencia, y no era Paula. Guau. Entonces siempre fue como que, bueno, ahorita que lo supo, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Y ateo a caos sobre muchas cosas que yo había pensado en el transcurso de mi vida y siempre estuvo en mi mente. que será la vida de Paula, ojalá haya dado con buenas personas. Y la estuve buscando mucho tiempo por Facebook, lo que no siempre recurre al Facebook. Y luego de más de 30 años, me muestran y me dicen, es famosa, es cantante, y yo, ¿cómo así? Y me muestran su perfil de Instagram, y yo entro y yo digo, ¿es ella? No me queda la duda de que es ella, por estas manos y la forma de hablar y todo, y yo dije, es ella, somos, sí somos, sí somos, sangre de la sangre. Paola, ¿qué pasa por tu cabeza? ¿Quieres que a partir de ahora te diga Paola o te diga Paula? Metámosle el Paula, ya entremos en contexto como es. ¿Qué pasa por tu cabeza ahorita? Es una locura, es una locura con cosas hasta de haberme dado cuenta después de 30 años que realmente me llamo Paula. O sea, es un cambio hasta empezando por el nombre. Sí. De que yo decía, ¿yo cómo me llamaré de verdad? Y resulta que ya Camila me desató el misterio de que me llamo Paula. Vamos a recordar esa llamada telefónica, esa que mencionaste ahorita, donde se ponen en contacto. ¿Ustedes recuerdan cómo fue esa llamada? Si en este momento ustedes tuvieran un teléfono aquí y devolviéramos el tiempo, me gustaría escucharlas como esa primera vez que se escucharon. ¿Cómo fue esa llamada? Bueno, eran las 11 de la noche. Recuerdo tanto que yo ya estaba a punto de quedarme dormida cuando recibo una llamada de familiares de aquí, de que estaban en Bogotá, y me dicen Cami, hemos encontrado a Pau. Y yo les decía no, no lo puedo creer. Sí, te has visto a otro nivel y yo no veo televisión, o sea, yo no veo televisión, yo no sé, yo casi no veo televisión. Y entonces lo primero que ellos hacen antes de yo comunicarme con ella es enviarme fotos de ella y su perfil de Instagram y yo veo una gran mujer divina ella, famosa y yo decía pero por qué nunca la he o sea, era una cosa como que por qué nunca la vi porque ella llevaba un recorrido y pues ir a ese programa pero jamás de lo jamás si se me hubiera pasado por aquí que teníamos una hermana artista. Sí. Entonces me tomé el trabajo de buscar y cuando la veo llorar, yo creo que yo lloré por ahí media hora. Esa misma noche. Y yo soy mamá de tres adolescentes, entonces era como que mamá, ¿qué te pasó? Y yo les decía, apareció, pero apareció ¿quién? su tía, ¿cuál tía? porque somos muchos y ahí, Pau no es la única que fue abandonada en esa historia entonces yo le decía a su tía Paula su tía Paula, dice la de boca la de boca apareció ya luego yo la llamo ¿cómo fue? y le digo yo hola Pau, y ella me dice hola Cami, y yo le digo, vi tus fotos y si eres. O sea, si eres, si eres, eres mi hermana y no me queda la duda. Entonces ella me dijo, Cami, tampoco me queda duda. ¿Qué le decías, Cami? Ella me dijo como si, si eres mi hermana, y yo me acuerdo que yo me quedé como en silencio, no me salía la voz, o sea, yo no lo podía creer y yo que empecé a llorar yo empecé a llorar y yo le dije a ella, si, si somos si somos, no lo puedo creer pero yo me acuerdo que mi primera pregunta, o sea, lo primero que yo dije fue, yo le dije, ¿por qué? ¿por qué? ¿qué qué? ¿Qué pasó? Y ella me empezó a decir, es un camino, una historia dolorosísima. Y me dijo estas palabras, me dijo, está dispuesta a saber la verdad. Y yo le dije, dígame lo que sea que ya, yo ya estoy más allá del bien y del mal. Ya lo que me diga, ya no me puede lastimar más ¿qué le dijiste? para mí fue muy impactante ver su perfil porque le di gracias a Dios mira Tatiana, yo te voy a decir algo a mí en algún momento me hicieron una pregunta en una de mis tantas sesiones de sanación que he estado y me dijeron, Cami, ¿qué te tiene viva? y yo digo, la fe y más allá de la religión, más allá de las creencias, de la crianza, yo decía la fe, y yo decía gracias a Dios Dios dio con una buena familia o sea, sin saber yo todo lo que había sufrido, pero en mi cabeza era gracias a Dios, y recuerdo mucho le dije, no te perdiste de nada, no te perdiste de nada y respetando ese dolor de, fui abandonada, pero yo decía, yo tengo que contarte y estás dispuesta a escuchar todo lo difícil, no soy la única, hay muchos hermanos y lo más difícil de todo fue decirle, vienes de una mamá drogadita en condición de calle, porque lo que uno espera como niño, que lo han abandonado, lo han adoptado y ha tenido una vida bien, es encontrarse con una mamá y ir a la casa de los hermanos y la mamá y el abrazo y la vida sigue pero no fue eso esa no fue la realidad porque me voy a adelantar un poquito y es que Pau llevamos hace cuatro años que nos reencontramos pero ella no ha tenido el reencuentro con mi mamá con su madre biológica. Entonces, y es por las mismas condiciones de las que mi mamá, pues, está en su vida, ¿ya? Entonces, yo empecé a contarle todo eso y ella con la expectativa, pero bueno, ¿dónde está Sandra? Bueno, se llama Sandra, yo le dije, se llama Sandra, yo vivo en Cali, y han pasado muchas cosas, hay muchos hermanos, y ella en su afán me dijo, yo quiero conocerla, y yo le dije, hey, para. Todo eso te lo decía en esa misma llamada. Claro, eran muchas cosas, porque eran una mezcla de muchas cosas, y yo la entiendo porque era, pues ya los encontré, ya quiero hablar, ¿cuándo nos vamos a reunir y yo le decía, para un momento porque es que no es tan fácil como en tu cabeza tú lo estás procesando, porque Tatiana, es que el trasfondo de esto es demasiado difícil y yo no sabía cómo explicarle en una llamada que duramos como, yo no me acuerdo como dos horas, tres horas y yo le decía mira no te perdiste, no y gracias a Dios te adoptaron y gracias a Dios estás bien. Pero ella me decía, Cami, igual el vacío está. El parecerme a alguien, o sea, ha sido maravilloso. Y yo le decía, es increíble porque, pues yo no me la imaginaba. Yo me acuerdo mucho cuando mi mamá la abandonó Y era una monita chiquita Con su cabello súper liso, tenía dos años ¿Tú qué edad tenías? Yo tenía como unos 7, 8 años Ya estabas grande Y entonces yo le decía, eres hermosa Como yo te recuerdo cuando estaba chiquita O sea, una mujer hermosa Pero yo le decía, mira, la realidad es otra ¿Nos puedes compartir Cómo fue ese momento que recuerdas exactamente del día que la abandonaron a ella? Nosotros somos de, bueno, nosotros nacimos en Bogotá, pero mi mamá fue una mujer de no una sola pareja, de varias parejas, varios de sus hijos tienen varios papás, Mi mamá fue una mujer de no una sola pareja, de varias parejas. Varios de sus hijos tienen varios papás. Entonces, digamos que con su última pareja, tenían una relación muy inestable, de muchos problemas, de alcohol, de drogadicción. Pero hasta un cierto punto lo manejaban no tan decadente, pues. Y de ir, venir, llegamos a Uca y yo tengo muy poquitos recuerdos de Uca, yo tengo recuerdos de que llegamos a esa residencia y se podía sentir el olor feo, las personas que vivían, la pobreza, o sea, la escasez, no había un abrazo, no había un beso, no había como un afecto para ninguno, y era lo que yo le decía a Pau, o sea, no te perdiste de mucho ya. ¿Cuántos vivían, quiénes vivían en ese espacio? Éramos en un cuarto, hasta ese momento era mi mamá, su pareja. No sé, como alrededor de cuatro o cinco hijos con Paula. Y llega un día que recuerdo mucho en el cual ella dice, nos vamos. Tu mamá. Dice mi mamá, nos vamos, nos vamos de Uga, nos vamos, porque era así. O sea, estábamos un tiempo, estuvimos en Bogotá, en Medellín, en Copacabana, Antioquia, luego Uga, y entonces así nos la pasábamos, era algo normal de que en cualquier momento la inestabilidad, huíamos, no sé de qué, pero huíamos. de entrar, de venir, había algo que mi mamá, había tiempos en trabajar en casas de familia, pero también había tiempos de que se dedicaba a la mendicidad y nos llevaba pues a mendigar con ellas. Algo que ella tenía una estrategia, es que siempre nos tenía súper limpias y limpios porque éramos hermanas y hermanos, y era su estrategia y le iba muy bien. ¿Por qué dices que le iba bien? ¿Económicamente recogía mucho dinero? Sí, Tatiana, mira que el tema de la bendicidad es algo que... Yo tengo un tema con eso emocional, porque las personas que se dedican a la bendicidad pueden tener más que cualquier profesional, así te lo voy a decir. Y me di cuenta, ahorita adulta, trabajando mi tema del dinero y toda la escasez del merecimiento, de que nunca fuimos pobres. O sea, realmente nunca fuimos pobres. Mi mamá era para que perfectamente hubiera tenido muchas casas y nos diera una súper universidad, bueno, yo no sé, viajes, porque la cantidad de dinero que se recogía era impresionante, pero no había para ropa, no había para comida, no había para zapatos, una bolsa de leche y eso. Estabas muy niña, pero de pronto llegaste a saber cuánto recogían en un día, por ejemplo. No, por neto, estamos hablando de ese tiempo, 200, 300 mil pesos, 400 mil pesos. ¿En un día? Que era un día y era pues mucho dinero, en ese momento era muchísimo dinero. O sea, en un mes como 6 millones de pesos. Sí, pero claro. Más de 4 salarios mínimos. Sí, total, por eso te digo que no fuimos pobres, o sea, yo me doy cuenta ahora que no fuimos pobres, sino por esas mismas decisiones que ellos dos tomaban. El caso es que ella dice nos vamos y yo recuerdo que nos fuimos como hasta la basílica de Buga y de un momento a otro yo me veo mira, yo tengo como unos flechazos, yo no sé en qué momento llegamos de nuevo a la residencia, no estaba mi padrastro, mis otros hermanos, simplemente estábamos nosotras dos. Mi mamá algo habla con la señora de la residencia, entre ellas, y en ese momento Pau tenía una muñequita que se ponía acá, como que la cargaba en los hombros, y yo estaba jugando con ella, y mi mamá le le dice suéltela, entonces yo la suelto y yo veo que la reja se cierra porque la residencia tenía un pasillo y tenía una reja y la señora la detiene a ella porque ella empieza a decir, no me dejes mamá, mamá no me dejes, no me dejes no me dejes, y yo no entendía, a mí me costaba mucho entender qué estaba pasando en ese momento, pero ella me dijo no pregunte y no me dejes. Y yo no entendía. A mí me costaba mucho entender qué estaba pasando en ese momento. Pero ella me dijo, no pregunte y no mire para atrás. Pero yo miré para atrás y la vi ahí pegada en esa reja, llorando. Recuerdo tanto, eran dos años, o sea, muy chiquita. muy chiquita y Tatiana, mira para mí fue un antes y un después en mi vida porque yo no recuerdo no recuerdo absolutamente nada hasta que llegamos a Cali entonces siguieron los años y siempre estuvo Paula en mi cabeza, con mis hermanos, lo hablábamos como que qué bueno sería ir pero yo nunca tuve la fortaleza o las agallas ya adultas de ir a UGA, porque yo decía ¿a dónde llego? pues una residencia, hay muchas residencias ¿a quién le pregunto? ¿qué hago? no sé en repetidas ocasiones le decía a mi mamá, mamá dime ¿d la dejaste. Y su respuesta era, vamos. Pero yo tuve un resentimiento que ahorita ya lo entiendo de otra forma con mi mamá, y era que yo decía, es que yo no quiero que ella vaya conmigo. porque te lo voy a decir por qué, Tatiana. Porque mi mamá, en esas condiciones de su vida que ella eligió, de muchas drogas, de muchos maltratos, de muchas cosas que tienen un trasfondo, se volvió manipuladora y mi mamá tiene el signo pesos en la frente. Entonces, yo sentía que si yo le decía vamos, a mí me daba mucho un susto y me parecía injusto que le encontráramos a Paula y que lo primero que ella hiciera fue pedirle dinero o decirle ayúdeme con algo, porque es lo que ha hecho con otros hijos que ella abandonó y que se han intentado comunicar con ella, pero ella lo primero es, es que estoy pobre, pobrecita yo y necesito plata, necesito dinero, más nunca se ha interesado en, venga yo les explico qué pasó, por qué los abandoné entonces siempre había ese sentimiento de injusticia en mí y yo le decía, no mamá, bueno algún día vamos algún día vamos, algún día vamos algún día vamos y ese día nunca llegó Camila estoy entendiendo entonces que la historia de Paula no es sólo de Paula, hay más hermanos abandonados. Sí, hay otros que ella abandonó, hay algunos que ya fallecieron y otros que yo tengo contacto con ellos pero no conocen a mi mamá. ¿Quieren conocerla tampoco? Lo que pasa es que ella, no sé, ella tampoco, te lo voy a decir así como yo lo siento, no se lo ganó. Porque cuando hubo el momento de la comunicación y la emoción y de tenerla al lado y mamá, mira, apareció sultanita y apareció sultanito. Hablo con ellos. No, pues aquí, mijo, en esta vida sola, abandonada, tengo que trabajar para el arriendo, mi mamá recicla, ella actualmente es recicladora, entonces, y una manipulación impresionante, entonces ellos, yo les decía, mamá, ¿por qué haces eso? No, es que ellos tienen que entender que yo todo lo que hice, lo hice por su bien, y yo le dije, ¿cómo le vas a explicar a una niña de dos años que la abandonaste por su bien? O sea, ¿a quién? A un niño de cuatro años que la abandonaste por su bien, a una niña de tres años, porque todos somos muy seguidos, que la abandonaste por su bien, o sea, ¿a quién le cabe? Y lo primero que haces es pedirles plata, ¿cómo es eso? Pero, mira, ella está en eso cerrado y es su mundo, y es su mundo, entonces ya, ¿para qué? entonces ¿qué necesitan de mí? ¿qué les puedo decir? pues que los dejé, los abandoné y en el momento fue lo mejor que yo podía hacer y ya, pues ¿qué puedo hacer? ¿se puede volver el tiempo? entonces es como, yo te voy a decir así yo he hecho un proceso de sanación con ella muy grande pero es como, yo te voy a decir así, yo he hecho un proceso de sanación con ella muy grande, pero es como un cinismo, y entonces yo he llegado a una conclusión en la cual yo le digo a mis hermanos, y me lo digo a yo, mi mamá nació para dar vida, pero no para ser mamá. Totalmente está muy claro. Que son dos cosas muy diferentes. Claro, porque una cosa es tú dar vida y ser mamá, como lo que he hecho yo y ha hecho Paula con su hijo y yo con mis hijos, que es totalmente la historia diferente, pero mi mamá, ella nos tuvo, y ahorita entendemos, bueno, yo, para qué fue, algo grande la vida me tenía preparado, y eso me di cuenta en el camino, entonces dije yo, pues, ¿para qué contactarla? O sea, siempre la cuidé, la he intentado cuidar mucho, de que no vea esa realidad y ahorita último le decía, cada día mi mamá está más mal, prepárate que en cualquier momento nos pueden dar una noticia de, por ahí quedó, porque es la realidad, que es su realidad, es una realidad para nosotros. Paula, decías que hubo una llamada de más de dos horas, me imagino, esa desatrasada, pero esta información, ¿cómo te llegó cuando ella te cuenta esto? ¿Lo hizo en esa misma noche, de compartirte ese recuerdo de tú en esa reja con tu muñeca? Fue muy doloroso. Pero hubo algo... A mí no me dolía ya, pues el abandono, porque ya pasó. O sea, ya era un hecho. ¿Cierto? Y yo decía, por muy dura que sea la historia, no puede ser tan dura. Pero resulta que sí era muy dura. Y cuando Camí hubo algo que me dijo, que fue que me dijo, Pau, es muy duro lo que yo le tengo que decir, pero con el paso de los años y atando cabos y hablando con mi mamá y hablando con mis hermanos y todo, la conclusión es que mi mamá te vendió. la conclusión es que mi mamá te vendió. Y eso fue... ¿Qué haces con esa información? Muy duro. ¿De dónde sacaste esa información? Mira, Tatiana, siempre tuve como esa duda del por qué si éramos más hijas, porque somos más hijas mujeres que hijos hombres, entonces yo decía, ¿pero por qué? ¿Por qué? Y aparte que siempre lo hemos hecho con Paola, es que tenemos muy buena genética, desde niñas hemos sido bonitas, ya, entonces yo decía, ¿qué pasó? Entonces pasaron los años cuando aparece Paola, yo me siento a hablar con mi mamá en unopa la verdad. Y ella se lloró y me dijo, es que la que iba a quedar era usted, Camila, no Paula. Y para mí dio un giro impresionante en mi vida. Yo le dije, mamá, ¿cómo así? Porque ella se lo guardó todos estos años y me dijo, sí. Lo que pasa es que, bueno, esta persona que es mi padrastro ya murió Enrique me dijo que la dejara a usted, yo no era hija de él pero Enrique sí era mi papá, y Enrique sí era el papá de Paula y de mis otros hermanos, entonces para mi cabeza yo decía, pues yo entiendo que el tipo no me quisiera, porque no me quería y fue supremamente, me marcó mucho mi vida de la niñez entonces yo decía, yo entendía pero yo decía a mi mamá, ¿por qué dejó a Paula? entonces mi mamá me decía, es que era ella o era usted y yo no fui yo no era capaz de dejarla y ya, cortamos la conversación, cuando Paula me dice, Paula me dice Cami, es que en esa casa, no solamente pues lo que ella le cuenta, porque ella no recuerda, en esa residencia no solamente había yo sino que habíamos más niños yo dije bingo, mi mamá la vendió y te lo voy a decir porque Tatiana, y va a sonar muy cruel mi mamá hacía cualquier cosa o hace cualquier cosa por su dosis y es que mi mamá es bazooka. Entonces, yo decía, no tengo otra explicación. La drogadicción. La drogadicción, porque es que no éramos los ultratos nomás. Había más hijos en ese momento. Y yo decía, ella era linda, chiquitica, bonita. Yo decía, perfectamente en realidad vender a alguien. No decía, perfectamente, en realidad, vender a alguien. No sé, en mi cabeza. Porque, ¿qué pasó? Cuando nosotros, voy a ser como un pequeño parásito. Entonces, cuando estábamos en Medellín, a mi mamá, bienestar familiar, le hizo una oferta por nosotros, sus otros hijos. Creo que en ese momento, Pau todavía estaba con nosotros. Y le dijeron, déjenos las niñas, porque más que todo eran las niñas las que ellos se interesaban, y llénenos estos documentos y las niñas van a tener familias en el extranjero y ustedes van a recibir un dinero por eso. Y yo lo recuerdo porque yo soy de las mayores de todos los hermanos, yo soy la tercera, entonces yo recuerdo muy bien eso y no sé qué clic hizo en ellos, que como que no los convencieron, y recuerdo que mi mamá le dijo a Enrique, vale sacando uno por uno porque es que nos van a robar las niñas. Luego entendí que claro, pues nosotros íbamos a hacer una renta para ellos siempre, porque era la mendicidad. Claro. Ya, y no sé. La convenía más tenerlas ahí, o sea son muchas cosas y con el tiempo uno atacados, entonces no se dio esa oportunidad pero si sé que mi mamá por el tema de la drogadicción y se dejaba mucho influenciar por su pareja, que era este hombre en ese momento, pues ella dijo Camila, ¿no? Por sus razones tendría, pero fue Paula, y ahí fue es que no le veo otra explicación. No le veo otra explicación. Y tiene sentido. Y tiene mucho sentido. Esos niños que mencionabas en ese momento, ¿cuál es la idea que ustedes tienen? Porque me imagino que no se pudieron contactar con ellos. Si coincide esta historia de lo de la venta de estos, tuya y de más niños, ¿qué asumes, qué crees, por qué habían más niños ahí, o que quién hacía el negocio, o que quién los compraba y para qué los compraba? Pues ya a lo largo de tantos años y de preguntar tantas cosas yo he podido concluir que la señora del hotel no era buena y era como la que tenía algún algo turbio ahí porque no tiene sentido de que si me deja Sandra ahí, ¿por qué la señora del hotel no va a la policía? me dejaron una niña, no volvió, acá la entrego. Sino que fue otra gente que puso la denuncia. Entonces es porque la señora del hotel hacía algo turbio con nosotros. ¿Y recuerdas de pronto qué pasaba con ustedes, con todos? No recuerdo. De hecho, yo no recuerdo más niños. Es porque ya después me cuentan que conmigo no solo salí yo sino más niños claro, seguramente borraste como el cassette de ese momento y cuando fue ese primer encuentro, cuando te viste con Camila a los ojos nos demoramos un poquito porque no es fácil no es tan como, o sea, ay que chévere la verdad, no no es fácil, no es fácil, no es tan como, o sea, ay, qué chévere, la verdad, no, no, no es tan fácil, hay muchas heridas, y Camil menciona algo que sí me lo decía mucho, me decía, no te perdiste nada, y la ironía más grande de mi vida, Tatiana, es que ella me contaba toda la historia de vivir en el calvario, del bazuco, del reciclaje, de abusos de la peor historia y yo le decía a Camila yo sé que no me perdí de nada, pero yo hubiera dado todo porque no me hubiera dejado y puede la gente de pronto decir está loca, cómo iba a querer quedarse en esa vida pero es que era mi mamá era mi familia, y me costó mucho entender por qué, si eran tantos, por qué me dejó a mí. ¿Por qué no me quiso a mí? Y es algo muy irónico de yo llegar a pensar así, no me importa, vivía en el Calvario, pero estábamos juntos. Y fue muy duro, fue un proceso muy duro para yo llegar a verme con ella, porque sentía que tenía que procesar muchas cosas, que tenía que sanar, que tenía que trabajar en muchas cosas, y así fue, nos tomamos un tiempo, como que nos comunicábamos por celular. Tenías miedo, me imagino. Pero me daba pánico. No, las dos, las dos. Y mira, Tatiana, que hay algo, hay algo muy importante aquí, un dato muy importante, y yo le digo a Pau, no te pareces de mucho, ¿sabes por qué? Sí. Y esto quiero, quiero contarlo porque, bueno, es muy duro para mí porque esta persona, esta pareja de mi mamá es mi padrastro, él muere en el 2023 y durante toda mi niñez él abusaba sexualmente de mí físicamente y psicológicamente y en mi cabeza siempre pensé que era solo conmigo y cuando él muere Y en mi cabeza siempre pensé que era solo conmigo. Y cuando él muere y empezamos a hacer ese duelo con mis demás hermanos, con varios hermanos, nos damos cuenta que no solamente era conmigo, sino que eran con ellos. Y a mí eso me ha valido mucho porque yo decía, bueno, por lo menos fue solamente conmigo y no fue con nosotros y yo le contaba a Pablo y yo le decía o sea la vida te libró de esa situación pues sin yo saber lo que ella había vivido con esa madre sustituta, ya, que también o sea, es supremamente fuerte pero este era un hombre que ante todo el mundo era don Enrique, el hombre servicial, el hombre perfecto. O sea, él no rompía un plato. ¿Cómo así, Camila? ¿Usted por qué nunca me lo contó? Y yo le dije, no seas cínica, mamá. Tú siempre te dices cuenta, siempre te dices cuenta bueno, muchas cosas que no se justifican, y fue algo que a mí me marcó tanto, que yo decía, el día que yo tenga hijos, voy a tener hijos de un solo hombre, no lo voy a poner, y así fue, o sea, yo tengo a mis tres hijos, y fueron de un solo papá, ya me separé, no vivo con su papá, pero ya ahorita que están adultos, que ya son todos unos caballeros, ya puedo darme la posibilidad de tener una pareja y decir, está tranquila, y mis hijos no pasaron por eso, y eso es lo que yo le decía a Pau, yo le decía, te salvaste de eso, sí, yo saberé obviamente todo su rollo, pero para mí eso fue un ganar. Fue un ganar impresionante de que por lo menos ella no se tuvo que someter a eso, porque fueron muchísimos años. En el abuso. Del abuso. Qué corazón tan lindo es de tu hermana, ¿no? Camila es la mujer más fuerte que yo conozco cuando yo encontré a Camila a mí me mostraron un documental y me dijeron esa es su familia y yo veía a Camila que vivía en el Calvario el Calvario es una zona súper deprimida de Cali es una olla como lo del Bronx acá en Bogotá. Eso, es el Bronx, pero en Cali. Sí. Y yo la veía, y veía a Camila en los semáforos, vendiendo periódico el tiempo. Y veía a Camila como con un dolor, porque se le veía un dolor. Y yo hoy en día a ver quién es ella, que es toda una terapeuta que ayuda a la gente a superar sus problemas, a sanar, yo digo, wow, o sea, me parece increíble, me parece algo increíble, y es como que me identifico con ella, es como que, de donde, yo me preguntaba muchos años, ¿por qué sigo acá? ¿Por qué sigo de terca? ¿Por qué soy tan fuerte? Pues es porque es que somos fuertes. Las veo como almas gemelas, ¿ustedes se sienten así? ¿Sí? Sí, las dos nos complementamos muy bien. Aunque mira, nuestras relaciones, es de poco escribirnos, nos hemos visto, esta es la cuarta vez que nos vemos. En cuatro años. En cuatro años. No. Pero tenemos necesidad de estar así pegadas como chicle, como los hermanos, porque sabemos que Pau sabe que en su momento yo soy incondicional y yo también lo sé. Sí. Y yo que te quiero compartir algo muy bonito, Tatiana, que ella me dijo no lo vas a contar yo que te quiero compartir algo muy bonito Tatiana, que ella me dijo, no lo vas a contar y yo lo quiero compartir y es que mira cuando muere esta figura paterna que fue tan que para Pau, esa madre sustituta fue la que le arruinó su vida para mí fue ese padrastro que me arruinó mi vida, y él muere y yo con mi proceso de terapeuta holística, ya con mi consultorio, yo creía que yo no, ya, mira, decirte las ironías de la vida, yo pagué su entierro de ese señor, yo fui y compré su ropa para enterrarlo, y yo escogí su ataúd y yo le preguntaba a Dios y yo le decía ¿qué me estás enseñando? yo quiero que tú me digas ¿qué me estás enseñando con toda esta situación? porque para mí era increíble y tengo una hermana que me decía ¿cómo lo haces? porque no entiendo cómo lo haces por mi parte no hubiera sido posible y yo lo hago y según yo, con todo mi formación terapéutica que tengo, yo dije, este fue el cierre de este proceso de mi vida, ya con esto ya fue. Mira, Tatiana, a los dos meses entró en una depresión que tú no te puedes imaginar en el cual intenté desvivirme. Con mis hijos y todo el tema, no era la Camila, esta Camila que tú ves, no. Yo en ese momento hasta peleé con Dios y yo le decía, ¿cómo es posible que yo me sienta así después de todo lo que yo he hecho, después de todo lo que yo he sufrido, después de todo lo que he pasado? Y yo no tenía noción de las lo que yo he sufrido, después de todo lo que he pasado y yo no tenía no tenía noción de las cosas que me estaban pasando y llegó un momento y yo dije voy a cerrar consultorio, no tiene sentido que yo ayude a las personas si yo estoy destruida pero en ese camino yo conocía el tema de las constelaciones familiares pero no lo había hecho como tan a fondo, así como que no le había puesto mucha atención. Y entonces pasan esos, yo estoy en esos días de depresión, y me escribe aquí en mi pago, que llevábamos días, ella se dio cuenta de la muerte, Cami, si necesitas algo, yo muchas gracias y todo el tema. Y entonces ella me hace una llamada y me dice, ve Cami, yo quiero hacerte una pregunta, es que vos conoces todo el tema holístico, las constelaciones familiares, pues mira que yo lo quiero hacer, porque claro, pues ya nos habíamos conocido y todo el tema, pero había temas que eran así, y muchos dolores, y ella me dice, vos sabes de pronto quién lo hace en Cali, y yo le dije, mira, precisamente estoy pasando por un momento muy difícil de mi vida y económicamente también pero hay una consteladora que su técnica es de un retiro de 3 días vale un millón de pesos y yo no lo puedo hacer, le digo Pau pero si vos lo puedes hacer, hacelo porque yo sé que eso es una terapia que cuando una persona sana todos, se comienza un proceso de movimiento energético y ella me dice, ya te llamo. Y yo me quedo así y yo me acuerdo que yo entré a lágrimas y yo le decía, Señor, Dios mío, yo necesito ir a ese retiro. Y tú me lo tienes que dar porque si no yo me voy a morir. O sea, literalmente me morí de la tristeza de todo y aparte que con esta persona soñaba esos pesadillas todo el tema me dice nos vamos las dos yo te lo pago y yo le dije no pago como se te ocurre no no no no si vos no vas porque si no me lo pones porque no quieres ir y lo vamos a hacer las dos usted no se imagina lo que eso fue. No, no, no, no. Y fue muy curioso porque nos pusimos de acuerdo. Yo era un poquito escéptica. Entonces yo le dije a ella, no vamos a decir nada. De nuestra historia. Si esto es verdad, si esto es tan cierto como dicen, yo quiero ver qué pasa. Yo quiero ver qué pasa. Dios mío, fue... que yo pude hacer en mi vida fue lo mejor lo mejor o sea no yo lo voy a recibir rapidito contratamos a la terapéutica a la terapeuta perdón una señora de 84 años que está mucho más lúcida que nosotros la van a nombrar acá, Lucía que yo la amo, la amamos y entonces estamos en una llamada y ella me dice claro, tienes que sanar tu relación de perdón con mamá con esa persona que abusó de ti y con papá también, porque papá yo lo conocí como a mis 30 años, solamente lo he visto dos veces, él está aquí y entonces y yo sí, Lucía, bueno, no sé qué Sí, como a mis 30 años, solamente lo he visto dos veces. Ok. Él está aquí en Bogotá. Y entonces, y yo sí, Lucía, bueno, no sé qué. Yo pago mi parte. Sí. Y Pau se contacta con ella y cuenta su parte. Bueno, llegamos al lugar del retiro. No nos hablamos. No nos hablamos. Pau estaba por allá y yo estaba por acá. Y Lucía nos queda mirando con las demás personas que también iban al retiro de la constelación y nos dicen, usted y usted se me separan usted se me hace por allá y usted se me hace por allá. Que no las conocían. No, no. No había nada. Cuando vivimos todo el proceso, esos tres días cada persona tiene su proceso, sus horas de constelar y todo el tema y ella tiene una regla ella no permite que vayan familiares a hacer ese tipo de terapias porque cada persona tiene que vivir su proceso ella lo permitió y mira Tatiana, cuando ella dijo, aquí hay dos personas que son familia y nos miramos nosotros y son ustedes dos y Camila, usted yo le voy a permitir que usted vea la historia que usted no conoce de Paula, y Paula, le voy a permitir que vea la historia que usted no conoce de Camila, para que entiendan por qué sucedió toda esta situación. Lo que tú dijiste al principio, Tatiana, nada es casualidad. Y mira, yo fui la primera que me acostelé de nosotras dos y ella vio todo ese dolor, todo ese sufrimiento, todo el abandono también por parte de mi papá, todo el dolor, todo lo que vivieron los otros hermanos. porque eso es una terapia muy poderosa, que se permite sentir físicamente, físicamente tú lo sientes, y yo podía sentir todo el miedo que ella sentía cuando el señor este la recorría, la persiguía con la máscara, podía sentir el dolor que ella sentía en ese patio abandonada, o sea, era una cosa impresionante. Y no teníamos, lo más curioso es que hasta ese punto yo no sabía nada de la historia de ella, y ella no sabía nada de la historia mía y fue wow, fue una locura. Y al final salimos siendo otras. No, yo te puedo decir que yo soy otra persona después de constelar. No, y yo también. Qué belleza esto. Yo también porque por lo menos, listo, hay unos hermanos que no nos conocimos, otros murieron mi mamá hay muchas cosas que no nos va a responder porque eso ya lo sabemos pero por lo menos yo me pude permitir ver algo la memoria de todos esos hijos es como el homenaje de todos esos hijos que mi mamá abandonó, que no se hizo cargo, que sufrieron también el abandono. Y nosotras hemos llegado a la conclusión de que energéticamente, emocionalmente, hemos hecho un proceso de homenaje a todos sus hermanos, que obviamente no lo vamos a poder hacer. Entonces, y es también eliminar miedos de nuestros hijos, ojalá nuestros hijos no repitan esto, ojalá no, ya uno ya con mucha conciencia, uno ya no acepta muchas cosas de pareja, de todas las situaciones, entonces, fue muy bonito vivir ese proceso, y bueno, esa terapia nos unió, nos unió, vuelvo y te digo, no somos así súper el chicle. No es necesario, hasta acá siento ese amor profundo. Pero sabemos que en el momento en que una de las dos no necesitemos, ya Pau sabe que tiene su familia en Cali, yo sé que tengo mi familia en Buga, y es es muy bonito porque mi otra hermana era como que, Cami, mucho cuidado, mira, tú no la conoces, y le decía a ella, hay algo muy claro, Tatiana, y uno en redes sociales, uno muestra una parte de su vida. Sí, sí, sí, la que quiere mostrar. Y ya cuando yo vi a esa mujer, ella es muy humorista, muy loca, digo yo, en esas redes sociales, y cualquier cosa tú la digo yo en esas redes sociales, cualquier cosa tú lo puedes ver en sus redes sociales de ella pero cuando yo estoy sola con ella, yo le digo a la gente y le digo a mi hermana, si vos vieras a esa mujer es súper cuerda, súper sensible, súper coherente y ese corazón tan noble porque hay algo que ella tiene un carácter fuerte yo digo que más fuerte que el mío pero detrás de ese carácter fuerte a veces así durita hay una gran mujer que la admiro yo decía que esto es un rompecabezas que encontraste Cammy en Pau que te faltaba y Pau en Rolcami que le faltaba ¿cuáles fueron esas piezas que encontraron? Mira, hoy lo hablamos porque en mi adolescencia yo era la oveja negra de los hijos que había entonces yo era la mujer extrovertida mucho maquillaje ropa corta mucha rumba, pues porque era mi forma de como de evadir esa realidad que yo tenía. Entonces tuve un tema con el tema del alcohol. La droga sí le tuve pánico, porque yo decía, yo no quiero terminar como mi mamá, no quiero terminar como mi mamá, y no quiero que mis hijos tengan esa mamá. Pero sí evadí mucho el tema del alcohol. Pues tuve un matrimonio de 16 años que acepto mi parte que también fue esa parte de ser Camila pero también fui muy juzgada porque yo en mis 24 años ya tenía tres hijos, entonces era como que véala, ya está repitiendo la historia de la mamá y mírela llena de hijos y entonces yo me gradué de bachillerato a mis 30 años entonces era, bueno yo, entonces fui muy señalada muy señalada y Tatiana yo me fui apagando entonces como esa esencia de esa Camila extrovertida humorística, todo yo la fui guardando porque la sociedad te dice tienes que hacerte una forma y si quieres salir adelante y si quieres perseverar compórtete de una forma porque ser original eso eso no vale. Entonces, yo con escapado, con sus lentejuelas, con su micrófono, y como ella es que ella dice, Camila, yo soy como soy, y mi esposo y mi familia, mis papás, todo el mundo me tiene que aceptar así, y bonito porque ella lo luchó, en ese momento lo luchó, yo en ese momento no lo pude luchar. Entonces, esa es como esa piecita que encajó. Entonces ahorita obviamente ya tengo un modo de pensar diferente, agradezco mucho eso que viví de niña, de mujer, porque es lo que me ha hecho ahora una gran mujer, una gran mamá, yo digo que ese ha sido uno de mis mayores logros, ser una gran mamá y dar lo mejor de mí, pues para mí, la labor que soy terapeuta holística, que debido a todo mi proceso de sanación, fue que me inicié y me formé, y entonces me conecto con las personas que llegan, no, es que mi hijo trocadito, es que mi mamá, es que mi papá, y yo les digo, venga, siéntese en un momento. Yo les explico. Claro, porque la gente dice, no, la terapeuta nos viene de una familia chabra, estudió y aquí está sentada. Y yo le digo, no. Yo entiendo. Hay un trasfondo detrás de todas estas terapias que uno aprende en una escuela de formación, pero realmente es la experiencia, son los dolores lo que te llevan a uno a servir a otras personas. Entonces yo digo, Pau, con su música es terapia. Porque ella con su música es terapia, con sus historias, con su este. Yo tengo mis páginas como terapeuta y tengo una tienda holística, entonces yo trato como de subirle contenido, pero a mí me cuesta. Y yo veo que ella lo hace y yo digo, yo quiero eso. Y lo que Camila dice es que también piensan, no, la terapeuta que tiene su vida muy bien puesta y me va a arreglar la mía. Lo mismo pasa conmigo. O sea, me ven como en redes, ay no, ella es la cantante, que no, pues que súper guau, que se casó con un productor y que es la nuera del Charrito Negro y entonces ella tiene la vida perfecta. No, chismes tan buenos, ¿cómo así? No, chismes tan buenos, ¿cómo así? Pero nadie sabe, bueno, hasta ahora que vean esto, pero nadie sabe todo lo que hay detrás de la cantante. Y es una locura. Claro. O sea, es un proceso de formación en la vida. Y de sanación, sobre todo. Y de sanación. ¿Has tenido la oportunidad de conocer la familia de Pau? Sí. ¿Y cómo se la llevó? El año pasado los conocí. Y hubo una conexión muy bonita porque su papá es demasiado sensible. Y cuando me vio, digo... Se puso a llorar. Digo, sí. Sí, sí, sí, sí hay, sí hay. Y yo entiendo cuál es el miedo. Obviamente cuando un papá... Es que mi hija es famosa, no, es que mi hija no está trepletada en plata, pues, para que vayas, y de eso algo que yo me he cuidado mucho con Pau, hay muchas veces, Camila, yo te invito, yo te gasto, ¿ves? Y yo trato como de, porque no quiero que vaya a pensar, pues, que vaya a ganar, pues, la hermana que le va a pedir a la famosa, no, entonces, trato de hacerme cuidadosa con eso. Su mamá, una mujer muy, muy callada, pero muy buena persona, y me llamó mucho la atención el nombre, porque mi mamá tiene una hermana que se llama igualito a la mamá de Pau. Entonces yo decía, ella tiene nombres en su familia, su hijo se llama Juan, y mi hermano mayor que ya no vive se llamaba Juan, y ese fue producto de una violación de cinco hombres de mi mamá. Ahí está el trasfondo de Sandra, o sea, ahí está el enredo. supo ser mamá, porque hay una historia muy fuerte, ¿ya? Entonces, y conectábamos de que y por qué existe este nombre, y mira, con eso entonces yo conozco ese papá y esa mamá de Paula y yo les agradecí y les dije gracias por todo lo que le dieron a ella muchísimas gracias yo veo que ella pone sus fotos sus estados de evento, de ella como honra a su mamá en sus cumpleaños y a mí me parece muy lindo porque a comparación de Pau, ella tiene un amor por una mamá, así no sea biológica, y la ama y la admira y la respeta, digamos que a mí me ha costado mucho tener ese sentimiento por mi mamá, porque por lo menos yo admiro mucho la gente que dice, yo por mi mamá doy la vida, pues yo no estoy diciendo que por la mía no haría muchas cosas, pero no haría la vida. En ese momento, y es entendible. Y yo digo, qué rico sentir ese sentimiento y sentir esa emoción. Yo fui a la casa de Pau y en la sala de su casa tienen las fotos de los matrimonios de sus hijos. Y yo un día dije como que, yo no soy en la sala de la foto de ninguna mamá, ni ningún papá porque pues de prolecia yo a ella no te perdiste de mucho porque vos tenés un reconocimiento que yo nunca tuve porque yo no voy a tener una mamá que ponga una foto del matrimonio mío ni de mis hijos en su sala y son pequeños detalles Tatiana, mira, que a veces uno ve la abundancia como económico, dinero, dinero dinero, y yo digo esos pequeños detalles valen más que cualquier dinero que exista en el mundo que decir a la cabeza de tu hermana y pa' tiene un reconocimiento y ella no lo tuvo con su familia biológica, pero lo tuvo con sus padres adoptivos. Pero yo no lo tuve de nadie. O sea, a mí me tocó formarme solita. Y sí, hubo mucha gente en el camino que amo y han vivido mis procesos. Perdón. Y hay una familia demasiado bella que adoptó una de mis hermanas y ellos en su momento me adaptaron a mí pero me adaptaron en un momento de rebeldía mía impresionante y no pudieron conmigo, entonces esas personas no pudieron conmigo no porque no me quisieran ni no porque yo era demasiado difícil, pero sí lo hicieron con mi hermana mi hermana la aman y esa foto de su matrimonio está en la sala de ellos. Entonces, para mí son cosas que yo lo veo, yo digo, gracias a Dios, no lo tuve, hay muchas cosas que yo no tuve, pero mis otros, algunos hermanos sí, hay otros que también nos vamos a quedar así. No, yo lo imprimiré entonces una foto bien grande y la voy a poner en la sala de mi casa. Pero mira que son detalles que la humanidad también nos vamos a quedar así. No, yo la imprimiré entonces en una foto bien grande y la voy a poner en la sala de mi casa. Ay, sí, qué divina es esta. Pero mira que son detalles que en la humanidad no nos ponemos a ver, o sea, a ver, que son demasiado importantes en la parte emocional. Muy, uy, muy. Pau, ¿quisieras conocer a Sandra? Ahora sí. Sí. Hace cuatro años cuando pasó todo, que me di cuenta de todo, yo odiaba a Sandra. Claro. Noace cuatro años cuando pasó todo, que me di cuenta de todo, yo odiaba a Sandra. No hace cuatro años, toda mi vida yo la había odiado. Y era, yo pasé por episodios de depresión muy fuertes y mi manera de deprimirme o no sé, era siendo agresiva, tuve muchos problemas de comportamiento y me daba unas crisis muy fuertes y cada que me daba una crisis, yo lloraba y yo decía, la odio, porque siento esto por lo que ella me hizo. Sí. Cuando aparece, el sentimiento seguía, yo no te voy a decir, ay no, todo fue, no, yo tenía mucho resentimiento, rencor, yo decía, yo la voy a encontrar y la voy a confrontar, pero he entendido tantas cosas en estos cuatro años, y cuando a mí Cami me dice, me dice, Pau, te voy a contar, a mi mamá a sus 14 años la violaron cinco hombres, y desde ahí ella no quedó bien. Cuando ella me dice eso, es como que yo dije, ¿yo por qué estoy juzgando a esta mujer? Si es que nosotros somos víctimas de una víctima. Total. Y ahí empieza mi sanación de verdad. Porque la verdad te hace libre. Y cuando yo entendí la verdad de todo lo que había pasado, me siento ya tranquila y yo ahorita si veo a Sandra, yo sé que yo la voy a ver con ojos de amor, me encantaría y le pido a Dios que cuando eso pase ella no esté drogada que es difícil lograr eso pero yo creo en los milagros, yo creo en Dios y yo sé que, yo le pido a Dios que me dé eso, de poder reencontrarme con ella y que ella me mire como su hija ya no me importa nada yo no necesito que me explique nada yo no necesito que me pida perdón, nada yo simplemente yo quiero verla abrazarla y decirle mamá te perdono, te honro me diste la vida y sea como sea aquí estoy y poder cerrar eso. ¿Sabías que este episodio podría llegar a manos de ella y verlo y escucharlo? ¿Y qué pasaría si en este momento está Sandra ahí viéndolo, mirándote, quizá no a los ojos de frente, pero a través de la pantalla, qué le dirías? Que no hay nada que perdonar. Que descanse. Toda la depresión y la droga y todo el mundo en el que ella vive es producto de la culpa que ella siente por todo lo que hizo con nosotros y si tiene culpa por mí que ya no la tenga yo la perdono le agradezco, yo la quiero y siempre voy a honrar a Sandra porque me dio la vida por el simple hecho de darme la vida, ya lo que pasó, pasó, ya el capítulo, ya y siento que ya, yo ya con amor, yo ya la puedo ver con amor y yo le puedo decir a Sandra descanse, ya no sufra más, ya todo está saldado, ya no hay nada que reprochar. ¿Qué ves en Paula, cómo la describes, cuáles son esas cosas que te llevas cuando dejas de verla y te vas para tu casa y dices, ay Paula es esto? ay Paula, es esto es una ayuda sin ella darse cuenta porque ella me ayudaba a sanar porque imagínate que una mujer, una hija que no la conoce la hable así de esa mujer que la abandonó así es también una lesión de vida para mí porque, vuelvo y te digo Tatiana la gente cree que porque uno es terapeuta ya uno es un ser de luz iluminado y que ya uno no siente para mí lo personal ha sido un proceso y escuchar esas palabras de Pau a mí me ayuda mucho porque yo también después de la constelación empecé a ver a mi mamá con esos ojos de tomarla de darles las gracias y entender el por qué, porque es muy fácil para uno como ser humano señalar y juzgar y decir, es que es mala, y es que sí, es lo más fácil, sí, o sea, pero cuando uno dice, o sea, hay un para qué y un por qué, uno dice, entonces, Pau ha sido, ¿Por qué? Uno dice, entonces, Pau ha sido... Esa parte también me ayudaba mucho porque, digamos que en Cali, yo soy la única de todos los hijos, yo soy la única en Cali, y Pau es la más cerquita que tengo. Entonces, a veces le doy ánimo, ella me da ánimo a mí, porque tenemos nuestros tíos. Y sí le he dicho a ella los últimos meses es mamá cada vez se ve más allá que por acá ¿Tienes contacto con ella? ¿Hablas con ella? Sí, sí, cuando tengo oportunidad, bueno con mis otros hermanos hicimos muchas cosas por ella, en fundaciones de rehabilitación hicimos, no hicimos, pero una vez me dice, una de mis hermanas me dice, Camí, estamos ayudando a una persona que nunca nos ha pedido ayuda y ahí entendí porque ella luego nos dijo, es que ¿por qué me ayudas si yo nunca la he pedido? y lo que dice Pau es muy cierto o sea, ella evade toda su realidad de todo su dolor y todo lo que ha hecho en las drogas. O sea, es entendible. Yo digo, antes es una mujer fuerte. Y de hecho yo le decía a Paola, quédate con esto, que Paola no la conoce. Y es, los trabajadores que somos todos sus hijos echados para adelante, eso fue la Sandra que en su momento de juventud era. Sí. Que las circunstancias y sus decisiones la llevaron a, pues, a terminar. Claro. O a estar como está. Pero hubo una mujer en su momento que fue muy trabajadora, muy berraca, muy luchadora. Y eso nos lo quedamos todos los hijos. Todos. Mira, Tatiana, es increíble que de esta historia, ninguno de sus hijos tiene problemas de drogadicción ninguno de sus hijos fue a una cárcel, entonces al final el mensaje que yo tengo que dar en esta historia es se puede se puede ser diferente y hay que agradecer a esas personas porque yo por lo menos digo de mi mamá aprendí a ser una mejor persona y cuesta mucho entenderlo y perdonarlo y entendí que gracias a todo eso que pasó y gracias a esa mujer porque tenía que ser ella y la vida fue como fue y luego la vida empezó a darme recompensas que lindo, ella tiene conocimiento del estado actual de Paula, le has hablado La vida fue como fue y luego la vida empezó a darme recompensas. Qué lindo. Ella tiene conocimiento del estado actual de Paula. ¿Le has hablado? ¿Le has contado? Sí, pero mi mamá, pues como te digo, Tatiana, ella no está en condición de calle ya. O sea, por más de que le hemos pagado un cuarto, ella vuelve a su estado. Entonces, puede que gente que le regala reciclaje, que le ayuda económicamente, pues vean esto y le hagan así, Sandra. Hay un mensaje. entiendan de que en medio de tanto caos, de tanta oscuridad, de tanto abuso, de violación, de abandono, de rechazo, pues al final hay unas historias bonitas. Y un encuentro de ustedes dos. Y un encuentro que ya por lo menos Pau puede decir, tienes tu familia adoptiva, pero tienes origen, ¿de dónde vengo? De hecho, lo que dice Cami de juzgar, y esto yo sí quisiera decirlo, es que la sociedad de la gente es cruel. Sí. Y la gente para hacer juicios es rapidísima. Y yo sé que esto lo va a ver mucha gente y la gente puede comentar lo que quiera. Claro. Y yo quisiera como que no vieran a Sandra desde el, desgraciada, pero ¿cómo fue? No, porque es que ni siquiera nosotras lo estamos haciendo. A nosotras ya no nos, ya eso no nos trasnocha. No es verla desde, desde ella es mala. ¿Qué mujer tan mala? ¿Qué madre naturalista? No, así es la vida. Y fue la mamá que les tocó. Así fue. Pero lo importante no es lo que les tocó, sino lo que ustedes están haciendo. Lo que elegimos hacer. Lo que decidieron hacer con esto que les tocó. Y si no la juzgamos nosotros, nadie más tiene por qué hacerlo. Sí, para nosotros es muy importante. Las dos estamos muy de acuerdo, con mi otra hermana también. Hemos cuidado mucho esa parte de que vengan personas de afuera a decir, no, pero qué valientes ustedes. Y esa señora, ojalá, no lo permitimos. Qué lindo. Es nuestra mamá. Cuando Pau y yo nos contactamos al principio, tuvimos unos meses de no tener comunicación porque yo fui a la defensiva, y le dije, está bien, te abandono, pero no voy a permitir que vayas a tratarla mal o a referirte de ella de cierta forma maluca. Y Pau en su momento estaba pues obviamente muy insana con otros pensamientos y era como que, y entonces le salía de ver porque pues me abandonó y todavía tengo que respetarla pero con el tiempo uno entiende que pues obviamente no era así sino que yo también quería cuidar, pues que para mí esa mujer al final me dio la vida y con el pasar de los años, en esos cuatro años, ya luego nos unimos en el camino las dos y sacamos la misma conclusión, agradecimiento. Y ahí es donde te das cuenta que sí sanaste. Total, lo puedo notar. Ahí es donde de verdad duele y uno llora al contarlo, claro, porque duele, pero que al final puedas decirlo tranquilo y puedas sacar a la conclusión de que, sea como sea, fue la mamá que Dios nos dio, es sanar, después de que nos sigas en el rencor de señalamiento y todo, no. Tengo el deseo de que le hables, Pau, sobre todo a esas mamás que están buscando hijos que no los han encontrado de manera natural, ni por tratamientos, y que han hecho todo, todo, todo, hasta lo imposible por tener un bebé. ¿Cuál es ese mensaje, ahora escuchando tu historia sobre la adopción, y cómo es de especial dar una oportunidad a un niño, a una niña que está abandonado y que está buscando un hogar. Creo que nadie mejor que tú podrías hablarle a esas mamás. Pues sí, de por sí ya tener hijos es un acto de amor. Ahora adoptarlos es un doble acto de amor. Sí. Porque hay infinidad de niños y niñas esperando eso. niñas esperando eso. Hay muchos niños que al igual que yo, yo conté con la fortuna de que doloroso y todo, pero a mis seis años estuve en la familia. Hay niños que se quedaron a toda la vida. Nadie les dio la oportunidad. Y si pueden hacerlo, ¿por qué no hacerlo? Hay un mito, y es una falsa creencia de que no, yo no adopto porque es que esos niños vienen con quien sabe que resabios. Sí, pero es que los hijos naturales también. Nada te va a garantizar que los hijos sean perfectos. Así, te salgan de la barriga. y sanarle su corazón esa es la adopción ese es el verdadero acto y si hay la posibilidad ¿por qué no hacerlo? ese es uno de mis sueños, junto con mi esposo yo, gloria a Dios, yo tengo un hogar hermoso es de lo más bello me emociona decirlo porque nunca me imaginé romper el ciclo nunca me imaginé tener un esposo maravilloso que es un hombre maravilloso, lo puedo decir, porque uno sabe lo que tiene. Tengo un hijo hermoso que no repitió la historia, que tiene a su mamá, que si tiene que ver matar por él, lo hace. ¿por qué? porque alguien me adoptó porque alguien me dio esa oportunidad ¿por qué no hacerlo? y ese es uno de nuestros sueños como familia más adelante queremos hacerlo queremos cambiarle la vida a alguien es darle vida a alguien ¿cuál es el mensaje para tus papás? no, mis papás ellos, yo no tengo necesidad de muchas palabras porque es que todo está dicho, mis papás, ellos, yo no tengo necesidad de muchas palabras, porque es que todo está dicho. Mis papás son las personas más importantes de mi vida. Mis papás son de avanzada edad. Mi papá más. Y yo muchas veces le digo a mi esposo, ¿yo qué voy a hacer el día que mi papá ya no esté? Porque mi papá es todo, mi mamá es todo y yo digo, ahí va a llegar otra prueba de la vida. mi superhéroe, es que no es que se muera un papá, cualquiera, una mamá, cualquiera, es que llegara a faltar la gente que me devolvió la vida. Y trato de no pensar en eso, pero sé que es el transcurso natural de la vida. Pero antes de que eso de pronto llegara a pasar, y espero que sean muchos, muchos años, mi papá dice que él va a durar cientos de años y yo le creo,. Antes de que eso pase, yo quisiera que ellos sepan que yo estoy agradecida y me siento orgullosa de los papás que tengo. Porque son los mejores papás del mundo. Hicieron lo que soy y se desvivieron por hacer la Paola que soy. Y son los mejores papás y los amo y vivo agradecida y los llevo con orgullo donde sea, siempre son mis papás. Mi mamá no me parió, mi papá no me dio la sangre, pero son mis papás y a mí nadie me va a quitar eso. No hago sino pensar en Vanessa. Esa niña que convivía contigo allá en ese hogar, de paso. Pues, Tati, quien está viendo esto sirva para que me vea ¿qué le dirías? correr y abrazarla fue una parte muy importante en mi niñez fue algo muy que me atormentó muchos años de pensar qué pasó con Vanessa. Pues si Vanessa nos está viendo y nos está escuchando, necesitamos terminar de completar esta historia porque seguro, seguro, esto apenas está empezando, nos podríamos quedar hablando aquí una eternidad, pero creo que hay momentos donde las palabras sobran, esta historia está hermosa, ustedes dos tienen un amor bien especial, me han dejado unas lecciones de vida lindas, tremendas al principio hablábamos del para qué ¿ya lo entendieron? por supuesto somos el hilo rojo, la leyenda del hilo rojo, Camila y yo y mira Tatiana, yo te digo algo que estábamos de acuerdo, te digo algo que estamos de acuerdo en muchas cosas y es este es un cierre con broche de oro, este podcast este podcast, porque es el cierre de un broche de oro para en lo personal 14 años de terapia fueron 14 años que a mi me tomó y en esos 14 años me formé Para ayudar a otras personas Y hoy me doy por muy bien servida Y me siento muy agradecida Y agradecida contigo Por darme el espacio Por darnos este espacio De ser tú Quien dé el broche de oro De esa sanación Que uno lo necesitaba Y una cosa es uno contágelo a los amigos y la familia y que lo sepan, y otra cosa es que demasiadas personas se van a sentir identificadas y van a decir, ok. Es un mensaje de perdón, de perdón. Hay gente que vive tan amargada, con tanto dolor, y obviamente no los juzgo, es un proceso, pero yo pienso que lo que nosotras vimos fue muy fuerte es de novela, es de película y si nosotras pudimos yo tengo un lema en mi vida, si yo puedo, tú también puedes, vos podés tal cual y si nosotras pudimos, pues vos podés, y cuando yo le dije a Camila le dije yo, Camí vos conoces vos podés, Y cuando yo le dije a Camila, le dije yo, Cami, ¿vos conoces, vos podés? Cae, cae. ¿Qué? ¿Cómo no voy a conocer, vos podés? Yo soy fan número uno. Y yo le dije, es que hay la posibilidad de que nuestra historia salga de ella. Y ella dice, no, no lo puedo creer. Allá sí, porque Pau se la propuso. A mí me han pintado esta historia en muchas otras cosas, pero no, no, era acá. Y yo dije, admiro el formato de Tatiana, allá es. Allá sí. Qué lindas, qué honor. Bueno, mujeres, yo les tengo una invitación a ustedes y a todas las personas que nos están viendo y escuchando, y es que como vos podés, es un movimiento, estamos en movimiento. No nos vamos a quedar solamente con lo digital, también vamos a estar en vivo. Tenemos una gira en teatros acá en Colombia. Ar arrancamos el 8 de mayo en el Astor Plaza, en la ciudad de Bogotá, luego nos vamos al Teatro Calima el 17 de mayo, luego nos vamos para Medellín, vamos a estar también en Bucaramanga y en muchas ciudades, porque lo que más sueño es encontrarme con ustedes, esto tiene que trascender, no se puede quedar solamente en la pantalla sino que este efecto, esta magia que ustedes están sintiendo acá, claro y para todas las personas que quieran asistir a vivir esta experiencia, para que nos miremos a la cara y ustedes conozcan lo que es Vos Podés desde adentro ahí está el código QR para que lo escaneen y corran a comprar sus boletas porque de verdad quiero llegar a todas las ciudades de Colombia con este movimiento maravilloso mujeres gracias me tocaron el corazón, que historia tan bella apenas se han visto 4 o 5 veces y tendrán mucho mucho mucho para verse y para seguir compartiendo y que honor saber esto de que esto como un cierre un broche de oro en esta historia y siempre está como cuando empiezan las piezas a encajar, me quedo con una frase muy linda que ustedes dijeron, y es que el ciclo no continúa, el ciclo se rompe, no se repite. Ya. Yo creo que esa era nuestra misión en la vida, romper con eso. Ya, el círculo se rompió, el ciclo se rompió. Sanamos nosotras, sé que Sandra va a sanar, si ella ve esto, yo sé que puede sanar, y a nuestros hijos no les va a pasar, créeme que no les va a pasar. Encontraste tu historia, cumpliste el propósito. Lo logré. Te diste a conocer, y ahora tenemos una deuda, si aparece Vanessa, ¿me cuentan? Claro. Si aparece Sandra y te busca también. Ahí vamos viendo qué sucede en la marcha. Sí, sí, sería muy lindo, sería muy lindo porque ella también es un personaje, su mamá es un personaje. Pero miren, los sueños se cumplen y a mí me tardó 30 años cumplir el mío, encontrar a mi familia. Qué lindo. Y se sana. Por mi parte, el mensaje es se sana. Sí se puede sanar. Y se sana. Por mi parte el mensaje es, se sana. Sí se puede sanar. Y se puede reconstruir la historia. Qué gran lección. Qué linda historia. Muchas gracias, Tatiana. A ustedes por estar acá. Y ya nos dimos cuenta que vos podés. Vos podés. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast Vos Podés, el podcast