
Mi hermano subió mis fotos íntimas a página p*rn0: Invitada - Sara Restrepo
23 de abr de 2025
En este episodio del podcast "Vos Podés", Tatiana Franco conversa con Sara Restrepo, quien valientemente expone su historia de victimización por parte de su hermano. Sara fue víctima de la difusión de sus imágenes íntimas sin su consentimiento, lo cual fue sólo una parte de un largo historial de abuso emocional y físico que sufrió en su entorno familiar. Este episodio pone sobre la mesa temas de violencia intrafamiliar, machismo y el proceso de encontrar la libertad personal a pesar del entorno opresivo.
Capítulos
Introducción a la historia de Sara
Sara Restrepo comparte cómo comenzó a conectarse con la comunidad del podcast a raíz de historias similares a la suya. Aunque su historia es única en su género, resuena con muchas mujeres que han sufrido violencia en sus hogares. En un ambiente de machismo disfrazado de matriarcado, Sara enfrentó un entorno violento desde su niñez.
Una familia machista y violenta
Sara cuenta su experiencia de crecer en un hogar liderado por mujeres que, sin embargo, perpetuaban dinámicas machistas. Desde una edad temprana, Sara aprendió a guardar silencio para evitar la violencia y enfrentar las agresiones no sólo de su hermano, sino también de otros miembros de su familia.
El impacto del abuso: un hermano violento
A lo largo de su vida, Sara fue víctima de los abusos y el control emocional de su hermano Pablo, quien usaba su posición en el hogar para intimidar y manipular. Este control derivó no sólo en violencia física sino también en la divulgación de imágenes íntimas de Sara.
Resignificando el dolor: el proceso de libertad
Sara expone cómo, a lo largo del tiempo, buscó ayuda y apoyo fuera de su núcleo familiar. Al compartir su historia y recibir apoyo de otras mujeres y de la comunidad en general, comenzó a encontrarse con posibilidades de una vida libre del control opresivo de su entorno familiar.
La justicia finalmente llega: un giro en la historia de Sara
El capítulo culmina con la captura de su hermano Pablo, lo cual simboliza para Sara el inicio de su verdadera libertad. Aunque le ha deseado lo mejor a su hermano, espera que la reclusión le brinde a él una oportunidad para la reflexión y el cambio personal.
Conclusión
El episodio cierra con un poderoso mensaje de Sara hacia aquellas mujeres que están en situaciones similares: no están solas, y el poder de hablar y compartir sus experiencias puede ser el primer paso hacia la recuperación y la libertad. Tatiana y Sara enfatizan que la libertad es un derecho que merece ser luchado. Además, invitan a las mujeres a empoderarse mutuamente y a construir redes de apoyo para superar las adversidades impuestas por sistemas machistas y violentos.
Menciones
- (Persona) Sara Restrepo
- (Persona) Tatiana Franco
- (Persona) Mariana
- (Persona) Pablo (hermano de Sara)
- (Lugar) Colombia
- (Lugar) Bello, Antioquia
- (Org) Vos Podés
- (Concepto) machismo
- (Concepto) violencia intrafamiliar
- (Concepto) libertad personal
- (Concepto) difusión de imágenes íntimas
- (Fecha) 6 de septiembre (captura de Pablo)
Sara Restrepo fue víctima de difusión de imágenes íntimas sin su consentimiento. Lo más aterrador es que el victimario fue su propio hermano. Esta es la historia de una mujer valiente que se atrevió a denunciar lo que muchas callan. Cada semana se suma más gente a esta comunidad de diferentes países y, por supuesto, de Colombia. Así que si están en Colombia, les tengo una invitación muy especial y es a que nos encontremos en teatro. Tenemos una gira nacional por 10 ciudades, Bogotá ya está sold out, pero también vamos a estar en Medellín, en Cali, en Pereira, en Bucaramanga, en Barranquilla, entre otras ciudades maravillosas de mi Colombia bella. Y aquí en este banner ustedes pueden escanear el código QR para que compren sus boletas y nos encontremos en esta experiencia maravillosa Vos Podés en Vivo no será un podcast será un encuentro poderoso así que por allá los espero y las espero y por otro lado tenemos estreno de episodio con una invitada muy especial y cuando digo especial es porque las cosas cuando están destinadas a ocurrir ocurren, buscan la manera, buscan la forma. Hoy está Sara con nosotros para hablar de una historia muy íntima, muy personal y muy privada, y siento que eres muy valiente por estar acá, porque no cualquiera se atreve. Sara, muchas gracias. Muchísimas gracias a ti, Tatiana, por este espacio y por permitirnos a las mujeres hablar y resignificar nuestras historias. Sara llegó a nosotros conectada con un episodio que publicamos recientemente, el episodio de Mariana. Mariana denunciaba un caso de un perfil falso, de una relación y un acoso bastante pesado por parte de un hombre a través de una aplicación, posterior a eso redes sociales. Y cuando nosotros publicamos este episodio pues Sara se conectó con muchísimas mujeres que se solidarizaron con Mariana pero lo que nos llamó la atención es que Sara nos envió un mensaje a través de su red social que además nosotros republicamos quiero un mensaje con tu voz y no quiero ser yo quien lo diga sino tú, más o menos recuerdas lo que nos decías en ese mensaje? Sí, que Mariana no estaba sola y con lo que conecté fue precisamente con que la culpen, que la culpen por lo que sucedió. Y recuerdo que el mensaje era Mariana no está sola, a mí también, mi hermano me publicó, a mí también, mi hermano me hizo lo mismo, mi familia me hizo sentir culpable, mi hermano está hoy en un lugar que nadie quisiera estar, porque nadie quisiera estar pagando consecuencias tan duras. Pero yo también fui víctima de algo similar y le creemos. Ese era el mensaje contundente. Le creemos a Mariana. Espérate, porque la historia de Mariana no tiene nada que ver con un hermano y por eso realmente quedamos impactados en el equipo de trabajo y no solamente nosotros. En el equipo de trabajo, y no solamente nosotros, mucha gente nos escribió. Después de tu menso, todos quedamos en shock. Y ya lo has dicho todo, y por ahí es donde hay que empezar. Por tu hermano. ¿Quién es tu hermano? ¿Cómo está configurada tu familia? Ok, bueno, sí, porque esta historia es muy larga, es una historia que no es de una publicación, sino que es una historia que se atraviesa toda la vida. Yo crecí en un matriarcado, Tati. Yo crecí liderada por tres mujeres, mi abuela, mi tía y mi mamá, y en mi casa pues habían otros dos hombres, pero fui criada en un matriarcado machista, en un matriarcado donde las mujeres, si nos quedábamos calladitas, evitábamos problemas. Nos veíamos más bonitas. problema. Entonces mi abuelita siempre decía la frase como, pero ¿pa' qué le responde? ¿Cierto? Eran ese tipo de frases cuando yo estaba pequeña. ¿En qué ciudad naciste? En Medellín, en Bello, Antioquia. Ok. Y en Bello yo siempre escuchaba ¿por qué le respondiste? Cuando estábamos pequeños, se enojó porque yo no le presté el televisor y teníamos 10 años y me pegó. ¿Pero por qué le respondiste? ¿Qué lo pudiste haber evitado? pues ¿quién te manda? entonces yo siempre de verdad creí que algo yo hacía para que mi hermano se enojara no solo mi hermano, porque esa ya es una creencia que se establece en uno como mujer y eso lo hace a uno hasta permitir relaciones externas a la familia de la misma forma, violenta. Uno se convierte en alguien violento porque a la final te cansas de que te digan que te quedes callada y que a pesar de que te quedes callada las cosas sigan pasando. Entonces, sí, crecí en una familia realmente, siento yo, muy machista. Eso por el lado de mi madre, por el lado de mi padre, muchas personas separadas mis padres y por el lado de mi padre muchas personas académicas, entonces peor que me hacía dudar porque habían jueces, magistrados, abogados, profesionales, entonces cuando tu abuela viene del campo, viene de una vida tradicional, tú dices de pronto el desconocimiento hace que este tipo de cosas sucedan, pero cuando hay conocimiento, ¿por qué también sucede? ¿Por qué le seguimos diciendo y por qué nos siguen diciendo a las mujeres que somos culpables de la decisión que alguien toma de vulnerar? Y eso siempre lo escuché en mi familia, siempre. Y mi hermano escuchaba, yo recuerdo mucho una historia, Tati, que contaban cuando yo estaba pequeña, y le contaban así como a las vecinas cuando llegaban a tomar tinto a la casa de mi abuela. Ah, imagínense que el niño es tan inteligente que aprendió a leer solo. Y le dijo a Sara, ¿qué significa la F, la E y la O? Pum, le pegó. Ja, ja, ja, ja. Y todos reían, porque el niño era muy inteligente y le pegó a la niña entonces ese tipo para que más o menos se hagas una idea y se hagan una idea a todas las mujeres que nos están viendo y quienes hoy también están criando de pronto hijos e hijas y ven esas situaciones y de pronto inconscientemente hacen lo mismo están haciendo un daño muy grande a las niñas porque eso no es así uno no se ríe de la violencia de una persona uno uno no se ríe del golpe que le dan a alguien, así crecí. ¿Dónde naciste? Nací en Bello, Antioquia. Departamento divino acá en Colombia. Feliz, porque ahora, adulta, que uno se hace cargo de uno y que tienes que resignificar en terapia y en mil momentos con otras mujeres las historias, yo me doy cuenta que realmente siempre evitaba estar en mi casa, siempre. Entonces yo salía del colegio y me iba para donde mis compañeras, pues estaban porristas, danzas, tuna, todo lo que me ocupara en el colegio. Como para huir de esto que estaba pasando en tu casa. Pero eran solo ustedes dos, tu hermano y tú. No, en mi casa vivían las tres mujeres, mi abuela, mi tía y mi mamá. Y había un abuelo que también, demasiado violento, llegó a sacarle el papillo a mi tía discapacitada, que murió hace seis meses. La persona que me crió, sí, era una tía discapacitada, la persona más fuerte que yo conocí en mi vida, y era tan fuerte que se atrevió con su discapacidad y todo a enfrentársele a su papá, y siempre fue mala, contestataria, y yo crecí viendo a mi abuelo sacarle el cuñón a mi tía. O sea que a lo largo de la historia familiar en tu casa las mujeres han callado, prefieren callar, pero además estoy entendiendo que habían habían muchos hombres violentos a tu alrededor si Tati, es que pues ya esto me corresponde hablarlo porque mi mamá ya lo habló y ya lo habló y ya lo dijo y ya dijo las razones por las que no, pero mi mamá también fue por su hermano entonces cuando tú conoces esa historia tú te das cuenta que las cosas no vienen porque si, es un permiso y es una cosa tácita y que se da entre familias. Ese permiso de violencia se dio desde hace muchos años, antes de que yo naciera. Porque es cuando mi mamá le dijo a mi abuela, es decir, que cuando mi mamá le dijo a mi abuela, ve, mira, mi hermano hizo esto, yo llegué y estaba haciendo esto y me invitó. Mi abuela le dijo, no vayas a decir nada, que tu abuelo lo acaba. Quédate callada. O sea que si le hubiese pasado algo al hermano hubiese sido culpa de mi madre porque habló entonces es, por eso yo digo Tati, hoy yo aquí no estoy solo sentada por mí estoy por mi abuela, por mi mamá por mí y por todas las mujeres que escuchen y que se han creído la culpabilidad de la violencia ¿Eres consciente que en este momento muchas mujeres están diciendo me veo ahí, esa es mi historia? Sí, porque me lo dicen. Mira que a mí no me gusta mucho la palabra eres muy fuerte, que me cansé, porque uno se cansa de ser fuerte, porque generalmente la fuerza se iguala a la obligación de resistir, de aguantar. Entonces porque es fuerte ella aguanta. Siento que esa frase de que era muy fuerte, yo era muy fuerte, bueno, a Sara no le pasa nada, es como si nunca me hubiese pasado nada. Yo crecí, Tati, pensando que todo estaba bien. Como te digo, crecí pensando que tuve una infancia muy feliz. Entonces, yo era la que hacía reír a todos. Claro, ese camuflaje que uno, para pertenecer, porque todos tenemos deseos a pertenecer, eso es natural, y más en la familia, entonces uno inconscientemente creo que siempre hace cosas para estar ahí, para que lo tengan en cuenta, y para estar bien visto, entonces yo siempre fui la persona que hacía reír a la familia, yo remedaba a las personas, era la histriónica, la que siempre, o sea, no, entonces claro, cuando pasaban estas cosas, Saras me fue, Saras me fue, pero nadie decía, ¿qué te pasa? ¿qué te pasó? ¿Cómo era la dinámica con tu hermano? Cuéntanos, una tarde, una mañana, cualquiera, ¿con qué comportamientos te empezaste a encontrar por parte de tu hermano? Es que mi hermano fue una persona adicta a las drogas desde joven. Estuvo en rehabilitación a, por ejemplo. Entonces él siempre, y eso sí, es una persona súper amable, es una persona súper cordial. ¿Tu hermano? cordial, es profesor, le encanta enseñar, entonces como decía yo, se camufla, y así son las personas violentas, se camuflan, entonces todos te dicen Pablo, tú era mal imposible no hay manera de que sea así si no lo han visto reaccionar yo crecí viéndole a él pegarle a mi mamá por ejemplo entonces mi mamá llegó a ir al trabajo Tati, y mi hermano tenía 8 años y mi hermano le redentó él pegarle a mi mamá por ejemplo entonces mi mamá llegó a ir al trabajo Tati y mi hermano tenía 8 años y mi hermano le redentó el ojo a mi mamá no te creo a mi mamá le decían en el trabajo porque pasaba de todo ella era la que trabajaba sostenía una casa, yo vi a mi mamá sostener 7 personas sola con la ayuda económica de mi papá porque eran separados pero solo económica y ustedes dos únicos hijos. Y nosotros dos, los únicos hijos y los niños de la casa. Entonces, claro, la violencia, yo creo que pocas veces en la vida, si pueden ser dos o tres, ha sido violento con hombre. Siempre solo es valiente con las mujeres. O sea, me has impactado con esto, de que tu mamá llegaba a un lugar y tener que contar la historia, bueno, no contarla, más bien callarla, de que esto pasó en la casa, pero pues no sé qué historia contaba, pero ella que le contaba a su entorno más cercano, lo exponía, lo protegía, hablaba con él, o sea, cómo era esa dinámica de mamá, hijo, violento además. Es que mira que fue un niño que si tú te das cuenta creció en esa familia violenta ¿cierto? entonces mi mamá no estaba en todo el día, mi mamá llegaba en la noche y en la noche le ponían queja entonces le ponían todas las quejas del mundo el niño era un problema en el colegio pues era un niño situación compleja en el colegio entonces siempre la llamaban del colegio no es que él no quería hacer nada ya después que se dieron cuenta que tan pequeño estaba consumiendo drogas, era que en el buzo se ponía un líquido. Entonces estaba en el colegio, los rectores se enamoraban de él porque claro, como te dije, era el inteligente de la casa. que yo no era pero cero usando era la bruta era la bobita yo era la que no entendía no entendí que me dijo de feo pues entonces yo me crees yo crecí pensando es lo que sí creyéndome lo el inteligente era el el que entendía era él y no sólo eso sino que claro es que se da cuenta sólo cuando él se enoja pero no cuenta que le hizo y lo que yo siempre digo, Tati, ahorita, si está bien que todos podemos llegar a ser groseros en algún momento, pero la reacción de otra persona no es mi culpa. Eso ya lo sé hoy. Como decías, reaccionar tú frente a algo que yo haga no es mi culpa. Es tu decisión. Y por ejemplo, ¿la figura de autoridad en casa existía por parte de tu mamá? ¿O sencillamente hacían las cosas bajo lo que tu hermano ordenara? Esto era de acabar la casa, esto era de golpes, esto era de que yo antes de conocer a un hombre ya trabajaba en la vida fácil según él, él me gritaba desde pequeña y a mi mamá y a todos, entonces todas las mujeres era una cosa denigrante porque no era una rabia común, era de verdad da terror. ¿Qué le detonaba a él eso? ¿Qué le detonaba a él eso? Que no le dieran cinco mil, que no le sirvieran, que no le hicieran algo, o sea, eran cosas mínimas. Que no le prestara el televisor, o sea, que yo estuviese sentada en el televisor y él quería ver televisión y yo le decía, no, yo estoy viendo un televisor. Pelea de hermanos normal. No, eso no terminaba en una pelea de hermanos, eso terminaba en que me arrastraba por el pelo. Imagínate, Tati, que yo tendría más o menos unos 13 años y claro yo era la amiguera por la cuadra en el barrio donde crecí y todos querían compartir todos compartíamos un día me dicen a invitar a tu hermanito ay no por favor no por favor mamá pero invítalo que pesar y una amiga no pues que pesar porque te digo nadie hasta que lo ve entiende la magnitud de una rabia de mi hermano es miedosa más adelante te contaré que mis hijos también fueron sus víctimas Digo, nadie hasta que lo ve entiende la magnitud de una rabia de mi hermano. Es miedosa. Más adelante te contaré que mis hijos también fueron sus víctimas. Pero es un miedo impresionante. Es una rabia. Entonces yo decía, no, por favor, no lo inviten. Pues mis amigas lo invitaron. Entonces el plancito de adolescentes, viendo películas, íbamos colada. Y se me regó un fresco y le cayó en la cara. Dios. Tati, yo estaba al lado del niño que me gustaba y le agarré la mano. Recuerdo solo eso. Que le agarré la mano y yo ya sabía que la cascada que me iban a dar, porque se regó un refresco. Y efectivamente me cogió el pelo, entonces en la cuadra empezaban a gritar, Marta, auxilio, Marta, le están pegando a tu niña. Dios. Era una cosa impresionante. Y todo el mundo viendo como tu hermano te agredía y gritar, Marta, auxilio Marta, le están pegando a tu niña Dios era una cosa impresa, y todo el mundo viendo como tu hermano te agredía los vecinos eran mi refugio, o sea cuando yo tenía que salir corriendo, las vecinas me abrían la puerta para que yo me metiera entonces las vecinas eran como mi refugio y como yo crecí en la casa donde todas las vecinas llegaban a contar sus historias a hablar, era una casa del tinto de la cuadra, era la casa donde todos y yo entonces remedaba a todo el mundo, entonces era Sarita, Sarita. Por eso, para mí hoy es tan importante el significado de la red, de esa red que uno construye, que normalmente, que se supone que naturalmente nacemos en una, pero para mí no fue una red de apoyo, para mí la red de apoyo eran los desconocidos, que se daban cuenta y a ellos sí les parecía impresionante, a ellos sí les parecía raro, a ellos sí se asustaban, ellos no lo podían creer. Entonces yo veía asombro en los desconocidos, pero no en mi familia. En mi familia era algo que pasaba, normalmente toda la historia se contaba y el niño volvió, ay sí, no, es que el niño sí, y qué pesar, y Marta le pegó, entonces era, sobre lo que me preguntabas ahorita con mi mamá, era esa culpa, que yo creo que mi mamá también sintió, porque ella sintió que ella fue la que le dejó esa violencia, porque claro, ella llegaba, respondía y le daba una pela al niño, entonces ella siempre, yo sé que ahorita ella se siente como culpable, siento que es el momento en el que ella siente que hace parte de que él haya tomado esas decisiones wow sentías vergüenza cuando te comunicabas con esos vecinos que entiendes como una segunda familia en aquel momento y hablaban del tema y lo socializaban y aparentabas jajaja pero realmente tu corazón como estaba ahí cuando exponían esta conversación sobre tu hermano? Tati, mira, cuando era pequeña yo no fui muy consciente de la situación. O sea, como te digo, yo crecí pensando que tenía una familia súper feliz y que yo estaba súper bien. ¿Que eso era normal? Sí, eso pasa en todas las casas. Los hermanos nos pegan y son agresivos con la mamá. Eso pasa. Y además no solo eso, sino que quién me mandaba a responderle de verdad. Eso pensaba yo. Yo decía, de verdad, ¿quién me mandó? Pues yo para qué le respondí. Yo crecí pensando eso. Cuando empecé ya a crecer adolescente, que le empieza a uno gustar a alguien y que empieza uno ya a relacionarse con otras personas, ahí sí ya me daba vergüenza. Ya en la adolescencia, ya en el colegio, es más, yo creo que hoy, muchas personas de mi colegio se van a dar cuenta que yo crecí en un espacio violento. Lo callaste todo el tiempo. Porque Sarita era tan alegre, Sarita era tan feliz, ¿quién se iba a imaginar que a Sarita le estaba pasando eso? Nunca. Pero es que si yo lo hablaba, lo empeoraba. No, no, no. Porque imagínate, yo le iba a dañar la imagen a mi hermano. Y eso era más importante. Sí, pues cómo, si era mi hermano. No. Yo le iba a dañar la imagen hablando mal de él. O sea, entonces uno no habla de esas cosas, pues no se hablan, eso termina ahí. En mi casa, lo malo termina ahí. Ahí, no se habla más. ¿Y en qué momento esto fue subiendo de tono? Ya la violencia fue como aumentándose contigo. Cuando crecí. Y yo tuve un novio que casi me mata. No sé por qué no lo hizo. Él se detuvo en su momento. Y a la segunda vez que lo intentó, en ese momento yo me quedé quieta. Yo no lo podía creer. Era la persona que yo amaba. Era ese yo me quedé quieta yo no lo podía creer, era la persona que yo amaba era ese amor de adolescente yo no lo podía creer, pero hasta en ese momento yo me sentí culpable ¿te golpeó? sí, casi me mata y a la segunda vez que lo intentó cuando yo me lo enfrenté ahí cambió todo haberme lo enfrentado a mi novio me cambió completamente que yo haya sido capaz de mirar a ese hombre a los ojos y decirle, no me vuelves a tocar. Si me tocas, uno de los dos no va a salir vivo de aquí. Pero no más. Y después de eso, nunca más. O sea, ya yo me la enfrenté a mi hermana. Después de eso me la enfrenté y ahí todo cambió. Ahí me fui de la casa. Lo de tu novio te dio valentía para llegar a la casa, sí. Enfrentármela a mi novio. La hermana de ese novio fue la que me dio fuerza. Ella era mi amiga, ella se convirtió en mi amiga. No. Ella me decía, ¿cómo te vas a dejar? No, claro, ellos también habían crecido en un ambiente violento. Y ella ya había tomado la decisión de enfrentarse. Entonces, siento que ella un poquito me transmitió como esa fuerza, como ese valor. ¿Cierto? Sí. De decirme, él no es perfecto. O sea, lo quieres mucho, pero la regó, se equivocó. Y ella fue la primera persona que me dijo a mí, no es tu culpa. Qué bueno. Sí, no es tu culpa. Y era la hermana. Entonces, que la hermana me estuviera hablando mal del hermano, ¿sí me entiendes? Muy difícil de comprender, claro. Sí, la hermana me estaba hablando mal del hermano y a ella no la estaban culpando. Y en mi casa sí. Exactamente. En mi casa sí me decían a mí que eso lo hacía, quedar mal a él. Y a ella no la estaban culpando. Y en mi casa sí. Exactamente. En mi casa sí me decían a mí que eso lo hacía quedar mal a él. Y a ella no le decían eso. A ella simplemente le decían, ay, bueno, sí está bien. Pero no le discutían, no le decían que lo estaba haciendo quedar mal. Ni siquiera a él le dijo eso nunca. Entonces sí había una dinámica distinta, de violencia, pero distinta. Y creo que con ella fue con la primera persona con la que yo sentí el valor de poder enfrentarme a mi hermana. ¿Recuerdas cuál fue ese primer enfrentamiento donde ya dijiste no? Claro que sí, Tati, porque ese día me fui de la casa. Ese día él salió esposado, porque empezó a gritar mil cosas, o sea, él siempre empezaba a sacar. Si conocía un error que yo hubiese cometido, si conocía lo que fuese, él sacaba toda esa información cuando se enojaba. Entonces recuerdo que ese día yo trabajaba de noche, trabajaba en una empresa de piedrería, bueno, llegaba a mi casa a las siete y media de la mañana más o menos. Y yo tenía una habitación separada, yo siempre, eso sí fue lo único que yo soñé, en mi casa, cuando crecí, tener una habitación para mí sola. Entonces yo ya tenía mi habitación. él un día me dijo como pues mientras estás dormida puedo dormir en tu habitación y cuando usted llegue pues yo me paro y pues yo le dije bueno está bien. Ese día yo llegué del trabajo y se enojó porque lo despertamos para que yo me acostara. Entonces ese día claro es que estabas en barrio triste pero cuál trabajando mami, ya no estaba trabajando, ya estaba, ¿cierto? Sinvergüenciando y ta, ta, ta. Y empezó a gritar cosas y yo me fui a la cocina a lavar los trastes, a lavar los platos y cuando yo lo sentí que venía detrás, Tati, yo cogí una, yo cogí un, yo, de esos de trinchar, de esos de trinchar que pues. Y volteé con toda la fuerza y le dije, no me vuelves a tocar. Y le dije lo mismo toda la fuerza y le dije no me vuelves a tocar y le dije lo mismo que a mi novio si me vuelves a tocar uno de los dos y él salió corriendo a despicar una botella y salió corriendo detrás de mí y una vecina medio pues me abrió la puerta y alcanzó a cerrarla y no se frenó no no no no no no no no porque él en ese momento nunca había probado mi fosa él no sabía, ni siquiera yo sabía lo fuerte que era, realmente, físicamente, hasta ese momento. Porque yo nunca me le había enfrentado, o sea, eran peleas de pataditas, pues pataletas de niños, pero siempre me decían a mí para qué le respondió. Y ahí estaba tu mamáo pasó esto? Entonces ella me dijo, corra, mi hija váyase, tiene pa' donde irse, mi hija váyase. Y una amiga, que era con la persona con la que trabajaba, que gracias infinitas, porque por eso te digo, mis amigas y los vecinos son los que me han dado mucho refugio, me dijo, Sara, ¿por qué te vas a aguantar más eso? Yo tengo una pieza desocupada, porque mi hijo ya no vive acá conmigo. Vení y nos colaboramos, quédate en esta pieza. Qué bella. Y me fui. Ese día me fui, ese día la llamé, pero como te digo Tati yo era la que tenía que salir corriendo entonces ese día llamamos a la policía ese día se llamó la policía, los vecinos también la llamaban yo creo que la policía en Bello ya sabe cuál es la casa de mi mamá de tanta llamadera porque lo llamaban, o sea, si era día por medio, dos veces a la semana, una vez o sea, es que no, no había un mes que no se llamara a la policía, aterrador esto lo triste era que mi mamá, entonces lo llevaban y mi mamá decía, pero cuidado con mi niño pero mucho cuidado, cierto, pues que no me le vayan a hacer daño, yo nunca vi a una mamá tampoco como tan fuerte claro que si tú te pones a mirar, pues ella también guardó a su hermano y ella no quiso, dizque dañarle la imagen a su hermano, mucho menos a su hijo. Claro, esa es su configuración. Esa es su configuración. Uy, no, y es que entender esto desde todas las facetas y sin juzgar también además es muy complejo, porque además uno dice, pues es que es mamá también, está ese corazón de madre, pero además justifica, es estar en unos zapatos muy apretados. Ella siempre me decía, Tati, que yo no la entendía porque no era mamá, esa era siempre la frase. Y ahora que eres mamá. A ver María, ahora que soy mamá es que no la entiendo porque soy muy rebelde, porque yo soy muy contestataria, porque yo soy así, yo soy como así, entonces ya me dicen eso, no es que ella es así, esta historia siempre ha sido una resentida que habla de cosas que ya pasaron. Y al inicio de la conversación hablábamos justamente de eso que te conectó con nuestra invitada de hace unos episodios atrás. Y ella exponía una denuncia que tú también expusiste y tiene que ver con unas fotografías. Ahora sí entremos en ese terreno. ¿Qué fue lo que pasó? Bueno, eso empezó a pasar paulatinamente, ¿cómo empezó a pasar? Yo le presté mi computador para que él estudiara en la universidad porque yo tenía portátil y él no, entonces él pues préstamelo y bueno, lo presté, en ese momento yo no conocía mucho porque eso fue hace ya como 10 años, 9 años más o menos que él empezó con ese tema de las fotos y en ese momento yo las borraba de mi celular, pues la información, yo tuve una pareja lejos, como que me tomé unas fotos, me tomé unos videos, se las mandaba a él. Cuando se terminó esa relación, yo las borré de mi teléfono. Sí, era como la intimidad de ustedes. Exactamente, ya eso se borró, se acabó, todo quedó súper bien y yo le presté el computador. Él guardó esa información dos años. ¿Tu hermano? Él no la usó ahí mismo. O sea, él te roba las fotos. Sí. Yo le presto el computador. Yo no sé qué él las tiene. No tengo idea. Y un día estaba en clase de inglés y me llega una foto mía en el baño. ¿Por qué estaba enojado? No sé, Tati. Estaba enojado en la casa con mi mamá. Algo pasó y seguramente yo entré en el tema del enojo y él me mandó esa foto. Ay, Tati. Cuando él me mandó esa foto. Ay, tati. Cuando él me mandó esa foto yo me descompuse. O sea, yo recuerdo muy bien a Sarita ese día y la abrazo porque no. Y yo volteé a mirar, mi papá tenía la oficina cerca, él trabajaba donde yo estudiaba. Y yo volteo a mirarlo y él me dice que venga. Yo voy y mi papá es como la persona más racional que yo conozco. Sí. Yo todavía no lo entiendo. Pero recuerdo que eso me dio fuerzas de alguna forma. Me dijo, mira, Sara, tu hermano empaca la ira en un paquetico. Le pone moño. Te la envía. Y tú la vas a abrir. ¿Para qué? Guau. No la abra. No abras eso. Ignóralo. ¿Qué es una mujer? Tus tíos y yo ya. porque claro, ahí me di cuenta que se lo había enviado a todo el grupo de la familia de la familia de mi papá y estabas completamente tu cara además una selfie en el baño una selfie en el baño así tal cual me sentí yo me empecé a sentir ahí, a partir de ese momento como en un parque que todo el mundo pase te vea y parezca normal y como que no importa él me dice eso y yo donde mi tía que es una segunda mamá para mí, otra mamá de la vida, me voy para donde mi tía y me voy a llorar y a llorar y yo decía pero es que nadie le dice nada porque hace esto y nadie le dice nada yo tengo tíos abogados porque no le dicen nada pero es parte o sea cuando él te manda esta fotografía esto viene con una amenaza acompañado de que simplemente como esto lo tengo sal ahí yo siento que quiso que yo me diera cuenta que él tenía esa información dios siento que por eso que le respondiste no le respondiste en ese momento. No le respondí en ese momento. Yo no le respondí absolutamente nada. Eso fue burbujita de messenger. Entonces, en ese momento me fui a llorar, me fui a desahogarme con mi tía, me fui pues a sentir lo que estaba sintiendo. Y pasó, porque como te digo, no pasaba. Sí. Pasó, yo seguí mi vida como unicorriente. Como haciéndote la loca, no pasó nada. Yo ya sabía que eso había pasado, pero eso no me afectó, porque pues yo soy más que eso, porque eso no importa, porque no pasa nada, porque no hizo nada. Y eso me decían también, pues como mi tía, mi papá, pues mi papá me decía, Sara, tus tíos y yo seguramente ya hemos visto mujeres de la edad. Entonces, pues eso no importa, es preocuparte por eso. Pero Tati, no era la desnudez, es que no era que me vieran desnuda, te lo juro que no era eso. O sea eso pero Tati no era la desnudez es que no era que me vieran te lo juro que no era eso, o sea yo no tengo problema con la desnudez, yo no tengo problema con mi cuerpo no era eso es que era mi hermano, es que era información mía, que era mi intimidad y no solo eso sino que me preguntan ¿y para qué te las tomas? no, no, no, o sea por esa razón fue que cuando yo leí la publicación de Mariana yo dije seguramente a ella también le dijeron. ¿Quién te manda a tomar fotos? No, no, no. Ya tenemos que dejar de normalizar ese dedo acusador de ¿pero por qué te la tomaste? ¿Por qué te la tomaron? Porque tenías esa falda, tenías ese vestido. Saliste muy tarde. Porque saliste así, te lo buscaste. Porque saliste así, te lo buscaste. Es que saliste muy tarde, es que por ahí a esa hora uno no camina a esa hora por ahí. Siempre nos dicen lo mismo, somos culpables. El tema de tu intimidad y cómo la manejes es asunto tuyo. Ahora bien, hay recomendaciones importantes, que eso ya es otro terreno, y es ten cuidado con esas fotografías, evita tomártelas, evita enviarlas, está ya más bien un tema de confianza, pero lo que decidas hacer con tu intimidad es asunto tuyo y la víctima es la víctima. No, y mira Tati que yo, pues a ese novio que te digo que fue violento, pues él hubiese podido hacerlo, o sea yo me lo esperé hasta de él. Si me entiendes, yo tuve mucho miedo mucho tiempo porque yo dije, el de pronto puede usar esa información y yo me acuerdo que yo le hablaba y le decía, ¿en serio las borraste? Porque era ese miedo, pero porque era alguien de afuera. Pero es que mi hermano, ¿por qué iba a hacer eso? Mira que cuando yo fui a hacer la denuncia, el fiscal que me recibió la denuncia lo primero que me miró fue asustado, me dijo, ¿tu hermano? Ay, no. ¿Cómo así? ¿Y él para qué tenía eso? No sé. Además que debe ser terrible tener que llegar a hablar y a denunciar y a explicar, por donde lo miro, no. Y es muy revictimizante poner denuncias en este país también, porque cuando uno llega a poner la denuncia le preguntan mil cosas que lo único que le hacen a uno es dar ganas de irse para la casa. Realmente a uno le dan ganas de irse para la casa porque es la pregunta de casi que otra vez, ¿por qué lo hiciste? Y no te imaginaste que eso podía pasar y entonces uno a la final termina pensando como ¿será que yo tengo culpa en esto también? O sea, si confié, confié, le presté el computador, ¿para qué confío entonces en él? Eso no termina ahí porque claro, él ahí, como te digo, dio como un aviso de que tenía esa información. Además, la foto que envió no era tan comprobadora, pero ahora sale en peso, como en nivel. Ah, fue como seleccionando el material. Sí, él lo fue seleccionando. Y empezó también en la selección del grupo a compartir. Él inicialmente, que yo les compartí, ese correo se los alcancé a compartir a ustedes, le envió el correo a 80 personas vecinos compañeros de trabajo de colegio de la universidad que yo te lo juro Tati que yo vuelvo y miro ese correo y miro las personas que están ahí la vida me ha alejado de todas esas personas y le agradezco a la vida porque yo dije como así yo me estaba rodeando también de más personas igual indiferentes que nadie se indignó nadie dijo nada nadie se indignó una vecina llamó y dijo ay venga qué está pasando claro como todo el mundo ya sabía el nivel de violencia que había que está pasando a mí me llegó una cosa con sara pero ahí ya estaban íntimas ya ahí ya era el tope, 25 videos e imágenes ya, o sea íntimas, íntimas, íntimas. Regadas por todo lado. Regadas por todo lado, en toda la cuadra donde vivía mi mamá, mis compañeros de la universidad, entonces ahí ya fue, ¿cierto? Y claro yo me reía a Tati porque por ejemplo, pues muchas personas decían, a mí no me llegó, ¿cierto? Y eso como si diera risa, y yo me reía. Nadie es indignota, nadie. Yo fui a poner la denuncia. En ese momento yo ya yo trabajaba. Y esa publicación, lo único que iba a hacer era dañarme otra vez todo, tenerle que explicar a una jefe que esto estaba pasando y el por qué iba a tener que ir a hacer una denuncia a mi hermano porque para que me diera el permiso le tenía que explicar que iba a ir a hacer ¿y cómo te sentías cuando ese correo llegó a todo el mundo y me imagino el nivel de exposición, que es que debe ser una cosa impresionante, las miradas las caras de toda la gente que además no te dice nada yo en ese momento realmente Tati lo que respondí fue, tan bobo me lo mandó a mí también, o sea me mandó la prueba. ¿Como para dejarte claro? Sí, para dejarme claro, yo dije, tan bobo me la mandó a mí también. Entonces esto me sirve para ir a la fiscalía. Y fui, en ese momento me sentí como, que Tati por eso la palabra fuerte me pega, porque sí, claro que uno ha sido fuerte, pero eso cansa, eso cansa mucho, mucho, porque cada vez como que te ven que soportas más y mientras más soportas más te tiran, entonces la gente más se alejaba porque decían no, y además una frase que me ha dolido mucho, porque ahorita te contaré que sucedió con mis primas, es no se meta en ese problema. La gente no se quiere meter en problemas. Entonces, por no meterse en problemas, y yo veo que te vulneran a ti en la calle, entonces me quedo, sigo derecho como si nada, porque no me quiero meter en ese problema. Es un problema que no es mío. Pero yo sí decía, es mi familia, como que no es un problema de ellos. Yo me empecé a distanciar de mi familia. Ahí empezó un recelo con mi familia y un resentimiento grandísimo. Porque ahí empecé a entender yo que algo sí estaba pasando más allá de lo que pasaba con mi hermano. Yo te entendí que habían miembros de tu familia abogados. Tati, crecieron una familia de abogados. ¿Y no les hablaste de este tema? Ellos saben, a ellos les llegaron las fotos. ¿Y? Esta es la hora que de ese tema no se hable. Es más, ellos le han montado negocios a mi hermano, o sea, con decirte pues, en vez de decir como, porque la gente es libre de hacer con su dinero y con su tiempo y con su vida lo que quiera, pero yo sí lo cuestiono, y ellos me han culpado a mí por cuestionar eso, porque es que ellos son libres de decir verdad, a mí por cuestionar eso, porque es que ellos son libres de decir verdad, si son libres, pero qué triste qué triste que no hayan sido libres también para denunciar además con conocimiento de la ley porque nunca tampoco recibí una llamada mira, yo no te puedo ayudar pero llama a esta abogada, llama a este abogado que yo lo conozco, que trabaja en tal parte él te puede ayudar, como un apoyo externo, exactamente, listo, yo no me quiero involucrar, pero mira, porque pronto ustedes se arreglan por lo que sea, que piensen las personas, pero que hubiese un apoyo al menos como de ladito, pues ahí como bajo cuerda, pero no, el apoyo era él, el apoyo siempre fue a él porque él estaba muy mal, es que es el niño desde chiquitico, estaba mal, y además la mamá le pegaba, y además las drogas, y estuvo en un centro de reclusión, pues en un centro de rehabil drogas y estuvo en un centro de reclusión pues en un centro de rehabilitación que parecía un centro de reclusión porque fue horrible el trato de allá entonces eso hizo que a él más pesar le tuvieran porque él la aguantó dos años. ¿Y cómo sentías tú este silencio tan evidente? No, Tati ha sido triste o sea, yo creo que llevo dos años diciéndote que te podría decir que me siento un poquito más sana en ese sentido, pero la rabia que yo llegué a sentir con mi familia, yo, o sea, a mí la rabia me movía todos los días porque seguían pasando cosas y me seguían diciendo a mí que porque hablaba ahí otra vez el tema, otra vez el tema. Y iban diciendo a mí que porque hablaba ahí otra vez el tema, otra vez el tema. Entonces era como, pero ¿cómo así que otra vez el tema? Es que el tema nunca se ha acabado. Además el miedo está, porque entonces después de este correo llega la publicación. Que yo me doy cuenta, Tati, por una persona en Messenger. A mí me mandaban miembros masculinos todos los días. Yo tuve que cambiar mi nombre en Facebook. Porque entonces él publicó en una página. Claro, como no pasó nada. Entonces, como te digo, pasaban cosas y él decía, como no lo logré aquí. O sea, no lograba desestabilizarme. Subiendo el nivel. Entonces él iba subiendo el nivel. Entonces lo subió a una página. ¿Tus fotos? Mis fotos. No. La subió a una página. Y yo me di cuenta cuando ya esto tenía 25 mil vistas. Uy, no. Todos los días. Yo estaba en el trabajo, yo lideraba un proceso de crédito. Y estaba yo en mi trabajo y me escribían, o sea, me mandaban fotos de miembros masculinos. Gente desconocida. Gente desconocida, gente que nada que ver. Un día a alguien le respondo como cochino, algo así, como seguramente eres amigo de mi hermano, porque yo pensé que era que él se lo había mandado a más personas. Yo no sabía que él lo había publicado en una página. No sabía. Entonces, este señor me responde, muy bello por cierto el señor, y me dice, ay, ven, qué pena, yo pensé que tú habías subido ese contenido tú, porque tú querías. Yo le dije, ¿cuál contenido? O sea, ¿qué pasó? Y el señor me mandó el link. Ay, no. Cuando yo vi eso, yo casi me muero. 25 mil personas, yo dije, ¿qué pasó? Y el señor me mandó el link. Ay, no. Cuando yo vi eso, yo casi me muero. 25 mil personas, yo dije, ¿cómo así? Y es como un perfil. Él creó un perfil y puso, Sara Restrepo Valencia, 25 años. Ah, con tu nombre y todo. Nombre de la empresa en la que trabajaba y nombre de la universidad en la que estudió. Ay, no. Entonces ahí, sí o sí, y no solo eso, sino que ahí sí se vino con amenaza. Y dijo, y tenga tengo miedo porque reparto volante si es necesario entonces ahí fue cuando yo dije yo le tengo que contar a mis jefes yo le tengo que contar a mi equipo de trabajo lo que está pasando y ahí pensé voy a perder mi trabajo semana decir tampoco si mi familia no me tiene ese problema en un trabajo que se van a meter en ese problema también te llevan a decir no esto es muy delicado, tienes que irte, pues, esto no lo vamos a permitir porque además es el nombre de la empresa el que está ahí también. No, no, no, no, no, no. Fue muy delicado. ¿Recuerdas ese momento exacto? O sea, ¿tú dónde estabas? Estaba en la empresa. Estaba sentada en mi escritorio de trabajo, Tati. Me duele la cabeza. Yo casi me muero. O sea, yo me acuerdo que yo me descompuse tanto que mis compañeros llegaron a decirme ¿qué te pasó, Sara? Y me llevaron a un lugar y entonces me llevaron como a un rinconcito y que yo, es que mi hermano hizo esto. Yo solo, yo me desgarraba, Tati, o sea, es que no era más, era otra vez y entonces ya qué va a seguir. Y yo ahí ya tenía mis dos hijos. Ay, no te creo. Yo ahí ya tenía, mis dos hijos estaban pequeños, el menor tenía cuatro meses, cinco meses, y el mayor tenía unos tres añitos. Entonces era en una página pública y entonces yo me puse a buscar si esa página la veían mucho, era la segunda más vista en el país y yo dije, Dios mío, no. O sea, no, no quedo contenta. Entonces, ¿qué sigue? Yo decía, él va a ser capaz de repartir los volantes. Pero ven, o sea que, no sé, es imposible entrar en la mente de personas así, pero que percibías, que imaginabas, ¿cuáles eran sus pretensiones? ¿Por qué? ¿Por qué hacía esto? Intimidarme. Era simplemente para intimidar. Porque él se dio cuenta que yo ya era capaz de enfrentármele. Físicamente ya no iba a ser físicamente porque ya yo me le enfrentaba y de pronto hasta se ponía en peligro. Él también, pues cierto, porque yo ya me le enfrenté con palabra, con cuerpo, con todo. Yo me enfrenté. Entonces yo siento que él buscó otra forma de hacerme daño. Y era con mi intimidad. Porque él siempre, siempre, siempre se refirió a mí como estaba, ¿cierto? siempre, entonces él siempre usó mi sexualidad para minimizar y mi libertad porque entonces claro, yo me fui de la casa y ya y yo me fui y ellos se dejaron de enterar qué pasaba conmigo, ellos simplemente lo que les contaran o lo que pasara, entonces yo creo que como esa sensación, pienso yo intentando entender como dices, como a él, cierto, poniéndome en todo este tiempo, intentando entender qué pasó yo siento que estas personas quieren tener el control eso estaba pensando, como que quería reducirte, exactamente mientras más me redujera y más me hiciera sentir pequeñita, porque con eso, claro, él intentaba siempre intimidarme. Es que no hacía, es que ¿qué más iba a hacer? Y como no lo logró, porque no lo logró. No, y no solo eso, sino que ya en ese momento cuando la página, porque ese día que pasó lo de la página que me enteré, yo me fui inmediatamente para la fiscalía, mi jefe me permitió irme. ¿Ya te conocían en la fiscalía? Sí, claro, eran dos, el búnker que es el principal en Medellín y la fiscalía que era la que quedaba cerca del barrio donde yo vivía. Entonces de un lado me decían, no, pero esta vez no te podemos recibir aquí, te toca irte al búnker. Y pasó todo eso y ese mismo día yo llegué al día siguiente de hacer la denuncia, llegué a mi trabajo y cuando llegué a mi trabajo me llaman de la casa. Él tenía una pareja en ese momento que vivía en la casa con mi mamá y estaba en la casa encerrado quemando el colchón y quemándole toda la ropa. ¿A la pareja? Sí, y mi mamá me estaba cuidando de los niños. Entonces claro, me llaman a decirme, mija no vayas a venir, mija no vayas a venir, porque claro, ya se convirtió el tema en que Sara no vaya a aparecer porque esto es en peor no, porque le responde entonces no te vayas a aparecer, yo estoy aquí donde una vecina con los niños, mija ya la policía viene pero este hombre está desmedido, está descontrolado esa era la conversación de mi mamá este hombre está desmedido, este hombre está descontrolado, y le tuvieron que abrir la puerta pues dos vecinos. ¿Y con qué se encontraron ahí? Con que estaba quemando un colchón y la ropa, porque estaba intimidando a su pareja en ese momento. No, no, no. Me imagino yo que hacía lo mismo con ella, la intimidaba, la violentaba. Exactamente. Ella tenía una hija, tú no te imaginas cómo los trataba, o sea, cuando se enojaba, y ojalá a tu hija le hagan tal cosa, y ojalá a tu hija le pase esto, y ojalá a tu hija, y ojalá, es que no era una rabia, Tati, pues normal, es una rabia de media, yo hoy, con la información que tengo hoy, y desde mi lugar hoy, digo, mi hermano tiene que tener algo, límite con la personalidad, algún trastorno, algo específicamente psiquiátrico, porque eso no no es normal es que rabia nos da todo o sea la rabia la sentimos todo la desesperación la sentimos todo la frustración la sentimos todo pero no todos nos desmedimos a ella no todos no todas las personas se dejan llevar tan impresionante por las emociones no todos yo también siempre ya de grande yo le tenía como mucho pesar a mi hermano por eso que él pasó en ese centro de rehabilitación. ¿Y qué le pasó allá? Ay, allá está tipo una tortura. O sea, de ponerlos toda una noche en un balde con hielos, a que pasaran toda la noche. Entonces eso nos hizo yo creo que a todos sentir como pesar por él, por eso que pasó, o a mí específicamente. ¿Y no será que se estaba como desquitando de alguna manera? Es que Tati, la vida tiene consecuencias, pues de alguna forma, y a nadie se le desea que le pasen ese tipo de cosas, pero eso no justifica lo otro. Eso, o sea, el hecho de que uno entienda lo que sucede, uno no lo debe justificar, puede que yo entienda a mis violentados, puede que yo entienda a ese novio que me pegó, pues se desmidió, sintió celos, rabia, pero eso no justifica lo que... No, para nada. Yo sí lo justificaba, yo justificaba en mi respuesta esa situación. Y cuando están en esa escena de que están quemando cosas, ¿llegas a esa escena? No, yo me quedé en el trabajo, ese día le digo pues que acabo de llegar de la fiscalía, me acaban de dar un permiso para ir a la fiscalía ayer, hoy no le puedo decir a mi jefe otra vez, entonces llegué desmedida donde mi jefe, mi jefe ¿qué le pasó? No. ¿Qué está pasando esto? Me dijo Sara, pero entonces no vas a poder trabajar, esa fue la respuesta, no vas a poder trabajar y es verdad, entonces no voy a poder trabajar porque esta situación no me va a dejar vivir. Pues esto no tiene ninguna medida, pues. Sí. O sea, no tenía una cabeza. Es que yo, o sea, solo hasta ahora esto acabó. Solamente y acabó con el susto de y cuando salga. En la empresa donde trabajas en ese momento, contaste abiertamente, me está pasando esto, esto, esto, ¿te apoyaron? Sí, me apoyaron en el sentido que me daban los tiempos, pues yo siempre me sentía mal, porque eran demasiados permisos, yo tenía dos niños, entonces el miedo de que me despidan, y no solo eso, sino que me estaba yendo muy bien, yo estaba feliz en el trabajo en el que estaba, entonces yo no lo quería perder, y no otra vez por esa razón, o sea, yo no quería que eso me siguiera me afectando en la vida, de verdad en ese momento yo sí quería ser como borrón y cuenta nueva, o sea como como olvidarlo, yo decía que yo me quiero ir lejos quiero ir lejos eso era lo único que yo quería, yo pensaba que la distancia era lo único que iba a suceder, él se dio cuenta que eso no pasaba. Y no solo eso, sino que yo siento que llegaron otras mujeres. Él se ocupó. Llegaron sus parejas. Y siento que se ocupó. Ya, se ocupó como en otras mujeres en vulnerar a otra. Sí. Porque no todas han denunciado. Ah, con mujer que se la atraviesa, se comporta igual. Todas. Y además van a ver esto todas han sido vulneradas todas y a una les daba a pesar de mi mamá porque entonces yo le anuncio a su mamá la que va a sufrir no no no a otras por ejemplo a esa el día del colchón ella todavía es muy amiga de mi mamá hoy en día que mi mamá se quedó sola está solita está con ella ella es la que le ayuda, ella es la que está con ella ella es la que le ayuda, ella es la que está con ella ella es la que le ayuda a empacar las cosas que ella le lleva, ella es la que está con ella todo el tiempo esa mujer es, mejor dicho, si alguien se va a ganar el cielo en la vida de esa mujer porque definitivamente ha sido una persona muy bonita para la familia, a pesar de que fue muy, pero mucho era de que se metía con las casas de las, o sea, iba a la mamá y las intimidaba y... Ay, no, ya a otro nivel. Exactamente. Y eso pasó con la persona que hace siete años comenzó un proceso con el legal. La empezó, o sea, yo creo, Tati, que él se encontró la horma de su zapato. Sí. Una mujer bien poderosa, bien fuerte, que no se iba a dejar, y que terminó fue intimidándolo. Ay, no. Se le volteó la torta. A él se le volteó completamente la torta. Ellos se fueron para México, ellos intentaron desde allá hacer mil cosas, a mi mamá le dijeron que ya lo tenía secuestrado, le mandaba videos de él en un patio así sin ropa. No. Sí. Ahora la víctima era él! Ahora la víctima era él. Ahora la víctima era él. Entonces si tú escuchas hoy la historia contada por mi madre o por él, o sea, no, qué pesada, injusto. Que sí, pues nadie tiene por qué sufrir eso, pero esa fue la mujer que logró hoy darme a mí mi libertad. ¡No! ¿Qué es esto? Sí. ¿A qué límite llegó ella a qué punto llegó ella ellos llegaron a ella estaba involucrada también en cosas como el barrio y en cosas pues ya como de taty él llegó me acuerdo que yo vivía cerca de mi madre siempre me pasaba cerca de mi madre porque era el apoyo con mis hijos para yo poder trabajar si es la policía iba a mi casa cada ocho días. No. Cada ocho días llevaba a mis hijos porque entonces yo decía, yo llego a mi casa y que la policía entonces te baje, mami. Y mi mamá bajaba con los niños, ¿no? Entonces yo los bajo, a mis hijos les tocó que yo cogiera mi ropita y la ropita ellos en bolsas de basura y arrancaba. Ah, porque también me dijiste que ellos habían sido víctimas de ella. Ya te voy a contar exactamente. Entonces todo comienza, digamos ya con mis hijos, porque ellos me empiezan a ver a mí corriendo, corriendo con ellos, porque ya yo decía lo único que le falta es meterse con mis hijos. Y ya ese va a ser un tope que yo no sé qué pasa. Pero yo no quería. Entonces, yo siempre corría con ellos. Un día llega mi mamá súper asustada, como a las 7 de la mañana, ya más adelante de todo esto, y me dice, Sara, tu hermano se acaba de montar en el bus. Y me dice, vaya a mirar a su hija a ver si está viva, porque ya los muchachos del barrio saben y ya la mandaron a... Mi mamá se bajó del bus y ya iba para el trabajo. Y fue para mi casa, yo me estaba bañando para salir, y me dice, mi hija no vaya a salir. Mi hija no vaya a salir y afuera hay unos tipos muy raros. A ti yo no sé de dónde saca como valentía y como que se le va, yo no sé. Y yo le dije, ¿qué? Sí, es que su hermano les dijo a ellos que usted estaba mandándole a la policía las fotos de ellos delinquiendo, con las cosas que hacían, las ventas, todo. las fotos de ellos delinquiendo con las cosas que hacían las ventas todo y entonces ellos creen que la policía ocho días antes habían capturado como a 15 personas de ahí desde de ese combo pues de ese lugar vendían drogas exactamente vendían drogas entonces él les dijo que yo había mandado fotos a la policía y que por eso había llegado es claro pues yo le dije vámonos con el celular amado vamos a preguntar por el muchacho y yo le muestro como así. Es que el que nada de nada te mejamos. Y me fui. Y voy yo a la tienda donde la señora y le digo, ay, buenas, ¿quién manda aquí? Y me dice, ¿por qué? ¿Quién lo necesita? Y yo a Sara, la hermana de Pablo, y ella inmediatamente supo yo quién es. Y me dijo, sí, espérame un momento, ya te lo llamo. Él llegó en una moto con dos muchachos, llegaron dos motos, pues, él con un muchacho, un chico, pues, ya él no existe en este planeta, ya se murió, lo murieron, pero en ese momento él llegó así imponente, un moreno grandote, yo solo agarraba a mi mamá, y metámonos más allacito, en un parquecito, y yo, ay, aquí fue. Este fue el día, o sea, yo dije, no, y además nos dejan ahí en una esquinita y nadie se da cuenta, si nos mandó por allá como lejitos. hablamos con él y él dijo efectivamente, sí es verdad, tu hermano dijo eso, eso y qué bueno que viniste a hablar con nosotros porque sí, yo ya había hablado con los chicos, ellos estaban afuera. Estaban como unos tíos. hijos, o sea, ya él nos dijo todo. ¿Y cómo fue? Pues porque yo llegué y él estaba fumando con mi hermano, nos dijo el muchacho. Yo llegué, es que yo al muchacho ni siquiera lo conozco, simplemente yo llegué y estaba fumando con mi hermano, nos dijo él, y me llamaron y me contaron que eso había pasado. Y como él ya había venido aquí a decir varias veces, yo le dije no, esto se tiene que acabar. ¿Contigo? Exactamente. Y yo le dije, pues para eso estamos aquí. Vine a darle la cara a decirle si quiere coja mi celular. Yo no he hecho eso, a mi no me interesa lo que ustedes hagan, la policía viene a mi casa porque mi hermano es violento, es un tema familiar entonces mi mamá, ay si mi mamá estaba bañada, entonces no me le haga nada a mi muchacha por favor, no me le vayan a hacer nada, entonces yo como que la apretaba no Tati, yo decía en ese momento yo pensaba no se le puede mostrar el miedo porque si le mostramos el miedo a este chico nos va a ver más débiles de lo que somos entonces yo agarraba a mi mamá y le decía como que se pegara a mí y que se quedara calladita imagínate, y ella en ese momento decía no me lo vayan a hacer nada, bueno, él nos dijo listo está bien, yo me fui de esa casa resulta que ese chico era amigo ese chico con el que yo fui a hablar de esa mujer, de esa mujer de mi hermano de esa de México entonces ella buscaba como ayuda ya me escribió muchas veces y a mí me dio miedo tati a mí también me dio miedo ayudar porque yo dije ella me termina involucrando a mí en más cosas como mi hermano y yo no o sea tenía un tamaño ya gigante no esto ya era no sólo eso sino sino que es que no era la única. Mi amiga, yo aquí en Bogotá, estoy en la casa de la mamá de una amiga. Esa amiga también fue víctima de mi hermano. ¿De tu hermano? Sí. ¿Ella tenía una relación con él? No. Le gustaba. Le gustaba, le llamaba la atención, siempre que ella iba a la casa conmigo, siempre que llegábamos juntas decía, esta es la mujer más linda del barrio. Esta es la mujer más linda y ella se reía. Y un día estábamos ahí en la casa creo que estábamos celebrando el día de la madre y el que iba a ser oreja a mi mamá que le iba a ser oreja sudada porque a mi mamá le encanta la oreja sudada y ahí estaba mi amiga, mi amiga acostó a la niña entonces claro nos pusimos a tomar unas cervecitas había un primo que ya tampoco está en este plano y estaba ahí en ese momento y ellos dos se gustaron, mi primo y mi amiga, y se dieron unos besos, y entonces se abrazaban, ah, eso fue el detonante, pasaba por encima de la niña, y era como que le amaba como si le fueran una patada a la niña, entonces era esa intimidación, es lo que te digo, no había una razón, era intimidar, era el control nom nomás eso era solo tener el control intimidar y ella muerta del susto, con mi primo bueno, se la llevó mi amiga nunca lo denunció mi amiga nunca nada entonces claro, el comentario de mi madre y todo era, pues es que también, es que tu amiguita tal cosa entonces mi amiga ni volvió, a mi amiga le daba miedo salir de su casa y encontrárselo. O sea, era una intimidación brutal. ¿Y con tus hijos en qué momento ya se mete él? Un día estaba yo en la casa de mi madre, mi hijo mayor. Mi hijo mayor es un niño bien conversador, así bien, bien. Entonces él, le estamos hablando de donde estuviera acá, estaría diciendo, sí, claro que sí. Sí, de él estaría. ¿Ya tiene? 11 años, tiene 10 añitos en este momento. Y él es, pues, bien. Entonces, él, estamos hablando de donde estuviera acá, estaría diciendo, sí, claro que sí. Sí, de él estaría. ¿Ya tiene? Once años, tiene diez añitos en este momento. Y él es, pues, mejor dicho. Entonces, mi hermano estaba hablando, contando una historia así en la casa, y mi hijo metía la cucharada. Y mi hermano le tiró un cigarrillo prendido en la cara. Sí, tal. Ese día yo me acuerdo horrible, o sea, yo me acuerdo de ese día y mi hijo empezó a gritar mi ojo, mi ojo y yo abracé a mi hijo y en ese momento lo único que dije, nos vamos y me fui a llamar a una tía y mi tía me decía, ¿qué hago? ¿qué necesitas? y yo una mamá yo me acuerdo que ese día yo le decía a mi tía, necesito una mamá alguien que se indigne por esto porque ¿cómo así? entonces claro, mi mamá decía, no, con mis niños no, con mis nietos no, con mis niños no, pero no pasaba nada, él volvía a vivir ahí, él volvía, él tenía una casa, él siempre tuvo una casa, yo era la que corrí, era yo la que tenía que irme. Entonces ese día simplemente me fui, llamé al papá de mis hijos y él nos llevó a hacer una denuncia, él puso la denuncia y tampoco pasó nada. Ay mujer, cuántas denuncias hiciste. La última vez que fui a la fiscalía, que me acuerdo que cuando llegamos una señora muy grosera nos dijo a todas, no hay tiempo en esta cuenta, no hay espacio, estamos llenos, les tocaba venir otro día. Y tres nos paramos y nos vamos de aquí. No nos vamos, nos atienden porque es que mire esta señora si vuelve a la casa el vecino fue el que le pegó esta otra señora es el esposo entonces nos paramos dijimos que no y nos atendieron como auxiliares como a tomarnos pues como a darnos indicaciones y me acuerdo que la chica pues le conté en ese momento al auxiliar creo que era una practicante creo que estaba en ese momento de toda creen la justicia porque ya sé como que se motivó demasiado y me trajo un papel y me dijo es que tienes 11 denuncias no mira, ve a tal persona 11 denuncias que pasar en este país para que las mujeres sean atendidas y que algo ocurra y que no nos revictimicen cuando vamos a hacer la denuncia o sea que tendría que pasar yo no sé realmente porque cuando uno coge fuerzas y decide, listo voy a ir a contarle a un desconocido todo esto, voy a ir a decirle a un desconocido esto, a quedar como una boba porque eso era lo que yo pensaba, nadie es boba pues si usted vuelve allá, y usted vuelve a esa casa, y yo sí me decía, pues ¿por qué vuelvo? ¿por qué vuelvo a esta casa? yo siempre, es que criar sola es muy difícil. Ahorita que lo hago y ahorita que me alejé y ahorita que estoy lejos, sé que era lo que quería evitar. Quería evitar estar sola en una crianza donde yo me iba a enloquecer, porque eran dos hijos, porque entonces también era lidiar con el, separada del papá y con toda esta situación. Yo decía, yo no voy a poder. Perdí mi salud mental. Hace un año y medio perdí mi salud mental, yo colapsé colapsé completamente, llegó el punto porque hace dos años que fue la última digamos como la última jugada de mi hermana la pareja de mi mamá me dio refugio con mis dos hijos yo estaba muy mal, mal, yo no me quería parar de la cama entré en una depresión y una ansiedad crónica diagnostic mal, yo no me quería parar de la cama. Entré en una depresión, en una ansiedad crónica, diagnosticada. Yo no podía más, yo me mantenía acostada todo el día. Mi hijo menor aprendió a hacer huevitos revueltos. yo no quería vivir, yo no quería, yo decía si el problema soy yo se soluciona fácil, ya llegué a ese punto, de intentarlo por tantos lados que yo dije si el problema entonces soy yo, entonces mis hijos van a estar mejor sin mí, o sea no, se soluciona fácil, en esa casa un día, bueno mi papá entonces de alguna forma él siempre estuvo económicamente, él está económicamente. Y me había regalado un computador portátil porque yo iba a volver a estudiar. Pues Tati se metieron a esa casa y te voy a decir una cosa, no hay pruebas pero no hay dudas de que fue mi hermano. ¿Por qué? Porque me dejaron el bolso con los cuadernos de los niños, puestecito en una silla, el habitante de calle, porque eso fue lo que dijeron en ese momento, que un habitante de calle se metió a la casa. Y yo decía, a un habitante de calle le sirve el dinero. ¿Cómo que pasó? Y solo se llevó mi celular y mi computador. ¡Mota información! Había otro computador y no se lo llevó, había dinero y no se lo llevó, había más cosas, el bolso lo deja pues, sino que había tanta calle, tan buena gente y además pues era el modus operandi de mi hermano, ya después yo miro la ubicación del celular y me aparece el celular estuvo en bello entonces ya ahí yo dije no no es coincidencia, por eso digo, no hay pruebas pero no hay dudas, eso fue lo último que hizo y yo ahí Tati me da miedo acostarme a dormir. Yo colapsé. Y es que ahí tenías de pronto otra información adicional o que pensabas que... No, el daño. O sea, era el daño. Era hacer el daño. Es que siempre era hacer el daño. Buscar, saber con qué se encontraba. Buscar con esto, con lo otro. Siempre hacer el daño. Además, él sabía que me perjudicaba. Porque yo trabajaba con el celular y con el computador desde mi casa. Entonces, él perjudicaba porque yo trabajaba con el celular y con el computador en desde mi casa entonces él perjudicaba mi vida como te digo nunca había como una razón o sea que uno dijera es que existe este motivo es que se beneficia de esto no por eso digo es el control es el control el control como la mujer a la mujer solamente a la Ok. Mira que cuando ustedes me hablaron y nos hablamos y yo a venir aquí, mi mamá borró toda la información del computador. Toda la información. Ahí habían fotos de la ex, de la que lo tiene, de la que logró, digamos, legalmente que entrara a la cárcel. Porque mi hermano perdió su libertad el 6 de septiembre del año pasado 7 años llevaba en un proceso donde lo dilataba y lo dilataba Tati, porque era dilatándolo, entonces él peleaba con el abogado y había que cambiar de abogado, entonces había que volver a empezar el proceso, era la justicia en este país permite mucho eso dilatar procesos, y él dilató 7 años este proceso y esta chica, o sea, ella seguía ahí, sí, ella le tenía denuncias muy delicadas de secuestro, a la final lo que lo llevó a él a estar en la cárcel es violencia intrafamiliar. Recuerdo que cuando eso sucedió, y mi mamá decía, es que es una injusticia, ella está diciendo mentiras y le decía, para. No, para. ¿Qué es mentira? ¿ Que es violencia intrafamiliar. Es mentira eso. O sea, ya no está diciendo mentiras. Yo no sé ya en qué tú dices que está diciendo mentiras. Pero en eso, no. Tu mamá pasó a defenderlo. Sí, es que mi mamá en este momento es la única persona que está con él ahí todo el tiempo. Dios. ¿Se los llevan para la cárcel de una? Se los llevan. Mi tía se agrava mucho. Y tía pues era discapacitada, 35 cirugías, era una personita y físicamente depend, y él le pide al juez que le permita estar con ella, que ya sabíamos que ese día moría, y que después hagan la audiencia. Él ya sabía que a él lo iban a detener. Efectivamente lo aplazaron ocho días, al 6 de septiembre lo capturan. Y lo capturan y la tristeza tan impresionante. ¿De quién? De mi mamá, de la familia, qué pesar. ¿Dónde estaba cuando lo capturaron? Él estaba en la audiencia. Fue a la audiencia y en la audiencia se lo capturaron. Fue directamente y allá en la audiencia lo capturaron. La transmitieron virtual, mi mamá la vio. Entonces ella vio todo lo que sucedía. Ahí está a ti. Mi hermano perdió su libertad y yo la gané, yo todavía no sé qué hacer con eso yo llevo desde septiembre libre o sea libre, estoy en mi casa y lo que yo haga no va a traer consecuencias si digo algo no voy a hacer enojar a nadie, o sea esto es raro para mí. Es muy raro. La libertad pesa también. Cuando uno no la conoce, pesa. Pesa mucho. Además, yo siempre les decía a ellas, es que mi mamá y mi tía también vivían en una manipulación. Era un miedo, Tati, que yo no te puedo escribir. Era miedo a decir cualquier cosa porque él se iba a enojar. Y si se enojaba a mi mamá, tú no sabes cómo la trataba. O sea, yo no sé si... Es que yo ahora soy mamá. No, no, no. Y yo no justifico eso en el amor de madre porque no. Yo también soy mamá y no. Sí. Es como tú dices, es la programación. Es la programación. Es la programación que ella ya tiene. Ella ya... Ella ya está programada como para... Para reaccionar de la forma en la que reacciona. O sea, simplemente sintiendo que ella tiene que estar ahí, a pesar de. Gracias. Muchas gracias. wow es muy disiente y es increíble que la libertad de uno dependa de otro ¿no? que alguien tenga que perder la libertad para que la gane uno, que uno se sienta libre cuando alguien pierde su libertad y el hermano porque no es cualquier persona honestamente ¿qué sentiste? cuando te dan esa información a mí la persona que me avisó ni siquiera fue mi mamá ¿Y honestamente qué sentiste cuando te dan esa información? Ay, Tati, un fresquito. Tati, a mí la persona que me avisó ni siquiera fue mi mamá. Fue precisamente la hija, porque mi papá, eso sí, mi papá y la pareja de mi papá y de la pareja de mi mamá también fueron víctimas de mi hermano. No. Ellos dos. Ellos dos, porque a mi papá escribió un correo al rector de la universidad donde él trabajaba a decir cantidad de cosas que él se estaba metiendo con una alumna. O sea, unas cosas impresionantes. Y lo mismo le hizo a la pareja de mi mamá y a la hija de él. Y ella fue la que me avisó. Ella me dijo, Sarita, ya sabes que tu hermano lo acaban de detener. Estaba en el baño en ese momento. No. Y yo dije, Dios mío, yo no puedo creer que ella me sienta bien por esto, pero casi que no. Carajo, se lo merece. Corojo, por fin. Entonces yo dije, y claro, mi mamá. Entonces también la primera frase que escuché, recuerdo, fue, ella debe estar feliz. Ella es una de las denunciantes. Ella debe estar feliz. Y yo como le digo a mi mamá que sí, que un poquito, tristitico. ¿Cuánto tiempo le dieron a tu hermano? Seis años y un mes. ¡Wow! ¿Y ha pasado, tienes contado los días? No, no, no, él está haciendo pues obviamente baja de pena, es la primera vez Tati, porque entonces él llama a mi mamá y cuando llama a mi mamá a veces estoy yo, entonces que hemos hablado y yo me he sentido con la capacidad de decirle por teléfono pero estás pensando, o sea, lo importante aquí es que aprenda Dios mío. Pesar no pesar de qué, no, pero aprende ¿Y dónde está él? En Bellavista Ok. Él está en Bellavista ¿Lo has ido a visitar? Una vez. ¿Con qué te encontraste? Con un hermano que dice admirarme ¿Qué? Con un hermano que dice admirarme. ¿Qué? Con un hermano que dice admirarme, que le presenta a todos allá como si, o sea, una hermana poderosa, una hermana capaz. Yo soy mejor dicho, o sea, él allá me tiene, yo soy una gran merecedora de todo en el mundo. merecedora de todo en el mundo ¿le crees? le creo porque yo lo creo, porque soy merecedora de todo en el mundo porque soy poderosa, porque soy fuerte, soy valiente pero no porque creo que sea una redención todavía creo que cuando es así tiene que haber un tratamiento Tati tiene que haber un acompañamiento tiene que haber no se trata solo de castigo porque los castigos no enseñan si fuese así teníamos mejor dicho potencia mundial. Men, me cuestiona mucho el tema de tu mamá, además porque yo te preguntaba fuera de cámaras que tu relación como era y me decías que era una relación chévere, que ha mejorado incluso a lo largo del tiempo, ella tiene conocimiento, pues claramente se está enterando en este momento, pero cuando viniste acá, que le comunicaste, como seCómo se lo comunicaste? O sea, ¿cuál es la posición de ella y de la familia? Tati, mira, el mensaje me llegó, yo estaba con ella y yo me puse a llorar. O sea, eso fue, yo me descompuse, yo dije, yo no lo puedo creer. ¿Qué cosa? Sí, no, yo dije, yo no lo puedo creer, además porque yo siempre, esa era como mi forma de mostrarles a ellos fuerza. Yo decía, algún día yo voy a contar mi historia y ustedes van a entender que yo no los estoy haciendo quedar mal. Ustedes ya quedaron mal con lo que hicieron. Ya. Entonces yo ya como que, llevo mucho tiempo trabajando con mujeres. Esta manillita la hicimos en un grupo de mujeres. Entonces yo las tengo ahí porque ahí están ellas esas mujeres al me han dado fuerza otras mujeres que también son vulneradas y me dicen no pero eres muy fuerte y bueno entonces todas somos fuertes pues vamos a ayudar y pues yo siento que esa fuerza es la que hoy me permite entender a mi mamá desde un lugar de que está sola cierto más como de de sanarla por relación maternal. Ok. Por sanar esa relación. Pero eso no está bien. Cuando ella se enteró, ella no se puso feliz. Todas mis amigas se pusieron felices, me dijeron, Sara, qué maravilla. Mi mamá no. La primera respuesta de mi mamá fue, o sea, que vas a ir a hacer quedar peor a tu hermano. No. Mami, ¿cómo así? Yo no lo voy a ir a hacer quedar mal. Él ya quedó mal con lo que hizo. Yo solo voy a ir a cerquear mal. Él ya quedó mal con lo que hizo. Yo solo voy a ir a contar mi historia. Y si mi historia le duele a alguien, lo lamento, a mí ya me dolió mucho. Sabemos que tu hermano desde la cárcel tiene redes sociales y publica frases como, la familia primero. Ajá. ¿Tú qué lectura le haces a esto? Yo tengo un tema con eso y siempre le digo a Rubén Blades que me perdone, que lo quiero mucho, que lo admiro, pero que amor y control. Que la familia sea lo que sea y tiene que estar. No, a la familia hay que aprender a decirle que no. Creo que ese es el apoyo de él. Claro, cómo no va a decir él que la familia primero si a él lo han apoyado. Para él la familia es su soporte. Para él la familia es quien lo valida, es quien lo ha entendido, es quien lo ha visto con compasión. Mis tíos, yo tengo un tío que su hijo va a la cárcel a que él le enseñe, yo también soy profe, ¿por qué no me dice a mí? O sea, cosas así, pues la familia siempre lo ha apoyado. ¿Y para ti la familia qué significa? Para mí la familia es un proceso de sanación. Para mí la familia ha sido lo que hoy en terapia, en herramientas, en constelaciones familiares, en mil herramientas que uso, porque gracias a esas herramientas es que yo siento que hoy estoy viva. Yo decidí, como te digo hace año y medio, que mi vida ya no, que si el problema era yo, se acababa y papá me salvó la vida. acababa y papá me salvó la vida y cuando mi papá me salvó la vida y mi papá logró escucharme y un día me mira y me dice ya entiendo ya entiendo ya entiendo y tener el apoyo de mi papá hoy así sea el respaldo económico a mí me hace sentir fuerte me hace sentir fuerte porque me hace sentir que no estoy tan loca, que no estoy sola, como me han dicho, porque siempre han sido las palabras que han usado frente a mí, que soy una resentida, que soy una rencorosa, que habla todavía de cosas del pasado, que eso ya pasó, me va a hablar de eso pues otra vez, ay no, entonces siempre eso era lo que yo escuchaba y otra vez, me va a hablar otra vez de ese tema, ay. Tienes momentos para venir acá a hablar de tu familia porque es un tema delicado. Uno cuida, ¿sabes? Protege. Es el común denominador que se entiende, ¿no? Entonces, ¡ay! Cuidado, ¿no? ¿Cómo vas a hacer quedar mal a tu mamá, a tu abuela, tal, tal, tal? Cada quien tiene sus razones. Aquí no estamos jamás para juzgarte, siempre para apoyarte. Y siento que las razones las tienes de sobra. ¿Qué mensaje, además de los que ya les has dado que son toneladas, pero quizá en este tono o desde este espacio, haciéndolo público, quisieras enviarle a tu familia? Que la indiferencia también es violencia. Que la indiferencia se parte de la violencia. Que mirar para un lado no es la solución. Que hacerte cuenta que nada pasó no es la solución. Yo creo que este espacio, más que porque si tú ves, mi hermano está ahorita asumiendo algunas consecuencias. Está en un lugar donde nadie quisiera estar. Pero y todos los indiferentes y todos los que vieron y no hicieron nada. Y todos los que hoy son disque admirables y han visto, porque a mí me tocó en algún momento pedirle auxilio a una prima y que otra prima la llamara y le dijera no te vayas a meter en ese problema, no le vayas a dar posadas a Sara en tu casa, que va a ese hombre y te acaba con la casa, entonces no me dio posada por no meterse en ese problema, y yo siempre digo, como una mujer va a llamar a otra, pero por qué, si son abogadas entonces donde está la vocación y te acaba con la casa. Entonces no me dio posada por no meterse en ese problema. Y yo siempre digo, ¿cómo una mujer va a llamar a otra? ¿Pero por qué? Si son abogadas, entonces ¿dónde está la vocación? Está bien, pueden ser abogadas civiles, laborales, puede que sea otro, la rama, pero es que el derecho es el derecho, lo justo es lo justo. Y yo no estoy diciendo que me justifiquen, porque la gente, la familia también puede decir, Sara también ha sido grosera. Mira que en algún momento yo tuve mucha rabia con mi mamá y escribí un mensaje, me acuerdo hace muchos años en Facebook, muy hiriente, mi mamá ya se murió, algo así, mi mamá ya se murió, esta es la hora que a mí la familia no me perdona por eso, y cada que pueden, hasta hace poco y también lo publiqué, un tío me mandó un mensaje terrible porque yo estaba buscando los pantallazos y todo lo que yo tomaba porque mi mamá lo borró del computador y le pido a él un computador que le había prestado una prima hace muchos años y él me dice, no, pues mira a ver dónde lo pusiste porque acá no está, yo no sé si ellas están reteniendo la información por ayudarle o si simplemente no lo encuentran, pero que él resulte insultándome a mí diciéndome, por eso tu papá y tu mamá no te quieren o sea, usan en mi contra el hecho de que mi familia no me quiere y es por eso, por contestataria, por grosera por fastidiosa, por rencorosa pero ¿qué pasa? o sea, y la otra parte de la historia porque a una persona como Pablo, como mi hermano le tenemos en cuenta las cosas que hace bien sus estudios o lo que sea persona como Pablo, como mi hermano, le tenemos en cuenta las cosas que hace bien, sus estudios o lo que sea que haga bien, como enseña, y no lo otro, y porque a la mujer, sí cuando es contestataria, sí cuando se siente libre y hace otras cosas distintas a la sumisión, la culpamos. Entonces realmente para mí la familia ha sido un proceso de sanación, de sanarlo, de soltarlo. Sí. De no sentir más rencor, de no sentir como más dolor, de dejar de reclamar un espacio que no tengo por qué tener. Ya, si ellos no lo quieren dar. Ahorita hablabas de que tu hermano prácticamente te dio libertad. Ay, sí. A él perder la suya. ¿Pero has pensado qué va a pasar cuando él la recupere? Ahí está el susto. Entonces mi mamá y todos dicen, no, pero antier escuchaba, hay un compañero de la cárcel que dijo que tenía un abogado muy bueno, le habían dado ocho años, también por violencia intrafamiliar y salió en dos años. Tati, es un tema por el que no hablo mucho ya. O sea, cuando mi mamá dice eso. Sí, es que cuando mi mamá dice eso yo prefiero quedarme callada, porque yo no lo espero, no quiero ni siquiera mandarle esa energía a la vida, nunca. Yo si te soy muy sincera, digo, ¿será que él sí pasa tanto tiempo aguantando violencias? Porque allá también seguramente vivirán violencias y vivirán momentos, y él que es un hombre tan fuerte y tan capaz con las mujeres, ¿será que se aguanta? La verdad eso es lo que me pregunto, ¿será que se aguanta no responder? ¿Será que no se ganará un problema ya? Porque yo no quiero que salga, ¿sabes? Porque si sale con rabia, y ahora estoy grabando este podcast, y si sale y lo ve ve o si allá se lo cuenta o si sale con rabia o si esto realmente también se le suma y le suma daños o pasa algo y esto trae consecuencias la gente me va a culpar a mi familia me va a culpar a mi porque es que la frase que usa mi mamá es ah, ¿siempre te ha gustado el espectáculo? que te vean, entonces que rico ella cree que yo estoy aquí yo le llamo así me censuren la cara que me la censuren Entonces mi mamá dice, ah, ¿siempre te ha gustado el espectáculo? Que te vean, entonces qué rico. Ella cree que yo estoy aquí, yo le llamo así, me censuren la cara. Que me la censuren, pero que de mi voz salga. Lo que te decía, que la indiferencia también es violencia. Que no, que ese tema se tiene que hablar, y más en una familia. ¿Pero sigues teniendo miedo de la posible salida de tu hermano? Tengo miedo, sí. Quiero olvidarlo, sí. Quiero que si son dos años, experimentar dos años de libertad. De sentirme livianita. De que mis hijos, porque mis hijos, como los cuidaba mi mamá, y él les ayudaba con las tareas, y él pues estaba ahí, mis hijos lo quieren. Mis hijos no saben, para mis hijos esto cuando estén más grandes se enterarán o acá, ¿cierto? Pero para ellos es su tío. Ok. Lo que sí insisto mucho yo con ellos es, hijos, tu respuesta depende de ti. La otra persona hace lo que sea, pero la violencia no se justifica no hay razón para hacerlo si la otra persona te hace algo a ti si yo aquí vengo y porque a mí me dio la gana te jalo el cabello y tú respondes violentamente mi respuesta fue violenta y la tuya también y si las personas que están en el entorno no responden y no hacen nada, eso también hay que evaluarlo. Eso también hay que analizarlo. Entonces, quiero vivir, quiero, solo quiero vivir el tiempo que él esté allá aprendiendo a ser libre. Hay una alta probabilidad de que él esto no lo vea al salir, lo vea ya. ¿Qué le dirías? No, Tati, me haría miedo, ¿qué haría? Me haría miedo, porque él allá ya está acompañado de, viéndonos, escuchándote, sobre todo. ¿Cuál es ese mensaje que tienes para tu hermano? Que todos tenemos la oportunidad de rehacer la vida, que aprenda, que ojalá esa situación que está viviendo, que para él como persona debe ser muy difícil, ojalá le sirva para entender que su violencia no tiene justificación, que él ha decidido desde pequeño ser violento y ojalá ese proceso le ayude a cambiar y que salga de allá, qué rico que saliera un hombre Tati que le ayudara porque él tiene voz, o sea, si él quisiera usar su voz para muchas cosas buenas, él lo podría hacer. Entonces qué rico que saliera una persona que hablara de miren yo fui violenta, yo hice esto, yo hice esto, yo creía esto de las mujeres, yo creía esto, qué rico, qué rico que saliera una persona capaz de dar la cara y que esa fuerza física y que esa fuerza manipuladora que usó siempre la usara porque es una fuerza que tiene, perdón, que tiene él dentro, la usara para alzar su voz y enseñarle a otros hombres a desconfigurar ese machismo y toda esa violencia, porque él tiene ese poder, ojalá, ojalá lo hiciera, me encantaría. estarías dispuesta a dar una oportunidad en términos de ok, perdono todo esto avancemos o que tendría que ocurrir para que esto significara otra cosa para ti después de tanta violencia Tati, donde yo lo vea a él, porque es que él ya lo ha dicho de su propia voz, él le dijo a mi mamá, yo aquí no estoy pagando a Jacqueline yo las estoy pagando a usted entonces cuando mi mamá me dijo esa frase yo dije que rico que rico que lo sepa y Tati yo creo en las personas yo creo en el amor, yo creo en el amor general, en el amor transversal a la vida en el amor presente en cada acción, en que para mi por ejemplo son actos de amor los que todas las mujeres que hoy me tienen aquí en este podcast que me ayudaron a venir, que la una prestó, la otra me dijo, eso es amor, se den cuenta o no, conscientes o no, y yo creo y donde eso sucediera, yo me le uno vamos juntos a decirle al mundo como se sale de la violencia que eso si se puede, dos personas que vivieron como hemos vivido nosotros y que le podamos enseñar yo me siento muy feliz de ver dos niños que tienen una relación. De tener dos hijos que son hermanos. De que a veces estoy desesperada y grito a mi hijo mayor. Y el menor viene y me dice. No le grites. Respeta a mi hermano. A ti me siento orgullosa. Porque yo sé de dónde vengo. Fue que ellos no, pero yo sí. Y ellos lo van a saber después. Ell ellos llegarán al momento, yo quiero que sean dos hombres, entonces qué rico que a ese tío que admiran tanto, lo vieran tener esa valentía de resignificar su vida de cambiar, de decir ya hasta aquí, ya fui suficientemente violento, ya, eso me parecería pues te lo juro Tati que rico, creer en eso me da rabia, me molesta, porque siento que todas las cosas que han pasado es por haber creído que no iba a pasar más, entonces creer en eso me da rabia, pero que rico, que rico, cuando mi mamá me contó que él dijo esto, es que yo no estoy pagando a esa persona, yo las estoy pagando a ustedes, esto es que yo no estoy pagando a esa persona, yo las estoy pagando a ustedes, y estoy pagando a Alejandra, que es la persona que te digo que le ayuda a mi mamá, y estoy pagando a ella, y a la otra, y a la otra, todas las que no me denunciaron, que él sea consciente de eso, yo digo, ojalá esa conciencia no sea otro acto de manipulación, no sea por manipular, no sea por no quedarse solo, porque el miedo al abandono, Tati, y el miedo a quedarse solo, es un miedo inherente al ser humano. Los tenemos todos. Y muchas veces, a mí me encanta una frase de Fred Martínez que dice, la persona puede ir corriendo, tú puedes ver a una persona corriendo, pero una cosa es que corra porque lo está persiguiendo un león y otra cosa es que corra por sus sueños. Es muy diferente. Las decisiones que te toman son distintas. Cuando uno está huyendo de algo, de sus miedos, cuando uno los está evitando, a cuando uno ya se enfrenta y ya dice listo, vamos a seguir corriendo pues. Pero por otras razones. Ya no por miedo, sino ya por esperanza, ya por otras razones. Yo me he apoyado mucho de podcast, de terapeutas, porque la terapia también es costosa. de terapeutas, porque la terapia también es costosa, porque a uno le dicen mucho y a las mamás sobre todo nos dicen mucho que nos apoyemos, que vayamos a terapia, que la crianza consiente, me he capacitado en eso demasiado y todo ha sido gracias a las redes sociales y a ver otras mujeres, a que otras mujeres me digan guau que valiente y yo diga guau, entonces a esta le puse, o sea que de pronto se le dio un poquito de fuerza, así como esa amiga en algún momento me dijo enfrentate a mi hermano, o sea, no es que no sos así, que rico y que rico que él pudiera motivar en otros hombres, parar parar, parar no porque la mujer deje de ser como es es que porque muchos dicen es que la mujer es que sinvergüenza es que me pone cachos, entonces creen que esa es una justificación para pegarle a su mujer. No, déjala, pero ahí tienes que pegar. No justifica que la mujer haga lo que sea que haga, si no la quieres déjala, pero no tienes que maltratarla. diciendo no más, no queremos ser más violentadas no queremos ser más maltratadas sino un hombre que diga bueno, yo fui violento yo fui esto, yo hice esto, yo hice esto yo hice esto y como lo he escuchado de mi mamá que lo está haciendo pues eso me da como una esperanza como te digo me da rabia tenerla pero la esperanza es lo último que se pierde exactamente yo también creo en las segundas, terceras, cuartas oportunidades y ojalá, ojalá porque sería hermoso si eso llegara a pasar, por favor nos cuenta, claro que sí y nos presenta al nuevo Pablo no, no, no, es que como te digo, o sea, eso sería porque claro, uno también puede hablar de lo malo, claro pero de lo bueno también se habla, de lo que se hace y como tú dices, uno también puede hablar de lo malo Pero de lo bueno también se habla De lo que se hace Y como tú dices, uno sí cambia Yo he cambiado Yo pasé de decir que las mujeres eran mis peores enemigas Porque Ay no, la peor enemiga de una mujer es otra mujer Porque son las que hablan mal de uno Porque La violencia también me habitaba, Tati Yo también era una persona violenta Violenta en el sentido de que cualquier persona me hacía algo y yo respondía antes de perder mi salud mental tuve dos años muy poderosos violentados, yo me sentía mal yo decía, la violencia está en mí y cómo se saca uno esto cómo se desprograma uno porque es una desprogramación y resulta que se puede, que uno se puedeprograma uno, porque es una desprogramación y resulta que se puede que uno se puede descodificar que uno puede cambiar esas creencias que lo hacen actuar, de cierta forma o sea que él sí puede reprogramarse, debe ser muy difícil pero se puede el mensaje es para él, vos podés sí, mujer, qué mensaje qué palabras tan poderosas. Siento hasta acá esa energía, ese deseo, además, de conectar con otras mujeres. Y yo no tengo duda que se están viendo en la... Es que cada mujer que pasa por aquí es un espejo de otra. Todas somos espejos, pero particularmente lo tuyo es especial, como lo decía al inicio, porque es que no todo el mundo expone a la familia. Y esto lo digo desde un lugar no de el juicio, de ¡ay, los expongo negativamente! Sino que también se requiere una valentía para uno decir, en mi casa me culpan, está pasando eso, o mamá, esto no está bien, papá, tío, primo, y también hay que empezar a reprogramar. También esa configuración familiar donde todos nos tapamos porque somos una familia y tenemos que tener la foto feliz ante el mundo, pero la casa ardiendo, de puertas para adentro. Qué mensaje tan poderoso, y yo sí quisiera que le hablaras para finalizar a esas mujeres que de pronto no han sido víctimas de un hermano, como en tu caso, pero sí víctimas de un extraño como Mariana, que fue la persona por quien llegamos a casa acá. Y este mensaje es porque nos han llegado muchos más mensajes de mujeres que están siendo manipuladas, violentadas, trianguladas, hasta un punto donde realmente pueden cometer errores, porque este tipo de personajes, en redes sociales o de frente por lo general son más valientes desde una pantalla casi siempre, pero son muchos los casos no había escuchado algo por parte de un hermano, pero si estoy escuchando mucho este tipo de casos de que tiene mis fotos y se siente poderoso, tiene mis fotos y siente que tiene el control mío ya que mataste a ese monstruo que les dirías primero que no se sientan culpables que hablar de lo que les pasó no las hace ni rencorosas ni malucas ni locas ni dementes ni nada mal que hablar significa que lo hablen que lo cuenten que se apoyen de otras mujeres que aquí estamos que no están sol, que lo cuenten, que se apoyen de otras mujeres, que aquí estamos, que no están solas, que no estamos solas, que yo me di cuenta hablando que no estaba sola, ahí fue cuando me di cuenta que no estaba sola. Apenas pasó esto también con Mariana, otras mujeres también escribieron, muchas de hecho se desahogaron por primera vez y yo digo es increíble la capacidad que tenemos de aguante y ojalá podamos cambiar también la torta a nosotros y esa capacidad de aguante nos dé la fuerza a todas las mujeres que nos lo han hecho hoy de denunciar, de hablar, de no sentirse culpable, yo creo que lo que lo hace a uno quedarse callado es que uno siente que uno tuvo parte de hecho en la rabia de la otra persona, en la violencia de la otra persona. Entonces tampoco quiere uno como exponerse, como te digo, en muchas ocasiones yo también callé porque me decían, es que usted también le habló feo a su mamá, también fue grosera. Entonces usted no tiene derecho de hablar, porque usted también ha sido grosera. No, venga un momentico, no, no, hablemos, hablemos también de mis reacciones hablemos también de mi grosería pero hablemos de todo junto hablemos del conjunto de cosas no hablemos de... porque claro termina uno, yo creo que lleva uno la vida del sentirse y sentirse tan culpable, se hace uno culpable termina uno también buscando esos mismos momentos de violencia, porque como te decía ahorita, la libertad, yo que apenas la estoy sintiendo, ahorita en este momento, que no tengo en este momento a nadie que me esté amenazando, ni que tenga la posibilidad de hacerlo en este instante, eso también es raro, y el cerebro neurológicamente evita todo lo distinto porque lo diferente da miedo. Entonces solo el hecho de hablar a espacios, donde puede escuchar uno que no es un tema tan ajeno, que es un tema neurológico inclusive, que está programado en nosotros ese deseo de pertenecer, entonces que uno se quede callado porque no quiere que la familia o que la pareja, porque entonces es una mujer por ejemplo que tiene dos hijos y su pareja lo va a dejar y se va a quedar criando dos hijos sola, ese miedo solo es el hace quedarse callada es el miedo a uno enfrentar todo esto sola, no están solas no lo están gracias, por no callar es que estás acá por loquita, por contestataria por no quedarme callada calladita no te ves más bonita no me veo más bonita creo que ese veo más bonita. Creo que ese es el mensaje poderoso que nos has entregado. Me alegra tenerte por acá. Me alegra que estés alegre y me alegra que estés disfrutando de tu libertad y ojalá esa libertad sea para siempre. Que no sea una circunstancia, un caso fortuito, sino que mereces ser libre. Todas, todos merecemos estar libres. Un episodio muy poderoso. Siento hasta acá que te vas muy feliz. feliz abrazo para tus amigas, para tu familia y un abrazo a Pablo también, porque no, que sea capaz que vos podés y que si se transforma por acá no lo estamos esperando porque en este momento no recibimos hombre, pero te esperamos a ti para que nos cuentes esta historia de transformación y mira como dice Saskia Niño de Rivera una mexicana que trabaja con un proceso de las personas de la cárcel que se llama Reinserta. Y trabaja con todo ese proceso de reinserción porque es complejo. Y es que ojalá pueda, ojalá pueda reinsertarse cambiando y no reinsertarse reincidiendo. ¡Wow! Me has tirado las frases de ti. Quería que gusto conocerte. Ya saben que todos los miércoles tenemos un estreno, así que suscríbanse a nuestras plataformas para que no se pierdan estas historias de mujeres poderosas. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. 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