
Mi bebé murió, pero mi leche materna salva vidas: Invitada - Valentina Jurado
07 de may de 2025
En este conmovedor episodio de "Vos Podés, el podcast", conocemos la historia de Valentina Jurado, una joven madre que enfrentó la pérdida de su hija Amara a solo tres meses de nacida. A partir de esta experiencia tan dolorosa, Valentina encontró un propósito divino: donar su leche materna para ayudar a otros bebés en las unidades de cuidado intensivo neonatal. Esta historia no solo visibiliza la importancia de la donación de leche materna, sino también el proceso de duelo maternal y la fortaleza que puede surgir del amor incondicional de madre a hijo. El episodio también resalta la gira del podcast por Colombia y el objetivo de inspirar a otros a través de experiencias reales como la de Valentina.
Capítulos
Introducción a la historia de Valentina y Amara
Valentina Jurado, una joven madre de 25 años, siempre soñó con ser madre. Desde pequeña, tenía un instinto maternal marcado y cuidaba de sus primos y otros niños. Durante su embarazo experimentó una condición llamada hipermesis grávida, lo que dificultó los primeros meses de gestación.
La llegada de Amara
Valentina narra el momento de felicidad absoluta al enterarse de su embarazo. A pesar de haber terminado su relación con el padre de Amara al inicio del embarazo, se sentía plena al ser mamá. Amara nació en Pereira, pero pronto se diagnosticó una cardiopatía congénita compleja que requirió trasladarla a una clínica especializada en Cali.
Lucha por la vida de Amara
Amara fue trasladada al Valle de Lili, donde recibió tratamiento especializado. Sin embargo, su condición era crítica. Valentina y su familia vivieron momentos de angustia por las dificultades administrativas y el estado crítico de la bebé.
La pérdida de Amara y el duelo
Después de 37 días, Amara falleció en brazos de su madre. Valentina describe el dolor de enfrentar la muerte de su hija y el proceso de duelo, un sentimiento que muchas madres enfrentan en silencio. Habla de la idea del "duelo invisible" y la falta de comprensión de la sociedad hacia estas pérdidas.
Un propósito de amor: la donación de leche materna
Valentina decidió honrar la memoria de Amara donando su leche materna a otros bebés necesitados. Este acto de generosidad y amor ha permitido que la historia de Amara toque muchas vidas. La donación de leche materna contribuye a salvar a bebés prematuros y aquellos cuyas madres no pueden proporcionarla.
Impacto y legado de Amara
La historia de Amara ha llegado a otras madres en duelo y ha sensibilizado a muchas personas sobre la importancia de la donación de leche materna. Valentina continúa su proceso de duelo mientras encuentra consuelo en ayudar a otros y dar visibilidad a estos temas poco tratados en la sociedad.
Conclusión
La historia de Valentina y Amara nos enseña sobre resiliencia y cómo el amor puede transformar el dolor en esperanza. A través de la donación de leche materna, Valentina ha encontrado una manera de honrar la memoria de su hija, Amara, y de impactar positivamente la vida de muchos bebés y familias. Este episodio nos invita a reflexionar sobre la importancia de hablar abiertamente sobre el duelo y de apoyar a quienes lo atraviesan.
Menciones
- (Persona) Valentina Jurado
- (Persona) Amara
- (Org) O Boticario
- (Org) Vos Podés, el podcast
- (Org) Valle de Lili
- (Org) Imbanaco
- (Persona) Juan Felipe
- (Lugar) Bogotá
- (Lugar) Cali
- (Lugar) Medellín
- (Lugar) Barranquilla
- (Lugar) Bucaramanga
- (Lugar) Pereira
- (Org) hospital universitario del Valle
- (Org) HUE (Hospital Universitario del Valle)
- (Org) Banco de Leche
- (Concepto) donación de leche materna
- (Concepto) duelo neonatal
- (Concepto) hipermesis grávida
Valentina Jurado perdió a su pequeña hija Amara con tan solo tres meses de nacida, y en medio del dolor encontró un propósito divino, donar su leche materna a los menores en las unidades de cuidado intensivo neonatal. Este episodio llega a ustedes gracias a O Boticario, y es dedicado a todas las mujeres que están intentando ser mamás. Para que sepan que no están solas en esta experiencia, y que a pesar del miedo o el dolor, el amor siempre tiene un plan. Un episodio más en Vos Podés el podcast y quiero arrancar con una noticia que me tiene muy feliz y es que ya hicimos sold out en la ciudad de Bogotá para nuestra gira. Si no lo sabían y si están ubicados en Colombia, prepárense porque vamos a estar en 10 ciudades. Además de Bogotá hay 9 ciudades más como por ejemplo Cali, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla. Aquí está apareciendo este banner donde ustedes pueden escanear el código QR para que compren las boletas y tengamos este poderoso encuentro que no será un podcast. Será un momento mágico de inspiración en teatro. No les cuento mucho, pero no se pierdan esta experiencia. Tampoco se pierdan esta historia maravillosa, porque hoy me acompaña una mujer que yo podría decir una mujer con mucho poder, desde que entró aquí nos transmitió su linda energía y es que ella no viene sola, viene acompañada con alguien que, si bien no está en presencia física, está en su corazón. Y eso es más que poderoso. Nos acompaña Valentina y ella se autorreconoce más bien como la mamá de Amara. Valentina, bienvenida. Hola Tati, muchas gracias por la invitación en serio de corazón, gracias por visibilizar este tipo de historias tan hermosas. Cuando digo que te reconoces como la mamá de Amara es porque así en tus redes sociales y en todo lo que comunicas, ese es el texto, eso es lo que está escrito eso es lo que te identifica realmente, porque es tan relevante esto para ti yo desde que tengo conciencia he querido ser mamá, o sea, es algo desde que tengo no sé, 3, 4 años, jugaba con muñequitas las quería alimentar le pedí a mis papás, denme un hermanito chiquito, por favor, siempre tuve como ese instinto maternal muy despierta desde que estaba pequeña y siempre fue mi sueño más grande. Hay mujeres, digamos, que sueñan con ser empresarias, con viajar por el mundo, con casarse, mi sueño era, yo quiero ser mamá, o sea, yo me realizo el día en el que yo sea mamá. ¿Y qué edad tienes ahorita? 25 años. Muy chiquita. Sí, soy joven. ¿Y siempre toda tu vida era ese sueño y como que trabajaste en pro de que ese sueño se materializara? Pues sí, pero en realidad, claro, yo desde que estaba pequeña decía algún día y el día que así se cumpla, seré la mujer más feliz del mundo. Sin embargo, pues también me empecé como a realizar en otros ámbitos profesionales, como mujer, pero siempre decía, o sea, algo me falta y el día que sea mamá todo estará completo. ¿Cómo estaba constituida tu familia? Mi papá, mi mamá, mi hermano mayor y yo. Ellos tenían conocimiento también de ese deseo profundo. Claro, mi familia es súper grande, nosotros somos como 50 personas, entonces era primito por aquí, primito por allá, yo los cuidaba, les cambiaba el pañal, les daba el tetero, me ponían de niñera con también los vecinitos que tenía, entonces todos sabían alrededor de que, o sea, Valentina es buena mamá hasta que ni siquiera tiene un bebé, digamos, en brazos ¿Cómo te iba con las relaciones de pareja? ¿Siempre les comunicabas este deseo desde el inicio? Claro, no, no, yo creo que eso se nota, la verdad, cuando veo un niño, o sea, conecto de una manera increíble con los bebés, con los niños, es como que me siento como en mi salsa, por decirlo así. Y hablemos de eso, del amor de pareja, de esas relaciones que has tenido y que quizá han sido como las más significativas en tu vida. sido como las más significativas en tu vida? Listo, pues en realidad yo no he sido noviera, no he sido para nada noviera, mi primer novio lo tuve como a los 20 años y duramos aproximadamente como un año y medio o algo así, después de ahí estuve soltera un buen tiempo, yo soy de las mujeres que en realidad a mí no, o sea, no me gusta como depender tal vez de una pareja y no me parece mal uno estar solo y ya después de ahí inicié digamos mi nueva relación que fue con el papá de Amara ¿Cuánto duró esta relación? No, nosotros duramos poco, en realidad nuestra relación terminó al principio del embarazo de Amara, pero pues nos tenemos el respeto, el amor que todos los papás deberían tener por decirlo así. Pero entendiendo eso que me estás comentando al inicio de que siempre manifestabas este deseo de ser mamá ¿Cómo fue el proceso o la conversación con él respecto al tema? No, él siempre, digamos, lo tenía en cuenta, sabía que, y me admiraba en ese sentido, como, uf, quiero que, digamos, Valentina sea la mamá de mis hijos, es una excelente mujer, es una excelente mamá, es la entrega, y cuando sucedió, claro, nos pusimos muy felices, pero para él nunca fue como una sorpresa, por decirlo así. Me gustaría mucho detenerme en ese momento en el que te enteras que estás en embarazo, en que esa noticia, que además es un anhelo profundo de tu corazón desde siempre, como lo comunicas, por fin se hizo realidad. Pues eso fue increíble, la verdad es que son como los mensajes del universo. El día que yo me enteré que estaba embarazada, mi sobrinita nació. Mi sobrinita se llama Mía y fue el 28 de febrero del año pasado. Ella nació como a las 9 de la mañana y yo la fui a visitar a la clínica más o menos como a las 5 de la tarde. Y no me preguntes por qué, yo sentí un presentimiento como de, ¿será que yo estoy embarazada? Pero, o sea, en realidad, pues por nada, o sea, yo he sido, digamos, regular y así. Compré una prueba de embarazo y yo vi ese positivo y yo dije, no, no, no, me tengo que ir a un laboratorio a hacérmelo porque esto no puede ser real. O sea, no había como ningún indicio para que estés embarazada, nada en tu cuerpo, no habían notado cambios, irregularidades. Nada, es más, a mí se supone que me iba a llegar el periodo y me estaban doliendo los senos, o sea, esos son los mismos síntomas. Entonces, cuando yo me di cuenta, yo decía, hoy nació mí, o sea, a mí ya nació a las nueve de la mañana, y es mi única sobrina, mi hermano es mi único hermano, era como el amor de mi vida trayéndome otro amor de mi vida. Cuando yo fui a la clínica, a mí ya fue la primera persona que supo que yo estaba embarazada, que yo la cargué y le dije, mi amor, gracias porque me trajiste mi mayor regalo y yo sabía que ella no quería venir solita al mundo ¡Qué belleza eso! Y tú ya ahí la intuición te dijo, hazte la prueba Sí, sí, sí, entonces ya después de ahí yo no siquiera me pude como contener, o sea yo le conté a mis papás, le conté a mi hermano, todos estaban impactados porque uno viene de, pero acabo de nacer mía, o sea, como es que usted está embarazada. Pero le regalo, ¿en qué momento? Entonces toda la familia se puso pues súper contenta, yo también, uno al principio no se las cree, que uno dice, hay una vida dentro de mí, porque claro, o sea, una celulita súper chiquita. Además tú estás jovencita, claro. Así es, sí, sí. ¿Y tu pareja cómo tomó la noticia en ese momento? No, muy feliz también, él también se puso súper, súper feliz, había amor sobre todo, entonces en realidad fue una noticia que cambió, impactó a las dos familias de una manera increíble. ¿Cómo fue tu embarazo? Ay, fue difícil, porque, ponle que yo me di cuenta y eso empezaron los síntomas, yo vomitaba 17 veces al día, o sea, eso era una cosa, yo vomitaba hasta la saliva, ay no, eso, sí, sí, es una condición que se llama hipermesis grávida y es que uno vomita y vomita y vomita, entonces, claro, en realidad yo no tenía, o sea, yo medio comía algo y yo ya lo estaba vomitando. Yo, cuando me enteré que estaba en embarazo, yo siempre dije, yo me dedico totalmente a mi niña, entonces me salí de trabajar y así fue. Entonces, en el proceso nos dimos cuenta, digamos, de que era mejor que yo estuviera en casa, por la condición también que yo tenía, que yo estaba súper maluca, yo vomité los primeros seis meses del embar, y fue difícil en ese sentido, la verdad. Pero bueno, o sea, estabas tan enfocada en el tema de la maternidad, es súper relevante para mí, que decidiste como dejar a un lado todo, trabajo, como tu rutina permanente. Sí, Tati, porque mira, yo nunca he tenido como unas aspiraciones laborales que no diga, yo quiero hacer esto, o sea, en realidad yo lo hacía, pero en el interior no era algo como que a mí me moviera el alma como lo es la maternidad. Yo desde que tengo como 14 años digo a las influencers que son mamás, a las que comparten la maternidad, tips, me veía mil videos desde que estaba chiquita en alimentación complementaria, lactancia, crianza, entonces eso era lo que en realidad a mí me movía el alma, y claro, yo trabajaba pues porque a lo final es como un ciclo, tal vez que cualquier ser humano, digamos, tiene que vivir, pero cuando inició esto yo dije no, no, no, o sea, yo dejo atrás y yo me enfoco totalmente en Amara. Y económicamente tenías como el apoyo de quiénes en ese momento? De mis papás, la verdad es que mis papás siempre han sido como un soporte emocional, económico, espiritual para mí, mi familia lo es todo, y es una familia que en realidad me ha respetado mucho las decisiones y me apoya en los momentos como más difíciles. Ok, ¿qué tal si nos cuentas de tu embarazo? Momentos, ¿cómo empezaste a vivirlo? Además de esto que dices que vomitabas 17 veces. ¿Con qué te ibas encontrando a lo largo de todo este proceso de gestación? Cuando, entonces, cuando todo pasó, nosotros dijimos, queremos que las bebés crezcan juntas. Entonces, nos cambiamos de casa. Ellos aquí, nosotros acá, al frente, o sea, a tres pasos literalmente. Y dijimos, queremos que estén juntas siempre entonces mi embarazo yo lo pasé con Mía totalmente, o sea, ella se me dormía aquí en el pechito, ella me sentía la barriguita o sea, Mía, digamos, crecía y Amara crecía a la vez entonces fue hermoso como yo estar, no sé, como sosteniendo mis dos niñas, una en la barriguita y la otra aquí. Te estrenaste a ella como mamá. Claro, ¿no? Y también que le colaborábamos mucho, digamos, a mi cuñada que ya estudia, a mi hermano que trabaja, entonces yo le decía, digamos, yo le decía a Valeria, a mi cuñada, es que yo no sé tú cómo me la dejas y me decían, no, Valeria, es que yo tengo la confianza de que tú lo estás haciendo bien, de que tú la amas como si fuera, digamos, una mamá, y es verdad, un sobrino uno lo ama, o sea, un sobrino es un hijo que uno no parió, literalmente. Sí, qué lindo eso. Entonces, bueno, me la pasé, todos los días hacía cursos prenatales, cursos de sueño infantil, mirando cómo organizarle el cuarto, que todo estuviera listo, o sea, todos los días era como en función a ella, en todos los temas, digamos, de ecografías, ir al ginecópsete, ir a la ginecóloga, que los exámenes de sangre y así. ¿Soñabas con que fuera una niña desde el inicio? Pues yo al principio pensé que era un niño por esa vomitadera. ¿Sí? Sí, porque yo dije, más que debe ser un niño, pues que llegó pisando fuerte. Pero ahí me di cuenta que no, que las mujeres también, también llegamos pisando fuerte, cuando me di cuenta que era una niña, no, pues yo decía, es como, va a ser mi mejor amiga para toda la vida, o sea, era increíble ¿En qué momento te enteraste cómo fue todo este proceso de cuando realmente te enteras que venía una niña? No, pues imagínate que yo esperé, normalmente son como las 13 semanas de embarazo, después a ver 14, yo esperé como hasta las 20 ¿Que es como la sorpresa? Sí, yo esperé como hasta las 20 Que es como la sorpresa Sí, yo esperé como hasta las 20, pero la verdad Es que yo, bueno, primero tenía como muy Idealizada la maternidad Porque la maternidad que uno ve en redes sociales Es hermoso, todo lo lindo, el niño, la sonrisita Y cuando uno como mamá Se enfrenta literalmente a todos esos cambios Físicos, cambios emocionales, cambios hormonales Claro, yo estaba Maluca, o sea, yoales, claro, yo estaba maluca, o sea, yo a toda hora vivía maluca, entonces, ¿qué hacer gender reveal? ¿qué revelación del sexo? ¿qué una fiesta? Yo no quería nada, o sea, yo simplemente me contuve con mi bebé y la cuidé, entonces no fue así como una sorpresa que hoy en día, que la fiesta, que los globos, que el humo, no, fuimos a la ecografía y nos dijeron, es niña, y yo, yo me sorprendí porque yo pensaba que era niño, y así fue que me enteré, no fue así como del otro mundo. Y cuando te dicen esto, ¿tú ya tenías el nombre desde antes por si fuera niña o niño, o en este caso cuando te enteraste empezaste como a buscarles? Yo desde que tengo como 15 años tengo una lista guardada en notas de los nombres que quería para mis hijos. No te creas. Sí, entonces cuando yo me enteré que estaban embarazo, yo escogí los primeros, o sea, como los cinco que más me gustaban. Entonces, yo dije, bueno, si es niño, se va a llamar Noah. Y yo tuve un viaje al principio del embarazo, y yo a toda hora le hablaba Noah, Noah, Noah. Y entonces, cuando yo ya me di cuenta, me sentía hasta mal, y yo, ay, no, yo diciéndole como que fuera un niño. Pero eso le pasa también a muchas mamás. Claro, entonces entre esas teníamos Olivia, Amalia y Amara. Y entonces escogimos Amara sin tener un significado, o sea, yo lo tenía como en eso en esa lista y de toda esa lista que yo tenía, ese fue uno de los que me llamó la atención, yo creo que eso es como el alma vibrando, la verdad, como con un nombre en específico. Resonaste y de una dijiste ya, este va a ser el nombre. Y al principio, como mi mamá me dijo, ay, en Valen es un nombre tan raro, pues claro, como que uno está acostumbrado a Valentina, Tatiana, los nombres pues... O más comunes. Exacto, y yo, no, Amara, hermoso, o sea, hermoso. Y es hermoso, realmente. Y empieza a avanzar todo este tema de tu embarazo y cómo seguían transcurriendo tus días. Bueno, entonces empecé a avanzar. A mí me diagnosticaron como en la semana 22 una condición que se llama arteria umbilical única. ¿Qué es? Entonces, el cordón umbilical tiene que tener dos arterias y una vena. Y la día Mara, pues mi cordón umbilical solo tenía una arteria y una vena. Sin embargo, a mí me dijeron, pues eso es normal, eso sucede en muchos embarazos. una arteria y una vena, sin embargo a mí me dijeron pues eso es normal, eso sucede en muchos embarazos, hay que es como, por decirlo así, como hacerle seguimiento al peso de la bebé, entonces yo cada 15 días estaba en ecografías, el peso iba bien, a mí me decían no, ya va a ser una bebé pequeña, ya van a ser flaquítica, ay yo lloraba, no, pues porque uno dice mi niña, cómo van a ser flaquita y me van haciendo esa gordura. Entonces, en ese sentido, pues, como te digo, yo todo el embarazo lo pasé en citas médicas, en exámenes, en la casa, hice yoga prenatal, me gusta mucho la meditación, entonces me conectaba mucho con la meditación y con ella, le leía, le ponía música, bueno, era como, en realidad, o sea, uno como mujer, bueno, no sé, pero en mi maternidad uno se pone atrás y obviamente prioriza a su bebé y prioriza a su hijo totalmente. no le han dedicado todo eso que un bebé se merece, por el contrario siento que tú lo priorizaste, le diste como una relevancia y una importancia, y ya, conociendo tu historia desde el inicio, cómo no priorizarlo de esta manera, además percibo, yo desde el desconocimiento que no soy mamá, que eres también muy experta en todo este tema prenatal, porque estabas investigando todo el tiempo, entonces me imagino pues como eran esos días como todo ese acontecimiento durante ese proceso de gestación Sí, en realidad yo soy una persona muy curiosa, o sea, con todos los temas yo no me quedo como con la información, tal vez como que me dan, y yo intento siempre dar lo mejor de mí, yo decía, yo voy a traer una persona al mundo, que el día de mañana va a salir a la sociedad, o sea ¿qué ser humano yo le estoy dando a la sociedad? de mí depende, o sea, de mí depende y claro, a la final yo digo pues puede que yo tenga un cierto tipo de madurez y así, pero ninguna mamá vino con manual, o sea, y yo también soy una joven en ese momento de 24 años que estaba viviendo, digamos, circunstancias difíciles, un embarazo no tan pues no tan común, por decirlo así yo decía, yo tengo que entregar todo de mí o sea, Amara depende de mí cuando te hablaron de la condición, de lo del cordón umbilical ahí no sentiste miedo no, yo sentía miedo era como el peso yo decía el peso, el peso, el peso y es más, a ella le hicieron un ecocardiograma fetal para verle cómo estaba el corazón salió perfecto no le diagnosticaron nada entonces bueno, no, le embarazó pues bien obviamente como con todas las molestias que el peso, que uno no puede dormir, que la griera, que le duele la espalda, o sea eso es una cosa que uno todos los días le da dolores distintos, pero en realidad uno como mamá eso es algo manejable eso es algo manejable. Quiero que nos detengamos o más que nos detengamos como que te devuelvas en el tiempo y recuerdes ya esa etapa en la que tú te conoces cara a cara con esa muñeca soñada, anhelada, deseada durante tantos años, como ese momento en el que tú dices se cumplió ese sueño de toda mi vida, el sueño que he tenido por siempre, ese sueño de ser mamá. Sí, entonces yo empecé, yo inicié la labor de parto el 22 de octubre. Inicié cuando yo estaba acostada en la cama y ya ahí, yo voy sintiendo como si se explotara algo dentro de mí. Y yo llamé a la enfermera y me dijo, acá has de romper fuente, estás en tres de dilatación. Pero ven acá, tú estabas ya pasándola ya en tu casa, cuando estabas en tu casa, ¿sentiste los dolores así impresionantes o cómo fue ese momento? Ah, ya en tu casa, cuando estabas en tu casa, ¿sentiste los dolores así impresionantes o cómo fue como este momento? Ah, ya ese momento no fue así, ella ya tenía 38 semanas, los embarazos pues a término son de 40 semanas, entonces los doctores me dijeron, la verdad está como apenas como para inducirlo porque no la vamos a dejar hasta la 40 pues hasta el límite, entonces yo fui a la clínica, yo estaba relajada, yo estaba tranquila, me sentaron en la clínica y ahí me empezaron pues como a inducir el parto. La idea era que fuera parto natural. Sí, pues mira que yo, uy no, yo me preparé mucho porque mentalmente, más que físicamente, no, o sea, en realidad las dos, pero mentalmente me preparé mucho, medité, le hablaba a ella, le decía, mi amor, esto es un trabajo de las dos, porque uno en la creencia popular piensa que eso solo es la mamá digamos la que, ay que tiene que parir y eso se tienen que unir los dos cuerpos para en realidad como crear ese momento mágico y ese momento idílico o sea, eso es un momento hermoso en el que ella hace su esfuerzo y yo también hago mi esfuerzo para que pueda llegar al mundo así, sin embargo yo nunca me casé como con el parte natural o el cesáreo. Yo decía que sea lo mejor para las dos, o sea, de lo que estemos bien. Claro, quería, obviamente yo natural, porque creo que la recuperación tal vez es un poquito más llevadera y así. Entonces, bueno, yo ya entré a la clínica. ¿En Pereira? Sí, en Pereira. Nosotros somos de Pereira, en la misma clínica que yo nací, entonces las dos nacimos en la misma clínica. ¡No te creo! pereira nosotros somos de pereira a la misma clínica que yo nací entre las dos nacimos en la misma clínica no te creo que 24 años después y cuando ya me dijo esta vez en tres de dilatación entonces ahí empezaron los dolores empezaron los dolores yo empecé como a controlar mucho la respiración me puse los audífonos y escuchaba música y cuando estaba la contracción, me conectaba con ella totalmente y las enfermeras me decían, es que yo no puedo creer que usted, o sea, usted no ha gritado, usted no ha derramado una lágrima, o sea, usted no ha hecho nada, usted lo está haciendo súper bien y bueno, ellas me decían eso y yo me llenaba de valor porque uno piensa en el momento y dice, uff o sea, esto es demasiado doloroso. Y vas muy preparada. Pues más que todo mentalmente, o sea, en realidad yo creo que eso Y vas muy preparada. Pues más que todo mentalmente. O sea, en realidad yo creo que eso es una fuerza, un amor que uno lo invade, que uno dice, ya va a llegar el momento y tengo que darlo todo. Cuando yo ya estaba como en ocho de dilatación y no, Tati, te lo juro que eso es como el momento más primitivo que uno puede vivir con una mujer. O sea, tú te sales de tu cuerpo y tú empiezas a ser un mamífero, un animal totalmente. El mundo se apaga para ti, eres tú gritando del dolor, o sea sacando pues ese bebé y yo en realidad lo describo así o sea es el momento más mamífero que yo he vivido en tu cerebro se apaga la parte lógica se apaga, tú no piensas en nada, es literalmente sentir el dolor y hacerle, cuando ya la doctora me dijo ya les estoy tocando la cabecita vamos entonces a camilla entonces me pasaron a sala de partos bueno, uno lo sube ahí como en unas cositas iniciamos el pujo y eso por un momento uno dice, yo no voy a ser capaz o sea, esto es impresionante, yo no voy a ser capaz del dolor tan horrible sí, llega un punto en el que uno uy, no, no, no, o sea, la es impresionante, yo no voy a ser capaz. Del dolor tan horrible. Sí, llega un punto en el que uno, uy, no, no, no, o sea, la verdad es un dolor indescriptible. Me encanta que seas tan descriptiva, sobre todo yo no soy mamá, y me estás contando esto de una manera que de verdad estoy... Con detalle, sí, sí. Sí, sintiendo eso. Entonces, empezaron los pujos, entonces cuando uno, digamos, tiene la contracción, es cuando uno tiene que pujar, o sea, uno no puede pujar, digamos, en medio, entonces ahí viene la contracción y ¡tin! uno puja la doctora me dijo Valen, ya, ya va a salir, dale el último pujo, este es el último, y ese último es que uno dice, aquí entregue el alma, o sea, aquí entregue, porque es uno sostenido o sea, no es como, o sea, sostenido ella nació entonces ya me la pusieron en el pecho ay no, ¿qué sentiste, que sentiste por favor no pues demasiado amor es como que no dice en serio traje al mundo a un ser humano en serio un alma estuvo aquí y literalmente yo fui el puente para que te pudiera llegar al mundo eso es algo no se lesa es indescriptible hasta ahí fue hermoso después de ahí empezó como medio la tragedia porque me estaban sacando la placenta y yo uno nunca sabe eso o sea uno como mujer no le cuenta eso, eso es otro parto, porque la placenta, pues, es el órgano que se forma en el embarazo que le da todos los nutrientes al bebé, y eso es otro, o sea, es otro bebé. Es grande, sí. entonces eso es peligroso porque claro se puede causar hemorragia la mamá se puede morir cuando una placenta se queda adentro y ella se empieza a subir la placenta normalmente se sube entonces se sube tienen que hacer una cesárea de emergencia una cirugía entonces ahí inició todo el tema medio traumático para mí como mujer porque ahí vamos la doctora miró al equipo médico y dijo necesito ayuda entonces hay como que todo es como que se estoy mientras yo tenía mar en mi pecho y no pude como disfrutar de darle besitos y todo eso, sino que en realidad yo sabía que estaba pasando algo, o sea, claro, me imagino y entonces la doctora ahí obviamente metió la mano y era jalando esa placenta mientras una enfermera me daba literalmente puños aquí eso era horrible porque a mí me daba miedo tener una reacción como muy fuerte y apurrear a la bebé a la final yo tenía a la bebé en mi pecho, me sacaron la placenta y me dijeron, Valen, te desgarraste, te tenemos que coser. Ay, qué dolor. Entonces yo, ay, Dios mío, esto no va a terminar, me empiezan a coser, uno siente todos los puntos y yo le decía, pero qué haces. ¿Eso es sin anestesia? Sí, no, ellos ponen como una local, pero uno siente, o sea, Tati, uno siente cuando el hilo lo pasa aquí, acá, y bueno, listo, eso pasó, me cosieron, pasamos entonces ella y yo, tuvimos, digamos, el primer acercamiento con la lactancia, y ya, estábamos descansando, a mí me dieron, digamos, unos medicamentos para el riesgo de hemorragia que tenía como por todo el tema de la placenta, y ya más o menos ahí empezó como a las seis horas, ya le tomaron signos vitales, y vieron que estaba saturando bajito, la saturación es la oxigenación en la sangre, entonces le cambiaron el saturador, decían, no, venga, le ponemos este, y no, y me dijeron, vamos a pasarla a neonatos, pues para ver qué pasa, yo estaba lo más sana posible, o sea, ¿uno qué va a ponerse a pensar en todo un escenario tan catastrófico, no, yo dije, eso es normal, o sea, eso le pasa a todos los bebés. La dejaron ese día pues como en la noche, yo recién parida, con un pañal, sangrando, bajé a neonatos, yo veía a mi bebé pues ya canalizada, con aparaticos que le estaban midiendo todos sus signos vitales, y eso en realidad es desgarrador, o sea, eso es lo último que uno quiere ver como mamá. Ay, claro, es un besito. Y, no, horrible, entonces ya pasó el día, y al otro día dijeron, le vamos a hacer exámenes, vamos a hacerle exámenes a ver, pues, qué es lo que pasa, le hicieron rayos X y vieron que pulmonarmente no tenía ningún problema, y ahí fue donde le hicieron un ecocardiograma y le diagnosticaron una cardiopatía congénita llamada transposición de grandes vasos o arterias. ¿Nos puedes explicar de qué se trata esto? Es una cardiopatía que, bueno, yo lo explico, pero aquí los médicos me perdonan, hay dos arterias principales en el corazón, entonces la pulmonar y la aorta, y ellas nacieron como trocadas, entonces la que era la pulmonar está haciendo las funciones de la otra, y la que es, digamos, la aorta está cruzada, entonces eso lo que genera es que no se oxigene bien la sangre en todo el cuerpo. Me explicaron que era una cardiopatía dentro de todo el nivel de las cardiopatías, como una de las más complejas, por decirlo así, y que sí o sí necesitaba cirugía correctiva lo antes posible. ¿Tu bebé? Sí. Dios mío, y te dan esta noticia y ya empiezas a sentir como el panorama un poco más preocupante. Mira, qué nota, tío, o sea, te lo juro que yo en el momento, no sé, yo creo que uno está en un estado como de adrenalina, un estado pues de que uno no ve, pero en ese momento para mí sí fue muy difícil porque me dijeron, en Pereira no hay los especialistas, en Pereira no hay los cirujanos, no existe el equipo médico o la tecnología para atender a Mara, hay que remitirla a una clínica, y yo listo, pero ninguna clínica la quiere aceptar. ¿Por qué? Un tema de la EPS, o sea, eso es algo que en realidad a mí me marcó de una manera impresionante y es porque la EPS está endeudada, entonces, ¿qué es lo que hace? Digamos, la clínica pasa y dice, tengo a esta niña, ¿qué clínica en todo el país me la puede atender? Medellín, Bogotá, no sé, Bucaramanga, Cali. Entonces, a todos les llega a aparecer, es que esta EPS no va a pagar. Increíble esto. Y eso me marcó muchas veces, ¿sabes por qué? Porque a la final, yo soy de una clase privilegiada en Colombia, o sea, yo tengo contactos, nosotros teníamos amigos, tengo familiares médicos, podíamos movernos por todo el lado y empezó, ahí empezó la batalla. Todo conocido, el conocido de que tengo un amigo, tengo un amigo que hace esto, que hace lo otro, que hable con tal médico, que hable con el otro, que donde le aceptan, eso fue en cuestión de un día, o sea, y eso era horrible porque es una impotencia de no decir pero es que ¿por qué? o sea, ¿por qué no atienden a mi bebé? llegamos hasta hablar con los cirujanos de del Valle de Lili en Cali, que fue la clínica que tuvo Amara, y ellos decían es que nosotras la atendemos, pero la cosa es administrativa, o sea, la cosa es EPS Genás, mira que, discúlpame que te interrumpa, pero me llama mucho la atención que aclares, es que yo soy una persona privilegiada porque inmediatamente me pongo en los zapatos de una persona que no tiene los contactos, el privilegio, las conexiones, entonces ahí, ¿qué? O sea, increíble que estés pasando por una situación así. clínica a tener a su bebé y pasa esto, dime qué hacen que ni siquiera digamos hasta hay poblaciones en las que ni siquiera hablan el español, aquí digamos indígenas o cosas así, o sea, a mí me dolía en el alma porque yo decía o sea, yo tengo, o sea, yo tengo contactos yo muevo, y con todo eso mira, o sea, y con todo eso y uno decía, ¿a quién le pago? o sea, ¿qué hago? entonces hasta nosotros llegamos a un punto de decir, sacamos a la niña, contratamos a una ambulancia medicalizada y nos la llevamos para Cali. Y decían, no la pueden sacar. O sea, ¿cómo clica? No, pero qué impotencia además. Horrible, horrible. Y entre todo eso, todo el mundo era luchando. O sea, todo a mi alrededor, de todos lados. O sea, amigas en Estados Unidos, personas conocidas en todo el país, mirando a ver qué hacíamos, qué hacíamos. Mi hermano, él es ingeniero industrial, él nada tiene que ver con la ley, con ser abogado, haciendo una tutela. O sea, es como que uno empieza con ese tema de, no me importan los límites, mi bebé o nuestra bebé, o sea, le tenemos que dar lo mejor. Metimos una tutela y no la contestaron, digamos, al otro día, diciendo, pues claro, los derechos fundamentales de esta menor se están viendo afectados, usted clínica me la atiende y nada de PES y nada de que pago, nada así, o sea, esto es de vida o muerte, por decirlo así. Ven, ven, me quiero tener ahí en esta parte donde dices de vida o muerte, o sea, ya en ese punto los médicos se habían informado como el nivel de gravedad en el que estaba la bebé, o sea, era como una urgencia de, no sé, estoy aquí suponiendo como hay enfermedades o condiciones o diagnósticos que el tiempo juega en contra de la salud de un bebé. En este caso te habían dicho, mira, esto es definitivo, va a pasar esto. No, o sea, a mí me dijeron, sí, es una cardiopatía compleja, la van a operar, la cirugía es correctiva, ella va a poder hacer su vida, pero yo no pensé que cada segundo ella estuviera valiendo y valiendo, o sea, en realidad uno lo hace como por mero instinto, si me entiendes, porque uno dice, entre más rápido tengas la cirugía, mucho mejor, claro, porque el corazón de los bebés, lo que me explicaban es que va cambiando más o menos como a las dos semanas de nacidos, va cambiando, entonces, claro, los médicos no sabían si ella podía entrar en paro, si no, o sea, era como que estaban ahí, si me entiendes, o sea, a la espera. Entonces, ya lo que hizo tu hermano, mejor dicho, activó como todo, ¿y qué pasó? Entonces, ya a mí me avisaron como a las once de la noche y me dijeron, a la niña la aceptaron en Imbanaco. ¿Qué es, en Cali? En Cali, y nosotros dijimos, listo, o sea, me voy para Imbanaco, me voy para cualquier lugar. Entonces me dijeron, mamita, esté lista porque usted se va con ella en la ambulancia. Y yo dije, listo, listo. Al otro día, ya como a las siete de la mañana, me dijeron, no, de Imbanaco la remitieron a Valle de Lili. Entonces nosotros dijimos, bueno, igual, o sea, Valle de Lili es la mejor clínica de Colombia, número 32 a nivel mundial. O sea, nosotros decíamos, o sea, estamos en el mejor lugar, no podemos estar en uno mejor y ahí inició, la ambulancia me recogió como a las 2 o 3 de la tarde y no, eso fue horrible. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que nació tu bebé hasta ese momento? Un día y medio, pero ese día y medio se sintió como si fuera un mes, en serio eso fue horrible, yo ya me fui en la ambulancia con ella y yo pensé, o sea en mi ingenuidad, yo pensé que yo me iba a ir adelante, pues en un asiento, o sea, yo estaba recién parida, tenía puntos, me dijeron no, como la bebé es menor, usted tiene que ir aquí con ella y esa ambulancia, eso es una tabla, o sea, eso es una tabla y uno está pegado ahí como de un hilo y eso, uy, no, o sea, eso es peor que las películas, te lo juro, o sea, si uno siente en una película adrenalina viendo una ambulancia andar, estar dentro de una ambulancia con sirenas, con médicos, con paramédicos, con personas diciendo, voy con una recién nacida, ahora me camino, ahora me paso, de Pereira a Cali hay como tres horas, no demoró una hora y media. Y tú recién parida, además. Ay, no, a mí me dolía el alma, o sea, a mí me dolía el cuerpo y yo solo decía, esto va a pasar, esto va a pasar, esto es temporal, este dolor es temporal, pero sí fue físicamente muy, o sea, a mí me dolía el cuerpo y yo solo decía, esto va a pasar, esto va a pasar, esto es temporal, este dolor es temporal, pero sí fue físicamente muy, o sea, muy difícil y ver a mi bebé en una incubadora y todos los médicos preparados por si ya hacía paro, por si había que entubarla, por si cualquier cosa, pero no, Amara estaba dormida plácidamente. Muy raro. Cuéntame ya de tu llegada a la clínica y qué empezó a pasar. Bueno, llegamos, nos recibieron los médicos, nos explicaron pues la condición, digamos, de la bebé y empezaron a hacerle exámenes, muchos exámenes, especialistas, todo el tema, digamos, aquí como respiratorio, yo no sabía y eso, los pulmones están como que muy conectados al corazón, entonces, claro, pues es una conexión que si uno falla, el otro también y así. claro, pues es una conexión que si uno falla, el otro también, y así. Entonces ahí empezamos, inició el tema de la lactancia, yo en ese día y medio, en esos dos, yo no me había extraído, a mí la bebé ya no la pude pegar, digamos, porque yo ya estaba, se supone que con medicamento por si en cualquier momento la operaban. No la habías lactado ni una sola vez desde que nació. Sí, o sea, la primera vez que como la conocí, y después de ahí tú sabes que ya se la llevaron a a neonatos. Entonces yo tenía estos senos así horribles, a mí me podía dar una mastitis y yo estaba sufriendo de una manera impresionante. Sí, horrible y uno que con los puntos, que sangrando, que esto que el otro día y para pues con una bebé. Como una super mamá y estaba sacando las garras, diría yo. Bueno, no sé, antes le sale esa fuerza salarda, yo creo que eso eso solo lo saca el amor y el amor de madre, porque si yo me devuelvo a eso, yo digo cómo resistí, o sea, cómo físicamente estaba parada, o emocionalmente también, o sea, cómo estaba ahí dándolo mejor y no pues no digamos como diciendo, ay, esto me está doliendo mucho, no, no. Sin renunciar. Y toda mi familia también, todos nos vinimos de Pereira, o sea, todos ahí apoyándonos, súper pendientes. Entonces ya, ¿cómo empieza a moverse este panorama? Bueno, no, entonces ya dijeron, ahí nos dijeron como que vamos a intentarlo a subir de peso, porque para la cirugía, que tenga, digamos, buen pesito y que esté así fortachoncita, y bueno entonces yo ahí inicie y me puse la 10 con esa lactancia, y ahí fue que vi que yo era demasiado lechera o sea que eso era algo que tal vez no es el común, y es que yo no sé si tú sabes, digamos la leche tiene diferentes etapas, y lo primero que sale es el calostro que es la grasita amarillita una lechita muy amarilla y normalmente las mamás de sus sacan tres cuatro gotitas media jeringuita pues así tatí yo sacaba teteros enteros de calostro que las dudas y las expertas en lactancia las asesoras me decían ay puedo subir esto a mi instagram es que esto es increíble y yo decía sí listo ángale yo pues le seguía dando senoamara fue muy difícil la lactancia en una UCI, porque yo decía, uno no está en la comodidad de la casa, que con un cojín, que con una almohadita, que venga yo me acuesto, que en esta posición, no, a mí solo me tocaba una posición, era así, y la ve con mil cables. O sea, la bebé entró a unidades de cuidados intensivos de una. Sí, sí, sí, sí, claro, ya entró a UCI de una, o sea, de una. Y con qué te encontrabas, ese panorama? Me gustaría que nos contaras cuál era el panorama ahí de esta UCI. ¿Es como una zona especial para maternidad, en este caso tuyo, o es una UCI como general? No, esa UCI es muy especializada, es la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovasculares Pediátricos. Entonces uno solo se encontraba bebés con cardiopatías, o niños un poquito más grandes con cardiopatías, pero claro, el grupo médico que hay ahí son súper especialistas, hay cubículos separados, en realidad es que el Valle de Lili, uf, o sea, por algo es la mejor clínica, la verdad, y claro, ¿qué me encontraba yo alrededor? Yo no interactué mucho con las mamás, ni con otras personas, porque yo solo quería estar con mi bebé, ni con otras personas porque yo solo quería estar con mi bebé. Y que me encontré personas de muy bajos recursos, del Putumayo, del Casanare, población, digamos, vulnerable, y que a mí me decían, es que, digamos, aquí solo hay 10 cubículos y vienen de todo el país. Qué tristeza. Entonces, claro, digamos, uno dice, en otros lugares donde simplemente, es así en Pereira, que es una ciudad, la capital de un departamento, no hay los especialistas, ahora imagínate en otras zonas rurales donde en realidad ni siquiera hay acceso a un hospital digno, realmente privilegiada tú, sí, total, eso yo creo que, y más como yo siento que ese cambio que hubo de Imbanaco y luego Imbanaco decirme como que no la pasamos a Valle de Lili y que en Valle de Lili la recibían y dijeron bueno aquí está el cupo de amar, acá se lo tenemos, entonces sí, totalmente un privilegio. ¿Cuánto tiempo estuviste ahí en la clínica con ella? 37 días, sí, sí, estuve 37 días, ya después de ahí, bueno, te voy contando, nos programaron cirugía, eso es horrible porque yo en mi panorama no tenía eso, te juro que uno como mamá solo piensa, la bebé necesita comer, o sea, es un estado de supervivencia, aquí uno dice, uno no piensa de la manera lógica de, venga, yo investigo esta cardiopatía, venga, ¿qué es esto? No, o sea, yo viviera día y noche ahí con ella pegada para que subiera de peso y así. Cuando la entran a cirugía yo le entregué al quirófano esa fue la primera vez uno entrega la alma entera y eso es algo horrible la verdad es horrible pero uno también le tiene mucho yo le tenía mucha confianza a los médicos a los médicos cuando de un momento a otro yo estaba llorando en el cubículo de ella mientras ella se supone que la están operando y me la van devolviendo y yo, ¿pero qué pasó? me dijeron, no mamá, a Mara le salieron los leucocitos altos y yo, ¿pero qué es eso? no, es como si tuviera una clase de infección pues ahí inicia como la angustia y yo dije bueno, no, entonces hagamos el examen entonces le hicieron más exámenes y el cirujano me dijo dele gracias a Dios que nosotros, no sé quién le hizo ese examen médico, que se lo hizo a las 5 de la mañana y ya le entraron a las 7 y le salió que los locositos lo tenían altos porque si nosotros la hubiéramos operado con eso el riesgo hubiera sido mucho y yo, ay, bueno, no, pues gracias a Dios entonces ya ahí yo seguía con ella o sea, yo seguía con ella día y noche ay, te quiero contar algo de la lactancia y es que ella solo tomaba una oncita, una oncita y media, o máximo dos oncitas, y yo producía diez. ¡Uy, muchísimo! Entonces ella no me vaciaba, y yo me tenía que extraer, porque si no me daba mastitis. Y ahí yo fue quien hacía mi banco de leche. Entonces todos los días yo hacía el banco de leche y mandaba la lechita a la casa de mi prima, que mi prima vive en Cali. Y eso también era un, ¿cómo se dice eso? como una logística, que la nevera, que las pilas de congelador, que estén bien, que no tenga, digamos, pierda una cadena de frío la leche. La estás metiendo en un mundo desconocido totalmente. Y entonces, bueno, entonces ahí empezamos toda la logística, pero claro, mira que ahí la producción era mucha, y ese fue el primer encuentro al yo darme cuenta como que era diferente en la lactancia. Te lo decían las enfermeras, los médicos. Exacto. Me decían, mamá, normalmente las mamás que llegan aquí en UCI se les seca la leche del estrés y la angustia. Sí. Porque la lactancia es muy hormonal. En realidad la lactancia lo que la produce es el cerebro. Y son dos hormonas, que son la oxitocina y la prolactina, y si tú estás mal hormonalmente, tú no lactas, el cerebro es el que le da la orden al cuerpo de, hey, necesito esta leche entonces, cuando yo vi a todos los cubículos, ninguna mamá lactando y tú, impresionante, y yo, pero lechera, lechera, lechera y entonces mi hermano me decía, Valen, es que yo creo que se sabe que la bebé necesita esa leche, o sea, su cuerpo sabe que Amara necesita esa leche, y bueno, entonces ahí, entonces hice mi banquito, y ya después de ahí ya otra vez la cirugía, una semana después, y ahí sí fue que la entraron, otra vez dejé medio corazón, todo el corazón ahí en ese quirófano y uno ver una sala tan grande con miles de máquinas gigantes y una bebé súper chiquitica y uno dejarla literalmente diciendo ustedes tienen lo más preciado de mi vida, por favor cuídenla entró a cirugía, se demoró como nueve horas eso es horrible eso es horrible, Cuando salió el cirujano me dijo, le hicimos la corrección, pero la bebé entró en algo que se llama hipertensión pulmonar. ¿Qué es? Es como que los vasos sanguíneos de los pulmones se cierran, como si los pulmones no se hubieran adaptado a esa nueva forma de trabajo del corazón. Al final el corazón de ella venía trabajando mal, pero pues estaba acostumbrada a trabajar mal nueve meses que estuvo en la barriga y salir y que le cambien digamos esa forma de trabajo, eso es como que uy, entonces me dijeron la vamos a conectar a una máquina o está conectada a una máquina que se llama ECMO y esa máquina hace las funciones de corazón y pulmón mientras el corazón y los pulmones como que se adaptan, o les damos un tiempito ahí, como para que logren salir un poquitico adelante. Sí, y ahí la tenían que dejar todo el tiempo conectada, ¿cuáles eran las indicaciones médicas para tu bebé? No, ahí sí fue, ahí inició la pesadilla, la verdad, o sea, eso, enterar esa habitación, y ver que yo estaba conectada como a ocho máquinas, con el corazón abierto. O sea, es una imagen que, uf, o sea, a mí me remueve todo, la verdad. Me remueve todo volver a ese momento en donde sos gigante, o sea, sos gigante y uno ve la sangre corriendo como por esos máquinas, mil pitos acá, también en el cerebro, mirándole. Yo hasta ahí no estaba consciente de lo que yo estaba viviendo. O sea, yo dije, ella va a salir y con la fe puesta, o sea, yo no lo dudaba. Yo decía, no, ella en una semanita va a estar despierta. No, no. Ella en una semanita va a estar despierta y yo la voy a poder lactar y ya vamos a salir y vamos a estar en Pereira. En Pereira nos está esperando toda la familia. Te hago preguntas desde el desconocimiento porque no soy mamá, ya lo he dicho varias veces. Este tema de la lactancia, ahí, digamos, a los bebés les puedes dar de lactar, no sé, con un teterito o algo así, o ¿cómo la alimentaban? En ese momento, no, ya estaba entubada. Y tu leche en ese momento guardándose, guardándose, guardándose. Mi leche, extrayéndome cada dos horas, guarde, guarde, guarde, ya estaba entubada. Y tu leche en ese momento, guardándose, guardándose, guardándose. Mi leche, extrayéndome cada dos horas, guarde, guarde, guarde, guarde, guarde. Entonces, muchas preguntas respecto a esto. Maternidad, lactancia y demás. ¿Cuánto tiempo puede durar esta leche guardada? Congelada hasta un año. ¿Muchísimo? Sí, sí, sí. Congelada hasta un año. Y en la nevera, pues normalmente las ponen en la nevera porque, digamos, se la voy a dar al bebé, me la extraje ahorita y se la voy a dar al bebé a las 4 de la tarde, entonces ahí, en la nevera también puede durar más o menos como 24 horas. ¿Y cuánto tiempo tenía que estar tu bebé en ese proceso ya conectada a todos estos aparatos que mencionas? estaba reaccionando el cuerpo de ella y el cuerpo de ella no estaba reaccionando bien entonces a mí me dijeron listo, la vamos a conectar a esta máquina eso es horrible uno tenerle que hablar a un cuerpo y una bebé así entubadita con miles de cables y uno día y noche hablándole, cantándole leyéndole cuentos, hablándole llamando por videollamada para que la saludaran, diciéndole que estaba pasando alrededor, yo le decía, Mara tus abuelos te aman, mira la foto que te mandaron mira esto, mira lo otro y tener digamos, Mara tenía una enfermera un intensivista, uno de terapia respiratoria uno de movilidad o sea, tenía todo un equipo de profesionales solo para ella, porque ese aparato en realidad es algo muy invasivo para el cuerpo, la verdad es que es invasivo, o sea, salva vidas, pero es algo muy invasivo para el cuerpo, la verdad es que es invasivo, o sea, salva vidas, pero es invasivo y más para un bebé. Ahí ya empezaste a imaginarte como ya la situación no tan chévere, siempre estabas como con esa fe intacta de... No, Tati, no, nunca sabía imaginar eso, o sea, es que... Pero no te lo comunicaban de alguna manera. No, a mí sí me decían, el estado es grave. Ah, ya te decían eso. Claro, la niña está en un estado grave, pero que es un estado grave para una mamá que piensa, no tiene cerebro. A mí, digamos, me decían, los doctores como que me hablaban y me decían, nosotros a las mamás les tenemos que hablar siete, ocho veces porque uno le habla a la mamá, la mamá no entiende. Claro. O sea, uno está ido, ido totalmente. Bueno, y ella ya duró una semana. Ella duró una semana en ese aparato que se llama ECMO, y a mí el cirujano me dijo, Ale, tenemos que sacarla de eso, porque la bebé, o sea, eso lo que hace es como que circula la sangre, y digamos el bombeo de la sangre en un cuerpo, pues es pausado, y esa máquina lo hace fluido, entonces el riesgo de hemorragia es mucho. pausado y esa máquina lo hace fluido, entonces el riesgo de hemorragia es mucho y, uy, no, esto es, esto es, la verdad, la primera vez que lo cuento porque yo no quería que en redes sociales como que, como que yo o tal vez las otras personas la vieran de una manera trágica, pero este sí fue el escenario, el peor escenario que yo pude vivir, o sea, yo me quebré en ese momento de una manera indescriptible y fue que el cuerpo, digamos, en su sabiduría de preservar todo, empieza digamos a preservar la circulación cerebro órganos vitales aquí, y empieza a dejar las extremidades como a un lado entonces ella ya le estaba haciendo necrosis las extremidades y ellos me dijeron, la niña va a perder los deditos, o sea, puede perder, digamos una mano y, ay no, o sea, eso es es demasiado difícil uno decir pero mi bebé, ¿cómo está viviendo esto? o sea, ¿yo por qué estoy viviendo esto? o ¿qué calidad de vida, digamos ella va a tener en un futuro? y si ella estaba completa, ¿por qué me la van a entregar a medias? no, no, no, qué noticia Tan horrible O sea, ya era como una conversación Seria que tenían contigo Y te iban mostrando lo que podría Suceder Y eso dependía de una decisión tuya O como del progreso O sea, estábamos en manos de ella O sea, de nadie más Los médicos la dieron toda, estábamos ahí. Entonces ellos dijeron, vale, vamos a sacarla. Y si ella no sale, ella se muere. O sea, ella tiene que salir del aparato, por decirlo así. O sea, su cuerpo mismo tiene que salir. Eso fue a la semana. Yo le hablaba mucho y le decía, pues, que nosotros podíamos, que ella podía, que era muy fuerte. O sea, en realidad, el esfuerzo emocional y energético que uno le da al hijo, porque es que, o sea, somos uno, si me entiendes, o sea, son dos almas juntas, y claro, yo estaba mal, ay, no te lo juro que, yo me acuerdo que yo me aprendí a todas las métricas de todos los aparatos. No, claro. Entonces, vivir en un house y con pitos, y con miles de paroo como alrededor de los niños todos los médicos entrando, viendo que se le bajó tal cosa que esto, que lo otro y yo me acuerdo mucho una escena que yo estaba solo mirando, entonces yo era así o sea, yo miraba cada aparato, si subía si bajaba el número, yo ya me sabía ya estabas ahí como en modo automático exacto, y entonces una enfermera me dijo Valen, o mamá, tú que estás haciendo el día a día, y yo le dije no, pues o sea, estar aquí, que mamá, y entonces una enfermera me dijo Valen, o mamá ¿Tú qué estás haciendo el día a día? Y yo le dije, no, pues estar aquí, ¿qué más? Y ella me decía, ¿por qué no sales? Y yo decía, yo ni siquiera quiero salir a comer A mí, o sea, yo me aguantaba Hacer chichí y hacer mis necesidades Y hacer todo, porque yo no quería dejar A la de un minuto sola, o sea, un segundo sola Te olvidaste de tu recuperación, de todo No, pues parto, yo no tuve cuarentena Ni que la dieta, que cuidarse, o sea, y eso y todo que fui privilegiada porque podía tener unos papás que estaban yendo, viniendo, vale, en vea le trajimos la comida, vale, en vea esto, lo otro, pero dime cómo hacen las mamás, la mayoría que están ahí, que están solas, o sea, sin una red de apoyo en nada. Ok. ¿El papá de la niña estuvo presente en este proceso? sí, sí, él estuvo ahí presente conmigo la verdad, fue un apoyo igual grande, aunque no fuéramos parejas y nos apoyamos como papás, como papás de Amara o sea, la relación tuya con él se rompió durante el proceso de embarazo? de embarazo, sí ok, entonces me acuerdo mucho una enfermera que me dijo, yo le dije, yo le dije llorando, es que esto es muy horrible porque uno ante una tusa, pues uno la ahoga con alcohol, uno sale con los amigos, uno se va entonces a salir con tina, a salir con tal, uno tiene otro tipo de pérdidas y uno las puede como que amortiguar ese dolor, este dolor no se amortigua, o sea, esto es, o sea, si yo esté acá, o si yo esté afuera, o si yo esté en cualquier lugar, esto, o sea, esto no se cura, o sea, esto es horrible, a mí me provocaba tirarme por una ventana, en serio, o sea, yo quería acoger a mi bebé y tirarme por la ventana del dolor tan horrible que yo estaba sintiendo. Dios mío, no me alcanzo a imaginar esta situación y quién sabe cuántas mamás en este momento te están escuchando y viendo y dicen, yo pasé por eso. Uf, eso es... y la enfermera me decía, Valen, llega a tal punto del dolor que hay papás que ni siquiera siguen viniendo por los bebés. ¿En serio? Y yo decía, pero ¿cómo? O sea, ¿cómo los abandonan? Y ahí luego me di cuenta que el dolor y cada persona lo gestiona de una manera muy distinta. Y que uno, obviamente, estar ahí y estar en esa situación, eso es morir en vida, literalmente. Es llevar el cuerpo al extremo, o sea, mentalmente, emocionalmente, espiritualmente, es llevarlo al extremo, al límite, literalmente. ¿Cómo empezó a avanzar la bebé? Entonces ella salió, logró salir del ECMO. avanzar la bebé salió de la entonces ya salió logró salir del ecmo me dieron no los médicos súper contentos me dieron salió y yo súper esperanzada yo dije no es que está salimos de ésta salimos y ya empezó que no no avanzaba como de la forma en la que ellos como que no se lo miden por decirlo así pero yo en ese momento sana o, o sea, todavía, yo decía, pues esto es normal, si me entiendes, los médicos claramente le hablan a uno con la verdad, pero pues no le van a poner a uno el peor escenario hasta que usted no lo esté viviendo, por decirlo así, y entonces ahí, yo tuve un apoyo también súper gigante de mi mejor amigo, él está en Estados Unidos y él se llama Juan Felipe y él desde el embarazo, él estuvo presente día y noche así estuviera a la distancia me ayudaba, o sea, emocionalmente entonces claro, él era como que así no lo pudiera ver yo él estaba ahí súper pendiente de Amara y de mí y eso fue para mí también como que uno uno siente tanto dolor que uno como que lo quiere descargar un poquito como que ayúdame a sostener esto un poquitico, si me entiendes. Qué belleza eso, fue como tu apoyo emocional durante el proceso. No, y él ama, ama a nosotros, nos conocemos desde muy pequeños, somos amigos desde el colegio, pero desde los 9, 10 años. Sin decir que estabas buscando una figura paterna, ¿sientes que de pronto él tomó ese lugar desde la distancia en términos de acompañamiento de estar ahí yo le debo esta vida y la otra de la verdad y más en el proceso que he estado viviendo ahorita y pues lo puedo decir muchos hombres ni siquiera logran o sea no lo van a lograr sentir un hombre no va a ponerse digamos en el papel porque simplemente no tiene la capacidad biológica tampoco de hacerlo y el de literalmente decir soy empático, soy compasivo y estoy en esto contigo, y dale que vamos para adelante, uf, para mí fue, o sea, Maratino es tío increíble, y claro, yo digo, ya tiene, pues, Juanfe para nosotros fue como una figura paterna en el embarazo también muy, muy importante. ¿Él es papá? No, no, él es igual que yo, joven. Sí, y él empezó como a entender, a estudiar. Él es papá? tema de... Y de la distancia. Total, o sea, te escucho. De que yo le podía hablar y yo le decía, no, es que mira qué pasó esto, no, no, tranquila, averiguemos, investiguemos qué hay que hacer, esto y lo otro. Venga, yo le mando a Estados Unidos ropita a la niña, venga, yo el que quiera, digamos que le compré a la bebé, entonces, más que todo, pues materialmente, la verdad, Tati, eso como que pasa a un segundo plano cuando uno vive una situación así. Pero más que todo, emocionalmente, el mes sostuvo de una manera impresionante en el embarazo. ¡Qué hermoso! Esos amigos deberían multiplicarse. ¿Qué? O sea, yo digo que la verdad los amigos en la familia aquí no escogen y uno no tiene que tener vínculos de sangre para conectar desde el alma. Sígueme hablando de Amara. Bueno, entonces ahí inició ese proceso cuando entonces ella empezó como de para atrás, pero yo no sabía. Ah, ¿no te decían? No, yo estaba ahí, o sea, eso es otra cosa, el cerebro entra en un... Yo no me acuerdo, que yo en cuerpo estuve ahí, pero si tú a mí me preguntas, no. Y fue en el momento en el que la psicóloga vino a hablar conmigo y me dijo, Alan, necesitamos hablar. Yo fui a hablar con ella y me dijo, Alan, los intensistas no ven que Amara progrese de la manera esperada y no ven la posibilidad de que ella viva. Ay, no. Pero yo le dije, ay, bueno, muchas gracias. Yo sigo aquí con mi bebé. O sea, a mí me entró por uno y me salió por el otro. Claro, la fe. O sea, hasta lo último. Entonces, obviamente a mí me impactó, pero yo dije, no, o sea con mi bebé, o sea, a mí me entró por uno y me salió por el otro. Claro, la fe. O sea, hasta lo último, entonces, obviamente a mí me impactó, pero yo dije, no, o sea, mi bebé va a vivir. Luego entró una doctora de cuidados paliativos pediátricos, o sea, ese nombre, cuidados paliativos pediátricos. No, no. Valen, pasa esto, pasa lo otro, yo, no. Estabas en negación absoluta. Negación total, y yo decía, no, no, no ustedes me pueden decir eso, pero es que me iba a vivir o sea, me iba a vivir, yo solo me imaginaba el escenario que muchas veces le dan a la gente un diagnóstico de que, ay, usted tiene un mes de vida que viven siete, ocho, que viven toda la vida yo decía, no, así va a ser Amara, o sea, así va a ser como familia uno nunca se imagina esto, o sea, en la vida ¿Qué información te daban así como puntualmente ellos decían las situaciones, esta? Pues que ella ya estaba haciendo falla multiorgánica o sea, ella ya no solo le estaba fallando el corazón y el pulmón, sino que ya había varios órganos comprometidos el cerebro había tenido una hemorragia pequeña que ellos me decían nosotros no sabemos qué implicaciones tiene esa hemorragia, porque en este momento pues no podemos ver el desarrollo, que ella esté pues así vivita o algo así, ¿no? Y ahí entró el tercer médico, el intensivista, a decirme, vale la vez, a morir. Yo me tiré al piso, a mí me dio rabia, conmigo, con Dios, con el universo, con las energías, con todo, yo dije, de que vale tanto esfuerzo energético, tantas oraciones, o sea, en todo el mundo, yo tengo amigas en Corea del Sur, en Francia, todo el mundo rezando por ella, o sea, todo el mundo orando, todo el mundo mandándole como la mejor energía, y por qué, o sea, yo decía, por qué no, o sea, por qué a nosotros, yo creo que yo entré en una negación por ahí de ocho horas, yo era tirada en el piso, pues yo decía, yo me voy a morir, o sea, yo me voy a morir, y después de las ocho horas, no sé qué fuerza a mí en realidad me rescató, yo dije, no, yo tengo que acompañar a mi vida en este proceso, y si esto está pasando, pues yo tengo que hacerle cara. ¿Qué más va a pasar? Y ahí entonces empecé a hablarle, a despedirme, a cantarle, a decirle a los tíos, que son mis amigos, pues por decirle así yo le digo a los tíos, que la llamaran, que le mandaran una nota de voz, a contarle a todo el mundo que la soltaran también energéticamente y que también como que le dieran ese impulso para que ella pudiera trascender. Pero te dijeron ya como le quedan horas, no sé, semanas o qué información. No, que en cualquier momento, o sea, que en cualquier momento eso podía suceder. Y eso es horrible, o sea, la angustia de no decir, no sé cuándo va a pasar. Sus papás, qué decían. Uy, no, eso también es muy duro porque yo ya que soy madre y yo sé cuál es el amor que uno le tiene a los hijos y como que yo ponerme en la posición de mis papás de decir, estoy perdiendo una hija y a la vez estoy perdiendo una nieta, mi hermano, o sea, toda la familia también, mi cuñada, o sea, en realidad, sí, la mamá de mi cuñada, mis amigos, el uno decir, tengo la ilusión de que era la bebé de todos, de que mis amigas no han entrado como en esa etapa, digamos, de maternidad, entonces todos eran súper ilusionados con Amara, le hicieron baby shower, todos pues como alrededor de ella, y de un momento a otro como que esas expectativas se bajen y decir, tenemos que que en vez de tener que celebrarle la vida a nuestra bebé, tenemos que despedirla. O sea, la verdad sí, muy duro, muy difícil. ¿Cuánto tiempo tenía la muñeca en ese momento cuando ya te dan como esa mensaje? 35 días. Ya tenía 35 días y eso fueron como dos días día y noche en el que yo estaba esperando, o sea, literalmente esperando. ¿Esperando la muerte? Sí. Esperando literalmente la muerte. Y ahí es donde yo oigo una el que yo estaba esperando, o sea, literalmente esperando. ¿Esperando la muerte? Sí. Esperando literalmente la muerte. Y ahí es donde yo oigo una frase que yo dije, a mí la muerte me tocó la puerta. Y yo la tuve que recibir literalmente. O sea, esa es la visita que uno no se espera recibir. Y me tocó sentarme a tomar tinto con ella, literalmente, a verla así de frente. Y decir, bueno, entonces, ¿qué? ¿Qué es loqué? ¿Qué es lo que hay? ¿Qué es lo que vamos a hacer? En ese proceso fue duro, pero en realidad fue difícil y te lo digo que no muchas mamás tienen la oportunidad de vivir lo que yo viví y fue como que buscar un entorno para que Amara muriera de la mejor forma y la forma que yo quería, entonces eso digamos en el duelo o para la mamá es muy importante, o sea el uno poder despedirse, el uno poder abrazarlos, el uno poder tocarlos, el que le faciliten a uno en todo un entorno para que uno diga estoy despidiendo a mi niña, entonces ahí ellos me dijeron Valen ¿cómo quieres que eso sea? No, no, no, yo le dije quíteme todos esos pitos y esas máquinas, yo no quiero que nada pite, yo no quiero carrito rojo no quiero que la reanimen, no quiero absolutamente nada, quiero que ella y yo estemos con la cancioncita y yo quiero que ella esté en mi pecho y ellos me dijeron como que hay la posibilidad de que la bebé como está tan delicada cuando la estemos pasando de la cunita al pecho pues simplemente pues se vaya y yo dije listo pues yo corro con esa como con esa como con ese riesgo por decirlo así y eso entonces inició el 30 de noviembre más o menos como a las 9 10 de la noche ya me la pasaron al pecho y yo no la cargaba hace pues dos semanitas yo no la que fue la última vez pues que la, ya me la pasaron al pecho. Y yo no la cargaba hace, pues, dos semanitas. Yo no la... Que fue la última vez, pues, que la cargué cuando la entregué al quirófano. Ay, ¿qué sentiste cuando llega esa muñequita? Ay, no, pues, mucho amor, como de decir... Como que extrañaba mucho ese sentimiento de como de tenerla aquí en mi pecho. Y uno como, mamá... O sea, cuando uno los tiene, es difícil es difícil porque somos uno y de un momento a otro tenemos que compartir con el mundo y yo decir, ella estaba mejor en mi barriguita, o sea, yo la tenía cuidadita en mi barriguita y ella sale y es como cuando se enfrenta todo esto, o sea, es horrible y ahí yo me decía a mí como que esto no es amor si yo quiero forzar a que ella se quede acá. Porque en realidad el amor incondicional no conoce circunstancias. Y sería yo muy egoísta de mi parte decir, ella se tiene que quedar acá bajo cualquier circunstancia, sufriendo físicamente. O sea, yo el solo hecho de pensar que ella podía sentir algún dolor físico o sea, a mí eso me mata el alma claro los médicos a mí me garantizaron, me dijeron Amara, no ha sentido dolor no ha sentido nada, sí, eso fue como lo que a mí un poquito me llena un poquitico de decir mi bebé vino, sonrió tomó tetica, estuvo feliz la operaron y ya, o sea, a las dos semanas trascendió, pero no tuvo que sentir dolor físico, porque eso o sea, prefiero, yo digo, prefiero mil veces sentirlo yo aquí en la tierra que ya haya sentido eso. Claro, un angelito frágil y te entregan a tu muñeca y ¿qué empieza a pasar? Entonces a las 10 de la noche me la entregan y yo veía el monitor y entonces ya tenía la frecuencia cardíaca como que ni subía ni bajaba. Y tú estabas ahí, o sea, tú ya tenías el entendimiento absoluto de eso. Total. Y entonces yo le hablaba y le decía, mi amor, te puedes ir en paz, mi amor, te puedes ir bien, gracias por todo, te amamos incondicionalmente. Y ella no se iba, o sea, no se iba y era una impotencia decir como que ¿cuándo va a pasar? O sea, ella no está para estar aquí, pero entonces ¿por qué tampoco se está yendo? O sea, ¿por qué está tardando como tanto? ¿Estaban las dos solitas? No, estábamos con el papá de Amara. Cuando, yo igual ya la tenía aquí en el pecho, yo me alcancé hasta dormir del cansancio, no en una UCI no duerme absolutamente nada, y más o menos como a la una y media de la mañana, ella, yo le pregunté a los doctores pero venga yo no quiero que ella como que como que no sé como que intente respirar o algo así me dijeron no ella simplemente se va a ir apagando como una lucecita hasta que se apague pero ella no va a tener ninguna reacción claramente porque ella estaba sedada cuando llegó ese momento eso fue entonces a la una y media de la mañana y yo la tenía en mi pecho y ella murió y ya los doctores como que no sé, creo que se llama fue un endoscopio dijeron, ya no tiene latido y no, pues eso fue horrible, o sea yo, yo la empecé a abrazar y como a estrujar y a apretar como métanmela otra vez a la barriga o sea, es mía, está aquí, o sea o sea, uno dice nadie está preparado para vivir eso, de por sí la muerte es un tema que nadie toca, que uno como sociedad ni siquiera lo habla, que aterra hablarlo, y el yo decir, estoy cargando la muerte en mis brazos, en mi pecho. Entonces, ahí pasó eso, y más o menos yo estuve con ella como hasta las 7, 8 de la mañana en mi pecho. ¿No te la soltabas? No, llorándola, agradeciéndole, el volver a verle la carita, porque ya, pues claro, ya tenía como lo de, pues ese tubito y volverle a verle la carita sin nada como de tubos y nada de cosas, eso, uff, eso a mí me llenó el corazón, pero yo creo que, pues yo lo he dicho digamos tal vez en muchos videos y es que muchas personas dicen ay Amara murió ese día ese día y yo digo no obviamente una parte de mí también murió así yo todavía estoy como de pie o así me veas aquí hablando porque eso es uno como enterrarse en vida ¿cuánto tiempo ha pasado? tres meses, sí muy poco, muy poco mujer, tú estás en duelo. Total. Y yo ahí quiero también tocar un tema de que no se habla normalmente, es que la primera reacción que uno tiene como, mamá, ¿cuándo eso pasa? Es, yo me voy a matar. O sea, ahí es cuando esa idea de suicidio llega a la cabeza de uno y uno dice, yo me mato. Y yo decía, listo, yo despido a Mara, vamos a Pereira, le hacemos su ceremonia, pasa su ceremonia y yo me mato literalmente. ¿Pensaste eso? Claro, ¿no? O sea, eso para la mamá en duelo es algo tan horrible porque es un pensamiento de todos los días, tú quieres estar con tu bebé. Y en realidad uno decir, yo no quiero estar aquí. O sea, es que yo ¿por qué tengo que estar aquí? Obligada, literalmente. Y uno se despierta todos los días pensando, ¿yo por qué sigo respirando? ¡Wow! Uno todos los días se levanta diciendo, yo no quiero estar aquí. O sea, literalmente no quiero. Y una enfermera me explicaba, digamos, que cuando pasa eso, normalmente la muerte de la mamá, la clínica tiene que cerrar puertas, ventanas, tiene que tener un protocolo súper establecido porque la primera reacción de la mamá es salir corriínica tiene que cerrar puertas, ventanas, tiene que tener un protocolo súper establecido porque la primera reacción de la mamá es salir corriendo y tirarse de una ventana. Te contaban eso. Claro, y ellos me veían y pues en realidad Amara fue una bebé muy amada en la clínica, a mí también digamos, yo los apreciaba mucho y me tenían mucho cariño, pero pues eso no lo cuenta, o sea, eso estaba en mi mente y yo tenía como por decirlo el plan establecido claro, pero estaba en mi mente y yo tenía como por decirlo el plan establecido, claro, pero toda esa red de apoyo yo creo que sin saberlo lograr dimensionar y decir nosotros no podemos dejar a Valentina sola ni un segundo. Qué importante eso de tener una red de apoyo eso es lo que se conoce como duelo gestacional el duelo gestacional es cuando muere así, digamos que el de Amara es duelo neonatal, que ya es porque ya vivió pues tuvo como vida extrauterina y así entonces ahí empieza como mi calvario literalmente, o sea los primeros días uno está en shock en un shock pues eterno que uno dice, no, yo no estoy viviendo, esto es una pesadilla yo me voy a dormir hoy, y mañana despierto y nada de esto ha pasado y tú te sigues despertando y diciendo esto es real, o sea, esto es real que a mí me está pasando esto, yo me sentía muy mal porque yo decía, yo qué hice mal, o sea, yo me cuidé todo mi embarazo, yo fui, o sea, médicamente súper estricta en todo, nutrientes, yo le decía a los doctores, ¿por qué pasa esto?, o sea, ¿por qué? En realidad no hay como una causa en específico, o sea, hay que investigarla genéticamente, que tal vez el cruce de los genes, o que yo tenga, digamos, en mi linaje superior por allá arriba, alguien que tuvo alguna cardiopatía, pero ahí entra la culpa de uno como mamá de decir mi cuerpo no es bueno porque mi cuerpo no fue o sea, no tuvo digamos como la capacidad de gestar y de hacer bien el corazoncito de mi bebé y uno se despersonifica totalmente o sea, uno como mujer ya no vale no vale nada porque a la final digamos yo lo que le decía a mi mamá era como que o sea, yo dejé mi vida por Amara o sea,, mi vida profesional, mis amigos, o sea, también el tema de pareja, todo, o sea, yo me quería dedicar a Amara toda mi vida, y que de un momento a otro digan, no, usted tiene que salir a trabajar, usted tiene que seguir estudiando, usted tiene que hacer X, Y, Z, cuando uno dice, yo no soy eso, o sea, yo ni siquiera sé quién soy, o sea, yo para qué sirvo aquí, cuando uno está como, ¿cómo te digo? No, pues uno es como un ente, no tengo, la verdad no tengo como otra palabra. Impresionante, impresionante que además hayas tenido esa fuerza de compartirnos esto con tan poco tiempo de la pérdida de tu bebé, y ¿cuál fue ese deseo, esa motivación que te trajo acá porque está haciendo voz de muchas mujeres además veo que comunicas toda esta historia a través de tus redes sociales con que te has encontrado cuando abres esa puerta y ese corazón y abres esta historia y con que te has encontrado pues mira que yo empecé a hacer videos de una manera como muy genuina por decirlo así, y fue que yo no me podía parar de la cama, o sea, yo no comía yo no me levantaba, para lo único que yo me levantara para extraerme la leche, y yo dije, yo tengo que empezar al menos a bañarme, o sea, que ese sea mi propósito diario, bañarme y dije, ¿cómo me motivo a bañarme si yo no quiero estar aquí o sea yo no quiero vivir, o sea no quiero nada, nada, dije no pues yo voy a hacer un video en TikTok, creé una cuenta ya que sea mi diario personal, o sea yo cero tenía expectativas como de que la gente lo viera a la final es un tema demasiado sensible, entonces a mí una enfermera muy importante me dijo que el duelo de las mamás es un duelo invisible e invisibilizado porque como sociedad primero nadie habla de la muerte y segundo, es tan dolorosa la pérdida de una madre que está catalogada como el mayor dolor que la gente ni siquiera sabe cómo abordarlo, y al imaginarse tanto dolor ni siquiera le hacen frente si me entiendes, sino que claro se esconden y obviamente eso es como una como una barrera de protección hacia las personas, entonces el yo darme cuenta de que a mí quién me entiende, o sea a la final yo puedo hablar con el que sea y a mí nadie me va a entender, nadie va a entender lo que yo estoy sintiendo lo que yo estoy viviendo. Sí. Cuando hago el video en TikTok, eso pues empieza obviamente como viral, empiezan a llegar otras mamás en duelo de otros países, algo que yo dije, pues yo soy de Pereira, es una ciudad súper chiquitica, y yo nunca he sido una figura pública, o sea, en realidad yo soy una mujer común y corriente, como me imagino que todas las mujeres que nos escuchan a diario. Y entonces ahí empezó a tocar amar a corazones de una manera exponencial en México, en Bolivia, en Argentina, en Uruguay, hasta en Brasil me escribieron, en España, o sea, casi que toda Latinoamérica, la verdad. Pero mamás que estaban exactamente viviendo lo mismo que tú. No, y eso fue lo que más me impactó. Eran mamás que decían, soy mujer, no soy mamá, pero en realidad empatizo con tu dolor y no logro comprenderme, decían, pero tengo compasión. Entonces había mujeres que no son mamás, mamás que son mamás terrenales, o sea, que tienen a sus bebés aquí, mamás en duelo. Y entonces fue como que un apoyo de esa comunidad femenina, de decir vale, aquí estamos para escuchar la historia de Amara y bueno, ahí me voy al tiempo un poquitico antes, y es que cuando eso todo pasó, yo dije ¿qué hago con la leche? yo tengo dos congeladores llenos nosotros habíamos comprado un tercer congelador de esos como industriales, porque no había donde meter toda la leche que yo producía y ahí nos dimos cuenta que existían los bancos de leche y que la HUE en Cali, que es el hospital universitario del Valle que es el hospital público, pues tiene un banco de leche y que yo era apta para donar, digamos, todo ese banquito de leche de Amara me hicieron exámenes de sangre, exámenes psicológicos llené pues unas encuestas, tuve una entrevista con el doctor, todos los controlos prenatales, enfermedades de transmisión sexual y me dijeron listo, eres apta para donar la leche de Amara. No tenía conocimiento de esto. Amara dona su leche y a mí me llena el corazón de una manera tan impresionante, yo en medio de todo decía yo no me quiero secar mi leche, a mí todos los médicos me decían, mira, te damos este medicamento para que te seque la leche, porque en medio de todo este proceso, primero pues una mamá nusi casi no lacta, y si lacta, si quiere secar la leche, porque tú por qué vas a querer seguir lactando y no tienes a tu bebé en tus brazos. Claro, y a ti te pasaba lo contrario, Tenías ese deseo de seguir produciéndole. Yo no quiero, o sea, yo no quiero cortar mi lactancia. Para mí era un vínculo, o sea, un vínculo que va más allá de lo físico con la lactancia. Y, uf, eso yo lo que les recomiendo a las mujeres es seguir su intuición y seguir esa vocecita por dentro que les dice, no hagan eso. Así toda la sociedad y todo alrededor le diga a uno, haga esto y no diga no. Si yo me hubiera tomado ese medicamento, en realidad yo creo que yo ni siquiera estaría aquí sentada. ¡Qué increíble! Porque eso fue lo que motivó como al hospital de visibilizar mi caso, a decir, una mamá en duelo está lactando, o sea, una mamá en duelo está salvando vidas. Es leche que le están dando a bebés prematuros que nacen de cinco meses, en desnutrición, con mamás con VIH. Yo tuve la oportunidad de ir al hospital y conocí un bebecito que me dijeron, nació hoy, su mamá se murió en el parto. Y le vamos a dar tu leche. Entonces, como que el yo decir, Amara, es la que le está dando la oportunidad a miles de bebés de seguir con su vida y como de seguir luchando aquí en este plano. Y te logro que yo ni siquiera siento que es mi leche o sea, yo siento que yo soy como un instrumento pero que Amara es la que ha hecho todo, todo, todo y ha continuado digamos con ese legado para que yo siga lactando ¿lo sigues haciendo? sí ¿y en tu corazón está ese deseo abierto hasta qué momento? no, yo eso sí quiero que mi cuerpo entienda naturalmente que mi bella no está. O sea, yo no quiero hormonas, quiero que sea un proceso como muy respetado. A mí me sirvió mucho despedir a Amara de una manera muy linda y ver ese momento de la muerte como una entrega única de decir, Amara me escogió en la vida, pero también me escogió en la muerte. Amara me escogió para ser su mamá y para venir a este mundo, pero también me escogió para irse. Y que mi pecho siempre fue como su lugar seguro. Entonces yo dije, yo con la lactancia quiero lo mismo, la lactancia me ha dado la felicidad más grande. Yo en la vida me imaginé que lactar fuera tan hermoso, que alimentar y que ser como fuente de alimento para un ser humano fuera tan lindo, yo dije no, yo quiero que esto sea respetado, o sea yo quiero respetar mi proceso. Qué belleza eso y tú cómo despediste a Mara ¿hiciste alguna ceremonia? Sí, le hicimos una, se murió en Pereira amigos, familiares fueron, yo les dije quiero que vayan de blanco, no quiero nada negro o sea, yo también resignifiqué mucho esa idea de la muerte yo era de las que antes traté o sea, a mí nada negro, o sea, yo también resignifiqué mucho esa idea de la muerte, yo era de las que antes traté, o sea, a mí me hablaban de muerte y yo me escondía, o sea, yo era una gallina, yo ni siquiera pensaba en la muerte, pero cuando a ti la muerte te respiró acá y la tuviste acá, pues uno ya que le va a tener miedo a algo tan natural que es lo único que tenemos seguros todos, ¿sí me entiendes? Entonces le hicimos una ceremonia, todos vestidos de blanco con globitos dijeron en palabras todas las personas más importantes para ella y pues para mí también le pusimos las canciones que yo le ponía en el embarazo y la despedimos con un amor tan inmenso y con un agradecimiento es ir gordita la diste todo aquí la diste toda en la tierra que belleza esto y ese tema de la lactancia que además comentas que te estaban como invitando a tomarte una pasta que es como lo común cuando ya llegas a este hospital que te hacen los exámenes y eres una mamá lactante ¿te encontraste con que el caso tuyo era común? ¿o realmente era una cosa? ¿cómo funciona esto? O sea, explícanos esto. Te dijeron allá los médicos, enfermeros, te decían, o sea, tú eres un caso atípico, ¿qué es lo normal? Claro, me dijeron primero, tú eres un caso atípico porque ninguna mamá en duelo quiere seguir lactando, o sea, eso es como tener una herida y seguir presionándola y presionándola de una manera impresionante y segundo, cuando yo compartí mi caso en redes sociales, el hospital se dio cuenta y me dijeron, queremos hacerle una nota a Mara porque ella está salvando muchas vidas y te juro que yo me sentí la mamá más orgullosa porque yo decía o sea, mi bebé va a salir en el hospital, mi bebé está haciendo algo y aún desde otro plano terrenal entonces ahí, cuando compartí en el hospital, mi bebé está haciendo algo y aún desde otro plano terrenal, entonces ahí, cuando compartí toda mi historia en redes sociales, me empezaron a hablar médicos, ginecóps, tetras, asesoras de lactancia, de aquí de Bogotá de la cardio infantil de todo, diciéndome, nunca había visto un caso como el tuyo, o sea, nunca había visto una mamá en duelo que quisiera seguir lactando, una enfermera también me decía que lo normal es que las mamás digan como, ¿yo por qué voy a querer ayudar a otro bebé si el mío se murió? Y me decían, ¿tú qué sientes cuando lactas? O sea, ¿tú sientes tristeza? Y yo digo, no, o sea, yo siento amor, yo siento felicidad de decir, está lechitada para esos hermanitos de Alma y Amara, que de alguna u otra forma yo puedo seguir maternando desde desde otra óptica y ahí digamos empecé todo el tema que yo sinceramente yo no me creía como alguien diferente hasta que empecé a escuchar de todos los profesionales de la salud como que valen una una doctora me dijo tú eres el primer caso en colomb y yo no, pues hasta ya tampoco, yo ya tampoco sé, me imagino que si ha habido, ah bueno, eso es otra cosa que me dijeron, muchas mamás donan el banco pues porque a la final está guardado, se van a hacer pues con ese banquito de leche pero continuar lactando, o sea, eso sí, impensable yo nunca lo había escuchado sí, sí, sí, total, y eso no, eso salvar vidas es como no donar sangre, te lo juro y muchísimo más importante, la leche materna es la primera fuente de alimento que un ser humano puede tener y es completa. O sea, tiene anticuerpos, glóbulos blancos, glóbulos rojos, defensas. Tiene todo lo que nunca la ciencia o la tecnología va a poder fabricar desde cero. ¿Cómo es tu día a día ahorita en este papel maravilloso de mamá lactante? ¿Cómo funciona? O sea, explícanos todo este detalle, ¿a dónde la entregas? Ya tienes como una rutina con algunos hospitales, ¿cómo funciona esto? Bueno, yo al principio estaba lactando cada dos o tres horas, entonces cada dos o tres horas yo me tenía que levantar madrugada, todo, y yo empecé a espaciar como un poquito las extracciones, claro, para ir digamos como despidiéndola, por decirlo así, de manera gradual. Sí. Entonces yo pasé dos o tres horas a que en este momento estoy tres veces al día. Entonces estoy en la mañana, en la tarde y en la noche, antes de dormir. Haciéndote la extracción. Sí, o sea, haciéndome la extracción. Eso uno lo almacena en unos frascos de vidrio que le da el hospital a uno, esterilizados, rotulados, eso se ingresa al congelador y cuando uno llena los frascos ellos envían, digamos, a una persona a recogerlo para que no pierda, digamos, esa cadena de frío. ¿Y llegan a qué hospital? Y eso es otra cosa que yo digo, uff, difícil porque en Pereira no hay banco de leche. Entonces a mí me toca, digamos, estar como entre Cali y Pereira, o me ha tocado estar entre Cali y Pereira. Qué labor tan hermosa. Sí, y me duele mucho tal vez que en algunas clínicas ni siquiera haya esta posibilidad de poder ayudar a los bebés. Sí. Entonces tengo entendido que hay Bogotá, Medellín, Cali, bueno, no sé si Bucaramanga. O sea, que tú tienes que desplazarte todo el tiempo para hacer esto. Sí, así es. ¿Y qué cantidad de leche entregas a estos bancos? No, yo les digo a ellos, mándenme los tarros que quieran, porque como yo soy súper lechera, yo solo lleno en un momentico. O sea, yo entrego 200 onzas, es que yo no sé son cuántos litros es, pero sí, uno tendría que hacer la conversión. Pero claro, digamos, yo en cada extracción más o menos son unas 20 onzas, unas 14, 16 onzas. Mucho, porque un bebé prematuro toma goticas. Dios mío, ¿qué dice tu familia de esto? Dios mío, ¿qué dice tu familia de esto? Mi familia no, ha sido un apoyo muy grande, ha sido un apoyo muy grande, sin embargo, es difícil uno enfrentarse al duelo, Tati, ¿sabes por qué? Porque uno ya siente mucho dolor, y uno salir a la sociedad a recibir comentarios que tal vez no vienen como del uno quererle generar el dolor al otro, pero que al final a la sociedad no le han enseñado cómo apoyar a una mamá en duelo. Sí. no le han enseñado cómo apoyar a una mamá en duelo. Sí. Entonces es difícil y muchas veces vienen comentarios como, tranquila, usted está joven, usted puede tener más hijos. No, eso le pasó a fulanita y siguió adelante. No, no, no. Y yo, digamos, en un caso de que mi abuelita perdió a dos hijos y a mí me duele profundamente decir, hace 50 años cómo era perder un hijo cuando las mujeres ni siquiera se pueden expresar. Ni siquiera pueden tener, o sea, tener el derecho a decir, duelo a mi hijo. Sí. Y lo otro es que eran obligadas, digamos, en un posparto a, ah, su bebé se murió, no, pero pues usted tiene que seguir cumpliendo con el rol marital, entonces, dime, o sea, ¿cómo crees que uno ve su cuerpo en un posparto sin bebé? Eso es horrible, eso es horrible entonces yo pienso en las mujeres también de antes y digo uff que verracas vivir con tanto dolor y no saber cómo expresarlo impresionante, y has conectado has conversado con estas mamás que por alguna razón no pueden lactar a sus bebés y que tú estás haciendo ese apoyo, cuéntame de pronto esa conexión, me han la conexión del hospital y me han agradecido me han dicho no no puedo lactar y mi bebé está recibiendo la lechita de mara me han escrito también doctores del hospital diciéndome me enorgullece tanto ver cuando veo en una incubadora diciendo bebé alimentado con leche humana pasteurizada y aquí está digamos la lechita de mara y que todavía la tiene o o sea, que es algo que yo digo siempre ella será parte de todas las personas que ha impactado y todos los bebés que ella sigue impactando No, pues este impacto está muy grande porque es que además, como estás contando, que en Pereira por ejemplo, que es tu ciudad, no tienen estos bancos de leche yo me imagino que esto también es una apertura para otras mamás para centros de salud, para hospitales que realmente digan, ok se está abriendo, está siendo pionera en algo, según lo que cuentas y lo que te han dicho, que no, la primera persona en Colombia que está haciendo esto es un caso atípico, pero sientes que esto de pronto puede motivar a alguna mamá a que se sume a esa causa. ¿Alguien te ha escrito, alguien te ha hablado al respecto? No, muchas mamás a mí me han escrito y me han dicho, estuve en duelo y no sabía que eso se podía hacer, voté mi leche No, no, no, pues es que yo estoy segura que aquí muchas, yo que no soy mamá, nunca había escuchado seguramente mamás tampoco, es que es un tema absolutamente nuevo yo me imagino que esto ha sido increíble. De todos los países me escriben de todos los países me escriben de todos los países me escriben diciendo la lechita de Amara la honramos gracias por seguir salvando vidas gracias digamos por seguir resignificando esa maternidad desde otro punto de vista y lo otro también con lo de la lactancia es que pues no sé, yo siento que para mí Valentina, para mí como mamá de Amara la lactancia fue un rescate que no me hundió yo siento que para mí, Valentina, para mí como mamá de Amara, la lactancia fue un rescate que no me hundió. Increíble. Porque en realidad eso era lo que me mantenía de pie, si no, yo no estaría contando esta historia. Porque en medio de todo yo decía, o sea, la muerte de mi bebé está teniendo un propósito y este dolor no es en vano. O sea, este dolor no lo estoy sintiendo por nada, sino que no sé por qué, o sea, a la final llevo tres meses en duelo, yo creo que esto tiene como un propósito mucho más grande tal vez del que mis ojos lo pueden ver en este momento. Pero el decir como que Amara murió, pero Amara está ayudando y mi dolor está teniendo un poquito de sentido por decirlo así, aunque creo que hay momentos en los que yo digo esto no tiene sentido, o sea, ¿por qué tanto dolor? ¿Qué propósito estás identificando detrás de esto tan precioso que estás haciendo? No, es que son tantas cosas, primero como ser la voz tal vez de muchas mamás que no se atreven ni siquiera a hablar con un familiar o que no tienen una red de apoyo y menos salir en una red social hay tantos tipos de duelo y mamás viviéndolo día a día, o sea uno piensa yo pensaba que yo era la única persona en la vida que sentía esto, y no, o sea uno sale a las redes sociales, uno sale a estos medios de comunicación y se da cuenta de que o sea que la muerte es real y que todas lo viven, pero porque nadie lo habla el duelo neonatal menos nadie lo habla, menos, menos y yo uno todos los días intentando salir adelante buscándole un propósito a todo esto, diciendo que hago, en que grupo me meto mamá siento esto y también digamos ser una red de apoyo para que todas, todas sentimos lo mismo, y uno se siente mal de tener ideas suicidas, uno se siente mal a toda hora de pensar en la muerte uno se siente mal de salir y ver un bebé en la mismo y uno se siente mal de tener heridas suicidas uno se siente mal a toda hora de pensar en la muerte uno se siente mal de salir y ver un bebé en la calle, uno se siente mal de salir y ver una embarazada, o lo que me pasó en un vuelo, que lloré inmensamente fue que cuando estaban abordando dijeron mujeres embarazadas o mamás con niños y yo decía, yo también soy mamá o sea, como que porque la sociedad no me valía el hecho de que yo sea mamá o sea como que porque la sociedad no me valía el hecho de que yo sea mamá claro, no se le ocurre a uno pensar en eso y son cosas tan mínimas que uno piensa como que el simple hecho de salir a la calle ya es doloroso porque es un mundo que tal vez no está diseñado como para nosotras y que nosotros seguimos sintiendo mamás todos los días y no hay minuto no hay segundo que uno piense en ellos la gente sigue su vida a la final les va la familia de uno y uno como mamá como que no, uno se quedó en ese momento uno se quedó ahí y uno se siente mal porque uno dice ¿por qué el mundo sigue girando? y mi bebé no está porque yo sigo respirando un aire en el que mi bebé no está? Y uno se siente la peor mamá del mundo como que del seguir aquí y no estar como con su bebé. No, no, no. Uno se queda sin palabras ante una situación así. uno se queda sin palabras ante una situación así porque no la he vivido y porque requiere mucha valentía ni siquiera puedo expresar lo que se requiere para esa fuerza y ese poder que tienes tú aquí transitando un duelo y atreverte a hablar y yo si te aplaudo esto que estás haciendo porque sé que más que por ti, es por tu bebé total, yo les digo como que en realidad yo no busco visibilidad yo Valentina no busco estar en público yo solo quiero que mi bebé, y lo ha hecho mi bebé cruce fronteras mi bebé conozca la historia tan hermosa como de esa personita que estuvo acá y solo necesitó 37 días para dejar un legado inmenso. ¿Tú eres consciente de que estás abriendo puertas enormes, gigantes en este tema de la lactancia y de que van a salvar vidas? Porque sí, esa primera alimentación, esa lactancia, eso tan importante, ese primer alimento que viene el cuerpo de una mamá es más poderoso que cualquier otra cosa uy Tati, una vez no se las creo o sea, en realidad yo el simple hecho de estar aquí sentada, yo digo como que es real que Amara está haciendo todo esto o sea, una vez yo me siento viendo como no, no, esta historia no es real, pero al ver los miles y miles de mensajes de las mamás de todo el mundo diciéndome, mamá de Amara sigue haciendo videos, mamá de Amara sigue que aquí estoy, me has dado ánimos mamá de Amara, tu video, me siento identificada con tu video y buscar como una red de apoyo en el que solo una mamá en duelo lo va a comprender a uno ¿Has tenido acompañamiento profesional? Sí, claro, con mi psicóloga Sobi, es una psicóloga que yo ya había estado en terapia antes, así por ahí, no sé, ponle unos tres o cuatro años. Y yo tuve un despertar como de conciencia hasta antes de lo de Amara y yo creo que también eso me ayudó mucho. ¿Y qué te dicen respecto a este proceso del duelo? Pues primero me dicen que, Sofi, lo primero que me ha dicho es, este es el peor duelo que un ser humano puede vivir. O sea, la muerte de un hijo es antinatural. Tú cuando pierdes a un padre, tú te quedas huérfano. Cuando tú pierdes a un esposo, tú te quedas viudo. Pero, ¿qué palabra hay para la mamá que pierde un hijo? No existe. Porque tanto dolor no puede estar escrito en la palabra literalmente. Y han pasado miles de años y la muerte de un bebé o un hijo pues pasa, creo que desde que la humanidad existe y no la han catalogado porque simplemente no, o sea, al mencionarlo ya es demasiado difícil y vivirlo peor. Entonces, claro, el acompañamiento psicológico es muy importante porque tu mente está desconectada de tu cuerpo, de tu conciencia, tú no creas conexiones en realidad lógicas, y aparte de todo estás en un posparto, pero es un posparto que nadie ve, porque como tú no tienes tu bebé en tus brazos, entonces nadie valida, digamos, el hecho de que tus hormonas estén de arriba abajo, y que tú estás viendo un duelo,, o sea tú estás viendo la pérdida más grande que puede vivir una mujer, o puedo decirlo así, un ser humano en la vida, y también para mí el impacto que ha tenido, digamos en los hombres que me rodean es mucho tal vez los hombres dan por sentado la maternidad, porque a la final biológicamente ellos no tampoco están diseñados como para hacer la entrega, ¿qué no hace? Entonces, que digamos a los hombres, por ejemplo, Juan Felipe, él me dice, yo soy un antes y un después de cómo vive un duelo una mamá. ¡Qué belleza eso! Y él dice, yo ya ahorita la entiendo totalmente, porque uno a todas horas queriendo honrarlos, y no se levanta y diciendo, ¿qué hago? O sea, ¿dónde me meto? Digamos, yo, una de las maneras de honrarles es que cada mes, cada 23, compro una tortica y la celebro hace un mes y todos nos sentamos, mi papá, mi mamá, mi cuñada, mía, mi hermano, mi prima, que es la madrina, que es como una hermana para mí, desde una videollamada, y decimos, honramos la vida de Amara porque ella sigue existiendo, pero desde otro nivel de conciencia, por decirlo así. Y yo creo que también, este es un tema que, uf, me gustaría quedar acá hablando horas, y es la muerte. Porque en otras culturas como África, el Oriente, Asia, ven a la muerte como una liberación y nosotros lo vemos como lo peor que le puede pasar a alguien. Entonces es uno, cuando eso le toca tanto como uno como familia, uno ya le cambia la vida, le cambia la perspectiva de todo. Ya ningún problema es problema. Económico, se soluciona. Que de salud también uno le hace. Que una pelea, digamos, con una pareja, eso es lo de menos. Cuando uno ya ve una muertita en todo dolor, uno dice... Uno vive como segundo a segundo. Como que uno dice, ya nada, no vale la pena uno desgastarse en cosas que tal vez en el momento para uno son importantes, pero uno dice, son insignificantes, que el valor de la vida. ¿Cuántos años me dijiste que tenías? ¿25? 25, sí. Tú eres tremenda maestra. 25, sí. Tú eres tremenda maestra. Yo creo que la maestra es Amara, la verdad. Así la decimos en mi casa. Todos dicen como que Amara es una maestra de vida y maestra en la muerte. Qué belleza. Yo realmente lo que más puedo hacer es agradecerte. O sea, quisiera decirte tantas cosas que al final no sabría ni siquiera cómo expresarme, por eso mismo que mencionabas hace un rato, y es que el duelo, nadie sabe cómo gestionarlo, hablarlo, tocarlo, cómo lo agarro, cómo lo agarro. Así que mis palabras son de gratitud por ti, pero sobre todo por Amara, que es la gestora de esta cita, la que cuadró esta cita. Te agradezco mucho por esa valentía, es que no tiene otro nombre, eso tiene, esos son cojones, mujer, no estar atravesando un duelo y sentarse, o varios, estar atravesando un duelo y sentarse frente a un micrófono, una cámara, unas luces, este espacio, y tener esa interés para contar esa historia como tú la cuentas, se necesita, y yo creo que ese valor te lo está dando tu muñeca total yo siempre digo eso yo digo yo porque sigo parada así yo me pongo a hacer como un recap de todo lo que ha pasado yo digo yo como sigo viva yo porque sigo aquí yo siento que no siento es una energía tan poderosa que a mí me sostiene que en realidad yo sé que es amar a la que me la da porque no hay nada más, o sea, el uno seguir luchando por los hijos así ni siquiera estén en este plano, es algo impactante y yo te quería preguntar también tú como mujer, desde la perspectiva de que no eres mamá aún, ¿cómo ves, digamos, este tema del duelo y la maternidad sin el simple hecho de tener empatía femenina? Quieres que te responda con total sinceridad y es que nunca lo había tenido presente hasta hoy? y por eso también te agradezco, porque es algo silencioso que ustedes las mamás viven en secreto ustedes con ustedes yo podría responderte aquí y darte un discurso y decir que esto es algo que yo ya había identificado. Lo estoy identificando en este momento y te lo agradezco profundamente. Porque una cosa es el duelo, cuando ya tú has visto al niño, un año, dos, tres, cuatro, cinco, lo conociste, y es algo como más presente. Pero el duelo de una mamá con un bebé recién nacido, duelo neonatal. Duelo gestacional también. Que como tú lo dices, creo que pusiste el ejemplo perfecto con lo del aeropuerto. O sea, acabas de poner el ejemplo perfecto. Eso fue horrible para mi larga. Fue como si me hubieran dado tres cuchillas ahí. O sea... Decían las mamás con hijos en brazos. ¿Qué otra cosa decían? Mujeres embarazadas. ¿Y dónde quedan las mamás que están en este duelo? y que uno es mamá y que lo que le digo a la sociedad es como que así mi bebé no lo vean físicamente yo sigo siendo mamá y también muchas otras mamás me escriben perdí a mi bebé a las ocho semanas un bebé de ocho semanas mide medio dedito y que las invalían diciéndole estaba muy chiquito y uno dice es que el amor de madre no se mide en el tiempo que que las invalían diciéndole estaba muy chiquito y uno dice es que el amor de madre no se mide en el tiempo que uno estuvo con los bebés, o sea el amor de madre inicia desde el día uno hasta los ochenta, yo estuve en un taller de duelo al principio que Amara falleció y yo estaba con otras mamás que sus hijos eran más grandes y había una abuelita Tati una abuelita como de setenta y cinco años haciendo el duelo por su hijo de 50 años. ¿Y qué le dicen a ella? Ay, pero si él ya vivió, pues él ya vivió todo lo que tenía que vivir. ¿Y qué le dicen a uno? Ay, pero ella no vivió tanto, pues cómo se van a cariñar. El amor de madre no se mide en el tiempo. Uno como sociedad está todo el tiempo encasillando. Es que ya vivió mucho, es que vivió muy poco, es que estás muy joven, wow, increíble increíble y por eso te decía lo de ser maestra porque estoy segura o sea nos estás en este momento aleccionando y también te agradezco de manera muy personal, no solo de visibilizar la historia de Amara sino de esto que estás hablando del duelo, porque te lo confesé hace un minuto y lo reitero, no lo había tenido en cuenta, hasta hoy y se hace un comentuto y lo reitero no lo había tenido en cuenta hasta hoy y sabes un comentario que también me lo dice una persona importante para mí pero fue desde el desconocimiento también que yo entiendo que nadie le enseñan cómo transitar este camino y esto es como nadie lo habla no se normaliza y él me dijo ¿hasta cuándo piensas hacerle duelo a Mara? y es como si uno tuviera una fecha de caducidad, o sea, como si a la gente le estresara verlo uno sufrir. A la gente le, como, ¿usted por qué está sufriendo? ¿Usted por qué está así? Y yo digo, es que esto no es un listón que uno corte, que uno llegue a una meta y diga, ¡ay, superé a mi hija! O sea, esto es nada por vida. Esto no es que, esto es un duelo eterno, por decirlo así. Y claro, creo yo que veo atrás y la veo con un poquito más de amor, pero al final yo sigo viviendo mi duelo todos los días, todos los días me levanto con taquicardia, con ataques de ansiedad, todos los días me levanto cuestionándome cuál es como mi existencia, cuál es como el plan que en realidad yo tengo, si a mí otras cosas no me motivan, sino Amara. A mí otras cosas no me motivan, sino amara. Yo sé que esta pregunta es muy prematura, estás en derecho de no responderla. ¿Estás abierta a la posibilidad más adelante de tener otro bebé? Esto me lo hacen mucho porque creen que un hijo reemplaza al otro. No, no te lo digo como reemplazo. No, no, claro, pero digamos la gente es como que, usted va a volver a tener hijos, no se sienta mal. En el momento, Tati, el simple hecho como de yo pensar que tal vez puedo llegar a amar a alguien más que a Marano. Como que no lo veo en mis posibilidades, pero no me cierro, pero tampoco lo busco, la verdad, o sea, no, en este momento ni siquiera cabe en mi mente como yo decir, tengo otro hijo y olvido a Marano. No, no hay palabras, solo agradecimiento. No, a ti en serio por, o sea, tú no sabes lo que estás impactando en la vida de muchas mujeres, ni siquiera en Colombia, sino en Latinoamérica. Yo estoy segura de que este episodio y esta conversación va a llegar a muchas mujeres, hombres, mamás, mamás sin duelo, mamás terrenales, mamás celestiales, y que en realidad le va a abrir como el camino a entender a una mujer en duelo, y también porque es que esa es la base de la vida, ¿sí me entiendes? O sea, uno como mamá da luz, da vida, uno es como la gestora, por decirlo así, de todo esto, y el papel de ahí donde queda, a la maternidad de otro plano cómo se vive y eso es otra cosa ya como tal vez como finalizando es que la gente no le hace comentarios como no le yo no lo llore porque no lo dejé a descansar que va a ser con la ropita de la niña tiene que sacar esas cosas esto no se puede usted no se puede apegar a eso y uno dice o sea como tienen, como digamos uno no puede tener no sé, como la moral de hablar desde una posición que uno no ha sentido yo no te puedo decir a ti ay Tati, listo, yo empatizo con tu dolor en cualquier situación que tú tengas en la vida pero tú eres la única la única, la única que sabe por lo que has pasado y el duelo es personal sabe por lo que has pasado. Y el duelo es personal y yo lo que les digo a las mamás es, la ropita, si usted se quiere quedar 80 años con la ropita, ¿qué es 80 años? No le está haciendo daño a nadie, por decirlo así. Quiere regalar la ropita porque hay mamás que llegan y dicen, no quiero ver esto, también está súper válido. O sea, no hay un camino correcto, no hay un camino incorrecto en el duelo, simplemente respetarlo, contenerlo, apoyarlo, visibilizarlo también, y darle como esa fuerza a las mamás de decir, como decía Juan Pablo Herrada, te veo, te escucho, te entiendo, estoy aquí, así no pueda ponerme en tus zapatos, porque uno dice, ah, yo me pongo en tus zapatos, no, nunca va a haber la posibilidad de que yo me meta en tu cuerpo y sepa lo que estás experimentando mencionaste algo que me llamó la atención mamás celestiales así nos denominamos las mamás que no tenemos físicamente a nuestros bebés, mamás en el cielo o mamás celestiales qué lindo eso gracias no me alcanza el tiempo para darte tantas gracias y el agradecimiento. Yo sé que también viene en nombre de toda esta comunidad maravillosa y vas a darte cuenta. Si ya Amara está siendo conocida por tu comunidad, créeme que esa muñeca está para traspasar fronteras por años y años, o sea, no tienes ni idea, no tenemos ni idea de lo que va a pasar. Sí, sí, yo ahorita digo, pues han pasado un mes y medio desde que visibilicé la historia de mi bebé y si a mí me dicen, este es su propósito y esto es a lo que ustedes tienen que dedicar toda la vida lo haré con el mayor de los plazares porque yo digo el corazón de Amara no es solo un órgano físico, el corazón de Amara es muchísimo más grande que algo físico que nosotros podamos palpar y no agradecerte a ti a todo el equipo, en realidad este proyecto tan increíble que tienes tú no sabes la vida y las almas que estás impactando, en serio qué bella Vale, qué bella agradezco a Amara con todo mi corazón, este podcast la verdad es como para ella, de ella y nada en honor a ella que eso es lo más importante ¿qué mensaje le dejarías a esas mamás que están atravesando exactamente lo mismo que tú en este momento no encuentran salida? ríndanse ante el dolor, quiebrense muéranse literalmente porque uno se tiene que morir despedacense el ser humano sufre porque uno se resiste ante el dolor y ante una realidad, y cuando uno literalmente se rasga totalmente y dice tengo la noche oscura y me cedo ante ti, o sea, no puedo hacer nada, cuando uno ya se rinde ante ese dolor, creo que ya empieza a ver las cosas con un poquito más de amor y compasión. se rinde ante ese dolor, creo que ya empieza a ver las cosas con un poquito más de amor y compasión. Qué propósito tan lindo tienes en la vida. Ella es Valentina, pero yo diría que es la mamá de Amara, o todo el mundo te conoce. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.