El 30 de marzo, el estadounidense Timothy Alan Livingstone entró con dos menores de catorce años al hotel Gotham de El Poblado (Medellín). Como la explotación sexual se convirtió en paisaje para las autoridades, lo dejaron ir. Y la historia se hubiera quedado ahí si no fuera por la ola de indignación de las redes sociales contra la policía y la alcaldía. Sin embargo, las medidas han sido tildadas de insuficientes y demuestran que en nuestro país no sabemos cómo lidiar con la prostitución y sus derivados más lesivos. Hablamos con Jennifer Pedraza, la representante a la Cámara por el partido Dignidad, y con Melissa Toro, directora de la ONG Putamente Poderosas, acerca de Medellín, la prostitución y sus demonios. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices