Los niños perdidos en la selva

Los niños perdidos en la selva

16 de jun de 2023

En este episodio de Presunto Podcast, se aborda la impactante noticia de los cuatro niños que fueron rescatados tras pasar 40 días perdidos en la selva colombiana. Analizamos el cubrimiento mediático de su desaparición y rescate, así como las implicaciones políticas y sociales de este evento.

Capítulos

El rescate de los niños perdidos

Se detalla cómo los cuatro niños fueron encontrados después de 40 días perdidos en la selva del Guaviare. Gracias a un operativo conjunto entre la Guardia Indígena y las Fuerzas Armadas, estos menores lograron ser rescatados, ofreciendo un ejemplo de colaboración entre saberes tradicionales y conocimiento técnico militar. Además, se menciona la falsa alarma previa donde se anunció erróneamente su hallazgo.

La cobertura mediática y las implicaciones sociales

El episodio destaca el papel de los medios en el cubrimiento de la historia, desde el uso de narrativas exóticas hasta los problemas éticos en la representación de los menores. Se discuten las tensiones raciales y culturales evidenciadas en la cobertura, así como la utilización política del evento por parte del gobierno de Gustavo Petro. También se exploran las críticas a la sobreexposición mediática y se reflexiona sobre la ética periodística al abordar estos temas.

Impacto político y social del rescate

Se analiza cómo el rescate ha sido un punto a favor para el gobierno, resaltando la colaboración con las comunidades indígenas y el discurso de reconciliación promovido por las fuerzas públicas. Además, se comentan las complejidades familiares y legales que han salido a la luz tras el rescate, incluyendo las disputas por la custodia de los niños y denuncias de maltrato.

Conclusión

El rescate de los niños en la selva no solo representa un milagro de sobrevivencia, sino que también ha puesto de relieve la complejidad de las relaciones entre las comunidades indígenas y el estado colombiano. Además, ha subrayado la necesidad de un periodismo ético que evite la revictimización y ofrezca una cobertura completa y respetuosa de las historias. El episodio deja claro el impacto duradero que este evento tendrá en el panorama político y social del país.

Menciones

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               La fe nos ha puesto en el camino que lo queríamos. Ama a Ale, ama a Nicolás y a mi persona de Irogariel, como dice que hemos encontrado el objetivo que queremos. Aquí están los cuatro niños. Luego de ser encontrados con vida, los niños fueron sacados anoche de la selva en un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana que los llevó hasta San José del Guaviare, capital del departamento de Guaviare, donde un avión C-295 configurado como ambulancia los recogió y los trajo a la capital de Colombia. Lucía, buenas tardes, pues mire, los testimonios son impactantes, empezando porque este grupo de indígenas que viene desde el Putumayo viajaron desde ese departamento hasta Bogotá para poder visitar a los niños luego de que fueron rescatados. Y es impresionante porque es un grupo muy joven, ¿saben? Estamos hablando de personas de 18 años, 20 años, 25 años. El mayor de ellos tiene 31 años y fue este grupo el que se encargó de rescatar a los niños. Ellos cuentan algunos detalles importantes de cómo fue el momento exacto en el que ellos supieron en dónde estaban los niños. Ellos dicen que la naturaleza fue la que los guió hacia el lugar a donde ellos debían moverse y que en un momento se detuvieron porque los vieron. Las comunidades indígenas que estuvieron en la búsqueda y las fuerzas militares conjuntamente encontraron a los niños 40 días después. Estaban solos, no habían sido ellos mismos, lograron un ejemplo de sobrevivencia total, digamos, que quedará en la historia. Mañana trataré de hablar con ellos. Un regalo a la vida, que es lo que significa nuestros niños cuidados por la selva. Muy buenas, les doy la bienvenida a una nueva sesión de Presunto Podcast. Noticias ya que puede parecer recurrente, Sara Trejos no está y la extrañamos mucho. El día de hoy vamos a hablar de una noticia que de verdad sí sacudió al país por usar los términos periodísticos clásicos y que probablemente va a llegar incluso hasta los especiales de fin de año y tal vez muchísimo más desarrollo de contenidos para mucho tiempo, que es la noticia de los menores de edad desaparecidos en la selva y que reaparecieron hace ocho días el viernes. Tenemos invitada. Tenemos invitada. Tenemos invitada y acabo de caer en cuenta que nuestra invitada practica boxeo y no preparé una introducción boxística para ella con 13 apodos seguidos, como solemos hacerlo acá. Sí, ahí fallamos. Lo que pasa es que te enteraste que practicaba boxeo hace poco. No, en realidad no. Pero acá está con nosotros María Fernanda Fitzgerald. Hola, ¿cómo están? Gracias por la invitación. Un gusto para nosotros tenerte acá. Irregulares. Irregulares. Boxeadores regulares. Irregulares o regulares, no lo entendí. Irregulares. María Paula Mart regulares. Irregulares o regulares, no entendí. Irregulares. María Paula Martínez. Buenas, buenas. Si quieres adelantarnos tu tema, no tema. Mi tema no tema tiene que ver con los Danieles. Porque en su última emisión, la que hacen los domingos cuando leen las columnas que publican, invitaron al coronel Sánchez a propósito de la Operación Esperanza, que es lo que vamos a tratar hoy en Presunto. Y tras la lectura de la columna de Daniel Sanpero Espina, que es una parodia de la ausencia de Laura Sarabia y de Benedetti, en la que se burla de la cerveza y habla de Armandito y Laurita, y hace una suerte de chistes sobre el alcohol Danielito Danielito Junior hace una serie de chistes, al finalizar su columna riendo, le dice a Daniel Coronel que si quiere le pase la palabra al general, y hasta eso todos risas, hasta que el muy serio dice que si quiere la palabra después de que Coronel se pues había dicho que no, que no, y expresa la incomodidad por el espacio. Y muy decentemente les dice, o les explica, cómo él hace parte de las fuerzas militares, cómo Petro es el comandante de las fuerzas militares, su jefe directo, y que estar en ese espacio le supone mucha incomodidad, lo que viene como en un silencio de todos los que están ahí presentes y una disculpa que Daniel Coronel arma un poco de imprevisto mal buceando un poquito sobre lo que acaba de pasar y no hacen ningún como reparo sobre la sátira y los invitados a ese tipo de espacios, tema que tal vez un día traigamos acá presunto porque es interesante entender no sé, las fronteras del humor cuando se hace con figuras de poder esa pues fue mi columna de hoy no sé Dani si le quieres dar la palabra al general no señor no señor, va a preguntar pero yo sí quisiera pedirle verdad general quiero decir lo siguiente yo entiendo la sátira y otras variaciones literarias y el periodismo, etc pero me siento muy incómodo me siento muy incómodo en este espacio yo soy general de la república mi presidente es el doctor Gustavo Petro Me siento muy incómodo en este espacio. Yo soy general de la República. Mi presidente es el doctor Gustavo Petro. Él es mi comandante, es nuestro comandante de las... Es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Pertenezco también al órgano ejecutivo. Y no me siento cómodo en este espacio. No, ni más falta. Con todo gusto, volvemos o buscamos otro espacio, pero no voy a estar en este espacio donde se traten temas diferentes a los cuales ustedes muy gentilmente me han permitido hablar. Ni más faltaba, General. Sabemos perfectamente que no son temas para que trate un general de la república, son temas políticos y son temas de sátira. Jay Alvarez. Hola, buenas noches. Qué gusto acompañarlos hoy. Muchas gracias al barrio por alimentarnos con un sándwich de mucha carne. Calle 392111. Por favor, visítenlo. El barrio con una serie de alimentos En homenaje a este podcast Es nuestro principal y único patrocinador Y le estamos muy agradecidos Ahora danos un poco de alimento para el intelecto, Juan ¿A qué te refieres? Al tema no tema Como tema no tema creo que es importante Pues seguirle un poco la pista A eso que hoy no vamos a tratar Pero que creo que segu seguiremos tratando y es todas estas noticias relacionadas con el Niñera Gate, que tiene también como uno de los protagon de un teniente coronel del equipo de avanzada de seguridad de la presidencia, que parece pues tuvo algo que ver con este episodio de chuzadas. Yo quisiera simplemente, como para concretar este tema no tema, rescatar la entrevista en Caracol Radio, que da a Miguel Ángel del Río casi 30 minutos, entre las 6 y 19 y las 6 y 40 y pico, una entrevista donde le preguntan de todo, como lo que uno quisiera que ocurriera cuando invitan a Germán Vargas Lleras, pero que no ocurre, una entrevista en donde la noticia inicial es el hecho de que a él lo llaman a citación desde la fiscalía, él dice que no va a asistir, una entrevista en la que le preguntan por lo temprano en lo que él publica un trino, casi a los 40 minutos del viernes en la noche cuando ocurre el suicidio del coronel Dávila. Él explica que él tenía información previa, se había reunido durante tres horas con el coronel el día anterior. Una entrevista en la que le preguntan por su conflicto de interés y él explica un poco por qué no tiene ningún sentido esa acusación de la senadora Paloma Valencia. En fin, una entrevista muy completa, muy minuciosa, lo que uno esperaría que esas tipo de mesas hicieran en las mañanas siempre. Pero es una entrevista en la que sobre todo hay un hecho que quiero destacar como tema no tema, porque me parece que es una puntada menor, detallada, pero al mismo tiempo como muy significativa de lo que yo creo que está en juego en todo esto. Y es que las razones por las que sabemos que este Teniente Coronel estaba sintiéndose presionado es porque hubo una inspección en el piso 13 de la DIAN, donde supuestamente ocurrió la clonación del teléfono de la niñera. denunciación del teléfono de la niñera. Y en esa inspección lo que reporta Miguel Ángel del Río, que fue lo que le dio como información a quien se había convertido en su cliente por la conversación que habían tenido el día anterior, es una cosa que me parece sumamente delicada y es que hay un funcionario del CTI, Miguel Ángel del Río, lo dice con nombre propio. Yo no alcancé a notarlo, no lo tengo aquí, lo vamos a encontrar y lo pondremos en las notas del episodio en las redes sociales, hay un funcionario del CTI que están denunciando con nombre propio, que empieza a tener una tensión y una confrontación con este coronel, porque bueno, lo amenaza, le dice que él va a ser el primero en ser detenido, y escuchen esto, ese funcionario del CTI quería que en esa inspección hubiera un periodista, el del Río denuncia eso en la entrevista con Caracol. Dice, este funcionario del CTI está permitiendo la entrada de un periodista. El coronel Dávila dijo que eso no era correcto, no tenía por qué haber un periodista presente. Y en ese momento interviene Espinosa, y Espinosa confirma que hay una fuente que le dice a él que es cierto eso, que le corrobora eso que está diciendo Miguel Ángel del Río, que él también tiene una fuente que le corrobora eso que está diciendo Miguel Ángel del Río, que él también tiene una fuente que le dice que en esa inspección efectivamente el rifirrafe entre el coronel y el funcionario del CTI, que además es un directivo del CTI, es a raíz de la presencia o no de un periodista, y es Espinosa quien dice que el periodista en cuestión era un periodista de la revista Semana. Es decir, el CTI de la Fiscalía y la revista Semana querían tener un periodista adentro de la inspección. No sé si eso fue el primero de junio, fue los días antes en los que el coronel empezó a sentirse presionado. Él le contesta, le dice que no, que no puede estar ahí. Y bueno, eso es parte de la denuncia que este señor está haciendo y que está ahí como bien entrevistado en esta entrevista de Caracol que fue esta mañana, hoy martes, día que grabamos, 12 de junio, casi 20, 25 minutos. Los medios de comunicación han advertido que el señor había entregado una carta, enviado una carta a la Fiscalía, cosa que es cierta, donde tenía el propósito de declarar y que entonces finalmente él quería declarar en contra del gobierno. y que entonces finalmente él quería declarar en contra del gobierno. Eso no es cierto, porque entre otras cosas, entre otras cosas, si quisiera declarar en contra del gobierno y en favor de la fiscalía, pues no me buscara a mí. Entre otras cosas, para el imaginario natural de la ciudadanía, soy cercano al gobierno. Sí, yo le puedo confirmar, Gustavo, desde 6 AM y desde Caracol Radio, que lo que ocurrió allí es que un funcionario del CTI de apellido Pinzón le dijo al coronel que tenía que subir a la diligencia en el piso 13 de la DIAN donde estaba supuestamente los equipos de interceptación un periodista de la revista Semana y el coronel se negó y ahí empiezan las cosas a ponerse muy complicadas ¿es así doctor del Río? Bueno, la noticia se dio el mismo viernes, la muerte de este señor Dávila, al mismo tiempo en que Colombia se enteró de que aparecieron los niños perdidos en la selva, que era una noticia un poco que estaba esperando básicamente todo el mundo, y que de verdad de golpe llenó de alegría a todo el mundo también, como tuvo un impacto positivo que era una cosa que no pasaba hace mucho tiempo en Colombia. Fueron como dos horas de mentes porque primero anuncian el encuentro de los menores, cosa que al inicio creo que también tuvo como una precaución, como si es cierto, si es cierto, porque ya había pasado que falso anuncio nos había llenado de ilusión. Y poco después de que se comprueba que sí, que en efecto lo es, y es un gran noticionón positivo de eso de que los gobiernos quieren que pasen de vez en cuando en vez para para... Tomar aire. Tomar oxígeno. No han pasado tres horas cuando aparece muerto el... Teniente Coronel Dávila. El Teniente Coronel en las inmediaciones de la Fiscalía. Y se vuelve una noche demente en la que hay que lidiar con dos noticias alucinantes ambas por razones contrarias. Me sumaría una tercera dos horas antes que es el cese del fuego con el ELN. Es ese mismo día. Ah, sí, eso pasa el mismo día, un viernes común y corriente en Colombia. Es que Petro vuelve de La Habana cuando da el anuncio a las cuatro de la tarde de lo de los niños. Listo, entonces nos llega esta noticia. Esta noticia se evalúa con un poquito de precaución y precaución por el precedente que había habido de que no era cierto, la historia tiene como unos momentos impresionantes, ¿no? y digamos como que cuando se pierden es cuando sabemos más o menos cuál es el desarrollo de esta historia. Yo no sé si queramos entrar como por dar un contexto en esto. ¿Qué fue lo que le pasó a estos niños en primer lugar? Pues es una avioneta que sale con destino al Guaviare, una avioneta pequeña que trae dos tripulantes adultos al frente de la avioneta que mueren al parecer instantáneamente, la madre de estos cuatro menores y los cuatro menores que van en el asiento de atrás. Y la avioneta, después de recorrer como 300 kilómetros, cae en las tupidas selvas del Guaviare. Y desde ese momento arranca la búsqueda por quienes se creen sobrevivieron al accidente, cuyos cuerpos no están en el lugar en el que cayó y son los cuatro menores que se sabe pues iban a bordo de esa avioneta 13, 9, 4 y 1 o meses porque cumplió un año en estos 40 días en los que estuvieron solos en la selva. ¿De esto hubo algún desarrollo que ustedes notaran? ¿Alguna nota particular en la que quisieran ahondar? Los niños están desaparecidos y los medios llegan, obviamente. ¿Cómo llegan a esto? ¿Qué tipo de cubrimiento se hace? Yo le preguntaría a nuestra invitada, María, cómo estaban ustedes cubriendo eso de manera previa, en tu nota hay una observación sobre cómo a principios del mes, creo, el oficial al mando del operativo, que creo que es el general Sánchez, probablemente, no sé, nos puedes contar detalles o directamente o en un chat que compartieran con muchos medios, estaba dando como estos plazos, ¿no? Tres días en la nota del País de España, la primera nota de reacción de Juan Diego Quesada, parece que se había contactado el día anterior, le había dicho, general, 39 días, 38 días, ya sobrevivieron más, o están muertos o sobrevivieron más que una persona que parece que sobrevivió 35 días a un accidente aéreo. Es decir, ¿cómo estaba esa expectativa previa? Si era una historia que estaban siguiendo, cubriendo? Sí, por supuesto. O sea, es que es una historia que en toda medida es altamente irregular. Tiene muchos factores ahí que tuvimos que entrar a conocer, entre otras cosas. Por ejemplo, uno de los primeros datos que nos llegó es que esta no era la primera vez que esa misma avioneta se había caído. Y eso fue pues como entender qué era lo que llevaba a que hubiera ocurrido eso. Otro de los seguimientos que tuvimos que hacer es que una de las personas que falleció en primer momento fue Hermán Mendoza si no estoy mal era el apellido de él que era uno de los grandes líderes de la OPIAC y eso por supuesto también marca el hecho de entender qué había pasado con él porque resulta que en medio de todo lo que acarreó esto empezaron a correr rumores en los que señalaban a Hermán de haber estado ayudando a los niños a escapar, luego hablaron de que no, que Hermann era el que los estaba extorsionando y los estaba amenazando. Luego hablaron de que no, que él no tenía nada que ver, que estaba ahí simplemente porque sí, porque ese día coincidió. Luego resulta que él no estaba en la lista de tripulantes originales de la avioneta, todo ese tipo de cosas fueron sumando una serie de inquietudes que al final pues era como estar que en últimas eso es el periodismo es estar siguiendo un montón de pistas a ver si algo lleva a algo y la gran mayoría lo cierto es que no llevan a nada pero en este caso justamente por lo particular y lo extraña de la historia fue que tuvimos que empezar a intentar unir esos cabos lo más rápido posible. Y también empezó a ocurrir todo este tema de enfrentarnos a un país que por lo general suele ser profundamente racista y todas las narrativas que se empezaron a crear alrededor de los niños, de su mamá, de todo lo que implicaba que fueran parte de una comunidad indígena, causó que existiera una oleada también de desinformación y de prejuicios y de estigmatización tremendos, pues que todo eso termina causando mucho ruido y en medio de todo eso terminar de determinar qué sí es real y qué no, pues requiere que tú estés todo el tiempo pendiente y buscando y atento y siguiéndole la pista a cada una de esas pequeñas pistas que te vas encontrando en el camino. Dentro del cubrimiento, de todas formas, dentro del cubrimiento previo a la aparición de los niños, hay elementos de la historia que eran destacados por ciertos medios de comunicación y que yo creo que caían incluso en el exotismo, pero también en el interés de la misma historia. Es decir, yo me acuerdo mucho de cuando Colmenares murió, el caso Colmenares, el sueño que tuvo el papá o la mamá, y claro, los medios recuperaban eso, entonces se soñaron con él diciéndole que exhumaran el cadáver, etcétera, en este también hubo como una, la abuela de ellos habló con un chamán y el chamán les dijo que iba a aparecer, eso es una nota de semana, que no la estoy criticando por ser de semana, nota de semana, que no la estoy criticando por ser de semana, pero que todos estos elementos, digamos como hay si buscarle cosas a la historia, cosas que puedan interesar a los lectores y que haya un poquito de exotismo y saberlo diferenciar digamos de los reales hechos de lo que los indígenas aportan. Que es cuando hay que de alguna manera enfrentar el chamanismo, la sabiduría de la selva y lo que llaman la ancestralidad, que tiene que ver con conocimientos y es de lo que seguramente ahora se va a escribir mucho y es pues ya como los detalles de qué comieron, de qué conocimientos tenían, sobre todo los mayores, para lograr sobrevivir y adquirir alimento seguro en un lugar agreste como ese y que puede tener que ver con la educación que reciben en una comunidad indígena, además de un sentido de colectivo y de cuidado que desde muy pequeños adquieren o son enseñados distinto a como crecemos las personas no indígenas que desde esa edad a lo mejor no sabemos pescar son habilidades que no se desarrollan dentro de lo pedagógico como si pasa en las comunidades indígenas pero que luego está ese otro lado un poco más místico que habla de duendes, que habla de chamanes que habla de pagamentos a la selva y empieza a combinar el whisky con el chirrinche y con lo que llaman la sabiduría indígena. Y que a mí me llama la atención cómo se mezcla eso en las crónicas periodísticas que empiezan a ser místicas también, y crónicas donde todo eso da para unas metáforas también literarias, como el texto de José Alejandro Castaño, que termina con unas ideas de lo que la selva permitió, y ya estamos hablando de asuntos como un poco sobrenaturales. Nosotros te hemos invitado hoy, creo que es importante decirlo, porque en cambio probablemente la crónica, el reportaje central del 11 de junio al día siguiente, creo que a los dos días, ¿no? Tu nota sale el domingo. Claro, puedo imaginarte el sábado trabajando arduamente para poder tenerla así de completa y no salir en la inmediatez, pero salir el fin de semana, el domingo con la nota completa. Te invitamos porque haces una de las crónicas más completas de ese cubrimiento del fin de semana, con todos esos elementos previos, con toda la tensión intermedia de este anuncio falso del presidente, cuando resulta que se apresura, no sé si sabes algo de por qué ese apresuramiento, y después con todos estos elementos muy completos sobre una cosa que creo que es de las más asombrosas de esta historia, que yo creo que nos desbordará aquí en este episodio, creo que lo mejor que se va a escribir sobre esto no se ha escrito, son historias que no se pueden terminar de entender en esta inmediatez, que es la idea de un operativo conjunto entre fuerzas armadas públicas, el ejército y la guardia indígena que dos semanas o una semana antes está en el Congreso en Bogotá recibiendo todo este rayo de estigmatización porque traen unos bastones y la derecha trata de decirnos que son armas. armas, pero cuando todo esto ocurre aparece esta narrativa de los dos saberes, de los saberes encontrados, ¿cómo se fue construyendo eso? ¿Cómo ustedes fueron entendiendo esa idea de, bueno, a las Fuerzas Armadas les dieron la instrucción de acompañarse de la Guardia Indígena? En ese seguimiento que iban haciendo, ¿cómo se iba entendiendo esa sumatoria? Y si en algún momento de pronto pensaron, esto va a salir mal, esto qué extraño es, esto qué está pasando, ¿cómo se fue construyendo eso? Bueno, pues respecto a este proceso de colaboración de saberes, que es como lo presentamos ahí en la crónica, sí es por supuesto algo muy extraño también y por lo mismo muy bello, porque que pues en general tenemos grabadas las imágenes desde el ejército enfrentando a los indígenas en un proceso de liberación de la madre tierra o cosas similares. La ocupación de tierra que hemos contado o que hemos descubierto. Exactamente. Y cuando tú viajas a territorios que están, digamos, por ejemplo, yo voy bastante seguido al norte del Cauca que es una zona que está plenamente, o bueno, su mayoría controlada por comunidades indígenas, y cuya guardia indígena además es una de las mejor organizadas y más firmes que tiene el país, allá la lógica que existe es que el ejército es el enemigo, es el gran enemigo de buena parte de las regiones. Y en todas las zonas donde tú vas a contrastar la visión que tienen los indígenas sobre la fuerza pública es de enemigos, porque claro, cuando tú te pones a remitirte a la historia, pues la realidad es que en su mayoría han sido las lógicas de la guerra las que los han llevado a convertirse en los enemigos. Y esto no es sólo un tema de ejército, por supuesto también es de grupos armados ilegales, pero digamos que en este caso la legitimidad del Estado no debería estar siendo cuestionada por las acciones de las Fuerzas Armadas. Lo cierto es que ese precedente que existe, esa historia de mala relación lleva a que escenarios como estos pues justamente creen como este nuevo espacio casi irreal de encontrar a dos saberes con un propósito digamos que tan noble como lo es rescatar a cuatro niños perdidos en una selva como la de el Amazonas que además yo ahí quiero hacer mucho hincapié en el hecho de que pues hasta este punto no hay otro registro de que esa selva hubiera sido recorrida previamente, por lo mismo es una selva virgen, por lo mismo no sabían plenamente a qué se estaban enfrentando. que existan alrededor no sólo del conocimiento técnico que puedan tener los militares, por ejemplo, técnicas de supervivencia, además porque ya enviaron a un escuadrón especial del ejército que son los que tienen entrenamiento de lanceros. Los lanceros tienen un entrenamiento de supervivencia, es una cosa tremenda, los entrenamientos de ellos son una cosa muy brutal. Ellos fueron los que se metieron a la selva, pero también se metieron grupos de bomberos a ingresar hasta cierta zona, y finalmente es cuando llega la Guardia Indígena, porque de acuerdo con lo que me dijo Luisa Costa, que es el coordinador nacional de la Guardia Indígena, ellos mismos se ofrecieron, porque consideraron que sus saberes iban a ser muy importantes en una zona que pues es indígena finalmente y que ellos tenían los conocimientos adecuados para saber lidiar con todo allí y así fue como empezaron a coordinarse porque de hecho en la crónica de cambio contamos como no solo dependía por ejemplo de los teléfonos satelitales? Satelitales, sí. Ah, sí, sí, por ejemplo, los machetazos. Exactamente, entonces ahí contamos ese detallito, y es que ellos iban marcando todo con una pita, los recorridos que iban haciendo con una pita, y si en algún momento se perdían, porque así de densas esa selva, yo alguna vez entré a un pedacito de la selva del Guaviare, cinco minutos y ya estaba llena de picaduras, o sea es una cosa absurda, delirante exacto, y ellos decidían si se perdían, porque es muy fácil perderse, mandarse señales golpeando un machete contra un palo y eso ya crea un conocimiento adicional yo quiero resaltar una cosa de todo este entramado de relato, y es que hay un pare que queremos también preguntarle a la invitada, pero pues, ¿qué opinan nuestros panelistas irregulares? Y es Petro, Petro anunciando que aparecieron, es decir, eso fue un momento central de todo esto, evidentemente un gobierno necesita una noticia así, yo creo que un gobierno colombiano en cualquier momento de sus cuatro años de gobierno necesita buenas noticias para darle al país y él se adelantó un poco a la noticia real y era que todavía seguían desaparecidos ¿Ustedes cómo vieron esto? Pues el 17 de mayo es cuando él anuncia que aparecieron borra el trino y luego se disculpa y dice que ese mensaje ni siquiera lo escribió a él sino que obedecía a comunicaciones del ICBF que le hicieron llegar, y más allá de eso que es probablemente eso, un malentendido visita el hospital militar muy rápidamente cuando son trasladados los menores allí, a mí me llamó la atención la nota de portafolio que recoge el testimonio que dio el papá o el compañero sentimental de su mamá, que dice que no está de acuerdo y que no gustó de la actitud del presidente que se tomó fotos con los menores de edad, fotos que fueron divulgadas por redes sociales. Y hace una declaración afuera dando a entender que él mismo no ha tenido la oportunidad de hablar tanto con sus hijos o con sus hijastros, como sea que sea la figura que creo que todavía no terminamos de entender muy bien familiarmente qué pasa ahí adentro y denuncias que hay asociadas a maltrato y demás como que es una historia que se complejiza pero sí, creo yo lo que temíamos mucho cuando aparecen las primeras fotos y es quién va a capitalizar, como ese triunfo casi Simba en la selva de Rey León, quién va a tomarse la foto y con un poco de exotismo y de porno miseria a exhibir ese éxito y a tratar, por supuesto, de ganar una visibilidad en positivo de eso. En este hospital militar detrás de mí, justo donde están recibiendo atención, los cuatro niños que fueron encontrados ayer después de 40 días en la selva, después de sobrevivir también a un accidente de avioneta donde murió su madre y otros dos adultos, una historia sin duda de película que ha tenido una conferencia de prensa liderada por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, también le ha acompañado la directora de Bienestar Familiar, muy presente durante todo el rescate a Astrid Cáceres, y ha habido representación también de los servicios médicos de este hospital militar. Han dicho que la condición de los niños es aceptable, que no corren peligro sus vidas, pero que todavía siguen muy débiles también. Han querido lanzar varios mensajes. Y eso, que no estamos en 1985, si no hubiéramos hecho algo nefasto como lo que se hizo con Omaira Sánchez, es decir, como algo así de cámara muy en la cara. Cámara fija. En estos momentos la misma regulación lo impide, que aborden a esos menores de la manera en la queioneta y demás, que hacen una, esto sí es algo muy personal creo yo, una sobreexposición a cotidianidades que yo creo no aportan nada. Saber si el militar le preguntó si le gusta el de mora o el de fresa o no sé cuál es el sabor que le dice. Este tipo de cosas que parecieran ser como la historia detrás, como esta idea de verosimilitud. Yo creo que hay suficientes ejemplos para que a algunas personas, incluyéndome, nos generen desconfianza. Porque no creo que los niños hayan aparecido o que en efecto hayan estado perdidos 40 días y las razones si es que se estaban escondiendo ellos mismos de los militares o no y cuál es el sentido el significado de eso, sino porque pues más de una vez nos han mostrado reels de de videos como la operación jaque, de lo que no terminamos de saber la verdad, o la operación de Otoniel que luego descubrimos era una, era un acuerdo al que habían llegado para su entrega entonces esta idea de que son las cámaras en tiempo real, estás viendo la noticia en tiempo real, estás viendo el minuto a minuto de lo que pasó, estás viendo las imágenes de las crónicas que publicaron en Casa Macondo, que es de veritas, de veritas el terreno, si bien no cabe duda que muchas de esas imágenes corresponden a la realidad, a mí el armado de la noticia, o yo creo que el armado de la noticia merece una revisión más cuidadosa, incluso una pregunta si son necesarias todas esas imágenes. Yo no sé cuántas veces vi la foto del pañal y la foto de la tapa del tetero, que son huellas y rastros, pero periodísticamente es necesario mostrar todas las fotos, mostrar a los niños famélicos posando con todos los militares de frente sonrientes a la cámara, sí o no, y por qué y para qué. Y lo que decías ahorita, qué más interesante se va a hacer cuando no sea el registro lo más noticioso. Ya eso pasó, ya pasó en estos días, ahora hay que empezar a trabajar sobre esas imágenes y sobre ese registro para probablemente construir una historia mucho más digna. María Fernanda. De acuerdo con todo lo que dice SMP, yo ahí añadiría un poco la lógica de lo que se juega en las mismas salas de redacción, y lo digo viniendo de una sala de redacción, en lo digo viniendo de una sala de redacción, en la que justamente tener que acudir a contar rápido la noticia lleva muchas veces a ser ese tipo de revictimizaciones, principalmente cuando no ha existido una reflexión previa de qué tanto podemos transgredir la historia hasta que ya deje de ser digna. Y eso yo creo que es algo que los periodistas tenemos que empezar a cuestionarnos profunda y sinceramente y es ¿qué tanto vamos a manosear una historia antes de victimizar a sus protagonistas, antes de terminar causando todas estas oleadas pues que terminan generando procesos mucho más complejos y lo pongo en un ejemplo muy sencillo y es ¿cómo se fue todo el mundo para el hospital militar a pararse afuera, todo el mundo, los periodistas quiero decir, a pararse afuera, a estar atentos a cada movimiento de cuatro niños que en este momento requieren de recuperarse y creo que por momentos dentro de la práctica periodística que otra vez viniendo de redacción, que todos los días tiene que responder por una cantidad de historias y una cantidad de vistas, entiendo por qué se da esa lógica del periodista de buscar cómo sea la historia y publicar eso. La foto del pañal 40 veces, pues a mí qué me importa al final, pero digamos que dentro de la lógica de la sala de redacción eso es aplicable. Pero de ahí a que nosotros tengamos en este momento que hacer un pare y entender que en una historia como esta, que tiene tantas aristas, que es tan maravillosa, que es tan increíble, que tengamos exactamente las mismas prácticas, ahí es donde yo digo, pues deberíamos estar pensando muy bien en finalmente qué es lo que queremos hacer con este tipo de historias. Y eso también me lleva a hablar de todo el tratamiento de esta especie como de porno miseria que se ha creado con lo que decían las fotos de los niños famélicos todas estas cosas y un montón de detalles además que poco o nada le aportan a la historia y eso sí lo vi en notas de prensa cortas pero también en las crónicas más elaboradas seguramente mi crónica también pecará de detalles que al final no son relevantes, pero todo eso viene también de esta especie de romantización que existe alrededor de las comunidades indígenas y es que lo cierto es que entendemos muy poco de lo que ocurre, exactamente entonces creo que los periodistas en muchos momentos hemos jugado más el papel de exotizar y llevar como De lo que pasa. para nosotros la cosmogonía de ellos como para ellos nuestra visión y la forma en la que cada comunidad entiende el mundo. Y ahí es donde el periodismo podría jugar un papel mucho más esencial, pero creo que estamos fallando gravemente en ese tema. Yo creo que además la envergadura de la historia también está dando para... O sea, es decir, yo estoy seguro que no solamente... Estoy seguro, no, hay pruebas de que no solamente los periodistas colombianos están interesados en la historia y yo creo que además las productoras de documentales están interesadas en la historia y yo creo que también las productoras de cine de ficción están interesadas en la historia. historias que pueden ser muy taquilleras, es decir, no es la primera vez que uno ve que alguien esté perdido en una selva y regrese acá en Colombia, es decir, esas historias de la selva son atractivas por sí mismas, pero pues ya estamos en una época en la que sí podemos hacerle un juicio ético al acercamiento de esto, porque yo creo que sí va muy acelerado todo el mundo, o sea, es tan acelerado como nos lo cuentan que incluso aparecieron una vez falsamente, o sea se anticipó tanto la ansiedad de que la historia estuviera redonda era tanta que la historia se redondea es con los niños apareciendo entonces es una historia perfecta y yo creo que muchísima gente está detrás ahorita de esto Juan No, yo a propósito de lo que decía María hace un momento, pues quería preguntarte eso, cómo en tu organización de la información, de tus fuentes, en tu redacción, ¿en qué momento concreto recuerdas que dijiste, a ver, aquí corto, aquí me detengo, aquí hay que tener cuidado? ¿Cómo es ese protocolo en el propio cerebro, en la propia mente, en la propia mecánica de escritura del periodista para reparar y detenerse en la no revictimización. ¿En qué momento concreto sientes que en tu crónica tuviste que pensar en eso? Creo que, bueno, uno, creo que eso es algo que viene de la práctica, porque creo que todos en algún momento hemos revictimizado lamentablemente en esta profesión, y es común y es fácil hacerlo. Yo no tengo tantos años en el periodismo, pero ya llevo un tiempo y he trabajado siempre derechos humanos muy puntualmente, entonces como que ya uno se vuelve un poco más hábil, y aún así sigue ocurriendo que hay momentos en los que tú sabes que lo que estás diciendo, la información que estás aportando en ese momento puede malinterpretarse fácilmente. Y ocurrió. Entonces el viernes cuando aparecieron los niños, por supuesto hubo consejo de redacción inmediato y cada uno de los periodistas quedamos con notas asignadas. La mía fue cómo sobrevivieron. Y llamé a las fuentes en territorio, ya en Guaviare directamente, indígenas que pertenecen al mismo resguardo del que salieron los niños. Y lo primero que me dijeron fue el conocimiento ancestral lo que les permitió sobrevivir. Y ahí fue donde yo les dije, juepuche, ya sé que por esto nos van a dar palo. Y ustedes van a ver, ese fue un artículo que yo moví en mi cuenta de Twitter, tuvo creo que, no sé por qué apagué las notificaciones, tuvo bastante movimiento, pero sobre todo movimiento del odio. Entonces eran un montón de personas diciendo eso no es verdad, el conocimiento ancestral es de resentidos, o sea, una cantidad de acotaciones que yo hoy en día veo, ya me dan risita, pero digo, pucha, esto es la traducción de un país profundamente racista que genuinamente no entiende esto. Sí, y que no le interesa entenderlo, ¿no? Que está volcado a convertirlo en un arma de batalla en la disputa política coyuntural. Exacto, entonces ahí fue cuando empezaron a rodar también y me taggearon en muchísimos, pues porque bodega es bodega. Empezaron a mandar un montón de memes que yo, pues no sé si eso clasifica como memes porque duele, o sea, da más risa un balazo que esa vaina. Y lo que decían era como, pues los montajes de los niños y luego al lado ponían algo como de quién dio la orden y yo decía como, y para ellos eso era gracioso por algún motivo. Y luego ponían la palabra ancestral como burla también, entonces creo que ahí es donde viene uno de los frenos que nosotros como periodistas tenemos que aprender a dar, porque por ejemplo, detalles como que la comunidad de la zona dice que hay duendes que retienen a los niños, es porque en la zona la lógica es esa, es porque efectivamente allá se cree en los duendes y se cree que efectivamente los duendes secuestran niños. Y tú vas allá y preguntas, y esa es una verdad de esa región. Yo creo que parte de lo que los periodistas tenemos que entender es que casi que en cada región aplican lógicas diferentes y uno no es quien para entrar a ser juez y decir oye es que me parece una ridícula es que tú hables de duendes ahora, llegar uno a una ciudad como Bogotá y reproducir exactamente esa misma narrativa sin explicar los matices que hay detrás y sin explicar el conocimiento que requiere que tú sientas que hay un duende que se va a llevar a tu hijo y simplemente ponerlo así como el titular, la abuela dice que los niños los tiene retenidos un duende, pues por supuesto que va a ridiculizar todo No, escuchándote hablar no estaba preparado para imaginar que a tu nota le había caído todo ese fuego de desprecio y de desconocimiento, pero escuchándote hablar pensaba justamente, y a propósito de lo que decía Mepé también, en la transmisión de RTBC, que yo puede que sea muy ignorante, pero a mí me pareció estupenda, más allá de las imágenes inmediatas y el helicóptero y todo esto, que igual en un país como cargado de conspiraciones, a veces este tipo de pruebas directas y reales resultan cruciales como para poder consolidar la realidad, pero en RTBC básicamente, muy rápidamente, es decir, yo creo que aquí también hay una disputa y un aprovechamiento evidentemente del gobierno, de la noticia y utilizan los medios públicos, pero invitan en el panel, creo que en cámara había por lo menos no sé, 20 personas fácilmente o un poquito más, en un sofá estaba el general Sánchez, dos personas más en la misma línea de él, en una silla por delante había cinco o seis mayores de los pueblos que se juntaron e hicieron como el trabajo estratégico y detrás de ellos había por lo menos 15 personas más, y en esa transmisión de RTBC básicamente los entrevistan y hablan largo rato cada uno de ellos había por lo menos 15 personas más. Y en esa transmisión de RTBC básicamente los entrevistan y hablan largo rato cada uno de ellos. Una de las personas que habla es Gerson Vázquez, coordinador de la Guardia Indígena en el Putumayo. Y este es el nombre que yo anoto porque todos un poco hablan despacio, tratan de explicar, pero esta persona Gerson se quiebra en los agradecimientos que da. Le tienen que quitar el micrófono porque se quiebra y se pone a llorar. Está genuinamente emocionado. es que es un performance retórico, es una dramaturgia de estos nuevos generales del cambio, de esta nueva cúpula militar que tienen esta oportunidad de hacerse públicos y hablar, es el mismo general del episodio de los Danieles, pero este general empieza su conversación pues haciendo un reconocimiento a la guardia indígena que uno no está preparado para escuchar de la fuerza pública por la costumbre uno no se acostumbra a eso. Y yo creo que uno también tiene que dejar el cinismo, como de que todo esto es una manipulación y todo esto son fotos de niños siendo maltratados. O sea, yo creo que también hay que abrirse un poco a la expectativa y a la posibilidad de estas historias. O ir a un general de la República, plantear eso de la guardia, y entonces él empieza a decir eso y empieza a recordar momentos porque le preguntan. Y él dice, bueno, no, cuando lo recibimos, porque efectivamente después de una serie de días el ejército se dio cuenta, esto tal vez es más difícil de lo que pensábamos, tal vez nosotros no somos capaces de hacerlo, o sea, la avioneta no la encuentran ni siquiera ellos, la avioneta la encuentran creo que 15 días después, el accidente es el primero, el 16, dos semanas después, y la encuentran a raíz de que aparece la guardia, aunque tú en tu crónica hablas del perro, en fin, no sé exactamente cómo haya sido, pero pasa tiempo después, y cuando este general empieza a hablar y a encontrar como la manera de presentar las cosas y pedir el reconocimiento para la guardia, el general recuerda cuando lo reciben en una última de los momentos de la operación y el general dice, ¿cómo es que me recibieron? Entonces el general dice, guardia, guardia, y estos manes le responden en el coro. Y hicieron un saludo de guardia, guardia. ¡Fuerza, fuerza, fuerza! ¿Hasta cuándo? ¡Hasta siempre! Y me salvaron de esa manera. Y escuchar como en un coro cantado en transmisión en directo o sea puede que me estén fabricando no sé, una emoción pero es una emoción diferente a la que te están fabricando cuando gritan ajúa y cuando tratan de salir a decirte que los niños en un campamento son objetivos militares válidos y los pueden bombardear para mí es como que hemos dicho todo este tiempo que este es un gobierno solamente de semiótica y solamente de discursos y que aquí no pasa nada, pero esta para mí es una concreción de esa semiótica, una concreción de ese discurso de símbolos. Es decir, me parece que el hecho de que haya unido un operativo de esta naturaleza no es una cosa menor y puede que sea fugaz y vaya a pasar y todo vuelva un poco a los grandes problemas que siempre hay de territorio y de fuerza pública, pero va a ser difícil para un general de estos que está al frente de un operativo de estos, como no sostener este discurso que al menos rebaja las estigmatizaciones desde la institucionalidad. No, yo solo quería hacer una acotación muy corta justamente en esa batalla por símbolos de la que estás hablando. Y es que tal vez el recuerdo más reciente que teníamos de indígenas y fuerza pública en un mismo espacio fue tal vez el paro nacional, el estallido 2021, en el que por supuesto que la lógica fue absolutamente contraria y sobre todo que estamos hablando en este momento de un proceso de legitimidad absoluta respecto a que sí es válido y que no. Si esta noticia hubiera ocurrido en época de Duque, dudo mucho que eventos como estos hubieran ocurrido. Dudo mucho que la guardia indígena en este momento estuviera siendo tan legitimizada con este tipo de acciones, y dudo mucho que un general de la república hubiera salido a decir directamente esto es gracias a ellos entonces ese tipo de nuevos discursos, sí, o sea tener la sospecha de que están fabricando una emoción y demás pues yo creo que es lógico tener eso porque es que es una noticia absolutamente perfecta y además perfecta para este gobierno muy puntualmente y en esta semana una semana más crítica perfecta y además perfecta para este gobierno muy puntualmente. Y en esta semana. Y en esta semana. Una semana más crítica. Exacto. Pero yo siento que ponen evidencia por un lado los vacíos que hay, si se quiere, como con el periodismo con enfoque étnico, de lo que poco o nada hablamos. No hay medios especializados, o por lo menos no mainstream. No desconozco lo que se hace en otros lugares y en regiones donde, por supuesto, a fuerza de mayor contacto y mayor presencia de comunidades, inclusive en Antioquia, las historias de las comunidades que habitan esos lugares llegan más al discurso, pero siempre desde un discurso blanco, central, occidental, que compara lo mismo en la Guajira, aunque hay medios y las propias escuelas de comunicación que intentan divulgar mejor sus narrativas propias. Pero aún así, la comparación es enorme, es decir, o el desbalance, lo que quiero decir, en comparación, son muy pocos los relatos indígenas que llegan a los medios de comunicación tradicionales o centrales, y en historias como estas eso se nota mucho más. Cuando en las elecciones se habló de mayoras en emisoras de radio se burlaron hasta del término, porque les parecía un error idiomático cuando no lo era. Creo que varios de los nombramientos de este gobierno lo hicieron evidente, me refiero a esa falta de lenguaje, de recursos, desde lo simbólico, desde lo histórico, cuando hablan de las reivindicaciones de las liberaciones de la tierra, de los propios resguardos indígenas y el tamaño de sus resguardos, pues se nota que no hay una experiencia que lleve como a mejores prácticas, o a pulir, a ajustar esas prácticas a la hora de contar las historias. Y por el otro, es que los relatos tal vez más recientes, que ya se desprenden de las preguntas que empiezan a hacer periodistas como María para ver cómo sobrevivieron, o tal vez porque no aparecieron, que son para mí dos preguntas distintas. Claro, fueron muchos días y ahí hay mucha curiosidad por saber cómo se cuida de un menor de 11 meses con lo agreste que pueden ser los animales. Es asombrosa la pregunta. El medio ambiente, las condiciones climáticas, me refiero, etc. Cuando son cuerpos todavía tan vulnerables a enfermedades respiratorias, de todo tipo, alergias, etc., las de cualquier bebé, ¿cómo lo hacen niños tan pequeños como su hermana de 13 años? Pero por el otro lado, ¿por qué no aparecían? Y en eso, lo que yo alcancé a leer en las historias largas que empezaron a publicarse tal vez ayer y antier, es que hay una hipótesis de esconderse, de no querer aparecer, de estar incluso huyendo, cubriéndose de los militares. De cualquier actor armado. De cualquier actor. Probablemente lo que te enseñan en un resguardo indígena es ocúltate de los actores armados. De los militares que los llamaban por su nombre, que los llamaban en la selva bajo las lógicas militares e indígenas que implementaron para llamarlos, de ellos escondiéndose, de haber estado con su madre durante cuatro días, hasta que ella muere en la avioneta sin poder salir y les dice como un último mensaje que se vayan y emprenden el camino. linda, y es que su abuelo denuncia que son víctimas de maltrato físico por parte de... Padrastro. Padrastro. Y que varias veces habían huido del lugar de su comunidad por recibir golpizas pues que él describe horrible, ¿no? Y una suerte de pleito que el mismo abuelo anuncia, va a poner ante el ICBF para que sea él quien reciba la custodia. Él y su esposo, o sea la abuela madre de su difunta madre, quien se quede con la custodia de sus hijos y no el padrastro, que es quien ha dado las declaraciones en contra de las fotografías y demás. Y mi pregunta no es porque no tengo argumentos para saber si el hombre es en efecto un victimario, como lo describe este otro hombre. Creo que todavía no podemos saber con certeza si existen denuncias, si en la comunidad indígena tienen conocimiento y cuál es la verdad de estos hechos, sino cómo se va a tramitar toda esa historia de dolor ajeno, que es la de los niños, con algo de heroísmo también mezclado, y qué se va a hacer con la privacidad de esa historia también, pues que se vuelve pública en el momento en que esos cuatro niños están perdidos y hay todo un operativo militar nacional para buscarlos, pero en dónde va a terminar el cubrimiento de esas otras historias que se desprenden, que bueno, ya aparecieron, pero ahora tienen que lidiar con lo que va a pasar, porque además, y con esto cierro ya para no tenerme la palabra, uno de ellos también denuncia que están siendo amenazados, que los amenazaron, que su vida corre peligro, que necesitan salir de ese lugar o no, lo cual implica ya un desplazamiento forzado de unas personas que han vivido en la selva y que no les resuelve venir a vivir en una residencia de interés social en una ciudad como Bogotá, Medellín o cualquiera del sur del país para salvarlos, ¿no? Y que dicen esto mismo, esta exposición y el hecho de estar trabajando con los militares nos vuelve un blanco de grupos armados que nombr, como diría mi mamá, en este paraíso no dejan de haber las malditas serpientes que vuelven tan difícil y tan enredado encontrarle sentido a esta historia. Una buena parte de lo que decías tú es de la crónica de Casa Macondo de Castaño, ¿cierto? No, yo esa todavía no sé dónde ubicarla en el espectro de la verosimilitud. Esto hace parte de una historia que publica Portafolio, que además no es su agenda, pero me parece interesante porque hace una buena cronología de los hechos y también porque en una de esas está el link a la rueda de prensa que entregó este padrastro a las afueras del hospital militar y que recogen muchas notas. Pero algo sobre todo... La televisión lo sacaron, el RCR, el Caracol, en todas partes. Y ahí me llamó la atención las declaraciones de él, la vehemencia con que las hace, de hecho, estoy en desacuerdo con eso, dijo en la rueda de prensa a muchos micrófonos que estaban allí. ¿Cómo van a acoger a mis hijos como objetos de burla? Si yo que soy el papá no estoy haciendo eso. Para que otras personas, que están totalmente bien aquí, comiendo y durmiendo bien, se van allá, los dejan ingresar, sacan fotos de mis hijos, los riegan por las redes sociales. Eso es injusto. Es que ayer el presidente quedó de hablar conmigo y me dejó esperando. No entiendo. ¿Será que él no le pasa por la cabeza que el padre de los niños viene de buscar estar vivo? Y primero que todo todo quiero que respeten la decisión la tomo yo como papá hablen conmigo yo como padre no estoy muerto, estoy aquí demostrándole a Colombia que me fui a buscar la avioneta que fui a buscar a mis hijos, lo logré ¿por qué no hablan conmigo? ¿por qué no hablan con el equipo de búsqueda? ¿por qué se ponen a hablar con gente que ni siquiera fueron a la zona? Y dice, ellos mismos darán sus declaraciones y ustedes lo sabrán, le dice a los periodistas. Yo de mi parte no puedo exagerar, sumar y quitar. No es fácil preguntarle porque los niños con 40 días en los que no han comido bien, no han podido dormir bien, no han tenido la oportunidad de sacar información. Y él dice, pues ellos van a hacer sus declaraciones. Yo pensaba, o no, no están obligados. No están obligados los niños de 13 años a ser abordados por 25 micrófonos en Bogotá, ciudad que probablemente en su vida habían pisado, ni ha enfrentado a cámaras de medios, ni a un presidente, ni a militares, a que tengan obligación darnos la información que nuestra curiosidad y nuestro morbo nos invita a tener. Esto está en Casa Macondo, está en varias notas de semana. Creo que ha habido como una especie de disputa entre el abuelo y el papá. Y esa disputa por la custodia creo que se está haciendo pública, se ha hecho pública. Entonces está ocurriendo la disputa que puede ser de una comisaría familiar cualquiera en medio de una noticia de esta envergadura y está como ocurriendo de manera pública porque tanto el padrastro como el abuelo han salido a dar declaraciones encontradas. Pero creo que esto que tú dices viene también en parte de las lógicas de la pugna del discurso que estamos viviendo en este gobierno también muy puntualmente y es que todo alrededor de esta historia casi que todos de que se subió petro a la presidencia se ha convertido en parte de una pugna política constante y cada uno de los simbolismos que han ido surgiendo que además ahí la prensa lo ha alimentado bastante y pues si esa es otra discusión pero es pues qué tan responsable es la prensa por los discursos tergiversados que se han dado a favor o en contra de ciertas tendencias políticas. En este caso y en el caso muy puntual de esta historia estamos viendo que está ocurriendo exactamente lo mismo, pero creo que justamente lo que estamos perdiendo de vista es que son niños y el hecho de que sean niños debería marcarnos una pauta totalmente diferente y a eso es parte, por ejemplo, el hecho de que se haya regado por redes sociales el rostro de los niños es antiético. Lo es a todas luces. Eso no debía haber ocurrido. Porque son niños que en este momento ya van a estar viviendo una constante revictimización ante un hecho tan profundamente traumático como es todo lo que han vivido que yo creo que cualquiera de nosotros vive algo como eso y pues no no la cuenta y todo eso se ha convertido en un proceso constante de re-victimización del que la prensa y nosotros como periodistas estamos haciendo parte muy activa y además esa foto de los niños con las bolsas estas que cubren como hipotermia, esas bolsas plateadas en las que aparecieron, es una foto que en cualquier sala de reacción saben que toca ponerle un blur. Eso no es como que se lo inventaron ayer. Y al final, pues si le tienes que poner blur a todas las fotos de los niños y los demás son militares, pues ellos no son los protagonistas de la historia. Luego, la foto no hace falta. No, no hace falta la foto o no hace falta esa manera, porque también viejas son las tradiciones para tomar fotos de menores que no pueden ser retratados. Es decir, hay lejos perfiles que se permiten, se pueden poner los niños de espalda en un contrapicado que les proteja su rostro, pero se ve algo de su cuerpo y que muestre que en efecto los cuatro están en custodia de las y los militares. Lo que pasa es que estas fotos son posudas. Son posudas, todos los militares están como en posición de equipo de fútbol, sonrientes ante la cámara. ¡Uno! Yo siempre pienso en el momento del registro de esas imágenes. ¡A ver, todos acá! ¡Uno, dos, tres, cheese! Ahí en la mitad de no sé cuántos adultos, ¿no? Lo mismo en los aviones, siempre pienso, más allá de la foto que estoy viendo, el momento en el que se registra. A ver, Otoniel, sonríe. Sonríe todos. Que es probablemente una herencia de eso. Justamente, que el ejército está acostumbrado a dar y mostrar golpes. Nos acostumbró a eso. Pero las primeras imágenes de los niños las graban los mayores indígenas que los encuentran las primeras fotos y los videos que salen publicados son de los mayores indígenas porque ellos también están asombrados y porque ellos también necesitan como la evidencia o sea yo quisiera poner un matiz muy rápido perdóname que te interrumpa así pero creo que viene justamente de esa parte de la historia que todavía no hemos abordado y es de la primera falsa confirmación de que habían aparecido. En este caso era más que obvio que se necesitaba una... Había ansiedad de confirmación, ultraconfirmación. Y eso pues digamos que solamente se puede lograr a través o de ver a los niños ya en Bogotá, cosa que no se podía, o tener una foto que lo confirmara. en Bogotá, cosa que no se podía o tener una foto que lo confirmara de hecho en la sala de reacción solamente movimos notas en el momento en el que vimos las imágenes antes de eso no nos atrevíamos a hacerlo porque ya estaba ese precedente pero por supuesto que esto también responde a la lógica del espectáculo que tienen las fuerzas armadas a la hora de presentar sus sus grandes méritos No, a propósito de todas estas derivas ya para cerrar, en el país de España el 25 de mayo y el 12 de junio, Grace Vanegas saca dos notas relacionadas con el reclutamiento a menores en estas zonas selváticas del país y el incremento de suicidios en menores de edad a raíz de esta presión de reclutamiento. Y me parece que siempre en este tipo de historias hay como esquirlas, derivas, hay otras cosas que se posicionan, y creo que este esfuerzo que se está haciendo de ciertos lugares para tratar de pensar cuál es la situación de la infancia y de la infancia indígena frente a tantas economías ilegales y tantos actores armados, pues también es como importante de pensar. Esas notas se las dejamos también en las del episodio. Respecto a esto que hablas muy puntualmente de los suicidios en jóvenes indígenas, en 2021 viajé a Alto Andagueda, que es una zona selvática en Chocó, y allá estaba ocurriendo exactamente lo mismo. Había ocurrido un incremento en los suicidios de los jóvenes en Vera, en este caso en Vera Dovida, y estaba ocurriendo por las lógicas de la misma guerra. Entonces venía pasando que en menos de un mes se habían suicidado 48 jóvenes de una comunidad de más o menos 4.800 personas. Eso resulta siendo bastante significativo. En ese momento, pues, otra vez se veían uno que otro titular, porque en realidad no eran muchos, uno que otro titular que decía los jóvenes indígenas se están suicidando, tenemos que hacer algo. Yo llegué súper impresionada del viaje, es un trabajo bastante fuerte a nivel emocional también, porque la relación que tienen los indígenas con la muerte es totalmente distinta, entonces entre otras cosas la mamá me llevó hasta el lugar donde se había suicidado su hijo, y me mostró pues la ropa con la que lo había hecho, o sea como una cosa que digamos que en la ciudad lo veríamos muy mal, en este caso pues era algo natural y que ella necesitaba hacer, y todas esas lógicas… Y que ellos hablan, ¿no? Bastante, es decir, ellos tienen una narrativa oral muchísimo más amplia que la de… Que la nuestra, acá el suicidio es casi un motivo de ocultar, allá se habla ampliamente y se maneja como comunidad justamente, lo cierto es que, y eso es bien interesante, ese tema en sí mismo es súper interesante, muy triste, pero muy interesante. Llegué acá a Bogotá a hablar con un psicólogo que trabaja en los Andes, Aranguren, y él trabaja allá en los Andes, trabaja con víctimas del conflicto armado y me decía pues, otra vez. Como así, o sea, yo creí que esto era algo nuevo o algo... No. Son oleadas que se repiten una y otra y otra y otra y otra vez. Recientemente volvió a pasar, pero seguramente en seis meses va a volver a pasar. Y él lo que me decía es, no puede ser que esa frase si se me quedó grabada, no puede ser que lleguemos al 2030 haciendo exactamente las mismas notas de prensa, de que otra vez hay otra oleada de suicidios, porque vamos a llegar al 2030 y no vamos a tener indígenas, si a esto no se le da una atención perfectamente integral, y eso es lo que no ha pasado como se ha venido anunciando transversalmente obviamente existirá más información sobre esto tal vez existe incluso una sobreinformación sobre esto y sin duda más o menos durante todo el año vamos a tener algunas esquirlas de lo que ha pasado y pues estaremos pendientes de esas esquirlas o de esos grandes pedazos de vidrio que van a caer María Paula Martínez Pues hoy no hay horóscopo de Vargas Lleras lo siento por ustedes querida audiencia. No lo recuerdes que la gente se aburre Ah pero pensé que lo ibas a hacer a continuación No pero me tienes mucha fe No querida audiencia. No lo recuerdo, es que la gente se aburre. Ah, pero pensé que lo ibas a hacer a continuación. No, pero me tienes mucha fe. No. ¿No tienes como un plan B? No. ¿Así soy yo? No. Solo quería remarcar que hoy no hay de esto. Lo siento. Lo siento, pero Santiago Rivas, por favor, vuelve pronto y lo haces. Gracias. No tuvimos, pero sí una gran invitada, María Fernanda. Muchas gracias. No, a ustedes muchas gracias. Juan Álvarez. Muchas gracias a ustedes. Buenas noches. Yo sigo impresionado con un dato y es que en estos 40 días de búsqueda recorrieron 2.600 kilómetros, que es como más distancia que la que hay de un extremo a otro del país. Sí, la historia es impresionante. Yo no sé si tú sentiste alguna hora que hay de un extremo a otro del país si, la historia es impresionante, yo no sé si tú sentiste alguna hora que antes de no los niños, los militares la búsqueda alguna emoción particular pues claro, tú has venido cubriendo conflicto armado y dices, pues por ejemplo este caso de los suicidios muy fuerte, pero alguna emoción particular contraria, por ejemplo escribiendo el pedazo de la nota que se llama milagro, milagro, milagro no lo quiere escribir No lo quería escribir. No lo quería escribir, pero por supuesto que son los simbolismos que te piden este tipo de narrativas. Que hubiera estado en mí, no lo escribo, pero casi que he tocado por ese lado a las Fuerzas Armadas, que también tenía que ser representado ahí. Porque fue lo que gritaron, ¿no? Sí, eso fue, pero los militares. Cuando yo hablé con los mayores indígenas, ellos son más parcos en las emociones. Lo que me dijo Luis Acosta fue, pues lloramos, porque qué más. Y ya, eso fue todo el despliegue emocional que hubo ahí. Y eso a mí me parece que permite, a la hora de tú escribirlo, pues como mayor... Sobriedad. Sí, y menos cursilerías que a mí no me gustan tanto. Pero pues sí. Y quien les habló, su servilleta Andrés Páramo. Hasta la semana que viene, mi gente. Si les gustó este episodio y quieren apoyar este podcast, los invitamos a que lo compartan en todas sus redes sociales. Esa es la mejor manera de crecer. Presunto Podcast es producido por Sara Trejos con el análisis de Santiago Rivas, María Paula Martínez, Juan Álvarez y Andrés Páramo. La postproducción la hacemos Rodrigo Rodríguez de Loro Podcast y yo. Nuestra asistente de producción es Paula Villán de Sillón Studios. Les invitamos que visiten presuntopodcast.com donde pueden ser donantes y parte de la membresía de Presunto. Con su ayuda podremos financiar este proyecto y diseñar mejoras para ser sostenibles y salir cada semana. 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