
Las extintas FARC denuncian ante la ONU la no implementación del acuerdo de paz
22 de abr de 2025
El 22 de abril de 2025 marca un evento crucial en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: la presencia de un exmiembro de las extintas FARC, Diego Tobar, en una sesión destinada a discutir la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia. Esta es la cuarta aparición de un representante de las FARC en estas sesiones, lo que resalta la importancia del caso colombiano como un caso 'feliz' dentro del sistema multilateral, especialmente tras la guerra en Ucrania.
Capítulos
La representación de las FARC en la ONU
Diego Tobar destaca por ser el cuarto miembro de las FARC en participar en las sesiones del Consejo de Seguridad, ahora también presentando preocupaciones ante la Comisión de Consolidación de la Paz de la ONU. En su primera intervención en julio de 2024, compartió escenario con el presidente Gustavo Petro.
Apoyo internacional y participación política
La remoción de las FARC de la lista de organizaciones terroristas por EE.UU. fue clave para su participación en la ONU. EE.UU. ha sido un firme apoyador de la arquitectura del acuerdo de paz, particularmente en el capítulo étnico.
Implementación del Acuerdo de Paz bajo diferentes gobiernos
Bajo Juan Manuel Santos, el Acuerdo de Paz enfrentó aceptación limitada y el fracaso del plebiscito. Iván Duque intentó dilatar la implementación, pero fue prevenido por la comunidad internacional. Gustavo Petro se enfocó en la 'paz total', pero la implementación sigue siendo deficiente.
El rol de la comunidad internacional y desafíos internos
La comunidad internacional ha mantenido el apoyo, pero cambios recientes en Colombia, como la desaparición de la Alta Consejería para la Paz, han complicado la implementación. Hay críticas por la falta de articulación gubernamental y avances en la JEP.
Protestas y la situación actual de la paz
Las manifestaciones sociales reflejan la oposición a la falta de progreso en el acuerdo de paz. Actualmente, las condiciones se han complicado por el contexto político y la política de paz total de Petro, que ha tenido más obstáculos que logros.
Conclusión
El Acuerdo de Paz de Colombia sigue siendo un tema de interés internacional significativo, con desafíos internos que afectan su implementación. La presencia de Diego Tobar en las Naciones Unidas subraya la importancia de este acuerdo para el país y el potencial impacto de la política internacional, especialmente con los cambios en la administración estadounidense bajo Donald Trump.
Menciones
- (Evento) Sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Colombia
- (Org) Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
- (Org) FARC
- (Persona) Diego Tobar
- (Persona) Carlos Ruiz Macíe
- (Persona) Gustavo Petro
- (Persona) Juan Manuel Santos
- (Persona) Iván Duque
- (Persona) Joe Biden
- (Persona) Donald Trump
- (Persona) Laura Sarabia
- (Org) Comisión de Consolidación de la Paz de la ONU
- (Org) JEP (Justicia Especial para la Paz)
- (Concepto) Acuerdo de Paz de Colombia
- (Evento) Acuerdo de La Habana
- (Evento) Estallido social de 2021 en Colombia
- (Ley/regulación) Convenios de Ginebra
Hoy 22 de abril del 2025 se va a producir un hecho muy importante en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Porque por cuarta vez, un miembro de las extintas FARC va a estar presente en una de las sesiones sobre Colombia, en las que se va a hablar sobre la implementación del Acuerdo de Paz. que se va a hablar sobre la implementación del Acuerdo de Paz. Como ustedes saben, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió hace ya más de ocho años, de manera unánime, apoyar la implementación del Acuerdo de Paz. Y para eso creó una misión especial en Colombia que está liderada por Carlos Ruiz Macíe. Su mandato es de 15 años, renovable cada año y hasta el sol de hoy ese mandato se ha renovado. Es decir, el caso de Colombia, el Acuerdo de P paz de Colombia, sigue siendo hasta hoy el único caso en el sistema multilateral que tiene la unanimidad del Consejo de Seguridad, sobre todo después de la guerra en Ucrania. que el caso de Colombia es conocido en las Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad como el caso feliz, frente a otros que han sido muy poco felices, como, repito, la guerra en Ucrania o lo que está pasando en este momento en Israel. Con esta presencia que va a hacer Diego Tobar, ante el Consejo de Seguridad, sería su cuarta vez en estas sesiones. Diego Tobar estuvo como representante de las extintas FARC en julio del 2024 y habló ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y habló ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Estuvo también en una reunión sobre los problemas que, según las extintas FAR y en la urgencia que había de volver a reconstruir la Alta Consejería para la Paz, que el gobierno Petro acabó. En esta ocasión, la nueva canciller, Laura Sarabia, no le concedió la posibilidad a las extintas FARC de tener una voz en esta sesión del Consejo de Seguridad. Por lo que, por primera vez, un ex miembro de las FARC va a ser escuchado por la Comisión de Consolidación de la Paz de la ONU, que está integrada por 30 embajadores en Nueva York. Allí, Diego Tobar va a denunciar la falta de implementación del Acuerdo de Paz en Colombia. Diego Tobar es nuestro invitado de hoy, aquí en Afondo. María Jimena, muy buenos días. Un saludo especial a usted, a la audiencia. Pues sí, mi nombre es Diego Tobar, se me conoce también como Federico Montes, firmante del Acuerdo de Paz y pues hago a su vez también de integrante de la Comisión deante ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en materia precisamente de representante de esta alta parte contratante en este mecanismo multilateral. Fue como representante de las extintas FARC a hablar ante el Consejo de Seguridad. Fue en el mes de julio del 2024, donde coincidió con el presidente de la República, Gustavo Petro. Específicamente en dos oportunidades. Hemos participado en tres ocasiones. La primera de ellas fue precisamente en el mes de julio del año 2024, donde coincidimos con el presidente de la República, Gustavo Petro, en dos momentos. Un primer momento, la presentación del monumento en homenaje precisamente a la construcción de paz en Colombia y pues también en homenaje a las víctimas del conflicto armado. Y un segundo momento que fue la sesión, nuestra primera sesión en el Consejo de Seguridad, donde las dos altas partes contratantes, haciendo uso de un principio que se llama la bilateralidad, rendimos informes, cada uno desde su perspectiva, al Consejo de Seguridad, frente a los avances también sobre los desafíos, pero las oportunidades en materia de implementación del acuerdo de paz. Este primer viaje de miembros de las extintas FARC ante el Consejo de Seguridad de la ONU solo fue posible luego de que el gobierno de Joe Biden decidiera sacar de la lista de terroristas a las extintas FARC. Un proceso que duró más de 10 meses y que comenzó en el 2021, cuando Joe Biden fue elegido como presidente de los Estados Unidos. Joe Biden fue elegido como presidente de los Estados Unidos y se tomó la decisión de iniciar un proceso para sacar a la antigua guerrilla de las FARC y a sus 13 mil excombatientes de dos listas. La lista que agrupa a las organizaciones terroristas y la lista que agrupa individualmente a los miembros que forman parte de esas organizaciones terroristas. La decisión de sacar de esas dos listas a los exmiembros de las extintas FARC posibilitó que los Estados Unidos pudieran entrar de manera activa a financiar la implementación del acuerdo de paz y a trabajar además con la alta parte contratante del acuerdo, es decir, con las extintas FARC. sí hay que remitirnos a lo que sucedió en la primera administración de Donald Trump. En ese momento no se disminuyó el apoyo estadounidense a la implementación del acuerdo. Y tal vez lo único que ha cambiado, según lo que hemos podido saber, es que hoy se perdió ese diálogo directo que existía con los firmantes. Sin embargo, en Estados Unidos sigue habiendo un apoyo muy firme a lo que se conoce como la arquitectura del acuerdo en el capítulo étnico, en el que Estados Unidos no solamente apoya la implementación, sino que es acompañante con México de ese capítulo étnico. Diego Tobar nos cuenta aquí cómo fue ese viaje de julio del 2024 y en el que comparto el escenario con el propio presidente Gustavo Petro. para mí fue un espacio muy desafiante no solamente por lo que implicaba ir por primera vez un firmante a Estados Unidos y todos los mitos que podían haber en torno a este viaje y entrar a territorio norteamericano sino también por lo que representaba la primera vez que una estructura insurgente armada después de haber transitado un acuerdo de paz con el reconocimiento de la comunidad internacional tuviese la oportunidad de contar con un asiento con el reconocimiento de la comunidad internacional, tuviese la oportunidad de contar con un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Algo sumamente innovador que hace parte precisamente de esos referentes que ha construido el acuerdo de paz y más aún cuando se me dice que tendría la posibilidad de compartir este espacio con el presidente Gustavo Petro, que es otro firmante de un acuerdo de paz en otro momento de la historia que llega bajo la figura precisamente representante del Estado colombiano. Hicimos un trabajo preparatorio durante varios meses que nos permitió precisamente articular toda nuestra participación allí, de cara sobre todo a responder a las expectativas de la comunidad internacional. El Consejo de Seguridad tiene un mandato frente al acuerdo de paz que se basa en cinco puntos, que van desde la reforma rural, la participación política, la seguridad, el proceso de reincorporación, las sanciones propias de la JEP, pero también que recogen el capítulo étnico precisamente del acuerdo de paz. el enfoque, el capítulo étnico precisamente del acuerdo de paz. Entonces era como hacer todo un ejercicio preparatorio para ser muy precisos, para ser muy audaces, digamos, en el aprovechamiento de estos espacios y dar a entender la importancia precisamente de mantener la bilateralidad y de garantizar la presencia de la alta parte contratante, bien sea en mi persona o en la persona de otro compañero o compañera que sea legado allí, para seguir construyendo conjuntamente paz desde este mecanismo multilateral. La segunda vez que Diego Tobar estuvo en el Consejo de Seguridad fue en el mes de octubre del 2024, hace pocos meses. En esa ocasión no tuvo voz en el Consejo de Seguridad y solamente fue como observador, pero como lo advierte aquí, se lograron hacer cosas muy interesantes. Por primera vez lograron reunirse con cerca de 20 misiones diplomáticas. Previo a la sesión del Consejo de Seguridad, hicimos todo un relacionamiento con cerca de 20 misiones diplomáticas. Fuimos como gradualmente ganando espacios en los cuerpos y en las misiones diplomáticas en Nueva York ante el Consejo de Seg estados, porque las Naciones Unidas es un mecanismo multilateral precisamente de estados. Y es muy innovador que haya una persona que no representa un estado, pero que representa una alta parte contratante a la luz de los convenios de Ginebra, que esté haciendo ese mismo nivel de relacionamiento. Y afortunadamente hemos logrado articularnos con la misión diplomática de Colombia en Nueva York y con ellos estamos haciendo también algunas agendas donde dialogamos con las misiones diplomáticas, digamos en un formato un poco más amplio, un poco menos formal, sobre todos los desafíos que hay y los avances sobre todo en materia de implementación. En estos nueve años el acuerdo ha tenido tres presidentes. El presidente que firmó con las Farc el Acuerdo de La Habana, Juan Manuel Santos, y que dejó prácticamente para que implementara su sucesor la gran mayor parte de lo acordado. Su sucesor, como bien lo sabemos, llegó al poder con la tesis de que había que hacer trizas el acuerdo, pero no lo pudo hacer por cuenta de la comunidad internacional y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que lo instó a que implementara lo acordado por su antecesor. Y a regañadientes lo hizo, pero a medias. Y la implementación del acuerdo prácticamente quedó congelada. Con la llegada de Gustavo Petro al poder, los firmantes de Paz pensaron que había llegado el momento de sacar del olvido el acuerdo de paz y volverlo a poner en la agenda pública. Sin embargo, Gustavo Petro poco a poco llenó la agenda de paz, pero con la paz total. Una estrategia ambiciosa que ha tenido más derrotas que avances. Diego Tobar ha estado ahí como firmante de paz en estos tres gobiernos. Y esta es su opinión de esos tres. Bueno, lo primero, María Jimena, es que en el gobierno de Juan Manuel Santos la paz era tan nueva, olía fresca todavía, pero todavía hacía muy difícil su aceptación en amplios sectores de la sociedad colombiana. Tuvimos que enfrentar difíciles momentos como las adversidades que enfrentó el proceso del fast track a través del cual se esperaba adoptar en la constitución colombiana la integralidad del texto del acuerdo de paz. Eso le tocó a Juan Manuel Santos y le tocó hacerle frente a también todos los ruidos que generó la pérdida del plebiscito, recordará usted ese momento. Entonces no se logró implementar o apretar el acelerador a fondo, diríamos nosotros, en el proceso del gobierno de Juan Manuel Santos, por todo ese tipo de dificultades que había, sin desconocer también las voluntades y las intenciones dañinas que tenían muchos funcionarios también de ese momento. Pero bueno, afortunadamente se logró avanzar en crear como el marco necesario para poderle dar vida al acuerdo de paz y para poderle dar un punto de partida. Luego vino el gobierno de Iván Duque que tuvo como antesala precisamente ese encuentro de este sector del centro democrático que se planteó como objetivo estratégico hacer triza la implementación del acuerdo de paz o hacer trizas el acuerdo de paz desafortunadamente para ellos fallaron en esa intención y por eso el pueblo y la comunidad digamos la sociedad colombiana estalló en lo que conocimos como el estallido social del 2021 que era diciéndoles no estamos de acuerdo con su intención de hacer triza la paz y de que el país no avance en la dirección que clama la sociedad colombiana. Y creó, digamos, un muy buen contexto para que llegara el gobierno, precisamente Gustavo Petro, con un compromiso y con un objetivo central. Y lo recordamos nosotros en la instalación o en el momento en que se da la llegada de Petro al gobierno, llega y dice allí en la Plaza de Bolívar que un eje central de su consigna de trabajo va a ser precisamente el de la implementación del acuerdo de paz, que fue donde muchos nos vimos identificados y en torno a eso empezamos a hacer el trabajo preparatorio para su candidatura. problemas que son problemas estructurales que hay en el Estado. Y obviamente nosotros eso lo tenemos claro en la implementación del Acuerdo de Paz y en la discusión misma del Acuerdo de Paz lo teníamos claro. En algún momento el presidente comete el acelerado comentario de la paz es una paz chiquita y nosotros decíamos pues hagámosla grande, discutamos el modelo económico, la política de seguridad y otros componentes que son estructurales, precisamente para desarrollar el país. Pero luego él también se dio cuenta de los bemoles que habían al interior de un Estado que nunca ha estado preparado precisamente para un escenario de paz, sino para otro tipo de dinámicas. Y allí hemos tenido que trabajar conjuntamente, pero desafortunadamente hemos identificado que muchos funcionarios del gobierno no están en la misma sintonía del presidente frente a los temas de paz. Entonces es como una especie de que cada quien interpreta e implementa el acuerdo de paz de acuerdo a su perspectiva. Y hay un principio fundamental del acuerdo de paz que es la integralidad. Y eso, a pesar de que hemos avanzado esta semana, estábamos hablando ahí de cómo la Agencia Nacional de Tierras ha entregado más de 3,600 hectáreas en esta semana, que es un avance significativo, mucho más de lo que hizo todo el gobierno de Duque. Pero no se ha logrado hacer de esto una práctica sistemática, poner al Estado en ser un gran engranaje de cara a la implementación del Acuerdo de Paz, que es una política de Estado, que es una declaración unilateral del Estado ante el mecanismo multilateral de las Naciones Unidas. Hace falta una estrategia de este gobierno para la implementación del Acuerdo de Paz que obligue a todos sus funcionarios en los diferentes niveles y superar uno de los grandes problemas que se ha señalado en el Consejo de Seguridad y en todas partes y es precisamente la falta de articulación de las más de 50 instituciones responsables de la implementación del Acuerdo de Paz. implementación del acuerdo de paz. Tengo entendido, Diego, que hasta el secretario general de las Naciones Unidas ha pedido durante un año y medio a la administración de Gustavo Petro que reconstruya de nuevo esta alta consejería presidencial para la paz. Pero hasta el sol de hoy, los intentos que se han hecho han sido infructuosos. Pese a que, por ejemplo, el exministro Juan Fernando Cristo intentó hacer un plan de choque para ver cómo se agilizaba la implementación del acuerdo, un plan que con su salida quedó en veremos. Bueno, María Jimena, hay que señalar que uno de los grandes errores que cometió este gobierno fue el haber desaparecido la alta consejería para la implementación del acuerdo de paz. Todos estamos de acuerdo que quien ocupó ese cargo no tenía la intención de basar en la implementación del acuerdo de paz en el gobierno anterior. Estoy hablando del gobierno Duque. Pero una cosa es la persona que ocupa el cargo y otra cosa es la instancia, el mecanismo que se había creado y que estaba definido y está definido en el acuerdo de paz. El gobierno toma la decisión de desaparecer la alta consejería y en cierto momento deja acéfalo precisamente toda la arquitectura institucional del acuerdo de paz. Eso nos lleva a que en la CECIBI los tres delegados que llegan del gobierno, entonces pasa a ser la directora del DAPRE en su momento, que era la autora Laura Sarabia, el ministro del interior de su momento, pues que ha venido cambiando muy rápidamente. Y lo mismo la dirección del DAPRE. La dirección del DAPRE también. Y se crea una figura nueva que se llama la unidad de implementación del acuerdo de paz, que es una unidad escrita a la oficina del alto comisionado del acuerdo de paz. Quiere esto decir que jerárquicamente no tiene, digamos, las herramientas jurídicas necesarias en capacidad de ejecutar, por ejemplo, a los 19 ministerios, a los subministerios, a las direcciones, agencias y demás. Cuando llega el ministro Juan Fernando Cristo, él fija como uno de los objetivos y atendiendo el llamado que hacía el Consejo de Seguridad, el mismo secretario general con quien tuve la posibilidad de reunirme allá en Nueva York en la síntesis de una discusión que realizamos nosotros durante por lo menos tres meses, donde nosotros planteamos un plan de emergencia. ¿Qué acciones debería emprender el Estado para enrutar la implementación? Y Juan Fernando Cristo adopta algunos de esos componentes y dice, bueno, vamos a coger esto como una especie de hoja de ruta, y es el anuncio que él hace ante el Consejo de Seguridad en nuestra segunda visita precisamente a Nueva York. Él hace este anuncio, nosotros pues con observaciones y todo al anuncio, pero lo vemos como positivo porque hay un referente, o sea hay algo en torno a lo cual podamos nosotros discutir para ver cómo avanzamos conjuntamente. Pero a raíz de la salida de Juan Fernando Cristo hace un par de meses de esta función, el plan de choque ha quedado digamos como en un rincón, no se ha estado hablando de él, no se está hablando de la implementación, la CECIBI no funciona desde el año pasado, el mes de noviembre, donde nos reunimos muy puntualmente para algo preparatorio de cara al octavo aniversario y estamos perdiendo una oportunidad, sobre todo porque los desafíos que hay en la búsqueda de la paz total dan la posibilidad de potenciar aún más la implementación del acuerdo de paz, que se supone que es la columna vertebral de esta política de paz, pero también son la alta parte contratante de un acuerdo cuya verificación se ha convertido en un mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. y eso sí lo tenía muy claro Juan Manuel Santos, a la comunidad internacional. Porque recordemos que este es el único gran consenso que tiene hoy por hoy el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que es el de apoyar la implementación de este acuerdo de paz en Colombia. Bueno, allí es importante señalar que el acuerdo de paz de La Habana tuvo una particularidad que quizás no habíamos logrado en otros intentos de acuerdo que se trataron de hacer en cerca de 30 años, que fueron la antesala de este acuerdo. Y es precisamente el haberlo logrado vincular de manera activa a la comunidad internacional. Recordará usted que la primera figura que existió allí fue los países acompañantes, que era Venezuela, en cabeza de Hugo Chávez todavía en su momento. Y luego llega Chile, llega Cuba, llega Noruega y aparece la figura de los países garantes. Acompañantes Chile, Venezuela y garantes Cuba y Noruega. Cuando el proceso de paz logra avanzar de manera sustancial, se logra llamar la atención de la comunidad internacional. Y es de esta forma como en el año más o menos 2015 se logra que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adopte como una decisión mandar una primer misión a Colombia para hacer acompañamiento al acuerdo de paz. Es importante tener esto en cuenta porque eso no ha surtido así en otros procesos. Ha sido muy difícil o en otros ha sido también muy accidentado. Entonces la comunidad internacional se convierte en un factor clave precisamente para crear las condiciones de cara a la construcción de paz. encima la carga de mantener viva la esperanza en torno al acuerdo de paz, financiando iniciativas, visibilizando su importancia, acompañando a la población firmante, a las comunidades en los territorios y demás. Lo que nosotros hemos venido haciendo es precisamente fortalecer ese acompañamiento de la comunidad internacional y ahí entra una figura interesante y es el sujeto político de la reincorporación. La reincorporación no fue una desmovilización de entrega y de rendición, el DDR famoso que existía antes, sino que hace de los firmantes y de las firmantes sujetos políticos. Entonces tenemos derecho a hacer nuestra participación política, algunos lo estamos haciendo a través del Partido Comunes, pero también estamos haciendo todo un trabajo de diplomacia y de alta diplomacia, podríamos decir hoy, a través del relacionamiento internacional con con las misiones presentes en Colombia que acompañan temas del acuerdo de paz, y ahora recientemente con todo el lobby internacional que estamos haciendo, no solamente en Nueva York, sino en otras partes del mundo, donde también han ido compañeros y compañeras a ser prácticamente embajadores de paz desde nuestro componente, digamos, como alta parte contratante. de nuestro componente, digamos, como alta parte contratante. Hasta hoy el Consejo de Seguridad en las Naciones Unidas mantiene el consenso frente a su compromiso de verificar este acuerdo de paz. Sin embargo, muchas cosas están cambiando, sobre todo en los Estados Unidos con la llegada de Donald Trump al poder. Le pregunto a Diego Tobar si es posible que este consenso se vea afectado con la llegada de Donald Trump al poder y esto es lo que me responde. Pues partiendo de la experiencia que se hizo en el primer mandato de Donald Trump, por el contrario, Estados Unidos jugó un papel activo en temas de implementación del acuerdo de paz y acompañamiento al acuerdo de paz. Hay mucha incertidumbre, no solamente en este tema que tiene que ver con el Consejo de Seguridad, sino en todos los temas, aranceles, políticas de migración y todo. Pero también hay unas certezas claras allí y es que el acuerdo de paz es la mejor herramienta para desmontar conflictos que en Colombia y en la región se han terminado convirtiendo en catalizadores de fenómenos de migración no solamente en Latinoamérica sino hacia Norteamérica y otras partes del mundo y para abordar problemáticas tan fuerte como el problema del narcotráfico, recuerde usted que nosotros creamos un modelo concertado de política para superar este problema de las drogas que desafortunadamente ha sido uno de los más obstaculizados y es apenas entendible los intereses que habrán detrás de querer obstaculizar el avance de esto. Pero el acuerdo de paz se convierte en un referente para la superación de conflictos. Y eso es lo que ha llevado que el mecanismo multilateral de las Naciones Unidas le dé tanta importancia. En algún momento, en una de las tantas reuniones que hicimos en Nueva York, alguien decía, cuando terminemos el conflicto en Ucrania tendremos que llevar a algunos de ustedes allá que nos expliquen cómo han hecho todo ese proceso de transición, porque es un referente bien importante. Y en ese sentido sabemos de que Estados Unidos también va a tener intereses. Pero vuelvo y digo, hay muchas incertidumbres, pero esperamos de que el acuerdo de paz de La Habana siga siendo ese caso feliz que es el único en este momento en el que se ponen de acuerdo los 15 miembros del Consejo de Seguridad. No solamente las cosas están cambiando por Donald Trump, también están cambiando por la llegada de Laura Sarabia a la Cancillería colombiana. En esta ocasión, en esta sesión que Diego Tobar va a hacer el 22 de abril ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no va en calidad de parte contratante como estuvo en julio del 2024, sino que va otra vez como observador. ¿Lo tomó por sorpresa esa decisión? ¿Lo tomó por sorpresa esa decisión? en ganarnos ese espacio y era el poder ser invitado permanente al consejo de seguridad pero con voz de cara a poner en práctica el concepto de la bilateralidad y es que los 15 miembros pudiesen escuchar de las dos altas partes contratantes sus versiones frente al estado de la implementación del acuerdo de paz. que hemos tenido por parte de Cancillería se nos ha hecho la invitación en calidad de observadores. Entonces, estamos trabajando. Observadores quiere decir que no vamos a poder hacer uso de la bilateralidad dentro del mecanismo, pero pues estamos trabajando en aprovechar sesiones previas, precisamente el Consejo de Seguridad y posteriores al Consejo de Seguridad. Pero la idea es poder fortalecer ese concepto de la bilateralidad, que es algo nuevo. Recordemos, y nos lo han dicho algunas personas que conocen mucho la dinámica interna del Consejo de Seguridad, dice, es la primera vez que un actor como ustedes está haciendo este tipo de relacionamiento. Y eso es algo innovador, es algo nuevo, pero es algo que le está dando mucha potencia también al mecanismo multilateral de la Nación Unida, específicamente a su Consejo de Seguridad, porque es una especie como de gobernanza mundial en torno a la construcción de paz y recuerda usted que pues uno de los objetivos misionales de este mecanismo precisamente es avanzar en esa dirección y contar con el respaldo de este mecanismo para para colombia para el país pues es una oportunidad digamos en muchas direcciones porque todos conocemos la importancia y el papel tan importante que ha jugado la comunidad internacional, no solamente en el acuerdo de paz, sino en otros escenarios también. El tema de la JEP y los reparos que tienen las extintas FARC, frente a la manera como se estaría implementando esta justicia especial para la paz, también ha sido materia de discusión en estos viajes que ha hecho Diego Tobar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y aquí explica Diego Tobar cuáles son sus principales preocupaciones. Bueno María Jimena, aquí hay algo que hay que decir y es que por más observaciones que tengamos nosotros a la JEP, somos precisamente los más interesados en que la JEP funcione. el haber creado un sistema de justicia transicional que es integral, que es innovador y que responde a las realidades no solamente de Colombia, sino de las realidades que está viviendo el mundo en este momento. Nosotros hemos venido señalando algunas observaciones a la Jurisdicción Especial para la Paz, que es uno de los mecanismos de este sistema integral, porque sentimos que se ha abandonado la misionalidad que le ha sido dada al interior del acuerdo de paz. Y tenemos una preocupación mayor porque nosotros, sobre todo los y las firmantes del acuerdo de paz, somos quienes cargamos sobre nuestros hombros la mayor presión por parte de las víctimas. Y en honor precisamente a las víctimas es que firmamos nosotros el acuerdo de paz. Y a ocho años no hemos podido avanzar en llevar reparación a las víctimas y a través de esto abonar el camino precisamente hacia la reconciliación y la convivencia que son los objetivos estratégicos que se persiguen allí. Lo dice usted porque se han demorado en la emisión de lo que ha llegado en todo el acuerdo de paz a Colombia y todavía no hemos podido llevar reparación a las víctimas y eso en cierto momento se vuelve en un discurso político de odio, algunos lo manipulan diciendo, ah es que los ESFAR no le quieren responder a las víctimas, no, nuestra dirección nacional desde el primer momento está acudiendo a estos mecanismos, quienes han sido llamados están acudiendo en calidad de comparecientes, quienes han sido llamados están acudiendo en calidad de comparecientes, pero sentimos que la JED ha ido perdiendo un poco su misionalidad y hacemos los llamados como alta parte contratante del acuerdo de paz, no como comparecientes, sino como alta parte contratantes, como co-creadores de ese mecanismo. ¿Para que agilicen las sanciones? Para que agilicen el cumplimiento de su mandato. Y así lo hemos expresado ante el Consejo de Seguridad. Hay cosas que hay que corregir. Voy a poner un ejemplo muy puntual. Yo pasé desapercibido ante la jurisdicción especial. ¿Cómo así? O sea, no era compareciente. No estoy vinculado a ninguna de las demandas por parte de las víctimas, pero he participado activamente en muchos espacios y he sido un promotor de eso. A pesar de que eso fue la primera situación de riesgo que tuve fue por acompañar el sistema integral. Pero tras mi visita a Nueva York la primera vez, la JEP me aplica el régimen de condicionalidad, que es propio de quienes están compareciendo por alguna demanda, por alguna situación que se presentó en el conflicto. Que tiene que pedirle permiso a la JEP para poder salir. Exactamente. Entonces se vio como una acción muy punitiva, podría decir uno, ¿por qué en ese momento y por qué no se dio antes? ¿Por qué tras nuestra participación ante el Consejo de Seguridad? Que también tiene muchas preocupaciones sobre este tema de la jurisdicción especial. Entonces queremos que en el marco del mandato... Claro, usted no es compareciente. No, no era compareciente, pero ahorita entro en régimen de condicionalidad. ¿Eso qué significa? Régimen de condicionalidad se aplica a quienes están en calidad de comparecientes, quienes están vinculados en alguna demanda ante este mecanismo judicial transicional. Y yo no tengo este tipo de vinculación, pero tras mi vida en Nueva York, se me aplica el régimen de condicionalidad. Entonces, sentimos que hay ciertas cosas que hay que mejorar al interior de la Jurisdicción Especial para la Paz, y estamos tratando precisamente con el acompañamiento de la comunidad internacional de lograr que esta jurisdicción responda a los criterios que fueron establecidos en el Acuerdo de Paz, que fueron reconocidos también a través de los convenios de Ginebra, a través del Consejo de Seguridad y muchos mecanismos multilaterales en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario. multilaterales en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario. Esta preocupación, tenemos entendido, se manifestó en la última sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que tocó el tema de Colombia el 22 de enero. En esa sesión, de manera unánime, los 15 miembros del Consejo de Seguridad le pidieron a la JEP que acelerara sus sentencias y se enfocara en los máximos responsables, en vez de crear nuevas categorías jurídicas de participación determinante. Bueno, lo primero que hemos dicho nosotros es que, vuelvo y digo, la JEP tiene que avanzar en el marco de su misionalidad en la emisión de las sanciones, precisamente contra estos máximos responsables, de acuerdo a los procesos que se vienen adelantando. Ya el proceso de cuáles van a ser los proyectos de sanción a través de los cuales se van a cumplir esas sanciones, es un proceso que se tiene que hacer en el marco de una figura que aparece allí, son los trabajos, obras y acciones con sentido reparador, conocido como los TOAR. Ahí hay una particularidad, y es que la JED ha querido montar proyectos de sanciones sin tener en cuenta que para que éstas sean reparadoras, parte de su esencia es la construcción conjunta de estas rutas, entre las víctimas, entre los responsables, entre la institucionalidad, logrando vincular a otros actores claves como la comunidad internacional, la institucionalidad y demás en los territorios, de tal manera que esa obra tenga un impacto de reparación. Entonces no puede ser que el juez diga, usted tiene tal sanción, la va a pagar de esta manera, pero muchas veces las víctimas no se van a ver reflejadas en la sanción que determine el juez. Ahí es donde nos estamos enredando un poco y es donde es necesario hacer la diferenciación de la funcionalidad de las salas y de las competencias que hay al interior de este mecanismo integral. Hay la sensación de que desde que este gobierno se metió a impulsar su paz total y se metió en esta sin salida porque desafortunadamente, repito, ha habido mucho más reveses que avances, no solamente se perdió como el rumbo, sino que se descuidó la implementación del acuerdo. Eso lo tiene muy claro Diego Tobar. Desafortunadamente tenemos que decir que sí, María Jimena. La paz total, se supone que cuando se habló del concepto de la paz total era reconocer que ya había una paz, ya habían unos cimientos que era precisamente la firma del acuerdo de paz de La Habana y sobre esos cimientos se esperaba avanzar en una política de paz que pudiera lograr generalizar digamos ese fenómeno con los actores que aún persistían en Colombia como usted lo dice en la narrativa todos coincidimos y desde nuestra bancada fuimos también de los que apoyamos decididamente la necesidad de este proyecto frente a la paz total, pero ya en las formas en que se ha venido ejecutando la paz total hemos tenido serias dificultades. ¿Por qué? Nunca hemos entendido cómo la paz total se construye con actores armados que desafortunadamente han terminado volteando su accionar contra el movimiento social, contra las comunidades, sus procesos organizativos, contra los firmantes y obviamente contra los firmantes. Sino que por dolorosa que es la situación de los firmantes, hay que también recordar que por cada firmante asesinado se asesinan 3.5 líderes sociales de diferente tipo en los territorios. Entonces es mayor el impacto en el movimiento social y obviamente los firmantes también hacemos parte de ese movimiento social. Siempre hemos reclamado, y ustedes lo pudieron ver, en el marco de este gobierno, cuando estaba todavía al frente del comisionado de paz, Danilo Rueda, se empezó a presentar el fenómeno del desplazamiento masivo forzoso de las comunidades firmantes. Estos ETCRs o estos NAR que resistieron a toda la desidia del gobierno anterior terminaron convirtiéndose en el objetivo de estos actores disidentes. Pero a la par que desplazaban, que amenazaban y que asesinaban los firmantes, el gobierno seguía avanzando a generar garantías para el diálogo con ellos. Entonces nosotros decíamos, uno, aquí hay que crear unas salvaguardas, hay que crear unas líneas rodas. Si yo Estado me voy a sentar a negociar con determinado actor, eso debe pasar por un condicionamiento y un condicionamiento de eso es, ayúdeme a cuidar a la población civil y dentro de eso obviamente a la población firmante. En ese sentido es que hemos cuestionado nosotros la política de paz total, ha sido muy acelerada en el abordaje de las negociaciones con algunos actores sin caracterizar a estos actores. En algún momento creyeron que ellos eran réplicas insurgentes de lo que en su momento fue las FARC. Hoy el mismo presidente dice esto ya es otra cosa, es criminalidad, es narcotráfico. Nosotros todo eso lo advertimos a puerta cerrada y lo hemos advertido públicamente ya en el Consejo de Seguridad y en todas partes, pero se terminó configurando una situación de macro criminalidad en muchos territorios que han hecho una causa común y es que todos estos actores están oponiendo a la implementación del acuerdo de paz y por eso la práctica sistemática contra los firmantes, especialmente contra quienes estamos comprometidos aún más en el tema de la implementación del acuerdo de paz. Son fallas que hay procedimentales en la paz total que creemos nosotros que hay que corregir, pero en la que desafortunadamente no vemos avance. Y creo que hay dos temas que debemos tener en cuenta y es que el acuerdo de paz tiene como objetivo fortalecer la presencia del Estado en estos territorios. Y cuando la paz total no pasa por blindar la presencia integral del Estado en estos territorios, termina en cierto momento negándose la posibilidad de avanzar en la implementación del acuerdo de paz. Y ahora tenemos un desafío mayor, María Jimena, y es que estamos a puertas de una campaña electoral, donde ya hay un discurso muy bien afinado en torno al fenómeno de la guerra, que plantea como solución la política de seguridad, y ya sabemos a dónde nos ha llevado eso en varias ocasiones en nuestra historia, y por otro lado hay un discurso de la paz, pero es un discurso que nosotros tenemos que, en cierto momento, caracterizar y potenciar. No estamos hablando del discurso de la paz dentro de los conceptos de la paz total, sino que la paz debe ser la búsqueda de retomar el camino de la implementación del acuerdo de paz, que son soluciones y acciones que ya están legitimadas, que hacen parte del bloque de constitucionalidad, que tienen un reconocimiento y un apoyo de la comunidad internacional y que es una ruta cierta que podemos recorrer conjuntamente. Esto es A Fondo es un podcast producido por Mafialand Producción General Beatriz Acevedo Producción de Audio Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Dusan.