¿Qué hace una comunidad obligada a convivir junto a un relleno de basura? Trabajar en sinergia para aprovechar y retribuir lo que naturaleza tiene para dar. “… Yo creo que no, a nadie le gustaría vivir al lado de un relleno”, dice Jorge Camargo, habitante de Mochuelo Bajo y reciclador de oficio. Tiene 24 años y vive en Mochuelo Bajo, zona rural de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. Al lado, está el relleno sanitario Doña Juana, el sitio donde la capital del país almacena diariamente unas diez mil toneladas de basura. Jorge hace parte de La Ruta Fuerte, un recorrido que hacen por los barrios de Mochuelo Bajo recogiendo residuos orgánicos que unas 800 familias almacenan cada semana en sus casas. “Iban cáscaras de papa, cáscaras de huevo, el cuncho del café. Iba de todo un poquito...”, dice doña Dora Rubio, una de las vecinas que hace pocas semanas empezó a separar y recolectar estos residuos para entregárselos a Jorge cuando pasa en su motocarguero los martes y jueves.