La historia no contada del acuerdo entre la Cancillería y Thomas Greg and Sons

               En la W, el reporte coronel. Daniel, la historia oculta de los pasaportes. Buenos días, Julio. Este es el reporte coronel. José Fernando Bautista, el embajador fallecido en Lisboa hace poco menos de un mes por un problema cardíaco, identificó la fábrica de pasaportes que podía ayudar a solucionar la crisis de producción de los documentos. Eso sí, en un plazo razonable y no con una patada a la mesa como lo planteaba el ex canciller Álvaro Leiva. El embajador Bautista entendió que la imprenta nacional Casa de la Moneda de Portugal era quizás la única empresa pública en el mundo que producía directamente pasaportes electrónicos y que podía, trabajando por años, transferir la tecnología a la imprenta nacional de Colombia. Todo eso es verdad, pero hay otra, quizás más grande, detrás de la solución. La imprenta nacional Casa de la Moneda de Portugal tiene un aliado en Colombia que es el Grupo Cadena, archirrival de Thomas Gregg & Sons. El grupo Cadena, presidido por el empresario paisa Juan Manuel del Corral, ha tenido alianzas con los portugueses desde 2018. En 2020 lograron el contrato para la elaboración de las cédulas militares y en 2021, en medio de la pandemia, se postularon para la elaboración del certificado digital de vacunación. A esto hay que sumarle algo que ha sonado desde el comienzo de esta historia y que hoy muestra la unidad investigativa del diario El Tiempo en un párrafo clarísimo. Abro comillas. En 2023 se conocieron varios desplazamientos del entonces hijo del canciller Leiva a Portugal. De hecho, le atribuyen una gran cercanía con el embajador José Fernando Bautista. Un artículo del periodista Jorge Lesmes, en la revista Alternativa, en diciembre de 2023, señala, comillas, Portugal ha sido otro de los destinos que Jorge Leiva, el hijo del canciller, decidió visitar con cierta frecuencia, especialmente después de que se conoció el interés de una de las empresas especializadas en la elaboración de pasaportes. Jorge Leiva además ha manejado una empresa de su familia que tiene por objeto ayudar a obtener la nacionalidad de Portugal como a personas que se consideran descendientes de los sefardíes expulsados de ese país en el siglo XV. La empresa es británica y se llama Portulife y según su página web tiene oficinas en Londres, Lisboa y Madrid. La verdad es que las tres direcciones que registra corresponden a oficinas de coworking, en donde se pagan pequeñas sumas por usar un espacio compartido y tener una especie de apartado electrónico para recibir la correspondencia. En su momento, el canciller Álvaro Leiva dijo que desconocía por completo la existencia y el funcionamiento de la empresa Portulay. Lo raro es que en los papeles mercantiles británicos figuran como fundadores la esposa del canciller Leiva, doña Rosario Valenzuela Pardo, y una empresa colombiana llamada Pardo Villaveses y Asociado SAS, cuya representante legal ha sido otra hija del canciller, doña María Angélica Leiva Valenzuela. El año pasado, el representante a la Cámara del Centro Democrático, Andrés Forero, denunció que una empleada de esa empresa, del hijo de Álvaro Leiva, había sido nombrada por el canciller auxiliar administrativa en la Embajada de Colombia en Portugal poco después de la posesión del embajador José Fernando Bautista que en paz descanse la auxiliar administrativa se llama Lady Marcela Cortés Alvis y sigue hoy en Lisboa trabajando en la embajada ante el país que ha resultado tan crucial en la solución del problema de los pasaportes lo cierto es que esto empezó con unos gritos en la casa de Nariño del entonces canciller Álvaro Leiva a la entonces directora de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado, Marta Lucía Zamora. Todo porque ella había emitido concepto jurídico recomendando que la Cancillería conciliara con Tomás Grecanzón, que es lo que un año después está haciendo el gobierno colombiano. La funcionaria que recomendó lo que ahora están haciendo fue removida de su cargo. Para esa época, ella también denunció una serie de reuniones en Europa en las que Jorge Leiva, el hijo del canciller Leiva, aparentemente hablaba del tema multimillonario del contrato de los pasaportes. Los interlocutores de Jorge Leiva mencionados en esa época eran el abogado de la Cancillería, Juan Carlos Lozada Perdomo, el mismo que se oponía a la conciliación, Alex Bernot, esposo de la embajadora ante la UNESCO en París, y empresarios interesados en los pasaportes. Leiva y Bernot reconocieron la ocurrencia de las reuniones, pero dijeron que el propósito no era hablar de los pasaportes, sino era puramente social. Por los mismos días, y como posible interlocutor de Jorge Leiva en el tema, empezó a sonar el nombre del embajador José Fernando Bautista Alma Bendita. Como sea, 29 días antes del vencimiento de la prórroga del contrato con Thomas Grecan Sons, la Cancillería llegó al acuerdo que aconsejaba la doctora Marta Lucía Zamora, a quien despidieron por atreverse a proponerlo. Este fue el reporte coronel de hoy. Muchas gracias.