
Juan Pablo Raba - "Nunca Había Hecho Algo Con Tanto Propósito"
23 de abr de 2025
"Los Hombres Sí Lloran" es un podcast creado por Juan Pablo Raba y su productor Dani Posada, donde se abordan temas relacionados con la salud mental masculina, rompiendo estigmas y promoviendo la vulnerabilidad como una fortaleza.
Capítulos
Inicios de Juan Pablo Raba en la actuación
Juan Pablo Raba reflexiona sobre el comienzo de su carrera como actor y los desafíos que enfrentó. Habla sobre las dificultades de obtener trabajo en la industria del entretenimiento, donde el rechazo es frecuente. Comparte su experiencia personal de cómo superó el primer 'no' significativo en su carrera y su decisión de continuar a pesar de las adversidades.
El proceso de autoreconocimiento y reinvención
Raba cuenta cómo su carrera lo llevó a Venezuela, donde alcanzó fama gracias a "Mi Gorda Bella". Sin embargo, sintió la necesidad de demostrar su talento en Colombia y de buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos. Describe su determinación de reinventarse y sobresalir en un ambiente competitivo.
La importancia de la familia y la búsqueda de equilibrio
Juan Pablo resalta la importancia de su familia y cómo su búsqueda de equilibrio entre la carrera y la vida personal se convierte en una prioridad. La figura de su esposa, Mónica Fonseca, es clave en su vida y carrera, brindándole apoyo y seguridad en momentos de incertidumbre.
El descubrimiento de nuevas pasiones y el propósito
A través del ciclismo, Raba descubre una pasión que lo conecta con su esencia más allá de la actuación. Reflexiona sobre la importancia de encontrar algo que lo haga sentir completo y en paz, descubriendo que el ciclismo le brinda una conexión interna más fuerte que su carrera actoral.
El nacimiento del podcast 'Los Hombres Sí Lloran'
El podcast surge de una necesidad personal de abordar temas de salud mental masculina y de abrir diálogos sobre la vulnerabilidad. Con momentos de duda y experimentación, Juan Pablo y Dani Posada encuentran en el podcast una plataforma para generar cambios reales en la percepción de la salud mental en los hombres.
Impacto del proyecto y reflexiones finales
Raba reflexiona sobre el éxito del podcast y el impacto positivo que ha tenido en la audiencia. Destaca historias de oyentes que han encontrado en el programa un impulso para buscar ayuda o mejorar su vida. Reconoce que el proyecto lo ha ayudado también a crecer emocionalmente y a conectarse más profundamente con los demás.
Conclusión
Juan Pablo Raba ha encontrado en 'Los Hombres Sí Lloran' una manera de contribuir al cambio cultural en torno a la salud mental masculina. El podcast no solo le ha permitido llegar a otros con un mensaje poderoso, sino que también le ha servido de reflejo personal para seguir creciendo y entendiéndose a sí mismo.
Menciones
- (Persona) Juan Pablo Raba
- (Persona) Dani Posada
- (Concepto) salud mental
- (Concepto) estigmas
- (Concepto) vulnerabilidad
- (Concepto) fortaleza
- (Concepto) autoaceptación
- (Persona) Mónica Fonseca
- (Persona) Edgar Román
- (Org) Los Hombres Sí Lloran
- (Lugar) Colombia
- (Lugar) Los Ángeles
- (Lugar) Nueva York
- (Lugar) Bogotá
- (Lugar) España
- (Lugar) Venezuela
- (Lugar) Estados Unidos
- (Lugar) Miami
- (Persona) Carla Hull
- (Obra de arte) Los 33
- (Obra de arte) Mi Gorda Bella
- (Persona) Antonio Banderas
- (Persona) Juliette Binoche
- (Persona) Frank Grillo
- (Persona) Andy Garcia
Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a mi amigo y productor Dani Posada te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal donde me hago muchas preguntas y hablo del impacto que ha tenido en mi bienestar emocional esta búsqueda. Te traeremos amigos extraordinarios para tener conversaciones sinceras y hablaremos con expertos que nos ofrecerán consejos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y pedir ayuda. Este nuestro espacio, tu espacio, es seguro y se llama Los Hombres Sí Lloran, donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza. No te pongas rojo, no empecemos así. Gracias por ponerte otra vez el saco como para que estemos uniformados estamos matching pero bueno ahora sí ¿qué es lo que me quieres preguntar? todo lo que se te quedó en la cabeza el otro día porque como que de repente entraste simplemente en la sintonía del programa y te dejaste llevar que te agradezco y que me gusta porque finalmente es lo que hacemos ¿o no? sí, era el objetivo en todo caso en algún momento abrirse pero tienes unas preguntas. Pues me parece que deberíamos también hablar de ti de vez en cuando. Cuando quieras, yo aquí estoy. De verdad que los invitados tienen mucho que decir. Entonces volvamos un poco a lo que estábamos hablando antes, como donde empezó tu carrera como actor y un poquito los retos del comienzo. La verdad es que esta carrera, y lo digo alejándome absolutamente de la queja y del no agradecimiento, sino todo lo contrario, yo escogí una carrera, hay gente que podrá decir que de pronto la carrera me escogió a mí, pero yo escogí quedarme en este camino, con una carrera que tiene una serie de características y peculiaridades que la hacen compleja de diferentes maneras. Es difícil arrancar, es difícil porque si tú quieres armar un negocio, si tienes la plata lo armas, ¿cierto? quieres armar un negocio, si tienes la plata lo armas, más allá de que te va bien o mal. Si no la tienes, buscas la forma de hacerlo, pero es el negocio que quieres armar. Si tú quieres ser médico, pues haces tu carrera, estudias medicina, buscas trabajo. En la nuestra, lo que suele pasar es que, o vamos a decir que un médico termina la carrera y sale cualificado, para. Seguramente diferentes factores van a hacer que consiga trabajo o no. Nuestra carrera, cuando tú terminas de estudiar, así estés muy cualificado, te va a costar bastante trabajo conseguir trabajo, valga la redundancia. Porque hay una necesidad de experiencia en la industria y es una situación clásica, el perro que se muerde la cola, en la que todo el mundo quiere contratar actores con experiencia, pero muy poca gente está dispuesto a darte el trabajo que te va a dar la experiencia. Esas complejidades de alguna forma continúan en el tiempo, pero es una carrera en donde el no es parte de tu día a día. No sé si hay alguna otra carrera en el mundo que tenga que lidiar tanto con el rechazo como la nuestra. En un buen año, en Estados Unidos, puedes recibir más o menos, si te va bien, unas 100 audiciones. Si te va bien, o sea, si eres un actor que de alguna forma los agentes consiguen que te acepten en los castings, etc. Porque mira cómo funciona esto allá. A no ser que te estén ofreciendo directamente el proyecto, una compañía productora lanza como unas características del proyecto en donde tu representante considera que uno de los personajes es apto para que tú presentes casting, entonces ese representante le tiene que mandar al agente de casting tu perfil, el agente de casting decide si te castea o no, y ahí apenas puedes hacer el casting, para que después el agente de casting lo vea, y si le parece al agente de casting, apenas compartirlo con productores o directores. O sea, la cadena de CIS que tiene que pasar para llegar a conseguir un trabajo es grande, es importante. Aprobación de mucha gente. De mucha gente que además ni siquiera controlas. Entonces, ¿cuál es esa característica grande que tiene mi carrera? Que estás poniendo tu vida constantemente, o tu sustento, no tu vida, tu sustento, en manos de muchas personas. Aprender a lidiar con eso es complejo. Porque te van a decir que no muchas más veces. Para mí, en el comienzo de mi carrera además, cuando digamos que simplemente me estaba enamorando de la profesión, porque no es algo que yo siempre había querido hacer, me encuentro casi casualmente en una clase de actuación, entro a estudiar actuación, mi primer trabajo es como extra, cuando termino el primer trabajo, el maestro de actuación Edgar Román nos sienta a todos y nos dice, este es un camino, que es ser extras, que pueden vivir de esto. Pero les voy a decir lo siguiente, en esa industria prima, más vale malo conocido que bueno por conocer, si la mente del productor suele irse hacia lo fácil y lo que funciona, por eso es que tantas veces vemos a los mismos actores y actrices permanentemente en diferentes proyectos, porque el productor quiere asegurarse de que algo tan difícil y costoso como una producción audiovisual va a salir bien. Sí, el lado del productor donde tratamos de mitigar riesgo. Exactamente, entonces lo entiendes. Pero entonces, en ese momento, Edgardo nos dijo, si quieren ser actores, si quieren que los vean como actores, tengan cuidado con ser extras, porque una vez que sean extras, si lo hacen muy bien, van a ser extras y va a ser perfecto porque el productor va a decir ese chica, lo que sea, ellos son muy buenos extras no nos metamos a pensar en más entonces piensen bien lo que ustedes quieren de su carrera yo siempre quise aspirar a producciones de Estados Unidos. Pero un segundo, ¿qué pasó en ese momento ahí con el profe? ¿Ahí qué decidiste? Yo llevaba mucho tiempo tratando de pertenecer, tratando de ser aceptado, que finalmente es tratando de ser amado. que finalmente es tratando de ser amado. Mi papá fue un tipo fantástico al que le estoy agradecido y que sólo puedo recordar con mucho amor, pero crecer con él no fue sencillo. Era un tipo muy pragmático pero también muy seguro de que sus ideas y pensamientos eran los correctos. de que sus ideas y pensamientos eran los correctos. Hay una historia y es que cuando él se casa con mi mamá, llega como a su casa de casados, su primera frase, digamos, hacia la gente que está en la casa fue, aquí hay dos formas de hacer las cosas, mal o como digo yo. Esa es mi vieja. Entonces, había poco espacio en casa para expresar. Había poco espacio para expresarse emocionalmente, artísticamente. Entonces, digamos que ahí es a donde yo decido, al encontrar que era bueno para algo, me colgué de eso a muerte. Porque tampoco tenía más. Yo, el tiempo que estuve en España, trabajaba en la noche, administraba un bar, era bartender, y llegó un momento que la vida de la noche y el día sencillamente no me estaban dando. Puede que haya un trabajo que tiene más rechazo que el de ser actor, que fueron los trabajos que tuve cuando intenté no trabajar de noche. Y es que yo vendí libros puerta a puerta. Ah, wow. Vendí enciclopedias puerta a puerta. Ok. Eso sí que es difícil. Sí, debe ser. Eso es muy difícil. O sea, echarles el cuento del libro que te medio abría la puerta de la casa y después entrar a la casa y después convencerlos de que compraran una enciclopedia. Ese es el trabajo más difícil que yo he hecho. Podríamos decir que fue tu primer público. Ese fue tal vez seguramente mi primer público, aunque yo creo que mi primer público, sin saberlo, ya eran los mismos niños del colegio, mis mismos compañeros de colegio, los profesores, a donde yo siempre, de alguna forma, sino que si había que ser el más arriesgado, era el más arriesgado. Si había que ser el más juicioso, era el más juicioso. Si había que ser el más malo, era el más malo. Sí, ya estabas actuando en cierta medida. Estaba de alguna forma actuando, porque lo que pasaba en mi vida, en mi casa, realmente no me gustaba. Un divorcio muy duro de mis papás. Realmente yo vivía, cuando mis papás se divorcian, yo vivía con mi papá en España. Y después de unas situaciones muy feas, me terminan trayendo a Colombia de regreso y paso tres años sin ver a mi papá. Y esos tres años creo que son los que de alguna forma marcan una sensación muy fuerte de soledad en mí, sobre todo de soledad. De estar en mi cuarto, de estar cuarto estar muy solo de cortarme empecé a lastimar empecé a jugar con fuego empecé a romper cosas de mucha rabia y mucha soledad esos tres años de los siete a los diez creo que marcan mucho ese principio de esa necesidad de yo necesitaba que las mamás de mis amigos me quisieran que los papás de mis amigos me quisieran, que los papás de mis amigos me quisieran porque yo no quería estar en mi casa luego una vez que me corté con una cuchilla los labios todos los labios y todo era para que la mamá de mi amigo me consintiera cuando me vio y recuerdo el momento tal cual, cuando me ve la cara ella llega y me abraza y recuerdo la sensación de, cuando me ve la cara, ella llega y me abraza, y recuerdo la sensación de, ¿sabes? Me están viendo. Sí, te estás llenando un vacío. Claro, mi mamá estaba trabajando mucho ya, hoy en día lo puedo hablar con mucha calma, en algún momento me produjo mucho dolor, ¿sabes? Como recordar eso. Hoy en día, pues pienso, mi mamá, pues, con las herramientas que tenía, estaba siempre tratando de hacer lo que podía. Pero yo creo que esos tres años son los que marcan en mí como esa creación de personajes, que después simplemente identifico como el trabajo del actor. Y cuando ya empiezo a trabajar, mi primer público eran mis propios compañeros. mi primer público eran mis propios compañeros. Mi primera necesidad en mi trabajo siempre fue que mis compañeros me aceptaran, que otros actores con más experiencia consideran que yo era buen actor. Validación, aceptación, ¿cómo lo decías? Validación absolutamente, pero también sentirte bueno, porque eso con mi papá siempre me costó mucho. Tiempo después mi papá se sintió orgulloso de lo que yo hice, pero al principio me costó mucho, porque claro, mi papá lo que quería era que yo fuera negociante y que fuera bueno con la mecánica. Ni una cosa ni otra. Quería un equipo de Fórmula 1. Mi papá que sí, quería como emular un poco su propia infancia en Argentina y quería que yo construyera motores y que armara negocios y que empezara a buscar la vida muy pronto. Ese era para mi papá el ideal del hombre. Eso era lo que hacía el hombre. Y tener muchas novias. Ese era el ideal también de mi papá. Sí, temas de esa época también. Era como que tiene un carro chévere, sabe cambiar el aceite, las pastillas de freno y desarmar un bloque, un cilindro y cambiar los empaques, ¿me entiendes? O sea, y todo eso lo aprendí a hacer, obviamente. Man's man. Y empecé a armar negocios, empecé a armar negocios, ¿sabes? Y salir con chicas. ¿Con dónde? Salir con chicas, o sea, eso era lo que había que hacer. Bueno, y llegas a ese punto ya internamente, te vas autovalidando y encontrando validadores externos más adelante. Podríamos quedar ahí, pero no, vamos más bien un poco también pensando un poco más en nuestro público. Cuando ya empiezas, te das una validación a ti mismo como actor dices esto es lo mío te da ese corrientazo de vida donde te empieza dices por acá puedo y es algo que sé que puedo hacer de cierta manera como una autovalidación y entras a recibir un no constante lo primero que empiezo a hacer danny es que cuando ya me empiezan a contratar y ya empiezan a ir bien si entra algo si empieza a pasar algo interesante y es que empiezo a querer realmente ser bueno ahí si me entra una cosa de mi papá es que mi papá siempre si fue muy, como que todo el mundo puede hacer lo que quiera, lo importante es que sea bueno en lo que hace. Y él lo que decía, ¿quieres ser barrendero? Sé barrendero, tienes que ser el mejor barrendero. Entonces sí empiezo, ya esa necesidad de validación se me convierte en que yo tengo que sentirlo y yo me lo tengo que creer. Entonces empiezo a estudiar y empiezo a hacer cuánto taller me encuentro. Y empiezo a trabajar y plata que me entraba, hacía un taller de creación de personajes, hacía un taller de Suzuki. Cuando pude fui a estudiar a Nueva York. Me fui nueve meses a Lee Strasberg a Nueva York como para decir, bueno, ¿qué es esto del método? Déjame entenderlo bien. O sea, sí quería ser bueno y quería ser también académico. ¿Alguna herramienta? Quería entender lo que estaba haciendo. Una vez además que empiezo a trabajar, me empiezo a dar palo. No se me entendía bien lo que decía, no estaba todavía preparado. Entonces empiezo a decir, ok, me gusta, puedo llegar a ser bueno en esto, pero todavía no lo soy, necesito formarme. Y me empiezo a ir muy bien en el ámbito de las novelas. Empiezo a trabajar un poco en Colombia, de ahí me voy para Venezuela, y en Venezuela me vuelvo a través de un proyecto que se llama Mi Gorda Bella, muy conocido. En Venezuela, además, en esa época, la gente se moría por, digamos, los actores y actrices de novela. O sea, situaciones de tener que sacarme por la puerta atrás de un centro comercial. Tengo que hacer un paréntesis muy grande. Antes de irme a Venezuela, tengo un episodio en Colombia que a mí me marca mucho, mi carrera. Cuando yo apenas estoy empezando, voy a un casting de la que iba a ser la próxima gran novela de Colombia. Todo el mundo sabía que el protagonista de esa novela iba a ser la siguiente gran estrella. Y me lo ganó. Y yo le decía al director de casting, chicos, ¿ustedes están seguros de que soy yo? ¿Seguros, seguros, seguros? Firmamos un precontrato empiezo todas todas las otras actrices que quedaron quedaron en audiciones conmigo y ahí yo digo bueno esto es pan comido o sea esto es o sea acabo de empezar y ya voy a hacer como el siguiente papel más importante yo ya pensaba era sacaba cálculos con la plata que me iban a pagar, el carro que me iba a comprar, a dónde iba a vivir, o sea, vale, yo creo que es humano, pero no estaba realmente centrado en lo que tenía que estar, que era realmente entender que no estaba preparado todavía para eso. Y efectivamente, pues la vida te pone en su lugar, y un día el director decide hacer un ejercicio con la protagonista, me llaman y me dicen Juanpa mañana te van a ir a buscar porque el director nos quiere ver juntos, el director no se había podido ver porque estaba filmando otra novela y yo pensé que él iba a hacer un registro y cuando llegamos el director dice bueno listo, improvisen una escena. Y cuando llegamos, el director dice, bueno, listo, improvisen una escena. Esta nena me agarró y me destruyó. ¿Cómo, cómo así? Pues porque ella, que era una actriz experimentada, sabía lo que estaba haciendo y yo nunca la había, ni siquiera había improvisado. Ok. Ahí es a donde entendí que no sabía lo que estaba haciendo. Ya. Y en ese mismo momento yo salí de ahí sabiendo que algo había pasado y me quitaron el papel. Ok. Ese fue el primer gran no que tuve en mi vida. Ok. Y tal vez ese es uno de los momentos o el primer momento más importante de mi carrera realmente y todo eso es antes de Venezuela porque ahí era, llamo a mi papá con el rabo entre las piernas, le digo que tiene razón en todo y que me voy y trabajo en lo que él quiera, o me la como con papas fritas y decido seguir adelante. Ese trabajo tiene además una peculiaridad y es que normalmente cuando te va mal, todo el mundo lo sabe y todo el mundo te lo hace saber. Entonces pasé de ser la siguiente gran promesa de la televisión colombiana a cero menos cero menos cero menos cero. El mayor fracaso en un momento. El mayor fracaso. Y tuve que empezar otra vez con papelitos en donde no hablaba casi que de extra y ahí tuve que empezar a construir mi carrera una noche de mucho llanto y de oración y de claridad escribir un texto que yo llamé elección de humildad todavía tienes el texto lo tengo en los ángeles tengo un diálogo lo saco y te lo muestro. Lo escarbamos para ver un día bonito. Un día sí. Ese momento, esa noche, en ese apartamento, es el que realmente, realmente, realmente define que yo haya seguido haciendo esto. Más allá de lo que pase de aquí en adelante, pero en ese momento estoy acá, porque en ese momento decidí no rendirme. Un momento decisivo absolutamente decisivo no tenía nada no tenía nada no tenía un peso verdad lo que nadie te puede quitar ese es eso no me lo puede quitar nadie porque ahí sí tuve que empezar de cero y ahí empecé a estudiar juicioso ese momento el que me dice ahora es que toca prepararte porque ese momento, pero no me he quedado tantas vueltas pues que me pase esto de largo que es lo más importante ese momento es el que realmente me dice usted puede pero usted tiene que aprender cómo hacer esto hacer lo que tu papá te enseñó a trabajar a trabajar en lo que quieres hacer a trabajar, es como, ¿eso es lo que quieres? Compadre, dale. Y así fue. Y después viene Venezuela, después viene todo eso, después viene además como ese momento de, quiero ir a Nueva York y quiero realmente sentirme, y eso sí fue para mí, yo quiero sentirme que soy un actor profesional. A pesar de que ya he hecho novelas, a pesar de que había trabajado, yo quiero sentirme como un actor profesional. Tus propias métricas, tus propias... Mi propio conocimiento. Todo hasta ese momento, a pesar de que en la actuación siempre hay un... Hay mucho que uno controla, por muy académico que uno sea, cuando está trabajando inclusive. Pero yo sí quería sentir que tenía una base sólida y unas herramientas a las que podía volver cuando las necesitara. Y ese fue Nueva York para mí. Por eso es que digo que Nueva York es como mi alma mater artística. Más inclusive que la academia como tal, que fue muy importante, pero todo lo que esa ciudad significó para mí. Caminar, caminar seis, siete horas al día y ver, y dejarte inspirar por todo lo que pasa en esa ciudad. Ese es el, sí, eso yo también muy neoyorquino y eso es lo que más rescato siempre. La gente va ahí y caminar y explorar y tienes que sacar de ti, porque si New York no te quiere y si tú no te paras firme, te devuelves. Es una de esas ciudades. Yo creo que Bogotá también tiene mucho de eso. Sí, Bogotá. Bogotá también tiene mucho de eso. Hay que estar bien parado y hay que aprender a pararse. Y eso me dio a mí Nueva York y eso me dio a mí la academia en ese momento. Después de eso viene mi gorda bella, justo después de Nueva York. Y entonces ya entra otra época en mi vida en donde ya la gente quería trabajar conmigo. Venezuela. Venezuela. Pero todavía tenía una deuda pendiente con Colombia. Yo tenía que demostrar en Colombia que yo era un buen actor. Entonces empiezo a decirle que no a muchos papeles. Y ahí recordaré siempre una frase que me dijo un amigo en ese momento. Me dijo, llega un momento en la carrera de un actor en que esta se ve definida más por los nos que por los sis. Claro, uno empieza y uno quiere trabajar y quiere que lo conozcan y se tiene que mantener. Y llega un momento en el que si quieres realmente subir al siguiente escalón, tienes que empezar a decir que no. Y esos momentos son duros. No, no, no, no. Y la cuenta es un poco así. No, no, no, no, no, y la cuenta es así, no, no, no, sí. ¿Y qué te llevó al sí? De todos esos nos, ¿por qué una sí? Por ejemplo, en mi caso, yo siempre rescato que hay una persona que creyó mucho en mí. Cuando yo decido ya irme de Venezuela, después de haberme casado y divorciado en Venezuela, decidí volver a Colombia, sobre todo porque yo empiezo a sentir que la situación en Venezuela se estaba complicando mucho. Yo recuerdo que yo decía a la que era mi esposa en ese momento, le decía, vámonos de acá, esto se va a poner feo, hay algo que me dice que esto se va a poner muy complicado. Ella me decía, no, eso no es así, eso no va a pasar, ta, ta, ta, ta. Bueno, nuestra relación se terminó, pero yo dije, ok, voy a empezar a trabajar dos cosas paralelas. Una, yo quiero poder hacer algo en Los Ángeles en algún momento. Ya tuve la experiencia en Nueva York, ya siento que puedo actuar en inglés, ¿cómo hago para conseguir representación en Estados Unidos? Pero Venezuela ya no sirve, tengo que ir a Colombia. Entonces se empieza a complicar un poco la vida porque estoy en un momento en el que me voy de Venezuela, quiero aspirar a trabajar en Estados Unidos. Y estoy en Colombia tratando de construir un reel que me permitiera mostrar mi trabajo en Estados Unidos. Yo sabía que las novelas no me iban a servir, necesitaba hacer cosas con un look cinemático para que alguien me parara bolas en Estados Unidos. Estoy en Colombia, un país que me veía como un galán de novela, que no tiene nada de malo, pero era una tipología que no me iba a llevar a lo que yo quería conseguir en Los Ángeles. Entonces tengo que empezar a hacer otra vez papeles pequeños en cosas cinemáticas es la el la tercera vez el segundo reinicio es la tercera vez que vuelves a empezar como acto exactamente entonces ahí tengo que tengo que reinventar la carrera olvidar de todo lo que había hecho en novelas para construirme construir ya sabía que tenía la experiencia porque tenía la escuela pero necesitaba que me diera la oportunidad de que alguien me diera esos papeles entonces hago el cartel de los sapos que fue muy interesante porque hago un malo después de hacer como los galanes y cosas así hago como este personaje en un proyecto al que le va muy bien, hago tiempo final, hago sin retorno, hago un par de cosas pequeñas en cine y ya tengo un reel, ya tengo algo que puedo mostrar, que se ve como si fuera cine. y empiezo a ver cómo podía en Los Ángeles, en ese momento no se hacían castings a distancia, entonces yo lo único que pensé fue, yo necesito que esa persona sienta que yo estoy acá en Los Ángeles, no tenía obviamente los medios económicos para vivir en Los Ángeles, me estaba medio manteniendo en Colombia con los trabajitos que hacía, no tenía ahorros, pero sabía que si me metía otra vez y aceptaba una novela que era un año, si yo aceptaba una novela en ese momento, echaba para atrás todo el trabajo que estaba haciendo con Los Ángeles. Entonces, a Walter, man. Y en ese punto conozco una persona que fue muy importante en mi carrera, que fue una directora de casting. Ella nunca dejó de llamarme. Y ella de repente me mandaba a un casting que yo sabía que no me iba a ganar, pero yo me iba a Los Ángeles. Me quedaba a dormir en un sofá de un amigo y al día siguiente me devolvía. Otra vez para Bogotá. Me conseguía el pasaje como pudiera, me lo levantaba y me iba y así me pasé un buen tiempo. Rebuscando, además ya pues digamos grande, o sea, tenías 20. Tenía 30 años, tenía ya 30, 31 más o menos y en ese punto conozco a Moni y como que la vida simplemente nos empezamos entonces me empezaron a llamar otra vez. la última novela que hice en Colombia en ese momento y eso nos dio la posibilidad de, a través de un proyecto que acepté entre Venezuela y Miami, irnos y mientras tanto mientras todo eso pasaba y me casaba con Moni y quedamos embarazados de Joaquín nos mudamos a Estados Unidos y ahí ya viene el otro gran momento bueno, no el otro pero otro momento de ok ahora para poder progresar acá tenemos que decir que no haya volver a empezar y empiezo a hacer los castings y nunca perdí la relación con con esa directora de casting con Carla Hull, que siempre se lo digo es la persona más importante en mi carrera, porque fue la persona que nunca dejó de creer en mí, hasta que llega un casting para una película que se llamó Los 33. Los 33 con Antonio Banderas, Juliette Binoche, se filma en Colombia, pero es la primera vez que se me empieza a abrir una pequeña puerta. Y después llegan arcos. Y eso me abrió puertas. Ahí consigo representación y arranco. Arranco a los nos. Porque una vez que además te abren la puerta los directores de casting y te empiezan a mandar castings, empiezan los nos. Y empiezan los nos de David Fincher. Sí, empiezan los nos. Y empiezan los nos de David Fincher. Empiezan los nos que más duelen. Empiezan los nos duros, los nos que rezas. Dios mío, mejor dicho, si me sale esta. O sea, empiezas realmente como a... Los gringos, además. Empiezas a ver como esos pléctulos que siempre has querido trabajar, los de HBO, los de Universal, ¿me entiendes? Empiezas a ver, ah, este proyecto es con Robert De Niro. ¿Qué? O sea, claro, yo necesito que este es el proyecto. Y empieza toda una dinámica completamente diferente de entendimiento de carrera y personal. Y empiezas realmente a pensar, ok, ok cómo voy a lidiar con esto en el momento el que más responsabilidad tengo en mi vida que es que tengo una familia es el momento en el que decidió dar ese gran paso al vacío porque es el momento real porque antes mientras no tienes hijos ni esposa y nada no pasa nada a mí nunca me dio vértigo, realmente cuando yo decido, cuando pierdo todo y decido empezar simplemente a armar un reel, cero vértigo, porque decía, si me tengo que ir a una pieza, me voy a una pieza, ya he pasado por ahí, no pasa nada. El verdadero vértigo fue cuando ya tengo una familia y decido que aquí es. Eso te iba a preguntar justo. Estás en este otro, como digamos, pequeño escalón donde ya habías vuelto a empezar, ves otra cima, ves, llegas, vuelves a llegar en tu carrera, mientras que... Espérate que se me olvidó algo importante. Dale, dale. Llego a Miami, llegamos a Miami embarazados de Joaquín y me ofrecen una exclusividad en una cadena hispana en Miami y voy y estaba ya dispuesto a hacerla, aceptarla salgo de la reunión, Moni me dice, mi esposa me dice como, bueno, o sea, perfecto, esto ya es como entrar por la puerta grande, y les digo que sí a todos, y me subo al carro, y camino a casa, le digo a Moni, necesito que confíes en mí, pero esto no es, a esto no vinimos. Y dijiste tú que no. Y el que no. Y en ese momento Moni me dijo, confío, dale. Y a los tres meses, ya a los 33. A los tres meses, igual, ya llegó a los 33. Y Narcos empezó y Narcos y empezó empezó a fluir empezó simplemente a pasar lo que nos ha traído hasta acá que ya vamos para allá y en esos momentos cuando tiene evidentemente Moni se vuelve una persona y un ancla y una fuerza para ti eso te quería preguntar. ¿Qué pasa durante esos tres meses? Cuando estás afinando, creyendo más, te estás apostándola toda con chinos a bordo. Ya cuando uno tiene chinos, el riesgo es otro. Es otro. Pasa una cosa fantástica. Esas cosas que pasan porque... A mí me llega un casting para los 33, yo hago el casting, lo mando y yo sé que no me funciona, que no está bien. Eso fue justo antes de rechazar la propuesta y como a los tres meses me vuelve a llegar un casting, me dice Carla, mira Juanpa, no te fue bien el primer casting, pero este ya es un casting para un personaje específico que es este, quiero que pares este casting. Yo llevaba unos meses perdiendo peso porque queríamos hacer un teaser con un amigo director y él me dijo, pierde todo el peso que puedas. Y me bajé 75 kilos y me saqué unas fotos. 75 kilos y me saqué unas fotos e hice algo que no suelo hacer porque a mí me gusta que la persona que ve el casting pueda ver como una especie de lienzo en blanco pero yo dije era Halloween y teníamos como una maquilladora para esas fotos y le dije maquillame como si fuera un minero y me voy a hacer el casting como si fuera un minero se ha vuelto miércoles mando el casting y además le mando a ella las fotos y le digo, oye me saqué estas fotos para otro proyecto, las mando por si te sirven ese mismo día me llamó la vida no te lo ganaste ¿Qué? Demente. Ahí fue. Ahí fue como... Y además el entender que no es una sola cosa lo que haces. de acontecimientos en la vida y a veces crees que los nos son lapidarios y después te das cuenta que no es así, después te das cuenta que la vida y las circunstancias y los nos mismos te van llevando a los sí que realmente cuentan y siempre ha sido así siempre que he dicho no no no siempre ha llegado algo muy muy interesante divino también porque sabes lo que quieres como que vas dices es un poquito de eso un poquito de esto si hay también un momento en el que en el que irremediablemente dejas de oír. Dejas de oír. O sea, cuando tú realmente sabes, y tú lo sabes, tú sabes en la vida cuando tienes que hacer algo o no hacerlo. Tú lo sabes. Lo que pasa es que somos necios. Y a veces no oímos. O nos dejamos ganar por el miedo. Pero uno sabe cuando uno no debe hacer algo. A todo nivel. Que lidies con las consecuencias después es otra cosa. Pero tú sabes. Y en ese momento yo sabía que yo tenía que esperar. Yo sabía, me lo decía todo mi ser, me lo decía. Y siempre ha sido así, con las cosas como tengo importantes y escuchaste hoy me oigo a mí y canceló el ruido alrededor no es fácil porque estás casado porque tiene responsabilidades porque tiene una mujer como mónica que además es su mente inteligente y puede ver el de pecho pero realmente realmente hay momentos en los que yo no oigo a nada ni a nadie, sino a lo que yo sé que tengo que obedecer. No es fácil porque da mucho miedo. Y normalmente la forma de saberlo es cuando es difícil, cuando el camino está lleno de espinas. Ese normalmente es el que te va a sacar a donde quieres. El otro es cómodo y está ahí y es como... Ese te va a llevar a otro lado, pero el de las espinas, el tenebroso, el oscuro, el que te va a hacer llorar, el que te va a hacer darte contra las paredes, y tú lo sabes porque la meditación es así, es el que realmente te va a dar las respuestas, que no necesariamente tienen que ver con lo que consideramos éxito como tal, tienen que ver con lo que consideramos éxito como tal. Ese no necesariamente va a ser el de la plata. Un poco la validación que hablabas, Jan, esta es en ti. Empiezas a entender que el camino es contigo, que el camino es hacia ti. Y claro, todo eso después deriva en muchas otras cosas, pero sí pude identificar con mucha claridad esos momentos en mi vida y también pude identificar cuando me fui por el otro lado y cuando ese lado no trajo nada. Tal vez bueno, tal vez experiencia, pero nada de lo que yo pensaba que iba a traer porque era ego. El proyecto que yo pensaba, este es el de la validación, este es el de tal. Nunca. Nunca. Nunca te ha servido. Nunca. Nunca me ha servido. El camino fácil y despejado. Y bueno, si vamos viendo, ha sido un proceso de autovalidación desde el comienzo, así a veces lo pimpones afuera, adentro, afuera, adentro, y llegamos a este punto donde ya empiezan las cosas a fluir y empiezas a coger en un eslabón alto, alto, donde claro, entre más arriba más alto rendimiento más alto rendimiento emocional más alto rendimiento en la casa, más alto rendimiento en todo, en la carrera en el profesionalismo, más exigente todo, y empiezas a recibir nos de lo que más has buscado en la vida totalmente, y como te fue en Los Ángeles? Pues empieza un momento muy complejo, porque mientras más escalones subes, también empiezas a competir a un nivel más alto. Entonces ya sabes que perdiste el papel contra Pedro Pascal, ¿me entiendes? En su momento. Ya él está en otra estatósfera. Chao. Claro, claro. Pero empiezas también a tener acceso a otras audiciones y a tener un montón de nos más y nos que duelen todavía más. Hay dos cosas fundamentales y es que yo siempre había querido tener hijos, yo siempre había querido tener una familia. Y mi familia siempre ha sido y será más importante que cualquier logro que yo tenga profesional. Entonces ya el trabajo no era un tema de ego, sino era un tema de voy a trabajar porque necesito trabajar. Pero quiero trabajar en eso. Entonces, ¿cómo hacer para seguir manteniendo la importancia de esto, pero para tampoco traicionar el camino? Esa búsqueda de ese balance, esa sí que es complicada. Porque, claro, le sigues diciendo que no a un montón de cosas. Y te siguen diciendo que no a un montón de cosas. Y tienes esta gran responsabilidad. Factor fundamental, mi esposa, que Mónica siempre me ha dado igual la tranquilidad de cuando digo que no en momentos complejos, tener la confianza en mí para saber que lo que viene es bueno. En mi casa nunca ha habido desesperación de ese lado. Nunca ha habido un toca porque esto. Había muchas sugerencias, sin duda, pero nunca ha habido un te toca hacer esto. Tenemos visiones muy diferentes frente a un montón de cosas pero somos muy parecidos en la forma que vemos el camino de la familia y la bicicleta juega un papel fundamental para mí porque yo encontré la bicicleta algo muy importante y encontré algo que me gustaba más que actuar. algo muy importante, y encontré algo que me gustaba más que actuar. Los artistas solemos caer mucho en algo que hoy en día yo considero un error. Y es que pensamos que si no estamos haciendo ese arte en particular, no estamos haciendo nada. O que si no somos eso, no podemos ser otra cosa. Porque es muy apasionante. Porque cuando un día tu trabajo, tu arte o tu pasión te lleva, que trabajes con Liam Neeson, a quien llevas viendo toda tu vida trabajar, pues dices, no hay nada más chévere, o sea, ¿me entiendes? A mí la bicicleta me parece más chévere, la paso mucho mejor montando en bicicleta, a mí me fascina, o sea, es porque además no tengo por qué hacerlo. No me pagan por hacerlo. Aunque tengo sponsors, pero ¿me entiendes? O sea, no lo hago por ningún tipo de obligación. Y la bicicleta me ayuda a entender que por apasionado que fuera mi trabajo, es solo eso. Es un trabajo. Y haber entendido eso me dio mucha paz. Porque entonces empecé también a encontrar y también gracias a mi propia crisis empecé a encontrar que yo era mucho más que eso que yo no era solo mi trabajo que yo no era las metas que o yo o la gente alrededor me estuviera imponiendo o estuviera esperando de mí porque montar en bicicleta me parece más chévere me parece mucho chévere. Me parece mucho más divertido y me conecta más con lo que yo soy en esencia. Nada me conecta más con el creador que estar arriba de la montaña y oler la montaña y sentir la montaña y oír la montaña. Te lleva más hacia adentro. Es irremediablemente un viaje hacia el interior. Porque además cuando haces ciclomontañismo en, que es lo que yo hago, hay mucho miedo involucrado. Sobre todo cuando arrancas de viejo. Yo empecé a los 32 años a montar. O sea, no es algo que me viene natural. Yo tuve que aprender a montar en bicicleta. Entonces se convierte en una permanente lucha contra el miedo, contra los nervios, contra el que igual tampoco te puede reventar porque tienes que seguir pero sabes que quieres hacer eso entonces se convirtió en una suerte de viaje espiritual para mí era el momento el que más presente estaba jugando con mis hijos montando en bicicleta. Nunca he estado más presente en mi vida que cuando estoy haciendo esas dos cosas. Mientras que tu carrera la tienes de cierta manera y a cierta medida retiente con soledad. Pues empiezo a ser un actor sobre todo, empiezo a ser un actor sólido. Empiezo a ser un actor que resuelve empiezo a ser y sentirme como un actor que es bueno en lo que hace que es lo que me pasa hoy en día, el otro día por ejemplo, estoy armando una obra de teatro y me decía en una entrevista bueno, y los nervios y tal y yo decía como, llevo 28 años haciendo esto o sea, sí, como que hay una cosita pero o sea a esa altura yo creo que ya sé hacer esto tengo una idea, me siento bien y sabes que y no me da pena decir soy bueno en lo que hago por primera vez en una entrevista le dije sabes que yo soy bueno en lo que hago yo soy bueno, yo ya me lo he demostrado a mi mismo yo soy bueno en lo que hago. Yo soy bueno. Yo ya me lo he demostrado a mí mismo. Yo soy bueno en lo que hago. Yo entiendo. Entiendo muy bien cómo funciona ese ámbito. Y es muy rica esa sensación. Le gasté a esa validación que buscabas. Sí, y también llegué al siguiente entendimiento, que no depende completamente de mí. Yo hago el casting. Si quedo o no quedo en el trabajo, no depende completamente de mí. Hay muchos factores alrededor. Y entender y aceptar eso también me dio mucha paz. Porque antes me daba mucho palo cuando no ganaba la de David Fincher. Y me daba durísimo y me pasaba una semana medio deprimido, como que hice mal y me daba mucho pal y me pasaba una semana medio deprimido, como que hice mal. Y me daba mucho palo. Ya no me pasa. Y te lo digo con pleno conocimiento de causa. Yo hago mi casting y si me lo gano, me lo gano. Y si no me lo gano, pues yo hice lo mejor que pude. Es lo único que puedo hacer. Literal. Hasta ahí he llegado un par de veces también. Hice lo que pude. Hice lo que pude, es lo único que puedo hacer. Literal, hasta ahí he llegado un par de veces también. Hice lo que pude. Hice lo que pude. No tengo dudas, que la duda es una cosa... Depende de muchos factores. Yo he perdido trabajos por no ser de determinada nacionalidad, y lo sé porque me lo ha dicho el director de casting. Eras tú, pero la demográfica del productor le conviene más que sea de ese otro lado. Sí, se metió un poco. Es un poco la naturaleza de lo que hacemos. Exactamente, es un poco eso. El arte y el negocio aquí son muy... El gasto no es un lienzo y una pintura, es una infraestructura que entra a un lado del negocio que los artistas muchas veces no son sensibles a ese lado no hay una hay un gran aprendizaje filosófico es el verdadero dejar ir el verdadero soltar es ese terminar un casting mandarlo terminar un casting, mandarlo y olvidarte yo me olvido puedo decirte con conocimiento y causa que puede ser la película más grande con el actor que más admiro o actriz con la que más quiero trabajar lo mando y yo no vuelvo a preguntar por eso me voy a montar en bicicleta que me parece más chévere delicioso bueno vamos aquí entonces ya llegando casi al hoy sabemos de la crisis que tuviste y pues esa es en parte la razón que estamos aquí creo que lo has hablado mucho, como te has sentido haciendo el podcast, llegando después de Los Ángeles, bueno echemos un poquito para atrás, un medio paso para atrás. ¿Cómo llegas de Los Ángeles a Colombia y cómo aterrizamos aquí? Llegamos por una película. Era como el final del año, era el final del 2022. La película supuestamente era para abril del 2023. la película supuestamente era para abril del 2023, entonces yo le digo a Moni, perfecto, abril, mayo, junio, los últimos tres meses nos vamos para allá, los chinos van al colegio, esos últimos tres meses, perfecto, después nos devolvemos, era el plan. ¿Qué pasó? El colegio en el que estaba en ese momento, que era el colegio al que hubieran entrado acá, yo estaba un poquito descontento con el colegio allá, con el sistema educativo. Me parecía que estaba muy pasado de moda literalmente, una educación supremamente clásica y una falta de resolución de conflictos justo en el momento en el que Joaquín, mi hijo mayor, ya estaba como creciendo, que yo decía, esto no tiene ningún sentido. Entonces a principio de año tuvimos un inconveniente con el colegio, donde un chico le golpeó a Joaquín, sin ninguna consecuencia, pero yo esperando, ok, esta va a ser la vida ahora, los problemas son distintos, y tal vez esperando el colegio una resolución de conflicto, la actitud de ellos fue como, no, no, eso no, aquí no tenemos que hacer nada de eso porque somos un colegio privado. Ok. Y entonces, como que llega el tema de la película, está como esa posibilidad y desde diciembre le dije a Moni, yo no quisiera que cuando vamosamos a Bogotá ellos entrenaran ese colegio. Porque aunque es el tránsito natural, a mí no me gusta lo que está pasando en el colegio. Empezamos a averiguar otros colegios, entre ellos el colegio en el que yo había estudiado de niño, en Bogotá. Y me dicen, si ellos pasan las pruebas, nos parecería chévere tenerlos, porque tú como exalumno, pues digamos que hay unos cupos para exalumnos, entonces es chévere, pero no pueden venir en abril. Tienen que llegar máximo en febrero, porque si no, no te los puedo recibir. Entonces estaba la película, la película no estaba completamente financiada, pero entonces dijimos con Moni, pues la idea es que entren a este colegio, pasaron las pruebas, vámonos, vámonos que seguro sale. Obviamente no salió. Entonces llegamos, entra al colegio, yo me empiezo a preparar para mi película, la película no sale. Dijimos dijimos bueno listo nada no pasa nada nos pasamos unos meses en colombia y vamos a la familia rico en junio nos volvemos otra vez a los ángeles en junio me sale una película de la nada me llaman para una película con frank grillo y andy garcía que se llama long on heroes que fue divertidísima y fue una gran experiencia entonces bueno ya tenía que filmar después de ahí carla hul me castea para una serie en república dominicana para hotel cocaine para ir con m&m y mientras estoy haciendo hotel cocaine arranca la huelga de actores y ahí le dígame hablamos y ya hicimos pandemia Ángeles, no me siento emocionalmente preparado para ir a hacer huelga también a Los Ángeles. Los chinos ya tienen cupo en el colegio, sigamos unos meses más mientras se resuelve esto. Llegamos acá otra vez, al estar en Colombia tengo un poco más de campo de acción, entonces hago como un capítulo en el vuelo 601 y después viene como esa gran pregunta de ¿qué estoy haciendo? Vuelve como a atacarme, ¿qué es lo que pasa? Yo arranco como con mi crisis y mi terapia y todo, pero claro, de repente me encuentro en esa situación en la que me siento otra vez con muy poco poder de decisión. Nos vamos de Los Ángeles que es nuestra casa, llegamos a Colombia por decisión y todo va bien y de repente arranca la huelga otra vez. Entonces siento que, ¿sabes? Como que saqué a mi familia del hogar, ahora hay huelga y me empieza otra vez esa sensación de yo que estoy haciendo y ahí Moni me dice ¿por qué no te vas a Bhutan? vete a hacer tu viaje espiritual compadre llevas hablando de esto 25 años vete antes de irme me hablo contigo te digo que tengo ganas de hacer algo con salud mental. Yo hago un paréntesis, no voy a interrumpirte, pero desde mi óptica y mi experiencia contigo, tú estabas buscando en todo caso más propósito en todo lo que estabas haciendo. Así empezó la conversación, no sé si te acuerdas. Yo llegué a tu casa y estábamos hablando de decir lo que me salte algo importante y es que cuando empieza cuando propone visualmente a la parte laboral es que cuando yo empiezo a navegar esta crisis cuando tiene terapia cuando empiezo a este proceso que llamo el romper el status quo con los hombres y empiezo a dejar de tener conversaciones y a literal con todos los hombres con los que hablaba a decirles lo que yo estaba experimentando, todos me decían que estaban pasando por algo muy similar, o que su papá se había suicidado, o que su mejor amigo se había quitado la vida, o que su mamá había muerto con depresión, eso es lo que me hace a mí empezar a pensar que algo está pasando realmente, esto hace dos, tres años antes, lo que me hace a mí empezar a pensar que algo está pasando realmente, esto hace dos, tres años antes. Y Moni es la primera en decirme, ¿por qué no haces un podcast para hablar de eso? Y yo le digo, olvídate, yo soy un artista, yo soy actor, es un podcast, todo el mundo hace eso, es un podcast. Todo el mundo y nadie, era un momento donde no... Pero ya me empieza a quedar si el tema de esto hay que hablarlo y nuestra conversación fue un poco por eso es como que hacemos que tenga propósito si estamos hablando de precisamente eso y tú decías mucho quiero hacer para un papel diferente ya estoy en mucho un poco de lo mismo y siento que estoy muy metido en guerras, o soy malo, o estoy como en este tipo de papeles y me gustaría entrar a dar un poco más. Creo que cuando hablamos nosotros, tú ya habías pasado bastante la página, digamos ya no estabas en crisis total, ya estabas en otro lugar, estabas buscando manejarlo, ya estabas en otro lugar, cómo empezar a compartirlo. Ya de cierta manera lo que se sentía era que querías abrirte y buscar. Que quien te, como te veías muy nervioso, te soy sincero, te veías muy nervioso, claro, pues muy inseguro de entrar en eso. Porque evidentemente estabas lidiando con una inseguridad interna y había sido muy vulnerable y pues al final tú y yo siempre nos hemos tenido muchísimo cariño pero tú y yo nunca nos habíamos sentado a mucho más que hablar y de repente soñar aquí, más que todo de trabajo, soñamos aquí, soñamos allá, hemos compartido set que pues eso de cierta manera lo acerca a uno mucho a las personas cuando es un buen set eso es eso es horas largas es intenso estábamos en es más cuando empezamos y nos conocimos estamos en ese set que era con toda esa set era con todo entonces pues creo que de cierta manera ya estábamos medio purgada la amistad ya venía medio purgada entonces te veías un poco como si inseguro de decir será porque también se te veía como espere dónde empieza mi ego donde acaba donde está la huelga si no no había mucho que hacer es más eso fue lo que me trajo a mí claro a bogotá si tú no podías conseguir trabajo en Los Ángeles en ese momento, yo menos entonces yo no, pues me devuelvo para Bogotá pues yo también estaba en Los Ángeles en ese momento y así terminamos hablando acá y se te veía así y justo ese día, claro Moni salió al final, porque ella llegó, fue al final como suele hacer aparece, recuerda siempre como que como si aparece y se abre el telón un segundo, y nos dijo, pero el podcast, no sé qué, y es tu amigo con el que, y ella fue la que incluso nos empujó un poco en ese momento. Y nada, hicimos lo que sabemos hacer, pusimos una luz, prendimos unos celulares en ese momento pusimos los antes porque antes de eso yo me voy a bután y en bután una caminata de seis horas para llegar a un templo en la meditación del templo es a donde me llega el mensaje vas a volver a colombia y vas a hacer un podcast. Ok. Esto es nuevo para mí. Yo nunca había... Ahí fue la realización de que era a través de un podcast. Por eso es cuando yo llego, decidimos hacer el podcast. Sí, ya, vámonos. Que era tres celulares, unos invitados que no tenían ni idea de qué hacer. Si te acuerdas, los primeros episodios, yo hablo inclusive de cómo se llamaba, que era la oportunidad de la mediana edad. Sí. Hay cuatro episodios en donde todavía no hay realmente un título. No sabemos qué es. No sabemos qué es. Y entonces, ya cuatro episodios y ¿yo qué te digo? No, de esto no. De esto no va. De esto no. Y yo... Bueno, no, y a todas esas, yo solo como por, yo venía desde un lugar también muy parecido, buscando que se me alineara un poco la vida, algo con propósito, algo de verdad saliendo de una cueva de meditación de cinco años, sin exagerar, y se alinea con esto propósito. Y yo, de una, vamos. Tú vez que sí porque yo estaba buscando era algo con propósito y tú dices a esto yo tengo algo que pienso que puede tener propósito y así eso de pronto tiene propósito prendan las cámaras y hágale y eso yo nunca te lo he dicho claro para mí cuando cuando llegó esa llamada yo era como no pues yo estaba seguro que esto que yo podía vivir una vida con propósito propositiva y volverla productiva para mí en mi carrera volver a empezar mi carrera porque yo me había alejado de todo esto mucho tiempo y como vuel cómo vuelvo a arrancar? Y me llamas y me dices, ni de vaina. Ni cagando voy a hacer eso. Yo oía el sonido y me parecía horrible. Yo decía, nosotros venimos del audiovisual. No, claro, nosotros, claro, porque vinimos además de... Yo no te sabría hacer... Me le quito el sombrero a la gente que hace películas con teléfonos porque nosotros venimos de otra escuela nosotros la cámara el sonidista todo aparte lo manejamos después todo cada consultivo línea de dientro hay que hacerlo eso es lo que nosotros sabemos hacer claro le dictará más que le meta o sea si el criterio el criterio, exactamente Yo estudié cuatro capítulos y yo dije No, agarramos Esa vaina con el celular, nosotros manual No Y me llega eso y yo también No puede ser Y yo no, me va a tocar volver a ver qué hago Yo, bueno, ahí tenía como Donde caer también un poco Con las cosas de mi casa Trabajando con mi hermano Y yo, de mi casa, trabajando con mi hermano. Y yo, bueno, miremos, mi hermano financiero, ¿no? Claro. Venimos de... yo soy director por escuela y productor por carrera, y pues productor y director. Y no, no pude hacer mi arte, yo venía con todo a propósito, todo. No, qué dolor. Bueno, ahí pasó un tiempo y llegamos y llegamos acá y Moni me dice un día, no, Moni ah bueno, Mónica no rescató el tema de una parte, de uno de los episodios de Juan Carrincones y Moni me dice sabes que compadre sea lo que sea te guste o no te guste tus invitados dijeron cosas importantes ¿Sabes qué, compadre? Sea lo que sea, te guste o no te guste, tus invitados dijeron cosas importantes. No tú, tus invitados. Entonces, sácalos en tu canal de YouTube. Sácalos, no pasa nada. Yo ya, se había pagado además, como para, entonces me dijo ella, y pues ya termínalos, o. Yo ya se había pagado además, entonces me dijo ella, y pues ya termínalos, o sea, ya se pagó esa plata, ya pagaron eso, o sea, como que termínalo. Ya estaba, ya estaba terminado. Entonces la primera vez que dije a ti es como, ¿sabes qué? Terminemos lo que está pago. Y ya, y lo dejamos así. Y después tú le diste forma. No, ahí ya pues dije, bueno, es válido. Cuando ya te dije yo termino tú dijiste pero dame chance y lo vamos a dejar esto bien y vamos a hablar bien y trajiste a cami triste allá y también entró por allá una ñapa una una maría cam, todavía no la vamos a poner enfrente de la cámara. Todavía no. Se nos está quedando dormida, no la hemos alimentado. Pero ahí cuando ya lo sentamos realmente y visualmente, yo me sentí cómodo, ya me cambió completamente la película. Y a pesar de que yo no soy mucho de ver las cosas que yo hago, sí empecé a reconocer en esos pequeños clips que empezaron a sacar que se decían cosas importantes, que podían ayudar a las personas. Lo encontramos, sí. Lo encontramos, pero es por eso. Porque realmente más allá de la imagen o no, lo que sí empecé a reconocer es que teníamos algo que podía ayudar a la gente. Así fuera una sola persona, pero en esas conversaciones había pedazos de información que yo sí sabía o sentía que pueden hacer que la gente no se sintiera tan sola. Y ahí vamos con eso mismo y es una de las razones que empezamos a tener esta conversación hoy, era preciso eso, cómo te has sentido con esto y yo creo que tanto para mí como para realmente, esto ha sido muy conmovedvedor porque más allá de que de la parte personal de que siento que estoy yo personalmente haciendo algo con propósito y lo encuentro y lo hago con gente que quiero muchísimo estamos tocando unas fibras y yo te lo he dicho varias veces y yo llego de un día difícil y lo único que hago es leer los mensajes y me acuesto a dormir llorando feliz, porque es una emoción muy profunda de ver mensajes conmovedores de gente que realmente ya no está sola y eso de sentirse solo en momentos es lo que a mí más me ha... Los momentos difíciles para mí han sido de sentirme solo. Esos momentos. Y ya es algo como... No sabría cómo frenar esto porque es... Ya hay mucha gente acompañada en la solededad y se ha vuelto algo muy bonito por esa razón para mí no más allá de lo que de lo que se ve hacia afuera para nosotros aquí internamente ha sido muy fuerte y ha cambiado incluso voy a echar al agua aquí a mi compadre editor y camarógrafo, que al principio decía, no, los hombres no lloran, Daniel, esto no va a servir. Esto no va a servir, ¿qué está haciendo? Esto no puede ser la manera que volvemos, ¿qué pasó? Y hoy creo que un día se va a sentar acá y es el más agradecido con lo que estamos haciendo. Sí, man. Yo me quedo con muchas cosas de cada conversación que pasa acá. Es muy conmovedor en general todo. Y cuando vemos a la gente pararse en la silla, algo que resalto mucho y quiero que tú le digas a la gente, y es que para ti, ¿qué significa esto? ¿Cómo te has sentido y qué está pasando aquí para ti? Pues mira, lo primero, primero, es que yo nunca había hecho nada realmente con propósito. Más allá de, claro, una familia o sacar adelante una una familia que es un gran propósito pero realmente esta es la primera vez que yo hago algo con propósito que nace de mí he participado con fundaciones siempre nos ha importado digamos el medio ambiente la gente de los derechos humanos siempre se ha importado en la casa, es la casa en la que estamos. Pero esta es la primera vez que algo con propósito nace completamente desde acá, desde esta silla. Tal vez de lo que más me gusta de este proyecto es que lo hacemos porque queremos, lo hacemos porque queremos, porque se nos da la gana, porque no le vemos nada a nadie, porque salió de literalmente una búsqueda muy honesta, sin esperar nada. Y la verdad es que a pesar de que me he entrenado con los años a no esperar resultados de las producciones audiovisuales en las que participo, claramente uno quiere que le vaya bien. Porque uno sabe que hay mucho en juego en una película, una serie. Qué delicia poder ser parte de algo en lo que realmente, si lo veía una persona o diez o mil, era exactamente igual para nosotros porque lo íbamos a hacer. Eso para mí ha sido muy gratificante y me da mucha paz, porque trasciende realmente el hacer por hacer o hacer para, sobre todo. Es que este proyecto me lleva al siguiente escalón. Yo he tenido que ser muy estratégico igual porque esa cantidad de nos que yo he dicho, que me han llevado determinados is, ha requerido de una energía mental y de un aplomo y de una búsqueda de zen muy importante. Esto, cuando alcanzamos los primeros mil seguidores en Instagram, yo decía como ¿qué? ¿Se acuerdan las primeras conversaciones que yo decía? ¿Quién va a querer ver a los tipos chillando? O sea, o a mí por lo menos. Pues todos, todos decíamos la verdad. Entonces cuando algo nace realmente, pero de verdad, desde un lugar de, nosotros no estamos compitiendo contra nadie, cuando nos llegan esos reportes de estar en los primeros lugares de Spotify, cada vez es emocionante si sea el número uno o el número diez. Nosotros entendemos que lo importante es que se esté hablando del tema, que estamos creando comunidad, que hay algo mucho más allá de que sea yo o de que un día esté Parra o tú, o quien sea que esté ahí. Estamos abriendo y normalizando una conversación. Eso es muy conmovedor. La palabra gratificante nunca está en mi vocabulario para eso. Esto es conmovedor. Esto es relevante. Sentir que cuando lees, dicen personas que están yendo a terapia por primera vez en su vida, o que el podcast les salvó la vida, porque tenían pensamientos justo esa semana, o que el episodio o esa información les llegó en el momento que era. O que mi marido por primera vez en su vida está yendo a terapia y me ha que mandar el mensaje. Yo sé por qué ese es de los que más me conmueven. Una mujer que me dice, llevo tres años tratando de que mi marido vaya a terapia. Y ese es el screenshot de acabo de buquear mi primera terapia. de buquear mi primera terapia. O sea, eso es muy emocionante, es muy emotivo y te hace realmente agradecer el propósito. Estamos en un mundo donde la soledad es muy brusca. Es muy brusca y las redes sociales están haciendo que el mundo sea todavía más solo. Sí, es así definitivamente. Entonces estamos en un momento en el que estamos validando que dos seres humanos se sienten sin un teléfono, sin un libro, sin un computador. Hablar. Porque no es desde un profesional. Que también me comunico mucho cuando me escriben profesionales y me, yo soy psicólogo y no puedo sino agradecerles que pongan esa conversación porque me están facilitando mi trabajo. Porque lo que antes me demoraba seis meses en abrir, ahora con un episodio se abre. Porque lo normalizó. Lo están normalizando. Lo están normalizando. Entonces, como me siento suavemente conmovido, y lo digo mucho, desde que empezó esto, he ido a terapia una sola vez. En un año he ido una sola vez a terapia. Y la terapia fue para, de alguna forma, autoconvencerme o encontrar motivos para seguir adelante. Porque en algún momento quise dejar de hacerlo. Me sentí un poquito... ¿Cómo es la palabra? ¿Cómo sería? Overwhelmed. Abrumado. Me sentí un poquito... ¿Cómo es la palabra? ¿Cómo sería? Overwhelmed. Me sentí un poco abrumado por la respuesta. Tuve un año muy intenso laboralmente. Yo estoy acostumbrado a terminar mi trabajo y poder quitarme el personaje de la cabeza, limpiarme emocionalmente. Pero el año pasado, que hicimos 30 episodios, los hice mientras interpreté a seis personajes diferentes en cuatro países. Eso es algo que yo nunca había hecho. O sea, filmar todo lo que filmé, más hacer los episodios. Pero sobre todo lo más duro fue terminar el último trabajo de esos que fue en España, llegar a Colombia otra vez y tener que enfrentar el éxito del programa. Me dio durísimo. Sí, me acuerdo. Me dio durísimo porque yo estaba acostumbrado a terminar un proyecto y ahora llegué y claro, lo puse todo en pausa, todo el mundo sabía, no, déjame te contesto cuando llegue, pero claro, llegué y a la semana de llegar tuve que enfrentarme con todo esto. Y eso para mí fue duro, porque de sentir que ya había cumplido con el objetivo, que era normalizar la conversación, de repente los mensajes eran, por favor no pa pares por favor no dejes de hacerlo para mi hijo está siendo importantísimo estamos hablando con mi esposo de cosas que nunca hemos hablado por favor no dejes de hacerlo y me empecé a sentir obligado y como yo soy el salmón que va contra la corriente y como yo siempre digo que lo único que tengo que hacer es morirme de repente me encontré con que tenía que seguir haciendo algo y fui a terapia para poder balancear ese sentimiento y no sentirme tan abrumado y abrazar más bien y agradecer lo que estaba pasando con nuestro proyecto. Gracias por volver. No estuvo fácil, pero aquí estamos. Aquí estamos. Y ya paramos de grabar un tiempo ahorita por cosas orgánicas, no fue porque quisiéramos, sino por vacaciones, normal. Y a la de vuelta creo que llegamos y al final de ese día todos nos miramos como que rico estar aquí otra vez si tuvimos como tres de una seguidas y salimos muy contentos otra vez yo creo que yo creo que así son todos mis días sabes como que todo me dice como así que grabas tres en un día cuatro un día de exterminar el drenado agotado para nada lo que pasa que es lindo terminó terminamos todos creo que muy contentos siempre hemos tenido un solo día que quizás fue un poquito que hicimos cuatro que fue como ahí encontramos nuestro switch para ahí es que se ha que encontramos pero punto punto óptimo para nosotros tal entre pero sentir lo que sienten nuestros invitados cuando se levantan de esa silla y ver las caras y a veces miran y dicen no sé qué pasó qué pasó si me pasan dos cosas una no sé que no sé qué voy a decir y se se despachan. Sí, sí. Y la otra, de repente, es como... ¿Me acuerdas lo que dije? ¿Qué pasó? ¿Qué acaba de pasar? Me encantó. El Efraín fue fantástico. ¿Te acuerdas que Efraín dice? No, yo le digo, Efraín, si tú después quieres borrar algo, no, ta, ta, ta. Y Efraín dice, no, hermano, aquí lo que tú quieras. No sé qué. Yo estoy un libro abierto, tal. Y efectivamente, hablo de una cantidad de cosas. Nunca pidió quitar nada. Pero él después me escri escribe y me dice lo tuve que ver porque estaba nervioso porque no me acordaba de todo lo que había dicho no y si pasa pasa que a veces dicen no nos ha tocado quitar nada porque la gente se abre mucho, una o dos veces y pues siempre aquí prima es el alma que está sentada y estamos cuidando eso. Y lo que me está empezando a pasar, o me ha empezado a pasar, es que ya cualquier hombre que veo en la calle, lo primero que pregunto es, ¿qué estará pasando en esa vida? ¿Me he tranquilizado en el tráfico? ¿Me he tranquilizado, me entiendes? Yo soy una persona impulsiva y de todas formas tengo un pronto. Eso te digo que ha casi que desaparecido, ¿sabes? Porque lo único que pienso en el que me cierre del carro es ¿qué le estará pasando a esa persona? ¿Cómo se habrá levantado? ¿Podrá pagar el alquiler? ¿Qué es a lo que lo tiene angustiado? Qué bonito. Se ha vuelto un gran ejercicio de empatía y compasión, pero empezando por mí. Y me está cambiando la forma de relacionarme con mi propio entorno. Eres otro ser humano. Sí. Bueno, de verdad, eres otro ser humano. Pues en nombre de absolutamente toda nuestra audiencia, gracias. A ti. Hola, soy Juan Pablo Raba y junto a mi amigo y productor Dani Posada te damos la bienvenida a Los Hombres Si Lloran. Este es un espacio seguro dedicado a explorar un tema crucial y a menudo pasado por alto, la salud mental, mientras rompemos con los estigmas y estereotipos que la rodean. Acompáñame en este viaje personal donde me hago muchas preguntas y hablo del impacto que ha tenido en mi bienestar emocional esta búsqueda. Te traeremos amigos extraordinarios para tener conversaciones sinceras y hablaremos con expertos que nos ofrecerán consejos para profundizar en las complejidades de la salud mental y la importancia de levantar la mano y pedir ayuda. Este, nuestro espacio, tu espacio, es seguro y se llama Los Hombres Sí Lloran, donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza.