¿Hasta dónde llegará el cohete de Vicky Dávila?

¿Hasta dónde llegará el cohete de Vicky Dávila?

20 de nov de 2024

Este episodio de A Fondo, presentado por María Jimena Duzán, analiza la reciente noticia de Vicky Dávila, directora de la revista Semana, quien anunció su candidatura presidencial. A lo largo del episodio se detalla cómo se gestó esta candidatura, las estrategias utilizadas y las implicaciones políticas de su transición de periodista a política.

Capítulos

El anuncio de la candidatura de Vicky Dávila

Vicky Dávila anuncia desde la revista Semana su candidatura a la presidencia de Colombia. En su declaración pide ser vista como candidata y no como periodista, dirigiéndose así a sus lectores y colombianos en general.

La gestación de la campaña

La campaña de Dávila se prepara con encuestas internas filtradas que la posicionan favorablemente. Se usa la revista como plataforma para esta transición, planteando una percepción de inevitabilidad respecto a su candidatura.

Reacciones en el espectro político

La candidatura de Dávila genera reacciones mixtas en la derecha política, especialmente en el uribismo, donde inicialmente hubo resistencia pero luego se adaptaron a su presencia como candidata viable.

El papel de Gabriel Gilinski y las estrategias empleadas

El dueño de Semana, Gabriel Gilinski, es uno de los impulsores detrás de Dávila. Se discuten las maniobras dentro de la revista y las tensiones que surgieron debido a los costos y expectativas financieras.

El futuro de la candidatura y su impacto

La viabilidad a largo plazo de la candidatura de Dávila se pone en duda. A pesar de las estrategias usadas, el poder de su nueva imagen política es debatible en el contexto de la campaña electoral.

Conclusión

El episodio concluye que, aunque la candidatura de Vicky Dávila ha surgido de una construcción mediática particular, es necesario observar cómo se desarrollará su campaña real en las elecciones, siendo ella una opción inusual dentro de la política colombiana.

Menciones

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               Este episodio es traído a ti por Netflix. Desde el co-director de Shrek y la historia de la historia de la toalla, viene Spellbound, una aventura de animación mágica nueva que se estrella con Rachel Zegler, John Lithgow, Jennifer Lewis, Nathan Lane y Titus Burgess con Javier Bardem y Nicole Kidman. Cuando un poderoso espejo convierte a sus padres en monstruos, la princesa Elion debe viajar al mundo malo para reversar la cursa antes de que sea tarde. Vea Spellbound solo en Netflix el 22 de noviembre. Después de haberlo negado durante un año, la directora de Semana se quitó la careta de periodista y anunció desde la revista que dirigía que será candidata presidencial. La portada de la revista fue Vicky y salió con todo su esplendor, desde su propio púlpito, con una carta a los colombianos que escribió ella, en la que Dávila se despide de sus lectores y de sus electores, diría yo, y les pide a ellos y a todos los colombianos que ya no la vean como periodista, sino como candidata. No me creo una heroína, no lo soy, pero sí soy una ciudadana y una periodista que cumplió con su deber y con los colombianos. He trabajado solo por encontrar la verdad y poner en evidencia a los corruptos y a los poderosos. Debo ser honesta y reconocer que Petro no sería presidente si gran parte de los políticos de siempre no hubieran defraudado a los colombianos. Esa debacle política y tantas necesidades de la gente sin resolver durante décadas, a pesar de grandes esfuerzos, le dieron la oportunidad a la peor izquierda de colarse por las ranuras de la democracia, con la careta del cambio. Aunque el despliegue que hizo la revista de su propia directora y de su transición de periodista a política fue una noticia que movió muchas fichas, sobre todo en la derecha, para nadie realmente resultó sorpresivo este anuncio, porque ya estaba cantada. Ella misma, con la careta de periodista puesta, pues la venía incubando hace más de un año, desde el seno de la revista, un medio que fue convirtiendo en su púlpito y en su megáfono. En medio de la realidad de la pobreza en el país, es el momento de simplificar el sistema tributario. Definitivamente hay que incentivar la inversión, el emprendimiento y el buen empleo. ¿Qué tal un 10-10-10? Les explico. 10% de IVA, 10% de impuesto de renta para las empresas, 10% de impuesto para las empresas. Su candidatura se fue gestando como se hace la política en tiempos de Trump 2.0, a punta de mentiras que a fuerza de repetirse una y otra vez, pues se vuelven verdades. Para crear esa realidad política, el dueño de Semana, Gabriel Gilinski, mandó a hacer una serie de encuestas que filtraba, pero que no publicaba. En esas mediciones de intención de voto que incluían a Vicky, por supuesto que con su beneplácito, su nombre empezó a figurar, su beneplácito, su nombre empezó a figurar. Y en los primeros lugares. A comienzos de este año, en una de esas mediciones, Vicky Dávila salió ganándole en segunda vuelta a la exalcaldesa Claudia López. La directora de semana apareció con una intención de voto del 15% y Claudia con el 12%. Aunque era evidente que estas encuestas realizadas dos años antes de las elecciones, pues no podían reflejar lo que va a pasar en el 2026, quirúrgicamente fueron filtradas a los medios. pito de crear la percepción de que Vicky Dávila era la única candidata que podía lograr que la derecha volviera al poder. Así se echó a andar esta máquina y Vicky pasó en un abrir y cerrar de ojos de directora de semana a ser una opción viable para la presidencia. Esto fue diciendo y haciendo. ¡Ni Espini González! El 25 de febrero publicamos en cambio esta historia y revelamos cómo la directora de Semana preparaba su salida al ruedo, acaballada en estas encuestas, que estaban hechas para crearle una candidatura que no existía. Muy campante, Vicky negó todo, sin sonrojarse, mientras iniciaba sus giras por el país y aparecía como invitada especial en todos los foros empresariales y señalaba de mentirosos y de prepagos a los periodistas que la delatábamos. Vicky caminaba como candidata, hablaba como candidata, pero insistía en que era una periodista transparente, que hacía su oficio pensando en Colombia, cuando en realidad lo que estaba haciendo era cocinando su candidatura. Desde su púrpito utilizaba su poder que le daba el periodismo para insultar en su Twitter y en su revista a todo el que se atreviera a decirle lo contrario. En su libro sobre las encuestas, César Caballero dice que los sondeos pueden ser utilizados con el propósito de testificar realidades o de crearlas. Evidentemente, la candidatura de Vicky fue producto de lo segundo y surgió de un artificio. A dos años de las presidenciales, los colombianos, pues no estamos en modo elecciones y según las encuestas solo cerca del 20% de los posibles votantes están enganchados. No obstante, Vicky se las ha ingeniado para seguir sumando adeptos dentro de una derecha que quiere volver al poder, pero que no tiene candidatos. volver al poder, pero que no tiene candidatos. En el Centro Democrático, Miguel Uribe no marca, a pesar de que es el gran consentido del expresidente Álvaro Uribe. Tiene incluso uno de los asesores electorales más costosos del continente, pero nada que le sirve. Presidente, yo quisiera saber si es verdad lo que dicen en todo el país que usted se levanta después de las 9 de la mañana ¿Por qué lo que? Porque un país que trabaja así no merece tener un presidente que no lo hace Afortunadamente aquí estamos, los que queremos trabajar y madrugar por este país y vamos a volver a trabajar, trabajar y trabajar. Tampoco les va bien a figuras más meritorias como la senadora Paloma Valencia. Y ni siquiera a María Fernanda Cabal, quien tiene montada una estrategia digital de grandes proporciones, les sonríen los sondeos. Le sonríen los sondeos. Ante esta escasez de candidatos, Vicky es una muy buena carta. Y Uribe, que siempre la ha tenido muy cerca de su corazón, pues quiere verla jugar en su cancha. Al comienzo, la candidatura de Vicky fue mal recibida en el uribismo. La veían como una competencia desleal por cuenta de que tenía megáfono y ellos no. Sin embargo, hoy le levantó bandera blanca. Me parece muy bueno. Bienvenida a Vicky Day. Sus denuncias han sido muy importantes y yo creo que es bueno para la democracia que haya muchas mujeres, que yo creo que esta va a ser una contienda de mujeres. Muchas mujeres, que yo creo que esta va a ser una contienda de mujeres. La verdad es que ninguno de los demás candidatos está contento con la llegada de Vicky, porque se les coló en la fila, pero ellos saben que les toca callarse y bajar la serviz para no contrariar al jefe. Y por eso, su sonrisa es una farsa. Además de Uribe, Vicky tiene otro poderoso aliado, el empresario Gabriel Klininski, dueño de Revista Semana. Si en los últimos cuatro años ese medio se puso al servicio de los intereses de Vicky, pues no se puede esperar que ahora que es candidata las cosas vayan a ser muy diferentes. Se han tejido toda suerte de teorías sobre las razones que impulsaron la salida de Vicky de la revista Semana, o por lo menos que apresuraron su salida, la cual estaba pactada para comienzos del año entrante, según las fuentes recabadas por a fondo. Unos creen que la decisión que precipitó la salida de Vicky antes de lo acordado fue producto de una estrategia calculadísima, milimétricamente, entre su jefe Gilinski y la ahora candidata. Otros, que su salida se precipitó por peleas que venían agriando su relación. La realidad es que a pesar de que sí se tensó la cuerda entre ellos, las cosas se solucionaron y hoy operan como uno solo. La pelea más complicada que tuvieron ocurrió hace unos meses, cuando Gabriel Gilinski decidió despedir al equipo más cercano de Vicky sin contarle. El empresario tomó esa decisión porque el canal de video de Vicky no tenía los resultados esperados y le estaba costando 1.400 millones de pesos al año. Las pérdidas de semana hoy ascienden a los 10.000 millones de pesos al año. Las pérdidas de semana hoy ascienden a los 10 mil millones de pesos y Gilinski pretende, como buen millonario, llevarlas a cero. Con la salida de Vicky, él se va a ahorrar 2 mil millones de pesos anuales, que era lo que le estaba costando el sueldo de la diva. Vicky se molestó con esta decisión, pero cuando muchos vaticinaban que iba a renunciar, ese asunto no pasó a mayores y Vicky se quedó. Su salida de la revista la tenían prevista para marzo o abril, porque sus estrategas creían que mientras más se quedara en la dirección de semana, más iba a crecer en las encuestas, pero fíjense, no sucedió así. En los últimos sondeos, Vicky se estancó y no pasaba del 14% en intención de voto. Mientras ella seguía negando que iba a ser candidata y despotricaba de quienes le habíamos quitado la careta, en la trastienda ella organizaba su candidatura. Simplemente quiero dejarles sembrado en su corazón un mensaje, y es, yo estoy aquí como periodista. Cuando ganó Trump, aprovechó la ola que desató su triunfo y anticipó su salida. Vicky le debe a Gabriel Gilinski su candidatura, pero ella, ojo y óiganme bien, no es títere de nadie. Es una mujer astuta, inteligente y ambiciosa. Y no sería raro que ella de candidata, con todo lo que eso significa, termine de pelea con su antiguo jefe, Gabriel Gilinski. Ella tiene además una cualidad que no tienen los otros candidatos de la derecha. Posee unas redes poderosísimas que están integradas por un temible ejército digital que la sigue de manera fiel. Ese ejército a su servicio ha sido muy eficaz a la hora de desarrollar campañas de desinformación en contra de todos los que se han atrevido a cuestionarla. Y según esa campaña, las periodistas que le quitamos la careta a Vicky, lo hacemos por envidia, porque queremos su puesto. Y los hombres que se atreven a cuestionarla, es que son misógenos. Esta estrategia digital fue la misma que utilizó Jair Bolsonaro en su campaña para llegar al poder en Brasil y que se sofisticó durante su presidencia a través de lo que se conoció como el gabinete del odio. Y el odio y la mentira fueron también el centro de la estrategia de polarización con la que ganó las elecciones este Donald Trump 2.0. Vicky, en ese sentido, se podría decir que es una outsider, que está impulsada por una parte del establecimiento, de derecha. Ella, pues no tiene programa de gobierno, sino un listado de indignaciones. Apela siempre a las emociones más crudas y cree que su mejor defensa son los ataques personales a la yugular. Su discurso es primario. Hay que odiar a Petro, hay que odiar a las élites tradicionales, hay que odiar a todo lo que huele a izquierda y decir que todo el que se le enfrente es un agente fletado por Petro. Un político curtido me aseguró que la candidatura de Vicky se iba a desinflar una vez ella saliera de semana y que su cohete no iba a volar más allá de su jardín Puede que eso pase, puede que Vicky termine siendo un globo fallido y que en las próximas elecciones la segunda vuelta se vaya a dar entre un candidato de centro y otro del petrismo. Sin embargo, no hay que menospreciar el poder de Vicky ni de la derecha que la apoya. Si fueron capaces de montarle una campaña presidencial a partir de una realidad política que no existía, pues cualquier cosa es posible. En su carta de despedida Vicky nos contó todas sus hazañas periodísticas en semana. Lo que no explicó es porque durante cuatro años usó el periodismo, no propiamente para informar, sino para moldear la realidad en función de sus intereses políticos. Esto es A Fondo. Mi nombre producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. ¡Gracias por ver el video!