Habla el sacerdote Hermann Rodríguez, máximo jefe de los jesuitas en Colombia

Habla el sacerdote Hermann Rodríguez, máximo jefe de los jesuitas en Colombia

23 de oct de 2024

En este episodio se aborda la denuncia penal contra el padre Francisco de Rú y otros dos jesuitas por presuntamente encubrir abusos sexuales cometidos por el sacerdote Darío Chavarriaga en los años setenta. Los detalles salieron a la luz durante una sesión en la Universidad Javeriana. El padre Germán Rodríguez, máximo jefe de los jesuitas en Colombia, ofrece su perspectiva sobre el tema.

Capítulos

Denuncia contra el padre Francisco de Rú

Se aborda la denuncia penal contra el padre Francisco de Rú y otros por presuntamente encubrir abusos del sacerdote Darío Chavarriaga a los hermanos Llano en los años setenta. El reporte detalla cómo los jesuitas realizaron una investigación interna que resultó en el retiro de Chavarriaga del cargo, pero sin informar a las autoridades judiciales.

Normativa y acciones de la Compañía de Jesús

Durante la investigación interna, Chavarriaga confesó los abusos y fue sancionado canónicamente. El padre de Rú no notificó a la justicia civil, basándose en que no era un requisito legal en ese momento. La Compañía de Jesús defiende su actuación, afirmando que no hubo intención de encubrimiento.

Comunicación con las víctimas

La Compañía de Jesús ofreció apoyo espiritual y psicológico a las víctimas, aunque el contacto se enfrió con el tiempo. La familia Llano ha manifestado su descontento con el manejo del caso, alegando falta de solidaridad y transparencia por parte de los jesuitas.

Proceso y las enseñanzas del caso

El actual provincial, Germán Rodríguez, asegura que está dispuesto a llevar cualquier caso de abuso a las autoridades civiles. También menciona que ningún jesuita actualmente enfrenta denuncias activas. Rodríguez destaca la importancia de enfrentar estos casos con transparencia y justicia.

Conclusión

El caso de los abusos sexuales en la Compañía de Jesús expone graves fallas en el manejo de denuncias de abusos sexuales por parte de la Iglesia. A pesar de las investigaciones internas, las medidas tomadas no involucraron a la justicia civil, lo que ha generado críticas y demandas de una mayor rendición de cuentas por parte de las autoridades eclesiásticas.

Menciones

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               En la W, el reporte coronel. Daniel, antes de su invitado, Alberto me tiene desesperado. ¿Cuál sería el titular, el titular, solo el titular del segundo reporte coronel de hoy? Bueno, podríamos decir que la JEP ordena compulsar copias contra varios dirigentes políticos, militares y empresarios vinculados a los departamentos de Arauca, Casanare y Cundinamarca por presuntos vínculos con el Clan del Golfo y con grupos paramilitares. Uy. Los nombres en el segundo reporte, coronel. Adelante con el padre invitado. Bueno, Julio, este es el primer reporte coronel de hoy. La denuncia penal contra el padre Francisco de Rú y otros dos jesuitas por presuntamente encubririmas del cura Darío Chavarriaga, cuyo caso fue expuesto por dos hermanos que padecieron sus abusos y ese señalamiento público tuvo lugar en una agitada sesión en la Universidad Javeriana, donde otro jesuita, el padre Luis Felipe Navarrete, invitó a las víctimas a no ventilar el caso públicamente ni ante lo que llamó los pseudo periodistas. El padre quería descalificar el trabajo de los periodistas Miguel Ángel Estupiñán y Juan Pablo Barrientos, quienes rigurosamente han documentado el caso de los hermanos Llano. Luis Fernando Llano y siete de sus hermanas fueron abusados sexualmente en los años setentas por el jesuita Darío Chavarriaga cuando el sacerdote era director de estudios del Colegio Mayor de San Bartolomé. Los niños tenían entre 6 y 14 años cuando sufrieron los abusos. Fernando Llano no habló porque temía perder una beca de estudios que administraba el sacerdote Chavarriaga, quien frecuentaba la casa de su familia y sometía a los ocho hermanos a sus vejámenes. En el 2014, varios miembros de la familia Llano denunciaron el delito ante quien era el jefe máximo de los jesuitas en Colombia, el padre Francisco de Rú, quien se desempeñaba en ese momento como provincial de la orden religiosa. De Rú emprendió una investigación que lo llevó a separar a Chavarriaga del cargo que ocupaba en ese momento era decano del medio universitario de la facultad de odontología de la universidad javeriana, durante esa investigación el pederasta confesó y admitió conductas delictivas de acuerdo con fuentes de la propia compañía de Jesús. Lo que no hizo el padre Ruth, y por lo cual las víctimas lo han denunciado penalmente, fue poner en conocimiento de las autoridades judiciales lo que sabía. Hoy, el máximo jefe de los jesuitas en Colombia es el padre Germán Rodríguez, quien amablemente ha aceptado conversar con nosotros. Padre Rodríguez, buenos días. Buenos días, Daniel, ¿cómo estás? Bien, padre. Quería preguntarle inicialmente, ¿cuál fue la conclusión de la investigación que adelantaron los jesuitas sobre la conducta del padre Darío Chavarriaca? ¿Qué comentaron los jesuitas sobre la conducta del padre Darío Chavarriaga? La conclusión de esa investigación, después de haber escuchado a las víctimas una por una, y haber escuchado también al padre Darío Chavarriaga, fue que efectivamente el padre Chavarriaga había cometido los abusos de los cuales fue acusado. De manera que las medidas que tomó el padre de Ruh correspondían a una sanción por esos comportamientos al padre Darío Chavarriaga. O sea, unas sanciones por ese delito y por ese pecado cometido por el padre Chavarriaga. cometido por el padre Chavarriaga. Ya, entiendo que está tomando las sanciones por esas conductas dentro del procedimiento canónico, padre, pero no se tomó ninguna acción dirigida a llevar al padre Darío Chavarriaga ante la justicia por esas acciones? En ese momento, la normativa que creo que estaba vigente, yo no soy abogado, pero entiendo que esa obligación de llevar a la fiscalía una acusación de este tipo no le correspondía exactamente al padre provincial. Se sugirió a la familia en su momento, si quería también ellos, que ya eran personas mayores, aunque habían sido abusados, siendo menores de edad, habían pasado un poquito más de 30 años, entonces se le invitó a la familia, especialmente a las víctimas, a la víctima principal, familia, especialmente pues a las víctimas, a la víctima principal, hacer la denuncia ante las autoridades judiciales. Entiendo que en ese momento la familia o la persona Luis Fernando consideraron que no era en ese momento conducente, evidentemente pues ellos también podrían haber hecho esa denuncia en ese momento, pero ciertamente la compañía de Jesús y el padre provincial no hizo esa denuncia ante la autoridad competente civil, cosa que en ese momento no le era obligado. Padre, quiero leerle un artículo del Código de Procedimiento Penal. Es el artículo 67, que hasta donde yo entiendo cubre a la autoridad los delitos de cuya comisión tenga conocimiento y que deban investigarse de oficio. ¿Hay algún tipo de excepción para un sacerdote o para el provincial de la compañía de Jesús? No, sí, sí, esa es la normativa y ese es el procedimiento, pues tenemos que reconocer que a lo mejor hubo una falta de diligencia de parte del provincial en ese momento. Y habrá que esperar en este momento que las autoridades y los jueces dictaminen efectivamente si hubo una ausencia de parte de la autoridad de la Compañía Jesús en ese sentido. una ausencia de parte de la autoridad de la Compañía Jesús en ese sentido. Creo que si ese es el, digamos, el mandato de la norma y de la ley, pues eso habría que hacer. Entonces, me parece que en este momento nosotros lo que queremos afirmar es que no hubo de ninguna manera un intento de encubrimiento o de favorecimiento del padre Chavarriaga delante de la justicia. No se denunció ante la justicia civil porque el superior provincial lo que hizo fue un proceso canónico que también tiene efectos civiles aquí en Colombia por el tema del concordato. Pero la afirmación de que el padre de Ruh hubiera querido ocultar o favorecer al padre Chavarria que adelante de la justicia, pues me parece que no tiene fundamento. El padre de Ruh atendió con toda la caridad y con toda la generosidad a las víctimas en su momento, hizo lo que debíactimas en su momento, hizo lo que debía haber hecho en ese momento según las normas vigentes, se rigió estrictamente por las normativas y los consejos de sus asesores en ese momento, y atendió a las víctimas y castigó al victimario. Entonces, me parece que, digamos, si hoy lo denuncian o lo llevan ante la justicia, pues tendremos que responder y ver en qué sentido y de qué manera el padre de Rú hubiera incurrido en un delito. Pero yo personalmente, como superior provincial del padre de Rú, tengo que decir que esa evidentemente no fue ni de ninguna manera una intención de la compañía de Jesús de ocultar información. Sí, señor. Padre, he leído que el derecho canónico es el conjunto de normas que regula la organización de la iglesia. ¿A su juicio, frente a las conductas del sacerdote pederasta, ¿bastaba con el examen canónico? En ese momento yo pienso que el padre de Ruh consideró que era lo que le correspondía a él. Creo que las normas, además también desde la perspectiva canónica, han ido siendo como más estrictas a medida que ha pasado el tiempo en estos últimos tal vez 20 años. Pero digamos que la aplicación de la norma del derecho canónico es un primer paso que el superior religioso de un sacerdote debe hacer, le obliga a hacer, y que como digo, por el concordato que hay entre el gobierno del Estado de Colombia con el Vaticano, pues tiene un valor y tiene una actualidad o presencia en medio de la legislación también de nuestro país. Es decir, no es solamente una legislación que toca a la Iglesia internamente, sino que también tiene consecuencias civiles. Padre, voy a tratar de preguntarlo de otra manera. A su juicio, para usted, provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, ¿la remoción del padre Chavarriaga de su puesto era suficiente castigo frente a los delitos que él mismo confesó en ese proceso? Pues, a ver Daniel, yo creo que no es suficiente, evidentemente. No fue solamente la remoción del cargo, también fue la limitación total del ejercicio de su ministerio. El irse a vivir a una casa donde no podía salir y donde tenía que estar dedicado a otras actividades que no tenían nada que ver con lo pastoral, prohibir el contacto con menores y otra serie de medidas cautelares que el provincial en ese momento tomó y que poco después, al año y medio, dejaron de tener vigencia porque el padre falleció. pues dejaron de tener vigencia porque el padre falleció, falleció en una, digamos, total, digamos, desolación y convicción de que su comportamiento haya sido, pues en una situación, digamos, de conciencia clarísima de su delito y de su pecado. Y creo que eso es parte de lo que debe hacer el superior religioso. Puede ser también, y en ese momento, como digo, la ley le invitaba a las personas adultas, a las personas que ya estaban en edad de defenderse, a denunciar precisamente ese delito. La pregunta que yo me hago es, ¿por qué la familia o las víctimas en ese momento o antes, y después no denunciaron al padre Darío Chavarriaga respecto de ese comportamiento, digamos. Yo entiendo que el reclamo sea por qué el padre de Ruz como provincial no denunció, ¿cierto? Y eso es una pregunta que tiene sentido. La pregunta que yo me hago es, ¿y ellos, cuál fue la limitación para poder ellos denunciar? Porque ellos denuncian, el padre de Rú cuando habló con ellos les dijo, si ustedes quieren hacer una denuncia civil, yo los acompaño como parte civil y hago, digamos, me uno a la denuncia que ustedes hagan civilmente. denuncia que ustedes hagan civilmente. En ese momento, la familia dijo, no vamos, no queremos hacer una denuncia civil. Entonces, el padre de Rú se abstuvo de hacerla, él mismo, puede ser, como tú dices, que le obligara la ley a hacerlo, pero en ese momento, él no lo hizo. Sí, padre, la pregunta que usted plantea tiene toda validez y desde luego eh eh será el momento de de para formularse la a las víctimas y a sus abogados, pero quiero resaltar una cosa, usted dice que el que el padre Chavarriaga fue separado de sus funciones episcopales, que murió en el total ostracismo, y que y que era parte del castigo. Sin embargo, hay algo que le quiero también preguntar. Las denuncias fueron hechas en 2014, y la confesión del padre Chavarriaga fue desde luego previa a su muerte en diciembre de 2015. Sin embargo, el periodista Miguel Ángel Estupiñán encontró que en un libro institucional de los jesuitas publicado en 2021 se refieren a Chavarriaga en estos términos, abro comillas. Sus últimos años de servicio fueron como ministro de la comunidad María Inmaculada y colaborando en la administración de la comunidad San Alonso Rodríguez. Hasta ahí la cita. Padre, ¿cómo se explica este homenaje póstumo de los jesuitas a una persona que incurrió en esas conductas? Pues yo la verdad que no entiendo esas palabras como un homenaje póstumo. Entiendo esas palabras como una información de lo que el padre tuvo como misión en sus últimos días. Ministro de la comunidad María Inmaculada y administrador o coadministrador de la Comunidad San Alonso Rodríguez, es decir, no estaba apartado de su ministerio religioso. Sí, sí, apartado de sus ministerios pastorales, de celebraciones, de misas, de actividades con personas en pastorales, él estaba encargado, para decirlo en términos familiares, de las cosas domésticas de la casa. O sea, el ministro es el que se encarga en nuestras comunidades, el ministro no es el que manda, que es el superior. El ministro es el que ayuda a las cosas internas, a encargarse de las cosas de la cocina, las cosas del bienestar, del mantenimiento de la casa, que se le dañó una cerradura. Bueno, son oficios internos administrativos a los que estuvo reducido el padre Chavarriaca en sus últimos días. De ninguna manera eso es una palabra de homenaje. Lo que no pusieron los editores de ese libro, en el que se menciona la vida de todos los jesuitas que han muerto en los últimos ve años o 20 años, una franja de tiempo, lo que tal vez sí podían haber puesto y omitieron fue que había sido castigado un año y medio antes o dos años antes de su muerte por haber cometido estos delitos y estos abusos de los cuales estamos absolutamente, digamos, adoloridos y tristes y sinceramente muy solidarios con las víctimas. Realmente, no decirlo tal vez sea una falta, pero de ninguna manera es un texto en el cual se quiere hacer un homenaje a una persona que todos tenemos la conciencia de que tuvo un comportamiento absolutamente deplorable. texto en el cual se quiere hacer un homenaje a una persona que todos tenemos la conciencia de que tuvo un comportamiento absolutamente deplorable. Padre, ante la denuncia hecha por los miembros de la familia Llano y la confesión del padre Chavarriaga, ¿qué tipo de acompañamiento le ha dado la compañía de Jesús a estas víctimas? Pues mira, en el momento en el que fue la denuncia, en el año dos mil catorce, el padre Francisco de Rú acogió a cada una de las Pues mira, en el momento en el que fue la denuncia, en el año 2014 el padre Francisco de Rú acogió a cada una de las víctimas tuvieron unas entrevistas con el procurador del proceso que fue el padre Javier Zarralde y se hizo un acompañamiento hasta donde yo entiendo porque el padre de Rú poco tiempo después dejó de ser provincial el provincial que le siguió, el padre Carlos Eduardo Correa, estuvo pendiente, atendió algunas entrevistas con ellos y conversaron y les ofrecieron un acompañamiento lo propio de nosotros, que es un acompañamiento espiritual, un acompañamiento psicológico, una cercanía en el proceso. Después, yo pienso que la familia Llano y particularmente Luis Fernando, pues se fueron como distanciando o lo que fuera y no tuvimos un contacto con ellos mayor. Yo llevo un año y ocho meses de ser el provincial de los jesuitas en Colombia y en este tiempo nunca he entrado en contacto con ellos, pues no me han contactado, yo tampoco los he contactado a ellos, esperando o digamos sin saber yo, yo tener la información de que había habido un caso y que había este proceso, pero yo he estado digamos disponible para atender cualquier tipo de denuncia que llegue a través de nuestro correo institucional, cualquier tipo de reclamo que hagan sobre el comportamiento de algún jesuita y trato de atender a las personas y de acompañarlas y ofrecerles nuestro respaldo. Pero, digamos, yo en este año y medio no he recibido ningún tipo de llamado o de petición o de intento de comunicación conmigo. Entonces, pues, es muy difícil, digamos, ofrecer un acompañamiento cuando no hay una búsqueda tampoco de ese acompañamiento espiritual. Yo realmente, pues, pensaba que las cosas estaban en este momento tranquilas, que había pasado, que habían quedado satisfechos con las medidas que se habían tomado y con la manera como se había llevado la cosa. Veo que no, no pues y entiendo que puede haber reclamos y yo hablé personalmente el viernes pasado con Luis Hernando y con dos de sus hermanas y les dije yo estoy aquí a la orden en este momento evidentemente con una denuncia al padre de Rú sobre su posible encubrimiento pues evidentemente yo no voy a entrar en contacto con ellos porque voy a caer en otro error que es pues intentar, digamos, cambiar el curso de la justicia o lo que haya que hacer en su momento. Entonces, en este momento, pues me veo limitado por esta circunstancia, pero hasta este momento ese había sido el acompañamiento que habíamos hecho. Sí, padre, mientras estamos conversando recibo un mensaje de WhatsApp del denunciante, el señor Luis Fernando Llanos, y él me dice, obviamente lo podremos ampliar después, pero dice que el padre de Ruh nunca los invitó a ir a la fiscalía, que eso es falso, y que todo lo contrario, le rogó no hacer pública la denuncia ante los medios. También dice que él no ha sentido ninguna solidaridad de la Compañía de Jesús. Bueno, padre, quiero hacerle una última pregunta agradeciéndole su deferencia por haber admitido esta entrevista que sé que no es fácil y sé que usted está haciendo esfuerzo respondiendo por unos hechos que además no pasaron mientras usted era provincial, sino antes. Padre, cuéntenos, ¿hay más sacerdotes jesuitas señalados por abusos sexuales en colegios e instituciones educativas manejadas por la Compañía de Jesús? compañía Jesús. Tengo que contestar con mucha cautela Daniel, porque esto, digamos, compromete nombres de personas y no quisiera, pues, adelantar resultados, pero sí quiero decirte que si en algún momento durante el gobierno provincial que yo llevo, por orden de de nuestras autoridades en Roma, tengo la obligación hoy de denunciar y llevar esos nombres ante la fiscalía. Y si el maltrato o el abuso es aún menor, con mayor razón, y las medidas que se tomarán serán las medidas canónicas que nos manda la norma propia de la Iglesia y de la Compañía de Jesús y le corresponderá a la Fiscalía hacer las investigaciones correspondientes para esos casos. Las acusaciones o nombres de jesuitas que han sido acusados es porque en este momento no tengo ninguna acusación activa de los niños, de los adolescentes y las personas vulnerables de nuestras obras. Y que así nos lo pide nuestra propia orden desde Roma y la Iglesia Católica. Y cuando se dé un caso o se dé una denuncia contra un jesuita, yo seré el primero que haré la denuncia ante la Fiscalía. Bueno, pues muchísimas gracias al padre Germán Rodríguez, si señor no no no, muchísimas gracias también por las preguntas y realmente decirte mira con Luis Fernando, con sus hermanas ya pasará el momento esperemos a que el tema judicial pues se resuelva pero desde luego la solidaridad y la cercanía más profunda, mía, personal y de la compañía Jesús con personas que han sufrido gravemente por el comportamiento absurdo de un compañero jesuita. Les pedimos disculpas, les pedimos perdón, les pedimos no comprensión, porque eso es absolutamente imperdonable, si es que Dios no los inspira, pero les pedimos que busquemos juntos cambiar estos procesos tan dolorosos para tantas personas. Sí, padre, el comportamiento, más allá de absurdo, pues es criminal y tiene que ser procesado por las autoridades que investigan y juzgan los delitos. Padre, mil gracias. Este fue el primer reporte, coronel Debo.