
La transición energética está redefiniendo la geopolítica mundial, situando a recursos como el litio y el coltán en el centro de atención. En Colombia, donde el petróleo y el carbón han dominado por décadas, surge el desafío de adaptarse a un futuro más sostenible. Este podcast explora cómo las regiones dependientes de estos recursos, como el Meta y el Putumayo, buscan reinventarse a través de una transición energética justa, diversificando sus economías y enfrentando los retos que ello implica.
Capítulos
La Geopolítica de los Recursos
A lo largo de la historia, la disponibilidad y la demanda de diferentes recursos han moldeado la geopolítica global. Desde el carbón en el Reino Unido durante la revolución industrial, pasando por el petróleo en Oriente Medio, hasta el coltán y el litio en la actualidad, los materiales esenciales han determinado la centralidad geopolítica de varias regiones.
Colombia y la Dependencia de los Hidrocarburos
Colombia, un jugador importante en la industria de los recursos fósiles, enfrenta un desafío significativo ante la transición energética global. Con más del 50% de las exportaciones basadas en petróleo y carbón, regiones como Meta y Putumayo deben reconsiderar su dependencia económica.
Transición Energética Justa en Meta y Putumayo
El Meta y Putumayo están explorando alternativas económicas más allá del petróleo, apoyándose en nuevas cadenas productivas sostenibles que involucren a la comunidad. La transición justa implica no solo cambiar las fuentes de energía, sino también garantizar la inclusión social y económica de todos los pobladores.
Casos de Éxito Local: Putumayo y Meta
Betty y Dubán en Putumayo y Alejandro en Meta representan ejemplos de cómo la comunidad puede liderar el cambio hacia una economía más justa y sostenible. Mientras Betty aboga por acceso a energía accesible, Dubán llama a una inclusión genuina y Alejandro trabaja en transformar al Meta en un referente agrícola apartando la dependencia del petróleo.
Conclusión
La transición energética justa en Colombia es necesaria y urgente, comprometiendo a todos los sectores de la sociedad a participar en un proceso inclusivo y sostenible para superar la dependencia de los combustibles fósiles. Las voces de las comunidades locales demuestran que la transición no es solo una iniciativa top-down, sino un desafío y responsabilidad compartidos.
Menciones
- (Lugar) Colombia
- (Lugar) Meta
- (Lugar) Putumayo
- (Lugar) Groenlandia
- (Lugar) Liverpool
- (Lugar) Manchester
- (Lugar) Oriente Medio
- (Lugar) Bolivia
- (Lugar) Chile
- (Lugar) Argentina
- (Persona) Javier García Esteves
- (Persona) Angie Pardo
- (Org) Universidad de los Andes
- (Org) CIDER
- (Org) Cero70
- (Persona) Donald Trump
- (Org) Ecopetrol
- (Persona) Betty
- (Persona) Dubán Moreno
- (Persona) Alejandro Gutiérrez
- (Concepto) transición energética justa
- (Concepto) coltán
- (Concepto) litio
Durante siglos la geografía ha marcado el destino económico y político del planeta. En el siglo XVIII la revolución industrial puso en el centro del mundo a ciudades como Liverpool o Manchester gracias al carbón que había bajo su suelo. Luego vino el petróleo en el oriente medio que aceitó las economías del siglo XX. Y ahora la producción de celulares y baterías ponen en el centro al coltán en África y el litio en lo que hoy conocemos como el triángulo de litio en Chile, Bolivia y Argentina. Donald Trump ha dicho en más de una ocasión que le interesa comprar Groenlandia, una isla en el océano Atlántico Norte que hace parte de Dinamarca. Esto no es fortuito. El deshielo provocado por el cambio climático está haciendo accesibles las riquezas minerales y energéticas que antes no podían explotarse. Y aunque pareciera broma lo que dice el presidente de Estados Unidos, no lo es. Eso trae evidencia de cómo la geografía y por lo tanto la geopolítica se moldea en función de recursos y necesidades globales. Pero, ¿qué pasa cuando los recursos fósiles como el petróleo y el carbón empiezan a dejar de ser protagonistas? ¿Qué sucede con países como Colombia, donde más del 50% de las exportaciones en los últimos 20 años provienen precisamente de estos recursos? Las regiones del planeta van apareciendo en el escenario geopolítico en función del material que se va necesitando para las principales actividades económicas. Quien habla es Javier García Esteves. Él es profesor asociado del CIDER de la Universidad de los Andes que investiga temas sobre planificación, gobernanza y desarrollo territorial. Junto con Angie Pardo hicieron una investigación en transición energética justa en distintas regiones de Colombia. La historia económica nos cuenta que la revolución industrial se desarrolló en Liverpool y en Manchester gracias a que cerca a esas dos ciudades donde hubo ese desarrollo manufacturero había minas de carbón. El siguiente ejemplo es el litio. Con este crecimiento de la demanda por vehículos eléctricos y por las baterías que entonces usan el litio, entonces ustedes habrán escuchado del triángulo del litio, que es Chile, Argentina y Bolivia, que está un gran porcentaje de las reservas de litio mundial. Pues lo mismo pasa a la inversa. pasa a la inversa. Regiones se van apagando porque el insumo que contienen deja de ser estratégico o importante en la economía mundial. Entonces las regiones que tenían en su territorio carbono o petróleo dejarán de ser estratégicas o importantes en la geografía económica mundial. Y es precisamente aquí, en Colombia, donde las geografías de la transición cobran especial sentido. ¿Cómo se verá el futuro de territorios como el Meta y Putumayo, que han sido por varias décadas productores de petróleo? ¿Qué significa realmente una transición energética justa en un país donde las regiones dependen profundamente de recursos fósiles? De esto vamos a hablar hoy. de recursos fósiles. De esto vamos a hablar hoy, de cómo nuevos mapas empiezan a trazarse en Colombia y de cómo algunos territorios comienzan a reinventarse a través de la transición energética y cómo comunidades enteras buscan redefinir su futuro más allá del petróleo. Bienvenidas y bienvenidos a Geografías de la Transición, un podcast donde hablaremos de los retos y oportunidades que trae la transición energética para distintas comunidades del país. Este podcast es producido por Cero70 y difunde los resultados del proyecto de investigación Bases para la diversificación productiva y la transición energética justa en Putumayo y Meta, realizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, CIDER, de la Universidad de Los Andes. Su objetivo es acompañar y entender cómo estos territorios enfrentan el desafío de cambiar sus economías basadas en hidrocarburos por alternativas sostenibles. Colombia ha ocupado un lugar central en la geografía mundial de los recursos fósiles. En las últimas dos décadas, alrededor del 50% de las exportaciones fueron carbón y petróleo. Esta realidad ha moldeado la economía de departamentos como el Meta y Putumayo, creando una dependencia profunda de estas regiones. Tanto así que en el Meta la explotación de hidrocarburos representa el 46.1% de su PIB. Pero ahora que el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias, estos territorios se enfrentan a una transición compleja. La actual transición energética tiene implicaciones distintas para un país como Colombia. Para países europeos o para países industrializados que no tienen su economía fundamentada en la explotación de petróleo o de carbón, pues la transición energética se trataría sencillamente en pensar en cómo pasar, por ejemplo, de la mayoría de carros de gasolina a carros eléctricos. Pero esa no es la misma implicación para un país como Colombia. Regiones como el Meta, como Casanare, como Putumayo, que son altamente productoras de petróleo, pues cuando ocurra esto, que en unos años o en unas décadas la producción de petróleo deje de ser demandada, pues entonces la transición energética para esas regiones es diferente. La implicación, el reto para ellos es en qué basar su economía en nuevas actividades, en qué generar nuevos empleos. Y precisamente en esta necesidad de diversificación económica es donde entra en juego el concepto de transición energética justa. La idea de reconocer cuando es la necesidad impostergable de cambiar nuestras fuentes de energía basadas en fósiles como el carbón y como el petróleo por los no sabidos y conocidos efectos en el cambio climático. Entonces se busca, con esa transición energética, introducir elementos de justicia. Eso significa remediar los pasivos ambientales que deja todo el modelo fósil, contaminación, deforestación y asegurarse de que nadie quede atrás. Las regiones productoras como las del carbón en el Cesar o las petroleras en Putumayo pueden perder empleos e ingresos. Diversificación económica es pensar qué hacer con las regiones y familias que dependían del carbón, dependían del petróleo. La idea es que la gobernanza de la transición significa que pues hay que establecer unos acuerdos de varias voces para definir los objetivos. Así que hoy nuestro recorrido nos lleva a conocer de cerca dos territorios en Colombia, el Meta y Putumayo. Cómo se están preparando estos departamentos para enfrentar la transición energética justa y qué alternativas están surgiendo para asegurar un futuro sostenible y justo. Enfrentar una transición energética justa requiere repensar y reconstruir economías enteras. No basta con abandonar los recursos fósiles. Es fundamental crear nuevas oportunidades productivas que sean sostenibles ambiental y socialmente. Departamentos como el Meta y Putumayo han empezado a apostar por cadenas productivas que sean sostenibles ambiental y socialmente departamentos como el meta y putumayo han empezado a apostar por cadenas productivas específicas que ofrecen esperanza y oportunidades concretas cada territorio tiene un conjunto de actividades económicas de las que las familias y las empresas que vienen allí producen y derivan su sustento el ejemplo es el siguiente piensen en una región petrolera antes de que haya empezado el petróleo, antes de que haya empezado la producción petrolera, lo que allí habría o tendría lugar es una economía pues agrícola, agropecuaria, entonces mucha producción de alimentos, producción ganadera y algo de servicios, pues llega la producción petrolera, demanda mucha mano de obra y entonces sube los precios de los salarios. Entonces lo que ocurrirá es que migran los trabajadores y las trabajadoras desde actividades agropecuarias, que pagan un jornal, digamos, a 20.000, hacia actividades petroleras que pagan mejores jornales. Entonces las actividades agropecuarias se quedan sin mano de obra y en el mediano y largo plazo se va marchitando. Y eso significa en el largo plazo que entonces la economía regional queda basada en casi que exclusivamente en un sector productivo, en este caso el petróleo. Vamos a aterrizar ahora en el departamento del Putumayo, un territorio de selvas interminables y ríos poderosos, pero también marcado profundamente por la extracción petrolera. En el 2023 representó el 29% del PIB departamental. Sin embargo, en ciudades como Orito, las regalías por los hidrocarburos han disminuido en más del 70% desde el 2014. En este departamento, comunidades enteras están pensando en cómo sería una vida más allá del petróleo. Pero aquí, en lo cotidiano, la transición energética justa puede ser solamente una teoría. Llega la noche y ya uno se queda sin poder hacer nada porque pues con una velita no alumbra nada no se puede guardar nada, toca pues lleve un kilo, una libra de carne y no puedo comprar más porque tengo que comérmelo de día porque pues al otro día se me daña, a no ser pues que lo ponga a secar es como la otra forma de conservar Ella es Betty, mujer campesina que vive en Orito, Putumayo. Su casa está a tan solo un kilómetro de la carretera principal, pero nunca ha tenido energía eléctrica. Para Betty, la transición energética justa significa acceso a energía confiable, asequible y duradera. Que todos los habitantes de acá de Putumayo, y sería el cruce de Colombia, que tengamos acceso a la energía, porque hay distintas formas de que se produzca la energía. Pues la más conocida es la eléctrica, que viene por redes, pero se puede conseguir energía por la rueda, por el aire, la energía solar. Bueno, hay varias formas de que uno puede contar con energía. El problema es que la energía es costosa, porque si yo voy a llevar la red eléctrica, pues me sale un ojo de la cara. No solo es cuestión de energía, es también cuestión de quién toma las decisiones. Para Betty, las voces de las mujeres campesinas son frecuentemente silenciadas. Uno habla, pero no es como tan teniendo en cuenta la palabra de la mujer, sobre todo en el casco rural. Creen que el hombre es el que es la cabeza de la familia y bueno, cojitas por allí que entonces siempre le están dando más importancia al hombre. Una gran mayoría de personas aún creen que la mujer solamente es para que esté en la cocina y criando hijos y que sirva de obrera, porque para trabajar en el campo sí somos edad en cuenta. Pero pues ya como para escuchar la palabra hay uno que hagamos esto, así, chévere, hagámoslo. Eso es complicadito. Al igual que las mujeres, la población juvenil ha sido históricamente poco escuchada. Dubán Moreno, líder juvenil del colectivo Juvenil Orito, piensa que la clave está en escuchar a las comunidades. Un gran reto es que todavía no se escucha de verdad a las comunidades. Sí, pues yo tuve la oportunidad de participar en un espacio de formación, de algunas mesas, y es importante que se empiece a hacer eso. Para Dubán, una transición energética justa va más allá de las palabras. Implica acción, participación y, sobre todo, inclusión. El tema de la transición energética nos compete a todos, a niños, a niñas, a adolescentes, a jóvenes, a comunidades, a los indígenas, a los afro. Yo diría justo que sea vinculante e incluyente, que no se quede en el papel, que no se quede como en un discurso. Me imagino un punto mayor donde cuidemos lo que tenemos, donde la selva, los ríos y las culturas se respeten. Un territorio que no dependa tanto del petróleo como lo pasa ahorita, sino que viva del arte, del campo, del turismo, de las ideas que los jóvenes tenemos. Estas voces desde el Putumayo nos muestran cómo la transición energética justa puede convertirse en una realidad palpable cuando se construye desde abajo, escuchando atentamente las necesidades y visiones de quienes habitan el territorio. de quienes habitan el territorio. Otro territorio petrolero es el departamento del Meta. Es el que más produce de todos los departamentos colombianos. Pero aquí también, cada vez más voces están apostando por un futuro diferente, lejos de esa dependencia petrolera. En el centro de ese cambio están las cadenas productivas, que son redes que articulan desde el cultivo hasta la transformación y comercialización de productos y que permiten construir economías locales sostenibles. En este departamento, la transición energética justa se empieza a construir desde el campo, desde el alimento, desde el trabajo colectivo. Y uno de esos esfuerzos es el de Alejandro Gutiérrez. estudiar, investigar y decidimos salir de trabajar de la empresa y dedicarnos al cultivo de cacao y a transformarlo. Nos unimos a una asociación, de asociación somos 110 familias y entre todos pues estamos cada día mejorando más porque uno nunca termina de aprender en esto, siempre hay algo nuevo que hacer. Transformar cacao en un departamento conocido por el petróleo no ha sido tarea fácil, pero para Alejandro, más que un reto, es una convicción. Es un verdadero reto, porque desafortunadamente la industria alimenticia no está desarrollada en el departamento. Estamos nosotros empujando poco a poco para que esto sea una realidad. Nos hemos unido con otro municipio de Guamal, que ellos tienen una asociación que transforman también, y lo que estamos haciendo es todo nuestro trabajo llevándolo para allá, para que toda la economía quede dentro del departamento. Todos los trabajos se generen dentro del departamento, no solo al momento de la recolección, sino de la transformación del cacao. Nosotros en el departamento del Meta somos agrícolas. Desafortunadamente no se ha desarrollado como debería ser, porque la parte económica fundamental en ese momento del departamento es el petróleo, pero debería ser la parte alimenticia, toda la parte agro. Para Alejandro y su asociación de 110 familias, la transición también implica cambiar la forma de producir, o sea, apostar por técnicas más sostenibles, menos dependientes de químicos y por una cadena de valor que se quede en el territorio. Realmente es necesario invertir, invertir no solamente en cosas físicas, sino también en educar a los mismos llaneros, porque aquí desafortunadamente pocos tenemos la costumbre de estudiar. Entre más tecnificados tengamos nuestros cultivos, más productivos van a ser, menos agroquímicos vamos a tener que utilizar y la parte que es de los abonos orgánicos es lo que está mandando en este momento y a lo que tenemos que apuntarle siempre. Por ejemplo, en el mundo del cacao ahorita nosotros como asociación estamos cerca de un 80, 85 por ciento en la transición de eliminar los agroquímicos y pasarnos solamente orgánico. Y eso, eso lo podemos llevar no solamente al cacao, sino al tomate, al plátano, al maracuya, a todas las frutas que salen acá del departamento, a todas las verduras. Entonces, nos falta profundizar en tecnificar a todos nuestros campesinos, a todos nuestros compañeros de labor. Pero el camino hacia esta nueva economía no ha estado libre de obstáculos. A pesar de que han recibido apoyos de entidades privadas, el apoyo gubernamental es escaso. Nosotros le agradecemos mucho a la parte social que nos ha brindado Ecopetrol, que ellos han financiado programas como el Proyecto Más con la Universidad de los Andes, con Socoevi, con la Embajada de Canadá. Ellos nos han dado un punto de vista diferente a lo que venimos manejando con el cacao. Hoy Alejandro y su equipo trabajan para que el Meta deje de ser visto solamente como una tierra de petróleo y se reconozca como lo que, desde su visión, siempre ha sido. Un territorio agrícola capaz de alimentar a Colombia y de construir un futuro más sostenible y desde su propia tierra. Voces desde el Putumayo, como las de Betty y Dubán, o la de Alejandro desde el Meta, muestran que la transición energética justa no solo es una aspiración teórica, sino una urgencia cotidiana. Significa enfrentar inquietudes históricas, potenciar la inclusión social y promover economías verdaderamente sostenibles donde todas las comunidades tengan voz y voto. La transición energética justa es un proceso que nos exige seguir preguntando, explorando y escuchando. Es una tarea colectiva y abierta, donde cada voz importa. Este podcast fue producido con el apoyo de Energy Eye y difunde los resultados del proyecto de investigación Bases para la diversificación productiva y la transición energética justa en Putumayo y Meta realizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo de la Universidad de Los Andes Gracias por ver el video.