En esta entrega del podcast "Vos Podés", Tatiana Franco presenta la inspiradora historia de Marcela, quien relata su trayectoria desde los retos que enfrentó en su adolescencia, su incursión en el mundo de la prepagos, hasta el renacer personal que experimentó al encontrar el amor verdadero. Esta historia está llena de aprendizajes, superación personal y transformación.
Capítulos
Capítulo 1: Los Primeros Pasos en un Camino Inesperado
Marcela comparte cómo su vida tomó un giro inesperado cuando a los 16 años se introduce en el mundo de ser "prepago" debido a la influencia de su entorno y la falta de apoyo emocional en su familia. Relata su transformación al ir desdibujando las barreras emocionales para obtener regalos y dinero.
Capítulo 2: La Caída y las Consecuencias de una Mala Decisión
Marcela narra uno de los momentos más oscuros de su vida cuando accede a realizar un video pornográfico. Aunque el contrato estipulaba que no se divulgaría en Colombia, el video se filtró provocando extorsiones, amenazas y una depresión profunda en su vida. Se enfrenta al juicio social y al distanciamiento con su familia, mientras describe cómo el amor propio y los aliados inesperados le brindaron apoyo.
Capítulo 3: El Renacimiento en el Amor
En un viaje a Panamá, Marcela conoce al que ahora es su esposo. Lo que inició como un intercambio económico se transforma en una relación sincera y amorosa, llevándola a un nuevo reconocimiento del verdadero amor. Su esposo se convierte en su apoyo fundamental, enseñándole a liberarse del juicio social y a sanar sus heridas del pasado.
Capítulo 4: Reconstrucción Personal y Profesional
Desarrollando su carrera en psicología y psicología de la sexualidad, Marcela encuentra su propósito ayudando a otras mujeres a empoderarse y abrazar su feminidad. Comparte cómo la maternidad y su vocación la ayudaron a superar la depresión postparto y a encontrar significado en lugares inesperados.
Capítulo 5: Marcela, un Faro de Esperanza
Ahora, liderando retiros y talleres para mujeres, Marcela comparte su historia de superación para inspirar a otras a encontrar su propósito y valor propio. Su mensaje se enfoca en la importancia de ser leal a uno mismo y en la capacidad de amar a pesar de cualquier pasado.
Conclusión
Marcela nos enseña que las circunstancias más adversas pueden convertirse en el abono necesario para florecer y reconstruirse. Su relato es un potente recordatorio de que cada historia personal puede transformarse en un propósito de vida, brindando luz y esperanza a otras personas. Al compartir su camino, Marcela no solo libera su verdad, sino que inspira a muchas otras mujeres a ser fieles a sí mismas y a perseguir su propia felicidad.
Menciones
El día de la jacqueta. Stream gusta ganar. Así lo hago yo. El Día del Chaco. Streaming ahora, solo en Peacock. Atraída por una vida de lujos, Marcela empezó a salir con hombres por dinero. Pero su vida dio un giro inesperado cuando conoció el amor en medio del oficio de ser prepago. Esta es la cita que me encanta cumplir cada miércoles y quiero que recuerden suscribirse a todas nuestras plataformas para que no se pierdan las entrevistas de mujeres inspiradoras que tenemos cada semana. Hoy tenemos una historia maravillosa que yo sé los va a inspirar y las va a inspirar muchísimo. Hoy nos acompaña Marcela. Marcela, bienvenida. Gracias, Tatiana, por la invitación. Te viniste desde Armenia hasta Bogotá. Desde Armenia. Antes que nada, Marcela, quiero agradecerte por haber participado en nuestra convocatoria. Ustedes saben que nosotros tenemos una convocatoria abierta a través de vospodes.co Ahí todas las mujeres pueden inscribirse de manera voluntaria, decir yo quiero ser parte de estos episodios. Y quiero aprovechar para preguntarte, ¿en algún momento pensaste que no quedarías, que no ibas a quedar seleccionada? Es que les pasa mucho a las mujeres que pasan por aquí. Sí, pues yo mandé el formulario y yo dije que sea la voluntad de Dios, que sea el momento, cuando sea el momento, y fueron pasando los días y de pronto dije, no, voy a esperar en calma. Esto para que sepan que no dejen de inscribirse, no dejen de postularse, porque todas las historias de mujeres son valiosas e importantes, y quisiera empezar por hablar de Armenia. ¿Cómo es la vida por allá, Marcela? La vida en Armenia es súper tranquila, realmente es una ciudad muy pequeña, y cada vez estamos creciendo más y más, pero es maravilloso y es una bendición ver tanta naturaleza, y despertar con todas esas montañas y el café delicioso. Y es que no es lo mismo cuando uno crece en ciudades grandes. Yo me imagino que tu infancia era como muy tranquila. Sí, una infancia tranquila. Yo creo que cuando uno vive en ciudad pequeña y el clima es cálido, también se presta mucho para sentir ese acogimiento de la ciudad. Digamos que crecí en Armenia con mi familia, con mi papá, mi mamá. ¿Hija única? Yo, somos tres y yo soy la del medio. Ok. Bueno, fuimos creciendo, viví, crecí en un barrio popular, de estrato tres, y allí en la adolescencia fue cuando empecé a encontrarme, o bueno, se me fueron abriendo otros caminos. ¿Cómo empezó a transformarse tu vida? Porque cuando nos escribías, nos contabas de quizá de un camino que no habías planeado, que no habías soñado, pero que se cruzó contigo y que te cruzaste con él. Así es. Cuando yo tenía unos 15, bueno, cuando estaba en esa edad de los 14, 15 años, vivía en este barrio. Sí. Pero, digamos que en el entorno en ese momento había muchas mujeres de mi, pues muchas adolescentes de mi misma edad, muchas mujeres de mi, pues muchas adolescentes de mi misma edad, algunas ya con experiencia y con mucho más mundo, entonces a eso de los 16 años empecé a relacionarme con otro tipo a viajes, para tener regalos, para ir a fiestas. Y bueno, digamos que también allí había un poco de esa ausencia de mi mamá en ese momento, que eso después, digamos que ya lo sane bastante porque mucho tiempo estuve recriminándole a mi mamá porque no estaba allí diciéndome no lo hagas o un poco más pendiente de lo que hacía. de lo que hacía. Entonces empiezo a encontrarme con este mundo que las mujeres nos vemos tentadas, no estoy diciendo que todas, pero sí muchas, y bueno, eso fue lo que encontré en ese momento con ese grupo de amigas. Hablabas de eso, de tu grupo de amigas. ¿Cómo fue ese primer acercamiento para que tú te metieras en ese mundo, cierto? ¿cómo fue ese primer acercamiento para que tú te metieras en ese mundo? ¿Cierto? ¿Llegó alguna amiga que lideraba algún grupo de mujeres? Quiero entender cómo ese inicio, como esa raíz de donde tú dijiste, me quiero dedicar a esto. ¿Y qué nombre tiene eso para ti? Ok. Digamos que ninguna era líder. Todas ya estaban muy involucradas en el mundo de salir con hombres, por regalos y por dinero también, ¿cierto? ¿Eras prepago? Exacto, y entonces en este mundo empezamos, empiezan ellas a decirme, esto me lo regaló un amigo, esto me lo regaló otro amigo, ven, vamos para tal lugar con tal persona, y entonces empiezo a acceder, a acceder, a acceder, y va uno pasando como los límites con el paso del tiempo, empieza ya uno a desligar esa parte emocional, y se empieza a volver como algo muy, muy, muy metódico, algo muy del comportamiento, del hacer. Entonces empiezo a involucrarme en este mundo y así estoy varios años. Realmente yo no decidí, yo no dije esto es a lo que yo me quiero dedicar. La vida me fue llev. Y yo creo que también parte mucho de esa falta de amor propio en ese momento, ¿cierto? De esa falta de uno pensar, ya uno lo aprende con el paso de los años, de uno pensar en, bueno, ¿y cuáles son las consecuencias? Realmente conocer otras alternativas para uno tener lo que uno desea tener. Realmente conocer otras alternativas para uno tener lo que uno desea tener. Pero en aquel momento que estabas como explorando, sobre todo iniciando en ese mundo, ¿cómo funcionaban las cosas? Me gustaría entender, quizá, no sé, ¿recibías una llamada de alguna persona? ¿Te ofrecían en algún catálogo? O sea, ¿cómo estaba configurado esto? ¿Era una red? ¿O ya era como que tú misma encontrabas tus clientes? Yo creo que pasé por todas las versiones, ¿cierto? Inicialmente fue porque las amigas teníanñas, nuevas mujeres, y yo creo que así fue como inició todo. Luego, a partir de eso, empiezo a conocer personas que presentan, ¿cierto? Que presentan, y que ese es su trabajo, su trabajo es tener contactos de hombres que quieren pagar por tener sexo con mujeres, con adolescentes, y... Proxenetas. Exacto, esa es la palabra. Entonces, ya luego también pasé a esto, empiezo a tener otros contactos en otras ciudades, empiezo a viajar y ya después a tener amigos, ¿sabes qué? Con todo lo... durante el tiempo que lo hacía, me ha encantado mucho esa parte humana y recuerdo que en ese momento también los hombres que conocía les encantaba volver a salir conmigo porque yo representaba todo, o sea, hablaba de todo y era muy fresca, muy tranquila pero a la vez pues digamos que había sexo, entonces les gustaba también encontrar como esa mujer con quien hablar, y con algunos duré siendo amiga varios años. O sea, como que era recurrente. Exactamente. ¿Y recuerdas la primera vez, o sea, ese primer contacto que tuviste con un hombre por dinero. Ay, sí, claro que recuerdo, era como un grupo de amigas, pues, de adolescentes, todas éramos menores de edad, y fuimos a una, bueno, nos recogieron y fuimos a una finca, y esa primera vez es como que era el trato como como eres muy niña, ¿cierto? El hombre me trataba como eres muy niña, y pueserto? el hombre me trataba como eres muy niña y pues uno es también dejándose guiar en ese momento recuerdo que como que me dejaba guiar pues yo ya había tenido encuentros sexuales con el novio, pues con el novio que había sido mi primer novio durante en ese lapso de tiempo pero aún así no tenía la experiencia de que era salir a proveerles placer a un hombre. Entonces, digamos que fue como muy, muy, me dejó guiar. Y quizás eso también era lo que buscaba este hombre en ese momento, y algunos hombres que buscan adolescentes, ¿cierto? Un poco de esa ingenuidad, por así decirlo. ¿Pero qué sentiste ese día, antes y después del encuentro? ¿Qué pasaba por tu cabeza? Ay, mira que yo, que recuerdo bastante, ¿no? Pero sé que en ese momento sentí como, asco, ¿sí? Siente uno asco. Y ya con el paso del tiempo se empieza uno a desligar de esta sensación. Sí. Y en cuanto a las tarifas, ¿esto cómo funciona? ¿Tú misma lo controlabas o había alguien que se encargaba como de este tema de los pagos? ¿tú misma lo controlabas o había alguien que se encargaba como de este tema de los pagos? Mira que es como algo que está en el sistema y ya después con la experiencia, que eso ya fue lo que yo aprendí con el paso del tiempo, inicialmente es como que, ok, las otras personas son quienes acuerdan todo, pues lo que se va a pagar por el encuentro sexual. Pero con el paso de los años, o cuando uno ya tiene claro un posicionamiento o experiencia, por así decirlo, pues es uno quien coloca su tarifa. Y esto funcionaba, o sea, tú hacías un acuerdo con la persona, una llamada, te hacían el pago anticipado, ¿sí? Sí, eso es algo que le enseñan a uno las mujeres que ya están en este mundo y tienen más experiencia, o sea, es algo, recuerdo que una vez, una vez que me tocó decirle a la otra persona como, oye, pero uno tiene como, en ese momento tenía como pena, como pena de, oye, y el pago por adelantado, entonces busqué, recuerdo que se lo dije de manera muy amorosa, ay, mira, es que en este mundo uno tiene tan, suceden tantas cosas que realmente, pues, tú sabes que el regalo debe ser por adelantado, ¿cierto? Pero ese momento también es incómodo. ¿Y cómo estaban en tu casa en ese momento? ¿Cuándo empezaban a ver que empezabas a salir y como todos estos encuentros nocturnos? ¿Qué pasaba con tu familia, tu mamá? Mira, mi papá viaja bastante por su trabajo. Entonces él pasaba fuera de casa 15 días 20 días al mes y regresaba sí en cierto modo había una ausencia de él es un papá supremamente amoroso respetuoso familiar hogareño responsable y mi mamá era la que estaba como al mando de todas las cosas en la casa. Y mi hermana mayor, que tiene problemas con las drogas, en ese momento mi mamá estaba intentando rescatarla a ella de las drogas con temas de internados y bueno. Entonces estaba como dedicada al tema de tu hermana. Sí, en cierto modo muchos años sentí que me desplazó a mí y a mi hermana menor, pero ahora comprendo, ahora ya después de muchos años he sanado esa relación con mi mamá y tenemos una relación hermosa. Entonces mi mamá siempre fue, y en ese momento, la amiga, y ella también estaba intentando sanar su linaje, porque mi mamá fue una mujer que le cohibían bastante, entonces, mi abuelo era muy estricto, no la dejaba salir, y ella quiere darnos esa libertad, un poco esa libertad, pero ella se pasa al otro lado. Mi mamá es como una amiga y es mi mejor amiga en este momento. Pero en ese momento ella como que no sospechaba. Mira, yo creo que sí, claro. Las mamás saben. Claro, ella sí sabía, ella sí sabía. Ella sí se empieza a dar cuenta porque yo empiezo a llegar con regalos y empiezo a llegar con cosas y empiezo ya a estrenar ropa más seguido. Y me imagino llegar con regalos y empiezo a llegar con cosas y empiezo ya a estrenar ropa más seguido y me imagino que eran regalos caros además sí, celulares y a viajar y pues ¿qué hace un adolescente viajando? o yéndose por ejemplo de un día para otro entonces allí también digamos que que es ese proceso de las mamás como afrontan lo que encuentran con los hijos y mi mamá en ese momento yo siento que evadió mucho el voy a o sea tengo una hija que se me está perdiendo en las drogas y tengo otra que también anda en otros pasos y no supo cómo enfrentarlo entonces ella llega a un punto en el que ya como que no supo cómo enfrentarlo. Entonces, ella llega a un punto en el que ya como que se sabe todo entre ella y yo. ¿Pero fue porque se lo contaste o ella ya dijo? Yo le decía, tengo amigos, un amigo, un amigo, y el amigo, sí, y al principio era supuestamente siempre el mismo amigo, pero resulta que eran varios, sino que yo le decía, es el mismo amigo, y pues, ella pues me veía bien, ¿cierto? Entonces, esto queda entre las dos, y ya empiezo a pasar los límites, y ella ya empieza a ver, claro, que llegan diferentes tipos de carros a recogerme, y obvio que ya lo sabía. ¿Y cómo funcionaba el juicio, sobre todo entendiendo que vienes de una ciudad tan pequeña, porque entonces, claro, la vecina, la de al lado, la que está viendo, uy, la está recogiendo este carro, esta camioneta, ¿cómo funcionaba esta dinámica aquí en tu barrio, por ejemplo? No, pues ellos saben, la gente sabe. ¿Pero te sentías como juzgada? Sí, como no, recógeme a la vuelta, por favor, yo voy hasta tal lugar para que me recojas allá, y en ese lugar ya, pues como que uno trata de evadir que los vecinos vean, pero es algo que se dan cuenta. Sí. Ahorita decías que ya empezaste a sobrepasar los límites. ¿A qué te refieres con eso? Bueno, digamos que empiezo en este mundo. Sí. Esto sucede cuando yo estaba terminando el colegio. Yo estudié en un colegio artístico, pues veía las clases normales, pero también veía música, danza, arte. Bueno, de allí, cuando yo empiezo como que a tener otro mundo en mi mente, decido hacer décimo y once los sábados. Entonces, estudio sabatino y estoy en este mundo. Y cuando digo que empiezo a acceder a los límites, y cuando digo que empiezo a acceder a los límites es que ya yo empecé a sentir que tenía una habilidad y la posibilidad de conseguir a través de este mundo lo que yo quisiera, entonces se me empieza a meter en la mente que voy a ser independiente, que puedo conseguir todo lo que quiero y sigo, sigo, sigo, sigo en este mundo. y sigo, sigo, sigo, sigo, sigo en este mundo. Allí hay un momento en el que recuerdo que empecé a viajar bastante porque habían hombres que estaban en otras ciudades, empresarios, así como empresarios, también narcotraficantes, todo tipo de hombres, ¿cierto? Entonces empiezo a viajar a otras ciudades y hubo un lapso de tiempo en el que eran eventos grandes, grupales, y eran en otras ciudades. En estos eventos grupales, pues yo era la de sí, hagamos... ¿Como la líder? En cierto modo, sí, no me daba pena de nada. Algo que he tenido desde siempre es que yo he sido muy abierta con el tema de la desnudez. Porque nosotras éramos cuatro mujeres en la casa y nos la pasábamos desnudas. Y mi mamá andaba desnuda en la casa, yo andaba, todas andábamos desnudas. Entonces, siempre he tenido esa facilidad para la desnudez. siempre he tenido esa facilidad para la desnudez. Y en estos encuentros era quien lideraba muchas, pues como de las prácticas que se hicieran. Y algunas veces hacíamos concursos y hacíamos de todo en esos eventos grupales donde habían hartas mujeres y hartos hombres. Entonces, así empiezo a conocer más personas que presentan. Y dentro de esas personas que presentan, conozco una mujer que está aliada con un hombre y me dicen como, oye, Marcela, tú tienes... Me encanta como tu actitud. Te vamos a proponer algo, y ellos me proponen una de las cosas que ocasionó las noches oscuras más grandes de mi alma, me proponen hacer un video pornográfico, y yo ahí estaba cumpliendo 18 años, y ellos me proponen hacer un video pornográfico y me dice vamos a hacer este video pero tranquila que el video es con contrato y el contrato dice que nunca va a salir acá en Colombia solo internacional exacto, porque eso las plataformas lo bloqueaban y bueno, que no se podía ver acá en Colombia. Entonces, en ese momento, 18 años, excedía de los límites, digamos que también llegué a consumir drogas, probé todo tipo de drogas y estaba un poco perdida también. Entonces, accedo, hago el video, hago el video. Pero firmaste el contrato y todo. Ah, firmé el contrato y todo. Y lo leíste y decía que solo fuera de Colombia. Sí, exacto. Que solo era fuera de Colombia y que iba a estar bloqueado las plataformas y el nombre de la empresa y todo. ¿Y cómo era este video? ¿Era un encuentro con un hombre, con varios? Bueno, es... bueno, entonces llego a hacer el video, resulta que hay unos... hay libretos, ¿cómo sucede la grabación de los videos pornográficos? Hay un libreto y tú tienes que seguir el libreto como tal. Es decir, por ejemplo, cuando tú ves los videos que es en la playa, que es en el avión, que es la muchacha que entra. Como una historia. Tienen una historia, se cuenta una historia, todo es completamente libreteado. El mismo día conozco al chico con el que iba a hacer el video. ¿Era colombiano? Sí. El mismo día conozco al chico con el que iba a hacer el video. ¿Era colombiano? Sí. El mismo día conozco al chico con el que iba a hacer el video. Y, bueno, es como todo el libreteado, es por partes. Incluso el tema de la terminación del video. Todo es, es una de las cosas que ahora en lo que yo hago como profesional y en lo que ejerzo día a día con las chicas es, a mí ya no me gusta y no soy pro pornografía, porque digamos que afecta bastante el tema de la sexualidad de las personas, hombres y mujeres, por algo que realmente pues que no es real. Sí. Entonces. Todo es actuado, es lo que te estoy entendiendo. Todo es actuado. Los fluidos son falsos, son elaborados por ellos mismos. En ese momento yo recuerdo que lo elaboraron, pero pues lo tenían, los preparaban ellos mismos. Entonces todo es completamente falso, es libreteado. Y pareciera que estás sintiendo y que estás disfrutando, pero ¿realmente estabas disfrutando o estabas ahí como actuando? Sí, ¿sabes qué? Estaba haciéndolo como por hacerlo. Ok, ¿por dinero? Como si en un sentido, sí. ¿Recuerdas cuando te pagaron por ese video? Me causa curiosidad. No para todo, o sea, no recuerdo, pero sé que no era la suma realmente para lo que eso iba a implicar en mi vida. Ok, ok. Entonces yo voy y hago el video, llego, normal, en ese momento, yo había entrado a la universidad y yo me pagaba psicología. Entonces entro a la universidad, en ese momento yo tengo un novio que ese era el amor de mi vida, que yo creía que iba a ser el amor de esta y todas las vidas. Y entonces, ¿cómo te parece que yo voy y hago el video? Y eso se queda en silencio. Como decía el contrato. Como decía el contrato. Hasta que un tiempo después, como un año después, llega un amigo. Un amigo que era mucho más mayor, que había conocido en el barrio por amigos, pero él sabía lo que yo hacía porque se había convertido en un muy buen amigo. Entonces él me llama un día y me invita a comer y yo voy a comer los dos. Y yo, bueno, cuando estábamos sentados en la mesa del restaurante, él me dice, oye, Marcela, ¿tú por qué hiciste eso? Y pues uno joven, descarriado, ¿qué hice qué? De todas las cosas que he hecho, ¿qué hice qué? Si no lo entendías. Pero ¿por qué hiciste eso? La embarraste horrible y yo que que hice yo no sabía que en que pensabas que ahí va a llegar el momento que iba a cambiar mi vida y entonces yo le dije que me dijo si lo del vídeo mira tati él me dijo lo del video y, uf, eso, yo estaba sentada en la de ahí en adelante fue como vivir contando los días era como si estuviera al borde de una bomba que iba a explotar en cualquier momento estaba muy enamorada entonces de allí conocí el lado más cruel de la humanidad porque así como existimos personas maravillosas, también hay personas que de manera consciente o inconsciente generan daño. Empiezo a recibir, con el paso de los días, empiezo a recibir amenazas, empiezo a recibir chantajes, que tenía que dar dinero para no contarle a mi papá, para no contarle a mi familia. Es justo tan horrible. En ese momento, hombres que en algún momento habían querido acceder a mí y yo nunca quise, empezaron a hacerme amenazas. Entonces, llegó un momento en el que en la universidad, yo estaba en la universidad empiezan a recoger firmas para sacarme de la universidad porque supuestamente a mi, pues mi story pues lo que yo estaba haciendo y lo que había hecho iba a dañar la imagen del programa de psicología de la universidad y allí empiezo a conocer ángeles maravillosos hecho iba a dañar la imagen del programa de psicología de la universidad. Y allí empiezo a conocer ángeles maravillosos, que yo miro hacia atrás y yo digo, wow, he estado protegida siempre, la vida siempre me ha puesto ángeles tan lindos que han estado en un momento determinado cuando yo he necesitado. determinado cuando yo he necesitado y sabes que también conozco mucho ese lado misógino esa violencia contra la mujer pero más allá de eso es lo peor de todo sabes que era tarde que venía de mujeres la mayor parte de juicios de críticas deches, de chismes venía de parte de mujeres. Pero ven que me quedé pensando en ese momento en que te cuente y recibes ese baldado de agua. O sea, no me quiero imaginar tu cabeza. Yo creo que explotó. Supongo que pensabas en tu novio. Como que, Dios mío, este hombre me va a descubrir no, eso era todos los días o sea, estabas como con un reloj ahí todo el tiempo ahí, ahí, ahí, ahí, ahí Tati, pero de ahí en adelante llegaron cosas uff bueno, yo realmente entro en una depresión ¿tú viste el video? no fui capaz nunca fui capaz. Nunca fui capaz, pero supe que era el video. Bueno, digamos que sí. Sí me lo mostraron, porque la gente me enviaba como mira lo que está rondando en redes sociales, o mira, imagínate que abrieron Facebook y decía el nombre. Tu nombre. Hacía imágenes, habían imágenes del video. Quiero entender algo. ¿Cuándo hiciste el video que firmaste aquel contrato, se mencionaba tu nombre o cómo se suponía que iba a funcionar esto? O sea, ¿tú ibas a salir como revelando tu identidad o no? Ahí te ibas a llamar de otra forma. No, allí me ibas a llamar de otra forma y me llamé de otra forma, pero en el contrato decía mi nombre, o sea, mi nombre real. Y ya cuando el video fue expuesto, ¿aparecía tu identidad real? No, aparecía con el nombre... Ah, no, no, no, ok. Digamos que aparecía, en el video aparecía mi nombre, o sea, el nombre que habíamos acordado tener en el vídeo del personaje del personaje pero cuando en las personas empiezan a crear facebook y empieza a ver todo este tipo de violencia en contra lo que yo había hecho en ese momento pues en Facebook aparecía mi nombre real, mi nombre real con imágenes del video, y llegó un momento en el que yo ya no soporto más, no soporto más, tanto así que tuve que ausentarme de la universidad, y recuerdo tanto, tanto, Tati, que una de mis profesoras, que en ese momento era coordinadora académica, ella me recibe en su oficina y me dice que ellos me apoyan. Y que incluso apoyan si yo tengo que ausentarme. Y ahí es donde yo te digo que he tenido ángeles maravillosos. Yo me ausento, tengo una depresión. tengo una depresión vivo una depresión me encierro en mi habitación varios meses no salgo de mi casa y yo recuerdo que mi habitación era hacia la calle yo ni siquiera abría la cortina pero yo abría la cortina en la noche y nunca tuve deseos de suicidarme, nunca, yo amo la vida y me he dado cuenta, los mismos años me han mostrado que yo amo vivir, nunca he tenido ese deseo en mi mente, pero yo solo quería dormirme y que el tiempo se detuviera un poco para yo descansar, yo necesitaba descansar. Estoy varios meses en mi casa, encerrada, recibiendo mensajes. ¿Y tú decías que recibías amenazas? ¿Y por qué? ¿Qué tipo de mensajes ¿y tú decías que recibías amenazas? ¿y por qué? ¿qué tipo de mensajes? mira, cosas como que me llegaban mensajes de perra te vamos a matar sos una perra ¿y conocías a la gente que te escribía? mira que no, muchas veces era de Facebook inventados, porque en ese momento recuerdo muy bien que era Facebook. Eran perfiles inventados y números inventados. Y entonces empiezo a recibir extorsiones también. Ay, no te creo. Como para no mostrar el video. Exacto. En Armenia, pues en ese momento existía lo de los vendedores ambulantes que andaban con, que lo que vendían en la calle eran CDs. Sí, me acuerdo. Como en los semáforos y esto. Eso, que vendían películas. Piratas. Eso, piratas. Sí, piratas. Entonces, ¿cómo te parece que mi papá pertenece a una comunidad de crecimiento personal, cierto? Bueno, respetando el anonimato de mi papá, pertenece a Alcohólicos Anónimos. mamá me acompañó durante todos los días, siendo esa mamá amiga que solo escucha, que solo escucha, y que estaba ahí, así fuera para llorar conmigo, y mi mamá me cuenta, mira, mi papá es un hombre tan dulce, Tati, a ti, que yo lo que más tenía, o sea, lo que más le tenía miedo era que mi papá supiera eso, porque yo sabía que iba a ser una decepción muy grande, le iba a doler mucho. Entonces mi papá, mi mamá me cuenta que un día iban a la reunión, como era lo habitual, y ella iba con él hacia al lado, y se viene uno de los chicos que vendían música y videos piratas, y le muestra el video. Le dice, miren, ya compraron el video, no sé qué. Estabas tú desnuda ahí. Estaba yo ahí en un video pornográfico, y mi mamá, mi papá es un hombre muy callado, con un ánimo increíble, pero es muy callado, es silencioso en el momento en el que le duelen las cosas, y entonces, ¿cómo te parece que él? ellos vieron la carajatula del CD, ella me dijo, yo lo sentí desplomarse, ella lo cogió de un brazo y siguieron derecho en silencio en la reunión y ese tema nunca mimpre se lo guardó. Siempre, siempre, siempre se lo guardó. Entonces, de ahí en adelante, imagínate, después le contó a mi mamá que habían personas que le habían hablado del video. No, qué incómodo. Y allí es donde yo, en mis redes sociales y en el trabajo que hago cada día, es como tenemos que aprender a ser empáticos, a pensar en esa pregunta, ese comentario, qué tanto daño le hace a la otra persona, porque estamos siendo muy crueles con eso. Y entonces eso queda así. ¿Pero en algún momento te preguntó ya directamente? Nunca, nunca. No, yo creo que no tenía la fuerza. Nunca, nunca. Nunca, y con el paso de los años ha estado apoyándome y siempre que veo mis éxitos y en la mujer en la que me he convertido, él se siente muy orgulloso. Y cuando le dije que venía para acá, me dijo, eso, Marcelita. Qué bueno. Entonces, él comprende, es un hombre muy respetuoso. Me quedé ahí como el interrogante con ese novio que mencionabas que era el amor de tu vida. Ay, yo realmente recibía las llamadas de él, Tati. Era como, me va a decir, me va a decir, ay, no, no, no, ya, ya sabe, ya le contaron. Y sí, efectivamente, un día me llamó y me dijo, ay, qué pesar, porque yo sí te quería mucho, lástima lo de tu video. Y yo quedé como, what? O sea, ahí, yo creo que él fue uno de mis maestros del amor propio, Ahí, yo creo que él fue uno de mis maestros del amor propio, porque empiezo en un proceso a intentar mostrarle a él que yo lo amaba mucho, que yo lo amaba, pero la relación nunca pudo, y también lo que hay con respecto a que las mujeres valemos por lo que hacemos y que si somos abiertas sexualmente o si... Bueno, yo entiendo que fue duro para él. O sea, ustedes intentaron, como que intentaste hablarle, Al principio, no, yo le rogué amor, una cosa impresionante, pero ya después yo empecé, cuando empecé a salir, y empiezo a decir, ok, cometí un error, pero yo tengo que enfrentar mi vida, y allí retomó la universidad, y estas personas, estos, los que te convocaron para el video, y que además te mintieron, nunca los buscaste? Sí, mira que intenté, pero yo creo que también me faltó como en ese momento tener ese apoyo o esas herramientas que me guiaran en cómo debía ser el proceso en ese momento. Entonces, con las personas con las que yo intenté hacerlo, me decían, no, pero no pelees, que eso quedó así. Y llegó un momento, y recuerdo mucho, que con una amiga que era mayor que yo, ella me decía, ¿tú quieres seguir cargando esa cruz? ¿Quieres seguir viviendo en esto y un día dije no, ya lo que fue, fue eso quedó atrás, sigo con mi vida ya como que era esa necesidad ya no quiero estar más en este mundo, o sea no quiero saber nada más de esto, ya pero te desconectaste de todo, de salir con hombres de todo, todo, todo, no, no, yo no me desconecté, era mi deseo. Ok. Y crecía mucho más el propósito de voy a terminar de estudiar, voy a tener mi independencia económica, y ya, me voy a salir de esto, pero seguí, porque yo ya vivía sola, yo vivía sola, también tenía pues mis responsabilidades y tenía un estilo de vida. Claro, ya era difícil como retroceder, entre comillas. Exacto, y regresar a la casa de la mamá en ese momento, tuve muchos conflictos con mi mamá. Sí. Le tenía, yo sentía que le tenía rabia, ella hablaba y yo le tenía rabia ella decía, hacía comentarios y todo me parecía mal. ¿Pero por qué? ¿Qué sentías en ese momento? Yo siento que la culpaba mucho a ella porque por su ausencia en ese momento pero después comprendí que ella fue la mamá como todas las mamás, en ese proceso de sanar la niña interior, comprendo que todas las mamás estamos siendo de acuerdo a lo que podemos ser y hacer en cierto momento de la vida. Entonces empiezo a salir de todo esto y llega un punto en el que ya con él no más pues también porque él no quería y era muy tóxica la relación con tu novio en aquel momento allí sucede algo y es que yo me aíslo completamente de la sociedad me encierro a estudiar pero Tati tú no te imaginas lo que era ir a la universidad lo trabajé mucho tiempo en Tati, tú no te imaginas lo que era ir a la universidad. Lo trabajé mucho tiempo en psiquiatría, con mi psiquiatra, con mi psicóloga de ese momento, con mentoras durante muchos años. Lo que era llegar a la universidad y entrar por el pasillo o ir a la cafetería y saber y escuchar que las personas estaban hablando de esto. O los murmullos. Exacto, pero en algunos momentos me tocaba preguntar, ¿cierto que están hablando de mis videos? De mi video, porque yo sentía que me estaba enloqueciendo. Yo decía, ¿será que sí están hablando? ¿Será que no? Y andar como con esa carga es, uy, no, era algo que a mí me pesaba muchísimo, muchísimo, muchísimo. Entonces, me alejo mucho de la sociedad. En la universidad iba lo que iba. Y también siento que maduré bastante porque me salté ese proceso de la vida universitaria con las amigas, los amigos, terminar clase o estar en las fiestas de la universidad. Porque yo estaba en mi proceso, en otra cosa. Y en ese momento tengo una amiga, que es otro de esos ángeles, que ella me dice, ay, Marce, no, pero ella vivía en Cali. Vente para acá, vámonos para algún lugar. Yo le decía, no tengo dinero. Llegó un punto en el que se me acabó el dinero. Yo ya no quería salir a hacer nada en Armenia. Porque imagínate lo curioso. Muchos hombres estaban buscando salir conmigo. Ah, o sea, como que estabas en tu momento de fama, pues. Exacto, los que querían tener sexo conmigo me estaban buscando, y entonces yo ya tenía miedo de salir, que me saliera alguien conocido, yo no volví a salir a hacer nada de esto en Armenia, y empiezo a ir a otras ciudades, pero estaba estudiando todos los días, y era muy difícil ir a otras ciudades, y se arraigó dentro de mi ser el propósito de quiero terminar esta carrera, porque me conectaba con esa empatía y con esa humanidad que me permitía entenderme a mí en ese momento, pero sabía que iba a tener herramientas para más adelante entender a través de la psicología a otras personas. Y entonces me quedo así, se me empieza a acabar el dinero, no tengo dinero, y una amiga me dice, vámonos para, me invita a otra ciudad, a otra ciudad y me dice hay una casa donde vamos y tenemos que hacer es con hoja de recomendación carta de recomendación tenemos hacen entrevista tienes que enviar fotos y bueno yo le digo si listo yo mandé mi hoja de vida, en ese momento, ella ya había ido, y ella, y me llaman y me dicen, sí, sí, puedes venir. ¿Pero era como para quedarte un tiempo allá? Unos días. Ok. Era una casa donde llegaban personas muy importantes, muy importantes, y todo era reservado, todo era con citas. ¿Pero era qué perfiles? ¿Políticos, artistas? Exacto, sí, políticos, empresarios, petroleros y entonces llego, llegamos y uno de esos días ellas empiezan a hacer la bulla, las que estaban como, ay, hoy va a llegar tal persona, ay, no, ¿quién le irá a tocar? No, pero él casi no elegía a nadie. No, yo quiero. Y hablaban de un alguien que iba a llegar ese día. Y yo, pues, sin saberlo, llegué, estábamos, nos organizamos, y allá es por presentación, es decir, allá uno sale, saluda a todas las personas a los hombres que estaban. ¿Pero sales como en vestido de baño? No, en ropa como cada una se quiera vestir. Y estaban ellos allí tomando algo y nos salen en ese momento pues salimos saludamos, decíamos el el nombre nos presentábamos y nos devolvíamos para elegirlas esa para elegir y entonces todas pues esperando que cierta persona fuera la que las eligiera y por qué porque porque era un hombre con mucho dinero. Ok. Y muy amplio económicamente, ¿cierto? Pero era un hombre que no salía con todo, no siempre, no siempre acordaba con ninguna mujer nada. Entonces, vamos, nos presentamos, nos devolvemos, y él me manda a llamar a mí. Entonces, esa noche estuvimos tomando algo, hablábamos y él me decía, wow, yo no puedo creer, él me preguntaba, ¿y qué haces tú acá? Era un hombre súper inteligente, era un hombre muy respetuoso, muy educado, era con quien uno se podía sentar a hablar tranquilamente. Y entonces él me decía, no puedo creer que tú estés acá, tú no tienes por qué estar haciendo esto. ¿Y qué estás haciendo? Entonces yo le digo, no, yo pago mi universidad, pago todos mis gastos. Ese día de la nada me dice, no lo hagas más. Yo te sigo dando el dinero que tú necesitas mensuales, te sigo pagando la universidad. ¿Y cómo te cayó esa información? ¡Wow! Eso fue como, puedo descansar. ¿Y le creíste? ¿Sabes que sí? Con todo lo que había escuchado, yo dije, esperemos. Y sí, efectivamente, me dio el dinero para la universidad, y dinero además para pagar los gastos ese mismo día, y yo ya me fui, pues ya estaba tranquila. Seguimos hablando, y mira, mes a a mes este hombre me enviaba el dinero y yo le tengo un aprecio infinito en mi corazón, porque nos veíamos cada tres, cuatro meses. O sea, ya ni siquiera era como un tema de que, no, tenías un encuentros con sus socios de negocios y le gustaba. Él me decía que le encantaba llevar a una mujer hermosa como yo y que yo hablaba de todo con cualquier persona, con cualquier hombre, con quien fuera. Ven, yo te quiero interrumpir ahí porque hay ciertos términos, terminología en ese mundo. ¿Esto es lo que llaman damas de compañía? Exacto, sí. Ok, y entonces el plan es salir y como compartir con ellos en sus espacios sociales. Así es, sí. En este caso, con él era así. Entonces, en eso se convierte ese vínculo que tengo con él era así. Ok. Entonces, en eso se convierte ese vínculo que tengo con él y mensualmente me colocaba mi dinero en la cuenta. Resulta que yo estaba súper tranquila, pues yo me alejé ya por completo de este mundo porque yo dije, ya tengo todo, me dio un carro de regalo y todo lo que yo quería me lo compraba. Entonces, llegó un momento en el que él me mandó un mensaje y me dice, me decía, Monita, ay, oye, Monita, ¿cómo te parece que estoy teniendo complicaciones de salud? Él ya era un hombre mayor. Sí. Estoy teniendo complicaciones de salud y voy a pasar un tiempo en el exterior, me van a hacer una cirugía no sé qué va a pasar después te voy a dejar un dinero en la cuenta para que, pues por este tiempo, y sí efectivamente me puso muy buen dinero en la cuenta y nunca volví a saber de él nunca más ¿se despidió, se despidió. Se despidió, sí, y nunca vuelvo a saber de él, pero después a mí se me empieza a acabar el dinero, y yo decía, ay, no, no, no, no, se me empieza a acabar el dinero, y la misma amiga que me había llevado a este lugar me dice, Marce, hagamos un viaje, hagamos otro viaje, y ella me invita a Panamá. Resulta que ella en Panamá trabajaba con marcas de carros. Entonces ella hacía publicidad, estaba en los centros comerciales, iba a los eventos. Como de modelos. Como de modelo. Exacto. Pero también en el tiempo libre tenía amigos que eran árabes y salía con ellos. Entonces ella me dice, tengo amigos que yo sé que te va a gustar conocer, vámonos para Panamá tantos días. vámonos para Panamá tantos días, y nos vamos para Panamá, eran 10 días, y todos esos días pues íbamos a estar ocupadas, uno de esos días estábamos en un encuentro con unos amigos, y cuando terminamos, pues cuando ya nos desocupamos en la tarde, ella me dice, Y cuando terminamos, pues cuando ya nos desocupamos en la tarde, ella me dice, ay, vámonos, vámonos ya para el apartamento. Y yo le dije, no,, yo puedo sentarme allí en una banca a hablar, a pensar, a comerme un helado, a comer rico y yo le digo, no, mira allí hay un restaurante delicioso en un restaurante de comida árabe y nos vamos para el restaurante de comida árabe cena muy rico y ya después ella estaba muy cansada y bueno, también hacía parte como de lo que ella hacía, porque ella sí estaba muy metida en el cuento, viajaba allá, estaba acá, y bueno, entonces cuando salimos de allí, ella me dice que nos vamos ya para el apartamento, y yo le dije, no, ay no, no, quedémonos otro ratico, al apartamento y yo le dije, no, ay no, no, quedémonos otro ratico, era súper temprano, eran como las ocho de la noche, y yo le decía, no, pero es que está súper temprano, no, quedémonos otro ratico, y ahí cerca había un lugar que no era un lugar de mujeres, no, que incluso tenía como ciertas limitaciones para prevenir el ingreso de mujeres en búsqueda de prostitución. ¿Cierto? Entonces, nosotras vamos, nos sentamos, nos tomamos unos cocteles. Y yo nunca me imaginé, Tati, que esa iba a ser como una de las noches más mágicas en toda mi vida. Estábamos tomándonos el coctel y llega alguien, un chico. Sí. En ese momento yo tenía 21 años. Y llega el chico y me, y me, me saluda. Ay, ¿quieren tomarse algo? Pero él llega a hablarme a mí. Y me dice si me quiero tomar algo. Y yo le dije, no, es que estoy acá con mi amiga, no, no, gracias, gracias, entonces él, él vuelve, me insiste, ¿quieres tomarte algo? Vamos, es que mi amigo te quiere conocer, y yo le dije, no, no, no, no, además, hay, pasa algo, y es que en este mundo, cuando uno está con el, con, como ya metido en el cuento de salgo con hombres por dinero, un hombre que no tiene dinero, pues yo no estoy buscando enamorarme. Entonces, muchas veces los hombres jóvenes, esa es la percepción que no tenía o que yo tenía en ese momento. El hombre joven quiere rumba, quiere... Distracción. Exacto. O quizás hasta un romance o algo así. Y algo así, pero uno no está para... Uno está metido en otro cuento. Y entonces él llega y me dice, ven, es que mi amigo te quiere conocer. Y yo le dije, no, no. Él se va, vino la segunda vez y me dice, vamos, es que, mira, las invitamos a tomar algo, ven tú, ven tú. Y yo, no, no, no va súper insistente, sí, él se va y regresa una tercera vez, y me dice mira yo no me puedo ir de acá si tú no vas a conocer a mi amigo es que mi amigo te quiere conocer y entonces yo lo miro y yo digo está churro, es bello, está joven, se ve bien, ay, yo voy a ir a joder, pues, como por, sí. Y yo llego, me siento así con actitud. ¿Fuiste sola o tu amiga? Fui sola porque mi amiga no quiso ir. Y entonces yo me siento en esa actitud como de, hmm. ¿Qué necesitas? Sí, o sea,iso ir. Y entonces yo me siento en esa actitud como de... ¿Qué necesitas? Sí, o sea, ¿qué? Y entonces me dice... Él casi no hablaba español. Entonces como que medio nos comunicábamos. Y el amigo era quien traducía todo, ¿cierto? Entonces empezamos a hablar. y él así directamente me pregunta, me empieza a hacer preguntas y yo como que sacándolo por el ladito y ya luego me dice, ¿y qué haces acá? ¿Qué haces? ¿Qué haces acá? es acá. Entonces yo dije, no me voy a poner acá a decirle, yo mismo pensé dentro de mí, como yo qué le voy a decir, ay, estoy de vacaciones de la universidad, ¿no? Me va a decir la verdad. Sí, yo le dije, pues, ¿qué hace una colombiana muy bonita en Panamá? en Panamá. Y qué tristeza el estigma que tenemos muchas de las colombianas bonitas en todas partes del mundo. Mira que la tenías contigo misma también. Exacto, exacto. Y entonces él me dice, ah, sí, o sea que estás trabajando. Él le pregunta todo y yo le dije sí. Entonces él me dice, es que mi amigo no acostumbra a salir con mujeres ni paga para salir con mujeres. Pero él desde que te vio, él dice que él te quiere conocer. Él te quiere conocer. ¿Cuánto le cobras por pasar un rato con él? Entonces yo le dije, yo le dije, ¿pero un rato es cuánto? Él dijo, no, toda la noche. Él quiere toda la noche. Y yo le digo una cifra de dinero así como, pues si me dice que sí, vamos, y si no, pues no. Y pues si me dice que sí vamos y si no pues no y de una me dice sí, vamos y yo voy y le digo a mi amiga y entonces ella me dice ah bueno incluso ella me dijo no, yo voy a llamar al chico que me recoge ella se fue, el otro chico se fue y yo me voy con él mira, llegamos a su apartamento en un 50 piso y era como, wow, tengo este churro y se veía así todo Panamá divino, deprimerazo, o sea, lo primero que hace es que me da el dinero que habíamos acordado y yo dije, me voy a relajar y voy a disfrutar de este rato nos sentamos en el balcón y hablamos tú no te imaginas taty de todo lo que hablamos todo le conté todo se la sinceras te me pregunto por qué lo hacía al estar enfocado en eres porque lo hacía. O sea, él estaba como enfocado en eso. Sí, por qué lo hacía, qué era mi vida, quería saber qué era de mi vida, y le conté que yo estudiaba, que era independiente, pues que yo misma pagaba todas mis cosas, le conté hasta del hombre que se había ido, que me había quedado sin dinero. Todo, todo. O sea, le conté todo, le conté lo del video, le conté todo. Eso fue una entrevista. Una entrevista, no, eso fue, me desahogué con él. Y le conté todo. Finalmente, pues, terminamos besándonos y sí, empezamos a hacer el amor ahí en el balcón. Fue algo... De película, pues. Sí, de película., entonces yo pensé que me iba a quedar toda la noche porque eso habíamos acordado y él me dijo tú te quieres quedar o si quieres te llevo a tu apartamento pues donde yo me estaba quedando que era el apartamento donde se quedaba mi amiga y yo le dije no pues yo me quiero ir. Sí. Y entonces él me pregunta qué voy a hacer el resto de los días. Y yo le dije, pues tengo compromisos todos los días, en la tarde, unos días en la noche. Y me dijo, mira, yo quiero que salgamos todos estos días, ¿cuánto te van a pagar? Y yo le dije, pues más o menos esto. Y él me dice, yo te doy el dinero y sales conmigo. Tati, empezamos a salir. Él tenía 29 años en ese momento y yo tenía 21. Era un churro así divino, a mí me encantaba, pero yo decía, no, pues. Me va a enamorar. Sí, no, sí, sí, y yo hasta no le creía que él no salía con mujeres, porque... O sea, te decía que no salía con mujeres. Por dinero, pagándole, no. Con el paso del tiempo me di cuenta que no, que tenía una infinidad de mujeres detrás de él, y que eran mujeres divinas, modelos, y... Claro, imagino que ya con la experiencia que tenías, ya eso para ti era como, no te creo, o sea... Exacto. Entonces, empezamos a salir, mira, él iba y me recogía al apartamento, se bajaba, me abría la puerta, me esperaba, me esperaba allá afuera del carro, me abría la puerta. ¡Cuál novio! Así, literal. Me invitaba a cine, íbamos a cenar, fuimos, íbamos a la playa. O sea, esos días fue como, ¡guau! Como un verano, o sea, unas vacaciones. Me está pagando un hombre divino y me encanta me gusta, me atrae cancelaste todos los compromisos todo lo otro y salgo con él esos días y me da el dinero que habíamos acordado, me da la mitad y después me dijo que me daba la otra mitad y sí, se nos acaba el tiempo y él me dice oye, yo voy a ir por ti hasta Colombia, ¿cuánto más tienes de vacaciones? Y viene por mí hasta Bogotá, nos encontramos acá en Bogotá y de acá nos vamos de viaje. Pero espérate, espérate que me causa curiosidad, cuando pasaron esos días, ¿tú empezaste a comprometer el corazón como que ya te estaba como, te estabas como ilusionando un poquito sabes que uno se hace la pregunta como ¿será que este es el hombre? ¿será que este es ese hombre? que uno en el fondo espera el hombre soñado el amor de su vida y pero también cuando uno ha estado en este mundo, uno se vuelve muy escéptico del amor, entonces como que no me estaba ilusionando, pero sí tenía como, ¿qué es esto? Pues, entonces va pasando los días, él viene por mí a Bogotá, nos vamos de viaje, empezamos a salir, ya después otro viaje y me empezó a presentar a sus amigos. ¿Y ahí seguía pagándote por salir? El dinero sí, me decía, yo te sigo ayudando, y Tati, ese hombre hoy es mi esposo. ¡Wow! Y es como ¡Uf! Tú no te imaginas, o sea, es mi tesoro, y es mi tesoro, es un amor en tanta libertad, yo lo amo y no es un amor dependiente ni de apego, sino que es un amor tan libre y también tan libre para mi parte. O sea, es una relación muy linda. No, pero, o sea, espérate porque aquí ya quedé como impactada cuando me dices esposo, o sea, ¿cómo llegaste a ese punto? Empezamos a salir, entonces ya se llegó el momento de entrar a la universidad y yo le dije, no, yo tengo este propósito y yo no por ningún nombre voy a dejar nada. Y él me dice, mírame la oportunidad, viajemos un semestre y esto. dentro de mi corazón, quiero ser profesional, yo quiero terminar esta carrera que me apasiona tanto, yo tenía un llamado de mi corazón por la psicología, y empezamos a salir, finalmente mi mamá, yo le preguntaba a mi mamá, ¿qué hago madre, qué hago? Y ella me decía, ¿qué se va a perder? ¿Qué se va a perder? Si él era divino, o sea, él me trataba aún como una reina y mira que sí, decido parar ese semestre y me pongo a viajar con él voy a Armenia, pues regreso a mi casa, hago viajes con él y así nos fuimos enamorando, él me empieza a hacer preguntas, ya eso, tuvimos un noviazgo de seis meses, y fueron seis meses muy intensos, porque fueron desde las vacaciones de mitad de año hasta diciembre. Y él ya en noviembre me estaba haciendo preguntas que yo decía, wow, posiblemente me voy a casar con este hombre. Él me preguntaba mucho y me preguntaba bastante sobre el tema de maternidad, sobre, sí, sobre los hijos, sobre el hogar, sobre el matrimonio también. Yo creo que tanteando el terreno para ver lo que sentía. Y en un diciembre mi mamá, pues ese diciembre, es que en un diciembre, en ese diciembre mi mamá me dice, ¿qué me dice? Ah, bueno, él me invitó a Bahamas a pasar Navidad a Bahamas, luego íbamos a fin de año a Cancún, entonces él me dice mi mamá me dice mami, ¿por qué no te llevas para el viaje a Bahamas un vestido bien lindo? y yo, me dijo ¿por qué? ¿qué tal? ¿qué sé? y yo, ay no, ¿cuál vestido bien lindo? y ella quería que yo me fuera con un vestido largo, largo y tacones, y yo como que no le cedía mucho hasta que ella me dijo que me iba a contar la verdad. Él llamó a mi papá y le pidió la mano por teléfono. Le dijo que él había encontrado la mujer que toda la vida había soñado, que en tantos países, en tantos lugares donde él había vivido, él, y entre tantas mujeres, él sabía que yo era la mujer, que yo era la mujer que iba a ser la esposa de él. Y que le pidió la mano. Y mi mamá me contó que me llevara el vestido. Y ahí fue súper chistoso, Tati, porque imagínate que nos vamos para Bahamas, yo con el vestido, y yo, mami, no hay nada raro todavía. Yo la llevaba ahí, claro. Y es que no hay nada raro todavía. Y ella me decía, cuando él diga que va a ir a recepción, a cualquier cosa, es porque va a ir a pedir que decoren algún lugar. Ay, pero tu mamá te dañó toda la sorpresa. Y entonces, bueno, yo sí esperaba. No, nada raro, Tati, nada. Ni hoy tenemos una cena, o sea, nada. El 25 de diciembre, bueno, el 24 de diciembre, yo le di un tarjetero de regalo, pero le hice una carta, le hice una carta muy linda de regalo de Navidad, en papel lindo, yo lo había pensado, qué le voy a dar yo a él si él tiene todo económicamente? Y le voy a dar una carta, ese fue mi regalo con un tarjetero, le doy la carta, pues él me da un regalo también de Navidad, y al otro día, el 25 de diciembre, nos vamos a la playa, ahí en el hotel, en Bahamas. Nos vamos a la playa y resulta que, relajados en la playa, viene uno de los muchachos de las moticos acuáticas y nos dice como, ¿quieren montar en moto? ¿quieren montar en moto? quiero montar en moto y él me preguntó y yo le dije ay sí, vamos, vamos entonces él me dice, ah pero espérame que tengo que ir al baño antes de y él se va para la habitación, regresa, él regresa nos vamos, nos montamos en la moto acuática y cuando vamos en medio bueno, nos preguntan si vamos juntos o separados y yo le dije no, nos vamos juntos. Y yo recuerdo tanto que cuando yo lo iba abrazando, yo le puse las manos a él en esta parte de acá y le sentí la caja del anillo y yo dije wow no no no yo sentía que se me iba no no yo veía las olas bien a ver mareos yo ya estaba enamorada muy enamorado sea pero era enamorada de que sea lo que tenga que ser, y siempre ha sido así, y llegamos allá al lugar, y él dijo, el chico de la moto nos dijo, mira, allá hay una isla privadita, y bueno, y yo llegué, pues normal, había unas canoas, era un espacio bonito, pero no había pues rosas, pues rosas, como una vez en el tiempo, nada de eso, y estábamos solos en esa pequeña isla, nos sentamos en el borde de un bote, y él me dice, oye, tú anoche, a mí me pareció tan especial lo que tú hiciste, que fue darme una carta de Navidad, o sea, darme una carta de Navidad con todo lo que me dijiste. No, yo, mientras tú dormías, yo te hice una carta y saca la carta. Yo le enseñé bastante a él hablar español. Yo no hablaba inglés perfectamente, pero nos entendíamos. Y en ese momento él todavía no hablaba muy bien español. Entonces él me dice, te voy a leer la carta. Pues, ¿por qué me toca leerte la carta? Y él empieza a leer la carta y llega un momento en el que él me dice lo que le dijo a mi papá cuando le llamó a pedirle mi mano. Y me dice, mira, él ha sido nómada. Él desde muy joven se independizó y trabaja de manera remota en cualquier parte. Entonces él viajaba y vivió en varios países. Entonces él me dice, después de haber recorrido tantos lugares, después de haber conocido tantas mujeres, cuando te conocí a ti, me di cuenta que tú eres esa mujer que yo siempre había buscado en medio de tanto y ahora que te tengo espero hacerlo que algo como que esperaba ser lo máximo posible por tenerme a su lado que él no quería dejarme ir y me dijo quiere ser mi esposa y sacó el anillo, se arrodilló se puso de rodillas y yo como ¿qué? no no, no, no, no y yo le dije claro que sí uff ¿cómo te sentiste? no, como me siento hoy todos los días agradezco mucho porque él me ha ayudado a sanar, Tati. Él me ha ayudado a enfrentar el mundo. Y obvio, le encanta que soy una mujer que ama la maternidad amo construir hogar, me encanta construir relación de pareja. ¿Y tienes hijos? Y tenemos una niña que va a cumplir nueve años pero también le encanta la mujer con toda la experiencia le encanta tener de esposa una mujer que fue actriz porno entonces digamos que le encanta tener de esposa a una mujer que fue actriz porno. Entonces, digamos que ha sido una relación muy linda. ¿El de dónde es? Él es de Canadá. ¿Y nunca te ha juzgado? Nunca, no, pero llegaron muchos momentos, jamás, jamás me ha juzgado, él antes me dice, por el contrario, jamás, jamás me ha juzgado, el antes me dice, por el contrario me dice, ay la gente, ay la gente con esa mente tan pequeña, ay la gente no te da de comer, y sabes que hay un, como un lema que nunca se lo he escuchado en otros momentos, sino cuando yo lo he necesitado y me lo ha dicho a mí, y ha sido, todas las personas tienen una opinión, así como tienen un culo. Y es verdad, todo el mundo tiene una opinión. ¿Y por qué nos tiene que importar tanto la opinión de todo el mundo? Él ha sido mi maestro de la libertad, porque no ha sido el maestro que me ha enseñado a través del dolor el amor propio, no. Ha sido mi maestro de la libertad. Él ha estado acompañándome durante todos estos años a hacerme libre. A mí me causa como, se me hace muy bonito lo que estás contando, pero además quiero pensar cómo era tu concepto del amor y cómo se transformó. O sea, en qué momento de verdad aceptaste esto es real. O sea, aquí sí hay amor y no es lo que he venido pensando durante tantos años. Mira, Tati, durante muchos años yo pensé como, yo pensaba como, no, no quiero hombres con mentalidad de juzgarme, yo no, yo sabía que yo no quería vivir ese infierno, porque ya lo había habido con la sociedad. Y tenía algo de certeza en mi corazón de que iba a llegar ese momento. Entonces, cuando empiezan a pasar los días, cuando empiezo a ver qué es real, cuando empiezo a verlo a él muy enamorado, muy entregado, él supo cómo llegar a mi corazón, porque él sabía, él sabía que yo tenía miedo de entregarme, de abrir mi corazón al amor, porque sabía que tenía una herida muy grande, entonces él supo entrar, pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta y sabes que también fui reafirmando con él que él era el hombre que yo siempre había querido manifestar, un hombre que es que todas las mujeres podemos tener ese hombre, o sea, no podemos permitir que tengamos al lado a la persona con quien queremos compartir nuestra vida y nos juzgue, nos critique, porque tenemos a alguien al lado, es para vivir rico, para disfrutar, para que esté contigo en los momentos más lindos de la vida, pero también en esos momentos en los que tú estás quebrada a pedacitos. Entonces eso es muy lindo, como con el paso del tiempo se fue dando todo. Y en tu casa, ¿cómo lo recibieron? No, mi mamá y mi papá y mis hermanas y toda la familia, él ha sido un hombre maravilloso. Yo creo que el respeto, la admiración, el amor de mi familia con él es infinita. Porque él llegó también a transformar muchas cosas. Imagínate que cuando yo me casé, que publicamos de la boda y todo, le mandaron mensaje a toda la familia de mi esposo que vino a la boda. Le enviaron mensaje diciéndole lo de mi video, le contaron todo. No, ¿quién? A mi suegra, no. Las personas ahí que te conocían. Facebook, inventados. Las personas ahí que te conocían. Facebook, inventados. Yo siempre había... Yo había dejado unas semillas en mi suegra, que es una mujer maravillosa. Y desde siempre le había dicho, todos cometemos errores. Como que le habías como contado cositas. Exacto. Y cuando llegó ese momento, ella espera para decirnoslo en un viaje que ella hacía acá a Colombia. No por teléfono ni nada. Y íbamos en el ascensor. Sí. Y como te parece, que estamos en un centro comercial y como te parece que ella ella nos dice empieza a decir, pero le dices a mi esposo, le dice, oye es que como te parece que contactaron a el tío, imagínate un tío por allá lejano que vino a la boda porque lo quieren mucho a la abuela al papá, o sea, a todo el mundo que veían con, que se veía que era de apellidos, con apellido extranjero. me quitaron una maleta de encima ya les agradeces o sea tuve mucha vergüenza claro, claro pero sabes que he aprendido a amar también mucho a mi suegra porque ella me dijo porque yo tuve mucha vergüenza y ella me decía como mira, no sé cuánto tiempo vaya a ser la esposa de mi hijo, pero tú vas a ser la esposa de mi hijo, pero tú vas a ser la mamá de mis nietos toda la vida. Así que lo que tú hayas hecho en el pasado se queda en el pasado. ¡Qué bueno! Y yo ya he hablado de todo esto con ellas, con el paso del tiempo. Ya, no hay secretos. Y hoy me acabo de liberar acabo de renacer Tati y por eso quiero agradecerte porque tenemos que vivir ocultando lo que somos que lindo ser en esencia tanto tiempo he sentido el llamado en mi corazón de contar mi historia para hacerme libre, no para nada más, para hacerme libre. Y a veces, muchas veces me he cuestionado como, ¿es necesario, Marcela, si he construido un estilo de vida a nivel profesional, a nivel social. Es necesario. Y hay algo en lo más profundo de mi ser que me dice si es necesario. Y se lo solté a Dios y dije cuando sea el momento voy a hacer, bueno, ya lo he contado a muchas mujeres, grupos de mujeres, comunidades, pero nunca públicamente. Y siempre lo había tenido en mi corazón y dije, Dios, cuando sea el momento. Y es el momento. Y sientes que este es el momento. Ya, fue el momento. Ya fue. Y el momento es perfecto porque no había sido antes. ¿Cuál es la lección más grande o el aprendizaje más grande que te llevas de todo este proceso tuyo? El aprendizaje más grande, es que son varios, que se han convertido en mi filosofía de vida. Y es, yo ya no le tengo miedo a las tormentas. y es yo ya no le tengo miedo a las tormentas porque a veces uno espera que Dios o en lo que cada persona crea yo no soy de religiones pero si creo en un Dios esperamos a lo mejor que él llegue y se siente así baje en una luz blanca y se siente y nos hable y nos diga algo pero él no habla de esa manera. Él nos habla a través de la vida, a través de conversaciones con otras personas, a través de libros, a través de ver un video, ver un podcast. Él nos habla a través de las situaciones muy lindas, pero también las situaciones de dolor. Y yo creo que lo más lindo y lo más lindo es esa conexión, esa conexión con Él. Y efectivamente, Dios nos habla y seguramente en este momento hay personas, mujeres sobre todo, que te están viendo, te están escuchando y dicen, me están hablando a mí. ¿Cuál sería ese mensaje que les darías a ellas? Ese mensaje que les darías a ellas. Ay, el mensaje que les daría es... Es que es tanto que yo creo que me quedaría corta. Pero ese mensaje que yo le daría a todas las mujeres que hoy nos ven es en la única persona en la que tenemos que depositar todo el amor, toda la entrega, toda la pasión, toda la determinación es en nosotras mismas. veces terminamos siendo leal a todas las personas alrededor a la pareja a los papás, a los hijos pero a veces ser leal a otros implica ser desleal con nosotras mismas y es ser leal a cada una ese es el regalo más lindo que nos podemos dar ser leales a lo que sentimos, ser leal a lo que tú, a esos llamados que hay en lo más profundo de tu ser que tú lo sabes, ser leal a encontrar a ese diamante que muchas veces está en medio del lodo y tener certeza de que solo necesitas de ti misma y de creer y de confiar para tener la vida que siempre has querido tener. Sí, hoy una de estas mujeres adolescentes o quizá niñas que te están escuchando está en la situación en la que estuviste hace muchos años cuando estabas apenas empezando a conocer ese mundo que todavía no tenías ni idea de qué se trataba y llegaron tus amigas y empezaste a entrar en ese mundo. Si alguna de estas niñas se encuentra en los zapatos de esa Marcela de aquel momento y se ve tentada y dice, esto me gusta, qué rico, y el dinero, y de esta manera lo voy a conseguir más rápido, ¿qué mensaje tienes para ellas? Sí, de algo tengo certeza es que debemos vivir a conciencia. vivir a conciencia. Debemos, seamos adolescentes o adultas, en la edad que estemos, es vivir a conciencia. Ese vivir a conciencia es ver que todo tiene una consecuencia y que esa consecuencia estoy realmente, ¿Vale el precio? ¿Estoy dispuesta a pagar ese precio después? A esto momentáneo que el cuerpo realmente absorbe. En el cuerpo queda guardado todo lo que tú haces con él. Y no hay nada más lindo estando en pareja, solas, en un matrimonio, con hijos. No hay nada más lindo que elegir quién toca el cuerpo de cada una. Porque hay mujeres prostituyéndose en un hogar. Hay mujeres que ejercen la prostitución en pareja. ¿Cómo sucede esto? Pues están en lugares donde saben que no pertenecen, en relaciones de pareja donde no son valoradas, admiradas, honradas y están allí. Y esto también es prostituirse, esperando tener un mejor estilo de vida, una casa, un hogar, o a lo mejor también una posición social. ¿Quién para decirle a otra mujer no lo hagas? Pero sí esa invitación a tomar esas decisiones de manera consciente, ¿qué hay después de? Y cuidar porque es que nosotras somos ese templo. Realmente nuestro cuerpo es ese templo que cada una elige cómo adornarlo, cómo honrarlo, cómo festejarlo, cómo celebrarlo o qué colocar en él. ¿Es posible encontrar el amor a pesar de cualquier situación del pasado? Sí, sí, cuando tenemos esa certeza en el corazón y esa fe de que sí va a ser, sí, claro que sí. ¿Cuáles son tus planes ahorita, Marcela, en qué andas? Bueno, mis planes es que cuando yo nace mi niña y me dedico a la maternidad a los dos años, pues cuando ella tiene dos años, vi otra de mis noches oscuras. Y era que... Tengo un esposo maravilloso. Económicamente estaba muy bien. Estaba muy bien. Vivía en la casa de mis sueños. Andaba en el carro de mis sueños, tenía una hija preciosa, o sea, tenía la vida que yo creía que era el ideal, pero empiezo a tener problemas de sueño, empiezo a despertarme bastante en la noche y empiezo a tener esa sensación de algo me falta. Tenía un vacío en mi pecho y yo decía, ¿qué me hace falta? Y siento que empiezo a tener una depresión postparto que me lleva a, quiero conocerme a mí misma, quiero sanarme, quiero viajar, quiero disfrutar la vida, quiero hacer amigas, amigas reales, porque las hay, las habemos. Amigas con quien pueda ver de alma a alma. Y empiezo a ir a retiros de mujeres, empiezo a estar en talleres de mujeres, círculos de mujeres, empiezo a estar en talleres de mujeres, círculos de mujeres y tengo un lapso de tiempo en el que estoy en este trabajo de desarrollo personal con mentoras, coaches, en psiquiatría, con mi psicóloga y llega un momento en el que digo yo para qué vine a este mundo, para qué vine acá. Y recuerdo mucho que en uno de esos retiros, en el retiro estaba incluido con una de las mentoras tener una sesión personalizada de cierto tiempo. Y recuerdo que nos sentamos frente al mar y ella me dice, tienes una pregunta. Y yo le dije, ¿cómo encuentro mi propósito en la vida? Porque siento que ya tengo todo, pero me siento vacía. Y nunca se me van a olvidar las palabras. Ella me dice, el propósito eres tú, el propósito es tu historia. Y ese día, y llega un momento en el que hago terapia, hago psicología clínica, pero llega un momento en el que en los retiros y ya empiezo a tener amigas, encuentros de mujeres y comunidades de mujeres, donde estoy en mi espacio seguro y les empiezo a contar mi historia, y ellas me empiezan a preguntar, ven, ¿pero tú qué hacías? Y les empiezo a contar de todo. Les empiezo a contar de mi proceso, de ese proceso interno que traigo conmigo, pero también ellas querían saber qué querían los hombres, qué cosas había aprendido a hacer, cómo pueden ser ellas mejores en la cama, y empiezan a preguntarme cosas y cosas, y encuentro que tengo momentos de mucho disfrute donde hay mujeres interesadas en saber lo que yo sé. Algunas me empiezan a buscar para consulta y me cuentan que quieren trabajar su sensualidad, que tienen problemas con el esposo porque le fue infiel y que quiere saber cómo satisfacerse. Y entonces empiezan a buscarme por este tema, empiezo a dar consulta y de un momento a otro me sale un diplomado de psicología de la sexualidad. llamado de psicología de la sexualidad. Ese fue como uno de esos acercamientos que yo dije, wow. Entro a estudiar y de ahí para acá he estado en eso. Empecé a crear una comunidad de mujeres donde sanamos el ser mujer de una manera muy integral. La sexualidad comprende todo, es como tu impronta. A veces creemos que sexualidad es sexo, pero resulta que el sexo, el erotismo, es solo una partecita de todo lo que es la sexualidad. Y la sexualidad comprende cómo estás tú emocionalmente, tu historia, tus dolores, lo que traes de niña, tu erotismo, tu seguridad, todo, todo, la forma como te comunicas. Y entonces en eso ando. Tengo una comunidad de mujeres, lidero una comunidad de mujeres a través de la psicología de la sexualidad, la sexualidad, donde con retiros de sexualidad femenina hago talleres para mujeres, de todos los temas, desde lo muy espiritual hasta lo muy mundano y terrenal, y en eso ando, en eso ando pidiéndole permiso a Dios todos los días para llegar a las mujeres a las que deba llegar con ese mensaje del empoderamiento sexual femenino, de que, Tati, ¿sabes qué? Nunca nos enseñaron sobre sexualidad. Porque sexualidad hizo mucha falta. Son muy pocas las mujeres que tuvieron el privilegio de aprender sobre, es muy lindo llenarnos de nosotras mismas y sentirnos merecedoras de placer. ¿Cómo te sientes en este momento, después de haber contado toda tu historia? Con mucha certeza, con mucha certeza, Tati. Certeza en mi corazón de que, guau, ya, yo cada vez me he hecho más libre, pero yo sentía muchas veces que estaba en el fondo del mar con mis alas pero el ancla no me dejaba salir del mar esa fue la forma como la interpreté con una de mis coaches y con ella comprendí que era que yo he tenido ese deseo muy arraigado en mi corazón de hacer esto, de hacerlo de manera pública, abierto a todas las mujeres que deseen nutrirse con mi historia de una u otra manera. Así que yo creo que es como un renacer, es muy lindo. Qué lindo, Marcela, gracias por venir hasta acá, por viajar, por tomarte el tiempo, por abrir tu corazón, eso no es fácil, o sea, uno salir a contar una historia de estas, que además están juzgadas por la sociedad, y enfrentarte a esto, de verdad se requiere mucho coraje, y te quiero agradecer por eso, sobre todo por tus palabras, que seguramente inspiraron a cualquier cantidad de personas. Ay, tan linda, Tati, gracias a ti. Gracias, gracias, gracias. Me quedo con esa frase, tu propósito es tu historia, porque sin duda todas tenemos una historia por contar y detrás de esa historia hay un gran propósito. Te agradezco muchísimo, Marcela, y ustedes por favor recuerden suscribirse a nuestro podcast, a todos nuestros canales, cada miércoles tenemos una historia nueva de una mujer inspiradora como Marcela, que nos va a llegar al corazón. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.