Entre más peso tengas, menos privilegios tienes - invitada: Adriana Convers

Entre más peso tengas, menos privilegios tienes - invitada: Adriana Convers

13 de nov de 2024

En este episodio, Tatiana Franco entrevista a Adriana Converse, conocida como Fat Pandora, una referente en las redes sociales por su lucha contra los estereotipos de belleza. Adriana comparte su experiencia personal y su camino hacia la aceptación de su cuerpo, desafiando la percepción tradicional de belleza en el mundo de la moda.

Capítulos

Fat Pandora: El Origen del Nombre

Adriana explica cómo surgió el nombre Fat Pandora. Desde su infancia, siempre se vio enfrentada a la falta de representación en la moda para mujeres gordas. Decidió usar este nombre como un acto de rebeldía y visibilidad en un momento donde las mujeres gordas eran ignoradas por la industria.

La Moda y el Internet

Al mudarse a Bogotá para estudiar marketing y comunicación de moda, Adriana se sintió invisible debido a su tamaño. Descubrió que fuera de Colombia había una industria de moda para tallas grandes y comenzó a comprar ropa del extranjero y a compartir sus fotos en internet.

Reacciones y Aprendizajes en Redes Sociales

Adriana reflexiona sobre cómo sus publicaciones ayudaron no solo a mujeres gordas, sino a todas las mujeres que batallan con su imagen corporal. Aprendió que las inseguridades sobre el cuerpo son un tema universal entre las mujeres.

La Relación con la Comida y el Peso

Desde su infancia, Adriana fue sometida a dietas por sus padres, quienes, desde el amor, querían protegerla de las críticas. Comparte cómo estas experiencias influenciaron su relación con la comida y habla sobre la cirugía bariátrica y sus consecuencias.

Violencia Estética: Una Lucha Colectiva

Adriana y Tatiana discuten cómo la violencia estética afecta a todas las mujeres, independientemente de su tamaño. Se menciona la presión constante para alcanzar un ideal de belleza y cómo esto se ha convertido en una distracción de la lucha por los derechos de las mujeres.

Superación Personal y Relaciones

Adriana comparte su relación actual y cómo ha sido confrontar los prejuicios de la sociedad sobre parejas de tamaños diferentes. También reflexiona sobre el respeto hacia su cuerpo y la importancia de fijar límites en su entorno familiar para sanar viejas heridas.

Conclusión

La entrevista con Adriana Converse, Fat Pandora, es un poderoso testimonio de resistencia y aceptación. Reviste la importancia de desafiar los estándares de belleza convencionales y ofrece una mirada honesta sobre cómo afrontar la gordofobia y la violencia estética. Su historia es un recordatorio de que todas las mujeres, independientemente de su tamaño, merecen ser vistas y escuchadas.

Menciones

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               Alzar la voz en un sistema lleno de prejuicios ha sido el gran logro de Adriana Converse, una mujer que dejó de batallar con su peso y se dedicó a mostrarle al mundo que la belleza no se mide en kilos. Un encuentro más con ustedes en Voz Podés, el podcast, hoy con una invitada maravillosa que hace rato estaba persiguiendo para que aceptara esta invitación. Ella es Adriana Converse, mejor conocida en las redes sociales como Fat Pandora. Adri, bienvenida. Ay, qué nervios, muchas gracias Tati por la invitación. Ese persiguiendo sonó todo, no fue tanto. Paquito, paquito, pero arrancaste con la palabra o la frase, qué nervios, ¿en serio estás nerviosa, Adri? Pues es que debo decirte algo, Tati, para tranquilizar, no era la mejor, porque ¿cuántos nos están escuchando? Un grupo de gente grande, me dio mucha risa porque ayer antes de venir a este episodio me decía Tati, Tari, tengo nervios, ay no, siento como si estuviera presentando un parcial. ¿En un auditorio o en un auditorio? Y yo te dije, no, no es un auditorio. Es como un Movistar Arena lleno como 70 veces. Solo esa gente. Normal. Y yo, bien. Pero rico, Adri, saber que tanta gente te está viendo y escuchando, porque además siento que tienes una historia muy poderosa. Ay, me honra mucho tus palabras y, bueno, sé que este es un lugar seguro y por eso acepté la invitación. Es un lugar seguro, vamos a pasarla rico, vamos a conocerte muchísimo más. Y quisiera empezar por entender este término de Fat Pandora, que es como mucha gente te conoce en las redes sociales. ¿Cómo llegó a tu vida ese nombre? Bueno, Fat Pandora nació en un momento en el que yo me sentía invisible para el mundo de la moda. Yo, bueno, yo siempre fui gorda, toda mi vida nací, vine así de fábrica y en Bucaramanga, que es donde yo crecí, mi mamá es modista y digamos que siempre fui muy recursiva y siempre solucioné el tema de vestirme. Pero cuando me vine a Bogotá a estudiar, y estudiaba marketing y comunicación de moda, estudiaba con estas chicas que lucían como se espera, que se vean, ¿no? Como las Andys y las Emilys de Elia lo viste en la moda. Y yo aquí sola, pues ya no tenía a mi mamá, no tenía a la modista del barrio, por decirlo así. Entonces, pues nada, aquí no encontraba ropa. Nada, cero y iba a las tiendas y nada nada me entraba y pues me sentía invisible pero afortunadamente existía el internet y me di cuenta que fuera del país en eeuu en inglaterra en china la moda de tallas grandes o la industria de tallas grandes es una industria grandísima. Sí. Y empecé como a comprar ropa por fuera y me tomaba mis foticos, porque yo decía, en ese momento, eso fue hace 12, 13 años, como no existía el término influencer, no existía Instagram, empezaba apenas a aparecer, pero estaban muy de moda los bloggers con velarga, ¿no? Sí. Entonces yo veía a esta gente que se tomaba fotos. Igual yo lo hacía de la manera más arcaica, en una pared, así, porque decía como, bueno, es muy chistoso, pero a las mujeres gordas jóvenes nos toca probar que existimos. Porque como que para la industria, las mujeres gordas, pues ya son unas, tienen como un arquetipo, ¿no? Sí, ya tiene sus hijos, nietos, entonces no consume tendencias actuales de moda, ese es el arquetipo que solía sobre todo en esa época existir, entonces yo decía bueno, así bueno yo era la única gorda de mis amigos, de mi familia, a la redonda, o sea no había más personas gordas, amigos, de mi familia, de a la redonda, o sea, no había más personas gordas. Entonces, empecé a tomarme estas fotos y decía, bueno, de pronto alguien, algún fabricante se va a dar cuenta que ya vemos mujeres gordas en como, o sea, el menor de mis hermanos me lleva 20 años, no tengo primos de mi edad, entonces crecí muy solita y pues comía mucho libro, como dicen por ahí, y me encantaban las historias de las diferentes mitologías, la griega, la nórdica, la egipcia, y me encantaba mucho la historia de Pandora, que fue una mujer que desobedeció a los dioses, desobedeció las órdenes, sí, claro, le dijeron no abra la caja, la abrió y regó un montón de problemas en el planeta, pero me gustaba mucho esa idea de la mujer desobediente, y yo sentía que yo no quería, yo nunca he obedecido como me han dicho que se deben vestir las mujeres gordas, y entonces dije, bueno, yo soy como la pandora gorda para pandora y fat también porque quería dejar muy claro que ya era muy consciente porque toda la vida lo he sido de que soy gorda y que me hicimos en el insultar pues informa teos a patrón y también para que otras mujeres gordas me encontrarán porque como te digo a veces es muy difícil creer que existen porque es que nos han dicho que no, no hay representación. Bueno, hoy en día es otra historia, pero antes así lo era. todas estas mujeres y las estás representando, ¿qué comentarios empezaste a recibir sobre todas estas mujeres que decían, Dios mío, hay alguien como yo, por fin, alguien que se muestra? Bueno, al principio, creo que esa es como la mayor enseñanza que me ha dejado estar en redes y tener un blog y, bueno, luego mirar las redes sociales. Al principio, yo me tomaba mis fotos y decía, ay, mis gorditas, tengo que hacerlo por mis gorditas, como que iba a un evento y me tomaba, ay, tómame la foto, es hay mis gorditas tengo que hacerlo por mis gorditas como que iba un evento y me tomaba tomando fotos que mis gorditas están esperando y conforme fue pasando el tiempo como que la gente empezó a conocerlo y me pasó a seguir gente pues de todos los tamaños y me hace más cerca mujeres que no necesariamente eran gordas y me llena yo te sigo me encanta lo que haces yo también tengo un problema con con mis pantalones que la visca de era no entran o si me queda de cadera no me queda ancho de cintura, no sé qué. Entonces me empecé como a dar cuenta, porque no lo sabía, que el tema de nuestras inseguridades y nuestra relación con nuestro cuerpo es un tema de todas las mujeres. Esto no es un tema solo de mujeres gordas. Me empecé a hacer otras preguntas, porque claro, yo tenía súper idealizada la vida de las mujeres delgadas, Me empecé a hacer otras preguntas, porque claro, yo tenía súper idealizada la vida de las mujeres delgadas, ¿no? Porque como yo nunca he ocupado un cuerpo delgado, yo pensé que las mujeres delgadas entraban a un almacén y ya encontraban un pantalón y salían como si nada. O que nadie les comentaba sobre su peso, sobre su cuerpo. Y gracias al blog y gracias a las redes, me he dado cuenta y pude entender y hacerme por eso esas preguntas. cuenta y pude entender y hacerme por eso esas preguntas porque está tan normalizado que a las mujeres nos comenten sobre nuestro físico desde que somos unas niñas. Entonces, creo que ese ha sido como el mayor aprendizaje y enseñanza del blog, como poder entender que estamos mal como sociedad también. A mí me encantaría Adri, que nos instruyeras porque yo siento que para esto se necesita educación y uno no tiene por qué sabérselas todas, ¿cierto? ¿Cuál es la manera correcta, respetuosa de llamarle a una mujer de talla grande, una mujer gorda? Porque entonces están las personas que utilizan la expresión gordita, ¿cierto? Quiero que nos instruyas un poco en este tema. tema que es ofensa o para ti que es molesto que es incómodo y que consideras que deberían normalizarse en cuanto a terminología a mí me gustaría mucho que le quitará mostró esa carga negativa la palabra que la tenemos en nuestro idioma porque cuando alguien nos cae mal me cae gorda cuando nuestros papás decían que un problema se armó la gorda o sea el de la vista gorda sí no que gorda siempre es un amasé muy muy muy hacia lo femenino no es entonces desde ahí ya partiendo de me cae mal no me cae gorda hoy en día dicen, ay, me fui de gordo cuando se van a comer una hamburguesa, como que dicen, ay, qué gordo soy, como asumiendo también que las personas gordas solo somos gordas porque comemos hamburguesas y estamos sentados en un sofá todo el día, cuando pues el sobrepeso, la gordura tiene un montón de causas y juntas, la gordura tiene un montón de causas y juntas, ¿no? Entonces creo que uno de esos dos como la necesidad de poner etiquetas, también me parece, porque tenemos que referirnos hacia alguien como el gordo, la gorda, el calvo, el bajito, eso hace mucho daño. Y creo que ahora cuando una persona necesita, porque necesita usar la palabra para identificar a alguien, pues yo, en mi opinión, pienso que gorda. Me parece que no se necesita usar la palabra realmente. Exacto. Pero si a alguien, porque es que no le da más y tiene que decir gorda, pues me parece que debe esa la palabra gorda. Ok. Bueno, estabas hablando de que al inicio de entrar como en este mundo de redes y tus blogs y demás, te sentías invisible además también en la universidad. ¿Esa sensación estaba ligada a algo de tu infancia? A ver, es que yo creo que a las personas gordas siempre se nos han mandado al rincón. Como que no llamemos la atención que se nos note lo menos posible que estamos gordos o que somos gordos o que estamos en una habitación no entonces por eso viste todo de negro que eso adelgaza y también cuando va pegado al ser mujer entonces también a no hablar duro a no llamar la atención a carga mucha carga encima yo en mi infancia no recuerdo no ser gorda. O sea, no saber que la sociedad, mi familia, mis papás, los niños del colegio, los profesores, no me hicieran saber que era gorda. O sea, yo siempre lo supe. O sea, te lo decían, te lo repetían. Sí, siempre. ¿Y te lo hacían ver como algo negativo? Claro, claro. Sobre todo en mi familia, porque soy la única gorda en mi casa y para mis papás. Era muy difícil de entender si yo comía lo mismo, si era su hija, ¿por qué? Porque la niña es gorda, porque nació gorda desde chiquito, o sea, desde lo más chiquito. Pero ahora tú miras las fotos y dices, ay, pues no era tan gorda, era una niña normal, pues rellenita, pero no era lo que me habían hecho hacer sentir que era. Y creo que a muchas mujeres nos pasa que vemos fotos y decimos, yo sí me acomplejaba y no era gorda, ¿sabes? Y a mí me pasa eso, pero pues sí, siempre fui la más gordita, la más grande de la fila del colegio. Y siempre se me recordó, mi primera dieta fue a los seis años. No, muy chiquita. A los seis años yo ya tenía un régimen, ya tenía una nutricionista, yo ya tenía prohibidos ciertos alimentos. A los seis años, es que los seis años fueron complejos, una profesora le mandó una nota a mi mamá diciéndole cómprele acostumbrador, porque ya se le notan los pechos. A los seis años. Yo no tenía ni idea que era acostumbrador, ¿no? A los seis años. Y yo me acuerdo llegar era acostumbrado a los seis años y yo me acuerdo llegar al colegio sabe y con eso puesto y como que yo sentía que que se notaba o sea la gente lo notó los niñitos lo notaron porque para la gente que de otro país o que quizá no entiende el término es un brasier su gracia el chiquitito para un top para niñas chiquitas y yo desde los seis años ya tenía acostumbrador. Entonces siempre fue muy importante en mi casa, en mi entorno, que había un problema que solucionar. Entonces yo para compensar que era la niña gorda, era la mejor estudiante, la más obediente, la mejor hija que podría ser, pero siempre me faltaba el centavo para el peso porque era gorda. Ok, y estabas hablando de una dieta. Esto fue, o sea, ¿quién de tu casa empezó a meterse con este tema de tu alimentación? De, ok, vamos a revisar cómo era tu relación ahí con la comida. Cuéntanos un poquito de esa infancia. Desde el amor, los papás cometen muchos errores. Igual lo repito porque yo sé que mis papás me aman, pero si la relación con la comida que yo tuve toda mi infancia, adolescencia y parte de mi adultez es pésima debido a eso. Porque claro, me pusieron en dieta muy chiquita, entonces muchos alimentos que me prohibieron, entonces en mi casa no lo sabía y a mí me mandaban la lonchera y la lonchera era jugo, fruta y unas galletas. Algo muy aburrido para una niña de tu edad. Sí, exacto. Claro. Entonces yo me acuerdo que eso hizo que yo me volviera una negociante en el colegio, entonces yo les decía a mis compañeros, le cambio mi fruta y mi jugo por 400 pesos y con eso iba y me comía una empanada. Claro, o sea, es trueque. Sí, sí, sí, y cuando me mandaban níspero, que es una fruta que para muchos es rara, los compañeritos se peleaban por comprarle, y yo con eso comía, me podía comer una empanada y una gaseosa. Entonces, claro, a mí se me enseñó indirectamente que la comida más rica era la prohibida, A mí se me enseñó indirectamente que la comida más rica era la prohibida. Y entonces, claro, yo empecé a hacer esos canjes. Luego, más adelante, cuando ya estaba en el bachillerato, pues me mandaban plata. Entonces yo compraba esas cosas. Porque en mi casa no había. Yo me acuerdo que a mí me pusieron cadena y candado en la nevera para que yo no abriera la nevera. ¡Wow! O sea, de ese nivel. Entonces se me dañó la relación con la comida desde muy chiquita. O sea, tú has escuchado el término de almond mom, que es como la mamá almendra, que a mí me gusta aterrizarlo y yo lo digo, yo tuve una mamá mandarina. O sea, a lo colombiano, mi mamá es una mamá mandarina, porque cuando yo tengo hambre, ¿cómo hace una mandarina? Mami, ¿qué hay de once? Mandarina. Entonces, mi mamá tiene una relación con la mandarina muy fuerte. Muy estrecha. Y de hecho, yo siento que nuestras mamás y abuelas tienen una relación muy compleja con la comida, incluso algunas pueden llegar a tener un TCA porque son demasiado rectas y como a comer muy, muy saludable y no permitirse ciertas cosas. Mi mamá es una mujer muy delgada que cuando se enferma y le mandan suero, le mandan ensure, dice, no, eso engorda. O sea, de ese nivel. En la mente tiene como ese discurso. Entonces, todos sus miedos y también mi papá, también es una persona muy gordofóbica, y yo siento que todos sus miedos me los transmitieron a mí, porque en parte, sobre todo mi papá, impartía esa violencia hacia otras personas, que veía gordos en la calle, él no tenía empleados gordos, él, uy, no, esa persona, mira esa persona tan gorda, entonces todos esos miedos de ellos, de que yo iba a sufrir esa violencia, pues por eso hicieron lo que hicieronieron y por eso digo desde el amor también. Sí, qué bonito que hables esta parte en la que aclaras que es desde el amor, porque siempre he creído que los papás hacen lo mejor que pueden con lo que tienen, ¿cierto? Sin duda, en tu caso, tus papás lo hacían todo desde el amor, sin embargo, hay repercusiones, bueno, y en todos. Sobre esta crianza, sobre estos lenguajes, este discurso. Se me hace muy curioso cuando mencionas que tu papá es gordofóbico. O sea, es supremamente curioso y particular. Quisiera, es que hay mucho por hablar, pero quisiera desmenuzar la palabra gordofóbico, porque esto tiene como dos vías. Es la traducción del inglés, ¿no? Porque cuando uno habla de gordofobia, yo no le tengo miedo a los gordos, eso no es gordofobia, es la traducción de la fatfobia, pero sí le tienes miedo a engordar. Sí. Y en parte yo por eso evito muchos de estos espacios donde voy a estar muy expuesta a mucha gente, porque me va a llegar mucho odio, porque yo represento el temor de mucha gente que es engordar y entiendo que tengan ese temor porque entre más peso tengas, menos privilegios tienes más se trata mal la gente más incómodo te sientes en un bus, en un transporte público, menos posibilidad tienes de tener un empleo bien pago. Incluso hay estudios que dicen que las personas, las mujeres gordas, hay un estudio en México que dice que las mujeres gordas ganan 16% menos que las mujeres delgadas. Y si uno de mujer por ser mujer ya gana 20% menos que un hombre, una mujer gorda gana el 36% menos, por más estudiada, preparada y esté igual que un hombre al ser gorda, esto ya la pone en otro escalón más abajo, o dos escalones más abajo. Entonces, entre más tú te alejes del ideal de belleza que impere en ese momento en la sociedad, más estás expuesta a violencias y más privilegios pierdes. Y más privilegios pierdes. Pero esto no solo afecta a las personas gordas, a las personas racializadas, a las personas que de pronto no tienen una extremidad, neuro a nosotras se nos exige belleza, ¿no? A los hombres se les exige proveer. Ellos, su obligación es que sean hombres que puedan proveer. Sí, se miden por la plata que tienen en el bolsillo. Que también es muy feo. Terrible. Porque estamos en un sistema muy difícil. Mucho. Y a las mujeres se nos promete que entre más nos acerquemos a ese... A ese estereotipo. pues vamos a encontrar ese hombre proveedor, todas esas ventajas que vienen con eso, ¿no? Pero a mí me gusta mucho, y ahora que estamos hablando de gordofobia, hablar de gordofobia y hablar de violencia estética. Que la gordofobia es este miedo a engordar y ese profundo odio y repulsión hacia las personas gordas. Viene como esas dos variables que tú dices. Y la violencia estética es esta violencia, como dice la palabra, que sufrimos todas las mujeres, todas. Sí, sin excepción. Nadie se salva. Por ser mujeres, siempre se nos va a estar presionando para alcanzar ese ideal de belleza. E incluso cuando lo alcanzas, porque te ganaste la lotería o trabajaste muy duro en tu cuerpo, te hiciste algún procedimiento, cuando lo alcanzas, vas a envejecer. Sí, es que nunca para, siempre hay más. No hay manera de ganar, no hay manera de ganarle al sistema. Entonces vemos, no sé si has escuchado la película La Sustancia, esta mujer hermosa que por años fue la mujer más espectacular del mundo, pero cometió el delito de cumplir 50 años. Imagínate eso. Entonces, totalmente desechada. Entonces a las mujeres siempre se nos va a estar presionando por alcanzar eso. Y hay una frase muy interesante de Naomi Wolf, que es una feminista increíble. Ella tiene un libro que se llama El mito de la belleza. Y ella dice, la dieta es el sedante político más potente en la historia de las mujeres. Porque mientras nos mandaron al gimnasio, nos mandaron a contar calorías, nos mandaron a estar muy pendientes de este tema, se nos olvidó luchar por nuestros derechos, por nuestros derechos reproductivos, por laborales, nos sacaron de las plazas para meternos en los gimnasios, eso también lo dice Diana Uribe, y es muy valioso. Ahora, ¿qué pasa? Yo no le estoy diciendo a la gente que no haga dieta, ni les estoy diciendo que, porque es que siempre llega la crítica, ¿no? Sí, y están los extremos, entonces. Es que tú estás normalizando la obesidad y estás haciendo apología, nada. Yo estoy, de hecho, diciendo que ser gordo te pone, te expone a un montón de violencias porque crees que voy a estar diciendo que ser gordo es la chimba, porque no lo es. Sí. Lo que pasa es que estoy ocupando espacios como las personas delgadas, como las redes sociales y otros lugares que incomoda mucho que una persona gorda lo haga. Entonces, para quedar bien, mucha gente habla de, es que es por tu salud. ¿Tú sabes, conoces mi salud? ¿Conoces mis exámenes? O sea, ¿tú sabes la salud que yo tengo. Me encantaría hablar de eso. Y tengo una historia. Tengo una amiga que es delgada, guap nadie se le ocurrió hacerle un examen de colesterol, y fue a raíz de los miomas que me mandaron unos exámenes. Y me dijo algo muy valioso, y me dijo, yo creo que la gordofobia nos importa a todos, porque así como las personas gordas, por ser gordas, ya las patologizan y les dicen que están enfermas, y no les mandan los exámenes, no les mandan tratamiento, no les mandan medicamentos esperando a que adelgacen, a las personas delgadas se les asume que son sanas. Que están bien. Y mira, y puede llegar a ocurrir esto. Entonces, yo tengo el colesterol divino, triglicéridos divinos, de hecho, tengo otra historia. Yo me hice una reducción de gusto y con un cirujano plástico maravilloso empático que yo tenía mucho miedo cuando yo llegué cuando yo llegué yo estaba recién divorciada en la inmunda y yo decía será que me operé de pronto no me opera porque me ve muy gorda y de pronto me dice que no y él me operó porque me dio tan mal como emocionalmente que me dijo no haga mole y después me dijo ari tú me cambiaste la opinión que yo tengo de las personas gordas. Yo decía, ¿qué? Me dijo, sí, porque eres una paciente maravillosa, juiciosa. Qué nota. Lo que yo te digo, tú lo haces. Y yo, pues sí, es que hay un montón de estereotipos sobre las personas gordas que no lo somos. Incluso lo vemos en televisión, en Disney. Los villanos son gordos, a mí me decían Úrsula cuando era chiquita para insultarme y hoy en día la tengo tatuada acá, porque digo Úrsula era una tesa ella era una feminista muéstralo hacia esta cámara a ver si se alcanza a ver sí, ahí se ve de hecho, uno vuelve a ver Úrsula la, bueno, la película, sí, con, como con los lentes de hoy en día y dice, o sea, el príncipe estaba muy cómodo con que la sirenita no tuviera voz, no hablara, ¿no? Cinturita de la sirenita. Incluso Ursula le dice, cuando ella le dice, no, pero mi voz, o sea, me la vas a quitar. Ella le dice, no olvides que allá arriba eres más que suficiente. La belleza es más que suficiente. Ay, amo. Ella le dice, allá no les importa que hables. No les gusta que hables. Qué loco es. Y uno dice, y a una niña diciéndole eso a los seis años viendo la película, como que, ah, la belleza es más que suficiente. No, ya, el cassette, ahí dañado. la película, como que, ah, la belleza es más que suficiente. No, ya, el cassette ahí dañado. Y siempre el gordo en el entretenimiento es el villano o el amigo fiel. Sancho Panza, Samuel el Señor de los Anillos, siempre es como el gordito divertido. Sí. Hay una canción que dice, la pinta es lo de menos, lo importante es que vos sos un gordo bueno. Que es también como... Sí, ya sé qué canción es, claro. Es eso, ¿no? Como siempre cuando hay la representación que es mínima, o eres el villano o eres el gordito bonachón. Ocurre también con las personas negras en las películas. Claro, se mueren de primero, son los primeros que matan en una película. O la representación es mínima también. O caen en unos estereotipos también. Sí, entonces por eso es tan importante hablar de estos espacios y atreverse a escuchar, no desde ya, es que está normalizando algo. Pues primero yo, pues yo soy normal, o sea, soy una persona. Muy normal. O sea, simplemente tengo este cuerpo y muchas personas tienen este cuerpo. Y yo no le estoy haciéndole apología a nada. Estoy atreviéndome a ocupar espacios que las personas delgadas ocupan y a cuestionarlo. Pero yo no le estoy diciendo a nadie, ay, cómase tres hamburguesas y dos malteadas porque ser gordo es una chimba. Porque no lo es. No lo es. Comprar ropa. Es súper complejo. Además en Colombia, por eso muy difícil, aquí las tallas incluso a las mujeres delgadas, yo digo tengo amigas que me dicen, no, es que esta talla es XL y yo, ¿cómo así que eso es XL? no es, y tú no eres gorda no, pero es, y yo o sea, nos juegan, juegan un montón con la salud mental de las mujeres, con el tallaje con todas, no solo las gordas pero, ¿sabes qué me encanta? Es que hay mucha tela para cortar con vos, no sé por qué no te atreves de estar más en estos espacios, Adri, porque de verdad el tema que hablas es interesantísimo, me gusta mucho, por ejemplo, entonces, ah, me dicen gorda, pues me pongo fat pandora, para que no necesites recordármelo porque yo ya me reconozco, yo sé quién soy, yo tengo espejo, yo conozco mi vida, no necesito que alguien me venga a decir cómo me veo y cómo estoy, lo de Úrsula, entonces me lo tatúo, o sea, me encanta porque siento que de alguna manera estás manifestando esa rebeldía de la que hablabas al inicio, como que esta soy yo, o sea, no tengo ningún problema con eso, pero en algún momento llegaste a sentirte incómoda dentro de tu cuerpo, habitando tu cuerpo? ¿Cómo fue eso? Claro, o sea, toda mi infancia sentí la necesidad de compensar, ¿no? Que era gorda. Sí. Porque era un problema muy grande en mi casa. La adolescencia, lo mismo. La adultez, o sea, claro, yo estudiando moda y yo decía, ¿será que a mí alguien me va a dar trabajo siendo gorda? Entonces, me obsesioné con la idea de hacerme una cirugía bariátrica. Porque conocí a una niña de mi universidad que se la había hecho, pero yo nunca vi el antes, ni el durante, vi el después. Y te encantó lo que viste. Sí, claro. Ella vivía quejándose de la gastritis, pero pues para mí fue a X. Pero eres flaca. Sí, sí, sí, eres flaca. Entonces, yo me obsesioné con esa idea y yo me hice una cirugía bariátrica. ¿A qué edad? A los 26, hace 11 años. Y a mí nadie me contó, nadie me mostró el durante. Ahora, quiero hacer un disclaimer porque yo no estoy en contra de las cirugías bariátricas, yo, la verdad, o sea, cada quien... Sí, además que cada quien tiene sus procesos. Pero a mí que me hubiera gustado escuchar antes de haberme hecho una cirugía bariátrica era que, como yo era una mujer sana, o sea, yo no tenía problemas de nada, a mí me hicieron tiroides, me hicieron glicemia, me hicieron todo antes de operarme, que yo hubiera, o sea, mi mayor consejo para alguien que lo esté pensando y que no es como que un caso de vida o muerte, que si no te operas te vas a morir mañana, como a muchos les puede pasar, es que intenten mejorar su relación con la comida a través de terapia. Ok. Porque se puede, porque yo lo hice, pero muchos años después. Y, ¿por qué? Porque claro, uf, a mí me pasaron muchas cosas en esa cirugía. O sea, a mí nadie me explicó de qué se trataba. O sea, bueno, sí, médicamente lo entendí, ¿no? Sí, sí, sí. Pero nadie me habló. Yo no tuve un soporte psicológico. Que es súper importante. Conozco personas que se han operado y el acompañamiento debe ser bastante. Claro, pero hace 11 años eso no era un tema, ¿no? Que es súper importante, conozco personas que se han operado y el acompañamiento debe ser bastante. Claro, pero hace 11 años eso no era un tema, ¿no? Entonces, claro, yo me operé pensando que eso era como... Magia. Ya, mañana flaco. Y empezó todo este proceso de perder peso, que pierdes peso muy rápido, muy rápido, entonces tu cuerpo se descompensa, no le das tiempo de entender qué está pasando. Entonces yo me empecé a quedar, o sea, a mí se me caía el pelo así, y yo toda la vida como mujer gorda me aferré a esas cosas que te decían que eran muy bonitas, yo tienes un pelo divino, tu cabellera es hermosa, o tu cara es muy bonita, y de un momento a otro, claro, no había pelo, y la cara pues se me chupó mucho, y estaba muy ojerosa, No había pelo y la cara se me chupó mucho y estaba muy ojerosa porque literal estaba en un régimen alimenticio muy fuerte. La cirugía lo que evita es que tú te quieras comer una pizza y puedas hacerlo, pero la dieta es lo que te hace bajar. Y yo estaba en un régimen muy fuerte, entonces claro, ojerosa, cayéndose en el pelo. Incluso hay médicos endocrinólogos que dicen, la tiroides sí se puede ver afectada en una cirugía bariátrica. Y después de muchos años yo empecé a tener un reflujo y una gastritis muy grandes y fui a donde un cirujano bariátrico maravilloso, o sea, un señor empático, otra historia completamente, y él me hizo el examen, me hizo una endoscopia y me dijo, tu cirugía quedó mal hecha. Ay, no puede ser. Y yo como así, sí, quedaste arriba muy chiquita y abajo muy grande. Entonces no es una manga, sino es como un manguito. Eres la candidata perfecta para una revisión de manga y yo, uff. O sea, ¿quiere someterte a otra cirugía? Exactamente. Y yo, emocionalmente, no. No, yo no. O sea, de verdad. Paso. Yo creo que las personas que me escuchan y se hicieron una cirugía bariátrica, saben lo emocionalmente, así haya sido exitosa, que es aquellos que mantienen el peso, es muy difícil emocionalmente. Tuve mucho realmente, pero yo ya tengo más de 10 años, entonces ya lidio con problemas de reflujo, de gastritis fuertes. Igual, sigo teniendo el estómago medianamente pequeño, o sea, lo tengo pequeño, muy pequeño arriba. Entonces yo me lleno rápido, o sea, sino que claro, yo con todo el hipotiroidismo que me dio, yo tuve mi época de rebeldía, suspendí medicamentos, luego volví, di con una endocrinóloga muy empática, que me entendió, y que me hizo exámenes de todo, tengo insuficiencia de vitamina D, un montón de cosas, pero creo que, igual, repito, yo no soy, ni le estoy diciendo a la gente que no se opere, solo que ojalá se investigue más el durante y si puede sanar su relación. Si su peso y los motivos de su peso es por su relación con la comida, ojalá pueda sanar esa relación desde acá, que es más importante. Y a nivel de salud mental, hablabas al inicio de este proceso de tu cirugía, Desde la cabeza. hasta que me di cuenta que tenía que sanar esa relación desde otro lugar y si yo me acuerdo que he visto varios el primero con un especialista muy chévere que me puso una tarea que era muy rara pero y muy difícil y era compras el postre más rico que usted le guste y dejen en la nevera ay no ocho días ya los ocho días lo vota yo votar comida no votar comida eso es pecado así nos criaron a nosotros la votar comida es pecado. Así nos criaron a nosotros. Botar comida es pecado. Y me dijo, es que si usted no la bota en la basura, usted es la caneca de la basura. Y yo, ¿qué? Entonces me acordé de esas canecas de payasito cuando no tenía el colegio. Y yo me acuerdo hacer la tarea y yo, perdón por botar comida, perdón. Y botarla. Y luego eso me ayudó a entender que yo no me tengo que comer todo lo que tengo en el plato. Ok. Como que me enseñó como a... Sí, esa analogía te llevó a... Sí, eso me enseñó, me puso a pedirme perdón a mí misma, porque yo toda la vida he luchado contra mi cuerpo, yo como que siempre he sido muy desconectada de mi cabeza para un lado, el cuerpo para otro, que siempre he sido muy desconectada de mi cabeza para un lado, el cuerpo para otro. Entonces, buscar cómo hacer las paces con mi cuerpo y entender que en las buenas, en las malas, a todos lados me ha acompañado y ha estado ahí y no me ha fallado. Entonces, hacerle eso de pedirle perdón, eso también fue un tema que ya, pues, lo he ido trabajando. que ya pues lo he ido trabajando, luego di con una nutricionista psicóloga espectacular con la que empecé a hablar de mi relación con la comida, de mi relación con el dulce que es como realmente a mí la comida de sal no es como lo que me atraiga tanto el dulce es lo que te encanta, sí, el dulce, mi papá es súper dulcero, pero súper dulcero, y él desde muy niña me llevaba con él a la panadería a comprar cosas y me decía, no le puedes ir a su mamá. Entonces, claro, yo con él comía mantecadas, comía un montón de cosas, y llegábamos a la casa y mi mamá, ¡ja! Estuvieron comiendo y mi papá miraba y yo, no. Entonces, claro, mi papá, desde el amor y desde la glotonería de él, me enseñó a mí que comer ciertas cosas eran ricas, pero eran muy prohibidas. Prohibidas y como premios, había un tema ahí. Claro, y yo en la adolescencia pasé por una bulimia, o sea, muy fuerte, y aparte mi mejor amiga del colegio, que la amo y la adoro, también tenía un tema en esa época con la anorexia. Entonces nos juntamos las dos. Entonces yo me acuerdo que hacíamos cosas re irresponsables. O sea, comprábamos laxantes. Había una pastilla que vendían en esa época que luego prohibieron, que mejor no digo el nombre. Y nosotros tomábamos eso. O sea... Se incitaban al vómito. Mi papá... No, ella no comía. Yo sí vomitaba. Y mi papá nos pagaba el gimnasio a las dos Para que yo fuera al gimnasio Pero nosotras entonces nos íbamos a jugar Dance Revolution, ¿te acuerdas? Al centro comercial Y sudábamos y sudábamos Y llegábamos Y como llegábamos sudadas Es que los gimnasios eran muy hostiles Y son muy hostiles para una mujer gorda O sea, sí los conozco Desde los siete años Fui a un gimnasio eran muy hostiles y son muy hostiles para una mujer gorda o sea, sí los conozco, oído desde los 7 años fue un gimnasio con mi mamá, porque mi mamá me hizo ir al gimnasio con ella y era, es súper hostil o sea, súper hostil, entonces también ahí está el tema de que a las personas gordas nos mandan al gimnasio y a hacer ejercicio pero en los gimnasios, y no estoy generalizando porque no falta quien venga así a comentar, pero hay espacios muy hostiles donde se burlan de las gordas. Yo he visto videos de la gente burlándose de las personas gordas por hacer actividad física. Yo me acuerdo que hace poco en Twitter una vieja puso como ¡Ay, esa gorda haciendo pesas en lugar de hacer cardio! No. Si esta persona se siente muy feliz haciendo pesas, si es su manera de hacer actividad física, porque te incomoda tanto, si está haciendo actividad física. No que hagas actividad física, pero si la haces, entonces no la está haciendo bien. Y entonces cuando las marcas grandes deportivas hacen brasieres, hacen ropa para talla grande, sale la gente, están normalizando la obesidad, pero no quieren que hagamos ejercicio, o sea, que bien por estas marcas que están pensando que nosotros también queremos hacer actividad física, pero, hey, si sin un brasier deportivo, ¿cómo hago? Entonces, ahí hay muchas aristas y siempre se nos está como culpando a nosotros nada más y no realmente que estamos en un sistema en donde se nos bombardea con alimentos que pues no son tan saludables, donde la jornada laboral a veces te imposibilita hacer actividad física en fin, hay muchos temas pero entonces siempre se te están como diciendo, ve al gimnasio, ah pero si vas jajaja me voy a volar de ti, ah pero si consigues ropa deportiva también, eso está mal no, es muy difícil, es muy difícil todo lo que planteas, mira que me llama la atención, ahorita que mencionaste esta situación con tu papá, en donde salían de compras a la panadería, no sé qué, a comprar pan, lo que sea, y entonces tu papá manejaba como ese tema. El estupo de glotón. ¿De alguna manera este tipo de situaciones desde chiquita sientes que transformaron o afectaron tu relación con la comida? O sea, en tu mente esto era como lo prohibido, lo oculto, pero además me siento premiada en terapia. No sé si has como evaluado eso, has revisado esa parte. Claro, sí. Digamos que la comida era un método de desconexión Porque entonces cuando estabas en esos atracones No pensabas en otras cosas No pensabas como en la presión Como en el, ¿sabes? Uno se refugia en ciertas cosas Entonces, sí Pero aparte yo ya era como gordita desde bebé Desde desde muy chiquita, entonces como que tengo esa predisposición y aparte esa relación tan mala con la comida, sobre todo con la comida que de alguna manera nos, también nos, se nos castiga mucho por cuando estamos como tristes, comer, pero sí esa, no sé, esa comida, ese helado, no sé, lo que sea, te ayuda a pasar un mal momento porque castigarte doble, ¿no? O sea, hay un montón de cosas ahí, pero hoy en día yo tengo una relación con la comida mucho más sana, mucho más sana, y yo como muy balanceado, y eso es muy chistoso porque mucha gente me dice, ay, tú tienes una piel muy bonita, yo sí, es que yo... Por la alimentación. La alimentación, y me miran, y yo, yo, en mi casa siempre tiene que haber pepino, zanahoria, repollo, porque me fascinan, yo tomo muchísima agua, para mí el agua es muy importante, entonces la gente tiene tan marcado el arquetipo de que la persona gorda solo come hamburguesas perros, papas y no se da cuenta que no las personas gordas comemos de todo bueno, la mayoría que yo conozco son personas muy trabajadoras, muy activas que se alimentan balanceadamente pero nosotros tenemos un tema ya hormonal ya de fábrica que nos hace tener este cuerpo, porque yo creo que si todos comiéramos lo mismo, y hiciéramos la misma actividad física, no tendríamos todos el mismo cuerpo. Todos seríamos diferentes. Porque el cuerpo es diverso, hay personas gordas, hay personas delgadas, hay personas que comen demasiado y son delgadas, hay personas que no comen tanto y son gordas, o sea, hay una gran diversidad. Sí, de hecho hay muchos estudios donde han puesto a personas en situaciones similares, digamos, de alimentación, pero el simple hecho de tener conductas distintas, familias distintas, padres distintos, estar en ciudades, o sea, hay tantos factores alrededor que influyen mucho en el desarrollo de tu cuerpo que efectivamente nos ponen a comer a todos lo mismo y el resultado no va a ser exactamente igual. alrededor que influyen mucho en el desarrollo de tu cuerpo, que efectivamente nos pueden acomer a todos los mismos y el resultado no va a ser exactamente igual. Y ser gordo no es una decisión, que es lo que la industria del fitness y también de la medicina nos han hecho ver como que usted es gordo porque quiere. Y no, hay muchos factores, hay muchos factores que influyen en el peso de una persona y de todas maneras, porque acá voy a decir le estás haciendo apología a la obesidad a ver, uno no puede negar que si hay una relación de temas cardiometabólicos con ciertos grados de pesos altos y sin embargo, si esto fuera totalmente una correlación ¿por qué te das la licencia de tratar tan mal a una persona gorda por ser gorda, porque dicen, es que están enfermos, pero tú tratas así a un enfermo de otra cosa, o solamente te das esa licencia con la persona gorda, de insultarla, de burlarte de ella, de decirle que se va a morir antes de los 50, como me llegan esos mensajes a mí todos los días, ella, decirle que se va a morir antes de los 50, como me llegan esos mensajes a mí todos los días, porque no tienes la empatía de entender que llevamos años, décadas, tratando, haciéndole bullying a las personas gordas, ejerciendo esa violencia, y no es que haya menos personas gordas, pero sí hay más suicidios, sí hay más problemas de depresión, hay muchas cosas que sí causan, y que sí se causan por ese bullying que recibimos las personas gordas. A nivel de familia, ¿en qué momento tuviste pronto la oportunidad, o no sé si lo has hecho, de tener esa conversación con los miembros de tu casa, entendiendo lo que mencionabas, que todos son flacos, que para tu mamá el tema de estar delgado es importante, te lleva al gimnasio. La mandarina mom. Exacto, la mandarina mom. ¿Esa conversación ha ocurrido y cómo fue? Uy, a mí me hubiera encantado decirte, no, claro, Tati, a los 14, a los 17, a los 20, no, a los 30. Yo ya tenía 30 años. Te demoraste un montón para hablar de eso. Sí. Cuando yo ya sentí que había hecho mucha terapia, había hecho todo lo que se me pidió, las dietas, el balón, la manga gástrica, todo, la bulimia, todo, llegó un punto de inflexión en mi vida cuando más enferma estuve a raíz de la bariátrica, que yo dije, ¿de esto se trata mi vida? O sea, yo vine al mundo a hacer lo que sea física, mi mental, económicamente para ser flaca, incluso enfermándome más, o sea, y yo dije, yo no creo que yo haya venido a eso, o sea, como que el único destino de una persona gorda no debe ser solamente perder peso, ¿no? Como que vinimos al mundo a amar, a trabajar, a cumplir sueños, ¿no? Entonces cuando llegué como a esa reflexión en terapia, es y me senté con mis papás. reflexión en terapia sí me senté con mis papás a explicarles un poco a reconocer que todo fue desde el amor, pero a explicarles que esa relación tan tóxica que yo tenía con la comida venía del hogar claro mi mamá lo entendió yo creo que porque la empatía porque ella tiene una lucha con su cuerpo para mi papá sí fue más difícil pero por lo menos ahora mi cuerpo no es el tema de conversación. Tan pronto me ven, ¿sabes? Entonces, pues mi papá ya es una persona muy mayor, ¿no? Pero ahora respeta más. pero ahora respeta más. Pero tú, ¿a qué ha sido duro? O sea, ¿con qué temas abordaron? ¿Qué recuerdas y nos quieres compartir de esa charla? Es que la brecha generacional que yo tengo con ellos es muy grande. Entonces, mi papá tiene 94, o sea, mi mamá 88, mi mamá toda, porque dice me da. Pero fue difícil, pero fue muy bonita esa charla y fue muy ay yo no quería llorar en este podcast muy insanadora sobre todo porque fijé límites que nunca lo había hecho y ellos lo entendieron entonces es muy bonito ¿y cómo lo recibieron? ¿no estaban conscientes de pronto? sí, no, no eran muy conscientes del daño que causaron pero pero entendieron y fue muy lindo ¿sanaste? ¿sanaste? ¿te libraste? entendí que como lo he dicho en todo este episodio, que fue desde el amor Y por eso trato de hablar de estos temas porque sé que muchas mujeres aún no han podido tener esa conversación O personas en general, lo que pasa es que los hombres gordos no son tan atravesados con esta violencia como nosotras, pero también la sufren, pero por eso hablo mucho, así me llegue mucho odio, porque sé que hay mujeres que me leen y que no se han atrevido a tener esa conversación, por eso, porque es difícil. Te agradezco muchísimo que abras tu corazón de esta manera porque estás representando de manera importante a un grupo de personas, no en Colombia, en el mundo. Y eso es valioso, y eso es importante. Y eso lo valoro y los valoramos quienes vemos y escuchamos este podcast desde el amor y desde el respeto. Ha sido muy recurrente en toda esta conversación diciendo es que me tiran odio, es que yo no estoy haciendo apología, y siento que hay un miedo, pero es un miedo real, no te lo estás inventando, y es por lo que vives a diario. Es que lo vives tú, y lo viven millones de personas en el mundo. Entonces yo te escucho, y a mí sí me encantaría mucho que para esas mujeres, sobre todo mujeres que nos escuchan, que están pasando de pronto por la misma situación, pero no tienen ese privilegio de acudir a un experto o un profesional de la salud, ¿cuál es esa invitación? Porque siento que esa conversación es súper necesaria, sobre todo si en el círculo en el que están, pues además de la sociedad, ese círculo íntimo de amor, como yo le llamo a tu familia, a tus amigos, si de pronto en ese círculo están viviendo eso que tú viviste, que nadie entiende, que de pronto tu familia juzga, desde el amor, entre comillas, que han sido criadas como con esas prohibiciones con esos miedos con esos juicios pero no hay un profesional de la salud que las esté acompañando cuáles serían esos consejos bueno uno yo creo que es muy importante entender que el bullying a veces uno lo tiene en la casa, ¿no? En mi caso yo recibí bullying en el colegio, recibí bullying en mi casa en la calle, lo que sea, pero que el de la casa, que usualmente es un familiar o familiares lo hacen desde esa ignorancia y también desde ese miedo, porque saben que ese mismo esa violencia la han impartido otras personas, ¿no? Como te digo, mi papá es una persona que critica mucho el cuerpo de otros y tiene una generación muy, muy atrás. Y ya es muy difícil tratar de cambiar a estas personas. Pero sí fijar límites, como no hables de mi cuerpo, por favor, que no me gusta. Dejarlos súper claro. Exacto. O sea, no es como educarlos a estas alturas de la vida, pero ¿cuál es tu trato conmigo? ¿Cierto? Exacto. O sea, hay una frase que es muy radical, que a veces es cierta que los árboles genealógicos también se puedan. Bueno, pues los papás es muy difícil. Además, yo amo a mis papás con mi alma. Pero si hay un tío, un primo, una familiar que siempre está haciendo comentarios y sobre todo se pasa, ¿no? Como que ofensivo, a burlarse, a humillar. Ahorita que empieza diciembre, que vienen las reuniones familiares, eso es un momento súper denso porque viene el comentario, ¿no? Entonces, fijar límites, fijar límites. Porque al que más le fastidia que le fije el límite, es el que se beneficia que lo hagas, ¿no? Entonces, al que le encanta molestarte por tu cuerpo y no ve las consecuencias reales que hay en tu salud física y mental, pues se va a molestar mucho si le dices no lo hagas, entonces... Y además de tus papás, ¿te ha tocado fijar límites con alguien así de frente? Ey, no más, no me comentes más. amigos. Cuando estaba en la adolescencia buscaba mucho tener amigos porque no era tan fácil amigas, pero conforme uno va madurando se va dando cuenta. De hecho, hay algo muy lindo que hizo mi papá, pese a que hemos dicho que fue mi principal bully. Cuando yo estaba en el colegio yo tenía una mejor amiga que se la pasaba diciéndome que yo era muy gorda y muy fea y de hecho se burlaba mucho de mis cejas. Y me decía que mis cejas eran de hombre y un día me las quité yo en mi casa con una cuchilla. No te creo. Y a raíz de eso mi papá dijo, no más. Y él fue al colegio y habló y dijo, yo no quiero que mi hija el siguiente año, ni los que quedan del colegio, esté con esta persona. Porque no hace sino generarle inseguridades. Claro. Yo no supe hasta mucho después, pero sí, nunca me volví a quedar con ella en el colegio. Eso me obligó a conseguir nuevas amigas y me pude deshacer de esa relación tan tóxica gracias a mi papá. Y hoy en día yo me acuerdo que hace unos años me escribió como si nada, porque aparte de los que te hicieron bullying, es muy raro el que sea consciente o te escriba a darte, a pedirte perdón, ¿no? Pues me escribió como, ay, ¿qué más? No sé qué yo. Perdón. O sea, y eso que no fue mi principal bullying del colegio. Mi principal bullying del colegio, jamás. Yo creo que ni será consciente de lo que hizo. Pero yo creo que eso, volviendo al tema, generar límites es como el primer paso. Eso, volviendo al tema, generar límites es como el primer paso. Dos, yo creo que hay buscar representación como personas en redes que tengan tu cuerpo. Eso me gusta. Sí, porque es que seguimos a personas, o sea, si a uno le hace sentir mal una persona que uno sigue, no con intención, sino que uno se compara mucho con el cuerpo. No la sigas. Sí, ¿para qué? Te estás haciendo daño. Hay que cuidarse. Entonces, eso es algo importante. Se compara mucho. No la sigas. Sí, ¿para qué? Te estás haciendo daño. Hay que cuidarse. Entonces, eso es algo importante. Hay muchos profesionales de la salud que están hablando de estos temas que son muy empáticos, desde la empatía. Si alguien quiere saber, yo tengo una lista y me escriben Instagram y les recomiendo muchos profesionales muy chéveres. Y yo creo que eso, buscar representación y rodearse de personas que sean un lugar seguro. Adri, para Lili Pink, vos puedes brillar, llegó el momento Lili Pink, así que esta marca maravillosa te envía esta pregunta para que la leas y la compartas con nosotras. A ver, ¿cómo manejas las críticas de los demás? Bueno, uno, bueno, ¿qué es una crítica y qué es un insulto? ¿Cuándo es un insulto? Ay, chao, bloqueo, bye, por salud mental De hecho hace poquito me tocó bloquear un montón de manes que siempre son los que más llegan a insultar Bloqueo ¿Cuándo es una crítica? Desde el respeto, yo evalúo también. Si es como desde el respeto, pero con ganas de herir, o respeto, pero con ignorancia genuina, que quiera entender. Ok. Entonces, cuando son personas que se acercan con respeto, pero no desde, con todo respeto, pero no, sino como, oye, yo quiero entender esto, como desde las ganas de aprender, ahí sí, yo siento que vale la pena como educarnos. Sí. Pero cuando es con las intenciones de herir. De dañar. De dañar, porque de nuevo, yo incomodo mucho a quienes no les gusta ver personas gordas. Sí. Y más una persona gorda que tiene la audacia de que tiene una relación, ¿no? Hay, acuérdate la frase de los gorditos sobre los que ya la mamá. Pero que tiene una relación bonita. Que tiene un trabajo chévere. Que tiene amigas. Que tiene amigos. Que se viste bonito. Y aparte es vocera de muchas personas. Eso incomoda. Eso da mucha rabia. Entonces, a esas personas, pues, no. Yo, de verdad, no voy a destinar mi tiempo ni a educar ni siquiera, ni a comentarles o sea, chao, pues ve con tu odio, además que siempre he pensado ¿por qué a alguien le incomoda tanto que otra persona exista? ¿no? o sea, hay tantas inseguridades dentro de sí que las proyecta la otra persona tal vez es una persona muy infeliz que no puede creer que otra persona es feliz y va y la tiene que le tiene que intentar apagar esa luz entonces yo, yo en Twitter tengo todos los filtros avanzados o sea, a mí hay gente que de pronto me escribe y yo nunca le he respondido, pero es porque en buena onda, ¿no? que me escribe, porque yo tengo todos los filtros del mundo porque allá donde más odio hay. Pero me van a decir, ¿y por qué estás allá? Bueno, porque allá hay buenos memes, porque allá hay noticias, y porque allá hay gente muy chévere también. Allá hay gente muy chévere también. Entonces, eso, bloqueo. Bloqueo y a quien de verdad me parece que me pregunta como quiero saber más, quiero entender, qué puedo leer, qué libros, a ellos sí les respondo. Me parece muy interesante cuando veo que te cuidas, ¿no? Y eso es súper importante para la salud mental, porque es que a veces uno anda súper expuesto, y en esas redes que uno no pone filtros, ¿qué nota eso que estás haciendo? Entonces, si esto me lastima, lo corto, si no coincide con lo que estoy pensando, no lo veo, no lo sigo, porque a veces de manera inconsciente empezamos a caer en esa espiral donde somos nosotras mismas las que nos estamos dando duro, dando látigo. Y ahorita estabas mencionando hombres, mira que el común denominador, no voy a generalizar porque es que no es solo las mujeres, solo los hombres, pero yo sí te puedo decir que el común denominador de comentarios negativos que yo veo en redes sociales son las mujeres. Pero aquí me estás hablando de que los hombres te comentan muchos comentarios negativos. ¿Qué tipo de comentarios te hacen contra? Ahora, no todos los hombres, ¿no? Sí, no, no estamos generalizando. Pero digamos que hay hombres que les da mucha rabia que una mujer sea gorda y que no esté pidiendo perdón por eso, ¿no? Porque pues como la mujer, el deber ser de una mujer es belleza, buscar la belleza, hacer todo lo posible e imposible por hacerlo, eso incomoda mucho. Entonces me escriben muchos hombres con cierto arquetipo a ofenderme, a insultarme, a decirme que me voy a morir, que a los 50 o antes, antes me han dicho que a los 35 y yo a los 37. O sea, estás pasada ya. Sí. Increíble. Y siento que en parte es eso, como que no pueden concebir que hay una mujer gorda que no esté haciendo todo lo que sea que lo hice igual para dejar de serlo no también escriben mujeres pero siento que las mujeres al ser todas atravesadas por la violencia estética es más fácil para una mujer empatizar con este tema. Claro, hay mujeres que buscan mucho la aprobación masculina, que se unen a ese discurso de ¡Ah, es que está gorda, está haciendo la apología! Pero no son la mayoría realmente. Y de todas maneras, y es muy chistoso esto que voy a decir, pero es una realidad, Sí, pero es una realidad. La mayoría de esos hombres que inscriben a insultar son los que consumen contenido de adultos de mujeres gordas en OnlyFans. ¿En serio? Sí, porque hay muchos hombres a los que les atraen las mujeres gordas. Y saben que la sociedad eso se les va a juzgar entonces lo hacen en lo privado, que es donde pueden consumirlo y se sienten libres incluso muchas mujeres gordas, que no están en Olifant, sino pues normal que tienen otro trabajo están en relaciones con hombres que las ocultan y las esconden porque no quieren que sepan que están con ellas y como se nos ha dicho desde niñas que a los gorditos solo los quiere la mamá, crecemos creyendo que cualquier manifestación de amor es lo que merecemos. Entonces, por eso cuando era una mujer gorda que tiene un novio, que estuvo casada, pues es como... Yo me acuerdo cuando yo no me había casado, pero tenía el anillo de compromiso, una vez me encontré en la ascensora una colega periodista y me dijo ¿tú estás casada? y yo sí, ay, vea pues, y yo no te lo puedo creer, o sea, como dándote a entender cómo tú y yo no ajá, sí, porque yo ya no estaba casada ajá, esos tipos de cosas sí, entonces sé que muchos de esos hombres que llegan a insultar también son hombres que... Que por debajo de la mesa están haciendo otro tipo de cosas. Incluso he hecho como la tarea, me meto a ver sus perfiles y me meto a ver las... ¿A quiénes siguen? Y siguen puras modelos gordas o actrices gordas de contenido para adultos y yo digo... Están como reflejando... Están confundidos, o sea, literal, son haters confundidos. Qué loco todo eso. O fans confundidos. Sí, qué loco eso que estás contando. Mira que has hablado también de que no solamente te has encontrado con mujeres gordas que te abren el corazón y a través de tus blogs y todo lo que haces se conectan contigo sino que nos decías que también mujeres flacas o de cualquier cualquier tipo de mujer con qué historias te has encontrado no de una mujer gorda sino una mujer que te haya sorprendido por esta violencia estética con la que tiene que convivir bueno a mí me me escriben mujeres de todas las tallas pero me causa mucho interés hice un podcast con Ana Sofía Nado sobre esa presión de que, y es algo que yo siento que al ser gorda de pronto yo no sufrí esa violencia, pero las mujeres delgadas que se acercan mucho al ideal de belleza si les ha pasado, y es que se lesercan mucho a ese ideal de belleza, sí les ha pasado. Y es que se les cuestiona su inteligencia. Ay, no. Entonces, incluso también tengo otra amiga que es exitosísima, trabaja en Coca-Cola y es la vieja más top, pero mundial, que al ser una mujer muy guapa, siempre se le ha cuestionado si sus logros son por bella o por inteligente e incluso no solo si es por bella si ha tenido que dárselo a alguien a un hombre para llegar allí entonces con Ana Sofía también ella es una mujer pilísima ella es escritora, ha escrito novelas es una pelada amorosísima además pero es inteligente y siempre la han tratado de disminuir o de minimizar cuestionando si ella es inteligente y siempre la han tratado de disminuir o de minimizar cuestionando si ella es inteligente porque es bonita, entonces siento que a las mujeres que se acercan mucho y que son muy bellas sus triunfos se les cuestionan y se les minimizan porque creen que es solo por ser bonitas. Esto me recuerda una frase que me dijo alguien una vez y era ¿quién dijo que había un divorcio entre belleza e inteligencia? Y pareciera que muchas personas piensan que lo hay. Eres bonita, no puedes ser inteligente, o estás en ese lugar porque alguien te metió, porque alguien te llevó, porque saliste con esa persona. Es increíble. Y eso solo pasa con nosotras. A ningún hombre le han dicho que por bonito ser entre una empresa. Nunca. Pero es a nosotras, sí. Entonces no hay manera, no hay manera de llegar. Y ahora me decías que una historia, a mí me gustaría compartir una mucho, pero si es de una mujer gorda, que ella, en los días oscuros, pienso en ella. Y es que me escribió una vez como Adri, tú me salvaste la vida y yo, ¿cómo así? Y me dijo, es que yo salí de una cita con un ginecólogo que me dijo que mis problemas que yo sentía, que yo tenía, era por gorda y no me mandó exámenes no me mandó nada, solo me dijo que tenía que bajar de peso para que me pasaran y yo salí tan mal de esa cita médica y yo me metí a Instagram y de la nada me salió una foto tuya, entonces me acordé de ti y dije, voy a buscar otra opinión, y fue a donde una ginecóloga y la ginecóloga le hizo exámenes y tenía un tumor en el ovario y me dice dice si yo no hubiera pedido la segunda opinión yo estaría muerta y a mí eso es como en los días que llega tanto odio digo hay gente que le hace bien que yo esté en redes a mucha gente a mucha gente le hace bien que estés en redes a mucha gente le hace bien que seas pública a mucha gente le hace bien que estés en redes, a mucha gente le hace bien que seas pública, a mucha gente le hace bien que salgas abanderada y a representar a muchas personas del mundo. Adri, yo siento que estás muy informada. ¿Qué podrías compartirnos de datos relevantes? Porque es que en serio hay que hacer un llamado. de datos relevantes, porque es que en serio hay que hacer un llamado. Aquí tuvimos a una actriz, Kimberly Reyes, que estaba hablando de cómo, por causa de los comentarios negativos, ella intentó quitarse la vida tres veces. No sé si alguna vez has pasado por una situación así, que te haya llevado a pensar en eso. Claro, en pandemia. Uf, pandemia fue durísimo para mí, porque yo tenía unos papás adultos mayores, que ya decían pues, los adultos mayores van a morir. Estaba casada con un profesional de la salud que estaba literal en la clínica, y aparte era gordo, y yo gord gorda y yo decía, o sea se va a morir se va a morir salvando gente y de paso me voy a morir yo entonces fue muy difícil aparte de leer en redes que el peor miedo de mucha gente no era el COVID sino el engordar, porque yo leía yo prefiero que me dé COVID a engordar a ser gorda yo leí eso, o yo prefiero que me dé COVID a engordar, a ser gorda. Yo leí eso. O gente que decía, ah, los gordos, qué pereza que por culpa de los gordos no podemos salir. Increíble. Entonces, para mí, las redes fueron muy nocivas en la época de pandemia y aparte por lo que vivía en mi casa y lo que vivía con mis papás desde la distancia porque ellos están en otra ciudad. Entonces, eso mentalmente me afectó muchísimo muchísimo y por eso fue que empecé lo que te estaba diciendo antes de grabar como a tratar de no ocupar espacios esconderte un poco claro porque yo vi el capítulo de kimberly y empaticé muchísimo con su historia porque ella dice es que tú no sabes ese comentario si ese hubiera sido el que me hizo tomar una decisión, ¿sí? Y a mí me pasó igual, y yo me metí a ver ese post que subiste en tus redes y había gente que yo decía, de verdad no escucho el episodio. No lo viste, no te diste cuenta. O sea, haciendo comentarios del físico de una persona que está diciendo que casi ya llega a tomar esta decisión de acabar con su vida por culpa de eso. ¿Y tú qué hiciste? ¿Estabas en pandemia y lo pensaste, intentaste de pronto? No, no lo intenté. De hecho, antes de pandemia yo empecé una medicación que está muy famosa hoy en día, que las celebridades están usando para perder peso. que las celebridades están usando para perder peso, y porque yo igual en ese momento también quería ocupar menos espacio, entonces junto a una endocrinóloga empecé a hacerlo, y yo me acuerdo, todos tenemos una voz interna con la que uno habla y pelea incluso, y yo me acuerdo que yo escuché una tercera voz como una voz que yo nunca he escuchado en mi cabeza y me dijo y si nos morimos y yo pues porque fue muy raro pero como yo tuve depresión y fui medicada por eso en mi adolescencia y eso a mí se me hizo muy raro no yo qué es esto otro día viendo televisión otra vez y si nos morimos y yo qué es esto o sea entonces a mí se me iluminó la cabeza y le pregunté a mi endocrinóloga será que esta medicación trae como idea suicidas y me dijo ay sí pero es como el 0 punto no sé qué por ciento y yo hago parte de ese por si yo soy buena para ganarme la lotería de las cosas que no me quiero ver y yo me tan pues o sea yo la suspendí y ni más nunca más ese pensamiento pasaron unos años como los dos años y salió un estudio que no es un 0,1 sé qué por ciento de personas sino que es un porcentaje importante de personas que han pasado por esta medicación y que han tenido ideas suicidas. O sea, algo hace, pero... Que te lleva a pensar en eso. Sí, pero igual vivimos en una sociedad tan gordofóbica que nos prefieren muertos que gordos. Y eso es una realidad. es una realidad. Increíble. Ese llamado del que te hablaba, yo quiero ser como muy, muy consistente con ese mensaje, no solo en este episodio, en todos los episodios posibles, porque es que en serio hay que parar, hay que parar. Hace poco salió al aire uno de mis episodios, yo afortunadamente no he conocido este mundo oscuro de ese hate potente al que muchas personas se exponen. Entonces, claro, yo estoy viviendo un estado privilegiado, entre comillas, de los comentarios bonitos, lo que haces, no sé qué. comentarios muy violentos y muy agresivos y me afectaron y yo decía, wow, me puse a pensar en personas que reciben esto de manera constante, recurrente, que tienen que lidiar con esto pues todos los días de su vida, que no siempre están fuertes, que no siempre están parados en sus cabales, que están pasando por situaciones de salud mental. En serio, hay que parar, es deber y obligación como sociedad cuidarnos, es que nos tenemos que cuidar unos a otros, o sea, de verdad que pareciera que el peor enemigo de un ser humano es otro ser humano, porque nos damos duro, nos damos látigo y nos parece más divertido y se nos hace muy normal, entonces llegar un día enojados a la casa y con una red social y vomitar todo ese odio, ¿por qué? ¿Por qué me voy a volver una crítica desesperada por estas personas que se toman el tiempo de escribir? Porque sí hay gente quitándose la vida por un mensaje, pareciera que no, sí la hay. pareciera que no, sí la hay. Y de hecho, cuando uno hace esos cuestionamientos que tú estás haciendo, dicen, pero tú eres una celebridad o tú eres una persona pública. Entonces me toca soportar. Y yo soy una persona, yo digo semi-pública, porque no soy una celebridad, pero ¿por qué entonces el hecho de que yo esté en este lugar? Yo soy un paredón. ¿Te da permiso? Sí, no, respetemos a la gente, no comentemos, ni hagamos, como asumamos cosas de su vida personal, de su género, de su forma de amar, de su alimentación, y nada, es que nada nos da derecho de comentar de la vida de los demás. Y por más famoso que sea, ay, es que acostúmbrate. No, porque por eso hay adicciones, por eso hay suicidios, por eso hay depresión, porque tenemos muy normalizado hacerlo a cualquiera, a una niña, o sea, de seis años. ¿Por qué una niña tiene que escuchar que se nota que se toma la sopita? No. ¿Por qué? ¿Por qué un adulto se fija en el peso o en la estatura, ya sea bajo o alto peso, de un niño? Mira que esto me hace, como que me lleva también a hacer un llamado a los adultos. Ya nosotros estamos muy adultas y muy grandes. un llamado a los adultos ya nosotros estamos muy adultas y muy grandes y también me hablo a mí misma porque seguramente en algún momento he hecho esos comentarios de manera inocente, inofensiva no hay esa conciencia no hay esa conciencia, ay a los gorditos solamente los quiere la mamá, jaja y mira lo que puede tener de repercusiones en el alma y el corazón de una persona que vivió escuchando esto por mucho tiempo. ¿Cuáles son esas frases que para ti hay que eliminar? Claramente son muchísimas, pero ¿cuáles son esas recurrentes que están como en el argot popular del colombiano? Porque es que amanecemos y desayunamos con esa frase y es la frase del día, la frase normal. Incluso a las niñas que son delgaditas también, que, bueno, yo no sé si aún lo digan, pero flaca, tira mi hueso. Me pasaba, me pasaba cuando era chiquita, era flaquísima, flaquísima, flaca, patiseca, me decían. Patiseca, palillo eléctrico, anoréxica, como ya usando un trastorno como insulto. ¿Te acuerdas a Olivia, la esposa de Popeye? De Popeye. También, pues ya hoy en día eso ya, ¿qué me cedula aquí? Pero eso, o sea, o decirle a Úrsula, a otra niña por gorda, Willy, liberen a Willy. Todos estos insultos, pero, y no solo insultos, sino, estás como gordita, a los gorditos son los que la mamá la ha visto pero no la mantengo tantas cosas alrededor, el punto es, porque no nos centramos más en comentar sobre sus habilidades mentales que físicas, incluso uno lo ve en los realities de televisión, uno ve que a los niños, cuando son realities de niños a los niños campeón, no sé qué y a las niñas, ay princesa eres muy bonita, ya les estamos enseñando a las niñas que su misión en la vida es ser bonitas, solamente y a los niños otra cosa como exitosos, diferentes entonces desde ahí desde la cotidianidad de eso de decirle a los gorditos a los que es la mamá, eso suena muy tierno, pero eso es horrible, o sea, nos están diciendo que cualquier manifestación de amor que recibamos en la vida, así sea lo peor, nos tenemos que conformar con eso. a no comentar sobre el físico ni de los adultos y de los niños hay que romper ese círculo que tenemos que es muy cultural además pero trae consecuencias no quiero mencionar el nombre porque no la quiero revictimizar ni la ciudad pero hace unos años una niña en un colegio se suicidó porque le hacen bullying por gorda tenas tenas que alguien de una familia tenga que soportar perder a un ser querido por este tipo de señalamientos y de críticas es muy doloroso. Mencionaste la palabra habilidades y tenés muchas, demasiadas, no acabaríamos el día destacando todo lo que haces ¿en qué andas ahorita? Cuéntanos de tus proyectos porque esta mujer, mejor dicho ocupada, creativa, cuéntanos un poco de eso. Bueno, tengo mi proyecto, que es mi marca de ropa, de tallas grandes, como lo que yo me sueño y soñaba hace 13 años, 12 años, encontrar en las tiendas en el país, ese es mi proyecto en el que le he dedicado todos mis ahorros y mis ahorros literal ¿ya la lanzaste? ¿o estás ahí? estoy ahí, espero es que no sé cuándo va a salir pero pues espero en noviembre si sale, esa es de mi marca me encanta, esa blusa me encanta ya le eché ojo y nada, pues creando contenido hablando de muchos temas, de moda porque igual la moda es mi pasión y me encanta pero también hablando de otros temas que incomodan un poquito más como esta presión esta constante fiscalización que nos hacen a las mujeres en todos los sentidos ¿no? pues básicamente eso, en eso estoy. Y enamorada. Muy, muy enamorada, en una relación muy bonita y muy feliz, pero también en la que he enfrentado un poco, ¿no? Porque él es un hombre delgado, muy normativo, y sí, sí es raro para mucha gente ver en la calle a un hombre así con una mujer de la mano como yo ¿y él qué te dice respecto a eso? no, él me coge la mano duro y me dice o sea, porque yo le digo, ay, esa persona se quedó mirándonos y me miró a mí, porque es que hay gente que lo mira me mira a mí y lo miran a él y me miran a mí y lo miran a él como entonces yo me siento pues como y él no, él me agarra la mano y él es como... Qué lindo eso. Yo te amo y no solo estoy contigo por quien eres como persona, porque como que eso asumen, ¿no? Que la persona gorda es porque si tiene pareja es porque... O tiene plata en los hombres, ¿no? Porque a los hombres gordos, plata. De hecho, hay un meme chiste muy clasista que dice... Hombre flaco en guayabera, mesero. Hombre gordo hombre flaco en guayabera mesero, hombre gordo gordo en guayabera, gobernador como que los hombres gordos tienen este ideal de hombre de plata que paga entonces si un hombre gordo si un hombre gordo está con una mujer delgada ahí es que tiene plata. Increíble. O es que es muy buena gente. Y a las mujeres gordas, si están con un hombre, pues, delgado, o es un buen catre porque nos sexualizan un montón, o es muy buena gente. Pero no cabe en ninguno de los dos casos, tanto el hombre gordo o la mujer gorda, la posibilidad de que a esa persona le atrae, le gusta como es. Sí, se aman, se quieren, como en tu caso. Sí, entonces, para, que piensen. No, me encanta, creo que nos has dejado grandes lecciones y grandes invitaciones, ¿no? A pensar antes de hablar, antes de opinar. Veo, por ejemplo, que también es muy común felicitar a una persona porque está flaca. Oye, te felicito, qué flaca estás. Y tú no sabes si esa persona está pasando por la tusa de su vida, está enferma, porque hay enfermedades. O sea, a mí me pasó que, bueno, hace un tiempo estuve muy enferma de una gastroenteritis y mi cerebro gordofóbico, porque yo lo tengo a ver, yo crecí en esta sociedad, no vivo en una cueva pero perdí 3 kilos y eso soy yo, pero hay gente que te lo dice, ay pero te dio COVID, pero pero adelgazaste lo máximo o te dio cáncer, pero así de idealizada está y no sabemos si esa persona esa búsqueda de peso fue intencional o literal, está por la tusa de su vida, está con problemas económicos, está enferma y no sabemos si ese comentario puede estallar un TCA o algo peor. peor, entonces sí, pensemos tratemos de, cuando queremos elogiar a alguien, hacerlo desde otro lugar, no necesariamente desde su físico, y si ya, por Dios, tienes que comentar sobre su físico, dile como no sé, te veo reluciente, te veo más bonita, pero no como te veo solamente más flaca o a las que son muy flacas y ganan peso, ay, pero te veo rellenita, estás mejor. Ay, no, qué cansancio. No, no, el físico, o sea, los humanos somos tantas cosas tan maravillosas que no necesariamente para elogiar a alguien solo tenemos que apelar al físico. Adri, ¿cómo te sentiste en esta entrevista? Ay, tengo muchos nervios. ¿Por qué? Porque, pues seguro va a llegar gente que no entendió el mensaje. Bueno, lo primero es decirte que no declares cosas no declares cosas de seguro va a llegar, porque por el contrario quiero creer que seguro van a llegar mensajes muy positivos y que seguro lo que estás hablando va a concientizar. De eso se trata también, de que uno reconozca y diga de pucha la avenida embarrando he hecho comentarios que no corresponden escrito en redes pero qué bacano que escuché este podcast y por adri a partir de este momento no va a quedar callada con este tipo de comentarios y que bacano que la gente empiece a regar esa bola de nieve de, ey, por favor, por favor, esto hace daño, esto lastima. Y yo creo que lo más sencillo es ponerse en el lugar de la otra persona y pensar en alguien que uno quiere mucho. Si esto le estuviera pasando a mi hijo, o si fuera yo, o si fuera mi mamá, o si fuera mi hermano, o si fuera mi primo, alguien que uno ame mucho, que tenga que estar soportando esta carga tan horrorosa, ¿cómo me sentiría? Entonces ahí uno dice, ah, ok, no es tan chévere, no es tan chévere este comentario, este odio, este pedazo de basura que tiré en la red social del otro, que al final es como ese espacio, porque es que las redes sociales son nuestra casa. Me gusta mucho esa invitación, lo tomo como una invitación, para todas esas mujeres, esas personas que nos escuchan y son víctimas de matoneo, de bullying, bloqueen, como tú lo estabas diciendo. Siento que es sanador, o sea, es una manera de cuidarse, Adri. Así es. La salud mental es muy importante. Y si podemos, o sea, las redes también son como una calle más donde transitamos y alguien en la calle nos estuviera gritando insultando nosotros cambiaríamos de cera de los iríamos lo mismo la red bloqueo adiós o sea no tengo por qué aguantar esto y también a quienes lo hacen desde también porque a veces me llegan vídeos como que gente ve como contenido muy gordofóbico y me lo manda a mí, pero desde la indignación como, mira esto lo que está... tampoco, porque cuando compartimos ese contenido lo aumentamos el alcance, y esa persona lo que quiere es eso, entonces estamos siendo un poquito idiotas sutiles, porque estamos viendo videos que nos ofenden, pero a compartirlos estamos ampliando su mensaje. Y el algoritmo nos está reconociendo. Ah, lo hizo porque se indignó. No, ¿te gustó? ¿Te gustó? Lo muestro más. Entonces también eso. Yo tengo un amigo de Cali que es gordo y habla también de esos temas, es afro también. Y él dice, es que no somos los Avengers. De que tenemos que luchar con cuanto contenido veamos gordofóbico, porque es desgastante, es imposible y mi salud mental se va para el traste si cada contenido gordofóbico o homofóbico o racista o lo que sea que yo vea, voy a declararle una batalla, o sea, no somos los Avengers, como dice. Adri, gracias, me encantó tenerte acá, te pido el favor, sigue hablando mucho no te escondas, yo sé, y entendiendo todo este mensaje y seguramente la gente que está escuchando te dice, ahora comprendo porque de pronto ella o otras personas o otras personas se hacen a un lado se esconden y es que lo que viven es muy complejo en cuanto a la sociedad, pero siento que debe seguir replicando este mensaje porque es un mensaje representativo, es un mensaje potente, no te escondas por favor, sal a dar toda la lora posible porque te necesitamos, necesitamos escucharte y siento que representas muy bien, soy tu fan me encanta lo que estás haciendo y quiero tu ropa estallas grandes, por ahora te felicito con esos proyectos maravillosos que estás desarrollando ahorita por ese amor bonito que estás viviendo y sobre todo por esa valentía que tuviste de sentarte aquí frente a un micrófono y enfrentar esos temores que me manifestaste al inicio, pero que yo sé, eso no va a representar nada para el mensaje que estás dejando esos 70 Movistar Arenas que nos están viendo ojalá sean 100 para que tu mensaje se multiplique muchas bendiciones, muchos éxitos y por favor cuando saques esa marca grita que estamos acá para apoyarte. Recuerden por favor que tenemos un episodio nuevo cada miércoles. Suscríbanse a todos nuestros canales porque estos mensajes poderosos como el de Adri hay que seguirlos replicando. Nos vemos en un próximo episodio. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast.