En este episodio de 'Vos Podés, el Podcast', Tatiana Franco conversa con Andrea, una mujer que relata su intensa y turbulenta experiencia de haber vivido una vida de robos y cómo logró transformarse hacia un nuevo camino. La historia comienza con Andrea compartiendo detalles de su infancia, su complicada relación familiar y las circunstancias que la llevaron por un camino delictivo. A lo largo del episodio, Andrea reflexiona sobre su vida, sus errores y su proceso de sanación y perdón.
Capítulos
La niñez y el comienzo de una vida difícil
Andrea relata su infancia feliz hasta la inesperada desaparición de su padre. La llegada de un padrastro a su vida marcó el comienzo de situaciones traumáticas para Andrea, quien enfrentó acoso por parte de esta figura.
El inicio de una vida delictiva
En su adolescencia, tras no encontrar apoyo en su familia, Andrea comienza a consumir drogas y a robar por diversión junto a una amiga. Este comportamiento se convierte en un estilo de vida para ellas.
Desenlace de una etapa oscura
Andrea narra cómo el hábito de robar se fue agravando. Al mudarse con su padre, se encontró nuevamente en un ambiente hostil y terminó colaborando con un nuevo compañero que seguía en la vida delictiva.
Un giro inesperado y el camino a la sanación
El quiebre ocurrió cuando Andrea quedó embarazada. Comenzó a cuestionarse su vida y sus decisiones, lo que la llevó a buscar formas de sustento distintas al robo. Su deseo de cambiar se fortaleció con el nacimiento de su hija.
La vida después del crimen
Finalmente, Andrea encuentra un camino hacia el perdón y la redención. Logra estabilizarse emocional y laboralmente, apoyada por un nuevo amor, y se embarca en un proceso de transformación personal que ahora le permite ayudar a otros.
Conclusión
Andrea concluye su relato desde un lugar de paz y autocomprensión, con un llamado a la empatía y el perdón. Reflexiona sobre el poder transformador del amor y la espiritualidad, y en cómo su vida ha cambiado significativamente. La historia de Andrea es un poderoso recordatorio de que no importa cuán oscuro haya sido el pasado, siempre hay una oportunidad para el cambio y la redención.
Menciones
Dice un adagio popular que lo que comienza jugando termina gustando. Este es el caso de Andrea, una mujer que se dedicó a robar por diversión y luego lo convirtió en su oficio, un hecho del que se arrepiente rotundamente. Una vez más estamos con ustedes en Vos Podés el Podcast, como todos los miércoles que estrenamos una nueva historia de vida. Y este episodio es posible gracias a Lili Pink, donde conectamos con la esencia femenina. Hoy vamos a conectar con la esencia y la historia de Andrea. Andrea, bienvenida. Gracias, Tatiana. ¿Cómo estás? ¿Nerviosa? Nerviosa, claro. Entraste por aquí y me dijiste, Tatiana, tengo las manos congeladas. Todavía. Bueno, ahí poco a poco vas soltando. Relájate, que lo importante aquí es que compartamos esta charla entre amigas. Y hay Todavía. sino que vea cómo ese pasado sirvió de trampolín para avanzar y transformar las vidas. Y ese es tu caso. Vienes de un pasado difícil que seguramente puede ser juzgado por muchos, pero aquí no estamos para juzgar, sino para escuchar y conocer sobre todo ese cambio espectacular que tuvo tu vida después de todo lo que viviste. Entonces, quisiera comenzar por preguntarte un poquito de tu infancia, cómo era tu entorno familiar. Pues mi infancia fue muy bonita, Tatiana. Una familia, pues, no muy adinerada, pero les trató cuatro, siempre había comida, siempre había amor, siempre habían fiestas familiares. Una infancia muy bonita, muchos regalos de navidad, nunca tuve una carencia de chiquita. Mi padre desaparece de mi vida más o menos cuando tengo 11 o 12 años. Sí. Y ahí empiezo a ver un poco como esta diferencia entre lo que yo vivía y lo que vivían mis otros familiares. ¿Cómo desaparece? Desapareció de la nada, sencillamente no llamadas, no dinero, no nada. Ok. ¿Y antes vivían con él? ¿Normal con él? No, no vivíamos juntos, pero siempre era un padre presente Cada 15 días me recogía, me llevaba al paseo, bueno Y de repente dejó de llamar y se desconectó Sí, completamente Yo no entendía qué pasaba Me sentí muy abandonada Y empecé a ver como la diferencia que había entre otras niñas Lo que vivían otras ni niñas lo que vivía yo y bueno después mi madre decide rehacer su vida con otras personas conoce a un señor que iba donde yo trabajaba y este señor no me cayó bien para nada pero pues yo la veía tan feliz a ella que yo pues dije ok es su relación y tiene derecho a ser feliz. Este hombre, cuando yo tenía 14 años, empieza como una especie de seducción. ¿Contigo? Sí, por decirlo de alguna manera, me daba como besos esquineados, me pasaba dinero a escondidas y me cogía la mano de una manera extraña, pero eran señales que yo no sabía identificar en ese momento. Yo me sentía incómoda, sobre todo con los besos esquineados y me dejaban las babas. Ahí yo decía... Uy, horroroso. Impresionante. Me daba asco, pero yo no decía nada todavía. Y así fue durante todo un año. Mi mamá queda embarazada, tiene una niña, y se va a vivir ese tiempo de cuarentena del postparto con él y yo me quedo sola donde vivíamos ella y yo antes en ese tiempo pues es este señor el que va a la casa a darme pues la comida y a estar pendiente de mí y cada que él iba a la casa pues yo sentía mucho terror te asustaba como saber que se acercaba a ti? Sí, no sabía todavía qué pasaba. Era muy confuso. Pero hay algo que no te entendí muy bien. ¿Ustedes vivían con él cuando él ya se fue a vivir con tu mamá? No, todavía no vivíamos juntos. Ah, ok. Era como novio que visitaba. Correcto. Eran novios y él pues estaba muy presente en nuestra vida. Siempre fue muy buen novio. Ok. Pero esta parte donde dices que te fuiste a vivir a otro lugar, ¿a qué te refieres? Mi madre se va a vivir con él en la cuarentena del posparto, cuando está la bebé recién nacida, y yo me quedo con, o sea, viviendo sola en el apartamento donde yo vivía con mi mamá. Ah, ok, entiendo. Y él va a visitarme, a llevarme la comida, porque mi mamá está en cuarentena. Y ahí fue como la oportunidad para acercarse más a ti exactamente y fue cuando ya descubrí que lo que yo pensaba si era real porque ya empezó a decirme cosas muy sexuales de frente como yo la ayuda a bañarse yo usted ya se depila pues yo todavía no yo no tenía relaciones ni nada yo era todavía muy niña entonces para mí fue como como así depilar me no entiendo y me decía así si quiere quitarse los pelos de allá yo le ayudo a y no como ella sentí como uno fue horrible lo que sentí sentí miedo y sentí como que si decía algo iba a ser muy grave porque mi mamá ya tenía una bebé con él. Entonces no supe cómo reaccionar y me quedé callada otra vez. Entonces nos vamos a vivir juntos, ahí sí formamos una familia, mi padrastro, mi mamá, mi hermanita y yo. Y en una Navidad, él era muy borracho. En una Navidad él llegó, perd perdón el llegó borracho y me tocó mi mamá estaba en la cocina ella no se dio cuenta de nada él se me acercó a tocarme los senos me restrego pues su pene me abrazó y yo que en shock y dije mi mamá está en la casa, no entiendo nada, y me encerré en la habitación. Y me encerré durante una semana, que yo no salía absolutamente a nada, porque tenía mucho miedo y no sabía qué hacer con la situación. Mi mamá ya no trabajaba, la bebé estaba muy chiquitica, yo decía, ¿cómo vamos a sobrevivir ahora en esta situación las dos? No, terrible. Pero seguías guardando ese secreto con el pánico que tenía mi mamá al ver que yo ya no salía la habitación pese a angustia bastante empezó como insistir como lo que está pasando andrea salga andrea salga nada y tú que le decías nada yo estaba en shock yo creo que yo hubiera en shock toda una semana cuando decidí salir salí histérica a gritarle a mi mamá. Tenía mucha rabia porque ya había elegido a ese hombre para nosotras. Era una decisión que no había tomado conmigo. Entonces salí y le grité que dejara de estar pend, me dice, ¿cómo así? ¿De qué está hablando? Y el señor estaba ahí. Y él empieza a decir, eso es mentira, ella está celosa porque tuvo la niña, está celosa de nosotros. Y ella le creyó. pues yo estaba gritando, entonces me pegó una cachetada a mi mamá, yo seguía gritando, ella me empezó a golpear mucho, muchísimo, y me sacó de la casa a golpes. Entonces en el tercer piso, vivíamos en el primer piso, y en el tercero vivía una prima y una tía, y yo subí allá y les conté. La verdad toda. Mi verdad, claro, y mi mamá subió y les contó su verdad. Entonces le creyeron a mi mamá. Y así se repitió con toda la familia. Pero hay algo que no entendí. Sí, cuando tú le gritaste, en ese momento que saliste de la habitación, ¿fuiste clara? ¿Le dijiste, este señor me tocó, me hizo esto? Sí, entre gritos. Ya ambas estábamos como fuera de control, entonces pues no fue la manera de contarle, entonces pues no quedó muy claro del todo, lo que quedó claro es que supuestamente yo era una mentirosa y que estaba celosa pues de la bebé que había nacido y del hogar que había formado mi mamá, Y esa fue la versión que mantuvo mi familia. ¿Y cómo empezó a transcurrir ya tu vida con este señor y tu mamá? Pues me habían sacado de la casa. Entonces yo me fui a vivir con diferentes amigas del colegio. Una semana con una, otra semana con otra. Pero pues yo veía que no había como un apoyo real. Pasaba de casa en casa y un día llegué a la casa de una amiga que también tenía como esos vacíos con respecto a sus padres. Ella era hija de drogadictos y nosotras dos teníamos pues muchos vacíos que llenar y estábamos en el sitio adecuado con las herramientas adecuadas para intentar llenarlos. Entonces empezamos a consumir drogas en esa casa. Las drogas de los papás de tu amiga, me imagino. Empezamos con marihuana y luego empezamos con cocaína. Cuando un día se nos acabó la cocaína, estábamos con mucha ansiedad y yo estaba raspando ladrillo de una ventana de la casa de ella y ella me dijo espérese que yo sé qué vamos a hacer y fue busco en el armario de los papás de ella algo y yo les estamos buscando dinero como para para ir a buscar droga y me dijo no esperes espérese que yo sé lo que vamos a encontrar y sacó una pastillita como de medicamentos. Y la abrió en la mitad. Y desarmó un cigarrillo. Y volvió y metió el tabaco. Y esos polvitos blancos. Yo no sabía qué era eso. Pero estaba tan ansiosa que yo dije, ok, bueno, hagámoslo. Y eso era bazooka. Increíble. Y así empezamos a consumir bazooka. ¿Y ya qué edad tenías para ese entonces? Dieciséis años, creo. Estabas muy chiquita. Sí, sí. Cuando empezamos a consumir bazooka, pues la ansiedad era peor que la de la cocaína. Era mucho más barato, pero se acababa más rápido. Y entonces empezamos a acosquillar en la calle es decir a sacarle los objetos a las personas en la calle a robar a robar este tema de que tú empiezas a robar fue como incitado porque por quién quisiera entender cómo ese primer día hubo una conversación entre tu amiga y tú, lo habías visto, alguien te había explicado. centro buscando droga, entonces ya se sentía como esa energía de habitar la calle y de sobrevivir en la calle, entonces un día ella me dice como saquemos de la caja registradora de un restaurante el dinero y yo le dije bueno, yo pues todo lo que ella dijera me parecía buena idea. Era mi única familia, realmente. Yo no tenía a nadie más sino a ella y yo no la quería perder. ¿Ven y los papás de ella? Pues, en su propio vicio, pues, eran también muy ausentes. Ellos dos eran tema aparte en ese momento de nuestras vidas. Ok. Entonces, prácticamente éramos dos niñas sin papás. Aunque hubiera la figura, no estaba realmente el vínculo. Entiendo. Y ella te dice, vamos a robar una caja registradora de un restaurante. Y así hacemos. Y fue muy divertido. Entonces, no me generó ningún remordimiento. Fue dinero rápido. Entonces dijimos, perfecto, sigamos haciendo esto. ¿Pero cómo fue? ¿El restaurante de qué era? ¿Llegas en la tarde, en la noche? ¿Cómo entran? Quisiera entender cómo fue ese momento. El restaurante era de una tía de ella. Entonces ella tenía acceso a estar ahí y esperamos que estuviera solo y ella metió la mano por cierta parte de la caja y la abrió. Salen, se van y fin de la historia. Sí, nos vamos, fin de la historia, y empezamos. Se volvió un tema muy divertido porque teníamos cierto odio con la sociedad. Éramos niñas vacías que habíamos sido rechazadas por nuestros padres y sentíamos que la sociedad nos debía. Entonces era divertido hacerlo en ese momento. sociedad nos debía. Entonces era divertido hacerlo en ese momento. En ese entonces, pues, transitábamos en la calle y sacábamos cosas, íbamos y las vendíamos. No era constante porque igual trabajábamos de meseras o trabajamos de, no sé, meseras en bares. Bueno, siempre había como otras formas de conseguir dinero. Igual éramos niñas, entonces los adultos nos invitaban también muchas veces la droga. igual éramos niñas, entonces los adultos nos invitaban también muchas veces la droga. Eso quedó como que un juego. Era un juego para nosotras ir a robar. Y en ese momento, ya cuando tú dices, no, es que yo ya cogía cosas y las cambiaba. ¿Qué cosas cogías? Celulares y billeteras. Sobre todo en los bares, cuando los hombres estaban borrachos, pues como vean, dos niñasñas éramos carne fresca claro entonces era muy fácil atraerlos y pues bailando y en el juego de la seducción y toqueteando pues era muy fácil sacar las pertenencias y seguidas viéndolo como un juego que divertido le quitamos cosas a la gente y con esto compramos cosas, sí, y nos sentíamos inteligentes, nos sentíamos más astutas que los demás, entonces era como un refuerzo a nuestra autoestima en cierta manera esto llegaban y lo vendían ¿en dónde? ¿a cercanos? ¿o ya empezaron a encontrar como estos lugares donde la gente vende artículos robados? no, lo vendíamos todo a sitios de compra venta en el centro Ok, y ya la cosa, me imagino que empezó a crecer. No, fíjate que eso siempre quedó así, pero la familia de ella se enteró que estábamos en un muy mal camino y querían como intentar ayudarle, ya que no pudieron ayudar a la mamá de ella. Entonces, a ella la mandaron a una ciudad y a mí me mandaron a otra, porque lograron contactar con mi familia y todos hicieron un plan y nos separaron. Ah, o sea, les dijeron estas niñas andan en malos pasos, hay que separarlas. Hay que separarlas. Entonces, ya la mandaron como al sur y a mí al norte del país. ¿A dónde te mandaron? A Villavicencio. Ok. Allá me recibe mi papá, que ya tenía otra familia, ya tenía una esposa, ya tenía un niño. Entonces fue llegar como con esa rabia de, ah, aquí estabas. Apareciste. Apareciste y tienes un hijo adoptado de esta señora y a mí sí me descuidaste. No, claro, se te activó más la rabia. Totalmente, súper rencorosa que era y tener como tanto material disponible para agarrarme de algo para odiar más, pues fue detonante. Ellos me tienen allá un tiempo y luego me dicen como, bueno, tiene que empezar a trabajar, tiene que buscar algo que hacer porque acá no la podemos mantener. Me voy a entregar hojas de vida, y llegó una panadería, y hay un joven muy, muy, muy guapo, muy guapo, que estaba haciendo el pan, y no había nadie más, entonces yo dije, hola, disculpa, es que quiero dejar una hoja de vida, ¿a quién se la entrego? Me dijo, a mí, y yo, ok, mira, gracias, me fui, eso quedó así, a los tres días me llamaron, y era dijo, a mí. Y yo, ok, mira, gracias, me fui. Eso quedó así, a los tres días me llamaron. Y era él, que se había quedado con mi hoja de vida, que no había dicho nada, y que yo le había gustado mucho que nos viéramos. Ah, pero le gustaste, fue como mujer, o sea, no para trabajar. No. ¿La trajiste? Sí. Entonces, yo dije, ok, sí, bueno, salgamos. Ese día mi papá me dijo como, si usted sale y no regresa a las siete de la noche, se va de mi casa. Y yo, ajá, sí, claro. Me fui, me moré toda la noche con este joven y llegué al día siguiente. Ay, no. Y mi papá ya tenía las maletas. el día siguiente. Ay, no. Y mi papá ya tenía las maletas. Chao, mija, le voy a cumplir con la palabra. Sí. Y fue que te quedaste a dormir con el tipo. Sí. O sea, ¿te enamoraste? No. No, era simplemente él ni siquiera me gustaba tanto, o sea, era muy guapo, pero pues no era de mi gusto. Pero era como hacer la maldad, como seguir en la rebeldía, como hacer sufrir a mis papás, no sé, todas mis decisiones fueron llevadas como por mis vacíos, entonces, pues sí, me quedé con él esa noche, obviamente tuvimos sexo esa noche, pero pues no había un gusto enorme ni nada, sencillamente era lo que había disponible. Ok. lo que hay disponible ok entonces mi papá me echa de la casa yo salgo con mis dos maletas porque fue llegar y ya estaba él esperándome con no sé cuántas horas llevaba esperando me quise llegar llegue ya tenía las maletas afuera de la casa en el andén entonces yo con mis maletas y le dije bueno yo no tenía plata yo no tenía trabajo yo no estaba en una ciudad que conociera no sabe a qué hacer yo salí en la esquina, estaba él, el joven con el que me había acostado esa noche. Me dijo, ¿le acharon? Y yo, sí. Venga conmigo, bueno. Y ya. Resulta que él también era ladrón. Guau. Entonces me dijo, vámonos a Bogotá a robar. Y yo le dije, bueno, no hay nada más que hacer, no tengo a nadie más, estoy sola, no tengo plata, hagámoslo. Yo pensé que íbamos a robar como yo conocía, pero él trabajaba diferente. Trabajaba, lo digo así porque él lo decía así entonces él me empieza a enseñar sus formas de conseguir esos objetos él no cosquilla van y nada parecido él era carterista ser carterista es robar bolsos o y salir corriendo, básicamente. Quiero entender bien cómo la diferencia del cosquilleo y esto de ser carterista. El cosquilleo tú no te das cuenta cuando te sacan las cosas, porque pues es como que ir caminando y sacas los objetos que hay disponibles. Ves un celular, una billetera, lo sacas con cuidadito y sigues caminando como si nada. Entonces, la persona cuando ya va a buscar, pues ya no tiene sus pertenencias. Ok. Ese es el cosquilleo. Ser carterista es como raponear. Aquí te das cuenta de todo y a veces está violento, es agresiva la manera en que te quitan un objeto. Exactamente, sí, es más violento porque pues están personas que se aferran como otras que no entonces cuando se aferran pues se vuelve un tema un poco más denso el usaba armas no no no usaba armas cuchillos nada eso y así empezamos a hacer turismo para robar empezamos a viajar por todo el país wow ya cuando ve que pues estamos siendo reconocidos porque ya en un punto pues ya empiezan a saber quiénes son los que roban en un en ciudades pequeñas ya ser carterista no era una opción si entonces él era muy ágil parecía un gato y has visto como hacen parkour algunas personas como que saltan de edificios a otros sí, es como un deporte él tiene esa habilidad entonces era muy ágil para entrar en edificios y digamos que me enseñó a hacer los ojos de él campanera. Campanera. Entonces yo le avisaba si venía alguien, yo distraía a las personas, mientras él hacía ese tipo de maromas para entrar. Dijiste que los empezaron a descubrir cuando ya eran carteristas, pero quisiera entender un poquito cómo fue ese proceso ahí siendo carterista. ¿Te acuerdas del primer día? Sí, el primer día era una señora que estaba en un taxi y la ventana la tenía abajo y el bolso estaba ahí encima de sus piernas. Sí. Entonces metí la mano y saqué el bolso. Y salí a correr y me metí por unas esquinas y pues ya no no pude hacer nada porque ella iba por la vía principal dentro del taxi. ¿Tú estabas drogada cuando hacías esto? En ese entonces sí, sí me drogaba solo con marihuana. ¿Y qué te generaba, qué sensación te generaba cuando tú arrancabas un artículo de una persona y salías corriendo? Adrenalina. Todavía era divertido para mí. Todavía tenía mucho rencor y me gustaba que la demás gente se sintiera tonta. Ok. Yo te escucho y no te puedo decir que me voy a poner en los zapatos de una persona que roba porque es imposible, pero quisiera entender, siempre he querido entender qué pasa por la cabeza de esta gente cuando hace lo que hace. Disfrutan, hay temor, hay adrenalina. A mí me han robado. De esa manera, como lo estás contando. Me han quitado artículos. No en Bogotá, en Cali me pasó un par de veces, y la ira de la persona que es robada es tenaz, pero también cuando pasa el tiempo uno se queda pensando, yo me he quedado pensando eso, ¿será que van drogados que están pensando, lo disfrutan? Entonces se me hace bien particular preguntarte esto de cómo es esa sensación, me imagino que es como una sensación de triunfo también. Sí, correcto. Sí sí pues depende la historia que haya depende la personalidad de la persona del ladrón sí entonces en ese momento te digo en ese momento yo lo disfrutaba era un triunfo ok era salir ganados así le decíamos y eran ustedes dos o esto ya era una banda conformada por varias personas? En ese momento éramos los dos nada más. Éramos los dos y eso era lo que se hacía para sobrevivir aún teniendo oportunidad de hacer otra cosa. Porque éramos jóvenes y él sabía hacer otros oficios, yo bien podía ser mesera. Claro, podías trabajar, preferías robar. Y digamos, ¿en qué momento ya, no sé, si te llegó a pasar que en alguna situación de robo te pillaran, te descubrieran, te persiguieran? ¿Llegaste a pasar por una situación de estas donde te corretearon, no sé? a pasar por una situación de estas donde te corretearon, no sé bueno, hay dos dos temas, una vez siendo la última vez que robé carteras, nosotros alquilábamos unas motos y esa vez íbamos en moto por un barrio muy fino y la señora estaba con su cartera y su celular caminando, caminando y nosotros en la moto y yo pues lo que hacía siempre, cogí la cartera de la persona y ella se aferró y se aferró tanto a esa cartera y yo también que la arrastramos y para mí eso fue como un sacudón de ¿qué estás haciendo? porque ya lastimar el cuerpo de alguien ya era diferente. Yo solté el bolso, yo sabía que iba a tener un problema con mi pareja, pero yo dije, no, o sea, verle la cara siendo arrastrada fue horrible, entonces dije, no más, yo no voy a seguir haciendo esto y él me dijo, bueno entonces ahí fue cuando dijo, hagámoslo de otra forma hagámoslo, entremos a las casas, entremos a los edificios, a las oficinas y robamos lo que se pueda pero es peligroso, o sea va a haber gente, me dijo, no, hagámoslo cuando no haya nadie nos toca pues vigilar. Pero, ven, es que tengo muchas preguntas, sinceramente. Y quiero ser muy clara en que no te estoy juzgando, porque esto no es un espacio de juicio y respeto todas las historias. Pero si me causa curiosidad, por ejemplo, cuando llegabas a la casa, ¿cómo era esta dinámica? Llegaban de hacer un tour, creo que le llamaste tour, tenían como una planeación, hoy vamos a robar cinco personas, seis, diez, lo que se atraviese, ¿cómo funciona esta estructura? No, no, no había estructura, éramos dos drogadictos, no había ninguna estructura, sencillamente ni siquiera teníamos casa, vivíamos en hoteles. Entonces lo que hacíamos era para pagar el hotel y comer, básicamente era como lo que hacíamos. Entonces cuando llegábamos al hotel donde estuviéramos en ese momento, mirábamos qué habíamos hecho y pensábamos era a dónde vamos a ir a revender lo que tenemos o en qué nos vamos a gastar la plata que teníamos en efectivo. Sí. Básicamente era eso y ya, ir a drogarse, tener sexo, comer y ir a buscar otro sitio. Sí, no había de perdición, o sea, al final. No había sentido, ninguna meta, nada. ¿Te encontraste con algo particular en algún robo que te sorprendiera? Destapaste una cartera y dijiste, wow, ¿esto qué es? Cuando ya empezamos a entrar en casas y en oficinas, encontramos armas de fuego. Eso sí me dejaba como, primero, ¿dónde estoy metida? Claro. Me metí en la casa o en la oficina de alguien peligroso. Y lo siguiente era, ¿ si hay salgo de acá salgo con un arma entonces era como era un reto poder salir y tener ese esa arma en mi poder pero nunca llegaste a pensar si es si me llegan a descubrir pueden quitarme la vida también pero no importaba realmente no la vida no tenía un sentido cuando uno pasa por tantas adversidades, eso pasa, la vida pierde sentido, entonces no, la muerte se vuelve algo, inclusive se vuelve como un alivio pensar en la muerte, entonces no, no generaba miedo eso, no. ¿Llega el momento en que te acuestas y tu conciencia está tranquila? Sí, no me importaba en ese momento, no me importaba. Cuando quedé embarazada fue que me empezó a cambiar un poco el chip. Ok, antes de ir para allá, contabas que entonces ya empezaron como a descubrirlos, como ya era una alarma grande. A picharnos. Sí. Sí, porque pues ya se sabe, hay dos jóvenes que están robando. Igual no éramos los únicos, digamos que siempre hay muchos ladrones, pero el modus operandi sí de pronto no era usual. Entonces ya se ponían alertas, se escuchaba uno que hay una parejita robando, entonces ya era como más pero cuando estábamos robando casas y oficinas no no era tan fácil descubrirnos aparte como viajamos por por el país y nos vestíamos elegantes como si fuéramos a la oficina algo entonces no no era tan fácil descubrir cómo funcionaba esto? ¿Tu primer día haciendo esto en oficinas o en casas? No lo recuerdo honestamente, pero sé que yo tenía que distraer a, no sé, a la recepcionista del lugar para que saliera de la recepción, fuera a buscar algo más adentro de la oficina y nosotros buscar los celulares o las pantallas de los computadores, desarmar rápido y meter en un bolso y salir. Ok. ¿Ahí en algún momento llegaron como a agredir personas? No. No, nunca. O sea, todo esto fue como, eran robos en medio de la distracción, estoy entendiendo así. Correcto, sí. Yo distraía, yo tenía que decir alguna cosa. Él me enseñó, era muy, muy inteligente, muy ágil. Entonces, yo no lo hacía tan bien. Y porque yo no lo hacía tan bien, nos cogieron varias veces. ¿Ah, sí? ¿Quién los cogió? La policía. ¿Y qué pasó? pasaba que mi papá tenía muy buenas amistades entonces siempre nos salvamos porque mi papá tenía buenos contactos mi papá era una persona respetada ya sí y él siempre movía sus contactos para intentar sacarme de todos los problemas en los que yo me metía una vez en particular estábamos en un pueblo y en los pueblos la dinámicas son un poco diferentes. Hay como unas organizaciones que mandan en los pueblos. Y le cogí el celular a la novia de una persona importante y eso sí fue un problema grave. Nos cogió la policía, nos separó, a él lo golpearon, a mí me amenazaron, y él dijo que yo era hija de un coronel, y entonces nos sacaron por eso. Pero fue gravísimo, la golpiza que le dieron, después la golpiza que él me dio a mí. Ah, también se desquitaba contigo, como por cometer el error. Sí, sí, él era muy violento psicológica y físicamente. Ok, hay algo que no comprendí mucho cuando me decías que tu papá te ayudaba como a salvarte de esos problemas, ¿era que tu papá tenía conocimiento de lo que estabas haciendo? ¿Volviste a comunicarte con él? Sí, él siempre sabía, él estaba preocupado por mí. Como tenía amigos en las altas esferas, pues ellos siempre estaban como pendientes de mí, de lo que yo hacía. Tenía amigos en la policía, en el ejército. Entonces, pues claro claro los nombres donde viene, donde vive, pues yo a la dirección de mi papá porque yo no tenía dirección y entonces siempre le llegaba a él la información pero él no sabía qué hacer conmigo. Creo que esto responde a esa duda que tenemos muchos colombianos y gente en muchos países de Latinoamérica donde decimos, pero ¿cómo así que agarran a un ladrón y no les hacen nada? Ahí está la respuesta de por qué no les hacen nada. Pero creo que eso también es un llamado de atención muchísimo a ti como persona, sino a la acción de robar. Entonces, pues el hecho de que la policía no haga nada, tenaz, porque la situación sigue avanzando. Con todos los casos de ley, no solo con eso. Mi rabia también era hacia la policía, porque cuando yo fui a demandar a mi padrastro por lo que hizo, tampoco hicieron nada. Y así pasa con muchas cosas. Sí, sí, sí. Sí, hay que ser más estrictos. Eso lo entendí mucho tiempo después. Pero sí hay que ser más estrictos. Entonces, hubo de pronto que te descubrieran a ti y que la gente tomara como esa retaliación por mano propia. Eso tiene que ser además muy asustador, ¿no? Que tú te equivoques, entre comillas, como estás diciendo, y todo se salga de las manos. Mira que no sé si hay un Dios que me cuida porque me pillaron, fue en un local en un local, creo que era un salón de belleza cogí el celular cogí hacia no sé, hacia un lado me subí a un taxi para escapar del sitio y el taxi pasó por enfrente del local entonces ahí me bajaron y sí, me iban a golpear, pero pues yo dije no, no, no, tomé el celular, perdón, perdón y me fui. Te salvaste. Y me salvé me salar, pero pues yo dije, no, no, no, tomé el celular, perdón, perdón, y me fui. Te salvaste. Y me salvé, me salvé, porque yo creo que eso sí da mucho miedo, de pronto una golpiza entre muchas personas, y yo creo que da más miedo que la cárcel, inclusive. ¿Cuál fue el punto ya como límite de toda esta situación? De robar, bueno, yo creo que estuve robando más o menos unos tres o cuatro años mi hija mi hija yo quedo embarazada y dejó la droga pero esto esto de robar trae mucha escasez trae mucha ruina y no queda como marcado en el... Yo creo en las energías. Y queda como marcado en el campo energético de uno ese daño que uno le hace a los demás. Y empieza a devolverse. Entonces no es fácil conseguir trabajo, la comida se daña rápido, la ropa se rompe. Empieza a ver uno como muy arruinado. ¿Quedaste embarazada de este señor? Sí. Sí, al poquito tiempo de estar con él inclusive él me decía que si yo no iba con él a robar no traía plata para la casa entonces me tocaba ir con él y dejar a la niña al cuidado de alguna persona para irme a viajar con él a robar entonces eso es lo que a mí me dolía dejar la niña sola yo decía, ¿a dónde qué?ía, dejar la niña sola, yo decía, ¿a dónde qué? Tengo que dejar la niña tantos días, arriesgándome en una ciudad lejos sin saber si vuelvo a verla, o sea, ¿qué estoy pensando? ¿Qué me está pasando? Sí, y nunca hablaste con él de, hey, trabajemos, podemos trabajar. Sí, pero a él no le gustaba. Es que, bueno, el robar no es un trabajo, no es un dinero fácil. Fácil es ganarse la lotería. Es dinero rápido. Entonces, digamos que lo que se podría hacer en un mes, se lo hacía en una semana. Entonces, él decía eso. Era como su ¿pero para qué voy a trabajar todo un mes si en una semana me hago lo del mes? No tiene sentido. Sí, tenía pésima mentalidad, claro. Sí, entonces, pues yo sí intentaba trabajar en ciertas partes, trabajé como empleada de servicio, cuidé perritos, vendí ropa, pero siempre había algo que hacía que me echaran, bien sea porque yo peleaba con él y llegaba llena de morados, entonces no era presentable, porque estando embarazada, por ejemplo, pues no te contratan tan fácilmente, entonces en los restaurantes donde yo renuncié. Yo dije, no, esto está muy difícil. No era nada fácil. Tenía que estar limpiando cada rato químicos me hacían mucho daño entonces habían días en que yo no podía ir porque estaba súper enferma con nebulizaciones entonces me echaban y siempre pasaba algo pero este digo como que robar trae mucha ruina porque siempre pasa algo que te estanca entonces siempre está la idea de y si robo y si vuelvo a robar y volví a caer y volví a caer y volví a robar entonces Y volví a caer. Y volví a caer. Y volví a robar. Entonces trabajaba honradamente y algo pasaba, entonces terminaba robando otra vez con él. Eso terminó yo creo que cuando mi hija tenía unos dos años. Sí. Porque estaba con... Estaba separada de este hombre y estaba saliendo con un joven. Y este joven me dijo que trabajara de webcam. Entonces dije, estaba separada de este hombre y estaba saliendo con un joven y este joven me dijo que trabajara de webcam entonces dije ok si prefiero ser webcam que ser ladrón y así fue como teje de robar fue también que cortaste esa relación con él por qué razón con el papá de mi hija si por los golpes, los golpes y la pobreza. No había amor, no había futuro con él, entonces decidí dejar de verlo. Y aparece este nuevo amor en tu vida y además esta nueva forma de ganarte la vida. Sí. ¿Cómo llegaste ahí? Él me dice, este joven me dice, como hagámoslo juntos, es fácil, es tener sexo delante de la cámara, nos pagan en dólares, y yo, bueno, siempre soy como bueno está y él no llegó a la cita con los dueños del estudio el estudio es como la casa donde están los computadores para los que te contratan ok los que tienen las cuentas bancarias y los que te pagan a ti en pesos colombianos y tú trabajas para ese estudio. Entonces, como él no llega, yo empiezo a trabajar sola, como webcam. Y así es que logro dejar de caer constantemente en el hurto, porque pues ahí sí ya no me echan, yo manejo el horario. Y me imagino que ganabas más. Ganaba, pues no más, porque los tres primeros meses no son buenas ganancias realmente fue muy difícil no me hacían y cien mil pesos pero pues era cuestión de resistir porque yo no quería seguir arriesgando me a perder a mi hija para mí mi hija lo era todo porque yo deseaba quedar embarazada no fue una bebé como hay que embarazar yo deseaba estar embarazada desde un año antes y a mí no me importaba con quién yo quería estar embarazada para tener mi propia familia, para tener a alguien que no me dejara, obviamente cuando crecen se van, pero quería mi familia y pensar que iba a perder a la niña por estar robando me destruía o sea, no podía seguir en eso entonces preferí como pasar un poco de hambre, realmente mucha hambre, porque en el modelo, en el modelaje webcam no es tan fácil al principio, no tienes mucha clientela y hay mucha competencia y hay mujeres hermosas, mujeres de todos los países, entonces no es tan fácil. Por esa época yo solamente tomaba agua de panela y tortillas de harina con agua. Y mi niña comía en el jardín. Ok. Y ya era todo lo que yo comía. Pero no quería seguir robando, no quería seguir trayendo más ruina, no quería seguir trayendo vergüenza. Me preocupaba que mi hija creciera y tuviera mi camino o la reconocieran como la hija de ladrones. Me parecía terrible. Entonces, por ella fue que yo dije no más. Y entonces con esta persona que me dices que no apareció ya después, ¿seguiste entablando una relación sentimental o solamente apareció en el camino como para llevarte a ese estudio? Sí, sí, tal cual, sí, él no apareció más. Solo fue como mostrarme otra forma de tener dinero que no fuera robando. ¿Y te dedicaste a cuidar a tu hija solita? ¿Con quién vivías o solamente eran las dos? ¿Cómo funcionaba esta dinámica entre ustedes mientras estabas trabajando? que estamos pasando tanta hambre en mi hija tenía los sus dos años y esto con estas etapas difíciles de los dos años que se vuelven muy rebelde los niños y se golpeaba contra las paredes y me mordía era terrible y le conté a mi papá y mi papá y su esposa es entonces deciden quedarse con la bebé entonces ella se queda con ellos viviendo unos tres, cuatro meses, mientras yo salí adelante. Y el papá biológico de mi hija va y molesta ya en esa casa, que le dejen ver a la niña, que se la va a llevar. Y es tan estresante que me devuelven la niña. Entonces volvemos a pasar hambre juntas. Y bueno, pues sigo trabajando como WECAM, cada vez gano un poquito más. ¿Cuánto tiempo duraste ahí en eso? De WECAM duré como otros tres años. Ok. Sí. Ya al final hacía shows pesados. ¿Cómo así shows pesados. ¿Cómo así, shows pesados? En ese mundo se mueven temas muy densos. Entonces, hay mujeres muy inteligentes o muy bonitas que no les piden eso porque sencillamente con lo normal o lo cotidiano ya reciben dinero. o lo cotidiano ya reciben dinero pero no sé por algún motivo a mí me llegaban nombres que pedían shows extraños shows no sé animales o con niños o con excrementos cosas así que sabían cosas que se puedan fingir pero cosas que no se puedan fingir Por ejemplo de los niños no no se pueda fingir y pues si sabían que siempre que se enteraban que no era mamá pedían shows con los hijos de uno terrible terrible yo decía en qué mundo estoy otra vez estoy metida en otra cosa no no puede ser y si vean si escuchaban un perrito ladrar entonces pedían show con un perrito entonces ya no esto no yo no tengo límites y que llegaste a ser cuál fue como tu límite entre una depresión terrible porque ya no llegaban a mí sino solamente ese tipo de clientes sí yo sea pero o sea por qué porque tengo que dejar esto que es lo único que sé que me da dinero y que me ha sostenido tanto tiempo? Y ya yo no sé en qué momento solamente llegaban ese tipo de personas que querían eso. Crea que es real y un día se cansen de la virtualidad y salgan a la realidad a hacerlo. Entonces estoy alimentando un demonio que no quiero que se suelte por las calles. Claro. Entonces pasaba días enteros que no hacía nada, nada de dinero porque solo llegaban estas personas pidiendo cosas extrañas. Entonces pues me tocó dejar de trabajar ahí y lo pensé. Entonces, pues me tocó dejar de trabajar ahí y lo pensé. Pensé en volver a robar, pero apareció, me fui a robar un efecti y terminé entregando una hoja de vida. ¿Cómo así? Una hoja de vida vacía, porque yo no tenía, no tenía nada que presentar en una hoja de vida. O sea, ibas con intenciones de robar en ese lugar y llevabas la hoja de vida ahí? Sí, la excusa. Es como la excusa, ay sí, mira, no sé qué, ta, ta, ta. Necesitaba algo como para para distraer. Obviamente me iba a llevar mi hoja de vida después de robar algo, pero entonces como que necesitaba entrar con una excusa a ver qué hacía. Y la señora fue tan amorosa, la dueña de esa sucursal, fue tan, tan amorosa, no sé, tenía una energía y un amor y una dulzura en sus palabras, y me dijo, te voy a contratar. Te voy a contratar en el horario de la tarde para que puedas llevar a tu niña en las mañanas. Dios, ¿y qué pasó por tu cabeza ahí? Que venías con otras intenciones. Ahí empecé a sentir como culpa. Dije, ¿cuánta gente buena habré robado? Porque para mí toda la gente era mala. Toda la gente. Toda la gente era traicionera, toda la gente sí merecían, de cierta manera, ser robados en mi concepto de ese entonces. Y yo dije, o sea, si hay gente buena, si hay gente que merece cosas bonitas. Entonces fue como un uy. Y yo sin saber uy, o sea, si hay gente buena, si hay gente que merece cosas bonitas. Entonces fue como, uy. Y yo sin saber nada, o sea, yo no estudiaba, no trabajaba, o sea, no podía decir fui huecama. Claro. Entonces era una vida vacía y ella me dio esa confianza. Y no creas, pues, contar dinero. Era recibir dinero. y no creas, pues contar dinero, era recibir dinero. No, no, no. Entonces siempre era como la tentación de, ¿qué maldad puedo hacer? Claro. ¿Me puedo sacar un poquito más de dinero? Y siempre era esa, se quedó ahí mucho tiempo esa vocecita. Pero sentías como que la vida te estaba poniendo una prueba muy grande de, sí, mira, ahí tienes esto que tanto te gusta, ¿qué vas a hacer? Sí, sí, por esa época yo estaba asistiendo a una iglesia cristiana y pues era como señales de que había un Dios que todavía me amaba a pesar de todo lo que había pasado. Porque también estaba muy peleada con esa idea de Dios pues como, ¿dónde estás cuando me pasó esto? ¿dónde estás cuando mi esposo me pega? ¿dónde estás cuando tengo hambre? pero entonces fue como ok, vamos a reconciliarnos ¿que eso es un proceso? es un proceso largo reconciliarse con Dios sí y verlo de una manera que te favorezca ¿Es un proceso? esperando a que él viniera a la comunidad cristiana. Entonces eso me tenía también peleadísima. No entendía por qué me pedían que me quedara con alguien que me maltrataba tanto. Sí, no, no tiene sentido, claro. ¿Y en qué lugar como que ya ahí encontraste, ok, este sí es mi lugar? No, todavía estaba muy perdida. Fue un proceso muy largo. Aparte que cuando uno es drogadicto el cerebro cambia mucho físicamente, las decisiones que uno toma no son normales no son como tomadas de una manera que digamos, nos pasa lo mismo a ti y a mí pero si yo soy drogadicta, mis decisiones son totalmente diferentes porque mi cerebro no funciona bien está enfermo, le faltan muchas cosas y está totalmente contaminado hay neuronas sueltas, entonces todavía no, yo no pensaba correctamente. Sin embargo, ahí bueno, digamos me robaba una bolsita. De el lugar donde trabajabas, que para quienes no saben, este es un lugar, es una empresa muy grande acá, colombiana, de envíos. De envíos y también de pagos de, no sé, recibos públicos. Y bueno, se maneja mucho dinero. Entonces yo me cogía, no sé, un esfero. Me cogía unas bolsitas. Vivías con la tentación ahí en frente todo el tiempo. Sí, ya se había vuelto como una maña, yo creo. Sí, el cerebro está cableado de cierta forma en la que ya robar es cotidiano. Entonces seguía ahí como bueno de allá puedes creer que me echaron no por mí y mis pequeños errores constantes sino porque iba el papá de la niña a celarme y a mirar y con la mirada de él que uno en la calle aprende a mirar feo para ponerse un escudo y conmigo en realidad sí entonces él mira horrible y yo me transformaba cuando yo lo veía ya no sonreía la gente o la cuesta no claro yo me transformaba yo sentía terror yo ahora que va a ser un show que o lo que me espera cuando salga el local y la jefa me dijo lo siento tú cambias mucho con el señor viene tú tienes que solucionar esto y las puertas están abiertas. Ay, no puede ser. ¿Y cómo te sentiste ahí? Otra vez como, me lo merezco. O sea, a la final estoy pagando carmas porque cuánta gente no se quedó sin trabajo por mi culpa. Digamos, las recepcionistas que dejaban el sitio solo y se iban y volvían y no había nada pues no las habrán echado sus trabajos no les habrán cobrado el computador o el celular de la oficina las consecuencias que iban más allá de simplemente robar algo entonces yo era consciente que tenía que pagar karma que tenía que recibir un poco de pronto no es la misma forma pero, pero sí era justo y equilibrado parte del universo que yo pasara por ciertas situaciones. Entonces yo me sentía mal, pero decía sí, ok, o sea, está bien. Como que lo asumías. Sí, ya lo asumía. Ese tema me parece bien relevante porque uno suele decir, no, ay, es que la gente paga el karma, incluso hay personas que dicen, no, es que lo que uno hace lo paga aquí y veo que mencionas mucho esa palabra de karma ¿crees que existe y que uno paga lo que hace aquí en la tierra? pienso que no todos veo a mi padrastro y él sigue intacto él sigue siendo respetado por toda la familia él sigue siendo invitado a todas las fiestas del como si nada su familia no pues el hombre ideal y digo y el karma de él y dónde está lo que la gente lo rech, como me rechazaron a mí por mentir sobre él, supuestamente. Entonces, no creo que a todos les llegue el karma. Y creo más bien en que es una energía que queda en nosotros y se sienta o no existe. Y se sienta o no, existe. Entonces, si yo llego con una energía de escasez, pues atraigo más escasez. Y el que roba siempre, o sea, robe un celular o robe miles de millones de pesos en las más altas esferas de la sociedad, siempre está vibrando en escasez. Tiene una mentalidad de necesidad todo el tiempo. Entonces, siempre va a estar necesitando y siempre le van a pasar cosas que lo hagan necesitar más entonces todos los caminos se van a truncar sencillamente porque es lo que yo estoy vibrando si entonces el karma pues de creer tanto ahorita en eso no creo creo que cometemos actos asumimos consecuencias y pues si estás vibrando mal atrás es algo similar no exactamente igual ok y cuando ya sales de este trabajo y te quedas ahí como no otra vez que comienzas a hacer me voy a vivir otra vez con el papá biológico de mi hija. No puede ser. Sí, no, no allí nada más, y dije, bueno, entonces unámonos otra vez, hagamos esto juntos. ¿Volviste a robar ahí? No, él se iba a robar solo, porque, o sea, sí era la idea, pero yo ya no era capaz, o sea, de verdad no era capaz de, ya tenía una conciencia de lo que pasaba cuando uno trabajaba y se esforzaba en conseguir algo entonces me parecía terrible pensar que a mi hija la fueron a robar de grande por ejemplo que nos robarán a nosotras lo que yo con tanto trabajo había conseguido trabajando todo ya estabas parada en los zapatos de las otras personas exact Exacto, sí, yo ya sabía lo que era trabajar realmente, entonces decían, no tenás, ¿dónde me roben esto? Terrible. Entonces yo sí tuve la intención y le dije a él como, no, mira, yo no voy a ir a trabajar, porque así le decíamos, a trabajar contigo. Sí. Y eso eran unas peleas horribles, eran golpes, era de todo, porque según él yo tenía que ir con él, y si no, yo no merecía parte de las ganancias. Entonces una vez me dio una golpiza horrible. Yo tenía 18 mil pesos guardados para una actividad del colegio de la niña y él me lo robó a mí porque también me robaba a mí. Todo lo que yo conseguía también me lo robaba. Entonces me lo robó, yo fui y dejé a la ni niña en el colegio me devolví le dije necesito la plata para que ya se vaya al bioparque y se puso histérico en una golpiza me llenó de chichones la cara me llama ha roto la nariz me ahorcaba medio patadas en el suelo me dejó las piernas llenas de sangre llenas o, cada porito le salía sangre. No podía yo ni caminar, solo porque le pedí lo que yo había trabajado y había ahorrado para el bioparque, el paseo de la niña. Sí. Esa vez me voy corriendo hacia el colegio. No sabía yo por qué esa, como que, mi niña. Y me fui corriendo hacia el colegio. Y ahí me llamó mi mamá hay yo aprendí a dormir con el celular guardado en el brasier para que no me lo robara siempre tenía el celular aquí guardado para que no me robara en la noche entonces yo cogí el celular y estaba corriendo y me dice qué pasó porque se oye así y yo? y yo pues toteada corriendo es un decir porque realmente estaba... no podía ni moverte, claro no sé cómo corría y yo estaba llorando y estaba gritando y me dijo, y le dije, me robó toda la plata, y solo le pedí lo del parque de la niña, entonces me dijo, te voy a enviar 50 mil pesos, no tengo más y te devolviste a Bogotá, tu mamá y te devolviste y me devolví, esa semana no, no tengo más. Y te devolviste a Bogotá. ¿Tu mamá? ¿Y te devolviste? Y me devolví. Esa semana no, no podía ni moverme. A la semana siguiente él se va a trabajar. Y a trabajar, a robar. Y yo aproveché, tan pronto él se fue, empecé a empacar todo en bolsas de basura. cogí un taxi cogí la niña y nos fuimos y llegamos a bogotá ok y me tocó volver a vivir con mi padrastro y la niña pero así fue como ya definitivamente dije no más se tocó poner distancia por medio se atreva en contraste con esta persona que te abusaba en su momento si lo enfrentaste no no tenía que vivir en su casa y yo sin trabajo y él tenía que alimentarme entonces no tenía que estar en una posición sumisa ok pero hablaste con tu mamá de ese tema de nuevo pero no me creía me creía, ella de todas formas no me creía. Ella me creyó hace unos dos años, apenas. Entonces, era un tema pues tabú. Aparte, pues mi hermanita ya estaba más grande y yo no quería que ella pues se enterara y se le disfigurara la figura paterna. Entonces, pues respeté eso y dije, pues más carca ya él seguía en mi padrastro seguía siendo un borracho entonces viví con un borracho del papá de mi hija y me fue a vivir con el borracho esposo de mi mamá y también pretendía igual misma dinámica que yo me sentara en sus piernas que le diera besitos entonces cuando yo no lo hacía obviamente cuando él estaba borracho él empezaba a insultarme de intentar golpearme no era tanto el miedo que me daba que yo me encerraba en las noches cuando sabía que llegaba borracho y yo no salía ni al baño y yo tenía una coquita para hacer chichi dentro dentro del cuarto. Y luego el día siguiente iba y lo sacaba al baño. ¿Y con tu niña ahí? Ajá. ¿Y qué edad tenía tu niña ya? Cinco años. Ok. Cinco años dormíamos en un colchón inflable, en el piso, helado, helado. Acostumbrada hasta el clima caliente de Villavicencio. Ahora estamos en Bogotá, la niña sin colegio. Sí. caliente de Villavicencio, ahora estamos en Bogotá, la niña sin colegio sí, estábamos ahí yo buscando trabajo y nada ya eran tres meses sin trabajo y estaba cayendo en el desespero otra vez, tenías como el deseo otra vez de robar sí o de prostituirme yo hubiera preferido prostituirme que volver a robar y ya no sabía qué hacer y envíe una hoja de vida a una psicóloga y me dio el trabajo haciendo que de asesora asesora tenía que pues tenía que buscar la manera de vender los servicios de ella cuando llama como servicio al cliente algo así si se cliente. Y en ese mismo día contrató a una muchacha mucho más capacitada de secretaria. Pero la niña no le gustó el trabajo y lo dejó tirado. Entonces yo accedí a ese trabajo de secretaria, sin estudios, sin una hoja de vida decente. Y ella me dio esa oportunidad de trabajar con ella. Entonces mi vida cambió. Yo ganaba un buen sueldo, ya ganaba más del mínimo. Pero no veía casi nunca a la niña. Porque los horarios eran muy extensos. Era de 7 de la mañana a 10 de la noche. De lunes a viernes. Y los sábados era también hasta las 4 de la tarde. Entonces nunca estaba con mi niña. Pero ahí sí digamos que mi vida cambió por completo. Para bien. Para bien. Para bien a nivel económico y sin embargo a esta doctora también la robe no te lo puedo decir si ella no era tan cariñosa y era más bien estricta si era una actora muy estricta yo ahorita lo veo diferente, en ese momento yo veía como es mala nos mira feo, nos trata mal nos humilla, entonces me empecé a llenar de rencor otra vez, el proceso de sanarse uno mismo es muy largo y dejar de culpar a los otros, es muy largo y dejar de culpar a los otros claro es muy largo y que le robaste encontró una manera de hacer la contabilidad de cierta forma en la que un cliente paga por un servicio y yo decía que pagaba por uno más barato entonces me quedaba con la diferencia y ya te descubrió yo creo que, y no me dijo nada porque puso cámaras ahí encima de la caja. Mira que me causa curiosidad cuando mencionas mucho como que el rencor era ese detonante que te invitaba a hacer esto, ¿no? Era como un rencor que sentías hacia las personas y era tu desquite, entonces los voy a robar. Sí, como me quitaron todo a mí, me quitaron mi familia, me quitaron mi casa, me quitaron mi oportunidad de estudiar, me quitaron, me quitaron, pues yo les quito. Era una manera de verlo. Y ya después, como te digo, como eso trae tanta ruina, se vuelve una necesidad de cierta forma porque pues nada sale, nada sale. La persona que roba todo lo demás le sale mal entonces siempre está como esa vocecita que pasó cuando ya terminas este trabajo con la psicóloga tú te vas de ahí porque te descubre o renuncias renuncio renuncio porque me enamoré de otra persona y perdidamente enamorada y si conocí el amor me encantaba físicamente como ser humano todo se me fascinaba y él estaba teniendo problemas con su socio entonces yo dije no voy a renunciar por él para acompañarlo y sale cara adelante su inversión su proyecto pero él trabaja contigo lo conociste conocí yendo al gimnasio. Ok. Tenía su local de películas por ahí, yendo al gimnasio y me gustó y empezamos a hablar, empezamos a salir y yo dije, bueno, ya no voy a trabajar más con la doctora para dedicarme a salvar el proyecto de mi novio. A salvarlo. Sí. Cosa que no pasó. Sí. Entonces así terminé allá. La doctora o nunca se enteró o nunca le dio la importancia a los cambios que veía, digamos, de pronto cuando preguntaba directamente a los pacientes cómo les había ido con los servicios y entonces las inconsistencias en la caja, pues nunca me dijo nada. Y entonces ahí, te vas con este hombre, ¿te fuiste a vivir con él? No, todavía vivía en la casa de mi mamá, pero cuando se lo presenté como mi novio a todos ellos, mi padrastro se puso celoso, y esa noche se emborrachó y me echó de la casa. Ay, no te puedo creer. Sí. ¿Y para dónde cogiste? Para la casa de mi novio. Te fuiste con tu niña. Sí. Y empezaste ya una vida con él. No. Resulta que esa fue una historia terrible. Mi madrastra no me aceptaba por ser madre soltera y no tener una universidad mi suegra entonces mi suegra me hizo la vida un poquito imposible mi novio me era infiel nunca llegaba a dormir allá entonces ahí caigo en otra depresión de ver que nada me sirve que sigo tomando decisiones erradas que ya se me han acabado los ahorros, que no tenía trabajo otra vez, que estaba trabajando para ayudar a este hombre que no me valoraba y tomo la decisión de suicidarme. ¿Qué haces? Abrí las llaves del gas. Sí. Sí. dejé la llave del gas abierta, ella pensaba que había sido ella. Que ella no se acordaba porque a ella se le olvidaban esas cosas. Entonces era, digamos que normal creer que había sido ella. Me dio mucha rabia conmigo misma y con mi suegra. Mucha rabia con mi suegra. ¿Por qué? Porque frustró mis planes. En ese momento pues era como, uy, ¿por qué llegó? ¿Por qué llegó y por qué cerró las llaves? Sí, entonces me dio mucha rabia con ella. Rabia que me ha costado trabajo. Cada que tengo como un bajón emocional o un momento difícil de la vida, digo, ay, si no hubiera sido por mi suegra. Y aprender a agradecer la vida ha sido un trabajo difícil ¿pero a tu niña le pasó algo? ¿la llevaste al médico? no, solo fue como la intoxicación y esperar que botara la flema la flema y que los ojitos se le desinflamaran ya, menos mal afortunadamente pero nunca te has puesto a pensar si en lugar de verlo de esa forma de me troncaron esta posibilidad de acabar con mi vida, no lo ves como, juepucha, ¿será que Dios me tiene para algo importante acá? logré conseguir a dónde irme a vivir, un amigo me ayudó, me pagó unos meses, mi novio me pagó otros meses de arriendo mientras yo me ubicaba, y yo decía, bueno, ¿ darle sentido a esto y empecé a reconectar con con la espiritualidad ok y empecé a averiguar sobre las energías sobre las vidas pasadas sobre cómo trascender cómo conectar directamente sin un intermediario por medio la religión sino directamente conectar directamente sin un intermediario por medio de la religión, sino directamente conectar con un Dios creador, un Dios amoroso, buscar liberarme de la culpa, limpiarme para traer algo bueno para mi hija, que ella no tuviera que pasar por lo mismo que yo, o que ella de pronto sufriera las consecuencias de lo mío. Entonces, empiezo a ver videos de YouTube gratis sobre todas estas cosas y mi novio de regalo de cumpleaños me pagó un curso de un año de terapias holísticas. Y ahí, ya ahora sí, por fin cambia mi vida. Entonces, empiezo a estudiar mi novio pues me ayuda económicamente y empiezo a conectar con la parte bonita mía, que estaba muy escondida que desde chiquita yo no reconectaba con ese ser amoroso ese ser empático, ese ser consciente que yo estaba destinada a ser de chiquita entonces empiezo a hacerme limpiezas energéticas para intentar liberar un poco todo lo que había hecho y lo que me habían hecho también. Voy a cursos de coaching para aprender a perdonar. Uy, el tema del perdón. ¿Cómo te fue con eso? Es ahorita mi banderita. Mi bandera es el perdón. Y esa es como mi motivación, llevarle un mensaje de cómo perdonar a la gente y cómo perdonarse uno mismo porque a veces es más difícil, es muy fácil ponerse en el papel de la víctima y decir me hicieron, me hicieron, me hicieron pero decir yo hice tanto daño, reconocer esa maldad propia y liberarla y transformarla. Eso es más difícil. ¿Cómo hiciste cuando te encontraste con ese pasado oscuro que tuviste y lo viste cara a cara para perdonar todo eso? Ha sido un paso a paso. Como eran tant tantas cosas primero toca ver como a la raíz entonces primero fue perdonar a mi padrastro entender que si yo lo repetía en mi mente me pasaba una y otra vez entonces yo tenía que soltar ese recuerdo para que dejara de pasarme porque cada que lo recordaba mi cuerpo lo vivía como real entonces así pues nunca iba a terminar de sanar porque pues era como si me lo hicieran todos los días dejé de pensar en lo que me hacía mi padrastro y fue como una liberación o sea cuando yo entendí como que me lo hicieron una vez, o me lo hicieron tantas veces, pero fue hace tantos años, fue hace más de 20 años, ya no me lo hacen. No tengo que ser la persona que fui en ese momento, porque fue hace años. Tengo que ser una nueva persona a la que no le hacen eso. Ese fue el principio. Reconocer que la raíz estaba sanada. De ahí en adelante, pues empezar a perdonar a las otras personas, comprender por qué actúan como actúan, no tienen las herramientas para actuar diferente, no tienen conocimientos, de pronto están muy absortas en el automático, en sobrevivir también. También fueron niños, les pudieron haber pasado cosas. Entonces eso ayuda como... Es como un bálsamo para entender el por qué lo hacen los demás. Eso te ayuda a perdonar. Así te toque suponer qué pudo haber pasado en la vida de esta persona. Pero agárrate donde sea para poder perdonar a esa persona. Para perdonarse a uno mismo es muy difícil. Siempre hay una culpa de lo pudo haber hecho diferente pero no no lo puede estar hecho diferente porque en ese momento no era la persona que eres ahorita en ese momento sabías lo que sabías sentías lo que sentías y esas fueron las decisiones que tomaste según lo que tenías en ese pasado entonces es cuestión de tomar la decisión y decir no lo vuelvo a hacer y cómo lo voy a sanar según lo que hayas hecho tienes que sanar de alguna forma ese ese daño que hiciste para liberarte un poco de la culpa es duro ese proceso es largo pero pero te miro a los ojos y veo como esa transformación en tu mirada, ¿no? Desde el inicio de la historia, cuando empezaste a contarla y ahorita te llega como un brillo diferente, sientes que estás, no sé, esto seguramente no se mide por porcentaje, pero si hablamos como de un porcentaje o más bien de un número del 1 al 10 en ese proceso de transformación interior de tu vida, ¿en qué numerito te autoevalúas? Dices, estoy como parada aquí en este momento. En un 9. Muy avanzada. Sí, claro, sí, son muchos años ya trabajándome. Sí. Tengo que darme ese mérito. Qué bueno. Y digo 9 porque siempre están pasando cosas. Claro. Qué bueno. te dice, no vas a actuar de esta forma, no vas a reaccionar de la forma de antes. Sí. Porque no es invalidar cómo me sienta según una situación o una persona, porque es válido sentirme mal, es válido sentir rabia, es válido sentir un poco de rencor incluso, pero no es válido reaccionar como a mí se me dé la gana porque yo me estoy sintiendo mal. No es válido volcar mi sentimiento negativo encima de otra persona para verla igual que a mí. Entonces es como tener siempre claridad de las acciones que voy a tomar hoy, las consecuencias que voy a tener mañana. ¿Estoy dispuesta a tener las consecuencias de lo que estoy a punto de hacer. Si no estoy dispuesta a tener esas consecuencias, entonces piensa rápido y actúa de otra forma y no como aprendiste desde los 14 años a reaccionar. ¿Tú te arrepientes de lo que hiciste en el pasado? Sí. De pronto del acto de robar como tal, no, me arrepiento del daño que le pude haber causado a las personas, no el daño material, a la final lo pudieron volver a conseguir de alguna forma, pero pronto la angustia, yo no sé si alguien estaba enfermo y se enfermó más, yo no sé si a alguien lo echaron del trabajo, yo no sé, las consecuencias reales, trascendentales que pudo haber pasado, no sé si a alguien le pegaron, no sé, algún papá maltrató mucho a su hijo porque se dejó robar, no sé, esas cosas sí me duelen y sí siento que tengo que darle al mundo para equilibrar eso. Si te hubieras dado la oportunidad de tener enfrente a esas personas a las que les quitaste algo, ¿qué les dirías? ¿Qué les diría? Pues sí, obviamente les pediría perdón, no esperando que me lo den, sino como para que sepan que estoy arrepentida. Les diría que siento mucho haberme creído justiciera, haberme tomado ese papel como de tener la capacidad de decir usted se lo merece sin conocerlos, sin de juzgarlos como malos, sin ni siquiera conocerlos. Eso, eso les diría. ¿Qué mensaje le darías a esas personas que o están robando o están pensando hacerlo? Que no traigan más ruina a sus vidas. Que tienen que parar, tienen que en algún momento decir, este es el último robo que hago, o inclusive si no lo han hecho, no lo hagan. de decir, este es el último robo que hago, o inclusive si no lo han hecho, no lo hagan, porque yo sé que es difícil reintegrarse a la sociedad, yo sé que es difícil caerle bien a la gente, es difícil lidiar con las personas en los trabajos, es difícil aprender a hablar bien, aprender a moverse bien, aprender a manejar las finanzas, esperar un sueldo 15, 20, 30 días. Es difícil. vivir con miedo, vivir en el riesgo, es más difícil de pronto ver cuando le pasa a alguien que tú quieres y sabes que eres tú el causante de eso porque de alguna manera lo mereces, mereces vivir ese conflicto de escasez porque se lo diste a otras personas. No es un buen negocio, es muy triste perder algo por lo que has trabajado un tiempo y no somos las personas para decidir si alguien merece o no pasar por esta situación. Pienso que las personas que lo están haciendo podrían darse la oportunidad de enfrentar que tienen capacidades diferentes para hacer algo. Pueden aprender un oficio y pueden trabajar como meseros, pueden trabajar como artistas, pueden hacer música. Ahorita tantas opciones. El internet nos ha abierto tantas opciones que de verdad podemos aprender cualquier oficio y venderlo. Y hay mucha gente afuera bonita que puede que no te sonría en la calle, puede que te mire mal porque tiene un mal día. Pero esa gente te puede dar la mano, te puede decir, mira, compro tu trabajo, mira, aquí están ofreciendo un empleo. No se dejen creer que de pronto hay escasez afuera de empleos. No es verdad. Siempre hay alguien necesitando un colaborador, una colaboradora. Y tienen que tener en cuenta que aunque no crean en un dios o en el universo o en las energías, la realidad es que a uno sí se le devuelven las cosas de una cierta manera. Y cuando tú empiezas a robar, los caminos se vuelven muy difíciles, muy difíciles. Y no quieres eso ni para ti ni para los tuyos. ¿Cómo está tu muñeca ahora? ¿Qué edad tiene? 15 años. está tu muñeca ahora queda tiene 15 años hay no grandota es hermosa es inteligente suiciosa es divertida ahorita tenemos un hogar muy bonito con mi esposo te casaste me casi hace tres años y con este hombre con el que estabas trabajando sí con el que con el que me ayudaba económicamente cuando ya no sabía qué hacer. Y el que me pagó el curso de terapia solística. Qué bueno. Sí, y él es un apoyo enorme, enorme. Él es un ser humano con muchos valores, muchos valores. Es un hombre íntegro que yo creo que eso también ayuda mucho. Relacionarse con gente así también aprendes a ser así y no, pues mi niña está bien está saludable y bueno, pues espero que a ella no le dé pena cuando vea esto quería preguntarte eso, ¿has tenido la oportunidad de hablar con ella frente a frente y decirle hija, esta es mi historia? sí, yo escribí un libro y ella fue la primera que lo leyó. Entonces, ahí supo quién era su mamá. ¿Cómo se llama el libro? Bajo las cenizas de un fénix. ¿Lo pueden conseguir? En Amazon o conmigo directamente en mis redes sociales. Y, pues sí, espero que ella no se sienta avergonzada, espero que vea lo bonito, que me perdone por creer que me la podía llevar conmigo, que pensé que era lo que podía hacer bien por ella. que es importante no juzgar y darse cuenta que el pasado no te define. Y yo mencioné la palabra trampolín, que ese pasado te sirva como trampolín. Y mira ahora, ¿cómo estás? Estás hablando de algo que ya no haces, sino que hacías, y nos estás contando que tu futuro es prometedor, porque así lo veo. Sí, así es. ¿Cómo te estás soñando? ¿En qué te ves en el futuro? Llevando mensaje del perdón. Quiero que todo el mundo aprenda a perdonar. Todo el mundo, literalmente el mundo entero, porque cuando perdonemos va a haber un salto cuántico, todos vamos a poder liberarnos de un peso enorme, todos tenemos algo que perdonar o algo que pedir perdón y yo creo que esa es la base para una sociedad sana, cuando todos perdonemos vamos a evolucionar como humanidad. Andrea, gracias, me encantó tu historia, sobre todo me encantó ver esta transformación, no sólo de la historia sino de tu mirada, lo cual me confirma que están pasando muchas cosas bonitas en tu vida y espero que te sigan pasando muchísimo más, sobre todo porque la base que tienes ahorita es el perdón y se te nota hay algo con lo que me quiero quedar y fue con ese comentario donde hablabas que ibas con la intención de robar a una persona y su amabilidad cambió el rumbo de la historia. Seamos más amables, seamos más empáticos. Tú lo viviste. Sí. Y notaste que cuando una persona es amable puede cambiar todo en tu vida de una decisión caótica. A veces estamos tan tensos, tan llenos de espinitas por dentro, y llega alguien y te sonríe, o te habla bonito, y te da esperanzas de, oiga, hay gente buena, ¿por qué no conecto con eso y busco más gente así? oiga, hay gente buena, ¿por qué no conecto con eso y busco más gente así? Entonces eso cambia mucho, sí, cambia mucho en la sociedad, porque siempre estamos estresados, corriendo, buscando sobrevivir, y ser amables es como una islita paradisiaca en medio del caos. Una islita paradisiaca en medio del caos. Recuerden que cada miércoles estrenamos una historia nueva e inspiradora y no dejen de suscribirse a todas nuestras plataformas para que se enteren de primera mano de todas estas mujeres espectaculares que nos acompañan. Gracias Andrea por habernos acompañado en este episodio. A ti Tatiana, gracias por este espacio tan bonito que tienes para las mujeres. Seguro va a ser muy inspirador todo lo que comentaste. Ojalá. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast.