
En este episodio de "Voz Podés", Tatiana Franco conversa con Margarita Penagos sobre el feminicidio de su hija, Adriana Miranda. A través de su historia, Margarita denuncia la violencia de género y la falta de justicia por parte del sistema legal colombiano.
Capítulos
Contexto de la historia
Margarita Penagos narra cómo comenzó el sufrimiento de su hija, Adriana Miranda, debido a una relación tóxica y violenta con su pareja, Jairo Antonio Pedraza. Adriana, una mujer de gran corazón que ayudaba incluso al hijo de su pareja, comenzó a ser víctima de agresiones verbales y físicas.
El ciclo de violencia
Margarita cuenta cómo Jairo manipulaba emocionalmente a Adriana, prometiéndole un cambio que nunca llegaba. Pese a las advertencias de los vecinos y la familia, Adriana continuó la relación hasta decidir finalmente buscar protección legal. Sin embargo, Jairo orquestó un feminicidio que dejó a la familia en busca de justicia.
Búsqueda de justicia
Después del asesinato de Adriana, Margarita y su familia se enfrentaron a la ineficacia del sistema judicial. Intentaron hallar al culpable, pero el caso de su hija fue tratado como uno más entre muchos otros, sin recibir la atención adecuada por parte de las autoridades.
Reflexiones sobre la violencia de género
Margarita reflexiona sobre las causas subyacentes de la violencia de género y llama a una educación desde la infancia que incluya valores y respeto hacia las mujeres. Lamenta la cantidad de mujeres que sufren en silencio y destaca la importancia de no culpabilizar a las víctimas.
Conclusión
Margarita Penagos termina su relato agradeciendo el espacio para compartir su historia, con la esperanza de que sirva de advertencia a otras mujeres y que eventualmente se haga justicia. Tatiana Franco refuerza el mensaje de que cada voz cuenta y llama a la sociedad a emprender una búsqueda colectiva del presunto asesino, para evitar que se repitan tragedias como la de Adriana.
Menciones
- (Persona) Tatiana Franco
- (Persona) Margarita Penagos
- (Persona) Adriana Miranda
- (Persona) Jairo Antonio Pedraza
- (Lugar) Bogotá
- (Lugar) Bosa de San Bernardino
- (Lugar) Molinos Segundo Sector
- (Lugar) Facatativá
- (Org) Voz Podés
- (Org) Transmilenio
- (Org) Secretaría de la Mujer
- (Concepto) feminicidio
- (Concepto) violencia de género
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Y a quien le quiero agradecer profundamente por sentarse acá Margarita, porque sé que lo que estás haciendo es complicado, es difícil y ya poco a poco nos iremos enterando de esta historia que nos vas a compartir el día de hoy Margarita, gracias Bueno, empezaré por contarles que esta historia fue suscrita, ustedes saben que tenemos una convocatoria abierta aquí en Voz Podés y tu hija, una de tus hijas, nos compartió que quería que nosotros habláramos de este tema porque es una manera de hacer justicia por una situación que ocurrió. Sí, que quisiéramos de que no se volviera a repetir, pero es tan no sé, a veces uno dice que es como imposible porque por la forma como se vienen educando los niños, así van creciendo y por más de que sea que vamos a hacer la velatón, que vamos a gritar, pero como que no es suficiente eso sino como otra manera, como coger de raíz algo que terminara este problema tan terrible, porque a mí nunca me va a suceder eso, pero mire como le sucedió eso a esta muchacha, pobrecita pero cuando le toca no, esto es algo aterrador Hoy vienes a honrar el nombre de tu hija Sí, claro es algo aterrador hoy vienes a honrar el nombre de tu hija sí, claro es Adriana Miranda Adriana Miranda, la mayor de mis hijas y jamás se pensó que fuera a suceder una cosa de estas tan terrible víctima de feminicidio víctima de feminicidio es increíble cuando las cosas que pasan en los noticieros que uno ve como tan ajenas y tan lejanas, llegan a la casa de uno, ¿no? Sí, sí, que eso es lo que uno piensa, eso nunca me va a tocar. Como una pandemia pasó y esto, pero, ay, menos mal, a mí no me tocó, a mí no me tocó. Pero cuando le toca a uno, no hay algo que hacer, se necesita hacer algo para que se termine este problema, pero que se termine de verdad. Porque a pesar después de que, tantos que sucedieron antes de mi hija y después de mi hija, todos los cambios han ido sucediendo. Entonces se repite la historia, se repite la historia. ¿Por qué? Es lo que uno se pregunta, ¿por qué? ¿Dónde está el problema? Los hombres siguen así. Y muchas veces dicen que también las mujeres, pero se ve como más en los hombres, ¿no? Sí. Y que es como la manera de pensar ellos. Entonces, no se sabe si fue porque fueron educados así, porque así son sus sentimientos. ¿Cuál es la razón? Yo digo, en este caso, por lo menos mi hija, tanto que le ayudó a él. Era prácticamente la única ayuda que este tipo tenía. Bueno, vamos a empezar. Primero hablar de ustedes como familia. Mamá de cuatro hijos. Cuatro hijos. Tres hijas, un hijo. Abuela, cuatro nietos y dos bisnietos. ¿Cómo fue esa época de tu maternidad? ¿Qué tal si nos devolvemos un poquito en esa parte de la historia? Cuando tenías esos cuatro niños chiquiticos. Sí, primero las tres niñas pues fue un matrimonio tampoco no muy como muy bueno, pero pues el amor con ellas siempre fueron las tres mayores y para todas eso era igual que un vestido para una, no para todas tres, todo siempre fue como compartido con las tres, fueron creciendo y lo mismo, ella quería mucho a sus hermanas, así se fue creciendo, ya digamos, ya cuando ya se volvieron adultas, entonces ya cada cual escoge como su camino, entonces ella fue que se casó, ella tuvo su otro novio, cada uno tiene su, digamos, su destino. Pero la niña es de ellas, pues no fue de comodidad, como decir de comodidad no, pero sí vivíamos tranquilas, vivíamos felices. ¿Y en qué momento ella se va de la casa de los papás? ¿En qué momento ella decide como hacer vida con una pareja? Pues ella primero se casó. Fue un buen muchacho y se casó, pero entonces ya él se fue de Colombia y allá ya conoció a otra persona, entonces le pidió el divorcio y a raíz de eso fue que ella empezó a tener como ese cambio. Porque ella lo quería muchísimo y a raíz de eso entonces ella dio un vuelco total. ¿En qué sentido? De que ya por lo menos no pensaba como en que las cosas van a ser así, voy a encontrar otro muchacho como él, nada, sino no. Se le presentó este señor, se le presentó este otro señor, entonces ella tenía como este novio, como que este no me gusta. entonces ella tenía como este novio como que este no me gusta y con ese tipo, pero nunca tuvo una relación que decir uy no, es que fue terrible con él y que este fue que le pegó no sino se iban acabando las cosas porque sí, porque no, bueno tal vez no se comprendían o por alguna cosa así, pero se acababan normalmente y ya con este último sí fue porque bueno, se conoció y que ya después de que ya lo conoció, primero el estado físico, ¿no? Me gustan los que tienen chivera, me gusta, bueno, el estado físico. Sí, la barba. Y que entonces ella le parecía simpático y comenzó con él la relación. Ellos duraron como año y medio más o menos. Pero ella a mí no me comentó. Era una de las que, de mis hijas, era la que más confianza tenía conmigo, porque a todos me comentaba. Pero cuando fue este señor, fue como muy callada, como muy en silencio. Pasado un tiempo fue que ella ya me contó, me dijo, sí, mamá, es que yo me voy a ir a vivir con él en Bosa de San Bernardino. Por allá se fue a vivir con él. Dije, pero envíeme dirección, algo, yo no la voy a ir a amonizar, pero dígame, porque hay que saber. En caso de cualquier problema, alguna cosa, pues yo no sé ni quién es él, cómo se llama, nada de eso, no tengo ninguna referencia, pero entonces, pues dígame. Lo que te estoy entendiendo es que Adriana, tu hija, tuvo como una relación que te gustaba mucho al principio, ¿sí? Tiempo atrás, con otra persona que se casó. Sí, con el que se casó él fue buen muchacho. Sí, esta relación se acaba y sientes como que ya en el tema del amor como que no le empezó a ir muy bien, eso es lo que estoy percibiendo. Sí, no le empezó a ir muy bien. Ok. Entonces ya las parejas de ella no eran así como muy, eran inestables y que no me parecía bien. No, es que este muchacho no, este muchacho no. Pero a raíz de este otro último sí fue que pues, empezando porque ella no me comentó con los otros novios. Mamá, conocí a este muchacho, no sé qué me dice esto, me dice lo otro, esto no me gusta. Pero con este último ella estuvo muy callada hasta un tiempo fue cuando ella dijo que se iba a ir a vivir con él a Bosa. ¿Cuál es el nombre de él? Jairo Antonio Pedraza. Ok. Y entonces ella conoce a Jairo, empieza a tener una relación amorosa y te avisa ya es tiempo después. Mamá, mira, tengo a esta persona a mi lado. Exacto. Después fue que me enteré que él tenía dos hijos. Pero pues bueno, yo no le vi problema por eso porque yo dije, bueno, si él se porta bien con ella, pues ella me decía que el niño estaba en silla de ruedas, la otra niña pues normal, el niño menor que estaba en silla de ruedas y ella me decía que le daba mucho pesar con el niño, porque pues él quitó como a las malas a la mamá porque ella ya había ido al bienestar familiar y ella tenía la custodia de los niños, pero él con engaños no, es que los voy a llevar a almorzar, es que los voy a llevar a mi casa, después ya no se los quería devolver, después ya únicamente mandó la niña, se quedó con el niño, entonces a mi hija ella de todo le daba pesar ella cualquier cosita, ella miraba a quien podía ayudar, se destacaba porita, ella miraba a quién podía ayudar. Se destacaba por eso. Ella miraba a quién podía ayudar. Entonces, con el niño, imagínense, que estaba en silla de ruedas, el niño no iba solito al baño. Él se hacía sus necesidades así en la silla. Ella lo bañaba, lo peluqueaba, lo llevaba al colegio, lo llevaba al parque. Estuvo muy pendiente del niño y el niño se encariñó mucho con ella. O sea, sientes que ella hizo como ese papel de mamá. De mamá. Entonces, ella cuando se empezó a dar cuenta cómo era pendiente del niño y el niño se encariñó mucho con ella. O sea, sientes que ella hizo como ese papel de mamá. De mamá. Entonces, ella cuando se empezó a dar cuenta cómo era la situación del niño con el papá, decía, mamá, a mí me da mucho pesar porque todo era por WhatsApp. Me da mucho pesar con el niño porque él quiere estar donde su mamá, pero Jairo no lo deja ir. Y a veces no le deja contestar el teléfono también con la mamá. Y pues a mí me da pesar, mamá. Ya fue cuando me empecé a dar cuenta de cómo era la situación porque yo le dije, pero bueno, como si usted por lo menos no puede venir acá al barrio ni nada de eso porque usted tiene que estar con el niño, sí mamá porque es que él se va a trabajar y entonces quién se queda con el niño cuidado porque ya se va a transformar en que usted es la cuidadora y que se transformó como que en la empleada de él, pero empleada sin sueldo. ¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que viste la cara de Jairo? ¿Cuándo fue? No me acuerdo. Ya después cuando él, yo no lo conocía ni siquiera ni por fotos ni nada, ya no me enviaba fotos de él ni nada de eso, sino que se le presentó un problema a él allá en Bosa y la dueña del apartamento le pidió, porque él hacía escándalos que a veces ya las acabara hasta ella, las acababa del apartamento y yo le decía, véngase para acá, coja un carro, no mamá, es que está muy tarde, no importa, pues venga, yo pago el carro acá. No mamá, más bien yo me espero por la mañana y me voy. Entonces, habían unas veces que ella se podía ir, ya no voy a ir más, ya ahora sí, ya se acabó, mamá, ya no más. No, volví a la convencida y por otra parte la mamá de él también, que la mamá de él pues le gustó de que ella estuviera pendiente de su hijo porque pues la mamá. Entonces, ella sabía porque este muchacho fue, ¿cómo es que se dice? Es que es feo esa palabra, indigente, no. Era una persona de la calle y él estuvo muy metido en el vicio, como partes de FACA, porque él era de allá, oeste de allá. Él vivía en la calle y lo apodaban el Motas. A raíz de todo este problema fue que mi hijo hizo mucha, fue, averiguó, pidió información, habló con la mamá, con el hermano, habló mucho de eso, entonces se llevó a la fiscalía, pero eso no sirvió de nada. Bueno, entonces él ya fue, mamá, es que mire, le pidieron el apartamento, déjeme, nosotros tenemos un apartamento en Molinos 2, Molinos Segundo Sector. ¿En Bogotá? Sí, en Bogotá, en el sur. Y ella era la que vivía ahí, vivía sola. El apartamento es con mis hijas y mí. Y ella, mamá, que déjeme ir. Le dije, no, Adriana, que eso se presenta problema. Está bien de que usted vive allá, pero no lleve a nadie. No, mire, mamá, es que es por un mes nomás. Él ya me dijo que por un mes y él consiguió otra parte. Ah, ok, ella quería llevar a Jairo a vivir allá en ese apartamento Sí, lo llevó y después yo le dije, bueno, por un mes y consiguió el apartamento ya después el tipo ya no quiso salir de ahí ya fue donde se fue uno dando cuenta más o menos cómo era ¿Esa fue la primera vez que lo viste? Sí, una vez que ella lo llevó a la casa, a mi casa porque yo vivo en el, una vez que ella lo llevó a la casa, a mi casa, porque yo vivo en el siguiente barrio. Y ella lo llevó allá porque yo tenía una ropa para la venta, entonces, que, ay, que vamos, que Jairo, para que vea la ropa en el que, porque no me lo presentó. ¿Ya llevaban tiempo juntos? Sí, sí, ya llevaban tiempo. Y ya después, ya que pasó el mil, le dije a Adriana, ¿qué pasó? Que no se va este muchacho. Dijo, ay, no, mamá, es que no hemos conseguido, es que está muy caro, es que no hemos,, ¿qué pasó? que no se va este muchacho, dijo, ay no mamá es que no hemos conseguido es que está muy caro, es que no hemos, siempre lo mismo es que él se quedó sin trabajo pero ya va a conseguir pero yo quiero saber cuál fue esa primera impresión que tuviste de ese momento en que él va allá, te conoce como suegra en ese momento te saluda, se presenta sí, normal, nada yo no le había decid así de que como que... Pues en algo sí yo decía no me gusta como pareja de ella. Como ese instinto de mamá. Sí, como ese instinto. Pero pues yo no le veía así de que como que, uy, no, mire, es que este es maloso. No, él hablaba normal, saludó y todo era como que ella, él la iba con ella bien, bien. Dices que él es de faca tativa. De faca. Ok. Yo no sabía tampoco ni que era de allá ni nada de eso, sino ya ella después me empezaba a contar así cosas que el hermano de él no lo quería, que tenía que ir a visitar a la mamá para un diciembre, que la mamá cada ratico la llamaba y ella le decía cuando peleaban más que todo, entonces ella le decía, no, yo ya no quiero seguir más con Jairo. Ella le rogaba, no, no lo vaya a dejar, que mire, él la quiere. Lo mismo el niño también la quiere mucho a usted. ¿Cómo será Jairo sin usted? Y ella me decía, mamá, pues lógico, porque es la mamá. ¿Cómo no le va a rogar eso, Adriana? Pero ¿a usted no le conviene eso? Sí, que ella lo podía sacar del vicio. Ella juraba de que ella lo iba a sacar del vicio porque él se lo arrodillaba, le juraba que él iba a ser un hombre nuevo cuando ella decía que no quería seguir con él. No, él me lo prometió, mamá. No, Adriana, así no son las cosas. Así no es. Si la misma persona que se ha metido en el vicio no quiere salir, no sale. Es esa persona la que tiene que tomar la determinación, ya no más con el vicio. Pero si él no quiere, no, por más de que no hay una ayuda. Él tiene que buscar la ayuda, pero por unos medios, si ya no más con el vicio. Pero si él no quiere, no, por más de que no hay una ayuda, él tiene que buscar la ayuda, pero por sus mismos medios, y decir ya no más, yo quiero dejar esto. Pero no, le llevó a la corriente ahí de que sí, mire, yo voy a cambiar, pero no. Que se iba a meter a otra religión, que es mentira. Y se presentaban situaciones de violencia entre ellos. Sí, ya por último ahí en el apartamento, ella me llamaba. Mamá, es que mire, es que Jairo pero ella no me decía que le pegaba sino que la insultaba que le decía cosas malas, que le decía cosas feas y que ella lo quería sacar del apartamento pero que él no salía que así yo iba, llevaba a la policía y mire, entonces ella la policía decía, no, pero es que ella está grande, como siente que nos saca del problema mire, ya se tiene que solucionar o sea, le llevaban a la policía a ella sí, grande, ¿cómo hace que no saca del problema? Mire, ya se tiene que solucionar. O sea, le llevaban a la policía a ella. Sí, sí, juntos. Juntos estaban ahí. Pues yo era con la intención de que la policía lo sacara o que nos pusiera como un remedio. Pero entonces la policía según ellos decían, nosotros no lo podemos sacar. Y ella es la que tiene que tomar la determinación de dejarlo. Y le dije, pero si es que él no se quiere ir. Entonces los policías a veces le aconsejaban a él, no, hermano, mire, usted tiene que irse, piensa en su mamá, piensa en sus hijos, piensa en no sé qué, váyase, haga su vida, no mortifique más a esta mujer. ¿Y ella cómo reaccionaba cuando tú como mamá llevabas a la policía allá? ¿Lo defendía o ella realmente quería salir de esa relación? Sí, ella, cuando yo le llevaba a la policía estuvo bien. Una situación en que él, creo que fue que le pegó y yo fui con una de mis hermanas, yo soy la menor de cinco mujeres y un hombre. Entonces yo fui con una de mis hermanas mayores allá, pero cuando llegamos, ella dijo él estaba sentado allá en la sala y nos recibió, fue ella ahí en la puerta. Y no le vayan a decir nada, Jairo, pero ¿por qué no? Mire de dónde viene ella. Que vienes para que solucionemos el problema y hablemos con él. No, mamá, ella me dijo que él va a cambiar. No le digan nada que él no. ¿Y la había golpeado? La había golpeado porque ella me había dicho. Por eso fue que yo le dije a mi hermana, camine, acompáñeme y hablamos con este tipo. Yo de todas maneras, yo también le sentía como temor. Porque yo decía, no sé en qué estado se encuentre, si de pronto con la droga o que como esté, como sea la reacción del tipo de esto. Pero ella lo defendía porque él le juraba que iba a cambiar. Varias veces fue la misma situación. Si yo le llevaba a la policía, volvía a lo mismo. ¿En algún momento llegaste a hablar con vecinos de la zona que te contaban está pasando esta situación en la casa? Sí, sí, llevaba a la policía, volvía de lo mismo. ¿En algún momento llegaste a hablar con vecinos de la zona que te contaban está pasando esta situación en la casa? Sí, sí, sí. También por eso entonces yo le llevaba a la policía porque ya los vecinos empezaron a decir, es que Adriana la quiere sacar, pero este tipo se le mete por la ventana de la cocina. El apartamento es en un tercer piso y la primera ventana que da al portón, que da la primera ventana de la cocina, yo le había mandado colocar reja. La otra ventana no tenía reja. Entonces, ¿qué hacía este tipo? Se subía por el tubo del gas, colocaba ahí los pies y se colgaba de la ventana y se metía por esa ventana. Entonces, las vecinas fue cuando me llamaron. No, no, no, mire qué peligro. ¿Se imagina dónde se llega a escobotar un tubo de esos? El peligro tan terrible aquí con todos los vecinos. Llamábamos a la policía, otra vez la misma situación. Yo en varias ocasiones llamé a la policía y nada, no se podía hacer nada. Otra vez fue la misma situación y lo llevaron. ¿Se lo llevó la policía? Se lo llevó la policía. Él ya se había ido porque se escapó. Imagínense, saltó de una ventana al tercer piso por el otro lado, por el lado de la sala, saltó allá. Mi hija le dijo, va vestido de así y así entonces la policía se fue rapidito, lo encontraron ya había recorrido un pedazo y lo cogieron, lo llevaron ahí al CAI de abajo de Molinos uno, que no, que lo iban a llevar para la UPJ, entonces eso él empezó con la llamadera con Adriana que venga, que mire, no me vaya a dejar llevar es que me van a encarcelar, eso le lloraba y todo eso, yo le dije a Adriana, no señora, usted no va a mover un dedo, Adriana, mire cuántos problemas hace, la mamá empezó a llamarlo porque él llamó a la mamá y le dijo, no Adriana, vaya, reciba es que esos tenis están caros, es que mire, reciba el celular, reciba. Allá fue, la policía pensaba que esta pareja otra vez vuelve y se arreglan, para qué, hablen ahí los dos y a ver qué. Adriana siguió de pelea con él y entonces ya la policía pensaba que esta pareja otra vez vuelve y se arreglan para que, hablen ahí los dos y a ver qué, Ariana siguió de pelea con él y entonces ya la policía dijo, no, no, no ustedes no se van a arreglar, me los llevo ¿y se los llevaron? Se los llevaron yo no sé cuánto tendría el tipo en el bolsillo por ahí 20 mil pesos, 50, no sé cuánto tendría, porque ese día estuvo tomando ahí en el apartamento y ella no le abría la puerta y cuando le abrió fue cuando ella fue, se escapó porque se dio cuenta que ella había llamado a la policía. Pero eso hay botellas de aguardiente y todo eso ahí afuera. Y que no, que él se quedaba ahí, que se quedaba ahí. Y lo llevaron. Entonces mi hija dijo, no mamá, ya se lo llevaron. Yo ya le recibí el celular para entregárselo a la mamá y que ya se lo llevaron. Y yo dije, bueno, al menos dormimos tranquilas hoy. Y se cierre bien la ventana, de todas maneras la otra que no tenía reja, ella le ponía cable, le ponía cordones y todo eso para que no se fuera a entrar. No, cuando lo llevaban en el camión, según él mismo le contó a ella, tal vez le dio plata al policía y el policía lo dejó salir, lo bajó del camión y él llegó allá a la casa sin cordones, sin los zapatos, sin el cinturón, con el pantalón así nada más y se le entró otra vez por la ventana. No puede ser. Otra vez se entró por la ventana. Entonces cuando ella me dijo, le dije, no, ya ahí en ese caso que se me le dijeron, Adriana, tenemos que ir a la comisaría a colocar una denuncia y para que le den la medida de protección. Claro. Bueno, eso fue terrible para convencerla y fuimos allá. Pero antes de eso, él le rompía las cosas que a ella más le gustaba. Ella se compró un teléfono bonito y que le iba a pagar a plazo. Y cuando él dijo, mamá, es que se me cayó el teléfono. Y mire cómo se me volvió. Le dije, no me digas mentiras, Adriana, que eso no fue que se le cayó. Ya sabías. Sí. Entonces después fue que me contó que sí, que el tipo se lo había tirado desde el tercer piso. Y después, bueno, volvían otra vez, que ella se compró un carrito de eso de vender salchipapas y todo eso que vendieran. Ella pensó, porque a ella siempre le gustó trabajar independiente. Ella sabía lo de belleza y todo eso, pero ella siempre le gustó trabajar independiente. Cada fecha que salía, así que para el Día de la Madre, que el Día de la Semana Santa, todo ella vendía, cualquier cosa. Y ella dijo, no, mamá, yo me voy a comprar este carrito y me voy a trabajar con esto. De ahí fue cuando ella, él ya volvió otra vez con ella y que sí, que vamos a trabajar los dos y vamos a hacer no sé qué ella le consiguió por otro carrito a él y que iba a venderle otra cosa y ella de lo que iba ganando dijo mamá, me voy a comprar un televisor, yo siempre he querido tener un televisor grande yo le dije bueno, ay que es que Jairo le dije no, con él no Adriana cómprelo usted sola, con él no compre nada. Que más tarde vienen problemas y empiezan la pelea por mis cosas, que es que estoy yo digna. Entonces Adriana lo sacó, que le iba a pagar a plazos, y el tipo en la primera ocasión que tuvo le rompió el televisor. Yo no se lo dejó ni estrenar. No puede ser. Ella pues muy dolida con eso, entonces me llamó y me decía que no le dijera nada al hermano, porque el hermano, pues, es el es alto, el menor, pero es altísimo. ¿Tu hijo? Sí, mi hijo. No le diga nada a él porque viene aquí con problemas, mamá. Pero Jairo me rompió el televisor. Ay, no, Adriana. Yo me imaginé el dolor que sintió ella porque dice tanto que quería tener su televisor. Le dije, Adriana, ¿y ahora qué hacemos? Pero yo, ¿qué saco con ir allá a la policía? Si usted vuelve y dice, no, no mamá ahora si se lo juro ya no más, ya no más mamá ya no más, ya entonces ya le conté a las otras hijas, yo le dije mire lo que pasó con Adriana está pasando esto y esto, ese tipo no se quiere salir de allá, porque a veces él se me enfrentaba a alegar allá, pues no agresivo pero si me decía, de aquí yo no me voy a salir yo también puedo poner una queja en la fiscalía, a mí no me obligan a salir de acá. ¿Se enfrentaba? Sí, se me enfrentaba. Entonces yo ya decía, no, esto ya se agravó porque al principio hablaba como decente y todo eso y ya por último fue como que con amenazo, sí, a ver, sáquenme, a ver. No puede ser. Cuando le dije a mis hijas, entonces, él no estaba ahí en el apartamento y yo le dije a Adriana, le dije, vamos y le sacamos las cosas a Adriana. Que sí. Entonces las hermanas le ayudaron y él se había ido bueno, me imagino que a consumir vicio y en ese momento las otras hermanas y entre Adriana, sacaron todas las cosas del tipo, cuando él llegó y vio sus cosas ahí abajo, fue terrible ¿qué hizo? Adriana, que bájeme la hora, que bájeme venga hablamos y no le conteste más el teléfono le seguía contestando y él le decía venga, hablamos. Y no le contesté más el teléfono. Le seguía contestando y él le decía, venga, hablemos y que hablemos. Llegó ahí una persona que estaba haciendo un trasteo para otro apartamento y él le vendió todas las cosas que le habíamos sacado. Pues tenía poquitas, ¿no? Pero era como un equipo, como una estufa, algo así. Y eso fue, él se lo vendió todo al señor que estaba haciendo el trasteo. Y se quedó solamente como con la ropa. Estoy esperando que venga un amigo por mí. Yo le dije, ¿a usted qué le interesa, Ariana? Déjela. Él verá para dónde se va a ir. Y ella sufriendo. Ella sufría. Ella sufría. Y sin embargo, bueno, que se iba y se le dijo, bueno, ya acabamos ya con ese problema, Ariana. Pues lo único era de que ella ya no le volviera a hablar ni nada. Claro. Y ella volvía y le contestaba cuando yo le decía esto, ¿por qué no lo bloquea? No, mamá, es que no entiende, no entiende. Es que es peor. Si yo no le contesto, es peor. Él se vuelve loco. Imagínate eso. Ya ella ya le tenía mucho temor. Cuando fuimos, lo que creí que fuéramos allá a la comisaría de familia y que colocara la denuncia y que le dieran la medida de protección, le pidieron un correo de él. Ella dijo, no, yo no lo siento. Bueno, entonces tenemos el número del teléfono y por WhatsApp le enviamos que él ya tiene una medida, que usted tiene una medida de protección. Ahí fue como la alerta para él. Claro. Porque ya él con el miedo que le tenía nada más de que lo llevaron a la UPJ, imagínese. Entonces, empezó yo creo que él empezó como a cavilar, ¿qué tengo que hacer contra esto? Yo no me voy a dejar llevar o alguna cosa. ¿Quién sabe cómo sería el pensamiento de él? Y saber de que era la única mano que tenía él, su mano derecha era ella. Claro. Le lavaba la ropa, le daba comida, tenía ahí a dónde vivir, lo tenía todo con ella. Ya la mamá de los niños ya no quería saber nada de él. Y pues la mamá cuando a veces que llamaba, dígale que no moleste, que no sea cansona. Yo le decía, eso no es una respuesta de un hijo. Una persona que no quiere a la mamá no quiere a nadie. ¿Qué va a esperar? De que le conteste así feo a la mamá, entonces, ¿qué va a esperar? Y cuando le llegó a él ese WhatsApp, ahí, ¿qué pasó? Yo me imagino que empezó como a cavilar, ¿cómo hago? ¿Cómo hago con esto? Desde ahí, porque eso fue como, digamos, el 19 de mayo del año pasado. Para el 30 de mayo, según vimos papeles y todo eso, y lo que nos dijeron donde él trabajaba, porque él trabajaba en el Transmilenio, en la parte donde arreglan los buses y todo eso. Él estaba en esa parte. Según dicen que el 30 de mayo él renunció. Ok. Ya todo eso ya lo tenía premeditado. Pero él la llamó y le dijo porque hiciste esto. Sí, sí. Ella no me decía a mí nada de eso. Simplemente yo me imaginaba. Porque ella decía, no mamá, es que se pone a decirme grosería. Por eso le digo a usted que lo bloquee. Que no, porque eso era peor. Entonces me imagino que a raíz de eso, ¿cuántas cosas le diría? ¿Por qué me puso una demanda? ¿Por qué esto? Si podemos arreglarlo bien. Según los vecinos del primer piso, me contaban que lo veían a él a veces arrodillársele y que rogarle, que le juraba y que sí, que todo iba a estar bien, que todo iba a estar bien. Y así fue. Después le pusieron ahí en la comisaría una cita para el 27 de junio y tenía que llevar esos papeles que le dieron en la comisaría, tenía que llevarlos a la fiscalía. La fiscalía quedaba ahí abajito en el otro barrio, en Molinos. Entonces yo le dije a Anabel, tenemos que llevar ese papel. Pero para esa fecha, él ya no le... A toda hora iba, la seguía, la llamaba, le preguntaba, ¿usted con quién está? ¿Usted está con alguien en la...? Celándola. Yo siempre le decía a Adriana, eso no es amor. Porque te quiero, te aporrio. Eso no es cierto. Eso no es cierto. Entonces que porque te quiero te aporrio, eso no es cierto. Eso no es cierto. Entonces no crea de que, ay, mire, me está cuidando. Es que se sintió celoso porque de pronto siente que estoy con otra persona. Es que me quiere mucho. No, no, así no son las cosas. Así sucedió. Y ya para el día del cumpleaños de ella, entonces yo le dije a ella, tenemos que llevar, tenemos que llevar el papel allá. Y ella me decía, no mamá, hoy no, hoy no. Cuando ella me estaba contestando, el tipo estaba al pie de ella, según lo supe, por los vecinos. Ese día del cumpleaños de ella. ¿Qué fecha? Era el 27 de junio que ella cumplía años y ese día era que tocaba llevar el papel. Casualmente. Casualmente. Y lo tenía ahí al lado. Él estaba al pie y él no le iba a permitir que llevara ese papel porque fuera como fuera, él tenía que hacerla desistir o que de alguna manera que no fuera porque ya se le llegaba la fecha ya era la fecha entonces por eso es que yo digo, si estuvo premeditado todo eso porque él ya sabía que día tenía que llevar ella ese papel allá y que de pronto lo iban a llamar, que lo iban a buscar y que entonces, ¿cómo hago con esto? Sí. Y para ese día ella me dijo, no mamá, otro día voy. Le dije, pero ¿cómo va a ser Adriana si es que hoy es la fecha? Vamos en un momentico, queda cerquita. Y yo le dije, que no, que no, que no. Pero yo, a veces guardaba yo como la esperanza de que como que ella estaba sola. Sí. Dije, usted sí es terca. Entonces yo la invité a almorzar y me dijo que no, que en la calle no. Dijo, no mamá, dame un almuerzo en la casa y ya entonces le dije, bueno, listo yo le hago el almuerzo en la casa ¿y ella qué te decía cuando le preguntabas por él? me imagino que le preguntaba, ¿sigues con él? ¿ya estás sola? ¿ella qué te respondía? sí, ella me decía que él ya no había vuelto a entrar a la casa ni nada pero yo me daba cuenta por muchas situaciones, de que por ejemplo ella me decía ay mamá de comida voy a hacer una sopa yo decía, una sopa? ella casi no le gustaba la sopa, pero yo sabía que ella me había comentado que al tipo le gustaba la sopa, yo decía, va a hacer una sopa de comida me empecé a ver será que lo está dejando entrar otra vez? porque para qué va a hacer una sopa y para ella sola ya sé, después no sé cómo fue la situación de que habían encontrado como una ropa interior de él en el baño. Entonces dije, este tipo está entrando otra vez aquí. ¿Quién lo encontró? Ella me decía que no. No sé, no me acuerdo quién fue. No me acuerdo cómo fue, pero me enteré de eso. Y dije, ¿será que lo está dejando entrar? Pero ella me decía que no. ¿Que no? Que no. Sí. Y seguramente cuando volvían otra vez a la pelea, pues ella no lo dejaba entrar allá y se dio ese día del cumpleaños. Era el día del cumpleaños el 27. El 28 era el partido de Colombia, no me acuerdo con quién, el partido de Colombia. Y el 29 era un, porque ese 27 era un jueves, el viernes era el partido de Colombia, el sábado ella iba a hacerle un manicure, un pedicure al señor del primer piso que se iba por allá a viajar, se iba para España. Ella se dedicaba a eso. Ella sabía. Todas las decenas de ahí, me hace el pedicure, me hace el manicure, que me corte el cabello. Todas ellas siempre la llamaban a ella para que hiciera eso ahí en el bloque. Esa era como la agenda de ella. Cuando almorzó ahí ese jueves entonces me dijo mamá almorzó que estaba muy rico que me quería con toda su alma ella siempre me insistía en que yo nunca me iba a morir porque ella no iba a resistir eso ¿y almorzó en tu casa? almorzó en mi casa, estábamos con mi hijo que las otras dos hijas estaban de viaje, estaban paseando y almorzó, quedó muy contenta eso me abrazaba, me daba besos y que muy rico el almuerzo, la quiero mucho mamita. Después se miró en el espejo, se arregló y dijo, mamá, me voy porque mis amigas me van a celebrar el cumpleaños. Yo no sabía que el tipo la estaba esperando por ahí. Después fue que me enteré de una señora que dijo, no, si el tipo la tenía aquí abajito donde juegan fútbol y le manoteaba y parecía como que le fuera a pegar. No supe por qué ni nada. Bueno, después de que sucedió todo fue que me contaron eso. Ella se fue y yo le dije, no se vaya a poner por allá a quedarse tarde ni a tomar con sus amigas. No, no, mamá, me van a partir una torta y ya, me voy para la casa. Le dije, bueno, como el otro día era el partido entonces yo le dije a ella que mañana quién sabe cómo irá a estar ese partido y hicimos una apuesta con mi hijo y con ella de quién gana, cuánto era el marcador no, no nada pollo y así pasó, se fue yo ese jueves no supe nada, el viernes que fue el partido cuando metió un gol Colombia yo sabía que ella siempre que Colombia metió un gol, ella lo subía al Estado. En las redes ahí. Sí, y entonces, ve, Adriana no subió el gol tan raro. Pero así pasó. Se acabó el partido y ella ganó. Ganó ella la apuesta. Ella ganó la apuesta. También se me hizo raro que no dijo, ay mamá, yo gané o alguna cosa. También se me hizo muy raro. Yo le dije, ve, Adriana no dijo nada. Entonces yo le escribí. Le dije, hola señorita, felicitaciones, ganó. No me contestó y me di cuenta que solamente tenía un chulito. No, no. Entonces dije, Adriana está sin datos. Entonces dije, ¿será que se quedó sin datos? La llamé, le marqué y no, se fue a buzón. Está apagado. Bueno, así pasó, ese fue el jueves por la noche. Ah, no, fue el viernes. El viernes cuando ya se acabó el partido y todo eso. Pasó así. La comienzo a llamar desde el viernes, la llamé el sábado y yo le dije al mío, nada. Dijo, no mamá, a lo mejor estará durmiendo, se iría por allá con las amigas a tomar o alguna cosa. Debe estar durmiendo. Dije, sí. ¿Quién te decía eso? Mi hijo. Y yo le dije, pero es que tan raro que no conteste el teléfono. Pues se le habrá pagado. Se le descargaría. ¿En tu corazón de mamá sentías algo raro? Sí, claro. Sí, sí, yo sí. Es que esto no es normal en ella porque ella todos los días me escribía. Desde por la mañana hasta por la noche ella vivía escribiéndome. Voy a ir a comprarle el desayuno. Voy a comprarle el almuerzo. Mamá, me pasó esto. Voy a limpiar el piso. Todo lo que iba a hacer ella me iba comentando. Era como si yo la tuviera al pie. Voy a ir a comprarle el desayuno, voy a comprarle el almuerzo, mamá me pasó esto, voy a limpiar el piso. Todo lo que iba a hacer ella me iba comentando. Era como si yo la tuviera al pie. Todos los días era así. Entonces a mí se me ocurrió, bueno, será que estará durmiendo. De pronto sí esté durmiendo. Pero es que ella el sábado dijo que tenía que peluquear y hacerle manicura al señor del primer piso. Y es muy raro. Entonces yo empecé a llamar a la vecina, le dije, es que Adriana no me contesta, dijo, ay, no, es que no estoy, no sé qué es, pero ya le digo a la que le golpeé, segunda señora le golpeó, y no, que no salía, que no se escuchaba nada. Ah, fueron y... Sí, golpearon porque era la vecina de ahí al pie, y que no, que no salió nadie, que no se escuchaba nada. Después yo le dije al señor al que le iba a hacer el manicurio, y le dije, ay, mire, es que es para que me hagan el favor de golpear a Adriana, que no me contesta el teléfono. Él también subió, ¿verdad? Que no. A él le tocó irse a peluquear. Dijo, ahorita que llegue al bloque, golpeo, que él no está. Cuando llegaron, nada, no salió y no salió. No cumplió las cifras. Pasó así el sábado. Y yo pienso y pienso, dije, tan raro que no. Porque si fue que se le perdió el teléfono, ella inmediatamente se va a leer algo otro. Porque así era cuando se le perdía algún teléfono. Mamá, se me perdió el teléfono, me robaron el teléfono. Todo. Es que ya era un libro abierto conmigo. Lo único que me cayó fue lo de ese tipo. Así, cosas que le pasaban. Pero de resto todo ella contaba. Y yo le dije, no, pero si se le hubiera perdido, lo hubieran robado, ella ya me hubiera dicho. Pero esa era tranquilizarme. Me dijo, no, mamá, que eso debe estar durmiendo, debe estar no sé qué. No, y yo pienso, por el problema del tipo, yo decía, ¿será que la tiene encerrada? ¿Sería que le quitó el teléfono? Porque él a veces le quitaba el teléfono. Una vez se lo quitó a las malas y se lo vendió por allá a otro. Uno que pasaba una persona en la calle, se lo dio como por cinco mil pesos para el vicio. Todas las cosas ya se las iba sacando de la casa para venderlas. Ella también daba eso de llevarme. Mamá, guárdeme el secador. Mamá, guárdeme esto. ¿Por qué? ¿Por qué, Adrián? Vendía las cosas del derecho. El tipo dijo, no, mamá, es que Jairo es como sacarme las cosas para venderlas. Pues todo era para el vicio. Y ya más, imagínese, ya los últimos que se había, hacía un mes, el 30 de mayo, que se había retirado, estaba sin plata. Estaba mirando a quien robaba, qué hacía para conseguir lo del vicio. A él le había salido un apartamento en Ciudad Verde por lo del niño. Él siempre se aprovechó porque él aprovechaba, era a quien miro, cómo me aprovecho de esta situación. Entonces el niño, como estaba en silla de ruedas, por esa situación a él le adjudicaron un apartamento en Ciudad Verde. Y él tenía que pagar 500 mensuales. Y él duró, cuando él estuvo trabajando trabajando entonces a veces yo le decía a Adriana me decía mamá es que llegó el recibo pero es que este tipo no le está ayudando para los servicios Adriana ni quiere es que le toca dejar plata porque es que le toca a los 500 de lo del apartamento los últimos 500 que ese tipo ganó cuando estaba trabajando se los había llevado a la mamá un día le pidió 50 mil pesos y otro día le pidió 100 mil pesos que era que porque iba a llevar a almorzar a Adriana Adriana estaba cumpliendo años y que la iba a llevar a almorzar, entonces ya no le quedaban sino 350, eso contó la mamá después, bueno resulta que les estoy contando lo que sucedió yo no yo no me imaginaba pues tanto así, no. Si no es que la encerró o le quitó el teléfono o alguna cosa pasó. Pero yo decía, no me llevo a mi hijo porque lo meto en problemas allá con ese tipo sin saber si ese tipo se va a ir de pronto, se agarren o algo. No. Y yo miraba a aquel hombre y le digo que me acompañe. Ya por último dije, ¿será que le digo a un policía que me acompañe para entrar allá? O sea, ya le tenías miedo también al tipo. Sí, sí, sí. Sí, también porque yo decía, no sé cómo estaráá que le digo a un policía que me acompañe? O sea, ya le tenías miedo también al tipo. Sí, sí, sí. Sí, también porque yo decía, no sé cómo estará, cómo va a reaccionar. Y que seguro hubiera sido así. Si le acababa con todas las cosas que ella quería, lo único que le faltó fue que me hubiera hecho algo a mí. Porque era como que donde a ella le doliera. Y cuando se pasó así el sábado se pasó el sábado mi esposo también ya había llegado pero yo le dije, únicamente le comenté es tan raro que Adriana no me haya contestado ni me haya escrito nada al teléfono y no me contesta la llamada, es que se va a Usón ¿y tu esposo tenía conocimiento como de todo lo que ocurría? sí, pero como él viaja entonces él no permanece mucho ahí en la casa entonces él simplemente también era como el hijo me daba tranquilidad. No sé, eso debe estar bien. Eso a lo mejor le cogió el sueño. A lo mejor estarán de alguna amiga. Pero lo mío sí era diferente, pues yo la conozco. Que yo sé que ella me hubiera llamado. Más por el partido, más por esto. Ella me hubiera llamado. Y el domingo, yo ya me fui para otro barrio donde una hermana que iba a ir con un sobrino a presentarle a un abogado un problema que él tenía. Y ya cuando él habló con el abogado, yo le dije, ¿será que usted me puede acompañar a ir allá al barrio? Que es que Adriana no me contesta y se me hace tan raro. Y nos fuimos para el barrio, siempre queda retiradito. Fuimos en el bus y yo estuve bien, normal, hablando con mi sobrino, hablando de otras cosas, hasta cuando llegamos a la esquina donde nos teníamos que bajar. De esa esquina para llegar al apartamento, digamos que fueran como unas dos, tres cuadras, más o menos dos cuadras. De ahí a la esquina donde me quedaba. Era el salón comunal allá. ¿Qué te pasó ahí? Y yo, cuando tan pronto me llegué a esa esquina, yo sentí un susto terrible. Era una angustia que yo le dije a la esposa de mi sobrino, le dije, no, estoy muy asustada. Le dije, no sé qué me pasa, pero tengo angustia. Y ese corazón me saltó. Le dije, no sé por qué, por qué me siento así. Y yo empecé a caminar rápido. A mí me duele mucho la rodilla si hay veces que yo no puedo ni subir un andén por el dolor. Mi sobrino me decía, no tita, no camines rápido que eso le duele las rodillas. Yo, no papi, no, no que estoy muy angustiada, estoy afanada. Y yo tengo llaves del apartamento. ¿De ella? Sí. Entonces, ¿cómo sería que subí las escaleras al tercer piso y las subí corriendo? De la angustia tan terrible que me embargaba. Yo subí corriendo las escaleras y cuando abro el portón no estaba ni con llave ni nada, sino metí la llave y pum, se abrió y dije, ve Adriana, no tiene ni con llave este apartamento ni nada me imaginé de estar durmiendo cuando entré entonces, al entrar queda primero la cocina, está la sala, la cocina y luego ya quedan las habitaciones en la parte de atrás, en la cocina yo vi a alguien tirado y yo me imaginé que era ese tipo. ¿Viste a una persona ahí tirada? Sí, yo vi a una persona tirada y yo me imaginé que era él. Dije, oye, ese desgraciado ahí debe estar tomado, debe estar borracho, durmiendo la borrachera. Pero fue que lo viste... No, vi solamente así el bulto. O sea, yo pasé y vi a una persona ahí, entonces yo me fui a buscar a Adriana. Y cuando yo llegué allá a la pieza de donde Adriana, en la parte de atrás, entonces la cama estaba tendida, solamente una esquinita estaba así. Una esquinita, pero estaba tendida la cama, no rasgos de que alguien se hubiera acostado, y no. Sino tendida y un pedacito así. Entonces, ay, Adriana, ¿no está ahí dejo ese tipo solo acá en la cocina? Entonces yo me devolví como con la intención de ir a, con el pie moverlo y que se parara y que se fuera. Como yo ya estaba con mi sobrino y con la esposa ahí pues ya no, y cuando me devuelvo que llamarlo, era ella no yo pensé que estaba desmayada, que se había dormido que estaba desmayada, entonces yo em dormido, que estaba desmayada. Entonces yo empecé a gritarle a mi sobrino que llamara una ambulancia, que Adriana estaba ahí tirada, que llamara una ambulancia. Entonces mi sobrino entró a mirar, pero ya la esposa de él me había acogido y me había sentado. Y yo decía, espera, espera, espere que entre él. Y cuando entró mi sobrino y la vio, entonces le hizo señas a la esposa de él. Él ya salió, fue gritando a los vecinos, que llamen la policía, llamen la policía. La policía llegó y ahí fue eso. Después es que ya venían ya los comentarios, ¿no? Que ya la señora del primer piso, una señora que vivía en el primer piso, ya no está ahí. Y decía, yo vi a ese tipo que bajó como a las tres, más o menos, tres, cuatro de la tarde, ese mismo día, el sábado. El sábado, que yo digo que eso fue lo que... Porque yo llegué el domingo a la una de la tarde, llegué allá. O sea, que eso sucedió el sábado. Entonces, el sábado, que yo digo que eso fue lo que, porque yo llegué el domingo a la una de la tarde y llegué allá. O sea que eso sucedió el sábado. Entonces, el sábado cometió él eso en la mañana porque él estaba con un amigo que tenían en común ellos dos y ella no lo quería dejar entrar a él al apartamento, sino que el muchacho se le empercola una maleta que él tenía, como estaban afuera del apartamento ahí en la calle se le había mojado la maleta al muchacho entonces él dijo, no, mire yo tengo que irme a trabajar y tengo que llevar la maleta déjeme ir a limpiar a raíz de eso fue que ella le dio y subieron al apartamento por eso, porque ya no lo quería dejar entrar a él, pero subieron para que el muchacho limpiara la y después él le dijo al muchacho el tipo se le dijo al muchacho, que le dejaron minutos que tenía que hablar con Adriana algo. Entonces el muchacho le preguntó a ella que si quería que la dejara con él o que si iban los dos a la tienda o algo. Entonces ella le dijo que sí, que ella confió en él, que sí, que la dejara porque solamente iban a hablar. Yo me imagino que en ese momento fue que dice, porque cuando el muchacho, me cuentan los vecinos, que cuando el muchacho volvió, ya nadie salió, ya no abrieron, ya nadie salió por la ventana, entonces el muchacho se cogía la cabeza desesperado que había pasado, que ahora nadie salía y así sucedió, nadie más abrió. Imagínense que se hizo eso En esas horas de la mañana Digamos que fue siete y media de la mañana Todo el día duró con ella ahí Los vecinos me dicen Que no escucharon nada Ni gritos, ni golpes, nada escucharon Que a veces Eso sí decían Esa peleadera de arriba Y es que eso se escucha Pero nadie escuchó nada Y duró todo el día el tipo Hasta las tres o cuatro de la tarde Esa peleadera de arriba y eso se escucha. Pero nadie escuchó nada. Y duró todo el día el tipo hasta las 3 o 4 de la tarde que la vecina lo vio, que estaba allá afuerita del bloque fumando. Ah, tranquilo ahí. Tranquilo. Tranquilo. Entonces la vecina le dijo, ay, ¿usted otra vez aquí? Entonces él lo que hizo fue, se fue. Ahí eso quedó así. Eso fue el sábado. Pero a mí nadie me dijo nada porque pues lo vieron como normal, ¿no? Si no lo vieron asustado ni nada, pues no, lo vieron normal. ¿Quién sabe qué estaría tanto cabilando que ya está el domingo que fue cuando yo lo encontré? La encontré. El que empezó a hacer, pues ya llegó la fiscalía, ya el investigador, ya llegó todo eso, que la policía y que bueno, el levantamiento del cuerpo y todo eso. Empezamos con la investigación. Sí. Y allá en la fiscalía, no. Solamente preguntando uno de los hechos, cómo sucedió todo eso. Mi hijo, él sí se dio a la tarea de ir con los primos, y buscaban y miraban, indagar a dónde estaba, dónde vivía la mamá. Y dio con el paraíso donde vivía la mamá. Habló con la mamá y habló con el hermano. El hermano le decía que él no lo quería. Yo no lo quiero ver porque él venía acá y nos robaba las cosas a mi mamá y a mí. Él ha sido mala gente y donde yo lo encuentre yo lo entrego. Fue tanto que fueron a la policía de ahí de Faca y el muchacho habló con el ¿cómo se llama? Comandante no sé sé qué, de ahí de la policía. ¿Y la mamá qué dijo? La mamá le dijo a mi hijo que él había estado ese día allá. El sábado estuvo allá y le dijo, mamá, vengo por los 350 que me queda. ¿Antes de hacer esto o después? Después, porque a las cuatro de la tarde lo vieron ahí, lo vio esa vecina. Fue a las 3, 3 y media. De ahí agarró para allá, para donde la mamá. Porque la mamá dijo que aquí llegó como a las 6 de la tarde. Entonces sí, uno se mide el trayecto a las 6 de la tarde. Dijo, me pidió los 350. Mamá, vengo por los 350 porque me voy a trastear con Adriana. No. Y la mamá le dio los 350, lo acompañó a la buseta que él cogió para Bogotá. Ah, ella lo acompañó a coger un bus. Sí, imagínense cómo era la mamá. Y ella le creyó que era que él se iba a trasear con Adriana, le dio la plata. No lo vio nada más, ni tranquilo, ni nada. Y entonces se fue. ¿Y era una ruta facatativa a Bogotá? De faca a Bogotá. Ok. Ahí no se supo nada más. Y eso fue cuando el hermano ya habló conmigo y le dijo. Y fueron allá donde la policía, y el muchacho le dijo, mire, yo soy fulano de tal, yo soy hermano de un feminicidio en Bogotá, en tal parte, yo soy el hermano del asesino, y él es el hermano de la víctima. Ahí el señor de la policía dijo que cualquier cosa que se ofreciera, que iba a poner a buscar a todos alrededor, pero pues eso se sabía que el tipo no iba a ser tan bobo de estarse por ahí. Pues yo no sabía nada. Yo no sabía nada, ninguno de mis hijos me querían decir nada, porque cuando entraron y llegaron el cuerpo, lo entregaron rápido. Y ya nada, les dieron la… El dictamen de medicina legal se lo dieron a ellos. Y es que yo no me enterara cómo había sido. Y así fue. Solamente lo que yo los veía. ¿Y cómo fue? Porque empiezan a dar a la gente, ¿no? ¿Y cómo fue? Yo veía la esta que le hacían como así, que le cortó el cuello, que sería, no sé cómo fue, pero trataba yo como de que no pensara en nada de eso. Entonces mi hija, la menos necesitaba un papel de allá de la fiscalía. Y le dijo a la fiscal que necesitaba tal papel. Entonces fue hasta grosera también. Le contestó de mala manera a mi hija que, ¿para qué querían ese papel? Que si era para pedir plata. Bueno, así hubiera sido para lo que fuera. Ella no tenía que haber contestado así. Y ella, mi hija, le dijo, no, no, es para que me contestes así. Simplemente dígame, si usted no me puede dar ese papel, dígame a dónde lo puedo pedir y ya. Pues le envió la necropsia a mi hija y me la envió a mí también. Dijo, no, no, espérame, contéstame. Simplemente dígame, si usted no me puede dar ese papel, dígame a dónde lo puedo pedir y ya. Pues le envió la necropsia a mi hija y me la envió a mí también. Pero yo no sabía. Le dije, ve, ve, esta fiscal. Y yo le comenté a mi hijo, le dije, es que yo fui la fiscal. Pero lo vi así como normal. Y cuando mi hijo se entró allá a la habitación de él, entonces yo me puse a leer cuando me di cuenta que era la necropsia. Pero es que yo digo, un loco le quedó en pañales. Fue algo terrible. Muy terrible. Uy, no. Entonces, esto me parece increíble que a la fiscalía yo hablé con el investigador y yo le decía y ella por último me dijo no es que nosotros no es el único caso que tenemos nosotros tenemos aquí muchos casos en la semana son no sé cuántos, imagínese mensual, imagínese anual yo tuve una discusión con él porque yo le dije sí la verdad es que yo me doy cuenta de eso que es un caso más para ustedes porque si fuera famosa, obtuviera plata ustedes se dan a la tarea de buscar porque yo me he dado cuenta cuántos casos ustedes los terminan porque es que este es famoso y entonces cómo no le vamos a dar resultados este tiene plata pero mi hij cómo no le vamos a dar resultados este tiene plata, pero mi hija no les importa a ustedes yo sé que ustedes no van a hacer nada porque no les importa que según habían dicho que lo que tocaba era que en alguna redada cayera entonces uno se pone a pensar ¿redada de qué? si no sabemos en qué situación está ese tipo, si está en la calle, si está escondido si la mamá, la única persona que está escondido, si la mamá, la única persona que le quedaría a él sería la mamá. Ahora, todos los informes que mi hijo les llevó allá a la fiscalía, ¿cómo va a ser de que no vayan a mirar las cámaras? Claro. Al principio, porque eso sí, al principio, tan pronto resultó eso sí, miramos las cámaras de acá y los vimos que entraron ahí a tal tienda, y los vimos en tal otra parte. Ahí paró. Yo le dije, mire, él tiene una familiar en tal parte para que ustedes miren las cámaras de allá ahora sí ya saben a dónde vive la mamá es la única persona que él tiene de pronto ella vaya a llevarle alguna cosa, ¿no? nada, no miraron nada, cámaras allá nadie fue, nada ¿te sentiste desprotegida por el Estado? se siente uno impotente ante eso porque uno dice, ¿a quién llamamos? ¿a quién le decimos? Si uno va a decir, voy a contratar a un investigador, vale mucha plata eso se toca pagar mucho Entonces lo que yo le decía si uno no tiene plata, ahí quedó el caso no se hace justicia en eso O sea que la última vez que alguien lo vio fue cuando se encontró con su mamá según lo que te contaron Sí, que la mamá le había dado la plata. Eso fue lo último que me contaron. De ahí ya perdimos el rastro de todo. Él en una ocasión le estuvo diciendo a mi hija que vayámonos para Cali. Ella no me contó. Yo estaba hospitalizada. Eso fue como a principios de junio, de ese mismo año pasado. Y una sobrina fue la que me contó. Dijo, es que Adriana me está diciendo que ese tipo le dice que se vayan para Cali. Le dije, Adriana no me cuenta nada de esto. Y a Cali, ¿por qué? Como que separarla de mí, porque él también sabía que Adriana, a mí la única persona que tenía era yo. Cualquier cosita que le ofreciera yo estaba ahí. Entonces, le dije, la quiero. Lo que a mí se me dio la gana de hacer y que ella esté sola. Y ella le dijo que no, que para acá no. Ella varias veces también ha estado pensando en que se iba de Colombia, porque el hijo de ella no vive aquí en Colombia. Entonces que se iba con él, o que se iba para alguna otra parte. Amistades que ella tiene fuera de Colombia también le decían, ¿por qué no se viene para acá? ¿Por qué no se viene para allá? No sé si darían una solución. Pero no mamás que la plata. Bueno, si usted me dice que se vaya yo consigo yo miro a quien le pido para que usted se vaya pero ella era pensando de que de todas maneras ella lo podía ayudar pobrecito, que pobrecito eso fue el año pasado el año pasado, eso fue para estas fechas porque fue el 27 de ella cumplió los años y el 29 fue que cometió eso fue el 29 de junio el 29 de junio, ya va a ser un año. Y desde ese entonces ustedes no saben nada de su paradero. Nada. Se llevaron las fotos del tipo, entonces se hicieron lo que le digo, las velatorias y todo eso, pero nada, nada. Y por parte de la fiscalía sabemos que no. Lo único que nos quedaba era nosotros de pronto en redes que mostrar la foto y que para que supieran a dónde está porque no se sabe. Eso es lo otro. Si está en la calle o está tramando otra vez a quien consigo volver a cometer la misma situación. Qué peligro. Que la mamá de los niños se salvó porque yo digo la mamá de esta muchacha la ayudaba mucho y ella fue la que no le permitió que él se volviera a acercar a ella. Fue la mamá. ¿Qué se sabe de esta persona, de la expareja de él? Nada más. Al principio mi hijo también habló con ella y le dijo lo del apartamento. Le dijo, si usted quiere, para que usted lleve los papeles y que usted pues hágase cargo del apartamento, comente que el niño es suyo. Y después ya no sé. Yo me imagino que la mamá no la dejará. No, usted olvídese de ese problema. Ya no se ponga a pensar más que qué peligro que este tipo llegue a venir a mirar a los niños o algo. Ella vivía en Mosquera, no supimos nada más, ella ya no se volvió a contactar con mi hijo, ni el hermano de él, ni la mamá, una vez le hizo una llamada y yo estaba ahí escuchando y le dije, no, están mentiras, yo le decía a Adriana que ya no más, que ella dejará, son mentiras porque yo tengo todo lo del WhatsApp, yo todo lo tengo lo de ella. Cuando ella le decía no, vaya a dejar a Jairo que la quiere, que mire el niño también, no lo vaya a dejar. No puede ser. Todo eso sucedió así. Nos compartiste la foto del presunto asesino. ¿Esto con qué fin? ¿Qué quisieras que pasara? Que lo conocieran, porque no se sabe en qué parte esté y qué daño esté haciendo qué daño esté haciendo si de pronto está como se dice, buscando pareja por internet si de pronto está en alguna finca si está en alguna vecina, que no lo conozca que no sepa qué clase de persona es, así como le sucedió a mi hija no sabía qué clase de persona era entonces ya después ay no, mire lo que ha sucedido en estas noticias últimas de persona es. Así como le sucedió a mi hija, no sabía qué clase de persona era. Entonces, ya después, ay no, mire lo que ha sucedido en estas noticias últimas. Que no, que lo dejaron libre, que fue que le dieron casa por cárcel y que mire, conoció a esta muchacha y volvió a suceder lo mismo. Se tiene que hacer justicia. Entonces, ¿hasta cuándo? Sí, hasta cuándo. Sí, lo que yo le estaba comentando, no es una venganza, sino que le da una rabia que no se haga justicia. Que no se haga justicia en ese caso. Y tan buena gente que fue ella con él, que era su mano derecha, que le ayudaba en todo. ¿Y cómo va a ser de que ese tipo y siga tan campante, tranquilo, como si no hubiera hecho nada? Con el propósito de ayudarte en esta búsqueda que además es importantísima para esto, para hacer justicia para que esta persona no siga cometiendo ese tipo de delitos en la calle ¿Qué información nos puedes proporcionar de él? Además de su nombre, decías que su familia había enfatizado, que trabajó en el Transmilenio ¿Qué tanta información tienes de él? Eso, una parte de eso el que estuvo el Transmilenio. ¿Qué tanta información tienes de él? Eso. Una parte de eso. El que estuvo en Transmilenio ya se sabe que no puede volver porque ya quedó reseñado allá y esto. De la parte física, de que él tiene acá como una, así como una hendidura aquí. Eso es algo que no se puede quitar. Una cicatriz. Sí, porque se puede cambiar el cabello, lo que sea. Tiene tatuajes en los brazos, los nombres de los hijos. ¿Qué nombres? En uno dice Daniel, en el otro dice Juanita. Él al caminar, los pies, las puntas hacia adentro. Ok. Es de mediana estatura. Y ya ahorita no podemos hablar del cabello, porque ya lo pueden saber si está o no tendrá. Pero él siempre usaba la barba y el bigote lo usaba. Ahorita no se sabe cómo será. ¿Qué edad tiene él? Él tiene... ¿Cuántos años debe tener él? Con unos 39, yo creo. Creo que debe tener como unos 39 años, más o menos. ¿Algún tipo como de gustos, de cosas, de manías, de cosas que conocieras de él? Sí, que él le gustaba comprar. Si tenía plata, era que a los niños era que lo mejorcito, que de marca, que no sé qué. En las comidas, según mi hija me contaba, era que la los niños era que lo mejorcito, que de marca, que no sé qué, así. En las comidas, según mi hija me contaba, era que la sopa, le fascinaba la sopa. Y que así de gustos, que se compraba que sus buenos tenis o algo. Pero entonces también el vicio lo dominaba para todo. Porque él especialmente tenía que conseguir, era para el vicio. Sí. Y recientemente no has hablado con nadie de su familia. Al principio, sí, ahorita ya todo queda como en silencio. Por eso es lo que le estaba comentando de lo de las velatones y todas las reuniones que se hacían y que gritamos y que justicia. Parece que nadie escuchara. Parece que no, que eso como que quedó ya atrás, como que ya no se volvió a escuchar nada de eso. Entonces, lo único que decíamos con mis hijos, porque comentamos eso con ellos mi hijo y mis hijas, las fotos mi esposo estuvo pegando fotos en todas partes porque no se sabe si puede estar en Cali, él estuvo trabajando en Medellín, él estuvo un tiempo trabajando en Medellín, los niños creo que lo estuvieron estudiando allá, él hacía como esto de cocinas integrales, hacía cocinas integrales sí entonces como arreglando eso estudiando allá, él hacía como esto de cocinas integrales. Hacía cocinas integrales. Sí. Entonces, como arreglando eso de las cocinas integrales, él estuvo trabajando en una parte de esas como en Medellín. Y no se sabe en qué parte esté. Puede estar en Villavicencio, puede estar en Medellín, puede estar en Cali. No se sabe en qué parte esté. Y pues, mi hijo le preguntaba a la mamá, pero como yo le decía, eso es caso perdido de que la mamá le decía, sí, mire, búsquenlo en tal parte que allá puede estar. Ella no lo va a entregar. El hermano de pronto, porque sí le sienta rabia. Y de que él conoció a mi hija para un diciembre del año antepasado, estuvieron allá en la casa. Y el muchacho le hacía preguntas a mi hija, y cómo se porta Jairo con usted. Y usted como, usted si quiere a los niños y usted si no sé cuánto, pero él era como indagando le parecía como increíble de que un tipo de esos fuera con mi hija de que pues, eran totalmente como diferentes, pero ella decía que sí, que ella lo quería que sí, que ella quería a los niños ojalá parezca lo único que nos queda es así, mostrarles esto porque lo que le digo en la fiscalía absolutamente nada Ojalá parezca. Adriana Miranda, no se sabe nada y así va quedando y eso es lo que nos siente como tan impotente ¿qué hago? ¿a quién le digo? ¿cómo hago? que ese tipo apareciera ¿a cuántas les estará haciendo daño? además que es increíble porque la tasa aumenta todo el tiempo lo mencionabas al inicio que tristemente esto no es un caso único decías que tu hija es una de tantas mujeres. De tantas. Eso le comentaba yo a la psicóloga de la Secretaría de la Mujer que estoy hablando con ellas. Entonces yo decía, sí, el dolor es infinito, esto nunca pasará, esto ya es eterno, esto no pasa. Sí. eso nunca pasará, esto ya es eterno, eso no pasa. Pero más es la impotencia de uno sentir que nada se puede hacer, de que van a seguir saliendo feminicidios, a raíz de qué, cómo se corta el problema. Yo les decía a ustedes, que son psicólogas, ustedes trabajan con el gobierno, ¿por qué no hablan, por ejemplo, con el Ministerio de Educación? De que empezar con los niños, la educación así desde los niños pero que no porque ahora último pues como cambian tantas cosas que ya no sea la clase de civismo la de cívica ya la quitaron entonces ya no se enseñan valores porque según los valores es en la casa, la familia allá es únicamente matemáticas español, social, esto es lo que enseñan en los colegios pero entonces como es a fondo los niños en la familia? ¿Qué clase de familia tienen? Si ven que el papá le pega a la mamá, ¡ah, yo tengo que hacer lo mismo! Yo tengo que... No, es que yo no me voy a dejar, si ya se consigue otro, pues yo le tengo que pegar. No les inculcan eso de que nadie es dueño de nadie. No funcionó esto, se acabó y ya, me voy para otro lado, pues haga su vida, yo hago la mía. No, eso no se enseña, eso no se enseña. Sino los niños van creciendo así como con ese ideal de, ah, no, así fue. Es que eso es lo que tengo que hacer. Es que yo vi que fulanito le estaba pegando a la esposa, a la novia, y yo no me le tengo que dejar. Y así van creciendo y esto nunca se acaba. Esto nunca se acaba porque no se comienza desde los cimientos, como las bases de que tengan los niños. Y es muy triste pensar también que a veces culpamos a la víctima. Entonces a veces se comenta eso. Pero ella por qué siguió ahí. Sí, ella fue la abogada. No se sabe si fue por los sentimientos de pronto. Ella sí estaba enamorada de él. Entonces ahí no cabe en ese pedacito, no cabe, porque no puedo mandar en los sentimientos de ella, yo veo las cosas desde otro ángulo y digo, mire, es que esto no funciona así, es que esto, pero mamá si es que mire, yo le puedo ayudar a él entonces, ¿cómo era la situación ahí? entonces no se puede uno meter en ese lado, ahora por lo menos yo digo también, que le decía a la psicóloga en la policía, ¿cómo va a ser de que ese policía que se dejó comprar por 20, 50 mil pesos, lo que le haya dado, lo deja salir, ¿cómo no va a pensar? Hombre, ese tipo si lo metieron aquí fue por tal cosa que le ha pegado a la novia, ¿será que se devuelve para la casa y la acaba? ¿No pensar en eso? ¿No tienen conciencia? Entonces uno dice, ay, mire, es que usted puede tener hermanas, hijas, no sé qué, sobrinas, piense en eso. No No, en ese momento no, porque estos 20 me sirven, estos 50 me sirven. Entonces todo es la plata, todo se convierte en plata y se dejan comprar, la conciencia se compra. querido, en este caso a tu hija, sirva de ejemplo, porque qué ejemplar va a ser algo así. Pero yo sí siento que esta historia tiene que representar algo para las mujeres. Y que incluso tú, como mamá, que sufres ese dolor permanente, porque eso es un dolor infinito que nunca se quita de tu corazón, les hicieras un llamado a esas muchachas, a esas jóvenes, a esas mujeres que de pronto por amor, como en el caso de tu hija siguen permitiendo, siguen perdonando siguen de pronto creyendo con esa esperanza de que la persona cambie que ella va a cambiar eso me decía también allá en la fiscalía no sé qué persona, qué puesto ocupaba ese señor, él estaba esperando un papel de los míos también, de lo que me iban a tragar a mí, decía el perfil de todos los feminicidios es igual, es igual el tipo la regaña o le pega, la grita, no sé qué y después le llega con un ramo de flores, le llega con unos chocolates y perdóneme, tan lindo, no, él sí me quiere, fue en un momento de rabia que que me pegó, fue en un momento de rabia que me pegó, fue en un momento de rabia que discutió conmigo, pero no, él no es así, él es amoroso porque mire lo que me regaló. Entonces volvían otra vez, volvía a ser otra vez la misma situación, se repetía y volvía otra vez a ir con su mismo cuento y me le arrodillo, le ruego, mire, ya voy a cambiar lo que sucedía con mi hija. Entonces eso es otra cosa, que yo digo, así como los sentimientos de que ella, por lo menos, que uno no puede cambiar, el tipo nació así, creyó así, y que si no es mía, no será de nadie, entonces la acabo. Entonces, en ellas es lo mismo. ¿Cómo se hace para eso de que por lo menos uno tome conciencia? Las mujeres tenemos que tomar conciencia de eso. Con las muchachas. Si ella muchas veces veía en televisión los casos que se presentaban de feminicidios y me contaba a los demás, ay, mamá, ¿sí vio anoche enche televisión, si vio cómo mató este tipo, cómo mató a la muchacha, si vio cómo ella me llegaba con eso. Imagínate. Eso. Entonces yo decía, ella nunca se le ocurrió de que de pronto a ella le iba a pasar eso, sino que es que le dan momentos de locura y él se vuelve loco porque siente celos, pero es porque me quiere. Claro. momentos de locura y él se vuelve loco porque siente celos, pero es porque me quiere. Pero no pensó en eso. Entonces a muchas les sucede lo mismo, de que se dejan convencer y esto. Y hasta que sucede esa situación. Es que como lo mencionabas, eso pasa en las noticias y uno a veces cree que eso no le va a ocurrir a uno. Y sí pasa. Fue el caso de tu familia. Y hoy están sufriendo un dolor prof Sí, exacto. Y sí pasa. Fue el caso de tu familia. Sí. Y hoy están sufriendo un dolor profundo. Exacto. Sí, porque uno cree que no, que eso a uno no le toca. Y por eso es que yo digo, las mamás que tienen tanto cuidado con sus hijas y que esto que mire porque... No, muchas veces no, pero es que nada más voy a ir a esta fiesta, yo no me demoro. Resulta que en esa fiesta estaba el tipo que iba a acabar con la vida de ellas. Entonces es una situación de que no se sabe si es de conciencia tanto de los hombres o como tomar también conciencia de las mujeres de que no, si es que por este lado no fue, si cualquier cosita que yo vea mala, con que ya me gritó, con eso ya me basta, este tipo no me conviene porque no tiene por qué gritarme, no tiene por qué prohibirme. Con eso es suficiente. Con eso es suficiente, sí. No esperar de que le trajo los chocolates y, ay, si mire, ya cambió. No, no. Una persona que hace la primera vez eso, no importa que después le traiga lo que le traiga. Esa persona tiene ese modo de pensar. Yo le pido chocolates y la convenzo, pero donde llega a ser cualquier otra cosita, ahí me las paga. Y más. Porque se creen ya dueños de esa persona. Si yo le pido chocolate si la convenzo, pero donde llega a ser cualquier otra cosita, ahí me las paga. ¿Qué más? Porque se creen ya dueños de esa persona. Entonces no tiene derecho ni de que vaya a hablar duro, ni que fue que salí con mis amigos, o fue que me quise poner esta ropa, pero no, esa ropa no se la ponga porque mire cómo está mostrando, mire cómo no sé cuántas. Ya pierde la mujer la libertad de todo. Ya no es dueña de sus actos, sino es lo que él me diga. como no sé cuántas. Ya pierde la mujer la libertad de todo. Ya no es dueña de sus actos, sino es lo que él me diga. Es que si a él no le gusta eso, yo no lo hago porque a él no le gusta. Yo quisiera ir allá, pero es que él se pone bravo si yo voy. No, no. Es que eso es lo que hay que tomar conciencia de que no es lo que los demás digan, sino yo quiero... Para eso está el diálogo. Yo sé que no te gusta que yo vaya a esa fiesta, pero es que mire, allá van a estar solamente los compañeros y no sé qué, vamos, pero si ve que no, que no es porque le da rabia, que siente mucho celos, los celos es algo terrible, eso es una enfermedad, es una enfermedad, que por eso es que suceden todas esas cosas, porque se dejaron llevar de los celos y que entonces no, no puedo vivir con esto, es que ¿qué estará haciendo? ¿con quién está? No, es que me va a dejar la persona que piense eso, que si se fue a verse con ese amigo y que de pronto se acuerda es porque yo me siento inferior me va a cambiar por este porque yo soy inferior imagínense, me va a dejar por él es una enfermedad que se está sintiendo inferior no tiene seguridad, no tiene confianza en su pareja Imagínense, me va a dejar por él. Es una enfermedad que se está sintiendo inferior. No tiene seguridad, no tiene confianza en su pareja. Yo imagino que después de esta situación, con tus otras hijas, has estado muy atenta, muy pendiente en sus relaciones de pareja, ¿no? Sí. Esto, pues bueno, yo digo sí ha servido mucho en muchas cosas, ¿ ya, no vale para mis nietas que ellas ya tienen hijos, ya pueden darse cuenta, mira a mi tía le sucedió fue esto, yo no puedo permitirle de que me vaya a gritar, yo no le puedo permitirle que de pronto me vaya a pegar, no le puedo permitirle que me vaya a encerrar, porque sucedió esto, yo no me voy a esperar a que suceda esto. Que sería como una cosa de conciencia, ¿no? No de que, ah, yo vi que a mi tía le pasó esto, pero no, a mí no me va a pasar. Corrígeme, me decías que eran tres mujeres y un hombre. Y mis hijos. Sí, con Adriana eran tres mujeres y un hijo. Y los nietos son también tres mujeres y un hombre, el hijo de Adriana. Increíble que estas cosas tengan que pasar para que alguien reaccione y tome conciencia. ¿Cuál es el recuerdo más hermoso que te dejó Adriana? Su risa, su compañía, porque es que cada vez que yo iba a ir al médico, que se iba a ir donde alguna de mis hermanas, no la dejó ir sola, no mamá que de pronto nos mencionó se puede bajar sola del bus, va y se cae cuidado al pasar la carretera y yo no Adriana, me va a tocar que tú ahora me acompañe porque yo no puedo pasar una carretera sin usted, yo no puedo hacer esto entonces a veces yo trataba como de cohibirle y a veces me daba risa yo decía no le voy a decir a Adriana que voy donde mi hermana porque ella quiere ir conmigo y que sí, se desperta, ya hermoso mamá, yo hice tal comida, ya les llevo, entonces a toda hora ella vivía como muy pendiente, y que no hacía nada, yo decía, Adriana, a su edad, y usted no puede hacer nada sola, mamá, es que hago tal cosa, pero me dijeron que esto, ¿será que sí? Mamá, voy a comprar eso, pero ¿cuál compro? Mamá, yo hago eso, pero ¿qué me dice? Yo diría, no sé, tiene que tomar sus decisiones suaves porque imagínese. Entonces, ¿a quién no? Porque yo era su consejera, yo era todo y que no, que no me podía morir. Cada vez que yo le decía, no, señora, usted tiene que ser fuerte. Ella se imaginaba que cuando ella fuera viejita, yo la tenía. Entonces, yo le decía, si con usted estoy viejita, yo voy a estar peor. Pero, mamá, ¿quién más me va con usted estoy viejita, yo voy a estar peor. Pero, mamá, ¿quién más me va a acompañar? ¿Quién va a estar al pie mío? Como el hijo ya no está aquí en Colombia, ¿quién va a estar al pie mío? Solamente su merced. Y yo, ah, sí, cuando me muera, entonces será que me la van a echar al cajón. Literal, mamá, me contestaba ella, literal. Tienen que echar al cajón porque yo no resisto que su merced se me vaya a ir. Entonces uno no sabe cómo sean los designios de Dios, ¿no? Si de pronto hubiera sido al contrario, ella no lo hubiera podido resistir. Es muy doloroso, pero hay que seguir adelante. Margarita, gracias. A usted. No puedo decir que lo siento porque no lo siento pero lamento mucho que tu hija haya sumado esta enorme lista de feminicidios y espero y anhelo profundamente dos cosas, la primera que se haga justicia. Y la segunda es que con tu voz, alguna mujer se salve. Sí, alá, Dios quiera que sea así, que escuchen. Tomar la conciencia de las cosas. Que estas fueron las palabras de una mamá con un dolor en el alma. Terrible. Y si estas palabras pueden salvar la vida de alguien, ya hiciste mucho. Dios quiera que sea así. Gracias. A ustedes, muchas gracias. Por tu fuerza y tu valentía, porque yo sé que no es fácil hacer esto. No. No es fácil. Y vamos a ponernos en la búsqueda del presunto asesino. Ahí está la foto, para que le hagan captura, para que lo miren, para que revisen, para que se emprenda una búsqueda colectiva. Y en caso de que tengamos alguna razón claramente lo haremos saber yo sé que las cosas de Dios tienen que ser él es muy justo eso no puede pasar así que no solamente él sino tantos casos que están así se quedaron así porque nadie buscó porque nadie dijo nada hay veces que pasan tantos años que después de 20 años apareció y ojalá que sea más más temprano que tarde no creemos más víctimas de feminicidio en Colombia no esto es Vos Podés el podcast soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast.