¿Dónde estabas el 6 de noviembre del año 1985?

¿Dónde estabas el 6 de noviembre del año 1985?

23 de nov de 2024

En este episodio del podcast "Tercera Vuelta" con Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero, se abordan fechas históricas que han marcado la historia de Colombia y del mundo, reflexionando sobre cómo estos eventos han impactado la memoria colectiva y la percepción de la realidad en el país.

Capítulos

Introducción y Fechas Mundiales

Comienza el podcast con la mención del asesinato de John F. Kennedy y cómo este evento marcó una generación a nivel mundial y en Colombia.

Marco Histórico en Colombia

Se hace un recorrido por los eventos traumáticos que han cambiado la historia de Colombia como el 9 de abril de 1948 y el 19 de abril de 1970.

Década de los 80: Violencia y Cambio

Se discuten los eventos de 1985, como la toma del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero, y cómo estos marcaron una 'década maldita'.

El Narcotráfico y el Asesinato de Galán

Se aborda la influencia del narcotráfico y el impacto del asesinato de Luis Carlos Galán en 1989 como un evento definitorio.

El Futbol como Refugio y Tragedia

Se reflexiona sobre el 5-0 contra Argentina y el asesinato de Andrés Escobar en 1994, mostrando el contraste entre triunfos deportivos y la violencia.

El 11 de Septiembre y el Inicio del Siglo XXI

Se menciona el impacto del 11 de septiembre de 2001 como un evento global que marcó una generación, comparándolo con la situación en Colombia.

Reflexiones sobre Fechas y Memoria

El episodio concluye con reflexiones sobre cómo las fechas traumáticas han influido en la memoria nacional e individual.

Conclusión

El intercambio entre Alejandro Gaviria y Ricardo Silva resalta cómo ciertos días y eventos han afectado profundamente la historia y las percepciones en Colombia, instando a valorar los días que pasan sin incidentes como verdaderos triunfos en la vida.

Menciones

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               Es difícil saber el día en particular en que la historia cambia de verdad, pero yo creo que en ese día se cambió la historia de Colombia. Casi que uno debería notar los días en los que no pasa nada porque son un triunfo. Son un triunfo. Un sentido, Ricardo, que recuerdo mucho de esa época de lo que se llamaba dolor de país. Sí, sí daba. Dolor de país. Daba dolor. Dolor. Porque era muy extraordinario, digamos. Era esa sensación de no vivir en un país normal. Tercera vuelta. El podcast. Con Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero. Un podcast de El Locutorio, arroba ellocutoriodc. Hola Ricardo. Hola Alejandro. Estamos grabando Tercera Vuelta el viernes 22 de noviembre del año 2024. año 2024. Hace 61 años, el 22 de noviembre del año 1963, fue asesinado el presidente John F. Kennedy en los Estados Unidos. Y yo recuerdo conversaciones de mis papás con sus amigos que siempre decían, yo recuerdo perfectamente ese día lo que yo estaba haciendo, las circunstancias. Era una conversación repetida. Sí, mis papás hablaban exactamente así de ese día. Muy afectados, era muy impresionante y era un presidente muy popular en Colombia porque había venido, había inaugurado el barrio. Completamente. Que todos conocemos. Entonces era muy querido acá, me parece. La gente lo quería. Su figura. Sí, joven. Lo que representaba, joven católico muy colombiano la alianza para el progreso muy querido en América Latina pero lo que me interesa es eso que esa fecha, ese asesinato, esa conmoción ese trauma que ocurrió en ese momento hizo que la gente recordara ese día claro, claro, y que la gente recordara ese día. Claro, claro. Y que la gente luce desde entonces de esa generación de referente. Y recordaba ese día lo que estaba haciendo, las circunstancias particulares y personales. Tal cual. Y quiero que nosotros hagamos un ejercicio parecido. Sí, cierto. ¿Qué son las fechas traumáticas durante los últimos 40 o 50 años que nos marcaron si, eso es un ejercicio que vale la pena hay unas que no, yo no recuerdo plenamente dos primeras una es el 20 de julio del año 1969 cuando llegó el hombre a la luna tengo como por allá un recuerdo vago de una imagen gris en el televisor yo tengo unas fotos de mis papás que mi papá tomó con una cámara que ya se podía programar para que él saliera en la foto, que se podía. ¿Y tomó en qué circunstancia? Con el televisor. ¿Prendido? Prendido, llegando, viendo las imágenes. Es unas fotos en blanco y negro y se ve que él tuvo que ir corriendo y que se tuvo que sentar rápidamente. y que se tuvo que sentar rápidamente y son unas fotos muy bonitas porque son largas y están muy bien tomadas increíblemente esa era otra fecha que ellos mencionaban mucho y se acuerdan perfectamente de que estaban comiendo cómo se reunieron ese otro domingo, era un domingo, entonces todo el mundo podía estar allí. Y antes de eso, para terminar con este momento de la conversación en el que hablamos de fechas ajenas, el otro referente que tenían era el 9 de abril, que mi papá había alcanzado a estar. El 19 de abril. El 9. Ah, el 9 de abril que mi papá había alcanzado a estar el 19 de abril el 9 de abril del 48 claro que mi papá había alcanzado a estar en Bogotá, en el San Bartolomé en el centro mi papá también recordaba y sobre todo las hermanas mayores de mi mamá recordaban esa fecha todo lo que había ocurrido y les había tocado en Medellín en Medellín pero pero eso también en todas partes fue duro la gente piensa que solo fue en Bogotá, pero eso fue en todas partes. Y tenían esa idea que algo había pasado y que la historia ese día había cambiado. Había cambiado para siempre. Y un fantasma que era que algún día iba a volver a pasar. Sí, había eso. Cada vez que había algún conato de protesta o algo, esa generación tendía a hacer mercado. Por si acaso. Entonces si mi papá recordaba al día porque él estudia en el San Bartolomé y entonces o estudiaba en un colegio ahí cerca, todavía no estaba en el San Bartolomé. Y entonces que había salido a tiempo y que tenía fiebre. Y bueno, tienen unos recuerdos muy precisos y es interesante cómo esas fechas hacen que se fijen los detalles. Los detalles, los detalles. Es lo más interesante, sí, la ropa, lo que estaba pasando, las calles, las caras, los vecinos. Mi papá nació en el 39, tenía en el 48, nueve años y recordaba. Sí. Mucha precisión. Mi papá nació en el 40, entonces era muy... Ese día. Adelantándonos en el tiempo, está otro día de la historia política de nuestro país convulso, que fue el 19 de abril del 70. Sí, ese sí. ¿Dónde se recordaba esta locución presidencial de Carlos Lleras? Sobre todo eso. Eso. Mandando a todo el mundo a dormir. Y lo que vino después. Que existe y es fácil recobrarla, todo lo que dijo, lo que decíamos antes, la imagen del reloj, tienen hasta tal hora para estar en la casa. Sí, y el reloj, todo lo recordaba el reloj. De tal modo que esa generación también pensaba que él era un modelo de político y de presidente, curiosamente como una persona firme y de autoridad y lo tenían como un buen presidente. Ese momento como de autoridad de autoridad que quizás Ricardo ahora pensando tenía como la idea de que no podía volver a ocurrir lo del 48, entonces que había que ejercer la autoridad de esa manera había que parar eso a tiempo pararir lo del 48. Entonces que había que ejercer la autoridad de esa manera. Había que parar eso a tiempo para evitar lo que había ocurrido décadas atrás, que es sigue siendo un tema confuso. Eso de esas elecciones. Sí es extraño como como se fue contando eso y como después se dejó de contar. Tenía algo semejante a lo que vimos en Venezuela, pero siempre es más confuso que eso. Uno siente que no está bien contado ni bien explicado del todo eso. Sí, no sé si publicaron las actas esa vez. No, creo que no. Creo que nadie explicó. En esa época nadie explicaba nada. Eso es de esta época. Eso es de esta época. Después, ya adelantándonos en el tiempo la historia de nuestro país ha sido convulsa llegamos a la década de los 80 que de alguna manera es la década maldita, es una década dura es la década en la cual el narcotráfico transforma Colombia el narcotráfico se toma la política la política se vuelve narcopolítica, el fútbol narcofútbol la cultura, los valores se trastocan totalmente, cambia el país muy profundamente me parece y en la mitad de esa década tenemos dos hechos, ahora entramos al narcotráfico y es la semana maldita de 1985 la toma del palacio de justicia y la retoma violenta 6 y 7 de noviembre del año 85. Sí, que son miércoles y jueves. Yo estaba en la universidad en esa época. Recuerdo bien, paramos todas las actividades, pegaba el televisor. ¿En la universidad o ya en la casa? Ya en la casa, ya en la casa, con mi papá mirando la televisión. O ya en la casa, ya en la casa, ya en la casa con mi papá mirando la televisión. Un sentido, Ricardo, que recuerdo mucho de esa época de lo que se llamaba dolor de país. era esa frase que a veces uno no quiere decir, pero que tiene sentido de esa sensación de no vivir en un país normal, que creo que eso no existe. Yo creo que todos los países tienen sus locuras, sus barbaridades, pero sí ver el Palacio de Justicia tomado e incendiado, sí daba la sensación de esto que está pasando acá es extraño. En mi caso estábamos, eso es al final del año, entonces ya era época de exámenes, entonces no estábamos yendo al colegio, pero estábamos muy pegados a lo que estaba pasando porque mi mamá trabajó unos años allá, en el Palacio de Justicia. Entonces todos sus compañeros, consejeros, ella fue una... O sea, ella tenía muchos amigos que estaban... Sí, que estaban ahí. Incluso el que lo había reemplazado, ella alcanzó a compartir mucho espacio con Carlos Urán, que murió allí. Asesinado. Sí, el papá de Elena Urán, que ha estado entrevistando gente en estos días y todo. Ha estado muy pendiente de que eso se cuente bien. Estaba allí un amigo de toda la vida que era el consejero Humberto Mora que tenía la oficina al lado del hermano de Belisario Betancur y la esposa de Jaime Castro que era el ministro de gobierno. De gobierno y el hermano de Belisario Betancur. Tenía la oficina juntos. Tenía la oficina juntos. Tenía la oficina juntos. Quedaban la de Humberto Mora y la de la esposa. Él era consejero de Estado. Él era consejero de Estado. Se llamaba Jaime Betancur Cuartas. La esposa de Jaime Castro, que creo que era Clara, quizás. Y de Humberto Mora. ¿Y tu mamá Ricardo estaba dónde en ese momento? Ella estaba en su oficina, ella tenía una oficina. ¿Y cómo fue esa noche? Alcanzamos a hablar con todos y también magistrado auxiliar era un hermano de ella, que se llamaba Lisandro Romero y murió allí. Entonces ella alcanzó a hablar con los dos, con Lisandro y con Humberto Mora. ¿Alcanzó a llamarlos por teléfono? Claro, porque ellos estaban al principio sintiendo esto es como la toma de la embajada y entonces alcanzaban a hablar y Humberto Mora dijo voy a salir a hablar con ellos. Todo el mundo tenía de ejemplo. Para los jóvenes que nos escuchan, la toma de la embajada es la toma de la embajada de República Dominicana por el año 19, que a su vez viene de los años 70, que había sido 1980, cinco años antes. Que tiene hasta película, la toma de la embajada, historias, documentales, y es un ejemplo de salida negociada, de algo semejante a lo que iba a pasar en el Palacio de Justicia, que era algo más... El mismo M-19, la toma. Entonces, Huberto Mora, el consejero que estaba ya adentro durante la toma del Palacio Justicia, as personajes. Esa noche, Ricardo, ya tu mamá llega a la casa y ustedes ven televisión juntos y ella opina algo. No, aterrada. Yo tengo clarísimo todo eso. Tengo clarísimo los periódicos de los días siguientes, que eran completos, unas crónicas de 100 páginas, pues, de todo lo que pasaba personaje por personaje. Esta semana murió Hernando Tapias Rocha, que fue uno de los consejeros que se salvó. Luego, lo tengo muy claro porque mi hermano trabajó en su oficina luego y conocía todas las historias de Hernando Tapias y cómo se salvó, que fue un milagro. La gente que salió de allí salió de milagro, digamos. Y sí, claro, uno sí se fija en todo lo que pasó, el partido famoso entre Millonarios y Unión Magdalena por la televisión pero a mí sobre todo me queda claro fueron esas llamadas con Lisandro el hermano de mi mamá y con Humberto Mora porque yo le contesté y se lo pasé a mi mamá que estaba muy angustiada eso sí lo tengo muy claro hay una frase de Borges que recuerdo que él dice, la historia es pudorosa, suele esconder sus fechas esenciales o sea que es difícil saber el día en particular en que la historia cambia de verdad, pero yo creo que en ese día se cambió la historia de Colombia, o sea lo que vino después y las repercusiones han sido tremendas. Sí, yo sí creo que luego del 9 de abril del 48, esa es la fecha más fuerte. Esa es una fecha muy dura. Yo recuerdo una imagen, vi mil veces estas imágenes por televisión y han seguido repitiéndose una y otra vez. Es la imagen de un helicóptero aproximándose. Un policía o soldado se va a bajar del helicóptero y se cae, y cae sobre el techo del Palacio de Justicia. Es impresionante, sí. Y la imagen del tanque entrando por las escalinatas. Eso ya era la locura. Definitivamente no éramos un país normal. Y pasa como con la fecha de Kennedy, o con el mismo 9 de abril del 48 que son entonces fechas inagotables. La interpretación, los nuevos datos, las nuevas imágenes, los descubrimientos de cada año sobre estas fechas. Yo no sé qué interpretar, pero son fechas de las que nadie sale nunca hay una fecha que se acerca hablando de fechas históricas queremos hacer una invitación a los oyentes de Tercera Vuelta esta es la invitación el 3 de diciembre en el auditorio Orígenes de la Universidad EAN tendremos Ricardo tercera vuelta en vivo 3 de diciembre año 2024 auditorio Orígenes invitados todos si vamos a celebrar los 10 años del locutorio y vamos a celebrar creo que el episodio 100 de tercera vuelta yo creo que si entonces invitados como si fuera poco una semana después el 13 de noviembre El episodio 100 de Tercera Vuelta. Yo creo que sí. Entonces, invitados. Como si fuera poco, una semana después, el 13 de noviembre de 1985 también, viene la tragedia de Armero. La erupción del volcán Nevado del Ruiz y todo lo que ocurrió. 20.000 muertos. 20.000 muertos. 20.000, sí. Sí, 20.000 muertos. 20.000, sí. Sí, 20.000 muertos. Yo recuerdo de esos días las imágenes en los periódicos. Yo también. Sí, los cadáveres. No solo las famosas, sino... Me acuerdo leyendo después el olor. Sí. Los cronistas de esa época. Las imágenes famosas de la niña Mayra. La niña Mayra. Esta semana casualmente vi que habíaña Mayra. Niña Mayra. Esta semana casualmente vi que había una foto inédita de Mayra. No la que hemos visto ya muchas veces. El fotógrafo Carlos Caicedo. Creo que es un fotógrafo que registró todo eso y es espeluznante. Y esa semana esos dos hechos casi traslapados. Ese dolor de país aumentó, yo me acuerdo pensar ¿qué está pasando? duro vivir en Colombia hubo un libro que sacó la revista Semana cuando tuvo editorial que fue un momento breve no me acordaba que la revista Semana tuvo editorial tuvo una editorial de libros hoy tiene candidato ha cambiado de productos digamos No me acordaba que la revista de la semana tuvo editorial. Tuvo una editorial de libros. Hoy tiene candidato. Hoy tiene candidato. Está sacando diferentes productos. Ha cambiado de productos, digamos. Cuando sacó editorial, que lo tengo claro porque Carolina, mi esposa era la editora de la editorial, la directora de la editorial, hubo un libro que se les ocurrió, que es la semana de 1985. Creo que por aquí tenía yo el nombre exacto del libro es 1985 la semana que cambió a Colombia y es un libro que tiene crónica de cada día de esa semana son crónicas yo hice una los otros autores pues son Antonio Caballero Alfredo Molano Héctor Rincón, Ana María Cano, José Navia, Armando Neira, Juan David Correa y Jorge Cardona. Son los autores. Escribieron sobre esas semanas, sobre cada día. Cada día se le encargó a un autor. ¿Qué día te tocó? A mí me tocó el día que no pasó nada. No sé si fue un honor o todo lo contrario. Un día de transición. Era un día más cotidiano. Un día que hubo rutina, digamos, fue el que me tocó a mí. Pero lo que uno entiende leyendo ese libro es sobre todo que la toma del Palacio de Justicia fue la muerte para Armero, porque el país estaba concentrado tratando de comprender que era lo que ha pasado ahí porque no era fácil hoy en día lo entendemos mejor pero en ese momento la complejidad de todo lo que había pasado los muertos, todo lo que había ocurrido tenía demasiados ángulos como para entender la historia que había sucedido allí y el país está tratando de reaccionar, el gobierno todavía parecía aturdido y entonces todos los mensajes que había habido durante dos años sobre el volcán Nevado del Ruiz se ignoraron el cráter Arenas se ignoraron hubo hasta debates dos meses antes en el Congreso si no estoy mal es un representante de la Cámara de Apellido Arango de Manizales, hizo un debate para avisarle al gobierno la gravedad del asunto un debate al que asistió entre otras el papá del expresidente Duque Iván Duque un debate con el ministro si no estoy mal era el de Minas Iván Duque y el de Obras también asistieron y es un debate que queda en nada este representante les dice por favor esto va a ser un desastre dos meses antes y hay incluso declaraciones en el noticiero 24 horas de ese día sobre ese debate en el que dicen ¿acaso se debe a un debate inocuo sobre lo que está pasando en Nevado del Ruiz? No hay maldad de nadie, yo creo, sino incredulidad que suele ser común entre las personas sobre estas catástrofes. Como economista, Ricardo, también un Estado mucho más débil. Es el Estado anterior a la Constitución de 1991. Bueno, aunque hoy tenemos la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo manejada por el MEDO, que tampoco es un Estado muy fuerte. Sí, eso no significa ninguna fortaleza. Pero hoy tenemos un estado que más consciente o menos es más consciente y tiene más capacidades para reaccionar. Sí. En ese momento la historia de Armero es muy importante por eso. Había que evacuar. Fue obvio en retrospectiva. Y se podía evacuar una semana antes, digamos, había tiempo. Pero lo del Palacio de Justicia hizo que el país ya no atendiera esa situación. Yo estudiaba en ingeniería y recuerdo que era incluso difícil concentrarse en las clases, estábamos hablando de esto una y otra vez repetidamente. Y era muy difícil. Después vino de esa década maldita de los años 80. Con la irrupción del narcotráfico, Colombia se convirtió en el primer exportador de cocaína de los Estados Unidos en el 78. Y la década del 80 estuvo definida por esa historia sobre todo. Totalmente, claro. Los gobiernos de esa década tienen que ver con eso. Y en esa historia es el 18 de agosto de 1989, que es el asesinato de Luis Carlos Galán. Ese viernes en Soacha. Yo no estaba en Colombia. Yo había pasado un mes en Boston, en Estados Unidos, visitando allá a un amigo. Y recuerdo cuando vi la noticia de Colombia, hablé con mi papá. Mis hermanos no habían llegado porque era un viernes, habían salido de rumba. Y mi papá me dijo, esos hijueputas deben estar celebrando la muerte de Luis Carlos Galán. Enardecido. El papá había sido galanista, pero bravo con el mundo, con todo el mundo. No, es que lo de galán era muy importante habíamos planeado que ellos nos encontrábamos para regresarnos a Colombia y nos encontramos el domingo 20 de agosto del 89 y hay algo que recuerdo vividamente Ricardo de esa época y es que ese domingo había un partido Colombia-Paraguay ese día del 89 del 89 y el país se puso a ver el partido después de la noticia después de la noticia el fútbol siempre estaba en las fechas un poquito de eso y a mí yo no quería ver fútbol muy doloroso me gusta el fútbol recuerdo mucho que el fútbol y ahora vamos a hablar un poquito de eso también fue un síntoma de esa degradación tuvo mucho que ver fue la época de la América de Cali del nacional de millonarios para no decir los equipos rivales ¿tú has escrito sobre el tema? sí, me ha interesado mucho recuerdo haber leído una columna tuya y por supuesto leí Autogol recuerdo a un amigo de mi papá de esa época Nicanor Restrepo Santamaría quien fue gobernador de Antioquia presidente suramericana que con indignación porque a nosotros nos gustaba mucho el fútbol un día nos preguntó ¿vos de qué equipo sos hincha? ¿de qué mafioso sos hincha? que con indignación, porque a nosotros nos gustaba mucho el fútbol, un día nos preguntó, ¿vos de qué equipo sos hincha? ¿De qué mafioso sos hincha? Sí, era una buena pregunta en ese momento. Lo de Millonarios, que era mi equipo, con Gacha, pues muy claro. Ahora hay que decir que cuando estábamos todos metidos en los 80, no era tan claro. Es decir, uno no conocía del todo lo que estaba pasando. No era tan claro, pero yo también creo, Ricardo, que había por parte de todos, me incluyo, como un deseo de no saber. Sí, eso sí es cierto, una distorsión. Una distorsión y a mí me gusta el fútbol en todo caso. No quiero enterarme y no quiero como de alguna manera escudriñar esa historia porque me voy a encontrar con algo que nos muestra esa realidad, que era evidente para casi todo el mundo. Es lo que se habla sobre la ficción de la suspensión de la incredulidad, pero aquí es total. Total, total, total. Uno no quiere saber y es muy vergonzoso también. En la América de Cali tenías los jugadores que tenías. Que eran unos equipos mundiales. Tenía unos cracks que nadie podía pagar. Uno lo podía haber sospechado. En el caso del asesinato de Galán, que es un viernes, ya lo determinamos, yo tengo claro haber visto la noticia y estar pendiente de que volviera mi mamá que era la secretaria jurídica del gobierno y se quedó atrapada en un consejo de ministros que era un consejo de ministros esperando la noticia de si moría Galán que se reunió porque le dispararon lo llevaron de afán a ver qué se podía hacer y el consejo estuvo esperando la noticia para ver qué decidían en relación con la extradición. Eso está, pues uno lo puede investigar y leer incluso las actas. Las actas ya son públicas. Ya son públicas. Y es el momento en el que el gobierno decide irse definitivamente por el camino de la extradición y los ministros, que incluso había unos cercanos a la América de Cali, deciden en todo caso respaldar la extradición. Es un giro muy importante de ese gobierno, ya en el último año del gobierno. Yo como estaba en Estados Unidos, me había encontrado con mis padres, pasamos una semana allá. Vi desde la televisión de los Estados Unidos lo que estaba pasando, cómo se reportaba lo que estaba ocurriendo en Colombia. ¿Y qué decían? Había mucho interés, salían todos los noticieros. Era básicamente un país tomado por el narcotráfico. Esa era la historia. Y además yo desde que fui niño, estuve muy interesa era la historia. Y además yo desde que fui niño, estuve muy interesado en la política. Era el primero que leía el periódico en la casa. Y yo no sé por qué me dejaban leerlo de primero desde los siete años, seis años. Me lo respetaban como si yo fuera el papá. Y entonces me fascinaba Galán y era la calcomanía que tenía pegada en la cama. No sé por qué me fascinaba Galán y era la calcomanía que tenía pegada en la cama. No sé por qué me fascinaba cuando salió al salida a la ciclovía y eso me gustaba ver qué pasaba ese señor. Entonces era bien impresionante que lo mataran. No fue impresionante, fue el asesinato de una ilusión para mucha gente. Tenía también algo joven él. Sí, tenía algo joven, tenía una indignación positiva. Sí, como articulada. Una esperanza de cambio, de transformación. Era como un indignado pero político al mismo tiempo como profesional. Político al mismo tiempo, profesional. No era un loco. Su imagen yo creo que era poderosa también. Sí, su imagen era poderosa. Y ese año, después de esa fecha, Ricardo, este día que tú dices de no vivir en un país normal. Sí. Yo pensaba incluso lo contrario, no solamente que no vivo en un país normal, lo que pasaba por mi mente es vivo en el peor país del mundo. Claro. Eso era lo que pasaba por mi mente. Es que cómo podía matar de fácil a todo el mundo. A todo el mundo. Esa cosa que pasó con Kennedy volviendo al principio y que los gringos siguen revisando como con angustia. Aquí pasaba muy frecuentemente en ese año 89, por ejemplo. Esos asesinatos que redefinen todo. Sí, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro. Antes Pardo Leal la locura muy impresionante semanas antes Nacional había quedado campeón de la Copa Libertadores y yo recuerdo mucho esa época paradójica entre el país hundiéndose pero una época buena para el fútbol para el fútbol y la cultura como la televisión tan buena y viene el 5-0 a Argentina en el Monumental de Buenos Aires el 5 de septiembre del año 1993 que uno siente que es la misma época es la misma época, uno siente que es la misma época pero el fútbol ahí con esa locura el fútbol sacando la cara por el país Carlos Valderrama, Tino Esprillo, Freddy Rincón, Leonel Álvarez y Guita. Todo es como irrepetible ese equipo. Y ese partido que es inolvidable y que sí marca la vida del que haya estado allí. Yo recuerdo ver ese partido y que me diera ya risa de la situación. Impresionante. Yo no sé si uno de los oyentes de Tercera Vuelta habrá sido estudiante mío. Yo en esa época daba una clase en la Universidad Javeriana. Yo había terminado mi maestría en Economía de la Universidad de los Andes y daba una clase de Estadística y Econometría. Y nos fuimos a celebrar. Y al otro día me levanté un poco en guayabado. Yo dije, nadie va a ir a clase. Y decidí no ir a clase. No fui a clase. Y me he encontrado con personas que me han dicho, usted faltó. Ese día era un domingo, claro. Sí, ese era un domingo. Entonces el lunes me han dicho, usted faltó el día después del 5-0. Y yo, ¿qué esperaban? No sé, no sé, no sé. Pero yo tenía esa idea. Este día no se me va a olvidar nunca. No, claro. Recuerdo bien la puesta en escena y no la he encontrado. Tenía una edición del gráfico de Argentina, de la revista Deportes. La portada. Yo la conseguía por aquí, se conseguía por aquí. Y la portada era de luto. Negra completamente. Y decía 5-0. No. Sí, yo me acuerdo del partido, de estar con mi papá y con mi hermano y la extrañeza de esa situación. Extrañeza, sí, sí. Sí, eso fue genial. Viene el Mundial, fracasa Colombia. Y viene otra fecha terrible que también recuerdo. Y es el sábado, la madrugada de viernes a sábado, pero es sábado 2 de julio de 1994 el asesinato de Andrés F. Cobar tú escribiste un libro sobre eso Ricardo otra vez el peor país del mundo el peor país del mundo, uno no tenía como explicar que eso pasara en este país yo después del asesinato de Andrés Jefcobar, la semana me fui a vivir a los Estados Unidos. Estudié un doctorado, llegué a la ciudad de San Diego, California. Y me pasó lo siguiente por dos o tres meses. Estaba en cualquier escenario y decía que era colombiano. Y la gente quedaba atónita. A mí me preguntaba. No, síaba ¿qué está pasando en su país? en todo el mundo era la imagen de Colombia ese asesinato nos describía como no sé la locura la brutalidad era como el palacio justicia, un momento en que uno decía pero como se le explica eso al mundo porque toca armar un contexto enorme empezar desde cuando en la historia para que eso tenga sentido el mundial había sido en Estados Unidos entonces la gente estaba muy sensibilizada y conocía la historia el partido del autogol había sido con Estados Unidos o contra Estados Unidos pues unos días antes yo no tenía nada que decir yo recuerdo esa noche no recuerdo la noche, fue el 2 de julio yo estaba en Medellín como me iba a ir a vivir a los Estados Unidos fui a despedirme de mis hermanos y mis papás me levanté temprano 7 y media de la mañana ese día sábado y alguien me dijo creo que mi hermano mataron a Andrés Escobar yo no lo podía creer y yo ese día dije no vuelvo a un estadio de fútbol en mi vida yo también he vuelto vez en cuando, dos veces yo he vuelto, sí, pero algo se rompió en mi relación con el fútbol. Yo creo que no se ha reparado del todo. No, no se ha reparado. Para el que estuvo allí, yo creo que no se ha reparado del todo. Uno logra de nuevo la suspensión de la incredulidad y logra meterse en el fútbol, pero hay algo roto después de esa muerte, porque si bien veníamos acostumbrados a la barbarie es decir, que mataran a Galán que mataran a Lara Bonilla que mataran jueces y policías y pusieran bombas todo esto, era tan descabellado que mataran a un futbolista que había hecho un autogol después uno se entera que además le gritaban autogol antes de matarlo, después uno se entera que si tenía queaban autogol antes de matarlo, después uno se entera que sí tenía que ver con apuestas, con alguien que había perdido dinero por el resultado en el mundial sí, era muy descabellado y es muy difícil que uno no le duela hasta hoy. Sí, no, no, yo recuerdo perfectamente esa mañana el sentido de, no sé, incredulidad. Totalmente. Esto no puede estar pasando, esto no puede estar pasando. Fue enteré por el noticiero, sí. Mal haríamos en decirles buenas tardes. Otra vez Colombia se llena de vergüenza. Andrés Escobar, jugador de la selección Colombia, fue cobardemente asesinado en Medellín. Y luego me llamaron unos amigos del... Yo ya estaba en la universidad, pero me llamaban amigos del colegio. ¿En qué momento, Ricardo, decides escribir un libro sobre eso? ¿Y por qué? Pues eso fue muchos años después, como en el 2007. En el 2007, sí. Que lo empecé a pensar. Y empecé a pensar sobre todo en un comentarista deportivo. Fue lo primero que se me ocurrió, el comentarista deportivo. Y luego pensé que sería interesante que se quedara mudo viendo una imagen muy dura. imagen que uno puede haber visto es ese autogol. Y ahí fui conectando y me di cuenta que eso era un trauma no solo mío, quiero decir de todo el mundo, y que era importante describirlo, digamos, como una catarsis, básicamente. Sentía en esa época un sentido, Ricardo así lo pensaba, tal vez una visión. A veces uno espera que el mundo esté moralmente ordenado, aunque sabemos que no lo está de antemano, pero cierta coherencia de que ese fracaso en el mundial del 94 y como la locura de la política había alcanzado el fútbol y todo era como coherencia, no podía ser de otra manera tenía que invadirlo todo esa locura, y lo fue invadiendo todo en el año 95 yo ya había terminado mi primer año No, tenía que invadirlo todo, esa locura. Y lo fue invadiendo todo. En el año 95, yo ya había terminado mi primer año de doctorado, me pidieron que escribiera, tenía que escribir un artículo. En el 95. En el 95, un artículo de eso en una clase, ¿no? Sí. Sobre algún tema. Sí. Y yo no sé si usar la palabra sublimación, que está un poco pasada de moda. No, pero es útil. Escribir sobre la epidemia de crimen violento y tratar de explicar allá a los profesores, a mí mismo lo que había ocurrido, esa transformación de Colombia que quizás tiene esta fecha, del 85 al 94 todo lo que había pasado rompimiento del orden social y la transformación de Colombia en lo que para mi mente seguía siendo cuesta decirlo, ¿no? El peor país del mundo. No creo que ya lo sea, pero no hemos hecho las pasas plenamente con esos años. Sí, de pronto desde el 84 con ese asesinato de Lara Bonilla todo empezó a ser, cruzó una línea y sí, como si uno hubiera entrado a un lado oscuro de una sociedad un lado muy oscuro, muy ya sordido de una sociedad, eso sí fue lo que pasó, quizás en el 94 empezó a ser otro tipo de Colombia todavía extraña y hasta hoy es extraña, digamos. Pero sí, esa década es particularmente violenta. El tiempo transcurre. Empieza el siglo XXI. El siglo XXI que todavía no estamos. Recuerdo el 31 de diciembre de ese año 1999 aquí en la ciudad de Bogotá. Un sentido extraño, ¿no? Yo estaba en Barcelona viviendo allá. Había un tema que se habían inventado unos consultores del Y2K de que eso se iba a acabar. Es que se iba a acabar el mundo. Yo nunca creía. Qué carreta tan berraca. Yo nunca creía eso. Que hicieron agastar un montón de plata a los gobiernos y empresas. Sí, que cambiaran. Y que los bancos se iban a perder. Todo, todo. Con el cambio de fecha. Era muy apocalíptico. Todos los computadores se iban a confundir. No pasó nada. No, no pasó nada, pero nada. Amanecimos el primero de enero del año 2000. Paso del tiempo tiene algo de irreal Ricardo, ya han pasado casi 24 años yo lo siento cercanísimo y después viene el 11 de septiembre del año 2001 si quizás sea la última de las fechas que reúnen tanto a la gente y yo creo que es el equivalente de nuestra generación de lo que fue para nuestros padres el 22 de noviembre del 63 ¿qué estabas haciendo ese día? yo estaba en mi casa en mi casa ya era el comentarista de cine de semana y entonces estaba trabajando en algo por el estilo, creo que me iba a ver una película esa mañana y me llamó Luis Fernando Afanador que era el comentarista de libros que además era un buen amigo digamos y había sido profesor mío en la universidad pero habíamos sido sobre todo amigos. Y entonces me llamó ahí mismo a contarme y me dijo prenda el televisor porque eso está pasando en este momento. Y desde ahí seguí en directo la llegada del segundo avión a la segunda torre, Que es una imagen pues imborrable. Es imborrable, imborrable. Yo en esa época tenía una costumbre, oía radio. Oía Caracol Radio, Darío Arizmendi. Y tenía un radiecito de esos de pilas que ya no se usan casi. Sí. Y lo ponía en la mesa del comedor cuando estaba desayunando. Sí. Y yo vi que Darío Arizmende dijo que una avioneta se había estrellado contra una de las torres gemelas. Una avioneta. Mientras entiendo. Yo decía una avioneta. ¿Cómo puede ser? Entonces me llamó la atención y fui a otro espacio con la arepa en la mano y prendí el televisor y vi en vivo y en directo el segundo avión. Hay que decir que esa es una época Y prendí el televisor y vi en vivo y en directo. Claro. Segundo avión. Hay que decir que esa es una época en la que eso se reproduce mucho más rápido. Es decir, de el 63, 22 de noviembre del 63 a 2011, 11 de septiembre, pues ya tenemos 300 canales. No, no, de todo, de todo. Aunque no tenemos hoy las redes sociales. Ahí no estaban. No eran. Pero ya era fácil verlo. Y yo, Ricardo, nunca me he aburrido de ver esos videos. No, eso es impresionante. Cada cliente los puedo ver una y mil veces y me parece impresionante. Es impresionante. Impresionante. Han venido documentales. Hay uno de Michael Moore que se llama Fahrenheit 9-11 jugando con la novela de Bradbury que es impresionante hay una película de Oliver Stone hay documentales todo, todo, todo hay esta idea de quienes se arrojaron del piso noventa y pico o sea quienes decidieron morir de una manera y no de otra. ¿Cómo decide uno eso? Es increíble. Siempre, para mí ha sido existencialmente eso duro. Durísimo. Esas imágenes de las personas cayendo. Lanzándose. Y las teorías de conspiración, para volver a nuestro tema reciente. El de el Pentágono, el de... Sí, que unas bombas. Está la película del vuelo ya no me acuerdo si el 93 el número. Muy buena película de cómo luchan contra... Lograron que no cayera encima del Pentágono, creo. Todo está conectado, Ricardo. Nosotros grabamos este episodio en el locutorio que queda a 10 metros de las oficinas de FEDESARROYO, donde yo trabajaba en esa época. Sí. Terminé de ver eso y tenía una reunión y vine caminando de mi casa, que no quedaba muy lejos, casi aquí donde estamos grabando. No pudimos trabajar. No, eso no se puede hacer nada. No pudimos trabajar. Esto, eso no se puede hacer nada. No pudimos trabajar, era... Esto cambió el mundo. Sí. Yo me pregunto luego de esa fecha si ha habido otra fecha así en este siglo XXI, ahora que pensábamos en el siglo XXI. Y no sé. No, tan espectacular como... Que reúna al mundo, pues. Yo creo que los efectos de eso quizás fueron sobredimensionados. Bueno, no sé, todo lo que ocurrió después. La guerra en Irak. Permitieron guerras absurdas. Guerras absurdas. Sufrimiento humano. Se derrumbó para siempre esa idea ingenua de Francis Fukuyama el fin de la historia. Sí. Sí, es absurdo. Que el capitalismo y la democracia liberal había triunfado ya. Y había triunfado para siempre. Sí. Y venían siglos y siglos de paz. Tengo la idea que hemos discutido siempre, Ricardo, de la época de locura, ¿no? Sí. De que no ha ocurrido una fecha como esa, pero que va a ocurrir. Sí. Sí, tienes razón y lo has venido diciendo de una época descuadernada. Y yo utilizo esta palabra ominosa, como que ya viene. La lógica de esta época no es lógica, es una lógica ilógica, es de hay algo surreal, algo de sueño en lo que está pasando en estos años, no se está comportando como con causa y efecto, aquí hay algo que no hemos terminado de entender, hay unos nuevos códigos, hay un desmadre madre que creo que no nos debemos tomar con miedo ni con fatalismo ni con pesimismo pero si tenemos que ser conscientes de que esto es una época diferente ayer leí una lista de esos libros que ya se están empezando a publicar de los libros de 2024 de un economista que llama Tyler Cowen y su libro favorito de no ficción empezando a publicar, de los libros de 2024, de un economista que se llama Tyler Cowen. Y su libro favorito de no ficción es un libro sobre lo que ocurriría en Estados Unidos después de una bomba nuclear. Es un análisis objetivo de lo que puede pasar. Y no sé, me da miedo que la próxima fecha grande vaya a ser esa. Será algo así, claro. El botoncito rojo que ya lo van a oprimir. Hay que decir que las fechas de las bombas atómicas es una fecha que no nos tocó, pero que tuvo que ser. No nos tocó, también fue. O Chernóbil, esa sé, porque esa me acuerdo, Chernóbil. Pero sí, la pregunta de si luego del 11 de septiembre ha habido otra fecha así, pues hay fechas traumáticas en Colombia como el plebiscito, por ejemplo, que nos hace a todos pensar su marco. Y ahí volviendo a Borges y la historia pudurosa, yo creo que esa fecha del plebiscito, octubre 2 del año 2016, cambió mucho la historia de Colombia. Todo lo que está ocurriendo tiene mucho que ver con eso me parece interesante esta conversación Ricardo ya desde un punto de vista más existencial y es porque yo repito con frecuencia una frase del poeta Aurelio Arturo que es los días que uno tras otro son la vida pero no todos los días son iguales. Y estas fechas que hemos repasado, el 6 y 7 de noviembre del 85, el 18 de agosto del 89, el 2 de julio del 94, en fin. Ha marcado nuestra vida, ¿no? Nuestra vida es recordar esos días. Nuestra vida es recordar esos días. Días difíciles. Días que resumen la esencia de lo que hemos vivido, nuestro contexto nos resumen, nos contienen y hay que decir que ya pensando existencialmente casi que uno debería anotar los días en los que no pasa nada porque son un triunfo, absolutamente cuando uno logra cumplir con su rutina como un libreto, es un día para anotar, para celebrar. Tienes, Ricardo, una intuición poética. La poeta polaca Wislawa Simborska escribió un poema sobre eso, sobre un día que no pasó nada. Y tiene un título muy bonito. Mayo 16 de 1973 una de esas muchas fechas que ya no me dicen nada a dónde fui ese día que hice no lo sé preferiría pensar que morí brevemente y no que nada recuerdo aunque viví sin pausa. Pues si no fui ningún fantasma, respiré y comí, di pasos que se oían y las huellas de mis dedos tuvieron que haber quedado en las puertas. Qué bueno. Vivimos esos otros días, ¿no? Sí. No lo recordamos tan vividamente. Pero estos días especiales, estos días que, como los contamos, Ricardo, que están asociados a tragedias, muestran también la época que nos tocó vivir, que en Colombia ha sido dura. Lo tenemos que reconocer de esa manera. Ha sido dura, sin duda. Y nosotros somos de alguna manera lo que vivimos en esa década del 80. Creo que ahí está. Yo creo que sí estamos marcados por eso. Abrazo fuerte Ricardo. Un gran abrazo. No es claro que todos podemos escribir, es claro que todos con suerte y con vocación podemos dedicarnos al oficio de escribir, pero últimamente pienso que no solo podemos, sino que debemos escribir. Escribir es la mejor terapia que tenemos a la mano. que debemos escribir. Escribir es la mejor terapia que tenemos a la mano. Bienvenidos a Ficcionario, un curso en audio sobre cómo y por qué escribir. Toma el audiocurso de escritura Ficcionario en ellocutorio.com slash ficcionario con Ricardo Silva Romero. Elige siempre un buen rato. Elige siempre una buena conversación. 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