Darién: un libro de retratos de la migración venezolana

Darién: un libro de retratos de la migración venezolana

31 de jul de 2024

En este episodio se explora el impactante trabajo del fotógrafo colombiano Federico Ríos Escobar, quien ha documentado el drama migratorio en la selva del Darién a través de sus fotolibros. Conversamos sobre sus experiencias y el proceso de creación de su reciente obra, "Darien".

Capítulos

El Impacto de Los Fotolibros de Federico Ríos

Federico Ríos ha capturado la realidad del conflicto armado en Colombia y el flujo migratorio en el Darién a través de sus fotolibros, "Verde" y "Darien". Ambos han sido realizados de manera independiente y financiados mediante preventa.

La Travesía Migrante en el Darién

Federico documentó el cruce del Darién por migrantes de múltiples nacionalidades, especialmente venezolanos y haitianos. Su trabajo destaca el estado vulnerable de los migrantes y los riesgos inherentes al cruce de esta peligrosa selva.

Reflexiones sobre el Fotolibro 'Darien'

'Darien' es un fotolibro que revela la cruda realidad vivida por migrantes que atraviesan la selva en busca de una mejor vida. Incluye un poema de Juan Mosquera que acompaña las imágenes, ilustrando el dolor y sufrimiento de los migrantes.

Aspectos Humanos en Zona de Conflicto

El fotolibro 'Verde' de Federico muestra la vida cotidiana de las FARC, fusionando la estética de la vida en guerra con aspectos humanos como la vanidad y la aspiración a la normalidad en medio del conflicto.

Conclusión

Federico Ríos ha utilizado su talento para documentar historias humanas en medio de conflictos y crisis migratorias. Sus fotolibros, creados con un enfoque independiente, ofrecen una profunda narrativa visual que busca concienciar y humanizar la experiencia del migrante. Su trabajo continúa siendo una herramienta vital para entender la complejidad de estos fenómenos.

Menciones

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               En un mundo lleno de información financiera, los ciudadanos pueden ayudarte a tener sentido de ello. Así que, si estás signando o haciendo un snooze en algunas noticias financieras, scrollando por tus sociales que todos parecen decir la misma cosa, o reuniéndote con tus vecinos en un coche para ganar fondos de la universidad, estás listo para hacer lo mejor de ello. Haga sentido de tu dinero con los ciudadanos. Aprende más en citizensbank.com. No hay nada como el lente de un fotógrafo, de un fotógrafo que es capaz de captar un momento y mostrarlo en imágenes, en imágenes que recorren el mundo, que se transportan por las redes y que le sirven a la sociedad para entender lo que está sucediendo en un país. El fotógrafo colombiano Federico Ríos Escobar ha logrado con sus fotografías eso, captar el drama humano del conflicto en Colombia. del conflicto en Colombia y fue uno de los primeros en irse a la selva del Darién a seguir con su cámara a todos esos migrantes. Aunque él es un fotoperiodista independiente, habitualmente trabaja con Julia Turkevich, que es la encargada de la oficina andina del New York Times. Y fue precisamente este trabajo inicial que hizo al lado de Julia Turkevich el que lo llevó a ser finalista del preciado premio Pulitzer en la categoría relativa al mejor reportaje internacional por su cobertura realizada en el tapón del Darién junto a la reportera Julia Turkevich. Esos reportajes fueron tan contundentes y tan reveladores que aquí los invitamos en a fondo en su momento, tanto a Julia Turkevich del New York Times como a Federico Ríos. Nosotros vamos caminando con todo este flujo de migrantes. Esto es un flujo, esto es una cantidad de gente como saliendo de un estadio de fútbol a veces. Entonces vamos caminando, paramos, fotografiamos. Si ellos se paran a descansar, ese es un buen momento para tener una conversación con ellos. Pasa una cosa y es que Julie, que es una periodista con mucha experiencia, se sienta con calma y empieza a hacer preguntas muy suaves y la gente como que expone de una vez su espíritu. Entonces los migrantes paran para tomar un descanso, porque claro, son lomas agotadoras, lodo, deshidratados, mal alimentados, el sol, la humedad de la selva, la lluvia. Entonces, cuando ellos paran, pues paramos también con el grupo con el que estamos caminando y Yuli aprovecha para hacer unas preguntas. Casi siempre pasa que Yuli pregunta, ¿cómo estás? O, ¿cómo es tu nombre? Y la gente con eso se pone a llorar y empiezan a contar su vida entera Nuestro invitado de hoy es Federico Ríos él acaba de iniciar la preventa de su nuevo libro Darien, un fotolibro en donde se recogen toda la reportería gráfica que él ha hecho producto de todas las veces que ha ido al tapón del Darién. El libro es editado por Santiago Escobar Jaramillo y es publicado por la editorial Raya e impreso en Matiz Taller, una editorial en Manizales. El libro va a estar listo para ser entregado en la primera semana de noviembre, pero la preventa ya comenzó y lo pueden comprar desde ahora en el link que dejamos en la descripción del podcast. ¿Cómo se ha desarrollado la idea de hacer libros muy importantes de manera independiente. No es la primera vez que saca un libro de esta forma, en preventa. Anteriormente, su primer libro que publicó de esta manera fue Verde, un fotolibro donde incluyó todos los registros fotográficos que logró captar su lente sobre el conflicto armado en Colombia y que estaban íntimamente relacionados con la reportería que hizo en los últimos años donde cubrió el conflicto armado en Colombia. Tengo entendido, Federico, que este fotolibro, me dirás si estoy definiendo este libro con la palabra correcta, recoge todo su trabajo fotográfico desde el 2013. Lo interesante de este libro no es sólo lo que muestra en El Tapón del Darién el drama humano de atravesar esta selva inhóspita, sino que Federico decidió ir a conocer la historia de esos migrantes que llegan al tapón del Darién, que en su mayoría eran venezolanas y siguen siendo venezolanos. Fue hasta la frontera con Venezuela y los acompañó en su travesía y retrató paso a paso su trasumancia, hasta el punto de lograr un fotolibro que demuestra la tragedia monumental que está sucediendo en esta parte del continente y que muy seguramente se va a incrementar con las últimas noticias de lo sucedido en las elecciones en Venezuela? Es exactamente un fotolibro. Hay una diferencia entre un fotolibro y un libro con fotos. Y es la forma de la narrativa. Hay libros con fotos, coffee table books muy bonitos, hermosos, que apelan más a la estética y a la belleza. Y estos fotolibros apelan más a una narración consecuente. Algunos son ficcionados, este es un fotolibro documental que precisamente comienza en el año 2013, en el momento en el que muere Chávez en Venezuela. Empiezo a fotografiar desde ahí, luego regreso un mes más tarde para las elecciones venezolanas, en las que queda elegido Nicolás Maduro, y después empiezo a documentar todo lo que está sucediendo con el éxodo venezolano. Hoy más de 10 millones de venezolanos han salido del país, unos 3 millones de venezolanos están en Colombia en este momento, venezolanos están en Colombia en este momento y yo empiezo a documentar todo esto desde una perspectiva periodística y empiezo a coleccionar un acervo de imágenes a generar un cuerpo de trabajo que en algún momento cuando miro para atrás pienso y digo ok, aquí hay un documento que puede convertirse en fotolibro, me siento con Santiago Escobar Jaramillo que es mi mejor amigo de toda la vida, nos conocemos desde los 18 años, es un gran fotógrafo y es un tremendo editor, tiene un ojo de editor que es una capacidad increíble de ver relaciones entre las imágenes que el fotógrafo mismo muchas veces no ve. Y tanto como para texto como para audio y para fotografía es importantísima también la figura del editor, una mirada externa más desapegada de las imágenes y más apegada a la narrativa. Entonces nos sentamos y empezamos a revisar un bloque enorme de 35 mil imágenes, estos son más de 10 años trabajando, y empezamos a reducir, a reducir, a reducir y a generar una secuencia narrativa lógica. Entonces tenemos ahí un poco del concierto de la frontera. Eso veo, empieza el concierto de la frontera aquí, donde están cerradas las carreteras con un título que dice paz. Había un contenedor, había varios contenedores en los puentes que comunican Cúcuta y San Cristóbal, bloqueados con contenedores y serpentina y alambre de púas y todo esto, entonces la gente no podía pasar libremente hacia un lado o del otro. Pero qué tal la foto que usted toma que uno de esos separadores tiene la palabra inscrita paz. Sí, es bien complicado. Yo creo que es importante también, como mencionas, que este es mi segundo libro de autor, mi primer libro es Verde, que es un libro que cuenta la transición de las FARC. Desde 2011 más o menos empecé a fotografiarlos, las FARC en armas, los diálogos, los acuerdos, la vida cotidiana de los guerrilleros en la selva, la dejación de las armas y las consecuencias. Entonces este libro cuenta, no sé, cuando el Frente Sexto derriba el avión de la escolta presidencial en Jambaló y Toribío, los combates en Limones entre Guapit y Mbiquí. Sí, es un libro que trata de asomarse a la vida cotidiana de las FARC. los combates en limones entre Guapit y Mbiki. Sí, es un libro que trata de asomarse a la vida cotidiana de las FARC. Y al final el libro termina como no en un desenlace, sino en varias versiones que podían suceder en el momento en el que publicamos el libro. Una de ellas era viendo hacia el regreso a las armas, el regreso al conflicto y el regreso al mercado de las drogas. Otra es los firmantes que se habían dedicado a la vida civil y otra era los firmantes que estaban dedicándose a la vida política. Y esos son, digamos, los tres desenlaces que hemos visto hoy de lo que pasó con los hombres de las Farc. Ese libro trata de hacer una mirada muy amplia. Tiene, digamos, unas fotos que son una línea de tiempo y tiene unas secciones específicas de series que yo había creado. Hay una que se llama El Morral de la Revolución. Y esa serie son doce fotografías de doce guerrilleros y guerrilleras que ponían en una mesa todo lo que había en su morral. Y eso era todo lo que ellos tenían en la vida. ¿Qué tenían? Es muy difícil para uno entender la vida en un morral. Uno tiene un clóset por allá en la casa en el que tiene unos zapatos que usa más y otros que usa menos. ¿Y qué tenían en esos morrales, por ejemplo, que a usted le pareció interesante o le pareció sorprendente? Lo obvio era que todos tenían un arma, por ejemplo. Todos tenían ropa civil, además de sus uniformes, bien envuelta en plásticos porque con frecuencia se mojaban por la lluvia y por los ríos. Un objeto común que me llamó mucho la atención era que todos tenían un perfume. Todos. Y yo les preguntaba, oye, ¿y un perfume para qué? Y decían, ah, es que uno no sabe. Pero uno no sabe qué, o sea, uno va navegando el río Pogue y en una curva del río aparece el amor de la vida. O como en la historia. Sí, en medio de la guerra además y el conflicto. Todos tenían un perfume. Y a mí eso me impactó. Pero también me permitía asomarme a la vanidad y a la humanidad de estas personas. En medio de la guerra y en medio de las armas. Hay otra serie más adelante en el libro que se llama Polaroids, y es la columna Jacobo Arenas, eran 59 guerrilleros que fotografían las montañas del Cauca, y a cada uno le hice una foto con una Polaroid pidiéndole que posara como él quisiera. Estas no eran las fotos en las que yo estaba capturando su vida cotidiana, le hice una foto con una polaroid pidiéndole que posara como él quisiera. Estas no eran las fotos en las que yo estaba capturando su vida cotidiana, sino pidiéndoles posen como quieran. Y después de la foto yo les pedía ahora firme de su puño y letra en la polaroid con cuál es su nombre de guerra y a qué edad ingresó a las FARC a qué edad ingresó a las FARC Ramiro 14, Lorena 16, Jumbo 14 Lady 17, Dani 15, Diana 13 Mardok 14 Daniel 16 Ángela 19 11 Maribel 11 años y Esteban, 13. Y eso, que era una serie de fotos en las que yo estaba solo esperando como entender los nombres de guerra y la edad a la que ellos habían ingresado a las FARC, se me convirtió en las manos, en un documento en el que ellos mismos estaban confirmando cómo habían sido reclutados, siendo incluso menores de 15 años. Maribel, 11 años. ¿Qué hace una niña de 11 años en las filas de un grupo armado al margen de la ley? La impresión que yo siempre tuve de eso es que hay como dos tipos de reclutamiento uno que es voluntario porque en esos campos no hay nada más extraordinario que ser parte de las FARC porque son los que llegan con armas, con comida, con víveres y todo el mundo quiere ser y los otros son los reclutados que efectivamente son forzosos. Sí, yo creo que a la luz de la perspectiva internacional, por debajo de los 18 años es reclutado. Y yo creo que es importante, para mí ha sido importante contar que el reclutamiento no es siempre que llega un grupo armado y pone un revólver en la cabeza del padre de familia y dice, nos vamos a llevar a su hijo. El reclutamiento muchas veces sucede por seducción, muchas veces sucede porque el grupo armado en el territorio, sea cualquiera que sea, sea cualquiera que sea, es en muchas ocasiones el único empleador, en otras ocasiones porque los niños y las niñas muchas veces crecen con estas fijaciones sobre los grupos y entonces empiezan a pedir que los grupos los integren, pero eso es reclutamiento también. Entonces yo creo que eso es una discusión importante para dar y una conversación importante que tener de cara al país. Claro, esto sucedió hace tiempo, claro, firmó un acuerdo en el 2016, por supuesto, pero esto es un tema que sigue siendo vigente. Entonces, dentro de esa misma serie, por ejemplo, está Pacho V, que era un comandante de las FARC, y Pacho V firma que a los 13 años entró a la guerrilla, y entonces eso no es una decisión personal, eso pues a la luz de las dinámicas internacionales es un reclutamiento, y habría que hablar con él a ver cuál es su opinión y la de muchos otros. Una de las cosas que uno ve en las fotos tuyas siempre es las manos que cogen armas y esas manos tienen esmaltes, que eso también es una cosa que a mí siempre me impresionó, cómo hay de cuidado, o sea, los hombres y las mujeres usan esmaltes en las manos, o sea, usaban, había como una estética, ¿no es verdad? Sí, yo me fijaba, me fijo mucho en los detalles al fotografiar, para mí los detalles son muy reveladores. Yo creo que entender esos detalles es entender la humanidad, entender que una guerrillera se pinta las uñas. se pintan las uñas. Y eso es aterrizar en la humanidad del individuo a pesar de que sea una mujer guerrillera. Yo creo que es fundamental entender esa latitud. Pero pasemos al Darien, a su nuevo libro. La tapa del Darien trae un dibujo de un artista, de un artista paisa. ¿Quién es ese artista paisa? ¿Y por qué decidió usted ponerle esa tapa a su libro de Darien? Sí, es una ilustradora de Medellín, se llama Daniela Hoyos. Y en una conferencia en la que me habían invitado justo para hablar sobre migración, ella estaba dibujando en directo y la conferencia, me doy cuenta que hay un dibujo en el piso, cuatro metros de dibujo, esto era enorme, y abstraía en un dibujo lo que yo he tratado de contar con fotografías. Entonces me pareció que estaba muy apropiado para hacer la portada de la chaqueta que envuelve el libro. la portada de la chaqueta que envuelve el libro. Así que hablé con Daniela, Daniela pues muy generosa, nos permitió usar la imagen como la portada, y de ahí para adelante pues ya empezamos a estructurar la línea de tiempo de lo que pasa en la migración. Entonces primero fotografié, digamos, el origen en Venezuela y después empecé a fotografiar cómo los venezolanos caminaban hacia Colombia. En todo el Cúcuta, pasando por el páramo. Por el páramo de Berlín, muertos del frío, en unas condiciones muy dramáticas. Y luego fotografía una migración que ha pasado un poco de agache. Y eran los venezolanos, mayoritariamente indígenas, migrando hacia Brasil. Entonces, esto eran indígenas Warao, desde el delta del Orinoco, en el nororiente de Venezuela, cruzando el río Orinoco hasta Puerto Ordaz y luego siguiendo, cruzando la Gran Sabana, los Tepuyes, el Salto del Ángel, el Roraima, y llegando a Pacaraima, que es la ciudad del norte de Brasil, frontera con Venezuela, cruzando hacia Brasil y entregándose a las autoridades brasileñas y las autoridades brasileñas pues además en un complique porque eran indígenas, que su lengua primaria era su lengua Guarao, que el español era su segunda lengua y que de portugués pues nada, no sabían nada, en unas situaciones muy difíciles, muy muy difíciles, después de esto en 2021 aparece la pandemia y los venezolanos que vivían en Colombia, que tenían los trabajos de más niveles de entrada, o sea trabajo de semáforo, de vender dulces, de vender en el Transmilenio, en el bus, de limpiar vidrios o trabajar en un lavadero, perdieron sus trabajos, fueron los primeros en perder sus trabajos y la falta de una red de protección y la falta de un paracaídas económico los apretó a un momento en que muchos de ellos decidieron volver a Venezuela y se regresaron. Entonces nosotros salimos desde Bogotá caminando, siguiendo decenas de familias de migrantes venezolanos que habían venido buscando una mejor vida y que ahora estaban peor que antes y estaban regresándose a Venezuela. Y después, cuando llegaron a Venezuela, encontraron un país en condiciones más difíciles de las que lo habían dejado. Así que decidieron regresar de nuevo a Colombia, una tercera hora de migrantes a Colombia. Hablando con colegas y expertos, me di cuenta que la migración a través del Darién, de manera masiva, y tengo que insistir, la migración a través del Darien, de manera masiva, y tengo que insistir que la migración a través del Darien ha existido desde los años 70. Sí, es cierto. Pero nunca fue un número dramático que excediera los 10.000 migrantes al año, y eso en términos de migración es poco. Pero en 2021, por la pandemia, si entre 2021 al final de la pandemia, había un grupo de haitianos que habían salido de Haití después del terremoto y que habían encontrado cobijo en Chile y en Brasil. Y ese grupo de haitianos se dio cuenta que en Estados Unidos iba a haber un cambio legal para los estatutos que protegían a los haitianos en esos países. Los que estaban en Chile y en Brasil también estaban en unas condiciones muy difíciles y ya les había llegado a oídos los rumores de cómo los cubanos estaban usando el tapón del Darién para cruzar a pie hasta los Estados Unidos. Y el cambio es que en 2020 eran 10.000 los migrantes que pasaban por el Darién, El cambio es que en 2020 eran 10.000 los migrantes que pasaban por el Darien, 150.000 en 2021, la mayoría haitianos. Eso fue... Y cubanos. O sea, en ese momento fue que todo empezó a salir un poco de control. A 2022 la cifra casi se duplicó, a 2023 fueron 540 mil y en 2024 en este momento van un poco más de 170 mil. Entonces esto es que rápidamente vamos a llegar al millón de personas que han atravesado la selva del Darién y no sólo es el número de personas sino el origen de las personas, porque en su mayoría siguen siendo venezolanos los que atraviesan la selva del Darién. Pero hay más de 100 nacionalidades cruzando la selva. ¿Estos chinos? Hay chinos que están huyendo de la persecución por su religión. Los chinos vuelan a Ecuador, que no les exige visa de entrada y viajan por tierra desde Ecuador a Colombia cruzan la selva del Darién a pie siguen todo Centroamérica y llegan a Estados Unidos hay afganos que viajan hasta Brasil de Brasil viajan a Perú, de Perú a Ecuador Ecuador a Colombia, cruzan la selva del Darién africanos de Bangladesh, de la India, más de 100 nacionalidades. Impresionante. Yo creo que es el paso migratorio más... Sí, superó al paso del Mediterráneo por África, digamos, del norte de África por Europa. Sí, creo que sí. En un mundo lleno de información financiera, los ciudadanos pueden ayudarte a hacer sentido de ello. por Europa, ¿no? Sí, creo que sí. You're ready to make the most of it. Make sense of your money with Citizens. Federico, evidentemente usted a lo largo de este reportaje fotográfico en este fotolibro Darien, concentra su mirada en las mujeres. Usted pudo ver durante todo este reportaje cuál es la situación real de las mujeres. Hay reportes de Human Rights Watch diciendo que las mujeres son las que más han sido golpeadas por la ola de violencia sexual que se siente en ese tapón del Darién? Pues en el Darién hay una problemática en este momento de violencia sexual muy dramática, muy dramática. Inicialmente ha habido en los escenarios de migración hombres solos, jóvenes, fuertes. Que eran los cubanos. Exacto, abriendo un poco los caminos, abriendo las trochas y esto, y luego empiezan a viajar familias enteras, y luego empiezan a viajar mujeres con niños, y luego empiezan a viajar familias con bebés de meses, una foto de un hombre que se llama Jordi Chino, sentado en una quebrada con su bebé de dos meses en los brazos, y es impresionante, y es entender la compleja dicotomía del migrante. El migrante cuando decide emigrar se enfrenta a la decisión de llevo a mi familia y la arriesgo, porque esto es un riesgo real, hay muchas personas que han muerto, llevo a mi familia y la arriesgo en la selva, llevo a mi familia y la someto a este sufrimiento con la esperanza de un futuro mejor, o dejo a mi familia y la condeno y me condeno como migrante a no volverlo a saber jamás. Porque en general el migrante no está migrando hacia los Estados Unidos con la esperanza de llegar y al siguiente día tener una green card y poder tomar un avión para regresar a visitar. El migrante sabe que va en negro, el migrante sabe que va a trabajar bajo cuerda, que va a negro, el migrante sabe que va a trabajar bajo cuerda, que va a trabajar con un salario inferior al salario estándar, en unas condiciones mucho más fuertes seguramente. Entonces muchos han decidido llevar a sus familias y para mí es fuerte. Gineska, la mujer de esta foto, era una mujer de 19 años, con una niña de un poco más de un año y una bebé de nueve meses en brazo, y viajaban ellas tres solas, se había quedado sin dinero, entonces no tenía para pagar el paso. Las niñas del cabiticas. Claro, los problemas de desnutrición. Desnutrición impresionante. ¿Yinesca era venezolana o de Haití? Yinesca es venezolana. Yinesca es venezolana. Usted tiene aquí un poca es venezolana. Chinesca es venezolana. Usted tiene aquí un poema, ¿por qué no me lo lee? Y ese poema es de quién, por qué y cómo. Este es un poema de Juan Mosquera, el poema se llama Darien. Juan es un periodista, escritor, poeta, pensador, humanista, es un tipo al que yo recurro siempre cuando tengo problemas o dilemas éticos, morales, es un tipo con una gran capacidad, con una tremenda claridad mental y a mí me funciona como un faro. El poema se llama Darien. Marchan como penitentes de una culpa que no es suya, hileras de tristeza y desesperación como siluetas de hambre confundidas con la sombra del último árbol que cayó ayer. Tienen por equipaje no mirar atrás. Un desfile de angustia, selva adentro, un de sus pies entre pantano y desasosiego. Peregrinos, multitud invisible a los ojos de todos y aún viéndolos nadie los ve. Hay quien huye del fuego entrando a un incendio. Federico, cuéntenos por qué usted decidió meterse en esta aventura como se metió. ¿Por qué no fue a una editorial tradicional para sacar este inmenso fotolibro? ¿Y por qué decidió meterse, más bien hacerlo de manera independiente, con su propia editorial y venderlo a través de esta fórmula? Como es un libro independiente, porque por supuesto yo no, o sea, yo con esto estoy contando lo que sucede, pero yo no quiero hacer un statement a favor o en contra de la migración. Yo no quiero decir, paren de emigrar, ni quiero decir tampoco, oiga, váyanse todos. Para mí esto es lo que está pasando, es mi ojo artístico y mi ojo documentalista puesto sobre esta situación. Así que el libro lo estoy haciendo con un crowdfunding. Hay una página de Baki, que es una plataforma de crowdfunding que funciona muy bien en toda Latinoamérica y la gente puede entrar a la página. ¿Qué es cuál? Sí, es un poquito más compleja, pero se llama Fotolibro Darien. Entonces uno pone como Baki Fotolibro Darien, o Baki Fotolibro Darien Federico Ríos, aparece fácil en cualquier buscador. Y ahí la gente puede tomar la decisión de comprar el libro en Colombia o de comprar el libro con envío internacional. Cualquiera de las dos opciones. Es muy sencillo ahí como hacer los clics y comprar el libro en preventa. Entonces lo que hacemos es, pusimos esta preventa con este crowdfunding, la gente puede comprar el libro y a finales de octubre, principios de noviembre van a estar recibiendo el libro. Es como una forma de financiar la producción del libro sin tener que entrar a un gran sello editorial. Es la forma que usamos con Verde, mi libro anterior, funcionó muy bien. ¿Y el libro se agotó. Y el libro se agotó. Y el libro se agotó, sí, finalmente imprimimos cuatro ediciones y también como mi perspectiva de artista es que cuatro ediciones de cuánto? De mil. Y mi perspectiva de artista es que hay pues eso, un número limitado de impresiones y con eso llegamos hasta esto. Ahora vamos a ver cuántos imprimimos de ARIEN, pero también creo que no van a ser, no es un tiraje como infinito, enorme, así 10.000, no, no creo. Yo creo que tal vez entre 1.000, 2.000, algo así. Esta migración que también captura la fotografía de Federico Ríos es una realidad que va a aumentar. Si la situación en Venezuela sigue como está, muchas más familias como la de Ginesca, que aparecen en este fotolibro de Federico Ríos, van a venir desde Venezuela a cruzar el tapón del Darién. Pero dejemos que sea Federico y su voz el que cierren este podcast, con una frase que él mismo escribió a manera de pie de foto, en su libro El Darien. Cruzar el Darien es pagar un peaje de dolor, sufrimiento, agonía y muerte para llegar a los Estados Unidos. Es el pago con el cuerpo de lo que los migrantes pobres no pueden resolver con dinero. Esto es A Fondo. Mi nombre producido por Mafialand. Producción general, Juan Diego Barrera. Gestora de audiencias, Beatriz Acevedo. Postproducción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. ¡Gracias por ver el video!