
Crónica de la última crisis entre Bogotá y Washington
10 de jul de 2025
En este episodio del podcast "A Fondo", se analiza la compleja situación diplomática entre Colombia y Estados Unidos, desencadenada por acusaciones infundadas del presidente Gustavo Petro sobre un presunto golpe de Estado orquestado desde Washington. Este es el segundo conflicto en seis meses entre los dos países, destacándose por su intensidad y dificultades para ser manejado diplomáticamente. María Jimena Duzán ofrece un recuento detallado de los eventos que llevaron a esta tensión bilateral.
Capítulos
El inicio del conflicto
El presidente Gustavo Petro, en declaraciones realizadas el 13 de junio, acusa sin pruebas al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, de estar involucrado en un golpe de Estado en su contra, lo que genera una fuerte crisis diplomática con Estados Unidos.
La primera crisis con Donald Trump
Esta no es la primera vez que Petro se enfrenta a Donald Trump. En febrero, un trino del presidente Petro a las cuatro de la mañana provocó una respuesta furiosa de Trump, amenazando con sanciones económicas.
El atentado contra Miguel Uribe
El atentado contra el senador Miguel Uribe exacerba las tensiones, especialmente tras las declaraciones de Marco Rubio responsabilizando la retórica del gobierno Petro como catalizadora del ataque.
La publicación de los audios de Álvaro Leiva
El periódico El País publica audios en los que el excanciller Álvaro Leiva discute supuestos esfuerzos para derrocar a Petro, lo que aumenta las sospechas de un complot y complica aún más la crisis diplomática.
Esfuerzos diplomáticos para la resolución
Gustavo Petro envía una carta al presidente Trump aclarando, aunque no rectificando, sus declaraciones. Sin embargo, persisten las tensiones hasta que ambas partes llaman a sus embajadores a consultas.
Resolución y futuro de las relaciones
Finalmente, con declaraciones de ambos gobiernos, la crisis parece llegar a su fin con el regreso de los embajadores a sus respectivos puestos. Sin embargo, queda por ver si esta es una solución duradera.
Conclusión
Tras intensas semanas de acusaciones y tensiones diplomáticas, la crisis entre Colombia y Estados Unidos parece haber llegado a su fin. Aunque los embajadores han regresado a sus puestos, el episodio ha dejado una huella de desconfianza que podría influir en las futuras relaciones bilaterales. María Jimena Duzán finaliza el episodio recordando la importancia de manejar los asuntos internacionales con prudencia y diplomacia.
Menciones
- (Org) Progresiva Insurancía
- (Persona) Gustavo Petro
- (Persona) Laura Sarabia
- (Persona) Armando Benedetti
- (Persona) Marco Rubio
- (Persona) Donald Trump
- (Persona) Álvaro Leiva
- (Persona) Miguel Uribe
- (Org) Centro Democrático
- (Persona) Díaz-Balart
- (Persona) Nicolás Maduro
- (Persona) Daniel García Peña
- (Org) Caracol Radio
- (Org) El País
- (Persona) John McNamara
- (Persona) Héctor Carvajal
- (Concepto) Golpe de Estado
- (Fecha) 13 de junio
- (Fecha) 7 de junio
- (Fecha) 11 de junio de 2025
- (Fecha) 23 de junio
- (Fecha) 29 de junio
- (Fecha) 3 de julio
- (Lugar) Bogotá
- (Lugar) Washington
- (Lugar) Sevilla
Este episodio fue traído a ti por Progresiva Insurancía. Responsables fiscalmente. Genios financieros. Magicos monetarios. Estas son las cosas que la gente dice sobre los colegas que cambiaron su insurancía de carro a Progresiva y salvaron cientos. Visita Progresiva.com para ver si puedes salvar. Progresiva Insurancía Casual y sus afiliados. Los salarios potenciales variarán. No están disponibles en todos los estados o situaciones. company and affiliates. Potential savings will vary, not available in all states or situations. Todo parece indicar que este último año del presidente Gustavo Petro es el año en que hay que pelear con todo el mundo. Porque es el año del sálvese quien pueda, o mejor, el año de me salvo yo y ustedes que se frieguen. que se frieguen. Peleó con su gabinete, con el gabinete que lo acompañó, prefirió apoyar a Laura Sarabia y a Armando Benedetti para que se quedaran dos alfiles que no tienen nada que ver con un proyecto de izquierda, pero entraron y se quedaron. Y hoy uno de esos dos alfiles, Laura Sarabia, ha sido sacada del Olimpo. Y ahora, ella ya no es la hormiguita trabajadora que siempre estuvo detrás de él y que él tanto defendió cuando muchos denunciamos sus presuntos actos de corrupción, sino una mujer codiciosa. El presidente Gustavo Petro ha peleado con los banqueros, con los empresarios, con los periodistas que cuestionan su gobierno, con opositores que no están de acuerdo con lo que ha sucedido en su administración. Y por eso, pues, no es raro que también haya peleado con los Estados Unidos, que es, de todas formas, nuestro principal socio económico. Y que el detonante para que se hubiera dado esta crisis entre Bogotá y Washington, que, ojo, es la segunda que se produce en solo seis meses desde que llegó Donald Trump al poder, pues hubieran sido unas declaraciones dadas por el presidente Gustavo Petro, el 13 de junio de ese año, en las que acusa sin pruebas, oíganme bien, al secretario de Estado Marco Marco Rubio, y a varios congresistas estadounidenses de formar parte de un presunto golpe de Estado que se estaría fraguando en su contra. Pero, como decía, esta es la segunda crisis en seis meses entre Gustavo Petro y Donald Trump. La primera crisis, ustedes recordarán, se dio a mediados de febrero, Petro y Donald Trump. La primera crisis, ustedes recordarán, se dio a mediados de febrero, cuando el presidente Petro rechazó en un trino mal escrito a las cuatro de la madrugada, la llegada de aviones gringos que traían deportados a Colombia, argumentando que estaban siendo tratados como criminales. Ese trino, que tenía mucho de cierto, valga la verdad, Ese trino, que tenía mucho de cierto, valga la verdad, pero que debió haber sido un tema espinoso, que debió haberse tramitado por las vías diplomáticas, enfureció al presidente Donald Trump, quien de inmediato amenazó con castigar a Colombia, con aranceles del 25%, con sanciones financieras y bancarias, además de que anunció el retiro de las visas a todos los funcionarios del gobierno Petro. La crisis, afortunadamente, duró no más de 10 horas, porque al final la diplomacia entró en acción. La diplomacia entró en acción y se salió de los twitters y de los X y se logró solucionar este gran impasse. Esta segunda crisis fue mucho más difícil, mucho más difícil de manejar porque hubo de por medio una acusación infundada hecha por el propio presidente Gustavo Petro, quien decidió acusar a Marco Rubio, secretario de Estado, de golpista, como si se tratara de cualquier cristiano en Colombia. Y lo que es peor, en lugar de haber aceptado que se había equivocado y que tenía que rectificar, decidió mantenerse en su error, como si fuera más importante su ego presidencial, esta crisis que duró 24 días llegó al punto más álgido porque Estados Unidos decidió llamar a consultas a su embajador en Colombia, John McNamara, y lo propio hizo posteriormente el presidente Gustavo Petro, quien llamó al embajador colombiano en Washington, Daniel García Peña, a consultas a Bogotá, que es sin duda la medida que utiliza un estado cuando se está próximo a romper relaciones con el otro estado. con el otro estado. Aquí en a fondo hemos hecho un recuento de esta crisis que se produjo entre Washington y Bogotá y que duró cerca de 24 días y que al parecer, según las últimas informaciones, puede haber llegado a su fin. La trama es digna de una serie de suspenso. Ajustense los cinturones. Es digna de una serie de suspenso. Ajustense los cinturones. Hay la sensación de que las relaciones se agrietaron definitivamente entre Bogotá y Washington luego de que el periódico El País, el diario El País, publicó esos audios en donde se veía al excanciller, se oía al excanciller Álvaro Leiva hablando de un golpe en el que deberían estar muchos nombres, incluidos congresistas muy allegados al propio secretario de Estado, Marco Rubio, de los Estados Unidos. Sin embargo, en realidad, esto viene desde el 8 de mayo de este año, cuando por primera vez el presidente Gustavo Petro en un acto público habló de que había en camino un golpe de Estado en su contra y que en ese golpe estaría muy posiblemente un congresista norteamericano, Díaz-Balart. Y dijo, oiganlo bien, que ese congresista se había incluso reunido con narcos y que eso lo iba a denunciar ante la justicia norteamericana. Oiganlo. Al lado del senador Díaz-Balart, el cual no lo organizó, sino le están pidiendo que entre. No conozco cómo un senador de Estados Unidos, por muy de extrema derecha que sea, se le ocurra conspirar contra un presidente progresista latinoamericano que no es de su país, al lado de políticos que han metido en el mismo complot a organizaciones narcotraficantes, señor Díaz-Balart. El 7 de junio se produce el tenaz y execrable atentado contra Miguel Uribe, senador por el Centro Democrático, partido opositor al gobierno de Gustavo Petro. Y eso produce una reacción en el Departamento de Estado por parte de Marco Rubio, quien más o menos, además de condenar enérgicamente el intento de asesinato contra el senador Miguel Uribe, dice que es el resultado de una violenta retórica que se ha generado desde los más altos estrados del poder. Esa declaración molesta muchísimo al presidente Gustavo Petro. Estados Unidos condena energéticamente el intento de asesinato del senador Miguel Uribe. Esto constituye una amenaza directa a la democracia y es el resultado de la violenta retórica izquierdista proveniente de las más altas esferas del gobierno colombiano. Tras haber presenciado de primera mano el progreso de Colombia en las últimas décadas para consolidar la seguridad y la democracia, no puede permitirse volver a tiempos oscuros de violencia política. El presidente Petro debe moderar su discurso incendiario y proteger a los funcionarios colombianos. Acompañamos en oración a la familia, los seres queridos y los partidarios de Miguel. Los responsables de este ataque deben comparecer ante la justicia. Luego viene otra fecha importante, retenganla. El 11 de junio del 2025, tres días después de que se produce el atentado contra Miguel Uribe Turbay. se produce el atentado contra Miguel Uribe Turbay. El 11 de junio del 2025, el presidente Nicolás Maduro hace una denuncia y dice que tiene fuentes que le aseguran que hay en camino un golpe de Estado contra Gustavo Petro. Es un plan que está siendo dirigido por Marco Rubio de Estados Unidos y tiene como fin llenar de bandas criminales, de violencia criminal, de terrorismo todo Colombia para ir a derrocar al gobierno progresista del presidente Gustavo Petro e imponer un escenario para que vuelva un gobierno de extrema derecha, neofascista. dice, haciendo alusión a lo que había denunciado el día anterior por el propio presidente Maduro, que Marco Rubio estaba metido en ese golpe de Estado. Escúchenlo. Dice un presidente vecino que el señor Marco Rubio está organizando un golpe de estado contra mí Evidentemente ante esta acusación directa sin pruebas del presidente Gustavo Petro Porque realmente no hay pruebas y si hay pruebas pues el presidente debía haberlas presentado. En ese mismo instante se produjo una dura reacción de Washington. De inmediato fueron notificados tanto la canciller Laura Sarabia como nuestro embajador en Washington, Daniel García Peña, de que el Departamento de Estado exigía una declaración del presidente Gustavo Petro en la que se debería retractar de la acusación hecha contra el secretario de Estado, Marco Rubio, porque no era cierto que él estuviera urdiendo un golpe contra el presidente colombiano. Se hicieron consultas, pasaron los días, 13, 14, 15, 16, 17, pasó una semana y solo una semana y media después de estas acusaciones directas, envió una carta al presidente Donald Trump en la que aclara, no rectifica, sino que aclara que nunca tuvo ninguna intención de involucrar al secretario de Estado, Marco Rubio, en el presunto golpe de Estado que estaría en camino contra él. En esa carta, el presidente Gustavo Petro, más que rectificar, aclara que nunca tuvo ninguna intención de vincular ni al secretario de Estado, Marco Rubio, ni a varios congresistas estadounidenses al presunto golpe de Estado que se está fraguando o se estaría fraguando en su contra. Y de paso, le hace saber que tampoco le gustaron mucho las declaraciones que el propio Marco Rubio dio luego del atentado contra Miguel Uribe, en el que insinuaba que la retórica violenta de la presidencia de la República había sido el detonante del ataque. Escuchen a partes de esta carta. Deseo aclarar que cualquier expresión mía que haya sido interpretada como una acusación directa sobre la participación en un supuesto golpe de Estado en Colombia no tenía la intención de señalar a nadie de manera personal ni de cuestionar sin fundamentos el papel de los Estados Unidos. En contraste, sí me preocupa profundamente que, tras el atentado criminal contra el senador Miguel Uribe Turbay, se haya insinuado públicamente que la, entre comillas, retórica violenta de esta presidencia fue un detonante del ataque. Como ya ha sido establecido por las autoridades investigativas, no existe prueba alguna que vincule a este gobierno ni a sus discursos con ese lamentable hecho. Los responsables deben ser encontrados y juzgados, sin sesgos ni intereses políticos de por medio. Un dato para que lo retengan. Esta carta tiene fecha del 23 de junio, pero solo la conoció el país hace unos días, pero solo la conoció el país hace unos días, cuando la publicó un medio colombiano, Caracol Radio. En medio de esta rifirrafe y esta gran tensión que ya se estaba viviendo, se produce la publicación de los audios que aparecen en el diario El País el 29 de junio, en los que se escucha al excanciller Álvaro Leiva, un eterno con espiretas, hablar de cómo es que él está haciendo todo lo posible para sacar a Gustavo Petro del poder y que anda en la tarea y en la brega de ver cómo mete en ese intento de sacar al presidente a varios políticos colombianos precandidatos como Vicky Dávila o Miguel Uribe y también a políticos cercanos a el Antonio Jiménez, y también de su amigo Díaz-Balart. Era evidente entonces que lo que el presidente Gustavo Petro había denunciado desde el 8 de mayo, en el sentido de que había un golpe de Estado en camino, pues ahora cobraba aún más fuerza. un nuevo protagonista, que era el ex canciller Álvaro Leiva. Dos días después de que se conocieron los audios, desde Sevilla, donde estaba cumpliendo un compromiso, estaba invitado a una conferencia, Gustavo Petro salió a hablar de los audios y dijo que todos los que estaban mencionados ahí, incluidos los que pertenecían al gobierno norteamericano, tenían que rendir cuentas. Ella tiene, digamos, todas las personas que nombra allí, de las cuales yo no sé si lo que él cuenta es verdad o no, pues deben dar explicaciones, y no solamente políticas públicas, sino ante la justicia. Esta declaración, pues obviamente, se recibió en Washington como un balde de agua fría, sobre todo luego de que Gustavo Petro había escrito una carta a Donald Trump en la que aclaraba, no rectificaba, que el secretario de Estado, Marco Rubio, no tenía nada que ver con el golpe de Estado que supuestamente estaba en camino en su contra. ¿Y qué pasó después? Pues lo que ya era inevitable, que el 3 de julio el Departamento de Estado sacó una declaración en su cuenta de X anunciando que llamaba a consultas a el embajador encargado de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, y acto seguido el propio presidente Gustavo Petro, también en X, porque ahora todo es en las redes, anunció que llam se sabía realmente era si lo que se había dicho en la carta, escrito por Gustavo Petro a Donald Trump, seguía teniendo validez para Washington. De alguna manera, Gustavo Petro, debo decir, quiso enmendar las cosas. Y días después, en un acto en el que estaba posesionando a su amigo Héctor Carvajal como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, se echó un discurso. Y de taquito salió a decir que él tenía muy claro que quienes habían participado por norteamericano vinculados al presunto golpe. Que si Marco Rubio estaba en un golpe de Estado contra Petro, no creo que Marco Rubio esté en un golpe de Estado contra Petro, porque los señores de la extrema derecha que estaban en eso no llegaron a la oficina de Marco Rubio, sino a la de otros, y no me voy a poner a aprendizaje por eso. Es un asunto que la fiscal general de la Nación tiene que establecer, no yo. Cuando estábamos terminando este podcast, pues se conoció la noticia de que la crisis, esta segunda crisis en seis meses con Washington se habría conjurado y que el embajador de Colombia en Washington había vuelto a Washington y que lo propio estaría haciendo en los próximos días y horas el embajador estadounidense en Colombia, John McNamara. Y como para que quedara claro, el embajador colombiano en Washington, Daniel García Peña, salió a reiterar que el secretario de Estado, Marco Rubio, y los Estados Unidos, es decir, miembros del Congreso estadounidense, no tenían nada que ver ni tienen nada que ver con el intento, abre comillas, de golpe contra el mandatario colombiano. Según Daniel García Peña, quien habló por muchos medios de comunicación, la crisis ha sido superada. Y mañana sabremos si esta declaración del embajador, que es la rectificación pública que estaba esperando Washington, es suficiente para Donald Trump y su gobierno, o si la trama maluca sigue. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Santiago Acosta López. Música original del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. Gracias por ver el video.