¿Cambiarán los demócratas de candidato después del debate desastroso para Biden?
28 de jun de 2024
En este episodio de 'El Reporte Coronell', se aborda el reciente debate presidencial en Estados Unidos, el cual ha generado controversia sobre la capacidad del presidente Joe Biden para continuar su candidatura para un segundo mandato. Se analiza cómo, después del debate, incluso dentro del partido demócrata, se cuestiona su reemplazo para las próximas elecciones.
Capítulos
El comienzo del debate presidencial
El episodio inicia relatando cómo el debate presidencial reciente en Estados Unidos ha desatado una discusión nunca antes vista en el país acerca de la idoneidad de Joe Biden para continuar como candidato del partido demócrata. El enfoque ya no es quién ganó o perdió, sino su capacidad para llevar a cabo una candidatura exitosa.
Desempeño de Joe Biden y reacciones
En el debate, el presidente Biden mostró signos de debilidad y agotamiento, lo cual fue aprovechado por su oponente Donald Trump para criticarlo duramente. Las fallas y silencios de Biden pusieron en entredicho su capacidad cognitiva y de liderazgo, lo que generó preocupación dentro de su propio partido.
Reemplazo potencial de Biden
A raíz del debate, varios dentro del partido demócrata empiezan a considerar la idea de reemplazar a Biden como candidato. Se mencionan diferentes figuras que podrían ocupar su lugar, como la ex primera dama Michelle Obama o los gobernadores Gavin Newsom y Gretchen Whitmer.
Impacto en el partido demócrata y comparaciones históricas
El debate ha sido descrito como uno de los peores en la historia para un candidato presidencial y se compara con el debate presidencial Nixon-Kennedy de 1960. Las dudas sobre la continuidad de Biden no solo afectan su candidatura, sino también la posible participación de Kamala Harris.
Futuro de los debates y elecciones
Existen incertidumbres sobre si el próximo debate, pactado para el 10 de septiembre, se llevará a cabo y qué estrategias tomarán los demócratas para las elecciones debido al desempeño de Biden en el primer debate.
Conclusión
El debate presidencial ha dejado una gran inquietud sobre la candidatura de Joe Biden para un segundo mandato. La posibilidad de un nuevo candidato demócrata parece más cercana después de su desempeño en el debate, lo que podría alterar la dinámica política para las próximas elecciones.
Menciones
- (Persona) Joe Biden
- (Persona) Donald Trump
- (Persona) Julio
- (Persona) Daniel Coronel
- (Org) Univision Noticias
- (Org) The New York Times
- (Org) CNN
- (Org) ABC
- (Persona) Maca Casado
- (Persona) Jill Biden
- (Persona) Anderson Cooper
- (Persona) Kamala Harris
- (Persona) Mark Well
- (Persona) Gavin Newsom
- (Persona) Gretchen Whitmer
- (Persona) Michelle Obama
- (Evento) Debate presidencial 2023
- (Fecha) 10 de septiembre
- (Fecha) 19 de agosto
Llegó el presidente de Univision Noticias a su propio reporte. En la W, el reporte coronel. Daniel, desde que vi el debate, pensé, ¿qué estará pasando por la mente del reporte coronel? ¿Qué tenemos hoy? Buenos días, Julio. Este es el reporte coronel fue verdaderamente insólito lo que vivíamos en el máster de transmisión mientras estaba pasando porque no había pasado nunca al final de un debate la discusión que recorre Estados Unidos a esta hora no consiste como siempre en establecer quién ganó y quién perdió el debate lo terrible es que muchos de quienes han sido partidarios del presidente Joe Biden empiezan a discutir la necesidad urgente de llevar otro candidato a la elección de noviembre. No es que tengan simples dudas de su desempeño en el debate. Lo grave es que empiezan a tenerlas acerca de su capacidad para sacar avante una candidatura y eventualmente un segundo periodo en la presidencia. En la primera página de The New York Times aparece el temido título, abro comillas, Los demócratas hablan de reemplazar a Biden en el tiquete. Y la verdad es que resultó angustioso el primer debate presidencial. El presidente Joe Biden, un hombre de buenas maneras y trato considerado, perdió tanto en las palabras como en los silencios. para cerrar oraciones o redondear ideas, al punto que su contendor, el expresidente Donald Trump, le soltó esta afirmación, abro comillas, realmente no sé lo que él quiso decir al final de esa frase, creo que él tampoco lo sabe. En el sorteo que ocurrió días antes, el presidente Joe Biden había escogido hablar de primero, lo hizo con una voz muy tenue, rasposa por un aparente resfriado que para algunos solo era un síntoma de agotamiento. Contrastaba el susurro de Biden con la voz firme y, si se quiere, arrogante de su contendor. En ocasiones, el presidente tosió y eso lo hizo lucir débil. Pero como les decía, el presidente Biden no solamente perdió en las palabras, también resultó derrotado en los silencios. Los primeros 28 minutos del debate, el presidente parecía ignorar que estaba en cámara, en pantalla partida, mientras hablaba su adversario. La imagen que vieron millones de personas fue la de un hombre que permanecía con la boca abierta, respirando con dificultad, tocándose erráticamente los ojos o la nariz, y en varios momentos mirando hacia abajo, con la actitud de un niño regañado, mientras Trump despotricaba de él. Los gestos cautos y lentos no reforzaron la elegancia de sus modales, sino que lo hicieron lucir desconectado y fuera de forma. En contraste, mientras Biden hablaba, Trump usaba gestos, muecas y toda clase de recursos histriónicos para descalificar las afirmaciones del incumbente e incluso para ridiculizarlo. Trump, como ha sido costumbre, incurrió en pintorescas exageraciones, imprecisiones cuando no en francas mentiras, como decir que por la frontera han entrado millones de criminales y locos salidos de instituciones psiquiátricas sin que Biden lo atajara oportunamente o con la fuerza necesaria. Pasaron 31 angustiosos minutos antes de que Biden pronunciara la frase nunca he escuchado tanta basura en toda mi vida, pero ya en ese momento había irremediablemente perdido la iniciativa. Hubo algunos momentos en los que logró golpear al republicano como cuando habló de la toma del Capitolio o cuando destacó aquí el único delincuente convicto es él o cuando afirmó que Trump se había acostado con una estrella del porno mientras su esposa estaba embarazada. Incluso fue contundente cuando explicó me postulé para que no elijan a este hombre nunca más. Trump fanfarroneó diciendo que recientemente había sido sometido a pruebas cognitivas que probaban su agilidad mental e invitó a Biden a hacer lo mismo. A este punto todo parecía jugado. Los demócratas miraban el reloj ansiando el final del debate al que le faltaban aún 20 largos minutos. Cuando finalmente sonó la campana, el expresidente Trump abandonó el escenario entre grandes zancadas. El presidente Biden esperó a su esposa que vino por él. La primera dama, la doctora Jill Biden, amorosamente lo ayudó a salir del estudio mientras arrastraba sus pies. El posdebate de los medios avanzaba en la enumeración de los momentos que acababan de ver millones de televidentes en el mundo. Maca Casado, la vocera de la candidatura del presidente Biden, explicaba que el mandatario sufría un resfriado y que quizás eso había afectado su desempeño. El agudo periodista Luis Mejid, mi colega en Univisión, preguntó, ¿será que podremos ver al presidente sin gripa? Mientras tanto, la vicepresidenta Kamala Harris reconocía ante el periodista Anderson Cooper de CNN que el presidente había tenido en el debate lo que llamó un comienzo lento, pero le pidió a los votantes no fijarse en los 90 minutos que acababan de ver, sino en los tres años y medio de su administración. El tácito reconocimiento de la derrota de Biden por parte de su compañera de fórmula encendió como pólvora el escenario político. Mark Well, un prominente donante demócrata, preguntó, abro comillas, ¿tendremos tiempo para poner a alguien más en ese lugar? Otro destacado dirigente del partido de gobierno comentó, comillas, si yo fuera Gavin Newsom, es decir, el gobernador de California, o Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan, empezaría a hacer llamadas desde esta noche. Hace meses venía planteándose la discusión en las toldas demócratas sobre la conveniencia de la candidatura del presidente. Incluso algunos se habían atrevido a mencionar el nombre de la ex primera dama Michelle Obama como la receta salvadora. Ella no parece interesada en la nominación. Técnicamente es factible que la convención demócrata que se reúne en Chicago el próximo 19 de agosto elija a otro candidato pero en el terreno estrictamente político eso no será viable a menos que el propio presidente Joe Biden tome la iniciativa y dé un paso al costado como sea, el debate de anoche pasará a la historia como el peor para uno de sus participantes. Hasta ahora, el contraparadigma de los debates era el de Nixon-Kennedy en 1960, cuando un mal afeitado Richard Nixon perdió frente a un fresco y dinámico John F. Kennedy. Dicen que en esa época los que oyeron por radio el debate dieron a Nixon por ganador, en contraste con quienes lo vieron por televisión. Lo de anoche fue peor. El desempeño de Nixon en aquel programa de televisión era considerado de lejos el más deficiente de la historia. la historia. Sin embargo, esto fue más grande. Muchos tenían la expectativa de que el presidente Joe Biden no estaría bien, quizás no luciría bien, pero nadie esperaba esta tragedia de dimensiones bíblicas. Hay un segundo debate pactado para el 10 de septiembre, organizado por la cadena ABC. Dudo mucho que llegue a hacerse. Este fue el reporte coronel de hoy. Muchas gracias. Daniel, dentro de las hipótesis, pues queda la preocupación, no solamente de la candidatura demócrata, sino de las capacidades que pueda tener el presidente para aguantar un año, o lo que queda, menos de un año, hasta que en enero llegue el nuevo presidente. a menos de un año, hasta que en enero llegue el nuevo presidente. ¿Ese paso al costado del presidente en este momento para dejar a la señora Harris es muy hipotético? Bueno, es que ese paso al costado no es necesariamente para dejar a la señora Harris y eso es parte de la discusión. Anoche la campaña republicana estrenó un comercial agresivísimo que muestra pues esencialmente la debilidad del presidente Biden, su dificultad recorriendo una escalerilla de avión, resbalándose, saliendo de un escenario. Y a eso le suman al final en generador de caracteres gigante los nombres Biden-Harris. Y las letras de Biden hacen una especie de malabar, golpean a las de Biden y salen del escenario quedando solo Harris. La vicepresidenta Kamala Harris no resulta muy competitiva para enfrentar a Donald Trump. resulta muy competitiva para enfrentar a Donald Trump. Y al mismo tiempo es prácticamente imposible ignorar su liderazgo y su lugar ganado en la formulación de otra nominación. Tendría que ser algo muy complejo y muy poco dado en materia política para que sean relevados los dos. Pero el debate yo creo que fue como una carga nuclear sobre las posibilidades demócratas en las elecciones de noviembre.