Desde que el M-19 se robó una de las espadas de Simón Bolívar de la Quinta de Bolívar, en enero de 1974, el arma del Libertador se convirtió en uno de los símbolos de poder y lucha más codiciados y disputados en la política colombiana, tanto para el Estado como para las guerrillas del país. Después de pasar 17 años perdida, hoy sigue desenvainada y sin retornar a su recinto. Junto a la periodista Patricia Lara, que reconstruyó pasó a pasó cada uno de los trasteos clandestinos del arma bicentenaria, contamos la enorme travesía de esta espada conjurada que se convirtió en una suerte de Santo Grial del poder en Colombia durante los últimos 50 años. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices