Mi papá no creía en la depresión, y yo no consideraba que la salud mental fuera algo a lo que había que prestarle atención.Cuando cumplí 40, algo cambió profundamente a mi. Y es aquí cuando empieza este viaje que hoy, cinco años después, se materializa en "Los hombres sí lloran": un lugar seguro en el que espero que todos podamos hablar y encontrar herramientas para transitar lo que sea que estemos atravesando.