Las noches del 9 y 10 de septiembre del 2020 Bogotá se prendió en sangre y fuego. 14 personas murieron por heridas de bala en hechos que aún no se han podido determinar a fondo pero que involucran a miembros activos de la Policía Nacional que dispararon sus armas contra manifestantes desarmados. A un año de estos eventos, las víctimas, activistas y distintas organizaciones sociales y algunxs políticxs destacan el arte como el terreno para sembrar memoria y seguir levantando un llamado a que haya justicia. Verbenal, en el extremo norte de Bogotá, experimentó la furia de esta arremetida de forma especial. 94 veces disparó la Policía sus armas de fuego y 3 jóvenes murieron allí esa noche. En Suba, Angie Paola Baquero, de 29 años, sería la primera víctima mortal luego de la indignación que movilizó a cientos de habitantes de Bogotá por el asesinato y tortura a los que fue sometido Javier Ordóñez, de 43 años, en el barrio Villa Luz, la madrugada de ese 9 de septiembre. En Soacha también se vivió el peso del plomo, la sangre manchó sus calles. Cerca a la estación de Policía de Ciudad Verde, las terrazas se convirtieron en trincheras desde las que policías dispararon indiscriminadamente. Allí murieron 3 personas más, entre ellas Cristian Andrés Hurtado, de 27 años. La noche del 9 de septiembre del 2021, Verbenal organizó una velada llena de arte, creación y activismo que desde la denuncia aboga por un cambio. Allí estuvieron Adriana Vanegas, pareja de Cristian Hurtado, y Brayan Baquero, hermano de Angie Paola Baquero, quienes se sienten agradecidos al ver que sus voces tienen eco en otros habitantes de la ciudad, incluso en localidades tan alejadas entre sí pero donde hay familias que experimentaron lo mismo que ellxs. El reciente paro nacional ha dado un nuevo impulso a este movimiento social, pero también sumó el nombre de más víctimas. Por eso Escudos Azules, un grupo de primera línea surgido en las protestas del 2019 en Bogotá, hizo presencia con un acto de “activismo ...