En 2001 la actriz colombiana Luly Bossa fue víctima de los medios de comunicación. Filtraron un vídeo en el que tenía relaciones sexuales con su pareja. Hoy, como ella, son víctimas no solo de los medios sino explícitamente de sus parejas, mujeres jóvenes cuya desnudez es expuesta en la era del numeral. #LaPornoVenganza, cuando se comparte de manera no consentida imágenes con contenido sexual explícito, es un fenómeno en ascenso y en tiene que ver con que se traslada el machismo offline al ámbito online. El de Bossa es uno de los casos nacionales mas conocidos, sin embargo, si la pantalla no parece inofensiva, La Web no deja de ser un lugar inseguro para la mujer. Así lo deja ver Amalia Toledo, coordinadora del proyecto Machitroll de la Fundación Karisma, una organización de la sociedad civil que trabaja en la promoción de los derechos humanos en el mundo digital.