Este episodio de A Fondo, conducido por María Jimena Duzán, analiza la relación reciente entre el presidente colombiano Gustavo Petro y Alberto Ríos, un empresario de energía y aseo que ha sido objeto de controversia por sus manejos financieros y su influencia creciente en el gobierno.
Capítulos
La nueva alianza de Petro y Ríos
La relación inesperada entre Gustavo Petro y Alberto Ríos tras años de antagonismo es ahora amigable, con Ríos visitando el palacio presidencial y aumentando su control en el sector de servicios públicos.
Controversias y deudas de Aire
Aire, la empresa de Ríos, enfrenta críticas por malos manejos y deudas, mientras sus abogados buscan que el gobierno colombiano asuma sus deudas con fondos públicos.
Conflictos en la Superintendencia de Servicios Públicos
Dagoberto Quiroga, superintendente independiente, se niega a ceder a las presiones de Ríos, quien junto a aliados políticos busca reemplazarlo para mantener el control de Aire.
Las protestas y el impacto en los usuarios
Protestas de diferentes grupos sociales contra Aire por las altas tarifas de energía impulsadas por malas gestiones y beneficios injustos otorgados a la empresa de Ríos.
El papel de Laura Sarabia y futuras incertidumbres
Laura Sarabia, con conexiones cercanas a Ríos, juega un rol central en las decisiones gubernamentales sobre Aire. Aún se desconoce si el gobierno de Petro cederá influencias a Ríos.
Conclusión
El episodio destaca cómo Alberto Ríos, a través de influencias en el gobierno actual, podría consolidar su poder en el sector energético, a pesar de las controversias que rodean sus prácticas empresariales. María Jimena Duzán critica la posibilidad de que el gobierno de Petro permita que un empresario cuestionado use recursos públicos para sus propios beneficios.
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Ríos entra a Palacio como Pedro por su casa y su incidencia y poder en materia del manejo y control en los servicios públicos y en las instituciones que regulan el mercado de energía es cada vez más grande. el mercado de energía es cada vez más grande. Prueba de su poder e influencia es que Ríos y su poderoso equipo de abogados andan por estos días en la tarea de convencer al gobierno del cambio para que se meta la mano al drill y pague con el dinero de los impuestos de los colombianos la deuda de su empresa Aire, una distribuidora de energía que está en el ojo del huracán por malos manejos y sobrecostos en las tarifas de energía de la costa. Gremios de comerciantes, organizaciones sindicales y hasta estudiantes acudieron a la movilización que partió de la plazoleta Estercita Forero hasta la sede de la empresa Aire de la calle 77. Para que sus deseos se cumplan, necesita primero salir de Dagoberto Quiroga, el superintendente de servicios públicos, un funcionario independiente, que se le ha convertido en un problema porque no se le ha arrodillado a sus designios. Primero intentaron recusarlo sin éxito y ahora sus abogados le han montado una trinca de mentiras para mostrarlo como un funcionario corrupto que está persiguiendo de manera injusta e implacable a la empresa de Ríos con el fin de beneficiar a William Vélez, un contratista al que Petro no puede ver ni en pintura y que es igual de opaco a Ríos. Cuando se filtó a los medios la noticia de su posible renuncia, Dagoberto Quiroga fue entrevistado por Gustavo Gómez en Caracol Radio y se le preguntó si en efecto, como sostenían varios rumores, su renuncia estaba siendo forzada por cuenta de que se le estaba acusando de una persecución a Aire, que es la empresa de propiedad de Alberto Ríos. Buenos días, Gustavo. ¿Por qué se fue? Pues yo generalmente cada seis meses presento una denuncia que no es irrevocable. La paso a mi jefe donde he estado trabajando para que evalúen si de pronto está contento con mi gestión o no pero todavía el presidente no me ha aceptado la renuncia, eso me hace como 15 días para ser la última y no se ha pronunciado al respecto no sé cómo se filtró, pero eso no es una cosa nueva fue hace más de 15 días, no sé cómo se filtró, pero esa no es una cosa nueva. Fue hace más de 15 días, no sé por qué. Hasta ayer salió, seguramente la va a aceptar, no sé. Para que ustedes sepan, este contrato de aire es un barril sin fondo que hemos pagado los colombianos con nuestros impuestos y que Ríos compró prácticamente con la cédula en el gobierno Duque. Según hemos podido establecer, Aire pagó 28 mil millones por recibir unos activos avaluados en 2.4 billones. Eso es lo mismo que comprar un apartamento de mil millones de pesos con sólo 20 mil pesos. Pero no sólo Duque le regaló la empresa, sino que le encimó 1.3 billones de pesos por cuenta de un déficit contractual que Aire encontró al momento de la entrega. Por si fuera poco, que Aire encontró al momento de la entrega. Por si fuera poco, la CREC le dio varias gabelas, les redujo las inversiones que debían realizar y les permitió introducir una tarifa de reconocimiento de pérdidas que se le fue trasladando al usuario de la costa, que es sin duda el más afectado en su bolsillo con pancartas se manifestaron los cartageneros contra la empresa del servicio de energía finia por las elevadas tarifas en las facturas la protesta frente a la torre del reloj se tradujo en prenderle fuego a las facturas como símbolo de rechazo hay facturas que pasan de 400 mil. Anteriormente uno pagaba 70, 80, lo normal, ya es una cosa impagable, se han hecho impagables, por lo tanto, pues la gente ya se siente asfixiada. la empresa reportó entre el 2021, 2022 y 2023 600 mil millones de pérdidas. Y hoy, como bien sabemos, está intervenida. El apagón está evitado. Lo que se ha dado simplemente es un cambio, un reemplazo, una sustitución del manejo de la empresa. La ha asumido el Estado a través de la Superintendencia de Servicios Públicos. Es un evento que se sucede o se presenta ante la imposibilidad manifiesta de la empresa Aire, de la directiva de la empresa Aire, han manifestado que no están en condiciones de garantizar la prestación del servicio. Y según la Superintendencia de Servicios Públicos, es posible que se necesite la inyección de más de un billón y medio de pesos para sanearla. La gran pregunta es si el gobierno Petro va a devolvérsela a Ríos para que su nuevo mejor amigo la siga usufructuando a costa de nosotros o si se la va a quedar. En esta puja de poder juega un papel fundamental Laura Sarabia, quien también está muy interesada en la salida de Quiroga de la superintendencia. Ella ha estado muy pendiente del tema de aire desde que empezó a despertar el interés de la superintendencia de servicios públicos y no solo porque es la directora del DAPRE, sino porque ha tejido una estrechísima relación con Alberto Ríos. Se han vuelto muy amigos y esa amistad le ha permitido al empresario llegar al Olimpo de Petro e irse colando entre los corredores de Palacio con cierta holgura. hablando entre los corredores de Palacio con cierta holgura. Ríos ha logrado vender en Palacio la tesis falsa de que Aire no la quebraron sus malos manejos ni sus opacidades, sino las generadoras que se negaron a venderle energía, hecho que los habría obligado a comprarla en el mercado no regulado de los intermediarios, donde la revenden a precios muy altos. La verdad es otra. Ríos fue víctima de su propio invento. No invirtió en las redes de distribución, no hizo sus previsiones para comprar energía a largo plazo y cuando vio que le abrieron las puertas de Palacio, esperó a que su nuevo mejor amigo pues le solucionara sus cuitas. Faltando unos días para que se interviniera la empresa Aire, Laura Sarabia logró concertar una cita entre el empresario Ríos y el presidente Petro. El encuentro se hizo en Nuquí, el mismo día en que el presidente posesionó a la nueva defensora del pueblo, y en momentos en que Aire había recusado a Dagoberto Quiroga como superintendente de servicios públicos. En esa reunión, de la que poco se sabe, las partes acordaron intervenir la empresa y a la semana esa decisión fue adoptada. Recordaron intervenir la empresa y a la semana esa decisión fue adoptada. A los pocos días, el superintendente, que no estuvo en la reunión de Nuki, cometió otro sacrilegio. No aceptó la hoja de vida que Laura Sarabia le envió para el cargo de agente interventor y no solo decidió poner a se conoció un audio que fue grabado en una reunión que tuvo la superintendencia a pedido de la representante legal de aire en julio de este año, que evidentemente fue filtrado a los medios con la intención de socavar de nuevo a Dagoberto Quiroga y debilitarlo ante el presidente. Más claro no canta un gallo. Ríos, el dueño de la empresa Aire, quiere poner a un superintendente de bolsillo para que les devuelvan la empresa una vez haya sido saneada y así puedan seguir operando en la costa a sus anchas, imponiendo sobrecostos a las tarifas de energía, a sabiendas de que nadie se va a atrever ni a vigilarlos ni a controlarlos. Ríos espera que su nuevo mejor amigo le entregue en bandeja no sólo la Superintendencia de Servicios Públicos, que es el órgano que controla y vigila las empresas del sector, sino la CREC, que es la Comisión de Regulación de Energía y Gas, que se encarga de formular el marco regulador del sector eléctrico. Vamos a ver si Petro le cumple sus deseos y lo convierte en el zar de la energía, o si despierta de su letargo y lo pone en cintura antes de que sea demasiado tarde. Esto es A Fondo. Mi nombre es María Jimena Duzán. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Daniel Chávez Mora. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. ¡Gracias por ver el video!