La sorpresiva candidatura de Íngrid Betancourt a la presidencia, que no lleva más de un mes y medio en campaña oficial, ha estado marcada por una serie de tropiezos y barrabasadas públicas. Desde el desconocimiento de las maquinarias políticas detrás de sus competidores, hasta una marcada pobreza de discurso en los debates. Sin embargo, los colombianos y la opinión pública le han cobrado esos errores más caro que a los hombres que están junto a ella en la contienda electoral. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices