¿A dónde va el arte con la inteligencia artificial?

¿A dónde va el arte con la inteligencia artificial?

16 de feb de 2025

En este episodio del podcast 'Tercera Vuelta', Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero exploran la relación entre la inteligencia artificial (IA) y la creatividad humana. Analizan las oportunidades y desafíos que surgen con el avance de la IA, y reflexionan sobre cómo afecta a la humanidad y a distintas formas de arte y literatura.

Capítulos

Introducción a la IA y la Creatividad

Alejandro y Ricardo discuten cómo la inteligencia artificial está comenzando a influir en la creatividad humana y la producción artística, generando preguntas sobre la relevancia futura de la creatividad manual frente a las capacidades de las máquinas.

El Desafío de la Distopía

El podcast aborda la preocupación de que la humanidad podría caer en escenarios distópicos donde la creatividad y la producción artística sean dominadas por las máquinas, citando ejemplos históricos como el miedo a las calculadoras y reflexiones filosóficas de autores como D.H. Lawrence.

Co-creación y Oportunidades Positivas

Ambos anfitriones reconocen que la inteligencia artificial puede facilitar una co-creación en el ámbito artístico si se utiliza como una herramienta colaborativa y no como un sustituto.

Reflexiones y Experiencias Personales

Alejandro comparte experiencias personales sobre cómo ha incorporado la inteligencia artificial en su proceso de escritura, generando discusiones sobre la autenticidad y la valoración de las obras humanas frente a las creadas o influenciadas por máquinas.

Consideraciones Éticas y Normativas

Se abordan las implicaciones éticas de usar inteligencia artificial en la creación artística y la necesidad de establecer normativas claras para distinguir entre obras humanas y de IA, especialmente en el contexto de premios y reconocimientos a nivel mundial.

El Futuro de la Educación y la Creatividad Humana

Finalmente, se plantea el reto de reformular la enseñanza para preparar a futuras generaciones a convivir con la tecnología sin sacrificar las cualidades inherentes de la creatividad humana.

Conclusión

El episodio concluye con una reflexión sobre la importancia de encontrar un equilibrio entre el uso de la inteligencia artificial y la preservación de la creatividad humana. Alejandro y Ricardo coinciden en que, aunque la IA puede complementar procesos creativos, es vital mantener un espacio donde las imperfecciones y las cualidades humanas sigan siendo valoradas.

Menciones

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Y esa estética de la imperfección es la que sugiere el ser humano allí. Y si todo va a empezar a ser cuadriculado y perfecto, algo se va a perder. Tercera Vuelta, el podcast con Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero. El podcast con Alejandro Gaviria y Ricardo Silva Romero. Un podcast de El Locutorio, arroba ellocutoriodc. Hola Ricardo. Hola Alejandro. Quisiera que tocáramos un tema que ya hemos tocado, pero a partir de los hechos de esta semana, una conferencia en París que concitó todos los líderes mundiales, otra en Dubái, que habláramos de inteligencia artificial, pero sobre todo su relación con la creatividad. Sí, es que se ha avanzado mucho el tema desde que lo hablamos la primera vez y ya hay unos ejemplos de creaciones de la inteligencia artificial que podrían a uno asustarlos. Queremos reflexionar un poco si nos retiramos de una vez ya. Sí. No vale la pena escribir libros si la creatividad ya va a estar tercerizada en las máquinas. O vendemos nuestra lógica, nuestra forma de pensar y de inventarse cosas y que la máquina siga. Exacto, que generen un chatbot de cada uno y que la máquina ya cuente nuestras historias. Exacto, y a la máquina reaccione a lo que pase. ¿Qué hacemos mientras tanto? Es una buena pregunta, ¿qué nos dedicamos que sea manual? Exacto. ¿Qué sabemos hacer manual? Ahora que creamos nuestra propia obsolescencia de manera indirecta u oblicua. Antes de entrar en estos temas, Ricardo, yo tengo como una contradicción interna, porque no quiero ser un ludita, no quiero como habitante de nuestro tiempo odiar el cambio tecnológico. Recuerdo una anécdota que cuando aparecieron las calculadoras electrónicas, el 95% de los profesores de los Estados Unidos dijeron la gente se embruteció y la enseñanza de la matemática se va a acabar. No pasa nada. Estamos ante un desafío mayor, gente se embruteció y la enseñanza de la matemática se va a acabar. No pasa nada. No pasa nada. Estamos ante un desafío mayor, pero no quisiera caer rápidamente en esa inclinación hacia la distopía y los peores escenarios posibles. Yo no sé si por inconsciente o qué, pero yo todavía no siento miedo, ni me siento invadido, ni repito, no sé si por inconsciciente pero no veo venir al monstruo encima ni veo cerca que a la gente no le interese lo que hacen las personas puede que les interese también lo que hacen las máquinas pero todavía no siento como esa sensación de que de que pues que van a retirar a los artistas van a retirar a los artistas, van a retirar a los a la gente que inventa cosas, todavía no lo siento Yo creo que hay como un escenario positivo y es de esta manera, co-creación, mucho trabajo creativo va a ser una cooperación entre la máquina y el ser humano, como ha sido también algunos artistas. Sí, yo creo. Que han utilizado en instalaciones, video y demás. Pero también en un escenario un poco más complejo, donde uno ya no sabe si fue hecho por el hombre, o fue hecho por la máquina, y hay una ambigüedad. Y las bibliotecas comienzan a llenarse de novelas escritas, todas por inteligencia artificial y desplazan la creatividad, que era nuestro ámbito de alguna manera. A ese escenario le tengo un poquito más de miedo. Sí, él era un pesimista, no me gustaba su excesivo pesimismo, pero él decía todas las máquinas, todos los avances tecnológicos como una regla de oro o una regla de acero, pues una cosa que no va a cambiar, van a ser utilizadas para mal. mismo y uno tiende a recordar lo que tú decías, que la tecnología no ha acabado con nada. En el mundo de la ficción siempre se ha asustado todo el que produzca alguna historia. Cuando la radio vio la llegada de la televisión o el mismo cine vio la llegada de la televisión y siempre se decretó la muerte de todo, incluso en el mundo de los libros, el libro electrónico todo se va a acabar o ahora la gente puede hacer su propia publicación y todo se va a acabar y lo que uno ha venido viendo, lo que hemos estado viendo es que lo que pasa es que crecen las maneras de hacer las cosas y crecen los públicos y todo el mundo convive de alguna manera. Pero es fácil imaginarse los escenarios de pesadilla. Yo tengo un escritor que me gusta, que me gusta leer, que es una especie de poeta novelista loco, de H. Lawrence. Fantástico. Fantástico, ¿no? Y esta semana estaba leyendo, él tiene un librito publicado en 1929, que son como pensamientos sueltos, casi aporísticos, y decía en algún momento, voy a citar de memoria, por amor de Dios, seamos seres humanos, no simplemente simios entretenidos por sus máquinas. Y eso en 1929. Clarividente, clarividente un poquito. También están estas historias en las cuales somos esclavizados por nuestras propias máquinas o que simplemente las formas de vida más comunes en el tiempo van a ser robots hechos por robots, hechos por robots. O sea, ahora la inteligencia artificial o los próximos robots van a crear sus próximos robots. Y esa fue la evolución. ¿No me chocan esas historias? No, a mí me gustan. No sé qué tan probables son. La ciencia ficción a mí me encanta. Pero es fácil imaginárselas, quizás demasiado fácil. Cuando vino nuestra amiga Diana Ramírez, la astróloga, a conversar con nosotros, ella describía el camino de una manera muy interesante y era como las máquinas fueron haciendo lo que los cuerpos podían hacer, fueron sustituyendo a los cuerpos de muchas maneras y como lo único que faltaba por sustituir era lo que tenían adentro de los cuerpos, las mentes, las inteligencias, el espíritu, la emoción. Y ella decía, bueno, que ahora hay inteligencia artificial significa que pudimos sacar la inteligencia del cuerpo, ponerla afuera. Y entonces, ¿ahora qué es lo que tenemos adentro que no tienen las máquinas? Esa era una pregunta que era interesante y uno podría decir el espíritu, el alma, la mente, pero la pregunta es si a uno le pagan por el espíritu o por lo emocional. Sí, de qué vamos a vivir. Pero me gusta ese concepto, ahora lo entiendo como la inteligencia descorporizada. Está por allá. Y ahora, ¿qué diablos vamos a hacer? Y venía pasando, si uno lo piensa, el celular mismo es como uno sacarse la mente y tenerla en la mano, porque ahí tiene la memoria, tiene los contactos. Es decir, cuando éramos niños uno se sabía unos teléfonos, unos números de teléfono. Hoy en día uno tiene todo lo que quiera allí. Todas las operaciones las puede hacer allí. Es como si buena parte de la mente estuviera en la mano de uno. Entonces ya veníamos teniendo esos indicios de que nos estábamos sacando parte de lo que teníamos adentro. Y ahora la pregunta es si nos estamos sacando la creatividad de adentro. Completamente. Hace semana y media estuvimos en Cartagena, en el Hey Festival. Y una noche esa yo tuve una conversación con una persona que me encontré, que no conocía pero con la que había interactuado creativamente, que fue mi correctora en la editorial Planeta. De ahí de los libros. Yo soy un poquito obsesivo cuando mando los libros sin errores, incluso muchas veces hacía algo que no le contaba y era que yo tenía otra correctora que trabajaba con mi hermano Pascual. Entonces le decía a ella que lo corrigiera y ella lo enviaba corrigido. Entonces ella dijo sus libros llegan siempre muy limpios. Y Ricardo, queremos anticiparles a nuestros oyentes que vamos a sacar un libro juntos de tercera vuelta. Y en ese libro, como nos intercambiamos correos y yo no quería mandarte un texto con typos y errores de tipografía. Siempre venían perfectos. Le dije a Inteligencia Artificial, corrígame la ortografía. No puede ser. Y le conté esto a esa persona y hizo una cara de pánico. Como quien dice, no lo puedo creer. No puede ser. Y le conté esto a esa persona y hizo una cara de pánico. Claro. Como quien dice, no lo puedo creer. Y fue un momento difícil, ¿no? Claro, claro. Porque ese sí es un trabajo. Ese trabajo yo creo que ya lo hace la máquina con gran eficiencia. Claro. La puntuación, sugería un punto y coma allí. Era un trabajo mecanizable. Claro. Yo no estoy sacrificando mi creatividad no porque si no le voy a decir, corríjame la reacción hasta allá nunca llegaré incluso el mismo procesador de textos, el Word ya es una especie de inteligencia artificial que le advierte a uno, le falta la tilde esta frase me parece que esta palabra no viene al caso entonces si es un Ya lo tiene, lo automático. Es lo contrario. Y en esa conversación había retazos de nuestras vidas. Tenemos una parte nuestra, quizás esa forma de incluso autoficción, o sea, como uno recuerda la vida vivida. Sí, exacto. Ahí las máquinas no se nos van a meter todavía. No pueden meterse. Eso, ahora que hablamos de ciencia ficción y de distopías, es el asunto, quizás lo hemos hablado antes, pero vale la pena insistir, de esa película de Spielberg que se llama Inteligencia Artificial, justamente. Que era una película que tenía pensada Stanley Kubrick, pero se murió. Y él había avanzado en un tratamiento, en un argumento de la película y en un momento dado pensó Spielberg es el que la tiene que terminar, el que la tiene que hacer, porque también hay niños en la historia y Spielberg es especialmente bueno para dirigir niños. Y entonces es una especie de pinocho, yo creo que vale mucho la pena ver esa película, yo creo que es magistral. Es un pinocho, un robot que está programado para amar ciegamente a los papás. Llamar ciegamente a los papás. Y entonces el lío es, en la historia, el mismo lío de Pinocho. Estos papás que tienen este robot tienen a un hijo que ha estado en coma. Pero el hijo vuelve del coma y vuelve a la casa. Y entonces ahora tienen al niño robot y al hijo biológico. Y entonces empiezan a relegar al niño robot y el niño robot empieza a tener el anhelo de Pinocho que es ser un niño de verdad. Y ahí arranca la historia. Tremenda historia. Es tremenda. Y es la pregunta de qué es lo humano realmente, de qué es lo que sobrevive a las máquinas. En esas historias distópicas, la inteligencia artificial termina la humanidad. Y la puede terminar de varias maneras. Una, porque la humanidad intenta desconectarla. Claro. Entonces se defiende. La otra, que tiene un lado tragicómico, es que acaba con la humanidad por una bobada. Sí, por un error. Hay una historia por ahí que el mundo lleno de clips que crea la humanidad por una bobada. Sí, por un error. Hay una historia por ahí que el mundo lleno de clips que crea la inteligencia artificial por un error. Pero la otra que es malévola, que de alguna manera se autoprograma de una manera que se convierte en una máquina de matar. Sí. Eso está en todas las historias. Sí, eso está en todas las historias. Sí, eso está en todas las historias. O son robots que se quieren tomar el mundo, hay una, ese, robocalipsis, o es una nave que derrota a los que la están utilizando, o sí, o es una información que se le devuelve a la humanidad, pero siempre en el fondo está la idea de que la inteligencia artificial, las máquinas se van a revelar y van a acabar con la humanidad y van a quedar rastros por ahí de lo que hicimos en la Tierra. audiocurso de escritura Ficcionario en ellocutorio.com con Ricardo Silva Romero. Hay dos intelectuales públicos que han participado de manera muy ácida en este debate que yo he leído aquí y allá. Trato de no tomármelos de manchada en serio. Uno es Yuval Harari, que es el hombre del apocalipsis. Sí, el Nexus acaba de hacer... Nexus, y acaba de dar una declaración diciendo, aquí hay una amenaza. Sí. Esta es una amenaza existencial. Sí. El otro que tiene una teoría interesante, es el último premio Nobel de Economía del profesor de MIT, Darren Asimoglu, que él dice una cosa, él dice, yo no le temo a la inteligencia artificial muy inteligente, le temo a la inteligencia artificial más brente. Le temo a la inteligencia artificial más bruta, esta que tenemos ahora. Sobre todo a sus efectos sobre la democracia, la forma como están alimentando al mundo de mentiras. Le teme a esa mala inteligencia artificial. A la que se confunde. No a la inteligencia general que sustituyó la inteligencia del ser humano, sino a esta inteligencia artificial pedestre que todavía tenemos, que mal utilizada puede hacer mucho daño hay una película ochentera que es maravillosa que se llama Juegos de Guerra que es una película que yo creería que es año 84 por ahí, o sea hace unos 40 años, en la que un niño de colegio, como un adolescente, un quinceañero, que es más bien vago y se la pasa en su computador, ya en el 84, que son computadores medio prehistóricos, tiene manera de entrar a través del teléfono a sistemas de inteligencia del país. En 1984 todavía hay cierta paranoia de la Guerra Fría y todavía los rusos son los villanos en las películas gringas. Y entonces este tipo logra entrar a un computador que se equivoca y pone en riesgo a la humanidad una guerra entre la Unión Soviética y Estados Unidos y es una comedia pero desde el año 84 uno ve el peligro de que esas inteligencias artificiales cometan un error como que giren por la esquina que no es y pongan en riesgo a la humanidad, ese miedo existe desde que crearon esas máquinas hay Hasta hoy, hasta hoy hay un libro del que yo leí pedazos, llevado por otro libro prepandémico, ahora ya el 2019, de un divulgador científico de los Estados Unidos que siempre me gustó leer, John Brockman, él citaba un libro de un tipo que se llama Norbert Wiener que se llama El uso humano de los seres humanos. El uso humano de human use, human beings. Es de los años 50 y ya tenía. Desde ahí. Es de la persona que inventó la palabra cibernética. Un gran pensador científico de esa época. Y desde ya aparecían estos esbozos de escenarios distópicos o catastróficos, apocalípticos porque si tenemos que aceptar Ricardo que las máquinas están ahí me parece que es ominoso acechante esa presencia y lo lanzan a uno a una especie de escenario en el que toque ponerles a las creaciones humanas un sello que diga hecho por un ser humano, casi como tiendas naturistas en las que la gente pueda ir a conseguir lo que es hecho por seres humanos. Muy interesante esto que dice Ricardo, me imagino entrar a una galería, en la galería va a haber dos salas una human made y la otra las máquinas exacto, las máquinas que ya existe el robot AIDA debe tener otra pronunciación pero existe el robot que pinta con su estilo está programada para tener su propio estilo y uno ve los cuadros y es escalofriante está bien hecho entrar a una biblioteca y tener uno de los cuadros y es escalofriante. Está bien hecho. Entrar a una biblioteca y tener una biblioteca. La sección de libros escritos por seres humanos cada vez más pequeña con la otra. Probablemente en los próximos 20 años la inteligencia artificial va a escribir más libros que la humanidad en toda su historia. Totalmente, y rápidamente. O salas de películas de cine donde vamos a ver la inteligencia artificial o la que es hecha por un director humano. Claro. Muchas de ellas mezcladas en una ambigüedad que no sabemos cómo hacer. La música. La música. Hay que decir que lo que uno ve... Es música. La música, hay que decir que lo que uno ve, en música, porque uno se encuentra en música, en las redes hoy en día, fabricado por inteligencia artificial, es escalofriante, porque hay ejemplos que además logran fantasear con voces del pasado, con géneros, y es impresionante lo que uno ve, hay secuencias de películas enteras hechas con inteligencia artificial, películas enteras que uno pues nota que están hechas por máquinas, pero muy bien hechas en todo caso. Otro de los temas coyunturales o de las noticias que nos llevaron a charlar hoy sobre esto, pues es la cuestión de que hay dos de las películas favoritas en los premios, en la temporada de los premios, que usaron la inteligencia artificial y se demoraron en avisar, que son Emilia Pérez y El Brutalista, ambas recurrieron a perfeccionamientos con la inteligencia artificial y contaron más bien tarde. Y entonces pues existe la discusión sobre si van a cambiar las reglas para presentarse a esos premios y va a tocar avisar qué partes están modificadas por la inteligencia artificial. Novelas, artes plásticas, cine, música, la investigación académica también. Leí un artículo la semana pasada de un investigador norteamericano que le puso a escribir un artículo y dijo, este es un artículo del nivel de último año estudiante de doctorado. Impresionante. Escrito en 15 días. Impresionante. Interactuando con él. Hay otro elemento, Ricardo, que viene de mi experiencia personal reciente con nuestro libro. Sí. En uno de esos casos donde yo corregí la ortografía a ese fragmento que tenía más o menos unas mil palabras, le hice una pregunta a la inteligencia artificial, que se me ocurrió, ¿te gustó? ¿Y qué te dijo? Y fue mi primer lector me dijo sí, estaba muy bien redactado y yo dije no le creí, no le creí yo dije, está tratando de congraciarse esta puta máquina conmigo como para que la siga usando la inteligencia artificial es civilizada sí, un poco hipócrita como que alcancé a percibir esa hipocresía y después hizo unos comentarios interesantes, no mayor cosa, pero me dijo en algún momento, usted puso un ejemplo, primero enunció como un hecho general y después puso un ejemplo, pero el ejemplo me parece muy específico, debería existir quizás un ejemplo que juntara mejor la teoría con ese ejemplo puntual. Sí. No le hice caso, pero tenía razón. Sí, tenía razón. Tenía razón. no le hice caso pero tenía razón tenía razón me acordé de mi profesor el maestro de literatura nuestro Ángel Marcelo Pompilio Iriarte que se llama Pompilio Iriarte pero usa el seudónimo Ángel Marcel que cuando le gustaba un texto del taller de letras generalmente decía puta y si no le gustaba decía texto del taller de letras, generalmente decía puta. Y si no le gustaba, decía está chusco. Y yo creo que la inteligencia artificial tiende a decirle uno está chusco, está bien. Creo que no hemos llegado al momento en el que nos diga la verdad del todo. Creo que no estaba diciendo la verdad, pero me pareció un buen lector. Sí, porque puede reflexionar sobre el texto. Va a ser de aquí en adelante el primer lector de muchos escritores. Para quienes escriban columnas, lo recomiendo. Y podría ser un invitado también a algunos clubes de lectura. Sí, claro. Es un buen lector. Es un buen lector. No me queda ninguna duda. Y la lectura también es un buen lector no me queda ninguna duda y la lectura también es un acto creativo entonces se nos está metiendo también ahí, imagina un clip de lectura donde ya está la máquina oyendo todos los comentarios y al final dice algo no, estoy pensando si nos va a tocar escribir a Manu qué hacer como para para que las máquinas no se queden con todo. Sí. Sí. Complicado. Sí, porque entonces opina. Hoy en día, la inteligencia artificial está escuchando muchas reuniones y hace un resumen al final. Claro. Pero va a empezar a dar opiniones, pues, interesantes. Sí, porque tiene toda la información que no tenemos. En el caso, por ejemplo, de la narración, de la ficción, de escribir libretos, escribir novelas, escribir cuentos, pues tiene en mente la estructura correcta, es decir, hasta dónde debe llegar un primer acto, por ejemplo, o qué tan largo tiene que ser un segundo acto? ¿En qué momento poner los puntos de giro? Eso muchas veces a mano, hecho por el ser humano, pues se puede alargar. Uno puede tener un primer acto un poco más largo de lo que ordenan las formas o de lo que se aconseja según los manuales. cejas, según los manuales y entonces uno sabe que las películas no son nunca perfectas o las obras de teatro, uno siente que el primer acto estuvo más largo y claro, la inteligencia artificial le puede a uno reescribir esas cosas y ponerlas como debe ser, pero quizás se pierda el aburrimiento que crea un primer acto largo o una novela que se demora en arrancar y esa tardanza en arrancar, esa demora en arrancar es artística y es interesante y es fascinante. Las imperfecciones de las obras de arte son fascinantes. Hay una estética de la imperfección. Sí, exacto. Y esa estética de la imperfección es la que sugiere el ser humano allí. Y si todo va a empezar a ser cuadriculado y perfecto, algo se va a perder. Y Ricardo, nosotros tenemos una forma de escribir que es idiosincrática. Muy extraña. Sí, que es extraña. Y a veces hay un giro de la frase que es propio. Ahí es donde yo no quiero que esté la inteligencia artificial. Sí, ahí no. Ni siquiera para corregir, ni decir esta frase, la voy a estructurar de esa manera. A mí me crea impaciencia, incluso como que me pongo neurótico con el Word a veces, como que le discuto. Está sobreprogramado. Sí, le da piedra. Cállese, cállese. No quiero que me dé consejos ahora. No se meta, le pone, entonces sale uno debajo de una una frase dos rayitas azules que ya estéticamente es molesto y es porque le parece que ahí debería decir otra cosa y uno dice pero que cosa tan invasiva y tan desagradable creo que ahí es que uno tiene ganas de volver a escribir a mano Yo creo que ya había contado esta anécdota cuando estuve en Cartagena el año pasado, en el Hay Festival también, invitado. Vi una conferencia de este escritor chileno que ha causado cierto puror, Benjamín Labatut. Sí, sí, sí. Él escribió primero un libro muy bueno que se llama Un verdor terrible y acaba de publicar uno que se llama Maniacs. Ajá. Y dijo, sin que nadie le preguntara, que una crítica que le estaban empezando a hacer es que ese libro lo escribió Char Gpt. ¿El de Maniacs. Y dijo sin que nadie le preguntara que una crítica que le estaban empezando a hacer es que ese libro lo escribió Chagé Peté. ¿El de Maniacs? Sí, y la única defensa que pudo articular en ese momento fue no, es que Chagé Peté salió después de que yo terminé el libro. Seguro, además, sí. Era verdad. Pero, Ricardo, esa va a ser la primera crítica a los creadores en este momento. La gente va a decir, eso no lo hizo usted. Y no va a haber muchas formas de defenderse, porque se está como invirtiendo la carga de la prueba. Yo tengo que demostrar ahora que yo lo hice, o que los pedacitos de co-creación fueron menores que nada, cambiaron mi esencia. Y eso está pasando en todos los ámbitos creativos. Está pasando a los profesores, a los investigadores, a los escritores, a los artistas, a todo el mundo. Y es una acusación difícil. Difícil. ¿Cómo será si yo creo que los profesores en tiempos de internet han sufrido esa sospecha todo el tiempo de si esto sí lo hizo o no. El estudiante, ¿cómo será ahora con el chat GPT? Los profesores viendo, a ver, esto está como demasiado redactado para esta persona. Exacto. Va a ser otro tipo de relación. Quizás por lo que hemos tenido los dos tanto que ver con profesores en la vida, uno siempre está pensando en ahora cómo educar a la gente en este mundo nuevo en el que existe la inteligencia artificial, que tienen que repensarse en los colegios, o tienen que volver a lo manual, yo veo a mis hijos cortando y pegando y con pegante y escribiendo todo a mano y me parece que no ha habido una no ha habido otra manera o una mejor manera que enfrentar a las máquinas que seguir siendo humanos. ¿Cómo hacer esta co-creación? ¿Cómo no exagerar la nostalgia? ¿Cómo no perder ciertas formas de vida? Yo creo que es un desafío. Ahora, juntando historias, Ricardo, ¿cómo defenderse de esa acusación? Y esta idea que hablábamos de la imperfección, que la mejor defensa va a decir, mire, esto es tan malo que no lo pudo haber escrito. Sí, esa es la salida. Sí, mire, esto está tan al revés. Eso va a ser la salida. Por ahora seguiríamos escribiendo. Sí, toca hacerlo. Pero le recomiendo a Chanjepete como su primer lector, la próxima columna. Bueno, va a hacer eso. Y nos cuenta. Listo. Abrazo fuerte. Abrazo. Elige siempre un buen rato. Elige siempre una buena conversación. Tercera vuelta, el podcast. Suscríbete ahora y escúchalo cada semana en tu plataforma favorita. Un podcast producido por El Locutorio. Ellocutorio.com. Síguenos como arrobaellocutoriodc en redes sociales. ¡Claro! Paso 2. Recoleta tu bonus de bienvenida. ¡Ven a Papá, bonus de bienvenida! Paso 3. Juega cientos de juegos de estilo casino gratis. ¡Eso es mucho! ¿Todos gratis? Paso 4. Descansa tu entusiasmo. ¡Woohoo! Chumba Casino ha estado entregando emociones durante más de una década. Así que reclame tu bonus de bienvenida gratis ahora y vive la vida de Chumba. Visita chumbacasino.com No es necesario comprar. VGW Group Void. Estamos prohibidos por ley. Termos y condiciones aplicables.